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Lostemas que el país debate.
Todo es Historia los publica mensualmente. Libros de tesis, polémicos, actuales.
Porque vivimos en un mundo en constante ere· cimiento . Porque di. a dla nuevos seres reclaman nuestro aporte solidario . Sasetru elabora más y mejores alimentos, aplica una tecnologla de avanzada, crea nuevas fuentes
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de riqueza, lleva a lo largo y a lo ancho del pal. y más allá de nuestras fronteras productos que son vitales para la Argentina y el mundo.
SASE.HU AUMENlOS ARGENTINOS
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Amigo lector: Desde los más altos niveles del gobierno y en forma
reiterada se ha anunciado la iniciación de una etapa de diálogos con personalidades e instituciones representativas del país, a fin de establecer coincidencias que permitan la formulación de objetivos que constituyan términos de referencia para la comunidad argentina en el futuro próximo.
Sería aconsejable que en esta suma de cambios de ideas no esté excluida la historia. Porque es mucho lo Que puede aportar la experiencia y el juicio de quienes trabajan en el campo del pasado. Al fin y al cabo, los grandes momentos del país, las etapas de su grandeza, no se hicieron de otro modo que recogiendo las enseñanzas de su propia historia, actualizándolas y proyectándolas hacia adelante. Cuando hacia 1880 la Argentina decidió insertarse en los circuitos mundiales de la producción y el consumo, retomó, adecuándola a la época, la experiencia de 1820/24 implementada en la provincia de Buenos Aires en relación con la industrialización de la carne salada; ahora el frigorífico permitía mejorar la calidad exportadora pero en síntesis se trataba de lo mismo que medio siglo atrás permitió a Buenos Aires remontar su crisis política y robustecer su incipiente economía. Este es sólo un ejemplo que podría reiterarse largamente.
Cualquier proyecto que no se funde en series históricas auténticamente nacionales, está condenado a la precariedad . Nuestro pars, con una historia relativamente corta, ha elaborado creencias, costumbres, formas de trabajo y de vida, modalidades de convivencia que no pueden marginarse; que deben manejarse con destreza para que den todo lo que pueden dar para la afirmación de un diseño nacional que no sea .el resultado de una lucubración teórica sino de una ' delicada recolección de las cosechas espirituales y materiales que durante décadas, y aun siglos, han venido formando silenciosamente el fundamento de la Nación.
Muchas veces se ha señalado la callada pero decisiva influencia que tiene la historia en la vida cotidiana de los pueblos. Recoger este mensaje del pasado es indispensable para seleccionar los valores que habrán de enfatizarse para presentarlo a la comúnidad argentina como objetivos cuya conquista será el desafío del último cuarto del siglo XX.
félix Luna
Uno de los pilotos de los aviones Lalé 25, Ricardo Grosa, aliado de su máquina; la precariedad de los medios, en los tiempos heroicos de la aviación comercial, se compensaba con el estupendo coraje y la admirable pericia del personal.
HIS5I'8RIA "Historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado , ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir: .. "
(CERVANTES, Qullote, 1, IX)
Prohibida la reproducción total o parcial del material contenido en esta revista, en castellano u otro idioma.
AÑO XI - N° 122 Julio de 1977
Editorial: Todo 8S Historia S,R.L.
Director. Félix Luna
Secretaria de Dirección: Marisel Flores
Redacción: Viamonte 1479 110 e -Tel .. 40·7545
Sumario
La aviación heroica.
La historia de las primeras lineas de aviación comercial en la Argentina está llena de personajes audaces , itinerarios azarosos, inexperiencia e improvisación: todo se dio -como relata Julio A. Luqui Lagleyze- para que nuestra aviación comercial pueda contar orgullosamente su prehistoria como una saga de fe y de coraje .
Página 6'
El primer fósil del Río de la Plata
Un día apareciÓ en las cercanías de LUján una extraña osamenta. Era en '1787Pacientemente reconstruido, el esqueleto Oe un animal antedilu viano viajó a Mad lid. El problema empezó después, cuando Su Majestad pidiÓ que enviaran el animal . . . vivo! Juan Carlos Vedoya evoca la historia deeste fósil , el primero de los que después se fueron descubriendo en nuestro territorio. Página 60
Amadeo Jacques, pensamíento V obra Inmortalizado en las páginas de "Juvenilia", el docente francés vivió en nuestro país una existencia fecunda y no siempre . feliz . Su acción quedo impresa en los jóvenes que formó pero es justo reconstruir, como lo hace Juan Antonio Vigna , su trayectoria docente. Página 68
A 150 años del experimento unitario.
Luis Alberto Romero traza en esta nota una original interpretación del ensayo implementado por Rivadavia y su grupo , clausurado hace un Siglo y medio con la renuncia de ese presidente , resistido por el país entero pero cuya concepción merece un imparcial análisis .
P¡jglna 38
Un levantamiento rural en Entre Ríos
En la década que co mienza en 1820, una sociedad comercial formada en Buenos Aires empezó a acaparar tierras en Entre Rlos . Su acción provocó el primer levantamiento rural de que haya noticias en nuestro pals, y tuvo secuelas judiCiales que se prolongaron hasta después de Pavón . Así lo evoca Trinidad Delia Chianelli. P¡jglna 82
y también El desván de Clío Curiosidades y rarezas en el desván de la Historia . Las dice León Benarós Página 34
Anticipos Tras los dientes del perro. por Helvio 1. Botana Página 56
El libro de historia del mes Lo comenta Luis Alberto Romero Página 80
Nos elogian Página 96
Desde los más remotos tIempos el hombre soñó con volar . El primer intento de la historia lo registra Cayo Suetonio Tranquilo en su Vida de los doce Césares, siendo su prqtagonista Simón de Samaria (El Mago) , quien al fracasaren su vuelo con alas mecánicas, muere enel Coliseo, en presencia de Nerón y miles de espectadores
Se suceden ideas, teorías y diseños. La línea es interminable. Recién, el 5 de julio de 1783 vuela el primer montgo/fier al aire caliente. EI15 de agosto de ese año el médico Jean Francois Pilatre du Rozier es el primer aeronauta de la historia: también, dos años después, será la primera víctoma de la aviación del mundo.
Se inicia la era de los más livianos que el aire.
Siguen los intentos y llegamos al ingeniero Clement Ader -francés- quien con su folo a vapor, vuela 50 metros el 9 de octubre de 1890. Repite sus vuelos y el 12 de octubre de 1897 vuelve a efectuarlos con otra máquina a la cual bautiza Avión nombre de un ave semejante al vencejo.
Fueron los primeros vuelos mecánicos de la historia, ya que Orville Wright recién lo hace el 17 de diciembre de 1903, trece años más tarde.
En .la Argentina no dormiamos
En nuestro país también se empieza volando en globos. En 1810 Miguel COlombisse, de Mendoza, reitera a la Junta de Mayo una oferta hecha a Liniers en 1809. Pide apoyo económico para la construcción de un aerostato dirigido, el cual caminará, al menos, un cuarto de legua por minuto : i 60 km . por hora! La Junta , según dice Biedma, lo trata el 6 de agosto de 1830 y .. .lo envía al archivo. Pero no fue la única frustración de la Junta, ya que también archivó la oferta de ... iun submarino!
El 19 de octubre de 1855 el francés inicia desde el hueco de
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Lorea (actualmente parte de la Plaza de Congreso), una ascensión en montgolfier, sufriendo un accidente. Insiste el 30 del mismo mes y esta vez choca con las aspas del molino de viento que se hallaba en la primer cuadra de Callao, sobre la vereda este, frente a la actual confiteria que lleva su nombre. Finalmente, el 16 de noviembre, vuelve a Insistir, y esta vez consigue romperse ambas piernas y varias costillas.
Durante la guerra de la Triple Alianza, el 6 de julio de 1867, el oficial de ingenieros argentino Roberto Chodiasiewicz asciende en un globo brasileño, con fines militares, en el Potrero Piris. frente al Estero Bellaco.
El 24 de junio de 1864, Wells efectúa una ascención en Plaza de Mayo; sin querer, uno de sus auxiliares. Antonio Premiazzi, enreda su pie en una soga y es levantado por el globo. Wells recién lo advierte estando bastante altura e inicia el descenso, el cual se produce sobre el río, frente a la Aduana, a500 metros de la costa, de donde son milagrcsamente rescatados sanos y salvos.
Hay otros vuelos: Baraille, Ceballos, Martínez, Sanz, Mayer, Roux, Cetti, Valerios, los Silimbani. Algunos de ellos se perdieron o murieron en la empresa.
Después llega en 1907 un aro gentino que trae el globo Pampero Aarón Anchorena, la primera AA de la larga serie de nuestra aviación comercial y civil, como bien ha señalado Spaini. Vuelan entonces los criollos: Anchorena, Newbery -Eduardo y Jorge-, Bradley, Macías, Zuloaga y tantos más; mártires algunos, héroes todos.
El 13 de enero. la segunda AA: se tunda el Aeroclub Argentino del' cual Aarón Anchorena es el primer preSidente.
El 30 de enero de 1910 el italiano Ponzelli. con un Voisin, efectuaba el primer vuelo en Camoo de Mayo, aunque se accidenta al aterrizar, el 6 de febrero lo hace el francés Bregí con otro Voisin, en Long-
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Montgolfier en el cual Pilatre de Rozler electuo el primer
vuelo de la historia,
Con esta máquina, en 1918, la Latecoere inicia sus vuelos.
champs. Les siguen los criollos : Newbery, Fells, Candelaria, Eusebione , y muchos otros. Los records se suceden.
En la India, Henri Pecquet, que luego vendra·a nuestro país realiza el primer vuelo postal ;cuatro meses más tarde, Bartolomé Cattáneo, el 25 de junio de 1911 realiza un vuelo postal entre Rosario y Buenos Aires icinco veces más largo - 300 kmde ida tan solo, que el de Pecquet -60 km- de ida y vuelta!
El 8 de setiembre de 1911 se tu nda la Escuela de Aviación Militar del Palomar.
Ya vendrá lo demás.
Nace la primera empresa de Aeronavegaci6n Comercial
Al final de la primera guerra la idea del transporte aerocomercial estaba en muchas mentes en Europa.
El primero de setiembre de 1918, Pierre Georges Latecoere cristaliza su sueño: funda la primera empresa aérea del mundo, en sociedad con Beppo de Massimí y Didier Daurant. Su nombre : Compagnie Genera/e O'Enterprises Aeronautiques Latecoere , más conocida como la Latecoere o, sim plemente, como la línea . Instala hangares, talleres y oficinas en Montaudron -Tolosa- desde donde planifica y concreta su vuelo inicial. Este se efectúa el 25 de diciembre de 1918, saliendo de Tolosa un biplano Salmson piloteado por Cornemont, el cual, previa escala en Perplgnan, aterriza en Barcelona, iniciando la historia de aviación aerocomercial.
A poco, en 1919 lo hacen los holandeses -. Latecoere es, pues, la primeraLo insistimos ya que hay quienes pretenden elliderazgo, siendo en realidad posteriores, basta el simple examen' de las fechas.
Latecoere cumple sus servicios con biplanos monomotores Breguet 14-A-2 Torpedo, veteranos de la guerra adaptados al nuevo uso. Sus motores Renault le permitían una velocidad de
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Las instalaciones de Pacheco en 1929.
Las Instalaciones de Pacheco en 1949.
125 km por hora con u n alcance de 500 km, llevando un pasajero. En una de estas máqu inas , el F-ALUA, Bernardo Artigau quien más tarde mil itará en Aeroposta y en Aerolfneas, lleva de Chartres a Tolosa, el15 de junio de 1920, en dos cajas bajo las alas, el correo aéreo.
El aeródromo de Barcelona es mejorado yequipado para poder seguir el proyecto. Y, el 9 de marzo de 1919 sale de allí otro Salmson, piloteado esta vez por Lemaitre, quien llevando a Pierre Latecoere vuela a Marruecos.
Ello de setiembre de 1919 - al año de su creación-la Línea cubre la ruta Tolosa - Perpignan -Barcelona - Alicante - Málaga -Tánger - y Rabat. A fines de año llega a Casablanca. Sale de Tolosa a las 05.30 llegando a Casablanca a las 18.30.
Las peripecias de estos vuelos ha llenado libros, uno de ellos es Tierra de hombres de Antoine de Saint-Exupery, quien entró en la línea como piloto en 1926.
El propio Latecoere -quien dirig ía una fábrica de vagones ferroviarios- hace constru i r aviones. Aparece así el Laté-14 el cual tenía ya cabina de pasajeros. El Laté-15 primer bimotor, tiene escaso éxito . Más tarde se usa el Laté-17.
Pero la meta de la Unea es Sudamérica.
La\ecoere anida en Buenos Alres, y empolla
En 1924, por barco, llega al Brasil tres Breguet Torpedo Y con ellos el principe Murat y Portait, quienes gestionan el permiso de vuelo a Buenos Aires, el cual es obtenido el14 de enero. Ese mismo día, salen las tres máquinas del Campo dos Alfonsos . El vuelo lo dirige el capitán José Roig siendo piloteadas las máquinas por Paul Vachet, Víctor Ham y Esteban Lefay. San Pablo, Florianópolis, Porto Alegre , Pelotas, Montevideo ... grandes recibimientos Y homenajes. Pero no todas son rosas ; Vachet tiene un aterrizaje de emergencia, y Ham capota en
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Porto Alegre. El día 15 llegan. por fin al Palomar Lafay y Vachet, donde los espera el representante de Latecoere - la tercera AA al decir de Spaini-: el capitán Vicente Almandos AImonacid.
Los franceses realizan gestiones, efectúan vuelos, reconocen la línea Río y Natal y preparan su itinerario a fin de realizar su sueño: Tolosa-Buenos Aires .
Com pran terrenos en Pacheco, sobre la actual Hipólito Yrigoyen - ruta 197 - Y delimitados por las actuales Gral. San Martín, Pacheco y Marcos Sastre.
Latecoere ha construido un nido en la Argentina; y, en ese nido se empolla un condorcito criollo.
En lo comercial tampoco estábamos dormidos
También nosotros tuvimos y bien precozmente, nuestra aventura aerocomercial. Shirley H. Kingsley, mayor de la Armada Aérea Británica - llamada más tarde Royal Air Force- enviado por la firma AIRCO o De HavilIand a fin de establecer servicios regulares de pasajeros en nuestro país, inicia los vuelos de ese tipo el 10 de junio de 1919, esto es cuatro meses antes que los holandeses. En CinCO semanas efectúa diecisiete vuelOS Montevideo, Rosario, Bahía Blanca, Bell-Ville, y Guale!iuay, Colonia y Córdoba, efectuando un vuelo sobre el Uruguay. Completa 8.750 km de vuelo. Sobre esto dice la Revista del Mundo de junio de 1919, que Kingsley " .. . marcó un hecho trascendental para la aviación comercial del Río de la Plata. Sus vuelos con pasajeros. , .son los primeros que han Infundido en el espíritu público la sensación y la convicción de que la navegación aérea es una conqUista definitIVa de la ciencia y que ha entrado ya en los progresos prácticos de la v/da moderna" ... El fue quien llevó el primer De Havilland con pasaJeros a través del Río de la Plata.
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Es, sin duda el primer vuelo ae,ocomercial de América y uno de los primeros del mundo.
Ello de agosto de ese año Kingsley crea la R/ver Plate Av/atlOn Company
Luego la Cía. Franco Argentina, el Lloyd Aéreo Córdoba, la Rioplatense y otras, incluyendo aeroclubes, prestan servicios aerocomerciales.
Es por entonces que Latecoere llega a Buenos Aires.
Aquí los representa un riojano, héroe de la aviación francesa en la primera guerra mundial. Vicente Almandos AImonacid. En su cerebro también revolotea una idea: la creación de una filial de Latecoere que surque los cielos de la patria,
Pero ¿ quién era este riojano?
Almandos Almonacld, la tercera "AA" de nuestra historia
Nace el 25 de diciembre d~ 1882 en la ciudad de Todos los
Santos de la Nueva Rioja. Cosa curiosa, el día y mes coinciden con los del primer vuelo de Latecoere. Almandos o mejor AImandoz es un lugar en el ayuntamiento de Baztan del partido judicial de Pamplona, en la provinciade Navarra. Almonacid, de origen árabe es el nombre de varios pueblos, tres en Zaragoza, uno en Cuenca y dos en Toledo. Según él mismo contara en cierta oportunidad, el primer Almonacid fue un rey árabe, cuyo nombre significa Señor de la Alta Montaña.
Su padre fue gobernador de la provincia en tiempos de Avellaneda y fue víctima de la calumnia que se habla cebado en su honor, muriendo de los disgustos que esto le causara, La verdad de los hechos desvirtuó los infundios, pero ya era tarde yeso no le volvió a la vida. Su madre, Esmeralda Castro Barros, quedó sin un centavo y con los hijos a su cargo. Se vino a Buenos Aires y debió trabajar para mantener-
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Marcelo Boullloux Lalont, presidente de Latecoere y
Aeroposta .
... El conde Antoine de
Salnt-Exupery, aviador y poeta, héroe del aire en tres
continentes y pilar de Aeroposta Argentin'a .
los. Todo lo que ganaba era para ellos : hasta que un día, ante una orden Jud icial que la desalojaba de la pobre casa en que malvivía con sus hijos, cayó muerta. El acta de defunción dice que murió de inanición . Almandos AImonacid llegó a vender empanadas que le hacía una señora de La Rioja, para poder ayudar a sus hermanos.
Pese a todo cursasusestudios llegando a entrar a la Escuela Naval de la cual sale por episodio desafortunado que le ocurrió con un superior que tuvo palabras y trato hi riente para su dignidad . Ingresa entonces a la facultad de Ingeniería.
Se empleaen la Municipalidad a la par que efectúa trabajos particulares de agrimensura.
Pero en su vida se cruza la aviación, y lo encadena. Se dedica a perfeccionar instrumentose inventa un estabilizador automático para un avión ideado también por él y al cual llama Aeromóvil .
Vicente Almandos Atmonacld, héroe de guerra, riojano ilustre, vencedor del Ande y padre de la
aviación comercial arg.entina.
Por esos días el Ferrocarril Sud pleita en Bahía Blanca por los límites de unos terrenos: un mojón es mencon/rable y fallan en localizarlo hasta los técnicos desde Inglaterra. Almonacid lo halla y le pagan seis mil pesos. Se dedican luego - como dice Neyra- a planear las obras sanitarias de Bah ía Blanca, la cual lo envía por tres meses a Francia.
Pero se queda ysededlca a los estudios aeronáutícos. En Buenos Aires habla querido seguir estudios de pilotaje : pero Jorge Newbery le aconseja lo haga en Francia, pues aquí le costaría un peso el minuto. Se dirige entonces a la fábrica Farman. No sabía ni Jota de francés, y es recibido por el propio Farman que no co-
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El lalé 25, con Ricardo Gross en Pacheco.
Vicente Almandos Almonacid, héroe de guerra , riojano
Ilustre, vencedor del Ande y padre de la aviación comercial
argentina.
nocia nada de castellano. AI mandos le explica en castellano que él quería hacer un curso de vuelo. Farman no entiende nada pero presume que quiere hacer el examen para el brevet internacional; le hace hacer un vuelo con instructor; desciende y lo sientan en el sitio del piloto colocando en el otro una bolsa de arena. Le dicen entonces que vuele. Inútiles sus protestas, nadie le comprende. Sale entonces , empleando sus conocimientos de aeronáutica, y tratando de recordar lo que hacía el Instructor. Debía aterrizar, y lo hace con la ayuda de Dios . Como él contaba años después: " ahora que sé, creo que entré en perdida de velocidad, no sé desde qué distancia, pero fue lusto la altura precisa para atemzar en el miO/mo espacIo, por lo cúal todo el mando vino a felicitarme pues nadie en la fábnca habla aterrizado un Farman en tan corto espacIo . . . En octu bre de 1913 recibe su certificado de piloto del Aeroclub de Francia.
Nueve meses después, Francia entra en guerra. El Cóndor noiano - como luego le bautizarán- se enrola en la Legión como soldado de segunda clase ; pero luego de dos meses, por gestiones de Eiltel - el creador de la torre-. es incorporado a la aviación. Combatió toda la guerra,del primero al último día.
Su carrera es una novela, no sólo como extraordinario piloto de combate, sino también como inventor. En 1915 se une a la escuadrilla MS-26 en la cual asciende a cabo por su victoria frente a varios Taube. Crea el vuelo nocturno de combate y diseña un sistema para lanzabombas que es adoptado por los aliados y también por el enemigo. Asciende a .sargento y gana la Medalla Militar. En el16 organiza una escuadrilla, la cual se hace famosa por sus hazañas ; vuelan en ella aviones Breguet Torpedo, Sopwith Camel y Farman .
Sus horas en com bate su peran el miliar y llega al fin de la guerra como Capitán. Tiene su
propia constelación de estrellas y medallas -entre ellas la Legión de Honor-, llegando a ser uno de los héroes máximos de la aviación francesa .
Su avión llevaba pintado sobre el capot el sol de su querida bandera y los alemanes ofrecieron una suma importante para el piloto que derribara al avión que llevaba el sol en la trompa.
En 1919 regresa con la misión francesa . Hay apoteóticos homenajes y por ley 10.989 se dispone su incorporación al ejército con el grado de Capitán. Pero no se cumple.
Mucha gloria, pero él, que ha renunciado al ejército francés, no puede comer gloria. Realiza entonces muchas actividades con las cuales logra sobrevivir.
Su vida llenarla páginas plenas de acción, suspenso e interés ; en aras de la brevedad , debemos resumir.
Intenta el cruce de la cordillera, pero sufre un accidente. Sus amigos inician gestiones para com prarle un Spad con motor Hispano Suiza de 22 HP. Al saber la fábrica que Almandos Almonacid era el destinatario, se niega a venderlo y lo envía sin cargo, expresando : " los aViones franceses no se venden para Almonacid, se le regalan" . .. Con ese Spad sale el 29 de marzo de 1920 desde el Plumerilla a las 19 horas tras de saludar a los presentes con un Me vaya cenar a Chile y llega al país hermano luego de cruzar los Andes ide nochel. Generalmente se dice que al aterrizar se accidentó rompiéndose la máquina ; esto es falso, aterrizó perfectamente, siendo la máquina rota por el entusiasmo del público que la despedazó para llevarse recuerdos.
. A partir de ese dia Almonacid comparte con los cóndores y con las estrellas la visión de los Andes de noche desde el cielo.
Luego , como veremos, no só lo representa a Latecoere, SinO que se desempeña en Aeroposta t ransformándose en
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el Padre de la AeronavegaclOn COl11ercial Argentina.
En 1932 se ofrece al Paraguay como piloto y organiza su aviación. Para ello, como no tenía dinero, vende sus pertenencias y condecoraciones. Fue jefe de la aviación y Mayor honorario de ella. Ya antes -a raíz de los vuelos de Aeroposta- había sido nombrado fundador de la Aviación ComercIal Paraguaya. Ellos lo homenajearon antes que nosotros.
También fue poeta, escribiendo un libro llamado Estrofas.
Su último decolaje, hacia el cielo que tantas veces surcó, lo hizo desde Buenos Aires el16 de noviem bre de 1953, a los 70 años. Aún espera el homenaje que tanto merece. Y la mayor vergüenza es que este preclaro hijo de nuestra patria debió ser enterrado en la Sociedad de Socorros Mutuos Francesa pues no había medios para hacerlo en otra forma.
Nace Aeroposta Argentina
La idea que tuviera Almonacid de una filial criolla de la línea, se plasma con Marcelo Bouilloux Lafon!. Este francés tenía lo suyo y era un precursor. Sabía que la idea iba a dar pérd ida y a convertirse en un semillero de dolores de cabeza; pero lograría con ello dos cosas muy importantes: poner de relieve la eficiencia de los hombres de empresa franceses ante nuestro gobierno y asegurar un mercado para la industria aeronáutica francesa.
Bouilloux era un robusto cincuentón de mediana estatura, su carácter era serio y poco comunicativo. Infundía más bien temor que simpatía. Pero esto -aclara Aguiar Conde, quien trabajó años a su lado- era más bien una pose,
Bouilloux concreta entonces la empresa y el 5 de setiembre de 1927 nace la Aeroposta ArgentIna, la cuarta AA de nuestra historia.
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Pedro Filcarelli, Próspero Palazzo y César Brugo,
cóndores ca idos en la lucha por dominar los cielos.
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Su primer directorio está integrado por gringos y criollos: Presidente, Bouillbux Lafont; Vice, Dr. José A. Frías y Agustín Melián; Director Gerente, AImandos Almonacid y Emmanuel de Sieyes; Directores, Gastón Foorvelle Rigoleau, Guillermo Padilla, Alberto Dodero, Luis Nicol, Alejandro Menéndez Behety; Síndicos Dr, José S, Oderigo y Dr, Manuel Porte la Ramírez, Participaron también en ese inicio y los primeros tiempos: Pedro Collin-Jeanell, Celso fl.guiar Conde, Raúl Raggio, Eustaquio Pravaz, Enrique Patrón Costas, Juan M, Graziadio, Eduardo Laborde y Andrés Noiseux,
Aquellos años locos
Paul Vachet fue quien organizó técnica y administrativamente la em presa, Una de sus metas es lograr el perfeccionam iento de personal argenti no para que pueda hacerse cargo
de la empresa, tanto en lo administrativo como en lo técnico y operativo,
Entre los muchos que comenzaron sus primeras letras con Vachet estaban Raúl Raggio y Laborde -ya nombrados- y Víctor Hernández, Rafael Camarotti, Ismael Tempane, Juan CarIas Lotto, Antonio Delbene, Martín Echar!, Eloy de Val y otros más,
Los pilotos franceses fueron continuados por los criollos que a su lado se formaron: Pedro Filcarelli, Próspero Palazzo, César Brugo y Norberto Fernández -los cuatro caídos en actos de servicio- Rufino Luro Cambaceres, Domingo Yrigoyen, Leonardo Selvetti, Ricardo Gross, José Gatti, Marcelo Mlgnone, Juan Arfinetti, Emilio Castro, Masson, los Papa, Van Heyden, Pancho Couceiro, MigU.el Vera, Pedro Etchemaite, Carlos Bellaco, Alfredo Vellani, etcétera.
Se tarda más de un año en iniciar los vuelos,
Hay que reconocer campos, rutas, buscar terrenos para las pistas, inventar aeropuertos, hacer cartas, instalar ayuda radioeléctrica, y hasta los aviones. Lo único que tienen seguro es iel aire! '
Falta de todo, menos voluntad, Nada hay hecho", hoy esto puede parecer mentira, pero es cierto,
Bien se ve aquí lo acertado de aquel dicho: "Si quieres juntar todos los locos de un pueblo funda un aeroclub: si quieres juntar todos los locos de un país, funda una empresa aérea, ' ,"
Las rutas a explotarse han sido holladas por primera vez muy poco tiempo antes; en algunos casos fueron ellos los primeros en abrir la huella,
A Asunción llega por vez primera el Teniente de Navío italiano Luis de Riseis el 15 de agosto de 1919; Aeroposta llega en el 29,
Tierra del Fuego es sobrevolada por Plüschow y Deblow en diciembre de 1928; Aeroposta llega con un Laté 28 al mando de Saint-Exuperyen 1930,
Los "mosqueteros franceses"
Muchos de ellos integran las filas de los muertos queridos de nuestra aviación comercial. Ellos galoparon los pegasos de . tela y aluminio por nuestros cielos, como verdaderos criollos, dejando aquí gran parte de su amor y amistad -otra versión de nuestras AA- y lo que es más, la estela luminosa de su recuerdo"
Jean Mermoz, aquel muchachote grande, nacido en 1891, verdadera estrella de aquellos años locos, Hizo muchos vuelos y exploró toda clase de rutas, siempre con su pinta de galán y su sonris'a a lo Garde/, Una anécdota que nos cuenta René Fernández nos lo pinta de cuerpo entero, Caído Filcarelli en un accidente cerca de Asunción, Mermoz le pide a Almonacid que le permita ir en buscadel cuerpo del amigo y camarada.
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El Pampa allinal del vuelo "a nlib io" .
El "mantenimiento", preocupación número uno.
AlqlOnacid le dice que no tiene para ello ninguna máquina adecuada, pero lo "autoriza a ir. Lo hace en un Laté 26 biplaza. En el asiento trasero coloca el ataúd vertical y lo asegura. El cajól1 es un freno aerodinámico formidable y la máquina apenas responde a los m andas, para peor el tiempo es pésimo. Pero Mermoz llega a Pacheco y,juntocon los camaradas, acompaña a su tumba los·restos del compañero caído ...
Lo curioso es que Mermoz siempre estuvo en préstamo ya que nunca integró el personal de Aeroposta. Vuelto a Latecoere realizó las hazañas de los cruces del Atlántico sur, el cual, un 7 de diciembre de 1936, habría de devorarlo ...
Cosa curiosa iun 7 de diciembre! catorce años después, nacería oficialmente Aerolíneas Argentinas, la nieta de Latecoere.
Henri Guillaumet ... el mejor piloto del grupo. Como Mermoz, murió en su elemento. SaintExupery tiene en sus libros un recuerdo muy especial para él.
El conde de la Vaux "viajero incansable del espacio, vivía acortando distancias en vuelos sorprendentes que era el primero en insinuar. Nuestro sur lo había tenido como explorador solitario, siendo durante un tiempo huésped de una tribu tehuelche al sur de Comodoro". Son palabras de Rufino Luro Cambaceres. Fue un hombre completo: cultor de la aerostación; cazador inveterado, había recorrido las selvas de Asia, Africa y América; presidente de la Federación Aeronáutica Internacional su actividad lo alejó de nosotros y el 18 de abril de 1930, en un vuelo entre Montreal y Nueva york, pierde la vida. El primer avión que cruza el Atlántico, un Laté 28-3 llevó su nombre.
Los hermanos Pedro y Bernardo Artigau; franceses, se afincan aquí, en Lugano, el nido de cóndores de la pampa. Durante la primera guerra Bernardo vuelve a Francia y se alista como piloto en la Escuadrilla 15a
obteniendo tantas condecoraciones como heridas; entre ellas la Legión de Honor. Es el 11° entre los ases de ~'Jerra de Francia. Luego, am bos integran el plantel de Aeroposta. Bernardo, nacido en 1894 muere el 4 de mayo de 1968, a los doce años de su jubilación de Aerolíneas. Pedro nacido en 1896 vive actualmente, rodeado de recuerdos, en Martínez.
Paul Vachet, motor de la empresa, vivía pensando en sus mue hachos. ¿ Dónde están? ¿Qué hacen? Cuenta Luro que mientras volaban por la Patagonia con Vachet explorando rutas, este tenía su mente en la recién inaugurada ruta a Asunción.
Antaine de Saint-Exupery, el Principito, era la figura más descollante de su equipo en su doble carácter de experto piloto y de escritor-poeta.
En él debemos detenernos un poco.
Nacido en Lyon junto con el siglo, nunca usó su titulo de Conde, que le correspondía.
Huérfano de padre es criado por una tia, la cual, al iniciarse la guerra lo lleva a Suiza.
A su regreso es reprobado en el ingreso a la Escuela Naval y se dedica entonces a la arquitectura.
Pero el servicio militar tuerce su rumbo al ponerle en contacto con la aviación.
En 1926 entra al servicio de Latecoere para hacer la línea de Tolosa a Dakar. De sus experiencias nos cuenta bastante en sus libros Tierra de hombres y Correo Sur.
Más tarde pasa bastante tiem po como Jefe de la Base de Cabo Juby donde sufre muchas peripecias, llegando incluso a verse obligado a luchar contra los rebeldes para defender y rescatar a pilotos prisioneros. De ello su rge otro de sus libros. ,
Pero él quería volar y pide ve- !
nir a nuestra tierra, donde llega i en octubre de 1929 desempeñándose como Jefe de Tráfico de Aeroposta.
En 1931 escribe Vuelo Nocturno, novela basada en sus ex-
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periencias en el sur. Ese mismo año se casa con Consuelo Su nsin.
En 1935 intenta un raid de París a Saigón, pero cae en el desierto de Libia. El mismo nos lo cuenta en Tierra de Hombres: .. . un formidable crujido sacudió nuestro mundo sobre sus bases. A doscien(os setenta kilómetros por hora habíamos martillado contra el suelo . .. Hubo una especie de temblor de tierra que arrasó nuestra cabina . .. el avión vibraba como un cuchillo clavado desdé lejos en madera dura ... Es inexplicable que estemos vivos . ..
El relato de la odisea en el desierto, es patético. El con Prévot su mecánico, vagan por la arena, sufren alucinaciones, espejismos, sed ... y son salvados; pueden, por fin, beber: "iEI agua! Agua: no tienes gusto, ni color, ni aroma, no se te puede definir, se te gusta sin conocerte . .. No eres necesaria para la vida: eres la vida misma ... "
Durante la guerra civil es corresponsal en España. En 1939, en la guerra se incorpora como Capitán: Piloto de Guerra ... AI caer Francia va a Estados Unidos, pero se reincorpora en los Franceses Libres. El 31 de julio de 1944 sale de Borgo, en Córcega, a cumplir una misión ... al regreso, poco después del me: diodía y llegando a la base, una patrulla de Focke-Wulf 190 lo derriba y cae al mar. Se reencuentra así con Mermoz, GuilIaumet, de la Vaux ...
y como ellos hay muchos más: MacLeod, Rozes, Negrin, Bredignans, Delaunay, Etienne ...
