lógica de segundo orden - usal

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Capítulo 10 Lógica de Segundo Orden 10.1. Introducción La lógica de segundo orden (SOL) se distingue de la de primer orden en que posee variables relacionales además de las individuales, y ambas pueden cuan- ticarse. Ya que fue Frege el precursor en el uso de las variables relacionales, la lógica de segundo orden cuenta ya más de cien años, aunque una clara dife- renciación entre ella y la de primer orden se hizo esperar y supuso el esfuerzo conjunto de otros lógicos. La distinción estaba implícita en el trabajo de Rus- sell, pero no fue explícita hasta el de Hilbert y Ackermann [28]. De hecho, la lógica de primer orden es sólo un fragmento del lenguaje altamente expresivo de Frege [21] y Russell [42]. Durante mucho tiempo fue considerado un “estudio esotérico”, limitado al ámbito meramente losóco; actualmente recibe recono- cimiento por su utilidad en aplicaciones y por su importancia en fundamentación de la informática teórica 1 . En la lógica de segundo orden podemos decir: “para todos los individuos, ϕ se cumple”, como en la lógica de primer orden, y formalizarlo así . También podemos expresar: “para toda propiedad se verica ϕ, algo que no nos estaba permitido en lógica de primer orden, y lo escribimos así . Mediante X 2 ϕ indicamos: “para todas las relaciones binarias, ϕ se cumple”. Y de ahí en adelante... Por consiguiente, las estructuras de segundo orden deben poseer distintos dominios de cuanticación: el dominio de individuos A, donde tomarán valores las variables individuales del lenguaje; el dominio de relaciones unarias A 1 , sobre el que toman valores las variables predicativas unarias; el dominio de relaciones binarias A 2 , y así sucesivamente. Si queremos que nuestra lógica de segundo orden sea estándar, la fórmula deberá signicar lo siguiente: “para todo subconjunto de A se verica ϕAl hacer este tipo de aseveraciones estamos tomando el concepto de subconjunto 1 Una buena visión nos la ofrece Daniel Leivan en [32] 253

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Capítulo 10

Lógica de Segundo Orden

10.1. Introducción

La lógica de segundo orden (SOL) se distingue de la de primer orden en queposee variables relacionales además de las individuales, y ambas pueden cuan-tificarse. Ya que fue Frege el precursor en el uso de las variables relacionales,la lógica de segundo orden cuenta ya más de cien años, aunque una clara dife-renciación entre ella y la de primer orden se hizo esperar y supuso el esfuerzoconjunto de otros lógicos. La distinción estaba implícita en el trabajo de Rus-sell, pero no fue explícita hasta el de Hilbert y Ackermann [28]. De hecho, lalógica de primer orden es sólo un fragmento del lenguaje altamente expresivode Frege [21] y Russell [42]. Durante mucho tiempo fue considerado un “estudioesotérico”, limitado al ámbito meramente filosófico; actualmente recibe recono-cimiento por su utilidad en aplicaciones y por su importancia en fundamentaciónde la informática teórica1.

En la lógica de segundo orden podemos decir: “para todos los individuos,ϕ se cumple”, como en la lógica de primer orden, y formalizarlo así ∀xϕ.También podemos expresar: “para toda propiedad se verifica ϕ”, algo que no nosestaba permitido en lógica de primer orden, y lo escribimos así ∀Xϕ. Mediante∀X2ϕ indicamos: “para todas las relaciones binarias, ϕ se cumple”. Y de ahíen adelante...Por consiguiente, las estructuras de segundo orden deben poseer distintos

dominios de cuantificación: el dominio de individuos A, donde tomarán valoreslas variables individuales del lenguaje; el dominio de relaciones unarias A1,sobre el que toman valores las variables predicativas unarias; el dominio derelaciones binarias A2, y así sucesivamente.Si queremos que nuestra lógica de segundo orden sea estándar, la fórmula

∀Xϕ deberá significar lo siguiente: “para todo subconjunto de A se verifica ϕ”Al hacer este tipo de aseveraciones estamos tomando el concepto de subconjunto

1Una buena visión nos la ofrece Daniel Leivan en [32]

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254 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

de la teoría de conjuntos subyacente que usamos como metalenguaje. Lo cualnos obliga a incluir en A1 todos los subconjuntos de A, incluso aquellos tanabstrusos que eluden todo intento de descripción o definición. Considérese elcaso en el que A fuera un conjunto de dimensión infinita –sea su cardinalidadα– y sea ℘ (A) el conjunto potencia de A, que es a su vez A1; sabemosque éste contiene 2α miembros –por el teorema de Cantor–, mientras quenuestro lenguaje formal sólo cuenta con ℵ0 fórmulas. Así pues, mediante uncálculo simple constatamos que la mayor parte de los subconjuntos que tomamosen A1 no pueden ser definidos. Como veremos más adelante, si añadimos anuestro universo de conjuntos A1, todos los caracterizados de un modo tanpoco descriptivo como el de ser un subconjunto de A, que es por otro lado ladefinición estándar de estructura, se genera una lógica no absoluta2 –i.e. unalógica cuyo concepto de verdad depende directamente de la teoría de conjuntossubyacente–.

10.2. Sintaxis y Semántica

Así pues, por lo que al alfabeto se refiere, la única diferencia existente entrela de primer orden y la de segundo orden es que en la última añadimos variablespara conjuntos y relaciones –se pueden poner las últimas letras mayúsculasdel alfabeto latino y utilizar superíndices que indiquen el grado–. Las nuevasvariables relacionales aparecerán en fórmulas atómicas; por ejemplo Xτ , y enfórmulas cuantificadas del estilo mencionado anteriormente; por ejemplo, ∀Xϕ,∀X2ϕ, etc.Para presentar el lenguaje formal especificamos primero su signatura

Σ = hV AR,FUNCi

–que nos indica cuántas clases de variables tenemos y los tipos de los signos–.Tendremos dos de ellos –SOL y λ−SOL– siendo su única diferencia el signode abstracción lambda.

