los orígenes de la filosofía jasper

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 LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA Karl Jaspers La Filosofía, Fondo de Cultura Económica, México, 1953, págs. 15-3. «La historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, pero como pensar mítico mucho antes. Sin embargo, comienzo no es lo mismo que origen. El comienzo es histórico y acarrea para los que ienen despu!s, un con"unto creciente de supuestos sentados por el traba"o mental ya efectuado. #rigen es, en cambio, la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso que muee a filosofar. $nicamente gracias a !l resulta esencial la filosofía actual en cada momento y comprendida la filosofía anterior. Este origen es m%ltiple. &el asombro sale la pregunta y el conocimiento, de la duda acerca de lo conocido el e'amen crítico y la clara certeza, de la conmoción del hombre y de la conciencia de estar perdido la cuestión de sí propio. (epresent!monos ante todo estos tres motios.  Primero. )latón decía que el asombro es el origen de la filosofía. *uestros o"os nos +hacen ser partícipes del espectculo de las estrellas, del sol y de la bóeda celeste+. Este espectculo nos ha +dado el impulso de inestigar el unierso. &e aquí brotó para nosotros la filosofía, el mayor de los bienes deparados por los dioses a la raza de los mortales+. - ristóteles./ +)ues la admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar/ empezando por admirarse de lo que les sorprendía por e'traño, aanzaron poco a poco y se  preguntaron por las icisitud es de la luna y del sol, de los as tros y por el origen del un ierso.+ El admirarse impele a conocer. En la admiración cobro conciencia de no saber. 0usco el saber, pero el saber mismo, no +para satisfacer ninguna necesidad com%n+. El filosofar es como un despertar de la inculación a las necesidades de la ida. Este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo preguntando qu! sea todo ello y de dónde todo ello enga, preguntas cuya respuesta no seriría para nada %til, sino que resulta satisfactoria por sí sola. Segundo. 1na ez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que e'iste, pronto se anuncia la duda. buen seguro que se acumulan los conocimientos, pero ante el e'amen crítico no hay nada cierto. Las per cep cio nes sensibles est n condicion ada s por nue stros órg anos sen sor iales y son engañosas o en todo caso no concordantes con lo que e'iste fuera de mí independientemente de que sea  percibido o en sí. *uestras formas mentales son las de nuestro humano intelecto. Se enredan en contradicciones insolubles. )or todas partes se alzan unas afirmaciones frente a otras. 2ilosofando me apodero de la duda, intento hacerla radical, mas, o bien gozndome en la negación mediante ella, que ya no resp eta nada, pero que por su parte tampoco logra dar un paso ms, o bien pregu ntnd ome dónde estar la certeza que escape a toda duda y resista ante toda crítica honrada. La famosa frase de &escartes +pienso, luego e'isto+ era para !l indubitablemente cierta cuando dudaba de todo lo dems, pues ni siquiera el perfecto engaño en materia de conocimiento, aquel que quiz ni percibo,  puede engañarme acerca de m i e'istencia mientras me engaño al pensa r. La duda se uele como duda metódica la fuente del e'amen crítico de todo con ocimiento. &e aquí que sin una duda radical, ning%n erdadero filosofar. )ero lo decisio es cómo y dónde se conquista a tra!s de la duda misma el terreno de la certeza. - tercero . Entregado al conocimiento de los ob"etos del mundo, practicando la duda como la ía de la certeza, io entre y para las cosas, sin pensar en, mí, en mis fines, mi dicha, mi salación. 3s bien estoy olidado de mí y satisfecho de alcanzar seme"antes conocimientos. La cosa se uele otra cuando me doy cuenta de mí mismo en mi situación. El estoico Epicteto decía/ +El origen de la filosofía es el  percatarse de la propia debilidad e impotencia .+ 45ómo salir de la impotencia6 La respuesta de Epicuro decía/ considerando todo lo que no est en mi poder corno indiferente para mí en su necesidad, y, por el contrario, poniendo en claro y en libertad por medio del  pensamiento lo que reside en m í, a saber, la form a y el contenido de mis representaciones . 5ercior!monos de nuestra humana situación. Estamos siempre en situaciones. Las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si !stas no se aproechan, no uelen ms. )uedo traba"ar por hacer que cambie la situación. )ero hay situaciones por su esencia permanentes, aun cuando se altere su apariencia momentnea y se cubra de un elo su poder sobrecogedor/ no puedo menos de morir, ni de padecer, ni de luchar, estoy sometido al acaso, me hundo ineitablemente en la culpa. Estas situaciones fundamentales de nuestra e'istencia las llamamos situaciones límites. 7uiere decirse que son situaciones de las que no podemos salir    I  .    S  .    F  .    D  .   y    T  .    1    6    2     T    R    A    M    O    D    E    F    O    R    M    A    C    I    Ó    N    P    E    D    A    G    Ó    G    I    C    A    P    A    R    A    P    R    O    F    E    S    I    O    N    A    L    E    S    Y    T    É    C    N    I    C    O    S     1      a    ñ   o     A    ñ   o    2    0    1    4    A   n    á    l    i   s    i   s    F    i    l   o   s    ó    f    i   c   o    d   e    l   a    E    d   u   c   a   c    i    ó   n

