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DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA LATINA Facultad de Filología Universidad Complutense de Madrid LA EXPRESIÓN DE LA CONCESIVIDAD EN LATÍN CLÁSICO: SU ANÁLISIS Y DISTRIBUCIÓN SINTÁCTICA Tesis realizada por Cristina MARTÍN PUENTE Director: José Miguel BAÑOS BAÑOS Madrid enero de 1998

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  • DEPARTAMENTO DE FILOLOGA LATINAFacultad de Filologa

    Universidad Complutense de Madrid

    LA EXPRESIN DE LA CONCESIVIDAD ENLATN CLSICO: SU ANLISIS Y

    DISTRIBUCIN SINTCTICA

    Tesis realizada por Cristina MARTN PUENTEDirector: Jos Miguel BAOS BAOS

    Madrid enero de 1998

  • A la memoria de mi padre

  • ndice

    p~1. Introduccin 11

    2. Estado de la cuestin 152.1. Los estudios sobre la concesividad en 1am 16

    2.1.1. Las gramticas de la lengm latina 162.1.2. Estudios sobre las conjunciones concesivas 182.1.3. Estudios sobre laexpresin de Ja concesinen un autor o poca 202.1.4. Estudios que describen un sistema de las conjuncionesconcesivas o intentan clasificar todos los mecanismos de losque dispone el latn para expresar la concesion 252.1.5. Elvalor de estos trabajos 37

    2.2. Los estudios sobre la concesin en espaol 402.2.1. Las concesivas en el Esbozo de laRAE 412.2.2. La definicin de la concesividad 432.2.3. Las concesivas ylas adversativas 45

    2.2.4. La la doble ffincionaiidad de aunque 492.2.5. La relacin entre las concesivas, las condicionalesy las causales 542.2.6. El modo verbal de las concesivas 582.2.7. Tipos de concesion 622.2.8. Recapitulacin 66

  • 6 La expresin de la concesividad en latn clsico

    2.3. La concesin en lingstica general y en estudios sobre francs,ingls y alemn 67

    2.3.1. El concepto de concesividad: una nocin derivada 682.3.2. La relacin entre la concesin, la causa y la condicin 712.3.3. Estudios que intentan sistematizar los distintos tiposde expresin de la concesin en francs 782.3.4. Estudios sobre las diferencias entre laconcesiny la correccin 792.3.5. El valor de estos trabajos 84

    3. Objetivo, mtodo y cotpzs 853.1. El Concepto de concesividad 853.2. Objetivo y mtodo 893.3. Corpus 92

    4. La concesin implcita 954.1. Variedad de medios para expresar implcitamente conceston 96

    4.1.1. El adjetivo 964.1.2. Adverbios, ablativos y sintagmas preposicionales 96

    4.1.3. Participios concertados 984.1.4. El ablativo absoluto 994.1.5. Las oraciones de relativo 1004.1.6. Las oraciones de relativo indefinido 103

    4.1.7.S! 106

    4.1.8. Cnn, 109

    4.1.9. [it 1124.1.10. Oraciones yuxtapuestas y coordinadas 115

    4.1.11. Licel 1204.2. Conclusiones 123

    5. Quamquan 1255.1. Las gramticas y los estudios especficos 126

    5.1.1. Las gramticas 126

  • ndice 7

    5.1.2. Los estudios especficos sobre qw2mqnarn 128

    5.2. Los datos y su clasificacin 132

    5.2.1. La existencia dedos quamqnanz disdos 1325.2.2. Los datos 1395.2.3.Quazrqnam concesivo 1405.2.4. Quamqnarn con-ecivo 157

    5.3. Conclusiones 173

    6. Qzamis 1776.1. Las gramticas y los estudios sobre quamuS 178

    6.1.1. Las gramticas 178

    6.1.2.. Algunos estudios concretos sobre quarns 1806.1.3. Recapitulacin 189

    6.2. Un tipo especial de oracin concesiva que expresa

    cantidad insuficiente 1896.2.1. Concesin e indefinidos 1916.2.2. Concesin y cantidad 1936.2.3. Un tipo especial de concesivas 194

    6.3. Quarnzis adverbio o conjuncin? Un proceso gradual 19563.1. Quarniis adverbio indefinido suc modificaa un adj. o adv. de la predicacin 1966.3.2. Quarnzis adverbio que modifica en su conjuntoa una predicacin con adj. o adv. graduable 2026.3.3. 2uammI~ adverbio que modificaa una predicacin sin ningn adj. o adv. 203

    6.4. Diferencias entre los perodos concesivos de quarnzis y qiamquarn 209

    6.4.1. La naturaleza de quamzs 210

    6.4.2. Orden interno del perodo y frecuencia

    de aparicin de lamen 2106.4.3. El modo verbal 212

    6.5. Conclusiones 215

  • 8 La expresin de la concesividad en latn clsico

    7. E/si, tametsi y tamenetsi 2197.1. Las gramticas 2207.2. La ordenacin de los datos 223

    7.2.1. Tamene/s 223

    7.2.2. E/si y lame/si son hornoifincionales 224

    7.2.3. Dos tipos de e/si y 1ame/si 2257.2.4. Los datos 229

    7.3. E/si y lame/si concesivos 2327.3.1. Caractersticas formales 232

    7.3.2. Caractersticas distribucionales 235

    7.3.3. El modo 240.

    7.3.4. Oraciones de e/si sin verbo 245

    7.4. E/si y lame/si correctivos 2507.5. Conclusiones 261

    8. Etiam si 2658.1. Aspectos tericos 265

    8.2. Los elementos integrantes de eliam si 269

    8.2.1. Si 269

    8.2.2. Elia,,, 270

    8.2.3. Etan; sta veces no introducen concesivas hipotticas 274

    8.2.4. Elia, si no es una conjuncin concesiva lexicalizada 2758.3. La construccin del perodo: peculiaridades sintcticas

    de las oraciones de eliam si 2778.3.1. Caractersticas comunes con otros perodosconcesivos 277

    8.3.2. Caractersticas que distinguen a eiam si de las

    conjunciones concesivas qnamquam, e/s y lame/s 2868.4. Conclusiones 296

    8.4.1. La Perfrasis etaw si y las concesivas hipotticas 296

    8.4.2. Caractersticas de los perodos introducidos por e/iam si 297

  • Indice 9

    9. Tarjen 2999.1. Tamen 300

    9.1.1. Valor y naturaleza de lamen 300

    9.1.2. La frecuencia de aparicin de lamen en las apdosisconcesivas 304

    9.1.3. La posicin de lamen 308

    9.1.4. La naturaleza de lamen 314

    9.2. Otros correlativos 314

    9.2.1.AI 3149.2.2. Cede 3199.23. Otros correlativos 323

    9.3. Conclusiones 325

    10. Conclusiones generales 327

    Bibliografia 341ndice de los pasajes citados 363

  • 1. Introduccin

    Cualquiera que lea lo que las gramticas latinas ms consultadas y lostrabajos monogrficos dicen sobre las oraciones concesivas obtiene, por unaparte, la impresin de que hay un nmero relativamente elevado de

    conjunciones que introducen oraciones subordinadas concesivas -sobre todosi comparamos con otras lenguas- y aparentemente todas tienen el mismosentido y el mismo flincionamiento, dependiendo de cada autor lautilizacion mas frecuente de unas u otras. Por otra parte, parece queprcticamente cualquier conjuncin o cualquier estructura puede expresar enan un sentido concesivo, lo que evidentemente contribuye an ms a crearla sensacin de que no hay ninguna sistematicidad por lo que respecta a laexpresin de la concesion en la lengua latina.

    El estudio de las oraciones concesivas en latin ha sido en general ysobre todo en las ltimas dcadas una parcela de la sintaxis latina

    insuficientemente atendida. Como prueba de ello sirvan algunos ejemplos.Los ltimos estudios de sintaxis sobre conjunciones concesivas son de 1954~Schaffner~,1957 y 1964 (Mikkola~, 1981 Q~adouceur -que no aporta nadanuevo), 1984 (Snchez Salor) y 1985 (Letoublon), es decir, en la ltima mitadde sido los trabajos son escasos, sobre todo, los que intentan unassenntizacin, y ninguno de ellos es siquiera de esta dcada. Otro dato

    cunoso es que en las Actas de un Congreso que tuvo lugar en diciembre de

  • 12 La expresin de la concesividad en latn clsico

    1982 sobre la expresin de la concesin en la Universidad Sorbona de Parsno hay ni un solo artculo sobre la concesin en latn, entre numeirsosartculos sobre las oraciones concesivas en muy distintos idiomas, incluido elgriego clsico.

    Ante esta situacin resulta muy interesante acercarse a los trabajossobre concesivas en otras lenguas porque abordan problemas muy similaresa los que se plantean en latn y, sin embargo, aportan explicaciones que nose han intentado dar hasta el momento en el caso de la lengua latina. Enefecto, parece cada vez mas claro, a la vista de trabajos como los de Knig,Letoublon (1983; 1985), Glinz (1994) y de los miembros del proyecto deinvestigacin sobre sintaxis latina y griega que desde 1992 componen

    investigadores de las universidades Autnoma de Madrid, Complutense, deAlcal de Henares y de Santiago de Compostela, que la comparacin dedistintas lenguas en los estudios de sintaxis puede ser muy fnzcfera yesclarecedora, ya que con frecuencia aporta nuevas ideas para enfocar viejascuestiones.

    Desde esta panoramica, nuestro propsito es precisamente

    comprobar si la expresin de la concesividad en latn clsico tiene algn tipode sistematicidad y, para eflo, hemos credo indispensable elegir un corpussuficientemente amplio en el que aparezca todo tipo de oracionesintroducidas por conjunciones consideradas unvocamente comoconcesivas, estudiar minuciosamente los pasajes utilizando todas lasediciones, comentarios, traducciones y lxicos a nuestro alcance, y no

    detenerse en la sintaxis de la oracin o del perodo sino tener muy en cuentael contexto en que aparece la oracin, es decir, a la pragmtica.

    Creemos que un estudio de este captulo de la sintaxis de la lengualatina es absolutamente necesario y extraordinariamente provechoso porvarias razones. En primer lugar, para comprender -e incluso traducir- lo ms

    exactamente posible los textos, en segundo lugar, porque puede servir depunto de partida pata el estudio de las oraciones concesivas en otras pocas

  • Introduccin 13

    de la lengua latina y, por fin, porque puede ser punto de referencia para losestudiosos de las oraciones concesivas en otras lenguas o en lingsticageneral.