Los primeros vuelos y los primeros tiempos
Pasaron un año cuatro meses y ocho días antes de inaugurarse la primera línea. Esta había sido explorada por Vachet, AImandos y Mermoz. Se inaugura el13 de enero de 1929: PachecoMonte Caseros - Posadas -Asunción. Los pilotos: el propio Mermoz, Selvetti y Filcarelli. Di-
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rector Técnico de la línea: AImandos Almonacid, Jefe de Tráfico Vachet. Los vuelos se efectúan en Breguet 14-A-2 y en Laté 25.
El Laté 25 fue la "vedette" de esa época. Era u n monoplano metálico en parte entelado, con ala parasol con tirantes. Med ía 17 m 40 cm de envergadu ra pesando 1.553 kilogramos. Admitía 1260 kg de carga. Su motor Renault de 450 HP le daba una velocidad de crucero de 174 km/h. con un alcance de 500 km. llevando 4 pasajeros. El prototipo de la serie fue el F-A EH N° 603, el cual pasó de Latecoere a Aeroposta y actualmente está en exhibición en el Museo Nacional de Aeronáutica del Aeroparque Jorge Newbery, por gentileza de Aerol íneas Argentinas.
EI15 dé julio de 1929: Buenos Aires - Mendoza - Santiago de Chile. Claro que estas son las principales escalas, ya que la máquina no volaba más de 500 km. Esta línea había sido explorada por el conde de la Vaux, Mermoz y Guillaumet. Hasta Mendoza iba el Laté 25, de allí, en Potez hasta Santiago.
El Potez P-25 era un sesquiplano de madera y tela de 14,20 m de envergadura; 1.180 kg. de peso, 500 kg. de carga útil; es
·taba equipado con un motor Lorraine de 450 HP. Su velocidad era de 170 km. por hora y su alcance de500 km. Llevaba un pasajero.
Los vuelos los efectúan Mermoz y Guillaumet; las salidas hacia Mendoza son a la llegada del correo de Europa a Pacheco, regresando a Buenos Ai res los viernes a las 15 horas.
Lamentablemente el 16 de agost9 de 1929 se paga la cuota de sangre.' Pedro Filcarelli pierde la vida en un vuelo a Asu nción, en el cerro Sapuncay.
Mientras, seguía la exploración¡del sur; la ruta más austral del mundo. El 15 de octubre de 1930, Pau I Vachet, Saint Exupery, Palazzo, Gross y el mecánico Schwartz efectúan el último recorrido antes del vuelo inaugural a Comodoro, Regre,san el día 17, saliendo alas 05.10
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La aviación heroica
Selvetti, Artigau, Filcarelli y viejos empleados de "la
línea" .
Aterrizaje en un "aeródromo" del sur.
de Comodoro y llegando a Pacheco a las 16.00. El sericio se inaugura el 1() de noviembre: Bahia Blanca - San Antonio Oeste - Trelew - Comodoro. La inauguración se hace con Laté 28-1 piloteados por Mermoz, Gross y Palazzo. Los servicIos salían de Bahía los martes y viernes pOI' lo que se llamaban Ba-co-ma y 8a-co-vl, los regresos, jueves y domingos: Co-baIU y Co-ba-do.
El 31 de marzo, según Valcarlos, o el 2 de abril según Biedma y Luro Cambaceres, se prolonga el servicio hasta Río Gallegos, con escalas en Puerto DeseadoSan Ju lián - Santa Cruz, El viaje lo efectúa otro Late 28 piloteado por Antaine de Saint Exupery, quien llevaba al Presidente de Aeroposta, Marcel Bou illoux Lafonl. Tan grancle era el entusiasmo de este último que al día siguiente del ambo qUIso que el Laté fuera el primer aparato comercial que atravesara el estrecho de Magallanes y sobrevolase Tierra elel Fuego,
El viaje fue un éxito, pero al regreso a Comodoro la rueda derecha tropezó con un montículo y el avión se clavó de nariz. Sacados los pasajeros, ilesos, el viento tiró a la máquina y la destrozó, Saint Exupery se queja en carta a Guillaurnet de que BouiIloux le reprochara "¡Ha come~ tldo Ud. l/na qrave falta de pilotaJe"; ¿Qué culpa tengo yo de que el cam po de Comodoro sea tan desparejo y soplen allí vientos del infierno? ·terminaba diciendo a su amigo.
La base de Bahía, punto de partida de los vuelos al sur, está a cargo de Bernardo Artigau,
A todos estos servicios se agregan durante el verano de 1929 y 1930 un servicio de temporada a Mar del Plata,
Algunos relatos
Luro relata en sus libros Rumbo 1800 y Huellas en eJ cielo austral la exploración a las rutas del sur.
El en Un Curtiss-Lark de 160
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TOdo es Historia 122
La aviación heroica
Pueyrredón, Garcia Pinto y Aguiar Conde, en Comodoro
Rivadavia con lalé 28.
HP, vac~et en":n ¡Bre~~e::~r- ·1 pedo: .... . dejamos atrás. . . I
Bahía Blanca . .. parecía que volábamos sobre los arenales del Sahara ... era el comienzo de esa gran Patagonia misteriosa. .. (en San Antonio Oeste) ... los preparativos del traslado de los aviones desde el pequeño campo de aterrizaje ocasIOnalmente utílízado, hasta la laguna 'las Máquinas', única superficie adaptable a las exígencias del Laté 25 que traía Merro"?. Laguna salada, en esos momentos seca, se prestaba maravillosamente para el aterrizaje y despegue de cualquier avión pesado . .. Nunca olvidaré ese primer aterrizaje de un Laté 25 en suelo patagónico. El salitral . . . acogió al pájaro mecánico sin la menor transíción entre vuelo y carreteo. Apenas un polvillo levantado de sus ruedas indicó su apoyo. Mas adelante, perdida casi totalmente la velocidad, descansó la cola . .. "
Mermoz estudia el tramo Buenos Aires - Santiago. Sale con una máquina con cinco mil doscientos metros de plafond; la cordillera tiene picos de siete mil. Hay que buscar el paso. Un día, finalmente -cuenta SaintExu pery- se halló prisionero de los Andes. "Caídos sobre una meseta de verticales paredes a cuatro mil metros de altura, su mecánico y él trataron durante dos días de evadírse ... Entonces jugaron su última suerte; lanzaron el avión hacia el vacío y rebotaron duramente sobre el desigual suelo hasta el precipiício, donde cayeron. El avión en la caída alcanzó velocidad suficiente para obedecer ... a los comandos. Mermoz lo elevó frente a una cresta, la tocó y el agua escapó huyendo de todas las tuberias por las rajaduras provocadas por el hielo . .. ya en 'panne' después de siete minutos de vuelo, descubrió la planicie chilena bajo él, como una tierra prometida . .. "
Otra vez -de vuelta Mermozcon su mecánico Collenot debe aterrizar de emergencia en una saliente rocosa por el lado de La
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Rioja donde buscaban un paso. Los motores, en esa época -nOS lo recuerda Saint-Exupery- "no o/recian la seguridad de los motores actuales ... Aqui, deciamas cuando el motor se rompe, el aJión, por desgracia, no tarda en hacer otro tanto . .. "
Tres días trabajan Mermoz y Collenet para reparar el desperfecto y al fin ateridos de frío y medio muertos de hambre, lo reparan. Hay que decolar, salvar un precipicio y evitar la montaña; entre la pericia de Mermoz y Dios de copiloto, lo logran. Llegan a Buenos Aires con tres días de retraso, cuando la noticia de su muerte recorre ya el mundo.
En 1929 Jean Mermoz une Santiago y Buenos Aires, sin escalas.
El sur ... la nada, el viento. Sus aeropuertos eran espacios vacíos que unían la nada con la nada ... Algunos techos de zinc, una manga, más tarde las agujas de las antenas que -cuando podían- mantenían el enlace por radio con Pacheco:" .ho/a .. . ho/a .. . hola ... Pacheco llama a Comodoro . .. Pacheco llama a Comodoro . .. " A veces se oía, a veces no.
El viento era horroroso, un día hay ráfagas de casi 1 00 km.
Para salir levantaban la cola de la máquina sobre un carrito; el personal del aeropuerto y veinte o treinta hombres de los Zapadores agarraban u nas cuerdas que terminaban en unos ganchos que encajaban en u nas argollas en los parantes. Se ponía cara al viento, todo motor, se soltaba y ya estaban en el aire. A veces lbs ganchos no se soltaban y eran com pañeros durante todo el vuelo con las sogas, flameando hacia atrás como extrañas serpentinas de despedida ...
Ese 'día todo estaba listo; el carrito, las sogas. los hom bres. Se habia calentado el agua y el aceite. El mecánico, luchando con las ráfagas se acerca al piloto -Luro Cambaceres- y le comenta: "Tiempo perro ... " "No hay otro ... " es la lacónica
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respuesta, y enfilando a la máquina sube a ella y parte ...
En Un sentido de la Vida Saint-Exupery, en su relato El piloto y los pOderes naturales cuenta la lucha contra los elementos en un vuelo sobre la Patagonia.
El 13 de julio de 1930 Henri Guillaumet es abatido. Iba en un Potez hacia Chile. Frente a una tormenta que cubre con cinco metros de nieve la vertiente chilena de los Andes. Panamerican se vuelve. El decola y busca un agujero; lo encuentra al sur, y pone rumbo al este. La tormenta lo sacude hacia arriba y hacia abajo, la nieve en las alas lo aplasta. Baja hasta tres mil metros. Allí distingue algo que cree reconocer: la Laguna del Diamante. Pero aterrizar allí es bravo ya que se halla en el fondo de un embudo, yel volcán Maipú de seis mil novecientos metros la flanquea ... Gira en torno a ella a trei nta metros hasta agotar el combustible ... se acerca ... se posa, y capota. Cava u n refugio en la nieve y durante 48 horas envuelto en las bolsas del correo espera. Luego camina icinco dias y cinco noches! Llega hambriento y semicongelado, pero ivivO! Pese a todo, el Potez, desmontado y más tarde reparado por el mecánico Jean René Lefevre, también se salva ...
A veces debe decolarse de noche; el vuelo a Gallegos es con pernocte en Comodoro y debe salirse muy temprano por los vientos. Las máquinas salen alumbradas por faroles de kerosene colocados sobre postes de alambrado. Esto no era fácil, sobre·todo si tenemos en cuenta los vientos y el sistema del carro y las sogas.
No siempre las cosas salían bien. Próspero Palazzo era un muchacho pequeño y nervioso; condensaba en sí las características netas del piloto comercial. Así lo describe Luro Cambaceres. Vivía para la línea. Un día, este muchacho tucumano sale con César Brugo; pasa el tiempo y la máquina no aparece. Es declarada en emergencia: luego, la
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La aviación heroica
Un hangar en la soledad patagónica: Río Gallegos.
búsqueda ... la espera ... la angustia. Al fin, lo peor; allí, bajo el sudario de la nieve están sus restos y los de su máquina. Han caído cerca de Comodoro.
En Asunción, como ya vimos, cae Filcarelli. Didier Daurant, a quien Saint-Exupery dedica Vuelo Nocturno, llega en setiembre de 1929 como Direotor General de la Aeropostale. Con Luro y"Vachet recorre el sur.
La desped ida de lbs vuelos no son los criollosiBuena suerte! o Adios, sino la palabra que usan los pilotos franceses, aquella que hizo famosa Cambronne: iM ... !
Son los años del guapeo y del heroísmo. Lá lucha contra todo, hasta con el clima que les es hostil. En invierno las cabinas del Laté son verdaderas congeladoras; Gross decía de ellas que conservaba un reuma crónico como recuerdo y añad ía que de esa época le quedaba la angustia de ver, al salir de las nubes, si se hallaban sobre tierra o sobre mar.
Una vez, Irigoyen, a la vista de
Comodoro, quedó colgado a mil metros sobre el aeropuerto; estuvo así unas horas, sin poder descender, el motor tiraba para un lado y el viento para otro ...
A poco de entrar en Aeroposta, Gross se pasó de largo a Asunción y tuvo que volver para buscarla ...
Contaban sólo con su instinto ysu pericia, unos pocos relojes y la ayuda de Dios. Dios no tendría. número de legajo ¡pero trabajaba en la empresa! Cada uno tenía un mapa con sus propias anotaciones, su balizamiento particular; si había visibilidad, todo bien, si no, Dios era el copiloto.
y lo hacían con senci Ilez, sin orgullo, sin vedetismo.
He tenido oportunidad de conocer a muchos de ellos y charlar sobre esos tiempos: Bernardo Artigau, Rufino Luro Cambaceres, Leonardo Selvetti, Alberto Papa, Juan Arfinetti, Norberto Fernández, don Pancho Rossi y tantos más, qu ienes me han deleitado con sus histo-
rias de los "primeros pasos" y los duros años de la patagonia indómita. Y lo más desconcertante es ver cómo lo cuentan, con toda naturalidad y sencillez, como si no se tratara de una epopeya de hombres "fuera de serie".
Muchos ya se han ido ... otros quedan. Reliquias vivientes, lamentablemente no tan recordados ni retribuidos como lo merecen. No existe aún el título de precursor o creador de la aviación aerocomercial, como equivalente al de los expedicionarios del desierto por ejemplo. Pero no hace falta que se oficialicen, ellos lo poseen de hecho y con todo derecho, aunque no les hayan dado diplomas ni distintivos.
Al respecto una anécdota, amarga, pero cruelmente cierta. Un día, hace un lustro, murió un viejo pionero; los compañeros de donde trabajaba hasta su jubilación informaron de su muerte para que se le enviara una corona. La respuesta -no
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iniporta de quién, vale el amargo símbolo- fue: iNo le corresponde, está jubilado! ...
El campo de Pacheco
Latecoere y su hija, Aeroposta, usan su propio'campo de Pacheco. Se hallaba en tierras que fueron del general Angel Pacheco y de la Concha, guerrero de la Independencia. y com pañero de Rosas en la epopeya del Desierto.
Luro nos lo describe en sus inicios: distante seis kilómetros de San .Fernando, el recorrido presentaba toda la gama imaginable de baches que hacían del viaje un incesante corcoveo. En medio del despoblado dos gran&s hangares de chapa y algunas construcciones donde estaban los talleres, los comedores para el personal y los vestuarios. En un ángulo dos grandes antenas bajo las cuales un chalet servía' de central de comunicaciones. El primer hangar cobijaba las máquinas para Brasil y Chile, cuatro Lates-25 y dos Potez-25. El otro, el de Aeroposta, con los Laté del servicio a Asunción y Chile.
Allí se instala el primer balizamiento para vuelo nocturno del país. Tiene radlogoniómetro, grupos electrógenos portátiles con proyectores orientables, hangares balizados, torres de radio y contorno de campo iluminado, Completa la instalación la T luminosa y un proyector de plafand. Morón - Aeród romo Presidente Rlvadavla - contará con esto recién para i1940!
Hacia el norte del cam po el personal compra terrenos y va poblando la zona,
En 1929 se establece la estación radiotelegráfica de onda larga para el uso del radiogoniómetro, la cual en 1930 se completa con el equipo de onda corta. Claro que la rad io es de campo a campo, ya que las máquinas no tienen equipos.
Pacheco opera hasta 1950, aunque entonces es tan sólo campo auxiliar y taller aeronáutico.
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En Comodoro, para salir, hay primero que hacer la calle en
la nieve,
La Aeroposta tiene un "impasse" que se llama "Aeroposta Nacional"
En mayo de 1930 las cosas no andan bien para laAeropostale y Bouilloux Lafont debe regresar a Francia, Allá, los ,fabricantes de aviones y los directivos de otras em presas excusan su menor capacidad empresaria con el argumento de que eran desplazados o tratados distintos
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que Aeropostale, Inician así una campaña para que no se le renueve la concesión, Bouilloux pelea junto con Mermoz, pero todo es inútil, la Aeropostale se ve absorbida por diferentes empresas y debe entrar en liquida_ ción.
La liquidación ocurre en marzo del 31, Aeroposta se queda huérfana y sin el apoyo financiero de su mamá, Ante la imposibilidad de hacer frente al
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Gunther PlUschow y Ernst Droblow, los primeros en volar
Tierra del Fuego en el "Cóndor de Plata", luego iría
Aeroposta,
déficit va suspendiendo servicios.
EI17 de abri I cesa el servicio a Asunción; en junio el servicio a Chile.
Queda el sur; la Linea, columna vertebral del progreso patagónico, es indispensable para la zona.
La solución es difícil. El Director de Aeronáutica civil conoce bien el problema y desea hallarla. Su nombre es Mundin Schaffter, y se pone en contacto con los directivos de Aeroposta para que la Linea se mantenga. Finalmente decide tomar provisoriamente a cargo de la Dirección los servicios al sur y consigue el decreto del 29 de setiembre de 1931 del gobierno provisional del Tte. General Uriburu. Por él, el Estado, por intermedio de la Dirección de Aeronáutica Civil, explotará los servicios Bahía Blanca-Río Gallegos, arrendando el material, personal e infraestructura de Aero-
. posta. También contribuirían al mantenimiento de la línea diversas empresas petroleras proveyendo nafta y aceite. El alquiler sería por $7.000 y los combustibles y lubricantes representaban $4.000.
El Jefe de Línea fue Rufino Luro Cambaceres, y el servicio se cumple bajo el nom bre de Aeroposta Nacional desde el 2 de octubre de 1931 hasta el 31 de marzo de 1932. En ese lapso transportó 208 pasajeros y 2.725 kg de correspondencia. Finalizado ese período, Schaffter consigue del P.E. ahora a cargo del presidente general Agustín P. Justo, el decreto del 31 de mayo de 1932. Aeroposta reanudará actividades como Aeroposta Argentina S.A. con sus autoridades encabezadas por Marcel BouiWoux Laffont, y se le concede un subsidio mensual fijo más la provisión de nafta y aceite sin cargo por cuenta de las empresas petroleras que operan en Comodoro Rivadavia. El plazo de duración se extiende del 1° de junio al31 de diciembre de 1932.
Los talleres de Pacheco seguían funcionando, ya que la
Aeropostale, aunque en liquidación, continuaba sus actividades.
El 24 de marzo de 1933, otro decreto del P.E. de la Nación fija en diez años la concesión yau· menta a $180.000 mensuales el monto de la subvención.
La Linea sigue recibiendo el apoyo de las autoridades locales, los pobladores y la prensa. Alejandro Menéndez Behety, con su Frigorífico Río Grande y los pobladores de Tierra del Fuego, ofrecen absorber el eventual quebranto de una línea a Río Grande. Ceden el campo para aeródromo y el gerente del
I
aL., ,ig
Frigorífico, Juan Gooball, alojará a las tripulaciOnes en su casa. Al fin el 2 de setiembre de 1935 se logra la autoriZación para extender el servicio.
Entretanto, Aeropostale se ha fusionado a otras em presas y ha renacido como Air France, quien sigue prestando cooperación a su pariente Aeroposta para el mantenimiento de las máquinas.
Los Laté 25 y 28 estaban bastante obsoletos. Pero los recursos son pocos; el problema tiene media solución con la compra de dos Laté 28-1 de Air France, de sequnda mano; el
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Elija usted también, una vez y para siempre,un banco integral.
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LA INSTITUCION SANeARI" MAS ANTICUA DEL PAIS
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1 I I
R-322 Y el R-915. Estos Laté eran similares al famoso Conde de la Vaux que cruzó el Atlántico, sólo que tenían ruedas en vez de flotadores. Eran monomotores de ala alta de 19.25 de enver(ladura, 2.637 kg de peso, con un motor ,en linea Hispano·Suiza de 300 -HP. que le permitía 180 km por hora y un alcance de 3.200 km.
Pero el problema económico se agudiza. Los accionistas franceses no ayudan más. En el país, tam poco encuentran apoyo.
Un grupo de capitalistas comienza a interesarse, aunque pronto desiste. De entre ellos el Dr. Ernesto Pueyrredón, se encapricha con la operación y con" el apoyo del vicealmirante Ismael Galindez y el Dr. Adolfo García Pinto forman un consorcio que adquiere el 97% de las acciones.
Aeroposta es ahora totalmente argentina
Comienza así la cuarta etapa de Aeroposta. El plan Pueyrredón para levantar la empresa puede resumirse en 6 puntos:
1. Obtención de una concesión por 10 años y su bvención por km volado.
2. Reorganización de la infraestructura y creación de estaciones rad ioeléctricas.
3. Reemplazo del material de vuelo adquiriendo máquinas modernas.
4. Preparación e instrucción de las tripulaciones para las nuevas máquinas.
5. Ubicación de la cabecera en BuenosAiresyampliaciónde servicios.
6. Saneamiento económico, aumentando los ingresos y liquidación de la deuda a terceros.
El nuevo directorio se integró en la siguient~ forma: Presidente: Vicealm. Ismael Galindez; Vicepresidentes: Dr. Dimas González Gowland y Dr. Carlos Alberto Pueyrredón; Director Delegado: Dr. Ernesto Pueyrredón: Directores Gerentes: Dr. Alfredo García Pinto y Celso Aguiar Conde; Directores:
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Vuelo inaugural Buenos Aires - Comodoro Rivadavia, el 31 de marzo de 1929, con Laté
28.
Clemente R. Zavaleta, Carlos Serantes Saavedra, Jorge Ferreyra, Carlos Rodrigué, Dr. Miguel Laphitzondo, Dr. Julio A. Pueyrredón; Síndicos: Eduardo Abel Laborde, Fernando de la C. Ruiz Gomis y Ezequiel J. Martínez.
Galíndez consiguió los diez años de concesión. Y poco a poco se fue cumpliendo el plan de Pueyrredón.
El convenio con el estado rige a partirdel1° de febrero de 1937.
Ese mismo año se adquieren tres trimotores Ju nkers Ju-52 de 17 asientos, con motores BMW 132-T de 830 HP que dan 280 km por hora con un alcance de 1.400 km. Eran en esos momentos los mejores aviones de transporte del mundo. El instructor de vuelo fue el capitán Rohandt quien adiestró a las tripulaciones integradas por:
Pilotos: Leonardo Selvetli (Jefe), Ricardo Gross, Domingo Irigoye." Juan Arfinetti, Marcelino Mignone y Norberto Fernández. Rad ioteleg rafi stas: Ro berta Semino, Humberto Papa y Emilio Passini. Mecánicos: Luis Quirolo, Alberto Papa y Vito Martínez.
La cabecera se instala en Quilmes, inaugurándose el 14 de octubre las instalaciones y la extensión de servicios.
San Antonio se cambia por Carmen de Patagones, y se instalan estaciones de radio en todas las bases menos en San Julián y Río Grande donde había buenas instalaciones del Correo. En 1938 se amplían los Talleres de Pacheco, los que están a cargo de Raúl Fraga. Se aumentan frecuencias con los nuevos Junkers bautizados: Patagonia, Tierra del Fuego y Pampa, y se establece un ramal de Comodoro a Río Gallegos por Lago Buenos Aires - Cañadón León (Gob. Gregores) y Calafate (Lago Argentino).
Pero no se crea que las nuevas máquinas y los perfeccionamientos incorporados convirtieron a la Linea en u n paraíso. El clima y la meteorología no han sido superados, volar en esas
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tierras era una hazaña de verdaderos titanes.
Yesos hombres lo eran. En este período no faltaron
tampoco las guapeadas, como la de Arfinetti demostrando su capacidad en lo que pudo ser la catástrofe de Lago Buenos Aires. O la de Leonardo Selvetti, con el Pampa cuando se le cerraron todos los aeropuertos y debió aterrizar en un banco de arena, en pleno Río de la Plata. El avión quedó intacto y los pasajeros ilesos, pero debieron ser rescatados en lancha.
Entre 1938 y 1942 la em presa edita una revista ilustrada para el personal y pasajeros. A los primeros Junkers se agregan otros.
En 1944 la Aviación Militar se pone los pantalones largos, nace el Comando en Jefe de Aeronáutica quien ejerce la dirección de todos los asuntos aeronáuticos de la nación, salvo los de la Marina de Guerra. Y, finalmente, el 4 de enero de 1945 se crea la Secretaría de Aeronáutica. Nace así la quinta AA de nuestra historia, la Aeronáutica l\rgentina.
Se planifica entonces la creación de zonas aéreas para diferentes servicios aerocomerciales y se decreta la creación de cuatro Soci.edades Mixtas. Estas comienzan, en el papel, el12 de abril de 1946.
La Sociedad Mixta Aeroposta Argentina absorbe a la vieja Aeroposta y comienza sus actividades el13 de febrero de 1947. También se hace cargo de los servicios de LADE dentro de su zona de acción.
Tiene tres rutas: Atlántica (a Río Grande), Cordillerana (a Río Grande) y Esquel (a Comodoro Rivadavia).
Aparecen en escena los aviones Douglas DC-3 ... Pero ya esta historia se ha escrito. Comienzan ahora otras tres: cuando Aerol íneas Argentinas se llamó FAMA; cuando se llamó ALFA y cuando se llamó ZONDA ...
Luego, a fines de 1949, nuestra última AA : Aerolíneas Argentinas.
Y parafraseando a Spaini; esa AA de Aerolíneas, que recorre los cielos del mundo en el timón de sus aviones, encierra laAA de la Aeronáutica Argentina que representa la ley que regula nuestro derecho aeronáutico; la AA de aquella heroica Aeroposta en sus cinco épocas, desde el 5 de setiembre de 1927 hasta diciembre de 1949; laAA del padre de esa aviación comercial, Vicente Almandos Almonacid, el Cóndor riojano; laAA de aquella entidad madre y pionera de nuestra aviación, el Aeroclub Argentino y la AA de su primer presidente y nuestro primer aeronauta, Aarón Anchorena. Pero todas ellas encierran el símbolo de dos palabras que viven y palpitan a lo largo de toda esta historia y que son casi un lema para la actual AA: amistad y amor.
Esta historia termina con una carta
Esta historia nos ha explicado por qué Aerolíneas, que nació en BuenosAiresen 1950, vinode Francia; y nos aclaró sus veintitrés años al nacer, y los treinta y dos desde el primer pañal. Por lo tanto ahora tiene 59 años.
Y queremos cerrarla con algunas líneas de una carta escrita por uno de aquellos primeros hom bres, u n francés de Latecoere, Aeropostale y Aeroposta, quien supo amar a esta tierra como a la suya propia. Uno de los gloriosos muertos queridos:" .. . mi partida de su país y de la Aeroposta Argentina, ha Sido para mí más dura y me ha apenado más de lo que usted pueda imaginar. No hay en mi vida período alguno que prefiera al que he vivido entre ustedes . .. No hay camaraderia que me haya parecido más sana que la de ustedes ... iCuántos y cuántos recuerdos del trabajo común! ... Los viajes al sur, la construcción de la linea, los vientos de Comodoro, las fatigas, las inquietudes, y las alegrías que he compartido con Uds. Me encontraba en la Argentina como en mi pro-
pío país. Me sentia un poco :.:' vuestro hermano, y pensaba vi-
· vir largo tiempo en medio de vuestra juventud tan generosa . .. He debido dejaros . .. y
· ello me ha causado profunda pena •.. Cuando recibía cartas suyas volvia a ver con tanta nitl' dez los espacios libres del sur, y me hacia daño . .. Al recibir carta de Artigau, me veia, al aclarar con él sobre el terreno de Pacheco a la hora del Correo de
· Asunción... . .. . No sólo he experimentado la imposibilidad absoluta para
· contestar, si no que todavia era doloroso para mi abrir los sobres y volver a mis recuerdos. Si
.. ' un hombre ama sin esperanza a una mujer hermosa, debe, para vivir .en paz romper sus retratos . .. y es un poco lo que yo he hecho ... ... . Olvido poco a poco las tristes horas de la partida y sólo recuerdo las muy bellas que pasé con ustedes. . . .
".' .,. y soy feliz al poder, por fin, escribirle y agradecerle todo lo que la Argentina me ha dado . ..
Antoine de Saint-Exupery.
BIBLlOGRAFIA
Aerolíneas Argentinas - Archivos va· rios. Aerolíneas Argentinas - 4.000 personas a su servicio - Folleto 1952. Aerolineas Argentinas - Audiovisual de la Historia de Aerolíneas - Inédito. Air .France - "El Atlántico sur, de la Aeropostale al Concorde" - ExposiCión Bs. As. 1975.
· Air France - Atlántico Sur - Voces y relatos de los pioneros sobre los ini-
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Personajes, hechos, anécdotas, curiosidades de la Histo~a
~L·()~§VA~ II eLI()
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El Palacio del CongmsD de la Nación, "Palacio de oro". El presupuesto casi !lgotado 'i la obra apenas empezada
El Palacio del Congreso de la Nación, en Buenos Aires, es tema obligado de taJjetas postales, objetivo visual de turistas y edificio que, indudablemente, está diciendo, con su sola presencia, de un Buenos Aires que crecía para salir de la "gran aldea" y convertirse en populosa y cosmopolita ciudad. El aspecto general recuerda al Capitolio de Washington. Sus bellas lineas clásicas están bien recalcadas por la serena escalinata del frente y las rampas que llegan hasta el acceso central, convenientemente exornadas por verdes canteros. En el interior, se agregan detalles ostentosos, como la inmensa lámpara de bronce en la cual están representadas alegóricamente las provincias (cuando eran 14), con complicado mecanismo, que, por un descuido, parece haberse herrumbrado pues el artefacto no está hoya la altura conveniente.
Tema de comienzos de siglo fue el elevadísimo
costo -para la moneda de entonces-- de la construcción. Se le llegó a llamar "el palacio de oro". La obra parecía interminable. Se inauguró, por fin, en 1906. En 1900, en su número del13 de octubre, la prestigiosa revista Caras y Caretas daba cuenta del estado de las obras, en un artículo titulado "La cuestión del día". El nuevo edificio del Congreso nota ilustrada con la reproducción de una "planta de los' sótanos y cimientos" (parte concluida). un dibujo del "corte de la cúpula"; cuatro aspectos del proyecto, en los diversos frentes del edificio (Pozos, Rivadavia, ex Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) y frente principal; una "vista de las obras en el estado actual" (1900) y aspectos del "interior de la Cámara de Diputados" e "Interior del Senado". La tapa del número de la publicación (106, en el tercer año de aparición de la revista) es también muy significativa. Se debe a la pluma y el pincel del dibujante Manuel Mayal. Representa una enorme hormiga (metafóricamente, un "hormigón") llevando entre sus patas delanteras una bolsa de cemento, en la cual está inscripta la cifra: "$1.000.000", que parece era lo que hasta entonces había insumido, en costo de hormigón, la obra. La caricatura lleva
-
por titulo, precisamente, "El hormlgon". Al pie de la ilustración, el verso humorístico de .estilo: "Contra un bicho que peso sobre peso/ se ha llevado una suma tan crecida/del futuro edificio del Congreso/no hay droga conocida/ que resulte eficaz hormlgulcida".
La revista comenta: "Cerca de cuatro millones y medio de pesos se llevan gastados en el edificio donde, cuando se termine, se instalarán las cámaras legislativas, y alcanzando esas cifras casi al presupuesto total de las obras, éstas se hallan en su comienzo.
lo sorprendente del hecho, lo ha convertido en el tema del dla, y no sólo ha Sido objeto de las con-
. siguientes deliberaciones en las esferas oficiales, y motivo para fundadas críticas en la prensa, sino que el público en general ha tomado el asunto como base de poco piadosos comentarios.
"En un princi pio, al ser aprobadas los planos de la edificación, encargóse de inspeccionarla una comisión parlamentaria nombrada al efecto, la que luego delegó sus poderes en el departamento de obras públicas. Si las sumas votadas para la construcción hubiesen sido inagotables, inagotable
hubiese podido ser también la paciencia del señor ministro de Hacienda: pero como este observase, con el natural sobresalto, lo proxlmo que a quedarse agotado se vela el presupuesto del nuevo Congreso, sin que el palacio pasase de los cimientos, avistase con sus compañeros de gabinete, dándoles cuenta de lo anormal de la situacion.
'Hubo reunión de Secretarios de Estado, y el doctor Civit puso en conocimiento de sus colegas como hasta la fecha se hablan invertido $4.173.000 en una pequeña parte del edificio, conviniendo los ministros, después de maduras deliberaciones, en que no debían suspenderse los trabajos, so pena de que en breve término quedase destruido por la demoledora acción del aire, la lluvia y el sol, todo lo hasta hoy hecho.
"El ingeniero señor Menno manifestó, después de haberse llegado a este acuerdo ministerial, que él se comprometería a concluir la obra mediante la su ma de pesos 8.500.000, deducidos los 'fondos ya invertidos, y no encargándose por esa cantidad ni de las estatuas, revestimiento, ni decorado, añadidos los cuales la cifra total ascenderia a $11.000.000".
Monumento a Artigas, en Montevideo: 37 toneladas de bronce heroico
Artigas es, sin duda, verdadero precursor del federalismo rioplatense. En Montevideo, en la plaza Independencia. se le ha alzado una Imponente estatua ecuestre. La cronica pormenorizada de la inauguracion está registrada con fidelidad en el Almanaque del Mensajero, de 1924, que se publicaba en Buenos Aires. Dice la refenda crónica: "El 28defebrerode 1923, el pueblo uruguayo llevo a cabo un homenaje al fundador de su nacionalidad, el general Jase Gervasio Artigas. Los festejos oficiales de la inauguracion del monumento engido en
. Montevideo, constituyeron una verdadera apoteosis. Las demostraciones realizadas alcanzaron un éxito brillante. La ciudad estaba profusamente embanderada. Los festejos comenzaron desde la madrugada: las bandas de música de la guarnlcion ejecutaron dianas; en la fortaleza del Cerro se hicieron disparos de cañon, y las campanas de las iglesias fueron echadas a vuelo durante cinco minutos. Frente a la casa de gobierno, rodeando el palco oficial, construido
junto al monumento, el regimiento de Blandengues de Artigas rindió los honores. Luego formaron en cuadro alrededor de aquél con sus banderas nacionales, las tropas de desembarco del crucero argentino "Buenos Aires", del brasileño "Alm. Barroso" y las escuelas naval y militar del Uruguay. Los cadetes vestlah úniforme de gran gala, Igual al que se usaba en 1830. El monumento se descubno a las 17 horas. Los marinos uruguayos, brasileños y argentinos descorrieron las banderas que lo cubnan y un estruendoso aplauso saludó !a figura del prócer, al tiempo que las bandas militares ejecutaban el himno uruguayo.
