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CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓNDOCUMENTO CONCILIAR Nº 12 APROBADO EL 13 DE NOVIEMBRE DE 2005

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  • CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA

    ““LLAA IIGGLLEESSIIAA YY LLAA EEDDUUCCAACCIIÓÓNN””

    DDOOCCUUMMEENNTTOO CCOONNCCIILLIIAARR NNºº 1122

    AAPPRROOBBAADDOO EELL 1133 DDEE NNOOVVIIEEMMBBRREE DDEE 22000055

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    2

    SSIIGGLLAASS DDEE DDOOCCUUMMEENNTTOOSS

    AA Concilio Vaticano II, Decreto Apostolicam Actuositatem sobre el apostolado seglar.

    AG Concilio Vaticano II, Decreto Ad Gentes sobre la actividad misionera de la Iglesia.

    AN Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Instrucción Pastoral Aetatis Novae en el vigésimo aniversario de la Communio

    et Progressio.

    AS Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Apostolorum Sucesores.

    CA Juan Pablo II, Encíclica Centesimus Annus.

    CAT Concilio Plenario de Venezuela. 4: La Catequesis.

    CatIC Catecismo de la Iglesia Católica.

    CCCS CEV, Carta Pastoral Colectiva Con Cristo hacia la Comunión y la

    Solidaridad 2000.

    CD Concilio Vaticano II, Decreto Christus Dominus sobre el Oficio

    Pastoral de los Obispos.

    ChL Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Christifideles Laici

    CIC Código de Derecho Canónico.

    CIGNS Concilio Plenario de Venezuela 3, La Contribución de la Iglesia a la Gestación de una Nueva Sociedad.

    CVI Concilio Plenario de Venezuela 2, La Comunión en la Vida de la Iglesia en Venezuela.

    CMF Concilio Plenario de Venezuela 10, La Celebración de los Misterios de la Fe.

    CP Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Instrucción Pastoral Communio et Progressio (23 de mayo de 1971).

    CT Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Catechesi Tradendae.

    DE Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Directorio

    Ecuménico.

    DGC Directorio General para la Catequesis.

    DP III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Puebla.

    DV Concilio Vaticano II, Constitución Dei Verbum sobre la divina Revelación.

    EA Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in America.

    ECV Concilio Plenario de Venezuela 13, Evangelización de la Cultura en Venezuela.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    3

    EDI Concilio Plenario de Venezuela 15, Ecumenismo y Diálogo

    Interreligioso.

    EN Pablo VI, Exhortación Apostólica Postsinodal Evangelii Nuntiandi.

    FC Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Familiaris Consortio.

    GE Concilio Vaticano II, Declaración Gravissimum Educationis, sobre

    la educación cristiana de la juventud.

    GES CEV, Carta Pastoral Colectiva Guiados por el Espíritu Santo (1998).

    GS Concilio Vaticano II, Constitución Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo de hoy.

    ICM Concilio Plenario de Venezuela 11, Instancias de Comunión del Pueblo de Dios para la Misión.

    IE Concilio Plenario de Venezuela 12, La Iglesia y la Educación.

    IF Concilio Plenario de Venezuela 6, Iglesia y Familia: Presente y Futuro.

    IM Concilio Vaticano II, Decreto Inter Mirifica, sobre los Medios de Comunicación Social.

    ISMR Concilio Plenario de Venezuela 16, La Iglesia ante las Sectas y otros Movimientos Religiosos.

    JBNJ Concilio Plenario de Venezuela 8, Jesucristo: Buena Noticia para los Jóvenes.

    LE Juan Pablo II, Encíclica Laborem Exercens.

    LCE Congregación para la Educación Católica: El Laico en la Escuela Católica.

    LCV Concilio Plenario de Venezuela 7, El Laico Católico, Fermento del Reino de Dios en Venezuela.

    LEC Congregación para la Educación Católica: La Escuela Católica.

    LG Concilio Vaticano II, Constitución Lumen Gentium, sobre la Iglesia.

    MC Pablo VI, Carta Apostólica Marialis Cultus.

    Med II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Medellín.

    NA Concilio Vaticano II, Declaración Nostra Aetate, sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas.

    MM Juan XXIII, Encíclica Mater et Magistra.

    NMI Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte.

    OPD Concilio Plenario de Venezuela 9, Obispos, Presbíteros y Diáconos al servicio de una Iglesia en Comunión.

    OT Concilio Vaticano II, Decreto Optatam Totius, sobre la formación

    sacerdotal. PC Concilio Vaticano II, Decreto Perfectae Caritatis, sobre la

    renovación y adaptación de la vida religiosa.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    4

    PCPF Pontificio Consejo para la Familia, Preparación al Sacramento del

    Matrimonio.

    PDV Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores Dabo

    Vobis.

    PPEV Concilio Plenario de Venezuela 1, La Proclamación Profética del

    Evangelio de Jesucristo en Venezuela.

    PG Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores Gregis

    PMC Concilio Plenario de Venezuela 14, Pastoral de los Medios de

    Comunicación Social.

    PO Concilio Vaticano II, Decreto Presbyterorum Ordinis, sobre el ministerio y vida de los presbíteros.

    PPC Consejo Pontificio para la Cultura (1999), Para una Pastoral de la Cultura.

    PP Pablo VI, Encíclica Populorum Progressio.

    PT Juan XXIII, Encíclica Pacem in Terris.

    QA Pío XI, Encíclica Quadragesimo Anno.

    RD Juan Pablo II, Carta Apostólica El rápido desarrollo, a los

    responsables de las Comunicaciones Sociales (24 de enero de 2005).

    RICA Ritual De Iniciación Cristiana de Adultos.

    Rio I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Río de Janeiro.

    RM Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris Mater.

    RMi Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris Missio.

    SC Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium., sobre la Sagrada Liturgia

    SD IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo.

    SRS Juan Pablo II, Encíclica Sollicitudo Rei Socialis.

    TMA Juan Pablo II, Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente.

    TMI Juan Pablo II, Carta Apostólica Tertio Millennio Ineunte.

    UR Concilio Vaticano II, Decreto Unitatis Redintegratio, sobre el

    Ecumenismo.

    UUS Juan Pablo II, Encíclica Ut unum sint, sobre el empeño ecuménico,

    del 25 de mayo de 1995

    VAT II Concilio Vaticano II

    VC Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Vita Consecrata.

    VCV Concilio Plenario de Venezuela 5, Vida Consagrada en Venezuela

    VS Juan Pablo II, Encíclica Veritatis Splendor

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

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    OTRAS SIGLAS

    APEP Asociación de Promoción de la Educación Popular

    AVEC Asociación Venezolana de Educación Católica

    CELAM Consejo Episcopal Latinoamericano

    CEV Conferencia Episcopal Venezolana

    CNL Consejo Nacional de Laicos

    CONVER Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos

    CPV Concilio Plenario de Venezuela

    ERE Educación Religiosa Escolar

    INPRECLERO Instituto de Previsión Social del Clero

    INVECAPI Instituto Venezolano de Capacitación Profesional de la Iglesia

    OMP Obras Misionales Pontificias

    OSVEN Organización de Seminarios de Venezuela

    SPEV Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    6

    INTRODUCCIÓN

    1. VER: ANÁLISIS PASTORAL DE LA REALIDAD

    1.1. Luces y Sombras en la realidad educativa

    1.1.1. Breves trazos de nuestra historia educativa: El sistema educativo

    1.1.2. Los Actores educativos

    1.1.2.1. Los educandos

    1.1.2.2. La familia

    1.1.2.3. La escuela

    1.1.2.4. Los educadores

    1.1.2.5. El Estado y los sectores gubernamentales

    1.1.2.6. La sociedad

    1.1.2.7. La Iglesia

    1.1.3. La Iglesia y la Educación

    1.1.3.1. La acción evangelizadora de las escuelas católicas

    1.1.3.2. La educación alternativa para la atención de los excluidos

    1.1.3.3. La enseñanza religiosa en la escuela

    1.1.3.4. Presencia de la Iglesia en la educación superior

    1.2. Causas y tendencias

    2. JUZGAR: ILUMINACIÓN TEOLÓGICO-PASTORAL

    2.1. Objetivo de la educación

    2.2. Actores de la educación

    2.3. Misión de la Iglesia en la educación

    3. ACTUAR: DESAFÍOS Y ORIENTACIONES PASTORALES

    3.1. Desafíos

    3.2. Orientaciones Pastorales a:

    3.2.1. Desafío 1: Toma de conciencia de que la educación es tarea de todos

    3.2.2. Desafío 2: Renovación pastoral de la escuela

    3.2.3. Desafío 3: Revalorización de la vocación docente

    3.2.4. Desafío 4: Articulación de esfuerzos

    3.2.5. Desafío 5: Ampliación de la educación alternativa

    3.2.6. Desafío 5: Fortalecimiento de la educación religiosa y del programa ERE

    3.2.7. Desafío 7: Renovación de la pastoral universitaria

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    7

    “El porvenir de la humanidad está en manos de

    quienes sepan dar a las generaciones futuras razones para vivir y razones para esperar” (GS 31).

    INTRODUCCIÓN

    1. La misión de llevar la buena noticia de Jesucristo a todos los pueblos le

    exige a la Iglesia dedicar una atención especial al tema de la educación. La educación es un ministerio de servicio al hombre y al mundo. Proceso

    dinámico que dura toda la vida de la persona y de los pueblos. Recoge la

    memoria del pasado, enseña a vivir hoy y se proyecta hacia el futuro.

    Por esto, la presencia de la Iglesia en la educación es indispensable en la

    Nueva Evangelización (Cf. SD 263).