    El objetivo del presente trabajo es, pues, estudiar de formasistemtica la expresin de la concesividad gramatical en latn clsico a partirde un empus de datos que comprende las obras completas de Cicern, Csary Salustio y la manera como se estructura la Tesis es la siguiente. En primerlugar dedicaremos un capitulo amplio al estado de la cuestin de los estudios

    sobre la concesividad ( 2.). Pero no nos detendremos en los trabajosreferidos a la lengua latina, sino que, tras presentar stos ( 2.1.), veremoscon detenimiento cules han sido las cuestiones ms estudiadas sobre este

    tema en espaol ( 2.2.), la lengua que evidentemente nos resulta mscercana. Tambin haremos referencia a algunos aspectos interesantes sobrela concesin estudiados recientemente en las lenguas francesa, inglesa yalemana y en lingstica general que pueden resultar de gran utilidad para

    nuestro estudio sobre la concesin en latn ( 2.3). Tras este captulointroductorio expondremos y justificaremos, partiendo de la definicin deconcesividad, el objetivo que perseguimos con nuestro trabajo, el mtodoque hemos empleado y el co.~us de donde provienen los datos que hemos

    utilizado para extraer nuestras conclusiones ( 3.). El estudio propiamentedicho comenzara con un repaso de todos los procedimientos utilizados porlos prosistas de la poca clsica para expresar de forma implcita la

    concesin ( 4.). Aunque el estudio de la concesin expresada de formaimplcita -interesante captulo que, por cieno, ha gozado de ms xito entrelos estudiosos que el estudios de las conjunciones propiamente concesivas-no forma parte exactamente de nuestro objetivo ltimo, qu duda cabe deque en un trabajo sobre la expresin de la concesividad en an clsico nopodamos dejar de abordarlo siquiera de forma breve. Los siguientes

  • 14 La expresin de la concesividad en latn clsico

    captulos estarn dedicados especficamente a las oraciones introducidas porquanhquam ( 5.), quanzvis ( 6.), e/si - lame/si y tamene/si ( 7.) y, por ltimo,etiam si ( 8.). A continuacin, dedicaremos una parte de nuestro trabajo atamen ( 9.). Las conclusiones generales que el anlisis de los datos del corpusnos ha permitido extraer constituirn el siguiente captulo ( 10)., al quesiguen las referencias bibliogrficas y un ndice de pasajes citados.

    Slo me queda dar desde aqu las gracias a los profesores que hicieronque me entusiasmara con el estudio de la lengua en general y con la lengualatina en particular, a las personas amigas de las Universidades Complutense,de Alcal de Henares, Autnoma de Madrid, Sorbona, Ludwig-Maximlliamsde Mnich, de Salamanca, del Consejo Superior de InvestigacionesCientficas y del Thesaurus Ur.~~guae Lalinae que me han ayudado y animadoconstantemente a seguir trabajando, a la Fundacin Romanillos, elMinisterio de Educacin y Ciencia, La Caixa y el Deutscher AkademischerAustauschdienst, sin cuyo apoyo econmico no habra podido llevar a cabomi tesis doctoral y, de manera especial, a Jos Miguel Baos, que pata m hasido mucho ms que ini director de tesis, a mi familia y a Fidel, que siemprefueron apoyo constante y fiel y de quienes tantas veces he abusado.Finalmente quiero dedicar este trabajo a mi padre, que me vio trabajar y meanim siempre cuando las fuerzas me faltaban o cuando me vea tanpreocupada por mi futuro. Desgraciadamente l no podr tener entre sus

    manos el fruto de tantos aos de esfuerzo.

  • 2. Estado de la cuestin

    Antes de abordar la descripcin y el anlisis de los datos que el cwpusconstituido por las obras de Cicern, Salustio y Csar nos aporta, resultaoportuno presentar el estado actual de la investigacin sobre las oracionesconcesivas, tanto en latn, como en estudios de lingiistica general o sobrealgunas lenguas modernas (espaol, francs, ingls y alemn), para delimitar,por un lado, cules son las cuestiones ms debatidas y las solucionespropuestas, y, por otro, qu temas o problemas, relativos a las concesivaslatinas, estn an a falta de una explicacin satisfactoria

    Desde esta perspectiva veremos, en primer lugar, de qu forma lasgramticas de la lengua latina y una serie de trabajos de diversa ndole hanestudiado este tipo de oraciones en lan ( 2.1.). A continuacinabordaremos el anlisis de la concesin en espaol ( 2.2.) ycomprobaremos qu criterios han dirigido el estudio de las oraciones

    concesivas, los aspectos que se han estudiado, los problemas que se hanplanteado y qu soluciones se han aportado, por si todo ello pudiera servir

    de alguna forma para el estudio de la concesividad en lan. Por la mismarazn haremos referencia a algunos trabajos sobre la concesin en lingsticageneral, en francs, alemn e ingls ( 2.3.). Finalmente, una recapitulacinsobre la aportacin de todos estos trabajos al estudio de la concesin ~2.4.)

  • 16 La expresin de laconcesividad en latn clsico

    servir, en cierto modo, para concretar y justificar los objetivos de esta tesis,que se formularn en el siguiente captulo ( 3.).

    2.1. Los estudios sobre la concesividad en latn

    En este apartado ofreceremos una visin panormica de lo que hastala fecha se ha escrito sobre la expresin de la concesin en latn. Para ellocomenzaremos viendo brevemente cmo abordan este tema las gramticas

    tradicionales ( 2.1.1.) y los estudios especficos bien sobre algunasconjunciones concesivas ( 2.1.2.) bien sobre la expresin de la concesion enun autor o poca ( 2.1.3.). Ahora bien, dado el objetivo ltimo de esta tesis,se prestar especial atencin a los diversos intentos de sistematizar el campo

    de las conjunciones concesivas ( 2.1.4.). Para terminar, extraeremos unasconclusiones sobre el valor de estos trabajos ( 2.1.5.).

    2.1.1. Las gramticas & Li lengua latina

    Cuando las gramticas al uso (Bassols 1956:285-291; Draeger 1878:734-740; 768; Ernout-Thomas 1951:350-354; Khner-Stegmann1914:439-446; Scherer 1975:265-267; Szantyr 1965:602-605 y 671-67ZWoodcok 1962:200-205) tratan el tema de las oraciones concesivas selimitan generalmente a hacer referencia puntual a las conjunciones que

    11,2

    introducen este tipo de oraciones a las que consideran subordinadas y a

  • Estado de la cuestin 17

    veces, en concreto, un tipo de subordinadas causales -su etimologa, el modo 1

    verbal con el que se construyen, su frecuencia de aparicin y poco mas-,.Bassols, Sderer y Ktihner-Stegmann definen las oraciones

    concesivas y lo hacen aproximadamente del mismo modo. Segn Bassols yScherer, estas oraciones expresan una objecin real o posible a lo dicho en laoracin principal denotando a la vez que dicha objecin, aun concedida, noinvalida lo dicho en aqulla Para Kiihner-Stegmann estas oraciones, que sonun tipo de causales y pueden expresar un pensamiento verdadero o posible,configuran una contraposicin al pensamiento de la oracin principal, en lacual se niega y restringe la consecuencia que se esperara del contenido de laoracion subordinada. La relacin de las concesivas con respecto a la oracinprincipal es, segn estos autores, igual que la de las condicionales: una

    .9relacin causal, de la causa a la consecuencia.

    Puesto que seta en el estudio puntual de cada conjuncin ointroductor de oraciones concesivas (quamquam, quamvis, ets /ametsi, e/ian~ st)

    1 La mayora de estas obras se hace eco de los trabajos monogrficosdedicados a la concesin publicados con anterioridad (mese 1883; Wild 1896; Lease1898, 1900; Nutting 1905; 1923; 1925; Cevolani 1909, Schaffner 1954; Phillips1937...), pero no siempre reflejan las conclusiones que de ellos se pueden extraer. Aestos estudios haremos referencia seguidamente (cf. mfra 2.1.2. - 2.1.5.).

    Sin embargo, Cevolani (1909:208-300) se muestra en desacuerdo con estasdefiniciones porque en oraciones como Quanzqnam omnis rintus nos cid se ad/icil 4.),lamen ns/ita el ibera/as id rnaxime effcit.. (Aunque toda virtud nos atrae [...], sinembargo esto ~ralesobre todo para la justicia yr la generosidad. Cic. off 1,17) seriaabsurdo sostener que el hecho expresado en la subordinada es un obstculo a larealizacin del expresado en la principal. Las gramticas deberan aadir, pues, que aveces las conjunciones concesivas se usan tambin all donde no existe una relacinde concesin entre la principal y la subordinada. En realidad lo que ocurre es queCevolani est confundiendo concesin lgica y concesin gramatical. Paraprondizar ms en esta distincin, cf. 3.1.

  • 18 La expresin de la concesividad en latn clsico

    donde desarrollaremos aquellos aspectos que ms destacan, o en los que msse detienen, los manuales clsicos de sintaxis, baste sealar que stos selimitan a enumerar todas las conjunciones que introducen concesivas,describen brevemente su etimologa, su frecuencia de aparicin y algunaspeculiaridades de uso de cada una de ellas, como puede ser, por ejemplo, elmodo con el que se construyen. Es decir, ms que un sistema describen unaevolucin. Adems, por regla general consideran que todas las conjuncionestienen el mismo significado y atribuyen la aparicin de una u otra a laspeculiaridades de estilo de cada autor. No dan, pues, una explicacin de quehaya tantas conjunciones que expresen la misma idea, ni atribuyenexplcitamente un sentido o un funcionamiento distinto a cada una.

    2.1.2. Estudios sobre Lis conjunciones conceswas

    En realidad los estudios especficos que existen sobre una o mas

    conjunciones concesivas son escasos y tan slo se refieren a quavvis -a laque, por ejemplo Schafffier, como veremos, ha dedicado un breve libro- y aquanzquarn3. Sin embargo, las conjunciones de origen condicional no hansido estudiadas sintcticamente en trabajos monogrficos. En este apartadonos limitamos a mencionar dichos trabajos y hacer breve referencia a lacuestin especfica que abordan o al punto de vista con que estn realizados.

    En los captulos que dedicaremos a cada una de las conjunciones enparticular les dedicaremos ms espacio.

    Tambin tel ha atrado la atencin de los investigadores, pero de ellohablaremos ms tarde, en el captulo Procedimientos para expresar implcitamente laconcesin, ya que no se puede decir que tel sea un procedimiento utilizado con granfrecuencia para expresar la concesividad en latn clsico y mucho menos que sea unaconjuncin concesiva.

  • Estado de laruestin 19

    (i) Quanzquonz

    Los trabajos dedicados a esta conjuncin son relativamentenumerosos, pero la mayora estn en la misma lnea de lo que podemos leeren las gramticas. As, por ejemplo, estudian su etimologa Detlefsen(1900:13-18), Ferranno (1942:185-189) y Khm (1916b); el origen delsentido concesivo de quanzquam mese (1883), Karsten (1890), KhIn(1916a), Ferrarino (1942) y Letoublon (1985); el modo verbal con el que seconstruye Calboli (1968:430-432), Ladouceur (1981), Derinne (1959) yTouratier (1982:331-332). Por ltimo, Detlefsen (1900:15) tiene el mrito deabordar, aunque sea muy brevemente, un tema apenas esbozado por las

    gramticas, pero, como veremos ( 5.2.1. y 5.2.4.), de gran inters, lacuestin de qrnvuq&zrn correctivo.

    (u) ~u~amuis

    El sentido y la esencia de esta forma tan controvertida son estudiadospor Detlefsen (1900:13-18), Ferrarino (1942:186) y Giomini (1986 20-22)Wild (1896), por su parte, describe el funcionamiento de qzrnm:v en distintastocas de la lengua latina. Abundando en< este tema, la monografia deSchaffner (1954) se centra en la historia de quarnris e indirectamente en la dek=e4y sobre todo en los factores que propician que deje de ser adverbio y seconvierta en conjuncin. Mientras que Serra Zanetti (1956-1957) estudia elfuncionamiento de qua;mis desde un punto de vista sincrnico, en concretoen Cicern.

    Respecto al modo y a los tiempos con que se construye contamoscon las aportaciones de Keppel (1883), que aborda la cuestin de si quamispuede construirse con subjuntivo imperfecto y pluscuamperfecto o tiene

  • 20 La expresin de la concesividad en latn clsico

    limitada, como &e/, su construccin a los tiempos primarios de subjuntivo, yde Di Lorenzo (1906), que dedica un artculo al estudio de la construccinde quamt-is con indicativo en Horacio.

