lúthien númenessë - foruq

186

Upload: others

Post on 07-Dec-2021

34 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Lúthien Númenessë - ForuQ
Page 2: Lúthien Númenessë - ForuQ

Duología

Lúthien Númenessë

Page 3: Lúthien Númenessë - ForuQ

Título original: Tercer acto.Primera edición: Mayo 2020.© 2020, Lúthien Númenessë

Fotografía de portada© Kris Cole

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bienproducto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo losapercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquiermedio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler ocualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titularesdel copyright.

Registro No. 2005013833681

Page 4: Lúthien Númenessë - ForuQ

“Justo cuando creo que he aprendidola manera en que se ha de vivir,

la vida cambia.”

Hugh Prather (1938 – 2010)

Page 5: Lúthien Númenessë - ForuQ

Para las dos mentes maestras más geniales que he conocido.Disfruten de su niñez; rían, jueguen, diviértanse, pero sobre todo

amen.

Page 6: Lúthien Númenessë - ForuQ

Prólogo

Aún lo recuerdo bien, como si hubiese ocurrido la noche anterior,mirando el techo de mi habitación me doy cuenta que no es así, que ya hantranscurrido veintiocho años desde entonces, sin embargo cada pequeñamemoria, cada insignificante detalle, sigue apareciendo vívidamente entremis pensamientos sin que sea yo quien los invoque. He tratado deolvidarlo, por casi tres décadas he hecho hasta lo imposible por borrarlospara siempre de mi mente, pero entre más lo intento más se aferran a mí.Convirtiendo las noches, como esta, en verdaderos calvarios.

Vuelvo a cerrar los ojos con fuerza, concentrándome únicamente enmi respiración para por fin conseguir un poco de sueño, pero las lucescegadoras aparecen tras mis párpados regresándome a ese lugar, a ese día,a ese sentimiento.

Si fuera creyente de la magia, divina o humana, no habría tardado encomprender que seguramente se trataba de una señal, un mal presagio, elaugurio de que algo malo está por suceder, sin embargo lo interpreto comoestrés laboral y me concentro únicamente en la solución. Giro una vez másen la cama, tratando que con el cambio de postura venga el cambio depensamientos, y por un momento encuentro serenidad dentro de laoscuridad.

Sin embargo mi mente no se queda tranquila, involuntariamentecalculo las horas que tengo para dormir antes de que suene la alarma,avisándome que es tiempo de ponerme en movimiento, repaso lospendientes del día y check list de si he terminado a tiempo con todo lo quenecesitaba quedar listo.

—¡Imposible! —Grito frustrado a una habitación completamentetranquila.

No hay manera de que consiga un poco de sueño. En noches comoesta me gustaría tener instalado un televisor en la habitación, quizás con la

Page 7: Lúthien Númenessë - ForuQ

absurda programación de los canales podría adormecerme lo suficiente.Tomo el móvil de la mesilla de noche y tras una breve pero útil búsqueda,encuentro un par de aplicaciones que reproducen sonidos quesupuestamente ayudan para el insomnio.

Doy un vistazo rápido al reloj, calculando las horas que aún mequedan para dormir, sin duda no las suficientes para hacer frente al día queme espera. Despejo mi cabeza concentrándome únicamente en el sonidoque sale por los altavoces de la habitación; que no es otra cosa que unestúpido audio de las olas del mar, de muy mala calidad y poco relajante.Giro nuevamente en la cama, observando fijamente mi equipajepulcramente acomodado al lado de la puerta, y una vez más voy ahí, a eselugar del que quiero escapar con todas mis fuerzas.

La primera vez que estuve en una función de circo fue a los cuatroaños, con mi madre. Era su cumpleaños y mi padre se encontraba en otroviaje de negocios, me despertó temprano y me pidió que me vistiera, peroen vez de darme el uniforme del colegio me entregó ropa ordinaria, desdemi habitación la escuché llamar al director excusándome porque habíaamanecido con fiebre, llevé mi mano a la frente pues me sentía bien.

Una vez dentro del auto, mientras que enfilábamos la carretera meatreví a preguntar.

—¿Estoy enfermo?Ella sonrió dulcemente y por el espejo retrovisor me respondió en

tono cómplice.—Mantengamos esto en secreto, ¿vale?Condujo por mucho tiempo, desayunamos en uno de esos restaurantes

que se encuentran al lado de la carretera, solo para continuar más allá.Cuando comencé a ver las luces pensé que estábamos en algún paísextranjero. Nunca antes había visto una carpa de circo; la música, losolores, las personas que iban y venían de un lado a otro, los niños con susalgodones de azúcar y manzanas acarameladas, yo solo podía contemplartodo aquello con los ojos y la boca abiertos desmesuradamente.

—Quisiera dos de sus mejores asientos. —Pidió mi madre a unanciano, quien nos observaba desde el otro lado de un pequeño cajón conbarras—. Hoy es mi cumpleaños y he venido a celebrarlo con mi hijo.

El hombre sonrió a su vez, entregándonos las entradas y a mí unenorme globo donde podía leerse el nombre del circo: Ringling Bros. andBarnum & Bailey Circus. Al entrar en la carpa no podía dejar de admirar

Page 8: Lúthien Númenessë - ForuQ

todo aquello, un payaso nos acompañó hasta nuestros asientos en primerafila, una bonita señorita nos ofreció maní, el cual un mono me robódespués.

Entonces las luces se apagaron y uno tras otro comenzaron a salir losdiferentes personajes, quedé maravillado con la diversidad de ellos,bailarinas, magos, acróbatas, payasos; y luego los animales; leones,elefantes, cebras, monos... todo era mágico y asombroso; todo eraperfecto.

Recuerdo que desde entonces quise vivir en uno, mi sueño habíacambiado, ya no quería ser astronauta para ir a la luna y ver el mundodesde arriba, ahora quería ser circense y ver el mundo desde las pistas.Durante muchos años insistía en que me convertiría en uno de ellos y seríaparte del circo. Lo que nunca imaginé es que sería de esta manera.

Page 9: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo UNO

Mae

Quizás si cierro los ojos con fuerza, al abrirlos mágicamente meencontraré en otro lugar, a mil millones de millas de aquí, o posiblementeun millón de millones, tal vez un poco más lejos que eso: uno... dos...tres... No, me encuentro exactamente en el mismo lugar, la aburridaAlbuquerque. «Bienvenidos a la ciudad más amistosa del país», amistosaun cuerno, deberían anunciarla como el lugar más aburrido del mundo.

Montañas, montañas y más montañas, a donde sea que mis ojos vayansolo encuentran enormes cerros de tierra, hace calor y eso es algo que mepone de muy mal humor. Tratando de buscar la sombra de un árbol, unlugar fresco para descansar tras las noventa horas de viaje, de acuerdo, nofueron noventa horas, pero así se sintieron. Necesitaba un poco deprivacidad, estar con mi familia tanto tiempo en veces resulta serabrumador.

—¡Mae, Mae!Hablando del diablo... dejo escapar un suspiro cansado al escuchar la

voz de Obi proveniente del camino rocoso que me trajo a este, al parecer,no tan buen escondite. Junto las rodillas abrazándolas y colocando micabeza entre ellas, tratando de fingir que no lo he escuchado. Vuelve allamarme y solo cierro los ojos con más fuerza queriendo que desaparezcade mi pequeño refugio recién descubierto.

No lo consigo.—¡Eh, Mae! —Llega a mi lado y me da un ligero golpe en la nuca—.

Te estoy hablando, ¿es que no me escuchas? No llevas los auriculares. —Observa al mover mi cabello para dejar al descubierto mis orejas.

—Llevo la música en el interior.—¿Por qué no me respondías?—Porque no creo que nada de lo que vayas a decirme me agrade.Alborota mi cabello y le lanzo una mirada fulminante, ocasionando

que suelte una sonora carcajada.

Page 10: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Frank pidió que nos reunamos antes de comenzar a desmontar.Suspiro molesta.—Lo ves, sabía que no me agradaría.—Además papá te busca, no dijiste a donde irías, solo bajaste de la

furgoneta como alma seguida por los mil demonios.—Sí, sí... lo que sea.Tira de mi brazo para que me ponga en pie pero ejerzo resistencia, no

tengo ganas de hacer nada, mucho menos ponerme a montar la carpa delcirco.

—No te mandas sola, eres...—Parte del circo. —Termino con hastío, lo sé, lo he sabido toda mi

vida.—Pues mueve ese culo, Frank puede ser muy amable con todos, pero

es el jefe, y cuando él llama debemos acudir.—Ser jefe no es lo mismo que ser amo, no somos esclavos sabes, ni

mascotas, tenemos voluntad, vida, cosas que hacer.—Tienes un trabajo. —Termina tajante.Un suspiro pesado, una maldición que se queda atrapada en mi mente

y unas renuentes ganas de hacer nada con este clima de mierda, hacen queme ponga en pie y siga a Obi de regreso a donde se encuentran los autosaparcados. Intento escabullirme alegando que tengo que revisar a Huey,Dewey y Louie, pero no se lo traga y afianza su agarre para que no meescape.

—Los pobres deben estar sedientos.—Hubieses pensado eso antes de dejarlos para irte a holgazanear.Mascullo un par de palabrotas que; no escucha o no se da por aludido.Llegamos frente a la gran caravana donde los Coeur viajan. Ellos son

los propietarios del circo donde mi familia y yo trabajamos, Frank Coeur,junto con su hermano Francis, lo heredaron de su padre. Sin embargo elseñor Francis casi nunca pasa por aquí, lo que hizo que Frank y sus doshijos; Leito y Jolie quedaran al mando de todo.

La gira comenzó hace un par de meses atrás, estamos en nuestratercera parada, pero desde que inició Frank no ha estado en su mejormomento, ahora rara vez se le ve haciendo las rondas y es Jolie quien seencarga de que todo esté en orden y a tiempo para hacer pasar a losvisitantes. Por ello que sea extraño que nos hayan citado a una junta hoy,aunque claro, tampoco es como que me importe mucho, soy parte del circo

Page 11: Lúthien Númenessë - ForuQ

por asociación más que por elección; mis padres pertenecían a lacompañía desde que eran jóvenes, de hecho aquí se conocieron, seenamoraron y se casaron, su vida está en este lugar y aquí es dondeplanean dejarla, al menos con mi madre así fue.

Nunca he tenido opciones, siempre he aceptado todo esto como partede mí, de lo que soy, pero sea lo que sea para lo que nos requieran hoy nocreo que importe si lo escucho o no, no tengo voz ni voto, a fin de cuentassoy solo un payaso más, y no es como que a los payasos no se nos tome enserio, sino que mi padre es quien toma las decisiones por nosotros, por mishermanos y yo, así que, cualquier cosa es con él, nosotros solo acataremossus mandatos y continuaremos con lo nuestro, siendo circenses.

Llegamos a donde todos se encuentran reunidos ya, finalmente Obime suelta del brazo al ver que me quedaré rezagada en la parte trasera delcírculo de personas, a final de cuentas mi padre ya me ha visto llegar.

—Amigos, —la voz de Frank es cadente, como que el solo hecho deestar ante nosotros supusiera un desgaste colosal—. Siempre los he vistocomo mi familia, por eso creo que es justo les diga la situación por la queatravesamos. Acabo de recibir una llamada de Brown, Johnson & PeaceInc., para avisarme que Francis ha fallecido.

Ahora entiendo porque se ve tan demacrado, debe ser duro para Frankenterarse que su hermano ha fallecido y que, además de todo, a cientos demillas de distancia. Hay un murmullo colectivo, aunque, curiosamente,ninguno de los presentes parece estar desconsolado por la noticia, dehecho, examinándolo con cuidado, la expresión de Frank no es depesadumbre o consternación, sino de...

—Pero, la verdadera razón de tenerlos aquí presentes es que...—El tío Francis ha hipotecado el circo. —Interviene Jolie, sin poder

contenerse, sus mejillas se encuentran rojas por la cólera y sus ojos tienenun brillo siniestro, como si estuviese dispuesta a arrancarle la cabeza acualquiera que pase frente a ella.

Frank coloca su manaza en el hombro de su hija, no estoy segura sireprendiéndola o tratando de consolarla. Por mi parte estoy perpleja yexpectante, ¿qué es lo que esto significará para nosotros, para mi familia?

—No, no lo ha hipotecado, simplemente lo ha ofrecido comogarantía.

—¿Garantía de qué? —Pregunta Chandler Canihan.

Page 12: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Y qué tiene que ver Brown, Johnson & Peace Inc.?, ¿qué es lo quehacen?

Frank se frota las sienes.—Francis era un visionario, —palabra elegante para las personas que

no saben lo que hacen—. Él quería que este circo siguiera por el brillantecamino que mi padre y mi abuelo forjaron para él. Lo que no tenía pensadoera morir antes de ver ese plan concluido.

—Se claro, Frank. ¿Qué es lo que quieres decir?—Brown, Johnson & Peace Inc. es una empresa dedicada a

consultorías de inversiones. Dado que Francis hizo un contrato con ellos,poniendo el circo de por medio, la llamada fue para avisarme que unconsultor vendrá a evaluar la situación financiera.

—¿Solo eso? —En esta ocasión es Ron quien ataja.—Por el momento sí.—¿Eso que significa?Tras una larga pausa en la que el nerviosismo de todos es más que

palpable, Frank finalmente responde:—Significa que hay que salir ahí a partirnos el alma y hacer el jodido

espectáculo más increíble que se haya presentado jamás.

Page 13: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DOS

Zachary

—Me puedes explicar, en palabras sencillas y coherentes, ¿qué es loque hace un chico de Edmonton en Alburquerque?

—Trabajar.—Creo que necesitaré un poco más de información.—No sé que es lo que quieres que te diga, Elizabeth, me han asignado

un caso, estoy trabajando en ello.Solo se escucha un teatral suspiro desde el otro lado de la línea. Me

quedo callado tratando de leer los señalamientos en la carretera para llegaral lugar que me han indicado, ya que Elizabeth se niega a terminar lallamada no puedo usar el GPS del auto para orientarme y, debido a que esla primera vez que me encuentro en Nuevo México, no conozco lascarreteras.

—Cuando decidiste mudarte a Nueva York dijiste que sería lo máslejos que estarías de casa.

—He estado lejos de casa desde que tengo cuatro.—Sí, pero...—Elizabeth, estoy llegando, debo dejarte.—Sabes que odio digas mi nombre de esa manera. —Tras una breve

pausa finalmente se despide—. Promete que me hablarás diario.—No es necesario que me cuides como a un bebé, no voy a prometer

algo que de antemano sé no cumpliré.—Zack...—Hablamos después.Prendo las intermitentes, dejo atrás la carretera y me detengo en el

aparcamiento de una estación de servicio, presintiendo que no he tomadola salida correspondiente reviso el GPS, efectivamente, me he pasado portreinta kilómetros. Elizabeth y su incesante parloteo me han quitadotiempo y recursos. Trazo la nueva ruta desde donde me encuentro y vuelvoa comenzar mi camino.

Page 14: Lúthien Númenessë - ForuQ

El trabajo de campo nunca ha sido uno de mis preferidos, hay queconsiderar tantas variantes y estar en constante alerta para poder actuarante cualquier escenario. Sin embargo cuando el señor Peace me lo ordenódirectamente no me quedó otra opción que sonreír y prometerle que notendría nada de que preocuparse, razón por la que ahora conduzco en mitadde la nada buscando el escurridizo Circo du Coeur.

«Esto pinta mal, muy muy mal.» Sigo repitiéndome dentro de micabeza con cada milla que voy dejando atrás.

Mi trabajo nunca ha sido sencillo, pero estoy a casi nada de ser sociomayoritario, de codearme con Brown, Johnson y Peace, y entonces seríaBrown, Johnson, Peace & Reid Inc., «un paso a la vez Zachary», me deborecordar mentalmente, el que hay que ir de una cosa a la vez, ademássiempre es malo anticiparse. Las cosas no siempre salen como se planean,si lo sabré mejor que nadie, por lo que intento no pensar tanto en ello, enque al terminar este trabajo sea parte de los peces gordos. Simplementeme enfoco en la tarea que se me ha asignado, evaluar el circo y ponerle unprecio en dólares.

Pienso que he vuelto a perderme por estar inmerso en mispensamientos, no hay nada remotamente parecido a un circo en esta zonade la ciudad, solo montañas de tierra y calor infernal.

—Disculpe, —pregunto a la primera persona que me encuentro enmillas—, ¿podría decirme si sabe donde se encuentra el Circo du Coeur?

—El circo no empieza sino hasta tres días más.—Lo sé, pero...—Siga derecho por este camino hasta topar con él. —Responde sin

esperar a que termine de dar mi respuesta, extraño; sin duda. Supongo quees parte del encanto amistoso de Albuquerque.

Sigo las indicaciones que me ha dado, las cuales son del todoambiguas y raquíticas, pero a final de cuentas he llegado. Con razón nomiraba nada, el circo aún no está montado, al parecer acaban de llegarellos también, pues solo son un puñado de autos aparcados de cualquiermanera en un terreno llano. Detengo la SUV a unos cuantos metros de unode ellos tratando de no llamar mucho la atención. He seguido losprotocolos establecidos en la compañía y notificado al señor Coeur de mivisita y el objetivo de la misma, pero sé que mi presencia suele generarincomodidades y curiosidad, dos cosas que experimento por igual.

Page 15: Lúthien Númenessë - ForuQ

Al ir adentrándome entre los autos veo que desentono por montones,todos los presentes se encuentran con ropa de trabajo, vaquerosdesgastados o monos manchados, en cambio yo sigo vistiendo el traje conel que viajé por casi seis horas en avión más una y media en carretera. Concada paso que voy dando más miradas de curiosidad se van girando en midirección, haciéndome sentir que no estoy preparado para esto.

«Colócate tus pantaloncillos de niño grande, Zachary, olvídate de lagente y haz tu trabajo, por lo que viniste, objetivo en la mira.»

—¿Puedo ayudarlo? —Pregunta a mi izquierda un hombre con unespeso bigote negro, sin duda uno de los actores del circo.

—Sí, busco al señor Coeur, soy... —Extiendo mi mano parapresentarme pero el hombre me corta en seco, sin siquiera hacer el amagode tomar mi saludo.

—¡Ah! El citadino, está allá, en la caravana principal. —Respondeapuntando con su pulgar algún punto por detrás de él pero, al igual que lapersona que me encontré en el camino, con indicaciones ambiguas y pocoprecisas.

Le agradezco como si en verdad me hubiese ayudado en algo ycontinúo mi camino. Ha dicho en la caravana principal, supongo que serála que se vea diferente al resto, más grande, nueva o lujosa, pero todasellas lucen exactamente iguales; gastadas, destartaladas, poco higiénicas.

Siento que estoy atrayendo más miradas de las habituales, entoncescaigo en la cuenta, seguramente el señor Coeur los ha puesto sobre aviso yahora todos saben exactamente para lo que he venido. Mucho mejor, así noentorpecerán mi trabajo, acabaré con todo esto cuanto antes y podréregresar a la comodidad de mi casa en la brevedad posible. No es que seaun snob pero estar rodeado de esta clase de personas no me parece muycómodo.

—¿Señor Coeur?Pregunto a un hombre con aspecto de unos cincuenta y tantos, espeso

bigote y apariencia cansada. Me da un rápido vistazo desde los pies hastala cabeza para terminar dedicándome una mirada sardónica.

—¡Ja!Es todo lo que dice, se da la vuelta y sigue en lo suyo, que es limpiar

una silla de montura. Aguardo un par de segundos por si se digna amostrarme la dirección correcta a donde debo dirigirme pero simplementeme ignora. Me recuerdo que el respeto es algo que se gana y mejor si es

Page 16: Lúthien Númenessë - ForuQ

desde el principio; no me dejaré amedrentar, aclaro mi garganta parahacerle saber que sigo aquí y esperando. Gruñe y señala con la cabeza, ungesto tan vago que hubiese dado lo mismo que no lo hiciera.

—Si no me equivoco es el señor Reid, ¿cierto?Finalmente alguien que se digna a dirigirme la palabra, giro y me

encuentro a un hombre con piel bronceada y curtida por años de trabajarbajo el sol, con mirada cansada y lento andar.

—Sí, mucho gusto. —Le extiendo la mano mucho antes de llegar a sulado.

Contrario a su apariencia, estrecha mi mano con mucha fuerza. Parami sorpresa no nos conduce al interior de ninguno de aquellos remolques,sino que caminamos alrededor de todos ellos. Sé lo que está haciendo, estáponiendo a todos al tanto de mi presencia. Miradas furtivas y murmullosalzados nos acompañan a lo largo de la caminata. Frank Coeur habla unpoco de todo y de nada, tiene esa facilidad de palabra que es genial paralas reuniones sociales, pero hay que tener cuidado en cuestiones denegocio. ¡Venga! Un maestro en la estafa.

