los partidos políticos en jordania (1921-2015). creación...
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LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN JORDANIA (1921-2015). CREACIÓN, EVOLUCIÓN Y RETOS DE UN MODELO DEMOCRÁTICO
CONTEMPORÁNEO
Dina Habjouqa Hanqeer
www.ua.eswww.eltallerdigital.com
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DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS JURÍDICOS DEL ESTADO
FACULTAD DE DERECHO
LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN JORDANIA (1921-2015).
CREACIÓN, EVOLUCIÓN Y RETOS DE UN MODELO DEMOCRÁTICO
CONTEMPORÁNEO
Dña. Dina Habjouqa Hanqeer
Tesis presentada para aspirar al grado de
DOCTORA POR LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE
Programa de Doctorado de Estudios Políticos y Constitucionales
Dirigida por:
Dr. D. Manuel Menéndez Alzamora
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Agradecimientos
A Dios
A mi familia
A Dr. D. Manuel Menéndez Alzamora
Y a todos quien me han apoyada durante este trayecto
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‘La democracia se quedaría incompleta si no estuviera apoyada por el pluralismo político. Por
ello, apoyamos la formación de los partidos políticos nacionales y la afiliación de la gente a
estos partidos, siempre que los partidos estén guiados por la Constitución, y que respeten las
leyes promulgadas de acuerdo con la Constitución.’
Carta de designación del Rey Abdullah II al Primer Ministro Ali Abu Al Ragheb, el 9 de Julio de
2000
ال يُغَي ُِر َما بِقَْوٍم َحتَّى يُغَي ُِروا َما بِأَنفُِسِهم َ إِنَّ َّللاَّ1
:11الرعد ]
1 Dios no cambia las condiciones de la gente sino que ellos mismos se cambian (Al Ra’ad:11)
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Sumario
Introducción
Capítulo I
1. Contexto Histórico2. Sistema Legal y Constitucional3. Sistema de Partidos4. Procesos Electorales5. Dinámica Político-Constitucional6. Conclusión
Capítulo II
1. Contexto Histórico2. Sistema legal y constitucional3. Sistema de partidos4. Procesos electorales: 1946-19565. Dinámica político-constitucional6. Conclusión
Capítulo III
1. Contexto Histórico2. Sistema Legal y Constitucional3. Sistema de Partidos4. Procesos Electorales: 1961 a 19885. Dinamia Político Constitucional6. Conclusión
Capítulo IV
1. Contexto Histórico2. Sistema Legal y Constitucional3. Sistema De Partidos4. Procesos Electorales5. Dinámica Político-Constitucional6. Conclusión
Capítulo V
1. Contexto Histórico
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2. Sistema Legal y Constitucional2.1 Ley Electoral: Modificaciones
2.2 Leyes de Partidos Políticos
2.3 Modificaciones Constitucionales
3. Sistema de Partidos3.1 Sistema y Tipología de los Partidos
3.2 Ideologías
3.3 Resumen de los Partidos Políticos Activos (1999-2015)
3.4 Coaliciones Inter-Partidistas
4. Procesos Electorales4.1 Las Elecciones del Consejo Nº14 (2003-2007)
4.2 Las Elecciones del Consejo Nº15 (2007-2009)
4.3 Las Elecciones del Consejo Nº 16 (2010-2012)
4.4 Las Elecciones del Consejo Nº 17 (2013-2016)
5. Dinámica Político Constitucional6. Conclusión
Capítulo VI
A. Enfoque del EstudioB. Sumario de los Partidos del Estudio: Vista GeneralC. Análisis de los Áreas del Estudio1. Área Primera: Funciones y Actividades de los Partidos2. Área Segunda: Estructura y Funcionamiento Interno3. Área Tercera: ComunicaciónD. Conclusión y Recomendaciones
Conclusiones
Anexos
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Introducción
En un artículo de opinión escrito por el Rey Abdullah II de Jordania sobre el estado de reforma en
Jordania, el Rey indicó que2:
‘Cuando tuve el honor de ascender al Trono del Reino Hachemita de Jordania,
hice un juramento para contribuir todo lo que pude para que Jordania fuera
más próspero. Y siempre ha sido muy claro para mí que esto significa que Jor-
dania sea más democrático también. Nuestro enfoque incluyó la liberalización
económica y las iniciativas socioeconómicas. Otros esfuerzos se centraron en
mejorar la gobernanza y ampliar la participación política. La cultura partidista
surgió inmediatamente como un asunto vital. Nuestro objetivo es un gobierno
parlamentario eficaz, bajo el paraguas de la monarquía constitucional y un sis-
tema político parlamentario basado en la Constitución. Pero el gobierno parla-
mentario tiene requisitos prácticos: partidos a nivel nacional que son capaces
de formular programas, dirigir campañas, y ganar votos, al lado de la presencia
de bloques parlamentarios basados en partidos que son capaces de llevar a ca-
bo sus programas. En 2011, el progreso en la reforma se estaba arrastrando. La
reforma necesitaba una llamada de atención, y eso es lo que proporcionó la
Primavera Árabe’.
Las palabras del monarca sobre el estado de reforma y las aspiraciones populares para la
democratización del sistema político y avance socio-económico tuvieron una gran audiencia que
fijó sus esperanzas en una revolución suave y pacifica que fue inspirada por una revolución
hermana – más grande y febril. La Primavera Árabe que estalló en diciembre de 2010 llevó una
promesa de democratización y apertura política para algunos países árabes que encontraron en las
manifestaciones populares una oportunidad para liberarse de los sistemas políticos autocráticos
que les gobernaba por largos siglos. La ola de liberación que empezó en Túnez y se exportó a
países como Egipto, Yemen, Libia, Jordania, y Siria daba la esperanza para las poblaciones a
empezar una nueva fase caracterizada por democracia, inclusión política, igualdad económica, y
respeto de los derechos humanos. Sin embargo, pocos años después del comienzo de la Primavera
Árabe, las aspiraciones se perdieron y desaparecieron dentro de guerras civiles, golpes de estado,
2 Jordan’s Security Backbone: Pluralism and National Unity, Op-Ed by His Majesty King Abdullah II, World Policy Journal, publicaod el 21 de Septiembre 2013
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y caos político y social manifestados en Siria, Libia y Yemen. Por su parte, Jordania encontró en
esta ola una oportunidad para exigir cambios políticos, donde la calle jordana fue testigo de
docenas de manifestaciones en las que los jordanos exigieron reformas políticas y económicas.
Los partidos políticos encontraron en estas manifestaciones una oportunidad para emerger a la
escena delantera después de años de funcionamiento humilde y oculto detrás de puertas cerradas.
La Primavera Jordana fue una oportunidad para los partidos para que salieran de los margines
ambos la sociedad y la esfera política y reclamar su derecho a involucrarse en la vida pública
como actores legítimos y socios verdaderos en la política.
La recesión y la marginalización sufrida por los partidos durante siglos fue el fruto de largos
años de enfrentamiento con el régimen Jordano. La Primavera Jordana levantó promesas para
superar las diferencias y empezar de nuevo. Sin embargo, las manifestaciones populares no
lograron sus aspiraciones; más que la realización de algunas reformas constitucionales modestas,
ningún cambio político sustancial o institucional se manifestó. Los partidos políticos jordanos
disfrutaron de un breve momento de gloria y nostalgia de un pasado en el cual ejercieron más
poder, pero los cambios introducidos no les otorgó el poder que esperaban. De hecho, los partidos
mantienen hasta hoy en día un papel limitado y secundario en la esfera política, donde su
presencia y actividad parecen estar toleradas por el régimen para mantener una fachada de
pluralidad y libertad política, aunque eufemísticamente. La referencia del Rey Abdullah II a los
partidos políticos en el artículo de opinión citado al principio arroja luz sobre el estado de los
partidos, una opinión que se puede interpretarse para indicar que lo partidos políticos jordanos no
fueron todavía ‘capaces de formular programas, dirigir campañas, y formar bloques
parlamentarios partidistas capaces de llevar a cabo sus programas’.
Los partidos políticos son definidos según la Ley de Partidos Políticos Jordanos nº 39 del año
20153 (Artículo 3) como ‘cualquier organización política compuesta por un grupo de jordanos
según las disposiciones de la Constitución y de esta Ley, formada con el objetivo de participar en
la vida política y realizar objetivos concretos relacionados con los asuntos políticos, económicos y
sociales, y que funciona a través de medios legales y pacíficos’. La ley que gobierna la actividad
partidista reconoce, tras años de reforma política y democratización del sistema político, que los
partidos políticos juegan un papel esencial en la vida política, con su representación y articulación
de los objetivos políticos, económicos, y sociales de la población jordana. Sin embargo, este
reconocimiento constitucional del rol de los partidos no es necesariamente uno real. Basta
examinar el número de escaños parlamentarios ocupados por partidistas desde 1946 para
confirmar que los partidos no son representantes políticos de la población jordana. Los partidos
3 Boletín Oficial: 16-9-2015/5358, Número de página: 7835
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no son socios en el cuerpo institucional jordano, ni ejercen el papel aspirado dentro de un sistema
parlamentario.
