libreto-lataberneradelpuerto

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252 Argumento La Tabernera del puerto Acto I La acción transcurre en época contemporánea y en la ciudad imaginaria de Cantabreda, al norte de España. En el barrio de pescadores cercano al viejo puerto hay una taberna y un café, el “café del Vapor”, en el que se encuen- tra el dueño, Ripalda, con Verdier, un marino marsellés de bajos fondos pero de una elegan- cia extraña. Fuera los marineros entonan una canción popular y Abel un joven músico de Provenza que vaga por el puerto, se acerca a Verdier cantando y recitando un romance sobre Marola, la tabernera de la taberna cercana. Mientras Verdier se toma un café, se escucha el cántico de la Salve marinera y Abel le pone al día de las novedades, en particular, de la aper- tura de la nueva taberna, de los encantos de la tabernera y de su enigmática relación con Juan de Eguía, un hombre bronco y temido que es el dueño de la taberna. Verdier conoce a Juan de Eguía y manda a Abel a buscarle. Entre tanto, aparece Chinchorro, un viejo bebedor patrón de un barco en el que está enrolado Leandro, el joven marineo enamorado de Marola, dudando si salir a la mar o quedarse en el puerto. Juan de Eguía y Verdier tienen entre manos un asunto poco claro y se reúnen a solas en el “café del Vapor” ante la sorpresa de Ripalda a quien mandan a por tabaco para quitárselo de encima. Ripalda a su vez pasa el encargo a Abel y vuelve al café donde entra Antigua, la mujer de Chinchorro, una vieja vendedora de sardinas que empina el codo tanto como su marido. Antigua ve que Chinchorro entra en la taberna y, celosa por la tabernera, tienen una graciosa bronca con él. Juan de Eguía habla con Marola. Quiere que ella utilice sus encan- tos para convencer a Leandro que haga un recado para él. A Verdier no le convence la idea de involucrar a Marola en el negocio y Simpson, un viejo lobo de mar inglés que tam- bién está con ellos, le advierte que no es una buena idea. Leandro entra en la taberna y declara su amor a Marola, pero ella no le dice nada del negocio de Juan de Eguía y, cuando él se ha ido, entra una tropa de mujeres capita- neadas por Antigua para recriminar a Marola por traer como locos a sus maridos. En medio de la riña, aparece Juan de Eguía que, hacien- do caso de las quejas de las mujeres, maltrata con dureza a Marola. Acto II Al día siguiente, beben los hombres en la taber- na y Marola y Juan de Eguía cantan un par de canciones animados por Simpson. Abel, que presenció el maltrato a Marola por parte de Juan de Eguía solivianta a los hombres contra él y todos acuerdan ir a buscar a Leandro para que encabece el linchamiento. Antes de que lo encuentres, Leandro habla con Simpson que se sincera con él y le advierte que le van a propo- ner, usando a Marola, un negocio peligroso de contrabando de cocaína. Leandro vuelve a verse con Marloa y, aunque intenta ponerle las cosas fáciles para que le pida lo que quería Juan de Eguía, ella sigue sin hacerlo y sigue rechazándo- le. Aparece entonces Antigua para disculparse por el lía del día anterior y Leandro se entera por ella del trato que recibión de Eguía, se encoleri- za y ella se ve obligada a contarle su historia: Juan de Eguía es su padre y no quiere que haga nada contra él. Leandro confiesa que sabe lo del alijo de cocaína y está dispuesto a ir a buscarlo. Ella decide arriesgarse a ir con él y quedan por la noche en el rompeolas. El acto concluye con una escena cómica entre Abel, Ripalda y Marola y un final dramático con los marineros y Abel que aparecen con Leandro para pedir cuentas a Juan de Eguía. Ante la decepción de toda la marine-

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ArgumentoLa Tabernera

del puerto

Acto ILa acción transcurre en época contemporáneay en la ciudad imaginaria de Cantabreda, alnorte de España. En el barrio de pescadorescercano al viejo puerto hay una taberna y uncafé, el “café del Vapor”, en el que se encuen-tra el dueño, Ripalda, con Verdier, un marinomarsellés de bajos fondos pero de una elegan-cia extraña. Fuera los marineros entonan unacanción popular y Abel un joven músico deProvenza que vaga por el puerto, se acerca aVerdier cantando y recitando un romance sobreMarola, la tabernera de la taberna cercana.Mientras Verdier se toma un café, se escucha elcántico de la Salve marinera y Abel le pone aldía de las novedades, en particular, de la aper-tura de la nueva taberna, de los encantos de latabernera y de su enigmática relación con Juande Eguía, un hombre bronco y temido que esel dueño de la taberna. Verdier conoce a Juande Eguía y manda a Abel a buscarle. Entretanto, aparece Chinchorro, un viejo bebedorpatrón de un barco en el que está enroladoLeandro, el joven marineo enamorado deMarola, dudando si salir a la mar o quedarse enel puerto.

Juan de Eguía y Verdier tienen entre manos unasunto poco claro y se reúnen a solas en el“café del Vapor” ante la sorpresa de Ripalda aquien mandan a por tabaco para quitárselo deencima. Ripalda a su vez pasa el encargo aAbel y vuelve al café donde entra Antigua, lamujer de Chinchorro, una vieja vendedora desardinas que empina el codo tanto como sumarido. Antigua ve que Chinchorro entra en lataberna y, celosa por la tabernera, tienen unagraciosa bronca con él. Juan de Eguía habla

con Marola. Quiere que ella utilice sus encan-tos para convencer a Leandro que haga unrecado para él. A Verdier no le convence laidea de involucrar a Marola en el negocio ySimpson, un viejo lobo de mar inglés que tam-bién está con ellos, le advierte que no es unabuena idea. Leandro entra en la taberna ydeclara su amor a Marola, pero ella no le dicenada del negocio de Juan de Eguía y, cuandoél se ha ido, entra una tropa de mujeres capita-neadas por Antigua para recriminar a Marolapor traer como locos a sus maridos. En mediode la riña, aparece Juan de Eguía que, hacien-do caso de las quejas de las mujeres, maltratacon dureza a Marola.

Acto IIAl día siguiente, beben los hombres en la taber-na y Marola y Juan de Eguía cantan un par decanciones animados por Simpson. Abel, quepresenció el maltrato a Marola por parte de Juande Eguía solivianta a los hombres contra él ytodos acuerdan ir a buscar a Leandro para queencabece el linchamiento. Antes de que loencuentres, Leandro habla con Simpson que sesincera con él y le advierte que le van a propo-ner, usando a Marola, un negocio peligroso decontrabando de cocaína. Leandro vuelve a versecon Marloa y, aunque intenta ponerle las cosasfáciles para que le pida lo que quería Juan deEguía, ella sigue sin hacerlo y sigue rechazándo-le. Aparece entonces Antigua para disculparsepor el lía del día anterior y Leandro se entera porella del trato que recibión de Eguía, se encoleri-za y ella se ve obligada a contarle su historia:Juan de Eguía es su padre y no quiere que haganada contra él. Leandro confiesa que sabe lo delalijo de cocaína y está dispuesto a ir a buscarlo.Ella decide arriesgarse a ir con él y quedan por lanoche en el rompeolas. El acto concluye con unaescena cómica entre Abel, Ripalda y Marola y unfinal dramático con los marineros y Abel queaparecen con Leandro para pedir cuentas a Juande Eguía. Ante la decepción de toda la marine-

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ría, Leandro se entiende con Juan de Eguía, yAgel quiere enfrentarse solo contra él.

Acto IIIMarola y Leandro se han hecho a la mar pararecoger el fado de cocían pero les sorprendeuna tormenta y su barca se pierde entre las olasdel temporal. En el puerto les dan por desapa-recidos, Chinchorro especula fantasiosamentesobre lo que pudo pasar y Ripalda se frota lasmanos por el cierre de la taberna. Juan deEguía aparece desesperado por la pérdida deMarola, confiesa públicamente que era hijasuya y sxe lamenta de haber sido un mal padre.Entonces llega Simpson con la noticia de queLeandro y marola sobrevivieron a la galerna yvienen detenidos por los carabineros.Simpsosn cuenta a todo el mundo las maquina-ciones de Juan de Eguía y él se confiesa únicoautor del delito del que se acusa a Lenadro yMarola. Los carabineros se llevan a Juan deEguía y liberan a los dos amantes.

Orden de los números musicales

Acto IIntroducción

Nº 1. Abel y coro general(“Eres blanca y hermosa”)

Nº 2. Verdier, Juan de Eguía y Simpson(“Hace días que te esperaba”)

Nº 3. Antigua y Chinchorro(“Ven aquí camastrón”)

Nº 4. Dúo de Marola y Leandro(“¡Todos lo saben!”)

Nº 5. Marola, Antigua, coro de mujeres y Leandro (dentro)(“Aquí está el culpable”.)

Acto II

Nº 6. Marola, Juan de Eguía, Simpson y corode hombres.(“Eres blanca y hermosa”).

Nº 6b. Romanza de Marola(“En un país de fábula”).

Nº 6c. Romanza de Juan Eguía(“La mujer, de los quince a los veinte”).

Nº 7. Romanza de Simpson. Simpson y tresmarineros negros(“Despierta, negro, que viene el blanco”).

Nº 8. Romanza de Leandro(“¡No puede ser! Esa mujer es buena”).

Nº 9. Terceto cómico. Marola, Abel y Ripalda,

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(“Marola resuena en el oído”).

Nº 10. Juan de Eguía y Marola(“De aquel amor olvidado”).

Nº 10b. Final del actoII. Marola, Juan de Eguía, Leandro, coro demarineros, Abel y Simpson(“¡Padre, deja que te bese!”)

ACTOIII

Nº 11. Dúo de Marola y Leandro(“¿No escuchas un grito....?.)

Nº 12. Abel(“En la taberna del puerto”) (recitado), (“¡Ay!Que me muero”).

Nº 13. Juan de Eguía y coro(“¡No! No te acerques”).

Nº 14 Final. Marola, Leandro, Juan de Eguía,Simpson y coro mixto(“Son ellos. Era verdad”).

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ArgumentoLa Tabernera

del puerto

Acto IPuerto viejo de Cantabreda, suburbio de pescadores,a un costado de la ciudad norteña imaginaria. A unlado la Taberna de Marola, sin cartel que lo anuncie,pero con cartelones de bebidas exóticas (whisky oginebra) a ambos lados de la entrada de la misma, yuna mesa con taburetes. Alguna ropa tendida… Alotro lado está la puerta del “Café del Vapor” y juntoa ella un velado de mármol con dos sillas….- entornoa determinar...- Amanece. Dentro de la taberna y delcafé se percibe el alumbrado artificial).

Música

(Nadie en escena. Se oye el canto de los marineros,que se supone en una embarcación de la ría).

MARINEROSEres blanca y hermosa como tu madre;Eres como la rama que al tronco sale.(Salen por foro izquierdo unos cuantos pescadorescon ropa de agua, repitiendo el estribillo. Entran en laTaberna. Del café sale RIPALDA, el dueño. ApareceVERDIER, tipo bien plantado, cuarentón, vestido conbotas altas, calzón gris, un jersey listado y unchaquetón con grandes botones plateados. Llevagorra de visera con alta y arrollada con una barretinaazul.).

HABLADO SOBRE LA MÚSICA

VERDIERBuenos días, cafetero.

RIPALDA¿Estoy despierto o dormido?

VERDIERSoy Verdier.

RIPALDA¿Cuándo ha venido?

VERDIERAnoche atracó el velero. Sírveme un café caliente,que está la mañana fresca. ¿No hay nadie dentro?

RIPALDAUn borracho que ha dormido aquí la mona. Es quehay una lagartona….

VERDIER¡El café! ¡Pronto!(RIPALDA diligente, hace mutis. Aparece ABEl, unmuchacho de catorce años, descalzo y pobrementevestido, lleva una bandolera de la que cuelga unacordeón. Se asoma a la puerta de la tarberna,mientras por el aforo pasan varios marineros con susropas azules, acompañados por sus mujeres. Llevanartes de pescar. Vienen y se van cantando sin letra.Dos de los marineros hacen mutis por la abertura delpotril, bajando a la ría, MENGA y TINA se quedaronarriba, largándoles desde el pretil los trebejos quehan traído. ABEL se dirige a VERDIER y, a unadistancia prudente, se detiene y canta)

ABEL(Recitado.)En la taberna del puerto, - ¡qué mujer la tabernera!-se bebe el mejor vinillo que viene de extrañas tierras.En la taberna del puerto, - ¡qué hermosa la tabernera!se viven alegres horas, bebiendo las horas muertas.En la taberna del puerto,-¡Dios salve a la tabernera!los hombres parecen tigres que buscan sabrosa presa.(CANTANDO)¡Ay, que me muero por unos ojos!¡Ay, que me muero de amores locos!¡Ay, que me mire aunque me muera!¡Ay, que me mire la tabernera!(De la taberna sale el grupo de marinero que antesentró. Mutis.)