Presenciaron el acto las embajadas extranjeras, el preSidente doctor Baltasar Brum, el presidente electo, ingeniero José Serrato, los miembros del COQsejo Nacional de Administracion, los ministros de Estado, el jefe del Estado Mayor del Ejército, miembros de las cámaras legislativas y otros altos. funcionarios. Pronunciaron elocuentlsimos discursos el doctor Baltasar Brum; el poeta José ZorrilIa de San Martín; el embajador de España, señor García de Acibus; el general argentino Luis V. DeIlepiane; el doctor Juan Angel Golfarini, en nombre de la colonia uruguaya
'El desván de Clío
en la Argentina y del Centro Guerreros del Paraguay; embajador paraguayo, doctor Peña; coronel Lima, del ejército brasileño; doctor Toledo, delegado de la Asociación Patriótica Argentina; doctor Andrés Pacheco, presidente de la Asociación Patriótica Uruguaya, y doctor José Maria Delgado, poeta laureado en el concurso del diario "El Pais". Hubo desfile militar .. La manifestación popular, calculada en 60.000 personas, estaba encabezada por la Asociación Patriótica Uruguaya, a la que seguian la delegación de la Liga Patriótica Argentina, delegación del Centro Guerreros del Paraguay, de Buenos Aires, y delegados de las asociaciones nacionales y extranjeras. La banda municipal ejecutó en la plaza Independencia la marcha "Artigas", compuesta por el maestro Tomás Garibaldi, en el año 1883, que habia sido olvidada durante muchos años.
El monumento inaugurado es obra del escultor italiano Angel Zanelli, triunfante en el concurso efectuado en 1912. La erección del monumento fue decretada en virtud d¡ un mensaje enviado a I legislatura por el general Santos, el 2 de julio d¡ 1883. Segun ese decreto, el pedestal debía hacem con granito de Las Pie dras, empleándose en lo!
fundamentos piedra proveniente de todos los departamentos del Uruguay. En el pedestal se grabaría unicamente la inscripción "Artigas". Segun esa ley, el monumento se emplazaría en la plaza Independencia, colocado al sesgo con respecto a la calle 18 de Julio. En cuanto al monumento, puede decirse que es de estilo clásico puro, está constituido por un pedestal ilustrado con bajorrelieves sobre el cual descansa la colosal estatua ecuestre de Artigas. La altura total del monumento es de dieciséis metros; la estatua mide ocho metros. El friso tiene una extensión de veinticuatro metros con cincuenta centímetros, y una a~ura de dos metros. En la parte delantera se ve un bajorrelieve que representa el "Estado Mayor de Artigas". En los otros tres lados, lleva diversas alegorías, entre las que se destaca la del "Exodo del pueblo oriental". La espada de Artigas ha sido ejecutada en forma original y artística.
En la construcción del monumento se ha empleadO treinta y siete toneladas de bronce renacimiento. El revestimiento del pedestal y la escalinata son de labradorita roja clara. Los cimientos ocupan una superficie de dieciocho metros de frente, por veintiún metros y medio de costado. El monu-
mento debió inaugurarse el 26 de agosto de 1922; pero fue necesario aplazar la fecha.
Juan Gervasio Artigas nació en Montevideo, el 19 de junio de 1764 y falIecid en el Paraguay, el23 de setiembre de 1850, después de 30 años de ostracismo. Cursó primeras letras en el convento de San Francisco. Se ocupó en faenas rurales y adquirid gran conocimiento del territorio de su país. En 1797 entró en' el regimiento de Blandeng ues y se dedicó después a las luchas por la independencia. Consagró sus últimos años a obras de caridad".
Historias de Bolsillo
En 1847 se ofreció en Buenos Aires la primera representación del drama "Don Juan Tenorio", de José Zorrilla.
El primer Teatro Colón, levantado sobre los pianos del arquitecto y pintor Carlos E. Pellegrini, fue inaugurado con un baile de disfraz durante el carnaval de 1857, en el sitio que actualmente ocupa el Banco de la Nación Argentina, con frente a Reconquista, mirando hacia el oeste.
En 1869, en el sitio donde actualmente se en-
cuentra la escuela Presidente Roca -recuerda un cronista- se inauguró en 1869, frente a la Plaza Lavalle, el Circo Italiano, que en 1873 cambió su nombre por el de Circo Europeo. En este cirso hizo sus demostraciones de forzudo el famoso Pablo Raffetto, apodado "Cuarenta Onzas" .
Cuando el viejo Teatro Colón de Buenos Aires, se destinó a Banco de la Nación Argentina, fue primitiva idea levantar el edificio nuevo en la manzana ocupada actualmente por el edificio del Congreso de la Nación, optándose después por el sitio actual, en la calle Libertad.
Desde 1879, Y durante quince años -dice un cronista- fue obligatorio para los vigilantes de Buenos Aíres el uso de pera y bigote.
El terreno que ocupa actualmente el cementerio de la Recoleta y la Iglesia del Pilar, lo adquirió en 1604 don F. Beaumont, cambiándolo por algunas ropas.
El reloj de la torre de la Iglesia del Pilar carece de cuerda y marca por un
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elemental mecanismo,' EI12 de abril de 1911, que consiste en una soga se descubrió en Montevi-arrollada a un cilindro, deo una falsificación de con un peso en el ex- estampillas brasileñas y tremo, argentinas,
El monumento a Juan Los primeros caballos Martin de Pueyrredón,
de carrera, de pura san- que se levantó en Buenos gre, comenzaron a ser in- Aires, en la Plaza de Flo-traducidos en el pais a res, se inauguró el 28 de partir de 1852, marzo de 1911,
En 1597 se enviaron La piedra fundamental 1498 fanegas de harina de de la rambla de Mar del trigo al Brasil. Plata, fue colocada el 2 de
marzo de 1910, El famoso payaso y
EI17 de julio de 1910, acróbata inglés Frank Brown -quien mereció llegó a Buenos Aires el po-elogio del propio Rubén lítico francés Georges Daria-, se presentó por Clemenceau, quien pro-primera vez en el circo Po- nunció varias conferen-liteama Argentino, el8 de das sobre el desarrollo de mayo de 1884, la democracia,
La Universidad de Cór-Hacia 1831, funcionó daba fue fundada el19 de
en la calle Florida, entre junio de 1612, Córdoba y Paraguay, un teatro de títeres, den omi- En Buenos Aires, el Cír-nado Anfiteatro, donde se culo de Armas fue fun-cantaban también óperas, dado en 1887; el Club del
EI8 de julio de 1910, la Progreso, en 1882; el Cír-culo Italiano, en 1875; el Suprema Corte de Justicia Club Español, en 1871; el de la prOVincia de Buenos
Aires emitió un fallo decla- Jockey Club en 1882; el randa que la mujer no Centro Naval, también en puede ser contador pú- 1882;,en el mismo año de blico, 1882, el Lawn Tennis
Club; en 1899, la Socie-
El 16 de diciembre de dad Sportiva Argentina, La Marina, el Rowing Club
1910, la Cámara Criminal Argentino y el Club Canot-condenó a Simón Rado- tieri Italiani. wiskya prisión por tiempo indeterminado, como asesino del coronel Ra- En 1912, existia en món L Falcón y de su se- Buenos Aires una "Socie-cretario, Lartigau, dad de Madres Argenti-
nas" ("para combatir la En Zarate (provincia de vagancia de los niños"), Buenos Aires), fue levan-Tenia su sede en la calle tado un monumento al Dr, Rincón N° 369, en donde Leandro N, Alem, obradel funcionaba un taller e in- escultor español Manuel ternado, de Basterra, Tiene cinco
metros de alto, está fun-
En 1877 se fund ó en dido en bronce, y su
Buenos Aires una "So- costo, a comienzos del si-
cietá di Patronato e Reim- glo, cuando se inauguró,
patrio per Inmigranti Ita- fue de veinte mil pesos
liani", que tenia por ob- moneda nacional.
jeto la colocación de los inmigrantes italianos en La ley por la cual se do-tutela, y repatriarlos, en taba de aguas corrientes a caso de que fueran indi- la ciudad de Buenos Aires gentes, Hacia 1911, tenia fue aprobada el 23 de di-su sede en el Paseo de ciembre de 1867, con-Julio N° 1260, fiándose el proyecto de
construcción de las mis-mas al ingeniero irlandés
La "Sociedad Italiana Juan Coghlan, recibido en de Beneficencia" se fundo la escuela de artes y ma-en Buenos Aires, en 1872, nufacturas, de París, en el mismo año en que La posterior ampliacion apareció la primera parte de dichas obras estuvo a de "Martín Fierro", Sos- cargo del ingeniero inglés tuvo el Hospital Italiano, Juan G, La Trobe Bate-situado en la calle Gascón man, especialista en hi-N0 450, dráulica, quien se hallaba
en el pais -contratado por el gobierno, en 1860-
A principios de siglo, para preparar las obras de funcionó en Buenos Aires, construcción del puerto, en la calle Rlvadavia N° En 1887 habia en Bue-842, una" Asociación Na- nas Ai res, sobre un total cional Argentina contra la de treinta mil trescientas Trata de Blancas", Su sesenta y siete casas, presidente fue el Dr, A, E, ocho mil ciento cincuenta Condomi, Y una con servicio de
aguas corrientes,
En 1872 se fundó en En 1830, Juan Facundo Buenos Aires la sociedad Quiroga declaró que "las "Damas de Misericor- probabilidades de una se-dial", En 1890, la "Socie- gura paz, sólo pueden dad Protectora de Huérfa- ofrecerse en la constitú-nos Militares", ción del país",
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·A 150 años del "experimento unitario" por luís Alberto Romero
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En junio de 1827, hace ya 150 aunque cambiando la valoración, años, concluia con la renuncia del casi todas las corrientes historiograpresidente R ivadavia el "experi- ficas: lo que para unos era Civilizamento unitario" iniciado a principios ción y Barbarie. para otros era lo exdel año anterior. Fue un final caótico, tranjerizante frente a lo nacional, lo en medio de una crisis que habría de oligarquico frente a lo popular, el caprolongarse aun varios años y que, pitalismo frente al feudalismo ... para los desconsolados porteños, al- Todos, casi sin excepción, han insiscanzaria una gravedad similar a la de tido en encontrar una contraposición sombría memoria de 1820. la figura esencial-en 1820 como en 1835; en de Bernardino Rivadavia quedó tan 1827 como en 1852- entre los 1Ios lirmemente identificada con .r.ste grandes bandos en que se suponia "experimento" que toda su actua- dividido al pais y cuyas expresiones ción anterior ha sido reinterpretada a arquetípicas serían estas dos figusu luz. Otra figura, la de Juan Manuel ras. Un examen menos adherido a de Rosas, representó para l1IIestros historiadores' tendencias diametral- . mlfnte opuestas a las encarnadas por Rivadavia, y en esto han coincidido,
viejos prejUicios quiza descubra, a través de una relectura de hechos y situaciones bien conocidos, no sólo que Rivadavia no se identifica totalmente con la "aventura presidencial" que protagonizó, sino que los puntos de contacto entre su pOlítica y la desarrollada por Rosas. teniendo como centro en ambos casos a la provincia de Buenos Aires, son mucho mayores de lo que podría suponerse.
Las exequias de Bernardino Rivadavia, presididas por el gobernador Valentín Alsina
en 1857, abrieron un proceso historiográfico cuyos limites
deben ponderarse en relación con la actuación de Sir
contrafigura, Rosas.
El "funesto año XX" divide claramente dos etapas en la historia de la Argentina criolla, y sobre todo, en la de Buenos Aires. La que se cerraba había comenzado probablemente, en la última década del siglo XVIII: la burguesía mercantil porteña, favorecida por Una coyuntura que resultaría efimera, había formulado y aplicado un programa ba" sado en la independencia política, el libre comercio y la primacía porteña. Durante los diez años que siguieron a la Revolución de Mayo asistió al derrumbe de sus ilusiones. En lugar de la prosperidad. el libre comercio trajo a Buenos Aires a unOS afortunados rivales, los comerciantes ingleses, que pronto desplazaron a los porteños. Las guerras de la independencia y las civiles que siguieron arruinaron a los comerciantes de la capital y no fueron eficaces para impedir la pérdida del Alto Perú, cuyo Cerro Rico había sido la base principal de las actividades mercantiles porteñas. En lo político, la independencia quedó asegurada, pero el proyecto centralista despertó posiciones cada vez más violentas, hasta terminar haciéndose trizas al chocar contra el,arlíguismo. Aunque los vencedores no sobrevivieron a los vencidos, pareció evidente que todo intento inmediato de reconstruir el Estado Nacional estaba destinado al fracaso, sobre todo considerando que a la batalla de Cepeda siguió en Buenos Aires una de las más formidables crisis políticas de su historia. Algunos de los aspectos de esta crisis-la "plebe", politlzaday fuera de control; los mi litares pujando por el poder, la amenaza indígena- im presionaron de tal modo a los porteños que su recuerdo, como fantasma sobrecogedor, habría de perdurar durante los años sigUientes.
La "feliz experiencia" de Buenos Aires'
En medio de esta crisIs los sectores predominantes en Buenos Arres, cuya evolución
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A 150 años del experimento
unitario
La pérdida del Cerro Rico de Potosí cambió la base de las
actividades mercantiles porteñas.
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habrá de seguirse a lo largo de estas páginas. fueron capaces de replantear profundamente sus objetivos y encontrar nuevos rumbos para la economía y nuevas fórmulas para la política de su provincia. Gracias a su clari-videncia. mientras el litoral o el interior se sum ian, en la crisis o el estancamiento. Buenos Aires -la ciudad, y desde entonces, su . campaña- recuperaban su primacía. Con justicia, el gobernador Las Heras definió a estos años como los de la "feliz experiencia" de Buenos Aires.
El aspecto principal de esta· etapa, que es decisiva para comprender similitudes y diferencias entre Rivadavia y Rosas, se encuentra en la expansión ganadera porteña'. El alto comercio de Buenos Aires, arruinado y desplazado por los británicos, encontró no solamente u.na actividad alternativa sino un formidable negocio. Su desarrollo, en definitiva, no era más que
.. " la culminación lógica del libre . comercio de 1809, demorada.
durante diez años por esa liquidación total de la ganadería del litoral que acompañó a las guerras artigu istas. A parti r de 1820, la formación y poblamiento de estancias en la llanura del sur bonaerense se constituyó en la gran empresa porteña. A ella se volcaron grandes comerciantes coloniales-los Anchorena, AIzaga, Sáenz Valiente, y muchos otros- junto con políticos y militares influyentes, como Díaz Vélez, Alvear o Balcarce, e inclusive algunos 'ingleses; era el embrión de la nueva clase terrateniente, que salía del viejo sector dirigente porteño. Desde entonces la ganadería se convirtió en el fundamento de la economía porteña y los terratenientes en el de su sociedad y su política. Creció la exportación de cueros primero y, como complemento, la de carne salada; hacia 1850, ambas permitieron nivelar la balanza comercial, hasta entonces crónicamente. deficitaria. Los terratenientes armonizaron fácilmente sus ifl- . téreses con el sector comercial· anglo-criollo. firmemente esta- :
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blecido en Buenos Aires: más importaciones !significaban mayor capacidad para importar, en una etapa en la que los países industriales asignaban al Río de la Plata la función de convertirse en mercado para sus productos. La expansión ganadera fue poblando la campaña, que se llenó de pueblitos primero y de pequeñas ciudades después. Mientras el interior se empobrecía, Buenos Aires encontraba en su campaña un mercado consumidor cada vez más importante, que le permitía prescindir progresivamente de aquel otro mercado tradicional. De ese morlo, al consolidarse el modelo de integración al mercado mundial esbozado a fines del siglo XVIII, Buenos Aires echaba las bases de un progresIvo aislamiento'"
En la consolidacion inicial de la nueva clase terrateniente le cupo un papel fundamental al Estado provincial, que volcó todossusrecursosal serviciode lo que comenzaba a ser visto como la em presa de la provincia. En lo que hace directamente a la ga-
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naderia, el Estado realizó la conquista y defensa de la frontera, desde la expedición de Martín Rodríguez en 1821 hasta la de Rosas en 1833. También distribuyó gratUitamente la tierra entre sus nuevos propietarios a través del sistema de la enfiteusis, que permitió la consolidación de la gran propiedad. Finalmente, el Estado aseguró a los estancieros una provIsión suficiente de mano de obra: el gaucho, que hasta entonces vagaba libremente, fue convertido en peón gracias a la papeleta de conchabo y a la amenaza de la frontera. Se eliminaron los Cabildos y el hacendado de cada zona fue convertido en Juez de Paz, con lo que se transformó en el depositario de la autoridad CIvil en su región. Fue desde entonces el árbitro de la suerte de esos contingentes de trabaJadores a disgusto, pronto convertidos en d iscipl inados peones.
Todo el resto de la política seguida durant., los cuatro años posteriores a la gran crisis de 1820 tendió a encauzar los recursos de la prOVincia hacia esa
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A 150 años del experimento I
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Esteban Echeverria afirmó que los terratenientes concurrian con las lanzas y los votos al sostenimiento del gobierno
porteño,
expanslon. En primer lugar, habla que asegurar el orden, tan gravemente alterado durante el famoso año. La oposición popular fue reprimida, mientras sus dirigentes eran en su mayoría absorbidos por el nuevo régimen: de ese modo, progresivamente la administración fue desplazando a la política. Luego, se redujeron los gastos de un Estado que, hasta entonces, era pobre, caro e ineficiente. Aquí lució el talento de los brillantes administradores que ocupaban el gobierno. El Ejército -crecido con la Revolución y las guerras- fue reducido drásticamente, retirándose a buena parte de la oficialidad. Igual criterio se siguió con la administración civil. Luego de sanear los ingresos mediante la reforma aduanera y de consolidar la deuda pública -una pesada herencia de los años de guerras- pudo intentarse la aplicación metódica de un presupuesto: era el primero que conocía la administración porteña. Con la creación de un Banco de Descuentos se facilitó la circulación del capital exis-
Manuel Moreno y el deán Funes: un gobierno
suficientemente elástico como para encargar tareas a gente tan poco afecta al gobierno.
tente en momentos en que, como consecuencia del comienzo de la expansión ganadera, la demanda de dinero elevaba peligrosamente la tasa de interés. Finalmente, culminando esta política, se decidió contratar en Londres un em préstito, destinado entre otras cosas a la construcción de un puerto. Esta medida, como el resto de las conocidas como "reformas de Rivadavla", contó en esos años con el beneplácito de los sectores propietarios de la ciudad y de la cam paña.
Un programa de tal austeridad, que procuraba destinar a las actividades productivas los escasos recursos de la provincia, obligaba a desechar la ambiciosa política exterior de la primera decada y, descartando todo aquello que no afectara directamente la provincia, adoptar
otra decididamente pacifista: San Martín fue abandonado, se toleró la ocupación portuguesa en la Banda Oriental y se procuró negociar con España. El recuerdo, todavía fresco, del costo de una política más gloriosa, acalló muchas de las protestas, especialmente entre quienes, inevitablemente, hubieran debido correr con los gastos. Respecto a las provincias, el criterio fue similar: se abandonó la idea de establecer u n poder central, no querido por aquellas y cada vez menos necesario para los porteños. Se adoptó, en cambio, la política del aislamiento, atizando discretamente las rivalidades entre los gobiernos provinciales, se aseguraban. los porteños la neutralización de Córdoba, única capaz de convertirse en amenazadora rival. Era una suerte de vuelta haCia adentro, impulsada por la gravedad de la coyuntura pero en definitiva respondía a los intereses más profundos de la provincia.
Los comerciantes y los terratenientes, yen general quienes
, tenían algo que' perder, eran los 'sostenedores de este gobIerno. Los terratenientes, partlcu lar
" "mente, concurrían con las ,Ian~;¡;;~r ',' zas y los votos, shegún I,a crE'stlt~a i!i"-' , .expresión de Eceverna. -~~~'" " blecido el sufragio universal los i'B': :' ordenados votantes de la cam-~>" paña bastaban para contrapesar ;t;~~~", laeventua,1 o¡3osición de la plebe ,'o urbana. Pero, sobre todo, los te
rratenientes pasaron a ser depositarios del mayor poder militar, luego de la enérgica poda del ejército. Las milicias rurales,
\ .. cuyo oficiales pagaba el Estado, fueron puestas al servicio del gobierno y del orden, como afirmara Rosas en su célebre arenga el 5 de octubre de ,1820, Ese episodio bien conocido,en que Rosas y sus Colorados sostuvieron a Martín Rodríguez, muestra hasta qué punto los estancieros se mostraban solida, rios con el nuevo gobierno. El levantamiento de 1823, organi-
, zado por algunos polítiCOS y militares desplazados, que tomaron como pretexto la reforma religiosa, confirmó la solidandad de los sectores propietarios con ,el equipo gobernante.
Esta solidaridad, sin em bargo, no implicaba participación directa en el gobierno de las cosa pública. Los hacendados, constitutivamente apolíticos y absorbidos por sus negcios, se limitaron a vigilar la marcha genenal desde la Sala de Representantes, dejando el manejo concreto de la administración en manos consideradas expertas. El grupo de políticos y administradores que acompañó a Martín
, Rodriguez y que encabezó Rivadavia -conocido como el .. partido del Orden "- era, ciertamente, el más idóneo que podía encontrarse. Más identificado con el programa general de la provincia que con los intereses de un grupo particular, puso toda su sapiencia al servicio de una empresa, que hasta 1824, gozó de amplio consenso .
. Este fue activoentre los sectores que, por su riqueza, pod ían .decidir; fue meramente pasivo entre los sectores popu lares, desilusionados y desmovil iza-
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A 150 años del experimento
unitario Dos compañías símétricas: la
de Baring con el apoyo de Quiroga y la de Hullet, con el
apoyo de ,Rivadavia se disputaron la explotación del
Famatina. '
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dos después del activo ejercicio de 1820. Los disidentes eran pocos pero ruidosos; militares pasados a retiro y poi íticos, no incorporados a un elenco gubernamental, que, sin embargo, fue suficientemente elástico como para encontrar tareas para gente tan poco afecta como Manuel Moreno o el déan Funes. La reforma religiosa primero y la cuestión oriental después permitieron el resurgimiénto de esta oposición que, sin embargo, se mantenía dentro de límites reducidos.
Hasta fines de 1824 -hasta la sanción de la Ley Fundamental, para poner una fecha- predominaba la armonía en las relaciones de los sectores altos porteños y el equipo gobernante. No faltaban las diferencias, nl·tampoco, todas las realizaciones de este grupo pueden ser asimiladas al programa provincial sin caer en esas brutales simplificaciones que tanto han oscurecido el análisis en la historia argentina. La creaciqn de la Universidad, por ejem plo, no era esencial pero a nadie parecia mal dotar a la progresista ciudad
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Manuel José Garcia y el canónigo Julián Segundo de
Agüero, jefes de las dos fracciones centralistas del Congreso Constituyente.
de una institución que la equiparara a la tradicional y prestigiosa Córdoba. En otro campo, si muchos espíritus tradicionales no apoyaban la reforma eclesiástica de 1823, tam poco consideraban que fuera necesario romper con el gobierno a causa de ella; igual tolerancia manifestarían, dos décadas después, cuando Rosas aplicara el más férreo regalismo. Muchos de los problemas considerados criticas no alteraban por entonces la arman ía entre los sectores terratenientes -cuya figura más destacada empezaba a ser Rosas·- y el gobierno del llamado partido del Orden, encabezado por Rivadavia.
La "aventura presidencial"
A partir de 18261a provl ncia de Buenos Aires -y el resto del país- también se vieron envueltos en una profunda crisis, en
cuyo transcurso se intentó llevar delante un ensayo de organización nacional. La crisis, en medio de la cual naclóy naufragó el "experimento unitario", terminó echando por tierra a la "feliz experiencia" de Buenos Aires. A menudo se ha considerado a este intento de organización como la prolongación lógica del programa de 1820, que a la luz de la catástrofe de 1827, fue juzgado calamitoso. Cabe preguntarse, SIl1 embargo, hasta qué punto esto es totalmente cierto.
El paso de la etapa de estabil idad a la de crisis se advierte en el progresivo fraccionamiento que se produce en la élite políticoeconómica porteña, insinuado durante los años iniciales y desencadenado a partir de 1825. En 1820, cuando estaba "la provincia en peligro", los sectores dirigentes olvidaron viejas rivalidades y oposiciones, forjaron un programa político y económico común y lo aplicaron tenaz y sistemáticamente: pero pasado el mayor peligro, reaparecieron algunas de las viejas ten denclas disgregadoras, que se manifestaron cada vez con ma-
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A 150 años del experimento
unitario
Manuel Dorrego: ¿una política aventurera?
yor fuerza. Consideraremos los dos casos principales: el de los efectos de las inversiones británicas y el de la sucesión de Martin Rodríguez.
A partirde 1823 comenzaron a manifestarse en el Plata los efectos de lo que en la historia financiera inglesa se conoce como "el boom sudamericano"; éste se originó en la existencia de una gran masa de capital en manos de pequeños ahorristas, que no encontraban oportunidades rentables de inversión. A partir de 1830, la construcción de ferrocarriles -una de cuyas ventajas consistió en la enorme cantidad de capitales que requirieron- solucionó la situación por varias décadas. Hasta entonces, sólo eran posibles aventuras más o menos especu latlvas. como las de Sudamérica, ofrecidas por los bancos con el señuelo de nuevos Potosíes. Los inversores buscaron hacer operaciones en México, en Colom .. bia, en Perú, en Chile y, también, en el Río de la Plata, sin duda atraídos por su nombre prometedor. Primero fue el empréstito Baring, luego las empresas de
colonización, las minas de Famatina. Es sabido que para los ingleses el negocio fue mediocre, como lo mostró la espectacular quiebra de estas empresas en 1825. En Buenos Aires, en cambio, se beneficiaron los gru pos locales que se encargaron de la gestión e intermediación de esa corriente financiera. Uno de ellos, formado por lo más granado del comercio anglo-criollo, gestionó el empréstito, obteniendo ganancias muy grandes, aunque no extraordinarias para su época. Poco después, se organizó otro grupo similar, en torno de Rivadavia, que emprendía su múltiple misión en Londres; este nuevo grupo carecia de sólidas raíces en los sectores comerciales pero, en cambio, podía contar con su influenCia política. Es conocida la competencia que se entablo en Londres -donde alcanzó ribetes escandalosos- Y en Buenos Aires. Surgieron dos companjas. casi simétricas: una. integraba a la banca Baring, a grandes comerciantes locales, corno los Robertson o Miguel de Rlglos, yen el caso de las minas
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unitario de Famati na al propio Facu ndo Quiroga. El otro incluía una banca inglesa menor, la casa Hullet, y a influyentes políticos porteños, como Rivadavia, aunque tenía apoyos en ,La Rioja, como descubrió, desolado, el capitan Head, enviado para poner en marcha la empresa. Muchos de estos protagonistas serían después, más o menos indistintamente, unitarios y federales. No era, ciertamente, una lucha entre defensores y entregador¡¡s del patrimonio nacional sino entre dos grupos similares, y por eso, encarnízadamente enfrentados. Bien conocido es el modo en que esta situación minó el prestigio de Rivadavia entre los sectores comerciales locales y, sobre todo, entre los gobernantes ingleses como Cánning.
El segundo caso de fracciohamiento de la élite se produjo dentro del propio grupo político. Estos sectores fueron propensos en toda esta época a d ividirse en luchas facciosas, es decir en disputas por el poder cuyos propietarios, en lo especial, no difieren entre sí ni representaban intereses sustancialmente distintos. Este concepto de lucha facciosa era habitual en la historiografía tradicional, aunque ésta limitaba a él todo su análisis; y posteriormente, cuando los historiadores enriquecieron su Instrumental conceptual, la posibilidad de la mera lucha facciosa fue olvidada por quienes, a partirde una mala lectura de los clásicos de las ciencias sociales han querido ver la oposición de cIases encontradas hasta en un simple cambio de ministros. El tema ha sido admirablemente analizado por Tulio Halperín Donghi4 , quien señala esta propensión a la lucha facciosa de la élite política, tanto más fuerte cuanto más desligados están sus miembros -políticos o mili-
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tares- de los intereses básicos de la sociedad. De ese modo, al aproximarse en 1824 la renovación gubernamental en Buenos Aires, se produjo una fractura general izada en el partido del Orden, que terminó pOlarizándose en dos facciones. Una, en torno de Manuel José García, rodeó al gobernador Las Heras; otra, que reconocía como inspiradores a Agüero primero y a rque de crear problemas en la campaña oriental, rival y competidora de la porteña. la guerra Nótese cómo esta fractura se sumaba a la anterior y como ambas confluían en la figura de Rivadavia, que empezaba a convertirse en la"béte naire" de pecados propios y ajenos.
Precisamente la reunión de este Congreso, a fines de 1824, creó el escenario en el cual a facción rivadaviana pudo desarrollar su acción; contó allí con la colaboración de muchos diputados de las provincias del interior, emisarios permanentemente infieles de los gobernantes provinciales. Resultaron así integrando la mayoria rivadaviana en el Congreso los diputados de La Rioja, de Córdoba, de Santiago ... Más aún que en Buenos Aires, en las provincias los dueños del poder debían recurrir a una burocracia política vitalicia, cuya escasez la tornaba imprescindible, aunque nadiese fiaba de su lealtad y solidaridad.
El conflicto con Brasil por la Banda Oriental fue el arma principal del triunfo de la facción. Sus hábiles dirigentes -Agüero, Gómez- especularon con la duplicidad del gobierno de Buenos Aires que, desde 1821, había procurado tanto evitar el conflicto de la Corte de Rio como apaciguar a la opinión pública porteña, celosa depOSitaria de los ideales bélicos de la Revolución de Mayo. El inesperado éxito de los Treinta y Tres Orientales complicó definitivamente el panorama y la facción, poniéndose a la cabeza de la marea belicista, impuso en el Congreso la reincorporación de la provincia oriental lo que llevó, inevitablemente, a la guerra con el Im-
perio. Detrás de ella vinieron la creación de la Presidencia -pues para una Nación en guerra era ind Ispensable contar con un gobierno unificado- del Ejército y del Banco Nacional. Sobre todo, se decidió dotar al presidente de una capital, sobre un territorio que comprendía la mitad de la provincia de Buenos Aires; poco después, el gobernador Las Heras renunciaba indignado. Por una vía indirecta, la facción culminaba su maniobra recuperando el control sobre el gobierno porteño. Este programa, que luego se completaría con una Constitución, sancionada cuando ya nadie creía en su aplicabilidad, desnaturalizaba los propósitos iniciales del Congreso. En vísperas de su reunión sólo se hablaba de establecer una Representación Nacional que posibilitara el reconocimiento internacional, siendo diputados porteños los más celosos defensores de las autonomías provinciales.
Vista desde esta perspectiva, la "aventura presidencial" no aparece como el resu Itado de las tendencias expansivas yestabilizadoras del proceso iniciado en 1820; más bien, es el fruto de sus limitaciones y contradicciones, presentes desde el inicio pero no desarrolladas hasta 1825. El "experimento unitario", más que el resultado de un programa económico y político largamente madurado y apoyado en sectores sociales con intereses consistentes resultaba la respuesta política inmediata a un problema menor, tan irresponsable en su formulación como imprevisora de sus consecuencias.
Pequeñas causas pueden tener, a veces, grandes efectos, sobre todo cuando operan en una situación ya inestable. La guerra -apenas un medio en la política de la facción- creó innumerables perjuicios a quienes, hasta entonces, habían constituido la sólida base del gobierno provincial. Sin embargo, en una distribución de responsabilidades debe recordarse que en 1825 los propios
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hacendados habían ayudado al grupo de Lavalleja, aunque suponiéndolo incapaz de otra cosa que crear problemas en la campaña oriental, rival y competidora de la porteña. La guerra que se prolongó casi tres años, trajo el bloqueo al puerto y crecientes dificu·ltades para exportar; trajo también las levas entre los peones de las haciendas, particu larmente sentidas a causa de la crónica escasez de mano de obra en la campaña porteña. Provocó el descu ido de la frontera indígena, todavía mal consolidada, y multiplicó los gastos del estado, devorándose el empréstito Baring yobligando a una emisión descontrolada de papel moneda que provocó el descalabro monetario y financiero. Pero, sobre todo, reintrodujo en el escenario político al Ejército, vuelto a movilizar ydestinado a convertirse muy pronto en rival de consideración para el poder militar y. político de los hacendados. Atizó, finalmente, la agitación política entre los sectores de la plebe urbana que, dirigidos por prestigiosos jefes como el coronel Dorrego, volvieron a convertirse en un factor de peso en la política porteña.
