los viajes en el tiempo
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LOS VIAJES EN EL TIEMPO,
¿REALIDAD O FICCIÓN?
Antonio Carmona Alonso
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Los viajes en el tiempo, ¿realidad o ficción?
“Pluralitas non est ponenda sine neccesítate” William Ockham
Partiendo de la cita del célebre monje franciscano Guillermo de Ockham,
atribuida a éste pero en realidad perteneciente a toda una corriente filosófica de la Edad
Media, articularemos este estudio sobre los viajes a través del tiempo.
Y partimos precisamente de este principio filosófico pues como veremos a medida que
la exposición avance, para muchos científicos “la pluralidad no se debe postular sin
necesidad” que junto a la paradoja de Fermi conforman el marco en que se escudan
físicos de la talla de Stephen Hawking para argüir que la ausencia de “turistas del
futuro” es signo inequívoco de la imposible realización de los viajes al pasado, junto a
las posibles paradojas que se derivan de ellos. Traemos a colación las palabras de
Hawking, para exponer como detalle curioso la celebración de una convención sobre
viajes en el tiempo por parte de estudiantes del MIT:
" The Time Traveler ConventionMay 7, 2005 10:00 pm EDT (08 May 2005 02:00:00 UTC)East Campus Courtyard, MIT 42:21:36.025?N, 71:05:16.332?W(42.360007,-071.087870 in decimal degrees)If you're reading this in the future (any time after May 7, 2005 will do) don't forget to return to May 7, 2005 for the time traveler convention at MIT. Also don't forget that even though you have the lattitude and longitude of the convention, the planet Earth has moved since then, so you'll need to be a little more specific than that. And finally, could you tell me who wins the world series this year? I could really do with a little less drama in my life. "“Write the details down on a piece of acid-free paper, and slip them into obscure books in academic libraries!
Esta claro que la inventiva de la gente no tiene límites, y al parecer ningún
viajero del futuro ni del pasado acudió a aquella convención de viajeros temporales, que
se sepa, pero por favor, que estas iniciativas friki-científicas no se pierdan
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Carteles de la convención
Algo mas unánime parece ser la opinión de la comunidad científica sin
embargo, en lo que a los viajes al futuro respecta. Como algunos afamados
investigadores afirman, es cuestión de dinero y no de física, siempre y cuando, claro
está nadie consiga echar por tierra la teoría de la relatividad de Albert Einstein.
Los viajes en el tiempo dentro del cine.
En el cine de ciencia ficción, los viajes en el tiempo han sido una de las
constantes mas utilizadas por los cineastas, desde la adaptación cinematográfica de la
novela de H.G. Wells “la Máquina del tiempo”, cuyo título original “The Time
Machine”, fue sustituido en España por el horrendo título “El Tiempo en sus Manos”,
hasta títulos mucho mas recientes como “12 Monos”o la saga de “Regreso al Futuro”.
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En estas películas y en la mayoría de las que componen el subgénero de los
viajes temporales, se han buscado artefactos o ingenios mecánicos capaces de trasladar
al hombre tanto al pasado como al futuro. Recordemos el Delorean en el que viajaba
Michael J. Fox o la propia máquina del tiempo de Wells, aunque también es habitual la
existencia de un nexo de unión físico en forma punto geográfico, a través del cual se
accede a un bucle cerrado en el tiempo, lo que permite a un viajero que se adentra en él,
regresar en el mismo instante y posición desde la que partió. Tal es el caso de la
Película “Stargate” que podría ser traducida como puerta estelar y en la cual los
protagonistas Kurt Rusell y James Spader, tras atravesar la mencionada puerta, viajan a
un futuro y localización desconocida, conectada con los secretos de los antiguos
egipcios. De esta película posteriormente derivo una serie para televisión interpretada
entre otros por Richard Dean Anderson, que protagonizó Mac Gyver en los años 80.
Así mismo en muchas otras series como “Expediente X”, en su capítulo tercero
de la sexta temporada, en la que se apoyan en el mito del triángulo de Las Bermudas,
surge este fenómeno de localización geográfica con conexiones espacio-temporales.
Otra variante de ruptura de la linealidad del tiempo se da en películas como “Efecto
Mariposa” y “Atrapado en el tiempo”. En la primera de ellas, el protagonista es capaz
de trasladarse a una ubicación distinta en una época pasada, a través de objetos
relacionados con hechos que le ocurrieron en el pasado. Al igual que en “Atrapado en el
tiempo”, la redención o expiación de culpas es el motivo de la interrupción del tiempo
continuo, pero en este caso se trata de un bucle, en el que Bill Murray queda inmerso y
que culminará cuando consiga deshacer sus entuertos, y el día en el que se despierta una
y otra vez consiga dar paso al mañana.