1. Conectores: ¬,∧,∨,→,↔–de tipos: h0, 0i , h0, 0, 0i donde el tipo cero es el de los valores de ver-dad3–

2. Cuantificadores: ∀,∃

3. Abstractor: λ

4. Paréntesis: ), (

5. Signos de igualdad: E,E1, E22Esto nos permitirá demostrar incompletud en la sección 10.5.3El tipo h0, 0i significa que la conectiva asigna valores de verdad a valores de verdad y el

h0, 0, 0i, que simplifica a h0, h0, 0ii, que otorga valores de verdad a pares de valores de verdad.

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10.2. SINTAXIS Y SEMÁNTICA 255

–de tipos: h0, 1, 1i , h0, h0, 1i h0, 1ii , h0, h0, 1, 1i , h0, 1, 1ii4–

6. Falsedad: ⊥

7. Signos en OPER.CONS. Dicho conjunto puede incluir functores y rela-tores de cualquier grado o ariedad.

8. Variables individuales y predicativas:x, y, z, x1, x2, x3, ...

X11 ,X

12 ,X

13 , ...X

1, Y 1, Z1...–de tipo h0, 1i–X21 ,X

22 ,X

23 , ...X

2, Y 2, Z2...–de tipo h0, 1, 1i–etc...

Con los signos del lenguaje se genera el conjunto de sus expresiones,

EXPR = TERM ∪ PRED ∪ FORM

Las novedades respecto de FOL son los predicados con λ

λx1...xnϕ

y la cuantificación de variables predicativas:

∀Xnϕ

Incluyo tres reglas para formación de términos; a saber, T1: variables, T2:constantes –que son signos en OPER.CONS de tipo 1, que abrevia a h1i–y T3: términos functoriales.Cuatro son las reglas de formación de predicados; a saber, P1: variables,

P2: relatores –que son signos en OPER.CONS de tipo h0, 1, ..., 1i–, P3:igualdad y P4: predicados con λ.Cinco son las reglas de formación de fórmulas; F1: atómicas, F2: igualdad

entre relatores, F3: conectores booleanos, F4: cuantificación individual y F5:cuantificación predicativa.La formación recursiva de términos, predicados y fórmulas se puede apreciar

en el gráfico:

4El tipo h0, 1, 1i significa que otorga valores de verdad a pares de individuos, mientrasque h0, h0, 1i , h0, 1ii otorga valores de verdad a pares de conjuntos de individuos, y asísucesivamente. Observad que en vez de conjuntos consideramos funciones características.

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256 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

T3 fτ1...τn

τ1...τn

T2 b

x1...xn

T1 x

t1...tn

f

λ

P4 λx1...xnϕP3 EP2 P Πn

P1 Xn

∀,∃

F1 Πnt1...tn ϕF2 Πn = Ψn

F3 (α ∧ β) αβ

F4 ∀xψF5 ∀Xnψ ψ

Semántica estándar

Debemos, por consiguiente, otorgar referencia a las nuevas variables. Unavariable de conjunto toma valores en el conjunto de las partes del universode individuos, mientras que una variable relacional binaria toma valores en elconjunto de las partes del producto cartesiano de dicho universo. Así, en ladenominada semántica estándar, en un sistema cuyo universo de individuos seaA, el universo de conjuntos será ℘ (A), el de relaciones binarias ℘

¡A2¢, etc.

Definición 353 Decimos que A es estándar siempre que

A =DA, hAnin≥1 ,

­CA®C∈OPER.CONS

E(10.1)

donde:

1. A 6= ∅ –conjunto no vacío como universo de individuos–

2. An = ℘ (An) –esto es, el conjunto de todas las relaciones n−arias comouniverso de relaciones n−arias–IMPORTANTE!!! El concepto de subconjunto se toma acríticamente dela metateoría de conjuntos, como un concepto “lógico”.

3. Si C := R es un relator n−ario –esto es, de tipo h0, 1, ...n, 1i– entoncesRA ⊆ A × ... ×A es una relación sobre A. O, lo que es lo mismo, sufunción característica correspondiente RA : A× ...×A −→ {V, F}

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258 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

10.3. Capacidad expresivaA causa de la cuantificación sobre conjuntos y relaciones la lógica de segundo

orden estándar tiene mucho poder expresivo; incluso excesivo, como veremosluego.A modo de ejemplo:

1. El Axioma de Inducción puede formularse del modo siguiente, y retenertodo su poder expresivo:

∀X(Xc ∧ ∀x(Xx→ Xσx)→ ∀x Xx)

Esta fórmula dice: Toda propiedad que valga para el cero y para el siguientede cualquier número que la tenga, es una propiedad de todos los números.La aritmética de Peano de segundo orden AP 2 la forman este axioma,junto al de inyectividad de la función del siguiente y la exigencia de queel cero no sea siguiente de ningún número.

2. La Identidad entre Individuos puede introducirse por definición, y no ser,como en la lógica de primer orden un concepto lógico, primitivo; es decir,tomado directamente de la metateoría. La definición comúnmente acep-tada es la de Leibniz, que en SOL presenta el siguiente aspecto:

∀xy(x = y ↔ ∀X(Xx↔ Xy))

Esta fórmula dice: “Dos individuos son iguales si, y sólo si, compartentodas sus propiedades”.

