APORTES A LA FORMACION DE TRABAJO SOCIALREVISTA, INSTITUTO DE INVESTIGACIONES

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA No. 21 2002

El trabajo social ha tratado de dar carácter técnico profesional a una práctica social nunca extinguida, que tiene una orientación ética. Este ha sido uno de nuestros puntos d partida en el intento de explicar esta disciplina que trata de abrirse camino en el campo de las ciencias sociales aplicadas. Parece procedente detallar ahora cuales son esos fundamentos que informan el trabajo social cual es su procedencia y como se ha concretado en el conjunto de conocimientos.

Toda práctica se fundamenta en una teoría y toda teoría responde a una concepción de la realidad a una representación ideológica del objeto. Por tanto los estos relativos a trabajo social contienen expresas o veladas referencias a estos aspectos, aunque su finalidad declarada sea la explicación de métodos de acción. En este capitulo vamos a extraer de sucesivos textos de ideas nucleares que fundamentan el trabajo social, y a descubrir las líneas que se han mantenido comunes o uniformes a través del tiempo pues consideramos que de este modo, se puede llegar a comprender que es y en que consiste esta disciplina.

Por tal razón, no empezaremos con una definición, ni siquiera por un contraste de definiciones formales del trabajo social. Intentamos esta otra vía que las nociones sobe la naturaleza del trabajo social pueden ser valoradas a la luz d los aspectos ideología y teórico que os disponemos a analizas.

Cada ideología es propia de un contexto social. Hay una ideas del porque y como deben ser atendidas ciertas necesidades sociales que se fundamentales en una determinada concepción del mundo, del ser humano y de las interrelaciones que dan lugar a una imagen de los deseable.

Construyendo nuevas formulaciones, es decir los llamados postulados o principios que se manejar en los procedimientos lógicos en diversas ciencias. Toda disciplina debe definir su objeto esto es los asuntos por las que se interesa. El hombre y el colectivo y hombres que conforman una sociedad es materia común del estudio aplicado.

LOS VALORES Y LOS FINES DEL TRABAJO SOCIAL

Entendemos por ética una forma de organizar las conductas que obedece a alguna razón. Esta razón puede estar afuera, es decir ser un principio anterior y superior al individuo, emanado de algún tipo de autoridad moral, pero también puede ser decisión de uno mismo.

Hablemos de una ética, utilitaria, perfeccionista, evolucionista, religiosa, individualista, social etc. Asimismo hay éticas de los valores en la que se combinan la consideración de normas socialmente compartidas o impuestas, con las exigencias de la propia persona.

Las éticas pueden ser diversas:

Que sean ampliamente compartidas o bien particulares de estos círculos concretos.

Que los individuos participen de los distintos códigos éticos (en virtud de su pertenencia a diferentes ámbitos de la vida social);

Que actúen conforme a su personal escala de valores (en consonancia con la relativa autonomía moral).a pesar de esta pluralidad de comportamientos hay un magma común de normas morales y virtudes que aun no siendo muy sólidos permiten distinguir el bien del mal.

Nos interesa señalar esa parte de ética compartida que podría ser el fundamento de las conductas.

Entre las primeras contamos con la fraternidad y solidaridad como actitudes deseables y por tanto, éticas de los hombres hacías otros hombres.

La fraternidad es una pauta de no reciprocidad significa hacer por los demás, mirar por los demás compartir.

La solidaridad se emplea en el lenguaje cotidiano para referirse a acciones que, con frecuencia, engloban conductas tanto

solidarias como fraternales, es una pauta de reciprocidad que quiere decir estar adherido a las causas de otro u otros. En ningún caso ambos persiguen una recompensa o pago. Ambas son consecuencias de la necesaria unión entre los miembros de la tribu para defensa frente a elementos extraños.

El trabajo sociales ubica en el nivel institucional sustituido por el domino normativo de las pautas sociales de reciprocidad, la moral autónoma de cada individuo pues contener el valor ético positivo que es la compasión, como capacidad de sufrir con los otros.

Por tanto son motivaciones éticas (fraternidad, solidaridad y compasión) que traducen ayuda a los demás la ayuda así fundamentada, practicada y repetida una y ora vez.

Su fin es un propósito, una meta final o una finalidad. La idea superior de que dirige la actividad el meta valor que conduce a la acción. En si la ética es el conjunto de compartimientos que se orientan de un modo determinado en virtud d ciertas creencias primaria, sea esta religiosa o laicas.

Asimismo podemos inferir tres rasgos de valoraciones que denotan los fines:

a) Las concepciones de la vida socia de las que la disciplina ha participado.b) La identificación o conflictos con el orden establecidos c) La asunción o recha del papel de mecanismo que colabora en el mantenimiento de es

orden, como instrumentos de resocialización.

En todo caso los fines cumples una función de legitimación de la intervención de justificación de la necesidad de la misma que se suponen comunes al conjunto social que la intervención del trabajo social siempre aparece como imperativo social, derivado tanto del sentido de responsabilidad del colectivo respecto a los individuos desajustados como de las insuficiencia y defectos del sistema social.

Los sendos de justificaciones:

a) El desajuste individual justifica la intervención con la finalidad de restablecer el equilibrio y mantener el consenso,

b) El desajuste estructural justifica la intervención para superar los impedimentos y propiciar el cambio.

Ambos casos la garantía de validez busca reforzarse con el recuso al cientifismo y a la técnica como componentes de la intervención profesionalizada.

La actualidad e estos valores antiguos valores en postmodernidad de finales del siglo xx ha sido puesta de manifiesto, desde una perspectiva ensayos muy recientes en la que se define al humanismo moderno.

EN EL PRAGMATISMO

Los trabajos de Mary E. Richmond significaron el primer intento de proporcionar una fundamentación teórica y una sistematización n la practica del naciente trabajo social profesionalizado. Su mayor preocupación era definir la naturaleza y el contenido del trabajo social de casos individuales asimismo nos proporciona nociones importantes acerca del fundamentos ético-ideológico del trabajo social, de sus fines y de los objetivos concretos en que se traducen tales fines nociones todas que vamos a exponer continuación.

Mary E. Richmond: hacer progresar a la especie humana tornando mejores las relaciones sociales; el bienestar permanente del individuo y la sociedad y la lucha por el mejoramiento de las condiciones de existencia del género humano. Todo ello parece apuntar a meta valores consistentes en una profunda fe en las capacidades del ser humano en su naturaleza bondadosa y

en su necesidad de realización como ser social, esto es lo que justifica la intervención de un elemento externo a individuo en dificultades: les ayuda a hallar o a recuperar el equilibrio con su medio.

EL ENFOQUE PSICOLOGICO

Los representantes que destacan esta tendencia son, entre otros Gordon Hamilton y Helen Harris Perlman. El primero considera que los fines están ligados indisolublemente a los medios en las ciencias humanísticas y que en el camino para conseguir esas metas los valores deben ser escrupulosamente respetados, por lo que los valores que deben alcanzarse se convierten ellos mismos en parte de la disciplina y de los propios métodos. Los valores que reiterativamente aparecen en Hamilton son valores democráticos, de humanismo y ética cristianos.