Más allá de historias románticas y culebrones, en ambas películas se aborda el
viaje a través del tiempo desde un punto de vista onírico y filosófico sin dejar translucir
la teoría que permite que los personajes se muevan a través de él.
Encontramos películas como “Un Astronauta en la Corte del Rey Arturo”, y
libros como “Caballo de Troya”, que centran su trama en viajes al pasado.
No solo el cine de Hollywood se ha nutrido de los viajes en el tiempo, sino
también películas independientes como “Primer” de Shane Carruth, que refleja de forma
nada habitual los viajes en el tiempo. Contó con un exiguo presupuesto de 6000 $, pero
gracias a los conocimientos del director (es ingeniero), se aporta una visión muy
especial sobre los viajes temporales.
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Escena de Timer
Existen otras muchas películas que abordan el tema de los viajes en el tiempo,
así como gran cantidad de obras literarias centradas en el tema, unas dentro del género
de ciencia ficción y otras encuadradas dentro de la literatura científica más pura.
Desde un punto de vista práctico y de aplicación a la vida real, los viajes en el
tiempo distan hoy mucho de ser viables, pese a que la industria cinematográfica y la
literatura de ciencia ficción recurran con asiduidad a ellos como base de sus obras.
Por esta razón el cine, los comics, la literatura, videojuegos y todas aquellas
proyecciones de nuestras ilusiones y sueños que nos sirven de entretenimiento, intentan
colmar todas las aspiraciones que de momento no podemos realizar. Julio Verne
demostró que la inventiva y la imaginación humana no están exentas de cierta dosis de
realismo, aunque a simple vista pueda parecer un absoluto disparate. En su época el
Nautilus debía ser motivo de mofa para la comunidad científica, que no conseguía
desarrollar mas que toscos sumergibles con dudosa autonomía en sus actuaciones, pero
unos años mas tarde, Isaac Peral haría realidad la ficción.
Esperemos que la literatura y cine de ciencia ficción abran el camino también
para los viajes en el tiempo. Como curiosidad destacar que el famoso motor de
distorsión de Star Trek, se encuentra en fase de estudio por el científico mexicano
Alcubierre, al que dedicaremos unas líneas mas adelante.
Soñar es gratis dice el refranero popular, y por tanto somos libres de pensar que
los viajes temporales serán una realidad dentro de no mucho, y así como hoy es habitual
desplazarnos en avión de un extremo a otro del planeta, ¿ por qué no puede ser dentro
de algunos o muchos años posible viajar al futuro o al pasado? Solamente el tiempo nos
dará o quitará la razón, pero hasta entonces tendremos que verlo discurrir siempre en la
misma dirección, el futuro. Así que de momento hemos de mirar siempre al futuro y
recordar el pasado.
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Teoría y experimentos
Una breve introducción a las teorías que sustentan las posibilidades de realizar
viajes en el tiempo nos hará comprender la verdadera magnitud del problema que se nos
plantea. Sin afirmarlo ni negarlo Galileo, y tras él, newton, asumen que el tiempo, lo
que mide un reloj, es el mismo en todo el universo. La idea de tiempo absoluto, sin ser
un postulado de la física como estudio de la naturaleza (física es exactamente naturaleza
en griego), sin aparecer en ningún axioma se asume como tal por todos los científicos
hasta 1905.
Esta idea de tiempo absoluto estaba condenada a desaparecer con los aviones y
la radio pero eso ocurriría posteriormente.
Maxwell desarrolló las famosas cuatro ecuaciones que gobiernan el
electromagnetismo, y halló que la solución a sus ecuaciones era una onda
electromagnética, una combinación de campos eléctricos y magnéticos, viajando a
través del vacío a la velocidad c, que identificó como la velocidad de la luz,
aproximadamente 300.000 km/s (en realidad la velocidad de la luz en el vacío es c =
299.792.458 metros por segundo).
Con gran audacia, Einstein, que estudió profusamente la teoría de Maxwell,
advirtió que los efectos de las leyes físicas deben resultar iguales para cualquier
observador sujeto a movimiento uniforme y además la velocidad de la luz en el vacío
debe ser la misma para cualquier observador en movimiento uniforme. La teoría de la
relatividad establece paradójicamente que no todo es relativo sino que existe un
absoluto que no cambia jamás: la velocidad de la luz, el cociente entre espacio recorrido
y tiempo empleado por un rayo de luz en uno de sus viajes (100 años de relatividad. Los
artículos clave de A. Einstein 1905/06. Traducción Antonio Ruiz de Elvira). Es decir, si
un rayo de luz adelanta a un objeto que viaja a 100.000 km/s y posteriormente de frente
se encuentra con otro rayo de luz, las velocidades de estos son iguales a 300.000 km/s
respecto al observador, y no a 200.000km/s y 400.000 km/s como el sentido común nos
haría predecir respectivamente. Por tanto la velocidad de la luz es independiente del
sentido en el que viaje. Se terminaba de esta forma con el concepto de tiempo universal,
y se abría el camino de la relatividad, pues cada observador medirá un tiempo en
relación a la velocidad a la que se desplaza. ¡Por tanto no será posible sincronizar
relojes que viajen a velocidades muy distintas!
