losdistintosmediosdecomunicacinsocial-110909103448-phpapp01.pdf

19

Upload: maraharry

Post on 24-Sep-2015

220 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

comunicacion

TRANSCRIPT

  • LOS DISTINTOS MEDIOS DE COMUNICACIN SOCIAL

    La comunicacin es esencial en el ser humano, no es una capacidad exclusiva

    del hombre, pero el lenguaje nos diferencia de los animales y nos coloca en el mundo

    como seres superiores. Nuestro objetivo es aprender a ser receptores crticos y

    autnomos, en concreto, saber leer un peridico, ver bien la televisin y descubrir el

    mensaje ltimo de la publicidad, diferenciando los productos mediticos buenos de los

    malos.

    La comunicacin puede definirse como un proceso mediante el cual un individuo

    (emisor) le transmite a otro (receptor) determinada informacin, a travs de la palabra u

    otro medio (canal) con un propsito determinado. De este modo la comunicacin

    implica reciprocidad, en este sentido, es necesario visualizar el proceso de la

    comunicacin.

    A) INTERNET, LIBERTAD Y SOCIEDAD: UNA PERSPECTIVA ANALTICA.

    Como toda tecnologa, Internet es una creacin cultural: refleja los principios y

    valores de sus inventores, que tambin fueron sus primeros usuarios y

    experimentadores. Es ms, al ser una tecnologa de comunicacin interactiva con fuerte

    capacidad de retroaccin, los usos de Internet se plasman en su desarrollo como red y en

    el tipo de aplicaciones tecnolgicas que van surgiendo. Los valores libertarios de

    quienes crearon y desarrollaron Internet, a saber, los investigadores acadmicos

    informticos, los hackers, las redes comunitarias contraculturales y los emprendedores

    de la nueva economa, determinaron una arquitectura abierta y de difcil control. Al

    mismo tiempo, cuando la sociedad se dio cuenta de la extraordinaria capacidad que

    representa Internet, los valores encarnados en la red se difundieron en el conjunto de la

    vida social, particularmente entre las jvenes generaciones. Internet y libertad se

    hicieron para mucha gente sinnimos en todo el mundo.

    Cul es, entonces, la relacin entre Internet y libertad? La historia y la cultura

    de Internet lo constituyeron como tecnologa de libertad. Pero la libertad no es una

    pgina blanca sobre la que se proyectan nuestros sueos. Es el tejido spero en el que se

    manifiestan los poderes que estructuran la sociedad.

  • Pero ni Internet es una red de libertad, en un mundo en que la tecnologa puede

    servir para el control de nuestras vidas mediante su registro electrnico, ni la tendencia

    al control ubicuo es irreversible. En sociedad, todo proceso est hecho de tendencias y

    contratendencias, y la oposicin entre libertad y control contina sin fin, a travs de

    nuevos medios tecnolgicos y nuevas formas institucionales.

    Internet, en nuestro tiempo, necesita libertad para desplegar su extraordinario

    potencial de comunicacin y de creatividad. Y la libertad de expresin y de

    comunicacin ha encontrado en Internet su soporte material adecuado. Pero tanto

    Internet, como la libertad, slo pueden vivir en las mentes y en los corazones de una

    sociedad libre, libre para todos, que modele sus instituciones polticas a imagen y

    semejanza de su prctica de libertad.

    As pues, las tecnologas son producidas por su historia y por el uso que se hace

    de ellas. Internet fue diseada como una tecnologa abierta, de libre uso, con la

    intencin deliberada de favorecer la libre comunicacin global. Y cuando los individuos

    y comunidades que buscan valores alternativos en la sociedad se apropiaron de esa

    tecnologa, sta amplific an ms su carcter libertario, de sistema de comunicacin

    interactivo, abierto, global y en tiempo escogido.

    B). INTERNET Y LA SOCIEDAD RED.

    Internet es el tejido de nuestras vidas y un medio para todo, que interacta con el

    conjunto de la sociedad y a pesar de ser tan reciente, en su forma societal, no hace fata

    explicarlo, porque ya sabemos qu es Internet.

    A continuacin vamos a resumir lo qu sabemos de Internet en trminos

    comparativos, qu, a partir de informacin emprica en diez puntos bsicos:

  • 1. Lecciones de la historia de Internet.

