Ni siquiera yo mismo saba si segua respirando. Mi ser lleno de heridas clamaba por un descanso mientras unos ojos monocromos se paseaban repetidas veces por mi desnudo cuerpo. No saba si llorar otra vez, ya demasiadas lgrimas haban sido derramadas alrededor de los das, tan solo dndole a mis raptores el placer de verme hacerlo. Respir. No deba sentirme nervioso por su constante mirada ms mis ojos rojos se mostraban renuentes a mis indicaciones. Gokudera-kun estaba a unos cuantos pasos de m y no poda siquiera pedirle que volteara a verme pues sobre mi piel lo nico que exista ahora era: sudor, semen y sangre. Su mirada verde apagada me indicaba cuan avergonzado se senta de s mismo por no poder evitar nuestro estado, las heridas en sus muecas dejaban en claro cunto lucho para ser libre a lo largo de los das El estuvo a salvo en todo momento, no le haban quitado ni la ropa, unos cuantos golpes por no callarse era lo que poda apreciar en su rostro fue torturado viendo mi tortura de alguna manera me senta aliviado por ese hecho. Demasiado dolor tena solo con el mo, no s qu sucedera si l padeciera algo parecido.Las manos fras del albino pasaban por mi abdomen, subiendo a mi pecho para as desgarrar mi piel lentamente, dejando un ardor que no olvidara en das y mordiendo mis hombros como si fuese uno de sus amados malvavisco. Qu asco. No import cuantas veces llor y grit, ped perdn y piedad, jadee por ser libre otra vez; ellos no se inmutaron ni un poco. En varias ocasiones los vi rer, burlarse de mi impotencia, cuando lo que mayoritariamente se reflejaba en el rostro era el cansancio de no dormir por ms de 3 horas constantemente, da con da, me usaron como quisieron, gastaron mis energas y adentraron en m cosas que quiz nunca ms podr pronunciar. Mis caderas estaban rojas de tanta presin, jugaron conmigo cuanto quisieron y aun lo hacan. Aquel albino disfrutaba de sobremanera el mantenerme sentado en l, aun cuando en este proceso manchaba con sangre y diversas sustancias producto de eyaculaciones (?) sus ropas, murmurando sobre mi piel cuanto le recordaba a mltiples amantes, que yo era el mejor de todos. El peli azulado estaba recargando su espalda en la pared frente a m mientras una sonrisa ladina se iba dibujando en su rostro. Observaba los movimientos de Byakuran sobre mi cuerpo y mis reacciones repletas de vergenza y sumisin. No saba que pasaba por su cabeza, l empez con este juego pero no parece quererlo terminar. Desde el momento en que lo vi supe que algo iba mal, mi cuerpo cansado se dejaba hacer por Byakuran mientras ladeaba el rostro haca la puerta; cmo deseaba que alguien entrase por ella y destruyera mis cadenas. Se me olvidara el dolor y la fatiga, a ambos les dara su merecido por tratarme de esa manera. Por dejarme en esas condiciones y torturar a mi mano derecha as.*Hace 5 das, 3 horas y 27 minutos*

Desde hace ya meses que nuestros das estaban en paz, ningn indicio de alguna batalla, ni siquiera un conflicto interno. Reborn se haba ido a vacacionar junto al Kyudaime ya que yo me encargaba de liderar la poca movilidad en la Famiglia ahora. Ryohei, de igual forma, se fue con Kyoko a una playa, celebrando el reciente xito que tena el boxeador estrella de Japn. Yamamoto estaba atareado con el restaurant familiar al igual que con la Universidad y su Beca deportiva. Hibari era un misterio, l estaba prcticamente bajo rdenes de Reborn por lo tanto el poco contacto que yo mantena con l eran las pocas palabras intercambiadas en la base Vongola. Gokudera-kun se pasaba la mayor parte del tiempo conmigo, ayudndome con el trabajo y los idiomas en Italia. Un da, de la nada, Byakuran de la Famiglia Gesso me haba invitado a tomar el t [Liek a England] formalmente, por lo cual envi a Nuts con una respuesta inmediata, respondiendo que s asistira. Lo ms seguro es que quisiera hablar sobre una alianza y el trfico de armas aqu en Italia, casi todas las famiglias de por el lugar saban que era el nuevo Jefe de la Vongola y deseaban conocerme en persona. Para Byakuran podra ser un mal recuerdo de su prximo futuro sin embargo acepte sin pensrmelo dos veces, sin consultrselo a nadie. El nico que saba era mi fiel compaero y mano derecha el cual no tard en ofrecerse para ser mi escolta. Me sent avergonzado, no cre que debera llegar una escolta a la mansin de otra persona que tan solo anhelaba platicar un poco conmigo.