La misión del trabajo social es lograr que el individuo participe plenamente en su propia socialización. Hamilton considera que el trabajo social es radical en sus finalidades y que ira más allá en la asistencia o ayuda a los semejantes, puede encontrar obstáculos y resistencias en la sociedad establecida.

Helen H. Perlman, influida por las aportaciones al conocimiento del compartimiento humano procedente del psicoanálisis. Centra toda su atención en la capacidad de desarrollo de habilidades por parta de esta para adaptarse al entorno cuya preponderancia como informante e los valores deseables es expresamente reconocida. Destaca con fin del trabajo social la capacitación y formación del individuo para afrontar con mayor eficacia sus problemas de ajuste social. Tratada en concreto por M. Richmond, a saber: la noción de una finalidad pedagógica, de educación o reeducación de las personas. Como objetivos ayudar ala individuo a comprenderse a poner en juego sus facultades de adaptación.

Por otra parte H. Perlman opina que los hombres tiene una originaria desigualdad de facultades y encuentran asimismo desiguales oportunidades para desenvolverse en la vida así para el trabajo social también será una finalidad hacer accesibles a los hombres las oportunidades de que de otro modo estarían desprovistos.

LA TECNIFICACIÓN

Gisela Konopka es una conocida especialista en el método de trabajo social de grupo. De la definición que recoge en una de sus publicaciones respecto a este, podemos deducir cuales son los fines que considera.

“el asistente social de grupo les permite a varios tipos de grupos que funcionen de tal modo que tanto la interacción grupal como el programa de actividad contribuyan al crecimiento del individuo y al desarrollo de metas sociales deseables”

Esos fines de crecimiento individual y de desarrollo de metas sociales se inscriben en las metas generales del trabajo social que para esta autora, tiene sus raíces en valores religiosos y humanistas.

Konopka dice, para trabajador social, “que los individuos y el grupo funcionen como un todo, tomen conciencia de su potencial para conducir sus intereses por si mismo”

De nuevo aparece como fin la capacidad y el fomento de la autonomía.

Los tipos de fines que hemos señalado se corresponden aproximadamente a la elaboración de objetivos para el trabajo social de grupos que presenta. N. kisnerman, quien comparte criterios con Boehm y de Wolfe. Estos se resumen en:

Restaurar de forma optima el funcionamiento de las relaciones sociales. Acción curativa o rehabilitadora.

Prevención de problemas relacionados con la interacción social. Provisión: movilización de la capacidad latente del individuo y del grupo; reorganización

de ellos recursos sociales existentes; creación de recursos individuales y sociales para favorecerse la interacción.

El enfoque fundamental de este método es dirigir la actividad a la comunidad como un todo; así, M. G. Ross afirma que para el trabajador social, “el fin a largo plazo, fundamental y dominante es crear en la comunidad la capacidad de funcionar como una unidad respecto a sus necesidades, problemas y objetivos comunes”

Considera que el contexto en que actúa el trabajo social (individuo, grupo o comunidad) condiciona los procesos a desarrollar, y requiere de ciertas matizaciones respecto a la formulación de principios y fines, aunque es amplio el espacio común en los tres métodos. Así, para el, los objetivos de los “métodos de trabajo social” o metas de los mismos, son:

la desaparición de impedimentos al desarrollo. la liberación de potencialidad. el uso total de recursos internos. el desarrollo de la capacidad para manejar la propia (del individuo, grupo o comunidad). la manera de funcionar como unidad integrada.

Otros autores hacen reflexiones críticas semejantes, y suelen también proponer ese recurso al conocimiento y la técnica, como antídoto de unas prácticas generadoras de dependencia.

LA CORRIENTE DIALÉCTICA

En la corriente crítica se cuestiona los fines tradicionalmente atribuidos al trabajo social. También se pone de manifiesto que estos fines están orientados por la ideología dominante, propia del sistema social en el que se producen, aceptándose en consecuencia, como premisas fundamentales, la bondad del sistema y la necesidad de mantenerlo.

Todo ello supone que el trabajo social, aunque formule fines genéricos elevados y abstractos, tenga como finalidad verdadera, la de controlar los comportamientos humanos. Dicho en otros términos: que el rol institucionalizado del trabajo social sea de servir de instrumento de control por parte de la sociedad, que es la que atribuye dicho papel.

La introducción de la perspectiva dialéctica supone, como ya hemos explicado, una importante aportación aclaratoria del sentido y fines del trabajo social: ¿debe este dedicarse a la adaptación del hombre al medio, o es el medio el que debe transformarse para que el hombre se encuentre adaptado?

La postura de los reconceptualizarlos debe entenderse a la luz del análisis atento que hacían de su realidad circulante; además, no están libres de esa visión autocentrica, mesiánica y salvífica, que muchas veces ha acompañado al trabajo social. Todo lo cual los levo incluso a considerar que el trabajo social tendría que asumir como fin de un proceso revolucionario de liberación de las clases oprimidas. Las citas de diferentes autores de esta etapa a la vamos a referirnos a continuación, corroboró lo que afirmamos.

Como herencia más inmediata del trabajo social norteamericano –introducida a través de los programas de desarrollo promovido por organismos internacionales surgió la concepción del trabajo social como “ingeniería social” esto es, como una forma de intervención en la realidad humana, cuyos fines están relacionados con medidas de bienestar social o de desarrollo, y cuya aplicación se fundamenta en conocimientos científicos en la sociedad, de los comportamientos humanos y de la propia intervención.

DEFINICIONES DEL TRABAJO SOCIAL

1. AUGUSTO MICHAUD

“El trabajo social es la tecnología que hace una praxis de los conocimientos de las ciencias sociales, orientadas al bienestar social a través del mejoramiento del medio y la incorporación de los individuos, procurando un hombre participante de un medio social que constituya un marco adecuado a su desarrollo pleno”

2. ANA OTTENBERGER

“Intentar la modificación o la supresión de los factores que entorpecen al desarrollo de los seres humanos, además, las situaciones que llevarían a esos problemas”.

Los fines de transformación de la realidad y el enfoque dialectico en el análisis quedan aun más de manifiesto en la definición que reproducimos a continuación:

“El servicio social, como praxis social, tiende a promover en el hombre una conciencia crítica que le permita realizar su vocación ontológica del mundo a través de su propia superación. Al tener el servicio social esta

finalidad, deberá, por una parte, tener una concepción del hombre y del mundo que le permita actuar con una decidida voluntad de cambios y, por otra, utilizar técnicas que le permita operacional izar su acción”

LA LIBERACION: tiene en los diversos autores iberoamericanos, una dimensión de proceso de ruptura con formas de dominación y dependencia, de proceso continuo de realización de las personas, y de proceso dialectico de acción y reflexión sobre la realidad de los trabajadores sociales.

LA REFLEXION SOBRE LOS FINES EN ESPAÑA

Hacia finales de la década de los sesenta (60) y primeros de los setenta (70), la noticia de los aires renovadores y críticos que se producían en Iberoamérica, así como la naciente mirada de los países europeos, creaban inquietud entre los profesionales de nuestro estado. Era la necesidad de transmitir los conocimientos a los profesionales en proceso de aprendizaje lo que estimulaba la búsqueda de contenidos coherentes y validos, ajustados a realidades propias, puesto que toda actividad es producto de una sociedad y de un momento histórico, y la visión del mundo, compartida por la sociedad española, estaba cambiando.