HABLADO SOBRE LA MÚSICA

RIPALDA(Que sale con el servicios.)¡Vete al diablo, sinvergüenza!

ABELDéme una perra, señor.

MENGATú eres un enredador.

ABEL¡Trovador! ¡Como en Provenza!

VERDIER¡Toma, chico! Soy de allá.(Dándole una moneda)Marsellés. Aunque me pese.

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RIPALDA¿Le da usted limosna a ese?

TINA¡Pronto se lo beberá!

ABEL¿Yo no me emborracho?

TINATú y todos estáis borrachos por ella.

MENGA¡Y si fueses una doncella!

ABELBorrachos, dice,

RIPALDA¡Beodos!(Han empezado a sonar lejana la Salve de losmarinero, por el fondo izquierda)

HOMBRES Y MUJERES(Dentro, cantando.)¡Salve, Señorareina y madrede misericordia!¡Vida y dulzuray esperanza nuestra!

VERDIER¿Qué canto es ese?

ABELLa Salve marinera. Cuando pasa una trainera porfrente del camposanto, como vive en su capilla laVirgen del Carmen, cantan.

VERDIER¿Y así las olas espantan?

ABELSí, señor. ¿Le maravilla?

VERDIEREstá medio mundo loco.(A RIPALDA poniéndole un duro en la mesa.)Cóbrate de ese dinero. ¿Tú crees en Dios, cafetero?

RIPALDA(Espontáneo.)Sí, señor.(Al ver el gesto de VERDIER y cogiendo el duro.)

Pero muy poco.(Mutis. Se oye la Salve. Por la izquierda sale un grupode mujeres, que vienen a colocarse, junto a MENGA yTINA, mirando a la ría y saludando hacia la izquierdacon manos y pañuelos).

CANTANDO

MUJERES(Dentro.) ¡Madre!Dios te escuche, Dios te salve, reina y madre.¡Salve Señora, reina y madrede misericordia!(Sueña ahora la voz del coro en el fondo de la escenay se van alejando hacia la derecha)

HOMBRES(Dentro.)Eres blanca y hermosa como tu madre;Eres como la rama que al tronco sale(Las mujeres van cambiando la dirección del saludo yal final echan a correr todas por la derecha. RIPALDAle entrega la vuelta a VERDIER. La Salva se pierde porcompleto. ABEL, que estaba arrodillado, se levanta ytambién MENGA y TINA que se van por la derecha.Canta dentro un marinero, dominando la voz delcoro, pero disminuyendo también hasta perderse...)

HABLADO

RIPALDA¿Algo más señor Verdier?

VERDIERSi tiene buena ginebra…

ABELEn la taberna de enfrente…

RIPALDA¿Qué dices que en la taberna? ¡Falsificada! Ya vengo(Mutis.)

VERDIERNo conozco yo esa tienda.

ABEL¿Hace mucho que no viene?

VERDIERFalto yo de Cantabreda cinco o seis años.

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ABELEntonces para usted es cosa nueva. Hace tres mesesescasos que se abrió….

RIPALDA(Sale con un caneco de ginebra y copas.)Mírela: inglesa…(Sirviendo.)Me la acaba de enviar la fábrica de Valencia.

ABELEn la taberna de enfrente la reciben de Inglaterra.

RIPALDAPero a ti, gorrión de puerto, ¿qué te da la tabernera?

ABELConversación, que no es poco.

RIPALDAY alguna mirada tierna.

ABEL¿Sabes lo que yo daría si me mirara siquiera?

VERDIER¿Tan joven y enamorado?

RIPALDATodos andan a la greña, por si les mira o s no esaendiabladas sirena. Desde que vino….

VERDIER¡Ah! Por lo visto es forastera.

RIPALDAAquí cayó enhoramala. El mar la arrojó a la arena, ¡ysabe Dios de qué infierno!; porque para mi esdiablesa. La robaría el bandido que la ha puesto lataberna.

VERDIER¿Casada?

RIPALDA¡Sabe Dios!

ABELCasada. ¡Ah, si no lo fuera!

VERDIER¿Buena mujer?

ABELEs un sueño.

RIPALDAVamos, coplero, despierta.

ABEL¿Coplero, es en son de insulto?

RIPALDACoplero es… porque copleas. (A VERDIER.) ¿No le haoído ese indecente cantar de la tabernera?

VERDIERPero ese cantar, muchacho, ¿lo sacas de tu cabeza?

RIPALDAComo lo ha criado un cura, sabe latín. Si viviera tupadrino, no andarías rodando por las tabernas.

ABELNi con hambre por las noches, no descalzo por laspiedras.

VERDIERYa podrías ser grumete.

RIPALDANo le entusiasma la pesca.

ABELSi fueses viajar…

VEDIER¿Viajar?

ABELDarle la vuelta a la tierra, correr esas aventuras quevienen en las novelas, naufragar en unas islas salvajes,caer prisionero, burlar a un barco de guerra, huir,luchar con los tiburones, subirse a una ballena.

RIPALDADedícate al cine, pollo. Tú eres Tarzán y las fieras.

VERDIERSi quieres venir conmigo…

RIPALDA(Sirviéndole.) Otra copa de ginebra.

VERDIER¿La pones muy cara?

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RIPALDANo. La segunda es por mi cuenta.

ABEL¿Es usted... pirata?

VERDIER(Riéndose.) ¡Chico!

RIPALDA¡Respeto a mi clientela! Si un pirata te ilusiona, yatienes en la taberna a Juan de Eguía.

VERDIER¿Juan de Eguía en Cantabreda?

RIPALDA¡Juan de Eguía! Ese es el hombre; y, a fe, que latabernera de algunos de sus cruceros habrá sidobuena presa.

VERDIERMala fama le atribuyes.

RIPALDAA mi me huele a tormenta.

VERDIER(A ABEL.) ¿Quieres decirle que salga?

ABELAllá voy. (Va a la taberna. En la puerta.) ¡Marola! ¿Y elseñor Juan? Preguntan por él.(Pausa.)(RIPALDA hace mutis al café.)

MAROLA(En la ventana.)¿Quién es?

ABELUn marinero famoso(Indicando a Verdier.)

VERDIERBueno días.

MAROLAJuan de Eguía no ha salido de su cuarto.

VERDIERSe la pegan las sábanas. ¡Mal agüero!

MAROLAEs que, a veces, se desvela.

VERDIER¿Quiere decirle, patrona, que el Brasil está enAmérica?

MAROLA¿Cómo?

VERDIERSi usted de lo dice, es posible que lo entienda.(Mutis de MAROLA.)

ABEL¿Qué le parece Marola?

VERDIERQue bien hace quién coplea, a cuenta de si le mira osi no la tabernera.(Aparecen CHINCHORRO, un patrón maduro, casiviejo, con FULGEN y SENÉN, dos marinero jóvenes.)

CHINCHORRO¡Sí! ¡Sí! Dejádmelo a mí. ¿Dónde está Leandro?

ABEL(Por la taberna.)Adentro.

CHINCHORROAhora veréis (A ABEL.) Oye tú, ¿Por qué no entras yle dices que en la ría sólo nuestra barca queda sinsalir hoy?

ABELComprendido.

CHINCHORROQue se anuncia buena pesca….¡y qué como de lugara que entre en él!

ABEL(Haciendo mutis.)…le pega.

CHINCHORROÉl a mí; por eso no entro… ¿Verdier?

VERDIER¡Hola!

CHINCHORRO¿Qué galerna te ha traído?

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¡Cuantos años sin caer por Cantabreda!

VERDIERNo salió flete.

CHINCHORROTe advierto que ha aumentado la fuerza.

VERDIERHarán gimnasia.

CHINCHORROSi digo carabinero.(VERDIER lo coge de un brazo violento.)Suelta, que ya me callo. ¡A mí…Piscis!

VERDIERTe equivocas mala lengua.

CHINCHORROY que “dime con quién andas…y te podré mediassuelas”

LEANDRO(Sale de la taberna.) ¿Qué pasa?

FULGENDice el patrón…

CHICHORROLo que yo digo no cuenta, ¡Qué!, ¿Salimos a la mar onos quedamos en tierra?

LEANDROSi queréis, salís vosotros.

CHINCHORRO¿Sin ti?

LEANDROSin mí.

CHINCHORRO¡Bueno fuera!

LEANDRO¿Usted no lleva el timón?

CHINCHORROPero tú largas la vela. Ya dice el refrán que “dos noriñen…si no hay pareja”

FULGENTodos fueron a la mar.

SENENEstá la ría desierta.

LEANDROSalid vosotros….A mi hoy me apetece ser pájaro deribera. Salid vosotros. Y usted, patrón, si se queda¡acuérdese usted del genio que tiene la sardinera!

CHINCHORRO¿Mi mujer? ¡Valiente cosa me importa de esa tía vieja!

LEANDROPues anoche hubo sus voces.

CHINCHORRO¡Uf! ¿Me oíste?...Y porque ayer no cogió la “cafetera”(Borrachera.). Cuando la coge es distinta.

FULGENEntonces es que le pega.

CHINCHORRO¿Pegarme a mí? Al contrario. Cuando bebe es unaoveja. Le da por decir que soy más guapo queLlapisera- porque desde que le vio, es el tipo que lellena- y me atiza cada beso, con aquel olor quevuelca, que yo no sé que es peor. Yo la prefieroserena.

FULGEN(Con LEANDRO y SENEN.)¡Vamos!

LEANDROQue no voy…

CHINCHORRONo quiere y no sed babiecas. “La avaricia…rompe elhielo y el buey suelto…bien que vuela” ¡Aquí mandoyo, Senen y Fulgen y tú! ¿Te enteras? Los que hansalido a la mar no sabe lo que se pescan. (Va haciaVERDIER.). La tripulación, amigo, la tengo como unaseda.

FULGEN¡Vas a perderte, Leandro!

SENENSi Juan de Eguía se encela…

LEANDRODejadme en paz.

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FULGENTú estás loco.

LEANDRO¡Loco perdido por ella!

SENEN¡Por una mujer casada!

LEANDRO¡Dejadme, he dicho!

CHINCHORRO(Acudiendo)¿Qué ocurre?

LEANDRONo ocurre nada; que es fiesta y yo no salgo a la mar ¡Porque no quiero!(Mutis.).

CHINCHORROA la fuerza no se debe salir. ¡Hale!, todo el mundo entierra, ¡porque a mí me da la gana! ¡Vamos a lataberna! Convida Fulgen porque es el que se hapuesto más pelma.

FULGENEse chico…(Entrando en la taberna con SENEN y CHINCHORRO.)

JUAN(Que aparece en el balcón encima de la taberna…)¿Quién es el memo que dice que Brasil está enAmérica? ¡Verdier!.

VERDIER¡Hola, Juan de Eguía!

JUANSalgo ahora, buena pieza.(Se retira del balcón.).

SIMPSON(Saliendo del café.)¡Shoking! ¡Mal tito te peguen! ¡A rivedersi! ¡Babieca!

VERDIER(Muy sorprendido.)¡Simpson!

SIMPSON¿Quién eres? ¡Ah tú! ¡Cómo tengo la cabeza! Creíaque eras Verdier; pero ese gran sinvergüenza estará

en la isla del Diablo cumpliendo alguna condena.(Se sienta junto a la mesa. El tal SIMPSON,originamente inglés, pero de toda partes, fuerza derodar por los puertos, es un viejo alcohólico, antiguoaventurero y hoy vagabundo, que vive y bebe, de lacaridad de los pescadores, del miedo de loscompinches y de acompaña como intérprete a losmarineros extraños que caen por Cantabreda)....¡Verdier! ¡Eguía el negrero! ¡Walter Simpson!...Pocos quedan. Ya no pueden venir más. Jorgsenmurió en una antena colgado; Pini, en presidio; Kurtz,reventó de cerveza; Luna está de presidente delConsejo…allá en su tierra. ¡Todos acabamos mal!Usted perdone, excelencia (Se levanto en pie yVERDIER le detiene.)

VERDIERYo soy Verdier, insensato, que coges la borrachera yno sabes lo que dices. Habla bajo y con prudencia.

SIMPSON¿Con prudencia o con Verdier?