Es importante señalar que los partidos políticos son un fenómeno relativamente nuevo para
Jordania y el Oriente Próximo Árabe en general. Se debe recordar que Jordania fue parte del
Imperio Otomano hasta 1916, el cual abrió el camino para el establecimiento de las
organizaciones políticas/partidos a través de Ley Otomana la de Asociaciones de 1909. Sin
embargo, el surgimiento de los partidos políticos como una organización legislativa constitucional
no se concretó hasta la fase tras la independencia del Imperio Otomano. El partido político, como
una organización política que articula los conceptos y deseos políticos de la población árabe,
empezó a surgir en los principios del siglo XX en las provincias sirias del Imperio Otomano, y
fue inmensamente influido por el pensamiento europeo nacionalista. El Emirato de Transjordania
(el territorio ubicado al este del Río Jordán) establecido en 1921 sirvió como refugio para los
partidistas sirios nacionalistas que utilizaron el territorio transjordano como base para luchar
contra el Mandato Francés impuesto sobre Siria. La independencia de la ocupación extranjera y la
unión árabe fueron las exigencias principales de los partidos políticos sirios ubicadas en el
Emirato Transjordano. Aunque las agendas de estos partidos fueron principalmente dirigidas a los
intereses sirios, los partidos sirios nacionalistas ejercieron una cierta influencia en el gobierno
nacional del Emirato transjordano naciente, recordando que la línea de división entre las naciones
árabes no existe/cristalizó. Los residentes de las provincias árabes bajo el Imperio Otomano se
identificaron como árabes, no a base de países nuevos artificiales establecidos por Gran Bretaña y
Francia como un resultado de los Acuerdos de San Remo de 1920 tras la Revuelta Árabe de 1916.
Los partidos nacionalistas sirios disfrutaron un breve periodo de activismo e involucración en
la gestión pública del nuevo Emirato establecido en 1921– no olvidando sin embargo su misión
primaria de liberación árabe contra las fuerzas de mandato. Sin embargo, las diferencias en
posiciones y orientaciones nacionalistas e independentistas de estos partidos y la orientación del
régimen nuevo de la dinastía Hachemita y su patrón Británico resultaron en su disolución poco
después. Los partidos políticos nacionalistas sirios se reemplazaron por otros partidos nacionales,
marcando con esto el comienzo de la identificación de la población transjordana con una
identidad separada e intereses nacionales propios. Los nuevos partidos transjordanos fueron
partidos de cuadros, compuestos por fuerzas tribales y elites indígenas. Algunos de estos partidos
representaron la primera manifestación de oposición política transjordana. Las ‘Conferencias
Nacionales’ que se celebraron en 1928, 1929, 1930, 1932 y 1932 representaron la primera
conciencia política nacional transjordana, donde las activistas políticas exigieron reformas
políticas y económicas, y demandaron su inclusión en políticas nacionales y regionales,
principalmente en relación la extensión Sionista en Palestina.
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Con la independencia de Transjordania del Mandato Británico en 1946 y el establecimiento del
Reino Hachemita Jordano, la vida política y partidista tomaron una forma más regulada con la
promulgación de la Constitución de 1947 y 1952 y la primara Ley de Partidos Políticos de 1955.
Paralelamente, los movimientos políticos y los partidos políticos regionales estaban creciendo y
expandiendo, principalmente el pensamiento nacionalista Baazi (resurrección árabe) basado en la
unión árabe y el socialismo, el Naserísmo egipcio nacionalista/pan-arabista con tendencias
socialistas, y el comunismo inspirado por la Unión Soviética. El islam político que nació en
Egipto con el establecimiento de la Organización de los Hermanos Musulmanes también empezó
a manifestarse en Jordania. Al nivel internacional, los dos campos de la Guerra Fría y su lucha de
hegemonía sobre el Oriente Próximo impactaron ambos los partidos políticos jordanos y el
régimen político y sus orientaciones ideológicas. Los enfrentamientos ideológicos internacionales
se reflejaron en el escenario político nacional jordano, convirtiendo los partidos políticos
nacionalistas e izquierdistas en unas fuerzas principales de oposición.
En los años cincuenta, los partidos políticos jordanos empezaron a tomarse la forma de los
partidos políticos modernos, aunque mantuvieron sus rasgos clasistas y la estructura de los
partidos de cuadros, mientras algunos partidos incorporaron unas características de los partidos de
masas. Las orientaciones ideológicas de los partidos políticos formados en los años cincuenta
siguen existiendo hasta hoy en día, ubicándose en un espectro ideológico que va desde posiciones
conservadores hacia ideologías extremistas izquierdistas. Los partidos políticos nacionalistas,
izquierdistas, e islámicos empezaron a desarrollar su discurso político en esta época, el cual fue
influido por tendencias e ideologías regionales e internacionales, mientras los partidos
céntricos/conservadores formaron un frente que contrarrestó los movimientos ideológicos. Por
otro lado, el sistema político empezó a modernizarse y regularse en esta época también, donde el
sistema partidista inicialmente y teoréticamente fue uno multipartidista competitivo, y el sistema
electoral fue uno mayoritario del gana el más votado (first past the post) inspirado por el sistema
electoral Británico.
Mientras el sistema político iba desarrollándose, y los partidos políticos institucionalizando su
actividad (aunque modestamente) a través de su participación en las elecciones electorales y su
organización más formal, Jordania – y el mundo árabe entero – experimentó un cambio político
sustancial que cambio el mapa político, las orientaciones ideológicas, y las relaciones entre el
régimen y los partidos ideologizadas hasta hoy en día. La Guerra de 1948 entre algunos países
árabes e Israel se estrelló tras el establecimiento del Estado de Israel en 1948. La guerra resultó
en la ocupación de más territorio palestino por parte de Israel, al lado del estacionamiento de las
fuerzas militares jordanos en Cisjordania, y las fuerzas militares egipcias en la Franja de Gaza.
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Desde entonces, la Causa Palestina se convirtió en la causa principal de la mayoría de los partidos
políticos jordanos, y el escenario palestino fue entrelazado con realidades sociales y políticas
jordanas.
Mientras tanto, los partidos políticos jordanos iban desarrollándose, notando que los partidos
funcionaron en un ambiente semi-liberal durante los años cincuenta. Es cierto que algunos
partidos políticos fueron rechazados y prohibidos por el gobierno jordano (como fue el caso con
el partido Comunista Jordano) y que la actividad partidista fue vigilada y controlado en términos
generales, pero los partidos políticos fueron capaces a organizarse, llamar miembros a sus filas, y
participar en las elecciones parlamentarias. De hecho, y por la primera y única vez en la historia
de Jordania, un gobierno partidista fue establecido en 1956, aunque fue disuelto menos que un
año después. La libertad partidista terminó en 1957 con la disolución de todos los partidos
políticos y la prohibición de su actividad partidista por casi treinta años. La prohibición de
actividad partidista fue basada a factores regionales y nacionales, donde el palacio real fue
enfrentado con esfuerzos de coupe d’états por las manos de algunos partidistas, inspirados por
regímenes vecinos populistas que encontraron en las monarquías unos sistemas reaccionarios
aliados al mundo occidental y sus fuerzas imperialistas. Por otro lado, la Guerra Árabe –Israelí de
1948 y la Guerra de Seis Días con Israel (en 1967) resultaron en fomentar el discurso
nacionalista/panarabista independista que criticaba los sistemas monárquicos conservadores y
aliados a las fuerzas de ocupación. El régimen jordano fue criticado y rechazado por las fuerzas
políticas izquierdistas y nacionalistas durante décadas, atrincherando la desconfianza mutua entre
el régimen y las activistas políticas y aumentado la brecha entre el palacio y los partidos políticos.
El sistema político jordano no tuvo la oportunidad de democratizarse ni abrirse hacia los
partidos políticos, donde la imposición de las leyes marciales en 1957 y en 1967, la entrada en dos
guerras con Israel, y la confrontación con varios intentos de golpes militares y amenazas
regionales, convirtió el sisme político en un sistema autocrático, con fachada de democracia
constitucional. Los partidos políticos – a pesar de su prohibición– siguieron funcionando en
clandestino, participando en la actividad política en una manera más indirecta (como por ejemplo
participar en las elecciones a base personal, no partidista). Los partidistas fueron perseguidos,
encarcelados, y exiliados, y la actividad política censurada por tres décadas. Las elecciones
parlamentarias también se congelaron tras la Guerra de 1967 hasta 1989, y los partidos no
encortaron ninguna vía para participar en la vida política y galvanizar el apoyo popular necesario
para liderar la democratización del sistema político.
Con la apertura democrática en 1989 con el levantamiento de las leyes marciales impuestas en
1967 y el permiso a los partidos a resumir su actividad pública tras tres décadas de trabajo
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clandestino (de 1957 a 1989), los partidos políticos jordanos empezaron a intentar a asumir su
puesto en el sistema político y marcar su presencia política y social. Durante la fase de la
congelación de la vida parlamentaria, y la prohibición de la actividad partidista, ambos activistas
y sistema político tomaron posiciones políticas opuestas y se ubicaron en sitios distintos dentro
del espectro ideológico. La falta de democracia y dialogo nacional y la concentración de los
poderes en la manos del palacio alejaron no solamente los partidos políticos izquierdistas y
nacionalistas, sino también las fuerzas políticas tradicionalmente aliadas al régimen,
principalmente la Organización de los Hermanos Musulmanes.
La Organización de Hermanos Musulmanes, que representó la fuerza política más fuerte y
popular el país desde los años sesenta, se convirtió tras 1989 en una fuerza de oposición principal
del régimen. Es importante señalar que el régimen estaba girando hacia establecer paz con Israel y
mantener sus relaciones estrechas con los EE.UU, convirtiéndose con esto en un aliado occidental
en la opinión de las fuerzas políticas nacionalistas, izquierdistas, e islámicas. Temiendo el
crecimiento del poder islámico que ya no fue un aliado fiel, el régimen cambió la fórmula
electoral y convirtió el sistema electoral en un sistema electoral semi-proporcional basado en el
formula de Voto Único No Transferible. Con este cambio radical de sistema electoral, los partidos
no tuvieron la oportunidad de ganar más que algunos escaños en las elecciones parlamentarias
celebradas desde 1993.
