liahona agosto 2011

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L A IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS LTIMOS DAS AGOSTO DE 2011

La tradicin de una vida equilibrada, pg. 30

El crecimiento del Evangelio en las islas Galpagos, pg. 22 Los jvenes fortalecen su testimonio a travs de la msica, pgs. 52, 54 Reflexionando sobre el plan que Dios tiene para m, pg. 60

El recogimiento, por Joshua Wallace Jensen.En 1997, para conmemorar el 150 aniversario de la llegada de los pioneros el 24 de julio de 1847, pioneros modernos Santos de los ltimos Das recrearon el viaje desde Winter Quarters, Nebraska, hasta el Valle del Lago Salado. Esta imagen se basa en esa recreacin. El himno Oh, est todo bien!, escrito por William Clayton en 1846, se aplica a ambos grupos de pioneros: Santos, venid, sin miedo, sin temor, mas con gozo andad. Aunque cruel jornada sta es, Dios nos da Su bondad. Mejor nos es el procurar afn intil alejar, y paz ser el galardn. Oh, est todo bien! (Himnos, N 17)

Liahona, agosto de 2011

22

MENSAJES

4 Mensaje de la PrimeraPresidencia: Amor en el hogar: Consejo de nuestro ProfetaPor el presidente Thomas S. Monson

30 La tradicin de una vidarecta y equilibradaPor el lder L. Tom Perry

18 Clsicos del Evangelio: 38 Voces de los SantosPor el presidente GordonB. Hinckley

Tiendan una mano para rescatar

Cuatro claves para lograr el equilibrio.

7 Mensaje de las maestrasvisitantes: Una sociedad de mujeres santas

SECCIONES

8 Cosas pequeas y sencillas 11 El prestar servicio en laIglesia: Puede darme una bendicin?Por Jennifer Rose Maddy

ARTCULOS DE INTERS

74 Noticias de la Iglesia 79 Ideas para la noche de hogar 80 Hasta la prxima:La parbola del pltanoPor AntonT. Kumarasamy, segn le fue relatado a LindaJ. Later

de los ltimos Das

20 Dos pioneros a dos siglosde distanciaPor Allison Ji-Jen Merrill

12 Hablamos de Cristo:Por JacobF. Frandsen

Tomar sobre m Su nombre

Separados por un siglo y medio, pero unidos por la fe.

22 Islas de fuego y de fe:Las GalpagosPor Joshua J. Perkey

14 Lo que creemos: Dios nos

enva a la tierra como integrantes de una familia lia: Una fiel pionera, muchas generaciones bendecidas

La Iglesia est creciendo en estas islas extraordinarias.

16 Nuestro hogar, nuestra fami-

EN LA CUBIERTA Frente: ilustracin fotogrfica por Jerry Garns. Atrs: fotogrfia iStokphoto.

Agosto de 2011

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JVENES ADULTOS

JVENES

NIOS

42

62 48

42 De verdad mepidi eso?Por Joelyn Hansen

46 Preguntas y respuestas

Poda alguien tan joven como yo cumplir con ese llamamiento?

Qu debo contestarles a mis amigos cuando dicen que ningn hombre puede ver a Dios?.y viviente

59 Testigo especial: Qu puedoaprender de las Escrituras?Por el lder D. Todd Christofferson

48 La nica iglesia verdaderaPor el lder Dallin H. Oaks

60 Reflexiones

Por Sheila Kindred

Qu significa que nuestra Iglesia sea la nica iglesia verdadera?

62 Nuestra pgina 64 De la Primaria a casa:Por Vicki F. Matsumori

Qu me depara el futuro?

52 Una cancin y una oracinPor AdamC. Olson

Mi cuerpo es un templo de Dios

Dillon saba a dnde dirigirse cuando necesit ayuda para alcanzar la nota alta.

66 Relatos de Jess:para ensear

Jess bendice a los niosPor Diane L. Mangum

54 Cantando en Singapur

Por Michelle Hsieh y Cerys Ong

68 Encontrar personas 69 Una idea brillante 70 Para los ms pequeosAyuda a los misioneros a llegar a su cita.

Los testimonios y las amistades se fortalecieron cuando los jvenes presentaron una produccin musical en Singapur.

57 Ser pioneros modernos

El Seor no nos pide que caminemos a travs de las llanuras, l nos pide que crucemos la calle para conocer a un vecino.

58 Pster: Hay una salidaBusca la Liahona que est escondida en este ejemplar. Pista: diversin en el sol.

2

Liahona

AGOSTO DE 2011 VOL. 35 NO.8 LIAHONA 09688 002 Publicacin oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, en el idioma espaol. La Primera Presidencia: Thomas S. Monson, Henry B. Eyring, Dieter F. Uchtdorf El Qurum de los Doce Apstoles: Boyd K. Packer, L. Tom Perry, Russell M. Nelson, Dallin H. Oaks, M. Russell Ballard, Richard G. Scott, Robert D. Hales, Jeffrey R. Holland, David A. Bednar, Quentin L. Cook, D. Todd Christofferson, Neil L. Andersen Editor: Paul B. Pieper Asesores: Keith R. Edwards, Christoffel Golden Jr., Per G. Malm Director administrativo: David L. Frischknecht Director editorial: Vincent A. Vaughn Director de artes grficas: Allan R. Loyborg Editor administrativo: R. Val Johnson Editores administrativos auxiliares: Jenifer L. Greenwood, Adam C. Olson Editores adjuntos: Susan Barrett, Ryan Carr Personal de redaccin: Brittany Beattie, David A. Edwards, Matthew D. Flitton, LaRene Porter Gaunt, Larry Hiller, Carrie Kasten, Jennifer Maddy, Melissa Merrill, Michael R. Morris, Sally J. Odekirk, Joshua J. Perkey, Chad E. Phares, Jan Pinborough, Janet Thomas, Paul VanDenBerghe, Melissa Zenteno Director administrativo de arte: J. Scott Knudsen Director de arte: Scott Van Kampen Gerente de produccin: Jane Ann Peters Diseadores principales: C.Kimball Bott, ThomasS. Child, Colleen Hinckley, EricP. Johnsen, ScottM. Mooy Personal de produccin: Collette Nebeker Aune, Howard G. Brown, Julie Burdett, Reginald J. Christensen, Kim Fenstermaker, Kathleen Howard, Denise Kirby, Ginny J. Nilson, Ty Pilcher Preimpresin: Jeff L. Martin Director de impresin: Craig K. Sedgwick Director de distribucin: Evan Larsen Coordinacin de Liahona: Enrique Resek, Patsy Carroll-Carlini Para saber el costo de la revista y cmo suscribirse a ella fuera de Estados Unidos y de Canad, pngase en contacto con el Centro de Distribucin local o con el lder del barrio o de la rama. Los manuscritos y las preguntas deben enviarse a Liahona, Room 2420, 50 East North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150-0024, USA; o por correo electrnico a: [email protected]. Liahona (un trmino del Libro de Mormn que significa brjula o director) se publica en albans, alemn, armenio, bislama, blgaro, camboyano, cebuano, coreano, croata, checo, chino, dans, esloveno, espaol, estonio, fiyiano, finlands, francs, griego, holands, hngaro, indonesio, ingls, islands, italiano, japons, kiribati, letn, lituano, malgache, marshals, mongol, noruego, polaco, portugus, rumano, ruso, samoano, sueco, tagalo, tailands, tahitiano, tongano, ucraniano, urdu, y vietnamita. (La frecuencia de las publicaciones vara de acuerdo con el idioma.) 2011 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en Argentina. El material de texto y visual de la revista Liahona se puede copiar para utilizarse en la Iglesia o en el hogar, siempre que no sea con fines de lucro. El material visual no se puede copiar si aparecen restricciones en la lnea de crdito del mismo. Las preguntas que tengan que ver con este asunto se deben dirigir a Intellectual Property Office, 50 East North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150, USA; correo electrnico: [email protected]. Liahona aparece en internet en varios idiomas en el sitio www.liahona.lds.org.

Ms en lnea Liahona.lds.orgPARA LOS ADULTOSRecientemente se ha organizado la Iglesia en las Islas Galpagos (vase pg. 22). Vea ms fotografas de los miembros de la Iglesia en las Islas Galpagos en www.liahona.lds.org.

PARA LOS JVENESVisite www.liahona.lds.org para escuchar a Dillon (vase pg. 52) cantar una cancin en tongano de la banda sonora de seminario del Antiguo Testamento.

PARA LOS NIOSSabas que hay alrededor de un milln de nios de la Primaria en el mundo? Conoce a algunos de ellos en www.liahona.lds.org.

La revista Liahona y otros materiales de la Iglesia estn disponibles en muchos idiomas en www.languages.lds.org. TEMAS DE ESTE EJEMPLAR Los nmeros indican la primera pgina del artculo. Arrepentimiento, 58 Bendiciones del sacerdocio, 11 Carcter, 30 Conocimiento, 30 Conversin, 16, 20, 22, 39 Cuerpos fsicos, 64, 73 Diezmos, 70, 72 Equilibrio, 30 Estudio de las Escrituras, 30, 46, 59 Familia, 4, 14 Finanzas, 41 Historia de la Iglesia, 8, 16, 18 Jesucristo, 12, 66 Legado, 60 Llamamientos, 42 Msica, 52, 54 Obra del templo, 22, 39 Obra misional, 22, 68 Oracin, 38, 52 Padre Celestial, 46 Palabra de Sabidura, 30, 64, 73 Pioneros, 18, 57 Rescate, 18, 80 Sacerdocio, 48 Sanacin, 66 Santa Cena, 12 Servicio, 18, 22, 40, 42 Sociedad de Socorro, 7 Testimonio, 46, 48 Unidad, 22Agosto de 2011

EN TU IDIOMA

3

MENSAJE DE LA PRIMERA PRESIDENCIA

Por el presidente Thomas S. Monson

Amor NUESTRO PROFETA en el hogar CONSEJO DEDespus de conocer el mundo, vagar por l y ver cun efmero y a veces superficial es, aumenta nuestra gratitud por el privilegio de formar parte de algo con lo que podemos contar: el hogar, la familia y la lealtad de nuestros seres queridos. Llegamos a comprender lo que significa estar unidos por medio del deber, el respeto y el sentimiento de pertenencia; y aprendemos que nada puede reemplazar la bendita relacin de la vida familiar1.Compartamos nuestro amor Bendita vida familiar

A ustedes, padres, les digo que demuestren amor a sus hijos; ustedes saben que los aman, pero asegrense de que ellos tambin lo sepan. Ellos son tan preciados; hganselo saber. Pidan ayuda a nuestro Padre Celestial al encargarse de sus necesidades a diario y al afrontar los desafos que, inevitablemente, vienen al ser padres. Ustedes necesitan ms que su propia sabidura para criarlos3.Expresemos nuestro amor

Hermanos, tratemos a nuestra esposa con dignidad y respeto; ella es nuestra compaera eterna. Hermanas, honren a su marido; l necesita or buenas palabras; necesita una sonrisa amigable; necesita una clida expresin de amor verdadero4Liahona

Demostremos nuestro amor

ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR JOHN LUKE.

Haz un cumplido a tu hijo y dale un abrazo; dile: te quiero ms a menudo; siempre da las gracias. Nunca permitas que el problema que se deba resolver sea ms importante que la persona a quien amar. Los amigos se mudan, los hijos crecen, los seres queridos mueren. Es tan fcil no dar valor a los dems hasta el da en que se van de nuestra vida y nos quedamos con sentimientos como: Qu hubiera pasado si? y Si tan slo Disfrutemos de la vida mientras la vivimos, encontremos gozo en el trayecto y compartamos nuestro amor con amigos y familiares. Un da, a cada uno de nosotros se nos acabarn los maanas; no posterguemos lo que es ms importante2.

