libertad estética libertad práctica
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Libertad estética y libertad práctica *La Crítica del discernimiento y su incidenciaen el concepto kantiano de «libertad moral»
A8TRID WAGNERUniversidad Técnica de Berlín
REsUMEN. El problema de cómo concebircoherentemente la libertad está profundamente enraizado en las obras críticas deKant y relaciona estrechamente entre sí laepistemología, la ética y la estética, así como la interpretación teleológica de la naturaleza. Este artículo ofrece un bosquejo delas diferentes concepciones de la libertaddesarrolladas por Kant y las investiga a laluz de cómo llegar a pensar la relación entrelibertad y legalidad (legalidad en sentidoamplio). Una vez perfilados los conceptosde libertad trascendental, libertad psicológica, voluntad libre, libertad moral y, lo quees lo mismo para Kant, libertad práctica enel sentido de la autonomía de un ser razonable, el significado de libertad estética se analiza de una manera más detallada. En estecontexto, una investigación sobre tres diferentes funciones de la imaginación revela laimportancia de una libertad de la imaginación para cada tipo de simbolización, asícomosuprofundaconexióncon nuestra práctica y comprensión de los signos en su conjunto. En tanto que en una actitud estéticapuede llegar a quedar descartada, en ciertomodo, la perspectiva del juicio empírico ylógico, y que en la percepción prevalecenprocesos estructurales no-proposicionales,la libertad estética sienta las bases de nuevasperspectivas, nuevas relaciones entre conceptos y nuevas vías de comprensión. Esta
ABSTRACT. The problem of how libertycan coherently be conceived is deeplyanchored in Kant' s critical works andstrictly relates with each other epistemology, ethics, aestheticsand the teleologicalinterpretation of nature. This artiele givesan out1ine of the different conceptions ofliberty developed by Kant and investigatesthem in the light of how to think the relation between liberty and legality (legalityis taken in a broad sense). Having sketched the concepts of transcendentalliberty, psychological liberty, freewill,moral liberty and, which is the same forKant, practical freedom in the sense of theautonomy of a reasonable being, the signi"ficance of aesthetic freedom is analysed ina more detailed way. In this context, aninvestigation of three different functionsof imagination reveals the importance ofimaginative freedom for each type of sym"bolisation and its deep connection withour practice of the use and understandingof signs as a whole. In so far as, in an aesthetic attitude, the perspective of the em"pirical and logical judgement can bedismissed to a certain extent and non-propositional constructional processes prevailwithin the perception, the aesthetic freedom lays the foundation for new perspectives, new relations between concepts andnew ways of understanding. This aesthetic
* Título original: iisthetische und praktische Freiheit. traducido al castellano por María G. Navarro. Quedoagradecida a la autora y a Roberto R. Aramayo por sus valiosos comentarios e indicaciones.
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libertad estética requiere de una aperturaque podría entenderse desde una relacióncon el concepto ético de tolerancia.
La problemática de la libertad es el temamás hondamente enraizado dentro delpensamiento kantiano. Atraviesa sobre todo las tres Críticas como un hilo rojo quevincula entre sí a la teoría del conocimiento, la ética, la estética y la contemplaciónteleológica de la naturaleza. Conforme aello, la elaboración kantiana del conceptoes polifacética y su análisis admite unagama de aspectos muy diferentes. Así,cabe distinguir el discurso sobre la voluntad libre, la libertad de acción, o la libertadética y práctica, del relativo a la libertadpsicológica y estética, a la libertad de laimaginación, a la libertad como causalidady, no en último lugar, a la libertad en sentido trascendental. La relación estructuraly la coherencia interna de ésta se nosmuestra a primera vista disparatadamentecontigua al concepto de libertad que aparece tan pronto como se la considera bajoel cuestionamiento previo de cómo cabepensar la relación entre libertad y legalidad. Esta pregunta constituye también elhilo conductor de las consideraciones quesiguen.
En la primera parte del escrito sereconstruirán cuatro planteamientos dediferente orden en lo que hace a la relación entre legalidad y libertad, esbozándose sucintamente los conceptos de libertadvinculados con ello. En la segunda partedel escrito se entresacarán dos conceptosde libertad del listado así obtenido, la libertad estética y la práctica, indagandocon más precisión su conexión. De estemodo se fijará la atención no sobre lo que,en verdad, se ha juzgado como un vínculoevidente entre la ética kantiana y la estética, sino que nos centraremos en unaspecto que la literatura secundaria no hatratado de un modo sistemático hasta el
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freedom requires an openness which canbe set into a relation with the ethical concept of tolerance.
momento: el angosto engranaje entre libertad estética y tolerancia.
l. La tercera antinomia y el problemade la libertad trascendental
Según la propia estimación de Kant, elproblema de la libertad trascendental o,mejor dicho, el conflicto entre la necesidad en la naturaleza y la libertad constituye el punto de partida sistemático de suobra crítica junto con las otras tres antinomias de la razón pura: «El punto del quehe partido no ha sido el examen de la existencia de Dios, la inmortalidad, etc., sinola antinomia de la razón pura: "El mundotiene un comienzo" frente a "no tiene ningún comienzo", etc., hasta la cuarta: "haylibertad en los hombres" frente a "no haylibertad alguna, sino que todo es en élnecesidad natural"; esto fue lo que medespertó en primer lugar del sueño dogmático y que puso en marcha la Crítica de larazón pura, para suprimir el escándalo delas aparentes contradicciones de la razónconsigo misma» 1•
En la tercera antinomia se encuentra laformulación más general del problema dela libertad, que consiste en conciliar laidea de una espontaneidad absoluta con lacausalidad sin excepción de los procesosnaturales, la cual garantiza la unidad y elorOden de nuestra experiencia del mundo.Espontaneidad que se define a través de laposibilidad de ocasionar sucesiones causales con entera independencia y dar lugaral comienzo de un proceso o acontecerque Kant denominó con el término de«libertad trascendental». El carácter forzoso de asumir la libertad trascendental seestablecerá en la exposición de la antinomia a través de dos modos diferentes: en
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primer lugar, sin ella la serie de causas noestaría nunca completa y, en segundolugar, la idea de que la autoría y laresponsabilidad en las acciones humanasse convertiría en un sinsentido. Autoríaque, no obstante, se supone tanto en nuestro trato con otras personas como con res"pecto a nuestras propias acciones. Elsegundo de ambos razonamientos contiene, de hecho, una especificación del concepto trascendental de libertad y conduceal denso problema de la voluntad libredeslindado de la libertad psicológica.