—¿Y bien, señor Reid, cómo haremos esto?Suspiro de alivio, ya llegamos al punto.—Hay varias opciones, Brown, Johnson & Peace Inc., me ha

facultado para llegar a un acuerdo con usted, en caso de que así lo quisiera.—Me gustaría conservar el circo.—Entonces, esta es mi propuesta: Evaluaré los bienes del circo para

subastarlos y con ello cubrir la deuda del señor Francis Coeur. —Unarespuesta para la que estábamos preparados.

—Aunque intentara vender cada barrote y cable no creo que seasuficiente para nada, —dice con pesar—, ¿cuál sería mi siguiente opción?

—Que se pague en efectivo el importe total de la deuda.—Ninguna de las dos opciones pinta bien. —Se frota la nuca con una

mano apesadumbrado.—Creo haber visto unos caballos por allá, incluso un león. Aunque

creo haber escuchado algo sobre la prohibición de animales en los circos.—Recuerdo que el tema sonó en las noticias por meses, los activistasdefensores de animales y ecologistas hicieron un revuelo en torno a todoeso.

—Nos quitaron a la mayoría de ellos; un par de elefantes, unascuantas cebras, los monos e incluso un oso. —Enumera con los dedos de

Page 17: Lúthien Númenessë - ForuQ

las manos—. Los caballos son propiedad de Tao Walker y no aceptaron anuestro león en ningún zoológico o refugio de animales, por la edad y elcoste que suponía mantenerlo con vida, nos permitieron seguir usándoloen espectáculos siempre y cuando le diéramos una vida digna ycorriéramos con los gastos que su muerte supondrá.

Sí, claro. Seguramente su habilidad para engatusar a las personas fuelo que le permitió conservarlo. Como sea, no estoy aquí para cuestionar laconciencia moral de nadie. Lo que es seguro es que si vendiera a loscaballos y unos cuantos vagones en buen estado podría cubrir parte de ladeuda.

—Bien, creo que por hoy ha sido todo, regresaré mañana por lamañana para comenzar.

Nos estrechamos las manos y doy media vuelta para hacer mi caminode regreso al auto, saco el móvil para trazar la ruta hasta mi hotel, laverdad es que no me apetece nada conducir hasta allá, menos aúnpermanecer dos horas estancado en el tránsito. Me detengo a pensar enello por un momento, ya tengo pagado el hospedaje por cuenta de lacompañía, sin embargo me pongo a buscar algo más cercano.

—¿Qué sucede, teme que para mañana hayamos escondido el motín?Esa idea ni siquiera se me había pasado por la cabeza, ahora que lo

menciona... sin embargo me giro y finjo una sonrisa lo más natural quepuedo.

—Desde luego que no, solo me preguntaba, ¿habrá algún hospedajecercano por aquí? Volver a la ciudad a esta hora, con este tráfico, no meapetece del todo.

Frota su barbilla pensándolo.—Como podrá imaginar, nosotros dormimos en las caravanas, no hay

necesidad de buscar hospedajes, pero si es por una noche podríapreguntarle a alguno de mis hombres si lo puede recibir.

—Gracias, no quisiera incomodar.—Como guste.Hablando de lo cual, uno hombre de aspecto sucio y corpulento se le

acerca, conversan en voz baja pero sé que me dedican miradas furtivas devez en vez, mientras que pretendo no prestar atención en lo que hago otrarápida búsqueda en el móvil.

Page 18: Lúthien Númenessë - ForuQ

Lo primero que hago por la mañana es cancelar mi estadía en el hotel,y enviar un correo a la compañía para informar mi cambio de itinerario,avisándoles donde podrán localizarme que, prácticamente, seráúnicamente en el móvil, pues me he decidido rentar un pequeño RV. Ideaque se me ocurrió después de que el señor Coeur me ofreciera quedarmecon ellos, nunca antes había conducido un auto tan grande y menos aún enun camino tan accidentado como lo es el acceso al circo, me pregunto quetanto jugará en su contra que se encuentre ubicado en un lugar tan remoto.

Me he levantado temprano, y tan pronto abrieron el lugar deremolques estuve ahí puntual, por lo que me sorprende que, al llegar alcirco, este ya se encuentre montado y con gente yendo y viniendo en todasdirecciones. Serán cerca de las nueve y media y parece que ya hantrabajado media jornada.

Cuando aparco en el mismo espacio donde el día anterior, todomundo se gira para verme, es hasta que camino un par de pies que mepercato que es lo que anda mal, los remolques de ayer ya no se encuentranesparcidos alrededor del terreno como antes, sino que ahora los hanacomodado en la parte trasera, dejando únicamente al frente el vagón conlos animales y la que supongo es el principal, ya que lleva el nombre delcirco en letras grandes y brillantes.

—Vaya caravana que se ha conseguido. —Dice en forma de saludo elseñor Coeur—. He de suponer que ha encontrado la solución al conflictode ayer y decidió acompañarnos.

Su voz, para nada es cálida o amistosa, aunque tampoco es formal oservicial, sin duda que mi presencia le molesta, pero es una formalidadque debe ser cumplida. Esto es lo que ocurre cuando no tienes todo enorden, un plan de contingencia y varios más por cualquier cosa que puedasalir mal.

—Sí, supongo, creí que sería más práctico. —Antes de poder darle laoportunidad de responder algo añado—. Veo que ya han montado el circo.

—Se le llama carpa. —Interrumpe de manera grosera.—Sí, bueno, la carpa. —Lo que sea—. Iré listando los bienes y al

final haremos una valuación de ello para ver que tanto se puede recuperar.

Page 19: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Solo fíjese por donde camina y no estorbe a mis hombres, tenemosun espectáculo que montar y me aseguraron que no interferiría con nuestrarutina.

—Trataré de hacer esto lo más rápido y eficiente posible.Suelta un gruñido y se aleja, a unos cuantos pasos se le suma uno de

sus hombres seguido de otro y otro más, me lanzan miradas ariscas a lasque no les doy importancia.

—Puedes aparcar tu caravana de aquel lado, esta es la entrada de losvisitantes. —Me dice un joven que se ha acercado sin que lo escuchara,provocando que me sobresalte un poco.

Muevo el RV y comienzo con mi trabajo. Voy recorriendo losalrededores pero, sinceramente, no hay mucho que valuar, fuera de loscaballos, que se ven muy bien conservados, no creo que nada pueda servirpara generar algún ingreso significante. Cada remolque, o como ellos losllaman; caravana, pertenece a los artistas, lo que quiere decir que no sonpropiedad del circo, tampoco puedo revisarlos por la misma razón.

Como imaginé, la única salida es vender el circo, o pedir unpréstamo, lo cual, dada la situación, es algo tan ficticio como pensar que elseñor Coeur podría ganar la lotería o recibir una herencia. Siento que estoydesperdiciando mi tiempo aquí, no hay nada que hacer, sin embargo megusta ser minucioso y solo para el informe me quedo el día dando vueltasalrededor anotando posibles valores, pero nada trascendente. Sin darmecuenta el tiempo pasa, para las cinco de la tarde comienzo a sentir un pocode hambre, y entonces recuerdo que aunque la RV está equipada concocina no he comprado víveres, estar yendo de un lado a otro en esa cosano será nada práctico. Ayer, después de volver al hotel, también regresé elauto que había rentado, por lo que lo único que tengo para trasladarme esmi caravana.

Pensando en ello voy anotando en el móvil todos los detalles en losque no he percatado por estar impaciente queriendo terminar con esto,paso junto a la carpa, escucho un poco de música, lo que hace gire lacabeza, y todo a mi alrededor se queda suspendido. No puedo apartar misojos, y tampoco quiero hacerlo. Estoy seguro que debo tener la bocaabierta, pero no puedo evitarlo, mi cuerpo no responde, o quizás micerebro es el que no avanza.

Una vez más el circo me ha atrapado.

Page 20: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo TRES

Mae

—Yo lo vi por la mañana, revisando los caballos, —escucho a Wadecontarle a mis hermanos, durante todo el día no se ha hablado de otra cosaque del neoyorquino. Al principio yo también tenía curiosidad, perodespués de un rato dejó de importarme—. Entonces me preguntó por loscaballos y le dije que eran de nosotros, me pidió que le mostrara losdocumentos de propiedad y sacó unas copias con el móvil.

—Muy bien, hijo. —Mi padre le da un par de palmadas en el hombro—. Frank me dijo que quiere vender el circo en pedazos, no puedoimaginar como terminará todo esto.

—En el peor de los escenarios, ¿qué haremos si el circo cierra? —Elcomentario de Micah llama mi atención. Aguardo expectante por larespuesta de mi padre.

Aunque le lleva su tiempo, dejo de aparentar que no me importa y mehe girado hacia donde se encuentran mis hermanos junto a mi padreconversando.

—Regresaríamos a Carolina del Norte.—¿Para hacer qué? —La pregunta se me escapa.—La vida continúa, niña.¡Genial! Ni siquiera él sabe lo que haremos en caso de que deshagan

el circo.Yo nací aquí, en el circo, literalmente, pero no es como que no

tengamos un hogar a donde volver, mis padres se unieron a la compañía deFrank cuando su antecesor, Paul Coeur era quien dirigía todo esto. Seconocieron aquí, se enamoraron aquí, empezaron una familia aquí; Micah,Wade, Obi y yo nacimos en el circo para ser circenses, toda nuestra vida lahemos construido alrededor de este mundo. Sin embargo tenemos un lugara donde regresar, cuando no estamos de gira vivimos en Carolina delNorte, en la granja familiar, junto a mis abuelos, los padres de mi padre.

Page 21: Lúthien Númenessë - ForuQ

Acudimos a la escuela ahí, o bueno, es donde rendimos los exámenes paraobtener nuestros diplomas.

Mientras crecía, constantemente me preguntaba como sería tener unavida convencional, asistir a clases con regularidad, tener amigos de miedad, celebrar cumpleaños o eventos especiales de una forma tradicional,hacer planes a largo plazo, luego me di cuenta que imaginar todo eso noimportaba, porque yo no era una adolescente común, yo era una circense.Ahora, en mis veintes, ese es un panorama que se está abriendo, y no estoymuy segura de si es algo que me causa emoción o me aterra.

—Mae, creo que deberías comenzar con Huey, Dewey y Louie y dejarde estar de perezosa. —Le dedico una mirada airada a Micah, con eltiempo he aprendido que esa es su línea para hacerme salir de la estanciaporque hablarán «cosas serias», me molesta que siga tratándome comouna mocosa de doce años, que crea no comprendo el mundo.

—¿Para hacer qué? Ya se saben su rutina.—Mínimo sácalos a dar una vuelta, que hagan ejercicio, sino se

volverán igual de perezosos que tú.—He de suponer que también enviarás a Wade con Simonetta, ¿o él si

puede quedarse a escuchar lo que van a hablar?—¿Por qué no dejas de actuar como una rebelde sin causa y hacer,

para variar, lo que se te pide por una vez? No hay nada de que hablar, nadaestá dicho hasta ahora, las decisiones se tomarán al finalizar la gira yentonces podrás quedarte a todas las pláticas que quieras, cuando ya notengas obligaciones.

Me pongo de pie apretando los dientes, reteniendo las ganas dedecirle algo, o aventarle un buen golpe en la cara, pero hacer cualquiera delas dos cosas que quiero; decirle algo asquerosamente horrible o asestarleuna buena patada en sus partes nobles, enfatizaría sus palabras de que aúnsoy una cría, dándole la razón, por lo que me trago la indignación y salgode ahí, dejando los arneses de los perros, poniendo en claro que me voy,pero no para hacer lo que me ha ordenado.

Al salir de la caravana me doy cuenta que ha sucedido justo lo quehan esperado que pasara, por lo que el marcador es Micah 987, Mae 0.Pateo el suelo, las rocas e incluso la tierra, ensuciándome las botas conpolvo. Como es nuestro primer día aquí, y las funciones no empezaránhasta dentro de una semana, la mayoría se encuentra descansando en suscaravanas tras el largo viaje, de algunas de ellas sale música o el ruido del

Page 22: Lúthien Númenessë - ForuQ

televisor, con las manos dentro de los bolsillos de mis vaqueros caminosin rumbo, aún quedan un par de horas de sol, pero el día ya ha refrescado,un momento ideal para practicar con los perros, pero solo porque se me hainflamado la vena terca no lo haré.

Aunque, sin nada para hacer me acerco hasta donde se encuentranpara jugar un rato con ellos, también deben estar cansados de estarencerrados tantas horas. En cuanto me ven comienzan a ladrar y saltarexcitados, mueven sus colas como péndulos descompuestos, a todavelocidad, atropellándose el uno con el otro, tratando de encontrar unamanera de traspasar el cerco que los contiene.

—Hola pequeños. —Los saludo al tiempo que les acerco mi manopara que me olfateen. Huey y Louie son dos Fox Terrier de una mismacamada, mientras que Dewey es un Bichón Frisé que adquirí un añodespués. Sí, los perros son míos y no propiedad del circo. Cansada delmismo acto año tras año, le pedí sugerencias a mi padre, entonces Wademe propuso introducir animales al acto, con las nuevas normas yrestrictivas de los espectáculos pensé que era una completa tontería susugerencia, pero al final, mientras caminaba por las calles de Colorado,me los encontré, fue amor a primera vista, un segundo después ya se habíaformado en mi cabeza una nueva rutina, pregunté a Frank que le parecía yme dio luz verde.

Un año después, cuando hacíamos presentaciones en Oregón, despuésde la función se me acercó una niña para preguntarme como podía entrenara sus mascotas para que hicieran trucos, y me dijo que acababan de nacersiete perritos de su Bichón Frisé pero que solo dejarían se quedara condos, me ofreció mostrármelos y así es como Dewey se unió a la familia, aél pensé en no hacerlo parte del acto, tenerlo solo para mí, pues era tanpasivo y tranquilo que no hacía prácticamente nada, pero en cuanto se unióa la pandilla dio un cambio completo. Ahora los tres me acompañan enesta aventura.

Una aventura que está por terminar.

—¿Qué es esto?—Un generador.

Page 23: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Hace cuanto que lo tienen?—Unos siete años.—¿Se ha descompuesto alguna vez en ese tiempo?—Claro, como cualquier aparato eléctrico.—¿Recordará cuantas veces?—Por allá del 2015.—¿Lo compraron nuevo?Hasta yo ruedo los ojos por la cantidad de preguntas tediosas que el

hombre hace, aún no lo he visto pero si escuchado, a todo el que se le pasapor enfrente le hace mil preguntas, creo que por ello le saco la vuelta, nome apetece en nada tener que justificar la procedencia incluso de mivestuario. Aunque claro, siendo un payaso no hay mucho que justificar, elmaquillaje, casi todo lo compro yo, el vestuario lo confeccionamos con loque vaya saliendo, rara vez compramos tela especial para ello, y el restode indumentaria son cosas que han estado aquí desde siempre. Por primeravez estar en el acto más simple juega a mi favor.

Obi y yo pertenecemos al acto de los payasos, junto a seis más. Wadeno tiene acto, él solo se encarga de los caballos y de mantener la jaula deSirius, el león, limpia, pues el resto es responsabilidad de Rocco, eldomador de bestias quien, además, tiene conocimientos veterinariosespecializados, en cambio mi hermano maneja solo lo básico, tiene sutítulo y todo pero no ha querido especializarse en nada... y me dicen a mívaga.

Micah está aguardando por su turno a hablar con el empresario, yaque al ser mago y escapista tiene bastante material con el que trabaja, lamayoría de ello es propiedad del circo, si el neoyorquino ve algo que leguste seguramente se lo quitará, quizás sea eso lo que tiene a mi hermanode mal humor. Y mi padre, a sus cincuenta y dos años, sigue siendo elhombre bala quien, así como Micah, sabe que tarde que temprano deberájustificar su acto y sus pertenencias. Ellos tratan de hacer una rutinanormal, salir a ensayar a sus horas y ayudar a terminar de montar todo,pero observándolos con cuidado veo que intentan pasar fuera de la carpaprincipal tanto como pueden, ensayando muy temprano o ya entrada lanoche.

Justo ahora lo escucho hablando con Malik, miembro del equipotécnico que nos acompaña para montar todo lo eléctrico; luces, sonido,efectos y cualquier otra cosa. Un hombre con la paciencia de un santo al

Page 24: Lúthien Númenessë - ForuQ

parecer, ya que contesta cada una de las preguntas del empresario concalma y eficiencia, aunque eso provoque que el otro haga cien milpreguntas más.

Le deseo buena suerte a Malik en silencio y me alejo de ahí, pues noquisiera verme atrapada con ese hombre y sus preguntas, aunque al pareceraún tiene como un millón más que hacer sobre, lo que a mi parecer, es ungenerador sin ninguna importancia.

Saco a Huey, Dewey y Louie rápidamente para irme a practicar hastael otro extremo del circo, tan lejos como sea posible de las caravanas.Pronto me olvido de todo, enfocándome únicamente en mi trabajo; hacerque los perritos giren, salten y vayan de un lado a otro.

—¿Puedes hacer que haga eso otra vez? —La voz a mi espalda mehace dar un salto, más que nada porque estaba concentrada en la rutina delos perros—. Lo siento, no quería asustarte.

—No me asustaste, me sorprendiste. —¡Genial! No me he podidoescapar.

—Entonces disculpa por haberte sorprendido. No quiero interrumpir,es solo que eso ha sido genial.

Dewey ha aprendido a botar una pequeña pelota con su nariz,moviéndola para que salte en el aire y atrapándola de vuelta con la puntade su hocico. Creo que eso es a lo que se refiere pues es lo que estábamoshaciendo recién.

—Sí, Dewey es muy inteligente, aprende cosas en cuestión de horas.Le doy la orden para que repita el truco, bota y atrapa cuatro veces

antes de que falle y salga corriendo buscando la pelota.—Es increíble. Los perros, ¿son propiedad del circo? —Aquí vamos.—No, son míos, compré a Huey y Louie, pero me regalaron a Dewey,

una niña en Oregón.—Ya veo, ¿sabes que raza son?—Ellos dos son Fox Terrier y Dewey es un Bichón Frisé.—¿Tú también estás en los actos o solo los entrenas?¿Ya está?, ¿no más preguntas sobre los perros?, ¿no me pedirá los

certificados de adopción o pruebas de veterinarios?—Sí, en el de los payasos.—Ya veo. Gracias. —Frunzo el ceño, lo he escuchado hacer mil

preguntas sobre cualquier cosa y a mí solo me ha hecho tres, me siento unpoco indignada—. ¿Te importaría pedirle que haga eso otra vez? Disculpa,

Page 25: Lúthien Númenessë - ForuQ

es que es fascinante. —Le lanzo la pelota a Dewey y repite el truco, estavez alcanza a atraparla cinco veces—. Gracias, te dejo para que sigas en lotuyo.

—¿Y ya, eso es todo?—¿Disculpa?—Lo he escuchado hacer mil preguntas sobre todo y a todos, y a mí,

solo por estar en el acto de los payasos me haces una.—No creo que haya sido una.—Era en sentido figurado.—Lo cierto es que solo me acerqué porque quería ver a los perros, no

para hacer preguntas, esas ya se las haré a tu tutor.—¿Mi tutor? Querrás decir a mi padre.—Bueno, no estaba seguro de si tendrías familia aquí o estarías bajo

la tutela de alguien.—Pues es mi padre, Tao Walker.—¿Algún parentesco con Wade Walker?—Es mi hermano.—Ya veo, bueno, nuevamente gracias por tu tiempo.De nuevo se despide, haciendo que mi ceño se intensifique, habló con

Wade pero no le interesa hablar conmigo, me pongo en pie para encararlopor primera vez, aunque cuando lo hago él ya se encuentra de espaldas,alejándose de ahí.

—¿Y se puede saber por qué es que ha hablado con mi hermanodirectamente y para hablar conmigo necesita la intervención de mi padre?

Mis palabras hacen que se detenga pero no se gira, al menos no deinmediato, guarda su móvil en el interior de su chaqueta, o es lo que susmovimientos me dan a entender, cruzo los brazos sobre mi pechoesperando por su respuesta. Entonces, muy lentamente se vuelve hacia mí.

—Para cuestiones legales siempre es preferible hablar con un adultopresente cuando se interroga a adolescentes, además cualquierinformación que pudieras proporcionarme tendría que corroborarla conalguno de los otros empleados, lo que supone una pérdida de tiempo.

Este hombre, me ha dejado con la boca abierta por más de una razón.

Page 26: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo CUATRO

Zachary

Elizabeth siempre me acusa de no saber interpretar las emocioneshumanas, pero está equivocada, conozco perfectamente cada una de ellas,sé cuando alguien se encuentra afligido o enojado, feliz o triste, ya queestas se reflejan en el lenguaje corporal de las personas.