A ustedes, padres, expresen su amor a sus hijos; oren por ellos a fin de que puedan soportar la maldad del mundo; oren para que crezcan en la fe y el testimonio; oren para que lleven una vida de bondad y de servicio a los dems. Hijos, digan a sus padres lo mucho que los aman; exprsenles lo mucho que agradecen todo lo que han hecho y siguen haciendo por ustedes4.Lo que es ms importante

lo que es ms importante casi siempre se relaciona con las personas a nuestro alrededor. Con frecuencia suponemos que ellos seguramente saben cunto los queremos; pero nunca debemos suponer; debemos hacrselo saber. William Shakespeare escribi: Quienes no muestran su amor, no aman. Nunca nos lamentaremos por las palabras de bondad que digamos ni el afecto que demostremos; ms bien, nos lamentaremos si omitimos esas cosas en nuestra interaccin con aquellos que son los que ms nos importan5.

ERuego que nuestra familia y nuestro hogar rebosen de amor: amor mutuo, amor por el Evangelio, amor por el prjimo y amor por el Salvador. Como resultado, el cielo estar un poco ms cerca de nosotros. Hagamos que nuestro hogar sea un santuario al que deseen regresar los miembros de nuestra familia6.Una oracin por las familias Acerquemos el cielo al hogar

CMO ENSEAR CON ESTE MENSAJE

n un tipo de actividad para el aprendizaje, el maestro presenta una pregunta o situacin determinada y concede a los miembros de la clase unos breves momentos para que sugieran con toda libertad algunas soluciones o ideas (La enseanza: El llamamiento ms importante, pg. 181). Al leer este artculo con la familia, pdales que se fijen en consejos o ideas que les hayan impactado; despus, toda la familia podra sugerir maneras de aumentar el amor en el hogar. Consideren la posibilidad de invitar a la familia a repasar estas ideas en una futura noche de hogar.

NOTAS

Dada la agresin bajo la que se encuentra la familia en el mundo de hoy y el ridculo al que es objeto mucho de lo que por tanto tiempo se consider sagrado, Te pedimos, nuestro Padre, que nos pongas a la altura de los desafos a los que nos enfrentamos a fin de que podamos ser fuertes en defensa de la verdad y la rectitud. Que nuestros hogares sean refugios de paz, de amor y de espiritualidad7.

1. Vase Un refugio contra el mundo, Reunin mundial de capacitacin de lderes, 9 de febrero de 2008, pg. 29. 2. Joy in the Journey (Conferencia de mujeres en la Universidad Brigham Young, 2 de mayo de 2008), http://ce.byu.edu/cw/ womensconference/archive/transcripts.cfm. 3. Vase Abundantemente bendecidos, Liahona, mayo de 2008, pg. 112. 4. Vase Hasta que nos volvamos a ver, Liahona, mayo de 2009, pg. 113. 5. Vase Encontrar gozo en el trayecto, Liahona, noviembre de 2008, pg. 86. 6. Vase Un refugio contra el mundo, pgs. 3031. 7. Oracin dedicatoria del Templo Gila Valley, Arizona, 23 de mayo de 2010; en The Gila Valley Arizona Temple: Wilt Thou Hallow This House, Church News, 29 de mayo de 2010, pg. 5.

JVENESMi madre nos rescatPor Patricia Auxier

C

uando tena seis aos, mi hermana menor y yo estbamos mirando el partido de baloncesto en el que jugaba mi hermana mayor. Mi pap se fue del partido y nosotras decidimos que queramos ir a casa con l, as que corrimos tras l bajo la lluvia. Como no lo encontramos, regresamos al gimnasio para ir a casa con mam; pero cuando entramos, todos se haban ido. Recuerdo que me acurruqu

con mi hermana debajo del marco de la puerta tratando de no mojarnos con la lluvia y orando para que alguien viniera. Despus recuerdo que o la puerta de nuestra camioneta roja cerrarse de un golpe y corrimos en direccin al sonido. Entonces ocurri uno de los recuerdos ms vvidos que tengo de mi infancia: nuestra madre nos estrech en sus brazos como la gallina junta sus polluelos bajo las alas (3Nefi

Nunca me sent ms segura que en ese momento cuando mi madre nos envolvi en sus brazos.

10:4). Mi madre nos haba rescatado, y nunca me sent ms segura que en ese momento. Cuando pienso en la influencia que ella tuvo sobre m, veo que la vida de mi madre me ha dirigido hacia el Salvador y me ha mostrado lo que quiere decir: [levantar] las manos cadas y [fortalecer] las rodillas debilitadas (D. y C. 81:5). Ella confi en Jesucristo y pudo recibir de [l] la fuerza (Seor, yo te seguir Himnos, N 138).

NIOS

E

Cmo edificar un hogar felizen blanco. Despus de que hayas anotado la primera cosa, dibuja la parte de la casa que est escrita al lado de la lnea. Busca por lo menos cinco maneras mediante las cuales puedas edificar un hogar feliz y dibuja la casa completa con tu familia en ella. 1. Paredes 2. Techo 3. Puerta 4. Ventanas 5. Familia

l presidente Monson sugiere algunas maneras en las que podemos edificar un hogar feliz. Mira el artculo para encontrar lo que t y tu familia pueden hacer a fin de tener un hogar feliz. Cada vez que encuentres algo que puedas hacer, escrbelo en una de las lneas

6

Liahona

M E N S A J E D E L A S M A E S T R A S V I S I TA N T E S

Una sociedad de mujeres santas

Estudie este material y, segn sea apropiado, analcelo con las hermanas a las que visite. Utilice las preguntas como ayuda para fortalecerlas y para que la Sociedad de Socorro forme parte activa de la vida de usted.

Fe Familia Socorro

E

liza R. Snow, segunda Presidenta General de la Sociedad de Socorro, ense: El apstol Pablo habl en sus das de mujeres santas; es deber de cada una de nosotras serlo. Todas tendremos metas elevadas si hemos de ser mujeres santas; sentiremos que se nos llama a cumplir deberes importantes, y ninguna est exenta de ellos. No hay ninguna hermana tan aislada ni en una esfera tan estrecha que no pueda hacer mucho por establecer el reino de Dios en la tierra1. Hermanas, no estamos aisladas ni tampoco es estrecha nuestra esfera. Al aceptar el don de ser activas en la Sociedad de Socorro, llegamos a ser parte de lo que el profeta Jos Smith describi como un pueblo electo, separados de todos los males del mundoescogidos, virtuosos y santos2. Esta sociedad nos ayuda a fortalecer la fe y a crecer espiritualmente al darnos oportunidades de liderazgo, de servicio y de ensear. Al prestar servicio se agrega una nueva dimensin a nuestra vida; progresamos espiritualmente y aumenta nuestro sentido de pertenencia, de identidad y de autoestima. Nos damos cuenta de que el objetivo total del plan del Evangelio es brindarnos una oportunidad para que alcancemos nuestro mximo potencial. La Sociedad de Socorro nos ayuda a prepararnos para recibir las bendiciones del templo, para honrar los convenios que hacemos, y para participar en la causa de Sin. La Sociedad de Socorro nos ayuda a aumentar la fe y la rectitud personal, a fortalecer a las familias, y a buscar y socorrer a los necesitados. La obra de la Sociedad de Socorro es santa, y el realizar una obra santa genera santidad en nosotras.Silvia H. Allred, Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro.

ayudando a las hermanas que estn bajo mi cuidado a cultivar y alcanzar metas elevadas?

Qu puedo hacer? 1. Cmo estoy

2. Qu estoy haciendo para que mi vida sea escogida, virtuosa y santa?Si desea ms informacin, visite www .reliefsociety.lds.org.

Al dirigirse a las mujeres de la Sociedad de Socorro de Nauvoo, el profeta Jos recalc la santidad y explic que, a medida que las hermanas llegasen a ser puras y santas, tendran una marcada influencia en el mundo. l explic: Lo que las magnificar ser la mansedumbre, el amor y la pureza Esta sociedad tendr poder para mandar a las reinas que pueda haber en su medio Los reyes y las reinas de la tierra vendrn a Sin y presentarn sus respetos. Las hermanas de la Sociedad de Socorro que vivan sus convenios inspirarn no slo el respeto de los nobles, sino que, prometi Jos a las hermanas, si viven de acuerdo con estos privilegios, no se podr impedir que los ngeles las acompaen3. A medida que las hermanas participaron en la obra de prestar servicio y salvar a los dems, se santificaron a s mismas. Lucy Mack Smith, la madre del Profeta, mencion el bien que la Sociedad de Socorro poda lograr: Debemos amarnos mutuamente, velar unas por otras, consolarnos y obtener instruccin, a fin de que podamos estar todas juntas en el cielo4.NOTAS

De nuestra historia

1. Eliza R. Snow, An Address; vase cita de la hermana Barbara B. Smith en Las mujeres de los ltimos das, Liahona, enero de 1980, pg. 166. 2. Vase Jos Smith, en Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Jos Smith, pg. 171. 3. Jos Smith, en Historia de la Iglesia, tomo IV, pgs. 605606. 4. Jos Smith, en Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Jos Smith, pg. 480.

ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR CHRISTINA SMITH.

xodo 19:5; Salmos 24:34; 1Tesalonisenses 4:7; Tito 2:34; Doctrina y Convenios 38:24; 46:33; 82:14; 87:8; Moiss 7:18

De las Escrituras

Agosto de 2011

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Cosas pequeas y sencillasPor medio de cosas pequeas y sencillas se realizan grandes cosas (Alma 37:6).HISTORIA DE LA IGLESIA EN EL MUNDO

L

Corea del Sur

Izquierda: Kim Ho Jik (derecha) con el lder Harold B. Lee (centro), del Qurum de los Doce Apstoles, que estaba de visita en Corea. Arriba: El Templo de Sel, Corea, dedicado en 1985.

LA IGLESIA EN COREA DEL SURMiembros Misiones Estacas Barrios y ramas Templos8Liahona

81.251 3 17 142 1

EXTREMO SUPERIOR IZQUIERDO: FOTOGRAFA CORTESA DEL MUSEO DE HISTORIA DE LA IGLESIA; FOTOGRAFA DEL TEMPLO DE SEL, COREA, POR WILLIAM FLOYD HOLDMAN; FOTOGRAFA DEL MAPA ISTOCK.

as primeras actividades de la obra misional en Corea empezaron durante la Guerra de Corea a principios de la dcada de 1950, pero Kim Ho Jik, uno de los primeros conversos coreanos, se bautiz en los Estados Unidos. Se encontraba cursando estudios para su doctorado cuando se uni a la Iglesia en Pensilvania en 1951. Entre las cuatro primeras personas que se bautizaron en Corea el 3 de agosto de 1952 se encontraban dos de sus hijos. Tiempo despus, el hermano Kim lleg a ser un lder en el gobierno coreano e influy para que los misioneros

entraran en Corea del Sur. En 1962 se cre la Misin Coreana, y el Libro de Mormn se imprimi en coreano en 1967. La primera estaca de Corea del Sur, que adems fue la primera en el continente asitico, se organiz en Sel el 8 de marzo de 1973; el Templo de Sel, Corea, el primero en el continente asitico, se dedic en 1985. En 2001, el lder Dallin H. Oaks, del Qurum de los Doce Apstoles, obsequi una copia de La Familia: Una Proclamacin para el Mundo al Primer Ministro de Corea del Sur, Lee Han-Dong.