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La genialidad de Einstein le llevó a ilustrar con ejemplos sencillos su teoría, que
no expondremos aquí, pero que llevan a observaciones tan sorprendentes como las
siguientes: si dos personas poseen el mismo reloj, una de ellas en La Tierra y el otro
desplazándose a una velocidad cercana a la de la luz, supongamos un 70 u 80% para que
los resultados sean mas visibles. Por cada cinco segundos de nuestro reloj, el suyo
avanzaría solo tres segundos, ¡al igual que su corazón sólo latiría al 60% del ritmo del
nuestro!, por tanto envejecería menos. Cuanto mas se acerque la velocidad del hombre a
la de la luz tanto mas patente es este efecto. Por tanto queda de manifiesto que la
posibilidad de realizar viajes al futuro en este caso existe y está subordinada al hecho de
que los observadores que se mueven unos con respecto a otros tienen percepciones
distintas del tiempo.
La aparición de la teoría de la relatividad de Einstein dio paso a los hipotéticos
viajes en el tiempo, aunque de forma práctica no se ha llegado a realizar ningún
experimento que posibilite el viaje de materia a través del tiempo. Si que se han
realizado ensayos con rayos láser y pulsos de luz de alto impacto, con resultados que
dividen a la comunidad científica. Uno de estos experimentos fue realizado el pasado
año en el instituto estadounidense NEC, cuando se consiguió que un pulso lumínico
cruzara una cámara de gas a una velocidad superior a la de la luz. El director del
proyecto Kijun Wang explicaba este fenómeno desde un punto de vista coloquial
comparándolo con la visión que tendría una persona observando desde una ventana a un
hombre que resbalase y cayese en la calle, antes de que los viandantes fueran capaces de
observar el suceso.
Desgraciadamente “Nada viaja más rápido que la luz con la posible excepción
de las malas noticias, que obedecen sus propias leyes especiales”. Douglas Adams
Del mismo modo que hemos hablado de acercarnos a la velocidad de la luz, es
necesario recordar, que este límite es real, y por tanto jamás podría rebasarse (lo siento,
pero nunca podremos tener nuestro Halcón Milenario y alcanzar el híper espacio). Para
ilustrar esta afirmación pensemos en un astronauta que viaja a una velocidad superior a
la de la luz en una nave espacial y que intentase encender una linterna. Nunca vería
como se ilumina, sin embargo un observador en reposo si la vería, lo cual contradice los
postulados de Einstein ( al que no le gusten los resultados que se derivan puede dedicar
su vida a contradecir los postulados de Einstein y revocar su veracidad, pero advierto
que será una tarea ardua y con toda seguridad carente de resultados).
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Albert Einstein
Ciertamente llegados a este punto las contradicciones existentes son múltiples y
los propios científicos son incapaces de ponerse de acuerdo, aunque de momento lo
único que parece gozar de cierta enjundia es la Teoría de La Relatividad, que nadie de
momento ha osado poner en aprietos.
Los viajes al futuro
Por otra parte los viajes al futuro presentan otra cara más amable, ya que de una
forma un poco decepcionante para los que esperan un viaje a un futuro lejano, estos se
producen en nuestro mundo diario. Basta citar como ejemplo el viaje de cualquier
astronauta al espacio, en el cual envejecen menos que el resto de los humanos. Para la
mayoría de nosotros esto no es suficiente, sobre todo porque a día de hoy pocos
disponemos de los 20 millones de dólares estadounidenses necesarios para viajar como
turistas espaciales y realmente son pocos los segundos que uno gana con respecto a los
pobladores de la tierra. No sólo la falta de dinero es un problema, sino que el poco
tiempo que recuperaríamos no compensa la pérdida de masa ósea y muscular, así como
las pocas posibilidades que una persona tiene de trabajar como astronauta.