3. El concepto intuitivo de la mayoría de los R son S –i.e., la mayorparte de los elementos que tienen la propiedad R tienen también lapropiedad S –, puede expresarse en lógica de segundo orden con dosrelatores monarios para R y S del modo siguiente:

¬∃X2(∀x(∃y X2xy ↔ Rx ∧ Sx) ∧ ∀x(∃y X2yx→ Rx ∧ ¬Sx)∧∀xyz(X2xy ∧X2xz → y = z) ∧ ∀xyz(X2xy ∧X2zy → x = z))

Esta fórmula dice (ver figura: 10.2): “no hay ninguna función inyectiva deR ∩ S en R − S”. Se acepta que esta formulación logra captar la ideaintuitiva de: “la mayor parte de los R son S”, puesto que está diciendoque el conjunto R ∩ S es “mayor” que el conjunto R− S.

4. Tanto la finitud como la infinitud pueden formularse mediante un únicoenunciado. Por ejemplo, la finitud se escribiría:

∀F (∀xy(Fx = Fy → x = y)→ ∀x∃y x = Fy)

–o, lo que es lo mismo, cada función inyectiva f : A −→ A, sobre latotalidad del universo de individuos A es también exhaustiva–.

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260 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

6. Los axiomas del buen orden también se formalizan fácilmente. Si ≤ es unorden, la fórmula

∀X(∃y Xy → ∃u(Xu ∧ ∀z(Xz → u ≤ z)))

indica que todos los subconjuntos no vacíos tienen un primer elemento. Yavimos en la sección 1.7.1 que para axiomatizar los órdenes nos basta conFOL, es para caracterizar a los buenos órdenes para lo que necesitamosSOL.

7. El Axioma de Comprehensión, que dice que todas las relaciones definiblesexisten, se formula así

∃Xn∀x1...xn(Xnx1...xn ↔ ϕ)

donde Xn no está libre en ϕ.

8. La propiedad de ser numerable puede ser formulada en segundo orden sinmás que afirmar: “Un conjunto es numerable si y sólo si hay un orden linealtal que cada elemento tiene a lo sumo un número finito de predecesores”.

ϕ≤ω := ∃Y (∀x¬Y xx ∧ ∀xyz(Y xy ∧ Y yz → Y xz)∧∀xy(Y xy ∨ Y yx ∨ x = y) ∧ ∀x∃X(ϕfin(X) ∧ ∀y(Xy ↔ Y yx))

Naturalmente, la propiedad de ser supernumerable es la negación de loanterior

ϕ>ω := ¬ϕ≤ω

9. Otra propiedad interesante de la lógica de segundo orden estándar es quelos números reales pueden ser caracterizados hasta isomorfía. Lo únicoque hay que hacer es tomar los axiomas de primer orden para los cuerposordenados y añadirle lo siguiente,

∀ZY (∀xy(Zx ∧ Y y → x ≤ y)→ ∃z∀xy(Zx ∧ Y y → x ≤ z ∧ z ≤ y))

que es una versión simplificada del axioma del corte de Dedekin –quedice que siempre que cortemos a los reales en dos hay un elemento en elcorte.–Esta formulación tiene que funcionar porque sabemos que el cuerpo or-denado de los reales es el único –hasta isomorfismo– cuerpo completoordenado. Por consiguiente obtenemos una fórmula ϕR tal que

A es un modelo de ϕR si y sólo si A ∼= hR, 0, 1,+, ·,≤i

10. Incluso la Hipótesis del Continuo, CH, puede ser formulada en segundoorden. Semejante ϕCH debe decir: “Si el dominio es de la misma cardi-nalidad que R, entonces cada subconjunto del mismo es o bien numerable,o de la misma cardinalidad que todo el dominio”. Siendo así

ϕCH es válida syss CH

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10.3. CAPACIDAD EXPRESIVA 261

Como es bien sabido, esta es la conjetura que el propio Cantor formulópara contestar a los interrogantes relacionados con la cardinalidad de losnúmeros reales –también denominados “el continuo”–, que de forma es-quemática podemos plantear así:¿Hay cardinalidades intermedias entre ℵ0 –el primer cardinal infinito,los números naturales– y la cardinalidad del continuo, |R|?¿Tiene un conjunto de la misma cardinalidad que R subconjuntos super-numerables de cardinalidad inferior a la de R; es decir, inferior a |R|?La cuestión surgió cuando Cantor probó que los reales no son numerables;esto es, |R| > ℵ0. La hipótesis del continuo CH expresa la respuesta delpropio Cantor, que no hay cardinalidades entre ℵ0 y |R| .Es fácil ver que hay una fórmula de segundo orden ϕCH que la formaliza.Queremos que la fórmula ϕCH diga: “cualquier subconjunto de un con-junto cuya cardinalidad sea |R| es numerable o de la misma cardinalidadque los reales”.¿Cómo se obtiene ϕCH?Lo primero que hacemos es modificar ligeramente la definición de numera-bilidad para con ella poder expresar que un cierto conjunto en el universoes numerable; y no sólo que la totalidad del universo lo sea. Obtenemosasí una ϕ≤ω(X) tal que

hA, Mi sat ϕ≤ω(X) syss M(X) es numerable.

Necesitamos después una fórmula para indicar que el universo del sistemaes de la misma cardinalidad que R. Para obtener dicha fórmula elimina-mos en ϕR los relatores y functores, poniendo en su lugar variables, ycuantificamos existencialmente la fórmula resultante5. Con la nueva ψRexpresamos la propiedad de ser de la misma cardinalidad que R

A es un modelo de ψR syss A es de la misma cardinalidad que R

La hipótesis del continuo tiene también esta lectura:

2ℵ0 = ℵ1

–puesto que |R| = 2ℵ0 = |℘(ℵ0)| y tomamos ℵ1 como el primer ordinaldespués de ℵ0–

11. La hipótesis generalizada del continuo GCH dice: 2ℵβ = ℵα , para cadaα, α = β + 1. GCH puede expresarse fácilmente diciendo: “entre lacardinalidad de un conjunto infinito cualquiera y la del conjunto de suspartes no hay cardinalidades intermedias”.