D

Acertijo: Esposas de los profetasesde Emma Smith hasta Frances Monson, las esposas de los presidentes de la Iglesia han estado al lado de sus esposos como fieles compaeras. De ellas y de otras fieles mujeres, el lder BruceR. McConkie (1915 1985), del Qurum de los Doce Apstoles, dijo: El Seor nunca enva apstoles, profetas ni hombres rectos a ministrar a Su pueblo sin colocar al lado de ellos mujeres de la misma estatura espiritual1.

1. Esta mujer se bautiz en 1834 y ms tarde viaj sola 1.600 km para unirse a los Santos de los ltimos Das en Kirtland, Ohio, EE. UU. Le prometi a su madre que regresara si descubra que la Iglesia era falsa, pero permaneci con los Santos de los ltimos Das durante el resto de su vida. 2. El futuro esposo de esta jovencita trat de impresionarla cuando eran adolescentes y arregl el jardn de sus padres para llevar a cabo una fiesta igual de prestigiosa que las de los jvenes que vivan en vecindarios ms adinerados. 3. A esta mujer le encantaba leer desde que era pequea y muchas veces lo haca cuando pensaban que estaba dormida, tendiendo las camas o practicando el rgano. 4. Cuando tena ocho aos de edad, esta pequea fue al bosque a orar; or por su padre, quien no tena una fe firme en Cristo. Cuando su padre fue al bosque a cazar, oy la oracin de la nia; eso le enterneci el corazn y lo hizo volverse ms fiel. 5. Cuando esta joven sali por primera vez con su futuro esposo, los padres de ella lo besaron en la mejilla. Cuando el joven se dio vuelta buscndola, ella slo dijo: Ir a buscar el abrigo2.

6. Esta mujer recibi instruccin en la Universidad de Utah y en el Colegio de Msica de Cincinnati [Estados Unidos], donde aprendi habilidades en cuanto al cuidado de los hijos y del hogar. Aprendi a amar la literatura, del drama y las artes, y lleg a destacarse como excelente intrprete de msica. 7. Cuando era estudiante universitaria, esta joven tuvo el papel principal de Viola en Noche de reyes, de Shakespeare; encabez el comit de baile de la facultad, fue presidenta del Club Atltico Femenino y vicepresidenta del alumnado. 8. Esta mujer lea con elocuencia cuando estaba en la Primaria, con expresiones y movimientos. Ms tarde, su esposo dijo de una de esas lecturas: No s por qu me impresion, pero lo cierto es que jams la olvid. Despus de eso creci hasta convertirse en una hermosa muchacha, y yo tuve la sensatez de casarme con ella3.NOTAS

1. Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 19661973, Tomo 3, pg. 302. 2. Vase Thomas S. Monson, Abundantemente bendecidos, Liahona, mayo de 2008, pg. 111. 3. Vase JeffreyR. Holland, El president GordonB. Hinckley: Valiente y denodado, Liahona, agosto de 1995, Edicin especial, pg. 17.

Emma Hale Smith

Flora Amussen Benson

Marjorie Pay Hinckley

Phoebe W. Carter Woodruff

Respuestas en la siguiente pgina.

Lucy Woodruff Smith

Frances Johnson Monson

Camilla Eyring Kimball

Emma Ray McKay

Agosto de 2011

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COSAS PEQUEAS y SENCILLAS

E

Educacin: Aumentar nuestra capacidad de servir.l Seor y Su Iglesia siempre han impulsado la educacin para que aumentemos nuestra capacidad de servirle a l y a los hijos de nuestro Padre Celestial. Sean cuales sean los talentos que tengamos, l tiene un servicio que cada uno de nosotros debe prestar y, el hacerlo bien, siempre requiere aprendizaje, no slo una vez o por tiempo limitado, sino en forma constante.

SOLICITAMOS HISTORIAS PARA NIOS

L

Presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, Education for Real Life, Ensign, octubre de 2002, pg. 17.

Sugerencias para una vida de aprendizaje Lee un buen libro. Comienza el pasatiempo que siempre has deseado intentar. Asiste a eventos culturales sanos. Estudia el discurso de la conferencia general o el captulo del manual Principios del Evangelio que corresponda a las lecciones del domingo. Visita museos y sitios histricos. Observa el mundo que te rodea: camina por tu vecindario, contempla las estrellas, mira los animales de la regin en donde vives. Haz la obra de historia familiar. Aprende una nueva destreza o un nuevo deporte. Visita la biblioteca para investigar un tema de inters.Para ms informacin sobre este tema, vase Leales a la Fe, 2004, Educacin, estudios, pgs. 6768.

RESPUESTAS DEL ACERTIJOESPOSAS DE LOS PROFETAS1. PhoebeW. Carter Woodruff, casada con Wilford Woodruff. 2. Lucy Woodruff Smith, casada con George Albert Smith. 3. Camilla Eyring Kimball, casada con SpencerW. Kimball. 4. Emma Hale Smith, casada con Jos Smith. 5. Frances Johnson Monson, casada con ThomasS. Monson. 6. Emma Ray McKay, casada con DavidO. McKay. 7. Flora Amussen Benson, casada con Ezra Taft Benson. 8. Marjorie Pay Hinckley, casada con GordonB. Hinckley.

10 L i a h o n a

ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR ROBERT CASEY.

a revista Liahona est buscando historias reales escritas por adultos que se basen en las experiencias de los nios alrededor del mundo. Los relatos deben basarse en hechos reales; sin embargo, se pueden agregar o modificar los nombres, el dilogo y los detalles de menor importancia a fin de completar la historia. Las historias deben referirse a nios que aprenden y aplican los principios del Evangelio en su vida, en especial cuando el Evangelio los ayuda a vencer tentaciones y conflictos de la vida real. Los relatos deben poner de manifiesto los pensamientos y sentimientos del nio en cuestin. Las experiencias que usted haya tenido en la niez, las experiencias de sus hijos o los acontecimientos que usted haya presenciado en la vida de los nios a su alrededor son una buena fuente de ideas para las historias. Algunas ideas para los temas son: la fe, el bautismo, la honradez, el perdn, el testimonio, la noche de hogar, el seguir al profeta, el ayudar a los dems, el seguir a Jesucristo, el Espritu Santo o cualquiera de los principios de Mis Normas del Evangelio. Los envos deben incluir el nombre del autor, la direccin, el nmero de telfono, el correo electrnico (si lo tiene), el barrio o la rama y la estaca o el distrito. Enve las historias por correo electrnico a liahona@ldschurch .org o remtalas a: Stories for Children Liahona, Rm. 2420 50 E. North Temple St. Salt Lake City, UT 84150-0024, EE. UU.

P R E S TA R S E R V I C I O E N L A I G L E S I A

PUEDE DARME UNA BENDICIN?Por Jennifer Rose MaddyRevistas de la Iglesia

DE ACUERDO CON SU FE

L

a nieve caa copiosamente a medida que conduca mi automvil lentamente por la colina. Si tan slo pudiera llegar hasta arriba, pens, podra llegar a casa a salvo; pero al doblar en una curva, vi un auto que bajaba zigzagueando fuera de control directamente hacia donde yo estaba. Slo tuve tiempo para gritar antes del impacto y luego perd el conocimiento. No tena idea de cunto tiempo haba pasado cuando trat de abrir los ojos. La nieve me pegaba en la cara al entrar por una ventana rota. Me esforc por recordar informacin bsica, como a dnde me diriga antes del accidente. Sola y atemorizada, gem por el dolor punzante que senta en el hombro y en el pecho. Le supliqu a mi Padre Celestial que mis heridas no fueran demasiado serias y que todo saliera bien. Unos momentos ms tarde sent que una mano sostena la ma; instintivamente la agarr con fuerza. Abr los ojos y vi a un hombre de abrigo negro y sombrero, de pie junto a mi auto destrozado; dijo que su esposa haba visto el accidente desde su casa

y que l haba ido para ver si poda ayudar. Me sostuvo la mano y me dijo que yo estara bien. Trat de preguntarle si era Santo de los ltimos Das, pero slo pude susurrar: Puede darme una bendicin?. Dijo que s; despus extendi los brazos a travs de la ventana rota y coloc las manos sobre mi cabeza. No recuerdo lo que dijo, pero s recuerdo que pens que estara bien porque haba recibido una bendicin. Sent paz y consuelo. Cuando lleg la ambulancia, no supe ms del hombre. Unas horas ms tarde sal del hospital con una costilla quebrada y muchos golpes y moretones, pero ninguna herida grave. Esa maana haba orado pidiendo proteccin al viajar. Inicialmente pens que mi Padre Celestial no haba contestado mi oracin, pero no tard en darme cuenta de que s lo haba hecho y que no me haba dejado sola. Mi oracin haba sido contestada por medio de un digno poseedor del sacerdocio que viva a slo unos pasos del sitio del accidente, un accidente que podra

Solamente los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec pueden bendecir a los enfermos o afligidos. Por lo general, dos o ms poseedores del sacerdocio bendicen a los enfermos, pero uno solo podra efectuar tanto la uncin como el sellamiento si fuera necesario Los hermanos deben bendecir a los enfermos a peticin de la persona enferma o de aquellos que estn sumamente preocupados, a fin de que la bendicin se reciba de acuerdo con su fe.Manual de Instrucciones 2: Administracin de la Iglesia, 2010, 20.6.1.

haberme dejado en un estado mucho ms grave. Si me topara con aquel hombre en la calle no lo reconocera; no reconocera su voz si me saludara; pero estoy agradecida por ese extrao que era digno y que estuvo dispuesto a darme una bendicin del sacerdocio cuando la necesit. Agosto de 2011

ILUSTRACIN POR BRIAN CALL.

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HABLAMOS DE CRISTO

Tomar SOBRE M Su nombrePor Jacob F. Frandsen

No hay otro nombre dado por el cual venga la salvacin; por tanto, quisiera que tomaseis sobre vosotros el nombre de Cristo (Mosah 5:8).PONGAMOS AL SEOR EN PRIMER LUGAR Al tomar la Santa Cena, prometemos tomar sobre nosotros el nombre del Salvador (vase D. y C. 20:77). El presidente HenryB. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, explica: significa que debemos considerarnos Suyos; que le daremos a l el primer lugar en nuestra vida; querremos lo que l quiera en vez de lo que nosotros deseemos o lo que el mundo nos ensea a desear (Seamos uno, Liahona, septiembre de 2008, pg. 5).

las pocas semanas de comenzar mi misin, empec a sentirme solo y echaba de menos a mi familia. Me encantaba ser misionero, pero el trabajo era mucho ms difcil de lo que haba imaginado. Extraaba a mis amigos, a mi familia y las cosas que me eran familiares y que haba dejado en casa. Una maana, durante mi estudio personal, me sent calladamente, dando vuelta en mis manos una y otra vez mi placa de identificacin y pensando en lo mucho que aoraba aquella familiaridad. Deseaba or que alguien simplemente me llamara por mi nombre de pila. Al mirar la placa de identificacin, me di cuenta de que a pesar de que no tena mi nombre de pila, en ella vi grabado el apellido de mi familia, el nombre de la Iglesia y el nombre del Salvador. De pronto reconoc algo que cambi tanto mi perspectiva como mi actitud. Me di cuenta de que como misionero, no me encontraba all para representarme a m mismo; en vez de ello, prestaba servicio

A

para representar a mi familia que estaba en casa y, lo que es ms importante, estaba representando al Salvador y a Su Iglesia. Coloqu la placa en el bolsillo de la camisa, encima del corazn. Al hacerlo, le promet a mi Salvador que le dara lugar en mi corazn y en mi mente ms plenamente. Despus de aquella maana no volv a extraar que me llamaran por mi nombre de pila. A partir de aquel momento, trabaj y serv de la mejor manera posible, llevando puesta con orgullo mi placa de identificacin. Las veces que empezaba a sentirme desanimado, miraba la placa y ella me recordaba mi responsabilidad de seguir el ejemplo de Jesucristo. Me esforc por tomar sobre m Su nombre ms plenamente y ser ms como l. Al hacerlo, sent ms amor por mis compaeros y por las personas a quienes serva; mi testimonio se fortaleci y encontr gozo en la obra misional; empec a olvidarme de m mismo y a concentrarme en servir al Seor.