Justo ahora, la chica que tengo frente a mí, se encuentra molesta, perono logro comprender el por qué de esa reacción, ¿por qué le he hechoperder el tiempo pidiéndole que me muestre el truco del perro? No creoque haya hecho eso, pues a fin de cuentas estaba practicando con ellos,¿por la situación del circo? Probablemente, ya que todos con quienes hehablado muestran, desde que me acerco, esa emoción; enfado, fastidio,coraje.

Ladeo la cabeza examinándola con mayor atención, tiene las mejillasrojas y el ceño muy pronunciado, recoge del suelo las correas de los perrosque bailan a su alrededor.

—Eres un idiota. —Espeta pasando por mi lado, dejándomecompletamente perplejo.

Veo como se aleja, desapareciendo por entre las caravanas, con lostres exaltados perros ladrando inquietos.

—Eso ha sido algo interesante de ver. —Giro el rostro buscando aldueño de esa ronca voz, un hombre que combina perfectamente con el tonoduro con el que ha hablado.

—Sí, bueno, no entiendo muy bien lo que ha ocurrido.—Ella es Mae Walker, hija menor de Tao Walker y una de los artistas

más jóvenes que tenemos en la compañía actualmente.Como he podido deducir por cuenta propia, el circo está lleno de

familias, además de los Coeur desde luego, antes he hablado con WadeWalker, quien cuida de los caballos y he escuchado una que otra vez elnombre de Tao Walker, el famoso hombre bala del Circo du Coeur, ahora

Page 27: Lúthien Númenessë - ForuQ

he conocido a Mae Walker, quien actúa como payaso. Me preguntocuantos Walker más habrá por los alrededores.

—Mencionó que era hija de Tao Walker, así que su apellido loconocía.

—Soy Chandler Canihan, tragafuegos y lanzador. —Extiende la manopresentándose. La estrecho brevemente aunque algo suspicaz. Nadie se hapresentado voluntariamente conmigo antes.

—Zachary Reid.—Puedo preguntar algo atrevido, señor Reid. ¿En qué condiciones ve

el circo?Esa es una pregunta que no me esperaba.—Aún es muy pronto para hacer un diagnóstico detallado de...—Déjese de habladuría burocrática, quiero saber si es necesario que

vaya buscando un plan B o C, somos circenses, vivimos al día a día, perotodos buscamos lo mismo, seguridad.

Pienso bien en como responder. Si digo algo de una manera erradaseguramente dentro de una hora ya habrá dado la vuelta alrededor de todala carpa, no quiero ser optimista diciendo que hay posibilidades de venderel circo y que eso pueda, de alguna manera, asegurar sus trabajos, perotampoco quiero desmontarlo antes de darle una oportunidad, una quetodos, incluso este lugar tan viejo y decrépito, merecemos.

—Hay opciones, y le aseguro que las usaremos todas antes de llegar aacciones críticas.

Escucho música dentro de la carpa y me es inevitable acudir ahí, soyatraído como las abejas a la miel. Dentro se encuentra instalada la red deseguridad y en lo alto de los postes varias personas, aunque solo una deellas se columpia en las alturas, sobre uno de los aros, comienza haciendoacrobacias, primero cosas sencillas como moverse de un lado a otro, luegopasa a cosas más osadas como ponerse de cabeza o soltarse del aro por unafracción de segundo.

—Es Jolie Coeur, hija del dueño y estrella principal entre lostrapecistas y acróbatas aéreos.

—Jolie Coeur. —Repito sin realmente pretenderlo.—Que no te engañe su apariencia, parece ser la persona más amable

del universo pero ama este circo más que a nada, preferiría morir en él queverlo caer, seguramente no entrarás dentro de sus personas favoritas.

Page 28: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Suena a que tú tampoco lo estás. —Dejo al lado toda formalidad,así como él lo ha hecho conmigo.

—Yo... yo estoy en muchas listas.Esa respuesta me hace suponer muchas cosas, por suerte para él no

soy una persona curiosa, menos aún sobre la vida privada de los demás,por lo que hago caso omiso y sigo contemplando a Jolie, la trapecista yacróbata aéreo, ahora se han sumado más personas a su rutina, se lanzan delado a lado, atrapándose mutuamente, un par de ellos caen a la red cadatanto, pero vuelven a los aires en un parpadeo.

No es mi intención pero los días que llevo aquí siempre, de unamanera u otra, termino observando la práctica de los trapecistas, desde quellegué me atrapó, me atrapó por completo, la manera en que su cuerpo semueve, en que parece no importarle si cae o si llega a sujetarse, si la estánobservando o si no hay nadie más. De todos los trapecistas ella es la quedestaca, seguramente sea que lleva sangre circense en todo su sistema, oquizás no, quizás sea algo completamente diferente, lo que sea me hacedetener y observarla solo a ella.

—Hablando del diablo. —La voz de Chandler, el tragafuegos, mesaca de mi embelesamiento—. Aquel de allá es Tao, —revisa la hora en sumóvil—, empiezan las pruebas del cañón, tardará entre cuarenta minutos ouna hora.

—Me has hecho una pregunta, ahora yo te hago una a ti, ¿por quéestás tan solícito conmigo? Por lo general todos contestan con gruñidos opalabras monosilábicas a mis cuestionamientos, pero tú has venido aconversar.

Cruza los brazos sobre el pecho, cambiando su postura.—Si eso hace que te sientas cómodo puedo hacerlo, no creí que

hubiese necesidad de mostrarme hostil, no es como que tú vayas aquedarte con el circo, ¿o si?

—Pues no.—¿Has hablado mal de mi madre o pateado a mi perro?—No. —Respondo un poco receloso por su pregunta.—¿Maldecido a mis vástagos?Ruedo los ojos antes de responder.—No.—¿Robado dinero o jodido con mi mujer?—No. —Acompaño la palabra con un largo suspiro.

Page 29: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Entonces no veo porque he de tratarte mal.—¿Esas son las únicas razones aceptables para tratar mal a una

persona?—Veamos; madre, mascotas, hijos, dinero y mujeres. —Va

numerando cada una de ellas con los dedos de la mano—. Básicamente sí,todo cubierto.

El resto de la semana trascurre casi de la misma manera, conpersonas incómodas por mi presencia, observando a los trapecistas hacersu acto y platicando con Chandler para hacer las cosas más amenas. Dehecho es una ventaja ya que se ofreció a acercarme a la ciudad para hacerla compra.

Entre más se acerca la fecha de la primera función, más lleno de vidase ha vuelto el lugar, todo el mundo agobiado con una cosa u otra, y comome pidieron no interferir en la rutina del circo, pues no hay mucho margenpara que trabaje. Todas las mañanas, por más temprano que me despierto,siempre hay alguien que lo ha hecho mucho antes que yo. Varios artistas,mayormente los acróbatas, hacen rutinas de senderismo, trotando,corriendo, vuelven para hacer rutinas diversas, hay quienes incluso hacenlevantamiento de pesas y, además de todo eso, sus ensayos particulares.

Las luces han comenzado a encenderse por las noches, y los tenderoslocales se han ido acomodando alrededor de la gran carpa. Empieza a olera circo.

—Señor Reid. —Al escuchar mi nombre me detengo en automático,sin pararme a pensar en quien me habla hasta que giro para encararme conJolie Coeur. Es la primera vez que me dirige la palabra directamente.

—¿En qué puedo servirle?—Como sabe, las funciones comenzarán mañana, lo que quiere decir

que no habrá nadie que pueda cuidarlo, por favor intente no merodearalrededor mientras estamos ocupados con el espectáculo.

—En otras palabras, quiere que me quede en mi remolque.—No, desde luego que no. —Del interior de su chaqueta de

lentejuelas saca un trozo de papel doblado—. El primero va por cuenta dela casa.

Observo lo que me ha entregado, un boleto para la primera función.—Gracias.Respondo a una espalda, pues ya se ha dado media vuelta para seguir

su camino, sacude la mano en señal de que me ha escuchado pero sin darle

Page 30: Lúthien Númenessë - ForuQ

importancia.Mi corazón se ha agitado con la expectativa de volver a revivir la

emoción de estar dentro de una carpa otra vez.

Page 31: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo CINCO

Mae

Tras dos interminables semanas hemos dejado la aburridaAlbuquerque para llegar a San Antonio, más caluroso que Albuquerquepero también más divertido. Llevamos tres días desde que nos asentamos,por lo que tenemos un poco de tiempo libre antes de que inicien lasfunciones. No hay muchas novedades sobre nada y parece que todos se hanadaptado a tener al neoyorquino cerca, aunque yo no he vuelto a cruzarmecon él.

Los comentarios siguen rondando sobre si esta será la última gira dela compañía o si tendremos éxito. Las ventas en Albuquerque estuvieronbien, no es como que haya sido el espectáculo del año, digo, siempre hubogente en las dos actuaciones que hacíamos de martes a domingo, pero enninguna de ellas se llenó, o anunciaron «todos los asientos vendidos». Dehecho, ha pasado mucho desde la última vez que eso sucedió.

Hay algunos otros cambios en el circo, cosas menores pero que memolestan, por ejemplo mi padre ya solo actúa en las funciones de los finesde semana y Micah y Wade se ausentan casi todo el día, solo aparecendurante las funciones o para desayunar y dormir. Sucede algo, pero comosiempre, me han dejado fuera, como si yo no fuera parte de la familia.

Estoy recostada sobre una colchoneta en el terreno rocoso eincómodo, junto a Obi, los perros saltan sobre nosotros de un lado a otro,usándonos como vallas. Él hace el espectáculo junto conmigo, aunque suacto no es con perros.

—Obi, ¿estamos en problemas?—¿A qué te refieres? —Gira ligeramente la cabeza, con sus ojos casi

cerrados por el sueño.—No lo sé, siento que me ocultan algo; papá, Micah y Wade. Quizás

tú también pero te haces el inocente. —Siento como uno de los perros sequeda parado sobre mi espalda, por lo que me quedo muy quieta para queno pierda el equilibrio.

Page 32: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Qué podría ocultarte yo?—No lo sé, todo.—O nada.Abre por completo sus ojos, regalándome una mirada avellana, del

mismo color que los de mi madre, al menos es lo que suele decir mi padrey todos quienes la conocieron. De los cuatro Obi es quien sacó todos losrasgos de ella, facciones delicadas, ojos avellanados y cabello chocolate.Mientras que Micah y yo somos rubios, con ojos marrones, por su parte,Wade es la viva imagen de mi abuelo paterno, cabello oscuro y ojos másoscuros. Pensar en ellos me hace recordar Carolina del Norte y por ende laposibilidad de que volvamos ahí de manera permanente.

—¿Qué sucede, Mae? —Me incorporo olvidándome que uno de losperros aún seguía en mi espalda, da un salto pero cae al suelo detrás de mí,estiro el brazo para acomodarlo en mi regazo y comenzar a hacerle mimos.Los otros dos no quieren quedarse sin su ración de cariñitos y me rodeanrápidamente.

—Últimamente me he estado sintiendo un poco extraña.—¿Enferma?—Inquieta.Él también se incorpora, tomando a uno de los perros en sus manos,

más que nada para tener algo que hacer con ellas, ya que no prestaatención a que parte del animal está acariciando.

—¿Por qué no hablas con papá? Es mejor a estar suponiendo cosasque no son. —Me sugiere.

—Porque sé lo que va a decir, lo mismo que has dicho tú y lo mismoque dirán Micah o Wade si decido hablar con ellos. Obi, cumpliréveinticuatro años pronto, ya deberían de dejar de tratarme como a una cría.

—No importa cuantos años tengas, para nosotros seguirás siendo lapequeña Mae, a quien debemos cuidar. —La mirada que me dirige me lodice todo, está ocultándome algo pero de nada sirve seguir interrogándolo,no dirá nada, sobre todo si mi padre o Micah le han dicho que no lo haga.

Obi y yo somos muy cercanos, de hecho él es mi confidente, mimejor amigo, quizás se deba a que la diferencia de edad con él es menor,ya que solo me aventaja por dos años, él me lo cuenta todo y yo a él, todoexcepto las cosas que mi padre le pide expresamente que no haga, que sontodas aquellas trascendentes relacionadas con nuestra familia o futuro.

Page 33: Lúthien Númenessë - ForuQ

El resto de los payasos llama a Obi para invitarlo a un partido desoccer. Ya no me siento de humor para seguir acostada, o practicando, porlo que llevo a los perros a su lugar, les hago una breve carantoña a cadauno y me alejo pateando el suelo.

—Hola, Mae, ¿te ocurre algo?—Hola Alice. No, nada, ¿por qué?Alice es una de las contorsionistas, además tiene un acto con una

pitón que es simplemente increíble. Se encuentra, como siempre,impecable, con su cabello recogido en un moño perfecto y ropa muy a lamoda al tiempo que casual. Es de esas personas que son guapas sinesforzarse, que te da miedo pararte a su lado por lo bien que se ven.

—Luces un poco cabizbaja.—Solo pensaba. —O intentaba no hacerlo.—Algunas de las chicas y yo iremos a la ciudad para tener un día de

spa, ¿quieres acompañarnos?La verdad es que no, no tengo ánimo para estar con personas justo

ahora. ¡Vaya! Quién lo diría, una payasita malhumorada, toda unanovedad.

—Gracias, pero...—¡Anda Mae! No pongas peros, hace mucho que no nos damos un

gusto todas juntas, incluso Jolie irá, bueno, solo nos acompañará a laciudad, aunque ha dicho que si termina pronto nos alcanzará.

—¿Si termina?—Mencionó que tiene negocios en la ciudad. —Se encoje de hombros

—. ¡Chicas! Mae nos acompañará.Quiero negarme pero tampoco me apetece hacer una escena o seguir

discutiendo, por lo que accedo en acompañarlas. Malik nos lleva hasta laciudad en su furgoneta, pues él también debía ir a la ciudad a buscar unapieza y reparar uno de los aparatos de sonido con el que ha estadobatallando recientemente, al parecer desde que el empresario hizo surevisión exhaustiva todo a comenzado a descomponerse.

Alejo ese pensamiento rápidamente, no tengo ganas de pasarla malrecordándolo.

Jolie se despide también, se le ve un poco contrariada y dispersa, enel camino solo dijo un par de palabras y porque Alice le preguntódirectamente, nunca hemos sido muy cercanas, digo, es la hija del dueñodel circo y todos la conocemos, pero de eso a tener una conversación de

Page 34: Lúthien Númenessë - ForuQ

amigas, nunca. Vamos a un salón especializado en tintes donde las chicasse hacen uno de esos tratamientos modernos con cosas exóticas. Yo notenía intención de cambiar nada pero aprovechando que estoy aquí decidocambiar el tinte de mis puntas, pasando del rosado a un verde aguamarina,o como lo llaman, «color sirena».

—¿Solo soy yo o Malik se ha vuelto más atractivo en esta gira? —Comenta de pronto una de las chicas.

Todas ellas ríen y comienzan con comentarios pícaros y atrevidossobre los miembros de la compañía, mis hermanos reciben lo suyo enatenciones, cada vez me miraban de reojo midiendo como tomaba loscomentarios, pero estoy acostumbrada a escucharlos, no quiere decir queme agrade, aunque no es como que me moleste. Solo compongo unasonrisa contrita y sigo en lo mío, que prácticamente es ver como avanza elsegundero del reloj que se encuentra empotrado en la pared que tengofrente a mí, pues no hay nada más que hacer mientras espero por que eltinte actúe.

—Bien, bien, bien, pongámonos serias aquí chicas. —Llama al ordenBethany—. Hablando sinceramente, a quien si le daba es al yanqui. Estáhecho un verdadero...

—¡Bethany! —Chilla Stella, otra de las contorsionistas—. Recuerdaque estamos en un lugar público.

Todas comienzan a reír histéricas, en cambio yo solo aprieto losdientes cada vez más.

—Lo siento, Mae, ¿te estamos incomodando? —Alice coloca sumano con una manicura a medio hacer sobre mi hombro.

Las risas se detienen de pronto.—¿Qué? ¡No!—Como no dejas de rechinar los dientes.—¡Oh! No es nada de eso, es solo que ese hombre no me cae bien.—¿¿¿QUÉ??? —Preguntan todas con incredulidad.—De hecho solo lo he visto en un par de ocasiones, pero hablamos

una vez y, ¿pueden creerlo? Dijo que no hablaría conmigo sin mi padrepresente, ¡porque era una adolescente!

Por un momento se hace un silencio sepulcral en todo el local, depronto todas estallan en carcajadas, incluso la chica que está arreglando micabello ríe por lo bajo. Yo, sinceramente, no le encuentro la gracia por

Page 35: Lúthien Númenessë - ForuQ

ningún lado, frunzo el ceño lanzándoles la que considero mi miradaasesina, prometiéndoles una tortura infinita.

—Ya me gustaría a mí que un bombón como ese me dijera algosimilar. —Comenta Qamari entre risas desde el otro lado del local.

Qamari es parte del circo sin serlo, ella es la adivina y, aunque notiene ningún acto o relación directa con el circo, siempre nos acompaña enlas giras, su puesto es uno de los que tienen mayor tráfico en cualquierlugar que nos presentemos. Una vez alguien me dijo que su esposo era unespadachín y ella su asistente, hacían toda clase de trucos, incluso esadonde se tragaba una espada entera. Cuentan que una noche ella insistía enque no saliera a la pista porque tenía un «mal presentimiento» pero «lafunción debe continuar» y salieron a escena, entonces llegó el momento enque él se metía en una caja y ella lo atravesaba con espadas, algo salió maly una de ellas le perforó un pulmón y entonces murió.

Alrededor de los circenses hay historias y luego están las historiasacerca de esas historias, nunca me he atrevido a preguntar si es verdad ono, creo que no hay una manera delicada de tocar el tema, Qamari no estan mayor como aparenta, pues todas esas arruguitas en su rostro y lamanera en que le cuelgan las bolsas bajo sus ojos hacen que tenga unaapariencia de una persona de sesenta años, cuando en realidad tienecuarenta y pocos, a pesar de eso es una mujer muy guapa, con cabellolargo y negro, rasgos finos como los de una reina, y su vestimenta tanestrafalaria, la convierten en una de esas bellezas exóticas que se hanpuesto tan de moda.

—A mí me ha parecido una falta de respeto, llamarme adolescente.—Mascullo enfurruñada.

—Mae, es un poco tu culpa también, seguramente se ha confundidoun tanto por la manera en que te vistes.

—¿Qué hay con mi ropa? Es cómoda.—Pero no muestras nada.—¿A qué te refieres? Llevo pantaloncillos, muestro todo.Alice suspira.—¿Alguien que me ayude?—Eres una payasita, por lo que debes tener una apariencia entrañable

para el público, —interviene Bethany—, pero fuera de la carpa eres unamujer, por lo que está bien que resaltes tus atributos femeninos.

Page 36: Lúthien Númenessë - ForuQ

—No le den ideas, seguramente Micah y Tao la envolverían entrehojas de palmera si se le ocurre mostrar más de lo que ya hace.

—Pero, a fin de cuentas, ¿qué importa si es un grosero? Ni quien sefije en eso cuando...

—Silvy, detente ahí. —Protesta Alice aunque también ríe, por lo queno creo que la reprenda en serio.

—Lástima que esté coladito por Jolie. —Suspira Qamari.—¿Por qué lo dices? —Protesta Bethany—¿No lo han visto merodeando la carpa cuando está ensayando su

acto? Dime, ¿a caso está ahí metido cuando ustedes lo hacen? —explicaQamari—. Además de que se le salen los ojos cuando la ve.

—Por lo general no me gusta ser el premio de consolación, pero coneste hasta la tarjeta de «gracias por participar» me cuelgo en el cuello.

Todas ríen y la conversación se traslada a otras cosas,disimuladamente le doy un repaso a mi ropa; llevo una playera sinmangas, un poco más suelta de la parte baja, unos pantaloncillos ajustadosy muy cortos, un chaleco de mezclilla y mis botas, muy acorde a la modade San Antonio, no entiendo que tiene de malo. Decido ignorar elcomentario y centrarme en otras cosas.

Una vez que terminan de arreglarnos a todas vamos a comer sobre elRiverwalk, uno de los lugares más hermosos que he visto jamás, es tancolorido y lleno de gente, no importa si eres nativo o foráneo, impresionaa cualquiera cada vez que lo visitan. Nos acomodamos justo al lado de labaranda, por la cercanía con el agua hace un poco de fresco pero no tantocomo para cambiarnos de lugar. Cada vez que grupos de chicos pasan senos quedan viendo más de lo necesario, algunos se acercan a saludar peroAlice y las demás no le dan mucha importancia, están acostumbradas arecibir esa clase de atenciones.