    Las reflexiones sobre la historia de Internet nos sirven para indicar hasta qu

    punto es un tipo nuevo de tecnologa en su forma de organizacin. La famosa idea de

    que Internet es algo incontrolable, algo libertario, etc., est en la tecnologa, pero es

    porque esta tecnologa ha sido diseada, a lo largo de su historia, con esta intencin. Es

    decir, es un instrumento de comunicacin libre, creado de forma mltiple por gente,

    sectores e innovadores que queran que fuera un instrumento de comunicacin libre.

    2. La geografa de Internet.

    El desarrollo geogrfico que permite Internet es la oficina mvil, la oficina

    porttil, la circulacin del individuo siempre conectado a Internet en distintos puntos

    fsicos del espacio. Eso es lo que ocurre y no el teletrabajo, una vez que se desmienten

    los mitos toflerianos por la observacin emprica.

    3. La divisoria digital.

    La idea de que Internet est creando un mundo dividido entre los que tienen y

    los que no tienen Internet. Qu sabemos de esto? Por un lado, es cierto que hay una

    gran diferencia de conectividad y observamos que aquellas personas que no tienen

    acceso a Internet tienen una debilidad cada vez ms considerable en el mercado de

    trabajo. Observamos tambin que los territorios no conectados a Internet pierden

    competitividad econmica internacional y, por consiguiente, son bolsas crecientes de

    pobreza incapaces de sumarse al nuevo modelo de desarrollo. Pero, por otro lado, lo que

    tambin observamos es un desarrollo considerable de la conectividad. Las tasas de

    crecimiento de Internet en todas partes son altsimas, y lo que hoy da se llama la

    divisoria digital, es fundamentalmente, la falta de conectividad en nuestro tipo de

    sociedades.

    4. Internet y la Nueva Economa.

    La nueva economa no es la economa de las empresas que producen o disean

    Internet, es la de las empresas que funcionan con y a travs de Internet. sa es la nueva

    economa y eso es lo que est ocurriendo en todo el mundo.

  • El desarrollo de las empresas de Internet y de las que ms innovadoramente se

    han lanzado por esta va se basa, sobre todo, en la existencia de capital-riesgo que

    permite financiar ideas antes de que haya producto. Es decir, se crea valor a partir de la

    innovacin sobre la base de la valorizacin del mercado de las iniciativas que se

    desarrollan en trminos de empresa. As la capacidad de creacin de valor sobre la base

    de un nuevo modelo de anticipacin de expectativas, ha salido tambin de la economa

    Internet.

    5. La sociabilidad en Internet.

    No es Internet lo que cambia el comportamiento, sino que es el comportamiento

    el que cambia Internet. Hay personas y grupos de fuerte sociabilidad en los que es

    correlativa la sociabilidad real y la virtual, y hay personas de dbil sociabilidad, en las

    que tambin es correlativa la dbil sociabilidad real y virtual. Lo que ocurre es que, en

    casos de dbil sociabilidad real, hay algunos efectos compensatorios a travs de

    Internet, es decir, se utiliza Internet para salir del aislamiento relativamente.

    6. Los movimientos sociales en Internet.

    La mayor parte de movimientos sociales y polticos del mundo de todas las

    tendencias, utilizan Internet como una forma privilegiada de accin y de organizacin.

    Hay tres rasgos que son fundamentales en la interaccin entre Internet y los

    movimientos sociales. El primero es que asistimos en la sociedad, fuera de Internet, a

    una crisis de las organizaciones tradicionales estructuradas, consolidadas, tipo partidos,

    tipo asociaciones de orientacin directamente poltica, y adems se produce la

    emergencia de actores sociales. El segundo rasgo es que los movimientos sociales en

    nuestra sociedad se desarrollan, cada vez ms, en torno a cdigos culturales, a valores,

    etc. y el tercer rasgo especfico de los movimientos sociales es que, cada vez ms, el

    poder funciona en redes globales y la gente tiene su vivencia y se construye sus valores,

    sus trincheras de resistencia y de alternativa en sociedades locales.

  • 7. La relacin directa de Internet con la actividad poltica.

    Internet podra ser un instrumento de participacin ciudadana extraordinario,

    podra ser un instrumento de informacin de la clase poltica, de los gobiernos y de los

    partidos a los ciudadanos en su conjunto y de relacin interactiva. Hay escassimos

    ejemplos de prctica interactiva cotidiana del sistema poltico con los ciudadanos.