12 L i a h o n a

EN MEMORIA DE M, POR WALTER RANE, CORTESA DEL MUSEO DE HISTORIA DE LA IGLESIA.

QU SIGNIFICA TOMAR SOBRE NOSOTROS EL NOMBRE DE JESUCRISTO?En su discurso de conferencia general titulado El tomar sobre nosotros el nombre de Cristo (Liahona, julio de 1985, pg. 77), el lder Dallin H. Oaks, del Qurum de los Doce Apstoles, ayuda a responder esta pregunta. 1. Al tomar la Santa Cena, renovamos voluntariamente el convenio que hicimos al bautizarnos: recordar al Seor y guardar Sus mandamientos. 2. Podemos proclamar a los dems nuestra creencia en l (vase D. y C. 18:21). 3. Podemos servir al Seor al llevar a cabo la obra de Su reino (vase Hebreos 6:10). Considere la posibilidad de compartir su testimonio de Dios el Padre y de Su Hijo Jesucristo durante la noche de hogar, en una reunin de testimonios o con alguna persona de otra religin.

Ya hace varios aos que regres de mi misin, pero an tengo la oportunidad de tomar sobre m el nombre del Salvador. De hecho, como miembros de la Iglesia, todos nos comprometemos a tomar sobre nosotros el nombre de Cristo cada da de reposo cuando tomamos la Santa Cena. Al hacerlo, prometemos representar a nuestro Salvador lo mejor posible y esforzarnos por ser ms como l. El rey Benjamn ense: quisiera que tomaseis sobre vosotros el nombre de Cristo Y suceder que quien hiciere esto, se hallar a la diestra de Dios, porque sabr el nombre por el cual es llamado; pues ser llamado por el nombre de Cristo (Mosah 5:89). Al tomar sobre nosotros Su nombre, podemos encontrar ms propsito y satisfaccin en nuestras misiones terrenales. Nos gustara recibir sus experiencias personales del Evangelio relacionadas con el ministerio y la misin del Salvador. Tengan a bien limitar los envos a 500 palabras, rotlenlos We Talk of Christ, y envenlos por correo electrnico a [email protected].

El Salvador instituy la Santa Cena con Sus apstoles; parti el pan y se lo dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de m. Asimismo, tom tambin la copa, despus que hubo cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo convenio en mi sangre, que por vosotros se derrama (Lucas 22:1920).

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LO QUE CREEMOS

DIOS NOS ENVA A LA TIERRA COMO INTEGRANTESDEUNA

N

familiael matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios la familia es fundamental en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos (La Familia: Una Proclamacin para el Mundo, Liahona, noviembre de 2010, pg. 129).

uestro Padre Celestial tiene un plan para nosotros, y el enviarnos a la tierra como integrantes de una familia es parte de ese plan. Adn y Eva fueron la primera familia sobre la tierra; nuestro Padre Celestial los uni en matrimonio y les mand que tuvieran hijos (vase Gnesis 1:28). Dios quiere que Sus hijos procreados en espritu reciban un cuerpo fsico. Cuando los padres traen hijos a este mundo, ayudan a nuestro Padre Celestial a llevar a cabo Su plan de salvacin. Reciben en su familia a cada nuevo hijo como un hijo de Dios. Nuestro Padre Celestial saba que el ser integrante de una familia proporciona a cada uno de nosotros la mejor oportunidad de que se nos ame y se nos cuide mientras estemos en la tierra. Las familias se esfuerzan en conjunto por aprender el autocontrol, el sacrificio, la lealtad y el valor del trabajo. Tambin se esfuerzan por aprender a amar, compartir y servirse los unos a los otros (vase Mosah 4:1415). Los hijos aprenden a mostrar amor hacia sus padres, a ser obedientes y a tratar de vivir la clase de vida que traer honor a su apellido.

A medida que los integrantes de la familia se alientan y elogian unos a otros, aumentan los sentimientos de confianza y de amor. Las familias felices demuestran esperanza y tenacidad al apoyar a cada miembro de la familia en sus necesidades individuales y al colaborar unos con otros para aprender y trabajar en amor. Su objetivo es llegar a ser una unidad familiar feliz y eterna. Para mayor informacin, vase Principios del Evangelio, 2009, pgs. 229233; y M.Russell Ballard, Lo ms importante es lo que perdura, Liahona, noviembre de 2005, pgs. 4144.

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Asistir a las reuniones de la Iglesia todos los domingos (vase D. y C. 59:910). stas son algunas de las actividades que nos ayudarn a tener familias felices y exitosas:

Orar juntos como esposo y esposa.

Orar en familia todas las maanas y todas las noches (vase 3Nefi 18:21).

ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR DAVID STOKER, CRAIG DIMOND, JOHN LUKE, MATTHEW REIER, ROBERT CASEY, Y FRANK HELMRICH.

Ensear a los hijos el Evangelio durante las noches de hogar semanales.

Estudiar las Escrituras en familia con regularidad.

Aprender a ser benignos, pacientes y caritativos (vase Moroni 7:4548).

Hacer cosas juntos en familia como cenar, trabajar, salir de paseo y participar al tomar decisiones.

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NUES T RO HOG A R , NUES T R A FA MILIA

UNA MUCHAS FIEL GENERACIONES PIONERA, BENDECIDASDesde los comienzos de la Iglesia, los miembros han sido perseguidos y ridiculizados por sus creencias. Una joven que sufri ese tipo de persecucin fue Sara Elvira Eriksen, que naci en Drammen, Noruega, en 1895. Despus de obtener un testimonio, se consagr al Evangelio, y esa consagracin tuvo efectos mucho ms trascendentales de lo que ella pudo haber imaginado. Gracias a su valor y fe, su posteridad ahora tiene las bendiciones del Evangelio en su vida. Al igual que Sara, nosotros enfrentamos muchos obstculos en la vida, los cuales requieren que defendamos firmemente nuestro testimonio de Jesucristo y de Su Iglesia restaurada. Nuestra decisin de mantenernos firmes en nuestras creencias puede influir en la vida de otras personas, as como lo hizo la decisin de Sara. sta es su historia.

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FOTOGRAFA CORTESA DE JANET BYLUND.

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uando tena quince aos, mi padre y yo salimos a caminar un domingo por la tarde. De repente, mi padre se detuvo y sugiri que fusemos a la iglesia mormona. Me sorprendi, pero, por curiosidad, fui con l. El coro estaba cantando un himno hermoso; nunca haba odo algo tan conmovedor. Despus de la cancin, un misionero se puso de pie y dio un discurso sobre la Trinidad. Ms tarde, l habl unos minutos con mi padre y conmigo. No volv a la Iglesia hasta un ao despus cuando fui a aprender ingls con los misioneros. Al terminar cada una de las clases de ingls, la conversacin derivaba a temas religiosos. Los misioneros me ensearon en cuanto al Evangelio y la manera de orar a Dios el Padre en el nombre de Jesucristo. Me hablaron de la restauracin del Evangelio por medio del profeta Jos Smith, de la salida a luz del Libro de Mormn y de muchos otros principios del Evangelio. Todo era muy nuevo para m, pero a la vez sonaba familiar. Estudi las Escrituras con detenimiento y or con sinceridad para recibir esclarecimiento, y lo obtuve. Mi padre not un cambio en m, pero cuando se dio cuenta de que estaba considerando la Iglesia seriamente, se enoj y me prohibi que fuera a la Iglesia. Yo iba de todos modos y, con frecuencia, l enviaba a mi hermano para que me buscara en el transcurso de las reuniones.

Cuando cumpl los 17 aos, mi padre me pregunt qu quera para mi cumpleaos. Le dije que quera su permiso para bautizarme. Golpe la mesa con el puo y grit: Nunca!. Para entonces, mis padres se haban unido a una iglesia diferente. Mi padre mand al ministro de su iglesia y a otros a hablar conmigo, pero yo me mantena firme en mi testimonio del Evangelio. Mi padre me dijo que yo era una deshonra para la familia y se me oblig a irme de mi casa. Me qued una semana en casa de una de las hermanas de la Sociedad de Socorro. Durante ese tiempo, el corazn de mi padre se abland y me permiti volver a casa. En unos meses, mi padre se dio cuenta de que nada me despojara del testimonio que tena del Evangelio, as que me dio permiso para bautizarme. Mi alegra y felicidad eran tan grandes que mi padre qued profundamente impresionado; incluso quiso ir conmigo a Oslo para asistir a mi bautismo. Durante todo ese tiempo, mi madre no deca mucho, pero me daba cuenta de que ella crea que el Evangelio era verdadero. Pasamos muchas horas juntas hablando acerca del Evangelio. Sin embargo, la batalla en casa no haba concluido. Mi padre no quera escucharme. Yo dejaba folletos en su mesa de luz, pues l siempre lea hasta tarde en la noche. Con frecuencia invitaba a los misioneros a casa

y ellos hablaban con mi padre, pero nada pareca ayudar. Un da, mi padre me pregunt: T oras?. Le dije que oraba todos los das para que sus ojos fueran abiertos y reconociera la veracidad del Evangelio. Respondi que todo eso vena del diablo, pero luego dijo: Oremos juntos. Le dije: Est bien; t ora a tu Dios y yo orar a mi Dios, y veremos quin responde primero. Y as lo hicimos. Poco despus comenc a notar que l estaba leyendo los folletos y el Libro de Mormn. Fue a la Iglesia varias veces conmigo, pero nunca hablaba al respecto ni me demostraba que sus creencias hubieran cambiado. Sin embargo, era raro que pasara un da sin que hablramos de diferentes principios del Evangelio. Un da, despus de tres aos de lo mismo, me dijo que iba a Oslo y que quera que yo lo acompaase. Cuando llegamos a la estacin, uno de los misioneros locales se encontraba all. Le pregunt a dnde iba. El misionero dijo: No lo sabes? Voy a bautizar a tu padre. Llor y me re! Un mes ms tarde, mi madre y mi hermano menor tambin se bautizaron. Poco tiempo despus, mi hermana y su esposo se unieron a la Iglesia, al igual que tres de mis hermanos. La fiel posteridad de Sara Elvira Eriksen en la Iglesia ahora asciende a ms de cien. Este relato de su historia personal lo enviaron sus hijos: Rose Anderson, Betty Farley, Aksel Tanner y Janet Bylund.Agosto de 2011

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C L S I CO S DEL E VA N G EL I O

mano para rescatarPor el presidente Gordon B. Hinckley (19102008)

TIENDAN UNA

T

A Gordon B. Hinckley se lo apart como decimoquinto Presidente de la Iglesia el 12 de marzo de 1995. l fue quien promovi la construccin de templos pequeos y anunci 79 templos nuevos durante su presidencia. Tambin se recuerda al presidente Hinckley por haber visitado a Santos de los ltimos Das en ms de 60 pases. El artculo a continuacin es un extracto del discurso de conferencia general que pronunci el 6 de octubre de 1996. Para ver el discurso en su totalidad, vaya a conference.lds.org.