FEEISS: Federación Española de Escuelas de la Iglesia de Trabajo Social.

Manresa (Barcelona) septiembre 1971

Los Negrales (Madrid) septiembre 1972

Para concluir este recorrido por la literatura, vamos a reproducir la formulación que quedó recogida en las actas de este seminario, respecto a la finalidad del trabajo social:

“Se acepta como finalidad y objeto general de trabajo social:

Contribuir al desarrollo de la persona, especialmente en su interrelación social.

Influir en las estructuras e instituciones para el cambio social.

Postulado: Es una proposición fundamental para un sistema deductivo que no es, como axioma, evidente por si misma y no puede, como el teorema, ser demostrada.

Un principio es cualquiera de las primeras proposiciones o verdades por donde se empieza a estudiar las facultades y conforma los rudimentos o fundamentos de ella.

Postulados y principios pueden considerarse equivalentes, y viene a representar las proposiciones iníciales que, por más que sean imperfectas, son sometidas a comprobación y contraste, desechadas o conformadas provisionalmente y, en todo caso, constituye la base de ulteriores desarrollos orientados a la elaboración de teorías.

En el trabajo social, los postulados y principios han tenido el carácter de axiomas, es decir, han sido dotados de autenticidad incontrovertible, cuyo origen nunca ha sido explicado. Por otro lado postulados y principios suelen citarse como gran parte como fines en el ámbito ideológico y legitimador de conductas profesionales, que se abrazan como una fe y se convierten en artículos de una especie de código moral prescriptivo.

Los principios y postulados se encuentran entre ideológico y teórico, los principales principios involucrados que vamos a examinar son:

La dignidad de la persona humana y la consideración de su vida como bien de gran valor.

La perfectibilidad del ser humano. La responsabilidad del seres humanos sobre otros. La importancia intrínseca del alivio del sufrimiento, de alentar el amor y contener

el odio, de reducir el temor y la ansiedad.

IGUALDAD Y DIFERENCIA

Mary E. Richmond examino el principio del trabajo social que esta autora cita como pautas por las que puede guiarse, a su juicio, el quehacer profesional.

Richmond agrupa aquellas en dos rubricas generales, correspondiente a la comprensiones y a las acciones, comprensión

de la igualdad y comprensión del medio, acción directa sobre la mentalidad del cliente individual y sobre el medio social.

La autora señala dos elementos como principios recortes del mismo.

1). La consideración de la personalidad individual, factor diferenciador de unos hombres respetos a otros, pero, a la vez, elemento que une al hombre con otros hombres, y con todas las agrupaciones e instituciones que los hombres han creado.

2). el medio ambiente, factor fundamental en el desarrollo de la personalidad, pero que no siempre ofrece las condiciones para ellos. Por lo que no solo la adaptación del individuo será lo adecuado, sino también el cambio del propio medio.

La diversidad en la igualdad lleva a esta autora a afirmar que realizar cosas diferentes para personas diferentes y por personas diferentes es una condición necesaria en un programa realmente democrática.

Democracia es un concepto clave de Richmond como inspiración y modelo de conductas, como depósito y expresión de valores humanos compartidos y como regulación de la vida social.

Principios que van desgranando en las condiciones de su social: Los seres humanos son independientes. Los seres humanos son diferentes uno del os otros. Los seres humanos no son animales domésticos independientes. La pasividad los

disminuye.

Gordon Hamilton, cuyo libro teoría y práctica del trabajo social de casos.

Las axiomas son: el mejoramiento del hombre es la meta de toda sociedad, a medida que se logran desarrollar los recursos económicos y culturales de u n grupo social, el estándar general de vida mejora progresivamente; la educación que tiende a elevar el nivel físico y mental y el bienestar de las gentes debe ser ampliamente promovidas.

La aplicación de esto Hamilton reconoce el derecho de cada uno d gobernar su propia vida, a gozar libertad y a buscar la felicidad, según su propio modo de entenderla, como parte de un código ético profesional.

Hamilton afirma que la ayuda es más efectiva si quien la recibe participa activamente y de una manera responsable en la ejecución del procedimiento.

Gordon Hamilton define el trabajo social de casos:

El individuo y la sociedad son independientes: Las fuerzas sociales ejercen influencias sobre el comportamiento y actitudes,

proporcionando oportunidades para el desarrollo propio y contribuyendo el bienestar del mundo en que vivimos.

El cliente es un participante responsable en cada uno de los pasos que conducen a la solución de los problemas.

ALGUNOS CABOS SUELTOS

Helen Harris Perlman nos proporciona ejemplos de propuestas teóricas no etiquetadas como postulados, que han quedado como la asunción de los principios psicológicos y resaltan los aspectos capacitadores del trabajo social y el papel de la oportunidad que se ofrece al sujeto.

El desarrollo social del ser humano son la utilización de sus propios poderes y facultadas para tratar las personas y situaciones que se representan, y la presencia de oportunidades favorables en su ambiente social.

La autora se intereso de los conocimientos psicológicos para la práctica del trabajo social, describe la relación del trabajo social y el cliente individual, cuya justificación y validez explica las proporciones como:

“Las relaciones vitales entre personas aparecen en situaciones compartidas y que lleva cierta carga emocional”

“Toda relación que fomenta el desarrollo, y entre ellas las relaciones de “casework”, contiene elementos de aceptación y expectación, de apoyo y estimulo”

“La señal distintiva de una relación profesión en su intencionalidad consciente, basada en el conocimiento de lo que se debe hacerse para alcanzar el objetivo”

“La relación de “casework” se inicia en el momento en que el cliente da participación en su problema, y el especialista en “casework” demuestra que simpatiza con el cliente y que, al propio tiempo, posee la competencia profesional necesaria para tratar el problema”

UN CATALOGO MORAL

Natalio kisnerman ofrece un ejemplo de los principios del trabajo social como norma básica de actuación. Tales principios, no exclusivo del grupo, sino comunes al trabajo social en general, los relaciones del modo siguiente:

Individualización.

Aceptación autentica de cada miembro. Establecer una relación intencionada de ayuda. Estimular relaciones positivas y cooperativas en el grupo. Flexibilidad apropiada en el proceso del grupo. Uso cálido, humano y disciplinado de si mismo por parte de la asistencia social.

El autor los califica de hipótesis, esta relación representa un conjunto de mandatos éticos prácticos, entre los que se incluye la actitud deseada en el profesional.

VALORES, TEORÍAS Y EXPERIENCAS.

M. G. ROSS en su Organización Comunitaria nos ayuda también a ilustrar los distintos alcances de los principios y postulados del trabajo social, supuestos que son básicos de la organización comunitaria, el autor describe los puestos de valor, el diagnostico de la vida comunitaria y los supuestos referentes al método en trabajo social en la comunidad.

Existen tres apartados que se corresponderían, respectivamente, según la distinción que desarrollo.

Principios éticos: los supuestos de valor. Principios como hipótesis para la acción: el diagnostico. Principio como traducción del catalogo moral unido a los conocimientos

procedentes de la experiencia, la intuición o las ciencias: lo referido al método.