    8. La privacidad en Internet.

    Muchos debates sobre Internet en estos momentos plantean la idea del efecto de

    Internet sobre la privacidad y sobre la capacidad de control de nuestra vida ntima a

    travs de Internet. Aqu hay dos elementos: la relacin gobiernos-ciudadanos y la

    relacin privacidad-Internet. En la relacin gobiernos -ciudadanos, hay algo que pone

    muy nerviosos a los gobiernos y es que, realmente, no pueden controlar Internet,

    Internet como tal, parece difcil de controlar.

    9. Internet y los Medios de Comunicacin.

    Internet est transformado radicalmente los medios de comunicacin, pero no

    por la convergencia de Internet y la televisin en un mismo medio tecnolgico, la

    famosa caja que tendr usted encima de su televisor y que llega a todos, lo que se llama

    la Web TV. Lo que realmente existe es un mueble que dispone al mismo tiempo de

    Internet y de televisin, pero son dos sistemas. Internet est tambin cambiando los

    medios de comunicacin y, en particular, contra lo que la gente cree, los medios de

    comunicacin escritos.

    10. La sociedad red.

    En conclusin, Internet es la sociedad, expresa los procesos sociales, los

    intereses sociales, los valores sociales, las instituciones sociales. Lo que hace Internet es

    procesar la virtualidad y transformarla en nuestra realidad, constituyendo la sociedad

    red, que es la sociedad en que vivimos.

  • C) LA CULTURA DE LAS PANTALLAS.

    Hoy se habla ya de una nueva era de la infancia que no puede escapar a la

    influencia de la condicin postmoderna con su saturacin de medios electrnicos desde

    la televisin hasta el ordenador y que constituyen los nuevos modelos o patrones de

    conducta. Esto es algo ms que obvio si consideramos que, aparte de la Escuela como

    centro de reclutamiento forzoso para formar las generaciones futuras, existen nuevos

    escenarios de aprendizaje y que dan lugar a una cultura infantil especfica controlada

    por y para el beneficio de las empresas comerciales. Modelar la cultura no es nada ms

    que modelar las conciencias. Por eso, por ejemplo, McDonalds no vende

    hamburguesas, vende Amrica o la conciencia de estar identificado con la Patria.

    A travs de los programas de televisin, los anuncios o la literatura infantil se

    transmiten emociones, modelos de comportamiento o relaciones socioeconmicas. En el

    caso de los videojuegos, como en el resto de los productos de ocio de las culturas

    infantiles, existen unos lmites demasiado difusos como para descubrirlos entre el

    entretenimiento, la educacin y el comercio, sobre todo cuando se ofrece una visin

    edulcorada del mundo y de las cosas por parte de las multinacionales que gestan y

    mantienen esas culturas infantiles en su propio beneficio.

    Por otro lado, los juegos electrnicos o videojuegos han sufrido una mutacin

    importante y han hecho del culto a la violencia su principal y casi nico argumento,

    como si la violencia (virtual) fuese una especie de anfetamina electrnica para matar

    el aburrimiento de la infancia postmoderna (Steinberg y Kincheloe, 2000). Los

    videojuegos son la primera apropiacin de la cultura informtica. Son denostados

    generalmente por los docentes pero algunos pueden ser aprovechables desde

    determinados puntos de vista didcticos y pedaggicos, aparte de ser capaces de generar

    ciertas dinmicas de socializacin.

    Por todo lo anterior, mencionaremos que uno de los efectos colaterales del

    consumo meditico compulsivo es el desencanto progresivo por la lectura. As, las

    editoriales que tradicionalmente han contado entre su clientela al pblico infantil y

    juvenil, ya asumen la prdida masiva de lectores cuando stos alcanzan la adolescencia.

  • La alfabetizacin audiovisual se convierte as en poseer las destrezas bsicas

    para negociar la propia identidad y la escala de valores personales y lo que son

    ofertados desde la hiperrealidad de la publicidad o los medios en general.

    El debate educativo de nuestro hoy y de nuestro maana nos habla de la

    acuciante necesidad de formar una ciudadana alfabetizada en el lenguaje de los medios

    de manera que las personas tengan la suficiente autonoma crtica como para contestar y

    poner en entredicho los valores implcitos en la cultura popular de los medios, de

    manera que stos pierdan su poder de infantilizar a la poblacin y dejen de crear

    sujetos sociales pasivos, temerosos, paranoicos y apolticos (McLaren, 1997: 26).

