Autoras e Ilustradoras: Virginia Ceballos González Vania Revilla Reyes Natalia Rogero Lastra

Erase una vez unas niñas que se llamaban Lucía y Ángela. Las dos tocaban instrumentos de viento-madera. Lucía tocaba el oboe y Ángela el Clarinete. Ese viernes a las 8 de la noche estaban practicando con sus profesores, Antonio y Raúl, cada una en una clase diferente, preparaban un concierto

Cuando Raúl fue a llamar a Antonio, de repente el instrumento de las niñas desapareció como por arte de magia.

Angela sabía que en clase estaba ensayando Lucia así que se fue corriendo para allí. Ángela estaba asustada, pero cuando abrió el aula en el que estaba Lucía se sorprendió más pues apareció una mezcla de oboe y clarinete, ¡Y encima les hablaba

Hola me llamo OBOCLARI, siento haberos estropeado el concierto, pero yo no pienso cambiar de forma, tendréis que tocar conmigo el concierto

Ángela y Lucía dijeron: ¡Pero no sabemos tocarte! Eso no importa, les contestaron los OBOCLARIS, cuando empecéis a toda, nosotros tocaremos por vosotras, ¿Pero dónde están nuestros instrumentos? Preguntaron las niñas desesperadas. Eso tampoco importa les contestaron los OBOCLARIS

Sonó el timbre de salida al concierto y el OBOCLARI les dijo: No os preocupeis pues las notas son las mismas y hemos echado unos polvos mágicos a los profesores para que puedan vernos

Empezaron el concierto y las dos niñas estaban nerviosísimas. Se pusieron a tocar y los profesores tenían una cara bastante rara, como si no les gustara

Al lunes siguiente, Ángela y Lucía fueron asustadísimas cada una a su aula. Entraron, pero como estaban aterrorizadas se quedaron mudas. Los profesores les dijeron: ¡pero cómo habeis hecho el concierto! ¡De miedo! Todos los que fueron al concierto quieren ser fans vuestros. Lucía y Ángela saltaron de alegría y los instrumentos volvieron a aparecer