Esa es una de las razones por las que casi no salgo con ellas, no megusta la cantidad de atención que reciben, yo soy más del tipo «dejen deestarme jorobando». Sé que, como parte de la compañía, no puedo pasarmucho tiempo en un mismo lugar, entonces, ¿para qué molestarse enconocer a alguien que tardarás más en memorizar su número telefónicoque lo que tendrás que despedirte? No vale el esfuerzo.

Claro que tampoco es como que haya sido una monja puritana todosestos años, he tenido mi porción de experiencias, pero después de untiempo te cansas.

Page 37: Lúthien Númenessë - ForuQ

A las chicas parece que no se les acaba la batería nunca. Estoy unpoco cansada y empieza a dolerme la cabeza. Le envío un mensaje a Wadepara ver si puede recogerme, unos dos minutos después recibo surespuesta:

Pá se llevó la camioneta, lo llamé pero no responde.Preguntaré si alguien puede ir por ti.

Suspiro derrotada, supongo que no es tan urgente volver a casa, puedoesperar a que las chicas se cansen.

Está bien, volveré junto con las chicas.Gracias igual.

Están decidiendo entre si ir de compras o entrar a ver una película,ninguna de las dos cosas me apetece en nada, aunque supongo que lapelícula es una opción más segura. Al menos estaré sentada y en silencio,y aunque voto por eso gana la opción de ir a ver las boutiques. Pienso enpedir un Uber pero si lo hago las chicas querrán volver también.

«Vamos, Mae, has tenido días peores»Me doy ánimo yo misma, dejo escapar un largo suspiro, guardo el

móvil y me dispongo a poner mi mejor cara de estarlo pasando bien.Cuando levanto la cabeza me doy cuenta que me encuentro sola, las chicashan desaparecido, giro para todos lados buscándolas, o al menos tratar deescucharlas, ya que no son nada discretas. Me detengo para enviarle untexto a Alice preguntándole donde se han metido. Doy un par de pasos conla mirada clavada en la pantalla, esperando por que lea mi mensaje. Porestar concentrada en el aparato y no hacia donde me dirijo me doy debruces con otro peatón.

—Lo siento, no prestaba atención. —Me disculpo rápidamente.—No hay cuidado.¡Maldición! De todas las personas en este universo tenía que ser él.

Page 38: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo SEIS

Zachary

Terminé mi trabajo ayer por la tarde y antes de las diez de la noche yahabía enviado mi reporte. Como supusimos desde el inicio ninguno de losactivos del circo cubren ni siquiera una décima parte del préstamo quepidió Francis Coeur. Ahora es que me pregunto si habrá falsificado losreportes y documentación que presentó a la compañía. Aunque aún sigodándole el beneficio de la duda.

Los circos viajan con lo estrictamente necesario para suspresentaciones. Todo el equipo con el que cargan es prescindible para elespectáculo, lo que deja cualquier cosa fuera de discusión. Sabía que noera necesario me enviaran aquí para deducir todo esto, seguramente fueuna prueba más del señor Peace, quiere ver hasta donde estoy dispuesto allegar para conseguir un lugar entre los altos mandos de la empresa. Asídeba seguir este circo por todo el país, no claudicaré.

Hablando del diablo.En cuanto termino de formular ese pensamiento mi móvil suena,

anunciando en la pantalla el nombre de William Peace.—Buenas noches, señor Peace.—Zachary, acabo de terminar de leer tu reporte. ¿Cómo ves las cosas

por allá? —Ruedo los ojos a sabiendas que no puede verme, si acaba deleer el reporte sabe exactamente como están las cosas por acá, me pareceuna pérdida de tiempo repetirlo todo.

—Como concluimos en la junta previa, los activos del circo no sonsuficientes para cubrir la deuda, ni siquiera para cubrir la primera cuota deuna mensualidad, si es que extendemos el plazo.

—Ya veo, ya veo. —Refreno un bufido que amenazaba con escaparsede entre mis labios, por lo que finjo un acceso de tos—. ¿Qué sugieres?

—Podemos llegar a un acuerdo con Frank Coeur, mantener las cuotassin subir intereses si es que queremos recuperar la inversión inicial.Hacerlo firmar unos pagarés y de ahí subir los gravámenes. —Repito

Page 39: Lúthien Númenessë - ForuQ

exactamente lo mismo que he escrito en mi reporte, el cual acaba demencionar ha leído.

—Muy bien pensado, chico. —Estoy seguro que, sea lo que sea estápor decir, no me gustará ni un pelo—. Estuvimos discutiendo la situacióny llegamos a la conclusión de que deberías seguir en el circo por untiempo, ver la cantidad de ganancias que generan y si es rentable paranosotros, tal como Francis nos hizo creer en un principio. Buenas noches ycuídate esa tos que suena fatal.

Sin darme tiempo a replicar termina la llamada. ¿Pero quedemonios...? es verdad que hace menos de un segundo dije haría lo quefuera por ganarme un lugar en Brown, Johnson & Peace Inc., inclusoseguir este circo, pero lo decía en sentido figurativo. No tengo la mínimaintención de quedarme aquí varado por todo el tiempo que dure este viaje.¿Vivir en una caravana por meses? No me veo haciéndolo; no hay espacio,no hay privacidad, no es para nada cómodo, con todo ese ruido siemprealrededor, poca iluminación y nula libertad de ir y venir a mi antojo,imposible.

Posible, ya que me despierto la mañana siguiente con unanotificación en mi móvil que han depositado en mi cuenta la cantidad de$7,000.00 para gastos personales. En mi bandeja de correos electrónicosencuentro uno de la compañía donde me explican a detalle para que puedousar el dinero y que, a parte de mi salario base, estaré recibiendo esacantidad por cada dos semanas que sea nómada involuntario. Al parecertendré que ir a hablar con Frank Coeur para preguntar cuanto tiempoestaremos viajando.

Con un poco de mal humor salgo del remolque alquilado, solo paraencontrarme con un hervidero de actividad, lo cual hace que mi mal humorincremente. Necesito un poco de tranquilidad para pensar y hacer nuevosplanes.

—¿Aún por aquí, neoyorquino? —Chandler Canihan se pone a milado tan pronto llego a la valla que rodea los remolques.

—Acostúmbrate, será algo permanente.—Ayer dijiste que ya habías terminado. —Frunce ligeramente el

ceño, desconcertado.—Los altos esperan algo más detallado.—¿No te jode? —Se lleva una mano a la barbilla, como si estuviera

pensando en algo profundamente—. Al parecer sí, la cara que tienes lo

Page 40: Lúthien Númenessë - ForuQ

dice alto y claro.—No negaré que me molesta un poco, tenía todo estructurado, ahora

debo hacer nuevos planes.—No, ahora necesitas enlazar el caballo tres veces.—¿Enlazar el caballo tres veces? —Pregunto confundido—. No tengo

idea de que hablas.El hombre ríe, aunque no me queda claro si se burla de mí. Chandler

Canihan, el tragafuegos, se acercó a mí de manera desenfadada, adiferencia del resto que hicieron lo contrario, mantener la distancia ofingir no verme cuando me acercaba. Es una buena fuente de informaciónpor lo que es bueno tenerlo cerca, además que tiene una pick up, con la quepuede moverse de un lado a otro con facilidad, lo que me supone unaventaja. Su remolque es uno de esos antiguos, que se enganchan a otrovehículo para poder moverse. Algo en lo que no pensé cuando fui aconseguir el mío.

—Tienes mucho que aprender.Dudo mucho que esa frase sea verdad, pero prefiero callármelo,

observando la complexión del hombre, seguro que me manda al suelo deun solo golpe. Me excuso diciendo que tengo que empezar a planear lassiguientes semanas, una gran mentira pues la cantidad de ruido me loimpide, y él me dice que nos reunamos cerca de las tres de la tarde para ira enlazar esos caballos. Tengo mis dudas sobre esa frase y lo que puedasignificar, pero movido por la curiosidad acepto el reto.

A las tres menos cinco nos dirigimos al centro de la ciudad, Chandlerno deja de hablar sobre una y mil cosas durante el recorrido, cuando se dacuenta que no le seguiré la conversación se pone a tararear lo que sea queesté sonando en la radio, parece saberse cada una de las canciones, luegose aburre y comienza con la plática una vez más. Nunca, en toda mi vida,un trayecto de veinte minutos en auto se me había hecho tan eterno.

Aprovechando que estamos en la zona comercial hago la compra paralos próximos días, nuevamente improvisando la cantidad de víveres, noquiero tener que estar yendo y viniendo a cada rato, por lo que preveo quesea lo suficiente para un par de semanas. También me consigo un poco deropa, que esté más acorde al clima y las ciudades.

Invito a Chandler a comer, como agradecimiento por llevarme de unlado a otro y, de alguna manera, esperando que, si tiene la boca llena decomida deje de hablar un poco. Cosa que no sucede.

Page 41: Lúthien Númenessë - ForuQ

Se nos hace tarde, en su mayoría por causa mía, tenía bastantes cosasque hacer.

—Es hora de ir a enlazar esos caballos. —Dice frotándose las manos.—Realmente me gustaría que dejaras de decir eso.—¿Por qué? Es como se dice...—Lo siento, no prestaba atención...Chandler se ha quedado callado en el momento que alguien se

estampa contra mí, una mujer debido a la voz de quien se disculpa.—No hay cuidado. —Respondo sin darle importancia.—¿Mae?, ¿qué haces acá tú sola?Paso la mirada de uno a otro, es verdad, es una de las artistas del

circo, la de los perros.—He venido con las chicas, solo que por estar bobeando en el móvil

las he perdido de vista. —Responde ignorándome por completo, de hechoincluso me da la espalda levemente.

—¡Mae! —Grita alguien por detrás de nosotros—. Eres muy lenta...¡Oh! Hola.

Nos saluda una mujer de brillante cabello rubio, quien se lo acomodadetrás de la oreja antes de extender su mano. No quiero ser grosero por loque se la estrecho brevemente.

—Señor Reid, que placer verle por acá. —Saluda otra chica que seune al grupo.

Y así se van sumando más mujeres, todas ellas nos dedican radiantessonrisas, a excepción de la primera; Mae.

—El neoyorquino aquí presente no sabe lo que es enlazar un caballotres veces, y yo, como todo un experto, le mostraré cómo se hace. —Laschicas ríen y eso hace que la idea me guste aún menos—. ¿Quieren venir?

—Sí. —Responden todas emocionadas.—No. —El único no que se escucha proviene de Mae.—Mae, no seas grosera.—El único grosero aquí es este. —Me señala con un gesto que

desborda desdén por todos lados.—¿Yo?—Sí, usted.—¿Y por qué es eso? —Me pongo a la defensiva.—No se haga el desentendido, me debe una disculpa.—¿Una disculpa?, ¿yo?

Page 42: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Sí, usted. —Repite, cruzándose de brazos, luciendo exactamentecomo lo haría una adolecente rebelde.

—¿Por qué cree que le debo una disculpa?—Por llamarme adolescente.Otra vez con eso, ruedo los ojos, esta vez sin poder contener el

movimiento involuntario.—Esa fue una observación errada.—Un prejuicio diría yo.—Mae, enlaza tu caballo, —dice Chandler interrumpiendo de pronto

—. Déjalo estar.Tengo un par de cosas más por decir pero prefiero terminar con la

conversación de esa manera; pérdida de tiempo y esfuerzo.Aún con renuencia la chica nos acompaña, Chandler nos conduce a un

pub, lo cual debí haber deducido, se encuentra bastante tranquilo, lo queno es de sorprender pues a penas si son las seis treinta de la tarde, muytemprano para beber. Nos acomodamos en dos mesas, pero las chicas,como si fueran dueñas del lugar, empiezan a mover sillas para unirlas,cuando se acerca el camarero para atendernos no le da importancia a quehayamos movido su logística, sino que simplemente toma la orden.

Cuando nos pregunta que es lo que vamos a consumir Chandler seencarga de las bebidas, cerveza para todos y varios shots de tequila, másde los que somos, todo va bien hasta que los ojos del camarero van a daren la refunfuñada chica, a quien le pide su identificación. Los presentesríen por lo bajo mientras que ella me dedica una mirada ceñuda antes desacar su ID y mostrársela al joven.

—Quite esa expresión petulante. —Me espeta con los dientesapretados.

Para no iniciar otra discusión me encojo de hombros.—A esto se le llama enlazar el caballo tres veces; tres shots de

tequila seguidos de un vaso de cerveza, todo en una sola respiración. —Comenta Chandler tan pronto nos traen las bebidas y las reparte por todoslos presentes. Y, como buen anfitrión, tiene a bien mostrarnos como sehace; toma rápidamente el tequila, empinándose inmediatamente despuésel vaso lleno de cerveza.

Las chicas ríen y gritan encantadas, haciendo exactamente lo mismo.Los únicos que aún conservamos nuestras bebidas intactas somos MaeWalker y yo.

Page 43: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Anda neoyorquino, muéstranos que no eres un blandengue comotodo mundo dice.

Aquí lo pienso por un momento, cualquier acción que tome despuésde semejante comentario estaría mal, sin embargo analizo cual estaríamenos mal. Sinceramente no tengo nada que probar ante esta gente, peroserán con quienes estaré compartiendo 24/7 por los próximos meses,ganarme su respeto no estaría del todo mal, incluso lo veo como unaventaja. Aunque, por otro lado, acceder a sus provocaciones me hace verdébil desde el principio.

—Tu trabajo debe ser terriblemente aburrido. —Dice una de laschicas, apoyando su cabeza en una de sus manos sobre la mesa,inclinándose de tal manera que su escote muestra más de lo que debería enun lugar como este—. Si incluso debes pensar tanto antes de beberte unacerveza.

No entiendo su comentario hasta que otra interviene.—Parece que estás calculando la densidad de la cerveza, y el nivel de

alcohol en el tequila.—De hecho estoy pensando en como vamos a regresar, solo somos

dos quienes no hemos bebido aún.Le hago un gesto con la mano a la chica, quien no ha dejado de

fruncir el ceño, me observa por un momento y tras pensarlo brevemente seempina uno de los shots.

—Le envié un mensaje a Malik antes, para que pase por nosotros.Sin quitar los ojos de la enfurruñada muchacha tomo la decisión de

tomarme el licor frente a mí, pues es como si me retara a no hacerlo, porextraño que parezca quiero dejarle claro que puedo acoplarme a cualquierámbito. Así que, siguiendo las indicaciones de Chandler me tomo primeroel tequila y después la pinta de cerveza, todo lo anterior manteniendo mimirada en ella. Cuando bajo el vaso vacío desvía la vista y se pone aescribir en su móvil. Termina con el tequila que aún le quedaba pero sinhacer amago de continuar con la cerveza.

—Le he pedido a Wade que venga por mí, me duele la cabeza, creoque lo mejor es que vaya a descansar. —Anuncia tras unos segundos.

Por lo que recuerdo Wade es uno de los hijos mayores de Tao Walker.—Vamos Mae, estamos comenzando. —Se queja Chandler.Con forme va pasando la tarde el lugar comienza a llenarse, cada

tanto tiempo se acercan a la mesa hombres deseando poder hablar con

Page 44: Lúthien Númenessë - ForuQ

alguna de las artistas, ellas parecen no estar interesadas y se limitan acolocar propaganda del circo en los bolsillos de quienes vienen,claramente, buscando otra cosa. Sin embargo todos ellos se mantienenalejados de Mae, aunque no estoy del todo seguro si es porque parecemenor de edad, porque no es tan despampanante como las demás o por eseletrero de «vete a la mierda» que se ha colocado en la frente.

Y, aunque el licor continúa llegando a la mesa, yo he preferidoguardar mi distancia, bebiendo lentamente una pinta de cerveza que tengofrente a mí desde hace unos cuarenta minutos. Tampoco es que esté muyconectado en la plática, ya que esta gira en torno a viajes anteriores,vivencias y momentos que han compartido todos ellos, intentanintegrarme preguntándome sobre mi trabajo y vida en Nueva York, pero noestoy interesado en esa clase de cercanía con ninguno, por lo que melimito a responder lo esencial y convertirme en un oyente más.

—Mae, no tienes buena pinta, te vez un poco verde. —Escucho depronto a una de las chicas.

—Wade está tardando en venir y realmente no me siento bien.—Perdón, creía que era solo que no te sentías cómoda, en cuanto

llegue Malik le diremos que te lleve, ya después que regrese por nosotras.Ella, a diferencia del resto, se tomó únicamente el tequila, y desde

entonces solo agua, no creo que esté borracha, pero es cierto, está un pocoverde, dudo mucho que sea por el alcohol.

—Te hubiese llevado, —interviene Chandler—, hace unos dos tragosatrás, tengo la pick up afuera pero no quiero que te vayas conduciendo.

—El señor Reid puede llevarla, casi no ha bebido. —Propone lamujer de mayor edad, a ella no recuerdo haberla visto antes.

—Esperaré a Wade.—No seas necia Mae, probablemente termines vomitando sobre todos

nosotros antes de que Wade llegue.Lo veo como una oportunidad para retirarme también, bebo un vaso

de agua y tomo las llaves de manos de Chandler antes de que se arrepienta.Después de todo han mencionado que otro miembro del circo trae unafurgoneta. Como era de esperar, se despiden de la manera más ruidosaposible, en medio de silbidos y gritos dejamos el local, en el exterior hacefrío, contraste total con lo sofocante de la tarde. Doy un par de pasos haciami derecha, solo para percatarme que no recuerdo como es el auto.

Page 45: Lúthien Númenessë - ForuQ

La chica se abraza a si misma, tratando de entrar en calor, aunque conlo precaria que es su ropa, dudo que lo haga. Me observa, preguntándomedonde es que está el auto, al ver que no tengo ni idea de hacia donde irbufa, toma de entre mis manos las llaves y desbloquea las puertas para quelos faros se enciendan, camina hasta ahí, se trepa en el asiento del copilotoy cierra la puerta, todo esto sin mediar palabra. Doy un largo suspiro.

Para mi sorpresa, cuando entro al auto, ella ya tiene puesto elcinturón de seguridad, enciendo el motor y lo primero que hace es apagarla radio. ¡Gracias al cielo! Este será un recorrido silencioso. En unaintersección dudo cual será el mejor camino a tomar, ella bufa exasperaday un segundo después coloca su móvil en el soporte con una ruta trazadaen el GPS, no le doy las gracias, ya que creo eso la pondría de peor humor,y me limito a conducir.

Dejamos atrás la ciudad y cruzamos el tramo de terracería que noslleva a donde se encuentra el circo, es cuando habla por primera vez desdeque salimos del pub.

—¿En que consiste exactamente su trabajo, señor Reid?Bueno, no puedo decir que esté sorprendido por esa pregunta, ya que

es la que me han estado haciendo con mucha frecuencia desde que lleguéaquí.

—Recaudo bienes de personas que han fallecido con deudas.—Eso es horrible.—Es lo que digo yo, —comento sin quitar la vista de la carretera—.

Por eso es mejor tener todo en orden, nunca se sabe cuándo te sucederá.—Me refería a lo que haces.Suspiro.—Lo sé, pero alguien tiene que hacerlo.Aparco la pick up entre dos remolques, no estoy seguro que alguno de

ellos sea el de Chandler, pero ya mañana se encargará de moverlo él. Tomasu móvil del salpicadero y se baja sin decir nada más. La veo andar con lacabeza baja, y la sigo hasta que entra en uno de los remolques másgrandes, que se encuentra completamente oscuro, me pregunto si habráalguien para que la atienda. Sacudo la cabeza al darme cuenta que heestado preocupado por ella, cuidando que llegara bien a su «casa», viendopor su salud. Trato de alejar esos pensamientos e irme a hacer planes,aprovechando que hay una aparente quietud en el lugar.

Page 46: Lúthien Númenessë - ForuQ

Sentado en la pequeña mesa que sirve como desayunador, recibidor yescritorio, con el portátil encendido y una hoja de cálculo en blanco, meencuentro a mí mismo preguntándome si ya habrá llegado alguno de sushermanos, si habrá comido algo o se sentirá mejor. Cansado de tener esaastilla metida en mi cabeza, saco el maletín de primeros auxilios que tuvea bien surtir la primera vez que hice la compra, con toda clase demedicamentos para los problemas comunes. Si estaba verde quiere decirque algo le está afectando el estómago. Con un montón de cajas paradiversos males y dos botellas de agua salgo de mi remolque, observo queel de ella sigue con las luces apagadas, ¿se habrá ido?, ¿la habrán llevado aexaminar?

Frente a su puerta dudo un poco que hacer, supongo que nadie amuerto aún por los buenos modales, así que llamo. Después de todo, loúnico que puede pasar es que pierda unos minutos. Sin embargo noobtengo respuesta, llamo una vez más, pues me ha figurado escuchar algoen el interior, aguardo un poco agudizando el oído; definitivamente heescuchado un televisor, por lo que insisto una vez más un poco más fuerteesta vez.