VERDIERSiendo bajo, con quien quieras, que aquí llega Juande Eguía y acaso le comprometas.(VERDIER sale al encuentro de JUAN, mientrasSIMPSON se sirve de caneco una convidada. JUAN esun hombre de sesenta años, curtido, con algunacicatriz...)

Música

JUAN(A VERDIER.) Hace días que te esperaba.

VERDIEREl asunto se dio mal.

JUAN¡Hola, Simpson!

SIMPSON¡Mala peste con vosotros! ¡Vaya un par!

VERDIER(A JUAN.)Ese está con la ginebra y a comprometernos va.

JUANNo le temas; es un infeliz. Le domino como a unbergantín. Obsérvale bien, ¡Y ahora verás! ¡Ohé!(Tararea un aire exótico que, desde el primer instante,hace efecto en el inglés.)

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SIMPSON(Cuadrándose ante JUAN DE EGUÍA.)¡A sus órdenes, mi capitán!

JUAN(Entre sus dos amigos.)¡Qué días aquellos de la juventud!

SIMPSON¡La luna, tan blanca, y el mar, tan azul!

JUANBajo otros soles, por otros mares, ¡con qué bravurabogó mi nave!. Son otros tiempos que ya no vuelven,y el recordarlos rejuvenece.

JUAN Y SIMPSON¡Aquellas noches de borrachera,durmiendo en brazos de tantas hembras!¡Y aquellas horas de corto idilioque eran amores para el olvido!

SIMPSON¡Y aquellas negras!¡Y aquellos vinos!

LOS TRES¡Cuantos caminos tiene la mar!¡Cuantos escollos ocultos hay!Juega el velero con el azar, y nunca sabe ni cuando llega ni adonde va.

JUANTan sólo obediente navega en la mar, ¡sumiso al mandato de su capitán! ¡¡Ohé!!.(Terminan cuadrándose ante JUAN DE EGUÍA.)

HABLADO

VERDIERHablemos, Juan , si te parece, de los que importa.

JUAN¿Aquí, en la calle?

VERDIER¡En la taberna!

JUANNo es segura. Quizá se halle más solitario elcafetucho.

SIMPSONNi un alma en él habrá de fijo.

VERDIERSi no la tiene ese avechucho.

SIMPSON¡Qué va a tener ese canijo!

JUANAdentro, pues.

VERDIER¿También con este?

JUANNo desconfíes del inglés.

SIMPSON¡De ti si acaso, mala peste, que eres moreno ymarsellés!

VERDIER¿Y el cafetero? ¿Tiene guasa?

JUANLo alejaré con un pretexto. ¡Cuando me vea por sucasa…!. Nunca los pies en ella he puesto.(Entran en el café, cruza un carabinero por el fondo.Luego sale ABEL de la taberna.)

ABEL¡Me ha mirado! ¡Hoy me ha mirado! ¡Me ha mirado!¡Qué cerca hemos estado los dos! Abel, ¿tú estásenamorado? ¡No importa! ¡Hoy creo en Dios!(Del café sale RIPALDA.)

RIPALDA¡Este es un éxito! ¡Un éxito!

ABEL¿Qué te sucede?

RIPALDA¡Entérate! De bien que sirve la taberna, ¡el dueñobebe en mi café! Él me lo ha dicho sin rebozo; “ ¡Estoes coñac, y no el de casa!”

SIMPSON(Asomándose a la puerta del café.)Es tabaco, venga, mozo

RIPALDAVoy en seguida.(Mutis SIMPSON, RIPALDA se rasca el colodrillopreocupado.)

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ABEL¿Qué te pasa?

RIPALDAQue tengo que ir al otro lado del puente viejo.

ABEL¿A qué?

RIPALDA¿Y qué? Que con el día que ha empezado ¡tengo unjaleo en el café!... Hacer la leche en el caldero deesas pastillas que ahora traen. Guardar aparte en unpuchero todas las moscas que caen. Cortar jamón enlonchas finas. Sacarle el huevo a dos gallinas que ayersalieron de cuenta y que no ponen las indinas. Untarde seno las tostadas, pintar los granos de café; lasaceitunas aliñadas redondearlas con el pie…enfin…¡la mar!. Anda, macaco, ¿por qué no me haces elfavor de ir a buscarles el tabaco y yo me quedo en milabor?

ABEL¿Un cuarterón?

RIPALDO(Le da dinero.) Del de primera.

ABEL¿De contrabando?

RIPALDA¡Calla chico! ¡No creas que es para un cualquiera!¡Fíjate bien: de ese tan rico que expende latabaquera!.

ANTIGUA(Dentro, pregonando.) ¡Sardina fresca!.

ABEL¡Santo Dios! Si ve a Chinchorro, del pellejo no quedapara un entredós.(Mutis por el foro izquierdo, por dónde aparece laAntigua.)

ANTIGUA(Apareciendo.)¡Sardina, sardina fresca! Son la flor de la frescura.

RIPALDAHola, Antigua.

ANTIGUAHola, ricura.

RIPALDAA ver si tenemos gresca.

ANTIGUA¿Con quién?

RIPALDACon el propietario de tu cuerpo saleroso.

ANTIGUA¿Con quién? ¿Con ese baboso?.

RIPALDA¿No te pega?

ANTIGUALo contrario. Solo cuando estoy bebida me puede. Sefue a la mar. Hoy me puedes convidar sin miedo.(Sentándose.)

RIPALDASe te convida.

ANTIGUATengo el gaznate tan seco de pregonar….

RIPALDA(Dándole una copa.)Echa un trago.

ANTIGUA¿Cuánto vale?

RIPALDAYo lo pago.

ANTIGUAEntonces… ¡en el caneco!(Coge el caneco y lo empina.)

RIPALDAPero oye…

ANTIGUA¿Qué? (Vuelve a beber.)

RIPALDA¡Santo Cristo! ¿Dónde vas?

ANTIGUA¿Es ginebra o aguarrás? (Bebe.)

RIPALDA¡Gasolina!...Vamos… ¡Eh!

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(Quitándole el caneco de la boca.)

ANTIGUA (Poniéndose en pie.) ¡Sardina fresca! ¡Sardina! Oye…empuja , haz el favor , que tengo el carburadorinundado de gasolina.

RIPALDA(Dándole un empujón.)¡Así revientes, galocha!

ANTIGUA¡Bárbaro!(Dando traspiés llega a la puerta de la taberna.) ¡Favor! ¡Socorro! Pero, ¿qué veo? ¿Chinchorro?¡Mecachis en la panocha! (Entra en la taberna.).

RIPALDAAhí lo tienes! ¡Embobao! ¡Flechao por l tabernera!(yendo hacia el café) Vecina, ya me he vengao, pero aeste precio….¡cualquiera! ¡Cinco duros me ha costao!.(Mutis. Sale Antigua de la taberna, que saca aCHICHORRO cogido por una oreja. Los dos estánigualmente borrachos.)

Música

ANTIGUA¡Ven aquí, camastrón!

CHINCHORRO¡Qué me arrancas la oreja!

ANTIGUA(Soltándole.)¡Si no fueras pendón..!

CHINCHORRO¡Qué demonio de vieja!

ANTIGUA(Dirigiéndose hacia la taberna.)¡A esa guarra también voy a darle garrote!

CHINCHORRONo te expongas, mi bien, que te arranca el bigote.

ANTIGUAVen acá, titi: ¿qué le viste a esa sinsorga, que no mevieras a mí, para siempre estar ahí?.

CHINCHORROVengo aquí a beber, y a olvidarme de que en mi casaduermo con una mujer que parece un brigadier.

ANTIGUA¡Ay, Señor! ¡Qué sufrir! No me deja ni vivir.

CHINCHORRO¡Ay, Señor! ¡Por San Blas! ¡Cuánto te la llevarás! (Otravez a su mujer, tirando de ella.) ¡Ven aquí, bacalao!.

ANTIGUA¡Qué me rompes la falda!

CHINCHORRO¿Dónde la has agarrao?

ANTIGUA(Señalando el cafetín.)¡Es que me han convidao!

CHINCHORRO¡Ay, pobre de mí! Mi vieja está borracha.¡Ay, pobre de mí! ¡Qué o lo estoy también!Una vieja, gorda y pelleja, y un abuelote como pareja, se van del bracete por la calleja,cae una teja ¡y hay un belén!.

ANTIGUA¡Ay, pobre de mí! Mi viejo está borracho.¡Ay, pobre de mí! ¡Qué yo lo estoy también!Este viejo, necio y pendejose ha sacudido más de un pellejo, y a mi me ha ocurrido lo mismo que al viejo.No sé cómo ha sido ni sé ya quién soy.

CHINCHORRO¡Ven acá, mujer!; que te lleve pronto a la camaporque te vas a caer…¡ y te voy a sostener!

ANTIGUA¡Eso sí que no! Tú no puedes con lo que llevas. ¡Miraque bien ando yo! Tú no puedes con lo que llevas.

CHINCHORRO¡Santo Dios! ¡Qué mujer! De narices va a caer.

ANTIGUAEso, tú, que ya estás que no ves por dónde vas.Al final, cogidos del brazo y, olvidándose de labanasta de sardinas, se dirigen hacia el foroizquierdo, haciendo antes una breve evolución.)

LOS DOS¡Trumla, trumla, trumla, lá, lá!....

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264

(Mutis de ambos, sosteniéndose mutuamente.)

HABLADO

(Salen de la taberna, sosteniéndose mutuamente.)

MAROLAYa se marchan tan contentos.

FULGENEso es que ha bebido ella.

SENENSi viene Clara, ¡lo estrella!

FULGEN(Pellizcando en un brazo a Marola.)¡Adiós!

MAROLA¡Ojo con los tientos!

FULGEN(Irónico.)¡El patrón es muy celoso!(Sale del café JUAN DE EGUÍA.)

MAROLAAl menos, muy oportuno

SENENAdiós….

FULGENAdiós…(Se van por la izquierda.)

JUAN(Después de un pausa.)¿Queda alguno?

MAROLANadie.

JUANMejor. (Pausa.)

MAROLA….Caluroso ha amanecido hoy el día…

JUANOye Marola.

MAROLA¿Qué quieres?

JUANNunca fié en las mujeres. ¿Tú lo sabes?

MAROLALo sabía.

JUANPero, ¡Tú eres para mi tan diferente, Marola…! Unamujer, una sola, me dio el bien que apetecí.

MAROLAPor eso vivo a tu lado.

JUANY por eso…(Transición.) Me parece que una ocasiónse le ofrece de probar que te he ganado; que elmiedo con que viniste a partir el pan conmigo era nomás que un castigo que a mi conciencia impusiste;pero que el tiempo clemente te demostró que yo nosoy tan malo como decía la gente.

MAROLALa fama de Juan de Eguía no era buena en ningúnpuerto.

JUANAquel Juan de Eguía ha muerto, si quiera en ti, vidamía. ¿Eres feliz?

MAROLAEn mi tierra viviría más dichosa.

JUANAllí ya sabes, hermosa, que todos me hacen la guerra.

MAROLACulpa fue de tu aventura, desdichada, con mi gente.

JUANHas bebido en mala fuente la versión. Ven, criatura.

MAROLANo me cuentes más historias.

JUAN¿Quieres volver?

MAROLAFue un decir. Si aquí tengo que vivir, aquí viviré.

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265

JUANSeremos aves de paso. Marola, en ti sí que fió.Necesitamos un tío que nos ayude en un caso.

MAROLA¿Un tío?

JUANUn hombre bravío, sereno, fuerte, discreto, leal,sensato, completo…en una palabra ¡un tío! De tidepende, alma mía.

MAROLA¿De mí?

JUANPues tú, ¿no bromeas con ellos y coqueteas con todala cofradía?

MAROLASí, bromeo cuando andas alrededor.

JUANYa lo veo.

MAROLAY bromeo y coqueteo…. ¡Porque tú me los mandas!

JUAN(Riéndose.) ¡Y así nos luce el negocio! Al pez, con elcebo, amiga. Al pájaro, con la liga. Con una hembra,al beocio.

MAROLA(Avergonzada y dolida.) No deberías jugar con fuego.

JUAN¿Con fuego? ¿Dónde?

MAROLA¡Sabe Dios dónde se esconde el que nos ha deabrasar!.

JUANPronto saldremos de aquí. Si el asunto se remata conbien, torrentes de plata se verterán sobre ti.

MAROLA¡Y yo un hombre he de buscar!

JUANBuscarlo no. Convencerlo.

MAROLA¿Corre peligro?

JUANCorrerlo es exponerse a triunfar.