El valor en trabajo social es una del los componentes de una estructura de preferencia, es decir, una elección de lo que se considera bueno y deseable desde una posición.

M. G. Ross, califica los artículos de fe:

Dignidad y valor ético del individuo. Capacidad de manejar su vida. Libertad de expresar su individualidad. Necesidad de luchar y esforzar para mejorar su vida. Derecho en ayudar en momento de crisis. Derecho de participar en los asuntos de su comunidad. Esta es la orientación de valor que el hombre se enfrenta en su comunidad y en su

vida.

El análisis sociológico: tecnología y cambio, urbanización.

La psicología social: tendencia de los grandes grupos; sociedad de masa.

Experiencia en proceso de ayuda: desarrollo y mantenimiento del área común de experiencia, freno al desarrollo personal.

Ross aplica ambientes por lo que la estructura de referencia, es diferente según se trabajo con un individuo o con grupo o en una comunidad, influyo los métodos domo:

Suponemos que las comunidades de personas pueden desarrollar la manera de tratar sus problemas y de hacer frente a sus necesidades.

Que las personas desean cambiar y pueden hacerlo, aunque las fuerzas sociales se creen barreras que producen pasividad e inhibición.

Que la democracia exige participación, lo que requiere un aprendizaje en las personas.

Que la gente debería tener oportunidad para organizar en los posibles sus propias comunidades y conseguir sus propios fines comunes.

EL PAPEL DE LA FILOSOFÍA.

La crítica de los mismos, como vehículos ideológicos de la sociedad cuando se criticas los fines tradicionales.

Herman c. Kruse se intereso en la filosofía como fuente en trabajo social, identifica la filosofía con el habito del pensar sobre el por qué y la naturaleza de las cosas, y encuentra que no es habitual para el trabajo social.

Filosofía del siglo XX y servicio social (1969) señala que los principios básicos del trabajo son recetas que han permanecido inamovibles y que se puede comprobar ciertas corrientes filosóficas que destaca el empirismo lógico o neopositivismo, el marxismo y el existencialismo, acompañadas de la antropología psicoanalítica que se manifiesta en psicologismo que invadió la profesión a partir de la década a los años veinte de nuestro siglo.

En su libro dedicado a la teoría del trabajo social, y al comentar el documento de Araxá.

Los participantes de Araxá destacaron que faltaba en la teoría del servicio social una visión propia de los universales de la condición humana, razón por la cual el cuadro de valores que rodeaba el concepto de hombre no podía ser otro que de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Existe distintas definiciones del objeto del trabajo social que se hallan en: El Individuo y una determinada Clase de Individuos; Ciertas situaciones que sufren los individuos; las necesidades sociales como tipo especifico de situación y los problemas sociales.

EL INDIVIDUO Y LA SITUACION

Swithum Bowers, en 1950, realizó un análisis del objeto basado en 30 definiciones de trabajo social, que se habían publicado a lo largo de más de 30 años. Las situaciones a las que llegó fueron:

El Objeto:

Cualquier Individuo: en éste se encontraría toda persona que demanda ayuda al asistente social.

Una Clase Particular de Individuos: ésta se refería a una persona desordenada socialmente, una persona con problemas o un enfermo social.Bowers concluye que el objeto del trabajo social es “el ser humano en su situación total”.

Para Gordon Hamilton el acontecimiento humano esta constituido por una persona y una situación; estas están relacionadas ya que no se puede separar los factores externos de la significación que estos adquieren para la persona, y no puede tratar a la persona sin tener en cuenta (además de sus características particulares) las condiciones del medio en que se desenvuelve.

Para Perlman el objeto del trabajo social se basa en los problemas interpersonales en los que la persona puede ser ayudada a restablecerse como ser social.

NECESIDADES SOCIALES COMO OBJETO DEL TRABAJO SOCIAL

El objeto del trabajo social se basa en necesidades-recursos: las necesidades de asistencia social y los recursos de la comunidad.

También se destaca la importancia de las necesidades inmateriales: la precariedad y la falta de calidad en las relaciones interpersonales que se manifiesta en la soledad de los ancianos; el

desarraigo de los jóvenes; la incomunicación entre los adultos atrapados en el juego trabajo-consumo.

EL RECONOCIMIENTO DE LA TENSION DIALECTICA INDIVIDUO-SOCIEDAD

Boris A. Lima estima que lo que le interesa la trabajo social es aquella persona encarnada en una estructura de clases, que es la que genera los conflictos, las desigualdades y los problemas sociales.

Gracias a Boris irrumpe con fuerza la idea siguiente: la estructura social es el principal factor causal de los problemas que afectan a las personas.

Herman C. Kruse dice que el objeto se sitúa en torno a los problemas sociales, y nos ofrece la síntesis:

Para unos, el objeto del servicio social es la repercusión en las personas de los problemas sociales. Para otros, el objeto del servicio social son los problemas derivados de la sociopatología o de la situación de dependencia y subdesarrollo. Obviamente, de una y de otra posición se derivan modos distintos de encarar la acción del servicio social.

INTENTO DE CONSTRUIR UNA TEORIA DEL OBJETO

N. Aylwin plantea la posibilidad de definir el trabajo social en términos de problema social. Por tanto, considera que “para el desarrollo del trabajo social como disciplina es necesario entonces construir su objeto superando la noción común de problema social, formada a través de la sola práctica.

Aylwin expresa el “problema” como un obstáculo para la obtención de una meta e implica una relación entre un sujeto y un objetivo, y entiende por “problema social” la dificultad existente en una sociedad para satisfacer las necesidades básicas de sus miembros.

La génesis del problema se encuentra en las estructuras económica, sociopolítica y cultural del sistema social global.

-En al perspectiva económica, los problemas sociales se ubican en aquellas capas sociales que no tiene capacidad económica para satisfacer sus necesidades en el mercado.

-En la sociopolítica, los problemas sociales se generan

cuando la organización social impide o dificulta la satisfacción de necesidades de autonomía, logro y participación.

-En la cultural, los problemas sociales se relacionan con la privación sociocultural.

Aylwin concluye que el objetivo es el de dar satisfacción a las necesidades sociales.

Según Teresa Zamanillo, existe una definición rigurosa del objeto de trabajo social:

El objeto del trabajo social esta compuesto por todos los fenómenos relacionados con el malestar social de las personas, ordenados según su génesis y su vivencia.

-Según su génesis: la estructura de los problemas sociales delos individuos que dan lugar a situaciones de pobreza privaciones morales, sociales y culturales, dependencia y cualesquiera otras que bloquean su autonomía.

-Según su Vivencia: padecimiento del malestar que provoca perturbaciones en sus distintas esferas de relación social, familiar. Laboral y comunitaria.

En otras palabras, el trabajador social se convertiría en un sensor o detector de necesidades y conflictos; con independencia de cómo fueran vividos estos por los individuos, el profesional se vería obligado a aplicar indiscriminadamente los recursos.

OBJETO GENERAL DEL TRABAJO SOCIAL:

El objetivo es lograr el pleno desarrollo de las personas en su ámbito social.

Objetivos.