    (ii~ E/si, lame/si e/km si y /anzenes

    No existe ningn estudio sintctico sobre el finicionamiento y elvalor de e/si, tome/si, tamene/si y e/ianz st4. Tan slo cabe mencionar un artculode Batstone (1990) que estudia desde una perspectiva ms estilstica quesintctica cmo se sirve Csar retricamente de los perodos en los queaparece e/si o lame/si para sus fines propagandsticos.

    2.1.3. Estudios sobre Li expresin & Li concesin en un autor o poca

    Tampoco es muy frecuente encontrar monografias dedicadas aestudiar las oraciones concesivas en un autor o poca concretos. Es ms, la

    mayora de los trabajos a los que haremos referencia acto seguido abordanslo tangencial y brevemente este tema. Hemos de hacer, de todos modos,dos precisiones, que la manera en que hemos decidido exponer estosestudios es de acuerdo con la cronologa de los autores latinos, y que en esteapartado veremos slo los trabajos de tipo descriptivo y dejaremos para elsiguiente ( 2.1.4.) los trabajos de IVIlkkola sobre la concesin en Tito Livio(1957) y en poca arcaica (1964), de Snchez Salor (1984) tambin sobreTito Livio y de Morillas (1985) sobre Csar y Salustio, porque hemospreferido agrupados con los estudios que describen un sistema de las

    Preferimos escribir separados alar y por las razones que daremos en e]capitulo dedicado a esta perfrasis ( 8), pero respetaremos la grafia que utilicen tantolos editores como los estudiosos.

  • Estado de la cuestin 21

    conjunciones concesivas o intentan elaborar una clasificacin demecanismos para la expresin de la concesion.

    Q) Kriege (1884), Nutting (1905), Lindsay (1907:121-123) y FernndezMartnez (1988:121-123), por ejemplo, dedican parte de sus trabajos alestudio de la concesion en Plauto. Kriege y Lindsay enumeran simplemente

    las conjunciones concesivas que aparecen en Plauto y su modo deutilizacin5. Nutting, por una parte (1905:35-49), estudia las oracionesconcesivas introducidas por si y por las conjunciones concesivas de origencondicional y, por otra (1905:66-75), las oraciones concesivas de si conprtasis en subjuntivo y apdosis en indicativo. Fernndez Martnez sealaque en la subordinacin concesiva, los valores modales del verbo coincidencon los que Mariner (1957) propuso para las oraciones independientes yaporta una sene de datos globales referidos a la subordinacin concesiva enPlauto: utilizacin mayoritaria de quamquanz construido sistemticamente conindicativo, uso escaso de quamtis, no slo como conjuncin sino tambincomo adverbio6, empleo ms moderado de las formas derivadas de la

    condicional si que de quamquam y ausencia de e/km si.

    ~Kriege, adems, estudia las oraciones concesivas introducidas por s y zanz ylas ocasiones en que qnamqnam y dsi introducen oraciones principales.

    Segn esta autora, dada la escasez de datos al respecto, no se pueden extraer

    conclusiones sobre el modo verbal con el que se construye. Bennett (1966:270-271),estudioso de la sintaxis del latn preclsico, tambin coincide en que hay escasosejemplos de quamuis con subjuntivo ?laut. Bacch. 82; Trin. 554; Cato, gr. 1,6). Estossubjuntivos derivaran de una parata=cisyusiva y probablemente an estn en suprimera fase paratctica.

    Es de sealar que los datos numricos globales que los estudiosos de Plautoaportan respecto al nmero de ocurrencias de las distintas conjunciones concesivasno coinciden, en parte debido a problemas textuales. As por ejemplo Trama

  • 22 La expresin de la concesividad en latn clsico

    (u) Sobre las concesivas en Terencio contamos con los trabajos deKriege (1884) y Blry (1965)8. Segn este ltimo, quamquam tiene enTerencio el sentido de a quelque degr que y e/si el de meme si y porextensin el de quoique y se construyen con indicativo. Etsi se empleatambin a veces como una especie de conjuncin de coordinacin con elsentido de et cependant, para restringir una afirmacin precedente9, perono quamquam mientras que Plauto10 y Cicern se sirven de las dosconjuncibnes para este uso.

    (iii) Klotz (1917:271) nicamente menciona que en Csar noencontramos quamquam ni e/iamsi. Lebreton (1901) apenas habla sobre lasconcesivas en su estudios sobre la lengua de Cicern y trata e/si y e/iamsi juntocon la cuestin de los modos y los tiempos de las oraciones de ~ Calboli(1984:875) se Imita a enumerar las conjunciones que Virgilio utiliza paranitroducir las oraciones concesivas (e/si, e/iamsi, quamquam, quamis, xi y am)y cules no (mme/si y aviene/st).

    (iv) Otro estudio descriptivo bastante completo sobre las concesivasen Livio es el de Steele (1910:52-60). Este autor informa del nmero deocasiones en que aparecen quamquam, e/si (no slo con valor concesivo sinotambin correctivo), e/kmsi y qitaimis, cmo se utilizan y con qu modo ytiempo se construyen.

    (y) N~gler (1873:6-15) aborda en su libro el estudio descriptivo de lautilizacin por parte de Sneca de las conjunciones concesivas e/si, e/iamsi,

    (1961:216 n.5) sostiene que hay dos ejemplos de e/ir sien Plauto.8 Tambin Lyndsay (1907), a] tiempo que habla sobre las oraciones concesiva

    en Plauto, hace constantes referencias a Terencio.

    Cf. Plaut. 1-faga. 119; 327; 410; 471; 752; Hec. 404; 505; 625;Ad 147.

    ~ Para el caso de e/si en Plauto, cf. COpL 738 y para el caso de qnamquam, anms frecuente cf. Cap/. 271. Cf. tambin Kriege (1884:21; 23; 43).

  • Estado de la cuestin 23

    quamquam, quams y quamtumris y las locuciones con sentido concesivo etiamcuy, etiam ubi, etiam dum, e/lay + pronombre relativo, etiam + ablativoabsoluto. Tambin Rieger (1892) estudia la hipotaxis concesiva en Sneca.Adems de referirse a la utilizacin que este autor latino hace de lasconjunciones propiamente concesivas (quamqua,n, quams, e/si, e/iamsi,amenen- ame/si y ka?) sobre todo en las tragedias, no descuida Rieger laexpresin de la concesvidad mediante participios, mediante tomen, el lamen,sed tomen, non tomen o nec lamen, mediante el subjuntivo y mediante u4 aun, si,quamilbel y quantumris.

    (vi) La utilizacin que Tcito hace de las conjunciones concesivasespecialmente de quamquam y quanzti#, pero tambin del resto, ha sidoestudiada de una forma detallada por Gerber (1873/1874:32~42)11.

    (vii) Lease dedic un trabajo de tipo descriptivo a las partculasconcesivas en Marcial (1898), donde pone de manifiesto que este poeta noutiliza las conjunciones tpicamente concesivas (e/si, eliamsi, tome/si, /amene/si yquamquam) para expresar la concesin, sino que para este fin hace uso de uf,ion y con ms frecuencia quomzis y, sobre todo, licel. Segn este autor, Le -que a veces aparece en la forma de futuro Licebi/- se construye siempre conun tiempo primario de subjuntivo y es an sentido como verbo, a pesar detener sentido concesivo.

    (viii) Philips (1937) describe la frecuencia y el modo de utilizacin delas conjunciones concesivas en la obra de Ambrosio, para llegar a laconclusin de que este autor cristiano se cie de forma inusual entre losescritores de su tiempo a la sintaxis clsica de las concesivas, apartndose deella nicamente al utilizar siempre el subjuntivo con e/iamsi (incluso en loscasos en los que se refiere a hechos reales) y con quamquam, en clara

    Sin embargo, no se hace eco de este trabajo el estudio posterior de Constans(1893:108) sobre la lengua de Tcito.

  • 24 La expresin de la concesividad en latn clsico

    oposicin a la prosa de los escritores clsicos, pero en sintona con losescritores de la Edad de Plata. Otro punto en que se aparta de la sintaxisclsica es en la utlhzaczon generalizada del indicativo en casos en que losescritores clsicos utilizan el subjuntivo por atraccin modal. A la concesindedica en fin Blaise (1955:165-169) un captulo de su conocida monografiasobre el latn cristiano en general.

    (ix) En este recorrido meramente descriptivo, habra que mencionartambin algunos trabajos que estudian todas las conjunciones concesivas,pero sin centrarse en un autor o poca concretos. De este tipo son el deWlfflin (1892) y las pginas que Handford dedica al subjuntivo en lasconcesivas (1947:55 ss.), trabajos que repiten bsicamente lo que aparece enlas gramticas al uso. Por su parte, Axelson (1945: 88 y 123-124) estudia lafrecuencia de aparicin de cada una de las conjunciones concesivas en lasobras poticas latinas. As, tenemos que e/iamsi, ame/ii y tomencs apenasaparecen en poema y e/si es muy impopular, como ocurre con quamquam quees desplazado cada vez ms por quamns.

    (x) Por ltimo, otros trabajos abordan de forma tangencial lasoraciones concesivas a partir del estudio de lamet Por ejemplo, Karsten(1890), al analizar este trmino desde sus primeras documentaciones hastaCicern da noticia de todas las ocasiones en que tras una oracinsubordinada concesiva, condicional, de ulla, set, mu, etc. aparece tomen en laoracin principal en un amplio cotpJ. ~-~ similares iR parte-que ~derlir~Saur (1 91 3:58-90) a la aparicin de tomen en los prosistas clsicos3 y la quededicaBraune (1881) a Plauto y Terencio.

    12 En concreto analiza a Plauto, Terencio y algunos autores ms de esta poca,

    las Canas aAP~v de Cicern, Csar, Salustio, Catulo y Tibulo.13 Los datos que este autor (Saur 1913:79) da sobre la posicin de lamen

    dentro de la apdosis se vuelven a encontrar en Marouzeau (1948: 245-247).

  • Estado de la cuestin 25

    2.1.4. Estudios que describen un sistema de Lis cojundones concesivas o mten/anclasificar todos los mecanirmos & os que d4tone el latnpara expresar la concesin

    Son ms bien escasos los trabajos que de manera general planteanque en latn existen distintos tipos de oraciones concesivas y que se da ciertaespecializacin entre las conjunciones para introducir un tipo u otro. Sucaracterstica principal es que no son descriptivos como la mayora de losvistos hasta ahora, sino que intentan extraer con mayor o menor amplitudde miras unas conclusiones generales sobre cmo est estructurado elsistema de la concesin en latn. Por un lado, estn los que distinguen entreconcesivas reales y concesivas hipotticas, aunque no siempre les den estenombre O; por otro lado, los que partiendo de las diferencias etimolgicasentre las distintas conjunciones (las de origen condicional frente a las deorigen relativo) establecen diferencias de sentido y funcionamiento entreellas (u); y, por fin, los trabajos de Mikkola, que clasifican ms quesistematizan todos los mecanismos de los que dispone el latn para expresarla concesin y adems distinguen diversos tipos de concesin (iii).

    (i) Concesivas reales y concesivas hipotticas

    Quiz el primer autor que ha hablado de la existencia de distintostipos de oraciones concesivas en latn ha sido Nutting, quien sostiene(1905:47-48), sin entrar en profundidades, que las oraciones concesivas engeneral pertenecen a dos categoras distintas: unas conceden algo que esrealmente verdad y otras conceden algo como hiptesis. En el primer casose afirma un hecho y el modo verbal es el indicativo, en el segundo laoracin concesiva es una mera suposicin y el modo verbal puede ser tantoel indicativo como el subjuntivo. Por ello, esta segunda categora est muy

  • 26 La expresin de la concesividad en latn clsico

    unida a la pura oracion condicional y puede ser introducida por laconjuncin st.