La alianza de los rivadavianos con los diputados del interior terminó provocando la apertura de un segundo frente contra la tambaleante Presidencia. Muchos de estos diputados aspira-
. ban a revertir la situación de sus provincias utilizando la influencia del Congreso, como ocurrió en el caso de Córdoba en 1825. La creciente política intervencionista del Congreso -el mismo que había sancionado aquella Ley Fundamental que le vedaba la ingerencia en los asu ntos provinciales- despertó la resistencia de muchos gobernantes, que se plegaron a la pérdida antiporteña de Córdoba. Pero no fue la única causa. El peligro de una polarización de este tipo estaba implícita en la política porteña posterior a 1820, basada en el aislamiento, en el exclusivo aprovechamiento de los recursos del puerto, y en el atizamiento discreto de las rivalida
des interprovlnciales. Estas conformaban un sistema de fuerzas con delicado equilibrio, que fáci 1m ente pod ía transformarse en una polarización. En uno de esos movimientos de recíproco reacomodamiento, Quiroga, hasta entonces amistoso interlocutor de los porteños, resolvIó ptlnerse al frente de esa suerte de cruzada antiporteña, infructuosamente predicada hasta entonces por Córdoba. Quienes gustan de las explicaciones retrospectivas no deben olvidar, sin embargo, que hasta 1825 Quiroga era el respetuoso y respetado interlocutor de los políticos porteños, el administrador de las progresistas instituciones de Buenos Aires y, especialmente, de las educativas; era tam bién el apoyo armado del Dr. Salvador María del Carril, gobernador de San Juan y autor de la Carta de Mayo que establecía la libertad de cultos. A partir de 1825, luego del golpe de Lamadrid en Tucumán, de los pro.blemas de del Carril en su provincia, de los complejos avatares 'de la política catamarqueña, Quiroga decidió cambiar de aliados y descubriendo un sentimiento religioso algo olvidado hasta entonces, enarboló la bandera negra de "Religión o muerte"'. Nuevamente, en una situación de equilibrio político poco estable, pequeñas causas producían grandes efectos ..
Junio de 1827 fue la hora del balance para aquellos que, en 1820, habían sostenido en Buenos Aires el partido del Orden. Desde el punto de vista de los terratenientes, comerciantes y demás, la cuenta era clara. La política de paz había concluido en u na guerra, costosa y perjudicial para las actividades productivas. El orden administrativo y financiero había derivado en caos totaL Sobre todo, reaparecían los temidos fantasmas del año veinte: un grupo dirigente dividido, una oficialidad numerosa y levantisca, y una plebe urbana soliviantada por caudillos y demagogos, a la que pronto se uniría para completar el desolador panorama, un'a
creciente Inquietud entre los gauchos y peones, hasta entonces dóciles. Sin proponérselo, sin obedecer a un plan preconcebido, la facción rivadaviana había transformado el orden en caos y aquellos que en 1820 los habían respaldado entusiastamente, en 1827 les retiraron su apoyo. Sin mayores estridencias, pero sin una voz a su favor, Rivadavia renu nció y, poco después, desaparecía la presidencia, concluyen.do la primera fase de una crisis que aún habría de prolongarse. Fue, esencialmente, una crisis política. No se enfrentaron aquí ni dos clases sociales ni dos bloques regionales, aun cuando los conflictos sociales y regionales tuvieron oportunidad de agudizarse. Fue, en lo esencial, la crisis de representatividad de un grupo que, habiendo interpretado originalmente los intereses de 10$ sectores sociales dominantes, había dejado de hacerlo, más que por una decisión deliberada por su incapacidad para encontrar nuevas respuestas a una situación que bullía con turbulencia en la superficie, aunque fuera estable en lo esencial.
La crisis se agudiza
Luego de la caída de la presidencia, la crisis continuó desa-' rfollándose y manifestándose en nuevos aspectos, hasta entonces poco visibles. La facción depuesta, ya por entonces cabalmente denominada "unitaría", ejercía una eficaz acción opositora; aumentaba su fuerza el posible apoyo de los jefes militares que, liberados de parte de sus obligaciones bélicas, manifestaban su intención de ocuparse activamente de la política y rivalizar con los hacendados tanto en el campo político como en el militar. En mayo de 1828 varios jefes definieron, con su presencia y su espada, las elecciones en algunos atrios porteños ; en d iciem bre de ese año Lavalle dio el golpe contra 00-rrego y poco después Paz' inició su cruzada por el interior. Sin em bargo, desde la perspectiva
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de los hacendados y comerciantes, es decir de quienes deberian prestar el consenso a cualquier gobierno que aspirara a la estabilidad, este no era el único y ni siquiera el mayor de los peligros. El otro fantasma del año veinte, el de la plebe urbana insubordinada, se había corporizado de algún modo desde la llegada al poder del' más eficaz de sus caudillos, Manuel 00-rrego. Más allá de coincidencias circunstanciales, creadas por la presencia de enemigos comunes, los hacendados y comerciantes nunca pudieron ocultar su desconfianza por el gobernador, a quien hostilizaron más o menos veladamente desde la Sala de Representantes. No sólo rechazaban el belicismo a ultranza de Dorrego o la conducta, juzgada poco honesta y algo aventurera, de algunos de sus colaboradores; desconfiaban sobre todo del propio clima de exacerbación facciosa que había creado el triunfo del partido popular, por entonces ya llamado federal.
La movilización de la plebe urbana era un fantasma viejo y conocido. Los incipientes signos de inquietud que comenzaron a manifestarse en la campaña, en cambio, llenaron de zozobra a los h;1cendados. Tres años de guerra, de requisas y de levas, habían creado el clima; el detonante fue la vuelta del ejército del Brasi I y su decisión de recortar el poder de aquellas milicias rurales en las que percibían la existencia de un enemigo poderoso. Las hazañas de los coroneles Rauch y Estomba, responsables del fusilamiento de varios cabecillas y de muchos otros oficiales. termínaron por originar un espontáneo movimiento de resistencia que primero se manifestó en pequeñas partidas, en represalias aisladas, y luego en una vasta movilización. Son di¡:¡nas de leerse con atenclon las páqinas del BrJtish IPacketS , que registran semana a semana la toma de conciencia de la gravedad de este fenómeno por parte de los sectores urbanos. Pese a que la mo-
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vili7ación estaba dirigida contra sus enemigos nominales -los militares gobernantes- nada había en ella que pudiera agradar a los hacendados, quienes veían con espanto cómo se insinuabaen la campaña porteña un proceso que mUCllO se asemejaba a la experiencia artiguista de veinte años atrás Aquella había acabado con la formidable riqueza ganadera del litoral; ésta al destruir el orden rural tan pacientemente elaborado y tan cuídadosamente defendido, amenazaba otro tanto ydaba a la crisis política una dimensión mucho más grave y profunda.
Debilitada Buenos Aires por su crisis interna, su hegemonla de hecho sobre el resto del país fue aún más severamente cuestionada. Nuevamente, como durante el ciclo artiguista, los conflictos interregionales adquirieron una expresión política clara y definida. Las provincias del interior, hasta entonces nucleadas por Quiroga, cambiaron de dirección recibiendo la jefatura de'Paz sin mayores sobresaltos. Aunque se trataba de una unídad efímera, como lo demostraría el hecho fortuito que le puso fin, no por ello resultaba menos inquietante la presencia de esa potencial fuente de conflictos. Sobre todo, porque para enfrentar a la Liga Unitaria. Buenos Aires debió reque", la ayuda de' aliados dispuestos a cobrar sus servicios, como se advirtio en roda la negociación previa a la 'firma del Pacto Federal. Las provincias del litoral hicieron oír entonces sus reclamos con Inesperado vigor y mantuvieron su posición por varios años. Primero fue cuestionada toda la política librecambista porteña por la encencida prédica del gobernador Ferré, que sin embargo no encontró eco para su casi evangélica apelación entre las provincias del interior, que debieron haber sido sus aliados naturales. Más adelante, y procurando capitalIZar una situación de preeminencia que sabia transitoria, el gobernador santafeslno Estanlslao López comenzó a insistir en la necesidad
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A 150 años del experimento
unitario
Juan Manuel de Rosas continuó las lineas básicas del desarrollo socio-económico de
Buenos Aires.
de dar al pals una organización institucional que, seguramente, habria de recortar la su premacía porteña,
El encargado de restaurar el orden de la provincia, de afianzar la unidad de los sectores dirigentes y, finalmente, de restablecer en forma indiscutida la hegemonía porteña, fue Juan Manuel de Rosas, Su indudable éxito en la dificil tarea le valió el apoyo unánime de su provincia y, también, el preciado título de Restaurador de las Leyes, Si en esa idea de restauración estaba presente la imagen de la última etapa de la Colonia, recordada con nostalgia luego de la tormenta revolucionaria, no es menos cierto que tam blén lo estaban los alÍas que siguieron a la crisis de 1820, cuando la provi ncia inició lo que seria su camino definitivo, En ese sentido, debía Rosas retomar los objetivos primitivos del partido del Orden, Sin embargo, a tal punto diferían las condiciónes de 1829 con las de 1820, tan irreversibles eran ciertos factores de la crisis, que
los medios utilizados para obtener fines similares debieron ser radicalmente distintos, Esta distinción entre medios y fines quizá sea la que brinde la clave para interpretar el problema de la contraposición o continuidad entre ambas experiencias,
El talento político de Rosas se manifestó en el hallazgo de una fórmula política nueva para 'resolver una situacíón que -repito- era caótica en la superficie pero nítida en sus aspectos esenCiales, El componente principal del caos era la intensa politización de los sectores populares portelÍos, urbanos y rurales, que era juzgada como lamentable por los terratenientes y el conjunto de sectores propietarios de Buenos Aires, Lo que' distinguió a Rosas de sus pares fue haber com prend ido el carácter irreversible de esta movilización y, superando el disgusto que le provocaba, haher descubierto los mecanismos para encauzarla, canalizarla y ponerla en definitiva, al servicIo del orden, Con rapidez Rosas enca'-
"'. 4Z,_121jft
bezó en 1829 la insu rgencia rural, en cuya iniciación no había partici pado, utilizándola para destruir al sector unitario de la oficialidad militar. Igual talento demostró por entonces al asumir la jefatura de los sectores populares urbanos -que se definían como federales- carentes de dirección luego del fusilamiento de Oorrego, su muerte fue sabiamente utilizada por quien, en las horas críticas, no había manifestado mayor celo en ayudar al extinto gobernador. Pero si un hombre tan constitutivamente identificado con el orden y el respeto de lajerarquia social, como era esencialmente Rosas estaba dispuesto a s'er caudillo, nunca llegaría 'a ser arrastrado por la masa o, siquiera, a convertirse en un demagogo, La efervescencia popular, si no'sofocada, fue cuidadosamente encarri lada, En 1833, cuando reapareció para liquidar a los restos del unitarismo y, sobl2 todo, al ala federal del ejército, todavía conservaba buena parte de su iniciativa y espontaneidad, como lo reconociera, admirativamente, Encarnación Ezcurra en las cartas a su esposo, Años después, firmemente encuadradoS los elementos activos en la Mazorca, el terror se limitaba a golpear disciplinadamente allí donde el gobernador quería golpear.
Rosas no perdió nunca su carácter de jefe de partido triunfante, ganado por dos veces, en 1829 y en 1833; se esforzó, inclusive, en conservarlo cuando las circunstancias hubieran hecho posible la pacificación y el acuerdo, Nada más lejos, pues, del ideal de orden y administración -definidamente apolítico- de la época de la "feliz experiencia", La fuerza discrecional que emanaba de esa situación, y que se agregaba a la propia del jefe de Estado, fue utilizada contra los agentes, reales o potenciales, del desorden, En primer lugar, contra la oficialidad militar, unitaria o federal, derrotada en 1829 y en 1833; distintos medlos;dertamente, pero resultados comparables con los
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unitario
de la reforma militar rivadaviana_ En segundo lugar, contra los "doctores", es decir los restos de la élite política porteña responsable de la crisis a los ojos de los sectores propietarios y del propio Rosas, que pustaba de cubrirlos con los mas duros epítetos. Estos sectores, que nutrían el partido Unitario, fueron definitivamente excluidos del manejo dé la cosa pública, con algunas excepciones cuidadosamente dosificadas, como la de Manuel José García. En tercer lugar, la fuerza política personal e intransferible del gobernador era em pleada para mantener ordenada la propia hueste que, también entonces, manifestaba esa tendencia a la división facciosa antes señalada. Nadie, ni sus íntimos, escapaba a la celosa mirada del vigilante gobernador, dispuesto a acabar con la anarquía en su mismo germen. Esta unidad del campo propio había sido una de las premisas del elenco gobernante en 1820, que procuró lograrla declarando extinguidas las viejas rivalidades y haciendo un lugar para todos los que aceptaran la pacificación; para ello se sancionó en 1821 la 'Ley del Olvido, convocándose a la tarea común. En 1835 hu biera sido ingenuo repetir una experiencia que había concluido en u na cris·is tan grave como la vivida: el terror, prudentemente administrado entre amigos y enemigos, lograba en cambio los mismos resultados.
La reconstitución del frente político permitió a Rosas recuperar para Buenos Aires la hegemonía nacional. Si en 1820 podía esperarse que esta hegemonía fuera discreta y, sobre todo, poco costosa, las experiencias de 1826 y 1830 demostraron que, libradas a su suerte, las provincias se convertían en
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inagotable fuente de problemas para Buenos Aires. La paz exigía hacer el sacrificio de la ingerencia permanente, inclusive, de la intervención militar directa. La primera tarea fue la ne.utralización de quien, sin llegar a un enfrentamiento abierto, se había convertido en el más prominente rival de Buenos Aires: el santafesino Estanislao López. Lenta y pacientemente fue desmontando Rosas el aparato creado por el Pacto Federal, al tiempo que iba ganando para sus tesis a Quiroga, la tercera figura del partido Federal. Su asesihato, precisamente, terminó deteriorando el prestigio de López, cuyas vinculaciones con los asesinos eran bien conocidas. A partir de S'LI primer gran triunfo, la imposición de Manuel "Quebracho" López en el gobierno de Córdoba, la tutela del gobernador porteño fue estrecha y celosa. Reclamando el único título de encargado de las Relaciones Exteriores, se interesó en los detalles más pequeños del manejo político interno, exigió una estricta disciplina partidaria y la adopción sin retaceas de toda la liturgia federal. Cosechó adhesiones formales y generalmente poco sinceras y , tambien, muchos rechazos, que lo obligaron a una permanente intervención armada.
Nada más lejos que esta poi ítica de la displicente prescindencia del gobernador Rodríguez y sus ministros. Sin embargo, políticas tan diferentes apuntaban. en el fondo, a objetivos similares. El rumbo seguido por su desarrol/o económ ico hizo crecer en Buenos Aires un desinterés por las provincias que culminaría con el autonomismo porteño de la década del cincuenta. Bastaba a Buenos 'Airesque las provincias no cuestionaran sus decisiones en aquellos aspectos que hacían a las relaciones recíprocas: el monopolio portuario, el monopolio de las rentas de aduana y la política tarifaria. En la defensa de los intereses portuarios manifestó Rosas la mism8 convicción e inflexibilidad, e induda-
blemente mucha más fuerza, que sus antecesores de la década del veinte. La misma Leyde Aduanas, una concesión política circunstancial que, como demostró Burgin, sólo tuvo vigencia apenas un par de años, difería menos de lo habitual-. mente supuesto de los principios librecambistas ortodoxos tan claramente expuestos en. 1832, por el ministro de Rosas José María Roxas y Patrón. Si las provincias del interior vivieron en la década del 30 y del 40 una cierta prosperidad, no fue debido a las bondades de la política porteña, sino, por el contrario, a su total desinterés -tan manifiesto en 1820 como en 1840- que permitió a aquellas beneficiarse con la reactivación de los mercados de los países limítrofes"
El orden fue, pues, el punto cardinal de la política de Rosas y el objetivo que permite asimilar la mayoría de sus actos políticos con los del gobierno de Martín Rodríguez y sus ministros, pese a las notorias diferencias.en sus manifestaciones. No se trata de un caso aislado o enteramente original: para comprobarlo basta echar un vistazo sobre el panorama latinoamericano, 3iem pre útil para eliminar la tendencia al provincialismo, .tan com ún en nuestra historiografía. En toda Latinoamérica, en. los años posteriores a las turbulencias de la Emancipación, se advierte esa preocupación por establecer un sólido orden político, más pragmático que atado a la ortodoxiajurídica. Es el caso de José Antonio Páez, trasmutado de e aud il/o llanero en estadista y defensor de la gran pro- . piedad. Es el del ecuatoriano -Juan José Flores, quien, luego de ser uno de los más brillantes generales de Bolivar, terminó convocando a la propia Corona española para restablecer en su país el orden alterado por interminables luchas facciosas. Es también, aunque más patético, el caso de estadista e historiador mexicano Lucas Alemán, que sufrió sucesivos fracasos en su pertinaz búsqueda de quien pu-
r diera establecer un gobierno fuerte en su patria. Es, sobre todo, el caso chileno, tan admirado por los exilados argentinos; allí Portales, fundador en 1830 de un sistema político que aseguró un largo período de estabilidad institucional, mostró la misma desconfianza que Rosas hacia las fórmulas políticas constitucionales y la misma: convicción de que sólo un gobierno fuerte y discrecional podía contener a las tendencias disgregadoras que eran constitutivas de la sociedad posrrevolucionaria. En todos estos países -a excepción de Chile, precisamente- la crisis de las élites coloniales y la lenta emergencia de las nuevas que las sustituyeron, convertía al ejército en la única fuerza capaz de asegurar un gobierno estable. En Buenos Aires, en cambio, la existencia de un sector social arraigado, pujante y expansivo como el de los hacendados, permitió sustentar una fórmula política estable. Fue precisamente esa amalgama, si no perfecta, al m.enos casi perfecta, entre la política de Rosas ylas necesidades de los hacendados porteños la que aseguró a la provincia, aunque no al país, largas décadas de estabilidad.
Ese rumbo básico, adoptado en 1820, fue mantenido con ·firmeza, y todos los recursos de la provincia fueron puestos al servicio de la ganadería. Se continuó 'Ia política de fronteras y se acentuó la de tierras, iniciándose la entrega definitiva a los eufiteutas y agregándose numerosas cesiones gratuitas. También se reforzó la autoridad de los jueces de paz, en cuya elecc ión pesaba tanto su fidel idad al gobierno como su estrecha relación con los intereses locales predominantes. Las buenas relaciones con Inglaterra, principal com prador y vendedor, se mantuvieron aún en los momentos más críticos y la pertinaz defensa que Rosas hizo de la soberanía política de la Nación no llegó a alterar los tradicionales vínculos económicos. Muchas veces se ha tratado de relacio-
nar la política de Rosas con la defensa de la soberanía económica sin preguntarse si esa defensa tenía alguna relación con las posibilidades de aquella realidad, tan distinta a la nuestra, e,. inclusive, si esa preocupación, definidamente actual, existía siquiera en los cuadros mentales de la época. Ciertamente, los vínculos se mantuvieron limitados a unos intercambios comerciales cada vez más activos; pero después de la catastrófica experiencia de 1820-25 no había llegado la hora todavía. En otro orden, se insistió en lograr un aparato administrativo. eficiente y barato. No hubo ya lugar a muchas de las iniciativas, a menudo fantasiosas, del gobierno de 1820.Quizá la diferencia fundamental entre am bos gobiernos haya estado en la actividad guerrera, cuidadosamente evitada en los años posteriores a 1820 y convertida en una actividad cotidiana en tiempos de Rosas. La crisis de 1827 había mostrado que tratar de evitarla era utópico' y hasta contraproducente. Sin em bargo, el gobernador porteño procuró, con mucho éxito, que ésta se mantuviera lejos de la provincia y que sus costos fueran al menos compartidos por sus eventuales aliados.
Un problema conceptual
Continuador de las lineas básicas del desarrollo socioeconómico de la provincia, Rosas fue profundamente innovador en la fórmula política adoptada. La politización fue neutralizada a fuerza de exacerbarla y la unidad del propio campo fue asegurada por la permanente presencia de un enen¡igo que, reiteradamente derrotado, resurgía siem pre de sus cenizas. Los "federales" necesitaron crear y recrear a los "unitarios", englobando dentro de esta calificación a todos los que, a lo largo de dos décadas, en lugares distintos y por motivos diferentes "y
generalmente cont~adictorios, chocaron con el orden roslsta.
Esta partición de la realidad
, en dos campos, el propio y el del enemigo, es útil y perfectamente legítima para quien actúa en política. Pero quien, como historiador, debe analizar el p¡;¡sado con sus propias categorías, con sus problemas y pregu ntas, tiene que cuidarse permanentemente del peligro que encierra adoptar como propia la visión que los protagonistas tuvieron de su situación y de sus acciones. Podría agregarse que también debe evitar la tentación, opuesta pero generalmente coincidente con aquella, detrasladar forzadamente al pasado problemas de su presente. La historiografía argentina, salvo algunas estimulantes excepciones, ha aceptado la visión de nuestro pasado que nos dejaron sus actores; ha pensado que "unitarios y federales" eran dos categorías válidas, que no necesitaban ser reconsideradas: in' cluso, ha ampliado su sentido originario, eminentemente político, convirtiéndolos en dos cla- . ses sociales en dos mentalidades, en dos formas de vida. Buena parte del debate historiográfiCO de los últimos años se limitó a los juicios de valor que unos y otros merecían, yla revisión no pasó a menudo de transformar a justos en pecadores ya' réprobos en elegidos.
Hemos querido señalar que, a poco de que se analice el problema abstrayendo los términos contrapuestos con que habitualm'ente ha sido visto, se descubre que la realidad es mucho más compleja y que, por ejemplo, el Rivadavia anterior a 1825 tiene muchos más puntos de contacto con Rosas que lo su puesto por quienes, de uno u otro lado, están habituados a creer que la historia es un combate entre buenos y malos. Ese contacto que creemos percibir no estuvo ni en sus personalidades, ni en las tradiciones políticas ni en los estilos de vida que ambos encarnaron, y que ciertamente son muy diferentes; estuvo, sobre todo, en la total continuidad del proceso social que enmarcó la acción de ambos y
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en su aporte com ún a la elabor~ción de las fórmulas políticas e institucionales que posibilitaron' su desarrollo, Cada uno en cierto modo dio respuestas adecuadas para iniciar, en un caso, y continuar, en el otro, la expansión porteña, Naturalmente, hubo muchas diferencias, que aparecerían en cualquier estudio más pormenorizado que este breve esbozo, pero posiblemente éstas sean menos significativas que las semejanzas, Lo que los separó, lo que dio a am bas figuras el carácter absolutamente contrapuesto que hoy tienen, fue la crisis que, iniciada en 1825, dividió las dos fases del desarrollo porteño. Planteado el problema de este modo, ca,rece de sentido formular un juicio moral ydeterminar quiénes fueron los justos y qUiénes los pecadores, Sólo corresponde entender en qué medida la acción de cada uno se ajustó a las posibilidades de su realidad y detectar en qué momento, perdiendo su conexión con ella, comenzaba a girar en el vacío; esto le sucedió a la facción rivadaviana en 1826 Y a la larga, también terminaría ocurriéndole a Rosas, Esto no es un juicio moral, pero acaso sea más im portante para el historiador comprender que juzgar._
1 Luis Alberto Romero, La feliz expeflencl8, Memorial de la Patria, La Bastilla, Ss. As., 1976. Resumo los principales aspectos.
2 Tu liD Halperín Donghi ha analizado este proceso en "La expansión ganadera en la campaña porteña (1820-1852)". Desarrollo Econqmlco, VoL3 1-2,1963
3 A. Rofman, L A. Romero, Sistema socieconómico y estructura regional en Argentina. Amorrortu, Ss As, 1973.
, 4 .Tu!'IO Harpadn Oongui, Sistema SOCI08COnam/Ca y estructura regional
5 The British packet. De RlVadav¡a a Rosas. Edición a cargo de Graciela Lapido y Beatriz Spota de Lapieza ElIi. Colección Dimensión Argentina, solar Hachette, Buenos Aires. 1976.
6 Luis Alberto Romero, "Las economías del Interior", en Polémica Históflca argentma mtegral. CEAL, Ss As, 1970.
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Todo es Historia 122
A 150 años del experimento
unitario
Matadero de Buenos Aires. Litografía de J. D. Dulín
,~ -..
"Tras los dientes del perro"
r
. ~ ~ ~ ~ ~
, El ,csP'IlIs,lhle del negocio de la CHADE, fue el doctor Mm'celo T. de Alve,u' y la cúpula .tristocr,ltiz,lnte del pmtido Radical.
El gestor coordinador de las negociaciones file mi Pddre por encargo del general Justo, que fue ellllotor que movió y calculó los resultados del oper.ltivo.
Ld historj,l es la siguiente: En 1953 la CHADE dehíareb'ob'aer al muni
cipio, sin c,lrgo alguno, todos sus bienes.
En 1936 el general Justo creía que no debía concedetle prórroga .tlguna .. Por esta razón corrigió persollulmente el discurso del concejal socialista independiente doctor Germinal Rodríguez, que expuso con claridad merid ialla el dSlllltO.
Est,l erd la realidad, pero la política fue otra COSd.
P,Ud comprender el problema es neee:-;ario coloc,lrse elenb'o ele la mentalidad del doctor I\lvear, que <lspirdba d hacer del radie<lJismo IIn,1 répl ;C,l de los tradicionales partidos liberales europeos.
L.l cuestión dinero, don Marcelo jamás la tuvo en cuenta. Lo adquirió por sucesivas herencias y por regajos de parientes que cuidaban
~
de él como una empresa famiJiar. ~ IJle de 1/IIIIIi/"el /(/cel(/\ e ""fllietlldes, Según Alvear, el radicalismo, en plena opo- ~~~ Helcio l. Bolal/a, hijo del fundador ele sición al general Justo, precisaba dinero y mús ~~ "GI/fICf{" 11 ({lItor fcut/(/!, cillematográ- dinero y decidió ha11ar10 el cualquier costo. m~ jlcu, ellsouilla U ~sobre lodo- desenfa- Comenzaron a busc,u'lo entre las grandes em- ~~ dado les'ligo de w época, IJuelca el1 SIl,S ¡OleSdS que acostumbraban a darlo a todos los ~~ , pnrtidos en justa proporción el sus posibilicla- ~ 'MelllOrÍil,l" 1I1l(/ .\ll1lW de eX/Jede/lcia.s 1 ~
ces, ~ eHliqllecid(fs COI! su frecuentación (f ~ loe/o\ 101 homlJl es il1lp;)rtallle.s de la Ar- Por afil1!dad de .gustos, Alvem' era amigo de ~
l. I I 'l' ' los doctores Baus¡]1 )' Veh¡], (brectores de I.l ~~
gen !/la (e os Il 111110\ cllaren/a mios. Su.s ~ CHADE, adecuados por su cultura clásica al ~ recuerdos, COI! el curioso .subtítulo de b-.lto con aristócratas. ~ ''''1'/{I~ 'O~ Diellte,~ del Perro", e.stán ell ~ l'í.lpera \ de pu/¡/icacióll COI] el sello de La parte dma la mauejab"René Teófilo Bras- ~ Pe,-,a Lillo E,htor, CO/J CU!la Ilutorización sen y los directivos de la SOFINA en Bélgicd, ~
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ron a mi padre para que consultara con el presidente Justo, el monto de lo que debían darle.
El general se indignó por}a audacia de los financieros, que sabIendo cuales eran los obJetivos del gobierno, se atrevían a plantear al partido Radical la renegociación., Pero luego recapacitó, dándose cuenta de cuales eran las posibilidades políticas que le dab~n y que habían movido a la CHADE a reabzar esa propuesta.
Casi textualmente las razones que expuso el presidente Justo, p";a facilitar a los radicales él negociado, fue el siguien,te: "Con e~te a~unto, será el primer partido pobtico de la hlsto~I'.',qU!;
.ha sido capaz de corromperse en la oposlclon.
El sistema de preelección de la U .C.R., donde priman los personajes de comité sobre la mensura de los posibles estadistas, les quita
. idoneidad para ejercer el poder. Los comités COn sus trenzas de punteros, impiden la selección de valores, apartando a la juventud capaz de los problemas de gobierno.
"Los grandes viejos que lucharon por sus ideas liberales, se van muriendo, y los mecanismos de elección sé han delegado en quienes buscan medrar y no crear. Han sido dominados por una estructura cuya única final idad era llevar los votantes de su casa a la mesa electoral."
Dejándonos hacer este negociado, quedarán tan débiles, que tendrán que aceptar cualquier
. presión de quienes quieran gobernar para el país. Ya que quieren venderse, hay que comprarlos.
El general Justo luego acotó. "En los muchachos de F.O.R.J.A./ Jauretche, Scalabrini Ortiz, Luis Dellepiane y otros levantiscos, tenemos el ejemplo de una juventud sana, que sinceramente me ataca. Están destinados a ser fagocitados y desplazados por el sistema. Morir~n tristes y decepcionados, pues nunca tendran posibilidad de aplicar sus valores."
Así fue como se decidió "la compra del radicalismo" que desde ese momento debió aceptar lo que se les daba, hasta hoy.
En esta apreciación anti-puntos, se equivo-
caronjuntos mi padre y el general. En el radica-. lismo,.con Ja1inlitación de su educación, dentro
de los humildes .hombres de comité, había gente seria, digna y de gmndes miras. La comprobación la tuvieron en el momento en que, en pleno delirio crematístico de los personajes que dirigían al radicalismo, sucedió lo siguiente: el tano Raúl Savaresse, "punto" de parroquia que en ese momento era presidente del Concejo Deliberante, quien debía votar la ordenanza municipal necesaria para la prórroga del contrato CHADE, en base a votos comprados.
Históricamente, el señor Sava·resse es el mayor responsable. Sobre él y su nombre hay una mancha ¡pobre y noh]e amigo! Fue inocente e incorruptihle en este caso. 'Pues es público y notorio, que 10.<; concejales radicales cohraban pequeñas coimas que las recibía Savaresse y las repartía equitativamente .
No hay que moralizar. Al recordarlo existe la amnistía por los casos de extrema necesidad. Necesitaban de ese sobresueldo para mantener StlS mecanismos electorales.
Savaresse, con arras, comprendió que era el fin del radical ismo, pero su caso, dado el puesto que ocupaba, merece ser tomado como ejenlplo.
Savaresse enfrentó a Alvear, arguyendo que ese acto significaba el fin de su partido que iba contra todo lo que para él significaba .
Alvear, el principal responsable, junto con toda la cúpula radical, para convencer a Savaresse argumentó sobre la necesidad de obtener dinero para las elecciones y para poder tener una casa de reunión, sóliday digna: hoy laCasa Radical que, por tener cimientos tan sucios, siempre fue mugrosa y desordenada. No pudo ser nlmca el club intelectual en el que pensó don Mar'celo en su aristocrática concepción de la vida y en su ignorancia total de lo popular.
eomo Savaresse seguía inamovible.' don Marcelo -como jefe del partido- le ordeno votar la ordenanza, y la réplica que obtuvo fue la siguiente: -Doctor, voy a votar como usted ordena, pero en esto no vaya cobrar. Usted es un
"Tras los dientes del perro"
homhre i1ush'e \' su ahuelo un héroe nacional \' yo, soy el tallo Sa\'ares~e, que no tellgo más qtl~ el Partido en quien creer. Esto lo sé lllUy hiell pues todos los hilos de la urdimhre pasahan por III i casa.
La cuota por concejal era de 98,000 que es 10 que costaba en ese 1ll0mellto ulla casa de departamentos: hubo lino que (;ohrú doble, que es (Iigno de recordar, pues implica Ulla exh'ai'1<1 i I1vers ión de v,tl ores.
Estaha Savart'sse cavilando S1I derrota, cuando se le apersoll<l su correligionario tamhiéll cOllcej<.ll, el <.loetor B . .:\'o digo su nOJllhre, pues vive y en nada puede a~·l1(L.u para el análisis de estas crónicas.
Este doctor llegó eufórico, lleno de orgullo relató el honor que hahía recihido: un grupo de estudiantes que se incorporaba al radicalismo, hahía ido a visitar al dodor HOJlorio Pllevrredón, para solicitarle su consejo y sus directivas (!lIe les permitirían volcar con la mayor eficacia sus energías en el partido. Les respondió que él ~'a era un hombre mayor, con lllHl visión quizás pasada ~·Ies recomendaba consul tar al "austero joven B."
Te imaginarás Raúl, que si el doctor Pueyrredón me reconoce como austero conductor (leho esperar un trato diferente al de todos us~ tedes. De modo tal que es justo que mi cuota CHADE y las ob'as tamhién sean el dohle: así fue.
Savaresse, que poseía un sentido del humor sensacional, sal ió de su marasJllO cuando en ataql1es ele risa nos lo contó. Sahiendo Qorél su problema, no entendía cómo ellcollh·c1l1(l al iv io en este suceso. Hoy sé que había descubierto la gnln farsa donde sin darse cuenhl, había estado hailando y 10 siguió haciendo hasta el final, pero sin oír música alguna que lo impulsara.
Cuando Castillo disolvió el Concejo Deliherante, se pasaba las horas en mi escritorio de Crítica, donde compartía la dirección coÍ] E. Bedoya y mi hermano. El10s la ejercían por
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~
capacidad y aptitud para el periodismo, yo no, ya que siempre estuve ocupado en tratar de averiguar cómo era este juego I1anlado vida.
Con Savaresse charlábamos largas horas, de quien intentaba absorber con avidez su proItll1da sabiduría popuhn y buscándole algún medio de vida porque sa1ió de la concejalía ta1 como enh'ó, sin Ull centavo y, lo que es más grave, sin ilusión alguna.
En atención a la verdad, el asunto de la CHADE no fue un negociado, sino la C0111pra 1 isa y llana de un pmtido político, realizada por razones de Estado,
Por ailos se ha tapado la realidad del asunto, pues siempre habrá postulantes a dictadores, que precisan de las estructuras electorales que posee el rauicaJismo y no les conviene anularlas.
Ll mmprohación de este hecho la tuvieron en carne propia los hombres de la Comisión Investigadora del negociado de la CHADE, formada por homhres dignísinlos, que funcionó sin ningún resultado en 1943, Estaba presidida por el coronel Matías Rodríguez Conde,
Deseando saber la verdad, llamaron a declarar al doctor Miguel J, Culaciatti, ex ministro
. del Interior del doctor Castillo, a quien las autoridades revolucionarias, tenían preso e incomunicado hacía novent'l días.