1. Impulsar la promoción y defensa de los derechos humanos.2. Fomentar la practica de los valores humanos en individuos, grupos y comunidades3. Estudiar críticamente la problemática económica social, cultural y ecológica,

aportando soluciones afectivas a las necesidades del problema.4. Contribuir en el estudio y elaboración de políticas sociales5. Realizar investigaciones sistemáticas de la realidad, cuyos resultados amplíen el

conocimiento de ésta y sirvan para orientar la acción del trabajo social.

6. Promover la organización y participación de la población mediante prácticas democráticas.

7. Promover el desarrollo integral de individuos, familias, grupos y comunidades.8. Sistematizar experiencias teórico-prácticas, que permitan la retroalimentación de

procesos de intervención a nivel individual, grupal y comunal.

Hemos visto como la ayuda de los demás (“una práctica social nunca extinguida”) dio lugar a lo que hoy se entiende como trabajo social: Una disciplina que a buscado con ahínco su objeto de estudio y una profesión con un cuerpo de técnica y de métodos que es perfeccionados sin cesar. Este proceso (conceptual y práctico) forma parte de la evolución experimentada por la división social de trabajo, así como acompaña a su desarrollo a cuantas parcelas del saber humano se relaciona con la del trabajo social.En este apartado se presta atención al lenguaje que esta disciplina crea y utiliza a lo largo del tiempo.

El trabajo social como cualquier otro material, primero identifica la parte de la realidad por la que se interesa y, después, selecciona las entidades principales de su objeto, para, por último, definir las relaciones entre estas características. Surgen así los conceptos como significado de los hechos, como productos elaborados como una experiencia compartida y como conjunto de instrucciones relativas a la definición de los hechos. Los términos con que se expresan estos conceptos adquieren una definición diferente y propia para los que comparten este saber específico, que no es conocida ni compartida por los ajenos de la misma. Por eso, el establecimiento de un sistema se asemeja a un sistema de lenguaje común.

El dominio de este lenguaje constituye parte de las señas de identidad de los lisiados de la disciplina en cuestión. Como controladores de un conocimiento y una actividad, estos desarrollan los que Berger y Laman denominan su universo de significado hermético y poco accesible a los profanos, sirven de refuerzo de su conocimiento como especialistas en el campo, así como de apoyo a la eficacia de su acción.

Cada término de este lenguaje denota como decimos, cierto significado sobre el que existe consenso suficiente entre los usuarios del mismo, pero los vocablos empleados tienen también un significado dentro de otros marcos de referencia. De ahí la importancia, para todas las ciencias disciplina de definir – y, en su caso, redefinir – expresamente los significados de los términos que utiliza y los componentes del sistema de conceptos construidos.

El trabajo social no escapa a estas líneas generales, antes al contrario, quizá por su juventud y falta de otros elementos diferenciadores, busca cierta afirmación en el manejo de una jerga cuya significación pueda semejarse a la sicológica la clínica e incluso a la jurídica y económica. Sus connotaciones tienen un valor especificado en trabajo social,

refiere a unos códigos éticos vigentes desde antiguo e incrustados en la esencia de la disciplina, unas pautas de acción suficientemente generalizadas. El diccionario de trabajo social (segunda versión revisada 1988) de Ezequiel Ander–Egg contiene 1.318 términos habituales de este campo. Es la única obra de este estilo escrita directamente en castellano. En palabras de su autor, se trata de registro literario (…) de la jerga de trabajo social de los países de habla

castellana entre 1970 y 1981 en la que eran comunes además de términos específicos de trabajo social, otros de la sociología, sicología, antropología cultural, etc., usados con mucha frecuencia junto a aquellos.

Nuestro propósito es de tenerlos en el sentido y la dimensión que ciertos términos adquieren en trabajo social, completando de este modo nuestra expresión de apartados precedentes. Afín de ordenar su presentación, hemos agrupado los conceptos seleccionados, en 3 categorías, a saber: el agente, el cliente, el ambiente o medio social.

El Agente: por ser poseedor de un especial saber y hacer, y productos, por tanto, de lenguaje particular que maneja en su práctica.

El Cliente: por ser el elemento (individuo particular, grupo de personas o colectividades) con el que el agente actúa y establece una relación profesional.

El Ambiente: en cuanto condicionante del segundo, y por volver a en los términos revalorados y redefinidos por el primero, ahora ya con un determinado sentido e intención.

En el primer grupo, además del concepto que le da nombre hemos incluido: aceptación, ayuda capacitación, comprensión, concienciación, individualización, y motivación. Estos constituyen características o exigencias de su actuar. En el grupo del cliente, veremos también los conceptos de auto ayuda auto determinación, bienestar, malestar, necesidad, y participación. Relativos al ambiente o medio. Veremos adaptación, ajuste, integración, cambio y recurso.

EL AGENTE

El agente es que actúa con la capacidad de causar un efecto. El agente en trabajo social es el asistente social o trabajador social, al que también se aluden en textos especializados (sin duda, abusivamente) como “el profesional”. Y el asistencia social como uno de los “agentes de desarrollo” o de “la acción social”.

Por tanto, agente es todo aquel que hace algo que tiene un efecto, establece la relación dirigida a instaurar en proceso de ayuda psicosocial.

La expresión “asistente social” tiene mas antigüedad en castellano que la de “trabajador social”;

Esta última proviene de traducir literalmente del ingles “social worker” y comenzó a usarse al entenderse que “asistente social” tenía un significado asistencia.

AyudaSignifica apoyo, auxilio, cooperación o socorro, acciones todas ellas que benefician unos y otros.La ayuda que se pretende prestar en trabajo social va dirigida a la superación de una situación insatisfactoria. Para ellos se utilizan la habilidad técnica, las posibilidades del ayudado (persona o colectivo) y los medios disponibles.La ayuda material es válida siempre que se aplique como parte de un tratamiento social.

Aceptación

Significa situarse ante los demás recibiéndolos tal y como son, lo que no equivale a aprobar de su comportamiento, si no a entenderlo como consecuencia de una circunstancias con las que no está satisfecho o de las que no se siente responsable.

Aceptar a otro como es no entra en contradicción con los objetivos de cambio de

situaciones que pretende el trabajo social. Aunque se admita que las personas hoy son así, no se renuncia a que opten por ser de otra manera. Los términos que se explican a continuación ayudaran entender cómo se consigue la aceptación de la persona.

Comprensión

Significa en este contexto facultad de entender la comprensión que se desea en trabajo social es a la vez intelectual y empática, según Perman. Es decir, que, además de entender una situación desde el propio conocimiento valores del trabajo social, este debe de tratar de verla tal como es entendida por la persona o personas desde su propio saber y sus particulares valores.

La Empatía

Equivale, pues, a la capacidad de participar en una realidad ajena y de penetrar en los sentimientos, ideas y perspectiva de los otros, para así hallar cual puede ser su propia motivación para un cambio, sin imponer una visión extraña a los mismos.