5Aunque el lenguaje no tenga variables funcionales se puede hacer lo mismo con variablesrelacionales añadiéndosele la condición que expresa que son funcionales y que el dominio cubretodo el universo.

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10.3. CAPACIDAD EXPRESIVA 263

Puesto que ni GCH ni su negación ¬GCH pueden probarse en la teoríade conjuntos de Zermelo-Fraenkel, la validez de la fórmula de segundo ordenque la expresa no puede ni establecerse ni refutarse en el marco de la teoríade conjuntos de Zermelo-Fraenkel. Es por esto por lo que digo que el poderexpresivo de la lógica de segundo orden es desmesurado.

Comentario 354 Un lenguaje que pueda expresar más de lo que la teoría deconjuntos de Zermelo-Fraenkel pueda decidir no es estable. Cuando esto su-cede no hay esperanza de encontrar un cálculo deductivo completo para la lógicaasociada a dicha semántica. En una sección próxima veremos cómo utilizandoeste hecho se puede demostrar la incompletud de la lógica de segundo orden consemántica estándar.

No hace falta ir a la matemática para encontrar ejemplos de pensamientospara los que se precisa la lógica de segundo orden como lenguaje para formular-los. He aquí algunos ejemplos coloquiales:

1. “Hay gente para todo”.∀X∃y Xy

2. “Hay al menos una característica compartida por todos los regímenes au-toritarios, tanto de izquierdas como de derechas”. Puede formularse así:

∃X∀z(Az ∧ (Lz ∨Rz)→ Xz)

3. “Hay mujeres capaces de estar enamoradas de hombres muy diferentes, queno comparten cualidad alguna”. Podemos seleccionar esta formalización

∃x(Mx ∧ ∃z∃y(Hz ∧Hy ∧ z 6= y ∧Axz ∧Axy ∧ ¬∃X(Xz ∧Xy)))

El problema es que la mayor parte de ellos son trivialmente verdaderos uobviamente falsos porque el sentido intuitivo es algo más sutil; la cuanti-ficación no es total, elimina obviedades.

4. Si decimos “Napoleón tiene todas las cualidades de un buen general”, te-nemos problemas cuando intentamos formalizarlo así

∀X(∃x(Gx ∧Xx)→ Xn)

porque todo, incluso los buenos generales, tienen la propiedad de ser ellosmismos y Napoleón no puede ser ningún otro general. (Pensad en lo quesucede cuando la propiedad es una clase unitaria cuyo miembro es ungeneral, otro que Napoleón.)

5. Cuando tomamos “Matemáticos y filósofos comparten al menos una pro-piedad”, y lo formalizamos así

∀x∀y(Mx ∧ Py → ∃Z(Zx ∧ Zy))

quedamos también insatisfechos porque lo formalizado es trivialmente ver-dadero. (Pensad en la propiedad de ser o bien un matemático o bien unfilósofo.)

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264 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

10.4. Propiedades metalógicasComo subproducto del poder expresivo de la lógica de segundo orden obte-

nemos las siguientes contrapartidas de teoría de modelos:

1. AP 2 es categórica. Es decir, la aritmética de Peano formulada en segundoorden es categórica o, lo que es lo mismo, dos modelos cualesquiera dePeano son isomorfos.(La demostración original la hizo Dedekind6.)

A, B ∈Mod(AP 2)⇒ A ∼= B

(Donde AP 2 es la aritmética de Peano de segundo orden.)

2. La lógica de segundo orden no es compacta, esto es, falla el teorema.Este resultado es una consecuencia directa del hecho de que la lógica de se-gundo orden sea capaz de expresar infinitud. Pensad en el conjunto infinitode fórmulas

Φ := {ϕn/ n ≥ 2}diciendo que hay al menos n elementos en el universo

ϕn := ∃x1...xn^i6=j

xi 6= xj

y en la fórmula ϕ∞ que expresa que el universo es infinito. Fácilmentese comprueba que Φ |= ϕ∞ pero que Γ 2 ϕ∞, para cada subconjuntofinito Γ de Φ.

3. El teorema de Löwenheim-Skolem también falla.Este resultado se sigue del hecho de que el concepto de supernumerabili-dad puede ser expresado en segundo orden: la fórmula que indica que eluniverso es supernumerable no puede tener modelos numerables, como seseguiría conforme al mencionado teorema de Löwenheim-Skolem.

4. Por consiguiente, en lógica de segundo orden estándar jamás encontra-remos un cálculo completo en sentido fuerte –esto es, que cumpla: siΓ |= ϕ, entonces Γ ` ϕ–. La razón es que compacidad, que se demuestrafácilmente a partir de completud fuerte, no es un metateorema de SOL

5. Pero sabemos aún más, el conjunto de las fórmulas válidas es tan intratableque también completud en sentido débil falla –esto es, no se cumple: Si|= ϕ, entonces ` ϕ–. Este resultado se sigue del teorema de incompletudde Gödel junto al primer apartado de esta sección, la categoricidad de laaritmética; no obstante, nuestra demostración será otra.

Comentario 355 Aunque estos teoremas son propios de SOL pueden usarsecomo test de completud, compacidad y demás en otras lógicas.

6La demostración detallada se encuentra en el capítulo tercero de [37].