MAROLA¿Su papel…?

JUANEn un balandro….a dar un paseo.

MAROLA¿Buscando está?

JUANYa lo creo.

MAROLA¿Cómo se llama?

JUANLeandro.

MAROLO¿No encontraste otro mejor?

JUANEs valiente con el mar….aunque no salga a pescarcuando se enferma de amor.

MAROLA(Algo impresionado.) ¡Qué cosas dices!

JUAN¿Te ofende?

MAROLATantos vienen a beber, que alguno había de ser.

JUANPero entre tanto, se vende.

MAROLA¡Me das…miedo!

JUAN(Insinuante.)¿Le hablarás?

MAROLAEn cuanto venga.(Maquinalmente.)

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266

JUANEn ti fió. ¿Verdad, Marola?

MAROLA(Aparte.) ¡Dios mío!

JUAN¡Marola!(Cariñosamente.)

MAROLA(Aparte.)¡No puedo más!(Hace mutis a la taberna, conteniendo las lágrimas.JUAN se queda un momento parado. Encoge loshombros y se dirige al café de donde sale VERDIER.)

JUANNo está claro todavía; pero barrunto bonanza.

VERDIERQue haya una mujer en danza…¡Allá tú! Yo no lo haría.

JUANSegún quién sea.

SIMPSON(Que sale contando el dinero.) ¡Por Cristo que Ripaldaes un ladrón! Se ha cobrado un cuarterón de tabaco yno le ha visto. ¿Qué dice la tabernera?

VERDIERReacia está al parecer.

JUANNo te amilanes, Verdier. La audacia es mi consejera.

SIMPSONLágrimas te ha de costar esa constante osadía.

JUANLos ojos de Juan de Eguía no saben lo que es llorar.

SIMPSONEsa faena se aprende cuando menos te lo catas.

JUANAquí llega el papanatas.

SIMPSON¿Leandro?

JUANLeandro.

SIMPSONAtiende….Ese mozo…

JUANCalla, idota.

SIMPSONNo te saldrás con tu intento.(Entra LEANDRO por el foro izquierdo.)

JUANParece que gira el viento.

SIMPSONY viene mucha gaviota (A LEANDRO.) Bien hiciste enno salir a la mar. Hay virazón.

LEANDROMe lo dijo el corazón.

JUANEn tierra hay más porvenir.

VERDIER¿Vamos a la iglesia?

SIMPSON¡Sopla! (Aparte.) ¡Ah sí! ¡Por disimular!

JUANEs un soberbio ejemplar.

SIMPSON¡Ah, bien! Esa es otra copla.

LEANDROAbuelo, ¿no me acompaña?(Indicándole la taberna.)

SIMPSON(Aparte.)Otro tal que disimula.(A LEANDRO.)Vamos…a sacar la bula. Me debes una de caña.

VERDIERBuenos días.

LEANDROBuenos días.

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267

JUANAdiós.

LEANDROAdiós.

SIMPSON¡Hasta luego!

LEANDRO¡Adiós!

SIMPSONY ¡Ojo con el fuego, que da muchas calorías!.

Música

LEANDRO¡Todos saben!Es imposible disimular.No hay más caminos: ella en mis brazos o renunciar.¡Renunciar no puede ser!¡Es mi vida esa mujer!(Da unas palmadas y se sienta en la mesa. SaleMAROLA.)

MAROLA¿Qué quieres? ¿Qué te sirvo?

LEANDRO(Dudando.) Marola, yo quisiera…Marola, yo quisiera… (Decididamente.)Una bebida tan rara, tan dulce y tan buenaque alumbre los sueño y aplaque las penas.

MAROLANo sueñes, marinero.

LEANDROSi no existieran tus ojos, radiantes y bellos, no habríaen mi alma ni penas ni sueños.

MAROLATengo los ojos radiantes porque los miras al sol.

LEANDROVerlos quisiera de noche, que es el portal del amor.

MAROLAEsa ventura es difícil.

LEANDROAmo la dificultad.

MAROLAUna mujer no es arena que echa a la playa el mar.

LEANDROMarola…No comprendes…¡Te quiero con toda mi alma! Y he de luchar porlograrte, -¡por verte en mis brazos!- con todos losvientos que quieran en vano tu amor apartar de mí.

MAROLANo delires, soñador.

LEANDROSe piadosa con mi amor.

MAROLAMarinero, vete a la mar: que la tierra es mundotraidor y las rosas de mi jardín envenena, ¡ay de mi!,con el olor.

LEANDROMarinero soy de la mar, y en el puerto está lo mejor:son los ojos de una mujer que me hicieron, ¡ay demí!, soñar de amor.

MAROLAVete a la mar, marinera. Ya no lo debes dudar, vete ala mar…

LEANDROMarinero soy de la mar.(LEANDRO ha estrechados entre las suyas las manosde MAROLA y se va corriendo por el foro izquierdo,por dónde aparecerá ABEL. MAROLA queda unmomento suspensa y de su actitud le sacan lasprimeras palabras de ABEL).

HABLADO

ABELEste Leandro… ¡quién lo diría! ¡Lleva en los ojos unaalegría!...

MAROLA¡Calla muchacho!, ¡qué disparate! Si estaba seriocomo una orate.

ABELNo me lo niegues. Algo ha pasado. ¡La cosa es clara!¡Qué la has mirado!

MAROLA¿Tales portentos causan mis ojos?

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ABELCuando los miran. ¡Bailan los cojos!

MAROLA(Riéndose.) Esas son coplas que tú te inventas.

ABELSi tú supieses… (Pausa.)

MAROLA¿No me lo cuentas?...Me has intrigado.

ABELPues… ¡Qué te quiero! (Tapándose los ojos con lasmanos.) No se lo digas al tabernero.

MAROLAEso es más grave. Pero … ¡muchacho!

ABEL¿Qué piensas?

MAROLAQue estás borracho.

ABELYo me lo dije: “¿Qué es esto, Abel?”.

MAROLAUn desatino.

ABELUn cascabel, que a uno le suena como un diablejo, yque no siempre da un buen consejo.

MAROLAPero, ¿has pensado la cosa, amigo?

ABELNo, si la pienso…no te la digo. Fue sin pensarlo. Medio un repente. ¡Así se dice lo que se siente! Sé queme expongo. Que el tabernero….Pero, ¡estos pujos de aventurero!

MAROLA¡Era una broma lo que dijiste!

ABELEs cosa seria.

MAROLAEs cosa triste. ¡Hasta a los chicos de la ribera tieneembrujados la tabernera!.

ABEL¿Por qué te ríes con tan buen aire?¿Por qué nos miras así, al desgaire, y entra en los huesos una corriente, que no se explica, pero se siente?Todos se embrujan. Eso es lo cierto.¡Eres el hada bruja del puerto!Todos se afligen de tu desdénTodos te quieren… ¡y yo también!

MAROLAAnda, chicuelo. Déjame sola.

ABELYa he reventado como una ola.“¡Ay, Abel!, ¡reconchis!, ¡ya crecerás!”¡Si yo tuviese dos años más!(Mutis.)

MAROLA(Acercándose a la puerta del café.) ¡Pobre muchacho!¿Yo le hechicé?...Pero si nunca le ha dado pie.(Pausa.)

Música

(Vuelve MAROLA hacia la taberna, pero se encuentrarodeada de un grupo de mujeres que salen por elforo izquierdo, capitaneadas por LA ANTIGUA y enson de motín.)

MUJERES(Por MAROLA.)¡Aquí está la culpable!

MAROLA¿De qué tengo la culpa?

MUJERESDe jugar con los hombres y volverlos tarumba.

MAROLAYo no juego ni gano, yo no salgo ni entro.

MUJERESPero los emborrachas y los tienes revueltos.

MAROLASi ellos vienen a casa, ¡ya sabrán a qué vienen!Si vosotras supierais alegrarles la vida…

MUJERES¡A que acaben borrachos le llamáis alegría!

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269

ANTIGUAA Chinchorro, mi marido, que en ni casa no loprueba, lo mismito que una cuba le saqué de lataberna.

MAROLAPero tú, que no te vimos asomarte por mi casa, haspescado una merluza que parece un tiburón.

ANTIGUACállate, perdición…; que te doy un coscorrón.

MUJERESPorque tú, para hablar, tienes mucho que callar.

MAROLAPues, entonces, hablaré.

MUJERES¡Tienes mucho que callar!

MAROLASi vienen los hombres aquí, vosotras la culpa tenéis;oléis a sardinas, y estáis achicadas en cuanto los veis.Ninguno se puede alabar de haber conseguido de mímás que una sonrisa y un aire atrayente, que es elaliciente que encuentran aquí. Y no se devanen lossesos pensando que soy Lucifer. Ser limpia y amablees indispensable en una mujer.

MUJERES¡Y encima se burla! ¡No hay quién lo tolere!

MAROLAA mí no me hiere ni asusta una voz.(Dirigiéndose a una de ellas)Si a tu marido tú le quieres agradaren vez de hacerle ¡fú!, déjate acariciar.No son del diablo, como presumes; que mis perfumes bien cristianos son : agua del río, y un estropajo¡y un cacho de jabón!.

MUJERES¡Cállate! ¡Cállate! ¡Mira que eso no lo aguanto yo!

MAROLAYo nada tengo que callarme.

MUJERES¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate, ladrona! ¡Cállate, cochina!

MAROLALo que queréis es asustarme.

MUJERES¡Cállate! ¡Cállate!

MAROLA¿Por qué? ¿Por qué?

MUJERES¡Qué te vamos a zurrar!

HABLADO SOBRE LA MÚSICA

JUAN(Saliendo por el foro izquierdo.)Marola, ¿qué pasa aquí?

ANTIGUAQue les sorbe los sentidos y nos roba los maridos.

MAROLANo es verdad.

ANTIGUA¡Juro que sí!

MAROLA¡Mentira!

ANTIGUATú si que mientes; que eres de mala ralea. Y no estámal que lo sea, sino que tú lo consientes.(Sale ABEL.)

JUAN(Cogiendo a MAROLA de un brazo y arrojándola alsuelo, con violencia.)¡Marola, siempre serás la misma!

ABEL(Reprimiendo un impulso de rebeldía.) ¿Qué?

MAROLA(Levantándose, angustiada.)¡Por favor!

JUAN(Violento.)¡Calla y vete!(A las mujeres)¿Queréis más?(MAROLA entra en su casa llorando.)

JUANLos maridos complacientes no son hombres de micasta.

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ANTIGUAA las hembras imprudentes, con un trato así las basta.

JUANYa podéis marcharos presto.

ANTIGUAYa nos vamos satisfechas.

(Inician el mutis por el foro izquierdo)

JUAN(A ABEL.) Tú, ¿qué miras?

ABELYo, ¡protesto!

JUANTú, galán, ¡a tus endechas!(Mientras las mujeres acaban de salir, ABEL, se vamohíno por la derecha. Cuando todos handesaparecido, JUAN rompe en una burlona carcajada,extrae la pipa, la carga y la enciende. Entre tantosuena dentro, de izquierda a derecha, la voz deLEANDRO.)

TELÓN

Acto II(Interior de la taberna. Los muros son de piedrarenegrida. En el muro del fondo, hay un amplioventanal y una puerta; a través de ellos, se ve laarboladura de las embarcaciones fondeadas en la ríay, al otro lado, el caserío, la iglesia, etc.Delante de la ventana, una fila de bancos al serviciode dos mesas rectángulas, separadas entre si pardejar paso. En el muro de la izquierda, puerta deentrada y la ventana que jugaban en el acto primero.Entre los huecos, otra mesa semejante a las delfondo. En el muro de la derecha, en primer término,puertecita de acceso a la vivienda; a continuaciónanaqueles con frascos de vino, botellas de licores yservicio de loza y cristalería; delante de laanaquelería, el mostrados; y ya, casi al fondo, unapuertecita que da la cocinas. En primer término, a laderecha, separada de la puerta, una mesa cuadradacon taburetes alrededor. Es de día).(En la taberna hay animación. CHINCHORRO,FULGEN y SENEN y otros, ocupan la mesa adosadaal lateral izquierdo. En un de las mesas del fondo haycuatro marineros negros de la escuadra americana. Enlas demás mesas ye en el mostrador beben otrosmarineros que pululan también de grupo en grupo.

En la mesa de la derecha, SIMPSON.)

Música

HOMBRESCANTANDOEres blanca y hermosa como tu madre; eres como larama que al tronco sale. Toda la noche estoy, niña,pensando en ti¡Cuánto sufro de amores desde que te vi!.