odos necesitamos que se nos recuerde el pasado. Es de la historia que obtenemos el conocimiento que evita que repitamos errores y nos da una base en la que podemos edificar el futuro Remontmonos a la conferencia general de octubre de 1856. El sbado de esa conferencia, Franklin D. Richards y un grupo de colegas llegaron al Valle del Lago Salado. Haban viajado desde Winter Quarters con carretas livianas y yuntas fuertes, y haban podido hacer el viaje bastante rpido. El hermano Richards busc de inmediato al presidente Young y le inform que haba cientos de hombres, mujeres y nios dispersados a lo largo de la larga ruta desde Scottsbluff hasta

el valle. La mayora de ellos iban tirando carros de mano y los acompaaban dos caravanas de carromatos que tenan la asignacin de ayudarlos. Haban llegado a la regin del ltimo cruce del ro North Platte y todo el camino por delante hasta la Divisin Continental era en subida; despus de eso faltaban muchos kilmetros ms A la maana siguiente, [el presidente Young] fue al viejo Tabernculo que estaba en la [Manzana del Templo] y le dijo a la gente: muchos de nuestros hermanos y hermanas estn en las planicies con carros de mano; muchos quizs a ms de 1.100 kilmetros de este lugar, y es preciso traerlos aqu; tenemos que enviarles socorro sta es mi religin; esto es lo que dicta el Espritu Santo que est conmigo: que salvemos a la gente En este da, les pido a los obispos, y no voy a esperar hasta maana ni hasta el da siguiente, que consigan sesenta yuntas de buenas mulas y doce o quince carromatos. No quiero mandar bueyes, sino buenos caballos y mulas; se encuentran en este territorio y es imprescindible conseguirlos. Adems, doce toneladas de harina y cuarenta carreteros buenos, aparte de los que llevarn las yuntas de animales. Les dir que toda la fe que tengan, su religin y sus declaraciones religiosas, no salvarn ni una sola de sus almas en el reino celestial de nuestro Dios a menos que pongan en prctica estos principios que les estoy enseando. Vayan y traigan a esa gente que se encuentra en las planicies 1. Esa misma tarde, las mujeres reunieron alimentos, mantas y ropa en grandes cantidades. A la maana siguiente, se herraron los caballos y se repararon y cargaron los carromatos.

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Los relatos de su rescate manifiestan la esencia misma del evangelio de Jesucristo.

A la maana subsiguiente, el da martes, diecisis yuntas de mulas salieron con direccin al este; hacia fines de octubre, doscientas cincuenta yuntas se dirigan a prestar socorro. Mis hermanos y hermanas, desde este plpito se han predicado hermosos discursos, pero ninguno tan elocuente como el que pronunci el presidente Young en esas circunstancias Deben repetirse una y otra vez los relatos de su rescate, pues manifiestan la esencia misma del evangelio de Jesucristo Tenemos algunos de los nuestros que claman de dolor y de sufrimiento, de soledad y de temor. Tenemos la solemne y gran obligacin de tenderles la mano y ayudarlos, de elevarlos, de alimentarlos si tienen

hambre, de nutrir su espritu si tienen sed de la verdad y de la rectitud. Existen muchos jvenes que andan sin rumbo y que recorren el trgico camino de las drogas, las pandillas, la inmoralidad y todos los dems problemas que stos traen aparejados. Hay viudas que ansan escuchar una voz amiga y sentir ese inters real que habla del amor. Estn aquellos que una vez fueron fervientes en la fe, pero cuya fe ahora se ha enfriado; muchos de ellos desean volver, pero no saben cmo hacerlo; necesitan que se les tienda una mano de amistad. Con un poco de esfuerzo, es posible traer a muchos para que se deleiten otra vez a la mesa del Seor. Mis hermanos y hermanas, esperara y rogara que cada

ALBORES DE ESPERANZA, POR A.D. SHAW.

uno de nosotros tomase la resolucin de buscar a aquellos que necesiten ayuda, que estn en circunstancias desesperadas y difciles, y que los levantemos con un espritu de amor para que se les acoja en la Iglesia, donde manos fuertes y corazones tiernos los reanimarn, los consolarn, los sostendrn y los encaminarn hacia una vida feliz y productiva. Dejo con ustedes, mis amados amigos, mis compaeros en esta gran labor, mi testimonio de la veracidad de esta obra, la obra del Todopoderoso, la obra del Redentor de la humanidad. Se han estandarizado la ortografa y la puntuacin.NOTA

1. Brigham Young, citado en LeRoyR. Hafen y AnnW. Hafen, Handcarts to Zion, 1960, pgs.120121.Agosto de 2011

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DOS PIONEROS A DOS SIGLOS DE DISTANCIAFOTOGRAFA DE LA AUTORA POR DEREK ISRAELSON; FOTOGRAFA DE EBENEZER BRYCE CORTESA DE LA SOCIEDAD HISTRICA DEL ESTADO DE UTAH; FOTOGRAFA DE BRYCE CANYON RUBBERBALL PRODUCTIONS.

E

Por Allison Ji-Jen Merrill

stimado Ebenezer: T no me conoces; no nos hemos visto nunca. El 17 de noviembre de 1830 t naciste en Dunblane, Perthshire, Escocia; tus padres eran Andrew Bryce y Janet Adams Bryce, y te dieron el nombre de Ebenezer. Ciento cuarenta y tres aos ms tarde yo nac en Hualien, Taiwn, y me llamaron Ji-Jen Hung. T comenzase a trabajar en los astilleros cuando tenas diez aos; ms tarde llegaste a ser aprendiz y eras muy hbil en tu oficio. Cuando yo tena cuatro aos comenc a memorizar las tablas de multiplicacin y los smbolos de fontica chinos. No fue fcil, pero lo logr. En la primavera de 1848, t te interesaste en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, aun cuando tu padre, tu familia y tus amigos no compartieron tu entusiasmo. Ellos hicieron todo lo posible para persuadirte a que rechazaras la Iglesia; tu padre incluso te escondi la ropa para impedir que fueses a las reuniones del domingo, pero tu fe era firme. A pesar de la persecucin, seguiste adelante. El 4 de diciembre de 1986, dos misioneros estadounidenses de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos das llamaron a la puerta de la casa de mi padre. Aunque mi padre permiti que los misioneros nos visitaran con regularidad, nunca se interes en el mensaje. Unos

meses ms tarde, se divorci de mi madre y se volvi a casar. Cuando mi padre les inform a los misioneros la triste noticia de la desintegracin de nuestra familia, tambin les dijo que no volvieran.

Los misioneros dejaron un ejemplar del Libro de Mormn con la direccin de la capilla ms cercana escrita en el interior de la cubierta y dijeron: Siempre seremos sus amigos; si hay algo que podamos hacer por su familia, vayan a esta direccin y nos encontrarn all. Despedirnos de los misioneros esa noche fue difcil, ya que yo haba sentido algo muy preciado en su mensaje. Mi madrastra vino a vivir con nosotros; ella y mi padre comenzaron a ser crueles; la vida era dura y yo me convert en una jovencita sin fe. Una noche, cuando no soport ms su horrible modo de tratarme,

sal corriendo llena de temor y me escond en los campos de arroz, sola, deprimida y sin esperanza. Quera escaparme, pero no tena adnde ir. De pronto record lo que los misioneros haban dicho durante su ltima visita. Lo primero que har maana es ir a buscar a mis amigos!, me dije a m misma, y por primera vez en aos tuve un sentimiento de paz. Temprano por la maana al da siguiente sub a mi bicicleta y me fui al centro, a la capilla; pero los misioneros que haban visitado a mi familia unos aos antes ya haban regresado a sus casas. Cuando estaba por darme por vencida, dos seoritas amigables con placas de identificacin en sus abrigos se me acercaron y se presentaron. Estimado Ebenezer: A pesar de la oposicin de tu padre, te bautizaste en abril de 1848 y fuiste el nico converso de tu familia. Un mes despus de conocer a las misioneras, en noviembre de 1988, me bautic y fui la primera conversa de mi familia. Pero mi padre y mi madrastra me hacan la vida imposible para que no asistiera a la Iglesia. Un da, despus de que volv a casa de una actividad de las Mujeres Jvenes, mi padre entr violentamente en la sala de estar, me insult, tom mis Escrituras y las rompi en pedazos. Trozos de papel flotaron en el aire descendiendo y cayendo suavemente al piso, donde tambin rodaron mis lgrimas.

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Un joven escocs y una jovencita taiwanesa, separados por un siglo y medio, pero unidos por la fe.

Era como una pesadilla de la que no poda despertar. Cuando cumpl los 21 aos, expres un fuerte deseo de servir en una misin de tiempo completo. Como respuesta, mi padre me deshered. En la vspera del ao nuevo chino, cuando la mayor parte de la gente se iba a casa para estar con sus seres queridos, a m me echaron de mi casa. Estimado Ebenezer: Cuando la persecucin de tu familia y amigos lleg a ser intolerable, t decidiste emigrar desde Escocia a Amrica para unirte a los Santos de los ltimos Das y cruzar las planicies para ir a Utah. Tu padre estaba furioso; te orden que te quedaras, pero t eras un jovencito resuelto. El da que te embarcaste fue la ltima vez que lo viste. La vida como un inmigrante de 17 aos no fue fcil para ti, Ebenezer, pero loEbenezer Bryce ayud a construir la capilla de Pine Valley (abajo), que se termin en 1868. Tambin descubri el can que ahora lleva su nombre: Parque Nacional Bryce Canyon (a la derecha), en el sur de Utah.

lograste. De inmediato hiciste buen uso de tus destrezas en carpintera, construccin de molinos y de barcos. Se te llam a construir una capilla en Pine Valley, Utah. Aunque nunca habas construido una capilla, no dudaste en aceptar el llamamiento. Hoy en da, se es el edificio Santo de los ltimos Das ms antiguo que todava est en uso. Ms tarde, descubriste el majestuoso anfiteatro natural que ahora lleva tu nombre: Parque Nacional Bryce Canyon. El 4 de junio de 1994 me present en la Misin Taiwn Taichung como misionera de tiempo completo. Coloqu una placa de identificacin en mi abrigo, al igual que lo hicieron los misioneros que fueron a visitar a mi familia muchos aos antes. Me sent humilde, honrada y bendecida. Despus de mi misin, emigr a Utah, donde conoc a mi esposo. Nos casamos en el templo por el tiempo de esta vida y por la eternidad. Por medio del linaje de mi esposo, me conect contigo. Estimado Ebenezer: T no me conoces; no nos hemos visto nunca, pero he odo historias acerca de ti. Tus pies nunca dejaron de viajar; tus manos nunca dejaron de trabajar; tu corazn nunca dej de creer; nunca dejaste de servir. Despus de todos estos aos, tu fiel ejemplo an me eleva. Gracias, querido Ebenezer. Gracias!

ISLAS DE FUEGO Y DE FE:

Las GalpagosPor Joshua J. Perkey

M

Revistas de la Iglesia

s all del terreno arruinado por la lava ennegrecida se levanta un gran pilar de roca, un bastin ante los golpes del agua salada y fra del ocano. Al mirarlo de cerca, uno se da cuenta de que los bordes irregulares en realidad son las cabezas de una docena de iguanas apiadas como dragones para esperar el calor del sol matutino que les infunde energa. Algunas iguanas rezagadas esperan solas aqu y all cerca de la base de la roca, sujetndose a la piedra con sus garras afiladas como cuchillos, casi tan largas como los dedos de una mujer y que se adhieren con la misma eficacia que las tenazas. Pero la mayora de ellas se agrupa para darse calor y seguridad, con sus curtidos cuerpos apoyndose instintivamente los unos contra los otros para defenderse del fro y de la oscuridad, y ayudndose as en su necesidad comn. Aqu, en las Galpagos, islas que nacieron del fuego, la vida adquiere un valioso significado. Es una tierra donde la ciencia y la fe se entrelazan, donde llegamos a comprender que todos somos parte de una humanidad global. Y aqu, los miembros de la Iglesia, al igual que las iguanas marinas, comprenden que la fortaleza viene al asirse firmemente a sus convenios, a medida que forjan un curso unido hacia el Seor a

Las islas Galpagos son mucho ms que lava, pinzones, tortugas y turismo; son un epicentro de fe donde el servicio y el sacrificio han establecido una unidad y una fortaleza de conviccin extraordinarias.travs de la fe, del servicio y del sacrificio.Cmo comenz el recogimiento

Un da, temprano por la maana, mientras estaba de visita en Quito, Ecuador, el gua turstico y naturalista Andr Degel, en su caminata del domingo, pas cerca de un centro de reuniones de los Santos de los ltimos Das. Era el ao 1997 y, aunque l era miembro de la Iglesia, haba estado menos activo durante aos despus de mudarse a las Islas Galpagos. Andr recordaba el sentimiento reconfortante que senta en la capilla y, cuando estaba en Ecuador, sola pasar caminando intencionalmente frente

FOTOGRAFAS POR JOSHUA J. PERKEY, EXCEPTO DONDE SE INDIQUE.