Estoy por rendirme, creyendo que se ha dormido o quizás lo queescucho proviene de algún otro remolque, me giro para irme cuando lapuerta se abre de pronto.

No estoy muy seguro de que es lo que estoy observando exactamente.Ahí está ella y aquí estoy yo, con la diferencia de que ella se encuentra enropa interior, el verde de su rostro se ha trasladado a todo su cuerpo, no escomo que quiera verla, es solo que está justo delante de mí. Abre la bocapara decir algo, pero antes de que alguna palabra pueda salir se precipitahacia delante.

Nunca, en toda mi vida, había reaccionado tan rápido, arrojo lasmedicinas al suelo para intentar sostenerla, su piel se siente caliente y sucuerpo está pringoso por el sudor. Logro mantenerme en equilibrio y laacomodo entre mis brazos sin saber exactamente que hacer.

—¿Quién anda ahí? —Escucho que preguntan pero no consigo verdesde donde hablan—. ¿Qué estás haciendo? Mongrelo infeliz.

En un segundo me arrebatan de los brazos a la muchacha quesostenía, por el impacto con el que me han empujado me estampo contra elremolque que tengo a mi espalda, sin embargo no caigo, sigo manteniendoel equilibrio.

Page 47: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Venía a ver como se encontraba y se ha desmayado.—Será mejor que empieces a hablar, iniciando por explicar por qué

mi hermana está en ropa interior. —Otro de los Walker hace acto depresencia.

—Eso no lo sé, llamé a la puerta y ella ya estaba así.—¿Por qué a esta hora?—Miren, no lo sé. Estábamos en un bar...—Mal inicio. —Escucho a otro hombre decir a mi espalda, ya que he

avanzado un par de pasos hacia el remolque de los Walker.—Esto pasó. Estábamos en un bar con algunos de los artistas y ella

dijo sentirse mal, habló con alguno de ustedes y estaba esperándolos perose empezó a poner verde, Chandler me prestó su pick up para que latrajera. Llegamos y ella vino, sola —señalo antes de que vuelvan ainterrumpirme—, hasta aquí. Recordé que tenía medicina y venía aofrecerle un poco por si aún no había conseguido nada.

Para cuando termino de narrar los hechos sale del remolque el másgrande de los hermanos Walker, tanto en edad como en tamaño, con elceño fruncido y actitud de querer arrancarme la cabeza, del suelo recojolas cajas de medicina pisoteadas y se las ofrezco.

—¿Por qué precisamente tú?, ¿por qué no Chandler o cualquier otro?—Chandler tenía unas copas de más y el otro sujeto no llegaba, ella

parecía no aguantar hasta que alguno de ustedes apareciera. —Toda buenaacción tiene su castigo[1], digo para mis adentros.

—A mí no me ha llamado. —El mayor revisa su móvil.—Ni a mí. —Concuerda otro.—Maldición, tengo mi móvil muerto. —Bingo.—Supongo que debería darte las gracias. —El mayor hace un

movimiento con la mano para que el resto de sus hermanos entren en elremolque.

—No ha sido nada.—Dije «supongo» no que te las estuviera dando.Suspiro cansado por toda la situación.—Lo que sea. —Me giro para retirarme, una vez más, a la quietud de

mi remolque.—Oye, neoyorquino. —Me detiene uno de los Walker—. Tú no viste

nada.—No, no lo hice.

Page 48: Lúthien Númenessë - ForuQ

Pero sí vi, y mi subconsciente se encarga de recordármelo esa noche.

Page 49: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo SIETE

Mae

—Tienes gripe estomacal. —Sentencia Ian, quien no solo es un artistamás del circo, sino que también, por raro que pueda parecer, es médico, sepodría decir que es el médico de cabecera del circo, ya que nos atiende atodos, al menos en cosas muy generales, pues él mismo insiste en quetodos nos hagamos chequeos completos al menos cada tres meses.

—Gracias, Ian.—Sigue tomando estas, dos cada seis horas los próximos tres días,

luego bajas a una por los siguientes cuatro días, si las molestias persistendeberás acudir a una clínica, pero Mae, tienes que decirlo. —Me reprendecomo si fuese su propia hija.

—Lo haré, lo prometo. —Respondo sonriendo, lo cierto es que ya mesiento mejor.

—¿Todo bien? —Pregunta mi padre tocando a la puerta antes deentrar a la reducida habitación, donde apenas si podemos estar los tres.

—Gripe estomacal. —Digo, quitándole importancia.—Menos mal que tenías este medicamento a la mano, de lo contrario

habrías pasado muy mala noche.Lo cierto es que no recuerdo mucho de la noche anterior, solo que el

señor Reid conduce extremadamente despacio y, en cuanto inició laterracería, las náuseas se volvieron incontenibles, pero el condenadohombre pareciera que incluso bajaba la velocidad cada vez más. Llegué ala caravana con el tiempo justo para volver todo lo que traía en elestómago directo al wáter. Después el calor se volvió sofocante, asabiendas que mis hermanos y mi padre no estaban, no dudé en sacarme laropa y abrir la ventana de mi habitación para refrescarme un poco, aunqueno lo conseguí. De ahí lo siguiente que recuerdo es que Micah mezarandeaba para que despertara a tomar medicamento.

—Los chicos me dijeron que fue el señor Reid quien se las ofreció.

Page 50: Lúthien Númenessë - ForuQ

¿Qué? Giro rápidamente a ver a mi padre, el movimiento es tanrepentino que me hago un poco de daño en las vértebras del cuello. ¿A eseseñor qué le importa si estoy convaleciente?

—¡Oh! Pues no olvides darle las gracias.—Mae se encargará de eso ya que se encuentre más repuesta.Lo cual me llevará cien millones de años.Pues no, solo me lleva un día, veinticuatro horas después la fiebre ha

desaparecido, al igual que las náuseas y, al menos, he conservado en elestómago lo poco que he comido. Aún con todo, me hago la desentendiday me quedo en mi habitación una noche más. Soy consciente de que nopodré esconderme por mucho tiempo ya que solo nos queda un día másantes de que las funciones comiencen.

—Queremos practicar una rutina nueva. —Obi se deja caer en micama muy temprano por la mañana, sacándome de una serie depensamientos por donde no debería estar yendo.

—¿Sobre qué?—Algo tipo mensaje equivocado.—Suena bien, hace mucho que no presentamos algo así, lo vintage

está de moda, incluso con los payasos.—Sí, supongo, entonces ¿qué? —pregunta incorporándose—, ¿te

apuntas para practicar, o aún te sientes mal?—Estaré ahí.

Logro pasar todo el día sin ver al señor Reid, o ser vista por él. Segúnse rumorea se la ha pasado encerrado en su caravana, también se dice queserá un miembro permanente del circo, ya que le ha pedido permiso aFrank para quedarse algunas semanas más. Y como en este momento noestá en posición de negarle nada, pues lo tenemos como compañía nodeseada.

Parte de mi trabajo como miembro del espectáculo de payasos esestar en la entrada del circo, invitando y animando a las personas a entrar,a regresar y a recomendar las funciones. Por lo que soy de las primeras enestar lista para actuar. Una vez que las luces se encienden en las pistasdebo estar preparada para salir a escena en cualquier momento,

Page 51: Lúthien Númenessë - ForuQ

generalmente es entre un espectáculo y otro, mientras preparan todo parael siguiente acto, pero también pueden llamarnos si algo sale mal, comoque haya problemas con las pistas, la indumentaria o los actores, por loque me he vuelto experta en la improvisación y asistencia en situacionespoco comunes.

Pero ver a Zachary Reid caminar dentro de la carpa principal no esuna situación para la que pueda estar preparada. De un tiempo a ahora soymás consciente de su presencia, algo que no me explico y, ciertamente, nome agrada.

—¿Estás bien? Te vez un poco pálida. —Observa Obi colocándose ami lado.

—¿Cómo puedo verme pálida si estoy maquillada? —Digo riendo,tratando de no darle importancia.

—Que importa si estás maquillada, aún así luces pálida. ¿Tomaste lamedicina?

—Sí, venga, hay una función que presentar.

Me siento tan tonta, durante toda la función no pude concentrarme enabsoluto, sabiendo que en algún lugar se encontraba Zachary Reid,observando todo, juzgando si valíamos la pena, si en realidad éramos tanbuenos como la publicidad lo menciona. Lo somos, incluso mejores queeso. Aunque no lo encontré entre la multitud no podía quitarme lasensación de que su mirada me seguía. Una completa tontería pero es unsentimiento que no pude, y aún sigo sin poder, controlar. En cuanto Ron, eljefe de pista, despidió al público y las personas comenzaron a salir, huí porla parte trasera de la carpa, llevé a Huey, Dewey y Louie a su lugar, measeguré que estuviese bien colocado el pestillo y me escabullí a lacaravana antes de que ninguno pudiese detenerme.

Una vez que me siento segura en el interior de mi habitacióncomienzo a quitarme el maquillaje con calma, inhalando y exhalandoprofundamente con cada uno de mis movimientos. Debo dejar las tonteríasy volver a centrarme en lo importante, hacer lo que Frank nos ha pedido,entregar el mejor espectáculo posible, y eso solo lo conseguiré teniendo lacabeza donde se debe, en la pista y no en un ejecutivo alzado prejuicioso.

Page 52: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¡Maaaaaaaaaaaaaaae! —Me tapo la cabeza con la almohada, sientoque no he dormido lo suficiente cuando escucho a Wade hablándome desdefuera de la caravana. No se ha molestado en tocar a la puerta de mihabitación como una persona normal. Oh no, no señor, eso es demasiadosimple para él, sino que me grita a todo pulmón desde fuera,probablemente esté a una milla de distancia.

Me giro sobre mí misma tratando de ignorarlo, pero vuelve a gritar ydespués una vez más. Enfadada me pongo en pie, me visto con lo primeroque encuentro tirado, unos pantaloncillos cortos y una sudadera rosaalgodón de azúcar. Cuando grita por quinta vez estampo la puerta de lacaravana contra la pared al abrirla con mayor fuerza de la necesaria. Deinmediato suenan unos cuantos pops y todo el mundo comienza a gritarhaciendo que dé un brinco y el corazón se me acelere.

—¡Felicidades pequeña! —Se acerca mi padre a darme un fuerteabrazo—. Ha llegado tu título universitario, oficialmente eres unagraduada.

¡Ah! Era eso, sonrío y le doy las gracias, todos hacen fila parafelicitarme y se los agradezco, pero no es algo que particularmente meemocione. El último en acercarse es Micah, quien sostiene un enormesobre con el sello de la universidad en un extremo. Lo abro y saco eldocumento, finjo estar emocionada pero en realidad no entiendo por quétanta excitación, vuelven a felicitarme, mi padre insiste en tomarmealgunas fotografías con el papel que dice he terminado mis estudios,agradezco el entusiasmo, lástima que no lo comparta.

—Vayamos a celebrarlo el lunes que no hay funciones, no todos losdías mi niña se gradúa de la universidad. —Dice mi padre emocionado unavez que todo se ha calmado.

—Está bien, papá. No tenemos que hacer nada especial. —La verdades que me sienta fatal que él esté tan emocionado cuando yo no lo estoy.

—Claro que sí, lo hicimos con Micah, luego con Wade, hace unosaños con Obi y tú no te quedarás sin tu celebración. —Mi padre, que seencuentra sentado a mi lado, me abraza por los hombros, presionándomecon fuerza contra él.

Page 53: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Es solo que creo, no es tan importante. —Sigo observando el papelentre mis manos, sin ninguna emoción o sentimiento.

—Sin duda que lo es. Pase lo que pase de ahora en adelante, sé que tútambién, al igual que tus hermanos, tienes una red de protección. Un títulouniversitario es algo importante en el mundo, Mae. —Explica, como siacabase de entender lo que estoy sintiendo—. Es lo que te permite saltarsabiendo que estarás segura.

—Si lo pones así...—Hazle caso a tu viejo. —Me da un beso en la cabeza y me deja sola,

es impresionante como los padres lo saben todo sin realmente saber lascosas.

Observo el papel por largo tiempo, leo lo que lleva escrito una y otravez, miro mi nombre con esa letra extraña y me parece que es el dealguien más, que no me pertenece a mí. Me pregunto si se rasgará o si seráalgo indestructible.

—Felicidades. —Me sorprende escuchar esa voz masculina, la cualha llegado en el momento justo en que estaba por trozar la hoja por lamitad para probar su durabilidad—. Escuché un gran revuelo por aquí hacepoco, no tardé en saber el por qué.

—Gracias... supongo.—No pareces estar muy emocionada. —Sin ser invitado se sienta a

mi lado, extiende la mano para que le muestre el documento—. ¿AIU?—Atlantic International University. —Respondo casi en automático

—. Como podrás imaginar, al ser parte de la compañía circense nopodemos tener una educación tradicional, buscamos universidades quetengan programas a distancia, solo acudimos cuando tenemos que rendirexámenes.

—Ya veo.—Seguramente eres un graduado de Harvard o algo así, ¿cierto?—Columbia.—Lo sabía. —Mascullo sin realmente darle importancia, era de

suponer que fuera egresado de una universidad de renombre. Por suaspecto, la manera en que habla y como se conduce, puedo decir que vienede una familia adinerada. Sí, lo sé, estoy haciendo lo mismo que él,prejuzgando, pero no es como que pueda pausar mi cerebro.

Nos quedamos en silencio un largo rato hasta que es él quien vuelve ahablar.

Page 54: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Por qué ibas a romperlo? —Pregunta alisando la arruga que le hehecho antes a la hoja—. No cualquiera obtiene una licenciatura en...¿biología?

Me encojo de hombros.—¿Qué creías?, ¿qué una persona como yo no podría tener

conocimientos avanzados de nada?—No he dicho eso.—La incredulidad en tu voz lo ha mencionado por ti. —De pronto

comienzo a molestarme, no sé por qué, ni quiero analizarlo. Me pongo enpie para irme, él me imita y antes de que pueda dar tres pasos me detienesosteniéndome de un brazo.

—No he querido decir eso, es solo que pensé una persona como tú seespecializaría en otra cosa, como artes escénicas o literatura. —Tiro de mibrazo para soltarme de su agarre, con la otra mano me ofrece eldocumento, observo a ambos, al hombre y al papel que sostiene.

—Quédatelo, a mí no me sirve de nada, después de todo, soy unasimple payasita de circo.

Page 55: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo OCHO

Zachary

—Te falta tanto que aprender. Si vas a quedarte por aquí un tiempodebes empezar a hacerlo, antes de que ocasiones un accidente.

—Instrúyeme, maestro. —Insto a Chandler a continuar, ya que notengo nada que hacer, literalmente. Nada salvo seguir al circo.

—Los autos se aparcan detrás de las caravanas, no entre ellas, asísiempre están listos para cualquier eventualidad. Que por cierto, se llamancaravanas y no remolques. Todos ellos tienen un lugar designado desde elcomienzo, como eres el más reciente, e innecesario, tu caravana serásiempre la que quede rodeada del resto, es decir, el último en abandonar ellugar.

—Gracias por hacerme sentir inútil.—Las cosas como son. —Dice encogiéndose de hombros—. No

puedes meter a ninguna mujer del circo en tu cama bajo ningún motivo,tampoco puedes traer a mujeres a tu caravana mientras nos sigas, sinecesitas sacar el veneno de la víbora tienes que hacerlo en la ciudadcomo una persona civilizada. Eh, no me mires así, son reglas de Frank, nolas mías.

Ruedo los ojos al escucharlo.—Prefiero enfocarme en las cosas técnicas.—Y aléjate de la menor de los Walker. —Giro hacia él rápidamente

—. Es el circo, aquí todos nos cuidamos entre nosotros, ¿creías que no nosenteraríamos? De ahora en más no solo los Walker estarán observándote,sino todos. Somos como una gran familia y protegemos a los nuestros,sobre todo a nuestras mujeres.

—Puedes estar tranquilo, no me interesa.—Me caes bien, —cambia de postura; cruza los brazos sobre el pecho

y ha dejado las bromas a un lado—, pero esta es mi familia. Tampococreas que no me he percatado en la forma en que miras a Jolie, de una vezte lo digo, es más que imposible. Es la hija del dueño y tú quien quiere

Page 56: Lúthien Númenessë - ForuQ

quitarle el circo, además que todos se te echarían encima si intentas algocon ella.

—Creo que no me has escuchado, no estoy interesado en ningunamujer del circo.

—¿Eres —pregunta de manera conspiradora, acercándose mucho a mirostro— amigo que apunta al otro lado?

Termina todo el teatro con un ademán muy significativo con susmanos.

Bufo exasperado como por cuarta vez consecutiva en los últimosveinte minutos.

—Si me estás preguntando si soy gay, la respuesta es no. A lo que merefiero, y solo para quedar claros, es que he venido aquí a hacer mi trabajo,no ha conseguir una cita.

—¡Oye, Canihan! Deja de estar flirteando con tu nueva amiguita yven a ayudar. —Le grita un hombre desde el otro lado de la hilera deremolques, o como ellos las llaman, caravanas.

Aprovecho para ir a descansar un rato ya que llevo un par de nochessin poder dormir bien, desde que Mae Walker apareció en la puerta de sucaravana usando solamente ropa interior. Después de ese día solo supe deella por lo que los demás decían, al parecer se recuperaba rápidamente,tanto que no se perdió ninguna función. Verla interactuar con los niños,con el público, con sus otros compañeros payasos fue... interesante, supersonaje no pega para nada con su personalidad.

Escuché el ruido muy temprano por la mañana, salí de mi caravanapara ver a que se debía semejante alboroto, una de las bailarinas me dijoque era porque Mae Walker acababa de recibir su diploma universitario y,como tradición del circo, todos iban a celebrarlo con ella.

Sinceramente no pensé que alguno de ellos tuviera estudios más alláde algo técnico, pero según me han ido comentando hay de todo, desdequienes no saben leer o escribir, hasta quienes tienen títulos universitariosy algunos con especialidades; hay médicos, médicos veterinarios,contadores, administradores, y biólogos... bueno, una bióloga de hecho,una que parece no estar muy contenta con ello.

Saco de una carpeta el título que Mae Walker me ha dado, mepregunto qué será lo que le moleste de ese documento. Estoy seguro quecualquier persona estaría dando saltos de emoción por haber obtenidofinalmente un título en cualquier cosa, lo estaría presumiendo con todo el

Page 57: Lúthien Númenessë - ForuQ

mundo e incluso en las redes sociales como está tan de moda ahora. Peroella lo miraba como si no supiera exactamente que era, incluso intentóromperlo por la mitad.

No sé que hago con ese documento aún, debí haberlo regresado,entregárselo a alguno de sus hermanos si ella no lo recibía de vuelta, encambio traté de alisarlo y ahora lo conservo dentro de una carpeta queguardo entre mis documentos.

«Mae Eleanor Walker»Bachelor of Sience Major in Biology

Personalmente me sentiría honrado de tener un documento como este,sacudo la cabeza, no hay razón para estar cuestionando lo que esta mujerhace, decido que regresaré el documento de una vez por todas y asíquitarme el asunto de una vez. Antes de poner un pie fuera suena mimóvil, frenándome de mi resolución.

—¿Qué es esa tontería de que seguirás al circo hasta Dios sabrácuando?

—Es lo mismo que yo me pregunto, Elizabeth, no fue mi idea, de esopuedes estar segura.

—Hablaré con papá para que envíe a alguien más, tú ya hasterminado con tu trabajo ahí, regresa.

Me froto las sienes. Este es un problema que no quiero justo ahora.—No hagas nada, Elizabeth, al menos no en mi nombre, es un trabajo

que me asignaron y lo realizaré como cualquier otro.—Pero nunca te habías ausentado tanto por un trabajo, ni tan lejos.Conocí a Elizabeth en mi último año de carrera, después de haber

solicitado una pasantía en Brown, Johnson & Peace Inc., solo paradescubrir, durante mi primer día ahí, que era la hija del señor Peace. Desdeentonces me he preguntado si mi ingreso ahí fue por mérito propio o porrecomendación no solicitada de ella, no me atormento mucho con eso yaque si fue así, al menos estoy seguro que la permanencia ha sidototalmente cosa mía. Me he ganado el puesto que tengo con trabajo duro ydedicación. Desde que ingresé no he fallado ni una sola vez, siemprehaciendo lo que se me solicita, y esta asignación no será la excepción.

—¿Me estás escuchando, Zack?—No.Suspira.

Page 58: Lúthien Númenessë - ForuQ

—En veces odio que seas tan honesto. Al menos podrías fingir que teimporto.