La idea de poder viajar a un futuro lejano, ocupa un lugar privilegiado entre los
sueños de la especie humana. Simplemente el hecho de poder conocer nuestro futuro
tiene unas implicaciones tan grandes desde el punto de vista científico, tecnológico y
filosófico que obligan a la investigación en este campo a unos avances que son
observados con cierto pesimismo, pues parece que no se producen resultados
“relevantes” a nivel práctico. La teoría de Hawking acerca de los agujeros negros, que
podrían ralentizar el tiempo en sus inmediaciones tampoco parece solucionar el
problema, pues ¿cómo acercarnos a ellos sin ser despedazados por la ingente fuerza
gravitatoria?; la otra alternativa que nos queda sería desplazarnos a la velocidad de la
luz, lo cual es imposible según las demostraciones de Einstein, aunque si que es posible
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acercarse a ésta. De hecho, en el laboratorio se han llegado a acelerar (esta aceleración
implica la existencia de fuerzas) partículas hasta conseguir velocidades cercanas a la de
la luz, pero la inmensa cantidad de energía que se requeriría, unida a la imperiosa
necesidad de no someter al cuerpo humano a excesivos esfuerzos, nos lleva a afirmar
que los viaje al futuro por esta vía son del todo inviables en la actualidad y en el futuro
mas inmediato.
Un curioso experimento consistiría en enviar un astronauta a una velocidad en
torno al 99,99% de la velocidad de la luz, a un lugar del universo muy alejado en torno a
la centena de años luz. En el proceso de aceleración necesario para colocarnos a esa
velocidad nuestro astronauta envejecería cerca de tres años, momento en el cual
dispondríamos un giro de 180º para que el empuje se invirtiese decelerando al
astronauta que envejecería en este tramo hasta 12 años y medio. Si en ese momento se
dirigiese de nuevo hacia la tierra realizando el viaje de forma inversa, habría envejecido
un total de 25 años, mientras que en la Tierra habrían transcurrido 1000 años. En el caso
de que dispusiéramos de la tecnología necesaria, necesitaríamos invertir 25 años de
nuestra vida para ver el futuro que nos depara el próximo milenio.
Una de las claves necesarias para entender los viajes al futuro es que nuestro
universo es tetradimensional, es decir, tiene tres dimensiones espaciales y una cuarta
temporal. Pero la clave no está en el hecho de que existan cuatro dimensiones sino que
el tiempo tiene matemáticamente hablando una característica que la distingue, tiene
asociada un signo menos. Este pequeño matiz posibilita la causalidad dentro de nuestro
mundo y porque no, los viajes en el tiempo. Este signo se deriva de la diferencia de los
cuadrados de las separaciones en el espacio y en el tiempo de los sucesos observados.
Dicho de otra forma, si tenemos una resta positiva del cuadrado del espacio que recorre
un rayo de luz menos el cuadrado del tiempo que tarda en recorrer esa distancia, los
sucesos se encuentran separados en el espacio, si por el contrario esta diferencia es
negativa, los sucesos se encuentran separados en el tiempo. Finalmente si la diferencia
es nula, los sucesos pueden conectarse a través de un rayo de luz. Esta propiedad del
tiempo nos permite determinar si podremos asistir a un determinado suceso en el futuro
o no.
Imaginemos que debemos ir a una estrella situada a 5 años luz dentro de 7 años,
la diferencia de los cuadrados será 25-49= -24, por tanto los sucesos están separados en
el tiempo y será viable nuestra presencia allí, si por otro lado quisiéramos visitar esa
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estrella dentro de 4 años, nos sería del todo imposible pues la velocidad de nuestro
viaje, no podría ser superior a la de la luz.
Esta situación permite definir lo que se denomina como cono de luz futuro y
pasado y determina si un suceso
tanto en el futuro como en el pasado podrá ser visitado. Los puntos que se encuentren
dentro de las hojas del cono podrán ser viables, mientras que los que se encuentran en
su exterior no podrán ser observados (observar gráfico. El punto A representa el
presente, intersección del cono futuro, parte superior, y el cono del pasado, parte
inferior). Los sucesos comprendidos dentro de la superficie del cono podrán ser
visitados, mientras que los que están fuera no podrán ser alcanzados.
Podríamos seguir profundizando en este tema, y llegar a la avezada idea de un
universo en expansión, en el que como si se tratase de un desarrollo celular, las
dimensiones crecieran, permitiendo afirmar que el universo se expande, pero no es este
el caso que nos ocupe. Para mas referencias habrá de observarse “la teoría de
supercuerdas”.
Como punto y final de nuestras observaciones, desmontaremos la idea de Wells
y su máquina del tiempo, afirmando que para poder crear una máquina estática que
permita los viajes a través del tiempo, necesitaríamos que esta se asemejase a un agujero
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negro (se produciría una curvatura en el espacio-tiempo), es decir, acumular una gran
cantidad de masa en una pequeña porción de espacio (orden de metros de diámetro)
construyéndola a nuestro alrededor, pues de lo contrario nos convertiría en puré al
acercarnos.