Lo Ilanlaron pese a ser totalmente ajeno al trámite, pero por su posición política debía estar al tanto de la "compra" del partido Radical',
Don Miguel, al enh',n en el salón donde lo
militar gentileza le dio la razón, infonnándole que sería interrogado sobre los entretelones del caso CHADE.
Conocedor de la gran esh'ategia desarrollada por el general Justo, aceptó informar, advirtiéndole previamente al coronel Rodríguez Conde que el saber la verdad iba a ser una carga que lo superaría y, asegurándole que si seguía profundizando el asunto con la buena fe Que en él conocía, antes de llegar a] final, un díaencontrarÍa que no]o dejarían enh',u en ese despacho, y que lo echarían sin darle tiempo a retirar las evidencias de la verdad que pudiera llegar a reunir.
Rodríguez Conde, inocentemente, dentro de su gran pureza, afrontó el riesgo y escuchó intentando llegar al final, fuera cual fuera la consecuencia.
La revolución del 43, creía de buena fe que acababa con la llamada "década infame", que entraba el país a una pura democracia electoral, personificada por los radicales.
La verdad, la pura verdad~ no conjugaba con su pragmatismü, ni con las idíJicas fórmulas creadas por quienes ignoraban la ruda real idad del hombre,
Semanas después, Rodríguez Conde, un derrotado caballero andante, fue a golpear la puerta del doctor Culaciatti, para darle la razón por sus profecías y para unirse aél, en una bella amistad, perdonándole baberle becho conocer la verdad, pues tal como predijo Culaciatti, sin pedirle la renuncia, sorpresivamente le clausuraron su despacho.
esperaba la Comisión Investigadora no se ami- Entre Raúl Savaresse, un condenado como lanó, saludó con una inclinación al investigador reo por la opinión pública y el coxonel Rodrí-y se dirigió al ordenanza pidiéndole que le guez Conde, que quiso ser ,el fiscal capaz de b'ajera café yagua mineral. Se sentó y aclaró revelar la verdad, eXIste un extrano nexo provoque era el minish'o del Interior de un gobierno cado por los mismos mecanismos que los Jleva- ; depuesto, por lo cual exigía el respeto que me- ron a saberse defraudados en sus ideales, I
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EL PRIMER FOSIL, DEL RIO DE LA PLATA
por Juan Carlos Vedoya
(/
l~~L_' _~ __ ~J. ~."".~, .... "2=. ====::::::::::;::::~c .. _, .. ª __ ~.-"-_-== .... ~. ,,' Desde el siglo XVIII hasta la actualidad la paleontología ubicó y estudió innumerables
yacimientos en todo el mundo, y hoy se puede
decir que la época de los asombros pasó para ella. Ante los fósiles, ahora, solamente
quedan estupefactos los visitantes ingenuos
de los museos. Pero en los tiempos iniciales de la ciencia, cuando comenzaron a
exhumarse las grandes bestias del terciario,
la desproporción zoológica con lo conocido conmocionó profundamente la curiosidad
popular en todo el orbe. Entonces el Río de la
Plata no fue una excepción y también aportó su primicia absoluta. Fueron los tiempos en
que gobernaba don Nicolás del Campo,
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marqués de Loreto. Aquí relatamos el suceso, casi olvidado, y el inesperado epílogo
con que lo cerró Carlos III poco antes de su muerte.
r",' ,.-r', ',' . :'; .
El Padre fray Manuel de Torres, de la orden de los dominicos, llamados también predicadores, en oportunidad de realizar una Misión religiosa en la Villa de Luján, según su propia indicación distante trece leguas de la ciudad de Buenos 'Aires hacia el oeste, descubrió en la barranca del río Luján u n esqueleto prácticamente com pleto de "megatherium". El suceso aconteció en el año 1787, posiblemente en el mes de marzo, pues ya el tres de abril el fraile remitía dos molares al virrey Loreto como prueba material de su descu brimiento.
Nada se conoce de la vida del Padre Torres, y así lo confesaba D. Ricardo Trelles', quien exhumótoda la documentación relativa a este asunto. Solamente u n fray Manuel Torres figuró en
Figura del primer "megatherium" que conoció el
hombre; según armo el esqueleto el Padre fray
Manuel de Torres y lo dibujó el teniente Francisco Javier Pizarro, después de retirarlo
de las barrancas del rio Luján.
el Cabildo Abierto del 22 de mayo y acompañó con su voto al presbítero Manuel Alberti, aunque se lo hace figurar como mercedari02 , por lo cual subsiste una duda sobre la misma identidad. Eran aquellos tiempos del descubrimiento en Luján,.cuando el obispado de Buenos Ai res se encontraba vacante por ausencia desde 1784 de fray Malvar Sebastián y Pinto, a quien recién en mayo de 1788 sucedió fray Manuel Azamor y Ramirez, de tal suerte que fray Torres se encontraba en libertad para d irig irse directamente al Virrey, como lo hizo. Fray Azamor y Ramírez, sin embargo, debió participar en las últimas operaciones del despacho de la osamenta a Madrid, pues en setiem bre de 1788 la secretaría del despacho general de Indias
acusaba reci bo de los siete cajones que la contenían, y está intervención debió ser gozosa e inteligente ya que el Obispo, como es sabido, era hombre de luces y poseía una biblioteca famOsa en su tiem po y que donó en su testamento para formar ur,a biblioteca pública. De ahí nació, en opinión' de muchos historiadores3 , el fondo bibliográficC' ql'e perm itió a la Primera Junta la creación de esta institución.
Antes dijimos que el 3 de abril el Padre Torres había remitido dos molares del megaterio al virrey Loreto, pero de ahí en más no quedó inmóvil ni a la espera, y el 29 del mismo mes se dirigía nuevamente al Marqués, diciéndole:
"Excelentísimo Señor. Con bastante felicidad he descarnado toda la tierra de encima y lado de los huesos, y tengo un esqueleto todo del animal. No me he atrevido a moverlo, ni lo moveré interin V. E. no se digne ordenar venga un dibujante, para que lo extraiga al papel: porque de otro modo, pienso se malogrará todo mi trabajo y V. E. se privará del gusto de ver una cosa muy particular; respecto de estar muy tiernos los huesos, y el sol no calentar nada para que se sequen, porque están en un lugar que vierte agua . .. "4
No demoró el Virrey la respuesta y, contradiciendo a los que pregonan la lentitud característicade la administración colonial, al día siguiente mismo, o sea el 30 de abril, dispuso que el Teniente del Real Cuerpo de Artillería, D. Francisco Javier Pizarra, saliera de la Capital hacia el paraje donde se encontraba el Padre fray Manuel de Torres para que sacase puntual dibujo del esqueleto de un animal,
"antes que se mueva yarriesgue la dislocación o fractura de sus partes, sacando también sus dimensiones en detalle y por el todo, haciendo su descripción puntual y la conveniente del parage (sic) y situación en que se
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halla, con esplicasion (sic) del pueblo más inmediato y su distancia, la que hayal Río de la Plata y al cualquiera más cercano que por tiempos inunde aquel terreno, y el nombre de este."
El trabajo en el terreno no debió ser fácil para el teniente Pizarra, y aunque lo cumplió proliJamente y merced a ello hoy contamos con el dibujo total de la pieza, la diligencia le llevó un año a juzgar por el envío de los diseños a Madrid, recién el 2 de marzo de 1788. Lo dice expresamente la secretaría del despacho general de Indias cuando con la firma de Antonio Porlier, el 2 de julio de ese año, acusó recibo'de los dibujos "de la osamenta del animal desconocido" .
En este interín el militar dibujante, fray Torres, y seguramente el Obispo, cumplieron fielmente las órdenes impartidas por el marqués de Loreto respecto de la osamenta enterrada en las barrancas del río Luján. Los detalles quedaron asentados en la leyenda manuscrita que acompaña el pie del dibujo del esqueleto del megaterio, reconstruido con todo acierto y evitando "toda dislocación y fractura", con la mención del lugar donde se había realizado el hallazgo. El texto vale la pena reproducirse, como demostración de las precauciones técnicas tomadas en esa oportunidad, que no sólo desmienten la ignorancia con que se denigra a la colonia, sino que demuestran un conocimiento de los resguardos que siempre deben acompañar los trabajos paleontológicos. La leyenda dice, textualmente:
"El sobre dicho (sic) Río corre inmediato a la Villa de este nom-
1 RICARDO TRELLES, "Revista de la BibliOteca Pública de Buenos Aires", tomo IV, 1880. Noticia sobre "El Padre fray Manuel de Torres", paginas 439 a 448. 2 JUAN CARLOS ZYRETT!. "Nueva Historia Eclesiástica Argentina", Ed_ Itmerarium, Buenos Aires, 1972. Página 165, 3 Ut supra, páginas 78 y 154 ... ' 4 RICARDO TRELLES, opus Citado, pagina 444.
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bre, distante 13 leguas de esta ciudad de Buenos Ayres, al rumbo de Oeste Sudueste. A legua y meclia de la misma villa al Sudueste se descubrió soterrado en su barranca qe tiene de alto 10 varas en este lugar, y el Rio 16 de ancho en la parte superior, y 8" en la inferior. Desagua el mismo Río en el de la Plata a 11 leguas de distancia del lugar en qe se descubrió, lIeba (sic) poca agua no haviendo (SIC) lluvias qe le hagan engrozar. El terreno de este parage (sic) es de Lomas de pequeña elevación, y sin árboles. En toda la América no se ha hallado noticia de algún Animal de semejante configuración a la de este ahora descubierto, ni de su corpulenCia; pues se observa que siendo el Esqueleto de tal grandeza quanto (sic) abultaría cubierto de sus Carnes y cuero: Ignórase si acaso será Animal anfivio (sic), o aquático (sic), si bien que parece sea terrestre, por respecto a sus uñas, que indican han sido bastante largas, inferencia que se saca de la circunferencia de sus dedos. No se
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. ":2vau'a¿;Jo.l'u/jaJa-.·· :Palefa.r o 2itleéllia,¡ v/,¡1a.r{;,fonle..tue cu-bxm IvJ' 71udo~ j? de !ct2¿e)7JUU" el; a~ .re '!»m al 2¿nazo c,:",~u en- aa.
Primera parte de los diferentes huesos del
esqueleto, con sus denominaciones y
dimensiones, lomados de la lámina que confeccionó el
teniente Pizarro bajo la dirección de fray Torres. Una
"quarta" equivale a 22 y medio centímetros.
asemeja al Elefante: (aunqe parece qe se aproxima a igualarlo en grandeza) porque las patas son mui diferentes, como lo son los huesos de las piernas: Tambien no se le encuentra semejanza con el Rhynoceronte que ordinariamente tiene 13 pies de largo, y el descubierto llegaría a 18, y se juzga de diferente figura: ni tampoco con la Gran bestia de América (llamada Anta) que comunmente no exede de 6 a 7 pies. En dcha varranca (sic), y en distintos lugares se hallan dispersos porciones de huesos de otros Animales de la misma especie, y algunos de menos
grandeza al que se representa en esta Copia"."
No está demás recordar que en esta misma zona el sabio Florentino Ameghino hizo muchos de los descubrimientos paleontológicos que hoy se conservan en el Museo de La Plata, de donde el sabio habría seguido los pasos del Padre fray Torres. y para ru bricar la excelencia del método empleado por el fraile para descubrir los huesos sin fracturarlos ni dislocarlos, no obstante los factores contrarios que se le oponían, reproduciremos las palabras de otro sabio, D. Jorge Leopoldo Cuvier, el cual refiriéndose a este descubrimiento, dijo:
"Debemos decir, en alabanza de los españoles, que son ellos los que dieron el ejemplo útil, seguido después por M. Peale para el mastodonte y por M. Adams para el elefante"6
y he aquí como los españoles intervenían positivamente en los inicios de la paleontología cien-
/" .
tífica, y lo que es más positivo señalando rumbos, pues aquel megaterio, que Cuvier reconoce el animal más raro de los últimamente descubiertos, fue el primero de su especie que desenterró el hombre, con la virtud de obtener el esqueleto completo.
Siguiendo las informaciones del mismo Cuvier, parece que en el Perú se descubrió otro esqueleto que fue enviado a Madrid en 1795 y, además, hubo otro ejemplar en poder del padre Fernando Scio que le habría sido donado por una dama del Paraguay. Pero asegura, también, que Pander y d'Alton que
. se ocuparon de este estudio en 1818, no encontraron rastros de ninguno de los dos. En cambio sí del remitido por el virrey Loreto, que
"fue montado por don Juan Bautista Bru, preparador del gabinete real de Madrid, quien diseñó el conjunto y las diferentes partes, en cinco planchas que hizo grabar, y compuso una descripción muy detallada".7
Segunda parte de la osamenta, que comprende la calavera y los huesos de las extremidades. La pierna de
delante tenia como medidas, de arriba hacia abajo y como
están marcadas, 10 pulgadas. Una pulgada
equivale a 25 milímetros.
Posteriormente Joseph Garrica, de quien recoge Cuvier la mención de los otros dos esqueletos, se ocupó en 1796 del estudio y descripción del megaterio del Padre Tores, titulando su obra en forma que demuestra, indubitablemente, la sorpresa que causó en su época el descubrimiento del río Luján."
No obstante las circunstancias poco propicias del terreno donde se efectuó el hallazgo y, además de la fragilidad, las grandes dimensiones de la osamenta, el Padre Torres se ingenió para que no se perjudicase en el transporte, todo el conjunto de las piezas. En la
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carta del 29 de abril, antes citada, seguidamente de pedir el envío de un dibuj,nte, informaba al Virrey sobre la mejor forma de trasladar los huesos a Buenos Aires:
"Pienso llevarlos arrastrando en cueros llenos de paja; ya porque no pueden entrar en carreta, por su magnitud, y ya porque me parece más sereno el movimiento del cuero. Todo esto he juzgado yo por conveniente, a fin de que se dé al público esta maravilla y providencia del Señor. La sabia (sabiduria) de V. E. reformará, o dará las que mejor convengan para dicho fin".
A la vista de tales precauciones, no se puede dudar de la in-
5 Ut supra, lámina intercalada de 375 x 525 mm. La letra de la leyenda es una redondilla levemente inclinada y de excelente factura . . ', 6 JORGE L. CUVIER, "Recherches sur les ossemen s foxiles", París, 1834-1836, cuarta edición, tomo VIII, página 331. 7 Ut supra. I 8 JOSEPH GARRICA, "Descripción de un ' cua~rúpedo muy corpulento y raro, que se conserva en el real gabinete de historia natural de Madrid", en folio, Madrid, 179B, Citado por RICARDO TRELLES,
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teligente diligencia del Padre Torres y cómo, ante la imposibilidad de utilizar las carretas -único medio rodante en la pampa-, adoptó una modalidad de transporte muy conocrda por los indígenas Y muy típica de aquella civilización de! cuero. y sobre cueros, seguramente despertando las exclamaciones admirativas de los vecinos, debidamente emocionados ante "la maravilla y providencia del Señor", los huesos tan prolijamente desenterrados llegaron a Buenos Aires.
A juzgar por el envío por separado de los dibujos del teniente de artillería, D. Francisco Javier Pizarro,· en fecha 2 de marzo del año 1188, y que recién el 2 de setiem bre siguiente la secretaría de Indias acusó recibo del esqueleto, la demora ocurrió por las tareas de acondicionaren cajones las distintas partes del megaterio. Casi seguro antes del 2 de marzo las piezas debieron estar en Buenos Aires, pues es indudable que antes de despachar el diseño del todo y las partes, el virrey Loreto habrá querido cotejar la fidelidad que guardaban con las piezas fabulosas puestas ante su vista. De ahí resultaría un ir y venir durante tres meses por los carpinteros de la ciudad para preparar los siete cajones en que se embalaron los huesos. Cajones de bastante tamaño, según se puede estimar por la planilla que detalla menudamente sus dimensio~ nes y contenido, en correspondencia con las piezas que cada uno contenía y sus pesos. Término medio los cajones medían un metro de largo por medio de ancho y otro tanto de alto, yen ellos se acomodaron separadamente los dos brazos y las dos piernas, luego el hueso sacro, dorsales y lumbares, y finalmente la cabeza ju nto con las vértebras y huesos del espinazo. El todo pesaba 1.652 arrobas y 9 libras: que hacen 786,14 kilogramos 10. Así llegaron a Madrid a fines de agosto de 17S8 y se entregaron a Juan Bautista Bru, quien los armó hasta tener el
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animal entero en el gabinete real de historia natural. Y si el esqueleto causó asombro y admiración en Buenos Arres y después justificó que Joseph' Garrica lo calificara como "de un cuadrúpedo muy corpulento y raro", no es de extrañar que su misma Majestad se sintiera estupefacto ante aquel esqueleto y absolutamente desconcertado respecto de su posible su pervivencia.
Fue el secretario del despacho de Indias, D. Antonio Porlier, quien se encargó, al acusar recibo de los siete cajones, de expresar al virrey Loreto los deseos de Su Majestad para que procurara:
"por cuantos medios sean posibles averiguar si en el partido de Luján o en otro de los de ese virreinato, se puede conseguir algún animal vivo, aunque sea pequeño, de la especie de dicho esqueleto, remitiéndolo vivo, si pudiese ser, y en su defecto disecado y relleno de paja y-reduciéndolo al natural, con todas las demás precauciones que sean oportunas, a fin de que llegue bien acondicionado, y tenga S. M. la complacencia de verle en los términos que desea. Y de su real orden lo participo a V. E. para su puntual y debido cumplimiento, en la parte que le toca" ."
Por su puesto que el virrey Loreto no pudo satisfacer los deseos reales ni con un animal grande ni más pequeño, pero el suceso ha servido a muchos historiadores para introducir en sus textos un episodio jocoso y demostrativo de la absurda ignorancia real, sin tener en cuenta que los juicios deben ajustarse a las épocas para no pecar de anacronismo, Es pefectamente explicable que en los inicios de la paleontología un rey no tuviera obligación de conocer sus posibilidades y limitaciones, sobre todo cuando se trataba de un animal hasta entonces desconocido -así lo documenta Cuvier- y proveniente
de América además, la tierra que por dos siglos había causado el asombro de Europa y justificado las creencias más descabelladas. Tampoco debemos olvidar que hasta hoy existen hombres que sostienen la posibilidad de la sobrevivencia de algunos seres que serían sujetos de la paleontología, y que en la Argentina moderna se hicieron expediciones especiales para ubicarlos en la Patagonia. En consecuencia, el episodio real en que
. culminó el descubrimiento del Padre Torres en el río Luján, no debe juzgarse solamente por un deseo real que hoy nos parece grotesco, sino por todos sus antecedentes, -que se ocultan detrás de su mención jocosa-, y que colocaron a España y a los americanos del Río de la Plata a la misma altura de los científicos más avanzados del mundo cristiano. La denigración de Carlos 111 se ha tomado como aspecto principal del episodio, olvidando el conocimiento de verdadero paleontólogo con que actuó el Padre Torres, su habilidad para realizar la excavación y su previsión al solicitar un dibujante, la artesanía y meticulosidad de éste que preservó para el porvenir el conocimiento de aquella pieza, las precauciones para el transporte, las instrucciones de Loreto para fijar con precisión el lugar del hallazgo, el estudio comparado del esqueleto para anotar diferencias con otros animales conocidos -seguramente efectuado por el obispo Azamor y Ramírez-, el armado de la osamenta para poder dibujarla en un todo y los resguardos tomados para su envío a España, a donde llegó sin tropiezos, todo ello, evidentemente, no fue obra de ignorantes ni de legos. De seguro todo esto debe considerarse lo principal cuando se desea' objetivamente estudiar el suceso y no, por cierto, el inesperado deseo real. Por respetar poco esta regia de la metodología -distinguir lo fundamental de lo accesorio-- pasa inadvertida en la historia de la cultura rioplatense el descubrimiento en el río Luján y,
'Ca.rta del Virrey '.Loreto al Padre ,fray Manuel
;jifTorres, . 'Dirigida a Luján
. ,¡desde Buenos .Aires el 35.0o-d-;-e-a"7""b rTI treTia7, dándole
;'.!nstrucl;!º-Qe~ 'e·' informándole seiiiprovisto su pedido:
"Exmo, Señor: Han llegado a esta secretana del
despacho universal de Indias de mi " los siete cajones remitidos
E. con la osamenta del animal IdEISCClno(:ido por los naturalistas, los
cUales ha mandado S, M. se conduz-
" Muy Señor mio. Con fecha 27 de éste, tenia estendido oficio al Co.mandante de Frontera, para que facilitase a V, P. los auxilios que le pidiere al objeto que entiendecqnm¡ noticia,
Ahora, con esta, le entero también, según es conforme, de los fiQes '. a que se dirige la persona que.hé nombrado en vista de lo que V. P. me. propone en el día antecedente.
Ella va con pasaporte que sirviendo de orden, contiene la instrucción bastante para que se asegure cuanto V. P. propone, como puede reconocer cuando se lo muestre; y sera oportuno cuide V, p, se dupliquen números en las articula,ciones y partes en que sea conlingenlésu . división o fractura, para que puedan volverse a su lugar fácilmente; aplaudiendo yo eotretanto su ce.lo a favor de estos útiles descubrimientos. Dios etc,
can a su Real Gabinete, a fin deque se arme el esqueleto y puedan reconocerlo los inteligentes en la histori.a . natural y el público, .Con este motivo me ha mandado S. M, se conduzcan a su Real Gabinete, a fin de que se arme el esqueleto y puedan recono: cerio los inteligentes en la hiStoria natural y el público. Con este motivo me ha mandado S. Me encargue,a,V, E., como lo ejecuto, procure par cuantos medios sean pdsibles¡¡verh guar si en el partido de Lujan o en otro de los de ese virreinato, se puede conseguir algún animal vivo, aunque sea pequeño, de la especie de ' dicho esqueleto, remitiéndola VIVO, si pudiese ser, yen su defecto disecado y relleno de paja, orga~izándolo y reduciéndolo al natural, contadas las demas precauciones que sean oportunas, a fin de que llegue bien acondicionado, y tenga S. M, I,a complacencia de verle en los términos que desea. Y de su real ordel110 particiro a V. E. para su puntual y debido cumplimiento en la parte que le toca. Dios guarde a V, E, muchos años. San IIdefonso, 2 de setiembre de 1788. Antonio Porlier. Al, Señor Virrey de Buenos Aires.
por tal, poco menos que ignorado que fueron españoles de luces los que incorporaron el "megatherium" al conocimiento científico de los fósiles de la fauna extinguida, El Padre fray Manuel de Torres, el teniente Francisco Javier Pizarro, el Obispo fray Manuel Azamor y Ramirez y el marqués de Loreto, con mayor o menor fortuna han pasado a la historia, pero tal vez lo más imperecedero para ellos sea el haber asociado sus meritorios afanes' para darle existencia a ese esqueleto que se exhibe en el real gabinete de historia natural de Madrid, el primer megaterio que conoció el mundo y que no sólo conmocionó a Buenos Aires, si no atrajo la atención de los sabios del orbe entero. Record¡¡rlo hoy, es hacer en la historia buena justicia y distribución. _
9 La REVISTA DEL INSTITUTO ARGENTINO DE CIENCIAS GENEALOGICAS, en su edición "Genealogía de 10$ Hombres de Mayo" de 1961, en la página 285 trae una suscinta biografía del Teniente Francisco Javier Pizarra, ubicándolo para el año de la Reconquista comO Comandante del Real Cuerpo de Artillería, compuesto de 219 veteranos, ya cuyo frente tuvo destacada actuación en la Segunda Invasión y, también, como sostenedor de la autoridad del virrey Liniers en ocasión de la asonada de Alzaga. Asimismo lo señala como participante en el Cabildo Abierto del 22 de mayo -¿junto con fray Torres?- y acompañando con su voto al Oidor Manuel José de Reyes que se inclinó por el sostenimiento del virrey Cisne ros. Por su parte CARLOS ROBERTS en "Las Invasiones Inglesas al Río de la Plata" (Buenos Aires, Ed. J. Peuser, 1938), en el cuadro en que presenta la formación del ejército después de la Reconquista -páginas 168 y 169- incluye el Real Cuerpo de Artillería y las Milicias Provinciales de Artillería, al mando ambos del Teniente Coronel Jose Maria Piza; rro, al cual no vuelve a mencionar en la obra. Ante esta diferencia de nombres que podría suponer una duplicidad de personas. noS inclinamos por la versión del Instituto de Genealogía porque su biografía tiene informaciones concurrentes: la asonada de Alzaga y el Cabildo Abierto del 22, aparte de otras posteriores como elector de autoridades, que tornan muy difícil que allí se haya tomado un nombre por otro. Además, tanto el Instituto como Roberts indican igualmente que el cuerpo estaba compuesto de 219 veteranos, de donde seguramente ambos han partido de una misma fuente, que en el Instituto se completa con otros datos, lo que no ocurre en Roberts. Ergo. este ultimo debe ser el eqUIvocado y el dibujante del Padre fray Manuel de Torres fue el mismo Que actuó en las Invasiones InQlesas.
10 RICARDO TRELLES, lámina intercalada de iguales dimensiones a (5) y que detalla, con IllUal letra, el número de cajones. su peso, dimensiones y contenido.
" U'~' supra, página 448.
:;SlkL.,Nf'AY:V;,';: ;,~i.~:W:;:,-- l. ,~~. i
El último lunes de mayo, como ya es tradicional,
quienes hacemos Todo es Historia celebramos su
décimo año de vida. En horas de la mañana,
u n grupo de colaboradores y am igos de la revista asistieron a una misa
celebrada en la iglesia del Pilar, en memoria de los
colaboradores fallecidos y posteriormente se dirigieron al vecino cementerio de la
Recoleta para depositar flores en el hum ilde
sepulcro de don Pedro de Angelis, precursor de
nuestra historiografía y director de la primera
revista de historia que se publicó en nuestro país. Cumplido este deber de
gratitud, por la noche se real izó en el Salón Dorado
del Plaza Hotel una reunión a la que asistieron
numerosos colaboradores, gente vinculada a la
publicidad y al mundo empresario, historiadores y amigos de la revista. Como
es también habitual, en algún momento de la noche nuestro director pronunció unas palabras que anunció
LOS DIEZ ANOS DE
Martha Lynch con el embajador de Venezuela, Dr Ernesto Santander: atrás, Jorge Sabalo
¡"
i
"TODO ES HISTORIA"
La historia de la ciencia, el humorismo y el periodismo: Braseó e Ignacio Palacios Videla
Nue."n director en su breve : "Nada es más que los diez años que hemos cumplido'·, A su derecha, Raul Vera Ocampo; a su izquierda,
Alberto Blasi Brambilla, Osvaldo Cutolo y Victor Barrionuevo Imposti
como brevísimas y efectivamente lo fueron.
Dijo el doctor Félix Luna que la circunstancia
de haber cumplido diez años era tan elocuente en sí
misma, que hacía sobreabundante cualquier consideración al respecto. Agradeció a todos los que contribuyen a que Todo es
Historia siga su marcha, colaboradores, proveedores,
lectores, y agregó que el Premio Todo es Historia··, otorgado cada año a un
autor de relevancia, debió ser entregado esta vez al
profesor José Luis Romero, desaparecido hace pocos
meses. Finalmente agradeció la presencia de
tantos amigos, algunos venidos del interior,
··presencia -dijo- que compromete aun más
nuestro esfuerzo para que este remanso de reflexión y
conocimiento que es la revista, siga apareciendo por encima de cualquier
dificultad··. El festejo terminó tardía y
alegremente y así Todo es Historia entró en su año
número once.
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AMADEO JACQUES, PENSAMIENTO y OBRA
por Juan Antonio Vigna
"iJacques, el de Juvenilia!", es la exclamaeión para ubicar al maestro inmorta· lizado en las inolvidables páginas de la estudiantina de Miguel Cané.
El mismo había señalado que el gobierno que se ocupara de las ideas "encendía los faros de la civilización material en la América del Sur". "
. Pero Amadeo Jacques es mucho más que esto. Es el recreador del Colegio de San Miguel de Tucumán, el pionero, el colonizador del Chaco, el agrimensor y el autor de numerosos proyectos valiosísimos sobre educación, como por ejemplo el de dotar al país -ya en el siglo pasadode técnicos e idóneos capaces de mover y crear las industrias necesarias para el progreso de la población.
Miguel Cané había sentenciado: . "El sabio más grande que haya pisado tierra argentina" .
Nuestro intento es recrear esos planes. Después vendrá la fructífera labor del Rector del Colegio Nacional, pero en otras perspectivas de tendencia humanistas que consagró en la célebre "MemoFia de 1865", publicada dos años después de su muerte.
"Los apóstoles recibieron como misión suprema la de la ense-. ñanza".
Nicolás Avellaneda
"Páginas de Avellaneda sobre Educación". Pág. 17, Bs. As. 1937
Ningún homenaje puede ser más esclarecedor para recordar a Amadeo Florentino Jacques, que presentar sus escritos educativos -los más inéditos-, y de esta manera conocer la fuerza de su pensamiento, su trascendenciacomo maestro y recrear a través de ellos, su preocupación por dotar al país de nuevas estructuras educacionales, a semejanza de las escuelas poli-
técnicas, que en Francia y algunos países de Europa, representaban lo más avanzado en materia de enseñanza.
Nacióen París el 13dejuliode 1813 y obtuvo los títulos de Bachiller en Letras el 21 de setiembre de 1832; Bachiller en Ciencias Físicas el 2 de agosto de 1833; Licenciado en Letras, el29 de octu bre de ese año y Doctor en Letras ello de diciembre de 1837. Los mismos se encuentran actualmente en el Museo Histórico de Santiago del Estero, donados por su hija Francisca Jacques, al igual que la colección de "Le Liberté de Penser", -actualmente en la Biblioteca del Colegio Nacional de Buenos Aires- que fundara en su ciudad natal en 1847, revista combativa donde expone su doctrina en oposición al orleanismo, actitud
'lue le valió la pérdida de sus cátedras, la supresión de la revista y su exilio voluntario a la Banda Oriental donde llegó en abril de 1852 para pasar más te-de a nuestro país.
Las ciudades de Rosario y Paraná lo vieron pasar y aunque sus ideas no prosperaran inmediatamente, déjó sembrada la i"quietud que aseguraría aunque no totalmente en los trece años de radicación en tierra argentina.
Su capacidad e inteligencia no pasaron inadvertidas y así el 31 de mayo de 1856 fue nombrado Agrimensor General de la provincia de San tiago del Estero cargo que abandonó por desavenencias con el gobernador Manuel Taboada, trasladándose a Tucumán en los primeros meses de 1858. Fue pionero en
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la colonlzacl()n del Chaco y describió sus experiencias en "Excursión al Río Salado y al Chaco" que fue publicada en Francia en la Revue París en 1857 y en español en la revista "La Biblioteca" que dirigió Paul Groussac en 1897.
En una breve sintesis trataremos de numerar sus trabajos de carácter intelectual que realizó en Francia, Tucu mán y Buenos Aires. En su país natal dos obras: la primera "De Platónica ideaurum doctrina" en latín y "Aristóteles, historiador de la filosofía" en francés que le valieron el doctorado en 1837. En 1843 editó las "Obras Filosóficas" de Clarke, firmando su introducción y en ese mismo año las obras de Fenelón y Leibniz. Más tarde, colabora con seis artículos en el "Diccionario de Ciencias Filosóficas". Entre los años 1845 y 1847 publicó su "Manual de Filosofía", juntamente con Jules Simón y Emile Saisset, cuyo capítulo de Psicología le pertenece. Esta obra fue utilizada como texto en el Colegio Nacional de Buenos Aires, al igual que los de Aritmética y Geometría.
EI13 de octubre de 1865, a los 52 años de edad muere en Buenos Aires víctima de un ataque de apoplej ía, siendo rector del Colegio Nacional. Sus restos descansan en la Recoleta en un numilde mausoleo, producto de la colecta y del amor innegable de sus alumnos.
Desde su iniciativa en la re apertura de la Universidad Mayor de Montevideo, concursos en español de Física y Química, que lamentablemente fracasaron, siguieron los intentos para la creación de una escuela profesional'; de una Escuela de Agrimensura2 ; dos Escuelas Politécnicas3 ; y un Museo Provincial'; que corrieron la misma suerte. La recreación del Colegio San Miguel de Tucumán el 8 de abril de 1858 y la Dirección de la Biblioteca Pública5 , escapan, en cierto modo, aunque no totalmente a la inestabi I idad social y política del país, que en Tucumán se vio agravado por luchas
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-,
regionales, unido a la incomprensión de los pobladores, siem pre reacios a colaborar en tan loable intento. Aunque parezca paradójico todo el apoyo para la prosecución de la obra. la recibió Jacques directamente del gobierno tucumano y de algunos hombres, muy pocos que captaro'n las im postergables necesidades del momento, con todo ello debió dejar cuatro años después la provincia y su trabajo parcialmente realizado.