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10.5. INCOMPLETUD DE LA LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN 265

Comentario 356 Pero no necesitamos el teorema de Gödel para darnos cuentade que un cálculo deductivo completo es aquí inalcanzable. La observación sehace pensando en fórmulas como GCH, fórmulas cuya validez depende de lametateoría de conjuntos que tomemos. ¿ Cómo se podría definir un cálculo paragenerar un conjunto cambiante de fórmulas7?

Ingenuamente se podría pensar que añadiendo GCH a los axiomas sepodría reparar la situación. Pero, por el teorema de Gödel, sabemos que no esése el caso. No es posible dar un conjunto completo de axiomas para la teoríade conjuntos; esto es, tal que para cada fórmula ϕ del lenguaje de teoría deconjuntos o ella o su negación ¬ϕ es derivable a partir del conjunto de axiomas.De hecho, hay un recurso inagotable de fórmulas como GCH.

10.5. Incompletud de la lógica de segundo orden

10.5.1. Presuposiciones, conceptos clave y resultados pre-vios utilizados en nuestra demostración

En el próximo apartado haré una demostración esquemática de la incomple-tud de SOL basada, como la de Gödel, en la capacidad expresiva de la lógicade segundo orden. Para poder realizar la prueba hemos de ser conscientes de lospresupuestos ontológicos y semánticos que necesariamente aceptamos cuandoasumimos la lógica clásica. Además, en la prueba se emplean resultados, trucosy técnicas de la teoría de conjuntos. Finalmente, usamos el poder expresivo dela lógica de segundo orden y una presentación de SOL en teoría de conjuntosespecialmente creada para esta demostración. Así que la prueba se basa en lospuntos siguientes:

1. Supuestos ontológicos. En particular, admitimos que estamos situados enun universo matemático que constituye nuestro entorno y que introdu-cimos nuestro lenguaje formal para hablar acerca de los sistemas o es-tructuras en él situados. No es necesario admitir la existencia de un únicouniverso matemático en nuestra cosmología, pero tenemos que aceptar quesólo uno constituye nuestra referencia inmediata en un momento dado yque cuando establecemos la semántica de nuestras fórmulas sólo se puedehablar sobre los conjuntos situados en alguno de sus sistemas. Además,no es posible tener como dominio al universo en su totalidad; no se puedecuantificar sobre todo él. U = hV,∈U i no es un sistema, en parte porqueV no es un conjunto. El motivo de esta restricción es que utilizamos lasemántica de Tarski; es decir, distinguimos perfectamente entre lenguajeobjeto y metalenguaje. Y esto es así porque no queremos contradecir elteorema de Church de la indefinibilidad de la verdad –que es una repro-ducción de la paradoja del mentiroso–.

7Ya lo decía Heráclito: “No es posible decir nada verdadero acerca de las cosas que cam-bian.”

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268 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

piedades del universo matemático. En particular, las que nos permitendistinguir un universo matemático de otro; esto es, fórmulas que son inde-pendientes de ZFC8 . Nosotros nos servimos en la prueba de la fórmulaϕGCH que expresa la hipótesis generalizada del continuo. En particular,se usa el hecho

|=S.S ϕGCH syss GCH

(Es decir, La fórmula de segundo orden ϕGCH es válida en estructurasestándar si y sólo si GCH vale en “el” universo matemático; esto es, enel que estemos.)

5. En la demostración se desarrolla la lógica de segundo orden en el marcode la teoría de conjuntos: Las fórmulas de segundo orden se asimilan aconjuntos y podemos, consiguientemente, hablar de ellas en el lenguajeconjuntista L de la misma forma en la que hablamos de cualquier otroconjunto; Los conceptos de sistema estándar y los de satisfacibilidad yvalidez se introducen fácilmente en este mismo marco; Se puede describirel concepto de secuente y el de deducibilidad de SOL y desarrollar lasintaxis de SOL en él. Finalmente, incluso el teorema de completudde SOL puede formularse mediante una sentencia de L . Caso de sercompleta, la prueba de completud puede hacerse con recursos limitados,usando la base axiomática de teoría de conjuntos, ZFC.

6. Pero no sólo sucede que los recursos de teoría de conjuntos usados paradesarrollar la sintaxis no son muy profundos, sino que también las fórmu-las de L que expresan derivabilidad son extremadamente simples; sonfórmulas cuya verdad no se alteraría por el paso de un universo matemáticoa otro que contuviera más conjuntos.

Teorema 357 (Incompletud de SOL). No existe ningún cálculo correcto y com-pleto para la lógica de segundo orden estándar (suponiendo que ZFC sea con-sistente).Demostración. Vamos a suponer que ZFC sea consistente y que tenemosun cálculo correcto CAL para SOL. Aceptemos también los supuestos inicialesmencionados anteriormente. Esquemáticamente, la demostración es como sigue:

1. ZFC es consistente

2. Hay un modelo U = hW,∈U i de ZFC + ¬GCH (Cohen)

Sea L ⊆W su parte constructible. Entonces, por el teorema de Gödel,

3. L = hL,∈Li es un modelo de GCH–donde L v U ; esto es, ∈L=∈U ∩(L× L)–

8Yo no sé si esto será muy decepcionante para los cantorianos convencidos, pero yo identificoa los distintos universos matemáticos con los diversos conjuntos máximamente consistentesque extienden ZFC. Suponemos, como es habitual, que ZFC es consistente.