El concepto de libertad psicológica seadecua muy bien al que hoy día, en el usocoloquial, se entiende con frecuencia bajo«libertad»: es decir, la representación deque podemos adoptar nuestras decisionesy acciones conforme a nuestros propiosintereses y predilecciones. En cambio, conrespecto a esto, Kant habla de libertad únicamente en un sentido muy restringido. Ensu terminología, «libertad psicológica»designa, exclusivamente, la circunstanciade que la acción de los individuos no queda determinada por una imposición externa, sino mediante causas y representaciones internas. Así pues, la libertadpsicológica estriba en una forma de causalidad interior que, al fin y al cabo, en tantoque las acciones no se vean determinadaspor motivos racionales, sino por causaspsicológicas, persiste un mecanicismo,una concatenación necesaria de apariciónde los fenómenos en el tiempo. Solamentesi la decisión humana queda sujeta a argumentos y principios racionales, habla Kantde la libertad en un sentido estricto, y adecir verdad de la libertad de la voluntad yde la libertad moral. Ésta añade un complemento positivo a la libertad trascenden"tal que, en un principio, es calificada demeramente negativa por no someterse aninguna ley natural universal y poder sustraerse al mecanismo de la naturalezaexterior e interior.
Esta antinomia de la razón pura nosconduce hacia tres formas diferentes de
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libertad: libertad trascendental, libertadpsicológica, libertad de la voluntad. Sepodría pensar ahora que con la solución dela antinomia, con la distinción del doblepunto de vista, según el cual cada accióncon respecto a su «carácter empírico» estácausalmente determinada, pero en relacióncon su «carácter inteligible» puede serconsiderada como libre, por lo que quedaría también eliminado el problema de lalibertad. Éste no es, sin embargo, el caso.Por el contrario, el problema se presentabajo una nueva forma, tal y como mues"tran los escritos morales de Kant.
2. Libertad moral y autonomía
En las antinomias se nos había mostradola dificultad teórica de pensar conjuntamente, por una parte, una conexión causalsin excepciones en la naturaleza, junto a laposibilidad de originar espontáneamentecadenas causales, dando esto lugar al problema práctico de la relación entre determinación y libertad en las acciones humanas. La relevancia de la posibilidad depoder pensar una libertad carente de contradicción se había mostrado como implícita en el propio pensamiento porque, delo contrario, no podríamos efectuar ninguna atribución sobre las acciones. El problema práctico de la libertad queda prefi"jado en el plano teórico.
En su faceta práctica, el problema consiste esencialmente en que la idea de res"ponsabilidad y obligatoriedad del obrarhumano sólo cobra sentido si, y sólo si, sepresupone la posibilidad de accioneslibres. De lo contrario, amenazaría el peligro del fatalismo como consecuenciasubjetiva de reconocer que todo aconteci"miento es determinable naturalmente. Estaformulación general no puede decirse quesea originaria de la filosofía kantiana, sinoque ha sido un tema de continua reflexiónfilosófica desde la antigüedad hasta lamodernidad. Genuinamente kantiana es,sin duda alguna, la estratificación de la
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problemática como trasfondo del planteamiento de su filosofía trascendental. Conello se recalcarán tres aspectos de la libertad práctica desde una perspectiva hipo"tética: 1. Si debe haber moralidad y responsabilidad, entonces ha de suponerseque la acción humana no se ve inevitable"mente determinada por causas externas.2. Además también habría que garantizarla posibilidad de una libertad interna yexcluir un determinismo psicológico. 3.Estos conceptos negativos de libertad sedebieran precisar con un concepto positivode libertad como autonomía, como autodeterminación de la voluntad. En contraposición a lo anterior, cualquier tipo de deter"minación causal, ya se deba a causas ycoacciones externas o a sentimientos,inclinaciones e intereses individuales,sería por el contrario un caso de heteronomía.
Por lo dicho, según Kant, la autodeterminación sólo puede llegar a ser pensadacomo libre supeditación de la voluntad auna ley dada a sí misma, bajo el principioformal del imperativo categórico, por me"dio del cual ha de comprobarse la ausenciade contradicción en las máximas subjeti"vas bajo la condición de una universalidadestricta. Sólo esto garantiza la conformidad de las máximas para la acción bajocriterios generales de racionalidad y, conello, la exclusión de los motivos privadosy los impulsos sensibles. De este modo, lalibertad de la voluntad, la autonomía y laracionalidad quedan estrechamente entrelazadas. Esta libertad, cuya realidad objetiva para la filosofía teorética tiene quepermanecer siempre como problemática,se manifiesta, a este respecto práctico,como una suposición necesaria de todaacción moral y racional. «Todo ser que nopuede obrar sino bajo la idea de libertades, por eso mismo, realmente libre, estoes, valen para él todas las leyes que sehallan indisolublemente vinculadas con lalibertad, como si su voluntad también fuese dada por libre en sí misma y fuese váli-
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da en la filosofía teórica» 2. Por consiguiente, la libertad es para los seres humanos dotados de razón y al mismo tiempode sensibilidad una idea regulativa necesaria. Esta libertad tan cercana, por de pronto, únicamente a través de la representación de su idea, se realiza en el acto de ladeterminación racional de la voluntad eindependientemente del efecto que resultede su acción. «El ser humano actúa conforme a la idea de una libertad como sifuese él libre, y eo ipso es libre» 3.
Con ello, desde una perspectiva práctica, la relación entre libertad y legalidad sehace patente de una doble manera: por unaparte, la libertad práctica consiste, al igualque la libertad teórica, en omitir de unamanera ex negativo la determinación causal que domina nuestra experiencia de larealidad en su conjunto. De otro lado, lalibertad práctica no puede confundirse conla anarquía o la arbitrariedad. Antes bien,la libertad práctica exige que la voluntadse ajuste a la lógica y coherente legalidadde la racionalidad humana. El mismo Kantrecalca que esto parece conducir a un círculo vicioso: «Nos consideramos comolibres en el orden de las causas eficientes,para pensarnos bajo leyes morales en elorden de los fines, y luego nos pensamoscomo sometidos a esas leyes, porque noshemos atribuido la libertad de la voluntad» 4. La disolución de este presunto cír"culo vicioso, análogamente a la resoluciónde la antinomia, tiene lugar a través de ladistinción de dos puntos de vista sobre laautorreflexión acerca de la condiciónhumana: por una parte, cada ser humanoexiste en tanto fenómeno, es decir, en tanto ente que se halla bajo la ley de la naturaleza, en virtud de la cual cada acción esdefinida por medio de una acción precedente (heteronomía); pero, por otra parte,existe como ser nouménico y racional,cuyas decisiones libres se basan en motivos y principios racionales (autonomía).Al cobrar consciencia de que, como serhumano, concita necesariamente ambos
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puntos de vista, se piensa entonces comosujeto a deberes. En el acto de la decisiónmoral autónoma se unifican el deber y elquerer.