—Mentir es...—...Una pérdida de tiempo y esfuerzo. —Termina la frase por mí, con

voz de mofa.—Exacto.—Eres un hombre exasperante. Igual hablaré con papá, por mi cuenta.Decido terminar la conversación, seguir insistiendo en lo mismo no

serviría de nada, como suelen decir «no hay peor sordo que el que noquiere oír». Así es Elizabeth, se niega a escuchar las cosas que laincomodan o que no son de su agrado, poniéndose necia hasta queconsigue cambiarlas. Sé que pronto recibiré un correo de la empresa, yasea solicitándome que regrese, que entregue el caso a alguien más, o queme apresure y termine lo antes posible.

Vuelvo a revisar los documentos que Jolie Coeur me ha entregado. Laúltima vez que fui a hablar con Frank me dijo que acababa de entregar laadministración a su hija y ahora debía hablar con ella, que él se quedaráacompañando al circo pero estará en una clase de retiro sanador, o algoasí, y ahora ella es la encargada. Por lo que le solicité el recorrido y lasfechas en las que se movería la compañía, además de que me mantuvierainformado de los ingresos por ciudad. Algo a lo que accedió, aunque no demuy buena gana.

La gira comenzó en Los Ángeles, California; yo los alcancé enAlbuquerque, Nuevo México; ahora estamos en San Antonio, Texas;nuestra siguiente parada es Lafayette en Luisiana. Vuelvo a estudiar elrecorrido, prácticamente cruzamos todo el país, ver la columna de lasfechas no me pone muy contento, ya que son muchos meses. De hecho estodo lo que queda del año y poco más. En algunas ciudades el circo sequeda un mes completo, como por ejemplo en Atlanta y Bloomington.Tengo que encontrar algo que hacer durante ese tiempo, de lo contrario mevolveré loco con tanto tiempo muerto.

Fiel a su palabra, la única entrada que Jolie me dio fue la del primerespectáculo la primera noche que pasé en la compañía, desde entonces

Page 59: Lúthien Númenessë - ForuQ

compro mi entrada diariamente al primer espectáculo, a final de cuentastengo mucho dinero por gastar, es mi manera pasiva agresiva de decirle alseñor Peace que no me parece en absoluto la resolución que tomó. Así quedía tras día gasto alrededor de treinta dólares para sentarme a ver unespectáculo que vi la noche anterior y que veré la siguiente.

Quedan dos días para comenzar a levantar la carpa y continuar alpróximo destino, otro caluroso estado que no me entusiasma mucho, yaque el clima en Luisiana es mucho más húmedo y caluroso que aquí, enSan Antonio. Además, la expectativa de algo desconocido me molesta untanto, no saber a dónde llegaremos, cómo será el terreno, qué tan lejosestaremos de la ciudad.

Salgo de la carpa tras acabarse la primera función de la noche, me heesperado a que la mayoría de los espectadores despejaran el lugar, pues notengo prisa por llegar a ningún lado, haciendo mi camino hasta micaravana veo que Jolie Coeur es empujada lejos de las luces por unhombre, quien la toma del brazo con fuerza. Mi primer instinto esayudarla, pero recuerdo las palabras de Chandler; «no busques líos»,mantengo mi distancia, listo para intervenir en caso de que la discusiónpase a mayores.

—Me voy unos días y me encuentro con esto, ¿qué demonios te pasaJolie?, ¿cómo permitiste que las cosas llegaran a tanto?, ni siquierapudiste cuidar del viejo como es debido.

Así que esa es la verdadera razón por la que Frank le cedió laadministración a su hija, se encuentra enfermo.

—Leito Coeur, hijo mayor de Frank y hermano de Jolie. —SusurraChandler a mi lado.

—Parece tener mal temple. —Comento sin quitar los ojos de loshermanos Coeur.

—Nunca lastimaría a Jolie, solo está cabreado. El circo es su vidaentera.

—Ya... —Exclamo para que pare la conversación ahí, no necesito otracátedra de cómo los Coeur han mantenido el circo vivo por tantos años, noes mi culpa que Francis los pusiera en esta situación, tampoco es comoque yo quiera quedarme con el lugar, solo estoy haciendo mi trabajo.

Los observo perderse entre las caravanas y dejo de escuchar loscuchicheos, sigo mi camino en sentido contrario, después de todo no es miasunto, cualquier cosa que haya entre ellos es cosa familiar, como dije

Page 60: Lúthien Númenessë - ForuQ

antes, yo estoy aquí realizando una labor legítima, no tengo quedisculparme por hacer mi trabajo, por haber sido seleccionado para estaasignatura o por tener que hacer cumplir un contrato.

El día de movernos llegó, y tal como me lo hizo saber Chandler;todos ayudan a la hora de desmontar la carpa, no hay excepciones opretextos, cada uno de los miembros de la compañía tiene su rol, inclusoyo. Es curioso pero lo he aceptado con agrado, supongo que es por no tenerotra cosa que hacer. Más curioso aún, estoy empezando a verme como unomás de ellos.

Page 61: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo NUEVE

Mae

Las cosas se han puesto raras, alrededor de la compañía corre unavibra extraña, todos nos encontramos un poco nerviosos por lo incierto quese ve nuestro futuro. Entre más tiempo pasa el señor Reid alrededor delcirco más inquietos nos ponemos. Él, por otra parte, parece estar bienadaptado a nuestro estilo de vida; ayuda a montar la carpa y a desmontarla,le han asignado un par de tareas, las cuales realiza junto con Chandler,quien le enseña a moverse dentro de la compañía, se ha unido a la rutinade ejercicios de los acróbatas y demás artistas que salen a trotar por lasmañanas, el resto del tiempo lo pasa en su caravana. A excepción de laprimera función de cada día, a la cual asiste religiosamente.

Cada noche lo veo entrar en la carpa con boleto en mano, en vecestoma uno de los asientos de primera fila, en otras se queda en las gradas,donde la mayoría del público se encuentra. Hay algo en su rostro, algo queno consigo descifrar exactamente lo que es, que hace me mantenga atentade sus reacciones.

No hemos vuelto a cruzar palabra, pero siempre sé cuando seencuentra cerca, tiene una vibra fácil de detectar y difícil de olvidar.

Justo ahora nos encontramos en Jacksonville, donde el calor esabrumador, por lo que he convencido a Obi de ir a la playa, solos él y yo.Últimamente no me he sentido yo misma, necesito reconectar con mi niñainterior, encontrar lo que he perdido, lo que no sabía que había perdido.Caminamos largo rato por Oceanfront Park sin tener un rumbo definido,hasta que uno de los senderos nos deja frente a la playa, nos quitamos lasbotas para enterrar los pies en la arena, chapotear con las olas y sentir lafrescura del agua. Cuando nos cansamos extendemos las toallas quellevamos para hacer un poco de yoga.

Pudiera parecer, a los ojos de los espectadores, que ser payaso esquizás la tarea más sencilla dentro del circo, pero no es así, debemosmantener nuestro papel de animadores durante todo el tiempo, aunque

Page 62: Lúthien Númenessë - ForuQ

haya días que no podamos sonreír. Por ello nos preparamos de todas lasmaneras posibles, ejercitando nuestros cuerpos y mentes. Meditar, hablarde nuestros problemas, gastar energía, son algunas de las actividades queejecutamos día a día.

—¿Viste la estatua de antes? La que se encuentra en el centro delparque.

—¿Te refieres a la que estuviste mirando como por tres horas? —Replica mi hermano, con los ojos cerrados y manteniendo el equilibrio enla pose del árbol.

—Hay una leyenda que habla sobre una Diosa de la Tierra llamadaHutash, ella cuidaba de un pueblo Chumash. —Obi se sienta sobre sutoalla escuchando mi relato—. Ellos vivían en una isla, pero eran tantosque la isla les quedaba pequeña. La Diosa creyó necesario que algunos deellos migraran al continente, donde no había nadie. El problema era cómohacer que cruzaran el mar.

»Hutash pensó en hacer un puente que conectara la isla con elcontinente, así que creó un arcoíris que iba desde la punta de la montañamás alta hasta las lejanías de la nueva tierra. Familias completas semudaban a su nuevo hogar, emocionados por lo que les esperaba del otrolado.

—¿Y qué había del otro lado? —Interviene Obi haciéndome saberque presta atención a mis palabras.

—No era lo que había en el otro lado, sino la travesía, los niñoscomenzaron a jugar durante el camino pero, lamentablemente, cayeron alocéano y comenzaron a ahogarse.

—Pensé que sería una historia feliz.—Lo es. Hutash se sintió triste de ver a su pueblo llorar por sus niños,

así que decidió convertirlos en delfines para que pudieran jugar en elocéano.

—¡Vaya! Y yo que creía que simbolizaba la concientización por elmedio ambiente. —Dice con voz de mofa—. ¿A qué viene esta lección ydónde has aprendido esa leyenda?

—La leí hace tiempo. —Me dejo caer de espaldas sobre mi toalla,cubriéndome el rostro con los brazos, el sol ha comenzado a descenderpero aún calienta lo suficiente—. Quizás es necesario que me conviertanen delfín, no encuentro a mi niña interna.

—¿De qué hablas? —Tira de mi brazo para hacer contacto visual.

Page 63: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Creo... creo que ya no quiero ser una payasita de circo.

En toda compañía de circo hay reglas, como en cualquier otraempresa o grupo, y debemos obedecerlas, de lo contrario habráconsecuencias. Puede que las consecuencias por lo que estoy haciendosean severas, por lo que intento ser sigilosa y asegurarme que no meatrapen.

Hace tiempo que me siento inquieta, que quiero enfrentarme a nuevosretos, probar cosas diferentes, por lo que, cada vez que la carpa está vacía,me escabullo. Al principio me decía que era para reconectar con mi almacircense, ahora es algo que quiero hacer. Es difícil intentarlo por mi cuentay aunque he visto algunos videos en YouTube soy consciente de que nopuedo hacerlo sola, esa es la razón por la que le conté a Obi, con laintención de que me apoyara, pero pasó lo contrario, se molestó y ahoracasi no me habla.

Por lo que estoy aquí, sola una vez más, tratando de conseguir haceralgunos movimientos. Me siento en el aro e intento hacer algunas poses, escomplicado ya que no puedo subirlo mucho, lo que dificulta que puedamaniobrar libremente, me sujeto fuertemente del borde tratando de resistirtanto como puedo poniendo el cronómetro del móvil para medir el tiempo.Cuarenta y siete segundos, tres más que la última vez. No he mejorado ennada. Pensé que, como practico yoga, sería más sencillo, pero no es lomismo apoyar tu cuerpo sobre tus brazos en tierra, a quedar colgada en elaire.

Escucho unas leves pisadas y salto a tierra rápidamente, alejándometanto como puedo del aro, lo detengo con una mano para que deje debalancearse, justo un segundo antes de escuchar esa familiar voz.

—¿Qué haces?—Nada... Digo, ¿tú que haces? —Trato de corregir rápidamente.—Escuché ruidos fuera de mi caravana.—¿Y creíste que era alguien tratando de robarte algo?—No. —Me ha sonado a un sí.—No puedes entrar a la carpa cuando no hay nadie. —Me cruzo de

brazos tratando de mostrarme segura.

Page 64: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Tú estás aquí. —Señala, encogiéndose de hombros.Abro la boca para replicar a eso pero me doy cuenta que no tengo

nada que decir, ahí me ha pillado. Lo veo enarcar una pretenciosa ceja y yosolo puedo hacer una mueca de disgusto. Sabiendo que he terminado mientrenamiento clandestino por hoy me voy, después de todo no hay razónpara seguir aquí. Me guardo el móvil en el bolsillo trasero de mis vaquerosy paso por su lado como si no estuviera ahí.

—Espera, no te vayas. Estabas haciendo algo y te he inte...—¡No! No hacía nada. —Me apresuro a decir, no quisiera que alguien

más se enterara que estuve en la carpa de noche—. Solo no podía dormir ysalí a caminar.

—Yo tampoco puedo dormir, ¿te apetece caminar conmigo un rato?Boqueo como pez fuera del agua, abriendo y cerrando la boca varias

veces sin emitir sonido alguno, este hombre hace que pierda la habilidadde hablar. Hace tan solo un segundo nos aventábamos pullas y ahora quiereque lo acompañe. Es mejor que me vaya a dormir, o intentar hacerlo, séque eso es lo que tengo que hacer, declinar la oferta y fingir que estonunca sucedió. Por lo que cuando me encuentro aceptando la oferta sientoque no he sido yo.

—Claro.Al principio caminamos alrededor de la carpa en silencio, tan solo

con el sonido de nuestras pisadas, haciéndonos compañía mutuamentepero sin entablar conversación. Evito pasar por el vagón de los animales,pues no quiero que despierten a alguien más. Es extraño pero caminar a sulado se siente... bien. O quizás solo sea que, estando a su lado, mi cabezaestá ocupada pensando en él y lo extraño que esto es.

—¿Ocurre algo?—¿Qué? ¡No! ¿Qué podría ocurrir?—Entonces, ¿por qué no dejas de mirarme?¡Que vergüenza! No me había dado cuenta que estaba observándolo.—Estoy pensando. —Trato de sonar indiferente.—¿Puedo preguntar en qué? Para que estés observándome de esa

manera supongo que no es algo agradable.Siento que el rubor se va intensificando en mis mejillas, ¿qué cara

habré puesto para que haga semejante comentario? Trato de que nuestrospasos nos lleven a la zona menos iluminada, así no podrá ver mi rostro.

Page 65: Lúthien Númenessë - ForuQ

Aunque, la luz de la luna no me lo pone fácil, ya que brilla con tantaintensidad, como si lo hiciera con la intensión de delatarme.

—No entiendo por qué estás aquí. Me refiero, he sido parte de estecirco desde que nací, y nunca habíamos tenido una situación como esta.

No es del todo una mentira, eso también es algo que ha estado en micabeza desde que Frank nos anunciara que podrían cerrar el circo.

Lo escucho suspirar pesadamente y sus pasos se van acortando.—Francis Coeur firmó una serie de pagarés con nosotros a cambio

del financiamiento para su proyecto. Dado que eso no se concluyódebemos recuperar el capital que le ofrecimos, la garantía que dejó fueronlos documentos de propiedad del circo, por ello es que debemos avaluarlo.—Su explicación, tan aséptica, falta de emoción, hace que se me ponganlos vellos de la nuca de punta—. Ya que al parecer es una copropiedaddebemos ver si Frank Coeur quiere, y sobre todo, puede pagar lo queFrancis debe a Brown, Johnson & Peace Inc.

—No lo entiendo. —Admito—. Me refiero a porque Francis haríaalgo así. Es verdad que él nunca pasó por el circo mucho tiempo pero...

Sacudo la cabeza, no comprendo nada de lo que dice, me refiero a loque haya llevado a Francis a hacer eso, nunca lo imaginé como unapersona codiciosa. La persona que ahora me describe no es para nada laque recuerdo, aquel hombre entusiasta que se emocionaba las pocas vecesque venía y nos veía hacer las rutinas, que preguntaba sobre los nuevosactos o que nos daba consejos para atraer espectadores.

—Lo siento. —El susurro llega tan de improviso que por estarperdida en mis pensamientos me hace dar un sobresalto, me habíaolvidado de quien va a mi lado.

—¿Por qué? —Nos hemos detenido detrás del vagón donde duermeSirius.

—No quería preocuparte, creo que no debería hablar de estas cosas.Solo que todos creen pensar que quiero arrebatarles el circo para mi propiobeneficio, pero no es así, la empresa está siguiendo las reglas.

Asiento con la cabeza, entiendo a lo que se refiere, he estadoescuchando los comentarios que hacen el resto de la compañía, llamarlopor diversos sobrenombres desagradables, pero él solo hace su trabajo.

No estoy segura cual de los dos se ha movido primero, pero ahoraestamos frente a frente, observándonos, tratando de adivinar lo que pasa

Page 66: Lúthien Númenessë - ForuQ

por la mente del otro, ¿por qué es que siento este extraño cosquilleo? Mesiento acalorada, ruborizada, tímida.

—Solo no quería que tuvieras una impresión errónea de mí. —Se haacercado a mí o yo a él, no lo sé—. O de las razones por las que estoy aquí.

Su voz es apenas audible, ¿sentirá lo mismo que yo? Que estamoshaciendo algo indebido.

—Yo... —trato de aclararme la garganta pues mi voz sale condificultad—, yo lo entiendo, solo es... trabajo.

La voz que escuchamos a nuestro costado nos hace sobresaltar a losdos.

—¿Interrumpo?

Page 67: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DIEZ

Zachary

—¿Interrumpo?—¿Sabes qué? Creo que aprovecharé que tengo insomnio para

terminar esa serie en Netflix. —Mae se apresura a escabullirse.—Adiós payasita. —El hombre la despide con la mano y una enorme

sonrisa en el rostro—. Leito Coeur, lamento no haber tenido laoportunidad de presentarme antes.

Extiende su mano, la observo antes de estrecharla brevemente, hacambiado su expresión por completo, ahora tiene la mirada dura ysemblante tenso. Desde hace semanas que lo he estado viendo aquí y allápor lo largo del circo, pero nunca antes se acercó a pesar de quehiciéramos contacto visual una que otra vez.

—Zachary Reid. —Aunque está más que claro sabe quien soy.—Por la manera en que me está frunciendo el ceño creo que sí he

interrumpido algo.—Solo caminábamos. —Escojo con cuidado mis palabras, evitando

llamarla ya sea por su nombre o apellido, no quiero sonar muy familiarpero tampoco frío. Es mejor decir lo mínimo posible.

—Que no le sorprenda, señor Reid, pero yo siempre sé lo que ocurreen mi circo.

—Que extraño, siempre creí que era el circo de los hermanos Coeur.Vuelvo sobre mis pasos para regresar a mi caravana, por hoy ha sido

suficiente, en más de un sentido. Algo en la mirada de Leito Coeur medice que es un hombre de quien debo tener cuidado, se parece mucho aFrancis, comparten ese brillo de astucia que las personas con malasintensiones tienen. Creo que, a partir de ahora, mi trabajo comenzará acomplicarse, y creo saber por qué me pidieron que me quedase aquí.

Por otro lado está Mae Walker, mi mente ha empezado a jugar conese rompecabezas y esa es la razón por la que no puedo dejar de pensar enella, porque aún no armo las piezas por completo. Verla hacer acrobacias

Page 68: Lúthien Númenessë - ForuQ

en el aro fue impresionante. Con esa habilidad, no entiendo por qué seconforma con ser parte del espectáculo de payasos si bien podría estarvolando por los aires. Dudo que sea por falta de valor, esa mujer es 99%agallas, 1% meditación. Dice las cosas antes de pensarlas, una de las cosasque me tiene tan fascinado, aguardar a ver que es lo que sale de esaimpredecible boca.

He hecho todo lo posible por apartarla de mi mente, pero parece queha construido un carrusel en mi cabeza y gira y gira sin detenerse dentrode ella, dejándome exhausto. Tengo dudas y lo que me gusta menos que lafalta de orden es la falta de respuestas y con ella son solo preguntas.

No pude recuperar el sueño en toda la noche. Por primera vez desdeque llegué prefiero quedarme sin salir de mi caravana en toda la mañana,pasarlo trabajando; con la información recabada en las últimas ciudadesvoy completando gráficas, estadísticas y proyecciones de la gananciaestimada que obtendrá el circo. Sí, así es como distraigo a mi mente,ordenando datos y creando estadísticas. Termino lo relacionado con laparada anterior y lo envío a la compañía, unos minutos después me llega elestandarizado mensaje de que mi correo ha sido recibido, es lo único queobtengo como respuesta por cada uno de mis nuevos reportes, como si sololos estuviera mandando al vacío.

Estoy por apagar el ordenador cuando recibo una llamada, una que heestado esperando desde hace tiempo.

—¿Me puedes explicar qué es esa tontería de que te uniste al circo?—Hola, papá. Yo estoy bien, ¿y tú?—No dramatices, Zachary. Ahora, ¿por qué demonios estás en el

circo en vez de consiguiendo una promoción?, ¿cuándo dejarás de perderel tiempo? —La voz de mi padre es inflexible. Odio que siga hablándomecomo si tuviera ocho años.

—No ha sido elección mía.—¿Crees que invertí tanto dinero en tu educación para que terminaras

uniéndote a un circo de quinta? Dijiste que te quedarías en Nueva Yorkporque era la mejor oportunidad de tu vida, ¿eso es lo que quieres hacer?Ser un payaso que nadie toma en cuenta.

Page 69: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Si lo que tanto te molesta es el dinero, papá, dime la suma y te loreembolso con gusto, si eso consigue que dejes de meterte en mi vida...Seguro tendrás la cantidad exacta anotada en alguna parte.

—Insolente. Termina de una maldita vez con esa tontería yconviértete en socio.