Los años de prohibición de actividad partidista, la imposición de las leyes marciales por más
que 20 años, la serie de leyes que limitaron las libertades de opinión, expresión y organización y
el manteamiento de un sistema monárquico cuasi autocrático, impactaron el desempeño de los
partidos políticos. A pesar de la mejora gradual de las leyes que cedieron más derechos a los
partidos, la realidad demuestra que los partidos políticos siguen siendo un actor marginal y
segundario en la esfera pública, ejerciendo influencia mínima en ambos la calle y en los cuerpos
institucionales. Los partidos políticos de hoy en día, cuyo número supera treinta partidos,
demuestran su poco poder y presencia con una mínima representación en el Consejo de Diputados
y algunos cuerpos públicos (como sindicatos, uniones de alumnos, y consejos locales). La
afiliación partidista es insignificante, y la cultura partidista es aún más limitada, donde la
población jordana–según los estudios realizados por el Jordan Center for Strategic Studies de la
Universidad de Jordania– no demuestra interés ni conocimiento del mapa partidista en el país.
Durante la Primavera Jordana los partidos políticos se tomaron a la calle para exigir reforma
holísticas, incluyendo reformas sobre la Ley Electoral, la cual fue siempre acusada por limitar las
posibilidades electorales de los partidos políticos. Por esto, el gobierno formó una Comisión de
Dialogo Nacional en marzo de 2011 para estudiar las reformas políticas en el país, uno de ellos
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fue la modificación de la Ley Electoral. La Ley Electoral de 2013 modificó el sistema electoral
con la introducción de listas nacionales cerradas asignadas para 27 escaños electorales. El
objetivo fue apoyar los partidos políticos y superar las desventajas del sistema electoral semi-
proporcional de Voto Único No Transferible. Sin embargo, las elecciones no llevaron los
resultados aspirados, y los partidistas ganaron pocos escaños en comparación con los candidatos
independientes. Otras leyes modificadas abordaron la actividad partidista y los derechos de
expresión y reunión, pero el eje del problema que los partidos se enfrentan en su actividad y
relación con los votantes no fue tratado.
La observación general es que las reformas introducidas desde 1989 hasta hoy en día, y la
reforma de las leyes electorales y de partidos políticos debería haber - en teoría – mejorado el
rendimiento de los partidos políticos. El hecho de que el atractivo partidista en los cincuenta fue
más alto que del hoy en día confirma que hay una serie de factores que contribuyeron, y algunos
siguen contribuyendo, a este alejamiento popular de los partidos y su debilidad electoral.
La Cuestión de la Tesis
La premisa de la observación sobre la debilidad de los partidos políticos está basada
principalmente a la interpretación de su rasión d’être, la cual es, según Manuel Martínez
Sospedra4 (1996) ‘la selección y el reclutamiento de personal político, proporcionando personal
aspirante a los puestos públicos, y según Joseph A. Shumpeter5 (1950) es ‘prevalecer sobre los
demás para llegar al poder o mantenerse dentro del poder’. János Simon6 (2003) por otro lado
explicó que los partidos políticos tienen funciones en relación con los votantes y en relación con
el sistema político. Las funciones dirigidas hacia los votantes incluyen la socialización política y
la influencia de los partidos de las opiniones políticas; mientras las funciones hacia al sistema
político incluyen la socialización política, movilización y participación. Sigmund Neumann7
(1965) por su parte explica que la función principal del partido es su participación en el proceso
decisorio de la política o al menos el esfuerzo que despliega por tomar parte en este proceso y la
posibilidad de moverse en este sentido. Por su parte, Sospedra (1996) indica que las funciones
principales de los partidos son la postulación de proyectos políticos de carácter global; agregación
4 Sospedra, M. M. (1996) Introducción a los Partidos Políticos, Ariel Derecho, Barcelona, España
5 Shumpeter, J. A (1950) Capitalism, Socialism, and Democracy, 4
th edition, Londonres, Reino Unido
6 Simon, J. (2003) The Change of Function of Political Parties at the Turn of the Millennium, Institut de
Ciencies Politiques i Socials, Barcelona, España
7 Neumann, S. (1956) Towards a Comparative Study of Political Parties en Neumann, S. (ed) Modern
Political Parties, Approaches to Comparative Politics, University of Chicago Press, Chicago, EE.UU
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y jerarquización de intereses; comunicación y orientación; y una función electoral.
El estudio entonces basa la observación de la debilidad de los partidos políticos a su escasa
representación en el parlamento jordano, su limitada influencia sobre la política pública, y su
poco atractivo popular (el cual es manifestado por el número de votos que los partidos reciben, la
afiliación muy escasa en sus filas, y el rechazo general hacia los partidos demostrados por los
censos realizados por el Center for Strategic Studies de la Universidad de Jordania). Observando
las elecciones celebradas desde 1989, se nota que los partidos políticos nunca ocuparon en su
totalidad (suma de todos los escaños electorales ganados por los partidos políticos) más que el
30% de los escaños electorales. Además, la afiliación a los partidos no supera unos cientos para la
gran mayoría de los partidos políticos. La pregunta que se presenta entonces es ¿Qué son los
factores detrás de la debilidad de los partidos políticos jordanos?
Varios factores son determinantes sobre la actividad partidista dentro de un sistema político,
siendo el sistema político mismo uno de estos factores. Consecuentemente, el estudio intenta
encontrar una explicación para el rendimiento de los partidos políticos a través de analizar
los varios factores que pudieran haber contribuido a su falta de atractivo electoral. Varios
estudios fueron realizados para analizar el rendimiento de los partidos políticos y evaluar los
varios factores que contribuyeron a esta realidad. Sin embargo, los estudios realizados enfocaron
a épocas determinadas en la trayectoria partidista, sin ubicar la realidad moderna de los partidos
políticos en un contexto histórico comprehensivo y sucesivo. Aunque la gran mayoría de los
partidos políticos se disolvieron pocos años después de su establecimiento, y que los partidos
políticos que consiguieron mantenerse establecidos desde los años cincuenta son solamente cinco
partidos políticos (La Organización de los Hermanos Musulmanes, el partido Liberación Islámica,
el partido Comunista, el partido Baaz Socialista, el partido Baaz Progresivo), la conclusión del
estudio indica que los factores históricos siguen influyendo la cultura política partidista y popular,
impactando con esto los partidos nacientes, desconsiderando la época histórica de su
establecimiento. Aunque un partido político establecido en el siglo XX no sufrió de las
restricciones de las leyes marciales impuestas hasta 1989, el contexto social y político donde se
opera y el patrimonio ideológico donde funciona son inmensamente influidos por la historia
moderna del país. Por esto, fue necesario analizar la trayectoria historia de los partidos políticos y
el activismo políticos desde el establecimiento del Emirato, y asociarles con la etapa moderna y
presente de su funcionamiento.
Por otro lado, los estudios anteriores se enfocaron a los factores externos de los partidos
políticos más que los factores internos, analizando en términos muy generales los fallos
organizativos de los partidos políticos. Los partidos no fueron analizados desde el punto
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tipológico sino ideológico, ignorando con esto en factor clave en la organización y
comportamiento político de los partidos. Por esto, la pregunta específica y novedosa del estudio
es sobre el posible fallo organizativo y funcional de los partidos políticos que, acoplado con los
varios factores externos a los partidos, resultan necesariamente en el rendimiento humilde de los
partidos políticos. El estudio utiliza las teorías políticas de organización y funcionamiento
partidista para analizar los estatutos de los partidos políticos de enfoque (ocho partidos) y analizar
profundamente su realidad contra el telón de fondo teórico.
El estudio intenta ofrecer una visión holística del entorno político, social, y legislativo que
gobierna la actividad de los partidos, y por lo tanto, el análisis aborda toda la fase histórica de la
vida de los partidos políticos jordanos (desde el establecimiento del Emirato transjordano en 1921
hasta 2015). Además, explora profundamente los aspectos funcionales, organizativos, e
ideológicos de ocho partidos políticos presentes hasta 2015.
El objetivo de la investigación entonces es analizar los varios factores internos y externos que
obstruyen el desarrollo y empoderamiento de los partidos políticos y los elementos atribuidos a su
modesto atractivo popular. Se espera que este estudio pueda arrojar luz sobre las soluciones
disponibles para los partidos políticos y los desafíos políticos, institucionales y estructurales que
se deben tratarse para que los partidos políticos asuman su papel en la vía política y social. Este
empoderamiento de los partidos políticos viene en un punto histórico clave, tras los esfuerzos de
democratización que culminaron en la Primavera Jordana y las amenazas geopolíticas e
ideológicas regionales que fueron el resultado de la inestabilidad y represión políticas.
Las Hipótesis
La investigación sugiere que los factores principales que impactan – negativamente – el
rendimiento general de los partidos políticos jordanos son:
i. El sistema político jordano, el cual fue clasificado como “Autocrático Pluralista- Hegemónico
Restrictivo, a base del estudio de Inmaculada Szmolka8 (2011). Tal sistema no otorga a los
partidos políticos la suficiencia oportunidad para desarrollarse y tomarse su papel en la esfera
política siendo que es uno que ‘...uno en el que se han establecido instituciones
representativas, en base a elecciones pluralistas, pero en el que alguna o algunas fuerzas
8 Szmolka, I. (2011): Democracias y autoritarismos con adjetivos: la clasificación de los países árabes
dentro de una tipología general de regímenes políticos, Revista Española de Ciencia Política, 26 de julio
de 2011, pp:11-62.