Finalmente y aunque parece a todas luces evidente, no es fácil que este sea el
camino que nos lleve a viajar al futuro. Aunque quien sabe las sorpresas que les
depararan a las nuevas generaciones los siglos venideros
Los viajes al pasado
Hemos estado hablando de experimentos que pretenden trasladar objetos y
cuerpos hacia el futuro, pero desde la antigüedad hasta nuestros días otra de las
posibilidades que nos fascina a los humanos es el viaje a épocas pasadas. La posibilidad
de presenciar sucesos históricos de relevancia en el mundo presente así como conocer a
personajes que han modelado la mentalidad de nuestros días, representan para muchos
una fascinación muy superior a los viajes al futuro. Si nuestro deseo se limita
simplemente a observar el pasado, no tenemos más que dirigir nuestra mirada hacia el
firmamento una noche cualquiera, y si sabemos donde se encuentra “Sirio”
observaremos su aspecto hace 8,9 años.
Dado que es imposible viajar a una velocidad superior a la de la luz, no
podremos ir hacia atrás en el tiempo a través de este mecanismo, pero no por ello
debemos perder la esperanza… el espacio-tiempo es capaz de curvarse en unas
condiciones muy determinadas, pudiendo aparecer atajos que nos permitan adelantar a
los rayos de luz, son los denominados agujeros de gusano, de los que posteriormente
hablaremos con mas profundidad, de momento solo debemos saber que son provocados
por la masa y la energía.
No fue camino fácil el de Einstein pues hubo de enfrentarse a matemáticas de
una profundidad que hasta el más ducho de los hombres de esta escuela se estremecería,
Tensores de curvatura de Riemann, geometría de los espacios curvos
hiperdimensionales… que quedan resumidas en la siguiente expresión
Rµv -1/2gµvR = 8 ≠ Tµv2. La componente izquierda de la ecuación indica de que modo
está curvado el espacio-tiempo, mientras que el lado derecho se refiere a la densidad,
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presión, tensión, flujo energético y densidad de momento de la masa-energía en dicho
punto, que hacen que el espacio-tiempo se curve.
Sin aparente aplicación, estas ecuaciones revelan un dato importantísimo, los
planetas se mueven a lo largo de geodésicas. (para los que no recuerden sus clases de
geometría diferencial y mecánica, se trata de las trayectorias mas cortas posibles en un
espacio curvo).
Ciertamente la posibilidad de recorrer el tiempo en sentido inverso es según los
científicos especializados mucho más remota, dando lugar a las tan famosas paradojas.
Sucesos que podrían afectar al futuro si se produjesen alteraciones en el pasado son
vistas por los científicos de dos formas totalmente contrapuestas, pudiendo dividir sus
tendencias de forma simplista en dos corrientes, los partidarios de la teoría de los
universos múltiples y los defensores de la teoría de la autoconsistencia.
Estas dos corrientes surgen como forma de explicación a la denominada
“paradoja de la abuela”. Esta paradoja relata las posibles consecuencias que se
derivarían del asesinato de su propia abuela antes del nacimiento de su madre, por parte
de un viajero en el tiempo que se trasladase al pasado. Este incidente plantea una
disyuntiva, ¿desaparecería el viajero?, parece lógico pensar que alguien que hubiese
destruido a alguien íntimamente ligado a su existencia interrumpiría la suya propia, pero
en el mundo real, los átomos no se desmaterializan por arte de magia.
Para los físicos que desarrollan la teoría de los universos múltiples, la paradoja
queda totalmente resuelta basándose es la existencia de multitud de universos paralelos.
Esta idea parte del principio de incertidumbre de Heisenberg, que afirma que es
imposible determinar simultáneamente con precisión la posición y velocidad de una
partícula. Por tanto la paradoja desaparece, al desviarse el universo hacia una rama
diferente en la que habría una abuela muerta y un viajero del tiempo. Según esta teoría
se abre una vía de esperanza para todos aquellos que deseen recuperar a personas
fallecidas, pues existirán universos paralelos en los que éstas no habrán muerto.
Los defensores de la teoría de la autoconsistencia pregonan la imposibilidad de
cambiar el pasado, pues para ellos el universo es tetradimensional, las tres direcciones
del espacio mas otra, el tiempo. De esta forma nadie puede alterar el pasado pues este
forma siempre parte de él. Permite la posibilidad de que un viajero se salude a si mismo,
pero siempre de forma auto consistente, es decir, sería como volver a leer una novela
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que ya está escrita, por mas veces que retomemos su lectura, en ella siempre sucedería
lo mismo y de la misma manera.
Vemos de esta forma que la actitud de los científicos ante la posibilidad de
alterar el pasado toma dos variantes, una radical, encarnada en los universos múltiples y
otra mucho mas conservadora afincada en la auto consistencia.