3. La vinculación entre legalidady libertad en el juicio reflexivo
Hemos visto cómo la perspectiva de la heteronomía y de la autonomía Se aúna en larepresentación del deber y cómo el conflicto entre legalidad y libertad quedaprácticamente suspendido en el acto de laacción moral. Se plantea, sin embargo, lapregunta de si, a la vista del así precisadoconcepto de libertad práctica, los ámbitosheterogéneos de la ley natural y la libertadno podrían aunarse en una perspectiva quecontuviera componentes epistemológicos,así como normativos. Precisamente eso eslo que sucede según Kant, de un lado, enla concepción teleológica de la naturalezay, de otro, en la experiencia estética.
Atendiendo a las consideraciones deKant sobre la teleología, Roberto R. Aramayo subraya este punto de vista en elprólogo a su nueva edición castellana de laCrítica del discernimiento, donde muestrael significado del discernimiento teleológi~
co para conciliar los principios heterogéneos de la conformidad a la ley natural yla libertad, de la heteronomía en el mecanismo de la naturaleza y la autonomía enlas decisiones finalísticas de los seresracionales 5. Teniendo como referentes aJ. G. Caffarena y J. H. Zammito, Aramayodilucida lo que se podría entender bajo el«giro ético» de la tercera Crítica kantianay cumplimenta esta reflexión merced auna concepción de la comprensión teleológica de la naturaleza como principio heurístico o como idea regulativa 6. Enmarcándola en esta interpretación, la funciónmediadora del discernimiento teleológico,respecto a los dos incongruentes ámbitosde la legalidad natural y la libertad, puedebosquejarse del modo siguiente: la repre~
sentación de la posibilidad del efecto de
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una decisión libre en el mundo natural (deuna causalidad a través de la libertad) setoma más comprensible al colocar bajo losobjetos naturales a la idea de finalidad yhacer que las leyes de la libertad se proyecten sobre el ámbito de la ley naturalcon un ingenio heurístico. Por tanto, elrendimiento del discernimiento teleológico consiste sobre todo en posibilitary facilitar una perspectiva complementariasobre el mundo natural, perspectiva quetiende un puente entre una pura captacióncausal del mundo sensible y una captaciónracional del mundo inteligible, entre elpapel de las causas y el papel de los motivos en las acciones libres. En laFundamentación para una metafísica delas costumbres Kant ya había explicitadoque se trata de una perspectiva heurística:«La teleología examina la naturalezacomo un reino de los fines y la moral considera un posible reino de los fines encuanto reino de la naturaleza. Allí el reinode los fines es una idea teórica para explicar lo que hay. Aquí es una idea prácticapara lo que no es, pero puede verificarserealmente gracias a nuestro hacer o dejarde hacer y justamente conforme a estaidea» 7. El amalgamiento del concepto delibertad con el concepto de finalidad en lacontemplación teleológica de la naturalezadeja claro que la idea de libertad no sólose considera en un sentido práctico comoun presupuesto necesario para la moralidad y el obrar racional en general, sinoque en un sentido teórico también repre~
senta un presupuesto para una interpretación aclaratoria y una explicación de losfenómenos dados, interpretación quesobrepasa la mera indicación de las relaciones de causalidad. Esta perspectivaheurística encuentra una prueba de su relevancia mediante su potencial explicativode todo cuanto atañe a las formas organizadas de la naturaleza animada e inclusode la inanimada.
En el tratamiento crítico kantianosobre el problema de la relación entre
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libertad y legalidad seguido hasta aquí sepuede distinguir tres estadios de desarrolloque conllevan a su vez una modificacióndel concepto de libertad y un cambio deperspectiva (epistemológica, prácticomoral, heurístico-teleológica). Queda aún,en efecto, una cuarta perspectiva en la quees central la relación entre libertad y legalidad: la experiencia estética.
4. Juicio estético y juicio lógico
Kant desarrolla sus reflexiones sobre eljuicio estético a partir de la pregunta sobrela validez de los juicios estéticos. En elcurso de tales reflexiones emergen tres criterios que permiten demarcar el juicioestético: 1. La ausencia de interés en eljuicio estético a diferencia de lo que ocurre en el juicio práctico y el juicio sobre loagradable. 2. La consideración sobre elsujeto que juzga estéticamente y sobre suestado interior como fundamento de determinación (no a un objeto como en el juiciológico). 3. La inusitada exigencia de unavalidez universal subjetiva, la cual diferencia, por un lado, al juicio estético deljuicio sobre lo agradable, cuya pretensiónde validez queda limitada debido a laimportante restricción radicada en la persona que juzga y, por el otro, la diferenciadel juicio epistemológico que conduce a laexigencia de una validez objetiva y universal.
Si bien la validez del juicio puramenteestético aspira a una forma de universalidad, la pretensión de esta validez no selegitima mediante una regla para subsumirconceptualmente, sino sólo de manera exnegativo, puesto que -considerado porentero desde la perspectiva interna de lapersona que juzga~ no cabe constatar desuyo motivos «privados» que aporten unfundamento a su sentimiento de placer odisplacer. Además no se juzga el objeto enla medida en que afecta a cualesquierafines objetivos o subjetivos, sino conformea la finalidad subjetiva del juego de las
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capacidades representativas en combinación cOn él. En definitiva, Kant presenta aljuicio estético en conformidad con unanecesidad subjetiva. Ésta subyace a lacondición de prescindir en los juicios detoda clase de fines, inclinaciones e intereses imaginables y, en este sentido, de sentirse totalmente libre. Sólo la conscienciade una complacencia independiente deintereses personales debe vincularse, en eljuicio estético, con la necesidad y la universalidad. Así como en la práctica unaacción que tiene lugar bajo la idea delibertad puede realizar también dichalibertad, el encaje del juicio estético bajola idea de un «voto universal» legitima,desde la perspectiva del sujeto, la creenciaen una pretensión de universalidad y necesidad del juicio 8.
Recapitulemos sucintamente las cuatrocaracterísticas del juicio del gusto: unacomplacencia que no se funda en el interés; una universalidad que no estriba enconceptos; una finalidad subjetiva sin referencia a un fin; y, por último, una necesidad subjetiva bajo la idea de libertad.Estas características resultan de la esquemática aplicación de la tabla de los juiciosy describen al juicio del gusto conforme alas funciones lógicas del entendimiento aljuzgar. La indagación kantiana del juiciose comete, por tanto, bajo los puntos devista formales de cantidad, cualidad, relación y modalidad. Pero en todos ellos sesustrae sistemáticamente a una clara coordinación con los aspectos formales presentados en la tabla de los juicios. Ello seexplica por la sencilla circunstancia de queen el juicio estético no se lleva a cabo ninguna aprehensión conceptual cuya estructura formal pueda examinarse bajo el criterio de las funciones lógicas delentendimiento. En relación con el juicioestético, el esquema del análisis lógico deljuicio se nos muestra como algo inadecuado e infringe, una y otra vez, la prueba desu aplicación 9. Sin embargo, este punto deruptura sirve de hecho como indicador
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para llegar a entender la propia «lógica» yla libertad del juicio estético al examinarlas condiciones del placer estético. De estamanera se abandona la perspectiva lógicade los juicios y se descubre una miradasobre la experiencia estética y el estadointerior de una persona. Este estado de laexperiencia estética es descrito por Kantcomo un juego libre de la imaginación y elentendimiento. Esta «relación meramentesusceptible de ser sentida» 10 de las facultades cognoscitivas (y para nada un subsumir bajo conceptos) sería la base del enjuiciamiento estético, una formulación cuyosignificado sólo se nos muestra al considerar las diferentes funciones del discernimiento.