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políticas relevantes se ven relegadas de los procesos políticos, siendo la competencia política
limitada…con la falta de equilibrio o contrapesos entre poderes o la presencia de actores
influyentes sin responsabilidad política o por actores formales que centralizan el proceso
institucional y político en detrimento de las instituciones representativas.’ El análisis del
sistema político engloba también otras leyes que regulan la libertad política y de expresión en
el país en una forma general, para subrayar las condiciones locales de activismo político.
ii. Los sistemas electorales adoptados en varias épocas históricas, los cuales no favorecieron el
rendimiento de los partidos políticos en las elecciones.
iii. El sistema partidista que aunque cedió el derecho de los partidos políticos a establecerse y
funcionarse, impuso al mismo tiempo ciertas limitaciones a su papel y actividad.
iv. Influencias regionales, sean políticas o ideológicas. La historia de Jordania está estrechamente
relacionada con la historia de la región en general, y los países de inmediatos vecindad en
particular. Con lo cual, los eventos sucediendo en la región y los movimientos creciendo en los
países árabes influyentes impactaron el pensamiento político jordano y los agendas partidistas,
los cuales tomar una dimensiones supra-nacional. Esto en su turno alejó las fuerzas nacionales
y el régimen jordano de los partidos proxy. Por otro lado, la serie de guerras con Israel, las
otras guerras que sucedieron en los países vecinos, las amenazas ideológicas de pensamiento
salafí, y la Causa Palestina alimentaron – y siguen alimentando – las restricciones de libertades
políticas en el nombre de la seguridad.
v. Influencias políticas de - principalmente - los EE.UU y la Unión Soviética anteriormente y
Rusia actualmente, los cuales influyeron las orientaciones ideológicas y políticas de los
partidos políticos y el régimen jordano, donde sus posiciones opuestas en varios ocasiones
fueron debidas a los diferentes intereses de los patrones internacionales, convirtiendo a ciertos
los partidos a enemigos del Estado bajo la opinión de cierta parte de la sociedad y el régimen.
vi. La sociedad jordana es políticamente inactiva, y su cultura partidista es muy modesta debida a
los años de enfrentamiento entre el régimen con los partidos políticos y el miedo de la
afiliación partidista. Además, el tradicionalismo en las relaciones sociales y el tribalismo
impacta su comportamiento en las elecciones.
vii. Los partidos políticos sufren de ciertos fallos estructurales y organizativos, al lado de un
bagaje ideológico que no refleja la realidad jordana. Además, sus medios de comunicación,
interacción con la calle, actividad, composición, programas, y campañas electorales son
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anticuados, no estructurados, esporádicos y excesivamente centralizados.
Objetivos Específicos
A base de las hipótesis, los objetivos específicos del estudio son:
i. En relación con el sistema político, el objetivo implica un análisis del entorno jurídico
constitucional y regulatorio actual e histórico, para ofrecer una visión sobre los desafíos,
limitaciones, y restricciones que los partidos políticos enfrentan en su ejercicio de sus ac-
tividades. Los objetivos específicos son:
a) Profundizarse en la institucionalización del régimen Hachemita que asumió el trono
después de la Revuelta Árabe de 1916, su orientación ideológica, y sus intereses re-
gionales. El objetivo es proyectar la centralización de la administración bajo los Ha-
chemitas9 y la aceptación de la sociedad jordana heterogénea a la monarquía Hachemi-
ta, incluyendo la posición de las tribus y ésta de los activistas políticos con vínculos
regionales. Este ejercicio tiene un doble objetivo: por una parte, arrojar luz sobre el ar-
gumento de los partidos ideológicos respecto al régimen y su legalidad – el cual fue
abandonado tras la reconciliación nacional en 1992, ofrece una explicación de la rela-
ción entre el régimen y tales partidos. Por otra parte, esta exposición explica la rela-
ción entre los nacionalistas palestinos y el régimen en el contexto de la crisis de repre-
sentación y autoridad sobre los palestinos, y las propuestas israelíes sobre la reubica-
ción de palestinos a los estados vecinos. Comprender el fondo de la crisis entre el ré-
gimen y los partidos ideológicos debe necesariamente empezarse con la historia Ha-
chemita en Transjordania.
b) Asociar el rendimiento de los partidos políticos con el sistema político, particularmen-
te en relación con la repartición del poder entre la autoridad legislativa y la autoridad
ejecutiva, el respeto a las facultades discrecionales de ambas autoridades, y el respeto
de la Constitución y su continua modificación para favorecer los intereses del régimen.
c) Exponer el nivel de libertad política y el marco que gobierna el activismo político en
el país, sea en relación con el derecho de expresión, reunión, organización, o afilia-
ción, y los casos de intervención del Estado en la práctica de estos derechos por las
activistas y partidistas.
9 Durante su época Otomana, Jordania no existió como unidad administrativa unificada, ni gobiernos o
administraciones locales.
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xii
d) Presentar los acontecimientos históricos claves en la historia del país, los cuales resul-
taron en un excesivo control y medidas drásticas para controlar las libertades políticas.
Esto engloba la imposición de las leyes marciales, la disolución de los partidos, y la
congelación de las elecciones parlamentarias.
ii. El segundo objetivo requiere analizar el sistema electoral a través de estudiar y comparar
las varias leyes electorales promulgadas desde 1921 hasta 2015. Los objetivos específi-
cos son:
a) Exponer, analizar, y comparar las leyes electorales promulgadas desde 1921, particu-
larmente en relación con la manera de redactarlo (en la ausencia del parlamento o en
colaboración con el parlamento), la fórmula electoral elegida, su formalización del pa-
pel de los partidos políticos en las elecciones.
b) Presentar la división de las circunscripciones electorales, el cual favoreció las fuerzas
tradicionales y tribales a costa de los partidos políticos, y la asignación de los escaños
para cada circunscripción.
c) Presentar los resultados de cada elección y narrar su nivel de independencia y casos de
manipulación de los resultados.
d) Describir la participación partidista en el las elecciones sus campañas electorales,
cooperación con otros partidos políticos, escaños ganados, y comportamiento desde el
Consejo de Diputados (formar bloques parlamentarios, fusiones, divisiones etc.).
iii. En relación con el sistema de partidos políticos desde 1921 hasta 2015, los objetivos es-
pecíficos son:
a) Analizar y comparar las leyes de partidos políticos y la manera de redactarlos, princi-
palmente en relación con las condiciones de establecer los partidos y las restricciones
de la afiliación partidista, enlaces regionales, actividad, y financiamiento. Además, el
estudio refiere a la formalización de las leyes partidistas del papel de los partidos en
las instituciones políticas.
b) Asociar as leyes de partidos políticos con el mapa partidista en el país, arrojando luz
sobre la relación entre las disposiciones de la ley y la realidad de la composición y ac-
-
xiii
tividad partidista. El excesivo número de partidos políticos, la falta de carácter políti-
co, la ausencia de programas claros, las estructuras débiles, y papel insignificante en
los gobiernos y los parlamentos son explicados contra el telón de fondo de las leyes y
los partidos políticos.
iv. El cuarto objetivo es asociar la influencia de los eventos regionales con el rendimiento de
los partidos y su atractivo frente de la sociedad. En particular, los objetivos específicos
son:
a) Demostrar la influencia del Naserísmo egipcio, el nacionalismo Baazi, y el islam polí-
tico en las agendas de los partidos políticos, sus orientaciones, posiciones, y acciones.
Asimismo, la influencia de los regímenes y los partidos regionales sobre el régimen y
la calle jordana y su relación con los partidos están analizado.
b) Detallar el conflicto árabe-israelí desde los comienzos del siglo XX para clarificar la
posición del régimen Hachemí sobre el terreno palestino y la consecuencia de tal posi-
ción sobre sus relaciones regionales y su relación con la población palestina. Esto en
su turno clarifica la posición de los partidos nacionalistas e izquierdistas, y consecuen-
temente los partidos islámicos, sobre las políticas del régimen sobre el conflicto árabe-
israelí. Además, la relación entre el régimen y la percepción social de los partidos que
nacieron de las organizaciones palestinas operando en Jordania pueden destacar los
desafíos que tales partidos enfrentan en la sociedad y en la esfera política.
c) Presentar las principales guerras que impactaron el mapa político en el país.
d) Presentar los movimientos políticos regionales principales que influyeron el pensa-
miento, funcionamiento y orientación de los partidos políticos, y su consecuencia so-
bre la percepción social de los partidos.
v. En la misma vena, el estudio intenta analizar los desarrollos y eventos internacionales
principales con la actividad, pensamiento, y comportamiento de los partidos políticos jor-
danos, y la consecuencia de tal relación a su atractivo popular y electoral. El objetivo es-
pecífico es poner en foco la influencia occidental representada por Gran Bretaña, y con
posterioridad, los EE.UU versus la influencia rusa sobre la orientación del régimen y sus
políticas nacionales, regionales, e internacionales. La influencia ideológica del pensa-
miento europeo (socialismo), soviético (comunista), e islam político también son analiza-
dos como parte de la influencia internacional sobre los partidos políticos jordanos.
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xiv
vi. En cuanto la dimensión social, los objetivos específicos son:
a) Explicar la composición social de Jordania, siendo que Jordania como una entidad le-
gal independiente solamente nació en 1921. El nacionalismo jordano en sí mismo es
también nuevo, y uno que remplazó el nacionalismo árabe, y anteriormente la Uma
Islámica. El nacionalismo jordano juega un papel clave en la relación entre los parti-
dos ideológicos y la sociedad indígena.
b) Analizar las preferencias de la sociedad en las elecciones y la repartición de votos se-
gún las circunscripciones.
c) Estudiar la percepción social sobre los partido políticos, dependiendo principalmente
a los censos realizados por el Center for Strategic Studies de la Universidad de Jorda-
nia.
d) Asociar los orígenes de las clases sociales con sus preferencias electorales, afiliación
partidista, y activismo político.
e) Hacer un enlace entre los años de prohibición de actividad partidista, las ideologías
polémicas de los partidos, y las consideraciones relacionadas con el impacto negativo
de la afiliación partidista sobre el trabajo público/vida profesional con la realidad par-
tidista en Jordania.
viii. Analizar los aspectos estructurales y organizativos de los partidos para examinar el enlace
entre tales aspectos con la debilidad de los partidos políticos. Los objetivos principales son:
a) Ofrecer una visión general sobre los partidos políticos funcionando en cada época his-
tórica para arrojar luz sobre el desarrollo de la organización, orientación, y atractivo
popular de los partidos desde 1921 hasta 1999. El análisis ofrece una explicación ge-
neral sobre los principales deficiencias de los partidos, sean desde el punto de vista
organizativo, estructural, e ideológico. El objetivo es ofrecer una imagen general so-
bre la trayectoria de los partidos políticos y los principales desafíos que se enfrentan
desde dentro. Los fallos estructurales que se mantuvieron en la mayoría de los parti-
dos históricos y los partidos nuevos son necesariamente – según la hipótesis de la te-
sis – responsable por su rendimiento.