Bajo mi humilde punto de vista, creo que dado nuestro nivel de avance
tecnológico actual, los viajes a través del tiempo son aun una quimera inconcebible,
pero eso mismo debieron pensar a finales del siglo XIX acerca de los viajes espaciales,
y hoy son una realidad contrastada.
Agujeros de gusano y el triángulo de las Bermudas
En la vida cotidiana o el subconsciente colectivo se han colado diversas leyendas
que hacen referencia a lugares en los que se produce un bucle temporal. Quizás el más
conocido de estos lugares es el denominado “Triángulo de las Bermudas”, que es una
franja de agua comprendida en el Mar Caribe entre Florida, Las Bahamas y Puerto Rico,
aunque también existe otra localización conocida como el “Mar del Diablo” en las
cercanías de Japón. Más allá de las diversas y variopintas elucubraciones que intentan
explicar las supuestas desapariciones de barcos y aeronaves, algunas de estas leyendas
hablan de la posibilidad de que en esta zona se produzcan viajes temporales como si de
un bucle se tratara. Algunos afirman que barcos desaparecidos durante años han vuelto a
resurgir de repente en la época actual prácticamente intactos, aunque sin rastro alguno
de su tripulación. Sin lugar a dudas para los amantes de la parapsicología el triángulo
de la Bermudas sigue siendo un misterio, del que el cine se ha nutrido en numerosas
ocasiones para plantear la posibilidad de los viajes al pasado, generalmente a los años
en que se libraba la Segunda Guerra Mundial, periodo en el que las supuestas
desapariciones de barcos y aviones se multiplicaron (quizás los submarinos alemanes
hicieron estragos…).
Este tipo de lugares, si es que el Triángulo de las Bermudas lo es, se denominan
en términos científicos agujeros de gusano, donde se conectan dos ubicaciones en el
universo a través de un túnel espacio-temporal. En realidad y según los científicos estos
agujeros se evaporan rápidamente y no podrían ser recorridos en su totalidad, pero el
investigador Kip Thorne (amigo íntimo de Carl Sagan), apela a la existencia de una
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materia “exótica” que pesa menos que la nada, para evitar el desvanecimiento de los
agujeros de gusano. Sus investigaciones en la materia fueron publicadas en la revista
especializada Physical Review Letters en 1988.
Detalle de un agujero de gusano
Para poder realizar un viaje al pasado sería preciso viajar desde un extremo a
otro del agujero, y regresar a una velocidad cercana a la de la luz, así mismo ambas
bocas del agujero deberían estar desincronizadas arrastrando para ello en círculo la boca
ubicada en la Tierra a una velocidad próxima a la de la luz.
Junto a la teoría de los agujeros de gusano, aparecen otras como “La Teoría de
Supercuerdas” que superficialmente podríamos definir como hebras de material de alta
densidad, residuos del universo primitivo. En pocas líneas intentaré sintetizar en que
consiste esta teoría, pero para ello debemos habremos de desmontar la idea que tenemos
prefijada en cuanto a los átomos. El átomo está formado por electrones, neutrones,
protones y quarks. Estas partículas supuestamente carecen de subestructuras internas en
la física actual, pero según la teoría de cuerdas en realidad son diminutos bucles de
cuerdas vibrantes. Esta apreciación permite resolver la incompatibilidad existente entre
la mecánica cuántica y la relatividad general.
Einstein fue nuevamente un adelantado a su tiempo, pues observaba con
preocupación como las fuerzas de gravedad y electromagnéticas parecían ser distintas.
Se resistió a esa idea que le parecía extravagante y se veía así mismo de esta manera:
“Me he convertido en un tipo viejo y solitario que es conocido principalmente por no
usar calcetines y al que se exhibe como una curiosidad en ocasiones especiales”. Más
de un siglo después la Teoría de cuerdas se ha convertido en el principal camino en la
búsqueda del Santo Grial científico de la Teoría Unificada. Del mismo modo que un
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piano emite diferentes sonidos debido a la vibración de cada una de las cuerdas
conectadas a sus teclas, cada partícula elemental puede ser considerada como una
cuerda que vibra, así un electrón vibra de manera diferente a un quark
Por supuesto la existencia de estas cuerdas no se ha demostrado, pero al tener
tanta masa, es de suponer que curvaran el espacio-tiempo, por lo cual también sería
posible viajar al pasado según esta teoría.