Izquierda: Las islas de Santa Cruz (izquierda) y Baltra (derecha) en las Galpagos. Arriba: Las iguanas marinas se adhieren a la roca en la Baha Tortuga, en Santa Cruz.

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Para Mariana Becerra, la vida era difcil antes de que la Iglesia se estableciera en ese

El llamado a congregarse

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ARRIBA A LA IZQUIERDA: FOTOGRAFA CORTESA DE FLOYD Y SUSAN BAUM.

Arriba: La baha y la ciudad de Puerto Ayora, Santa Cruz. Abajo, desde la izquierda: Sandra y Andr Degel, con su sobrina Claudine; Mariana Becerra; la familia Palacios; Oswaldo y Rosario Villn.

a un centro de reuniones. Por lo general no entraba, slo quera estar cerca del edificio. Me haca sentir mejor, dice, como si estuviera en casa. Ese da en particular, la reunin sacramental acababa de comenzar. Despus de vacilar un momento, Andr decidi entrar. Fue una decisin que, al final, cambiara el destino de cientos de vidas. Despus de la reunin, los misioneros y los miembros saludaron a Andr. l recuerda la conversacin con afecto, en especial lo sorprendidos y entusiasmados que estaban al saber que l era de las Galpagos. En esa poca, en las islas no haba una organizacin formal de la Iglesia. De hecho, los lderes del sacerdocio de Ecuador ni siquiera saban que haba miembros que viviesen all. Los misioneros no perdieron el tiempo; presentaron a Andr al presidente de la Misin Ecuador Quito y se aseguraron de obtener la informacin de contacto de Andr. Poco despus, Andr regres a su casa en Puerto Ayora, la ciudad ms grande de las Islas Galpagos, en la isla Santa Cruz. Al poco tiempo, la misin le envi dos cajas con materiales de la Iglesia, incluso los manuales

para estudiar. Pero tal vez lo ms importante fue que el presidente de misin haba obtenido una lista de miembros que vivan en las islas, la cual Andr podra utilizar para congregar a los santos. Andr se sorprendi al darle un vistazo a la lista. Haba gente en la lista que yo conoca, pero no saba que eran miembros de la Iglesia, explic. En esa misma poca, otros miembros de Santa Cruz se sintieron impulsados a establecer la Iglesia all. Todos se haban mudado a las Islas Galpagos en busca de trabajo; ahora se estaban buscando unos a otros.

lugar. Haba sido miembro de la Iglesia slo un par de aos cuando se mud a las islas en 1990. Cuando llegu, no haba Iglesia, dice Mariana. Estbamos mi hijo y yo solos; tenamos la noche de hogar y tratbamos de vivir el Evangelio; pero los pocos miembros que conoca no vivan segn las normas del Evangelio. David y Jeanneth Palacios tuvieron una experiencia similar. David se haba unido a la Iglesia cuando era jovencito y Jeanneth se haba bautizado en 1993, slo un ao antes de que la pareja fuera a vivir a las Galpagos. Cuando nos mudamos aqu, no conocamos a otros miembros. Pens que ramos los nicos; era muy difcil vivir sin la Iglesia, dice Jeanneth. Entonces, un da en 1997, Andr fue a donde yo trabajaba y me dijo: Busco a Jeanneth de Palacios. Es usted miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, la iglesia mormona? Sent como si el Seor hubiese extendido la mano y estuviese recogiendo a Sus ovejas, recuerda Jeanneth. Le dije: S, s!. Estaba tan feliz porque ya no estbamos solos; ramos ms!. Mariana agrega: Fue tan lindo cuando Andr nos reuni. Como miembros de la

Iglesia, tenamos algo profundo, algo ms grande que la amistad.La unidad interior

Una vez que Andr hubo juntado un grupo bsico, comenzaron a reunirse en forma regular. Al principio slo haba cuatro familias y sus amigos. Nos reunamos con frecuencia, a veces a diario, casi siempre en mi casa, dice Andr. Estudibamos los libros que nos haban mandado de la misin, y la Biblia y el Libro de Mormn. Fue un tiempo maravilloso, dice Araceli Durn. ramos muy unidos; nos juntbamos todas las semanas para estudiar. Es algo que nunca olvidar, dice Jeanneth, porque haba un gran espritu de unidad, un gran sentimiento de que nuestro Padre Celestial nos amaba y saba que se era el momento que necesitbamos encontrarnos. Dependan el uno del otro, se enseaban mutuamente y edificaban su fe juntos. Al poco tiempo se reconoci su empeo y se organiz oficialmente una rama a principios de 1998. Con el tiempo, la rama creci y los miembros necesitaban ms espacio. Alquilaron una casa

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Abajo: Daniel y ngela Calapucha; Araceli Durn con sus hijos; miembros de la rama Galpagos que ayudaron a construir la casa de Elena Cedeo; el centro de reuniones de la Rama Islas Galpagos.

pequea y luego se mudaron a un edificio ms grande que haba sido un hotel. En ese edificio llegaron a una asistencia de casi 100 miembros. Aun cuando la rama creci gracias a los esfuerzos de activacin y por la gente que se mud al lugar, mucha de su fuerza provino de los conversos. Oswaldo Villn y su esposa Rosario son un ejemplo de ello. Rosario se bautiz en el ao 2000 y ha prestado servicio como presidenta de la Sociedad de Socorro, presidenta de la Primaria y presidenta de las Mujeres

Jvenes. Oswaldo, que se bautiz un ao despus, es el presidente del qurum de lderes. En el caso de ambos, la Iglesia cambi su vida por completo. La Iglesia me salv, explica Oswaldo. Antes, yo viva en el mundo. No era alcohlico, pero tomaba como si lo fuera. Cuando me un a la Iglesia, esas 25 personas eran mi familia; estbamos muy unidos y trabajbamos mucho para que la rama creciera. Por medio de los incansables esfuerzos de los miembros de las Islas Galpagos, la asistencia a la reunin sacramental suele oscilar entre los 100 y 120 miembros. En septiembre de 2009 se los recompens con la dedicacin de una capilla.El poder del servicio

Algunos miembros de la rama y sus familias viven en las exuberantes altiplanicies de Santa Cruz. Es all que los lderes de la rama decidieron llevar a cabo un proyecto de servicio el 4 de septiembre de 2010. Como miembros del qurum de lderes, tratamos de llevar a cabo una o dos mingas o proyectos de servicio todos los meses, dice Oswaldo. Los organizamos para la persona que ms necesita el servicio; esta vez vamos a construir una casa para una hermana. La mitad de una casa, en realidad; haca una semana ms o menos, los miembros haban construido la primera mitad. Esta vez, ms de 20 de ellos pasaron seis o ms horas construyendo la otra mitad, que inclua la cocina, un sistema recolector de agua y un camino alrededor de la casa. La modesta casa proporciona un lugar donde Elena Cedeo y sus hijos, que en ese momento no eran miembros de la Iglesia, puedan vivir. Todos ellos estaban sumamente contentos por el tiempo y el empeo de los miembros. (La hermana Cedeo y su hijo Sebastin se bautizaron en enero de 2011.) No hay nada mejor que prestar servicio a las personas que lo necesitan, dice Oswaldo.26 L i a h o n a

LAS ISLAS GALPAGOSPintaOcano Pacfico Ecuador: 1.000 km al este

Marchena0 Ecuador

Isabela

San Salvador

Baltra Fernandina Santa Cruz

Puerto Ayora

San Cristbal

Santa Mara0 10 20 30 40 millas

Espaola90

Y la mirada en sus ojos, al igual que la de los dems miembros de la rama y de la hermana a quien le prestaron servicio, testifica de la unidad que ese servicio origin.Lo que realmente importa

0 10 20 30 40 50 60 kilmetros

El servicio y la interdependencia entre los miembros de las Islas Galpagos, que han creado ese tipo de unidad, trajo como consecuencia grandes bendiciones en el ao 2007. Ese ao, David y Jeanneth Palacios acompaaron a cinco familias de la rama, casi 25 personas en total, al Templo de Guayaquil, Ecuador. Al ver a esas familias selladas, sent como si hubisemos sido trasladados a los cielos, dice Jeanneth. Sentimos la presencia del Seor profundamente. Las cinco familias estn muy activas hoy en da. Durante esa visita al templo, el presidente de rama, Daniel Calapucha, y su esposa ngela se sellaron, y sus tres hijos tambin se sellaron a ellos. El templo te transforma totalmente, dice el presidente Calapucha. En verdad es la casa del Seor. El estar juntos como familia en el evangelio del Seor cambia vidas; es por eso que permanezco en esta Iglesia. Al habernos sellado como familia, ya no tengo temor a la muerte, ya no tengo miedo de que perder a mi familia cuando muera. El templo ha llegado a ser el fundamento para sentir y saber que nuestro Padre Celestial existe; as como Su Hijo Jesucristo y el Espritu

MAPA POR MOUNTAIN HIGH MAPS 1993 DIGITAL WISDOM INC.

L

LA PROVINCIA DE LAS ISLAS GALPAGOS

as islas son una provincia de Ecuador. Aunque alrededor del 97 por ciento del terreno se ha designado como parque nacional, todava queda bastante terreno para que los aproximadamente 25.000 habitantes se dediquen a los negocios, al turismo y a la agricultura.27

Agosto de 2011

Abajo: La familia Fueres se uni a la Iglesia en Otavalo, Ecuador, y luego se mud a las Islas Galpagos para buscar trabajo. Abajo a la derecha: Elena Cedeo (izquierda) con su hermana Mara; con la ayuda de Mara, Elena se uni a la Iglesia a principios de este ao.

Santo. Es un testimonio que nadie me puede quitar.Lo que nos ensean las Islas Galpagos

Cada miembro de la Iglesia en las Islas Galpagos es un pionero moderno. Casi todos los miembros adultos son conversos, y muchos se han unido a la Iglesia en los ltimos aos. Cada uno de ellos est ayudando a edificar el reino de Dios en una isla remota donde los recursos son escasos. Gran parte de la comida, y toda la gasolina y los productos tecnolgicos tienen que importarse. La economa local, si bien es relativamente productiva, depende de ese inconstante proveedor de fortuna que se llama turismo. Tal vez lo ms estable en las islas sea la dedicacin de los miembros los unos a los otros y a la edificacin del reino. Esa dedicacin es tan asombrosa como lo es la interdependencia ecolgica de las islas en las que viven. El ecosistema de las Islas Galpagos

depende de cun bien las criaturas vivientes, tanto como individuos y como especies, interacten con xito con su ambiente natural. Como gua turstico y como naturalista, Andr explica: Las Galpagos nos ensean que un ecosistema es como un ser viviente; es como un cuerpo, tiene presin, fluidos y rganos. Si una de esas partes no funciona, todo lo dems sufre. Las Islas Galpagos tambin nos ensean acerca del gran esplendor de las creaciones de Dios. Nada es autctono en las Galpagos; toda vida, plantas, animales y personas son importados. Si lo pensamos bien, explica Andr, las posibilidades de que la vida comenzara aqu en las Galpagos es increble. En primer lugar, la lava tena que descomponerse hasta el punto en que sostuviera la vida; luego tenan que desarrollarse las fuentes de agua fresca. Entonces, las semillas tenan que llegar en una condicin que les permitiese germinar, y tenan que poder polinizarse unas a otras. Despus deban llegar las criaturas, ya fuera flotando en el agua, volando o de otra forma. Especies de ambos sexos tenan que llegar al mismo tiempo, al mismo lugar y en las mismas condiciones, a fin de que pudieran reproducirse y encontrar agua y comida.