-
xv
b) Analizar con más profundidad el aspecto organizativo de los partidos funcionando en-
tre 199 y 2015, y clasificarse a base la clasificación propuesta por Sospedra (1996) de
la tipología de los partidos políticos. La clasificación a base del origen, fine, tipo de
representación, tipo de legitimidad, estructura interna, factor ideológico, consistencia
organizativa y tamaño puedan ofrecer más explicación y clarificación sobre el tipo de
los partidos políticos funcionado en el país y la relación entre la tipología como el
rendimiento de los partidos.
c) Analizar con más profundidad los estatutos, organización, estructuras, funcionamien-
to, y medios de comunicación de ocho partidos políticos en particular (dos de cada
orientación ideológica), para arrojar luz sobre los problemas concretos que los parti-
dos políticos se encuentran desde dentro.
La Metodología
El estudio se enfoca a los factores detrás de la debilidad de los partidos políticos y su
rendimiento durante el periodo entre 1921-2013. Para obtener una visión holística sobre los
factores en cuestión, la investigación fue basada en ambos datos cuantitativos y cualitativos. En
concreto, la metodología seguida fue:
A. Cuantitativa; compilación de los datos relacionados con:
El número de partidos políticos presentes en cada época del estudio para analizar el
desarrollo del pensamiento político y la representatividad de los partidos políticos de las
posiciones políticas, sociales y económicas de la población jordana.
El número de los miembros afilaos a los partidos políticos presentes en 2015 para medir su
apoyo y base social.
Análisis especifico de ocho partidos políticos en relación con el número de conferencias
anuales celebradas, numero de afilados, número de publicaciones/medios de comunicación,
número de sucursales nacionales, y periodicidad de las publicaciones y la organización de
conferencias/eventos públicos por parte de los partidos políticos para medir su interacción
con la población jordana.
El número de los partidos políticos que ganaron elecciones y los escaños que ganaron en
cada elección desde 1947. Los casos de manipulación de las elecciones, persecución de los
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xvi
candidatos en la fase de campaña electoral, la intervención gubernamental en el proceso
electoral o durante la votación y todas las irregularidades también fueron documentadas.
El número y tamaño de los bloques parlamentarios partidistas.
Datos sociodemográficas generales para analizar la composición social, su distribución
geográfica, su étnica, afiliación religiosa/nacional, y elegibilidad de votar.
Número de demostraciones y conferencias nacionales importantes/gran tamaños organizadas
por los partidos políticos para medir su influencia en la calle jordana.
Censos nacionales que estudian el atractivo de los partidos políticos en la calle jordana.
Cifras relacionadas con la división de las circunscripciones electorales y asignación de
escaños parlamentarios.
B. Cualitativa; análisis de varios factores directamente relacionados con la actividad partidista,
incluyendo:
Las leyes electorales, leyes de partidos políticos, leyes de expresión y organización, y otras
leyes que controlan la actividad y las libertades políticas.
Los poderes ejecutivos y legislativos a base de los artículos de la Constitución Jordana.
El sistema político y su democratización.
Los eventos nacionales, regionales, e internacionales claves.
Los tratados internacionales y regionales.
Los estatutos de los ocho partidos políticos (enfoque del estudio) para analizar sus
estructuras, organización entran, tipología, etc.
Las campañas electorales y los medios de comunicación de los partidos políticos.
Las fuentes de información para ambos investigación cuantitativa y cualitativa incluyeron:
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xvii
La Constitución Jordana.
Los informes de las instituciones públicas, como el Ministerio de Interior, Ministerio de
Asuntos Políticos y Parlamentarios, la Comisión Independiente Electoral, el Parlamento
Jordano, la Oficina de Opinión y Legislación, página web del Rey Abdullah Bin Al Hussein,
el Boletín Oficial Público, y la Biblioteca Nacional.
Los periódicos nacionales principales como Al Rai, Al Ghad, y Jordan Times.
Los centros de estudios e investigación, como Jordan Center for Strategic Studies, Al
Fainaq/Phenix Centre for Economic and Informatics Studies, National Center for Human
Rights, Netherlands Institute for Multi-Party Democracy, EU Election Observation Mission
to Jordan, Al Quds Research Center, y Jordan Politics.
Páginas web y documentos de los partidos políticos.
Entrevistas con los líderes de los ocho partidistas de enfoque y los ex partiditas de éstos
mismos partidos políticos.
Entrevistas con figuras políticas, académicos y activistas políticas.
Tesis doctorales de la Universidad de Jordania.
Libros históricos de referencia y libros teóricas, principalmente:
- Libros sobre la historia política de Jordania, como Aruri, N. (1972), Jordan: A Study in
Political Development (1921-1965); Al Musa, S. y Al Madi, M. (1988), Tareej Al Urdun fi
Al Qarn Al Ishreen (Historia de Jordania en el siglo veinte); Al Dija, H. W. (2005) Al
Tahawul Al Dimuqrati Fi Al Urdun 1989-1997 (La transformación democrática en
Jordania 1989-1997); Goldschmidt, A. (1999) A Concise History of the Middle East;
Mahafza, A. (2010) Dirasaat Fi Tareej Al Urdun Al Muaser, Al Nujab Al Siyasiye wil
Ahzaab (Estudios en la historia moderna de Jordania, las élites políticas y partidos); Musa,
S. (1991), Safahaat Min Taareej Al Urdun Al Hadeeth: Awdaa Ala Al Withaqee Al
Biritaaniye 1946-1952 (Páginas de la historia moderna de Jordania; revisón de los
documentos británicos 1946-1952); Robins, P. (2004) A History of Jordan; Shwadran, B.
(1959) Jordan a State of Tension; y Shuqair, A.R (1991) Min Qaasyoon Ila Rabbet Amoon,
-
xviii
Rihlat Al Umur (De Qaysun a Rabetat Amun, viajes en la vida).
- Libros sobre los partidos políticos jordanos, principalmente Abu Ghneme, A. (1998)
Malameh Al Haya Al Siyaasiye Fil Al Urdun Min Al Ishreenat Wa Hatta Al Tiseenat (Las
características de la vida política en Jordania desde los años viente hasta los años
noventa);Al Hajjaj, J.I. (2001) Taarej Al Ahzaab AL Siyasiya Al Urduniya, 1946-1970 (La
historia de los partidos políticos jordanos, 1946-1970); Al Sadi, I. M (2011) Al Haraka Al
Wataniya Al Urduniya 1921-1946; Al Maayta, N. (1994) Nashaa Al Ahzaab Al Siyasiye,
Diraase Al Ahzaab Al Urduniye Min 1921-1993 (Establecimiento de los partidos políticos,
estudio de los partidos jordanos desde 1921-1933);Cohen, A. (1982) Political Parties in
the West Bank Under the Jordanian Regime, 1949-1967;Hourani, H. (1997) Al Ahzab Al
Siyase Al Urduniya - Ard Mujaz (Los partidos políticos jordanos, un resumén); y Shteiwi,
M. (2005) Political Parties in Jordan, en Majed, Z. (ed.) Building Democracy in Jordan.
- Libros sobre teoría política de los partidos políticos, principalmente Blondel, J. (1972)
Introducción Al Estudio Comparativo de los Gobiernos; Duverger, M. (1954) Political
Parties: Their Organisation and Activity in the Modern State; Freidenberg, F. (2006)
Democracia Interna: Reto Ineludible de los Partidos Políticos;García Guerrero, J. L
(2007) Escritos Sobre Partidos Políticos;Hofmeister, W. Grabow, K. (2011) Political
Parties Functions and Organisation in Democratic Societies; Katz, Richard S. y Peter
Mair (1995) Changing Models of Party Organization and Party Democracy: The
Emergence of the Cartel Party; La Palombara, Joseph G. y Weiner, M. (1966) Political
Parties and Political Development; Linz, J.J (2002) Parties in Contemporary
Democracies: Problems and Paradoxes en Gunther, R., Montero, J. R y Linz, J. (ed)
Political Parties: Old Concepts and New Challenges; Medero, G.Y y Medero, R. S (2014)
Sistema Políticos en Europa; y Sartori, G. (1980) Partidos y Sistemas de Partidos, Marco
para Análisis.
En este contexto, la investigadora quiere agradecer el apoyo, guía y disposición de algunas
figuras políticas y académicas, cuyo aporte y enriqueció la tesis y validó sus supuestos,
incluyendo el anterior Primer Ministro y el juez internacional Dr Awn Al Khasawneh, el anterior
Ministro de Asuntos Políticos y Parlamentarios Dr Musa Al Maayta, el Director del Jordanian
Society for Human Rights Dr Suleiman Swies, el activista político y ex partidista Dr Hani Al
Hourani, el asesor político del Ministro de Asuntos Políticos y Parlamentarios Dr Ali Al
Kahwalde, el Director del Center for Strategic Studies Dr Musa Shteiwi, los Secretarios Generales
y líderes de los partidos políticos jordanos quieren aceptaron estar entrevistados por la
investigadora, el profesor de estudios árabes e islámicos Dr Ignacio Álvarez-Ossorio, y el
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xix
profesor de estudios políticos y constitucionales y director de la tesis Dr Manuel Menendez
particularmente.