Quizás pueda mejor conocerse al Jacques prescripto yal Jacques americano a través de una carta enviada al señor GuiIlement, el 22 de febrero de 18536 desde Montevideo, donde expresaba abiertamente la necesidad de compartir una educación netamente práctica, basada sobre las ciencias positivas, para la formación de profesionales aptos, indispensables para arrancar a la naturaleza sus riquezas y transformarla, creando industrias y fuentes de trabajo, vitales para el desarrollo y progreso de los pueblos,
Veamos algunos de sus con-
Todo es Historia 122
Amadeo Jacques, pensamiento
y obra
Busto de Amadeo Jacques en el colegio primario del mismo
nombre. La escultura fue realizada por Rafael Delgado
Título de Licenciado en Letras otorgado a Jacques por la
Universidad de Francia el 29 de octubre de 1833. Actualmente
se conserva en el Museo Histórico de Santiago del
Estero.
ceptos en la referida carta al decir: " ... He aquí lo que me prepara a ensayar en pequeña escala, lo que querría aumentar gradualmente. Un gobernador de algunos recursos algo cuidadoso de su país, pOdría ayudarme a hacer de primera intención una cosa infinitamente superior, y esto sería para él no sólo un honor, sino un buen negocio. Si se pusiere a mi disposición unos cuarenta mil patacones, compraría, a dos o tres leguas de la Capital del país que me dispensara esta largueza, un gran terreno de bellos bosques y mucho aire. Construiría un vasto edificio, muy sencillo, muy limpio y muy sano. Traería profesores elegidos de Francia, jóvenes y activos no pedantes, prontos para participar de los juegos de sus alumnos, como de sus trabajos. Se trabajaría, en cuanto fuese posible, al aire libre, se estudiaría la naturaleza misma en vez de mirar del fondo de un cuarto en pálidas copias. Se manejaría, no pequeños modelos, sino verdaderas máquinas, bombas que agotarían vastos receptáculos, en lugar de las
muestras que funcionan en una cubeta; ruedas que se moverían en un río en reemplazo de las que rotan en una corriente cualquiera. Por otra parte se forjaría en hierros, se trabajaría la piedra y la madera, bajo la dirección de buenos y hábiles obreros. Tal vez más tarde, pOdría realizarse en los límites del campo, el rudo y necesario aprendizaje de la agricultura en una especie de Granja Escuela, en que se ensayarían los métodos europeos. No sé si me llevará la imaginación, pero me parece que nuestra escuela adquiriría en poco tiempo, por la fuerza misma de su creciente prosperidad grandes proporciones; los alumnos afluirían de todos los puntos de las provincias del Plata y acaso de Chile, del Perú, del Brasil ... El Estado que acometiese esta empresa habría encendido el faro de lacivilización material en la América del Sur" . .. Este ímpetu inicial y por demás ambicioso, lo mañtendrá en sus proyectos educacionales en Tucumán7 . "A la física en el mismo orden de ciencias, pero ésta mas bien descriptiva que explicativa,
agrega,remos un bosquejo de zo?logla, esto es una descripclon muy general de los animales, tomando la constitución anatómica y fisiológica del hombre como punto de partida y comparación. No será más que una breve y ligera reseña de los resultados más importantes de la ciencia, sin profundizar nada ni dejar a los pormenores menudos de ellas; nuestra falta de conocimientos especiales en la materia, no nos permite más, ni lo requiere el fin que nos proponemos, pero si todo no está, estará lo principal y nada habrá de inexacto ... En cuanto al estudio de los animales estudiaremos solamente las grandes ciases, los principales órdenes, tratando siem pre de proponer como ejemplo los animales del país yeso bastará siquiera, para dar a nuestros discípulos, el deseo de buscar los otros en el arte de estudiarlos quien sabe si no llegará algún día a efectuar teóricamente y a realizar materialmente, en la sociedad argentina, la división todavía hasta ahora demasiado desconocida, del orden que se llama vulgarmente "caballeritos" en dos familias distintas; la primera, que se conocería por los caracteres fisiológicos siguientes: apego exclusivo a la elegancia del traje ya la perfección del tocado -palabrería meliflua, pero insignificante- orgullo formado exclusivamente sobre el color del cu-
1 Carta al señor Guillemont. Montevideo 22de febrero de 1853, publicada en Revista de Derecho, Historia y Letras, año, 111, lomo IX, Buenos Aires. 1901. 2 Carta al P,E. provincial. dall0 de octubre de 1857. Documento N° 131 Archivo Histórico Santiago del Estero. 3 Carla al Gobierno Nacional de Paraná, del 17 de nOviembre de 1857, cit. por Juan Mantovani en "Escntos de Amadeo Jacques", pág. 66, 67 Y 68. Editorial Estrada, Buenos Aires, 1945. 4 Carta del 10 de noviembre de 1862, dirigida al doclor Marcos Paz, donde sugiere la creación de una Escuela Politécnica en la zona de Palarmo. ArChivo del Coronel Doctor Marcos Paz, Tomo 111, carta N° 746, pago 112 y 113. La Plata 1962. Carta dingida por Jacques al Gobernador de Tucuman, Cnel. Marcos Paz, el 2 de agosto de 1858 y publicado en "El Eco del Norte··, año tll, N° 123, del jueves 5 de agosto. s Idem, op.cit 6 Carta al seño( Guillemont, op.cit. 1 "El Eco d¡¡1 Norte··, números 275, 276 Y 278. Tucuman, del 22 y 26 de enero y 5 de febrero de 1860.
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tis ... ; la segunda distinguible Mitre, llevaba las necesidades por estas señales característi- del liberalismo afianzando en cas, admiración inteligente a la las juventudes la individualidad, vez que apasionada de lo bello y el sentimiento de patria y liberde lo útil en las obras de Dios y tad, y por sobre todas las cosas en las de la industria y literatura destacaba el celo y la autoridad -conversación no tan formal- del Estado en la formación de pero que trata a veces de otra los educandos. "Aún en los cencosa que de caballos, mucha- tros grandes de población, el cochas y corte de pantalón o de legio o la escuela privada degevestido, entusiasmo por el pro- neraran casi siempre en una esgreso agrícola e industrial de su peculación mercantil, en la que país, capacidad de promoverlo, . la educación de los niños será el de fomentarlo y aún de diri- fin subalterno y el verdadero, el girlo ... "'. Pero dando lugar en único final el lucro. Se tratará de los últimos años de su actuación reunir muchos alumnos, no de en dicha provincia a la ense- formarlos buenos, se les untará, ñanza de las materias hum anís- con el menor gasto posible, de ticas y principalmente de la Filo- un barniz exterior de educación, sofía "la reina y maestra de las compuesto como para deslumciencias". Como él la definía y brar al público, no para mejorar que integraría pocos años des- a la juventud. Además los jóvepués con el estudio del Derecho nes quedan excluidos de la esy las leyes, la med icina y las cuela privada y la instrucción ciencias exactas. las bases esen- primaria a lo menos. la socieciales de la enseñanza superior dad la debe a todos. La sociedad tal cual lo diera a conocer en su sola, la sociedad organizada o lo obra póstuma" La memoria .de que se llama el Estado, puede 1865"8. Este importante docu- dispensar la instrucción con mento elaborado bajo la presi- equidad, con acierto, con desindencia del general Bartolomé terés: y es para el Estado una
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condición vital de existencia y de duración. Pongo como axioma que en una sociedad cualquiera que sea su forma política la juventud debe ser educada conforme a los principios en que descansa el Estado. En vano redactaréis constituciones, en vano promulgaréis leyes y tiraréis decretos, si, por una educación apropiada, no trataréis .de grabar en el entendimiento y en el coraZÓn de las nuevas generaciones el sentido y el espíritu de las instituciones, ellas no se racionarán, no tendrán vida propia ni fuerza existente ... Y, ¿quién se atreverá a negar al Estado el derecho de regir los pueblos por la educación, el más poderoso, sin duda, de todos los medios de gobierno? ... Es necesario pues, que el Estado, usando por sí de la libertad que a tocios deja funde una enseñanza pública, en el propio sentido de la palabra, con profesores emanados de él, que siembren en todo el territorio de la República, sus ideas y de sus principios, al paso
Todo es Historia 122
Amadeo Jacques pensamiento
y obra
Frente del ex Inslíluto de Segunda Enseñanza "Amadeo Jacques", ubicado en la calle Rivadavia 2434 de la Capital
Federal
+Frente del ex Colegio de San Miguel de Tucumán, del que
Jacques fuera su director (1858-1862). Actualmente
funciona un colegio secundario
que por la superioridad de sus métodos, darán a la enseñanza privada un modelo y una regla ... "9.
Porque Jacques, tampoco escapó a los im perdonables de su tiempo y tuvo que amoldarse a las nuevas exigencias del país, ya diferentes que cuando su ingreso, aportando con su experiencia la efectiva unidad del mismo en su base más sólida e impostergable: la educación. Porque aquí como en Francia, o quizás más que en Francia vertió lo más exquisito de sus ideales, con la garra y combatividad que alentaron a esa maravillosa generación del 48. Filósofo, profesor en ciencia, conferenciante y period ista, pero siempre filósofo, en todas estas manifestaciones hizo resaltar su profundo amor a la verdad ya lajusticia. Al combatir a los sofistas de la educación, defendió una Universidad libre de trabas dogmáticas y el derecho del Estado en la enseñanza; cuando Luis Napoleón Bonaparte traicionaba la revolución, mostró su profundo
amor al pueblo y a sus instituciones democráticas. "El pueblo es soberano ... tal es el pueblo, invencible por su poderío y por su coraje, razonable sin profundidad, pero también sin ilusiones, incapaz de egoísmo, capaz de todos los buenos sentim ientos y de todas las nobles pasiones, por consecuencia verdaderamente soberano, en derecho como en los hechos. No lo echemos a perder, yo os conjuro a vosotros que en el generoso ardor de un celo fraternal, habéis comprendido la gloriosa y difícil tarea de mejorar su suerte. No lo alarguéis demasiado con u na fel icidad que pueda ser quimérica; vuestras promesas lo harán codiciosos, un desengaño les será cruel ... No le hagáis tomar hastío al sacrificio en el momento en que la Patria tiene necesidad del desinterés de todos. Lo justo antes que lo útil, aún sin hacer caso de lo útil, que sea nuestra com ún
o Juan Mantovani, op.cil. 9 Instrucción Publica ·1- "El Liberal", N° 32, Tucumán. 4 de mayo de 1862.
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divisa ... ". En esta forma se expresó a través de "Le Liberté de Penser".'0.
Así fue Jacques, así lo argentinizó nuestra tierra en la ardorosa madurez de sus 39 años, en la plenitud de su inteligencia, en la capacidad de su coraje para enfrentar lo desconocido, en la calidad de su pleno humanismo. Muchos extranjeros como él, algunos exilados llegaron a nuestro pais; fueron sus nom bres Amable Baudry, Alfredo Cesson, Martín de Moussy y más tarde el sabio naturalista prusiano Germán Burmeister. Con este material humano y maestros argentinos, recreó en 1858 y bajo la protección del gobernador de rucumán, doctor Marcos Paz, el Colegio San Miguel y allí como Director, reestructuró la enseñanza, vislumbró las primeras experiencias, dio a conocer por medio de los periódicos oficialistas "El Eco del Norte" y "El Liberal" sus escritos educativos, programas de estudio quejas contra los padres de familia que no enviaban a sus hijos a educarse, pedidos de materiales didácticos, etc., y pese a estos inconvenientes transformó a· Tucumán en el principal centro. cultural del país y el colegio fue modelo para futuras experiencias.
Conoció.al país. no pasó por alto su estructura y su historia. Quiso transformarlo en un momento crucial de su destino, sentar bases positivas para frenar la anarquía. Todo conspiró contra sus ideales, desde la envidia de los mediocres hasta la indiferencia de una población hastiada de luchas, que significaron para Jacques el abandono, la inseguridad y la pobreza.
Cuando en 1858 esbozó su programa intención, como Director de Estudio" para la reapertura del Colegio San Miguel indicaba claramente, al igual que la carta enviada a su compatriota Guillemont la necesidad de una reforma educacional, insistiendo en el estud io de las ciencias prácticas: "nuestra ambición es que nuestros alum-
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nos salgan listos y dispuestos a asociarse a la industria naciente en esta tierra y acelerar para el bien propio de ellos y de todos, el movimiento creciente ... No crea Ud. por eso Sr. redactor que yo desprecio las letras o a lo que se llama Humanidades. Las reconozco ind ispensables para dos profesiones siqu iera, la del foro y la del Sagrado ministerio, y sé que son en todas las circunstancias de la vida, un bellisima adorno del entendimiento. Pero exceptuando a las dos profesiones que acabo de referir es preciso confesar que las letras, especialmente latinas o de antigüedad, son un lujo. Primero, pues que el lujo debe atender a lo necesario. En la Confederación Argentina sobran los doctores (perdónenmeellos tamaña herejía). La tendencia casi exclusivamente literaria y filosófica de la Universidad de Córciaba, proporciona solamente una instrucción como para entretener y adornar el espíritu. De ahí dimana un mal grande, y és la aspiración demasiado general a los oficios administrativos y empleos políticos.
Muchos los pretenden, despreciando las artes y oficios de utilidad material, a cuyo desempeño no los ha preparado su educación, de tantos pretendientes, pocos alcanzan al blanco de sus deseos, y siguen los desempeños, las vocaciones abortadas, siguen la paralización forzosa de una vida que dirigida er¡ el sentido que yo digo, hubiera hallado una materia inagotable sobre quien desplegarse, y haber producido abundantes frutos. Yo hablo de este defecto de la enseñanza secundaria, con tanta persuación cuanto que la Francia ha palpado prácticamente los inconvenientes de ella, padeciendo el mismo mal a causa de la misma exageración en las tendencias literarias de la Universidad. Allí ya se ha aplicado el remedio con medicinas análogas a las que yo propongo.
Aquí, país todavía virgen, es más sensible y más necesario el remedio. A pesar de la fuerza de mi convicción a este respecto, repito, señor redactor, que yo tengo las letras en gran aprecio. No las he desterrado, pues de
Todo es Historia 122
Amadeo Jacques pensamiento
y obra
Mausoleo de Amadeo Jacques en el cementerio de la
Recoleta, erigido en 1866 mediante suscripción de
quienes fueron sus alumnos.
Placa recordatoria del Colegio Nacional de Buenos Aires a su rector, en el Centenario de su
fallecimiento
Oi ~UfHOSAIRES .
f,A COMISION ofiCfNTf.AfjO . Al RECTOR·' .
, ANADEOJACQUfS .,.
nuestro colegio; lo verá bien Ud. Por el programa, en el que ellas ocupan un ancho lugar y sufi· c iente cam po".
En su "Memoria de 1865", refiriéndose a la enseñanza se· cundaria, apreciamos una nota· ble variación conceptual y " ... a la extensión c.oncedida yellugat como de preferencia, hecho al estudio de las ciencias naturales, aunque encerrándola entre los límites de una enseñanza muy elemental yen consecuencia una tendencia a la práctica, que no se encontrará, según creo tan marcadaen ninguno de los establecimientos de instrucción pública que existen en la Confederación Argentina. Ese es, efectivamente,' m i pensamiento dominante en el sentido en que debe ser dirigida la juventud argentina, es el de las ciencias útiles de aquellas ciencias que tienen en la vida material, en las profesiones mercantiles, en la industria agrícola y pastoril, yen cuanto. se refiere al desarrollo y engrandecimiento de la riqueza pública y privada, aplicaciones de cada día y de cada momento. Esa vía tan poco
practicada hasta ahora en estos países, es la que yo quisierA abrir, con el concurso de mi apreciable compatriota el doctor Amable Baudry, eminentemente apto, por sus profundos conocimientos de Historia Natural, para secundarme en mi intento". A estas argumentaciones opone en la mencionada "Memoria" lo siguiente: "¿se trata, como .algunos lo piensan, tomando al niño al salir de los estudios elementales, enseñarse un oficio, de lanzarlo en una carrera especial, de hacer de este un comerciante, de aquel otro un médico o un jurisconsu Ita, de otro tercero un agrimensor? Si fuera así, la enseñanzadel colegio (se refiere al de Buenos Aires) debería ser dividida en tantas enseñanzas especiales y distintas, como cuantas carreras posibles hay, Sería entonces la reunión bajo un títu lo com ún de cosas desparejas entre sí, y extrañas unas a otras" .
10 "Le Liberté de Penser" Quatrieme LivraiSGn pág. 305, Paris, 1848. 11 ':EI Ecodel Norte", Tucumán, abril de 1858.
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No sostiene la necesidad de la creación de escuelas especializadas de comercio, artes y oficios, agrimensura, marina, etc, porque" ... arriba de toda esta variedad de aplicaciones, está la inteligencia humana de la cual todo dimana y todo se deriva, cuyas facultades son solidarias una de otra y cada una de todas las demás ... por lo tanto, arriba de' todas las enseñanzas especiales, es preciso que haya en una nación civilizada una enseñanza general que cultive todo el entendimiento, robusteciendo y docilizando todos sus poderes naturales"."
Esta actitud aparentemente no es brusca. El mismo Jacques lo explica al llegar a Montevideo en la ya mencionada carta al Sr. Guillemont:" ... Sabe Ud. acaso que para seguir el ejercicio de mi antigua carrera, he considerado necesario, al cambiar de medio, cambiar también de enseñanza, de profesor de fi losofía que era, me he convertido en profesor de Química, Física y Mecánica. ,
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Me ha parecido que, en un país nuevo, sería Inútil y casi ridículo traer especulaciones metafísicas, y que lo que más conven ía era u na enseñanza práctica, sobre todo, de las ciencias de aplicación directa a la agricultura, al comercio, a la industria"
El país, después de Pavón, entra en una etapa de organización bajo el sistema liberal y Jacques atendiendo a la realidad de ese momento, estructura la enseñanza general del país, dentro de los cánones que permitirán su evolución y desarrollo. Oigamos al mismo Jacques: " ... ¿ Qu ién dará esta i nstrucción? (refiriéndose a la primaria y secundaria). ¿Quién proveerá a esta doble e imperiosa necesidad de toda sociedad? ¿Quién tomará la dirección suprema de la educación nacional? No es en esta tierra de libertad, no es en el momento de triunfardefinitlvamente en ella los principios liberales, que tendremos que sostener esas luchas tan acaloradas en otra parte, a favor de la
Todo es Historia 122
Amadeo "aeques, pensamiento
y obra
.-Busto de Amadeo Jacques, Obra
del escullor argentino José Alonso inaugurado ello de
diciembre de 1963 en el instituto secundario que lleva su nombre, en Quemú-Quemú (La
Pampa)
.... Placa ubicada a la izquierda del
edificio donde funcionó el Colegio de San Miguel colocada en homenaje a Jacques por la
Universidad de Tucumán en 1928.
-
libertad de enseñanza? I Libertad de todo y para todo!. Esa es la divisa de Pavón; es la nuestra; no debemos abrogarlas en materia de enseñanza. Que todo ciudadano honrado, que todo hombre moral sintiendo en sí la capacidad de educar a la juventud, pueda establecer una escuela o un colegio; enhorabuena; más se funden así, más aplaudiremos. Lejos de trabar esas em presas, los gobiernos las fomentan con sus consejos si se los piden con sus recursos si es posible, sin exigir más a cambio de la obediencia, a las leyes y el respeto de los eternos principios de la moral por una parte, y por otra, la demostración dada por los resultados mismos de la excelencia de los métodos. Pero dejando carrera abierta a la concurrencia de las tentativas individuales, el ensayo de todos los sistemas y procedimientos de enseñanza, ¿ puede el Estado contando con ellos abstenerse? ¿ Quedará simple y ocioso espectador de los conatos de la enseñanza pri-
vada? Digo que rio lo puede y que si tomara este partido abd ica y renu ncia". Más adelante agrega: ... "que contribuyan las provi ncias a la instrucción general nada más justo; pues, tienen parte en ella. Pero que el gobierno de la nación la dirija; la unidad nacional es a este precio. La educación pública no es un interés provincial, sino un interés nacional. Importa más a la paz general y al bienestar común tener un sistema de educación uniforme que mantener en pie un ejército permanente",13
Estos conceptos de Jacques, expresados cuando era todavía director del Colegio de San Miguel en Tucumán, preanuncia su respaldo al gobierno de Mitre, quien lo llamará por ihtermedio de Marcos Paz a colaborar a fines de ese año 1862 para organizar el sistema de colegios nacionales, que como él mismo lo manifiesta permitirá la unidad efectiva del país, dentro de la uniformidad educacional.
En lo que denominamos pri-
mera etapa, del pensamiento educativo de Amadeo Jacques. encontramos algunas coincidencias importantes con Domingo Faustino Sarmiento, por quien el exilado francés sentía un profu ndo respeto, a la par que conocía sus obras fundamentales y especialmente "Educación Popular". Siendo Sarmiento gObernador de la provincia de San Juan ycon motiVO de la instalación del Colegio Estudios Preparatorios, dijo en su discurso" ' .. La Edad Media nos ha legado una fatal institución, el doctorado; y vergüenza da decirlo, destruido en todo el mundo, abolido en Chile de muchos años atrás, su bsiste en la República Argentina como un pasaporte, un privilegio y un título, sin el cual no hay admisión en las regiones de la ciencia oficial.
Esta institución añeja mata el saber donde quiera que se desenvuelva fuera de las puertas de la Universidad, y castiga con un rechazo permanente, y persigue hasta la muerte, al talento, a la aplicación que intentara abri rse paso por entre esas trabas. Hay una universidad en Córdoba y otra en Buenos Aires, en que los alumnos se gradúan en Teología, Derecho o Medicina. No vitupero esto. Para la enseñanza de ciencias tan altas se requieren centros de población importantes, profesores hábiles, rentas suficientes para su sostén ... En vano hablará el provinciano de Catamarca el latín como Cicerón, en vano oiráel tucumano en Tucumán el mismo Mr. Jacques, autor del curso de filosofía que se consu Ita en Buenos Aires, todo es inútil no basta saber las cosas, que es preciso haberlas estudiado en la universidad ... La ciudad de Córdoba, en dos siglos de universidad, no se distingue de las otras ci udades de las provincias por mayor acumulación de luces ni por hombres notables en ciencias ... Los efectos del sistema contrario lo
~~ "Memoria de 1865" cap. "La segunda en~ senanza. su objetivo generar', pág. 17 Y 16, Iranscripto por Juan Manlovani. op.cit. 13 "El Liberal", N0 32, op.cit.
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Amadeo .Jacques, pensamiento
medio para integrar totalmente la población y resolver por medio de ella sus necesidades más urgentes. No es, acaso, el pre-ceptor que nos brinda Jacques, u n verdadero asistente social de nuestra época, que no sólo cumple una función espiritual, sino que trasciende dentro del grupo social para mejorar yasimilar sus actividades. . .Tenemos pues, edificada la casa. Introduzcamos en.ella a su principal habitante, a su dueño y señor: el preceptor. Prevenimos que vamos a tocar aquí hasta la exageración del ideal. Estamos pintando un retrato, cuyo original no existe todavía, y es por eso que lo hermoseamos a gusto, con el fin de que el original cuando nazca, se amolde sobre el retrato lo mejor que pueda.
y obra
estamos palpando hoy. No hay un abogado para reemplazar al juez que renuncia, no lo hay para defender a las gentes. No hay un ingeni'ero que levante un plano, o practique una nivelación, ·ni un químico sanjuanino que pueda reducir la plata que por millones de valores contienen nuestras minas ... "14.
La admiración de Jacques por Sarmiento es evidente, existe afinidad ante problemas que ambos orgánicamente tratan de superar, para agilizar el vetusto método educacional, que frena todo porveni r, apaga todo impulso. Son dos modalidades diferentes, dos temperamentos opuestos, productos de medios sociales diferentes, que no obstante fijan la necesidad de u na educación obligatoria y gratuita, para todos los habitantes del país; una misma oportunidad, que solamente la capacidad individual pueda desnivelar. Solamente asi puede desterrarse la ignorancia, factor negativo y diso Ivente desde siem pre del pro-. greso de los pueblos.
Los trabajos de Jacques sobre educación, son cinco y publicados en periódicos de la ciudad de Tucumán. Los tres primeros escritos en 1860 se ocupan de planes, programas y materias; y los dos últimos realizados dos años después bajo el nombre de "La instrucción pública en las Provincias del Plata", nos hablan de las escuelas modelo ideal, donde se manifiesta en toda su intensidad creadora, rayana al utopismo pero siempre real ista su espíritu fogoso, su pasión al trabajo, su profundo amor por la naturaleza y por los hombres.
En ellos no se concreta únicamente a afirmar los alcances de una educación planificada para mejorar al individuo, sino que pone a la escuela, como
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Nuestro preceptor es un verdadero magistrado; muy superior para la variedad y la extensión de sus conocimientos; y sobre todo, prácticos a su humilde oficio es el consejero de todos, tanto por Sus exhortacIones como por su ejem plo lo es, en todo el departamento el iniciador y el director de toda empresa industrial o agrícola de alguna importancia. .Por lo demás, tendrá el preceptor para guiarse, una pequeña biblioteca, reducida en número, pero escogida de libros prácticos y útiles, ya la cual servirá de base esa excelente enciclopedia que lleva por Titulo 'Maison Rustique du XIX siécle, pues sabrá al menos leer el francés- precisará también algunos instrumentos y útiles de labranza perfeccionados, y a medida de los progresos de la fortuna pública y privada, se le proporcionarán algunas máquinas sencillas, como por ejem plo un sem brador o un trillador mecánico".".
El primero de sus dos últimos trabajos está guiado por el espíritu sarmientino y una defensa del poder del Estado en la instrucción. En el segundo deja entrever la confección de un tercero, donde iba a exponer sus ideas para la explotación y utilización de nuestras riquezas mi-
nerales, que no pudo materializar por haberse desatado nuevamente la guerra civil, en la provincia, circunstancia que lo deterrr'¡nará en pocos meses a renuncia: de su cargo de director del Colegio de San Miguel y dirigirse a Buenos Aires. Pobre, con su mujer e hijos desalentado pero no vencido, inicia los planteos básicos de una ensenanza de carácter nacional y que en nada desmerece su posición y planes a~teriores. No quisleramos presentar a dos Jacques diferentes, porque no existen, es el mismo que debe adecuarse a las circunstancias que vive el pais, y al cual pone toda su capacidad y conocimiento COn el sólo fin ne ser útil al mismo
Asi fue Amadeo Florentino Jacques, antes que nada hombre, vigoroso y conceptual, de una extremada sencillez, de lenguaje e ideas claras, que tuvo plena confianza en el país, que le brindó, dentro de sus contradicciones, la posibilidad de desarrollar su capacidad de maestro y su Imaginación de filósofo •
Escritos educativos de Amadeo Florentino Jacques
"El Eco del Norte" - Correspondencia Notable 1- N° 275- 22 de enero de 1860. "El Eco del Norte" - Correspondencia Notable 11 - N° 276 - jueves 26 de enero de 1860. "El Eco del Norte" - Correspondencia Notable 111- N° 278- 5 de febrero de 1860. "El Liberal" - La Instrucción pública en las Provincias Unidas del Plata 1- N° 32- 4 de mayo de 1862. "El Liberal"· La Instrucción pú~Iica en las Provincias Unidas del Plata II-N°33-8demayode 1862.
Estos semanarios. que fueron consul~ tados para el presente trabajo, se en* cuentran en la Biblioteca "Juan Bautista Alberdi", de la ciudad de Tucumán.
14 El Liberal- Tucumán, domingo 2de julio de 1862, año 11, N° 56. 15 "El Liberar' - Tucumán, N°38, B de mayo de 1862, Instrucción Pública 11.
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Traducción de Javier Alfaya y Bárbara McShane. Ariel, Barcelona, 1976. Primera edición, Londres, 1973.
Hace unas décadas era común preguntarse, según la fórmula de Charles Grillin, si las Américas tenían una his-toria común. Hoy, la pre-gunta ha deiado lugar a la imperiosa exigencia de superar los estrechos marcos nacionales y en-carar decididamente el an~lisís global de la his-toria latinoamericana. No se trata de imitar a algunos apresurados so-ciólogos, economistas o politicólogos, que a me-nudo Incursionan en la historia buscando ejem-
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plos para confirmar superficiales esquemas a priori, sino de dar al an~lisis histórico m~s riguroso una perspectiva que, sin descuidar la peculiaridad de cada ~mbito nacional, atienda a una serie de características comunes del proceso histórico latinoamericano. Sin duda, esta perspecliva más amplia ayudar~ a los historiadores a superar esa natural predisposiCión a suponer que lo que pasa en el propio país es único y absolutamente original.
Es frecuente que estas visiones de conjunto provengan de historiadores extranjeros, libres de las pesadas tradiciones académicas nacionales. Sin embargo, han sido dos historiadores argenlinos quienes contribuye· ron con un par de obras decisivas para la comprensión de la historia latinoamericana: la Histoia contemporanea de
América latina, de Tulio r
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Halperín Donghi, aparecida hace casi diez aHos, y, m~s recientemente, Latinoamérica, las ciudades y las ideas, de José Luis Romero. El valor de as contribuciones no lainoamericanas es, sin
duda, desparejo. Entre el coniunto, no muy numeoso, de aportaciones vaiosas se encuentra este espléndido trabajo del nglésJohn Lynch, un auor bien conocido entre nosotros por su proliio rabajo acerca del slsema de IntendenCias en
el Río de la Plata. Aquela obra era el resultado e una minuciosa invesigación mientras que quí ensaya Lynch una nterpretación del pro· eso de emancipación ispanoamericana pariendo de una premisa ue debe ser fundamen-
tal para estas visiones globales: los estimulos externos fueron comunes pero las respuestas locales tuvieron peculiaridades irreductibles, aún cuando se manifestaran aspectos coincidentes.
Para Lynch, el principal impulso externo provino del intento. reformista del siglo XVIII. Polémicamente, afirma que a fines del siglo XVII Hispanoamérica se había emancipado de su dependenCia inicial de EspaHa y que las reformas se proponían, fundamentalmente, controlar a los criollos y detener el proceso de emancipación. El "nuevo imperialismo" se inició con una reconquista burocrática cuyas avanzadas fueron los intendentes, encargados de restringir el poder de los funcionarios comprometidos con los intereses locales. Paralelamente, se procuró disminuir la autosuficiencia económica de los criollos: el comercio libre -que acentuaba el monopolio español- ayudó ¡ destruir muchas eco~omias regionales, delileando ~reas de monoproducción que se desarrollarían plenamente en la centuria siguiente. Simultáneamente, la metrópoli acentuó la presión fiscal, un segundo camino que le permitía apropiarse en forma creciente de los beneficios generados por su imperio.
Las reformas reactivaron ciertas regiones, como el Plata, creando en ellas expectativas que EspaHa no estaba en condiciones de satisfacer. Pero también generaron tensiones sociales crecientes, pues las élites criollas debieron enfrentar a nuevos y pode-
rosos competidores peninsulares: una nube de comerciantes y burócratas llegados como consecuencia de la política reformista_ De allí brotó un nuevo y poderoso sentimiento antiespaiiol, alimentado por una incipiente concienGia de la nacionalidad. Pero las reformas tuvieron un segundo aspecto, igualmente nefasto para los criollos: la emergencia de las castas, hasta entonces explotadas y marginadas, como consecuencia de la creciente actividad económica pero también de un deliberado intento de promoción realizado por la propia Corona. La reacción de los criollos, hostigados por ambos lados, reflejó la ambigüedad de esta situación. Allí donde se prOdujeron estallidos sociales -como en el Perú- los conflictos con los espaHoles quedaron relegados; pero a medida que se agudizaba la crisis del Imperio, los criollos comenzaron a perCibir cuán imperioso era para ellos obtener el poder político y asegurar así el orden social. Ciertamente, influyeron en ellos el pensamiento ilustrado del $iglo XVIII y el ejemplo de las revoluciones europeas: pero sólo en tanto respondían a ciertas aspiraciones básicas, previas a toda formulación teórica. Precisamente el momento del colapso final del poder metropolitano fue el del estallido de los movimientos emancipadores.
Cada uno de ellos tuvo caracteristicas propias, analizadas cuidadosamente por Lynch, que les dedica el grueso de su libro. En el Río de la Plata, los comerciantes y
milicias de Buenos Aires, que iniciaron la revolución, debieron soportar pronto la reacción de las provincias; la larga inestabilidad politica sólo se superó en la' década del veinte, con el afianzamiento de los hacendados porteños, De "revoluciones conlra el Rio de la Plata" califica lynch a los movimientos del Uruguay, Paraguay y el Alto Perú, destacando el predominio de los intereses regionales, amenazados por la hegemonía del puerto. En Chile, el movimiento emancipador no rebasó el control de la poderosa aristocracia terrateniente del valle central, pero su división facciosa provocó, a la postre, la caida de la Patria Vieja y la emancipación sólo se consolidó con la intervención rioplatense. En Perú, la poderosa oligarquía terrateniente y minera temia menos a los españoles que a las masas indígenas, lo que determínó el carácter ambiguo de todo el proceso emancipatorio. los liberales eran apenas tibios
. reformistas y sólo la intervención externa -de San Martín y Bolívuaseguró la consumación de una emancipación a la que los criollos se plegaron tardiamente, luego de presenciar el derrumbe definitivo del poder español.
En Venezuela, el rasgo distintivo del proceso fue la violencia. Los grupos oligárquicos de Caracas -los mantuanos- se movieron presionados por los intereses monopolistas de los peninSUlares pero tenían un profundO temor a los pardos, Su resistencia a ampliar las bases sociales de la revolución los condujo al
fracaso, derrotados por hábiles jefes españoles como Boves, capaces de movilizar contra la élite a pardos y llaneros. la decisión de Bolivar de incorporarlos fue lo que aseguró, en definitiva, su triunfo. Algo similar ocurrió en Nueva Granada, donde además la élite criolla estuvo dividida por problemas de hegemonía regional. En México, finalmente, la fuerte expansión económica del siglo XVIII consolidó a una poderosa élite hispanocriolla y generó violentas tensiones en las zonas rurales, dominadas por la gran hacienda, que estallaron con violencia en 1810. los movimientos de base indígena -encabezados por Hidalgo y Morelosempujaron a los criollos a un ferviente realismo. que sólo se quebró cuando en 1820 la metrópoli, gobernada entonces por los liberales, pareció traicionar a sus aliados.