    La reflexin pedaggica siempre ha sido posterior a la aparicin de un nuevo

    medio o recurso que se ha presentado como una solucin universal a los problemas de la

    enseanza (desde el libro hasta la enseanza virtual pasando por el cine, la radio, la

    televisin como los medios considerados ms clsicos). Sin embargo, el hecho de que

    las tecnologas multimedia y telemticas supongan una convergencia de otros soportes y

    le proporcionen gran versatilidad, implica confiar en que la aportacin pedaggica de

    las tecnologas avanzadas, sea algo ms que un recurso adosado y ortopdico a nuestra

    prctica educativa.

    D) LOS EFECTOS DE LA VIOLENCIA TELEVISIVA EN LA AUDIENCIA.

    Los primeros interrogantes sobre la cantidad de violencia emitida por la

    televisin surgieron casi al mismo tiempo que el medio. Las investigaciones realizadas,

    los mtodos empleados y las conclusiones, han sido tema de amplio debate en el

    mbito tanto cientfico como social y poltico. Los estudios, de hecho, han demostrado

    que la televisin contiene un alto ndice de escenas violentas en su programacin.

    La principal preocupacin que surge al observar las altas cifras de violencia que

    se proyecta en la pequea pantalla gira en torno a la posible relacin entre los

    contenidos agresivos y la violencia existente en la sociedad. En este sentido, parece

    claro que la televisin tiene una mayor influencia sobre aquellos sujetos que cuentan

    con un cierto antecedente de agresividad, es decir, con una cierta predisposicin a la

    violencia en su comportamiento.

  • La teora social del aprendizaje nos dice, igualmente, que este tipo de

    individuos suele recordar con ms facilidad lo que ve en la pequea pantalla y que, dada

    una situacin similar a aquella que han visto en el televisor, pondrn en prctica lo que

    han observado y aprendido de los personajes. De hecho, la violencia televisiva provee

    de modelos tiles y roles de agresividad bastante atractivo a aquellos sujetos cuyo

    temperamento, personalidad y circunstancias les predisponen a comportarse de forma

    agresiva.

    A pesar de la evidencia de numerosas investigaciones sobre la violencia en la

    televisin en las que parece claro que existe una relacin entre ver contenidos violentos

    en la pequea pantalla y las posteriores reacciones violentas de los sujetos receptores,

    los programas de contenido violento continan siendo los ms populares y los ms

    demandados por la audiencia.

    En relacin con los efectos de la violencia en la televisin y la naturaleza de la

    percepcin de la realidad por parte de los receptores, el reforzamiento puede funcionar

    de varias formas:

    1. En primer lugar, la violencia en la televisin puede reforzar las tendencias

    violentas ya presentes en el receptor, aunque la televisin no sea el origen de esas

    tendencias. Cuanto ms significativo sea este reforzamiento, ms probabilidades existe

    de que se manifieste en las conductas. Esta forma de reforzamiento muestra ciertas

    semejanzas con la teora de la desinhibicin.

    2. La conducta violenta puede verse reforzada en el propio contexto de la

    historia televisiva. En ese caso, dicha conducta tiene ms posibilidades de ser imitada

    que aquel acto violento que es castigado o no reforzado en la historia. Por esta razn,

    muchos crticos estn ms preocupados por la violencia en la televisin cuando sta se

    ve recompensada.

    3. La televisin, en lugar de reforzar conductas o tendencias a comportarse de

    cierta forma, puede reforzar ciertos valores sobre el uso de la violencia. Por ejemplo, los

    personajes de los programas y pelculas de accin o aventura de la televisin, con

    frecuencia, utilizan la violencia para resolver problemas interpersonales.

  • 4. Por ltimo, la conducta violenta o la tendencia a comportarse de forma

    violenta puede verse reforzada cuando se muestra como una conducta correcta en un

    contexto que es, en lneas generales, muy atractivo para el espectador.

    E) COMUNICACIN DE MASAS, GUSTO POPULAR Y ACCIN SOCIAL

    ORGANIZADA.

    A muchos alarma el podero potencial de los medios masivos de comunicacin.

    Pero hay otra base, probablemente ms realista, para la generalizada preocupacin por

    la funcin social de los medios masivos de comunicacin, una base que se vincula con

    los cambiantes tipos de control social ejercitados por poderosos grupos de inters en la

    sociedad. Las sociedades complejas estn sometidas a muchas formas distintas de

    control organizado.

    La manifiesta preocupacin por las funciones de los medios masivos de

    comunicacin se basa en parte, en la observacin vlida de que estos han tomado la

    tarea de adaptar el pblico masivo al status quo social y econmico.