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10.5. INCOMPLETUD DE LA LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN 269

4. |=S.S ϕGCH syss GCH es verdadera en “el” universo matemático (ca-pacidad expresiva de SOL con semántica estándar)

Por consiguiente, mientras que L sea nuestro universo matemático,

5. |=S.S ϕGCH (de los apartados 3 y 5)

Usando el lenguaje L ,

6. L es un modelo de d|=S.S ϕGCHe

7. El cálculo CAL para SOL no sólo es correcto, sino también completo.(supuesto inicial)

Por lo tanto,

8. ZFC ` dCAL es completo con S.Se (por 7 y porque hemos hecho undesarrollo conjuntista de SOL)

Por consiguiente, si todas las fórmulas válidas son derivables, eliminandoel cuantificador, obtenemos

9. Un teorema de ZFC

ZFC ` d|=S.S ϕGCHe→ d`CAL ϕGCHe

Puesto que L es un modelo de ZFC –por el teorema de Gödel– ysuponemos corrección en el metalenguaje,

10. L es modelo de d|=S.S ϕGCHe→ d`CAL ϕGCHe

Luego,

11. L es modelo de d`CAL ϕGCHe

Ahora es cuando se da el paso crucial:

12. U es modelo de d`CAL ϕGCHe

13. CAL es correcto (supuesto inicial)

14. ZFC ` dCAL es correcto con S.Se

Por lo tanto,

15. ZFC ` d`CAL ϕGCHe→ d|=S.S ϕGCHe

Puesto que U es un modelo de ZFC y aceptamos corrección en el me-talenguaje obtenemos:

16. U es un modelo de d[`CAL ϕGCHe→ d|=S.S ϕGCHe

Luego,

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270 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

17. U es un modelo de d|=S.S ϕGCHe

Por consiguiente, cuando nuestro universo sea U ,

18. |=S.S ϕGCH

Pero U no es un modelo de GCH, nosotros hemos partido de un mo-delo obtenido mediante forcing que demostraba el teorema de Cohen. Porconsiguiente, siempre que U sea “el” universo matemático,

19. 6|=S.S ϕGCHEsto constituye una contradicción.

Hemos utilizado los resultados conocidos de Cohen y Gödel y hemos gene-rado una contradicción: Dependiendo del Universo matemático en el que nosmovamos la hipótesis del continuo es verdadera o no, y la fórmula ϕGCH desegundo orden que la expresa es válida o no. Esto no constituye en sí misma unacontradicción, pero si SOL tuviera un cálculo completo, dicha fórmula habríade ser derivable en un caso y no derivable en el otro. Pero esto es imposibleporque el concepto de derivabilidad es tan simple que no debiera afectarle elcambio de universo matemático. De aquí nace, justamente, la contradicción queprueba la incompletud de SOL.Es tal vez importante insistir en que la contradicción es que ϕGCH debe

ser válida y no válida en el mismo universo matemático U . Sabíamos desdeel principio que mientras estuviéramos en U la fórmula ϕGCH de SOLno sería válida pero que en su parte constructible L sí que lo sería; esto noes ninguna contradicción. Esto no es más que una obviedad que viene siendodestacada desde antiguo: Henkin, Church, Quine, etc. son conscientes de que conla lógica de segundo orden traspasamos la frontera de la teoría de conjuntos.En los libros de texto de Enderton, Ebbinghaus-Flum-Thomas y en el artículode van Benthem y Doets del Handbook of Mathematical Logic ya se apuntanalgunos problemas de esta índole. Evidentemente, sin ser una contradicción, esun aviso de que algo falla con la semántica estándar. La contradicción de verdadllega cuando se supone la completud de SOL. Usándola podemos dar el saltodesde validez a derivabilidad y entonces la conexión entre los modelos de Coheny Gödel se consigue gracias a la propiedad de persistencia de la fórmula queexpresa demostrabilidad.

Comentario 358 Este procedimiento es fácilmente exportable; toda lógica ca-paz de expresar conceptos no absolutos, independientes de ZFC, tiene que serincompleta pues la fórmula de esta lógica que expresa su validez no puede serequivalente a la que expresa su derivabilidad.

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10.5. INCOMPLETUD DE LA LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN 271

10.5.2. Conclusión

¿Cuál es la conclusión de todo esto?Hay una lección que deberíamos aprender y que tiene varias lecturas:

1. La primera nos retrotrae a la imagen de la balanza –recordad el comen-tario 49– y nos dice: “Es evidente que no puedes tener las dos cosas ala vez; esto es, poder expresivo y buenas propiedades lógicas”. De hecho,sabemos por el teorema de Lindström que la lógica de primer orden es lalógica más potente, de una amplia familia, que verifica simultáneamentecompletud, compacidad y Löwenheim-Skolem.

2. Hay una lectura más liberal según la cual admitimos que hemos cometidodiversos errores al definir la semántica estándar para SOL. En nuestrasestructuras o sistemas estándar tomamos el conjunto de las partes deluniverso de individuos como universo de conjuntos y el de las partes delproducto cartesiano del universo de individuos como universo de relacio-nes. Al hacerlo la noción de subconjunto es la de la metateoría de conjun-tos –la estamos tratando como un concepto “lógico”, de la misma formaacrítica con la que se toma a la identidad en la lógica de primer orden, ypor consiguiente es la del metalenguaje–. El problema es que la categoríade ser un subconjunto es muy poco descriptiva, muy laxa, y terminamosen una lógica no absoluta. Pero, bien mirado, la propia semántica estándarpuede ser considerada como una especie de error.

3. Tras meditar sobre el argumento anterior concluimos que la incompletudde la lógica de segundo orden con semántica estándar nada tiene que vercon la naturaleza del razonamiento de segundo orden, sino con el modo enel que ha sido construido el “modelo” de razonamiento de segundo ordenen esta semántica. Sin advertirlo, hemos ligado la metateoría de conjuntosZFC a la semántica de segundo orden, que es nuestro lenguaje en estudio.Los efectos secundarios que se han producido en consecuencia no estánrelacionados con la naturaleza del fenómeno sino con el modo de construirel modelo9.