    2. El CPV asume este mandato y ratifica la orientación de la Iglesia: El

    objetivo de toda educación genuina es humanizar, personalizar y

    socializar al ser humano, orientándole eficazmente hacia su fin último

    que trasciende la finitud esencial del hombre. La educación resultará más humanizadora en la medida en que se abra a la trascendencia, es

    decir, a la verdad y al Sumo Bien y al bien de las sociedades (Cf. GE 1;

    DP 1024).

    3. Nuestra reflexión se articula con otros temas del CPV, especialmente con los que se refieren a juventud, familia, catequesis, medios de

    comunicación y cultura y pone de relieve algunas orientaciones al asumir

    y reafirmar el derecho y deber de la Iglesia de actuar en el terreno

    educativo como parte de su misión evangelizadora.

    4. Al estudiar el tema de la educación, ponemos como marco algunas referencias sobre la educación formal en la historia de Venezuela,

    destacamos aspectos de la situación actual, y fijamos una atención

    especial sobre elementos que se refieren a la globalidad de la educación.

    El tema educativo se ve reducido, a menudo, a la misión y funcionamiento de las escuelas, dejando de lado otros factores de

    enorme incidencia en la configuración de la educación que se ofrece.

    Vemos necesario ampliar esta perspectiva y llamar la atención sobre la

    responsabilidad de los diferentes actores.

    5. Nos detenemos, también, a analizar la acción educativa de la Iglesia en

    nuestra patria y proyectar diferentes campos en que desarrolla su labor,

    privilegiando los de mayor urgencia o importancia: la familia, la escuela,

    la educación informal como atención a sectores más excluidos, la educación religiosa escolar y los estudios superiores. Al considerar la

    presencia de la Iglesia en las escuelas y obras educativas, en particular

    en las católicas, estudiamos su incidencia evangelizadora y su

    compromiso con la formación y acompañamiento de los educadores y

    educandos.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    8

    6. La frase del Vaticano II que abre nuestra reflexión quiere ser un llamado

    a la confianza y al compromiso. Educar es dar razones para vivir y ofrecer oportunidades para conseguir el pleno desarrollo de sí mismo. Es

    don y tarea. Vale la pena asumir en el CPV este reto.

    1. VER. ANÁLISIS PASTORAL DE LA REALIDAD

    1.1. Luces y sombras en la realidad educativa.

    7. La realidad educativa de nuestra patria es un sucederse de luces y

    sombras. No se pretende hacer un análisis exhaustivo de la educación

    en el país, tarea que han realizado y realizan diferentes organizaciones

    en las que la Iglesia toma parte. Fijamos nuestra atención en la acción pastoral de la Iglesia en el campo educativo, en su importancia para la

    evangelización y en las consecuencias operativas que conlleva.

    1.1.1. Breves trazos de nuestra historia educativa: El sistema

    educativo.

    8. La preocupación por la educación ha estado siempre presente en la

    historia de Venezuela y ha sido muy diferente según épocas y gobiernos. Desde el inicio de su acción en Venezuela, la Iglesia ha hecho suya la

    labor educativa a través de su obra evangelizadora, creando escuelas,

    colegios, universidades, seminarios; y sistematizando el acervo

    lingüístico y cultural de los diferentes pueblos atendidos. Desde el inicio de la República el Estado se atribuye la responsabilidad de brindar el

    servicio educativo y, desde 1830, se hace franca la tendencia de

    secularización de la instrucción y del peso creciente del Estado en ella. El

    decreto que consagró, ya en 1870, la universalidad y gratuidad de la

    educación primaria indica la gran importancia que se dio a esta actividad. Pero también se comprueban en nuestra historia momentos

    de mucho abandono.

    9. En la última década del siglo XIX vuelven las Congregaciones Religiosas

    dedicadas a la Educación con un aporte significativo para el país. A partir de 1936, con el impacto del petróleo en la economía del país, la atención

    educativa en nuestra patria experimentó una notable expansión.

    Aumentó significativamente la cobertura de los niveles básico y medio, y

    se fortaleció la educación superior. Particular incidencia tuvo la creación de las escuelas normales dirigidas por religiosos(as) en toda la nación.

    Este hecho incidió significativamente en la educación primaria de

    Venezuela por el influjo de generaciones de maestros católicos. A finales

    del siglo XX se inició la atención sistemática oficial a la niñez en el

    preescolar y maternal, casi inexistente hasta entonces.

    10. Esta notable expansión cuantitativa ha estado acompañada por la

    aspiración a una educación de calidad. Son numerosos los estudios,

    planes y esfuerzos realizados para conseguirla: congresos, cursos y

    talleres, publicaciones, investigaciones teóricas y experimentaciones

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    9

    prácticas, diagnósticos y propuestas. Nuestra sociedad cuenta con

    potencialidades para la educación; gente sensible y preparada; comunidades y organizaciones con gran capacidad de orientación.

    11. A pesar de tantos esfuerzos positivos, y de las posibilidades económicas

    con que se ha contado, no se ha logrado la cobertura necesaria, ni se ha

    obtenido la calidad a que se aspiraba. Tanto en la Escuela Básica como en la Media Diversificada y Profesional comprobamos, más bien, un

    proceso regresivo que continúa pesando negativamente sobre los fines y

    logros de nuestra educación, la cual no se ha hecho eco de las corrientes

    liberadoras pedagógicas de las últimas décadas desarrolladas en

    América Latina.

    12. A lo largo de la historia de Venezuela hemos asistido a diversos intentos

    por erradicar el analfabetismo y por incluir a la población no

    escolarizada, especialmente de sectores marginados; sin embargo, estos

    intentos no han logrado alcanzar el objetivo propuesto. En la actualidad se han multiplicado las oportunidades de educación en los diversos

    niveles, si bien estas iniciativas no están articuladas con la estructura

    educativa existente.

    13. La diversidad cultural y étnica, constitutiva de la sociedad venezolana, no ha tenido nunca, ni lo tiene actualmente, un tratamiento serio, no

    sólo en la llamada “educación intercultural bilingüe”, cuya creación se

    remonta a los años 70, sino en el enfoque de la educación en general y

    en el diseño de los programas de educación.

    14. Se lamenta, además, la insuficiente disponibilidad de recursos económicos para la educación, así como la injusta distribución del

    presupuesto educativo. En Venezuela, paradójicamente, se da menor

    asignación a los niveles de preescolar, básica y media, que al

    universitario.

    15. El mundo universitario, en las últimas décadas, ha crecido

    significativamente, tanto en centros educativos como en carreras

    profesionales ofrecidas. Persisten, al mismo tiempo, problemas que

    afectan a todos los sectores: cuerpo directivo y docente, alumnado, personal administrativo y obrero. No se logran los ajustes necesarios

    para generar los cambios profundos que requiere el país ni se satisface

    la demanda de la población que aspira a formarse en este nivel

    educativo.

    16. Bajo estos logros y límites educativos, subyace una falla fundamental: el

    país carece, en la práctica, de un verdadero proyecto educativo nacional,

    compartido por toda la sociedad, que responda a las expectativas y

    necesidades de las mayorías y establezca objetivos, criterios y metas

    capaces de conjugar las voluntades y recursos de todos los sectores involucrados.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    10

    1.1.2. Los actores educativos

    17. El propósito fundamental de toda educación es ayudar a cada ser

    humano a hacerse persona y miembro de una sociedad, es decir, a

    humanizarse y socializarse. Esto implica la participación de diferentes actores. Hay sectores de la comunidad venezolana que asumen

    conscientemente la tarea educativa, pero, al mismo tiempo, una

    importante parte de la población reduce la responsabilidad educativa al

    ámbito escolar y la limita, a menudo, a la dimensión académica. Por eso

    juzgamos importante detenernos a considerar algunos actores del proceso educativo:

    1.1.2.1. Los educandos

    18. Más que actores, los educandos son sujetos y centro de la educación.

    Cada persona, en efecto, está llamada a tomar el propio destino en sus

    manos y hacerse responsable de su desarrollo. Siempre contará para

    ello con el concurso respetuoso de otros actores significativos.

    19. Muchos educandos experimentan que la tarea de hacerse persona,

    consciente y libre, que caracteriza sobre todo esa etapa de la vida, y a

    cuyo servicio están todos los actores educativos, está condicionada por

    fuerzas e intereses contradictorios. Frecuentemente se sienten y son considerados como simples objetos de educación. Esto les dificulta

    asumir conscientemente la orientación de sus vidas.

    20. Los procesos formativos de muchos adolescentes y jóvenes obtienen

    resultados realmente positivos en diferentes centros educativos,

    generando personalidades conscientes y responsables. Asimismo otros centros dejan de lado esta orientación fundamental de la formación de la

    voluntad y de la afectividad, con graves consecuencias para los

    educandos, que no toman conciencia de su responsabilidad ni actúan

    con la libertad necesaria, sino que asumen conductas dictadas por las propias inclinaciones o impuestas por los demás.

    21. Los mensajes que reciben de la familia para hacerse dueños de sí

    mismos, tener una visión de la persona y de la sociedad que les abra a

    los demás, adquirir conocimientos que les permita sentirse verdaderamente útiles, dejarse iluminar y guiar por la presencia de

    Dios..., chocan con el relativismo moral, con los modelos inconsistentes

    de realización personal, con la incitación al placer inmediato y superficial

    que se les ofrece en formas atractivas y seductoras. En general los adolescentes y jóvenes son incitados a ser más consumidores que

    creadores y productores; a dejarse llevar por la corriente más que a

    afianzar las propias convicciones; a buscar resultados que no requieran

    mayores esfuerzos.

    22. La afirmación de que el educando es el protagonista principal del propio aprendizaje y crecimiento personal, a menudo se queda en palabras,

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    11

    pues no va acompañada por enfoques y acciones que conlleven a la

    formación de personas dinámicas, activas, solidarias, participativas y comprometidas con el país.