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LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍAKarl Jaspers

La Filosofía, Fondo de Cultura Económica, México, 1953, págs. 15-3.

«La historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, perocomo pensar mítico mucho antes.Sin embargo, comienzo no es lo mismo que origen. El comienzo es histórico y acarrea para los que ienen

despu!s, un con"unto creciente de supuestos sentados por el traba"o mental ya efectuado. #rigen es, encambio, la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso que muee a filosofar. $nicamente gracias a !lresulta esencial la filosofía actual en cada momento y comprendida la filosofía anterior.

Este origen es m%ltiple. &el asombro sale la pregunta y el conocimiento, de la duda acerca de lo conocido ele'amen crítico y la clara certeza, de la conmoción del hombre y de la conciencia de estar perdido la cuestiónde sí propio. (epresent!monos ante todo estos tres motios.

 Primero. )latón decía que el asombro es el origen de la filosofía. *uestros o"os nos +hacen ser partícipes delespectculo de las estrellas, del sol y de la bóeda celeste+. Este espectculo nos ha +dado el impulso deinestigar el unierso. &e aquí brotó para nosotros la filosofía, el mayor de los bienes deparados por losdioses a la raza de los mortales+. - ristóteles./ +)ues la admiración es lo que impulsa a los hombres afilosofar/ empezando por admirarse de lo que les sorprendía por e'traño, aanzaron poco a poco y se preguntaron por las icisitudes de la luna y del sol, de los astros y por el origen del unierso.+

El admirarse impele a conocer. En la admiración cobro conciencia de no saber. 0usco el saber, pero el saber mismo, no +para satisfacer ninguna necesidad com%n+.El filosofar es como un despertar de la inculación a las necesidades de la ida. Este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo preguntando qu! sea todo ello y de dónde todoello enga, preguntas cuya respuesta no seriría para nada %til, sino que resulta satisfactoria por sí sola.

Segundo. 1na ez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que e'iste, prontose anuncia la duda. buen seguro que se acumulan los conocimientos, pero ante el e'amen crítico no haynada cierto. Las percepciones sensibles estn condicionadas por nuestros órganos sensoriales y son

engañosas o en todo caso no concordantes con lo que e'iste fuera de mí independientemente de que sea percibido o en sí. *uestras formas mentales son las de nuestro humano intelecto. Se enredan encontradicciones insolubles. )or todas partes se alzan unas afirmaciones frente a otras. 2ilosofando meapodero de la duda, intento hacerla radical, mas, o bien gozndome en la negación mediante ella, que ya norespeta nada, pero que por su parte tampoco logra dar un paso ms, o bien preguntndome dónde estar lacerteza que escape a toda duda y resista ante toda crítica honrada.

La famosa frase de &escartes +pienso, luego e'isto+ era para !l indubitablemente cierta cuando dudaba detodo lo dems, pues ni siquiera el perfecto engaño en materia de conocimiento, aquel que quiz ni percibo, puede engañarme acerca de mi e'istencia mientras me engaño al pensar.La duda se uele como duda metódica la fuente del e'amen crítico de todo conocimiento. &e aquí que sinuna duda radical, ning%n erdadero filosofar. )ero lo decisio es cómo y dónde se conquista a tra!s de la

duda misma el terreno de la certeza.