Estaba tan vaca como Kokuyo Land pero igualmente arreglada como cualquier mansin en Italia. Nos recibi el mismo Byakuran y alego algo sobre la falta de personal debido a las vacaciones. Yo amablemente sonre y me sent ligeramente intimidado por su aura, nada fuera de lo normal. Conforme avanzbamos not como las habitaciones tenan cerradura por fuera y me extrae pues no era del todo normal pero prest real atencin a eso, ya que si alguien necesitaba escapar romper la puerta desde dentro. Por un momento tuve un mal presentimiento, sin embargo llegaba a Gokudera-kun conmigo, llevaba mis guantes y nuestro anfitrin no tena la misma fuerza que posea en el futuro, por lo tanto; si ocurra una batalla no tardaramos en terminar victoriosos. Nos adentramos en una sala bastante pintoresca donde Gokudera-kun no perdi de vista al Jefe de la Famiglia Gesso. ste se dirigi a la salida no sin antes sonrer con suavidad y excusarse, necesitaba ir por t y galletitas. En el justo momento que atraves la puerta se escuch un clic que indicaba un encierro total, exceptuando las ventanas. Un escalofro corri por mi espalda baja una vez dirig mi mirada al ventanal, ah sentado en el barandal del mismo estaba un ilusionista que desde hace ya medio ao estaba totalmente perdido en la sociedad. Me levant rpidamente para as caminar haca el pero la visin frente a m desapareci, convirtindose en niebla. Intent llamar a Gokudera-kun pero mi voz no sala. Por primera vez en el da me sent en verdadero peligro as que pronto rebusque en mi chaqueta, sacando los guantes y colocando mi anillo en el respectivo dedo corazn, ms era muy tarde. Una persona detrs de m se haba encargado de arrinconarme contra la pared de frente a ella, esposando mis manos en mi espalda y golpeando repentinamente mi cabeza contra la superficie del concreto. Mis guantes fueron arrebatados y mi anillo fue retirado de mi mano, dejndome totalmente desprotegido.- Mukuro? Logre pronunciar antes de que un fuerte golpe causara mi pronta inconsciencia.Lo siguiente que alcanc a escuchar fueron los lamentos de Gokudera-kun. Se escuchaba a un lateral mo, un golpeteo de cadenas y murmuros repletos de veneno. Abr los ojos de golpe al sentirme sentado en el suelo, al parecer estaba atado con los brazos hacia atrs, la soga era larga sin embargo imposibilitaba mis movimientos para escapar de la sala. Mi vista aun estaba borrosa, trat de enfocar bien y vi a Byakuran frente a m, sonriendo ladino.

-Hey, Tsuna-kun Sonri como solo a l le era posible- Lamento tener que tratarte as pero tu no fuiste del todo amable cuando tenas que derrotarme, verdad? -Un golpe se propino en mi rostro, me haba dado una bofetada con toda su fuerza- Are, estas sangrando Tsuna-kun Me tomo de mentn y alzo mi rostro, como examinndolo. Aun cuando yo temblaba de pies a cabeza abr los ojos lentamente- Despus de todo aun eres lindo, incluso cuando sangras De la comisura de mis labios escurra un hilillo de sangre que pronto fue limpiado con la lengua del albino frente a m que no tard en introducir su lengua dentro de mi boca. Por la sorpresa inconscientemente hice la cabeza hacia atrs, pegndome ms a la pared, sin embargo el no detuvo aquel desagradable contacto, al contrario, se movi con desesperacin dentro de mi boca y en respuesta yo le mord. Eso no funciono en nada para arreglar las cosas- No quieres, Tsuna-kun? Hizo un mohn- Pues no me importa~ -respondi ante mi afirmacin, tomando mis piernas y dejndome semirecostado en el suelo, rompiendo sin apuro alguno mi camisa- Los secuestrados no opinan. Su sonrisa se hizo ms ancha, dndose el lujo de rasgar mi virgen piel conforme sus deseos egostas.--Kufufu~ Byakuran, recuerda dejarme algo a m.-Lo escuche y me dieron ganas de llorar. Se haban aliado? No s en que beneficiaba esto a Mukuro, sin embargo eso causo una mueva en mis labios.- Sawada Tsunayoshi-kun, te veo en apuros, quieres una mano? Extendi una mano hasta mi, ms en lugar de recibir una respuesta, escup su mano, vindole fijo y dejando bien en claro que no quera nada proveniente de l, renunciaba a ser su Jefe en ese mismo instante- Quise ser bueno contigo, tu amado Gokudera-kun esta de testigo Tomo mis cabellos con esa misma mano y golpeo constantemente mi cabeza contra la pared, causndome una gran molestia- Qu debera hacer contigo? Eres tan fcil de capturar trayendo a un lugar as tan solo a un guardin, te falta demasiado por aprender, Tsunayoshi-kun, recuerda que el bajo mundo siempre ser obscuro~ -Canturre mientras relama sus labios lentamente observando mi pecho desnudo siendo acariciando por Byakuran. Mis manos constantemente se movan en busca de libertad mientras me mova contra las manos de Byakuran, ya pronto no me quedara orgullo que proteger si las cosas continuaban as--Mukuro, Byakuran, no hagan nada de lo cual puedan arrepentirse despus. Murmur con voz temblorosa, Byakuran se haba abalanzado contra mis pezones, mordiendo y succionando dicha zona tan sensible en mi cuerpo. Esto causo que mi espalda se arqueara lentamente ms no gem. Mord mis labios con fuerza evitando as cualquier sonido deseoso de escapar. Dirig la mirada a donde Gokudera-kun y no tard en cristalizar la mirada; me observaba con sus grandes ojos inundados en lgrimas, con la boca semi abierta en busca de alguna queja, con las muecas rojas por tanto forcejeo con las cadenas y su rostro totalmente desilusionado, perdiendo el brillo que siempre le acompaaba al pronunciar mi nombre, mi cargo- No me veas -En un murmuro le ped, dejando que mis ojos desprendieran lentas gotas resbalaran por mis mejillas, muriendo en mi mentn.