4. Este tipo de consideraciones nos llevan a la necesidad de dar versionesabsolutas de las lógicas que no lo sean. El pionero fue Henkin, que en1949 dio una versión semejante para la lógica superior. Y es así comolos resultados se invierten para obtener finalmente uno feliz10: Podemoshacer que SOL sea una lógica completa modificando la semántica. Esto esjustamente lo que hacemos en la siguiente sección.

9Se podría establecer un paralelismo con el fenómeno que se produce en las ciencias expe-rimentales cuando el observador incide sobre lo observado.10 Se me podría objetar que de fin feliz nada y que el precio de la completud es muy alto,

pero ¿quién quiere hablar ahora de precios?

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272 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

10.6. Completud de SOL con semántica gene-ral

En [37] expongo con detalle una prueba de completud basada en la de Hen-kin de completud de la teoría de tipos. Aunque es una demostración de sobraconocida, pues es básicamente la misma que se usa en primer orden11, voy adetenerme algo en los supuestos que la posibilitan.Habíamos dicho –en la sección 2.4– que una lógica puede identificarse con

el conjunto de sus fórmulas válidas, que al ser verdaderas en toda estructura,no pueden estar describiendo a ninguna en partículas, describen a la lógica.De manera que, si somos capaces de generarlas mediante un cálculo deductivo,habremos captado la esencia de la lógica, su “perfume” –en el sentido bárbaroy radical de la novela de Suskin–. A modo de inciso, tened en cuenta que lalógica –y muy en especial, la lógica de orden superior– es un paquete con uncontenido, que es el que nos interesa –queremos llevarnos el gato al agua– yun continente o contenedor, prescindible. El continente lo proporciona la teoríade conjuntos, que actúa como base. (Pero, como diría Mikael Ende, esto es otrahistoria, que debe ser contada en otro lugar.)Volvamos al cálculo. El proceso habitual en cualquier lógica es introducir pri-

mero su gramática mediante reglas de formación de fórmulas y a continuación susemántica, para pasar a definir un cálculo deductivo que genere como teoremasa las fórmulas válidas. Entonces contamos con dos procedimientos de selecciónde fórmulas: las reglas del cálculo deductivo, capaces de generar el conjunto desus teoremas lógicos TEO, y la semántica, que nos ayuda a seleccionar a lasfórmulas válidas V AL.¿Coinciden estos conjuntos?Cuando TEO ⊆ V AL decimos que el cálculo es correcto, y cuando V AL ⊆

TEO decimos que es completo –en sentido débil–. Desgraciadamente, parala lógica de segundo orden lo último nunca es cierto ya que hay fórmulas váli-das que no pueden derivarse en ningún cálculo. Acabamos de demostrar que elconjunto de las fórmulas válidas en la semántica estándar es demasiado grande,inabarcable. Por consiguiente, con ella el conjunto de las fórmulas válidas enSOL nunca podrá ser generado mediante un cálculo deductivo finito (ver fi-gura: 10.6).Pero incluso sabiendo que no puede existir ninguno capaz de obtener como

teoremas todas las fórmulas válidas –i.e., las fórmulas de SOL verdaderasen todo modelo estándar–, podemos definir cálculos que sean correctos. Estehecho nos proporciona mayor libertad a la hora de definirlos, ya que sabemosque ninguno podrá ser completo. No obstante, en la lógica de segundo ordenhay dos cálculos que tienen un cierto “pedigree”; llamémosles MSL –pueses esencialmente el de la lógica multivariada– y SOL. MSL es la extensiónsimple del de FOL, lo obtenemos al extender las reglas con cuantificadorespara que den cuenta de las nuevas fórmulas, que son ahora fórmulas de segundo

11Curiosamente, la demostración de Henkin de la completud para la teoría de tipos precedesu prueba de completud de la lógica de primer orden.

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10.7. MODELOS NO ESTÁNDAR EN PRIMERO Y SEGUNDO ORDEN279

dondeN(M) = {M(c),M(σc),M(σσc), ...}

Es fácil ver que semejante conjunto no es definible en lógica de primer ordenen la estructura M. Como se comentó anteriormente, el esquema axiomáticode inducción no tiene fuerza suficiente como para eliminar los números no es-tándar pudiéndose demostrar (es el teorema 77) que en cualquier modelo Ade la aritmética de Peano AP 1 ser estándar equivale a la definibilidad en laestructura del conjunto de los números estándar N(A).El argumento principal de la prueba es que si fuera definible mediante una

fórmula B

N(A) = {x / A[x] ° B(x)}

también lo sería su complementario, mediante ¬B(x)La fórmula

∃x¬B → (¬B³ cx

´∨ ∃y(B

³yx

´∧ ¬B

³σyx

´))

equivale al axioma de inducción y por lo tanto es verdadera en A. Pero suinterpretación dice algo sorprendente“Si existe un elemento en el complementario de los números estándar x /∈

N(A) entonces o bien A(c) /∈ N(A) –entre los números estándar no está elcero– o existe un y ∈ N(A) tal que su siguiente falta, σA(y) /∈ N(A).”Así que de la existencia de un número no estándar se deriva una contradic-

ción, asumiendo que N(A) fuera definible; por lo tanto no lo es.Ahora se puede apreciar la diferencia entre la formulación de inducción en

primero y segundo orden. En FOL no podemos aplicar inducción sobre elconjunto de los números estándar en un modelo que contuviera también númerosno estándar, porque sólo vale el axioma para conjuntos definibles. Sin embargo sepuede demostrar la categoricidad de la aritmética de Peano de segundo orden13.