    Otra fuente de preocupacin generalizada por la funcin social de los medios

    masivos de comunicacin aparece en sus presuntos efectos sobre la cultura popular y los

    gustos estticos de sus pblicos.

    As pues, existe el peligro de que estos instrumentos de comunicacin masiva,

    tecnolgicamente avanzados, constituyan un cauce fundamental para el deterioro de los

    gustos estticos y de los cnones de cultura popular, y tambin que existe una base

    sustancial para la preocupacin por estos efectos sociales inmediatos de los medios

    masivos de comunicacin.

    Por todo lo anterior expuesto, nos parece interesante mencionar las funciones

    sociales de los medios de comunicacin masivos y que podemos resumirlos en tres

    apartados:

  • 1. Funcin conferidora de status.

    Los medios masivos de comunicacin confieren status a acontecimientos

    pblicos, personas, organizaciones y movimientos sociales. Los medios masivos de

    comunicacin otorgan prestigio y realzan la autoridad de individuos y grupos

    legitimizando su status. Ser reconocido por la prensa, la radio, las revistas o los

    noticieros atestigua que se ha triunfado, que se es lo bastante importante como para

    haber sido distinguido entre las vastas masas annimas, que la conducta y las opiniones

    de alguien son tan importantes que exigen la atencin del pblico.

    Esta funcin conferidora de status, se incorpora as a la accin social organizada

    legitimando programas, personas y grupos elegidos que reciben el apoyo de los medios

    masivos de comunicacin.

    2. Imposicin de normas sociales.

    Frases hechas como "el poder de la prensa" (y de otros medios masivos de

    comunicacin) o "el resplandor de la publicidad", se refieren presumiblemente a esta

    funcin. Es posible que los medios masivos de comunicacin estimulen la accin social

    organizada "denunciando" situaciones que contradicen la moralidad pblica, pero no se

    debe presuponer prematuramente que esta pauta, consiste simplemente en dar a conocer

    con amplitud estas desviaciones.

    En una sociedad de masas, esta funcin de denuncia pblica est

    institucionalizada en los medios masivos de comunicacin. Los diarios, la radio y las

    revistas denuncian a la vista del pblico desviaciones bien conocidas y por lo general

    esta denuncia obliga a cierto grado accin pblica contra lo que se ha tolerado en

    privado.

    3. La disfuncin narcotizante.

    Evidentemente, tanto la funcin conferidora de status como la reafirmadora de

    normas sociales son bien reconocidas por quienes manejan los medios masivos de

    comunicacin. Como otros mecanismos sociales y psicolgicos, estas funciones se

    prestan a diversas formas de aplicacin. Conocer estas funciones es poder, y el poder

    puede ser utilizado para intereses especiales o para el inters general.

  • Otra consecuencia social de los medios masivos de comunicacin ha quedado

    inadvertida en gran medida, a1 menos ha merecido pocos comentarios exp1citos, y no

    ha sido puesta sistemticamente en uso para favorecer objetivos planificados. Se la

    puede llamar la disfuncin narcotizante de los medios masivos de comunicacin. Se la

    denomina disfuncional en vez de funcional, basndose en la presuncin de que no

    corresponde al inters de la moderna sociedad compleja tener grandes masas de la

    poblacin polticamente apticas e inertes.

    Para finalizar, comentar que las situaciones en que los medios masivos de

    comunicacin logran su mximo efecto propagandstico puede resolver la aparente

    contradiccin que se plante al comienzo de nuestro anlisis. Los medios masivos de

    comunicacin alcanzan su mxima eficacia cuando actan en una situacin de virtual

    "monopolio psicolgico" o cuando el objetivo es canalizar y no modificar actitudes

    bsicas, o cuando actan en conjuncin con contactos directos.

    F) EL LABERINTO DIGITAL.

    La evolucin y desarrollo de la informtica ha sido muy veloz en la segunda

    mitad de este siglo. El ordenador ha pasado a ocupar un lugar central en las actividades

    del mundo moderno, aunque jams podr reemplazar las funciones intelectuales ms

    elevadas del cerebro humano. Sometido al determinismo implantado por el hombre en

    su programa, el ordenador tiene el comportamiento obediente de un tonto lgico.

    Con la irrupcin de las mal llamadas mquinas inteligentes se desarrollaron tres

    modelos estructurales de comunicacin, que son los siguientes:

    1) El flujo comunicativo de hombre a mquina, actuando la mquina como

    enunciataria.