28 L i a h o n a

Hay miles de especies de animales en las Islas Galpagos. Recuerden que la masa de tierra ms cercana est a 1.000 km. de distancia. El hecho de que se reunieran todas esas condiciones es un milagro. Y sin embargo, eso es exactamente lo que el Seor, en Su infinita sabidura, hizo que sucediera. Del mismo modo que el ecosistema prospera cuando todos sus miembros trabajan en armona, los miembros de la Iglesia forman una especie de ecosistema social y espiritual. Los miembros son personas que tambin forman parte de ecosistemas llamados familias y

barrios o ramas de la Iglesia. Cada miembro tiene una funcin integral al contribuir a la salvacin y exaltacin de s mismo, de su familia y de otros miembros de la rama. Las decisiones personales, como la que Andr tom de ir a la Iglesia ese da de 1997, pueden tener un impacto perdurable. Las decisiones combinadas de los miembros para edificar el reino por medio del servicio desinteresado pueden parecer nada ms que un viejo adagio para algunos; pero para los miembros de las Islas Galpagos, esas decisiones hacen toda la diferencia en cuanto a la fortaleza de sus convicciones, el poder de la unidad y la fe en sus convenios.

G

LA RIQUEZA DE LA TIERRA

ran parte del terreno de las Islas Galpagos consiste en pedazos de adoquines de lava toscamente creados, partidos y deformados por el desgaste del viento y del agua. Otras zonas estn cubiertas de nopales o tunas, de rboles palo santo y de vegetacin color caf y gris. En las islas ms nuevas, como la colosal Isabela, da la sensacin de que se ha retrocedido a los comienzos del tiempo. Pero tambin existe una vida vibrante, especialmente en la isla Santa Cruz. All, grandes reas de mangles crecen a lo largo de la costa. A medida que el terreno se eleva al internarse en la isla hacia el norte, la zona climtica cambia a una zona templada, verde y lozana, donde se dedican mucho a la agricultura, incluso a la siembra de frutas tropicales y otros cultivos. La gente piensa que las Galpagos son slo una tierra de roca, lava y pjaros, dice el presidente de rama Daniel Calapucha. Pero como l explica, tienen la bendicin de que haya haciendas, ganado y rboles frutales.

Por el lder L. Tom PerryDel Qurum de los Doce Apstoles

Dios los bendiga con la voluntad y el deseo de ser un ejemplo al mundo y de vivir la vida recta y equilibrada que l espera que Sus hijos vivan durante su prueba mortal.

vida recta y equilibradaLA TRADICIN DE UNA

l comienzo de la inolvidable obra musical El violinista en el tejado, Tevye, el protagonista, presenta su historia diciendo: En nuestra pequea villa de Anatevka, se podra decir que cada uno de nosotros es un violinista en el tejado, tratando de tocar una agradable y sencilla meloda sin quebrarse la nuca. No es fcil. Tal vez se pregunten: por qu permanecemos aqu arriba si es tan peligroso? Lo hacemos porque Anatevka es nuestro hogar. Y cmo mantenemos el equilibrio? Eso se los puedo decir en una sola palabra: tradicin! Debido a nuestras tradiciones, hemos mantenido nuestro equilibrio durante muchos, muchos aos Debido a nuestras tradiciones,

A

cada uno sabe quin es y lo que Dios espera que haga1. Tanto yo como otros miembros mayores de la Iglesia hemos tenido el privilegio de vivir en una poca especial de la historia de la Iglesia. La era de los pioneros nos ha dado maravillosas tradiciones. Debido a que la supervivencia misma de los pioneros dependa de ello, desarrollaron un grandioso espritu de unidad. Soy la tercera generacin descendiente de una noble familia mormona pionera, pero he podido disfrutar de las bendiciones de un hogar moderno, del transporte en automvil y de una educacin universitaria. Sin embargo, mi vida no estaba tan alejada de la vida de los pioneros, y sus tradiciones sigueron practicndose en nuestra familia, nuestro barrio y nuestra comunidad. En el hogar de mi niez, era evidente que mi padre y mi madre se amaban el uno al otro y que amaban a cada uno de sus hijos. Fueron generosos al dedicar la mejor parte de sus vidas a la familia. Nuestra familia acostumbraba comer junta tres veces al da. El tipo

FOTOGRAFA ISTOCKPHOTO.

de hogar tradicional que conoc es cada vez menos comn hoy en da. A veces aoramos los viejos tiempos. Nuestras actividades sociales se centraban en el barrio o en la escuela primaria local. Los miembros del barrio venan a ver nuestra participacin en las actividades deportivas y los bailes de barrio eran para toda la familia. Las celebraciones tales como la Navidad, el da de la independencia, el da de los pioneros y la feria del condado eran actividades de la comunidad a las que asista la familia entera. Tambin tenamos tradiciones familiares, y las experiencias que tenamos a travs de esas tradiciones nos ensearon principios bsicos. Una divertida tradicin familiar que tenamos dej una perdurable impresin en nosotros. Cuando los nios cumplan un ao de edad, se los colocaba en un extremo de la habitacin y la familia se pona en el otro extremo. Del lado donde se encontraba la familia se colocaban cuatro objetos en el suelo: un bibern, un juguete, una pequea alcanca y las Escrituras. Entonces se animaba al nio a que gateara hasta donde estaban los objetos y seleccionara uno. Yo seleccion la alcanca y llegu a ser administrador financiero. Mi hermano Ted seleccion las Escrituras; durante toda su vida le gustaron mucho los libros y lleg a ser abogado. Mi hermano Bob fue el miembro ms equilibrado de la familia; l gate y se sent sobre las Escrituras, agarr la alcanca y la coloc a sus pies, se puso el bibern en la boca con una mano y con la otra sostuvo el juguete; l lleg a ser contador y vivi una vida equilibrada. Valindome de esos cuatro objetos como ejemplos, quisiera hablar sobre una vida equilibrada.Nuestro cuerpo es un templo

El bibern representa nuestra salud fsica, y las Escrituras testifican en cuanto a lo

importante que es nuestro cuerpo fsico para nuestro progreso eterno. No sabis que sois templo de Dios, y que el Espritu de Dios mora en vosotros? Si alguno profanare el templo de Dios, Dios le destruir a l, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es (1Corintios 3:1617). El Seor ha fijado elevadas normas para nosotros al decirnos que consideremos nuestro cuerpo como un templo. He tenido el privilegio de acompaar al Presidente de la Iglesia a muchas dedicaciones de templos. Antes del servicio de dedicacin, el Presidente siempre desea inspeccionar el trabajo del nuevo templo, el cual es de la ms alta calidad y est diseado de forma hermosa. Los jardines alrededor del templo son siempre los lugares ms bonitos de las comunidades en las que se construyen. Vayan y colquense frente a un templo; estudien con detenimiento la casa del Seor para ver si no los inspira a realizar algunas mejoras en el templo fsico que el Seor les ha dado para alojar su espritu eterno. El Seor ha establecido algunas normas bsicas para el trato de nuestro cuerpo fsico. La obediencia a esas normas sigue siendo un requisito para la ordenacin en el sacerdocio, para recibir una recomendacin para el templo y para tener un llamamiento en la Iglesia. Es posible que algunas veces pensemos que la gente no nos aceptar tan fcilmente debido a los elevadas normas que nos hemos fijado; an as, hay cosas que simplemente no hacemos. Tenemos la Palabra de Sabidura, la cual nos ayuda a vivir una vida ms saludable, una clase de vida que es propicia para nuestro progreso y bienestar. Tenemos normas, ideales y un modo de vida que son la envidia de gran parte del mundo. Me he dado cuenta de que si viven de la manera que deben vivir, la gente se da cuenta y admira sus creencias, y ustedes ejercen una influencia en la vida de los dems.

Tenemos la Palabra de Sabidura, la cual nos ayuda a vivir una vida ms saludable, una clase de vida que es propicia para nuestro progreso y bienestar.

Pas mi carrera profesional en el negocio de tiendas o almacenes. Debido a que integraba el equipo de la gerencia, era importante que me relacionara a nivel social con organizaciones locales de negocios. Las reuniones con la mayora de esas organizaciones siempre empezaban con la hora del cctel; era un tiempo para relacionarse y conocer a las personas que pertenecan a la organizacin. Siempre me he sentido incmodo en esas reuniones sociales. Al principio empec a pedir una gaseosa de limn, pero no tard en descubrir que esa gaseosa tiene la apariencia de las otras bebidas. No poda dar la impresin de que no beba si tena una gaseosa clara en las manos. Trat con un refresco de zarzaparrilla y tuve el mismo problema. Finalmente decid que tendra que tomar algo que claramente me distinguiera como una persona abstemia; fui y ped un vaso de leche. Al camarero nunca le haban hecho un pedido as; fue a la cocina y me trajo un vaso de leche. Ahora tena una bebida que

luca muy diferente de las bebidas alcohlicas que los dems estaban bebiendo. De pronto fui el centro de atencin; se hicieron muchos chistes a costa de mi bebida. La leche fue el tema de conversacin y esa noche conoc a ms lderes de negocios que los que jams haba conocido en una hora de cocteles. La leche se convirti en mi bebida preferida durante esas recepciones. Muy pronto lleg a saberse que yo era mormn. El respeto que recib realmente me sorprendi, as como un acontecimiento interesante que empez a ocurrir. Muy pronto otras personas empezaron a hacer lo mismo que yo con cocteles de pura leche! Atrvanse a ser diferentes; vivan a la altura de las normas que nos ensea el Evangelio. La buena salud fsica y espiritual nos ayuda a mantenernos en el sendero estrecho y angosto, dijo el lder JosephB. Wirthlin (19172008), del Qurum de los Doce Apstoles. En la Palabra de Sabidura el Seor dio Sus normas para la buena salud, unAgosto de 2011

ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR JOHN LUKE.

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principio con promesa que la ciencia mdica contina comprobando (D. y C. 89:3). Todos los mandamientos de Dios, incluso la Palabra de Sabidura, son espirituales (vase D. y C. 29:3435). Debemos nutrirnos espiritualmente, aun ms que fsicamente2. Cun agradecidos debemos estar por las enseanzas del Evangelio sobre la importancia de mantener nuestro cuerpo fsico puro y digno de alojar a nuestro espritu eterno.Los juguetes que brinda el mundo

Vivimos en un mundo interesante; el deseo de tener los juguetes que brinda el mundo parece ser irresistible. Las naciones desarrolladas se estn volviendo tan seculares en sus creencias y acciones, que afirman que un ser humano tiene autonoma total. Creen que no tenemos que responder ante nadie ni nada, excepto ante nosotros mismos y, a un grado limitado, ante la sociedad en la que vivimos. En las Escrituras se nos advierte: No buscan

al Seor para establecer su justicia, antes todo hombre anda por su propio camino, y en pos de la imagen de su propio dios, cuya imagen es a semejanza del mundo y cuya substancia es la de un dolo que se envejece y perecer en Babilonia, s, Babilonia la grande que caer (D. y C. 1:16). Las sociedades en las que se arraiga este estilo de vida secular tienen que pagar un gran precio espiritual y moral. La bsqueda de lo que suelen llamarse libertades individuales sin tener en cuenta las leyes que el Seor ha establecido para gobernar a Sus hijos en la tierra dar como resultado la maldicin de lo mundano y el egosmo en sumo grado, la decadencia de la moral pblica y privada, y la falta de respeto por la autoridad. En medio del bullicio del mundo secular, con su segura incertidumbre, debe haber lugares en los queLa mortalidad es el perodo en el cual se debe aprender primero todo lo referente a Dios y el Evangelio, y realizar las ordenanzas.IZQUIERDA: ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR FRANK HELMRICH; DERECHA: ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR JOHN LUKE.