El Esquema
Los capítulos están divididos a base de las épocas históricas claves que impactaron el
desarrollo de los partidos políticos y la vida política en general: la fase antes de la independencia,
la fase desde la independencia hasta la prohibición de la actividad partidas, la fase la prohibición
de actividad partidista (1957-1989), la fase de apertura democrática de 1989 hasta el muerte del
Rey Hussein en 1999, y la fase reformista del Rey Abudallah II hasta 2015. Cada capítulo analiza
el contexto histórico de la fase en cuestión, con enfoque a los sucedidos nacionales, regionales, e
internacionales claves; una exposición de los sucedidos sobre el sistema legal y constitucional,
con enfoque al desarrollo de las leyes que gobiernas la actividad política, los poderes de la
autoridad legislativa versus la autoridad ejecutivas, modificaciones constitucionales, y otros
desarrollos legislativos; un análisis del sistema de partidos de la fase, con una exposición de los
partidos políticos que funcionaron en la fase, sus orientaciones y sus posiciones sobre los asuntos
nacionales y regionales claves; una descripción de los procesos electorales, con una referencia a la
participación partidista en las elecciones, sus campañas, su rendimiento, y su comportamiento
desde el Consejo de Diputados; y una exposición de la dinámica político-constitucional que
subraya la luz sobre los factores que explican el rendimiento limitado y humilde de los partidos en
cada fase, principalmente el entorno legislativo, la percepción social, y el comportamiento
partidista.
El primer capítulo ofrece una visión general sobre el territorio transjordano antes del
establecimiento del Emirato, cuando Transjordania fue parte del Imperio Otomano. La Gran
Revuelta Árabe y la imposición del sistema de mandatos en los territorios árabes subrayan la luz
sobre las primeras organizaciones políticas y orientaciones ideológicas de las activistas árabes en
el terreno sirio y transjordano. El concepto de partido político y la administración central del
Emirato empiezan a surgirse en esta época post Otomana. El segundo capítulo ofrece una
explicación sobre la organización política y administrativa de Jordania tras su independencia del
mandato Británico. En esta fase, los partidos políticos ideológicas nacen y cristalizan sus
orientaciones políticas e ideológicas que fueron influidos por los movimientos regionales e
internacionales. Durante esta fase, el pensamiento islámico político, el nacionalismo árabe, y el
izquierdismo comunista se manifiestan en una serie de partidos políticos. Los enfrentamientos
internacionales entre los EE.UU y el campo occidental por un lado y la Unión Soviética por el
otro lado impactaron no solamente las agendas de los partidos políticos, sino sus relaciones con el
régimen el cual fue en sí mismo bajo la presión e influencia americana. El tercer capítulo expone
-
xx
las condiciones en las cuales los partidos políticos funcionaron durante la época de prohibición de
actividad partidista, imposición de las leyes marciales, y congelación de la vida parlamentaria.
Además, el capítulo se profundiza en el impacto de la Guerra Árabe Israelí de 1967 y la
inmigración de miles de palestinos a Jordania, el cual influyó inmensamente la actividad y el
pensamiento político en el país. El nacionalismo árabe y la Causa Palestina marcaron el entorno
político del activismo político y popular durante esta fase, donde los partidos políticos nacidos
entre los años sesenta y setenta adquirieron características ideológicas que siguieron existiendo
hasta hoy en día.
La apertura democrática y reconciliación nacional de 1989 están expuestas en el cuarto
capítulo, donde la actividad pacífica y cuasi-neutral de los partidos políticos fue evidente. Los
enfrentamientos con los partidos se pararon, aunque los partidos políticos de oposición
mantuvieron sus críticas al régimen - notando sin embargo que su expresión se limitó en entornos
legales (en contraste con los intentos de golpes de estado prominentes en los años cincuenta). El
sistema político iba democratizando durante los años noventa, y los partidos políticos volvieron al
escenario político, participando en las elecciones parlamentarias y las elecciones locales. Sin
embargo, los partidos políticos todavía no pudieron resurgirse como actores claves en la vía
pública, debido a una serie de factores políticos, sociales, y constitucionales. El quinto capítulo
expone la realidad de los partidos políticos hasta el año 2015, donde el sistema político y electoral
iba abriéndose y reformándose para que los partidos políticos puedan ejercer su papel en la
sociedad. La Primavera Árabe y Jordana resultaron en grandes reformas, las cuales culminaron
en la modificación del sistema electoral.
Tras la exposición de la trayectoria de los partidos políticos dentro del desarrollo del sistema
político, el último capítulo profundiza en ocho partidos políticos en particular que son el sujeto de
la propuesta de esta tesis de que a pesar de los factores legales, sociales, constitucionales,
políticos, y geopolíticos que impactaron el rendimiento de los partidos, los fallos estructurales y
organizativos de los partidos necesariamente impacta su desarrollo y su asunción de su papel
política y social.
La tesis termina con una serie de observaciones y conclusiones basadas en el análisis realizado
en los capítulos anteriores, sugiriendo una serie de recomendaciones que pueden apoyarles en sus
esfuerzos para liderar la reforma del sistema político y ejercer su papel dentro de un sistema
democrático y moderno basada en la pluralidad política.
-
1
Capítulo I
Introducción: Nacimiento del Estado Jordano
1916-1921
La historia moderna de Jordania como una entidad política independiente del Imperio Otomano y con
fronteras más definidas empezó en 1921 con el establecimiento del Emirato de Transjordania bajo el
mandato de Gran Bretaña. El Emirato logró su independencia en 1946 y se convirtió en un Estado con
soberanía total bajo el nombre del Reino Hachemita de Jordania. Desde entonces, las instituciones
políticas empezaron a modernizarse y el trabajo político nacional se definió con más claridad. Este
capítulo tratará de exponer un sumario de la historia del país bajo el Imperio Otomano, el
establecimiento del Emirato, la promulgación de la primera Ley Orgánica, la organización partidista, y
la vida parlamentaria en aquella fase. Este contexto histórico arrojará luz sobre los arreglos políticos e
institucionales y el entorno de la actividad partidista en el Emirato y su relación con los movimientos
políticos regionales antes de la independencia en 1946.
1. CONTEXTO HISTÓRICO
1.1 El Imperio Otomano y Transjordania
La historia más moderna de Jordania se remonta el Imperio Otomano que se estableció en los
finales del siglo XIII, y se extendió al Oriente Medio en los principios del siglo XVI (1516). El Imperio
incluyó - en el auge de su poder - partes de los siguientes países y regiones de hoy en día: Turquía,
Egipto, Grecia, Bulgaria, Rumania, Macedonia, Hungría, Israel, Líbano, Jordania, Siria, la Península
Arábiga y el Norte de África (ver mapa nº1). El territorio de “Transjordania” fue parte de este Imperio,
aunque generalmente descuidado y marginalizado. Tal como explica Robins (Robins, 2004: 6),
Transjordania refería a “la parte a través y más allá del este del Río Jordán”; un territorio cuya
naturaleza árida y desértica resultó en su abandono por parte del Imperio Otomano. A pesar de la
presencia de algunas zonas urbanas, Transjordania no presentó un interés político ni económico para los
otomanos. De hecho, el Imperio Otomano perdió el control directo sobre este territorio en el siglo XVII,
pero el “rejuvenecimiento imperial” resultó en la re-imposición del control Otomano en el territorio
transjordano en 1867. Desde entonces, el Imperio ejerció su control en las zonas urbanas, recaudando
impuestos, distribuyendo recursos e iniciando proyectos. Sin embargo, las zonas interiores desérticas
siguieron excluidas del control otomano (Robins, 2004: 6).
En relación con el arreglo administrativo y político bajo el Imperio Otomano, Transjordania no fue
compuesta por una unidad administrativa única, sino por estructuras administrativas pequeñas (qada)
-
2
que fueron sujetas al control de las administraciones más grandes en Damasco y Nablus (Musa, 1990:
13-14), y a partir de 1867, bajo la provincia1 (wilaya) de Siria/Damasco (ver mapa nº2). Por esto,
Transjordania no representó una unidad administrativa con fronteras claras, sino que fue compuesto por
unos distritos separados y controlados por administraciones más grandes. El Imperio refirió a
Transjordania con los nombres de los distritos de Ajlun, Balqa, Karak y Maan, los cuales representan -
hasta un cierto grado - las fronteras del país de hoy en día. Además, estos distritos no compartieron una
identidad común o un orden político único, y cada uno de estos distritos ejerció su propio orden local
(Rogan, 1999: 23).
Debida a su naturaleza árida y la ausencia de recursos naturales, la parte desértica del territorio
transjordano fue abandonada y descuidada. El Imperio reconoció que el mantenimiento de la paz y
seguridad en estas áreas desérticas y abandonadas fue muy caro, y por esto, decidió encargar la gestión
de estos tramos a los beduinos (quienes alojaron en los desiertos como nómadas), cuyo sistema social
fue basado en ataques y robos de las zonas urbanas y constantes paleas y rivalidades entre las diferentes
tribus. El abandono del territorio y su sujeción al control de las tribus beduinas resultaron en una
inestabilidad en el área y la obstrucción de su desarrollo. A base de su incapacidad de controlar la zona,
el Imperio tuvo que separar el territorio transjordano en 1893 de la provincia (wilaya) de
Damascos/Siria y reconocerla como una administración independiente (mutasarifiye) de Karak cuyas
fronteras representaron - más o menos - las fronteras del Emirato formado en 1921. El Imperio intentó al
principio mejorar la administración independiente nueva y apuntó los líderes de las tribus en posiciones
administrativas, resultando en establecer una cierta estabilidad. La nueva mutsasarifya desarrolló la
actividad agrícola y comercial lo que incentivó muchos comerciantes de las grandes
ciudades/administraciones vecinas de Damasco y Jalil a residir en pueblos transjordanos y establecer sus
comercios allí. Sin embargo, gracias al control de los beduinos locales de aquellos pueblos y la
persistencia de la política de descuido por parte del Imperio, las zonas urbanas se disminuyeron y se
limitaron en grupos pequeños de pueblos dispersos en zonas montañosas que fueron expuestos a los
ataques beduinos (Al Sadi, 2011:35-39).