SIMPSON(A MAROLA.)¿Quieres tú cantar una canción?Tabernera graciosa, canta, ¡Canta!¿Quieres alegrar mi corazón?Tabernera graciosa, canta, ¡Canta!Canta una canción para achicar a todos este orfeón.

JUAN(Que sale por la derecha.)Buenos días, señores.

SIMPSONJuan de Eguía, salud.

JUANMuy alegres estamos.

SIMPSONPorque no estabas tú. Ya se acabó la alegría. Callad,callad, porque el patrón es un sauce llorón.

JUAN¡Marola!

MAROLA¿Qué quieres?

JUANQue cantes conmigo.

MAROLA¿Qué cantes?

JUANPues, claro.

MAROLA¿Qué voy a cantar?

JUANTú sabes, Marola, canciones muy lindas, que yo en laguitarra sobre acompañas.

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MAROLA(Resignada.) Siempre será lo que tú digas.

SIMPSONLa taberna va a cantar.(Forman grupo en el centro del escenario: MAROLAsentada en una mesa; JUAN DE EGUÍA, a su lado, enuna silla tocando la guitarra que ha sacado delinteriore de la vivienda; los demás, menos losmarineros negros, alrededor de las dos figuras,escuchando.)

MAROLAEn un país de fábula vivía un viejo artista, que en unaflauta mágica tenía un caudal.Tan pobre era, y tan rústico, que el mísero flautistadormía en copas de árboles por falta de un lugar ypájaros de la selva le venían a despertar; y el viejo flautista tocaba a su vez, diciendo a los aires con gran altivez:“Yo también soy un pájaro viejo que llena de trino elaire vernal. Yo también he volado en la vida sin rumbo y sin nidodónde emparejar.Vosotros cantáis endechas de amor.Yo canto amarguras de mi corazón”.Pero una noche trágica durmiese el triste abuelosobre el pomposo vértice de un árbol secular; y, entreun fragor horrísono, cayó una luz del cieloy el miserable músico durmió en la eternidad.Ni los pájaros de la selva consiguiéronle despertar.Las aves cantaron y el viento lloró.El viento y las aves copiaban su voz.(Mientras el coro repite a boca cerrada la melodía delestribillo de la canción, MAROLA imita el canto de lasaves.)

HABLADO

CHINCHORRO¡Bien! ¡Muy bien!

SIMPSON¡Bravo, Marola! (A JUAN.) ¡Aprende, Juan!

JUANYa te entiendo. Me tientas para que cante yotambién.

SIMPSONNo. Que preveo lo que será tu canción: algo muytobo y muy negro.

JUANTú sabes que yo también soy alegre cuando quiero.¿Me acompañas?

SIMPSONNo

JUAN¡Qué amable!

SIMPSON¡Vaya! Venga el instrumento.

JUANToma(Dándole la guitarra)

CHINCHORROEl comer y el rascar…, es afinado y…

SIMPSON¡Silencio!

Música

JUANLa mujer, de los quince a los veinte, es más dulce que un pirulí; de los veinte a los treinta emborracha, porque huele como el jazmín, de los treinta a los treinta y cinco, es sabroso licor de anís.¡Las mujeres de quince y de veinte, de treinta ycuarenta,me gustan a mí!¡Chíbiri, chíbiri, chíbiri, chíbir!...Lá, lá, lá, lá,…..Es la rubia cabello de ángelaunque el ángel sea Luzbel, la morena roquilla calientecon almíbar de trigo caliente; la trigueña jalea pura; la castaña marrón glasé;y no siendo rubita o trigueña, morena y castaña megustan también.¡Chíbiri, chíbiri, chíbiri, chíbiri!...Siempre el amor…siempre el amor nada por elmundovolando a nuestro alrededor, y es la mujer cebo que nos brindatan peligrosa pescador. De sobra sé que la red tendida estáy que el amor me pescará.Dulce es caer en sus finas redessi el rico cebo es la mujer.La mujer, de los quince a los veinte,

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es más dulce que un pirulí…etc; ¡Chíbiri, chíbiri, chíbiri, chíbiri!...

HABLADO

CHINCHORROA mi también me dislocan las mujeres, y te adviertoque la mía, aunque es tan fea, me disloca… hasta loshuesos.(Entra RIPALDA.)

RIPALDABuenas tardes.

JUAN¡Hombre! ¿Tú?

CHINCHORRO¿También pica el cafetero?

RIPALDAVengo a pedir un favor. Que me dejen un cubierto.

MAROLA¿Un cubierto?

RIPALDAEstán en casa, soplándose el gran almuerzo, unosmarinos de guerra americanos.

JUANComo estos.

RIPALDA¿Cómo estos? ¡Los oficiales principales del crucero! Y,claro, un banquete así… Me han dejado sin cubiertos.

SIMPSON¿Cuántos han venido?

RIPALDATres

MAROLATome usted.(Dándole un cubierto.)

RIPALDASe lo agradezco. Tengo que comprar. Adiós.

CHINCHORROY no olvides devolverlo.

RIPALDAEsa indirecta…

CHINCHORROYa sabes que te conozco, mochuelo.

FULGENAnde, patrón.

CHINCHORROYo no salgo.(Levantándose.)¡Hala! Ni salgo ni entro. Me habéis ahorcado el seisdoble tres veces.

FULGENLances del juego.

CHINCHORRO¿No está abolida la pena de muerte, so pistolero?Aparece en la ventana del fondo VALERIANO,sargento de carabineros.)

VALERIANO¿Qué tal, amigos?

CHINCHORROAquí, ya lo ves, matando el tiempo.

VALERIANO¿No está abolida la pena de muerte?

CHINCHORRO¡Mira el sargento! Fisgando tras la ventana.

VALERIANOYo vivo del fisgoneo

CHINCHORROPues, espabílate, amigo, que no sé por qué me hueloque estos días… hay marea.

VALERIANOPero yo soy circunspecto. No hay que levantar lacaza.

CHINCHORROBien lo dice el refranero: “No por muchomadrugar…dejarás de tener sueño”

VALERIANOAdiós, amigos(Mutis.)

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VARIOSAdiós

CHINCHORRO(Yéndose al mostrador.)Marola: lléname un cuenco.

SIMPSON¿Has oído?

JUANNo hay cuidado; hablan por hablar

SIMPSONTe advierto que conmigo no se cuenta.

JUAN¡Simpson!

SIMPSONQue yo no lo veo tan claro como vosotros.

JUANPues hace falta estar ciego.

SIMPSON¿Verdier se marchó?

JUANSe va.

SIMPSONUno que libra el pellejo. Y el otro, yo.

JUAN(Levantándose.)Con la vida me respondes del silencio.

SIMPSONEso sí. Vete tranquilo.

JUANPues…”¡au revoir!”(Mutis por la izquierda.)

SIMPSONHasta luego… Marola… ¿te has olvidado de que vivo y de que bebo?

MAROLA¿Otra botella?

SIMPSONUna grande. Paga América.

RIPALDA(Entrando de nuevo)Aquí vuelvo.

CHINCHORROSi acabarás por cerrar y ser uno de los nuestros.

RIPALDAPues no me piden palillos? Yo estuve en el extranjeroy en ningún sitio del mundo se usan.

SIMPSONCierto y muy cierto.

CHINCHORROY entonces, ¿con qué se rascan las muelas?

RIPALDAPues… con los dedos.

MAROLATome, vecino.

RIPALDAEn seguida que acaben se los devuelvo.(Mutis por la izquierda.)

CHINCHORROIba a decir un refrán muy bonito… y no me acuerdo.(ABEL se asoma por la ventana del fondo.)

ABEL¿Ya se fue ese mal hombre?

MAROLAPareciste, granuja.

ABELEl granuja es el otro. ¡No me hagas hablar!

MAROLATodo el día sin verte.

CHINCHORRO¿Te ha cogido una bruja?

ABELDónde está Juan de Eguía yo no puedo… ni entrar

MAROLAVamos, vamos, muchacho. No compliques las cosas.

CHINCHORRO¿Qué sucede?

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FULGEN¿Qué pasa?

MAROLAUna nueva canción.

ABELNo es canción. Tú lo sabes. ¡Sinvergüenzas!¡Chismosas! Y ese hombre…

CHINCHORRO¿Quién dices?

ABELJuan de Eguía. ¡Le ha pegado! ¡Delante de un sin finde mujeres!

CHINCHORRO¿Juan de Eguía a Marola?

ABEL¡Sí, señor!

MAROLA¡No es verdad!

ABEL¡Yo no miento!

FULGEN¡Canalla!

SENEN¡Sinvergüenza!

MAROLATú eres un chiquillo

ABELPues… claro. ¡Ya lo sé!Si yo fuera un hombre, ¡no te pegaba, palabra!

MAROLAVamos, cállate, Abel.

SENENEntonces, ¡es verdad!

FULGENLe ha pegado!

CHINCHORRO¡Eso no tiene nombre!

SENEN¡Te vengaremos!

VARIOS¡Le mataremos!

FULGENA cebarnos con él!

CHINCHORRO(Se ha subido a un taburete.) Marineros…

MAROLAChinchorro, ¿usted que es el más viejova a iniciar el motín?

CHINCHORRO¿Qué motín, si era mitin? ¡Uno falta en el corro,marineros! ¡Leandro! ¡Él será el paladín! Él se basta. ¡A buscarle!

MAROLA¡No!(A ABEL.)¿Lo ves?

ABELSí, Marola. Juan de Eguía es un ogro.

FULGENPero ya se acabó.

CHINCHORROSe acabó Juan de Eguía, se acabó su aureola, seacabó su fachenda…

FULGENPero, ¿vamos o no?

CHINCHORRO¡Adelante!(Baja del taburete. Van haciendo mutis los pescadorespor el fondo.)

MAROLA(Suplicante.)Chinchorro…

CHINCHORRONo me mires tan mustia, que ya vas a ser libre.¡Muere Juan!

VARIOS¡Muera Juan!

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(Se marchan.)

MAROLA¡Vete, Abel, y detenlos! Que no agraven mi angustia.

ABELY aún le quieres, Marola… (Mutis)

SIMPSONComo van, volverán.

MAROLA¡Ay, Señor!

SIMPSONCobra a estos.

MAROLA¿Pagarán?

SIMPSONNo lo dudes. Estos son de otro bando. Paga Américael ron. Ellos son los que cobran; y, bebiendo ycobrando, no se enteran los negros de los parias queson. Cóbrales.

MAROLAEs que duermen.

SIMPSONEse está algo más fresco;(MAROLA se acerca a un marinero negro, que le daun billete.)… pero no le des vueltas, no se vaya a caer.

MAROLA¿Me las guardo?

SIMPSONSería poco caballeresco. Me las das esta noche a misolo, mujer.(Mutis de MAROLA por la puertecilla del mostrador.Simpson se acerca a grupo de negros y canta.)

Música

SIMPSONDespierta negro, que viene el blanco.Desde el navío te está mirando.Son dos cucuyos sus ojos claros;no son luceros que van de paso.El blanco tiene la nave al pairoy está despierto como un alano.La luna es blanco, muy blanca.

La noche es negra, muy negra.El negro, drumi que drumi,y el blanco, vela que vela.Noche: que sale la luna.Negro: despierta, ¡despierta!(Los marineros, poco a poco, han ido despertándose,fijando su miranda en Simpson)Ya sabes, negro, cómo es el blanco:se finge ecobio, te sube el santo, collares cambia por nenes guapos,y al otro día te lleva al barco,te soba el cuero, te quita le mando, te da la pega, ¡y engorda el amo!La luna es blanco, muy blanca.La noche es negra, muy negra.El negro, drumi que drumi,y el blanco, vela que vela.(Nuevamente los marineros han ido quedandoadormilados)Noche: que sale la luna.Negro: despierta, ¡despierta!.

HABLADO

SIMPSON¡Cualquiera despierta a un negro cuando está con lamodorra!(Aparece en una ventana un oficial de crucero. Tocaun pito. Los marineros se ponen en pie, comomovidos por un resorte, y hacen mutis por laizquierda.)¡Despierta, negro, despierta!...Que os van a limpiar la ropa.(Entra LEANDRO por el fondo.)

LEANDRO¡Hala, Simpson!

SIMPSON<<¡Gutten tag!>>

LEANDRO¿No hay quien sirva?

SIMPSONAnda por dentro.

LEANDRO¿El amo?

SIMPSONNo; la señora. (Acercándose a Leandro que se sentóen una mesa.) Oye, Leandro… No creas que estoybebido… ¡Ni gota! ¡Mucho cuidado!

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276

LEANDRONo entiendo.