5. Discernimiento determinantey discernimiento reflexionante
El discernimiento en general es definidopor Kant como «la capacidad de subsumirbajo reglas» 11 y «pensar lo particularcomo contenido bajo lo universal» 12. Él esun «talento especial», una capacidad individual, y en tanto en cuanto instancia decisoria sobre la aplicación de reglas dichotalento no puede ser enseñado por mediode cualesquiera reglas o prescripciones dela consabida lógica general, sino tan sóloser ejercitado según el caso. En consecuencia y en el sentido ya indicado, suactividad no es demostrable lógica o conceptualmente.
Kant distingue entre discernimientodeterminante y discernimiento reflexionante. El discernimiento determinante esrequerido cuando algo es llevado bajoconceptos, con lo cual un concepto se vedeterminado gracias a una representaciónempírica dada. El conocimiento del correspondiente concepto y de sus marcasdistintivas es algo que se presupone en esaoperación. Sólo se necesita subsumir correctamente, es decir, aplicar el conceptoadecuadamente y conforme a la regla ade-
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cuada. En cambio, se llama discernimientoreflexionante a la capacidad de dar ejemplarmente con una regla para un casodado, es decir, «sobre una representacióndada, al efecto de reflexionar merced a unconcepto posible según cierto principio» 13. Para ello se requiere de la habilidad para captar regularidades y legalidades implícitas en lo individual y particularsin conocimiento explícito de las correspondientes leyes o reglas conceptuales.Son precisamente tales reglas generaleslas que se buscan en la reflexión 14.
Subsumir conceptualmente no es otracosa que la aplicación de un concepto conforme a reglas. Hay que tener presente, sinembargo, que la aplicación de conceptosempíricos siempre se ve precedida por unaorganización categorial. Ésta descansasobre las funciones de los conceptos purosdel entendimiento y de los correspondientes principios del entendimiento puro.Estas reglas fundamentales del entendimiento presiden en la comprensión kantiana todo conocimiento empírico. Dichasreglas nos son conocidas, pero han dejadode estar inmediatamente presentes, almenos lo están no del modo en que se lespresta atención en el juicio epistemológico. Sólo se exploran desde una perspectivareflexivo-trascendental.
Una vez presupuesto semejante subsumir en el juicio estético, debería de poderpracticarse también la aplicación del concepto de «10 bello» a una regla correlativay especificarse un criterio para la belleza.Con todo, el predicado «es bello» no es detal índole que la regla deje demostrar suaplicación mediante la pormenorizaciónde sus características conceptuales especí"fica. El discurso kantiano acerca de un«subsumir bajo una mera proporción sensible» señala esta inusitada relación entrela proposición «esto es bello» y el estadode ánimo estético. Pues, según Kant, no selleva a cabo en el juicio, sino en este estado conforme al «enjuiciamiento del objeto» 15 y, a decir verdad, no en el sentido de
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la aplicación de una regla conceptual, deun subsumir de lo particular bajo lo universal, de la intuición bajo el concepto,sino bajo la forma de un libre juego concertante de las capacidades cognoscitivas,10 cual puede también considerarse, ensentido estricto, como presupuesto para laenjuiciabilidad de objetos en general ypara la posibilidad de un subsumir conceptualmente. Desde un punto de vista epistemológico el estado de la experiencia estética es primordial con respecto a lagramática del juicio. La experiencia estéti~
ca no es proposicional y no está ligada a laforma gramatical del juicio. Más biensucede lo contrario, ella se sustrae a unadecuado registro lingüístico. No obstante,Kant insiste sobre el carácter comunicablede la experiencia estética, así como en surelevancia cognitiva. Todo lo cual resultará comprensible si dirigimos una miradahacia las actividades cognoscitivas en laexperiencia estética, hacia el tantas vecescitado «libre juego de la imaginación y elentendimiento».
6. Las funciones de la imaginacióny la libertad estética
Lo que ha de comprenderse bajo el librejuego de la imaginación y el entendimiento se deja ilustrar adecuadamente en elrecurso a la concepción kantiana de laidea estética. Por idea estética entiendeKant «aquella representación de la imaginación que ofrece ocasión para pensarmucho, sin que, sin embargo, pueda serleadecuada ningún pensamiento determinado, esto es, un concepto; que, en consecuencia, ni alcanza ni puede hacer plenamente comprensible ningún lenguaje» 16.
Ella es una representación conceptualmente inadecuada de aprehender, unarepresentación subjetiva e intuitivamentesensible, un pendant de la idea de larazón, para la que, en tanto conceptomeramente conceptual, no puede darse
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ninguna representación adecuada en laintuición. Por 10 tanto, las ideas estéticasson «representaciones de la imaginación».Sin duda, «Vorstellung» puede tenermuchos significados en la terminologíakantiana: representación, percepción, sensación, conocimiento, intuición o inclusoconcepto. Conviene también examinar lasdiferentes funciones de la imaginación,para averiguar de qué representación setrata. Para nuestros fines baste con diferenciar aquí grosso modo tres clases deimaginación, cada una de las cuales seríasusceptible de una mayor especificación.
1. La imaginación pura a priori: subásica función sintética y trascendentalsubyace a la generación de esquemas temporales por medio de la aplicación de lascategorías a la condición más universal dela sensibilidad, la forma del tiempo. Losesquemas de las categorías no pueden serllevados ellos mismos a una imagen. En elmismo sentido en que los esquemas de losconceptos puramente sensibles posibilitanimágenes. Los esquemas pueden comprenderse como métodos de constitución deunidades en la sensibilidad, en tanto que«representación de un proceder universalde la imaginación, cual es el de procurar aun concepto su imagen» 17.