El balance final que lynch hace del ciclo emancipatorio destaca el contraste entre las esperanzas iniciales y las concreciones finales. La revolución y la guerra forjaron y consolidaron un nuevo nacionalismo político que, sin embargo, aceptó con naturalidad la tutela económica de Gran Bretaña. En lugar de la prosperidad que debía surgir de la libertad económica, la herencia de la guerra revolucionaria fue una economía profundamente herida y estancada, cuya manifestación más expresiva fueron las vastas haci endas improductivas. En la sociedad posrrevolucionaria, formalmente igualitaria, era visible la resistencia a
modificar la situación de negros e indiOS; la élite, aunque renovada en su composición -a ella accedieron buena parte de los jefes revolucionarios- se comportó en forma similar a la tradicional. En la politica, la larga lucha entre conservadores y liberales que se iniciaba, escondía apenas la emergencia del caudillismo militar, una fórmula social y politica destinada a constituirse en uno de los rasgos más característicos de América latina en el siglo pasado.
lynch revisó exhaustivamente todo lo escrito sobre la emancipación, como lo prueba el minucioso "ensayo bibliográfico" final, sin duda un instrumento de inestimable utilidad para quien quiera avanzar en estos estudios. Su obra demuestra que no siempre es necesario que el historiador descubra hechos nuevos o documentos desconocidos para aportar perspectivas renovadoras a la problemática historiográfica. lynch integra equilibradamente el análisis de lo socioeconómico con el del cambiante juego de la coyuntura política y, a la manera de los clásicos del análisis históricosocial, deja un lugar para el talento creador del individuo. Protagonista principal de su relato son los grupos criollos, que oscilan permanentemente entre la hostilidad a los españOles y el temor a indios y castas y su tesis central destaca el poder de las fuerzas conservadoras y la perduración que en el nuevo orden posrrevolucionario tuvieron muchos elementos tradicionales. Pero si
en la antitesis entre tradición o revolución parece inclinarse por la primela alternativa, no desatiende a la revolución que, de hecho y más allá de los designios de la é lite, provocó en la sociedad el propio proceso emancipatorio. Pero quizá lo que más sorprenda al lector sea el relato ágil, desprejuiciado y hasta desenfadado, que lo lleva a proponer fórmulas aparentemente paradójicas y a tratar como personas a figuras habitualmente presentadas como estatuas. lynch, que no debe cargar con el temor al anatema de las corporaciones históricas nacionales, nos presenta, por ejemplO, a un Páez salvaje y analfabeto, más preocupado por el saqueo que por la politica, o a un Santander "falto de sentido del humor, y quisquilloso, que sentía gran interés por el dinero y con una veta de crueldad vengadora".
P u e den, na tu r a l· mente, encontrarse lunare~ en una obra tan ambiciosa: algunas imprecisiones en hechos y datos, fácilmente advertibies en el caso argentino, y tambié n una excesiva fidelidad a fuentes bibliográficas no siempre compatibles entre si. Inclusive podrá descubrirse que algunos aportes más recientes, mencionados en el ensayo bibliográfico o en las notas, no parecen haber sido tenidos en cuenta en la redacción del texto. Finalmente,la versión castellana abunda en anglicismos. Nada de esto, sin embargo, disminuye los méritos de lo que, en definitiva, es un gran libro .•
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La sociedad entrerriana y el primer levantamiento rural.argentino
por Trinidad Delia Chianelli
Los campos fiscales sobre Corrientes. En de Entre Ríos fueron re- ese momento los citaqueridos en diferentes dos intereses se inteépocas por gente pro- graron en la llamada veniente de Buenos Ai- Sociedad Entrerriana. res. Esta constante se Veamos primero en observa desde el pe- forma suscinta cómo se ríodo colonial pero será produjo ese avance en en el período patrio y el siglo XVIII. más especialmente después de la muerte de Francisco Ramírez, cuando se produce el gran avance de los intereses rurales y comerciales porteños sobre esa provincia y también
La protesta de los paisanos rurales entrerrianos contra la apropiación de tierras por una sociedad porteña, en la segunda década del siglo pasa,do, tuvo su eco final en el alzamiento de López Jordán en 1870. En el grabado, grupos tle revolucionarios ¡ardanistas según "Le Tour du
Monde", París, 1873.
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TOdo es Historia 122
Levantamiento rural
en Entre Ríos
La primera y mas importante población efectiva hacIa el Interior de Entre Ríos se hizo desde Paraná y comenzó alrededor de 1760. Las campañas militares realizadas a mediados del siglo XVIII que extinguieron a los ind ígenas, faci litaron ese movimiento. Esta primera corriente migratoria se com ponía de "santafesinos y descendientes de familias colonizadoras de campos cercanos a La Bajada" (Paraná) que, en su intento de procurarse tierras y ganados fiscales, trataban de no lesionar los derechos de los terratenientes que poseían enormes extensiones obtenidas por mercedes ycompras en los siglos XVy XVI. Era una migración de "hijos de la tierra" que no reconocía influencias en las esferas gubernativas.
Casi simultáneamente con este movimiento se produjo otra migración proveniente de Buenos Aires. El interés que despertaron los campos de Entre Ríos en esta ciudad, a partir de 1770, respondería a diversas causas. Estas serían: 1) la extinción de los indios; 2) el propósito de perseguir el bandolerismo y 3) proveer las necesidades de la plaza de Buenos Aires en lo referentes a carnes, carbón, leña,madera y cal. El 60"10 del carbón que se consumía en Buenos Aires, a principios del siglo XIX, provenía de Entre Ríos (César B. Pérez Colman: "Historia de En
. tre Ríos 1520-1810"). La corriente migratoria que
salió de Buenos Aires para ocupar tierras entrerrianas, estaba integrada "por elementos de figuración", que trataron de acaparar grandes superficies"para adquirirlas al Fisco y explotarlas por peones y empleados a la espera de fraccionarlas para la
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venta" (César B. Pérez Colman, loco cit.). Se iniciaron entonces en Buenos Aires, expedientes sobre solicitudes de tierras realengas situadas sobre las costas del río Uruguay, Gualeguay, Gualeguaychú, etc. El citado historiador menciona algunas concesiones y ventas realizadas desde la capital porteña con perjuicio de pObladores que ocupaban la zona con anterioridad.
Los antiguos pobladores se oponían algunas veces por la fuerza a la toma de posesión por los nuevos dueños. Otras, hacían llegar sus quejas a algunos representantes de la Iglesia que visitaban la región con el fin de levantar capillas y formar parroquias.
El informe más interesante sobre la situación de los primitivos colonizadores entrerrianos es el que presentó Tomás Rocamora al Vi rrey Vértiz en 1782, cuando éste lo nombró comisionado para arreglar problemas en Gualeguay. En la segunda parte de ese informe, al exponer un plan económico para la zona, Rocamora habla "de los especuladores que desde Buenos Ai res se han apoderado de enormes extensiones de tierras mediantes denuncias y procedimientos, que si bien se acomodan a las leyes vigentes, se hacen a espaldas de los verdaderos pobladores que han abierto con su trabajo los bosques, los caminos y los surcos de la producción y progresos regionales. Ignorantes estos infelices -continúa el Comisionado- del privilegio de otros poseedores, ignorantes de los remates de la Capital, sin medios para trasladarse a ella y pleitear, pierden a menudo sus derechos, pues si expusieron su razón fue tan remisamente que nunca llegó a la alta jurisdicción de V.E." Más adelante agrega: "Red úzcanse a lo que necesitan, mas que sea con abundancia, pero cercéneseles ono se les permita que adquieran lo muy superfluo para que encuentre acomodo el pobre vecino, que con el producto de la tierra que les sobra aellos puede man-
tener una familia numerosa y útil al Estado". En informes posteriores, Rocamora examina los títulos de los grandes terratenientes declarándoles imperfectos e insiste siempre en las especula-o ciones de los poderosos, y defiende los intereses generales sobre los privados.
Es interesante señalar que la resistencia pasiva de los ocupantes clandestinos sirvió de contención a los especuladores y evitó la formación de latifundios.
El período patrio
Antes de analizar el avance sobre Entre Ríos de los intereses porteños, que después de la muerte del caudillo Ramírez se integraron en la Sociedad Entrerriana, necesitamos conocer someramente el panorama de tierras fiscales existente al iniciarse el período patrio y las primeras leyes que se dieron sobre la materia en esa provincia.
La tierra se siguió distribuyendo como en el período colonial por mercedes, compra en remate y en moderada compensación y los viejos vicios de esa época también continuaron. Las luchas por la independencia y luego las guerras civiles agregaron otros problemas con embargos y confiscaciones de bienes que eran una consecuencia natural de las luchas políticas. Por otra parte los gobiernos patrios aceptaron las mercedes y ventas hechas en el período colonial.
Los entrerrianos eran soldados y pastores. Tanto manejaron las armas como se dedicaban a las tareas rurales. Ramírez había establecido una edad para ese servicio en su Reglamento Militar, pero después de su muerte no hu bo regla respecto a la edad y estado de los obligados al mismo; por lo tanto la mayor parte de los pobladores eran militares. Dado el sistema de reclutamiento, cada uno tenía que equiparse por su cuenta y debía estar preparado para el llamado del jefe; lo que equivaldría al de-
recho de hueste en los tiem pos feudales. Este servicio se correspondía con "privilegios sobre la tierra y protecciones a su manera de vivir" (Miguel Angel Cárcano: "Evolucion histórica del régimen de la ti.erra pública").
Las tierras públicas fueron en muchos casos ocupadas sin pagar impuesto ni arrendamiento. A pesar de esto, los ocupantes clandestinos y poseedores sin título trabajaron las tierras y prestaron a la provincia un importante servicio. Así lo consideró el informe de la Comisión Legislativa que preparó la ley de venta de 400 leguas de tierras públicas de pastoreo en 1861. En esas circunstancias se reconoció el derecho de los simples poseedores para la compra ulterior de los predios que poseían.
El gobierno de Lucio Mansilla: las primeras leyes sDbre tierras
A la muerte de Ram írez le sucedió en el mando su hermanastro Ricardo López Jordán, quien fue depuesto por u na revolución en setiembre de 1821. El coronel porteño Lucio N. Mansilla ocupó el gobierno de la provincia y nom bró secretario de gobierno a Domingo de Oro, sanjuanino, que había llegado con él a la provi ncia.
Las primeras leyes referentes a tierras fiscales se dieron en Entre Ríos después de promulgada su constitución en 1822. MansiIla, con anterioridad a esta fecha, había decretado embargos y confiscaciones yen 1821 había ordenado "vender todo lo embargado que se desconozca perteneciente al Estado".
El 18 de diciembre de ese mismo año, el gobierno por un decreto llamaba a sus hogares a todos los emigrados o expulsados por la administración anterior, a quienes se les restituiría sus bienes, previa acreditación de habérseles secuestrado arbitrariamente.
La Legislatura provincial, por otro decreto posterior del 23/1/1823, reiteró el llamado a
los emigrados para que ocuparan sus tierras en el plazo de noventa días. Los que concurrieran debían probar sus derechos de propiedad sobre el terreno en que tuvieran su establecim iento y debían poblarlo. En caso de no poder poblarlo, debían vender o facilitar de otro modo las suertes de estancias que necesitaban a los que carecían de terreno al efecto. La misma obligación de poblar se extendía a los propietarios de terrenos baldíos residentes en la provincia. El terreno cuyo derecho de propiedad no se justificara, se declararía perteneciente al Estado. Pasados los noventa días que se establecían, el gobierno podría disponer de la propiedad con el objeto de promover el pastoreo. El artículo 7° de este decreto establecía la extensión de las <;>stancias que con los terrenos abandonados, el gobierno formaría y daría para las nuevas poblaciones. Estas serían las tres leguas de fondo y dos de frente; las chacras de doce cuadras cuadradas, una forma de cortar el abuso de dar extensísimos terrenos. Se autorizaba, sin embargo, al gobierno para dar mayor cantidad de tierra en casos especiales. Los llamados a trabajar la tierra con plazos perentorios -señala Cárcano- disfrazaron muchas veces confiscaciones de bienes.
El gobierno de León Solas
Mansilla terminó su mandato el 10 de febrero de 1824 y se nombró en su lugar al coronel León Solas, quien lo había reemplazado interinamente un poco más de un mes en 1823, cualóldo el gobernador pidió permiso para trasladarse a Buenos Aires. En esas circunstancias, Mansilla trató con el gobierno bonaerense asuntos relativos a la provincia oriental y un empréstito para Entre Ríos de 18.000 pesos.
Solas mantuvo a Domingo de Oro como secretario de Gobierno en los tres Departamentos y el 21 de febrero de 1824 nombró a Mansilla en comisión
ante el gobierno de Buenos Aires. Esta comisión consistió en pedir un préstamo a esa provincia para cubrir las necesidades del ejército, pagar parte de la deuda a su comercio y los sueldos a los empleados. Se buscaba tam bién u na convención sobre el envío de tropas auxiliares. Mansilla en su propuesta al gobierno de Buenos Aires insistía en que sin todos esos auxilios "los anarquistas hallarán la más oportuna ocasión para envolver a los amigos de Buenos Aires y del orden en las angustias anteriores" (Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873). Rivadavia, como ministro del gobernador Rodríguez, firmó el decreto por el que se acordó a Entre Ríos un préstamo consistente en u na antici pación de $ 10.000 Y una mesada durante un . año de$ 1.500, a partir de abril de 1824; y el 2 de ju lio volvía a ser nombrado cerca del gobierno de Buenos Aires. Sin perjuicio de esta misión a la que más adelante nos referiremos, fue elegido, con Evaristo Carriego, diputado al Congreso Nacional de 1824 y en representación de Entre Ríos; el 15 de julio recibían las instrucciones correspondientes.
La Legislatura provincial, con el fin de deslindar los campos de propiedad pública de los privados, dictó el 27 de julio de 1824 una ley que fue publicada el 2 de agosto de ese año en toda la provincia. La ley ordenaba que' todo poseedor de campo o suerte de estancia, con el derecho que fuera, debía presentar los documentos con que legitimaba su posesión dentro de los noventa días de la publicación de la¡;ley. Si rehusaban verificarlo se consideraba como si hubieran cedido su derecho al Estado. Los poseedores que no tenían documento alguno pero que fueran conocidos en calidad de tales, se presentarían por escrito al gobierno designando límites para su posesión. Se obligaba también a poblar o a venderen el término de doscien-
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tos cuarenta días después de la publicación de la ley. Cada estancia debía poblarse, al menos, con doscientas cabezas bajo pen.a de ser considerada yerma la propiedad. Los cam pos que no se hubiesen poblado o vendido en el término señalado, pertenecerían al Estado, el que podía disponer de ellos como mejor conviniera al aumento de la población y riqueza de la provincia.
Esta Ley -según Cárcano en su libro citado- produjo serias resistencias porque obligaba en breve plazo a desarrollar un trabajo que ningún poblador pod ía llevar a bu~ término. En realidad detrás de esta ley había un problema muy serio para Entre Ríos: deslindar las tierras públicas de las particulares y llevar a cabo el contrato celebrado por el gobierno con Pascual Costa, representante de la Sociedad'Entrerriana, queconstituye uno de los más serios avances de los intereses porte-
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ños sobre Entre Ríos. Mansllla, el12de agosto, publicabaen "El Argos" de Buenos Aires la mencionada ley y ad vertía a los lectores del periódico que éste era un paso prelimihardel gobierno entrerriano para enajenar las tierras públicas de la provincia a "capitalistas respetables del país", con el fin de atraer la población industriosa a aquel territorio.
Veamos primero el contrato mencionado para después referi rnos a esta famosa Sociedad que no tenía de entrerriana más que el nombre.
El contrato Solas-Costa
La propuesta firmada por Pascual Costa y elevada al gobierno, lo presentaba con poderes para negociar las tierras pertenecientes al Estado y las que algunos vecinos le vendieran. Las ventajas del contrato las sintetizaba en las palabras: "Intro-
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Levantamiento rural
en Entre Ríos
+ Virrey Vértiz: nombró a
Rocamora comisionado para los problemas de Gualeguay
lucio N. Mansilla ordenó vender "todo lo embargado . ..
perteneciente al Estado" +
ducir la abundancia'en el país: con ella hacer encallar las revoluciones interiores a que estrecha com únmente la necesidad y la desocupación de inmuebles paisanos, a quienes se les da ocupación con la admisión y ejecución del proyecto. Proporcionar al gobierno fondos de presente para sus urgencias instantáneas y para lo futuro hombres capitalistas con quienes puede contar para mayores empeños. Atraer vecindarios y comercio desde el momento que el país entrerriano organice la población de sus campos desiertos y empiecen mis poderdantes a derramar su dinero para fecundizarla, y mucho más cuando sus frutos se recolecten". En el' mismo tono promisorio continuaba la propuesta y adjuntaba un contrato de diez artículos. En nombre de sus representados se comprometía, por este documento, acomprartodos los terrenos pertenecientes al Estado que se le vendiesen, arre-
glados en suertes de estancias de tres leguas de frente y tres de fondo. Cada estancia con puerto en río navegable se pagaría a 150$, la que distase cuatro leguas a 90$ y las que se hallasen más distantes a 70$. La Sociedad costearía los trabajos del agrimensor encargado de mensurar los campos, Se especificaba que de los terrenos pertenecientes al Estado, se separaría del "Rincón de 'Pérez" la suerte de estancia que eligiese el general Mansilla y dos o tres suertes de estancias más "que no serían de las mejores", para que el gobierno las destinase como creyera conveniente. Se le concedía a laSociedad dos años para poblar los terrenos, término a contarse desde el día en que se les pusiera en posesión de todas las tierras contratadas. La propuesta de contrato, fechada en Paraná el30 de julio de 1824, fue firmada por Solas y su ministro Oro el2 de agosto yelevada y aprobada por la Legisla-
tura en la misma fecha. ¿Qué llevó al Gobernador a
negociar este contrato tan perjudicial a los intereses de los pobladores de los campos de la Provincia? Al parecer el serio problema económico que vivia Entre Rios, como él mismo lo señaló. El 8 de noviembre de 1824, en la apertura de las sesiones de la Legislatura entrerriana, Solas,en su mensaje, dijo entre otras cosas: "Haciendo uso de la ley SObre terrenos el Gobierno había contratado con una poderosa sociedad de Buenos Aires la compra de los campos del Estado, Ella [la Sociedad] dedica un fondo ingente para poblar nuestra campaña de ganados y la adquisición de estos capitalistas volverá prontamente al país a aquel estado de riqueza y prosperidad de que le privó la guerra. Para este caso el gobierno se propone negociar la deuda pública y variar abso lutamente el sistema de hacienda y darle una forma más económica y' regular"' (Recopilación de Leyes, Decretos y acuerdos de la Provincia de Entre Rios).
El contrato causó indignación como enseguida veremos. En primer lugar se había vendido la legua de los mejores campos que tenía la provincia, es decir, los que estaban próximos a un puerto en río navegable, por menos de 17$ y los campos del centro de la misma, la mayor parte de los del Cié, Nogoyá y Don Cristóbal a menos de 8 $, (Martín Ru~ Mo~no: op. cit.) Otra causa que también señala este autor y que su blevó la opinión pública, fue la circunstancia -a su entender inexplicable en el gobernador Solas, a quien considera de buen sentido y bien intencionado a pesar de s.u limitada instrucción-de haber empezado a poner en vigencia la ley de 1823 sancionada durante el gobierno de Mansilla y la de juliO de 1824. Ya hemos visto que Mansilla reconocía que esta última leyera el paso preliminar para hacer el contrato. Recordamos que la ley de 1823 había
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dado un plazo de noventa días para que los propietarios presentasen sus títu los bajo pena de pasar el terreno a ser de propiedad pública. La ley de 1824 señaló igual plazo para todo poseedor o propietario con la misma pena. Además obligaba a poblar cbn un número determinado de hacienda en el término de 240 días, o de lo contrario vender. Si así no lo hacían el campo pasaba a ser de propiedad pública. A estas dos leyes se agrega la dictada por la Legislatura del16 de dlciem bre de 1824. Por ella se decretaba que toda persona que no fuera propietaria y poseyera un cam po totalmente despoblado debía dejarlo a favor del gobierno y pedir en cambio una suerte de chacra en las inmediaciones de un pueblo, la que se le entregaría con la obligación de dedicarse al cultivo según sus medios. Si bien el espíritu que informa las leyes citadas parecería el de poblar y cultivar, es evidente que los meros ocupantes, los poseedores y los propietarios con pOcos recu rsos se veian obligados en un plazo breve y perentorio a poblar o vender o entregar las tierras al Estado, que con esta com pulsión quedaba dueño de grandes extensiones que vendería a la Sociedad Entrerriana.
La Sociedad Entrerriana
La Sociedad Entrerriana estaba formada por comerciantes y financistas de Buenos Aires. Ellos eran· Ruperto Albarellos. Juan Pablo Sáenz Valiente, Juan Ferntindez Malina, Juan Pedro de Aguirre, Nicolás de Anchorena, Tomás Manuel de Anchorena, Manuel de Arroyo y Pineda. Braulio Costa, Marcelino Carranza, Pedro Trapani, Félix Castro, la Sociedad S. Lezica y hnos, Guillermo Parish Robert-
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son y Pascual Costa, quien actuó en Entre Ríos como representante de la Sociedad para la firma del contrato. ("La Provincia de Entre Rios demandada ante la Corte Federal", serie de artículos de "El Uruguay" que publica "La Nación Argentina", 19 y 20 de junio de 1865). Los detalles sobre esta Sociedad los conocemos por la campaña periodística que se desató en 1864 y 1865, tanto en Entre Ríos como en Buenos Aires, a causa de que Enrique Yateman, yerno de Marcelino Carranza, se había presentado como apoderado de ella para reclamar, primero ante Urquiza y luego ante el gobierno de Entre Ríos, el cumplimiento del contrato de 1824. La Legislatura entrerriana había dispuesto, en 1861, la venta de 400 leguas de tierras fiscales de pastoreo y esto motivó la reclamación y su lógica consecuencia.
Lucio Mansilla, en los artículos publicados en "La Nación Argentina", aparece como persona a quien la sociedad interesó en estas ventas de las tierras fiscales con la décima quinta parte de las utilidades como socio, en igualdad absoluta con otros catorce. miembros. Yateman, en su escrito publicado en El Nacional, menciona a los otros miembros pero no a Mansilla y sostuvo que el hecho que este general apareciera en el contrato con derecho a una suerte de estancia, fue una condición que impuso el gobierno de Entre Rios, como él mismo lo señala en la Introduc· ción de su Memoria cuando dice: "Organizada la Sociedad Entrerriana cuya formación fue calcu lada por las dificu Itades que me había significado el inmortal Rivadavia para subvencionar a la Provincia, como lo estaba haciendo, por la falta de fondos fiscales, encontré el medio más eficaz para proveer de rentas al gobierno de Entre Ríos con las consecuencias al impulso que se prpponían con dicha sociedad" (Santiago Moritán: "Mansilla, su Memoria Inédita. Ramírez, general, guerrero y estadista").
La Sociedad Entrerriana-de
acuerdo a los miembros que I.a componían- estaba integrada por "el grupo Costa", nombre que le dieron los historiadores Ortega Peña y Duhalde, quienes analizaron sus manejos en el negocio de las minas de Famatina. Este gru po con intereses conómicos idénticos - que estudió especialmente Hugo Galmarinni en su libro: "Negocios y política en la época de Rivadavia"actuó, aprovechando la coyuntura económica en negocios financieros como el empréstito Baring, el Banco Nacional, el negocio de las minas de Famatina entre otros. No podía ser ajeno a su quehacer especu lativo el negocio de tierras y ante los problemas económicos entrerrianos se hizo presente con la compra a precio irrisorio de las tierras fiscales. El diario "El Uruguay", en 1864, sostenía que el gobierno de Solas no había hecho una venta sino una merced a esta Sociedad. En la serie de artículos publicados en "La Nación Argentina" se decia: "Si Entre Ríos no se hubiese sublevado contra los monopolizadores de tierras de Buenos Aires, si La Rioja no se hubiese sublevado contra los monopolizadores de minas de Buenos Aires, si todos los pueblos no hubiesen sentido el peso opresor de tantas ambiciones, Rivadavia hubiese llevado a cabo su obra" 3/V1/1865). Aunque no coincidamos totalmente con el párrafo citado, es evidente que son palabras para meditar.
Mansilla no sólo introdujo a este grupo cerca del gobierno de Entre Ríos en el negocio de tierras, si no que cuando en ju lio de 1824, fue nombrado para conseguir un empréstito en Buenos Aires, se conectó -quizá por la imposibilidad del gobierno bonaerense para concederlo- con B'raulio Costa, cabeza del gru po y u no de los más representativos del mismo.
Pero el préstamo no resu Itaba tan sencillo en vista de las garantías que el prestamista exigía. El gobernador Solas pidió el 2 de noviembre, acuerdo a la Legislatura" para trasladarse a
Buenos Ai res y allanar negocios de suma importancia que podían formar el arreglo de la Hacienda de la Provincia". De paso por San Nicolás tuvo una reunión con los diputados entrerrianos al Congreso Nacional Mansilla y Carriego. Solas retomó el gobierno -que había quedado en manos del Cnel. Pedro Barrenechea- el 6 de diciembre de ese mismo año y al día siguiente, la Legislatura comunicaba que había algunas dificultades de salvar para entablar con el prestamista Braulio Costa, el empréstito que se había considerado pedir para arreglar el ramo de hacien(ia de la Provincia. Se consideraron inmediatamente las proposiciones que el agente Mansilla había girado a Solas con fecha 26 de noviembre, después de comunicarse con Costa.
Las proposiciones decian que: "el gobierno debía ser facultado por la Legislatura para que se negociara una cantidad suficiente al 40% o lo que es lo mismo con un 60 de pérdida". La misma cantidad podría negociarse al 5 % siempre que el gobierno de Buenos Aires se comprometiera a pagar amortización de Aduana, reglándose la manera de hacer su cobro por un acuerdo con los prestamistas. Además el gobierno de Entre Rios dejaría previamente en depósito, en Buenos Aires, la cantidad de 40.000$ para responder por la amortización y rédito por el término de dos años. Esta cantidad se colocaría al1 % anual y la amortización y pago del rédito se haría por trimestre (Libro de Acuerdos del Honorable Congreso de Entre Ríos).
La Legislatura, después de un detenido examen de las proposiciones, decidió suspender la negociación y sostuvo "que podría resolverse con conocimientos mas seguros sobre esta materia". Era éste un "favor" demasiado caro que Costa le hacía a Entre Ríos ...
Además del contrato SolasCosta que hemos mencionado, el grupo estaba en una gran expansión ru ra 1. Brau lio Costa y
Marcelino Carranza se asociaron para comprar tierras a particulares en Entre Ríos -por cuenta de la Soc,iedad Entrerriana, segun Yateman en su defensa-teniendo como socio administrador a Eugenio Perichon (Hugo Galmarini, op. cit.). La estancia la habían comprado el 2911/1825 a Francisco Fernández, comandante de milicias de Concepción del Uruguay y estaba situada sobre el río Gualeguay y el arroyo Lucas (César B. Pérez Colman, op.cit.).
El 3 de julio del mismo año, José Ignacio de Vera vendió a Marcelino Carranza cinco leguas frente al Paraná pordiezde fondo al este (César B. Pérez Cólman, op.cit.). El mismo Marcelina Carranza asociado a Juan Pedro de Aguirre había comprado tierras en el Rincón de Vera, las que en febrero del año siguiente estaban ya dispuestos a vender a la Sociedad Rural (Carta de Aguirre a Carranza Bs.As.,25/11/1826, Archivo Aguirre),
Trapani, otro miembro del grupo, el 16 de setiembre de 1824, dio poder a Juan Lanús y en su ausencia a Juan Camps, entrerrianos, para que solicitaran del gobierno la venta del Rincón de Pérez, que eran terrenos del fisco (Archivo de Gobierno, Serie VIII, Paraná). Recordemos al efecto que en el contrato Solas-Costa, además de la suerte de estancia que Mansilla eligiese del Rincón de Pérez, se iban a separar dos o tres suertes más, para que el gobierno las destinase como creyera conveniente.
Pero el interés por la especulación en tierras fue mas allá de Entre Ríos y el libro mencionado de Galmarini nos informa al respecto. Hemos encontrado, además entre los papeles de Agui rre, que él con José María Roxas y Manuel José de Haedo formaron una sociedad, que comisionó a Bartolomé Lascano, para la mayor compra de tierras "patriolengas" que pudiera conse¡:¡uir en Corrientes, con preferencia sobre el Paraná. Allí adquirieron grandes extcn-
h .
siones. Hay un borrador de Aguirre dirigido a Lascano, con fecha 19/XI/1825, en el que le insiste en no perder· el menor 'tiempo de hacer la compra del Rincón de Luna, porque el Ejecutivo Nacional- el gobernador Las Heras, de acuerdo al artícu lo 8 de la Ley Fu ndamental había pasado al Congreso u n proyecto de la ley por el que se prohibía la venta de las tierras públicas para que garantizaran el Empréstito Nacional de 10 miUonesde pesos (ley del 27 de octubre de 1825) que se había mandado negociar en Londres. "El empréstito ya está acordado -dice Aguirre- y si el Congreso sanciona la leyes un obstáculo para nuestro negocio".
Mansilla, desde Buenos Aires, en carta del 17 de agosto de 1824, le insistía a Solas en el interés de gente de la capital por las tierras entrerrianas. Le comunicaba en esa fecha al Gobernador, que dado el decreto sobre tierras-se refiere al de 27 de ju lio de ese año-se apersonaban diariamente a él capitalistas de su conocimiento para comprar tierras en Entre Ríos con el fin de poblarlas. Le sugería que se dirigiera a los comandantes de los Departamentos imponiéndolos del hecho, para que remitieran al Gobierno o directamente a él, la lista de los que quisieran vender y así formalizar el contrato. Le recordaba en esas circunstancias que la mayor parte de los hacendados entrerrianos carecían de ganado y al vender una parte en sus tierras, con el producto podían comprarlo (Archivo de Gobierno, Serie VIII Carpeta 2, Legajo 4,Paraná).
A todo esto, el gobierno, por circular del 28 de julio, ya se había dirigido a los comandantes pidiéndoles que le enviaran la exacta noticia de los terrenos baldíos y de toda clase, comprendidos en los distritos correspondientes (Comunicación de Mateo García de Zúñiga a Solas, Gualeguaychú 121V1I1/1824, Archivo de Gobierno, Serie 1, Carpeta 8, Legajo 6 Paran á).
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El informe del comandante dia; para lo cual García de ZÚ-de Gualeguaychú: ñiga insistía en que era indis-Mateo García de Zúñiga pensable que se empezara por la
mensura de los terrenos ocupa-Dn. Mateo Garcia de Zúñiga, dos, no de los supuestos baldíos
comandante de Gualeguaychú, para entregarlos a la Sociedad acusó recibo de la comunica- Entrerriana, agregamos nosoción de julio y el 20 de enero de tras. Le aclaraba, además, que 1825 envió al gobernador un in- campos baldíos, en riguroso senformé, que respondía al pedido tido, no había dilatados en ese de Solas sobre terrenos baldíos. Departamento, aunque, "deben El comandante advertía que la existir -agregaba- algunos esmayor parte de los terrenos, aún pacios que no pueden clasificuando mediaban denuncias carse por el momento, por estar hechas a los antiguos cabildos y , confundidos entre las denunjueces territoriales no estaban cias que han presentado los pomensurados. "Las declaracio- bladores contiguos que quizás nes -decía- se han hecho a ojo y se han extend ido en sus respecson erróneas, tanto las primeras tivos límites". Recordemos al que se hicieron como las poste- efecto que los pobladores, en riores, porque -según su expre- cumplimiento de la ley del 27 de sión- se cruzan en direcciones julio de 1824, se habían apresuopuestas". De modo que no se rada a presentar documentos podía determinar con exactitud para acreditar, unos la propielos campos baldíosen su distrito dad y otros la posesión. Le decía sino después de que cada po- que, por otra parte, había intereblador hubiera justificado debi- sados en las tierras que justifidamente el derecho que tenía al caban una posesión no inteterreno que oCljpaba o defen- rrumpida ni disputada de diez,
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veinte y más años, aunque 'nc manifestaban denuncias forma· les ni mensuras ya por no haber· las hecho o por haber perdido los documentos en el transcurso' de la guerra civil. "Qtros campos hay -añadía- que durante la guerra se poblaron con licencia de los comandantes militares y jueces civiles y algunos, por último; que lo verificaron sin nin~ gún permiso, teniendo en este momento ganados y otros enseres ru rales". Mateo García de Zúñiga aconsejaba la mensura previa para evitar que el gobierno extendiese títulos de propiedad apoyado únicamente en la autenticidad de los documentos que presentaran algunos pobladores y evitar las cuestiones y litigios que se iniciarían entre los hacendados sobre el deslinde de sus posesiones. "Ya existen muchas ante el juez civil -agregaba- sobre el derecho de prescripción que alegan much6s, contra el de antigOedad que sostienen otros". Este va-
I
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Levantamiento rural
en Entre Ríos
La bajada del Paraná en 1829, según una litografía de
Alcides D'Drbigny
Don Domingo de Oro, secretario de gobierno de
Mansilla y de Solas
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lioso informe que nos presenta tan claramente el problema de propietarios, poseedores y meros ocu pantes de las tierras de pastoreo, a continuación de las guerras civiles, se complementa con la mención de las vicisitudes de los agricu Ita res en el Departamento de Gualeguaychú. (Archivo de Gobierno, Serie VIII, Carpeta 2, Legajo 22, Paraná).