SIMPSONA ti te gusta Marola, más que a los otros. A ti te va acostar esa broma un disgusto. A ti, Leandro…

LEANDROBueno, y ¿a ti qué te importa?

SIMPSONTe debo muchas azumbres y, aunque he sido un pocotromba, yo no soy ningún pirata, como Juan de Eguía

LEANDRO¡Vaya! Eso me va interesando.

SIMPSONUna mujer es la soga donde muchos que pretendenhacer títeres se ahorcan.

LEANDROEso me interesa menos.

SIMPSONVen aquí, cacho de rosca. ¿No has notado desde ayerun cambio grande en Marola?

LEANDRO¿Desde ayer? Precisamente… ¿Un cambio? Pero, ¿enqué forma?

SIMPSONDesde tormenta a bonanza, de displicente a amorosa.

LEANDROHabla claro.

SIMPSONClaro cómo la luz de aurora. ¿Te habló Marola de unbulto que en un peñón de la costa, en una cueva, adiez millas, está escondido entre rocas?

LEANDRONada me dijo.

SIMPSONNo tarda en decírtelo dos horas.

LEANDRO¿Es tabaco?

SIMPSONCocaína. ¡Valdrá un millón! Esa droga, que se vende

de ocultis, vale mil duros la onza.

LEANDROY a mí, ¿para qué me buscan?

SIMPSONSe precisa una persona que no despierte sospechas,que sea diestro en la boga y que tenga algún motivopara callarse la boca.

LEANDROYo, ¿qué tengo que callar?

SIMPSONUna pasión borrascosa.

LEANDRO¿Y el precio de que me quiera es ese?(Ilusionado.)

SIMPSON¡Pobre paloma! Para que piques, el cebo es unamujer hermosa. ¿Qué te niegas? Ya no vuelves poraquí. ¿Qué te conformas y fracasa la aventura, porquees algo peligrosa? Ya no vuelves por aquí. ¿Quétriunfas? Llena él la bolsa y ambos levantan el vuelo:el cóndor y la gaviota. Ya no vuelves por su casa, quesabe Dios dónde ponga. ¿Lo entiendes hombre? Portodos los caminos se va a Roma.

LEANDRODéjame, abuelo. Tú siempre zurciendo negrashistorias.

SIMPSON¿No te acomoda que posea la verdad?

LEANDRO¡Si no es verdad! ¡Márchate!

SIMPSONTe convencerás, Leandro, cuando de sus labios oigasque, por un beso, una noche en la mar, boga queboga, con la carga de un delito donde te juegas lahonra.

LEANDROEsa mujer no es un áspid.

SIMPSON¿Y si un áspid la emponzoña?

LEANDROMe quiere.

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SIMPSONMe voy, Leandro, ¡allá tú!

LEANDROTe agradezco… la zozobra que en mi corazón pusiste,con intención cariñosa.

SIMPSONLuz en tu frente quisiera poner,donde hay tanta sombra.

LEANDRO¡Luz en mi frente!

SIMPSON¡Luz clara como la luz! ¡Luz de aurora!(Mutis por la izquierda.)

Música

LEANDRO¡No puede ser! Esa mujer es buena.¡No puede ser una mujer malvada!En su mirar, como una luz singular, he visto que esa mujer es una desventurada.No puede ser una vulgar sirenaque envenenó las horas de mi vida.¡No puede ser! Porque la vi rezar,porque la vi querer, ¡porque la vi llorar!.Los ojos que lloran no saben mentir.Las malas mujeres no miran así.Temblando en sus ojos dos lágrimas vi, ¡y a mi me ilusiona que tiemblen por mi!¡Viva luz de mi ilusión! ¡Sé piadosa con mi amor!Porque no sé fingir, porque no sé callar, ¡porque no sé vivir!.

HABLADO

MAROLA(Por donde hizo mutis.)¿Otra vez aquí, marinero?

LEANDROAlgo me tendrás que decir.

MAROLANada.

LEANDRO¿No me dices: <<te quiero>>?

MAROLAEso… lo tendré que mentir.

LEANDROMira que me tienes a punto para obedecerte a tuantojo.

MAROLANada, marinero.

LEANDROUn asunto en el que yo pruebe mi arrojo.

MAROLA¿Cómo he de pedirte las cosas?

LEANDROEs que yo, mujer, necesito ver que de contentorebosas; que una confianza infinita tengas en mi fe yen mi amor…

MAROLAVete, marinero.

LEANDRONo.(Abrazándola.)

MAROLA(Desprendiéndose.)¡Quita! Alguien puede ver, pescador.

LEANDRO¿Y si no nos vieran?¿Tú quieres hoy acompañarme a la mar?

MAROLA¡Cállate, Leandro!

LEANDRO¿O prefieres ir bajo la luna a bogar?

MAROLASólo que te vayas muy lejos.

LEANDRO¿Lejos y contigo?

MAROLA(Estallando.)¡Tal vez!

LEANDRO¡Habla! ¡Seguiré tus consejos!

MAROLANo, Leandro. ¡Qué insensatez! ¡Vete!... ¡Vete ya! No lo

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278

esperes.

LEANDRO¿Cómo me he de ir?

MAROLA¡Por favor!

LEANDRODímelo, Marola, ¿me quieres?

MAROLA¿No te he de querer, pescador?(En la puerta del fondo aparece LA ANTIGUA.)

ANTIGUAAsí me gusta, Leandro, que tú la mimes por todos yasí no habrá más que días de paz entre losmatrimonios.

LEANDROSe equivoca usted, Antigua.

ANTIGUA¿Antigua, dices?

LEANDROY es poco.

ANTIGUAPatrona, me has de llamar, mientras vayas conChinchorro.(MAROLA se ha ido al mostrador, donde empieza aarreglar el orden de los cacharros.)… Miren la mosquita muerta que ni un plato viejo haroto.

MAROLASon míos y no le importa si los cuido o si los rompo.

LEANDRO¡Patrona!

ANTIGUA¿Qué?

LEANDRO¡Nada!

ANTIGUAYa me doy cuenta de que estorbo. Por esoprecisamente no me voy. Oye, rumboso, ¿meconvidas a un envite de ginebra?

LEANDRO¡No!

ANTIGUA¡Qué bobo! Pues le iba a pedir a doña Dulcinea delToboso mil perdones, por el lío que ayer le armé.

MAROLALa perdono. ¡Váyase ya en buena hora!.

LEANDROPerdón, ¿de qué?

ANTIGUADe un sofoco que la dimos…y una tunda que la propinó su esposo.Pues ¡anda!, si llega ahora…Pero yo… ¡mutis y a bordo!

LEANDRO(Que ha cruzado la escena en busca de MAROLA.)¿Quién te ha pegado, Marola?

MAROLANadie.

ANTIGUAQuien puede. ¡Chinchorro no me pega a mi!

LEANDRO¿Quién, digo?

ANTIGUA¿No te he dicho que su esposo?

MAROLANo es verdad.

ANTIGUA¡Anda que no! Dos lapos y de los gordos. ¡Y la tirópor el suelo!

LEANDRO¿A ti?

ANTIGUA¡Menudo jolgorio!

LEANDRO¿A ti, Marola?

ANTIGUAPues, hijo, ¡no te sulfuras tú poco!

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LEANDRO¿Y, por usted?(Yendo a ella.)

ANTIGUAVaya, vaya… que te veo muy nervioso.(Mutis por la izquierda.)

LEANDROMarola, ¿por qué no dices que es verdad y yo leahogo?

MAROLALeandro… ¡no! Si me quieres…

LEANDRO¿No sabes ya que te adoro?

MAROLADéjame… Vete…

LEANDRONo puedo dejarte con ese ogro ¡Le disputaré abocados su presa!

MAROLANo.

LEANDRODime pronto de qué nido te robó, pajarillotembloroso.

MAROLAYo soy de un puerto lejano donde el amor es un torvocontubernio de mujeres, que ponen precio al tesorode sus caricias, y de hombres que las buscan alretorno de sus cruceros tan largos, que el olvido esfruto propio.Y allí nací de mi madre y de un marino bisoño.Crecí tirada en el muelle, como un pájaro gallofo deesos que apenas consiguen lo que les sobra a losotros pero que cantan, no sé si de alegres o detontos.De tarde en tarde, venía al puerto un velero corso y elcapitán me buscaba y, en hallando mi acomodo,ponía un beso en mi mano, me daba unos luises deoro y, a navegar, días, meses, ¡años tal vez! Siemprehosco, siempre callado, hasta un día que volvió… ¡tancariñoso!Había muerto mi madre… en un hospital… El logrode aquella vida tan triste era un fin tan desastroso. Yel marino me llevó con él a un puerto y a otro hastavarar en el tuyo, y aquí estamos… y eso es todo.

LEANDRO¿Es tu marido?

MAROLA(Pausa)¡Es mi padre! Yo, Leandro, le perdono. Tú callarás…Si me quieres, como yo a ti…

LEANDRO¡Soy dichoso!

MAROLATiempo al tiempo. ¿Callarás?

LEANDROComo tú me mandes, obro…Pero antes he de salir a la mar.

MAROLANo seas loco.

LEANDROA retirar ese fardo de cocaína.

MAROLA¿Tú solo?

LEANDROPara arrojarlo a la mar.Es un testigo engorroso.

MAROLA¿Y el peligro?

LEANDRONo hay peligro.

MAROLAPues vamos juntos. ¿No me llevas?

LEANDRO¿Tú lo quieres? A las once en los escollos delrompeolas y luego…

MAROLA¿Por quién lo sabes?

LEANDROTus ojos me lo dijeron, mujer.

MAROLA¿Y quién más?

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LEANDROUn viejo alcohólico. ¡Adiós, Marola!

MAROLA¡Leandro!

LEANDRO¿Me quieres?

(Ya en la puerta)

MAROLA¿Y tú?

LEANDRO¡Te adoro!(Mutis, LEANDRO por el foro y MAROLA por laprimera derecha.)

RIPALDA(Que entra por la izquierda. Dejando el cubierto enmostrador.)El cubierto que me ha dado. Es decir, otro peor. Y lospalillos. De tres, no devuelvo más que dos.(Cogiendo un palillo que cogió en el suelo.)Aquí hay otro… Que no digan que el vecino esabusón.

ABEL(Entrando de la calle.)Pero, ¡qué miro! Ripalda, ¿tú en la taberna?

RIPALDA¡Qué honor para la taberna!

ABEL¡Claro! Esta es la demostración de que la taberna valemás que el Café del Vapor.

RIPALDA¡Qué más quisiera!

ABELLa prueba está en la recaudación.

RIPALDA¡Eso sí que me trae loco! ¿Y en qué consiste, señor?

ABELEn que eres atractivo como Marola.

RIPALDAEs que yo… ¡caray!, no voy a dejarme pellizcar… elpantalón.

ABELElla tampoco.

RIPALDASi tú me hicieras a mí un favor…

ABEL¿Consiste en mí?

RIPALDAYa lo creo; que no hay sábado sin sol, ni negocio sinanuncio, ni anuncio sin altavoz. Si tú quisierashacerme un poema anunciador, como ese de lataberna… y cantarlo desde hoy, ¡verías entrara lagente en el Café del Vapor!

ABEL<<En el Café de Ripalda- ¡qué mastuerzo elechador!...>>

RIPALDABueno, vamos a dejarlo, galán, que no estás en voz.

ABELNo consiste en mí; consiste en Marola en suatracción.

RIPALDA¡Tan atractiva es Marola!

ABELComo el imán. ¿Cómo el sol! Marola llena elambiente de alegría o de emoción; Marola ríe y se ríela gente a su alrededor; Marola canta y, en torno aella, canta un orfeón. ¿Marola se puso triste? Todo elmundo entristeció. El día que ella se muera…

RIPALDA¡Muere hasta el apuntador!

MAROLA(Entrando.)¿Qué se dice de Marola?

ABEL¡Fíjate en ella, melón?

MAROLAYa me conoce el vecino.

ABELDirás… el competidor.

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RIPALDAComo guapa… sí que es guapa.

MAROLANo me avergüence, por Dios.

RIPALDATenía muchos deseos de verme a su lado yo.

MAROLAMuy amable.

RIPALDA¡Tantas gentes haciéndose lenguas…!

MAROLAOh!

RIPALDA¡Marola! ¡Siempre Marola! ¡Marola de voz en voz! Y yodiciéndole a todos: ¿y qué es Marola?

ABELAtención.

Música

ABELMarola… resuena en el oídocomo una caracolaque tiene dentro el mar

RIPALDAMarola… por fin me ha convencido.Me explico su aureolabrillante y popular.