    2) El flujo comunicativo de mquina a hombre, actuando el hombre como

    enunciatario.

    3) El flujo comunicativo de mquina a mquina.

  • En ninguno de los tres modelos reseados hay intersubjetividad en el proceso de

    comunicacin, pues en el primero y el segundo solamente un polo est caracterizado por

    la subjetividad y, ms concretamente para nuestra reflexin, por la intencionalidad que

    le define como un polo activo y le convierte en responsable de la iniciativa enunciadora.

    As pues, este modelo de comunicacin se convierte en interactivo en cuanto se

    introduce la reversibilidad en el rol del enunciador, de modo que ste pueda ser

    alternativamente enunciador y enunciatario, lo que conduce a una interactividad

    enunciativa, que puede ser, adems, en tiempo real.

    G) IMAGEN Y CONSTRUCCIN DE LAS AUDIENCIAS (EL SIGNIFICADO DEL

    SIGNIFICADO).

    En la imagen, como categora antropolgica y cultural, la Gestalt contribuy de

    manera decisiva a la consideracin global del proceso perceptivo y, por lo tanto, a la

    consideracin holstica del entorno percibido. Adems, introdujo la idea de que las

    personas somos agentes activos estructuradores del entorno y, por lo tanto, hay procesos

    internos que hacen de mediadores entre el mundo de los estmulos y nuestra experiencia

    sobre stos. Ello, que en un primer momento iba en contra de la tradicin conductista

    imperante, fue retomado posteriormente por el cognitivismo, intentanto superar el

    reduccionismo y el mecanicismo del clsico esquema estmulo-respuesta

    incorporando los procesos internos que suceden en la mente de la persona los cuales,

    ms que mediar entre los dos componentes del esquema conductista, se convierten en

    motores de la experiencia psicolgica humana.

    La imagen ha estado ligada en Occidente a tres modos de existencia diferentes

    (cesuras mediolgicas): la presencia; la representacin y la estimulacin. La

    figura percibida ejerce su funcin mediadora con tres conceptos globalizadores

    sucesivos: lo sobrenatural; lo natural y lo virtual. Y, adems, implica tres posturas

    afectivas: el dolo apela al temor; el arte al amor y lo visual, al inters. La primera est

    subordinada al arquetipo; la segunda al prototipo y la ltima al estereotipo.

  • Cuando nos referimos a imgenes es preciso determinar de qu manera se

    garantiza que la decodificacin que se hace de los mismos es realizada a partir de

    parmetros comunes. Eco (1988) afirma que existen, segn las diferentes situaciones

    socio-culturales, una diversidad de cdigos o de reglas de competencia y de

    interpretacin. La misma imagen de un rebao de vacas en la televisin suiza y en la

    hind no son percibidas de la misma manera por los/las televidentes: para los primeros

    significa alimentos en abundancia y para los segundos abundancia de ocasiones rituales.

    En la ltima dcada, tras la aparicin de las autopistas de la informacin, es

    posible distinguir entre cultura de masas y cultura meditica (Castells, 2000; Martn

    Barbero, 1993; Mattelart, 1995 y 1997 y Sodr, 2002). Al cine, la radio, la televisin o a

    la prensa se aadieron los amplios horizontes informativos y comunicativos de la Red:

    correo electrnico, seal audiovisual a travs de satlite, la educacin on line, la

    infografa de la realidad virtual, las bibliotecas digitales, los operadores de telefona

    mvilTodo este cmulo de tecnologas a disposicin de los ciudadanos y ciudadanas.

    La nocin de cultura meditica est cobrando fuerza para designar la red de

    relaciones que se construyen a travs de los medios y de las nuevas tecnologas de la

    informacin y de la comunicacin. El consumo de medios masivos, cine, radio o

    televisin, no necesitaba ni exiga unos niveles bsicos de alfabetizacin (como podra

    ocurrir con el caso de la prensa).

    Por consiguiente, los medios de informacin de masas han generado otra

    realidad en nuestra sociedad que puede llegar a conformar nuestras creencias, actitudes

    y valores adems de dirigir nuestros comportamientos. Adems, los medios pueden

    actuar como poderosos instrumentos capaces de inyectar en la poblacin fuertes dosis

    de hipnosis colectiva en el sentido de que generan estados de opinin, pueden sesgar esa

    opinin en uno u otro sentido o decidir, entre otras tcnicas como veremos ms

    adelante, los trminos del discurso permisible y establecer los lmites de lo

    polticamente correcto.