También hay espacio para los freaks dentro de las teorías, pues la Enterprise de
Star Trek, utilizaba un motor de distorsión para alterar el espacio. El Mexicano Michel
Alcubierre , experto en gravitación cuántica, parece haber sugerido la posibilidad de un
viaje súper lumínico mediante un artilugio que denomina motor de distorsión espacio-
temporal consistente en una burbuja espacio-temporal que describiría una región donde
el espacio-tiempo se comporta como en la relatividad especial dentro y fuera de la
burbuja. Sin embargo, las paredes de la burbuja se expandirían de tal forma que los
rayos de luz que se propagan en el interior de la burbuja parecerían moverse a mayor
velocidad que c desde el punto de vista de un observador externo Este movimiento
aparentemente súper lumínico es debido a la comparación de sistemas de referencia que
están sometidos a las reglas de la Relatividad General. De hecho, en cosmología ocurre
un fenómeno similar cuando observamos galaxias que se alejan de nosotros a varias
veces la velocidad de la luz.
Miguel Alcubierre seguramente aficionado a la serie, se encargó de mostrar el
posible funcionamiento de éste, pero no nos emocionemos… un físico ruso, Sergei
Krasnikov demostró que para viajar mediante un motor de distorsión el camino debería
de ser trazado previamente por otra máquina que viajara a velocidad inferior a la de la
luz. De este modo el viaje se asemejaría a un tren en que nos desplazaríamos por raíles
ya existentes.
Sí hasta ahora los agujeros de gusano parecían ser la posibilidad mas factible
para desplazarnos a través del tiempo, un científico israelí asegura haber resuelto una de
las mayores dificultades para viajar en el tiempo, ya que su máquina no requiere materia
exótica y utiliza el vacío que existe en el espacio para viajar a través del tiempo.
Su máquina podría ser construida por una civilización más avanzada que la
nuestra dentro de 100 o 200 años y elude las complicaciones de los modelos teóricos
actuales, que requieren materia exótica (con una densidad de energía negativa y una
presión negativa mayor en magnitud que la densidad de la energía) y una capacidad de
ingeniería extraordinaria para recrear en laboratorio las energías de los agujeros de
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gusano. El científico en cuestión se llama Amos Ori y pertenece al Israel Institute of
Technology de Haifa.
Máquina del tiempo de Amos Ori
La máquina de Ori tendría la capacidad teórica de provocar una curvatura del espacio
con un campo de gravedad local en su interior suficientemente poderoso que sería en la
práctica una máquina para viajar en el tiempo.
Ilustración del artículo de Ori en la Revista Nature
En un artículo publicado en la revista Physical Review Letters, Ori se apoya en
las teorías de Einstein para afirmar que el espacio puede curvarse hasta crear un campo
de gravedad interno capaz de arrastrar consigo al espacio y el tiempo próximos.
Lo que aporta Amos Ori con su nueva teoría es que esta intensificación de la
gravedad, todavía meramente teórica, hace factible la posibilidad de viajar a través del
tiempo, de la misma forma que se ha especulado con los agujeros de gusano como
máquinas susceptibles de permitir a las personas viajar al pasado o al futuro.
Ori destaca que la principal ventaja de su modelo es que sólo requiere materia
normal y el vacío que existe en el espacio para viajar a través del tiempo, frente a las
otras posibilidades que demandan materia exótica (con una densidad de energía
negativa y una presión negativa mayor en magnitud que la densidad de la energía) y una
capacidad de ingeniería extraordinaria para recrear en laboratorio las energías de los
agujeros negros.
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Su propuesta se pone sobre la mesa después de que dos profesores de la Universidad de
Oregón, en Estados Unidos, Stephen Hsu y Roman Buni, sembraran la duda sobre la
viabilidad de los agujeros de gusano para viajar a través del tiempo, ya que según sus
estimaciones el viajero del tiempo que utilice este recurso puede aparecer en cualquier
lugar o en cualquier época, y no tendría control alguno sobre la situación.
Tal como explican ambos autores, dada la inestabilidad de los agujeros de gusano, el
viaje a través del tiempo podría trasportar a una persona a un tiempo infinitamente
remoto en el futuro o en el pasado. La solución que proponen es utilizar para el viaje en
el tiempo un agujero de gusano más estable que permitiría disponer de una mayor
capacidad de elegir el destino temporal.
En realidad, nada indica que las investigaciones teóricas puedan derivar todavía
en la capacidad real de viajar a través del tiempo, si bien ello no impide que proliferen
iniciativas y propuestas que alimentan periódicamente esta antigua aspiración humana.
Volvemos al punto de partida inicial del problema de los viajes al pasado, físicamente
parecen ser posibles siempre según distintas teorías no refrendadas, mientras que para
otros científicos como Stephen Hawking son del todo imposibles. El universo de la
relatividad deja muchos interrogantes abiertos y sin una clara resolución, por lo que es
difícil emitir un juicio tanto positivo como negativo y habremos de conformarnos con
las posibles teorías y sus diversas variantes. Una cosa si parece clara, el nivel
tecnológico necesario para lanzarse a una aventura de esta índole ha de ser muy superior
al que gozamos hoy en día. . En cualquier caso, el viaje en el tiempo sigue estando en el
ámbito de la especulación teórica, si bien hay nuevas propuestas para minimizar sus
contradicciones filosóficas.