    Cevolani (1909) establece la misma diferencia que Nutting, pero vaun poco ms all y clasifica qu conjunciones introducen un tipo y otro. Lasoraciones concesivas reales seran las introducidas por quamquam, e/si, tome/sicon indicativo y ruin con subjuntivo y las concesivas hipotticas lasintroducidas por quavitis, e/ivns-i y u/ con subjuntivo. Las primeras no tienenninguna analoga con las oraciones hipotticas, pero las segundas s, ya queeste tipo de concesivas no son ms que condicionales con la adicin de la

    idea de concesion. A las concesivas hipotticas, por tanto, se les puedeaplicar la divisin en tres tipos que se suele aplicar a las condicionales. Elmodo no juega un papel determinante en el tipo de concesiva que resultar,as el subjuntivo con cum expresa un hecho real y el indicativo con e/iamsi unhecho no real, porque e/ianzsi tiene el valor de anche se y no es sinnimode quainquam.

    Este trabajo de Cevolani sirve de punto de partida a otro de Iraina(1961), en el que ms que de concesivas reales y concesivas hipotticasprefiere hablar de concesivas que constatan un hecho (quamquain, e/si, lame/si,aun) y concesivas en las que todo depende de la actitud del hablante y dediversos matices. Estas a su vez son diferentes entre s; as, por ejemplo, conquaviuis el hablante prescinde del hecho en s para hacer la mastina

    concesion a la voluntad o juicio del otro, y por eso puede seguir t o siclcon indicativo, cuando el hablante pasa del punto de vista del otro a la

    ~ Si Nutting no hace explcitamente ninguna distincin entre las oracionesconcesivas introducidas por si y las introducidas por las conjunciones concesivas deorigen condicional, pero s distingue todas ellas de las condicionales, Baratin (1982:26855.), sin embargo, cree que hay que incluir los enunciados concesivos introducidos por si,eamsi, e/si, etc-, dentro del sistema condiciona].

  • Estado de la cuestin 27

    constatacin del hecho en 5i~. Con Art, sin embargo, se tiene ms bien unsentido volitivo y una actitud polmica, hasta el punto de que desafia a larealizacin del hecho: fnmanr omitesAr, dicam quod sentio (Cic. Tusc. 1,55): perme fremano pure, a costo che fremano.... Por eso set puede aparecer conquamric quavivis liicel insectemur istos, xl Carneades soblial, me/iio ne sokpbiosopbi

    smi (Cic. Tusc. 4,53). La diferencia entre quamvis y k~r/ es que con el primeroel hablante atiende a la voluntad del otro y con Iicet a la propia6. Pero entodos estos casos todo depende de la actitud del hablante, de la subjetividad.Lo objetivo es lo no caracterizado en trminos estructurales y lo subjetivo locaracterizado.

    En una nota establece Trama (1 961:216 n. 5) la diferencia entre e/iamsiy e/si. El primero introduce la hiptesis pura E/si tambin funciona as en las

    pocas ocasiones en que aparece con subjuntivo potencial o irreal. Sinembargo, entre e/iamsi y e/si con indicativo la diferencia es sensible. E/si partedel valor etimolgico de si ( sic) y sirve, por tanto, para introducir unaconstatacin de hecho, mientras que eliamsi parte del valor supositivo de si eintroduce, por tanto, una hiptesis presentada prescindiendo de la realidad.

    Esto explica por qu es tan raro el subjuntivo con e/si, mientras queprevalece con eiamsi. La fortuna de etia,nsi se debe a las obras literarias de

    ~ Segn este autor (1961:215-216) no se puede decir que en pasajes comoni/ii! gis, dolon quamv=sis moles/ns, rnmqnam le en-e confilebor ma/am. (no consigues nada,dolor; por muy molesto que seas, nunca confesar que eres un mal. Cic. Tusc. 2,61)quamris sea hipottico, porque el dolor es realmente sentido. Esto es an masevidente cuando junto a la oracin de quamis aparece una oracin de ato siga real,como en Cic.fam. 7,32,3 o Pbul. 2,68.

    16 En opinin de Trama (1961:218) slo hay algunos casos seguros de etconcesivo en las cartas de Cicern: Al. 2,9,2; ALt. 14,4,3; frm. 9,15,2; ad Rna. 1,17,5yfam. 13,27,1.

  • 28 La expresin de la concesividad en latn clsico

    Cicern en las que aparece con mayor frecuencia que e/si, sin embargo en lascartas A Atico ocurre justo lo contrario7.

    Tambin Lehmann relaciona las oraciones concesivas con las

    condicionales y les dedica un captulo de su libro iL.a/ein ,ni/ abs/rak/enS/rukturen (1973:87-96) estudindolas desde un punto de vista semntico-sintctico~ Segn este autor, por un lado, las concesivas estn marcadasfrente a las condicionales, diferencindose en que la apdosis de unacondicional depende de la prtasis, mientras que la apdosis de unaconcesiva es independiente, y, por otro, las causales, las condicionales y lasconcesivas estn dentro del mbito de la causalidad.

    Segn Trama, el que en los cmicos esta forma sea poco frecuente, slo haydos ejemplos seguros en Plauto (Cas. 93 y Epid. 518) y otros dos en Terencio y en Catuloy en Csar no aparece hace pensar que el juego de la hiptesis es bastante ms rico ymatizado en el orador y en el filsofo que en la lengua coloquial y en las exposicionesmanifiestamente objetivas de los comentarios cesarianos.

    ~ Siguiendo la misma lnea, Quetglas (1983) defiende desde la semnticagenerativa la teora de que un nutrido grupo de proposiciones subordinadassustantivas, adjetivas y adverbiales, admiten un modelo de descripcin de basecomn. EJ elemento base que propicia este tratamiento es Ja presencia del formanteverbal CAUSA en todos los tipos de oraciones de este grupo, que est integrado porconstrucciones causaravas o factitivas. Segn l, oraciones como

    Tametsi non quaes, acebo (Lucii. 181)

    Doceba quod xis

    lLi, quaprapter docebo

    Quod &sfacre/ xl doceam

    concesiva, causal, consecutiva y completiva, respectivamente manitiestan laposibilidad de una expresin superficial mltiple de una misma expresinsubyacente.

  • Estado de la cuestin 29

    Adems, dentro de las concesivas, existen, por una parte, concesivas

    condicionales (y pone como ejemplo las oraciones construidas con e/si yoraciones de si coordinadas con un sentido concesivo), en las cuales haydisyuncin, es decir, se presentan al menos dos alternativas, y se niega larelacin condicional entre las frases componentes, y, por otra, concesivascausales en las que no hay disyuncin y slo se presenta una alternativa (lasintroducidas por quamquazn).

    El siguiente cuadro pone de manifiesto en qu se diferencian ambostipos de concesivas, las causales y las condicionales:

    relacin causalsi

    relacin negada s no

    presuposicin disyuntivas

    concesivascondicionales

    no

    concesivascausales

    si

    condicionales

    no

    causales

    Por

  • 30 La expresin de la concesividad en latn clsico

    una ampliacin no prevista o sorprendente (e/si, lame/si, etiamsz)9. Laparticularidad de las concesivas Qas mismas que otros autores denominanconcesivas reales o concesivas causales) estriba en que el contenido de lasubordinada no es supuesto como en las condicionales, sino afirmado comoen las causales. Las conjunciones que introducen este tipo de oraciones sonquatnquazn y quann-is. Ambas se construyen normalmente con indicativo ycuando lo hacen con subjuntivo ste es el significante de un morfema deposibilidad, aunque es ms raro encontrar en prosa clsica qreamtis conindicativo que quamquam con subjuntivo.

    (u) Snchez Salor y Morillas

    La monografla de Snchez Salor sobre la oracin compuesta dedicaun captulo especial (1984:111-120) a las concesivas partiendo de lospostulados de Haudxy (1973).

    Como es sabido, el autor francs sostiene que distintos tipos desubordinadas surgen de estructuras correlativasy no de la parataxis20. Al igualque en esta, en la correlacin las dos partes de la enunciacin son

    19 Dentro de las condicionales estudia Touratier tambin it con subjuntivo: susignificacin supposer que, aparentemente hipottica se tie de un valor concesivocuando el proceso principal se opone semnticamente al contenido de la subordinada -oposicin a menudo subrayada por tomen-. Este it parece ciertamente el mismo que elque introduce las completivas o las pretendidas consecutivas. Su particularidad essmtctica, porque ya no tiene la funcin de sujeto o de complemento del verbo (cuandoes completivo) ni de complemento del adverbio (cuando es consecutivo). Este nuevovalor le viene dado por el contexto semntico y la anteposicion.

    20 Para Haudry (1973:149-150) el paso de la parataxis a la hipotaxis es slo uncaso particular de una tendencia muy general a la reccin y a la grarnaticalizacin y sedara, por ejemplo en el paso de adjwel! rolo a vio adjuvet, en las condicionales o en elpaso de licel o quamt~s de verbo y sintagma, respectivamente, a conjuncin.

  • Estado de la cuestin 31

    gramaticalmente independientes la una de la otra, ninguna de ellas ha deconsiderarse como subordinada, por ello la correlacin se expresa a vecespor medio de significantes idnticos puestos en paralelo (cf. en francs telpre, tel flls). En latn la correlacin es una estructura viva y productivacuyos significantes se han ido renovando21. Las subordinadas que provienende la correlacin son las relativas, las de quod y quia, las de eum, las de z# (deldptico normal con reemplazamiento de ita por tomen proviene la expresonde la oposicin hipottica) o las de quam. Con respecto a quamnquam afirma(1973:164) que es en ongen el compaero con valor generalizador de quam, yque, como l, tiene por correlativo 1am y despus tornen, que es facultativo.Una vez separado de la correlacin, quamquam se transforma en conjuncinconcesiva.

    De acuerdo con estos presupuestos tericos, para Snchez Salor la

    concesin es tambin un esquema correlativo, como parecen demostrar lasmarcas utilizadas para sealar la relacin entre las dos oraciones de un

    perodo concesivo (elementos tpicos de esta clase de esquemas): el elementode la raz del relativo (quamquam, quamris) y el elemento de la raz de unfrico (tomen). ste es el mismo esquema que se da en quam... 1am, it.. ta,1... ~c.Junto a estas conjunciones concesivas de origen relativo hay otrasemparentadas con la condicional si (e/si, elivnsi). Estas partculas son, seg5n

    21 La forma base de la correlacin es el dptico normal, aquel en el cual la oracion

    introducida por el relativo precede a la introducida por el correlativo o anafrico. Laforma ms antigua es la que presenta temas en *ko *to. (cx;... /um quam... 1am;quanus... tan/sus). Ms recientes son u/ii.. ib]; znde... inde; nL.. ita. Y una forma viva esqnis... is, con las conjunciones que provienen directamente de ah (quod.. itt, qiod... eo;quomodo... eodemmodo; qnoad.. sqne eo). Aqu el correlativo ~i-ha sustituido a *t0(Haudry 1973:153-154). Sobre el dptico se operan modificaciones externas, como lainversin, o internas, como la segmentacin, las cuales conducen a los diferentes modelosde subordinacin atestiguados en latn.

  • 32 La expresin de la concesividad en latn clsico

    este autos la unin de una partcula cuyo significado tpico es la concesin(a, etiam = incluso) y de si, y tambin forman esquemas correlativos.