  • H) CINE Y ALTERIDAD.

    El cine como paleolenguaje icnico estuvo estrechamente emparentado con la

    Antropologa Sin embargo, el cine contribuy al acercamiento de realidades remotas

    que se slo se conocan a travs de los grabados o los libros de viajes. Los primeros

    registros etnogrficos de los operadores cinematogrficos se enmarcaron dentro de un

    esquema caracterizado por la situacin del reparto colonial en manos de las grandes

    potencias.

    Sociolgica e histricamente, hay una concepcin de la alteridad basada en una

    visin del mundo que es sustentada a su vez por una moral y tica maniquea. Hoy, el

    mundo global se enfrenta a la presencia cotidiana y ubicua del extranjero, del Otro y

    ahora vivenciamos esa diversidad en forma de sudacas, latinos, negros, moros, polacos,

    espaldas mojadas, sin papeles...

    En el cine es posible detectar los planteamientos etnocentristas presentes en la

    sociedad desde que se ha reconocido la presencia del Otro. La construccin de la propia

    identidad pasa por el reconocimiento del diferente. El Otro no es semejante y,

    generalmente, es un ser inferior dentro de una jerarqua que elabora el Yo y el Nosotros.

    Traspasar ese lmite supone caer en los rpidos de la alterofobia, patologa social

    excluyente que tiende a utilizar mtodos autoritarios para pretender su hegemona.

    Desde la misma perspectiva antropolgica tradicional que consideraba al otro

    como un ser incivilizado e inferior, la redencin de lo primitivo a manos de la educacin

    y la cultura la hallamos en El nio salvaje de Aveyron (Franois Truffaut, 1969).

    Privacin de la socializacin y poder regenerador de la educacin. Estaba basada en un

    hecho real acaecido en 1800 cuando el doctor Jean Itard quiso educar a un nio salvaje

    encontrado en LAveiron.

    En definitiva, tanto el cine como lenguaje y como arte no ha sido ajeno al hecho

    de plasmar en imgenes, la alteridad que se ha vivido y vive en la sociedad. El ojo que

    mira a travs del objetivo de una cmara no es un ojo objetivo y neutral, sino que est

    cargado de ideologa, actitudes, prejuicios y valores.

  • I) LO DIFERENTE: MIRADAS DE CINE.

    Identificamos nuestro yo porque reconocemos la existencia del otro. Somos

    concientes de nuestra individualidad existencial y tambin de un yo colectivo de

    pertenencia, un nosotros, con el que nos sentimos identificados. Todo lo que queda

    fuera de la red afectiva, ideolgica, religiosa, profesional del nosotros constituiran

    los Otros.

    La diversidad de la especie humana se puede vivenciar desde dos enfoques

    radicalmente opuestos: a) Como un espacio de tolerancia entre iguales y b) Como un

    espacio de poder entre opresores y oprimidos. La condicin humana parece haber

    adoptado la segunda opcin como norma en el devenir histrico.

    El cine como lenguaje y como arte se ha manifestado con miradas cannicas y

    miradas disidentes y no ha sido ajeno al hecho plasmar en imgenes la alteridad que se

    ha vivido y vive en la sociedad. A continuacin describiremos las siguientes formas en

    las que consideramos que el cine ha representado la alteridad:

    a. Cuando los otros son nosotros.

    El nosotros es escindido causando una situacin de conflicto y enfrentamiento

    abierto entre ambos bandos irreconciliables. Hay tres pelculas en el nacimiento del cine

    que reflejan perfectamente este estado de la cuestin: El nacimiento de una nacin,

    Intolerancia y El acorazado Potemkin.

    b. Enemigos de la patria identificados como tales.

    Desde el plano histrico, social y poltico configurado despus de la Segunda

    Guerra Mundial, nuestros enemigos han sido soviticos, alemanes y japoneses (los

    ms destacados). La cultura de masas y el cine blico reforzaron esa idea hasta la

    sociedad. Podemos destacar pelculas como El Gran Dictador (Charles Chaplin, 1940),

    Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998), El puente sobre el ro Kwai (David

    Lean, 1950), Taxi Driver (Martin Scorsese, 1975), Johnny cogi su fusil (Dalton

    Trumbo, 1976), Apocalipse Now (Francis Ford Coppola, 1979), La lista de Schindler

    (Steven Spielberg, 1993)...

  • c. Los otros como enemigos imaginarios.