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CONCLUSIONES
Hemos realizado un viaje a través de las distintas teorías físicas que posibilitan,
predicen o desdicen la posible realización de viajes a través del tiempo. Las posturas
mostradas por los científicos en ocasiones son contrapuestas y en otras son coincidentes,
pero difieren en los métodos. En general no parece existir una vía única de investigación
que nos lleve a poder afirmar si los viajes al pasado son posibles, ya que en lo único que
parecen estar de acuerdo los científicos es en que los viajes al futuro si pueden ser
llevados a cabo.
Las teorías como hemos visto, son de lo más variopinto, y en ocasiones,
obviando los modelos matemáticos en que se apoyan, se asemejan más a una discusión
filosófica que a una demostración empírica de datos y hechos. La metafísica está muy
presente en este tipo de estudios. Los filósofos intentan ir más allá de lo que un físico o
matemático puede hacerlo, de ahí que en tiempos de Newton, Leibnitz y algunos otros
ya ponían en duda que el tiempo fuese absoluto y apelaban a la relatividad de éste en su
relación con los objetos.
Podemos entender desde nuestra estructura cerebral el tiempo como absoluto y
no como relativo, pues la propia idiosincrasia de nuestra psique está organizada de este
modo, aunque no por ello debe de ser cierta. Las modelizaciones de supuestos están
presentes en la mayoría de los campos del saber, y son simplemente estructuras de las
que nos servimos para estudiar y predecir comportamientos. La teoría de Newton, no es
la real, y sin embargo es una buena modelización que nos permite comprobar y describir
el movimiento de los objetos sometidos a gravedad dentro de nuestro planeta.
Por tanto y siempre según mi opinión, hasta que la física no sea capaz de
unificar bajo una Teoría del todo todos los campos, andaremos dando palos de ciego,
sobre modelos mas o menos precisos, que no por ello ciertos, y sin acertar a comprender
la naturaleza de los entes que estudiamos.
Finalmente y tras unas cuantas horas de recopilar información, visitar muchas
páginas Web, leer el magnífico libro “Los Viajes en el Tiempo” de J. Richard Gott
siguen siendo muchos los interrogantes que planean sin solución por mi meseta
cerebral. Pero no ha sido totalmente infructuoso este intento de comprensión de los
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viajes en el tiempo. Al menos se que los científicos parecen admitir la posibilidad del
viaje al futuro aunque siempre a expensas de una inversión de capital muy elevada, que
en el tema de los viajes al pasado la postura no es unánime, hay quien dice que si y
quien dice que no, y dentro de cada una de las posturas hay una gran variedad de teorías
y posicionamientos al respecto.
Por último quería destacar que he intentado que la comprensión del trabajo fuera
lo mas sencilla posible y a modo de aclaraciones he incluido diversas ilustraciones y
fotografías, con objeto de amenizar la lectura. Me gustaría haber hablado más
profundamente del tema en el cine y la literatura, pero he considerado que era de mas
interés el aspecto científico y simplemente me he limitado a contrastar la ficción en
relación a la realidad (que sorpresa me llevé con los estudios del mexicano Alcubierre
en relación a los motores de distorsión).
Esto es todo, pero como hicieron los estudiantes del Instituto Tecnológico de
Massachussets, mando desde aquí una invitación a todos los viajeros del tiempo que se
encuentren en nuestra ciudad a vernos el año que viene en las proyecciones de las
películas de Ciencia Ficción en nuestra escuela. A ver si con su sabiduría ilustran
nuestros conocimientos y nos facilitan la ardua tarea de entender la física a estos niveles
tan elevados.
Antonio Carmona Alonso
Madrid, Junio de 2006
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Referencias y Bibliografía
• El Universo Elegante. Brian Greene
• Los viajes en el tiempo. J. Richard Gott
• Investigación y Ciencia. Temas 40. 2º Trimestre de 2.005
• Wikipedia
• www.astronomia.net
• Astroseti
• www.spaceplace.nasa.gov
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Índice
• Portada……………………………………………………………. 1
• Introducción……………………………………………………… 2
• Los viajes en el tiempo dentro del cine……………………… 3
• Teoría y experimentos……………………………………………6
• Los viajes al pasado…………………………………………….. 8
• Los viajes al futuro……………………………………………….11
• Agujeros de gusano y el Triángulo de las Bermudas………..13
• Conclusiones………………………………………………………18
• Referencias y Bibliografía……………………………………….20
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