Byakuran estaba sobre m, mordiendo y rasguando cuanta piel virgen vio, arrancando mis ropas sin delicadeza y con una enfermiza sonrisa dibujando su rostro. No saba si era la de siempre o una realmente feliz por tenerme ahora entre sus brazos, llorando por la prxima profanacin de mi cuerpo, temblando debido a los bruscos roces de su piel con la ma, jadeando suave pues no quedaba de otra.- Tsuna-kun Me llamaba constantemente, sujetando mi hombra entre sus manos, segn l dndome placer- eres virgen? pregunt mientras adentraba un dedo en m ser. Gokudera-kun se puso hecho una furia gritando cosas que seguramente no le costaran otra cosa ms que una paliza. Pero no fue as, Byakuran lo volteo a ver y sonri ms- Quieres ver? Le dijo al peliplata, me volte de tal forma que mi guardin pudiese apreciar cada movimiento del albino. Adentr un segundo dedo y expres mi incomodidad tratando de escapar de entre sus manos- Tsunayoshi-kun es virgen, no es adorable? Dentro de poco ya no sent esos dedos que tan incomodo me hacan sentir, ms un dolor todava mayor se abri paso en mi interior. Se haba bajado los pantalones para penetrar lentamente mi interior, abrindose paso entre mis estrechas paredes, rasgando mi interior sin piedad alguna y sujetando fuerte mis piernas, alzndolas- Ahh~ Tan estrecho Grit, dola. Me retorc demasiado, me estaba partiendo en dos- Pronto se te pasar~ Har que lo disfrutes Dicho esto comenz a moverse rpido y fuerte, penetrando mi interior con violencia, dejando que mi dolor continuara latente y se esparciera por lo dems en mi cuerpo. No quera esto, no quera que Gokudera-kun mi viese, no quera que Mukuro estuviera tan atento a los movimientos de Byakuran, no quera nada.- -N-no no ms. le suplicaba, jadeando, plido como una hoja de papel y con el sudor combinado con las lgrimas corriendo por mi rostro. Mi pecho suba y bajaba desacompasado, mis piernas temblorosas estaban sobre sus hombros. Una sonrisa repleta de maldad se hizo ver en su rostro de inmediato. Estaba disfrutando ver mi dolor, amaba el verme sufrir al igual que a Gokudera-kun- Byakuran -Pens que gema su nombre as que aceler el ritmo y dentro de poco termin en mi interior. Lo mire, totalmente aterrado y el sali de m, me observo y me dejo en el suelo, acomodndose las ropas que anteriormente el mismo haba tenido que retirar de su cuerpo para cumplir con sus ms ntimos deseos; dejarme en ridculo frente a mi mejor amigo y deshonrar mi cuerpo como nunca antes alguien haba logrado.- Por qu?-por qu? preguntas -Respondi Mukuro.- Porque eres muy inocente, Sawada Tsunayoshi. Volvi a tomarme del cabello y me oblig a levantarme del suelo con mis propios pies, no sin antes arrancar un par de mechones de mi cuero cabelludo. Mis piernas temblaban al igual que lo dems en mi cuerpo, mis ojos seguan derramando lgrimas y ahora por mis piernas se escurran dos sustancias. El anterior semen del albino y la sangre que haba causado su abrupta intromisin en mi cuerpo- Que bella vista no crees, Mano derecha-kun? Gokudera-kun se mordi los labios, y desvi la mirada, era obvio cuanta impotencia senta en ese momento- Si hubieses sido un mejor guardin tal vez esto no le estara ocurriendo a tu querido Juudaime, Kufufu~ -Mukuro me solt, dejando que mi cuerpo cayese de sentn al suelo. Lo observe y me estremec cuando de la nada comenz a desabrocharse el pantaln- Me toca a m... creste que no causara nada en m el ver sexo vivo y en directo? Sac su miembro lentamente mostrando as su semi ereccin- No soy de piedra, Tsunayoshi-kun Sonriendo ladino me tomo nuevamente de los cabellos y oblig a abrir la boca- deberas decir Itadakimasu Y en eso adentr su miembro en mi boca, movindose dentro de la misma.-Casi me ahogo debido a la desesperacin con la que se adentraba en mi boca. La humedad en la misma le causaba demasiado placer, ms a mi no me causo ms que asco y repulsin. A menudo golpeaba mis amgdalas, causando as un fuerte deseo de querer vomitar. Lo sac repetidas veces tan solo para golpear mi rostro con l, jadeando suave por los movimientos de mi boca que inconscientemente le daba gozo. Como nunca haba hecho tales actos, si querer, mord su hombra sin mucha intencin lo cual provoc que se pusiera ms que furioso, retiro su sexo de mi boca y pronto me golpeo el rostro y pateo mi cuerpo, dejndome recostado sobre el mismo.