    23. No siempre los educandos han sabido involucrarse en un compromiso

    social ni conocen suficientemente las orientaciones sociales de la Iglesia.

    Pocos egresados de las instituciones católicas se comprometen con la construcción de una sociedad justa y solidaria, y son testimonio de

    vivencia y compromiso cristiano.

    1.1.2.2. La Familia

    24. Es muy variada en nuestro ambiente la conciencia que se tiene acerca

    de la misión fundamental de la familia, como primera y principal

    educadora de los hijos, y de la incidencia de sus aportes en el desarrollo

    de la personalidad de los mismos, ya desde la gestación y de los primeros años de vida. Encontramos numerosas familias que asumen

    esa misión con gran responsabilidad: se preocupan por la salud física y

    emotiva de los hijos, por sus estudios, por inculcarles valores, por el

    mundo de relaciones que van estableciendo, por su formación religiosa... Pero hay otras muchas que tienen poca sensibilidad en este sentido o se

    sienten incapaces de asumirla.

    25. Son muchas las razones por las que las familias no asumen su

    responsabilidad educadora: no cuentan con las condiciones mínimas que les permitan crear un ambiente propicio; no pueden ofrecer, o no

    ofrecen de hecho, la dedicación indispensable para promover en sus

    hijos un crecimiento armónico e integral; encuentran dificultades para

    entablar una relación positiva... De hecho, en muchos casos la

    educación real que se genera en los hogares no es el resultado de una “educación en familia” consciente y organizada. Unos por apatía, otros

    por indiferencia, los más por un sentimiento de impotencia, y, por la

    falta de instancias de formación de los padres para cumplir su rol, dejan

    la orientación de los hijos casi exclusivamente en manos de la escuela, de los medios de comunicación masiva y de la calle.

    26. La necesaria relación entre las familias y los diferentes centros con los

    que comparten la misión de educación es, en general, deficiente y

    superficial, aunque se den ejemplos satisfactorios de colaboración y complemento. Algunos centros educativos ofrecen oportunidades de

    formación a los padres y madres de niños, adolescentes y jóvenes, para

    que desarrollen más adecuadamente su tarea educadora con resultados

    muy positivos. Pero constatamos, también, que estos programas de

    formación resultan insuficientes y que, a menudo, son pocos los padres que muestran interés en aprovechar lo que se les ofrece. Es significativa

    la ausencia del padre en esta relación con las instituciones;

    generalmente, se deja todo en manos de la madre.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    12

    1.1.2.3. La escuela

    27. Entre los diferentes agentes educativos la escuela tiene, después de la

    familia, una responsabilidad especial. No cabe duda que en muchos

    centros se hacen esfuerzos importantes para llevar a cabo esa misión con resultados muy positivos. Pero no es raro constatar dificultades

    crecientes en su desempeño educativo y escuchar quejas sobre su

    progresivo deterioro.

    28. Hay serios interrogantes sobre la validez educativa del currículo escolar.

    No se ha superado el enciclopedismo inútil que pretende enseñar demasiadas cosas en cada nivel, descuidando el desarrollo de las

    capacidades para el trabajo intelectual, el rigor científico y el cultivo de

    los valores, actitudes y hábitos emocionales, sociales, culturales y

    éticos, en los alumnos y alumnas. La educación en Venezuela, en general, no está pensada desde la vida, ni prepara para la vida, ni para

    el trabajo, ni para las necesidades del país; y además carece de

    continuidad. La escuela venezolana no está formando ciudadanos con

    una firme conciencia cívica y democrática.

    29. La escuela, en general, aún toma poco en cuenta la diversidad cultural y

    étnica de nuestra nación y los cambios de la cultura emergente, lo que

    se evidencia en el diseño de los programas. La educación a la

    multiculturalidad es una necesidad que exige una paciente escucha de los valores, costumbres, prácticas y actitudes positivas de las que son

    portadoras, tanto las culturas aborígenes y las afrodescendientes

    venezolanas, como la cultura criolla, la de los grupos inmigrantes del

    siglo XX, y la que emerge como resultado del proceso de globalización.

    30. Se constata una gran deserción escolar, especialmente desde la Tercera Etapa de la Educación Básica, justamente en esa edad de implicaciones

    tan importantes para dar sentido a la vida, descubrir la propia vocación

    y seguir una carrera o capacitarse para el trabajo técnico y artesanal. El

    sistema escolar no logra revertir esta tendencia.

    31. Junto a centros educativos que funcionan en una excelente planta física,

    con frecuencia encontramos que las estructuras de muchas escuelas son

    absolutamente inadecuadas para la misión que se les asigna.

    1.1.2.4. Los educadores

    32. El país cuenta con numerosos profesionales que sienten un gran

    entusiasmo en su vocación de educadores y dan lo mejor de sí para llevar adelante esa misión, tanto en las escuelas públicas como en las

    privadas. Otros, en cambio, en su práctica educativa reflejan poca o

    desactualizada preparación, o ausencia de vocación.

    33. La situación de los docentes, en general, sigue siendo muy compleja.

    Mal remunerados y socialmente poco reconocidos, están muchas veces atrapados en el perverso círculo vicioso de ser víctimas y, a su vez,

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    13

    victimarios de un sistema educativo ineficiente. Como consecuencia, se

    constata en algunos de ellos poco entusiasmo respecto a su actualización académica, a su interés por la formación de los alumnos y

    por la formación religiosa y espiritual de ellos mismos.

    34. Existen grupos importantes que sugieren propuestas para lograr en el

    país un movimiento pedagógico renovador que haga de la profesión docente un agente productor de bienestar y calidad de vida,

    promoviendo una auténtica educación. Sin embargo, persisten muchas

    organizaciones clientelares, que se ahogan en la dinámica de intereses

    personales, partidistas o gremiales, cuya actuación no evidencia mayor

    interés por la transformación del sistema educativo.

    35. Tanto las organizaciones oficiales como privadas, entre ellas las de la

    Iglesia, han hecho esfuerzos significativos para ofrecer formación a los

    educadores, conscientes de la importancia de su misión. Muchos

    docentes aprovechan con interés estas oportunidades, pero, es evidente, que el número al que se puede llegar es limitado y que no son pocos los

    que dejan de lado esta actualización.

    36. Hay educadores católicos, sobre todo los que realizan su misión en las

    instituciones educativas oficiales, que sienten poca valoración y hasta abandono por parte de las instancias de Iglesia, y reclaman mayor

    atención a su labor, que es tan importante para llevar adelante una

    auténtica renovación de la sociedad desde la inspiración del evangelio.

    1.1.2.5. El Estado y los sectores gubernamentales

    37. El Estado, generalmente, ha asumido su derecho y responsabilidad y ha

    organizado su intervención de manera oficial y sistemática, a través de

    lineamientos y políticas educativas y ha estado abierto a la participación de diferentes instituciones, públicas y privadas, para dar respuesta a

    este derecho fundamental.

    38. Los diferentes gobiernos han establecido sus políticas, con mayor o

    menor insistencia, respetando, en algunos casos, los derechos de los otros actores o pretendiendo imponer, en otros, su visión del hombre y

    de la sociedad. La constante más característica de la relación ha sido de

    colaboración y respeto, aunque no faltaron las confrontaciones, en

    especial entre los poderes públicos y las instituciones privadas, Iglesia incluida. En algunos sectores gubernamentales prevalece la tendencia a

    imponer sus criterios en desmedro de la libertad y convicciones de las

    personas, familias y grupos.

    39. En el momento actual asistimos a un interés particular por la

    generalización de oportunidades de educación alternativa en los diversos niveles, especialmente para los sectores marginados. Llama la atención,

    sin embargo, que estas propuestas no estén articuladas con la

    estructura educativa existente.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    14

    40. Tentación de algunos gobiernos ha sido la de intervenir, de forma

    politizada y desmedida en la educación, abarcando no sólo el sistema educativo, sino también la orientación de la sociedad en general.

    1.1.2.6. La sociedad

    41. Existen en la sociedad otros actores que tienen gran influjo en la

    orientación y resultado de la educación aunque no estén dedicados

    formalmente a ella. Se da, en algunos, cierta conciencia de este poder y

    responsabilidad, pero es evidente que muchos otros no tienen en cuenta

    esta dimensión de sus actuaciones, o conscientemente anteponen sus intereses particulares, proponiendo pautas y modelos de conducta

    reñidos con un auténtico desarrollo de las personas. El impacto de estos

    actores incide cada vez más sobre amplios sectores de la población, con

    toda la carga de beneficios y peligros que puede suponer.

    42. Entre estos actores destacan los medios de comunicación social y las

    nuevas tecnologías que, por su fuerte incidencia en la determinación de

    aspiraciones y paradigmas, constituyen una inmensa posibilidad

    educativa. El proceso de globalización que caracteriza nuestra época, amplía y complica enormemente esta realidad, pues multiplica los más

    diversos agentes de información y comunicación y ofrece a las personas

    gran variedad de opciones de todo tipo. Es frecuente escuchar quejas

    sobre la escasa conciencia de muchos medios acerca de su responsabilidad en este campo. La subordinación de los medios a las

    exigencias de una publicidad, que, para promover el consumo, utiliza el

    sexo y la violencia, desvirtúa el carácter educativo y de servicio social de

    los mismos.

    43. Hay instituciones comunicacionales que se preocupan por dar a su línea editorial y a su programación una orientación educativa y fomentar

    positivamente su utilización; pero, muchas otras prescinden totalmente

    de esta preocupación, o pretenden cumplir con esta obligación

    ofreciendo programas puntuales, que entran en evidente contradicción con la mentalidad que reproducen, así como con el conjunto de

    estereotipos y mensajes que normalmente aportan en sus espacios

    habituales.