- tercero. Entregado al conocimiento de los ob"etos del mundo, practicando la duda como la ía de lacerteza, io entre y para las cosas, sin pensar en, mí, en mis fines, mi dicha, mi salación. 3s bien estoyolidado de mí y satisfecho de alcanzar seme"antes conocimientos.La cosa se uele otra cuando me doy cuenta de mí mismo en mi situación.El estoico Epicteto decía/ +El origen de la filosofía es el  percatarse de la propia debilidad e impotencia.+45ómo salir de la impotencia6 La respuesta de Epicuro decía/ considerando todo lo que no est en mi poder corno indiferente para mí en su necesidad, y, por el contrario, poniendo en claro y en libertad por medio del pensamiento lo que reside en mí, a saber, la forma y el contenido de mis representaciones.5ercior!monos de nuestra humana situación. Estamos siempre en situaciones. Las situaciones cambian, lasocasiones se suceden. Si !stas no se aproechan, no uelen ms. )uedo traba"ar por hacer que cambie la

situación. )ero hay situaciones por su esencia permanentes, aun cuando se altere su apariencia momentnea yse cubra de un elo su poder sobrecogedor/ no puedo menos de morir, ni de padecer, ni de luchar, estoysometido al acaso, me hundo ineitablemente en la culpa. Estas situaciones fundamentales de nuestrae'istencia las llamamos situaciones límites. 7uiere decirse que son situaciones de las que no podemos salir 

 I . S . F . D . y

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8y que no podemos alterar. La conciencia de estas situaciones límites es despu!s del asombro y de la duda elorigen, ms profundo a%n, de la filosofía. En la ida corriente huimos frecuentemente ante ellas cerrando loso"os y haciendo como si no e'istieran. #lidamos que tenemos que morir, olidamos nuestro ser culpables ynuestro estar entregados al acaso. Entonces sólo tenemos que hab!rnoslas con las situaciones concretas, quemane"amos a nuestro gusto y a las que reaccionamos actuando seg%n planes en el mundo, impulsados por nuestros intereses itales. las situaciones límites reaccionamos, en cambio, ya elndolas, ya, cuando nosdamos cuenta realmente de ellas, con la desesperación y con la reconstitución/ Llegamos a ser nosotrosmismos en una transformación de la conciencia de nuestro ser.)ongmonos en claro nuestra humana situación de otro modo, como la desconfianza que merece todo ser mundanal.

 *uestra ingenuidad toma el mundo por el ser pura y simplemente. 3ientras somos felices, estamos "ubilososde nuestra fuerza, tenemos una confianza irrefle'ia, no sabemos de otras cosas que las de nuestra inmediatacircunstancia. En el dolor, en la flaqueza, en la impotencia nos desesperamos. - una ez que hemos salidodel trance y seguimos iiendo, nos de"amos deslizar de nueo, olidados de nosotros mismos, por la pendiente de la ida feliz.

)ero el hombre se uele prudente con seme"antes e'periencias. Las amenazas le empu"an a asegurarse. Ladominación de la naturaleza y la sociedad humana deben garantizar la e'istencia.

El hombre se apodera de la naturaleza para ponerla a su sericio, la ciencia y la t!cnica se encargan dehacerla digna de confianza.

5on todo, en plena dominación de la naturaleza subsiste lo incalculable y con ello la perpetua amenaza, y ala postre el fracaso en con"unto/ no hay manera de acabar con el peso y la fatiga del traba"o, la e"ez, laenfermedad y la muerte. 5uanto hay digno de confianza en la naturaleza dominada se limita a ser una parceladentro del marco del todo indigno de ella.