En febrero de 1825, también el comandante del 2° Departamento Ricardo López Jordán, oficiaba al Gobierno pidiéndole instrucciones para cumplir órdenes, en el caso de vecinos que poseían campos desde muchos años atrás sin oposición de linderos y que los habían solicitado, por esta razón, como correspondientes a sus poblaciones. Este panorama tan confuso era sin duda el de toda la provincia de Entre Ríos y debía ser conocido por las autoridades. A pesar de ello, el contrato Solas-Costa siguió adelante como ensegu ida veremos.
La ejecución del contrato y el levantamiento rural
El gobierno entrerriano apremiado por necesidades económicas, pidió a la Sociedad Entrerriana por intermedio de Mansilla, el 16 de diciembre de 1824, 3.000$ a cuenta de los terrenos vendidos. Mansilla, en posesión del dinero, cubrió vari06 c.réditos del gobierno entrerriano en Buenos Aires y envió 2.000$ al gobernador el 7 de enero de 1825 (Carta de Mansilla a Solas, Bs. As., 7/1/1825, Archivo de Gobierno, Serie VIII, Carpeta 2, Legajo 4, Paraná).
En esa misma fecha, León Solas escribía a la Caja de Concepción del Uruguay y a los Ministros Generales, comunicando que la Sociedad Entrerriana había nombrado como agente en el negocio de terrenos, al contador de esa Caja, Juan Lanús, y que el Gobierno había decidido admitirlo en ese nombramiento con retención de su empleo. Al
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mismo tiempo ordenaba que se presentara en Paraná para entregar la Contaduría al Administrador (Archivo de Gobierno, Serie VIII, Carpeta 2, Legajo 32, Paraná).
La Sociedad Entrerriana designó como agrimensor a Francisco Mesura, quien en compañía de Lanús, el 2 de febrero de 1825, estaban dispuestQs a emprender la marcha hacia la campaña para comenzar la medición de los campos comprados por la Sociedad. Solas nombró al Comandante del 1er. Departamento principal coronel Pedro Barrenechea como juez comisionado de la mensura a cumplirse.
.Lacomisión, acompañada por fuerza armada, comenzó a medir los que consideraba terrenos baldíos, por las costas del arroyo Cié y para el 29 de mayo había reconocido cuatro suertes de estancia, después de muchos trabajos, (carta de Mesura a Aguirre, Campos del Cié y Nogoyá, 29/)//1825, Archivo Aguirre). En esta carta, Mesura prometía pasar a medir muy pronto los campos entre el arroyo Cié y el río Gualeguay. Pero casi inmediatamente empezaron las protestas de ocupantes y linderos, muchos de ellos antiguos vecinos de la zona, tales como Leonardo Millán, Pedro Pablo Ezeiza -estanciero éste muy poderoso- Teodoro Soto y otros. Estos vecinos hicieron oposición a la mensura por medio de escritos presentados a los alcaides, pero no se hizo lugar en ese momento a estas protestas.
El malestar crecía. Mateo García de Zúñiga y José María Echeandía reunieron en la plaza de Gualeguaychú, el 24 de mayo de ese año, con motivo de las fiestas patrias, alrededor de 170 hombres para protestar por la mensura ordenada en los cam-
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pos del Estado. Mansilla, que había sido notificado del hecho por 'Solas, decía en una carta al gobernador, que sabía que Zúñiga había prometido atacar con las armas a la autoridad si continuaban los trabajos de mensura y habría señalado que la venta citada había sido "para llenar de dinero el bolsillo particular del Gobernador" y de él mismo. Por Jo tanto exigía una reparación por parte del gobierno entrerriano en los aspectos en que García lo había atacado y la publicación de todo lo actuado, para que se viera "el manejo no sólo desinteresado sino muy generoso con que he desempeñado todo lo relativo a intereses de la Provincia" (Archivo de Gobierno, Serie 1, Carpeta 9, Legajo 2, Paraná).
Mansilla, frente al silencio del gobernador Solas, devolvió la comisión que tenía como agente de Entre Ríos ante el gobierno de Buenos Airesel16de julio, es decir, su cargo de diputado al Congreso Nacional y el 25 de agosto cesó en él. En 1826 sería uno de los diputados del gobierno riojano ante el mismo Congreso: había sido señalado a Quiroga por Braulio Costa, como muy recomendable para representar a esa provi ncia. El grupo Costa estaba entonces ligado al caudillo riojano por el negocio de la explotación de minas (Hugo Galmarini, op. cit.).
A todo esto, la comisión de mensura, para el 2 de agosto de 1825, no había podido aún medir los cam pos situados entre los arroyos Cié y Nogoyá, como había prometido en mayo, y el agrimensor, en esa fecha, enviaba a la Sociedad, por intermedio de Aguirre, un diario de operaciones para que se informara de las persecuciones y tropiezos que habían sufrido (Carta de Mesura a Aguirre, Campos del Cié y Nogoyá, 21VII/1825, Archivo Aguirre). Por carta posterior sabemos que esos "tropiezos" se debían a la oposición que le había hecho el comandante de Gualeguaychú: García de Zúñiga. De todos esos contratiempos la comisión ha-
bía dado cuenta al gobierno y habían resuelto establecerse en Gualeguay, con la fuerza armada que los acompañaba. Allí, el 7 de junio, los había entrevistado el gobernador Solas, quien les sugirió esperar hasta que él enfrentara personalmente el problema. A los pocos· días regresó a Nogoyá con la noticia de que todo estaba solucionado y pOdian continuar, pero les aconsejó suspender la mensura hasta el 10 de octubre, a causa de los fríos del invierno, las aguas y los cardos. La comisión esperó un tiempo más breve de lo aconsejado, durante el cual el Cne!. Laureano Márquez reemplazó a Barrenechea que estaba enfermo: E11° de agosto empezaron nuevamente los trabajos de mensu ra entre el Cié y el Gualeguay, trabajo que terminaron el 22 de ese mes y midieron sólo dos suertes de estancia. El agrimensor señalaba a Aguirre que ese era todo el campo vacante porque en el resto había pobladores "con títulos de merced" .
Lanús, mientras tanto, le había escrito a Mesura, desde Concepción del Uruguay, comunicándole que los vecinos de ese Departamento se oponían a la medición. Recordemos que el comandante general del mismo era Ricardo LÓpezJordán. El coronel Márquez, en conocimiento de que un representante de ese Departamento pasaba a reclamar la suspensión de la mensura ante el gobierno de Paraná yque el departamento de Gualeguaychú hacía nuevamente oposición, decidió suspender los trabajos hasta nueva resolución del Gobierno. Es probable que hubiera influido en esa decisión la entrevista que Márquez había tenido con García de Zúñiga en Gualeguaychú, el 28 de agosto~ En ella, García y otras personas de probidad, lo habían convencido que en aquel Departamento, en el de Mandisovíyen el de Mocoretá no había terrenos vacantes para medir, porque esos cam pos estaban enajenados por documentos antiguos, por reclamación de derechos y
"por gracias modernas". Todos los datos que hemos señalado fueron transmitidos por Mesura a Aguirre en una carta muy larga y mi nuciosa, fechada el 8 de setiembre de 1825, que está entre los papeles del Archivo de Aguirre.
Mientras estos trabajos seguían paralizados, la Legislatura entrerriana dio una ley, el 26 de setiembre de ese año, por la que se disponía que toda venta de terrenos u otra cualquiera propiedad del Estado, debería hacerse en subasta pública y a quien más diera, precediéndose el hecho con avisos públicos en los Departamentos. Esta era una forma de dejar sin efecto el contrato Solas-Costa. El Gobernador salvó la situación al ordenar que se diera posesión en las seis suertes de estancias mensuradas hasta ese momento.
La posesión de las 44 leguas medidas había querido hacerse en forma global, sin citación de linderos, que era un trámite indispensable. Solas anuló las primeras diligencias y nombró al comandante de Gualeguay teniente coronel Gerónimo Cáseres para que practicara de nuevo las diligencias de posesión en la forma conveniente.
Las protestas aumentaron en este caso al darse u na mayor publicidad con los nuevos trámites que comenzaron ellO de enero de 1826. García de ZÚñiga,el12 de diciembre del año anterior, había vuelto a ofic'iar a Solas recordándole los problemas que le había mencionado en el informe de 1824 y le advertía, que ofreciéndose varias cuestiones contenciosas entre los individuos que habían obtenido concesiones por decretos del gobierno, quedaba obstruida la posesión que reclamaban los interesados. A esta altura de los acontecimientos, los comandantes mencionados estaban dispuestos, con las armas en la mano, a defender las tierras y no ceder a los nuevos especuladores.
Esta conmoción social de la campaña pronto se transformará en revolución, que dio por
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resultado la caída de Solas, según afirma también Ruiz Moreno en el libro que hemos mencionado.
La elección del nuevo gobernador
Solas finalizó su mandato en diciembre de 1825. La Legislatura se reunió el15 y eligió para el siguiente bienio -después de dos votaciones sucesivas en las que triunfó- al Comandante General del 2° Departamento principal, coronel Ricardo López Jordán.
Se señaló entonces en dicho cuerpo que ese nombramiento podía ocasionar males a la Provincia y el representante Escobar dijo que "en las circunstancias presentes" no era posible que se lo eligiese a López Jordán. Esas "circunstancias" eran que López Jordán unido a García de Zúñiga y al frente de sus respectivos Departamentos apoyaban y encabezaban el movimiento de resistencia de esa campaña a la resolución del Gobierno de entregar las tierras a la Sociedad Entrerriana.
El gobernador Solas inició una acción de presión sobre la Legislatura para conseguir su reelección. Ello de enero de 1826, logrado su objeto, juraba ante la Sala de Representantes (Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos).
La reacción de López Jordán no se hizo esperar. El 20 de febrero de 1826 denunció a la Legislatura las maniobras de Solas para hacerse reelegir y la resolución de los habitantes del Distrito 2° Principal, que comprendía cuatro departamentos su balternos, que lo habían autorizado -mediante actos en sus respectivas jurisdicciones- para sostener las leyes y formas constitucionales juradas por laprovincia. Solas ordenó retirar las milicias de estos departamentos pero no fue obedecido y el comandante de Gualeguaychú, García de Zúñiga, se puso en marcha hacia Concepción del Uruguay para reunirse con López Jordán. A su vez, Solas
...
nombró al coronel Barrenechea para que, al frente de las divisiones que estaban acam padas a orillas del arroyo Nogoyá, resolviera el problema por las armas.
El gobierno nacional intervino cuando Entre Ríos estaba al borde de la guerra civil. En ese momento Rivadavia era presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata y ya estaba declarada la guerra con el Brasil. Manuel Escalada fue el enviado del gobierno central para lograr un avenimiento entre las dos fracciones antagónicas. Solas acordó con Escalada, el 8 de marzo de 1826 en Paraná, en renunciar al cargo de gobernador después que las fuerzas se retiraran a sus respectivos departamentos. Por su parte López Jordán aceptó retirarse con sus tropas el16 de marzo, y se comprometió a acatar al gobernador que nom brara el Cong reso de la provincia. El 4 de abnl de 1826 fue elegido gobernador, con carácter provisorio, el teniente coronel Vicente Zapata, quien ejerció el cargo hasta ello de marzo de 1827 en que lo sucedió Mateo García de Zúñiga. La Legislatura, en julio de 1828, para evitar un factor irritativo en la Provincia, prohibió el desembarco de Lucio Mansilla en cualquier punto de ese territorio (Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos).
Así terminó el problema de la venta de tierras públicas realizada con la Sociedad Entrerriana. El contrato caducó de hecho al no darse posesión de las tierras mensuradas ni poblarlas. Una gran injusticia se evitó gracias al levantamiento de la población apoyada por sus comandantes. Los informes de Rocamora con sus tan justos reclamos no habían logrado cambiar la situación legal de los pobladores y las tierras. En este caso, los jefes que hemos mencionado lograron con las armas hacer valer el derecho que asistía a los humildes vecinos. No dudamos que al defenderlos defendían también sus propias tierras.
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Todo es Historia 122
Levantamiento rural
en Entre Ríos
Otra vez la Sociedad Entrerriana
La Sociedad Entrerriana desaparecip de la Provincia hasta que, en 1861, se dio la ley que permitía al gobierno vender 400 leguas de tierras fiscales. En esas circunstancias, Enrique Yateman, yerno de Marcelino Carranza como anteriormente hemos señalado, actuó en representación de los sucesores de dicha Sociedad -excluyendo a 10s'Anchorena- y reclamó primero cerca de Urquiza la validez del contrato de 1824, que no se había podido cumplir-según élpor la guerra con el Brasil y los hechos posteriores que acompañaron a la dictadura de Rosas. Exigía el reconocimiento de la propiedad y por lo tanto la entrega de las 44 leguas mensu radas entre el arroyo Cié y el NogO)'~ y dadas en posesión -según sus palabras- por el comandante Cáseres. Por lo tanto, pedía la suspensión de las ventas que había comenzado a reaI izar e I gobierno.
Yateman llevó luego su reclamación yel pleito ante las autoridades provinciales. En esos momentos las tierras ten ían nuevos poseedores y algunos de gran influencia como Salvador María del Carril. Este, en carta al senador Benjam ín Victo rica, yerno de Urquiza, al señalarle las razones legales que debía esgrimir la Provincia en ese pleito, le decía' "Sobre el asunto de la Sociedad Entrerriana hay algunas observaciones que desearía llamasen su atención. Ese contrato se funda principalmente en la necesidad de poblar y utilizar las tierras vacantes de la Provincia, yen ese estado se suponían casi todas ellas aún las que yacían en los Departamentos más favorecidos por la pro-
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ximidad de los nos navegables y con pastos blandos yabundantes. La falsedad de estos hechos y su gestiones se prueba por la resistencia que hacían los pobladores y ocupantes a las operaciones de mensura y posesión que una comisión compuesta de hombres de Buenos Aires y abuelos de la Sociedad, practico en algunas partes y procuro practicar en toda la extensión de la Provincia, desoyendo las quejas y oposición del vecindario y pobladores, tanto propietarios, como poseedores con títu lo u ocu pantes autorizados por u na larguíslma posesión y establecimiento, a considerarse preferidos en la com pra de las tierras en que habían sustentado sus familias. Estos hechos deben informarse recogiendo los testimonios de las personas que aún sobreviven y fueron testigos, actores y víctimas de tales violencias. Conviene que las falsas sugestiones en que se motiva ese contrato se pongan en la mayor evidencia y tomen pie en ella para fundar el derecho, que las autoridades su periores de la Provincia, y en este caso ella misma directamente por sus pronunciamientos armados, tuvieron para cancelar un contrato fraudulento y obtenido subrepticiamente". Cuando del Carril escribía esta carta, la Provincia había sido demandada ante la Nación (Carta de del Carril Victorica, 16/X/1864, Archivo Urquiza).
La provincia de Entre Ríos, frente al pleito, se expidió, en marzo de 1864, por med io del fiscal y de un asesor ad-hoc. Este consideró que no fue un contrato de compra-venta el realizado con la Sociedad Entrerriana sino "un contrato innominado", por el precio que se estipuló, que demostraba que no había sido el interés la causa del mismo. Además en ese contrato condicional no se había cumplido la cláusula fundamental que era la de poblar. Las vistas de am bos letrados fueron coincidentes, se tomaron por resolución definitiva y el gobierno entrerriano continuó con
Braulio Costa, integrante de la "Sociedad Entrerriana" y
capitalista porteño de vastas conexiones
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Salvador María del Carril: "actores y víctimas de tales
violencias"
la venta de tierras fiscales decretada por la ley de 1861 ("El Uruguay" 2 y 13/111/1864).
La Sociedad Entrerriana, como ya hemos señalado, llevó el problema a la Nación y en 1864 demandó ante la Corte Suprema a la Provincia de. Entre Ríos, por incumplimiento de contrato. De acuerdo a lo que nos dice el folleto titulado: "La Provincia de Entre Ríos demandada ante la Corte Federal" que publicó "La Nación Argentina" en 1865, Yateman no habría tenido poder para el caso más que de la sucesión Fernández Malina, Félix Castro, Marcelino Carranza, Manuel y Faustino Lezica. Entre Ríos eligió como procurador de la Provincia al Dr. Romualdo
Baltoré, entrerriano del departamento de Gualeguay, donde estaban los pobladores amenazados, y el Dr. Marcos Ugarte, jurisconsulto de Buenos Aires.
La Suprema Corte se expidió el 2 de mayo de 1874, después de haberse excusado tres ministros de ella por motivos legales. El fallo fue dictado por tres conjueces y un solo ministro: el Dr. Franciso Delgado. De acuerdo al mismo, el cuerpo se declaró incompetente en lacausa, porque, entre otras cosas, la Suprema Corte "no puede juzgar actos y contratos anteriores a la Constitución"; además porque no interviene en casos en los que no se halla interesada la Constitución ni ley alguna nacional (Fallos de la Suprema Corte, T. VI).
Así quedó terminado este conflicto, generado en 1824, que evidenció la constante que señalamos al comienzo del trabajo: el avance de los intereses porteños sobre las tierras de Entre
Un aspecto del delta de Entre Ríos, según la revista francesa
"Le Tour du Monde"
Ríos; constante que se manifestó también después de la organización nacional. Por otra
. parte, nos mostró el poder de especulación del grupo Costa y la reacción saludable de los pobladores entrerrianos y de dos de sus comandantes: García de Zúñiga y López Jordán .•
Bibliografía
Archivo Banco Provincia; Documentos de Juan Pedro Aguirre. Archivo de Gobierno de Paraná, 1824, 1825 Y 1826. Archivo Urquiza. Cárcano, Miguel Angel: "Evolución histórica del régimen de la tierra pública, 1810-1916", Bs. As. 1972. Fallos de la Suprema Corte de Justicia Nacional, T. VI, Bs. As. 1874.
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Galmarini, Hugo R.: "Negocios y política en la época de Rivadavia", Bs. As. 1974. Libro de Acuerdos del Honorable Congreso de Entre Ríos, julio 1824-24/1/1827, Paraná. Moritán, Santiago: "Mansilla-Su Memoria Inédita" en "Urquiza y sus Hombres", Bs. As. 1945 . Pérez Colman, César B.: "Historia de Entre Ríos 1520-1810", 3Ts., Paraná, 1936. Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873,Ts.ly 11, Uruguay, 1875. Recopilación de Leyes, Decretos y Disposiciones relativas a campos de pastoreo, creación de pueblos, égidos y colonias" 1821-1879; Bs. As., 1879. Ruiz Moreno, Martín: "La Provincia de Entre Ríos y sus leyes sobre tierras", Paraná, 1896. "El Argos" 1824. "El Nacional" 1865. "El Uruguay" 1864. "La Nación Argentina" 1865.
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NOS ELOGIAN ... ( •.• y nos dejamos
elogiar)
Los lectores de Todo es Historia están acostumbrados a disponer como suyas de las últimas páginas de cada edición. Esta vez, con motivo de los saludos que hemos recibido en ocasión de nuestro décimo aniversario, hemos resuelto sustituir las habituales cartas que constituyen el contenido de la sección "Lectores Amigos" por una selección de los mensajes y las publicaciones referentes a nuestro cumpleaños. Va de suyo que esta antología de opiniones, al reflejar otras muchas que hemos recibido, implica nuestro reconocimiento y la renovación de nuestro compromiso con nuestros lectores amigos.
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"LA OPlNION" de Buenos Aires, 20.V.1917
" ... Pocas veces una publicación cultural del estilo de Todo es His· toria, ágil, inteligente, cuyas páginas están abiertas a historiadores consagrados como a aquellos que hacen sus primeras armas en el oficio, tiene una continuidad como la que ha demostrado la revista ( ... ) Ha demostrado también Todo es His·
cómo es posible ·crear en una sociedad como la nuestra, desgarrada por irracionalismas profundos y falsas antinomias, un vehículo cu Itural abierto a todas las. tendencias historiográficas. ( ... ) El número aniversario propone una reflexión sobre los últimos diez años de vida argentina, un país que ha padecido un proceso de crisis con su secuela de tensiones y frustraCiones.
"CLARIN" de Buenos Aires, 5.V.1977
"Los diez años de vida de Todo es Historia, sus 120 números con más de 200 colaborado· res, su 'actual ti raje (veinte mil ejemplares aproximadamente), definen por la afirmativa un interrogante: ¿Es posible crear y mantener una revista para el gran público que a la vez se sostenga en u n nivel de calidad? Obvia· mente, Todo es His· toria no fue creada para deleite de los especialistas. En la intención de Felix Luna, autor de la iniciativa, lo que se quiso hacer y se logró fue una revista de historia popular, destinada a los grandes públ icos, donde se narrara una historia para todos y no para unos pocos ( .. )
Todo es Historia significa, paradojalmente, una revista especializada que ha sabido esquivar, con éxito, los exclusivismos. (. _ .)"
DIEGO ARECO y DIEGO O. ARECO (h), de Ciudadela, Bs. As.
"Estas modestas I íneas son para testimoniarle nuestro profundo beneplácito, al haber arribado a sus diez años de vida la prestigiosa revista de su digna dirección, Todo es Histo· ria. Quisiéramos decir muchas cosas lindas para expresarle la emoción que nos embarga, pero imaginamos que Ud. sabrá interpretar nuestro estado anímico, porque nos sentimos ligados moral y espiritualmente a la existencia de la citada publica· ción. ( ... ) Mi hijo y yo nos podemos contar entre los primeros que leyeron Todo es Histo· ria y por la total idad de los ejem piares no aceptaríamos todo el oro del mundo, ya que para nosotros significa un verdadero tesoro ( .. .)"
ARMANDO RAUL BAZAN, de Cata marca
" ... Los 120 números de Todo es Historia publicados en estos diez años son una contribución tan importante como la Revista de Buenos Aires, de Vicente Quesada, o la de Derecho, Historia y Letras, de Estanislao Zeballos, con el valor agregado en faVOr de la primera de estar referida estrictamente a la materia historiográfica. Sostener el interés de los lectores con una sola especialidad, habla con elocuencia de la capacidad de su director-fundador y, sin duda, de la profundización operada en la curiosidad intelectual de
los argentinos. Y este es otro motivo de satisfacción para quienes estamos comprometidos con el quehacer cultural de nuestro paí>. ( ... ) ¡Qué bien empleados estos diez años de vida entregados a la revista! Los frutos logrados demuestran que bien vale la pena dedicarle los próximos diez años, mientras haya salud y emprendimiento intelectual'.
JUAN CARLOS PRIORA, director de la Asociación Casa Editora Sudamericana, Florida, Bs. As.
"Aunque me precio de ser una "rata de librería", la descubrí a partir del N° 13 (para m í ese número no fue infausto, todo lo contrario) y desde entonces me aficioné a ella. Considero que Todo es Historia es un material muy val ioso para mi especialidad, para la docencia y para mi deleite personal. Ad· quirí los doce números anteriores, por lo tanto poseo la colección completa. También la recomendé a mis colegas y a la biblioteca del colegio ( ... ) Todos los meses está en sus anaqueles y es requerida por docentes y alumnos. Le cuento esto para de· mostrarle que mis congratulaciones no son una mera deClamación ( .. .)"
ROGELlO FRIGERIO, de Capital Federal
" ... Lo felicito, no solo por la edición extraordinaria, sino por la también extraordinaria obra cumplida en estos diez años. Creo sinceramente que su revista, al popu larizar la historia sin degradarla, va logrando dos resu Itados igualmente significativos. Por una parte, des·
cubre que hay en nuestr.o, pueblo genuina afiClan por el conocimiento histórico, Por otra, robustece la memoria histórica, tan necesaria a los pueblos ansiosos de realizarse. Con todo ello, la revista misma, aparte de lo que el director tiene hecho como expositor e interprete de nuestro pasado, es parte significativa de la historiografía.
JUAN HUMBERTO MANINO, de Puerto Madryn, Ch.
..... Soy lector y ca· leccionista de Todo es Historia desde aquel venturoso N° 1, Y poseyendo la colección com pleta, veo con legítimo orgullo que ya al-
gunos de sus n,umeros posteriores, por no mencionar el mismo N° 1 revisten en la categorfa de "inhallables". Pienso que eso significa mucho en una publicación tan especial y que ello debe gratificarle a Ud. aun más. Por otra parte, la historia de la revista que Ud. inserta en este N° 120 ha sido más que emocionante para todos los que hemos sido lectores y amigos desde que comenzó su publicación y consideramos ya a Todo es Historia como algo propio y, por supuesto, necesario. Por ello, como asiduo miembro de .esta cofradía repartida, como se observa, por los más apartados ri ncones de nuestro pais, uno mi deseo al de todos de que nuestra re-
vista siga así por muchos más años que los que Ud. propone o espera ... "
OSCAR LUIS ENSINCK, de Rosario, Sta. Fe
"Todo es Historia ya ha trazado huellas en la historiografía argentina. Dios mediante, que las mismas continúen, profundas y claras ...
JOSE LUIS DE IMAZ, de Capital Federal
"Estoy espiritualmente asociado contigo y todo el equipo que trabaja contigo. Diez años ininterrumpid'os de búsquedas, redescubrimientos de raíces y encuentros y malenten-
Ediciones LA BASTILLA presenta
dendidos ya serian suficientes para que, en' un medio lleno de discontinuid.ades, Todo sea Historia, porque ya ha entrado en la historia"
GREGORIO WEIMBERG, de Santiago de Chile
"Acabo de recibir hace unos días· el número especial de Todo es Historia. Si bien aun no la termine de leer, la revista, como siempre y quizás más que otras veces, me parece de sobresaliente interes. Por eso me apresuro en felicitarlo tanto por el aniversario como por el esfuerzo que significa -y lo sé por experiencia- una expenencla semejante. Lo que está Ud. haciendo es harto
LA TIERRA AJENA. DRAMA DE LA JUVENTUD AGRARIA ARGENTINA
sivos de la personalidad. Viviendas precarias. Pobladores ocupantes de "villas de emergencia". Matriz de datos. De donde se llega a dos millones y medio de marginales. 164 páginas.
tisemitismo. Las causas económicas. El futuro del antisemitismo. 320 páginas.
EL DERECHO por Gaslón Gori
Contenido: Una constante sociohistórica. Características de la iuventud campesina. Uniones de hecho. Antiguas colonias agrícolas. LOS que abandonan el campo. Minifundios y latifundios. Analfabetismo en las zonas rurales. Organizaciones juveniles agrarias. La juventud agraria y la tenencia de la tierra. La juventud agraria y la legislación sobre tierra y colonización. La propiedad de la tierra. Congresos sobre temas agrarios. 168 páginas.
LOS HUNDIDOS. EVALUACION DE LA POBLACION MARGINAL por José Luis de Imaz
Contenido: La población marginal, categoría analítica y provisoria. Los registros estadísitcos en la Argentina, su cantidad y calidad. Indicadores expre-
EL ANTISEMITISMO. SU HISTORIA Y SUS CAUSAS por Bernard Lazare
Contenido: Causas generales del antisemitismo. El antijudaísmo en la historia. El antijudaísmo legal moderno. La raza. Nacionalismo y antisemitismo. Las causas politicas y religiosas del an-
,11. EDITORIAL
_ASTREt\ de Alfredo y Ricardo
Depalma S.R.L.
l.v.lie i208 - rEI. 35-1880 - Bs. As.
A LA REBELION por John Locke
Estudia preliminar, selección, cuadro cronolóaico v referencias bibliográficas de Enrique 1. Groisman. Contenido: Consideraciones acerca de las consecuencias del descenso de latasade interés yel aumento del valor del dinero. Carta acerca de la tolerancia. Dos tratados sobre el gobierno.
,J3iografía cronológica de John Locke. 144 páginas.
EL GRITO DE LA TIERRA. REFORMA AGRARIA Y SINDICALISMO por Carlos H. Luparia
Contenido: Estructura agraria y sindicalismo. Evolución histórica del trabajo rural en la Argentina. El trabajador rural. Sindicalismo agrario. Configuración del Derecho Sindical Agrario. 270 páginas.
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infrecuente en nuestro medio y por eso, dejando de lado los merecimientos intrínsecos de su obra, debe ser apoyado y estimulado."
WILFREDO PEREZ, de Montevideo, R, O, del Uruguay
"Salud, diez veces salud, gran director magnífica revista. Desde Uruguay salúdolos amistosa y cord ialmente".
JOSE MARIA ROSA, de Capital Federal
..... Lo admiro a Ud., Luna, por la hazaña de Todo es Historia (por otras cosas, no). Se necesita constancia, laboriosidad, temple e inteligencia, para mantener una revista como esa. De más estaría decirle, porque Ud. me conoce, que no comparto la posición de just milIIeu en que Ud. se coloca y coloca la historia. Pero tal vez Ud. ha dado con la posición indispensable en estos momentos de desconcierto ( ... ) Tal vez el error fue del revisionismo al gritar verdades estridentes, y el método eficaz es suyo al deslizarlas en suaves murmullos y mezcladas con los necesarios exci-
pientes que las hagan digeribles. Usted como poeta y politico, sabe cu~dar las formas. Por eso y por mucho más lo admiro a Ud."
HEBE CLEMENTI, de Capital Federal
" ... Quiero decirle, como si lo tuviera delante, cuánto valoro, aprecio, admiro, lo que Ud. y sus colaboradores consiguen hacer con esas páginas. Porque son medu losas, porque son entretenidas y porque destilan sentido histórico, que es como decir querer por las cosas nuestras, así como son, pero tam bié n con el destello de que tendrán que ser mejores, Quizás sea el.reflejo de su personalidad, pero en todo caso es un casi milagro que logre sostenerse así y, lo que, es más, mejorarse rotundamente a cada paso ... "
IRMA BEATRIZ NARVAEZ, de Villa Unión, La Rioja
"Aquí no siem pre llega Todo es Historia y a veces la hago buscar en La Rioja o en Córdoba, pero trato de
,no perderme ningún número porque me es util ísima para mi labor docente. ( ... ) Ahora veo que ya ha cumplido diez años, no me imaginaba que había durado tanto tiempo una revista tan argerftina, tan interesante. Eso quiere decir que el público no busca solamente leer pavadas, divorcios de artistas o cosas que les 'pasan a los ases del deporte. Desde este lejano pueblo riojano reciba mi fe-
licitación, y mi deseo de que dure mucho tiempo más ese esfuerzo tan lindo".
JULIO OYHANARTE, de Capital Federal
"Es inmenso el material acumulado por Todo es Historia a través de diez años. Pero más importante que la importancia cuantitativa de la revista conceptúo a los numerosos autores que han surgido a través de sus páginas. Dar posibilidad de que esos argentinos enamorados del pasado· de su país se expresen mediante un órgano como Todo es Historia, de amplia repercusión popular, es uno de los acontecimientos culturales más importantes de la decada".
ARNOLDO CANCLlNI, de la Junta Bautista de Publicaciones, Cap, Fed.
" ... Pese a que usted mismo evita el lugar común de hablar de la familia de la revista, no se puede negar que uno de los meritas que podemos expresar referente a ella es que precisamente sea algo que nos ha provocado afecto a todos los que tenemos cualquier tipo de relación con ella; sentirla como una cosa de la familia, como algo que pertenece al círculo de lo afectivo y no meramente de lo i ntelectual. Usted ha conseguido una revista que se hace querer, que se busca no tanto para saber qué dice -aunque en última instancia es por eso que se comprasino primigeniamente
TODO ES HISTORIA- N° 122 - Julio de 1977 - Editor responsable: Todo es Historia S.R.L. Director: Fé!ix Luna. Reúc::ICclon y Administración Viamonte 1479 _ 110 C - Tel.: 40-7545. InSCripto en la Dlrecclon Nacional del Derecho de Autor bajo el N° 1.364.950. Miembro de la AsociaCión Argentm.a de Editores (je Revistas. Distribuidor en CapItal Federal: Antonio Rubbo, Garay 4226, Capital. DistribUidor en interior y exterior: SADYES.A.C.L, Belgrano 365, Capital, Fotocomposición y armado: FOTOCOM S.A.. Sarml9nto 1113, Capital. Impreso en Artes Gráficas Papiros S.A.C.I., Erézcano 3158, Capital.
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para reencontrar algo que se aprecia".
RICARDO J. EDWARDS, de General Galarza, Enlre Ríos
"Vayan mis felicitaciones por la exitosa dirección a su cargo de la revista Todo es Historia, como así también mis 'deseos para que en un futuro no lejano se constituya en la de mayor difusión en el país, llevando a cada argentino la verdad de lo que acontece y muy principalmente en lo que respecta a la historia patria y sus protagonistas" .
GERARDO VON STOSKY, de Ginebra, Suiza
"Como fu ncionario de un organismo internacional viajo bastante por Europa y suelo adquirir las revistas de historia popular que se publican en diversos países, como la italiana "Istoria" o "Storia lIustrata", las francesas" Miroir de I'Histoire" y "Histoire pour Tous", la española "HistOria y Vida" etc. Mi familia me envía puntualmente, desde Buenos Aires, a Todo es Historia. Pues bien, doctor Luna, como argentino me enorgullece decirle que su revista es mucho más enju ndiosa, más rica en contenido que sus similares. Estas le ganan a Todo es Historia en calidad de papel, ilustraciones y presentación, en general; pero la revista argentina es, de lejos, una auténtica fuente de información mucho más seria y competente. Los felicito'por sus prill1eros diez años y les deseo larga vida".
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.la,s mi,sicines_:_'IIHiiirtICll~ flm~t~~ij fed;.(aU¡t. Teorla "Y _práctIca con'stltuClomil (1852 -1916) ,
1',.
~os·,gó_b(erl19S 'miilOr,Ítarlos -' 'El, acceso -del: pueblo al poder (19t6 -1973) _ Suplámento -1: Mujeres Suplemento,: 2: .calles de Bue,nQ:s ,Alre$ Suplemento:3: Caudmo$, Suplemento 4: Monumentos y lugares histó~lc,os
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