    44. Es importante resaltar el influjo educativo que aporta lo que podríamos denominar “la calle”, ese conjunto de interacciones del que forman parte

    los amigos, los modelos o ídolos de moda, los espacios reservados a

    niños, adolescentes y jóvenes, las diversiones y las formas de pasar el

    rato, así como los valores transmitidos vivencialmente por los adultos,

    las actividades y aspiraciones de las personas, el ambiente en las comunidades, las relaciones y el ambiente laboral en las empresas...

    Este mundo de relaciones tiene gran resonancia, de por sí, y, más aún,

    por la debilidad educativa y afectiva de la familia, en los

    comportamientos y valoraciones de las personas, especialmente de los

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    15

    niños y jóvenes, y se convierte en importante comunidad referencial y

    en paradigma de conductas, con una tendencia frecuente a reproducir modelos limitados o superficiales. Por otro lado, es significativa la

    escasez de propuestas e iniciativas para hacer de “la calle” un recurso

    que incida positivamente en la educación.

    45. Hay que valorar la existencia de asociaciones de la sociedad civil: ONGs, fundaciones, asociaciones de vecinos, y otras similares, que se

    preocupan por el tema educativo en sus diferentes niveles y en

    referencia a actores también diversos: niños, adolescentes y adultos.

    Aunque no sean tantas como se necesitan, su incidencia está siendo una

    realidad hoy muy favorable para la sociedad venezolana.

    46. La fuerza de todos estos actores es tan avasallante, y su orientación

    está tan lejos de garantizar un influjo educativo positivo, que se ha

    generado un cierto sentido de impotencia en muchas familias, escuela, y

    en otros centros educativos. La sensación que crece es que estamos lejos de contar con una sociedad fundamentalmente “educadora”.

    1.1.2.7. La Iglesia

    47. La Iglesia en Venezuela ha dedicado una atención prioritaria a la acción educativa, tanto a través de las comunidades cristianas y parroquias,

    como de instituciones y personas dedicadas a esta labor: sacerdotes

    diocesanos, laicos educadores, congregaciones religiosas, movimientos

    apostólicos, asociaciones... Es obligatorio hacer un reconocimiento a tantas mujeres y hombres que han entregado sus vidas siguiendo su

    vocación de educadores.

    48. Una expresión concreta de este interés son los numerosos centros

    educativos tales como escuelas, centros y grupos juveniles, de capacitación, grupos de catequesis, movimientos juveniles y de

    educación popular, universidades... Llama la atención el esfuerzo

    realizado para obtener calidad educativa y llevarla, también, a los

    ambientes menos favorecidos. Sin embargo, el peso cuantitativo de la

    presencia de la Iglesia en este campo es limitado; los nexos de relación entre las instituciones de Iglesia son débiles y, en algunos casos, no se

    dan, lo que limita su capacidad de proyección e influjo. Entre las

    numerosas instituciones de Iglesia, que se definen como católicas, es

    necesario destacar la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), que agrupa diferentes instituciones y colegios asociados;

    organizaciones para la capacitación laboral bajo la administración de la

    Conferencia Episcopal -el Instituto Venezolano de Capacitación

    profesional de la Iglesia (INVECAPI), y la Asociación de Promoción de la Educación Popular (APEP)- o dependientes de diversas instituciones de

    Iglesia -Congregaciones, Parroquias, Fundaciones, Asociaciones de

    laicos, particulares-; universidades e institutos superiores que se

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    16

    definen católicos; centros educativos de inspiración cristiana que no

    están asociados.

    49. Se constata que la presencia eclesial en la escuela pública es escasa; no

    se valora suficientemente la acción de los educadores católicos que en

    ella laboran, ni es abundante la relación con otras organizaciones de

    interés educativo.

    50. La Iglesia se ha preocupado de la orientación general de la educación y

    de las políticas educativas en el país y se ha hecho presente, expresando

    y defendiendo sus convicciones y principios, en aquellas circunstancias

    en que han estado sobre el tapete temas importantes, tales como la

    Constitución Nacional, la Ley Orgánica de Educación, el Proyecto Educativo Nacional, la Ley Orgánica de Protección al Niño y al

    Adolescente (LOPNA). En varios de estos temas se ha logrado una

    relación de cooperación con otros actores.

    1.1.3. La Iglesia y la educación

    51. Dentro de la consideración de la Iglesia como actor educativo, el Concilio

    cree conveniente prestar especial atención a algunos elementos de

    mayor urgencia, en vista a la renovación educadora de la Iglesia: la acción evangelizadora en la escuela católica, el compromiso educativo

    con los excluidos a través de respuestas alternativas, la enseñanza

    religiosa en las escuelas y su presencia en la educación superior.

    1.1.3.1. La acción evangelizadora de la Iglesia en la escuela católica

    52. La razón por la que la Iglesia dedica tantos esfuerzos a esta área es el

    cumplimiento de su misión evangelizadora de anunciar a Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador, y de favorecer una adhesión personal que produzca

    cambios en la vida de las personas. Muchos centros educativos se

    esfuerzan en hacer realidad este encuentro; lograr la comunicación y

    vivencia de los valores cristianos; orientar todas las iniciativas

    pastorales; y llenar de evangelio los proyectos educativos. Para ello ponen gran interés en conocer más el mundo cultural infantil y juvenil;

    ofrecen acompañamiento a los educandos, a través de organizaciones y

    actividades para su crecimiento en la fe; y les inculcan valores de

    responsabilidad y solidaridad. La razón por la que la Iglesia dedica tantos esfuerzos a esta área es el cumplimiento de su misión

    evangelizadora.

    53. Sin embargo, tenemos conciencia de las limitaciones. Hay aspectos de la

    realidad y del contexto de los educandos que están ausenten en los programas y, muchas veces, en las actividades de las escuelas, como si

    fueran dos mundos contrapuestos con poca relación del uno con el otro.

    Con demasiada frecuencia se ha valorado más la capacitación académica

    de los alumnos y alumnas, que la práctica de las virtudes y el compromiso de solidaridad con el país. Se corre el riesgo de que la

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    17

    escuela, en la etapa en que se va configurando el desarrollo de la

    personalidad de los educandos, no logre generar en ellos la visión y vivencia de los valores cristianos.

    54. Hay poca disponibilidad de materiales formativos para los jóvenes y

    sobre ellos y no se perciben suficientes esfuerzos de creatividad para

    lograrlos. En la acción catequística cuesta presentar contenidos doctrinales y también formar más para la vida; se usan métodos que

    resultan poco evangelizadores y poco atractivos; o muchos se

    conforman en la propuesta de una rutina sacramental. A veces hasta se

    prescinde de la misma enseñanza religiosa.

    55. Se constata en la escuela católica insuficiente oferta de formación continuada, y pocos espacios y tiempos para el estudio, la reflexión y

    sistematización del trabajo, así como para compartir experiencias y

    búsquedas pedagógicas y para la vivencia cristiana.

    56. Hay que valorar el gran esfuerzo que ha realizado la Iglesia para poder dedicarse a los sectores menos favorecidos. El convenio que el Estado

    venezolano ha suscrito con los colegios católicos, representados por

    AVEC, ha hecho posible esta dedicación, y se ha ganado el aprecio de la

    sociedad al considerarlo un medio idóneo para que el Estado, con la coparticipación de las familias y de las escuelas católicas, cumpla su

    responsabilidad de garantizar que los padres puedan educar a sus hijos

    en los centros de su elección. A pesar de estos esfuerzos se logra

    atender sólo a una porción minoritaria de la numerosa población

    excluida del sistema, y hay muchos campos y áreas que reclaman la presencia de alguna institución eclesial.

    57. Las obras de educación formal dedicadas a la orientación laboral

    (formación para el trabajo) y a la formación de técnicos medios

    (escuelas técnicas, administrativas, agrícolas...), llevadas a cabo por instituciones de Iglesia, han mantenido la convicción de evangelizar el

    mundo del trabajo y que, en este campo, para el bien del país, es

    posible un trabajo exitoso y necesario.

    58. Se comprueba, también, que el desarrollo de este sistema de educación para el trabajo, resulta insuficiente, tanto por las obras dedicadas a este

    tipo de educación, como por las dotaciones y programas.

    1.1.3.2. La educación alternativa para la atención de los excluidos

    59. El cuadro de exclusión social y económica que presentan tantos niños,

    jóvenes y adultos, ha estimulado a la Iglesia a multiplicar iniciativas y

    obras que den respuesta a sus muchas necesidades. La educación

    alternativa abarca un conjunto de obras para ofrecer a los excluidos oportunidades de acceso a la formación integral a la que tienen derecho

    como hijos de Dios y como ciudadanos.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    18

    60. Entre estas obras destacan las dedicadas al mundo del trabajo. Son

    significativos, aunque sean parciales, los logros obtenidos tanto en la preparación técnica, y la capacitación laboral, como en la reinserción en

    el sistema educativo de muchas personas que hubieran quedado al

    margen del mismo.

    61. La Iglesia ha ido creando y consolidando diversas obras destinadas a la educación especial; a la reinserción social de personas en riesgo social:

    niños de la calle, víctimas de la droga y de la prostitución... Estas obras

    constituyen un conjunto de iniciativas que dan esperanza a personas

    abandonadas y abren caminos, y son modelos en la sociedad, para la

    solución de los problemas.

    62. Se han fortalecido algunas organizaciones de educación alternativa que

    la Iglesia viene promoviendo desde hace años. Es importante nombrar a

    APEP, INVECAPI, y a tantos Centros de Capacitación promovidos por

    diferentes congregaciones religiosas o laicales asociadas en AVEC, o independientes. Son experiencias exitosas y estables con continuidad y

    eficacia.

    63. Se comprueban limitaciones en muchos de estos programas, pues

    resultan insuficientes ante la cantidad y gravedad de los problemas y la escasez de los recursos materiales. Preocupa que el sostenimiento

    económico de estas obras esté sujeto a muchas eventualidades que, a

    menudo, no dependen de las instituciones mismas y que limitan

    notablemente su cobertura y continuidad.