Con esa noble cualidad de la confianza viene la reputacin de una persona que es honrada y que posee integridad. sos son los rasgos del carcter que asegurarn una carrera larga y de xito.

se halle refugio espiritual, renovacin, esperanza y paz. En comparacin a este estilo de vida secular, el presidente SpencerW. Kimball (1895 1985) nos ense la importancia de buscar conocimiento de Dios: En la secuencia correcta viene primero el conocimiento de Dios y Su programa, que es el camino a la vida eterna; segundo, viene el conocimiento de las cosas seculares, que tambin es muy importante Pedro y Juan posean poco conocimiento en cuanto a cosas seculares y se les denomin ignorantes; pero conocan las verdades trascendentales de la vida: que Dios vive y que el Seor crucificado y resucitado es el Hijo de Dios. Conocan el sendero que conduce a la vida eterna. Todo esto lo aprendieron en unas pocas dcadas de su vida mortal. Sus vidas rectas abrieron la puerta para alcanzar la condicin de dioses y crear mundos con progenie eterna, para lo cual necesitaran, con el tiempo, un conocimiento total de las ciencias. Pero mientras

que Pedro y Juan slo tenan dcadas para aprender y hacer lo espiritual, han tenido aproximadamente diecinueve siglos para aprender lo secular, o sea, la geologa de la tierra, la zoologa y fisiologa, y la psicologa de las criaturas de la tierra. La mortalidad es el perodo en el cual se debe aprender primero todo lo referente a Dios y el Evangelio, y realizar las ordenanzas; slo despus de que nuestros pies estn firmemente asentados en el camino a la vida eterna podemos aprender ms acerca de las cosas seculares El conocimiento secular, no obstante su importancia, no puede salvar un alma ni abrir el reino celestial, ni crear un mundo, ni convertir a un hombre en un dios; pero s puede ser de gran ayuda para aqul que, habiendo dado prioridad a lo ms importante, ha encontrado el camino a la vida eterna y puede utilizar todo conocimiento para servirle de herramienta y de siervo3. Procuren las cosas de Dios, donde les esperan recompensas eternas.Agosto de 2011

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La experiencia personal y sincera con las Escrituras produce fe, esperanza y soluciones a nuestros desafos cotidianos.

El Salvador nos ense esta leccin, segn se encuentra registrado en Lucas 14: Porque, quin de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, para ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que despus que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de l, diciendo: Este hombre comenz a edificar y no pudo acabar (Lucas 14:2830). A medida que se preparan para el futuro, deben asegurarse de que lo que estn contribuyendo a esta experiencia mortal los capacitar para terminar victoriosos y obtener su recompensa eterna. Nuestro mundo de hoy se vuelve cada vez ms rpido y complejo. Siempre hay oportunidades para que las personas acten de forma desenfrenada y sin escrpulos. A muchas personas les gusta participar de actividades que producen ganancias rpidas y con frecuencia se aprovechan de otras36 L i a h o n a

Confiemos en el buen carcter

personas que tratan de actuar de acuerdo con las reglas establecidas por las buenas prcticas. Este mundo veloz ha aumentado la tentacin de que la gente viva segn sus propias reglas. No obstante, siempre debemos responder a la ley de la cosecha. porque lo que sembris, eso mismo cosecharis. Por tanto, si sembris lo bueno, tambin cosecharis lo bueno para vuestra recompensa (D. y C. 6:33). sa es una ley que nunca se revocar. El carcter de un hombre es la realidad de s mismo; su reputacin es la opinin que los dems tienen de l. El carcter est en l; la reputacin proviene de otras personas; [el carcter] es la substancia, [la reputacin] es la sombra4. Un buen carcter es algo que deben forjarse por ustedes mismos, no lo pueden heredar de los padres, no se puede crear al tener ventajas extraordinarias. No es un don que viene de nacimiento, por riquezas, talento ni clase social; es el resultado de su propio empeo, es la recompensa que proviene de vivir

ILUSTRACIN FOTOGRFICA POR CHRISTINA SMITH.

buenos principios y de manifestar una vida virtuosa y honorable. Con esa noble cualidad de la confianza viene la reputacin de una persona que es honrada y que posee integridad. sos son los rasgos del carcter que asegurarn una carrera larga y de xito. Lo ms valioso que pueden acumular es la reputacin de ser una persona de confianza.El estudio diario de las Escrituras

Al escribir sobre lo que pensaba de las Escrituras, Nefi dijo: sobre stas escribo las cosas de mi alma, y muchas de las Escrituras que estn grabadas sobre las planchas de bronce. Porque mi alma se deleita en las Escrituras, y mi corazn las medita, y las escribo para la instruccin y el beneficio de mis hijos (2Nefi 4:15). Encontramos una riqueza de conviccin y conocimiento en nuestras Escrituras: la Biblia, el Libro de Mormn, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio. A lo largo de cada una de ellas encontramos hebras de inspiracin que reconoceremos fcilmente durante nuestro estudio. En las Escrituras se ensea que Jesucristo es el Hijo de Dios. l vive y es nuestro Redentor y Salvador. Para seguirlo y demostrar nuestro amor por l debemos recordarlo y guardar humildemente Sus mandamientos. Por medio de Su expiacin podemos arrepentirnos y ser purificados. Somos Su pueblo del convenio y siempre debemos guardar los convenios que hemos hecho. Debemos tener fe, arrepentirnos, ser bautizados, recibir el Espritu Santo y perseverar hasta el fin. La experiencia personal y sincera con las Escrituras produce fe, esperanza y soluciones a nuestros desafos cotidianos. El leer, meditar y aplicar las lecciones de las Escrituras con frecuencia, junto con la oracin, se convierte en una parte irremplazable de obtener

y mantener un testimonio fuerte y vibrante. El presidente Kimball nos record la importancia de la lectura constante de las Escrituras cuando dijo: Me doy cuenta de que cuando tomo a la ligera mi relacin con la divinidad y cuando me parece que no hay voz divina que me hable, es porque yo estoy lejos, muy lejos. Si me sumerjo en las Escrituras, la distancia se acorta y vuelve la espiritualidad5. Hagan que el estudiar las Escrituras sea un hbito diario.Un ejemplo ante el mundo

Mi generacin est pereciendo a un ritmo acelerado y estamos dispuestos a transferir la antorcha a una generacin nueva y mejor preparada de Santos de los ltimos Das. Esperamos que: 1. Mantengan sus maravillosos cuerpos fsicos puros y santos como templos de Dios. 2. Den preeminencia al aprendizaje espiritual y al conocimiento de Dios. 3. Sean una generacin en la que se pueda confiar y utilicen el fundamento de las verdades eternas del Evangelio para establecer normas y valores. 4. Procuren aprender de las verdades eternas que se encuentran en las Santas Escrituras. Dios los bendiga con la voluntad y el deseo de ser un ejemplo ante el mundo y de vivir la vida recta y equilibrada que l espera que Sus hijos vivan durante su prueba mortal. De un discurso pronunciado el 15 de enero de 2010 en la Universidad Utah Valley.NOTAS

1. Joseph Stein, Jerry Bock, Sheldon Harnick, El violinista en el tejado, 1964, pgs. 23. 2. Vase Joseph B. Wirthlin, El sendero estrecho y angosto, Liahona, enero de 1991, pg. 73. 3. Vase Spencer W. Kimball, Joven, formas parte de una generacin selecta, Liahona, junio de 1982, pgs. 4748. 4. Henry Ward Beecher, en Tryon Edwards, comp., The New Dictionary of Thoughts, 1944, pg. 67. 5. Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, pg. 75.

V O C E S D E L O S S A N T O S D E L O S LT I M O S D A S

HAZ INVISIBLE NUESTRA CASA

A

l final de la Segunda Guerra Mundial, cuando yo tena 19 aos, las tropas enemigas ocuparon el pueblo donde vivamos en Europa. Una tarde, mientras mis padres y yo estbamos sentados a la mesa, omos un gran estruendo. Descorrimos las gruesas cortinas que colgbamos para que los bombarderos no pudieran

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ILUSTRACIONES POR BJORN THORKELSON.

detectar nuestra casa durante la noche, y vimos que las tropas enemigas entraban en el pueblo con sus motocicletas, camiones y tanques desde dos direcciones diferentes. Yo estaba aterrorizada. Mi padre, siempre un hombre de fe, dijo simplemente: No se asusten. Ante lo que estaba sucediendo a las puertas de nuestra casa, aqulla fue una frase fuera de lo normal. Todos sabamos que los soldados terminaran por invadir el vecindario para saquear las casas. Mi padre nos sugiri que nos arrodillramos al lado del sof y rogramos a nuestro Padre Celestial que nos protegiera. l or: Padre Celestial, por favor, ciega a esos soldados. Haz invisible nuestra casa para que no la vean. Despus de que l or, or mi madre y luego yo. Entonces regresamos a la mesa y miramos cautelosamente por la ventana. Vimos a los soldados irrumpir en cada casa de nuestra calle. La nuestra era la ltima. Se acercaron a nuestra casa pero pasaron de largo en direccin a la calle siguiente. Los observamos entrar en cada casa que alcanzbamos a ver desde nuestra ventana. Despus de dos horas de invasin, alguien dio un fuerte silbido y los soldados volvieron a sus vehculos. Cuando comenzaron a irse lentamente, nos sentimos enormemente aliviados y nos arrodillamos de nuevo para dar gracias a nuestro Padre Celestial por Su bondad y proteccin.Descorrimos las gruesas cortinas y vimos las tropas enemigas que entraban en el pueblo desde dos direcciones diferentes. Yo estaba aterrorizada.

Al da siguiente, supe por una amiga muy consternada que los soldados haban hecho cosas terribles en todas las casas. Cuando le dije que no haban entrado en la nuestra, qued asombradsima. Me dijo que los haba visto dirigirse en nuestra direccin y que no saba de ninguna casa de nuestro sector en la que no hubiesen entrado. Nuestra casa fue la nica que los soldados dejaron en paz. S que nuestro Padre Celestial escucha nuestras splicas y las contesta. A veces parecera que nunca recibimos una respuesta y deseamos que nos conteste ms rpido, pero s que hace sesenta y cinco aos, en nuestro hogar, l nos respondi al instante. Alice W. Flade, Utah, EE. UU.

A

ECHABA DE MENOS EL ESPRITU

los 16 aos de edad, particip en un programa internacional de intercambio de estudiantes. Viaj de mi hogar en Ucrania a un pequeo pueblo de Arizona, EE. UU., donde me aloj con una familia Santo de los ltimos Das durante un ao. Nunca antes haba odo hablar de los Santos de los ltimos Das. El programa de intercambio no permita que la familia me predicara ni que los misioneros me visitaran; pero yo decid ir a las reuniones con la familia y participar en todas las actividades de la Iglesia. Senta el Espritu con aquella familia y senta mucho amor en la capilla. En aquel entonces no saba que lo

que senta era e