2. La imaginación productiva yreproductiva: ella posibilita el enlace entrelas representaciones conforme a reglas delentendimiento, es decir, con arreglo también a las categorías, y la producción deimágenes. Los productos de semejante sín"tesis son calificados por Kant como unefecto del entendimiento sobre la sensibilidad, con lo cual se evidencia unaespontaneidad propia del lado de la imaginación. Este proceso de construcciónposibilita la constitución de lo que nos esdado mediante una serie de potentesestructuraciones en el ámbito de la sensi"bilidad: con procesos de delimitación ydiferenciación, de síntesis de lo homogéneo, de la composición de lo múltiple en
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un todo, de la imagen de agregados, de laorganización, de la configuración, de lalocalización espacio-temporal y de ladeterminación de la intensidad de las sensaciones. Cada sensación consciente ycada representación determinada presuponen estas operaciones. Si tenemos encuenta las tres síntesis de la imaginación(aprehensión 18, reproducción 19 y reconocimiento 20), tal como las expone Kant enla primera versión de la deducción de lascategorías, o la síntesis figurativa (síntesisspeciosa) que está a la base de la segundaversión, resulta irrelevante el tipo de procesos descritos en ambas variantes. Dichosprocesos configuran las bases de la constitución de la experiencia, por un lado, a través de la síntesis de los estímulos sensibles y a través del establecimiento de lasunidades espacio-temporales -hoy sepodría decir: a través de la constitución deformas- y, por otro lado, por medio de unafunción que Strawson ha clarificado particularmente 21. En su interpretación deKant, recalca que la imaginación es necesaria para algo así como poder llegar areconocer e identificar un determinadoobjeto. Porque por medio de las habilidades productivas y reproductivas de nuestraimaginación sólo podemos enlazar medianamente bien percepciones de distintosobjetos del mismo tipo o diferentes percepciones del mismo objeto.
3. La libre y subjetiva imaginaciónreflexionante: es en el momento de laexperiencia estética donde ella muestra sulibre regularidad en un proceso de «esquematización sin conceptos». Sin embargo,¿qué se representa Kant bajo una esquematización imaginativa libre, bajo unesquematismo que no tiene lugar conforme a conceptos? ¿Significa esto que en lacaptación estética se adopta una perspectiva que pregunta no ya por el «qué» yel objeto de la experiencia, sino sólo por el«cómo» de la situación interna a la vistade un estimulo sensible? ¿Se prescindesólo de una determinación del objeto por
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medio de los conceptos empíricos? ¿ü noslas habemos aquí con una experiencia quese sustrae a la validez de las categorías?De ser éste el caso, habría que explicarcómo cabe pensar la individuación de losestímulos de los sentidos. ¿ü deberíaseguirse la radical interpretación sobreKant llevada a cabo por Schopenhauer?¿Acaso se suprimen en la captación estética, bajo la forma de una abolición meditativa, todas las variantes del «principio derazón», incluidas también las del espacio yel tiempo como formas de la intuición?
La cuestión de si las operaciones de laimaginación son constitutivas para laexperiencia estética en general y la percepción de las obras de arte, así como si setrata de un resultado de la síntesis o no,atraviesa desde hace décadas la mitad delas discusiones en la investigación sobreKant 22. Bajo el dictum de lo «no conceptua1izab1e» del juicio puro del gusto sedesarrolla sobre todo un debate sobre laorganización categorial de los objetosestéticos 23. Por una parte, las obras de arteson objetos de la experiencia del mundosentidos, y por ello percibidos sensiblemente y determinados espacio-temporalmente. Si no se diera esta conexión con laexperiencia del mundo, sería imposible iral Prado a contemplar el Jardín de lasdelicias del Bosco o escuchar al atardecerLa traviata en la ópera. En tanto que objetos de nuestra experiencia del mundo sonobras de arte con una estructura fundadacategorialmente.
Por otra parte, una novela o una pelí"cula puede trasladarnos a tiempos y espacios remotos o ficticios, las obras de artepueden quebrar y contrariar el orden espacial de nuestra experiencia consciente delmundo. La pintura de la modernidad clásica nos descubre esto plásticamente. Sepuede pensar simplemente en la maneracómo Magritte juega con la estructura categorial de nuestra experiencia de la realidad o pensar en la manera en que Eschertrata las dimensiones de nuestra percep-
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ción espacial. También la originalidad dePicasso, al presentar muchas perspectivasy puntos de vista simultáneamente en unaimagen, pone de relieve que es posibledirigir consciente e intencionadamente laatención hacia los procesos de construcción en nuestra percepción mientras unose distancia del modo acostumbrado dever. Esto afecta más al espacio, ya que enlo que respecta a la música tiene prioridadla estructura temporal de nuestra percepción. Un pasaje musical puede percibirsede modo tan significativo e intenso que eltiempo exterior se dilata en la experienciainterna. ¿Nos las habemos, por lo tanto,con dos perspectivas diferentes: por unlado, la perspectiva epistémica de la inclusión en un contexto empírico y, del otro, lainmanente experiencia espacio-temporalde las obras de arte? Para responder a estapregunta hay que aclarar en qué consistela libertad de la imaginación estética o,dicho de otro modo, qué hay que entenderpor un «esquematismo sin conceptos». Laimaginación estética se manifiesta en ellibre juego de la imaginación yel entendimiento, así como en el discernimientoreflexivo, el cual, como Kant aclara en lasLecciones de lógica, afecta a dos «presupuesto[s] lógicos»: el principio de generalización por medio de la inducción y elprincipio de especificación a través de laanalogía 24. Este último principio juega,como se llegará a mostrar, un importantepapel en la reflexión estética.
Kant describe la imaginación estéticacomo libre. Ella suministra «al entendimiento abundante materia no desarrollada,si bien no buscada, a la que éste no prestaatención en sus conceptos» 25. Kant hablade una peculiar plenitud material en laintuición interna de la imaginación. Estose vuelve comprensible cuando uno contrapone la plenitud sensible de un cuadro ode una obra musical a la estructura discursiva de los conceptos. El llevar a conceptos se identifica per se con la delimitacióny la exclusión de aspectos irrelevantes.
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Esto se muestra, por ejemplo, en el proceso científico-artístico de la descripción delos cuadros. Ya el intento de comprenderlingüísticamente el contenido intuitivo deun bodegón requiere un texto de variaspáginas. Aún más difícil se nos muestra lacaptación conceptual en cuadros con unagran fuerza expresiva como los retratos.
Los conceptos se trazan según Kant envirtud de su universalidad. Debido a estacaracterización podríamos clasificar gracias a ellos nuestra experiencia del mundo,categorizar, organizar conforme a puntosde vista teleológicos y superar la multipli"cidad de los estímulos sensibles. Sinembargo, la experiencia estética demandaotro acceso al mundo sensible. Este accesose revela en la densidad e intensidad perceptivas de una experiencia estética individual, así como en las connotaciones yemociones vinculadas con ella. La libertadestética reside exactamente en el acto devincular la densa intuición sensible con ladiscursividad más abstracta. Ello llega aestar especialmente claro en la obra dearte y en las ideas estéticas materializadasen ella.