    1.1.3.3. La enseñanza religiosa en la escuela

    64. La misión confiada a la Iglesia de llevar por doquiera el Evangelio, la ha

    conducido siempre a promover la enseñanza religiosa en todos los centros escolares del país, públicos o privados, para lograr la dimensión

    integral de la educación, la cual debe estar abierta a lo trascendente.

    65. Son muy variadas las formas a través de las cuales la Iglesia lleva

    adelante esta labor. Son muchos los centros educativos de la Iglesia que, además de la enseñanza religiosa, propician la elaboración de

    planes y programas, experiencias religiosas y otras actividades que van

    más allá de la clase de religión. En no pocas escuelas públicas existen,

    también, programas de formación religiosa. Sin embargo, es importante revisar estos planes y programas a fin de que respondan a las

    necesidades del alumnado.

    66. En el año 1992 se firmó un Convenio entre la Iglesia y el Estado para

    dar respuesta al derecho de las familias establecido en la legislación

    venezolana de exigir la educación religiosa en las escuelas para sus hijos e hijas. El programa de Educación Religiosa Escolar (ERE) se convirtió en

    el cauce oficial que concretó este convenio para las dos primeras etapas

    de la Educación Básica, y ha sido factor clave que complementa la

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    19

    formación del eje transversal de valores. La mayor parte de las diócesis

    ha logrado estructurar este servicio, darle continuidad y profundizar su proyección.

    67. A lo largo de estos años se han hecho esfuerzos para una mayor

    implicación de los docentes en esta misión, atender a su formación y

    procurar recursos de todo tipo que faciliten su desarrollo. Sin embargo, el programa, en sí, tiene limitaciones. Está muy condicionado por la

    importancia que le dan los directivos de cada escuela, por las actitudes y

    formación de los encargados de impartir tal enseñanza, y por el apoyo

    que puedan recibir. Hay diócesis que no han logrado desarrollar

    suficientemente este programa y zonas educativas que entorpecen su funcionamiento.

    68. Las tendencias opuestas de algunas autoridades educativas, así como

    las exigencias de otras iglesias y credos, han generado confusión y

    ejercido presión para la limitación o eliminación del programa. Sin embargo, sigue en vigencia, de acuerdo a la ley, y cuenta con diferentes

    apoyos y con el compromiso de la Iglesia para mejorar su desarrollo.

    69. Se constata una falta de reglamentación de la educación religiosa

    escolar para la Tercera Etapa y Media y Diversificada en los centros oficiales. Al mismo tiempo es frecuente la demanda de una formación

    religiosa sistemática que hace, desde la Iglesia, el personal de dichos

    centros.

    1.1.3.4. Presencia de la Iglesia en la educación superior

    70. La presencia de la Iglesia en este campo ha crecido, pero sigue siendo

    limitada. Su influjo pastoral, aun en las universidades católicas o de

    inspiración cristiana, no es alentador. Se tiene conciencia de las posibilidades evangelizadoras, pero no hay un proyecto común, no se

    evidencia una plataforma mínima de criterios y objetivos formativos, no

    existe vinculación entre los centros educativos católicos.

    71. Se aprecia un agudo contraste entre la cultura tradicional y familiar de los estudiantes, que es cristiana, aunque no sea muy ilustrada, y la

    educación que reciben en las aulas universitarias, que a menudo tiene

    un sesgo relativista, positivista y materialista. No se percibe que se dé

    respuesta a esta realidad que condiciona notablemente toda la labor de evangelización.

    72. La formación para la interculturalidad, el diálogo con lo diferente, desde

    la dimensión intercultural y el respeto y valoración de cada persona

    como distinta y diversa, tan necesario hoy día en nuestra sociedad, está

    también ausente en muchos de los planteamientos y enfoques de las universidades católicas, aunque en algunos casos se percibe cierta

    sensibilidad en la progresiva incorporación.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    20

    73. Un campo significativo que preocupa a la Iglesia es la motivación para la

    elección de carrera de los alumnos y alumnas que terminan la Educación Media, Diversificada y Profesional, siendo la dimensión económica la que

    prevalece. La Iglesia siente un llamado especial a promover el desarrollo

    de la carrera docente en las instituciones católicas de Educación

    Superior, pues los mejores estudiantes que ingresan a la universidad no encuentran atractiva esta carrera y optan por otras que prometen

    mayores ingresos y mejor imagen social.

    74. Actualmente se han producido múltiples propuestas de crecimiento

    cuantitativo de centros universitarios en todo el país, con poca

    articulación con los centros actuales, que pone un velo de incertidumbre sobre el desarrollo futuro del nivel universitario. No han sido fruto de un

    diálogo nacional y no se tiene un conocimiento suficiente de los

    diferentes elementos que componen la acción universitaria. La educación

    universitaria privada ve coartadas sus posibilidades de desarrollo por los condicionamientos en el terreno administrativo y económico a los que se

    ve sometida.

    1.2. Causas y tendencias

    75. En el proyecto de sociedad democrática que se inicia a mediados del

    siglo XX, la educación es reconocida como una estrategia vital de

    crecimiento personal, promoción social y progreso económico. De ahí la importancia y los recursos que se le han asignado a lo largo de varias

    décadas y que explican su crecimiento cuantitativo.

    76. Al analizar responsabilidades en los límites cualitativos de su desarrollo y

    del progresivo deterioro en diversos órdenes, se atribuye un peso

    determinante a factores socioeconómicos del entorno, al propio núcleo familiar del alumno, a las deficiencias pedagógicas y metodológicas, a

    los desajustes administrativos, a la poca motivación de los educandos, al

    pobre clima socio-afectivo de la mayoría de las escuelas y a la

    insuficiencia y baja calidad de la estructura y dotación de los planteles.

    77. La situación familiar de muchos niños y jóvenes no es, en absoluto,

    propicia para un desarrollo educativo positivo. Además de la situación

    económica y la precariedad del trabajo, la ausencia frecuente de la

    figura paterna; la configuración de muchos hogares sin que se dé estabilidad en las parejas, que muchas veces son fruto de circunstancias

    fortuitas, pero sin un proyecto de vida; la alta tasa de divorcios; la falta

    de valores éticos que sirvan de referencia, entre otros, inciden

    determinantemente en los procesos educativos.

    78. El tema de la educación, fuertemente vinculado con la cultura de los pueblos, recibe un impacto significativo del fenómeno de la

    globalización. Los estereotipos son cada vez más planetarios e inciden

    cada vez más en los esquemas locales. Esta nueva cultura, además, ha

    encontrado en los medios de comunicación, especialmente en los

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    21

    audiovisuales, un poderoso vehículo para su propagación. La cultura de

    la imagen seduce la imaginación y pone la satisfacción de los sentidos como un valor absoluto, lo que no auspicia el crecimiento integral y

    moral de la persona. El alcance de su influencia y el uso concreto de

    estos medios, en especial la televisión, la publicidad, la radio, los

    videojuegos, las producciones escritas y musicales, invade de tal manera el pensamiento y los sentimientos de la persona que, si bien constituyen

    un recurso útil para una educación humanizadora, se convierten con

    frecuencia en obstáculo para la tarea educativa.

    79. La tradición de un racionalismo de fuerte sesgo positivista favorece, en

    los centros de formación docente, un tipo de egresado que concibe su tarea como un mero ejercicio de transmisión de contenidos, y su

    vocación como un incorporarse como miembro de una cadena de

    producción. Hay poco interés en que los estudiantes aprendan a

    procesar en forma crítica tal información, y mucho menos a pensar creativamente las formas de aplicarla a su realidad personal y los

    problemas de su entorno. Existe una desvinculación entre la transmisión

    del conocimiento con lo afectivo y lo social y no se da importancia al

    testimonio de la vida ciudadana y cristiana del educador en sus educandos.

    80. Destaca también el clientelismo político, que ha desdeñado las

    competencias y méritos de los docentes, en la selección, compensación,

    evaluación y promoción de los mejores calificados para el trabajo de

    aula y para la gerencia educativa. Ha sido perjudicial la práctica de un gremialismo dominado, frecuentemente, por la reivindicación

    corporativa de intereses económicos, las ansias de figuración y de poder

    y las agendas de los partidos políticos. Se ha diluido el aliento para la

    lucha por la justicia social y la defensa de los derechos humanos, y se ha ido perdiendo la dedicación a la formación integral de niños y

    jóvenes.

    81. La persistencia de un anacrónico laicismo, que influye todavía en

    algunos intelectuales y planificadores de la educación, aunado a las corrientes más contemporáneas de relativismo moral y nihilismo, se

    interponen como fuerzas que dificultan el aporte que la Iglesia quiere y

    puede dar en la educación religiosa y moral de toda la población escolar.

    Ciertas corrientes de la postmodernidad, que dan prioridad a lo técnico sobre lo ético, a las cosas sobre las personas, a la materia sobre el

    espíritu, al tener sobre el ser, bombardean constantemente a las nuevas

    generaciones con propuestas éticas que contradicen y contrarrestan la

    labor formativa que la familia, la escuela y la universidad están llamadas

    a dar.

    82. La Iglesia ha demostrado conciencia de su vocación de educadora en las

    diferentes facetas de su misión, ha mantenido entre sus prioridades

    pastorales la atención a obras educativas y ha dedicado numerosos

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    22

    esfuerzos a la educación alternativa. En general se mantienen las obras,

    con tendencia a sustituir personal religioso por personal laico más o menos comprometido con el papel evangelizador de las escuelas

    católicas. Muchos laicos asumen esta realidad como expresión de su

    vocación, lo que permite la continuidad de las instituciones con el mismo

    espíritu y objetivos.