- el hombre se congrega en sociedad para poner límites y al cabo eliminar la lucha sin fin de todos contratodos9 en la ayuda mutua quiere lograr la seguridad.:.(esumamos. El origen del filosofar reside en la admiración, en la duda, en la conciencia de estar perdido. En

todo caso comienza el filosofar con una conmoción total del hombre y siempre trata de salir del estado deturbación hacia una meta.:..En estos tiempos, que representan el corte ms radical de la historia, tiempos de una disolución inaudita y de posibilidades sólo oscuramente atisbadas, son sin duda lidos, pero no suficientes, los tres motiose'puestos hasta aquí. Estos motios resultan subordinados a una condición, la de la comunicación entre loshombres.

En la historia ha habido hasta hoy una natural inculación de hombre a hombre en comunidades dignas deconfianza, en instituciones y en un espíritu general. ;asta el solitario tenía, por decirlo así, un sost!n en susoledad. La disolución actual es sensible sobre todo en el hecho de que los hombres cada ez se comprendenmenos, se encuentran y se ale"an corriendo unos de otros, mutuamente indiferentes, en el hecho de que ya no

hay lealtad ni comunidad que sea incuestionable y digna de confianza.

En la actualidad se torna resueltamente decisia una situación general que de hecho había e'istido siempre.-o puedo hacerme uno con el pró"imo en la erdad y no lo puedo9 mi fe, "usto cuando estoy seguro de mí,choca con otras fes9 en alg%n punto límite sólo parece quedar la lucha sin esperanza por la unidad, una luchasin ms salida que la sumisión o la aniquilación9 la flaqueza y la falta de energía hace a los faltos de fe o bienadherirse ciegamente o bien obstinarse tercamente. *ada de todo esto es accesorio ni inesencial.

<odo ello podría pasar si hubiese para mí en el aislamiento una erdad con la que tener bastante. Ese dolor dela falta de comunicación y esa satisfacción peculiar de la comunicación aut!ntica no nos afectaríanfilosóficamente como lo hacen, si yo estuiera seguro de mí mismo en la absoluta soledad de la erdad. )eroyo sólo e'isto en compañía del pró"imo9 solo, no soy nada.

1na comunicación que no se limite a ser de intelecto a intelecto, de espíritu a espíritu, sino que llegue a ser de existencia a existencia, tiene sólo por un simple medio todas las cosas y alores impersonales.=ustificaciones y ataques son entonces medios, no para lograr poder, sino para acercarse. La lucha es una

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lucha amorosa en la que cada cual entrega al otro todas las armas. La certeza de ser propiamente sólo se daen esa comunicación en que la libertad est con la libertad en franco enfrentamiento en plena solidaridad,todo trato con el pró"imo es sólo preliminar, pero en el momento decisio se e'ige mutuamente todo, sehacen preguntas radicales. $nicamente en la comunicación se realiza cualquier otra erdad9 en ella sólo soyyo mismo, no limitndome a iir, sino hinchiendo de plenitud la ida. &ios sólo se manifiestaindirectamente y nunca independientemente del amor de hombre a hombre9 la certeza imperiosa es particular y relatia, est subordinada al todo9 el estoicismo se conierte en una actitud acía y p!trea.

La fundamental actitud filosófica cuya e'presión intelectual he e'puesto a ustedes tiene su raíz en el estadode turbación producido por la ausencia de la comunicación, en el afn de una comunicación aut!ntica y en la posibilidad de una lucha amorosa que incule en sus profundidades yo con yo.- este filosofar tiene al par sus raíces en aquellos tres estados de turbación filosóficos que pueden sometersetodos a, la condición de lo que signifiquen, sea como au'iliares o sea como enemigos, para la comunicaciónde hombre a hombre.

El origen de la filosofía est, pues, realmente en la admiración, en la duda, en la e'periencia de lassituaciones límites, pero, en %ltimo t!rmino y encerrando en sí todo esto, en la oluntad de la comunicación propiamente tal. sí se muestra desde un principio ya en el hecho de que toda filosofía impulsa a lacomunicación, se e'presa, quisiera ser oída, en el hecho de que su esencia es la coparticipación misma y !sta

es indisoluble del ser erdad.$nicamente en la comunicación se alcanza el fin de la filosofía, en el que est fundado en %ltimo t!rmino elsentido de todos los fines/ el interiorizarse del ser, la claridad del amor, la plenitud del reposo.