    Desde el punto de vista formal hay dos grupos claros deconjunciones concesivas, las formadas a partir de siy las formadas a partir deun pronombre relativo (quamqzam, quamris, 4 cuz). La diferencia entre ellasno est, segn Snchez Salor, en que las primeras introduzcan concesivashipotticas y las segundas concesivas reales (si bien esto pudo ser as enongen), ya que esta diferencia viene dada en latn clsico por el modo delverbo, sino en el mayor o menor grado de relacin entre las situaciones

    expresadas en ambas clusulas. La relacin extralingstica que normalmenterio se da entre las clusulas, en el caso de un enunciado concesivo, s seproduce, ahora bien esa relacin puede ser de distinto grado: necesaria

    siempre u ocasional.El anlisis de UD pasajes de Livio22 hace pensar a este autor que las

    partculas condicionales tienden a conceder hechos que extralingsticamenteestn en relacin necesaria de [- relacin] con los hechos expresados en laotra clusula, mientras que las conjunciones de origen relativo expresan unarelacin de ocasional [- relacin]. Apoyaran, segn l esta tesis, vanosfenmenos:

    - Que Livio use muchas ms veces quamquam (164) que e/si (71).- Que quarnquarn pueda estar en relacin con lo dicho anteriormente

    tras una fuerte pausa sintctica, constituyendo una restriccin a lo dichoanteriormente, cosa que no ocurre en el caso de e/si

    22 Varias objeciones se pueden hacer a este trabajo, por un lado, que noexp]ique exactamente de donde ha extrado los datos que maneja, es decir, cuJes sonexactamente esos 40 pasajes, y, por otro, que no haya consultado bibliografiafundamental sobre el tema que aborda, en concreto nos referimos a los trabajos deSteele (1902) y Mikkola (1957), trabajos que no cita y cuyos datos le habran sidoextraordinariamente tiles.

  • Estado de la cuestin 33

    - Que podamos encontrar itoque, quamquam, pero no itaque, e/si- Que podamos encontrar quarnquam, e/si pero no e/si, quamquam.- Que quamnquarn aparezca muchas menos veces con subjuntivo que

    con indicativo (8/32) que e/si (14/19).- Que quamquam necesite aparecer siempre con un predicado verbal,

    mientras que e/si puede aparecer sin verbo al que referirse (7).

    La conclusin a la que llega este autor es que la relacin entre

    clusulas es ms estrecha en el caso de e/si y ms relajada en el caso dequarnquam, el cual, sin embargo, tiene ms facilidad para relacionarse con la

    oracion anteriot Esta conclusin intenta hacerla extensiva a todo el latnclsico a partir de unos datos parciales de LiviJ.

    El trabajo de Snchez Salor es criticado por un estudioinmediatamente posterior pero no muy distinto, la tesina de Morillas (1985),que trata de describir el sistema de las conjunciones que introducenoraciones concesivas, en Csar y Salustio, vindose abocada a una

    simplificacin excesiva, debido a las limitaciones que el propio coipus leimpone.

    Esta autora distingue entre concesin implcita (conjuncional y noconjuncional) y la concesin explcita (mediante conjunciones propiamenteconcesivas y no especficamente concesivas) y establece un sistema deoposiciones entre las conjunciones concesivas que aparecen en Csar y

    3 Encontramos bsicamente las mismas ideas sobre la concesin en latin en

    su reciente libro (1994:160-165), donde slo se aade un nuevo aspecto: que lasconcesivas como las causales y las condicionales tienen el rasgo [+UNDE] en elplano nocional, porque dan cuenta del inde de lo expresado en la otra oracin. Si larelacin extralingstica entre lo expresado por las dos oraciones tiene el rasgo[+UNDE], entonces la concesin tiene el rasgo [-UNDE] y viceversa.

  • 34 La expresin de la concesividad en latn clsico

    Salustio, es decir, quamquam, /ame/si, e/si y eiamsi, basndose en el criteriosemntico, ya que, segn ella, no son vlidos ni el criterio del modo ni el deltiempo para establecer la oposicin entre estas conjunciones. Pero Morillaspone objeciones a todas las diferenciaciones que en virtud de un criteriosemntico Snchez Salor establece entre las conjunciones concesivas deorigen relativo y las de origen condicional:

    - Frente a la mayor utilizacin de quamquam por Livio, hay autores

    como Csar que nunca utilizan esta conjuncin.- No slo quamquam, tambin etri y tome/si admiten estar relacionadas

    con la oracin anterior tras una pausa fuerte.

    - De la misma forma hay ejemplos de itaque, quarnquam, se puedenencontrar ejemplos de i/aque, e/si, a pesar de que Snchez Salor dice que nose dan.

    - Otra combinacin que tambin se da es e/si, qzarnHs.- En Salustio, frente a lo que Snchez Salor dice que pasa en Livio, e/si

    aparece con ms frecuencia con indicativo que qzamquam.- Al igual que e/si, quamquam puede aparecer constniido sin verbo.

    Por otro lado, Morillas dice que ejemplos que se ajusten al tipo derelacin necesaria que Snchez Salor plantea son muy poco frecuentes. Esms, son ejemplos limite.

    El estudio de los datos en Csar y Salustio lleva a esta autora aestablecer el siguiente sistema de oposicin: la relacin entre la prtasis y laapdosis en el caso de las conjunciones de origen condicional es msestrecha que la que se da cuando la prtasis es introducida por quarnquam.Entre los contenidos de la prtasis introducida por una conjuncin deorigen condicional y la apdosis suele haber una fuerte contradiccinsemntica, mientras que cuando la conjuncin es quamquarn no suele darseesta relacin dc contradiccin u oposicin de contenidos, sino que se trata

  • Estado de la cuestin 35

    ms bien de una oposicin meramente gramatical, de una concesividad mssintctica que semntica Otra diferencia entre ambos tipos de conjuncionesconsiste en que las de ndole condicional, tienden a establecer una relacinde dependencia de la subordinada con el sujeto de la principal, de modo quela concesiva suele aparecer en un gran nmero de ocasiones inmediatamente

    despus del sujeto de la principal, que desempea la misma funcin en laoracin subordinada.

    (iii) Mikkola

    Mikkola en su libro (1957) sobre la expresin de la concesividad enlas dcadas primera y quinta de Tito Livio -al igual que en el que escribi

    despus sobre la expresin de la concesividad en el latn preclsico (1964)-hace una especie de compendio clasificatorio de todas las posibilidades de

    expresin de la concesividad que existen en latn, adems de la

    subordinacin concesiva mediante conjunciones concesivas o de otra ndole,sin intentar, salvo raras excepciones, describir un sistema con distintos tipos

    de oraciones concesivas. Para este autor la concesividad puede ser, por un

    lado, implicita (cuando tambin se expresan otras nociones) o explcita(cuando slo expresa esta nocin) y, por otro lado, reversativa (cuando en laapdosis hay una palabra que se contrapone a la prtasis del tipo de tamen) ono reversativa (cuando no hay ninguna palabra de este tipo).

    Mikkola analiza la expresin de esta nocin desde tres puntos de

    vista. El primero es el de la forma de la concesividad que puede ser adjuntiva(cuando, a pesar de una cualidad aadida al sustantivo -ya sea en forma deaposicin, atributo, predicativo o frase de relativo-, el predicado se cumple),sociativa (ablativo absoluto, construccin preposicional o gerundio enablativo), comparativa (cuando una comparacin adquiere por contexto un

  • 36 La expresin de la concesividad en latin clsico

    matiz concesivo), temporal, condicional, permisiva (subjuntivo optativo,imperativo, frases de d, ne, cr o concesin generalizante -quamquam,quamvis-), reversativa (dum, dummodo...), limitativa (quidem, equidern), reversal(tamen, ce/eno, sed, cede...) y responsal (monosndeton, polisndeton,asndeton). En ocasiones, sin embargo, se da la circunstancia de que laprtasis adquiere el papel dominante, cuando se presenta comocontradiccin adversativa a lo pronunciado antes, como ocurre en el caso delo que l llama quamquarn inversuz y quamquam correc/intm. En otras ocasiones,segn Mikkola, no se da la simetra parasttica (es decir, la prtasis y laapdosis no aparecen una al lado de otra) y se dan concesiones acumuladas,complicadas, recprocas, apdosis anceps o bipartitas..

    La segunda forma de clasificacin de las concesivas se realiza

    teniendo en cuenta la cualidad antittica de la estructura concesiva. Astenemos: anttesis computativa, moderativa y gradativa.

    Y la ltima forma de clasificacin tiene en cuenta la antinomia de las

    expresiones concesivas, que puede pertenecer al mundo de los objeto o delas ideas. En el primero de los casos tenemos antinomias de los tiposdignitative, katastate, ausive, dezertative, falL-ultti mutative,sensive y justive y en el segundo caso tenemos antinomias alogisehe,atopische, dubitative, simulative, auktive y restriktive -trminosde difidil traduccin24.

    24 El segundo libro de Mikkola (1964) intenta aplicar estos presupuestos tericosa las obras y los fragmentos que nos quedan del latin preckisico (la lengua sacra, lajurdica, la de la gramtica, los discursos, las inscripciones, la historia, la poesa y el teatro).La impresin que se saca de la lectura de la obra es que este tipo de estudio slo se puedellevar a cabo en algunos autores como Catn, Ennio, Plauto o Terencio, cuya produccines considerable; el resto de los textos que nos quedan apenas recurren a la concesin y silo hacen es por medio de mecanismos que expresan otras nociones y adquieren laconcesiva slo por contexto, salvo raras excepciones de expresin de la concesividad pormedio de conjunciones concesivas.

  • Estado de la cuestin 37

    2.1.5. E/valor de estos trabajos

    Los estudios sobre la concesividad en latn son bastante escasos silos comparamos por ejemplo, con los estudios dedicados a lascondicionales y si tenemos en cuenta que muchos tocan el tema deforma indirecta25. Cada uno de los distintos tipos en que hemos dasificado

    25 An menos estudiada ha sido la concesividad en griego antiguo. Muchas

    gramticas a penas tratan este tema y nicamente hemos encontrado un articulo dedicadoa l. Segn las gramticas (Bornemann-Risch 1973:297; Bizos 1971:190-191; Humbert1972:207; Khner - Gerth 1955:488490; Schwyzer 1950:688), las oraciones concesivas engriego suelen estar introducidas por xai St, 1Cfl, St ICCXI, 1C&V, 2(1V ICW, 1CCU o inclusoslo por si. En la oracin principal encontramos con frecuencia Spxo, 23S& o fl~v.Por otro lado es muy frecuente la utilizacin del participio con iCaiitSp. Segn Khner-Gerth y Humbert tambin itei puede introducir oraciones concesivas, con lo que noest de acuerdo Bizos. Aparte de estas posibilidades, segn Schwyzer, se puede expresarla concesin por medio de las conjunciones coordinantes S, >xv... S o AX, de losadverbios (icaiYk, bgco~, &ntrjq, otSv, iVnov, de Mg con genitivo, de imperativo,infinitivo pro imperativo y optativo. Tambin el infinitivo tiene valor concesivo cuandoesti en genitivo y es precedido de ~wpiq o cuando est en dativo y es precedido de ntp(fusa Massaro 1993:173-174) y el participio cuando es concertado (fusa Massaro1993:187,189) y cuando forma un genitivo absoluto o un acusativo absoluto (fusaMassaro 1993:193-195).