Y como es su costumbre, le gusta tener la última palabra siempre,termina la llamada sin escuchar nada de lo que tengo por decir. Aunque esesfuerzo mal gastado, ya que jamás escucha nada. Siempre juzga y evalúalas cosas según lo que él quiere creer. Decir que no me afecta sería mentir,una conversación con él me ha dejado completamente exhausto, y taninsignificante como cuando tenía ocho años y lo único que deseaba era suaprobación, pero nada de lo que hiciera en aquel entonces era significantepara él.

Al parecer eso no ha cambiado.Desvío esos pensamientos ocupando mi mente en algo más, organizar

cosas es lo que me funciona mejor, por lo que me pongo a elaborar unalarga lista de cosas que necesito hacer en la ciudad. Por primera vez lepido de favor a Chandler que me preste su auto, como gratificación se lodejaré cargado y limpio.

Y es la primera noche que me pierdo el espectáculo. Lo curioso esque no pienso en Jolie y su temerario acto en las alturas, sino que a mimente me viene una graciosa payasita con sus tres perritos saltarines y lapregunta de ¿qué nuevo truco presentará en esta ocasión?

Lo único que consigo al estar rodeado de tanta gente es ponermeansioso, distraigo mi mente yendo a la biblioteca pública, leyendoperiódicos locales y de difusión nacional, e incluso revisando la bolsa devalores, pero nada calma mi inquietud, es una vibración extraña, como sime avisara que no estoy cumpliendo con mis responsabilidades, lo que esridículo ya que no tengo ninguna en este momento.

Y aunque quiero subirme a la pick up e ir hacia el circo para saber sitodo está bien, me resisto a ese pensamiento, creo que estoy perdiendo laperspectiva de este trabajo.

Page 70: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo ONCE

Mae

Inconscientemente busco entre la audiencia a Zachary, pero, porprimera vez, no lo encuentro. Desde que apareció en el circo siempre lo helocalizado sin siquiera tener la intención de hacerlo, es como si mis ojoscayeran en él. Hoy no puedo verlo, ni en las gradas ni en los reservados.Tampoco es como que hubiese tanta audiencia como para que se perdieraentre ellos.

—¿Buscas a alguien? —Micah me sorprende espiando por detrás dela cortina que separa a las pistas del área de preparación.

—Pffff, no. ¿A quién podría estar buscando? No conozco a nadieaquí.

—Claro. —Me lanza una mirada extraña.No tengo oportunidad de preguntarle que significa pues lo llaman a

que salga a escena. Micah presenta un acto de magia, incluida una rutinade escapismo bastante intensa y, como hace desde que era una niña, mequedo hipnotizada viendo cada uno de sus trucos, aunque lo haya vistoensayarlos una y otra vez, aunque sepa la verdad tras la ilusión. Me olvidode toda la locura que hay a mi alrededor y observo, desde un muy malángulo, el acto de mi hermano, por lo que me pierdo la primera llamadaque me hacen.

—Es tu turno. —Me grita Ian.Parpadeo sorprendida por no haberme percatado del paso del tiempo.

¡Maldición! Tengo la cabeza en cualquier lado.Voy hasta la pista saludando enérgicamente, al llegar hasta mi marca

me percato que me he olvidado de traer a Huey, Dewey y Louie conmigo,veo por entre las cortinas que separan la pista de la zona de artistas a Wadehaciéndome señas con las correas de los perros en mano, trato de no entraren pánico y arreglar la situación, hago un par de caras chistosas y unoscuantos diálogos para que el público crea es parte de la rutina. Mi hermanolo entiende rápidamente y suelta a uno de los perros, con forme voy

Page 71: Lúthien Númenessë - ForuQ

entrando en rutina entran los otros dos y entonces dejo la improvisaciónpara apegarme al libreto.

Ha sido un buen acto, no el mejor pero al menos no he echado aperder la noche. Para cuando me toca salir con el resto de los payasos yaestoy más concentrada, presentamos el nuevo acto de mensaje equivocadoy obtenemos un resultado decente aunque sigue sin llegar a sersuficientemente bueno como para que el público se haga pis encima de lascarcajadas.

Terminamos la noche con mayor audiencia en la segunda función,aunque no tanto como para que se agotaran las entradas,inconscientemente en ambas me la pasé espiando por entre las cortinasbuscando a Zachary, no apareció en ninguna. Al momento en que abandonola carpa junto al resto de artistas indirectamente lanzo una mirada hasta sucaravana, tiene las luces apagadas.

—¡Joder! —Escucho a Chandler maldecir.—¿Ahora que te pasa? —Todos nos detenemos, así es la vida en el

circo, todos intervienen en la vida de todos.—Nada, nada. —Exclama, restándole importancia a sus improperios

—. Solo que hace un calor de muerte y la noche se me antojaba para ir abeber algo frío a la ciudad, pero le presté mi pick up al neoyorquino y aúnno regresa.

Eso hace que me detenga de nuevo.—¿Y no temes que se quede por allá?—¿El neoyorquino o la pick up? —Bromea Chandler.Supongo que sabe, tan bien como cualquiera de nosotros, que su sola

caravana cuesta quizás treinta veces más que la vieja pick up que conduce.Me pregunto qué será lo que habrá ido a hacer a la ciudad que lo mantuvoalejado del circo durante las horas de función. ¿A caso significa que ya haterminado su trabajo? Sacudo la cabeza tratando de despejar esospensamientos, ¿qué me importa a mí si se va o se queda?

«¿A quién intentas engañar Mae? Bien que te importa.»Salgo de esa conversación conmigo misma cuando los perros tiran de

sus correas, impacientes por todo el tiempo que he estado parada,escuchando una conversación ajena. Me dirijo al vagón de los animales,entreteniéndome más de la cuenta con ellos. A mis espaldas el circo vavaciándose, cada uno de los artistas van retirándose a descansar o cambiarsus atuendos. Por lo general, en cuanto acaba la segunda función corro a

Page 72: Lúthien Númenessë - ForuQ

mi caravana para quitarme el maquillaje, lo único que me incomoda de miacto, pero hoy me quedo al pendiente de escuchar cualquier auto llegar.

Las horas siguen pasando pero no hay señales de la pick up deChandler por ningún lado, y sí, sigo mintiéndome en mi cabeza diciendoque estoy preocupada por el auto en vez de la persona que lo conduce.

—¿Mae? —Me sobresalto al escuchar la voz de Wade detrás de mí—.¿Qué haces aún aquí?

—Estaba... estaba jugando con Huey, Dewey y Louie.—Hum... telepáticamente supongo, porque Dewey y Louie ya se han

dormido.Veo el pequeño corral donde dejo que los perros se desestresen de la

rutina del acto, efectivamente Dewey está durmiendo en una esquina y,sobre él, Louie.

—Y velaba por el sueño de Sirius.En el fondo del vagón se encuentra la jaula de Sirius, el león del

circo, el pobre felino tiene doce años, y solo actúa en funciones estelaresde las grandes ciudades, cuando tenemos todas las entradas vendidas o enocasiones especiales. Desde que entró la normativa de no animales en losespectáculos nos retiraron al resto, excepto a él, ya que no quisieronaceptarlo en ningún zoológico ni santuario, como es viejo los gastos de porsu muerte serán estratosféricos. Está viejo y cansado, por lo que todos nosesforzamos por darle la mejor calidad de vida que podamos.

—Hoy se ve un poco más cansado de lo normal.—Aún no ha llegado su hora, ¿verdad? —Pregunto alarmada.—No, solo le hacen falta sus vitaminas, se le han terminado hace una

semana pero Rocco ya las ha pedido, estará como nuevo para Atlanta.—Eso es bueno, aún no estoy lista para ver a otro Sirius partir de este

mundo.—¿Otro?—Pues sí, Sirius Black y este.—¡Bribona! —Al menos lo hice reír—. Anda, vámonos de una vez.—Me quedaré aquí un poco más.—¿Por qué? —Pregunta con cautela.—Quiero quedarme con Sirius un poco más. —Al menos no es una

mentira del todo, ahora que ha vuelto a salir a la luz el tema de lainminente partida del león me he puesto un poco nostálgica.

—¿Por qué? —Repite.

Page 73: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿A qué te refieres? Me gusta estar en su compañía.—¿Qué estás maquinando? Ni siquiera te has quitado el maquillaje.

—Me llevo una mano hasta mi mejilla para darme cuenta que es cierto,después de salir de la carpa y escuchar la conversación de Chandler me hevenido directo para el vagón de los animales, sin si quiera pasar por lacaravana para cambiarme de ropa.

Echo una rápida mirada al área de caravanas, desde donde estoy nopuedo ver la de Zachary, pero sí que son muy pocas las que estániluminadas. Tampoco he escuchado la pick up llegar, aunque claro, estuveadormilada por un rato así que no puedo estar segura. Regreso mi atencióna Wade que espera por mi respuesta, lo cual es malo ya que no tengo una,ni se me ha ocurrido algo.

—Déjalo, se te fundirá el cerebro pensando en una excusa. Aunquedebes saber que sea lo que sea tarde o temprano terminaré enterándome.

—Olvídalo, Wade. Solo estoy cansada, lo suficiente como para noquerer moverme, a menos que te ofrezcas a llevarme en brazos hasta lacaravana. —Hace amago de acercarse—. Ni se te ocurra, solo bromeaba yen verdad quiero quedarme un poco más, adentro seguro estará sofocado yaquí empieza a refrescar, en verdad odio el clima de Florida.

—Recuerdo que cuando eras una niña armabas un alboroto por llegaraquí. ¡Oh! Espera, eso fue el año pasado.

—Cállate y vete de una vez. —Le digo entre gritos susurrados para nodespertar a los animales, aunque Dewey ya se ha despertado.

—No tardes mucho. —Grita sobre su hombro, alejándose.Las voces alrededor del circo se acallan, las luces comienzan a

apagarse una tras otra y todo va quedando en quietud. Me pregunto una yotra vez por qué sigo aquí aún, por qué es que espero escucharlo llegar.Aunque Wade ya estuvo aquí antes, me aseguro de que las pitón estén ensus contenedores y estos bien cerrados, meto a cada perro en su respectivacanasta y cierro los cerrojos, como ya han despertado de su siesta están unpoco inquietos al verme tan tarde... o temprano.

Bajo del vagón dando un salto, impactando contra un transeúntenoctámbulo. No es necesario que vea su rostro para saber de quien se trata,su olor a sofisticación, tan característico de él, lo delata. Me sostiene porlos brazos pero no me aleja de su cuerpo, mantiene el equilibrio por losdos, y aunque me he golpeado la nariz con lo que creo es su hombro y laposición es incómoda no pienso quejarme.

Page 74: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Te encuentras bien? Me has sorprendido.—No creí que hubiese alguien más despierto a esta hora. —No sé

porque hablo en susurros, no es como que estemos haciendo algo indebido.—No podía dormir, salí a caminar un rato. —Él también baja el

volumen de su voz.—Pero no estabas. —Me muerdo la lengua, no he querido revelarle

eso.—Llegué hace un rato.—¿Y no estás cansado después de pasar todo el día fuera? —Quiero

preguntar a dónde fue, qué estuvo haciendo y por qué se perdió la funciónde hoy, pero no puedo ser tan directa.

—No. —Creo que es todo lo que obtendré como respuesta.Hemos comenzado a caminar alrededor de la carpa central,

mayormente en silencio, una que otra pregunta ocasional de cómoestuvieron los espectáculos y la cantidad de gente que acudió, supongo quesigue haciendo cálculos a cerca de si el circo es rentable o no. Imagino quedebe ser difícil separar el trabajo si es algo que vives día a día.

—Luces como un payaso triste. —Comenta en el momento quepasamos bajo una de las farolas.

Es verdad, no me he quitado el maquillaje, debo lucir como DragQueen en sus inicios. Busco en mis bolsillos por algún pañuelo paralimpiarme, pero aún llevo la ropa del espectáculo. Al estar bajo el halo deluz veo que he arruinado su pulcra camisa blanca en el momento que caídel vagón, una enorme mancha púrpura, verde y añil descansa sobre suhombro.

—Lo siento, ensucié tu camisa.—¡Oh! —Revisa la prenda donde señalo—. No importa. ¿Cuál es tu

excusa? —Levanto la vista hasta él rápidamente—. Para estar despierta aesta hora.

Respiro aliviada, era eso...—Estaba con Sirius.—¿Qué ocurre con ese león? Según lo que pone aquí es un gasto

considerable para el circo, Frank dijo que no pudieron acomodarlo en unrefugio o algo así, sin embargo estuve investigando, la muerte de unanimal como ese es una gran inversión.

—Así es pero, ¿a dónde quieres llegar con eso?

Page 75: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Solo digo que en este momento no están en una posición de asumiruna responsabilidad financiera como esa, deberían buscar alternativas.

—¡¿Cómo cuales?! —Espeto algo disgustada, no puede estarsugiriendo lo que creo que está haciendo.

—Hablar con alguna fundación ambientalista y tomar la mejordecisión, plantear la idea de... bueno, hacer eso.

—¿Hablas de matarlo? —Realmente estoy atónita.—Creo que está viejo y cansado, sería una cuestión humanitaria.Parpadeo un par de veces antes de poder hablar de nuevo, la ira me ha

cerrado la garganta.—No puedo creer que estés sugiriendo que matemos a Sirius solo

porque cuesta mucho dinero...—No he dicho eso, solo planteo una solución práctica a uno de los

problemas que enfrentan.—Dudo mucho que los Coeur, algún miembro del circo o cualquier

persona decente vea tu comentario como una «solución práctica», eshorrible. Sirius es parte de la compañía, sugerir deshacernos de él solo porlos gastos que supone es, a parte de cruel e insensible, una barbaridad. Unono va por la vida dejando atrás todo lo que supone un reto.

—No creo que lo estés enfocando de la manera correcta, eres muyjoven, no lo entiendes aún.

—Sabes, odio que usen esa frase cuando saben que tengo razón perono quieren admitirlo. Sabía que eras lerdo, pero no creí que tanto, mide elalcance de tus palabras antes de tener otra brillante sugerencia paracualquiera. Ese es un consejo que te servirá toda la vida y te lo doy gratis.

Me alejo de él dando grandes zancadas, no solo me molesta quetodavía siga viéndome como a una niña pequeña, sino que no se hayaparado a pesar en mis sentimientos al sugerir semejante barbarie.

Page 76: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DOCE

Mae

Las cosas se han puesto extrañas en Atlanta, sabía que el circo estabamal, lo que no imaginé fue lo lejos que Jolie llegaría para salvarlo. Nosolo eso, sino que además... sacudo la cabeza para deshacerme de esasimágenes, supongo que cada uno tiene sus propios secretos. Sin mencionarque no he vuelto a pasear, o si quiera hablar, con Zachary después denuestra pequeña pelea. Bueno, de hecho después de que me enfadara tantocomo para gritarle. Y es algo que extraño, caminar con él, no la parte delos gritos.

—¿Mae?Doy un salto al escuchar que me llaman, como si me hubiesen pillado

haciendo una travesura, aunque lo único que hacía era pensar cosasindebidas, como en Zachary.

—Me has sorprendido, Wade.—Eso ya lo veo, ¿desde cuando te has vuelto tan asustadiza? De un

tiempo a ahora te sobresaltas por cualquier cosa. ¿Qué ocultas?—Nada, ustedes tienen la maldita costumbre de hablarme por detrás.—¿Y qué quieres?, ¿qué te enviemos un texto diciendo «oye, estoy

por hablarte, gira»?—Estaría bien. —Exhalo pesadamente un par de veces dándole

dramatismo. Wade se aproxima y me pasa una tarjeta.—Papá reservó una noche en un hotel.—¿Por qué?—No lo sé. —Se encoge de hombros—. Mañana no hay función así

que no hay prisa, por eso iremos hoy.Es muy extraño que nos hospedemos en hoteles durante la gira, por

ello cada quien viaja en su caravana, para ahorrarnos esos gastosinnecesarios. Mi padre, como cualquier circense decente, prefiereminimizar los gastos para que las ganancias sean mayores. Mis hermanosy yo nos hemos acostumbrado a este estilo de vida, de hecho no

Page 77: Lúthien Númenessë - ForuQ

conocemos otra, desde siempre hemos vivido con el circo, yendo de unaciudad a otra. Supongo que un día lejos de esta locura me caería bien justoahora, empezar a aclarar mi mente es lo que necesito.

Tras la noticia de que pasaría un día lejos del circo y toda lacompañía empaqué lo indispensable para pasarla bien; un par de cambios apesar que solo estaré una noche, mi bañador para quedarme en la piscinadurante las horas más calurosas y un par de thrillers por si me aburro.Meto todo en un bolso de lona, me aseguro de tener los conectores delmóvil y la tableta electrónica y lo dejo todo en el sofá cerca de la entrada.Reviso la hora en el reloj del microondas, aún faltan un par de horas parairnos, pienso en como matar el tiempo, lo cierto es que estoy muy ansiosa,no me había dado cuenta que tanto me apetece alejarme de esto hasta queWade me lo anunciara.

Salgo de la caravana para asegurarme que Huey, Dewey y Louie seencuentran bien, le he pedido a otro de los payasos que me eche la manocon ellos.

—Mae, justo a quien buscaba, ¿puedes venir un instante?Qamari me hace señas desde su tienda, con una jovial sonrisa y

moviendo la mano exageradamente. Me pongo un poco nerviosa el que mehable, dudo un poco pero no encuentro ninguna excusa. Arrastrando lospies me acerco a la entrada, aparta las cuentas que hacen a la vez de puertay me deja espacio para que entre en la reducida estancia. Al momento lamezcla de esencias e incienso hacen que me pique la nariz.

Me quedo de pie al lado de la mesita, ella la rodea y se sienta en sulugar, con un ademán de la mano me invita a que me ponga en la silla delos clientes. No sé que hacer con mis manos por lo que me pongo a alisarlas más que lisas mascadas que decoran la mesa. Qamari entrecierra susojos, observándome fijamente, yo solo desvío la mirada, cada vez me voyponiendo más nerviosa. ¿Creerá que he dicho algo?, ¿qué me he ido de lalengua y ahora me esté echando una maldición?

—Y... ¿en qué puedo...?—Shhh... —Me calla llevándose un dedo a los labios—. Estoy

leyendo tu aura.—¡Oh! —Tamborileo los dedos suavemente contra el borde,

aguardando a que termine con su escrutinio de mis energías cósmicas.Tras un par de minutos en silencio toma sus cartas de tarot y las

separa en varios montoncitos. Nunca he sido muy creyente en esto de las

Page 78: Lúthien Númenessë - ForuQ

cartas y la posición del sol y las estrellas sobre mi pasado, presente yfuturo, pero respeto la profesión de Qamari así que no digo nada y solo lesigo el rollo. Me pide que saque seis cartas y las acomode en diversaspartes de la mesa, las alinea perfectamente y comienza a girarlas.

—La rueda de la fortuna, el ermitaño y el loco... vaya, vaya, vaya, ¿enqué andas metida, Mae?

—¿Qué? ¡En nada! —Exclamo rápidamente.—Estás empeñada en experimentar nuevas cosas, no puedes hacerlo

sola, alguien debe ayudarte, sin embargo los engranes han empezado agirar y las decisiones que has tomado comenzarán a afectar tu futuro.Debes dejar de lado tu zona de confort para lanzarte a lo que en verdadquieres.

¡Vaya! Sí que es buena.—Ahora haz una pregunta, puede ser solo para ti, no necesitas

compartirla.Como si estuviera pidiendo un deseo antes de soplar las velas de un

pastel, cierro los ojos con fuerza y junto las manos entrelazando los dedos,la escucho reír por lo bajo y siento que las mejillas me arden.

—Lista... —Digo con un poco de consternación.—Elige una carta de este lado y dale la vuelta, solo una. Tómate tu

tiempo, siente su vibra, la que te llame es la que deberás voltear pues darárespuesta a tu pregunta.

Paso mi mano por encima de las cartas, como si en verdad alguna deellas tuviera efecto imán con mi mano, pero nada pasa, no siento ni uncosquilleo, que se calienta mi palma o que me atraen, quizás porque soyuna escéptica y las cartas no sirven con los escépticos; termino girando lacarta del centro.

—¡Genial! Mis hermanos.Qamari vuelve a reír.—Cinco de Bastos, Mae. —Suspira pesadamente, supongo que he

elegido mal después de todo—. Significa que deberás defender a lapersona que amas, pelear por lo que quieres, librar una gran batalla.Muchos desisten antes de llegar a la meta por eso esta carta simboliza,para la mayoría una negativa ante sus cuestionamientos, pero eso lodecides tú.

—Qamari, ¿por qué me has leído las cartas tan de pronto? —Preguntoal no saber como reaccionar ante lo que me ha dicho.