Mientras tanto, el Imperio empezó a enfrentarse con el problema de los movimientos nacionalistas
que resultaron en la separación de unas regiones del Imperio. Estos movimientos separatistas y
nacionalistas deben también ser considerados en la luz de la composición multiétnica y multi-
confesional (cristianos, judíos y musulmanes) del Imperio, cuya sociedad fue compuesta por turcos,
griegos, serbios, croatas, albanés, búlgaros, árabes, sirios, armenios y kurdos (Goldschmidt, 1999: 164-
166). La composición heterogénea de la sociedad no fue reflejada en el sistema político, donde la clase
elitista gobernante fue limitada a los “Osmanlilar” quienes tuvieron que cumplir una serie de
condiciones - principalmente que sean musulmanes creyentes y practicantes, que sean leales al Sultán
1 División administrativa de primer nivel.
-
3
totalmente, y que sean practicantes de los costumbres, cultura y lengua de los Otomanos (Shaw y Shaw,
1976:113). La exclusión política y la diversidad étnica sirvieron como un elemento que apoyó el
nacimiento de los movimientos nacionalistas que aparecieron entre los griegos y los serbios, y después
se extendieron a los otros cristianos en el Imperio. Cuando esta ola nacionalista independentista llegó a
la región de los Balcanes, el Imperio intentó enfrontar el movimiento nacionalista, y contempló la
introducción de una autonomía lingüística, religiosa y étnica reflejada en la Constitución de 1876
(Goldschmidt, 1999: 164-166).
Sin embargo, la llegada del Sultán Abdelhamid II (1876-1909) al poder resultó en frenar los
avances políticos. El nuevo Sultán gobernó como un dictador, suprimiendo los movimientos disidentes,
expulsando ministros, restringiendo libertades, y centralizando el poder (Goldschmidt, 1999: 164-166).
Como consecuencia de la dictatoría del Sultán, la sociedad secreta de los “Jóvenes Otomanos” quienes
compartieron el objetivo de restaurar la Constitución, disponer del Sultán y fortalecer el Imperio
orquestaron la Revolución de los Jóvenes Turcos de 1908, la cual revocó la suspensión del Parlamento y
restauró la Constitución.
Los movimientos nacionalistas continuaron mientras tanto, y el Imperio empezó a desmantelarse,
perdiendo Bosnia, Bulgaria, Creta y Albania, y casi todos sus territorios europeos en 1912
(Goldschmidt, 1999: 167). Estos movimientos contribuyeron al fortalecimiento y organización del
nacionalismo árabe, que tuvo sus origines en la provincia Siria/Damasco (que incluyó en aquella época
Jordania, el Líbano, Palestina y partes del sur de Turquía). Según Goldschmidt (Goldschmidt, 1999:
176), el primer partido nacionalista árabe surgió en 1875 en el Líbano como una sociedad secreta
formada por cinco licenciados cristianos de la Universidad Americana de Beirut. Los fundadores
buscaron la independencia del Líbano del Imperio Otomano, y aunque su actividad no continuó por
mucho tiempo, el compromiso de los estudiantes de esta Universidad en los siglos XIX y XX nutrió las
ideas nacionalistas que fueron difundidas entre los árabes cristianos y musulmanes. Este movimiento
tuvo ímpetu tras la revolución de los Jóvenes Turcos en 1908. Tras la restauración de la Constitución
Otomana en 1908, los ciudadanos árabes en Bagdad, Beirut, Jaffa, Alepo, Damascos y Jerusalén
empezaron a practicar sus derechos políticos a través de la participación en la Asamblea Nacional
(conocida como majlis al mabuuthan) en Estambul2. Esto presentó un avance político importante para
los árabes del Imperio, siendo que fueron representados bajo el sistema anterior por turcos, circasianos y
otras étnicas no árabes (Goldschmidt, 1999: 174).
En el caso de Transjordania (mutasarifiye de Karak), un representante participó en la Asamblea
Nacional Otomana en 1908 y fue elegido otra vez en 1914. Además, se formó un Consejo Común para
la provincia (wilaye) de Damascos/Siria que sirvió como un parlamento regional encargado con la
2 Las elecciones fueron celebradas en dos pasos, donde los votantes eligieron votantes secundarios quienes en su
turno eligieron los representantes para la asamblea (Freihat, 2011: 103).
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4
administración de los asuntos relacionados de la wilaye (Freihat, 2011: 103). Karak fue representada por
cuatro miembros (Musa, 1990: 14). Al lado de estos avances, una sociedad de amistad turca-árabe abrió
unos sucursales en diversas ciudades. A base de estos avances, los árabes quienes abandonaron el
Imperio durante la tenencia de Sultán Abdelhamid II volvieron a sus ciudades con un optimismo de
progreso y desarrollo democrático liberal del Imperio.
Sin embargo, estas aspiraciones árabes desparecieron con las políticas centralistas del Imperio, el
cual reaccionó contra los movimientos nacionalistas e independentistas en los territorios europeos.
Además, las elecciones para la Asamblea Nacional en Estambul fueron manipuladas para favorecer la
representación de los turcos respeto a los árabes y las otras étnicas y minoridades lingüísticas y
religiosas. La imposición del turco como idioma oficial en la administración y educación, la
centralización del poder y la orientación política hacia el pan-turquísimo exacerbaron los miedos de las
comunidades árabes que sus libertades fueron en peligro (Goldschmidt, 1999: 178). Estas condiciones
motivaron el establecimiento de un movimiento político por parte de un grupo de árabes cultos cuyo
objetivo fue lograr más autonomía local. Este movimiento fue formado por tres grupos principales: (1)
el partido Otomano de Descentralización, formado en 1912 por sirios viviendo en El Cairo quienes
buscaron más autonomía local; (2) el grupo de al Fatat (Los Jóvenes) que fue un grupo secreto formado
por árabes quienes estudiaron en europea y quienes demandaron derechos iguales y autonomía cultural
para los árabes en el Imperio; y (3) el grupo Al –Ahd (El Convenio) que fue un grupo secreto formado
por oficiales del ejército Otomano quienes propusieron cambiar el Imperio a uno turco-árabe con doble
monarquía siguiendo el modelo austro-húngaro (Goldschmidt, 1999: 174-179).
Así, el nacionalismo árabe empezó a surgir pocos años antes de la Primera Guerra Mundial, donde
los nacionalistas árabes y sus simpatizantes denunciaron el gobierno otomano, culpando los turcos por
el atraso, ineptitud política y desunión árabe. Estos grupos tuvieron sus partidarios entre los árabes
cultos en las grandes ciudades otomanas y fuera de Imperio también. Sin embargo, a pesar de los
movimientos de los nacionalistas árabes, la mayoría de los árabes no fueron atraídos por este discurso
nacionalista y se mantuvieron leales al Imperio y la Constitución Otomana que les otorgó el derecho de
representación parlamentaria y participación en los gobiernos y el ejército. Por otro lado, los
musulmanes árabes hasta el siglo XX consideraron que cualquier intento para debilitar el Imperio
significó perjudicar el islam (Goldschmidt, 1999: 174-179). Tal como explica Al Sadi (Al Sadi,
2011:41), el Imperio representó para muchos árabes la protección de los musulmanes y sus intereses;
consecuentemente, la protección y el apoyo del Imperio fueron una obligación religiosa y moral (Al
Sadi, 2011:41). En el caso de los residentes de Transjordania (mutasarfiiye de Karak), el hecho de que la
zona no formó una unidad económica, social o administrativa sólida, y que hubo un subdesarrollo en el
nivel cultural y conciencia política, muy pocos transjordanos participaron en los movimientos de
nacionalismo árabe y su manifestación en movimientos de liberación e independencia árabe al principio
del siglo XX (Al Sadi, 2011:68).
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1.2 El Nacionalismo Árabe y la Gran Revuelta Árabe
El nacionalismo árabe experimentó un desarrollo importante cuando el Imperio Otomano decidió
participar en la Primera Guerra Mundial al lado de Alemania. Gran Bretaña, que estaba declarando
oficialmente su proteccionismo sobre Egipto en los principios de la Primera Guerra Mundial, estuvo
buscando un mecanismo para afrontar la alianza alemana-turca que alocó tropas en Sinaí en 1914
(Goldschmidt, 1999: 180). Gran Bretaña fue obligada a estacionar más que cien mil oficiales militares
en Egipto para afrontar los otomanos en sus planes para controlar el Canal de Suez por un lado, y para
intimidar los nacionalistas egipcios. Además, para los británicos, la llamada del Sultán Otomano a la
población musulmana para el yihad3 contra los aliados significó un peligro de desorden en la ruta
imperial británica hacia India (Cleveland, 2000:153). Por esto, el alto Comisionado Británico en Egipto,
sir Henry McMahon, se puso en contacto con el Sharif Hussein Bin Alí, el Emir de Meca, para estudiar
la posibilidad de colaborar juntos contra los otomanos.
El Sharif Hussein Bin Ali fue el descendiente del profeta Mohammad (paz sobre él) y el líder de la
tribu de Hachemitas (tribu del profeta). El Sharif ocupó una oficina muy prestigiosa en Meca, ejerciendo
autonomía en mantener la santidad de las dos ciudades sagradas de Meca y Medina (aunque el
gobernador otomano asumió las responsabilidades administrativas y militares) (Cleveland, 2000:154).