    El nico estudio que hemos encontrado sobre la concesin en griego es deTafllardat (1983), para quien en griego antiguo todas las formas de indicar una oposicinsimple pueden servir para indicar una concesin en el sentido estricto del trmino. As,junto al empleo de subordinadas hipotticas o participios para expresar la concesin sepuede utilizar la coordinacin de dos oraciones independientes mediante Mv, .1EV... Sn~~x%, bwo y AX, la subordinacin con los pronombres relativos indefinidos bat;iroioq o itooq a los que se puede aadir la partcula encltica -xsp; el genitivoabsoluto, a veces con la partcula i

  • 38 La expresin de la concesividad en latn clsico

    los trabajos que abordan de forma directa o indirecta la concesin en latntienen unas caractersticas comunes y unas carencias, por tanto, similares.Las gramticas prcticamente se limitan a catalogar las conjunciones queintroducen oraciones concesivas y a dar breve nota sobre su etimologa, el

    modo con el que se construyen, etc., dando la impresin de que todas tienen

    el mismo funcionamiento sintctico-semntico, puesto que no establecen

    daramente las diferencias entre ellas, pero no estudian propiamente la

    oracion concesiva ni el perodo. Los estudios especficos sobre algunas

    conjunciones concesivas latinas en particular ( 2.1.2) son casi todos sobrelas mismas conjunciones (quamzis y quamquarn) y prestan mucha atencin asu funcionamiento en la diacrona, pero prcticamente ning~.ina a las

    diferencias entre unas y otras. Los trabajos sobre la expresin de laconcesin en un autor o poca ( 2.1.3.) suelen ser demasiado descriptivos yse limitan a dar datos numricos de los cuales no dan ninguna

    interpretacin. Adems suelen tratar por igual todo tipo de estructuras que

    pueden expresar un sentido concesivo, tanto oraciones subordinadas

    propiamente concesivas, como oraciones de u/ o am, de relativo,

    adversativas, etc.

    Mucho ms interesantes resultan a priori los trabajos que intentansistematizar las oraciones concesivas ( 2.1.4.), aunque tambin en ellos hayaspectos criticables. As, por ejemplo, Nutting, Cevolani, Lehmann oTouratier simplifican demasiado y slo establecen dos tipos deconcesivas, las reales y la hipotticas, dentro de los cuales intentan incluir

    separacin. El contexto semntico desempeara, pues, un papel muy importante a lahora de expresar la concesin en griego, ya que la concesin propiamente dicha no seriauna categora lingstica en esta lengua, dado que no est ligada a significantesespecializados. Lo que s se dara es cierta tendencia a usar adverbios de cantidad,intensivos o de igualdad para subrayar la concesin, tendencia que tambin existe en latn,francs o alemn.

  • Estado de la cuestin 39

    a toda costa todas las oraciones concesivas. Trama parece que es el nico

    autor de entre stos que se ha dado cuenta del error que esto supone,pero tampoco aporta soluciones claras al respecto.

    En cuanto a Snchez Salor y a Morillas, se puede decir queestablecen de forma apriorstica una diferencia semntica entre e/si y

    quamquarn a partir de su diferencia etimolgica y formal sin dar ningunajustificacin, y, lo que es ms grave, partiendo de esta diferencacion danpor sentado de forma arbitraria que e/si funciona de la misma forma y

    tiene el mismo sentido que tavze/s y e/arn si y que lo mismo ocurre con

    quamquam y quamvis. Adems intentan hacer extensibles las conclusiones alas que llegan -muy parecidas en ambos- partiendo de Livio el primero y

    de Csar y Salustio la segunda a toda la lengua latina sin comprobar, pormedio de la comparacin de datos, que esto es realmente as. Ademas,

    ambos autores establecen unas diferencias semnticas entre unas

    conjunciones muy subjetivas y dificiles de comprobar.Por fin llegamos al trabajo de Mikkola. A nuestro entender, el

    primero de los puntos de vista que se abordan para la clasificacin y estudio

    de la concesividad, la forma de la concesividad, es el nico que realmenteest plenamente justificado, por el detalladsimo anlisis que hace de lospasajes en los que se puede rastrear cualquier indicio de expresin de laconcesividad y por dejar claro que sta puede expresarse de muy distintasformas. Si bien encontramos vanos inconvenientes en este primer tipo de

    clasificacin, como pueden ser dar la misma importancia a una nocionconcesiva introducida por una conjuncin concesiva que a una oracin derelativo o un simple adjetivo que adquieren por contexto un tono concesivo,agrupar en un mismo apartado construcciones tan distintas como, por

    ejemplo, el imperativo concesivo y la conjuncin quamnquarn (ambos, segnl, concesivos permisivos) o defender que quidem, krn o donecpueden aportar

  • 40 La expresin de la concesividad en latn clsico

    sentido concesivo a una oracin, cuando es el contexto el que proporcionaese sentido. Sin embargo, los otros dos tipos de dasificacin nos parecen de

    una gran subjetividad, tanto en su nmero como en su propia clasificacin.Y, de hecho, el trabajo, despus de este punto de partida terico, analiza losejemplos bsicamente segn las distintas formas de concesividad, es decir,segn el primer criterio de clasificacin propugnado.

    2.2. Los estudios sobre la concesin en espaol.

    Resulta interesante comparar el estado de la investigacin sobre lasconcesivas en latn con los estudios respectivos sobre la concesion enespaol, no slo por los paralelismos que pudieran establecerse entre ambaslenguas, sino, sobre todo, porque determinadas cuestiones, apenasesbozadas en el caso del latn, han merecido la atencin de los estudiosossobre la concesividad en espaol. Teniendo esto presente, tomaremos como

    punto de partida la exposicin del Esbocy de una nueva grarn/ica de b lengua

    eipadola de la RAE (198Z557~559)6, en cuanto representante de lasgramticas de corte tradicional ( 2.2.1.), antes de detenemos en los temasms recurrentes de la investigacin en este campo, cuyo tratamiento o cuyassoluciones podrian ser de inters en su aplicacin al latn: la definicin de laconcesividad ~2.2.2.), la relacin entre las concesivas y las adversativas ~2.2.3.), la doble funcionalidad de aunque ( 2.2.4.), la relacin entre

    26 Hemos preferido el Esbozo a la Gnzrnica de la kn~gna espafrota de AlarcosLlorach (1994:373-376) porque el trabajo de Xlarcos Llorach, aunque es ms recientee innovador en otros temas, en el caso de las concesivas repite bsicamente losmismos contenidos del Esbozo.

  • Estado de la cuestin 41

    concesivas, condicionales y causales ( 2.2.5.), el modo verbal de lasconcesivas ( 2.2.6.) y los intentos por diferenciar distintos tipos deconcesin ( 2.2.7.); por ltimo, haremos un balance general sobre el valorde estos trabajos ~228.).

    2.2.1. Las concesivos en e/Esbozo de la R,4E

    La exposicin del Esbozo sobre las concesivas destaca bsicamente

    cuatro aspectos: el concepto mismo de oraciones concesivas (i), suproximidad con la coordinacin adversativa , el valor de los modos (iii) y,por ltimo, las mltiples posibilidades de expresin, explcita o implcita, dela concesin en espaol (iv).

    (O De manera similar a los manuales de sintaxis latina, segn lagramtica de la RAE, en el perodo concesivo la subordinada expresa una

    objecin o dificultad para el cumplimiento de lo que se dice en la oracionprincipal; pero este obstculo no impide su realizacin. Es como una

    condicin que se considera desdeable e inoperante para la realizacin de unacto.

    (u) Las concesivas, pues, tienen semejanza de sentido con lascondicionales; pero, adems, el perodo concesivo opone dos juicioscontrarios, como las coordinadas adversativas. Y es que lo que se expresamediante coordinacin adversativa

    (1) Me ha ofendido profundamente, pero sabr perdonarle.

  • 42 La expresin de la concesividad en latn clsico

    puede formularse tambin por medio de la subordinacin concesiva(2) Aunque me ha ofendido proflindamente, sabr perdonarle.

    sin que aparentemente vare el sentido. Este parentesco lgico explica elparentesco histrico entre la coordinacin adversativa y la subordinacinconcesiva, que ha hecho posible que varias conjunciones (aunque, aun)y giros conjuntivos se usen indistintamente en ambos tipos oracionales.

    (ii~ Con respecto al modo, afirma la Academia que cuando lassubordinadas concesivas se hallan en indicativo se afirma la existenciaefectiva de un obstculo para el cumplimiento de lo enunciado en laprincipal. En

    (3) Aunque llueve, saldr.

    la lluvia es un hecho real. Cuando el verbo subordinado est en subjuntivo,la dificultad se siente slo como posible: la lluvia es una dificultad posible27en un enunciado como

    (4) Aunque llueva, saldr.

    (iv) Las conjunciones y locuciones concesivas, segn la Academia,ofrecen gran variedad, sin contar con que los escritores pueden emplearocasionalmente muchas que no estn catalogadas en las gramticas. Porejemplo as, si bien~~, aun cuando~~, como~~, siquiera~~, cya Q

    1jj~~~~ ca

    pesar de que, bien que, mal que, por... que~~ con adverbio o adjetivointercalado. Tambin se puede expresar la concesin con el futuro de

    =7Lo cual no es del todo cierto: con subjuntivo tambin se pueden expresardificultades irreales y, por tanto, imposibles, como en Aunque hubiera llovidohabra salido.

  • Estado de la cuestin 43

    indicativo, el condicional, las formas no personales del verbo y frmulascomo un verbo en subjuntivo -que denota accin posible o deseable-repetido con un relativo interpuesto (diga lo que diga, sea como sea,dgase lo que se quiera.

    Muchas otras gramticas adoptan posturas muy similares a la de la

    Academia Pero tambin hay estudios monogrficos sobre la concesin que

    no comparten plenamente estos postulados, como veremos a continuacin.

    2.2.2. La definicin de la concesividad

    La mayora de los estudiosos de las concesivas en espaol se haceneco en mayor o menor medida de la definicin de concesin que da laAcademia28. Sin embargo, hay autores que han intentado otra definicin,como Rivarola (1976 y 1980). cuyos trabajos han tenido gran trascendencia.Para l lo propio de una relacin concesiva es su carcter presuposicional;una relacin concesiva no es sino una relacin Qgicamente) conjuntivaentre dos frases que es contraria a una relacin implicativa presupuesta decarcter normal o esperable entre una de ellas y la negacin de la otra(1976:4-5). Un enunciado concesivo expresa un caso en que esa expectativano se cumple y puede ser definido, as, como contrano a una expectativa

    28 Van Rens (1977:11-12), por su parte, hace una interesante puntualizacin a estadefinicin. Frente a lo que dice la RAE, segn este autor, en una oracin como Aunquellueve, saldr el contraste no est entre la oracin principal saldr y la subordinadaconcesiva aunque llueve, sino entre la principal saldr y una tercera oracin que senams probable con respecto a la subordinada, como no saldr. A su juicio, la oracin deaunque, ms todo el contenido implcito en sta, sirve para aumentar la frierzaexpresiva de la oracin principal, que tiene plena independenciasemntica y sintctica

  • 44 La expresin de la concesividad en latn clsico

    (1976:6)29. Rivarola (1976:5 ss.; 1980:865-866) explica que la presuposicinde dos frases de una construccion concesiva como:

    (5) Aunque Erasmo es esmirriado es buen levantador de pesas.