7. Representación esquemáticay representación simbólica
La idea estética es un producto de la imaginación libre, de la imaginación como«impulso poético». Ella «condensa»,«constituye analogías» yse halla en situación de reorganizar y enriquecer la experiencia «merced a la creación de otra naturaleza, a partir del material que le brindala naturaleza real» 26. Para entender esteenunciado es útil tener presente el concep"to kantiano de naturaleza. Por «naturale"za» entiende él la «unidad sintética y regulada de lo diverso de los fenómenos» 27,
según las reglas del entendimiento.«Somos, pues, nosotros mismos los queintroducimos el orden y regularidad de losfenómenos que llamamos naturaleza» 28.
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Bajo este presupuesto, desde una perspectiva que no tiende a un conocimientoempírico coherente, es posible dejar atrásconceptos, reglas y principios del entendimiento y tematizar con ello indirectamentesu relación con la sensibilidad. Ahí pueden abrirse nuevos horizontes de interpretación, nuevas visiones del mundo, y losconceptos pueden ampliar o modificar (enel sentido del contenido intuitivo) sus significaciones. Semejantes actos creativosen el trato con las formas organizativasintuitivas y conceptuales presuponen untipo especial de libertad: la libertad de laimaginación estética.
Las ideas estéticas son sugestivas,vivas e ingeniosas. A este respecto,«Geist» *, en el sentido de ingenio, es paraKant un concepto central en este contexto.Entendido como «la capacidad de exhibición de ideas estéticas» y como «el principio vitalizante del ánimo» 29, se convierteen un sinónimo de la reflexión estética y laactividad libre de la imaginación. La producción y reproducción de las ideas estéticas conduce, según Kant, a una actividadcognitiva más elevada y a un intensificadosentido vital. Su plenitud sensible, complejidad y connotación no conduce haciala difusión, ni hacia una pérdida de sistematicidad o poder organizador sino que,por el contrario, hace posible nuevas referencias y asociaciones 30. También elsegundo significado de ~~ingenio» como«agudeza» o «ingeniosidad» está presenteen este contexto. La «agudeza» en su función cognitiva como principio creativo,como habilidad para elaborar analogíasmás reveladoras y relacionar aspectosparecidos, estriba asimismo en una fun"ción de la imaginación reflexionante, quehace aparecer en ella el típico modo de larepresentación simbólica para la idea estética, siendo esto algo que se aclarará en loque sigue.
El vivificante efecto de las ideas estéticas no estriba tan sólo en un rendimientode la imaginación, sino también sobre una
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alternancia entre la imaginación y unacapacidad conceptual, el entendimiento ola razón, de la que depende, por lo que llega a representar un pensamiento simbólico. Su fundamento se encuentra en nuestrapráctica de agregar conceptos a un ricocontenido intuitivo (<<material sin desarrollar»), que, sin embargo, no puede ser captado mediante el mero subsumir del todo.Esta plenitud material y sensible posibilitala elaboración de relaciones con otrosconceptos en virtud de la identificación deafinidades y semejanzas. Tales connota"ciones y semejanzas no son sólo característicos para los atributos estéticos, me~
táforas, analogías y símiles citados porKant, sino que lo son también para losmás diversos géneros de arte. Éstas connotaciones y semejanzas se establecen envirtud de la libre actividad de la imaginación estética y posibilitan representacionesindirectas, gracias a las cuales cabe mostrar semejanzas o afinidades estructuralesjustamente allí donde no se da ningunaasociación conceptual directa. Por mediode semejantes analogías estructurales también pueden elaborarse entonces enlacesconceptuales, no empero sobre su contenido conceptual, sino sobre su contenidointuitivo. A esto lo llama Kant «hipotiposis simbólica» 31 •
Según las Reflexiones sobre Antropología, la imaginación es simbolizadora enel sentido originario de la palabra, o sea,simbólicamente activa 32. Ella proporcionauna «hipotiposis», como Kant lo llama,una representación intuitiva, que no esesquemática sino simbólica, por medio deun concepto de razón, ~~para el que nopuede ser adecuada ninguna intuición sensible, se pone una intuición en la que elproceder del discernimiento es sólo análogo a aquel que observa en el esquematizar,esto es, meramente según la regla de esteproceder, no según la misma intuición, yen esta medida sólo según la forma de lareflexión, no según el contenido» 33. Podrí"amos elaborar hipotiposis simbólicas por
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medio de la imaginación, no sólo para losconceptos de la razón, sino para todo tipode conceptos cuya representación intuitivadirecta (esquemática), o bien toque loslímites, o bien resulte poco sugestiva.Kant diferencia explícitamente esos densos signos con fuerza simbolizadota de lasmeras caracterizaciones «de los conceptospor medio de signos sensibles que losacompañan pero que no contienen nadaque forme parte de la intuición del objeto,sino que sólo sirven a aquéllos como medio de reproducción según la ley de la aso"ciación de la imaginación y, por tanto, conpropósito subjetivo» 34. Las caracterizaciones son simples distintivos para los con"ceptos. El hecho de que Kant introduzcaen esta categoría, además de las palabras ylos signos algebraicos, también a los gestos mímicos, deja entrever que originariamente también se trata de signos con fuerza simbolizadora, los cuales quedan«petrificados» y cuya significación metafórica ha transformado el significado distintivo en una mera denotación por mediodel hábito de su literalidad. Aquí Se revelael fundamento intuitivo de nuestro empleode signos y símbolos en general, así comode nuestro lenguaje y de nuestros conceptos en particular.
Así pues, por medio de los signosmetafóricos y ejemplificadores, en el sentido simbólico de Kant, se estableceránnuevas reglas evidentes, pero intuitivas,para el empleo de los conceptos: «expresarlo inefable del estado de ánimo y hacerlocomunicable universalmente (consista laexpresión en lenguaje, pintura o plástica)exige una capacidad para aprehender eljuego rápidamente fugitivo de la imaginación y unificarlo en un concepto susceptible de comunicarse sin coerción de lasreglas (un concepto que precisamente porello es original y que, al mismo tiempo, dauna regla que no ha podido seguirse deningún principio o regla precedente)>> 35 •
Que las ideas estéticas proporcionan eneste sentido un «conocimiento estético del
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mundo» lo ha puesto de relieve F. Kaulbach con dos ejemplos. La semblanza analógica de la figura de Don Quijote posibilita la representación intuitiva de unaposición respecto al mundo que desde unaconsideración teórica no se puede trasladar con la misma pregnancia hacia una«consciencia intuitiva, pensativa y sensiti"va» 36. El anillo del ser como idea estéticapara la perspectiva del eterno retomo de lomismo de Nietzsche ilustra más bien, porel contrario, la exhibición simbólica de lasreferencias y analogías estructurales.