    83. La dedicación creciente a los sectores populares, que se ha ido

    fortaleciendo y multiplicando, le ha procurado a las obras de la Iglesia el

    reconocimiento de toda la sociedad. La continuidad de este proyecto, en

    el que colaboran las familias, las instituciones privadas y el gobierno,

    está supeditada a la voluntad de los diversos actores.

    84. Cada día se acentúa la exigencia de democratizar, también en el ámbito

    escolar, los poderes del conocimiento, de la gestión, del proyecto del

    centro, de las finanzas, en la rendición de cuentas con un crecimiento de

    la corresponsabilidad y de la ciudadanía de los diversos actores de la comunidad educativa.

    85. Va creciendo la conciencia de la necesidad de mayores esfuerzos, por

    parte de la escuela en general y de la escuela católica en particular, para

    que se promueva y estimule, en los docentes, la actualización y la formación continuada permanente; para que se propicien espacios y

    tiempos para estudiar, reflexionar, compartir experiencias pedagógicas y

    profundizar su vida cristiana y su vocación educadora.

    86. La orientación de la educación en cualquier sociedad va a estar

    determinada por el proyecto de país que se elabore como fruto del diálogo entre las diferentes tendencias o que logre imponer un grupo

    determinado por la fuerza o por la exclusión de los demás. La coyuntura

    política y social que vive nuestra nación tiene repercusiones en materia

    educativa y causa perplejidad con relación al futuro. Las prioridades que se están estableciendo, desde el poder, hablan de progresiva ruptura

    con el pasado y de creación de una nueva organización que lo vaya

    suplantando. No se adelantan visiones globales, que pudieran dar pie a

    un gran diálogo nacional sobre la educación, sino que se van dando pasos en la imposición de un modelo de país, que implican un cambio

    radical en la dirección de la misma.

    2. JUZGAR. ILUMINACIÓN TEOLÓGICO-PASTORAL. La educación que

    necesitamos

    87. La Iglesia en su misión a lo largo de la historia nos ha presentado a

    Jesús como modelo de humanidad y como maestro que supo rodearse

    de discípulos. Jesús es maestro que respalda su palabra con su vida. María a su vez, verdadera discípula de Jesús, nos acerca a Él. La Iglesia

    se ha presentado ante el mundo como servidora, maestra y aprendiz en

    humanidad al servicio de la construcción del Reino de Dios. El

    contemplar la realidad educativa desde la perspectiva de una Iglesia

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    23

    educadora, nos lleva a resaltar los principios que recogen su doctrina y

    directrices pastorales para la formación del ciudadano cristiano que necesitan el mundo y la Iglesia de hoy.

    2.1. Objetivo de la educación

    88. La educación tiene como objetivo “la formación de la persona humana

    en la búsqueda de su fin último y del bien de las sociedades” (GE 1).

    Debe responder a la aspiración de los seres humanos a realizarse

    biológica, intelectual, volitiva, afectiva, cultural y socialmente, según su

    dignidad esencial de seres espirituales y libres, creados a imagen y semejanza de Dios Padre (Cf. Gn 1, 26 s; GE 1; DP 1024-1025). Las

    condiciones para que se respete este derecho inalienable de los seres

    humanos incluyen una adecuación de los contenidos y metodologías a

    las características de edad, carácter, sexo del propio educando, y una explícita referencia a su contexto social, histórico y cultural.

    89. La educación es un derecho inalienable de “todos los seres humanos, de

    cualquier raza, condición y edad.” (GE 1) y debe ser una oportunidad

    para todos, sin más diferencia que la de privilegiar, siguiendo el ejemplo de Jesús, la atención a los más necesitados.

    90. La educación debe propiciar y facilitar el diálogo intercultural, como

    mecanismo capaz de crear un clima favorable que ayude a vivir la

    pluriculturalidad, en la construcción de un proyecto común de sociedad y de un país que se reconoce a sí mismo como pluriétnico y multicultural

    (Cf. PPEV 11)1.

    91. La educación tiene un carácter activo y transformador, y debe ayudar a

    la persona a tomar conciencia de la realidad en que se desarrolla su vida

    para transformarla. La educación está destinada a humanizar y, por ello, a transformar la realidad en que vive, o, como dice Pablo VI, a “crecer

    en humanidad” (PP 15, 16, 18) y que esté abierta a las relaciones

    fraternas con otros a fin de fomentar en la tierra la verdadera unidad y

    la paz (Cf. GE, c VII).

    2.2. Actores de la educación

    92. El educando está llamado a convertirse “en sujeto, no sólo de su propio desarrollo, sino también al servicio del desarrollo de la comunidad” (DP

    1030; Cf. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,

    79). La educación no sólo se propone preparar para la vida, sino ha de

    formar para la ciudadanía, para una sociedad que va cambiando y para crear nuevas relaciones (Cf. DP 1025) Es necesario educar para mayor

    calidad de vida; suscitar espíritu de justicia y solidaridad, respeto a las

    personas, la igualdad de los derechos, la aceptación de lo diverso y la

    construcción de una cultura democrática. La educación requiere

    1 Cf. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Preámbulo

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    24

    capacidad crítica para anticipar el nuevo orden social imprimiendo un

    sentido más tolerante, comunitario y participativo (Cf. DP 1029).

    93. La familia es lugar privilegiado y natural de educación y un punto de

    referencia imprescindible en la educación de la fe, las relaciones

    interpersonales, los valores y en la ciudadanía responsable, democrática,

    solidaria, crítica y creativa. La educación de los hijos es un derecho-deber ineludible e inalienable de la familia (Cf. GE 2; FC 36; DP 1036).

    La familia no es dueña de los hijos, pero sí responsable de ofrecerles los

    medios que favorezcan su educación. Por tanto, ha de facilitar que se

    hagan dueños de su propia vida y destino y acompañarlos mientras se

    encuentren bajo su tutela.

    94. Para realizar esta misión los padres deben gozar de verdadera libertad

    en la elección del tipo de escuelas donde estudien sus hijos, y tienen

    derecho a que se imparta educación religiosa escolar en el credo que

    ellos elijan. A los padres cristianos, que confían la educación de sus hijos a las escuelas católicas, se les recuerda el deber de sostenerlas con las

    fuerzas que sean capaces y de colaborar con ellas en bien de sus propios

    hijos (Cf. IF 38, 88; LCE 14).

    95. La escuela, desde la organización, las relaciones y los contenidos, debe desarrollar las capacidades de la persona, su autonomía y dimensión

    comunitaria, favoreciendo la construcción de sujetos sociales,

    comprometidos con la transformación de la sociedad, y promoviendo los

    valores de justicia, honestidad, verdad, solidaridad, laboriosidad,

    participación y equidad, fomentando una sana emulación y favoreciendo que cada uno dé lo mejor de sí mismo (Cf. DP 1030).

    96. La escuela, llamada a respetar la jerarquía de los fines de la educación,

    ha de estructurar el currículo y su organización en torno a una creativa

    unidad entre la formación de aptitudes para la construcción del conocimiento y la investigación científica y humanista, la creación

    artística y la conciencia de los valores esenciales de la existencia

    humana -educar para la paz, el diálogo, la tolerancia, “salir de la

    pobreza”-, de manera que los educandos alcancen una comprensión de su propia existencia como don de amor de sus padres y de Dios, y

    adquieran la valentía y la confianza de compartirlo como don de sí

    mismos para los otros seres humanos. Para la integralidad de la

    formación en la escuela deben atenderse aprendizajes diversos orientados al ser persona, al convivir, al hacer y ser útiles y al aprender

    y emprender, en fin, a convertirse en una escuela humanizante

    (Unesco).

    97. La relación educador-educando genera un espacio de comunión de

    principios y valores, de esperanzas y temores, de realizaciones y frustraciones en el camino del crecimiento personal, por lo que no debe

    sorprender que tal relación no quepa en los términos de un contrato de

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    25

    servicios, a la usanza de los contratos comerciales. Se debe construir un

    modelo de educación dialogal, es decir, que tienda a realizar una verdadera interacción educativa, una interacción que convierta a ambos

    participantes en educadores y educandos a la vez. Empobrecen el

    horizonte de la profesión docente aquellos para quienes el educador es

    simplemente un técnico, fácilmente sustituible por nuevas tecnologías.

    98. Al educador se le exige un esfuerzo permanente orientado a eliminar

    actitudes autoritarias y a sustituirlas por una gran receptividad e interés

    respecto a la formación de los educandos, en las circunstancias

    concretas y cambiantes en que les toca desarrollarse. Son importantes

    una formación y actualización permanentes que haga posible este cambio de paradigma (Cf. GE 5). El perfil del profesional de la educación

    debe contener -entre otros- elementos afectivos y religiosos, que exigen

    la ética de la profesión docente, en términos de una conciencia de

    respeto y promoción de las personas en desarrollo, de cercanía, de interés por los educandos, como condición primaria para una

    comunicación de vivencias e ideales.

    99. Los educadores católicos, como miembros de la Iglesia que son, están

    llamados a ofrecer el proyecto de Jesús como un estilo de vida humanizador y liberador, a través de todo su desempeño profesional y

    ejemplo de vida (Cf. LCE 19).

    100. El Estado, como representación jurídica de la sociedad tiene como

    prioridad establecer las políticas para garantizar la educación de todos.

    La garantía de este derecho humano está por encima de toda parcialidad ideológica. Ni el Estado, ni alguna otra instancia de la sociedad, bajo

    pretexto de cumplir sus responsabilidades educativas, deberán

    sobreponer sus propios intereses a los que están esencialmente

    vinculados a la naturaleza de la persona humana como la dignidad, la libertad de conciencia, la autonomía personal, la solidaridad fraterna, el

    sentido de trascendencia que ayude a descubrir la vida de la fe y sus

    dones (Cf. GS 16-17).