    (6) Erasmo es esmirriado pero es buen levantador de pesas.

    no es x es esmirriado -+ x no es buen levantador de pesas, porque en esecaso tendramos una contradiccin. Para evitar que se produzca talcontradiccin hay que introducir un elemento, Exp(ectativa), que indiqueque lo afirmado en la construccin concesiva ocurre contra todas las

    expectativas, ya que norma/Mente se esperara mas bien una relacinimplicativa entre el contenido de una de las frases y la negacin delcontenido de la otra. Luego la presuposicin de las dos oraciones concesivas

    sera Exp x es esmirriado * x no es un buen levantador de pesas30.

    29 Rivas (1989), Veiga Rodrguez (1991) y Snchez Lpez (1995) se muestrande acuerdo con esta definicin, que en el fondo es muy parecida a la de Chevalier,Launay y Molho (1983) y a la de Corts (1992:81-82), que entiende por concesividaduna nocin -en el marco de otra ms amplia de contraposicin o contraste- queindica que el resultado semntico final que se percibe de lo enunciado en un acto dehabla es contrario a una expectativa; por lo tanto esa relacin no produce, en lascircunstancias descritas por la enunciacin, el efecto espetado.

    30 Segn Rivarola (1980:867), el carcter presuposicional de una concesivaest marcado por indicadores especficos y por el contenido de la oracin. As seexplican casos como Erasmo es musculoso pero todos los levantadores de pesas loson, cuya presuposicin no es Exp Erasmo es musculoso 4 no todos loslevantadores de pesas lo son, sino, de acuerdo con Lakoff (1971:138-139), Te digoque Erasmo es musculoso pero en realidad no es necesario decirlo, porque todos loslevantadores de pesas son musculosos.

  • Estado de la cuestin 45

    2.2.3. Las concesivas; las adbersauivas

    Aunque en el Esbozo se destaca la proximidad de sentido entreconcesivas y adversativas, se establece entre ellas una diferencia sintctica lasprimeras son subordinadas arcunstanciales, las adversativas, en cambio, sonoraciones coordinadas. La mayora de las gramticas y gran parte de lostrabajos monogrficos comparten plenamente estos presupuestos. Pero haytrabajos que los matizan o rebaten.

    (O As, Narbona (199(1:111-112) afirma que el que a veces concesivasy adversativas coincidan en la referencia a la realidad3 no implica que ambassignifiquen lo mismo; la secuencia introducida por pero o por unaexpresin ilativa como sin embargo se limita a servir de contrapeso

    restrictivo de la afirnncin precedente, de ah que el orden no sea alterable.

    Aunque, en cambio, establece una contraposicin entre los dos miembros

    del perodo a travs de la expectativa abierta por uno de ellos, lo que permite

    que la concesiva ocupe tanto la seg.inda como la primera posicin. La

    funcin del otro miembro es destruir esa expectativa abierta. La bipolaridad

    de las adversativas es no presuposicional, mientras las concesivas, ms

    complejas, implican una presuposicion.(u) Ahora bien, autores como Rivarola (1976:5-11) o Vera Lujn

    (1981) postulan, adems, la existencia de un tercer tipo de oraciones, lascoordinadas concesivas. La diferencia entre las oraciones coordinadas

    adversativas, por un lado, y las coordinadas y subordinadas concesivas, por

    ~ Esta posibilidad hace que un autor como Trives (1982 apud Narbona1990:111) hable de un tipo nico de adversativas-concesivas.

  • 46 La expresin de la concesividad en latn clsico

    otro, residira, segn estos autores, en que las primeras no son

    presuposicionales, mientras que las segundas silo son32.A su vez, Rivarola (1976:7 55.; 1980:870 ss.) sostiene, basndose en

    Dik (1968:34 ss.), que las diferencias sintcticas entre las coordinadasconcesivas y las subordinadas concesivas son las mismas diferencias queexisten entre las coordinadas y las subordinadas. La conjuncinsubordinante est ms unida a lo subordinado que la coordinante a locoordinado, de ah que la conjuncin subordinante no pueda separarse de laoracton subordinada pero s la coordinante, delante de la cual suele haber

    una pausa previa. La diferencia entre las coordinadas concesivas y lassubordinadas concesivas desde el punto de vista del sentido es que en lasprimeras se da un grado menor de esperabilidad -concepto de difcildefinicin, segn el propio autor- (1976:10). Pero en ocasiones una oracioncomo

    (7) Seguir andando, aunque me aprietan los zapatos.

    admite tanto una interpretacin coordinada como subordinada33 (Rivarola1976:9; 11).

    3=Un ejemplo de cada tipo de oracin sera para Rivarola Juan es listo, peroAntonio es tonto (adversativa); Le han maltratado pero no les odia (coordinadaconcesiva~y Aunque le suspendieron, est contento con el curso (subordinadaconcesiva).

    ~ Y es que, segn Muoz Garrigs (1981:43) y Bartol (1986:149-150), lafrontera es sobre todo conflictiva entre las oraciones adversativas restrictivas y lassubordinadas concesivas reales. Sin embargo, como Rivas (1989:252 Ss.) advierte, losejemplos concesivos hipotticos de aunque no pueden transformarse enoraciones con pero (aunque llueva saldr / 4llueva pero saldr). Tambindetecta la misma situacin en francs Rivara (1981:55-56).

  • Estado de la cuestin 47

    (iii) Un planteamiento muy distinto al del Esbozo es el de RodrguezSousa (1979) y Rivas (1989), quienes, basndose en las tesis de Garca l3errio(1970) y, sobre todo, de Rojo (1978), consideran que las oracionesconcesivas no son subordinadas sino interdependientes o interordinadas,

    puesto que la presencia de la prtasis y la apdosis es obligatoria por igual y

    no hay primaca de una sobre la otra sino que ambas estn en un mismo

    plano y son indispensables para la existencia de la construccin, si bien cada

    una de las partes tiene una funcin distinta no hay mera adicin deelementos y cada una de las dusulas tiene que desempear su funcinespecfica para que se pueda lograr el carcter concesivo de la construccintotal. No se puede prescindir de ninguna clusula ni alterar el orden34.

    Tanto para Rodrguez Sousa (1979) como para Rivas (1989) lasoraciones adversativas tambin son interdependientes, de modo que lasdiferencias entre stas y las concesivas no son sintcticasTM. La diferencia

    Alvarez - Regucira - Monteagudo (1986) sostienen la misma teora para elcaso de las concesivas en gallego, en contra de cuya opinin se muestra GmezClemente (1991:181). Para este autor es difcil sostener la inclusin de adversativas yconcesivas dentro de un mismo esquema sintctico, ya que el comportamiento deambas es distinto y corresponde a los siguientes esquemas:

    Concesivas: (i) conector B, A; (u) A, conector BAdversativas: A, conector, B

    Segn estas autoras, las adversativas, a pesar de lo que sostiene Echaide(1974-1975), no son coordinadas, dado que no pueden tener un nmero ilimitado deelementos ni stos pueden intercambiar entre s sus posiciones como las otrascoordinadas. As, si decimos Es graciosa, pero tiene el corazn de acero estamosexpresando una cualidad devaluada por un defecto, mientras que si decimos Tieneel corazn de acero, pero es hermosa el defecto es suavizado por una cualidad.Adems, en estas oraciones, a] contrario que en las copulativas, partcula y miembroopositor constituyen un bloque que siempre ha de funcionar conjuntamente, como

  • 48 La expresin de la concesividad en latn clsico

    entre ambos tipos de oracin estriba en que las adversativas se presentancomo un grado de contraposicin inferior al que ofrecen las concesivas. Lasadversativas establecen una puntualizacin, una restriccin con respecto a loanterior, mientras que las concesivas subrayan la seguridad en la realizacinde la accin admitiendo las circunstancias o causas ms adversas. Las

    adversativas se han considerado como una concesiva degradada36, de ah queuna conjuncin como aunque, pueda expresar la concesin y laadversacin y que un autor como Hernndez Alonso (1975:171) afirme queexisten frases de aunque intermedias por no haber limites fijos entreambos valores. En definitiva, las semejanzas que hay entre ambas nociones ylas dificultades que hay a veces para diferenciarlos no hacen sino poner de

    relieve los puntos de contacto entre ellos37.

    ocurre en las subordinadas. La presencia de ambas panes es obligatoria por igual yno hay primaca de una sobre la otra. Se da, por tanto, una interdependencia ointerordinacin en la que cada una de las partes tiene una ncin distinta.

    36 Una opinin similar defienden Chevalier, Launay y Molbo (1983), paraquienes Ja siguiente relacin de implicacin y su neutralizacin

    A-> no 13

    B

    A

    se opera tanto en los enunciados concesivos como en las coordinadas adversativas.Segn ellos, lo que separa a las concesivas de las adversativas, y a las concesivas y alas adversativas entre ellas, es la manera de poner en juego la implicacin yneutralizara: el modo de implicacin y neutralizacin est inscrito en el significante.

    ~ Adems existen modalidades de desvacion (Viven muy lejos, pero los dostienen telfono Aunque viven muy lejos, los dos tienen telfono). En estoscasos se elide uno de los elementos requeridos en una presuposicin de implicacino de compatibilidad. Es evidente que las presuposiciones a las que remiten noestablecen entre sus miembros una relacin lgica de compatibilidad ni deimplicacin: no existe ninguna razn objetiva para considerar que vivir alelados

  • Estado de la cuestin 49

    Por otra parte, Rodrguez Sousa y Rivas sostienen, en contra de lasopiniones de Rivarola, Vera Lujn, etc., que tanto las adversativas como lasconcesivas tienen valor presuposicional, lo que impide que en ninguno delos dos casos las proposiciones interdependientes puedan permutar el ordensin que vare el sentido de la oracin38.

    2.2.4. La Iz dohiejncionalidad de 5zunqze

    En estrecha relacin con el punto anterior est evidentemente lacuestin de si aunque, conjuncin concesiva por excelencia, puede o nointroducir adems de oraciones concesivas oraciones adversativas, como

    sostienen la RAE y la mayora de los autores39. Una cuestin sta de gran

    implique o sea compatible con no tener telfono. Pero no tener telfono es unaspecto concreto de los significados generales a los que indirectamente remite estarincomunicados y con el que vivir alejados s guarda una relacin de implicacin oequivalencia.

    38 En esta idea abunda Moya Corral (1985:233-234), para quien Erasmo esinteligente, pero Evaristo es tonto se enunciar en un contexto en el que alguien hayaadmitido que Erasmo y Evaristo son inteligentes. Mientras que Evaristo es tonto, peroErasmo es inteligente aparecer en una situacin lingistica en la que alguien hayaformulado previamente Erasmo y Evaristo son tontos. Ello pone en evidencia que lapermutabilidad de los dos miembros de una adversativa implica cambios importantes desentido, en contra de lo que opinan algunos lingiiistas.

    ~ Rivarola (1976; 1980); Muoz Garrigs (1981), Mariner (1985), Bartol (198~defienden la misma tesis que la Academix aunque, adems de funcionar comoconjuncin concesiva, puede introducir oraciones adversativas. Vallejo (1922:48), adems,afirma que tambin otras conjunciones subordinantes han pasado a convertirse encoordinantes, como maguer o la expresin por... que. Hasta incluso la propiaconjuncin pero (1925:72ss.) tuvo un funcionamiento como conjuncin concesiva,

  • so La expresin de la concesividad en latn clsico

    inters para el latn, dado que los casos en los que se dice que aunque -uotras conjunciones- funciona como conjuncin adversativa son muysimilares a aquellos en los que qhamquam (cf 5.2.2.), e/si o tome/si (cf. 7.22.) en latn introducen una correccion o restriccin a lo que aparece conanterioridad.