Desde su juventud, el Sharif no estuvo de acuerdo con las políticas otomanas, y por dieciséis años fue
puesto bajo el arresto domiciliario en Estambul (1893-1908) (Al Rai, 2012). Incluso después de ser
nombrado Emir en 1908, el Sharif siguió oponiendo las políticas centralistas del Imperio (Goldschmidt,
1999: 180). Cleveland (Cleveland, 2000:155) explica que el Sharif no confiaba en el sistema político
otomano – una desconfianza derivada de bases políticas y religiosas - y pasó los primeros años en
oficina construyendo una red de alianzas tribales para que obtenga más autonomía. Además, uno de los
hijos del Sharif, Abdullah, tenía contactos con las sociedades árabes nacionalistas en la provincia de
Siria/Damasco, y quién, meses antes de la Primera Guerra Mundial, fue a El Cairo para intentar
conseguir el apoyo del cónsul británico (Lord Horatio Kitchener) para derrocar el gobierno otomano.
Según Goldschmidt (Goldschmidt, 1999: 180), Kitchener explicó que Gran Bretaña no estaba preparada
para desarrollar un complot contra el Imperio. Sin embargo, a la vuelta de Kitchener a Gran Bretaña, el
gobierno británico expresó su interés en formar una alianza anti-otomana, involucrando los Sharifes
Hachemitas, y por esto se pusieron en contacto con el Sharif Husain Bin Ali (Goldschmidt, 1999: 180).
Entre julio de 1915 y marzo de 1916, el Sharif y el Alto Comisionado Británico en Egipto (Sir
Henry McMahon) intercambiaron correspondencia, donde el último ofreció el apoyo británico
3 Concepto islámico que refiere a todos los actos o declaraciones para extender el Islam, repeler enemigos
musulmanes , y liberar la tierra musulmana.
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financiero y militar al Sharif si el último proclame una revuelta árabe contra el Imperio Otomano.
Además, McMahon prometió la creación de gobiernos árabes en la Península ÁrArábigaabe y en la
mayoría de la partes del Creciente Fértil4 después de la Revuelta (Goldschmidt, 1999: 181). Esta oferta
británica llegó en un momento importante en la historia árabe que fue experimentado un auge de
nacionalismo árabe e impulsos de independencia de los turcos. La coordinación entre los británicos y el
Sharif resultó en que la Revuelta Árabe contra el Imperio Otomano estalló en junio de 1916. La
Revuelta fue liderada por el Sharif Hussein Bin Ali y comenzó con el ataque de las fuerzas tribales de la
guarnición otomana en Meca. Los partidarios del Sharif y sus hijos Abdullah y Faisal lucharon por dos
años al lado de los Aliados y empezaron a ganar territorios árabes. La captura de la ciudad de Damascos
en 1918 presentó el triunfo final de la Revuelta Árabe y formó la base de la demanda de independencia
árabe total. En octubre de 1918, el Imperio Otomano firmó el armisticio con los Aliados. La aspirada
independencia árabe fue inminente – o así lo juzgaron los árabes.
Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña, Francia y Rusia llegaron a un tratado secreto en
mayo de 1916 conocido como el tratado de Skyes-Picot para dividir entre ellos el control del Oriente
Medio, donde Francia quiso controlar el norte y el oeste de Siria, Damascos, Alepo y Mosul, y Gran
Bretaña quiso controlar el sur de Iraq directamente. El tratado estipuló también el establecimiento de un
gobierno árabe en Egipto y Arabia Saudí (nuevo nombre de Hijaz5) para asegurar el control directo
británico de las áreas ubicadas entre el Mediterráneo y el Golfo Árabe, y que Rusia administraría los
sitios sagrados cristianos en Jerusalén. Además, el gabinete británico prometió la comunidad judía el 2
de noviembre de 1917 el establecimiento de una “patria nacional” para los judíos en Palestina, conocido
como la Declaración de Balfour6.
Francia y Gran Bretaña acordaron el 25 de abril de 1920 en San Remo a imponer el mandato
Británico a Iraq y Palestina (Transjordania como extensión), y el mandato Francés a Siria y Líbano. Se
debe recordar que estos territorios no fueron establecidos como Estados definidos, sino partes del
Imperio Otomano gestionados a través de gobiernos o administraciones locales. Por intereses
imperialistas, Gran Bretaña y Francia dividieron este territorio Otomano entre ellos y establecieron
fronteras artificiales para facilitar su gobierno bajo el sistema de mandatos.
El gobierno otomano aceptó estas medidas y abandonó sus antiguas provincias cuando firmó el Tratado
de Sévres en agosto de 1920 (Goldschmidt, 1999: 186).
4 Parte de los países modernos de Iraq, Siria, Líbano, Palestina y Jordania.
5 Hijaz fue antes controlada por el tribu de Hachemitas quienes fueron desposeídos del territorio después de la
victoria del tribu de Al-Saud en 1925 (Robins, 2004: 26).
6 Lord Arthur James Balfour, secretario de relaciones exteriores británico, prometió Lord Lionel Rothschild, el
presidente de la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda, que el gobierno británico ayudaré en el
establecimiento de una patria nacional para los judíos en Palestina (Goldschimdt, 1999: 238).
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2. SISTEMA LEGAL Y CONSTITUCIONAL
2.1 Transjordania tras la Revuelta Árabe y la Primera Guerra Mundial
La victoria de los árabes tras la Revuelta de 1916, su control de la importante ciudad de Damascos,
y el desmantelamiento del Imperio Otomano marcaron una etapa nueva para los árabes residentes en el
Oriente Medio. Los árabes finalmente sintieron que pueden auto-gobernarse y ganar su independiencia
del sistema otomano. Las promesas de Gran Bretaña antes de la Revuelta Árabe sobre “el
establecimiento de gobiernos árabes en la Península Árabe y en la mayoría de la partes del Creciente
Fértil” insinuaron que el pueblo árabe fue libre a establecer su propio gobierno.
Así, empezó una fase breve de gobierno árabe en la provincia de Siria/Damasco, donde el Emir
Faisal – hijo del Sharif Hussein- anunció el establecimiento del primer gobierno árabe en Damasco en
octubre de 1918. El gobierno árabe formó un consejo administrativo que anuló las divisiones
administrativas otomanas. Unas nuevas divisiones fueron establecidas: la provincia de Siria (wilaayet
Siria) fue dividida en sub-provincias (alwiye) y Transjordania continuó funcionando como parte de Siria
en un eco de los arreglos administrativos otomanos (Robins, 2004: 12). Sin embargo, esta euforia árabe
encontró un rechazo internacional cuando la petición del Emir Faisal de la independencia del mundo
árabe durante la Conferencia de Paz en Paris en 1919 fue rechazada.
Este rechazo no desalentó el Emir; una Conferencia General fue celebrada en Damasco entre el 6 y
8 de marzo de 1920 donde se anunció la independencia del país y se llamó al Emir Faisal como rey. Los
iraquís que residieron en Damasco quisieron también seguir los pasos sirios, y se celebró una
conferencia iraquí el 8 de marzo de 1920 donde se emitió una declaración final que anunció la
independencia de Iraq y se apuntó el Emir Abdullah (hermano del Emir Faisal) como rey constitucional.
La revolución iraquí de junio de 1920 anunció también la independencia del concordancia de las
decisiones de la conferencia iraquí celebrada en Damasco en marzo (Al Sadi, 2011: 77)7.
Esta euforia árabe fue muy breve; el gobierno árabe de Faisal terminó en 1920 con la marcha del
ejército francés hacia Damasco y la expulsión de Faisal y su gobierno a base de las decisiones de San
Remo. El Mandato Francés fue impuesto a Siria y el Líbano y el Mandato Británico sobre Palestina
(Transjordania en extensión) e Iraq en virtud del Art.22 del Convenio de la Liga de Naciones de 1919
que estipuló que “la tutela de las colonias de Alemania y Turquía se atribuya a las naciones avanzadas,
que por razón de sus recursos, su experiencia o su posición geográfica pueden llevar a cabo esta
7 El Emir Abdullah no asumió el trono.
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responsabilidad… y que esta tutela debe ejercerse por ellos como mandatos en el nombre de la Liga”
(Yale Law School (a)).
A esta base, el Mandato Británico sobre Palestina fue impuesto por Gran Bretaña y después fue
confirmado por la Liga de las Naciones el 24 de julio de 1922. A pesar de que el Mandato Británico
explícitamente fue dirigido a Palestina, Art. 25 del Mandato de Palestina (Yal Law School (b)) refirió a
los territorios este del Río Jordán. El interés estratégico y económico de Gran Bretaña fue dirigido a
Palestina, y por esto, intentó asegurar una estabilidad y paz en Transjordania para proteger sus intereses
estratégicos y su política colonial en Palestina (Al Sadi, 2011:56). Gran Bretaña fue consciente del
peligro y desorden causados por los beduinos y la situación caótica en el territorio transjordano, y el
establecimiento de orden fue necesario para proteger los intereses británicos en Palestina. Por otro lado,
Transjordania presentó una importancia estratégica para Gran Bretaña gracias a la presencia de los
fosfatos en la zona, algo que llamó la atención del Ministerio de Agricultura británico en particular.
Gran Bretaña también consideró Transjordania como un puente entre Palestina e Iraq y juzgó que la
seguridad y estabilidad de la zona dependió a este territorio. Además, Gran Bretaña quiso formar una
administración local en Transjordania con el liderazgo del Emir Abdullah8 con el objetivo de formar una
entidad política que obstruirá la extensión del movimiento Sionista9 hacia el este del Río Jordán por
intereses propios de Gran Bretaña (Al Sadi, 2011: 56-57 y 125-126).
Bajo estas circunstancias, y para imponer orden y controlar los beduinos, el Alto Comisionado del
mandato británico en Palestina, Sir Herbert Samuel, fue a Salt (en Transjordania) en agosto de 1920 y
reunió con un número de líderes locales donde anunció los planes de Gran Bretaña para establecer unas
administraciones autónomas, en las que unos oficiales británicos serían nombrados para ejercer el papel
de