Individualización

Significa considerar a cada individuo distintito y diferente, así como a cada grupo y a cada colectivo mayor. Este concepto también formo parte de los principios tradicionales en trabajo social y sigue vigente como norma del quehacer profesional.Lo mismo que se afirma que no hay enfermos, puede sugerirse que no hay problemas, sino personas con problemas; que las necesidades no existen, sino personas con personas con necesidad. Como consecuencia de ello, la vivencia de las situaciones es, por su carácter psicosocial, distinta para cada uno.

Motivación

Acción y efecto de motivar, significa organizar un impulso consciente que oriente al comportamiento en una dirección determinada.Descubrir los factores que mueven a la acción y canalizar la actividad, aprovechándolos, son habilidades que debe poseer el trabajador social.Murray G. Ross considera, por ejemplo que el descontento con las condiciones existentes y el deseo de cambiarlas son base de la motivación para la acción en la comunidad. Perlman, por su parte se refiere a la combinación de malestar y esperanza en los sentimientos de una persona. En ambos casos es preciso hacer que tales factores emerjan, propósito con el que se relaciona el concepto que glosamos seguidamente.

Concienciación

En sentido general, es tomar conciencia de una situación, personal o comunitaria. Pero tanto en trabajo social como en pedagogía, este término se presenta unido al concepto de liberación o acción liberadora. Significa la ubicación del hombre como agente activo y critico en la construcción del mundo, una vez se ha hecho sabedor de su propio valor y dignidad como ser humano.

El término característico, sobre todo de la ideología iberoamericana del trabajo social fue acuñado por Paulo Freire. Mas el sentido de este concepto, como autorreconocimiento de la propia dignidad del hombre, estaba ya presente con anterioridad. Fuera de iberoamericana se utiliza la voz concientización.

Capacitación Se emplea para designar la acción dirigida a habilitar o hacer apta para algo a una persona o personas, proporcionándoles los conocimientos, habilidades, actitudes, y aptitudes requeridas para enfrentar diversas contingencias a lo largo de una vida. Puede equivaler o ser parte de la educación, no limitada a periodos fijos de instrucción, sino como proceso continuando de entrenamiento en el conocimiento, análisis y experimentación que realiza el ser adulto y consciente.

En relación a este concepto, se habla del rol habilitante del trabajador social y de la necesidad de que este transmita habilidades a las personas con las que mantiene la relación de ayuda, a fin de que ellas afronten por si mismas sus dificultades presentes y futuras. Cuando el trabajador social desempeña con éxito el rol habilitante deja de ser necesario como agente mediador.

EL CLIENTE

Cliente se ha utilizado durante años para designar a la persona que acude al asistente social para requerir algún servicio.

El termino ha sido denostado por considerársele discriminatoria y paternalista, tecnocrático, así como por su connotación mercantil, carácter este, por lo general, ajeno a la práctica del trabajo social.

No ha habido ningún término de recambio que haya obtenido suficiente aceptación. Se habla de “casos” o “casos sociales” para referirse

a personas afectadas por situaciones problemáticas que tienen acceso al trabajador social, y también de “usuarios” de los distintos servicios o dispositivos de ayuda, pero este es un término de uso común en otros ámbitos, y el de “caso” demasiado restringido a las personas con problemas.

De cualquier modo, los términos citados parecen referirse preferentemente a personas individuales. Lippit, Watson y Westley proponen la expresión “sistema cliente” para designar los sistemas específicos que reciben ayuda, sean estos individuos, grupos, organizaciones, o comunidades.

Estos autores hacen aquí uso de la noción de sistema que propone la teoría general de sistemas. En términos coloquiales, esta expresión resultaría bastante rebuscada, pero su uso con fines didácticos parece útil.

En torno a lo que este “sistema cliente” experimenta, siente o debe ejercitar, hay una serie de conceptos que pasamos a exponer.

Autodeterminación

Significa la dirección del comportamiento y la acción del individuo conforme a su decisión personal, haciendo uso real de su libertad. El término fue acuñado por M. Richmond a principios de siglo.

Para producirse, es necesario que se den algunas condiciones previas tales como la existencia de libertad de pensar, de elegir y de hacer, condiciones que van unidas al carácter democrático de un sistema social o político, de una institución o de cualquier tipo de organización formal o informal.

Son también condiciones de la autodeterminación las capacidades personales para tomar conciencia de la propia individualidad, para concentrarse en el desarrollo de habilidades de uno mismo y para ejercitar la libre decisión.

La autodeterminación es individual, lo cual no impide proyectar la de los demás simultáneamente con la de uno, a través de la disposición a cooperar con nuestros semejantes (por ejemplo colectivos de mujeres defendiendo el derecho al trabajo o al aborto).

Esta posibilidad nos parece más coherente que la extensión mimética de este concepto a los grupos y a las comunidades, habitual en trabajo social. Esta aplicación tiene otras resonancias, más afines al uso que se hace del termino en política, al referirse a los pueblos o naciones.

Mediante al ejercicio de la autodeterminación se puede favorecer e incluso conseguir la autonomía personal. Nunca es absoluta la libertad, ni completa la autonomía, pero si es más satisfactorio alcanzar gratificaciones por un medio autónomamente decidido.

Participación

Equivale a tomar parte activa en algo. En trabajo social, cuando se habla de participación, se está haciendo referencia a las diferentes formas en que el “sistema cliente” comparte una actividad relativa a asuntos que le interesan. Esa actividad es compartida con el profesional que le presta la ayuda. De la posición que este asuma, y del propio impulso de los interesados, resultara una participación dirigida o bien autónoma. Si el agente señala cómo y en qué participar, y el “sistema cliente” se limita a responder de un modo prefijado, entonces estamos ante un caso de participación domesticada o dirigida. Por el contrario, es una participación autónoma y abierta, serán las propias exigencias de la persona, grupo o colectivo, las que marquen el camino de la acción. Esto obliga al profesional a cumplir un papel de facilitador y técnico.

Este concepto está en estrecha relación con el de autodeterminación. Difícilmente se puede participar en algo si no se es autónomo y libre para tomar decisiones. La participación tiene que ver con la autoayuda.

Autoayuda

Es la oportunidad de aprovechar la propia energía para solucionar o superar las dificultades, los obstáculos o los problemas que a cada uno afectan. La “ayuda mutua” es una forma de apoyo complementario entre semejantes.

NecesidadSentimiento consciente de falta de algo, o distintos sentimientos que señalan una carencia. El trabajo social se ha interesado desde sus orígenes por las necesidades, habiéndolas interpretado de diferentes formas: como deseos o impulsos relativos a situaciones psicosociales, como carencia que originan problemas, o como ausencia como medios para relaciones básicas de la vida. Las necesidades, entendidas como parte de las vivencias

subjetivas de las personas, tienen su consideración fundamental en la etapa psicologista. En esta perspectiva se considera ser humano actúa para alcanzar gratificaciones, satisfacer las necesidades que experimenta y para obtener las cosas que se desea y por las que se afana.

A partir de las décadas sesenta, se observa la literatura del trabajo social que problemas y necesidades pasan a formar un mismo concepto por los que ambos términos se utilizan indistintamente. Este hecho hace que, en la profesión, el plano de lo individual y el de lo social que solapen en cierto modo. Cuando las necesidades se etiquetan como sociales, se responsabiliza a la sociedad de su satisfacción. Satisfacer necesidades es más fácil que resolver problemas (sobre todo si se ha tenido un buen cuidado en definir va a admitirse como necesidad), ya que aquellas puedan contabilizarse y los problemas, en última instancia, solo los resuelve quien los padece.