Para simbolizar expresiva, aclaratoriay cognitivamente se requiere la libertad dela imaginación. Ella posibilita la captacióny el descubrimiento de una práctica implícita de connotación y de una regularidadque subyace a nuestro empleo de signos yconceptos. Procesos de este tipo soncaracterísticos para la creación estética yla experiencia estética. No se muestran tansólo en la relación entre conceptualizacióne intuición, sino también en la relaciónentre el juicio lógico y el estético. En lalógica particular del juicio estético se clarifican los límites y las condiciones deposibilidad del juicio lógico. Se podríadecir que en la experiencia estética semuestra la forma de la práctica de nuestropropio uso de los signos.
8. Legalidad y libertaden la imaginación estética
La libertad estética se halla, tal y como seha mostrado, en una especial relación conla legalidad natural de los fenómenos.Dicha libertad es el presupuesto parapoder distanciar un fragmento del ordenconforme al entendimiento y la legalidadde los fenómenos naturales (también deldeterminismo causal de las cosas naturales) y aclarar en su propia legalidad losprocesos sintetizadores, asociativos, constructivos y no-proposicionales de la ima"ginación, que son primordiales para cada
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percepción. Si estos procesos de síntesistienen lugar en la perspectiva del conocimiento empírico, siempre Se hallan sujetos a la constricción de una red conceptual y de la legalidad del entendimiento.Pero al efectuarse en un acto de libertadestética, nos hallamos ante una: «creaciónsimilar a la de otra naturaleza a partir delmaterial que brinda la naturaleza real» 37.
Estas «naturalezas», a saber: la dada enuna perspectiva empírica y la dada en lacaptación estética, tienen un fundamentosensible común que nunca puede captarsecabalmente en la estructura conceptualdel juicio y cuya estructura intuitiva abre,con todo, nuevas percepciones. En la«experiencia» estética no nos hallamossometidos a la coerción de una red con"ceptual. Antes bien, parece ser al contrario. Para establecer esta red de conceptos,para ampliar y establecer la conexiónsemántica de los conceptos, se requieredel discernimiento reflexionante y lalibertad de la imaginación. Ésta constituye el fundamento intuitivo de nuestrosconceptos. La libertad estética brinda laposibilidad de suspender la propia conceptualización y la perspectiva del discernimiento, al admitir otras conceptualizaciones y juicios e incluso otrascaptaciones del mundo. Semejante tolerancia de diferentes perspectivas, juicios ycosmovisiones no sólo tiene interés desdeun punto de vista estético, sino que también es un proceso de la más elevada relevancia práctica y ética.
¿Qué relevancia tiene esto para la rela"ción entre libertad práctica y libertad estética? ¿Tiene realmente algo que ver lalibertad de la imaginación reflexionantecon la libertad de los juicios morales, conla libre disposición de fines para nuestrasacciones, o es de una naturaleza completamente otra? La libertad humana siemprees esencialmente para Kant una preguntapor la actitud interior, por la tendencia y elpunto de vista internos. Tanto en el juiciomoral como en el estético, Kant define
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ante todo a la libertad negativamente,como libertad respecto de algo: de inclinaciones, intereses e impulsos, de finesdeterminados en cuanto al contenido y, enel juicio estético, como libertad respectode la constricción de las reglas delentendimiento, de la necesidad de unacaptación conceptual, de una determinación o incluso una definición unívocas.Esto no significa, sin embargo, que lalibertad sea equiparada con la discrecionalidad. Por el contrario, en la decisiónmoral la libertad se verifica en el sometimiento de la voluntad a la ley dada a símisma. Libertad, autonomía y racionalidad son indisociables entre sí. ¿Yen laexperiencia estética? Tampoco aquí tienenada que ver la libertad con la arbitrarie"dad, sino con una función autónoma, cognitiva y teleológica de la imaginaciónhumana. Por encima de estos paralelismoscabe establecer una conexión entre libertad estética y libertad práctica: como semostró, la libertad práctica fija con antici"pación la posibilidad de asumir el puntode vista de un ser inteligible en un «reinode los fines» y distanciarse de la consideración de uno mismo como ser naturalcausalmente determinado. Sin embargo, laposibilidad de semejante distanciamientorespecto de la legalidad causal de los fenómenos naturales tiene lugar, precisamente,a través de la libertad de la imaginaciónestética y, a decir verdad, sin verse obligada a un punto de vista inteligible, sino alos fundamentos de la propia experienciasensitivo-fenoménica del mundo.
El juicio estético, así como el teleológico, revela una perspectiva que le es pro"pia. Ésta posibilita la creativa elaboraciónde nuevas relaciones entre intuiciones,conceptos e ideas. Pero no se trata de unaperspectiva heurística, .sino de una perspectivá en la que casi pasan inadvertidaslas condiciones de la percepción y laexperiencia humanas y los procesos constructivos albergados en ella. Esto exige unalto grado de libertad imaginativa, así
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como la capacidad de tolerar una multitudde diferentes perspectivas. No obstante,semejante apertura para con diversoshorizontes de interpretación puede llegara considerarse como un rasgo fundamen"tal de las modernas concepciones demoralidad y tolerancia. De manera que el
concepto kantiano de libertad estéticaalberga la semilla de una nueva comprensión de la libertad práctica, pero sin queello conduzca hacia la arbitrariedad dehorizontes, interpretaciones y acciones,sino que permanece comprometido con laracionalidad humana.
NOTAS
I Carta a Chr. Garve del 21 de septiembre de 1798,Ak. XII, p. 257 Y ss. Todas las obras y las cartas deKant se citarán según los Kants Gesammelte Schriften, compilados por la Real Academia Prusiana de laCiencia, Berlín, 1910 (aquí y en lo que sigue abreviada en Ak.). El hecho de que Kant, en esta carta, asig"nara la problemática de la libertad a la cuartaantinomia probablemente esté debido a la estrecha relaciónentre las dos antinomias dinámicas (N. T.).
2 1. Kant, Grundlegung zur Metaphysik der Sitten,Ak. IV, p. 448 [versión castellana de Roberto R. Aramayo de la Fundamentación para una metafísica delas costumbres, Madrid, Alianza Editorial, 2002,p. 142 (N. T.)].
3 1. Kant, Vorlesungen über die philosophische Religionslehre, hrsg. v. K.H.L. Politz, Leipzig, 1817(2: ed.,1830), p. 121 (N. T.).
4Cf. Grundlegung, Ak. IV, p. 450; p. 146 ed. Ro"berto R. Aramayo.
s 1. Kant, Crítica del discernimiento, edición, traducción y comentarios de R. R. Aramayo y S. Mas,Madrid, Mínimo Tránsito, 2003, pp. 28 y ss.
6 Cf. op. cit., pp. 28-33.7 1. Kant, Grundlegung zur Metaphysik der Sitten,
Ak. IV, p. 436 [versión castellana de Roberto R. Aramayo, op. cit., p. 126 (N. T.)].