MAROLAMarola… jamás les dio motivos para esos adjetivos que escucha por doquier.Si tiene su casa nombre y fama,será que sirve el amade beber.

RIPALDAEn la mía sirve el amoy no van ni con reclamo.

ABELEn la tuya lo que ocurrees que el público se aburre.

MAROLAPues cualquiera pensaría

que hay conciertos en la mía.

ABELNo hay orquesta ni gramolaporque basta con Marola.

RIPALDASi fuera soltera, podría Marolaser la cafetera del Vapor

ABELSi fueras soltera, sería Maroladulce carcelera de mi amor.

RIPALDA(A ABEL.) Macaco

ABEL(A RIPALDA.)Bellaco

RIPALDAPobrete

ABELZoquete

RIPALDA¡Mocoso!

ABEL¡Baboso!

RIPALDA¡Cretino!

ABEL¡Pingüino!

RIPALDA¡Vamos a jugarla a cara o cruz!

MAROLA(Separándolos.)Marola no es una loteríaque sale en una bolsa premiada o sin premiar.Marola su gusto escogeríasi fuese libre y sola y hubiera de opinar.

ABEL Y RIPALDAMarola: si un día te decides, te pido que no olvidesque estamos a tus pies.

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MAROLASi un día de hacerlo no me asusto, tendrá que ser a gusto de los tres.

RIPALDA¡Bonita!

ABEL¡Salada!

RIPALDA¡Rosita!

ABEL¡Monada!

MAROLA¡Eso es derrochar el buen humor!

RIPALDA¡Gitana!

ABEL¡Graciosa!

RIPALDA¡Barbiana!

ABEL¡Preciosa!

MAROLA¡Van a enrojecerme de rubor!

RIPALDA(A Abel, como antes.)Macaco

ABEL(A Ripalda.)Bellaco

RIPALDAPobrete

ABELZoquete

RIPALDA¡Mocoso!

ABEL¡Baboso!

RIPALDA¡Cretino!

ABEL¡Pingüino!

MAROLA(Señalando a cada uno, una de las puertas quecomunican con el exterior.)¡Sálganse a la calle, por favor!

RIPALDA Y ABELMarola merece la aureola que tiene en cantabredasu hechizo singular.

MAROLAMarola a qué obedeceque cada día crecesu fama popular.Marola jamás les dio motivospara esos adjetivosque escucha por doquier.

LOS TRESSi tiene su casa nombre y fama,será que sirve el alma de beber.(Hacen mutis: MAROLA por la derecha, ABEL por elfondo y RIPALDA por la izquierda.)

JUAN(Entrando por el fondo.)¿En tierra la cofradía y en la taberna no hay nadie?Algo ocurre aquí. ¡Marola!

MAROLA(Saliendo.)¿Eres tú? ¿No te encontraste a los marineros? Todoste buscan… ¡Quieren matarte!

JUAN¿A mí? (Ríe)

MAROLA¿Por qué no te vas?

JUANNo sería mal cobarde.

MAROLASon muchos.

JUANY me amenazan…

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MAROLAPorque ayer me maltrataste.Se han enterado por fuera.

JUANPor las mujeres. No saben que fue una comedia.¡Bravo! A fe que me satisface que ellos sepandefenderte el día que yo te falte. ¿Leandro, qué?

MAROLA(Confusa.)No ha venido

JUAN¡Mentira!

MAROLAVendrá más tarde.

JUANLe he visto entrar y salir. ¿No te atreviste a hablarle?

MAROLA¿Por qué exponer a un muchacho tan noble?...

JUAN… Tan agradable, tan simpático…

MAROLA¿Te burlas?

JUAN¿Cómo había de burlarme de nada que a ti te guste,de nada que a ti te agrade…, si eres el mismo retratode tu madre…, y ella me dio en tu persona laesperanza de salvarme? Déjame que te contemplecerca de mis ojos.

MAROLA¡Padre!

MÚSICA

MAROLA¡Padre, deja que te bese! Deja que te bese, padre.

JUANEn mi vida aventurera he ganado mil caudales.¡Ayúdame tú a ganar el último!

MAROLA¡Calla!

JUAN¡Sálvame!

MAROLAUn caudal así ganado, ¿para qué lo quieres, padre?

JUANPara vivir a la orilla de tu cariño inefable y envejecer a la sombra de tus caricias filiales;para morirme tranquilo de que mañana, por hambre,¡no te consiga un pirata, como logré yo a tu madre!

MAROLAYo, tantas veces sumisa, no puedo hablar a Leandro de una aventura arriesgada cuyo ideal no es honrado;porque no quiero perderle, porque le pierdo y novivo,¡porque me quiere y le quiero como jamás hequerido!

HABLADO SOBRE MÚSICA

JUANSi ya lo sabía

MAROLA¿Por eso quisiste que yo le buscara?

JUANPor, eso Marola

MAROLA¡Qué infamia!(MAROLA, despacio, se va por el fondo derecho.Juan le ve marchar y, luego, se va también por elprimer término del mismo lado. Irrumpen por laizquierda los marineros rodeando a LEONARDO;CHICHARRO, FULGEN y SENEN.)

CANTADO

MARINEROSNo se puede consentir. ¡Ese es un pirata!Tú lo debes comprender

LEANDRO¡No me deis la lata!

MARINEROSSin piedad la maltrató.

LEANDROPuede ser un cuento.

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MARINEROSPor el suelo la tiró.

LEANDRO¡Eso es un invento!

MARINEROSNo es una impostura; lo ha contado Abel

LEANDROEsa criatura cumple su papel.Es un romancero de imaginación

MARINEROSEsta vez infiero que tiene razón.(A ABEL, que entra.) ¡Aquí está! ¡Míralo!¡Ven aquí! ¡Cuéntalo!

LEANDRO(A ABEL.) Cuéntalo…

ABELLas mujeres llegaron y a Marola acusaronde encender en vuestros ojos llamadas de pasión.Lo escuchó Juan de Eguía y, en presencia de todos,con modales descompuestos a Marola maltrató.La tiró por el suelo, la pegó sin clemencia,y Marola, llorando, le pedía perdón.

LEANDRO¡Basta! De él me encargo yo.Pero, ¡a ver s os sentáis y con él me dejáis!

SIMPSON(Que llega de la calle.) Siempre llego en buena hora¡y aquí estoy yo, a ver qué pasa!(Dando unas palmadas.)¿Quién convida, caballeros?¿No hay quién sirva en esta casa?

JUAN(Saliendo.)¡Marola! ¡Marola!Esta dama remolona va a tenerme que escuchar.

LEANDRO(Enérgico.)Cuidadito, Juan de Eguía, ¡no la vayas a pegar!

JUAN¿Qué te importa a ti, muchacho, si la pego o no lapego?

LEANDRO¡Quien la pegue o la maltrate, se verá conmigo luego!

JUANNo vengas con desplantes.

SIMPSON¡Humos de la mocedad!

JUANMe dan ganas de zurrarla para ver si eso es verdad.

LEANDRO¿Cuál es tu derecho para maltratarla?

JUAN¿Cuál es, pues, el tuyo para dar la caras?

LEANDRO¡La quiero! ¡Sí! ¡La quiero!

JUANEstamos en mi casa dos hombres frente a frente.No creas que esos vengan contigo a defenderte.

LEANDRO¡Marchaos y dejadme!

JUAN(Aparte.)El hombre es un valiente.

LEANDRO¡Fuera!

MARINERO¡Vamos!

SIMPSON(A LEANDRO.)¡Calla!

LEANDRO¡Vete!(Se retira el coro por la puerta de la calle con ABEL,SIMPSON y CHINCHORRO. Quedan solos JUAN DEEGUÍA y LEANDRO.)

JUANYo no soy un cobarde.

LEANDROYa lo sé, Juan de Eguía.

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JUANPero estoy esta tarde que ni yo me comprendo.Yo en cuestión de mujeres, soy un poco corsario, y lalogras, si quieres, porque yo te la vendo.

LEANDRO(Apart)Si supieras, Juan de Eguía, que yo sé que no es tuamante.

JUAN(Apart)Eso no lo esperaría este joven mareante.

LEANDRO Si el precio me conviene, ¡yo compro a esa mujer!

JUANEl precio de la venta lo vas a conocer.(Con mucho misteri)Si sale tu barca de noche a la mar,y en ella, tú solo, me vas a buscarun fardo en un punto que te diré,¡delante de todos te la entregaré!

LEANDRO¿Delante de todos?

JUAN¡Palabra de honor!

LEANDROPues, esta es mi mano.

JUANMuchacho: valor.(Se estrechan las mano.)

HABLADO SOBRE MUSICA

JUAN(Llamando.)¡Marola!

LEANDRO¿Qué quieres?

JUANQue cumpla con su obligación.

MAROLA(Saliendo.)¿Me llamas?

JUANPatrona, dos copas de ron.(Marola mira a los dos hombres, temerosa depreguntar qué ocurre. Les sirve. Entre tanto, se asomaChinchorro por uno de los ventanales del fondo,esperando lo peor. Pero ve a los dos rivales sentadosante la mesa como unos compadres. Se asombra, aligual que los Marineros que van asomándosedespués. Simpson entra cautelosamente).

CANTADO

HOMBRES¿Quién había de pensar que se entenderían?Algo debe aquí pasar cuando se confían.

SIMPSON(Aparte.)Este granuja le conquistó; pero no sabe que aquí estoy yo.

HABLADO SOBRE MUSICA

(Irrumpe ABEL, cortando en seco la orquesta, queluego, subraya suavemente la situación hasta el final.).

ABEL¿De esa manera la has defendido de los ataques deese bandido?

MAROLA¡Muchacho!

JUAN(Riéndose.) Calla: déjale hablar.

ABEL¡Granuja!

SIMPSON¡Chico! ¡Te va a matar!

ABEL¡Bravo! ¡Que venga! ¡Le desafío!

JUAN¿Sabes que tiene coraje el crío? (Se ríe más.)

ABEL¡Ríete, infame, pero contesta!(A LEANDRO.)Y tú, gallina, ¿qué farsa es esta?

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SIMPSON(Sujetándole.)¡Diablo de chico!

MAROLA¡Cállate, loco!

ABEL¡Suéltame, conchi!

SIMPSON¡No bregas poco!

JUANEs un valiente. ¿Quieres un vaso?

ABEL(Rompiendo a llorar.)Soy un muñeco. ¡No me hacen caso!

(MAROLA acude a consolarle… y cae el Telón.)

Acto IIICuadro primero(En el mar navega una barca de vela que gobiernaLEANDRO. Le acompaña MAROLA. Es de noche.)

Música

MAROLA¿No escuchas un grito que suena lejano?

LEANDROSon rachas de viento que vienen volando.

MAROLA¿No ves que no brillan luceros ni estrellas?

LEANDROSerá que murieron de envidia y de pena.

MAROLADe vagos temores el alma se llena

LEANDROSi estás a mi lado, no sufras ni temas.

MAROLA¿Qué miedo me puede asaltar?Si estoy a tu lado y a ti me confío.

LEANDRONo temas al viento y al mar, porque hace ya tiempo que somos amigos.

MAROLAMe das confianza.

LEANDRALa vida te diera.

MAROLA¡Ay, mi marinero!

LEANDRO¡Ay, mi tabernera!Por el ancho mar, en la noche suena mi canción.En mi corazón canta la juventud;y en mi juventud canta el amor.(Surge, de pronto, la galerna. El resplandor de unrelámpago ilumina los rostros de los enamorados.)

MAROLA(Asustada.) ¡Dios mío! ¡Leandro!

LEANDRO¡Maldito sea el huracán!

MAROLA(Abrazándose a LEANDRO.)¡Un rayo! Brotó del fondo de la mar.

LEANDRO(Pugnando por desasirse de ella.)¿No ves que vamos a volcar?

MAROLA(Cayendo de rodillas.)¡Oh, santo Dios! ¡Virgen mía!

LEANDRO(Arreando la vela algo destrozada por el viento.)¡La he de salvar! ¡Es mi vida!

MAROLA¡Leandro, ven!

LEANDROCalma, mujer.(Se hace oscuro y la orquesta subraya el ritmo y lasonoridad de la galería, hasta que va cediendo eltemporal y aparece triunfante la estrofa de amor,como si amaneciera un día claro. Se ha hecho entretanto la mutación y comienza el cuadro segundo.)