    101. Con las políticas públicas, el Estado asume la responsabilidad de garantizar la universalidad y la gratuidad de servicios educativos, de

    calidad para todos y todas, velando por la capacidad e idoneidad de los

    educadores y la pertinencia de los estudios. También es su

    responsabilidad garantizar el logro de una ciudadanía cohesionada en torno a un territorio, a una historia y a un destino común patrio, con un

    sentido de pertenencia y responsabilidad colectiva y ciudadana vinculada

    al logro del bien común del país. En aras de la justicia distributiva, es

    urgente la utilización de los recursos económicos públicos para el logro

    de condiciones y medios materiales que compensen las desigualdades económicas, sociales y culturales existentes de tal manera que los

    padres sean verdaderamente libres de elegir según sus conciencias las

    escuelas que quieran para sus hijos (Cf. GE 6).

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    26

    102. El gobierno, como administrador y ejecutor de las políticas públicas, es

    responsable de realizarlas con recursos públicos y con la colaboración de todos en la medida de sus posibilidades, y en el cumplimiento de sus

    deberes ha de excluir cualquier monopolio o discriminación escolar

    contrarios a los derechos naturales de las personas y al pluralismo

    vigente en la sociedad (Cf. GE 6).

    103. La Sociedad está llamada a jugar un papel importante en el proceso

    educativo. Corresponden a la sociedad obligaciones y derechos en

    cuanto que “es ella la que debe ordenar todo lo que requiere al bien

    común. Entre sus obligaciones está el proveer a la educación de la

    juventud de diversos modos...” (GE 3). Es tarea de la Iglesia “estimular la comunidad civil en todos sus sectores (...) a fin de que asuma sus

    responsabilidades educativas y logre transformarse, junto con sus

    instituciones y recursos, en una auténtica “ciudad educativa” (DP 1048).

    104. En el marco de la responsabilidad educadora de la sociedad incumbe a los Medios de Comunicación Social asumir una función informativa y

    creativa, con clara conciencia de que ella es inseparable de su grave

    responsabilidad por el impacto de sus programas y mensajes, en la

    conformación y orientación del pensamiento, actitudes y valores de los niños y jóvenes en proceso de formación. La escuela y la familia deberán

    velar por el cumplimiento de estas obligaciones, al tiempo que ofrecen a

    los educadores y educandos la oportunidad de crecer como receptores y

    usuarios críticos de los mensajes y contenidos de los medios de

    comunicación social y las otras tecnologías de la información.

    105. La Iglesia desde siempre ha sostenido que todos los bautizados tienen

    derecho a una educación cristiana. Esto no se reduce a una mera

    maduración de la persona humana, sino también a la meta de permitir al

    bautizado el hacerse más consciente del don de la fe que ha recibido, y aprender, además, cómo rendir culto a Dios y conformar su vida

    personal según el hombre nuevo creado en la justicia y la santidad de la

    verdad (Cf. GE 1) y formar personas comprometidas con el entorno

    desde una opción de fe, como ciudadanos y como creyentes.

    106. En la misión profética de la Iglesia de anunciar y denunciar debe velar

    por que se mantengan principios fundamentales de la educación, tales

    como: libertad, solidaridad, democracia respetuosa de las diferentes

    culturas existentes, educación en valores, trascendencia y espiritualidad.

    107. La relevancia que ha alcanzado la presencia del laico en la escuela, ha

    permitido a la Iglesia redescubrir el valor de la vocación docente como

    un campo muy propicio para el apostolado de los laicos (Cf. GE 5; EN

    70). Ellos, a través de la profesión docente, prestan un servicio

    importante en ámbitos donde se da el diálogo entre cultura, fe y vida. La presencia de los laicos en las escuelas públicas es una plataforma que

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    27

    hace posible la presencia de la Iglesia en este espacio educativo público

    y a la que debemos prestar atención y apoyo (Cf. LEC 9 y 48).

    2.3. Misión de la Iglesia en la educación

    108. La pastoral educativa tiene entre sus tareas organizar las diferentes intervenciones formativas en los diversos niveles y modalidades del

    sistema educativo venezolano, tanto en centros de “educación formal”

    como de “educación alternativa”. Desde esta óptica, la educación

    religiosa escolar representa una plataforma conveniente y necesaria

    para fortalecer la “educación integral de la persona” y fortalecer valores personales, familiares, democráticos... a la luz de los principios

    evangélicos.

    109. La Escuela Católica constituye un espacio privilegiado de la acción

    evangelizadora y liberadora de la Iglesia (Cf. LEC 9). En su dimensión evangelizadora, la escuela católica asume el misterio de Cristo, como

    camino, verdad, y vida que ilumina la comprensión de la vida personal y

    del mundo (Cf. Jn 14, 4-7). Con Cristo como centro, el proyecto

    educativo católico encuentra la manera de ser fiel a la esencia de los valores de la vida humana, integrando los contenidos de la verdad

    científica y la iluminación evangélica; las virtudes humanas y las

    virtudes cristianas en un programa que profundiza en el dominio de los

    saberes como camino para la madurez de la inteligencia y de la conciencia moral (Cf. LEC 34-36).

    110. Es nota distintiva de la escuela católica crear en la comunidad escolar un

    ambiente animado por el espíritu evangélico de libertad y caridad,

    ayudar a los niños y adolescentes para que, junto al desarrollo de la

    propia persona, crezcan según la nueva criatura en que por el bautismo han sido hechos, y ordenar toda la cultura humana según el mensaje de

    la salvación, de manera que el conocimiento que gradualmente van

    adquiriendo del mundo, de la vida y de la persona, quede iluminado por

    la fe (Cf. GE 8). La escuela católica trata de convertirse en espacio de encuentro, lugar de salvación, donde se experimenta la ciudadanía

    nueva y la fraternidad.

    111. La fidelidad al Evangelio de Jesús y los fundamentos de una auténtica

    cosmovisión cristiana, son recursos que la escuela católica debe convertir en iluminación al pensamiento pedagógico y a la práctica

    docente. Son asuntos que necesitan ser examinados desde una

    perspectiva de la trascendencia y el espíritu (Cf. GS 15-18).

    112. El Programa ERE está llamado a desarrollar esta posibilidad en las dos

    primeras etapas de la Escuela Básica y requiere de los docentes gran capacidad de entrega, de diálogo, de iniciativa y creatividad. Es campo

    abierto para la colaboración con la pastoral juvenil, catequética y

    familiar, tanto para elaborar planes de acción como para la preparación

    de los mismos educadores.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    28

    113. La coherencia que reclama el discurso de la justicia y la solidaridad,

    hace insoslayable una respuesta urgente a los millones de jóvenes para quienes el sistema escolar ya no puede ofrecer alternativas de

    capacitación y formación. Es la opción preferencial por los más pobres,

    hacia donde el amor fraterno de la Iglesia señala como área prioritaria

    de atención. Deben ser respuestas que atiendan de manera integral a los distintos componentes de la problemática, pero igualmente integral

    para reconocer que se trata de personas que no sólo necesitan

    capacitación técnica, sino educación para la autonomía personal y la

    autoestima; el amor como donación de sí; la fe para comprender la

    trascendencia, y el valor espiritual de la vida, como don de Dios.

    114. La Universidad, por los recursos intelectuales que concentra, por la

    objetividad mental que inculca y por el clima de libertad para la

    investigación, es el sitio ideal para el diálogo permanente entre el saber

    cristiano y las ciencias, la técnica y la cultura en general, es decir para una relación y diálogo entre la fe y la cultura (Cf. LCE 29).

    3. ACTUAR: DESAFÍOS Y ORIENTACIONES PASTORALES

    3.1. DESAFÍOS

    115. Este conjunto de realidades y orientaciones presentan a la Iglesia en Venezuela unos desafíos que debe asumir y a los que debe dar

    respuesta mediante precisas líneas de acción:

    3.1.1. Desafío 1: Toma de conciencia de que la educación es tarea de

    todos

    116. La desorientación que sufren muchas personas, familias y diferentes

    instituciones de la sociedad con incumbencias en el campo de la educación, y el progresivo abandono de la responsabilidad educativa que

    evidencian muchas de ellas, exigen a la Iglesia: despertar la conciencia

    de personas e instituciones para que asuman su misión educadora;

    comprometerse en la recuperación moral de la gente; y proponer con

    vigor valores que respondan a la visión cristiana de la persona y de la sociedad.

    3.1.2. Desafío 2: Renovación pastoral de la escuela

    117. Las dificultades que encuentran los educandos para orientar su vida

    según los valores del Evangelio, y los límites que presentan muchas

    escuelas en su acción evangelizadora, le exigen a la Iglesia: desarrollar

    una propuesta pastoral que responda a los desafíos de la educación integral, animada por el espíritu evangélico de caridad, y que favorezca

    iniciativas que estimulen el crecimiento en la fe, el compromiso con la

    transformación de la sociedad y la construcción del Reino de Dios.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    29

    3.1.3. Desafío 3: Revalorización de la vocación docente.

    118. La poca valoración que hace la sociedad de la profesión docente, y ante

    la existencia de educadores que no viven su profesión con auténtica

    mística y dedicación, a la Iglesia se le exige: comprometerse en enfocar sus esfuerzos hacia la dignificación de la profesión; promover su

    profesionalización e idoneidad académica y moral; reforzar la mística

    vocacional y solicitar de ellos una esmerada dedicación a su misión.

    3.1.4. Desafío 4: Articulación de esfuerzos

    119. La débil interrelación de las organizaciones educativas de la Iglesia entre

    sí y con otras instancias pastorales, impone a la Iglesia la exigencia de

    aunar esfuerzos entre todos los actores educativos y procurar su articulación en una pastoral de conjunto.