8 «Creer» debe ser entendido aquí en un sentidoepistemológico. Se «cree tener por sí un voto universal y se pretende la adhesión de todo el mundo».(1. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 216) [ver"sión castellana de Roberto R. Aramayo y SalvadorMas, Crítica del discernimiento, Madrid, EditorialMínimo Tránsito, 2003, pp. 165-166 (N. T.)].
9 Una reflexión análoga se encuentra en J. Kulenkampff, quien por ello, apoyándose en el evidente parecido estructural de las cuatro características, planteala fuerte tesis de su reducción y recíproca deducción.Bajo la consideración de las relaciones entre las cuatrocaracterísticas distintivas viene él a concluir que «elesquema de la tabla de los juicios sea meramente exte·rior para la analítica de la belleza» y que, en este caso,el procedimiento analítico sea más bien oSCurecidoque clariflcado. Por tanto, se trataría sólo una determi-
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nada estructura y no la variedad de cuatro momentosque Kant analiza en la deducción del discernimientoestético puro. J. Kulenkampff (ed.), Kants Logik desdsthetischen Urteils, Frankfurt a. M., 1978, p. 26. Enel presente texto, argumento a favor de una parecidaunidad estructural, pero sin incurrir en una reducción.
10 1. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 291(N. T.).
11 1. Kant, Kritik der reinen Vernunft, Ak. I1I,p. 13I(N. T.).
12 1. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 179.[versión Castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., p.124 (N. T.)].
13 1. Kant, Kritik der Urtheilskraft, introducción ala primera edición, sección V, Ak. XX (N. T.).
14 Consiguientemente Kant juzga la necesidad subjetiva vinculada con el juicio estético de ejemplar, asaber: «una necesidad de adhesión de todos a un jui.cio que puede considerarse como ejemplo de una regIa universal que no cabe indicar» (1. Kant, KritikderUrtheilskraft, Ak.V, p. 237).
15 Cf. 1. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V,p. 218 (N. T.).
16 l. Kant, Kritik dllr Urtheilskraft, Ak. V, p. 314[versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., pp. 280-281 (N. T.)].
17 I. Kant, Kritik der reinen Vernunft, Ak. I1I,p. 135 [versión castellana de Roberto R. Aramayo(N.T.)].
18 La síntesis de la aprehensión describe el procesode pasar y aunar una secuencia variada de impresiones.
lO En la síntesis de la reproducción se unen las representaciones conforme a las leyes de la asociación,de tal modo que llega a ser posible la representaciónquereproctuce una imagen que hubiera tenido lugar.
20 En la síntesis de reconocimiento se muestra eljuego de la intuición y la conceptualización de manera particularmente clara, en la medida que los conceptos llegan a utilizarse como medio para la identificación y re-identificación de la representación. La síntesis de reconocimiento funda una identidad cualitativapor medio de la representación de diferentes percep-
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ciones opuestas pero de la misma clase, así como unaidentidad numérica por medio de la representación devarias percepciones de los mismos hechos.
21 Cf. P. F. Strawson, Freedom and Resentmentand other essays, Londres, 1974, pp. 47-56, y, delmismo autor, Individuals. An Essay in DescriptiveMetaphysics, 3." ed., Londres, New Cork, 1971,pp. 98 Yss.
22 Cf. A. H. Trebels, Einbildungskraft und Spiel,Bonn, 1967, p. 119; P. Heintel, Die Bedeutung derasthetischen Urteilskraft für die transzendentale Systematik, Bonn, 1970, p. 42; Ysobre lo mismo R. Makkrel, Einbildungskraft und Interpretation, Paderborn,1997,p.66.
23 Por considerar tan sólo dos posiciones notables:mientras L. W. Beck argumenta que aquí únicamenteserían relevantes las categorías matemáticas, no lo serían, sin embargo, las dinámicas que conciernen a lamanifestación de los fenómenos bajo reglas a priori(Cf. L. W. Beck, Essays on Kant and Hume, New Haven, 1978, p. 52); R. Makkree1 sostiene la idea de queen los juicios estéticos todas las categorías serían relevantes, aun así y con todo no para la síntesis del contenido fenoménico, sino que más bien llegan aadquirir una especificación reflexiva a través de la imaginación.
24 Cf. I. Kant, Logik, Ak. IX, p. 133.25 I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 317
[versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., p. 284 (N. T.)].
26 I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 314[versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., p. 281 (N. T.)].
27 I. Kant, Kritik der reinen Vernunft (1. Auf!.1781), Ak. IV, p. 23 [versión castellana de Pedro Ribas de la Crítica de la raz6n pura, Madrid, EdicionesAlfaguara, 1978, p. 149 (N. T.)].
28 I. Kant, Kritk der reinen Vernunft (\. Auf!.1781), Ak. IV, p. 92 [versión castellana de Pedro Ri"bas, op. cit., p. 148 (N. T.)].
* He optado por dejar sin traducir «Geist» (<<es-
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píritu») palabra que comparte con «geistreich» «<ingenioso/a») una raíz común, a fin de ser fiel a la intención de la autora cuando juega con la etimologíade estas palabras, en lugar de traducir «Geist» y perder la asociación inmediata con el adjetivo que, por lodemás, se mantiene en el «ingenioso/a» castellano.(N. T.).
29 Op. dt., pp. 313 Yss. [versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., p. 280(N. T.)].
30 Éste es un aspecto que también según Nietzschees analizado como característico de las obras de arte.En sí mismo llega a ser comprensible como organización potencial que concierta entre sí del mejor modoposible dos componentes que marchan en sentidosopuestos, es decir, un máximo de abundancia, c1ari"dad, complejidad e individualidad de horizontes deinterpretación junto a la más simultánea conservaciónde la organización y la funcionalidad.
31 I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, S. 352.32 «En la expresión de semejante idea sobrepasa la
función configuradora en el proceso de la imagenanalógica o simbólica [...]. Aquí se especifica el equivalente de la idea racional como su análogo simbólicoo lingÜístico emparejada (equivalente: símbolo»>.(R. Makkree1, Einbildungskraft und Interpretation,Paderborn, 1997,p. 158) (N. T.).
33 I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 351[versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., p. 325 (N. T.)].
34 Op. cit.,p. 352 [versión castellana de Roberto R.Aramayo y Salvador Mas, op. cit., pp. 325-326(N. T.)].
15 I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 317[versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salva"dor Mas, op. cit., p. 285 (N. T.n.
36 F. Kaulbach, Asthetische Welterkenntnis beiKant, Würzburg, 1984, p. 155 (N. T.).
37 I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, Ak. V, p. 314[versión castellana de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, op. cit., p. 281 (N. T.)],
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