- No quieres hacerme caso? Pregunt como si realmente fuese a responderle- Pues no ser de que quieras, Tsunayoshi-kun Me levant del suelo y puso de cuatro patas en el suelo, me recargue con mis antebrazos y lo nico frente a m era el cuerpo de Gokudera-kun arrinconado en la habitacin con la mirada fija en m. Mukuro Alz mi trasero y pronto me penetr. Pegue repetidas veces mi cabeza contra el pavimento, dejndola sangrar, mientras mi raptor se encargaba de darse placer a s mismo con mi cuerpo. Rasgu mi espalda y dejo una inmensa variedad de moretones alrededor de mi cuerpo. Los rasguos comenzaban a arder como nunca antes y los moretones me seguiran doliendo hasta semanas despus ms no importaba ahora, ni siquiera sabamos si sobreviviramos a todo eso. El ilusionista no tard en hacer de las suyas y pronto coloc una correa en mi cuello. Se levant e hizo lo mismo que hace un rato, adentr su sexo en mi boca y como si estuviese tratndose de mi trasero me penetr una y otra vez, casi ahogndome con cada movimiento. Saliva escurra por la comisura de mis labios. Estaba cansado de ser lastimado, de ser penetrado por cualquier hoyo visible en mi ser y sobretodo de ser un juguete para aquellos dos villanos. Una vez Mukuro termin dentro de mi boca provoc que quisiera lanzar aquella sustancia en mi cavidad bucal lejos, tirarla cual vomito, expulsarla de mi cuerpo, ms unas palabras me detuvieron.

-Tmatelo Mukuro murmuro, sonriendo cual villano de pelcula mientras se esperaba a que me tragara su semen. Lo observe y llorando un poco ms trague todo lo que pude, derramando otro poco por mis labios y dejando que fuese a mi pecho- Muy bien, Tsunayoshi-kun Si continuas as me asegurare de ser amable contigo -con su diestra acarici un lateral de mi rostro, ms dentro de poco golpeo el mismo- Me gusta ms verte lastimado perdn, podras hacerte masoquista? Una dulce sonrisa se poso en sus labios y acomodo sus ropas como si nada. La habitacin estall en carcajadas provenientes de Byakuran, haba escuchado todo el monologo de Mukuro y se haba echado a rer como siempre. Yo me quede sentado en el suelo, esperando poder librarme de aquella soga que mantena mis manos unidas y fuertemente sujetas la una a la otra. Me recargue en la pared y trate de tranquilizar mi corazn. Hasta ese momento lo nico que saba es que continubamos dentro de la mansin Gesso. La puerta no tena cerrojo por dentro. Ya era de noche fuera pues Byakuran estaba bostezando del sueo y segua sin haber nadie fuera del lugar ya que durante todo el rato ah no se escucho un solo ruido de pasos o cuchicheos. Maldije mi suerte y observe a Gokudera-kun, jurara que estaba a punto de sufrir un colapso mental pues no haca nada ms que mirar de un lugar a otro en busca de una escapatoria. Mi cuerpo temblaba aun por las recientes acciones de nuestros raptores y la mirada que siempre mantena en alto ahora apagada estaba, viendo a un punto vaci dentro de la habitacin. Lo nico de lo que me haba dado cuenta fue que durante al menos un rato Mukuro no despego su mirada de mi cuerpo sudoroso y ensangrentado; guardando sus ganas de hacerme sufrir ms, de hacerme llorar y suplicar por un perdn que ciertamente no mereca ya que yo no mereca esto.