Modelos no estándar de la aritmética

En el capítulo dedicado a teoría de modelos ya apuntamos que los modelosno estándar fueron descubiertos por Skolem en los años treinta, pero que enton-ces no se les prestó demasiada atención ya que eran vistos como contraejemplospatológicos. Skolem mismo los utilizó para intentar –sin éxito– desviar la aten-ción del tratamiento formalista. A partir de 1949 reciben distinta consideración,siendo Henkin capaz de utilizarlos para demostrar la completud de la teoría detipos usando una nueva semántica basada en modelos no estándar. Aunque elsentido de no estándar es aquí algo distinto, conviene que se vea que pese a todoestán relacionados. Al final de su artículo “Completeness in the theory of types”[1950], Henkin construye un modelo no estándar por partida doble.De hecho, como se ha visto en la sección anterior, con la semántica de mode-

los generales la lógica de segundo orden es completa en sentido fuerte y por tanto13Le dedico todo el capítulo tercero de [37].

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280 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

compacta. Por consiguiente, podemos utilizar un argumento similar al anterior-mente esgrimido en lógica de primer orden y construir un modelo no estándarde la aritmética; entendiéndose como tal no isomorfo al clásico de los núme-ros naturales. Lo que veremos a continuación es que un modelo de AP 2 quecontuviera números no estándar en el universo de individuos tendría que ser noestándar en el sentido que damos a ese término en SOL.Veámoslo en detalle:Sabemos cómo construir, utilizando compacidad, un modelo de la teoría de

los números naturales que no sea isomorfo a

hN, 0, s,+, ·i

Por otra parte, en SOL una estructura no estándar, llamémosla A, contieneun universo de individuos A y una familia de conjuntos hAnin≥1 tales quecada An ⊆ ℘ (An), y Am 6= ℘ (Am) para al menos un m ≥ 1. Esto es ser noestándar en términos de SOL.Considerad ahora nuestro modelo no estándar de la teoría de los naturales

M y construyamos una estructura de segundo orden sobre ella eligiendo unafamilia de subconjuntos hMnin≥1 tales que cada Mn ⊆ ℘ (M n) para todon. Llamemos M∗ al resultado.¿Es M∗ un modelo de la aritmética de Peano de segundo orden?Puesto que no he descrito una manera precisa de construir M∗ la estructura

podría no ser un modelo de AP 2; pero si lo fuera, necesariamente sería noestándar ya que

M1 6= ℘ (M)

La razón es ésta: Considerad el conjunto de los números estándar de M; estoes, N(M). Si la estructuraM∗ fuera un modelo de AP 2, en particular lo seríadel axioma de inducción. Imaginad que el conjunto de los números estándarN(M) estuviera en el universo de relaciones unarias de la estructura M∗.Puesto que contiene el cero y el siguiente de cualquiera de sus elementos M =N(M). Esto no es cierto, sabemos que en M había números no estándar.¿Qué conclusión extraemos de todo esto?Muy fácil

N(M) /∈M1 y por lo tanto M1 6= ℘ (M)

–la estructura M∗ no es estándar en el sentido de la lógica de segundo orden–Espero no haberos confundido hablando ahora de modelos no estándar de la

aritmética de Peano de segundo orden¿No había dicho que en segundo orden esta aritmética es categórica?, ¿cómo

podemos entonces tener un modelo no isomorfo a N?Bueno, como ya señaló Skolem en el 1929, la aritmética de Peano es ca-

tegórica sólo cuando conjunto tiene el significado estándar; esto es, cuando lotomamos de la metateoría: An = ℘ (An) para todo n. Pero Henkin, en 1949arrojó una nueva luz sobre el tema y pudimos construir un modelo no estándarde AP 2 que usa semántica así mismo no estándar. Para ello debemos abando-nar el punto de vista clásico y abrazar la semántica nueva que define para cadamodelo sus propios universos de conjuntos y relaciones.

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10.7. MODELOS NO ESTÁNDAR EN PRIMERO Y SEGUNDO ORDEN281

Cuando abrimos la puerta a las interpretaciones no estándar SOL pierdeparte de su poder expresivo y la aritmética de Peano deja de ser categórica.Sigue siendo más potente que la de primer orden pues la consistencia de AP 1

se puede probar en AP 2, existiendo una fórmula ϕCON(PA1) que expresa laconsistencia de la versión de primer orden de la aritmética de Peano.

AP 1 6|= ϕCON(PA1) en FOL pero AP 2 |=G.S ϕCON(PA1)

–en SOL con semántica general–Como ya he dicho, la razón por la que la aritmética de Peano de primer

orden no es estándar es que el conjunto de los números estándar no es definibleen primer orden en una estructura que contuviera números no estándar, demanera que no podemos aplicar inducción sobre el conjunto que de verdad nosinteresa.La razón por la que es categórica la aritmética de Peano de segundo orden

con semántica estándar es porque podemos aplicar inducción sobre todos losconjuntos posibles y una estructura que contuviera números no estándar nuncapodría ser modelo del axioma de inducción de segundo orden.Cuando en segundo orden permitimos que halla estructuras con universos

relacionales incompletos, la cuantificación sólo se aplica a los conjuntos y rela-ciones que están presentes en los universos de la estructura y pudiera muy biensuceder que el de relaciones unarias no contuviera al de los números estándarcomo uno de sus miembros. En los sistemas generales de Henkin lo que hacemoses tomar todos los conjuntos y relaciones que son definibles con parámetros me-diante fórmulas de segundo orden. Bueno, al igual que sucedía en primer orden,aquí tampoco es definible el conjunto de los números estándar en un sistemacuyo universo contuviera números no estándar.

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282 CAPÍTULO 10. LÓGICA DE SEGUNDO ORDEN

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