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Transformación

Cuadro segundo(CORTE DEL INTERLUDIO MUSICAL PREVIO A LACANCION DE ABEL)(Estamos en el mismo escenario del primer acto. Lataberna aparece con la puerta cerrada y la ventanaabierta. En el muelle los grupos de marineros dan unaimpresión de aburrimiento y nostalgia. Abel, sentadoen la puerta del café. Los hombres, a boca cerrada,corean o armonizan su romance)

Música

ABEL(HABLA SOBRE LA MÚSICA)En la taberna del puerto, desde que no haytabernera,lo marineros se asoman y no cuidado que beban.En la taberna del puerto, los vinos saben a ausencia,las horas huelen a envidia, los hombres… si loshubiera,maldecirían la noche de un sábado de galernaque un marinero corsario se llevó a la tabernera.¡Ay, que me muero por unos ojos!¡Ay, que me muero de amores locos!¡Ay, que me mire aunque me muera!¡Ay, que me mire la tabernera!.(Por el fondo derecha sale un grupo de mujeres conmantillas unas y pañuelo otras para dirigirse a laiglesia. Se unen los hombres y las mujeres y, mientrasABEL repite su estribillo, los matrimonios se vancoreando a boca cerrada.)

HABLADO

(Salen por la derecha del fondo CHINCHORRO,FULGEN y SENÉN.)

FULGEN¿Se fue con ella, patrón?

SENEN¿Quién podía imaginarlo?

CHINCHORROPues eso es, como se dice, ¡llegar y besar el santo!.(A ABEL.)¡Hola, Verdi! Y tú, ¿qué sabes?

ABELAbel es como me llamo.

CHINCHORRO¿Sabes algo de la huida?

ABELQue se fueron.(Se levanta.)

FULGENEso es claro; pero lo demás oscuro como un día dechubascos.

CHINCHORROBien se la dio a Juan de Eguía. Estaban desafiados.Se iban a matar los dos la misma noche del sábado.¡A la moderna! Bebieron, extendieron un contrato deflete para la barca de Caronte y, entre tanto, tanamigos. Vengan copas. <<A las doce nos matamos>><<A las once>>… <<O por mi parte a las once menos cuarto>><<Buen. Ron>>… <<Mejor, coñc>>< <Comoquieras. ¿Has testado?>>… <<Todavía no>><<¡Marola: vete a avisar al notario>>…<<Y al cura,porque éste quiere morir como buen cristiano>>

ABEL¿Usted lo oyó?

CHINCHORROMe figuro que es así como ha pasado. Pero, amigo,cuando fue Juan de Eguía tan ufano, al sitio dondelos dos iban a quedar mechados, ya hacía más de unahora que navegaba Leandro a toda vela en la barcadel tío Marisco, llevando como lastre a la mujer más…salada de este barrio.

ABELPero hay un Dios justiciero y esta vez hizo un milagro.¡La galerna! Viento duro, mar gruesa, truenos y rayos.A estas horas, en el fondo de la mar está Leandro yMarola… ¡Qué daría por qué se hubiese salvado! (Vaa irse.)

FULGEN¡Abel! Pero tú, tan chico…

ABELBasta ya de recordármelo. También en pequeñastorres hay sonoros campanarios, también enchiquitas ramas anidan hermosos pájaros, también encanciones breves estallan risas y llantos, tambiénamores y ensueños florecen en pocos años.(Mutis por el fondo derecho.)

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CHINCHORRONo le hagáis caso.<<Perrito que ladra… no tiene rabo>>

FULGENY en la taberna ni el otro.

SENENNadie.

CHINCHORRO<<Cierre por traspaso. Cambio de dueño.>>

FULGEN¡Cambio de dueño!(Sale RIPALDA, repasando unos papeles que lleva enla mano.)

SENEN¿También este ganará?

CHINCHORRO¿Este? Ni pierde ni gana

RIPALDAAbus…

CHINCHORRO¿A dónde se va?

RIPALDAA la imprenta. De mañana no ha de pasar que lagente se entere de que aquí queda, cuando cierrenlos enfrente, lo mejor de Cantabreda. Mira.

FULGEN¿Qué es?

RIPALDA<<La reclame>>

CHINCHORRO¿Cómo dices?

RIPALDA¡La <<reclame>>!. Hablo en francés

CHINCHORRO¡Bueno!. Yo tengo lombrices y no presumo. Ya ves.

RIPALDATú si que verás por cierto lo que es una café de fama.No una taberna de puerto, donde le quitan el ama yqueda el negocio tuerto.

CHINCHORRO¡Anda, métete en la cama que estás soñando despierto!

RIPALDA(Leyendo.)<<En el Café del Vapor de Ripalda y Compañía, setoma café y licor pagando una porquería>>.

CHINCHORROAl revés está mejor: que llega una criatura, pide café,suelta un duro, le sirven una basura y es un cólicoseguro que no le salva ni el cura.

RIPALDACliente al que se le balda cuéntale en el ostracismo,porque te vuelve la espalda. La doctrina de Ripaldaes cobrar sin egoísmo

CHINCHORROPero oye tú, cataclismo: la doctrina de Ripalda, ¿noera antes en catecismo?

RIPALDASí. ¡Y había un bobo en Coria!

CHINCHORROY aquí también. ¡Tú!

RIPALDA¿Yo?

CHINCHORROSi

RIPALDAPues... ¡Mantequilla de Soria!

CHINCHORRO¡Rosas de pitiminí!

RIPALDA¡Gallinas en pepitoria!

CHINCHORRO¡Y en vinagre! ¡Para ti!(Mutis de Ripalda por el foro izquierdo.)Vamos con una copita… ¡Jesús! Ya no me acordabade que han cerrado la ermita.

ANTIGUA(Dentro.)¡Sardina fresca!

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CHINCHORRO¡Maldita…! Ya está aquí la que faltaba.

ANTIGUA(Saliendo por el fondo izquierdo)¡Hola, precioso…!

CHINCHORRO¡Caray!. Ya cogió la cafetera. ¿Dónde has bebido?

ANTIGUA¡Velay! ¡Se escapó la tabernera! ¡Qué drama deEchegaray! Por ahí anda Juan de Eguía como vaca sincencerro.

CHINCHORRO¿A qué hueles?

ANTIGUA¡A licores! ¡Ginebra! ¡Ron habanero! ¡Rica Schiédam!¡Bacardí! Ahí cerquita, retrechero. ¡Y los sirve untabernero con unas barbas así!(Señalando a la mitad del pecho.)

CHINCHORRO¿En qué calle?

ANTIGUAVen, jodío. ¡Dale un abrazo a tu <<nesca>>!

CHINCHORROToma (Abrazándola.)

ANTIGUAEn la calle del Río. ¡A la entrada! ¡Adiós, sol mío!¡Sardina!... ¡Sardina fresca!(Mutis por el fondo derecho.)

CHINCHORRO¡Vamos a ver a ese tío de las barbas!

FULGEN¡Vaya un plan!

CHINCHORRONo me mires, ¡y al avío!(Comienzan mutis por la izquierda.)¿A dónde va ese gentío?

FULGENAquí viene.

SENENAquí están.

Música

(Aparece JUAN DE EGUÍA por el fondo derecho.Viene decaído, pálido, con la mirada perdida. Lesiguen mujeres y hombres, que le miran intrigados yno se atreven a acercarse a él. Juan se dirige ensilencio a la puerta de la taberna y la abre. Ante deentrar retrocede como si viera un fantasma.)

JUAN¡No! ¡No! ¡No!No te acerques; no me persigas¡Apártate! ¡Perdona! No me acuses.¡No me maldigas! Perdóname, Marola.(A la gente.)Mujeres: miradme, huidme, ¡matadme!o, al menos, prestadme los ojos para llorar.Mis ojos de hiena no lloran la penacon tanta ternura, ni tienen vuestro mirar.¡Era Marola hija mía!

HOMBRES Y MUJERES¡Su hija! ¡Quién lo pudo pensar!

JUANLos ojos de Juan de Eguía ya saben lo que es llorar.(Emocionado.)Vosotros, marineros, ¿sabéis dónde está?No me guardéis rencor. Mis culpas perdonad. Yo he sido un hombre infame, un padre corrompido.Y hoy, sé cuánto la quiero después de que la heperdido.(Abraza a un marinero.)¿Tú sabes, marinero, en dónde acaso está?(Desesperado.)¡Marola! ¡Marola! ¡Marola!¡Piedad! ¡Piedad! ¡Piedad!(Entra en la taberna como persiguiendo una sombra.)

HABLADO

FULGEN¿Habéis oído?

CHINCHORROHija suya… El muy canalla, para encender a loshombres sin duda se lo callaba.

SIMPSON(Dentro.) ¡Juan de Eguía!(Todos se vuelven hacia donde se oye la voz deSIMPSON.)

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FULGENEs el inglés quien le llama.(Aparece Simpson. Subiendo de la ría por la escoteradel fondo.)

SIMPSONViven Leandro y Marola!

CHINCHORRO¿Qué dices?

MENGANo es posible.

TINA¡Está borracho!

CHINCHORRO¡Callad vosotras! ¡Cuéntanos!

SIMPSON(Señalando.)¡Miradla!

FULGENYa emboca la escampavía.

JUAN(Sacando un anteojo.)Y si el anteojo os dejara… veríais a la pareja y a otrasdos: una, de guardias.

CHINCHORRO¿De guardias?

SIMPSONCarabineros.

CHINCHORROPero, ¿Cómo se salvaron?

SIMPSONSe perdieron; no los salva ni Señor en quien creéis,porque yo no creo en anda.

MUJERES¡Jesús!

SIMPSON… Mientras no vea su justicia algo más clara.

CHINCHORRODinos si sabes algo, que en ascuas nos tienes hace unminuto.

SIMPSONJuan de Eguía, ese pirata, quiso asociar a Leandropara que fuese en la barca a retirar una alijo que enun lugar escarpado y tan seguro que sólo por mar sealcanza. Pero Leandro y Marola, que se aman,concertaron el ir juntos a retirar la canasta… Saltó lagalerna, el viento rasgó la vela y, a la deriva, unaveces y otras bogando llegaron a los escollos de lacueva señalada. Un golpe de mar sin duda losdescuajó de la barca que las olas esta noche arrojarona la playa. Y Leonardo y la tabernera quedaron en lacueva, presos por tierra y por agua; y el alijo, que, alhallarlos sin fuerzas esta mañana, les acusa de undelito que sólo urdió ese canalla… ¡Juan de Eguía esel culpable! ¡Ese perro sin entrañas! ¡Si yo lo sabréque he sido mastín de la misma casta!

FULGEN(Asomándose hacia la derecha.)¡Ahí vienen!

ABEL(Saliendo por el fondo.)¡Marola! ¡Vedla! ¡Miradla!

Música

(Entre le silencio de la gente, van apareciendo por elfondo derecho algunos hombres y mujeres que seunen a los de la escena; luego un marinero de laAyudantía del Puerto; detrás MAROLA y LEANDRO, y,por último, VALERIANO y otro carabinero.)

HOMBRES Y MUJERES¡Son ellos! Era verdad. ¡Salvadlos!

SIMPSON(Se adelanta a su encuentro y abraza a LEANDRO.)¡Muchacho!La perdición ese hombre te buscó.

LEANDRONada se pierde en la vida cuando se encuentraun amor.(Sale JUAN DE EGUÍA de la taberna.)

JUAN¡No! ¡No! (Se abraza a MAROLA.)¡Perdóname, Marola!

MAROLA¡Padre mío!

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JUAN(A los carabineros.)Yo sólo fui el culpable. ¡Tratadme sin piedad! (A MAROLA y LEANDRO.)No me guardéis rencor. ¡Mis culpas perdonad!. Yo hesido un hombre infame, un padre corrompido. Y hoysé cuánto te quiero… ¡después que te he perdido!(Estrecha las manos de MAROLA, que une a las deLEANDRO. Los carabineros le apartan y partes conJUAN DE EGUÍA. MAROLA quiere seguirle, peroLEANDRO la retiene. La gente, curiosa, hace unaevolución para ver marchar al detenido y muchos losiguen. RIPALDA aparece por el fondo izquierdo,cruzándose con JUAN. SIMPSON se dirige alcafetero.)

SIMPSON¡Guísame una purrusalda!

RIPALDA¿Para quién?

SIMPSONPara los dos.

RIPALDAPues, ¿qué sucede?

SIMPSONRipalda: ¡ya voy creyendo que hay Dios!(LEANDRO conduce a MAROLA a la taberna. Entran.ABEL les ve pasar con desilusión. Toma el acordeón,lo besa y lo arroja a la ría. SIMPSON se sienta en lamesa de la puerta del café… Va cayendo el telón.)

“Cae el telón”

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