    (O Alcina-Blecua (1975), Rivas (1989) y, sobre todo, Lzaro Mora(1982) estudian las diferencias entre aunque concesivo y aunqueadversativo y las causas de que aunque pueda ser un nexo adversativo.Alcina-Blecua (1975:999-1001) afirma que el valor concesivo de aunqueaparece siempre que hay relacin de causa a efecto entre la proposicinmarcada por aunque y la principal, y el adversativo cuando no hay relacin

    lgica entre ambas oraciones, con lo que la proposicin marcada no hacesino puntualizar y matizar lo dicho en la oracin principalt

    como adverbio con el sentido de sin embargo y por ltimo como conjuncinadversativa. Tambin si bien, segn Echaide (1974-1975:33), puede formarconstrucciones bipotcticas y paratcticas, y algo similar ocurre con empero (pocofrecuente en nuestros das), que suele utiuizarse con el mismo valor de pero en frases debastante extensin, encabezando el segundo elemento o intercalado en l, o con un valorcercano al de aunque. Son la excepcin los autores (Van Rens 1977; Marnez Alvarez1983 y 1994) que creen que aunque nunca introduce concesivas coordinadas niadversativas sino que es siempre introductor de subordinadas concesivas. Mardn ezAlvarez (1994:210 Ss.) sostiene que, si bien es notorio que en ciertos contextos aunquepuede alternar con el conector adversativo pero, sin embargo, la funcin de aunqueconsiste en transponer la oracin que introduce al papel de adyacente perifrico, con locual la unidad degradada resultante adquiere la movilidad posicional de que carececualquier oracin introducida por pero

    ~ Exactamente lo mismo que postula Serrano (1990:765), para quienaunque adversativo equivale a pero~~ y aunque concesivo a a pesar de(1990:763).

  • Estado de la cuestin 51

    inters para el latn, dado que los casos en los que se dice que aunque -uotras conjunciones- fbnciona como conjuncin adversativa son muysimilares a aquellos en los que quamquam (cf. 5.2.2.), e/si o /ame/si (cf 7.2.2.) en latn introducen una correccin o restriccin a lo que aparece conantenoridad.

    (i) Alcina-Blecua (1975), Rivas (1989) y, sobre todo, Lzaro Mora(1982) estudian las diferencias entre aunque concesivo y aunqueadversativo y las causas de que

  • 52 La expresin de la concesividad en latin clsico

    (8) Juega con fuego, aunque no se quema.

    no marcar como no implicativa o no compatible la relacin formulada.Un anlisis mucho ms profundo de esta cuestin es el de Lzaro

    Mora (1982), que establece la diferencia entre las dos funciones de aunqueen trminos pragmticos que influyen en el modo con que la conjuncin seconstruye en cada caso41. Cuando tenemos una estructura concesiva como:

    (9) Saldr, aunque llueva

    la oracin principal sugiere una conclusin y la subordinada expresa unadificultad cuya fuerza no impide que la conclusin que sugiere la principal secumpla En la estructura p pero q, por su parte, la ltima oracin es una

    rectificacin total de la primera y es la ms fuerte en la conclusin final.Segn este autor, tanto una estructura como la otra presentan un

    obstculo que no impide la realizacin de una afirmacin y el hablante lasplanea, antes de la emisin, como un todo. Pero es muy frecuente en losactos Iingsticos la necesidad de corregir lo ya emitido porque nocorresponde exactamente a lo que se quera decir; o bien, porque en elinstante de la emisin, el hablante advierte que a lo dicho se opone o puedeoponerse una objecin. En este sentido, la utilizaci$n de aunque comoadversativo no responde a un proyecto previo sino a una rectificacinrealizada en el decurso. Aunque adversativo resulta de una estructuraconcesiva, pero posee un rasgo que la diferencia de ella, el hecho de aparecertras una pausa Qa pausa de la rectificacin), que la longitud de la secuenca

    41 Para este autor aunque adversativo, slo puede ir con indicativo o consubjuntivo pro imperativo, mientras que aunque concesivo puede aparecer tanto conindicativo como con subjuntivo. Cf. tambin Echaide (1974-1975:29).

  • Estado de la cuestin 53

    no exigira si hubiera sido proyectada desde el principio como concesiva. Laoracion que introduce aunque adversativo no es, por lo tanto, una meraobjecin a la oracion anterior sino una nueva conclusin que ser la queprevalezca. Se trata de dos hechos contranos y, por tanto, dos conclusionesopuestas que se enfrentan. La oracin, privada de la continuidad meldicaentre p y q, est condenada a recibir otro sentido, en el que la oracin deaunque, por su posicin final en la secuencia y por su autonoma tonal, sesienta como coordinada. Y esa coordinacin, puesto que se trata de unenfrentamiento de conclusiones, slo puede ser adversativa Ese origen quepropugna Lzaro Mora, segn el cual la estructura adversativa p, aunque q

    procede de un acto de correccin de p, explica que aunque adversativodeba ir precedido de pausa, y que su posicin sea siempre final.

    Para la mayora de los estudiosos aunque adversativo puedesustituirse por pero. Sin embargo, para Bello y Echaide la analoga deaunque adversati&o y pero no es absoluta. Bello (1980:357) sostiene queaunque~~ no es enteramente sinnimo de pero, pues hay casos en que laeleccin de uno o del otro depende de relaciones delicadas: aunqueanuncia un concepto accesorio y pero la idea principal42. Echaide (1974-1975:32) tambin opina, como la Academia, que aunque desde el siglo XVes tanto nexo de subordinacin concesiva como de coordinacin adversativacon valor restrictivo. Ahora bien, segn esta investigadora aunque, nopuede sustituir a pero~~ en todos los casos, ya que requiere elementos muy

    semejantes en su estructura para que puedan unirse sin que se entiendancomo subordinadas.

    42 Algo muy similar a lo que opina Seco (1989:129), segn el cual, a veces seusa aunque con el mismo sentido que pero, si bien con aunque se da msrelieve a la primera nocin.

  • 54 La exptesin de la concesividad en latn clsico

    22.5. La .rriacin en/ir lis concesivas, Lis condidonaksy Lis causa/es

    Como ya veamos, las gramticas de la lengua latina y de la RealAcademia ponen de manifiesto la estrecha relacin que hay entre lasoraciones concesivas y las condicionales. Pues bien, la relacin sintctica ysemntica de las concesivas no slo con las condicionales, sino tambin conlas causales se aborda en trabajos especficos, que hacen hincapi sobre todoen las semejanzas o diferencias que existe en el uso de los modos verbales enellas.

    La relacin entre las concesivas y las condicionales ha sido, por

    ejemplo, objeto de estudio de Rivas (1989; 1990). Al igual que en lascondicionales, la base de caractenzacin general de las concesivas seencuentra en una determinada relacin, que establecida entre sus miembros,no vara con el cambio tipolgico. Sin embargo, a diferencia de la relacincondicional, semnticamente autnoma y no sujeta a expectativas, larelacin concesiva se caracteriza por su naturaleza presuposicional43 y,mientras que en las condicionales cuando el condicionante es irreal el

    condicionado tambin lo es, en las concesivas no ocurre as, sino que por sunaturaleza no implicativa hay una desvinculacin de un miembro respecto alotro en cuanto a sus valores de realidad o irrealidad. Cuando la apdosis serefiere a un contenido irreal, es debido a factores externos a la concesiva ydesligados, por tanto, de la relacin estricta prtasis-apdosis. De modo que,

    aunque se hable de concesivas y condicionales reales, estas ltimas no

    En opinin de Rivas (1989:241). dado que las condicionales, frente a lasconcesivas, no son presuposicionales, una oracin que en apariencia tenga forma decondicional pero que requiera ser interpretada a partir de una relacin implicativaentre la situacin expresada en la prtasis y una situacin contraria a la de la apdosisha de ser entendida como concesiva. Por ejemplo, esto es lo que ocurre con Siantes no se entendan, ahora son muy amigos

  • Estado de la cuestin 55

    existen, ya que si las primeras se refieren indefectiblemente a un hecho real,las segundas siempre expresan una hiptesis. Por ello crtica esta autora laexcesiva simplificacin que supone la definicin de las oraciones concesivascomo una especie de inversin de las condicionales y achaca a las gramticasel defecto de intentar aplicar los mismos criterios de estudio a las concesivasque a las condicionales ya que hay grandes diferencias entre ambas.

    En esta misma lnea Veiga (1991:293-314) apunta que las prtasisconcesivas permiten la operatividad de ms oposiciones modales que lascondicionales y tienen gran libertad de construccin respecto al modo y altiempo, por lo que no se puede establecer paralelismo tipolgico entre

    condicionales y concesivas en lo que respecta al uso de tiempos y modos.Por otro lado, la inmensa mayora de los casos de las concesivasverdaderamente paralelas a las condicionales en indicativo no son lasconstruidas con aunque ms indicativo, como opina Rojo y MonteroCartelle (1983:15-16), sino las que emplean subjuntivo:(10) Si maana hace sol, iremos al campo.

    (11) Aunque maana haga sol, no iremos al campo.

    Segn Rojo y Montero Cartelle (1983:15-16), las diferencias entre lo real, lopotencial y lo irreal que encontramos en las condicionales la vemos tambin en lasconcesivas. As, Si lo invitamos, vendr es equivalente a Aunque lo hemosinvitado no vendr: Si lo invitramos, vendra a Aunque lo invitemos, novendr; y Si lo hubisemos invitado, habra venido a Aunque lo hubisemosinvitado, no habra venido. Y algo similar ocurre con las adversativas, en las quetambin podemos hablar de real (Lo hemos invitado, pero no podr venir),potencial (Lo invitaramos encantados, pero no podr / podra venir) e irreal (Lohubiramos invitado, pero no habra podido venir).

  • La expresin de la concesividad en latn clsico

    En la prtasis de ambas se puede observar la misma realizacin modalconcreta ignorancia acerca del cumplimiento de un hecho futuro. Lasconcesivas en indicativo,,que sealan conocimiento acerca del cumplimientoreal de la accin, no pueden presentar desde el punto de vista del contenidomodal concreto paralelismos con las oraciones condicionales, pero s con lascausales:

    (12) Ya que maana har sol, iremos al campo.

    (13) Aunque maana har sol, no iremos al campo.

    En las prtasis de cada pareja coincide una misma realizacin modal: en elprimer caso conocimiento del cumplimiento real de un hecho presente y enel segando conocimiento del cumplimiento real de un hecho futuro.

    Raga i Gimeno (1990) ampla el sistema de relaciones de lasconcesivas a las oraciones causales45, consecutivas y adversativas, ya que entodas estas oraciones hay una dualidad de carcter lgico-temporal origen -resultado:

    Origen Resultado

    Nivel no

    presuposicional

    causales

    condicionales

    consecutivas

    Nivel

    presuposicional

    concesivas (md)concesivas (subj)

    adversativas

    En la misma lnea que Paga i Gimeno, Narbona (1990:125) afirma que lacondicin y la concesin son modalidades especiales de la relacin causativa, laprimera es una exigencia para el cumplimiento de un proceso y la segunda es unacausa ineficaz.

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  • Estado de la cuestin 57

    Entre unas oraciones y otras hay puntos comunes. Por ejempo, todas lasexpresiones adversativo-concesivas expresan una relacin contraria a larelacin que se presupone como natural. Causales y concesivas admiten

    modalizacin de duda o hipotetizacin, convinindose en condicionales yconcesivas con subjuntivo respectivamente. Causales, condicionales yconcesivas en indicativo y subjuntivo pueden aparecer