Al convertirse la necesidad en un estado de carencia de medios, todos se reduce a disponer los recursos necesarios para satisfacer la mediante el establecimiento de un mecanismo en el que el recurso acaba siendo el que crea la necesidad, ya que las necesidades sentidas como vivencias personales han quedado fuera del consenso.

Bienestar

Es el estado que se alcanza cuando hay una relación armónica entre lo que se tiene y aquello lo que se desea tener, y ello en los distintos planos que hacen a la dignidad de la vida humana, a saber: el físico, el afectivo, el intelectual y el material.

El concepto así expresado gurda semejanza con el deseo de la felicidad y sugiere la existencia de un recorrido, en que el

bienestar aumenta o disminuye se pierde o se alcanza transitoriamente en una sucesión de objetivos a conseguir, ampliados cada vez y distintos para cada ser humano; por esta razón contiene elementos valorativos y pragmáticos, puesto que es la concepción de lo deseable lo que orienta la acción.

La proyección del bienestar del plano social equivale a la consecución de un orden social compartido que potencie el logro del bienestar personal y, aun tiempo, garantice a un mínimo de éxito en la consecución de la felicidad.

Puede afirmarse que esta noción de bienestar (expresadas de diferentes formas y referida, sobre todo, a los fines) ha estado siempre presente en el trabajo social. Este hecho no debe quedar enmascarado por el frecuente uso que recientemente se hace de este concepto en toda suerte de discursos. Cabe preguntarse si no se ha mitificado el concepto y se ha tornado en vehículo ideológico.

Por otra parte, la expresión (bienestar social) se consolida como concepto con significado propio como consecuencia de propuestas económicas de acción estatal, para producir servicios no rentables, pero sí de utilidad social, que den respuestas a las exigencias de los sector3s laborables organizados y, paralelamente, al desarrollo de los derechos sociales. Equivale a la existencia de un consenso social sobre unos objetivos generales para lograr justicia social y niveles de vida adecuados para todos, y comporta un conjunto de medidas en las que la cooperación estatal es indispensable.

Malestar

Podría definirse, por oposición a interior concepto como la no correspondencia entre lo deseable y lo existente, o la ausencia de un equilibrio, al menos, aceptable entre lo uno y lo otro. (Para una ampliación de los términos “bienestar” y “malestar”, remitidos al lector a la obra de Isabel Cerdeira, El discurso del bienestar).

Precisamente, este concepto es interpretado por H.H. Perlman como (alteración del equilibrio psicológico). Esta autora propone que el malestar, combinado con la esperanza (promesa de mayor bienestar o satisfacción), es un impulso a la acción, el cambio, miente que el malestar, sin esperanza, supone resignación.

EL AMBIENTE

Por ambiente o medio social se entiende el contexto de tiempo y lugar en el que la persona desarrolla las actividades necesarias para el mantenimiento de la vida (alimentación, cobijo, producción y reproducción) y de las relaciones con otros seres. Constituye la suma total de factores y procesos que caracterizan la circunstancia del individuo.

El ser humano se hace hombre en relación con otros hombres. El relato y la transmisión de la experiencia acumulada en la adaptación del ser humano en su entorno físico que hace mediante de los procesos de socialización. Así mismo, las pautas de comportamiento adecuado, reforzadas con un sistema de premios y sanciones, se imprimen tempranamente y son garantizadas por diversos mecanismos destinados al mantenimiento del orden social existente.

Los caracteres individuales aptitudes y rasgos físicos e intelectuales vienen genéticamente configurados en el nacimiento. No obstante, el contexto en el que se produzca el nacimiento tendrá influencia en la construcción o en el desarrollo de las potencialidades iniciales. El punto de partida es desigual en ambos sentidos (genéticos y ambientales), y la carrera de la vida será también diferente. Diferente, pero no predeterminada el individuo es portador de posibilidades, y el mundo en el que ha nacido es también un aglomerado de posibilidades.

La discusión herencia / medio esta candente en el inicio de la disciplina, como hemos analizado en anteriores capítulos. En el discurso del trabajo social siempre se ha hecho constar la tención e4ntre el peso atribuido en ambos factores.

Algunos otros conceptos de uso habitual en trabajo social, relacionados con el de ambiente o medio social, son los siguientes:

Adaptación

Significa conseguir un intercambio aceptable y duradero entre la persona y su medio.

En las palabras de H.H. Perlman, adaptación equivale a una buena coordinación de motivos y posibilidades que permite a la persona afrontar adecuadamente el constante fluir de cambios que se producen en su vida y en su entorno.

La complejidad creciente de la sociedad y los sucesos de desgracia temporal, incapacidad y pérdida irreparable a los que esta dispuesto todo ser humana pueden hacer que este se encuentre inadaptado a su ambiente. De ocurrir así, recuperar el equilibrio de sus relaciones sociales y entre lo deseable y lo que puede alcanzar serán los objetivos de su readaptación. El término va muy unido a una concepción tradicional del trabajo social.

Ajuste

Es un término de significado similar a la anterior, pero con connotaciones más psicológicas. Para Perman tiene un significado más pasivo y equivale a resignación y capitulación ante la circunstancias.

Los dos términos anteriores tienen sus opuestos que son los de “inadaptación” y “desajustes” (personal o social), también muy utilizados, como asimismo los de “reajuste” y “readaptación”, que hacen suponer que, en un caso determinado, la disfunción ha sido transitoria y retorna la normalidad.

Integración

Es el proceso de unir las partes de un todo. En trabajo social parece hacerse una extensión de este significado común del término a todos los procesos que llevan a incorporar partes de un sistema cualquier al conjunto armónico compuesto por otras, teóricamente afines.

Este concepto presupone una definición de la idea de “normalidad” atribuida a todo lo integrado. Lo normal, en su doble acepción de lo más habitual y lo sujeto a norma, coincidirá con lo que la mayoría hace, siente y piensa, y con las sanciones formales del estamento mayoritario.

Suele tener connotaciones positivas, y se valora como una cualidad como algo deseable, sin considerarse que también la integración puede ser impuesta y suponer perdida de identidad y originalidad individual, lo que puede significar un freno para el cambio, en este supuesto, serian aplicables las mismas reservas expresadas para los conceptos antes vistos de adaptación y ajuste.

Cambio

Significa pasar de un estado a otro, de una situación a otra. Y, en particular, “cambio social” hace referencia a las variaciones que se producen en un periodo que afectan de modo estable y permanente a una sociedad.

En término “cambio” ha tenido en trabajo social en algunos momentos unas resonancias mágicas, ha iluminado actitudes y orientado a los profesionales hacia

un pretendido cambio estructural.

En un sentido más propio, el cambio pretendido en este ámbito equivale a la orientación consiente de esfuerzos que permitan pasar de una situación insatisfactoria a otra más gratificante o, al menos, no gravosa o en la que disminuya la tensión.

En cualquier caso el alcance de los cambios dirigidos por la actuación social es limitado. Pero no por ser limitados dejan de ser perseguibles o importantes.