    3.1.5. Desafío 5: Ampliación de la educación alternativa

    120. El cuadro de exclusión social y económica que padecen muchas

    personas, así como la ineludible tarea de educar para el trabajo que

    tiene nuestra sociedad, exigen a la Iglesia: el reto de llamar la atención

    a la sociedad sobre dicha situación; multiplicar y fortalecer obras para la atención integral de los excluidos; afianzar servicios para la capacitación

    laboral; y articular su acción con otras instituciones que persiguen la

    misma finalidad.

    3.1.6. Desafío 6: Fortalecimiento de la educación religiosa y del

    programa ERE

    121. La apertura que ofrece el país a la educación religiosa y las posibilidades

    y debilidades que evidencia el programa ERE, exigen a la Iglesia profundizar su dedicación a la educación religiosa en las escuelas,

    ampliar y fortalecer el programa ERE mejorando su calidad y

    promoviendo formas alternativas de realización que lo hagan más

    efectivo.

    3.1.7. Desafío 7: Renovación de la pastoral universitaria

    122. La orientación positivista y materialista con descuido de una sensibilización ética y social del mundo universitario, aunada a la débil

    actuación de la Iglesia en él, le exige hacer presente el mensaje del

    Evangelio en la Educación Superior, con una pastoral universitaria

    renovada e impulsar la articulación de las instituciones católicas dedicadas a ella.

    3.2. ORIENTACIONES PASTORALES A:

    3.2.1. Desafío 1: Toma de conciencia de que la educación es tarea de todos2. Promover en la Iglesia acciones que lleven a despertar la

    2 Cf. Código de Derecho Canónico, cc. 794 § 1; 804 § 1.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    30

    conciencia de personas e instituciones para que asuman su misión

    educadora; comprometerse en la recuperación moral de la gente; y proponer con vigor valores que respondan a la visión cristiana de la

    persona y de la sociedad.

    123. Mantener un diálogo permanente entre la Iglesia y los diferentes

    actores de la sociedad con el propósito de asumir todos que el objeto

    principal de la educación es la humanización y la socialización de cada

    persona y de toda persona3.

    124. Aprovechar las oportunidades que se ofrecen para crear conciencia

    sobre la responsabilidad de la familia, de la escuela y su entorno social:

    los ambientes del “tiempo libre”, de la publicidad y de las estructuras

    comunicacionales (TV, radio, discos, Internet, publicaciones...), en la generación y propuesta de modelos de conducta y paradigmas

    culturales, y de la configuración de una escala de valores4.

    125. Estar atentos a la reaparición posible de una concepción de Estado

    Docente monopolizador y, al mismo tiempo, a la creciente concepción mercantilista y utilitarista de la educación.

    126. Crear y participar en los espacios y foros en los que se discuta y se

    proyecte el país deseable, y se reflexione sobre la filosofía, pedagogía,

    estructuras y organización de la educación, de tal modo que sean coherentes con la concepción del ser humano compatible con lo

    propuesto por Jesús en su Evangelio y con los logros que la humanidad

    ha ido alcanzando en su devenir histórico5.

    127. Esforzarse para que no haya discriminación alguna con relación a la

    educación privada, en desmedro de los intereses de la población, y defender la libertad de enseñanza y el principio de subsidiaridad en la

    educación.

    128. Impulsar, desde la pastoral educativa, planes y programas que

    fortalezcan el diálogo educativo con la cultura emergente, sujeta a cambios permanentes, y entre las diferentes culturas presentes en el

    país.

    129. Promover, a través de la pastoral familiar y de las propias

    organizaciones de las comunidades educativas, la formación y la capacitación de las familias en su importante misión como principales

    educadoras de sus hijos e hijas, de tal modo que ayuden a los padres a

    recobrar en el hogar el tono afectivo y la autoridad moral, pedagógica y

    cristiana6.

    3 Cf. Código de Derecho Canónico, cc. 793 § 2; 799. 4 Cf. Ibid., cc. 226; 793; 798. 5 Cf. Ibid., c. 794 § 2 6 Cf. Ibid., cc. 226; 793; 796 § 2; 798.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    31

    130. Ofrecer mayor apoyo para que la educación llegue a todos, en especial

    a los excluidos, abriendo espacios, con generosidad y criterio, para dar respuesta a diferentes necesidades.

    131. Fomentar, a través de la Pastoral Juvenil, Familiar u otras instancias,

    actividades donde niños y jóvenes puedan encontrar espacios para

    ocupar provechosamente el tiempo libre e impedir el ocio.

    132. Reafirmar permanentemente la responsabilidad que tienen todos los

    Medios de Comunicación Social como servidores públicos y propiciar su

    aporte sistemático y masivo al mejoramiento de la calidad de la

    educación como actores educativos que son. Impulsar y animar a los

    responsables para que fortalezcan una orientación cristiana.

    133. Reforzar el compromiso educativo de la Iglesia a través de la

    Comunicación Social, mejorando la calidad de los medios que

    promueve directamente; trasmitiendo efectivamente el mensaje del

    Evangelio para ser fermento cristiano en la vida de los ciudadanos; utilizando, donde sea posible, los espacios que ofrecen los diferentes

    MCS, y promoviendo la lectura crítica de los mismos7.

    3.2.2. Desafío 2: Renovación pastoral de la escuela. Desarrollar una propuesta pastoral que responda a las exigencias de la educación

    integral, animada por el espíritu evangélico de caridad, y que favorezca iniciativas que estimulen el crecimiento en la fe, el compromiso con la

    transformación de la sociedad y la construcción del Reino de Dios.

    134. Establecer en cada diócesis y vicariato instancias organizativas que

    asuman funciones de asesoría y apoyo a los centros escolares, tanto

    católicos como oficiales y privados, para que se inserten en la pastoral

    diocesana y parroquial8.

    135. Estructurar a nivel nacional y en cada diócesis y vicariato una

    propuesta pastoral educativa, a la luz del Evangelio y del Magisterio de

    la Iglesia, y sobre la base de los planes, proyectos y experiencias ya

    existentes.

    136. Promover una verdadera participación de la comunidad educativa–

    directivos, educadores, padres y alumnos- en las decisiones sobre los

    aspectos formativos y técnico-administrativos de la escuela,

    comprendiendo esta participación como una instancia de comunión9.

    137. Promover, desde las parroquias e involucrando al personal católico de

    los centros escolares, la organización de equipos pastorales que

    ofrezcan oportunidades de experiencias formativas, den aportes para

    7 Cf. Código de Derecho Canónico, cc. 747 § 1; 761; 822. 8 Cf. Ibid., cc. 796 § 1; 800; 9 Cf. Ibid. cc. 212 § 3; 225; 226; 796.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    32

    que la labor escolar sea orientadora, y estimulen la formación religiosa,

    la educación en valores y el compromiso social10.

    138. Impulsar, por medio de los equipos pastorales, una acción educativa

    que trate a los educandos como sujetos y les ayude a comprender el

    sentido de las etapas de su desarrollo; promueva principios de

    corresponsabilidad y participación; aliente el respeto y la solidaridad en su relación con los demás; favorezca el crecimiento de su fe y la

    experiencia de Dios11.

    139. Promover en las escuelas programas de educación para la sexualidad y

    el amor iluminados por el mensaje del Evangelio y propiciar el estudio

    de materias que ofrecen contenidos humanísticos para que los alumnos alcancen una comprensión de sí mismos y del acontecer histórico.

    140. Emprender iniciativas para que las escuelas se conviertan en líderes de

    un movimiento de formación para la vida familiar y el amor

    matrimonial, dado el carácter determinante que tienen las etapas del desarrollo psico-afectivo y moral en los períodos de la infancia y la

    adolescencia, abriendo espacios propios en el currículo académico, con

    sus objetivos, contenidos, métodos y procedimientos específicos.

    141. Promover, desde los equipos de pastoral en las escuelas, las iniciativas formativas familiares que ayuden a los padres a recobrar en el hogar el

    tono afectivo y la autoridad moral, pedagógica y cristiana, para

    controlar y contrarrestar efectos negativos de la cultura emergente y el

    influjo indiscriminado de los MCS sobre sus hijos.

    142. Inculturar la escuela al entorno y a las riquezas culturales de cada región, mediante una descentralización que supere la mentalidad

    uniformadora y ajustando los currículos a la realidad, al tiempo que la

    inserte en la globalidad del país y del mundo.

    143. Dar prioridad en la escuela católica a la formación cristiana de los alumnos y de los miembros de la comunidad educativa; privilegiar la

    enseñanza religiosa asignándole tiempo suficiente; cuidar con esmero

    la calidad de las relaciones fraternas de todos los integrantes de la

    comunidad12.

    3.2.3. Desafío 3: Revalorización de la vocación docente. Dedicar una atención especial a los educadores y comprometerse como Iglesia a

    enfocar sus esfuerzos hacia la dignificación de la profesión; promover su

    profesionalización e idoneidad académica y moral; reforzar la mística

    vocacional, y solicitar de ellos una esmerada dedicación a su misión.

    144. Hacer un llamado permanente a todos los educadores, especialmente a

    los católicos, para que vivan su profesión con dedicación generosa, con

    10 Cf. Código de Derecho Canónico, cc. 528 § 1; 794 § 2. 11 Cf. Ibid., cc. 795. 12 Cf. Ibid .cc. 804-806.

  • LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN

    DOCUMENTO CONCILIAR Nº 12

    33

    coherencia que se hace ejemplo, y con competencia responsable, y

    profundicen su acción educativa en todos los niveles e instituciones, estimulándoles a que, además de la transmisión de conocimientos y

    destrezas, promuevan en sus alumnos auténticos valores y

    comportamientos plenamente humanos y cristianos13.

    145. Acompañar a los educadores en sus esfuerzos para exigir a las autoridades competentes