    Sin el Muro de Berln, con los pases del Pacto de Varsovia encaramados en la

    globalizacin econmica y en el fundamentalismo del mercado, desaparecen nuestros

    enemigos considerados como tales. As lo dicta la geopoltica del mundo

    contemporneo (Ramonet, 1999) donde sobresale un Estado polica y posibles Estados

    delincuentes refuerzan la tesis del imperialismo USA.

    d. Psicpatas y asesinos.

    Una de las primeras pelculas que muestran al Otro como un ser anmico y

    repulsivo bajo el concepto genrico de psicpatas y asesinos fue El gabinete del Dr.

    Caligari (Robert Wiene, 1919). Sus decorados interiores con telas pintadas con un

    predominio obsesivo por las formas curvas y de perspectiva singular y sus juegos de

    luces y sombras (tambin pintadas en los decorados) dio origen a una corto pero intenso

    movimiento esttico imaginativo, inslito y subjetivo en el lenguaje cinematogrfico y

    que se conoci con el nombre de caligarismo (Gubern, 1989a).

    e. Cuerpos y mentes fuera de la norma.

    Definir la normalidad siempre ser mirar lo anormal desde una ptica de

    poder como algo diferente. Lo ignominioso, lo vergonzante, lo monstruoso, aquello que

    hemos arrojado sistemticamente desde la infinidad de montes Taigeto que creamos

    tambin desde la nada.

    El cine siempre ha sido proclive al dominio de lo monstruoso, la otra cara de la

    moneda de lo natural. El monstruo es un ser deforme y constituye la postulacin del

    caos, el quebrantamiento del orden biolgico y la transgresin de sus leyes. El monstruo

    es un ser que se coloca en la frontera de lo permisible y desde ah se aleja de ella hasta

    un infinito grotesco.

  • f. Sexualidad y gnero marginales.

    Todo lo referente al sexo siempre ha sido un tema tab en el cine. Las pelculas

    consideradas pornogrficas fueron, en realidad, una continuacin de la fotografa

    licenciosa que ya se practicaba en el siglo XIX. An as, la moral y las buenas

    costumbres arrinconaron a este cinma cochon a salas privadas donde se poda ver y

    mirar lo ms animal del sexo.

    g. Venidos de otros mundos.

    En el cine, fue El enigma de otro mundo (Christian Nyby, 1951), una de las

    primeras producciones que cont la visita de un ser de otro planeta. Tres dcadas ms

    tarde, un referente bsico del gnero de ciencia-ficcin habra que situarlo en ET

    (Steven Spielberg, 1982), deslumbrante cuento de hadas sobre emisarios de otros

    mundos.

    h. Criaturas del ms all.

    Los confines de la ultratumba tambin han sido explorados por la imaginacin

    del cine para crear seres diferentes ms all de nuestra propia imaginacin.

    i. La nueva teogona de los superhroes.

    Para luchar contra el Mal y sus seres atvicos que cclicamente amenazan la

    especie humana hemos imaginado desde el Olimpo del celuloide unos superhroes que

    tienen el deber de protegernos como si la existencia fuese una eterna lucha de corte

    mazdesta.

    j. A imagen y semejanza del creador.

    Pigmalin, adems de ser rey y sacerdote de Chipre era un consumado escultor.

    Durante largo tiempo busc esposa que fuera una mujer perfecta pero no la encontr.

    Entonces decidi que no se casara y se volcara en la creacin artstica ofreciendo sus

    obras a Afrodita. Con una gran fuerza creadora y un fuerte sentimiento, dio forma a una

    estatua de mujer perfecta a la que llam Galatea, pero cuando fue a tocarla se dio cuenta

    que el mrmol no estaba fro y que cobraba vida. Ante sus ojos estaba Afrodita.

  • Resulta paradjico este escndalo visual, esttico y tico, pero permanecemos

    impasibles ante las muertes coreogrficas acaecidas en la pantalla. Muertes aspticas y

    teatrales que forman parte de la trama argumental. Nuestro inters y nuestro deseo van

    unidos a la identificacin que hacemos del nosotros y la exclusin afectiva e ideolgica

    de los otros, que en esa moral maniquea del celuloide vienen a ser los buenos y los

    malos. Nuestro corazn est en un puo cuando alguien de nosotros corre algn

    peligro o incluso muere, pero sentimos cierto alivio y hasta satisfaccin cuando lo que

    est escrito y previsto en el guin se cumple y el otro, enemigo y rival, es vencido o

    muerto a manos de nuestro hroe.