Recurso

Es un medio disponible, consiente en un bien, patrimonio o facultad, para realizar un fin.

El concepto aparece en los primeros textos de la literatura de trabajo social como sinónimo de medios, oportunidades, incentivo, esfuerzo, etc. Más tarde se relaciona estrechamente con el concepto de necesidad, y surge la idea de un “binomio” recíproco, excluyente y

estático, objeto de la planificación.

Podemos decir, por tanto, que el término recurso tiene dos acepciones distintas cuando es utilizado en trabajo social: recurso como oportunidad o recurso como componente de la planificación.

En la primera de ellas se consideran fuentes de recuro: la institución que ofrece servicios de ayuda, los especialistas en la aplicación de la misma, el medio social y el propio cliente, con sus capacidades y motivaciones latentes y operantes.

En la segunda, los recursos son los medios que se ponen a disposición de la comunidad, y que pueden consistir en servicios (técnicos, materiales, institucionales) o en prestaciones (ayudas económicas, en especie, etcétera).

Estas dos acepciones no tienen por qué ser excluyentes, antes bien, deben considerarse como complementarias.

La exposición que antecede no agota en absoluto la relación de términos habituales en esta disciplina. Consideramos que la selección por la que nos hemos decidido se ajusta de forma óptima a los objetivos y a la estructura del libro.

ELEMENTOS ESENCIALES EN RELACION A LA PROFESION DE TRABAJO SOCIAL

El Trabajo Social es una forma de acción social, entendiendo por acción social: “ a toda actividad consiente, organizada y dirigida, ya sea individual o colectiva que, de modo expreso, tiene por finalidad actuar sobre el medio social, para mantener una en países europeos y en otros continentes.

En Guatemala existen carreras de trabajo social en varias de las universidades que operan en el país, por esta razón se cree conveniente dar a conocer a estudiantes de esta profesión, algunos elementos importantes y necesario, acerca de nuestra carrera como lo es el Trabajo Social.

En cuanto al Trabajo Social como actividad:

El Trabajo Social pretende elevar el funcionamiento social de los individuos, singularmente y en grupos, por medio de actividades conectadas que constituyen la interacción entre el hombre y su entorno. Estas funciones pueden ser agrupadas en tres funciones (Werner Boehnm):

Restauración de la capacidad deteriorada Previsión de recursos individuales y sociales Prevención de la difusión social.

En cuanto al Trabajo Social como Profesión:

Esto quiere decir definir el Trabajo Social como aquello que hacen los trabajadores sociales, pone su acento profesión.

El Trabajo Social es una profesión, cuya finalidad es lograr, a través de su utilización técnicas científicas, el desarrollo y crecimientos de las potencialidades del hombre capacitándolo para tomar conciencia acerca de su problemática vital, proyectándose hacia su solución, mediante la utilización de los recursos personales y sociales. (Luis Romero Fernández)

El Trabajo Social es una profesión, tiene por meta servir de catalizador y dinamizador de los procesos sociales de cambio, respetando los valores propios de nuestros pueblos, identificándolos con su realidad histórica y rescatando el respeto de la responsabilidad ciudadana, cuyo desarrollo respete el equilibrio igualitario de todos los hombres que la compongan, basados en justicia social, la libertad, la anomia y la fraternidad reforzando los valores propios para el fortalecimiento de la paz y la concordia humana. (R. Melgarejo, B. Lombardo y E. Duarte)

En cuanto al Trabajo Social como proceso: no se ha encontrado ningún autor latinoamericano que defina al Trabajo Social como proceso únicamente en otros países:

El termino Trabajo Social, denota los procesos utilizados por agencias de bienestar para apoyo a los individuos grupos o comunidades. (Peter Leonard. London)

El Trabajo Social se define como un proceso de ayuda, ideado para auxiliar al individuo, o comunidad en el ámbito de comportamiento dentro de una particular situación social. El propósito de Trabajo Social es facilitar el funcionamiento del individuo. (Harleigh Trecker)

En cuanto al Trabajo Social como servicio: se ha encontrado en un conocido trabajo sobre la historia del “Social Work” una definición de esta naturaleza.

El trabajo social es un servicio, que ayuda o facilita, a un individuo o grupo. (Louis Towey)

En cuanto al Trabajo Social como Tecnología Social:

El trabajo social dentro de la división social del trabajo se considera una técnica social que interviene en instituciones que ponen en marcha políticas sociales. Es una tecnología social que asimila los contenidos de las ciencias sociales. (F. Rubio, J. Valenzuela y A. Marín)

El trabajo social como Acción Liberadora:

El trabajo social es una tecnología social que mediante la realización de proyectos de trabajo social, la presentación de servicios, y aun en tareas asistenciales procura el autodesarrollo interdependientes de individuos, con el fin de concienciar movilizar y organizar al pueblo para que contribuyan en la realización de proyectos políticos de plena participación del pueblo en la vida política económica y social de la nación. (Ezequiel Ander Egg)

Cualidades que debe tener un Trabajador Social.

a) Vocación de servicio y sentido de compromiso:b) Convicción y confianza en que las personas tiene capacidad para salir de su situación y

para hacerse protagonista de su propia realizaciónc) Habilidad para motivar d) Don de Gentes e) Madurez emocionalf) Capacidad para vencer dificultadesg) Conocimientos y habilidades que se necesitan para ser

Trabajador Social: Son transmitidos atreves de las Escuelas de Trabajo Social reconocidas en Latinoamérica con en Europa y Asia.

Conocimiento(lo que debe Conocer

Formación teóricaComprensión de la realidad

Destrezas(lo que se debe hacer)

Domino de técnicas y de procedimientos.

Actitudes(lo que guía la acción

Principio y valores en que se apoya el Trabajo Social

FUNCIONES DEL TRABAJO SOCIAL:

En sentido cualitativo y cuantitativo constituyen lograr el pleno desarrollo de las personas en su ámbito social en tanto las funciones son las tareas o actividades específicas que desempeñamos para alcanzar los objetivos de la profesión:

FUNCIONES:

Ayudar a las personar a desarrollar las capacidades que les permitan resolver sus problemas sociales individuales colectivos.

Promover la facultad de autodeterminación, adaptación y desarrollo de las personas.

Promover y actuar por el establecimiento de servicio y políticas sociales justas o de alternativas para los recursos socioeconómicos existentes.

Facilitar información y conexiones sociales con los organismos de recursos socioeconómicos.

Conocer gestionar y promocionar los recursos existentes entres sus potenciales usuarios y los profesionales de otras ramas de las ciencias.

PRINCIPALES VALORES -TERMINALES- DE LA ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL

El trabajador social deber ser un promotor de cambios mínimos en el pensamiento y actitudes de las personas que atienden miembros de familias, de grupos de colectividades.

El trabajador social deber ser una persona convertida que predica el cambio que se provoque en una persona o en los miembros de un grupo, si impacta lo suficiente puede tener efectos duplicadores.

Los principales valores o dominantes del Trabajo Social son:

1. Respeto y Tolerancia.2. Responsabilidad3. Solidaridad4. Libertad5. Verdad6. Eficiencia y Eficacia7. Equidad, igualdad y justicia.