Page 79: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Sentí una vibra. —Responde encogiéndose de hombros.Aguardo un momento por si va a pedirme lo que creo que me pedirá,

pero el silencio se extiende entre las dos.—Pues, gracias. Debo irme, quedé de verme con mis hermanos.—Claro. —Sonríe ligeramente, cuando llego a la entrada me detiene

—. Y, Mae... decídete a hacer eso que quieres, no te quedes preguntándote;¿qué hubiese pasado...?

Asiento con la cabeza y me despido, toda la conversación ha sidomuy extraña. Al salir de ahí me encuentro con Micah y mi padre, les pidoun momento para revisar a los perros, asegurándome que todo está enorden, y nos reunimos con Wade y Obi para nuestro día de descanso.

Llegamos al hotel cerca de mediodía, después de dejar mis cosas enla habitación, por primera vez no tendré que compartir el baño con mishermanos, bajo a la piscina; donde paso la mayor parte de la tarde, ya searefrescándome en el agua o recostada en una tumbona tratando debroncearme. Había quedado de verme con mi familia para comer, nosreunimos en la entrada de un buffet, salgo de ahí tan llena que no meapetece nada salvo subir a mi habitación y ver televisión lo que queda dela tarde.

Por la noche Obi me invita al bar con él, Wade y Micah, es agradableestar con ellos, lo sé, decía que quería alejarme de mis hermanos un pocopero es diferente. Es como una salida con amigos en vez de una dondeellos hacen de guardianes. Hay un partido de algo en el televisor del lugary la gente grita y vitorea según los errores o aciertos de sus equipos, yo noestoy metida en eso de los deportes pero al menos conozco las reglasbásicas para saber cuando debo gritar, se nos acercan personas a charlarsobre lo que está ocurriendo, aunque la mayoría de las mujeres lo hacenpara flirtear con Micah, el cual parece no darse cuenta de sus más queobvios intentos por llamar su atención.

Es bueno dormir en una cama enorme y despertar por ti misma en vezde por estar escuchando demasiado ruido a tu alrededor, desde que lleguéreservé un turno en el spa para relajarme, pero es mientras que estoyhaciéndome un tratamiento facial de algo que apesta que me doy cuenta

Page 80: Lúthien Númenessë - ForuQ

que, durante toda mi estadía aquí, mi mente ha estado en el circo,pensando qué estará haciendo esa persona, cómo habrá pasado su día, pero,lo más recurrente en mi cabeza es la duda de si, cuando regrese, seguiráahí.

Page 81: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo TRECE

Zachary

Lanzo otra mirada de soslayo a la caravana de los Walker, hapermanecido a oscuras desde el día anterior, no entiendo por qué eso metiene preocupado, como tampoco sé por qué es que me importa tanto laopinión que Mae Walker pueda tener de mí. Es verdad que muchas vecesElizabeth me ha acusado de no tener consideración por los sentimientos delos demás, carecer de empatía, pero que un payaso de circo me lo hicieraver, fue como poner las cosas en perspectiva. Sin duda la paradoja no seme escapa; nunca creí que llegara el día en que haría enfadar a un payaso.

Sin embargo he estado reflexionando desde entonces, ¿qué ha sido loque la ha molestado? Solo me limité a hacer una observación, basada enhechos y estadísticas reales, mismas que planteé en mi informe a Brown,Johnson & Peace Inc., quienes estuvieron más que encantados con misolución práctica y bien estructurada. Supongo que se debe a que lasmujeres son, según un estudio de Yale, un 46% más emotivas que loshombres. Pensé en pedirle disculpas, después de todo no quiero tenerproblemas con nadie aquí, lo menos que deseo es a alguien entorpeciendomi trabajo por guardar rencores. Pero me encontré con una puerta cerrada.

Ayudé un poco con la limpieza del terreno para tener la excusaperfecta de por qué estoy rondando por las caravanas, pero no importabacuanto tiempo pasara, esa en especifico seguía en completa quietud.Cuando vi a Gerard en el vagón de los animales alimentando a los perrosfue que me preocupé, esa es tarea de Mae Walker, ha sido así desdeprincipios de la gira.

Ahora Gigi se encuentra acicalándolos con un poco de trabajo a lostres perros de Mae. Ella, junto a su hermano Gerard, son parte delespectáculo de los payasos, ambos tienen una risa contagiosa y una granquímica, no solo entre ellos, sino con el resto de sus compañeros e inclusocon el público.

—Hola Gigi. —Saludo a la chica.

Page 82: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Señor Reid, buenos días. —Me dedica un segundo de su tiempo,después vuelve la atención a uno de los perros blancos de Mae, lo cepillacon cuidado a pesar que el cachorro intenta escapar de sus brazos.

—¿Te está causando problemas? —Suelta una breve y ligera risa,pero sigue sin prestarme atención, o indicio de que quiera conversar—.Supongo que Mae Walker lo hace ver fácil.

—Sí, bueno, son de ella, me refiero a que le pertenecen, no los hacomprado el circo.

No ha sido su intención pero ha habido una nota de reproche en esafrase, supongo que me lo he ganado por tener que inventariar los activosdel circo, aunque no entienden que no es algo que yo quisiera hacer, sinoque así me lo ordenaron. Trato de no reaccionar a eso, después de todo yome lo he ganado por tratar de entablar conversación con alguien a quiensolo le intercambio saludos esporádicos.

—Señor Reid, ¿le puedo ayudar en algo? —Gerard se acerca por unlateral.

Él, a diferencia de su hermana, es más sociable y alegre, justo comome imagino que un payaso debe ser, porque, incluso las pocas veces que lohe visto frunciendo el ceño, es muy divertido de ver y escuchar.

—Hola Gerard, ¿cómo estás hoy?—¡Excelente! —Exclama muy animado—. ¿Algo en lo que le pueda

servir?, ¿tiene más preguntas?—No, estaba ayudando con la limpieza del área de caravanas, pero

me ha parecido extraño ver a Gigi cepillar a los perros en vez de que lohaga Mae.

—Los Walker se han tomado un día fuera, a lo largo de la gira todosllegamos a necesitar un descanso del circo de vez en cuando. Así quecuando ella no está Gigi o yo le ayudamos con Huey, Dewey y Louie.

—¡Oh! Es verdad. —Miento un poco—. Me pareció escuchar sobreeso hace un rato, allá en la carpa central.

Desde siempre he sabido que las bases para decir una mentiraconvincente es hacerlo de una manera natural y breve, pues cuando alguiensuelta muchos detalles innecesarios es porque miente o intenta cubrir algo.En este caso he olvidado ese principio, ya que me encuentro balbuceandocosas insignificantes. Me detengo de pronto al caer en la cuenta de ello.Ambos intercambian una mirada, dejándome ver a las claras que me hanpillado.

Page 83: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Lleva el móvil, por si necesita algo urgente.—Sí, gracias.Me alejo de ahí avergonzado, es curioso pero desde que estoy

siguiendo al circo me he sentido avergonzado más que nunca en mi vida,con mayor frecuencia y por cosas que no comprendo. Me meto en micaravana, esperando no tener que volver a salir hasta que esté en NuevaYork, cuando todo vuelva a la normalidad y sea yo mismo una vez más.

Tras un par de minutos atrapado en la caravana, que ahora me parecemás pequeña que nunca, es que llego a la conclusión de que, si quieroregresar a la normalidad debo hacer las cosas que usualmente hacía, a loque estoy habituado, tomo el móvil y paso los contactos hasta llegar aElizabeth, pero al escuchar la sorpresa en su saludo me doy cuenta quenunca antes la había llamado solo porque sí, no tengo idea de cómo iniciaruna conversación casual con ella.

—Entonces, si no llamas porque has cambiado de opinión respecto aque hable con mi papá sobre traerte de regreso, ¿qué necesitas?

—No necesito nada, solo llamaba para saber de ti.—Es lo más extraño que te he escuchado decir, Zack. En fin, te

seguiré en rollo, ¿en dónde estás ahora?—Estamos en Atlanta, dentro de unas semanas saldremos para New

Haven, si quieres podemos vernos entonces. —Por un momento la línea sequeda en completo silencio—. ¿Sigues ahí?

—¿Estoy hablando con Zachary Reid?—Te escuchas sorprendida.—Estoy sorprendida, creo que es la primera vez que quedas conmigo

solo porque te apetece.—No lo creo. —Pongo mi cerebro a funcionar tratando de recordar

otra ocasión en la que hayamos salido solo porque sí, pero no lo recuerdotampoco así que me olvido de ello y me concentro en la conversación—.Entonces, ¿te apetece quedar uno de estos días?

—Desde luego.Le paso el calendario y fijamos un día y lugar, Nueva York no está

muy lejos de New Haven, por lo que puedo ir y venir en unas horas,aunque como mi presencia no es tan significante aquí no importa si mevoy por un par de días, además no pierdo la esperanza de que el señorPeace me hable en cualquier momento para pedirme que regrese.

Page 84: Lúthien Númenessë - ForuQ

Sí, así es como las cosas deben ser, soy un ejecutivo de Brown,Johnson & Peace Inc., una persona de ciudad, un hombre de negocios. Mivida es Nueva York y su acelerado ritmo, los ocupados días donde apenassi tengo tiempo de respirar, el ruido y el ajetreo que se desborda a mialrededor. Esa es mi vida, eso es lo que encuentro normal y confortable,eso es a lo que estoy habituado y lo que me produce bienestar. Debocomenzar a deslindarme del circo y sus peculiares personajes, volver acentrarme y pensar en ellos como lo que son, meros adjuntos de miasignación. Pero sobre todo, debo comenzar a poner orden en mi cabeza yalejarme de esa payasita que es todo menos graciosa, pues su presencia nome produce risa, sino una serie de dudas e incomodidad que no quieroenfrentar.

Page 85: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo CATORCE

Mae

—Te ves radiante, y también has cambiado el color de tu cabello.—Sí, ya me había cansado del verde, ahora lo he teñido de magenta.—Espero te hayas fijado en cual mascarilla para cabello te han

puesto, porque quiero una para mí.Estoy con algunas de las chicas de la compañía en el área común

detrás de la carpa, charlando de nada, tratando de distraer mi mente. Decirque no sentí alivio al ver su caravana en cuanto regresé del hotel estaríaechando la mentira más grande nunca antes pronunciada. Ahora hago todolo posible para no correr hacia allí y ver que realmente siga aquí, en todoel rato que llevo sentada no lo he visto pasar. Vi a Chandler y en la entradasigue estacionada su pick up, por lo que me imagino Zachary estará aquítambién.

Sacudo la cabeza, ya no pensaré más en él, no hay razón para ello.—¿Te pasa algo? Estás frunciendo el ceño.—¿Hum...? No, bueno sí, quería quedarme ahí un día más, o una

semana.Las chicas se ríen a carcajadas.—Yo estaría igual de molesta. —Comenta Bethany—. En New Haven

me toca a mí darme una escapada.—¡Me apunto! —Exclama Alice.—Y yo. —Añade Silvy.—¡Eh! Era mi escapada. —Protesta Bethany en broma.Una a una se van levantando para hacer sus cosas, antes de quedarme

sola también me despido, con la excusa de que debo practicar el acto conlos perros. Por lo general lo hago cerca del vagón de los animales, dondeestá toda la indumentaria, pero desde ahí no tengo un buen ángulo devisibilidad hacia la caravana de Zachary, así que me coloco en un área máscentral, entorpeciendo el camino de todos por mi necedad de querer

Page 86: Lúthien Númenessë - ForuQ

pretender que no me importa en absoluto ese hombre cuando en realidadmi mente está saturada de pensamientos relacionados con él.

Y, aunque pasan las horas, no lo veo asomarse ni una sola vez siquiera.

—¿Qué rayos te pasa, Mae? Te has equivocado tres veces en la mismabroma, incluso el público se ha dado cuenta que estabas fuera desincronización con nosotros. —Obi me reprende como hace mucho no lohacía, aunque es un poco difícil tomármelo en serio cuando usa sumaquillaje y atuendo de payaso.

Es verdad, hoy mi actuación ha estado completamente asquerosa,pero tampoco es como que lo esté haciendo a propósito, es solo que notengo la cabeza donde debería. Algo que me hace enojar una vez más alsaber a que se debe. Y me enfado más aún al reconocer que no deberíaestar buscando culpables sino asumiendo la responsabilidad de mis actos.Ser circense no es algo que deba estar tomando a la ligera, es un trabajocomo cualquier otro, el cual debo ejecutar de la mejor manera, de locontrario podrían despedirme.

—Está bien, está bien, lo entiendo. Tuve una falla pero ya pasó.—No Mae, las cosas no funcionan así. Somos el espectáculo de

apoyo, salimos varias veces durante la función, ¿crees que Frank nosquerrá en escena si no lo hacemos bien?, ¿crees que el público nos recibiráde buena gana si actuamos así?

—Obi...—Nada de «Obi», reacciona. —A pesar del maquillaje, puedo ver

como su rostro se va poniendo rojo.—Lo haré mejor en la próxima...—Por hoy no hay próxima, Ian y yo cubriremos tu acto con los

perros.—Tú no puedes...—Puedo, Ian está de acuerdo conmigo respecto a esto, él también

cree que por hoy tuvimos suficiente del «show de Mae».Con la ira en los ojos, tapando la vergüenza que siento por lo que Obi

ha hecho, salgo de la carpa dando largas zancadas. Una vez en la caravana

Page 87: Lúthien Númenessë - ForuQ

me limpio el maquillaje, guardo mi vestuario y trato de poner orden en micabeza; no es solo que mi mente se desvíe constantemente hasta Zachary,sino que hay algo más, lo que Qamari me dijo, lo que las cartas revelaron,ahora más que nunca estoy decidida a hacer que eso suceda. Nunca antes elespacio de mi habitación me había parecido tan pequeño, doy vueltas unay otra y otra vez pero no consigo calmarme, supongo que es así como se hade sentir Sirius muy a menudo.

Aguardé hasta que mis hermanos y mi padre volvieran de la segundafunción, que Micah se asegurara que estaba en mi habitación y que elruido en el exterior fuera disminuyendo, entonces salí de la caravana parapracticar un poco, pero en cambio me he quedado sentada en el aro,balanceándome ligeramente como si fuese un columpio.

Estoy tratando, por todos los medios posibles, complacer a todo elmundo: Dar mi aportación para que la compañía se convierta en el mejorespectáculo circense del país, atraer a más personas a las funciones paraayudar a Frank a conservar el circo, no fallarle a mi padre y que sigaorgulloso de mí por seguir la tradición que tanto ama, ser una buenacompañera de equipo con el resto de los payasos trabajando duro en lasrutinas, memorizando los actos, y a mí misma, yendo por lo que quiero.

Pero justo ahora, creo que estoy fallando en todo.Apoyo la punta de uno de mis pies en el suelo y me hago girar con

todo y el aro sobre mi eje, debería aprovechar el tiempo en vez de estarmelamentando por todo, aunque, después de la regañina que me soltó Obi, notengo ganas de nada.

—Eres un payaso, Mae, debes ser capaz de sonreír aunque no tengasganas, esa es tu habilidad especial. —Hablo conmigo misma.

Levanto el pie que me servía de apoyo y me meneo nuevamente, esun aro de trapecio por lo que no se enreda como los columpios del parque,sino que fluye con el movimiento. He investigado un poco sobre ello eninternet, hace tiempo leí un estudio que hizo uno de esos genios deHarvard o Yale donde reducía el trabajo de los trapecistas en merasfórmulas de física. No negaré que eso es la base del acto, pero lo que hacela gente se maraville es la entrega que le ponen a cada salto, a cada

Page 88: Lúthien Númenessë - ForuQ

acrobacia y a cada vuelo. En la confianza que tienen en sus compañeros yen sus habilidades para hacerlo sin miedo, subir hasta lo más alto de lacumbre y atreverse a soñar con que pueden volar, extender los brazos y serlibres un par de segundos.

—Fórmulas físicas y cálculos matemáticos.Me sostengo con fuerza del aro, echo hacia atrás mi cuerpo y muevo

las piernas para tomar impulso. Estoy tan cerca del suelo que la cuerda noalcanza a moverse ni un poco.

—¿Vas a subir? —La inesperada voz de Zachary hace que caiga sobremi espalda, por la sorpresa he perdido mi punto de apoyo, pues he soltadoel aro—. ¿Te encuentras bien?

Al abrir los ojos veo que tiene sus manos extendidas para ayudarme alevantar. Como mis piernas han quedado sobre el aro me lío un pocotratando de sacarlas, él sostiene una para alejar el trapecio y que puedasalir, vuelve a ofrecerme sus manos y las tomo, con impulso y su fuerzame pongo en pie.

—Me has sorprendido. —Algo obvio después de mi reacción.—No era mi intención, creí que me habías escuchado como la vez

anterior.—Hoy no... —respiro hondo para tratar de tranquilizar mi corazón,

pues sigue latiendo rápidamente aún—. Hoy no estaba prestando atención.Tras un incómodo silencio, en el que evito hacer contacto visual, todo

el día estuve ansiosa por verlo y ahora que lo tengo delante de mí no séque decirle. Es entonces que lo entiendo, él y yo no somos amigos, nicompañeros, no estamos relacionados por nada, es solo una persona másque conocí mientras hago este viaje, alguien de quien deberé despedirmeen poco tiempo, alguien que se difuminará en mis recuerdos con el paso delos días.

«Lo mejor será empezar a mantener la distancia.»—¿Estás bien?, ¿te hiciste daño al caer?—Estoy bien, no ha sido nada. —Me sacudo un poco el aserrín, pues

estar de pie, frente a él, sin hacer nada, me está poniendo nerviosa.—¿Te apetece caminar un poco?—Esta noche no creo ser una buena compañía.«Pensar en él como si fuera un extraño.»—Dudo mucho que eso sea cierto, pero lo entiendo. Sigues molesta

por lo que ocurrió la otra noche.

Page 89: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Olvídalo, fui una tonta, estaba cansada y algo sensible, no debíhaber reaccionado así. —Es mejor dejar las cosas en un plano neutral,borrar las asperezas pero al tiempo no acercarme más a él. Mantener mimente serena.

—Muchas veces me han acusado de no tener en consideración lasemociones de las demás personas, supongo que es porque no las entiendo.

«Pero no quiero hacerlo.»—¿Padeces de alexitimia[2]?—¿Conoces el término?Me dedica una mirada de perplejidad. Yo solo me encojo de hombros

restándole importancia a la incredulidad que se lee en sus ojos,repitiéndome que debo mantener las cosas neutras.

—Viajamos por mucho tiempo, por lo que me pongo a investigarcosas en internet al azar, eso me causó curiosidad y me leí un estudio... —Guardo silencio al darme cuenta que estoy hablando más de lo necesario.

—Eres sorprendente. —Por un momento su mirada se suaviza,entonces la desvía, como si estuviera avergonzado—. No, no es eso, soyperfectamente capaz de identificar las emociones. Es solo que me parecentan... extrañas.

Tomamos asiento en el borde de la pista central, aunque le dije que noquería caminar hemos estado dando círculos alrededor de la carpa, la cualse encuentra en oscuridad casi absoluta, al ser un material grueso para queno entre el frío tampoco lo hace la luz a menos que la entrada esté abierta,y ya que otra vez me he colado a escondidas, hoy no lo está, sin embargopuedo verlo perfectamente, pues parece irradiar luz propia.

—Lamento haber hablado sin pensar primero en tus sentimientos, fuedesconsiderado de mi parte. Y, sobre todo, por haberte lastimado, es soloque no lo entiendo. —Lo dice muy bajo, como si hacer esa confesión lediese vergüenza—. No me gusta sentirme confundido.

—A mí tampoco me gusta eso. —Admito, más para mí misma.«Quiero acercarme más a él.»El silencio se extiende a nuestro alrededor, pero no es incómodo. Es

diferente, es como si incluso sin decir nada estuviéramoscomunicándonos. Tratando de definir la conexión entre nosotros. Siemprecreí que, cuando me enamorara de verdad, sería como un día de carnaval,con fuegos artificiales y un gran estallido dándole la bienvenida a eseprecioso sentimiento. Es extraño que pasase justo lo contrario, la

Page 90: Lúthien Númenessë - ForuQ

aceptación de mis emociones llega de una manera silenciosa, porque nohay manera de que esté equivocada; me he enamorado de Zachary Reid.

—Quiero entenderlo, he tratado de hacerlo desde hace varios díasatrás, pero sigo sin poder comprender. —Su voz se ha convertido en unsusurro lejano.

«Conservar este preciado recuerdo en mi corazón.»Giro lentamente el rostro hacia él, tomo su rostro entre mis manos

acercando mis labios a los suyos. Quiero hacerlo, quiero besarlo, quieroque él entienda lo que yo acabo de comprender. Zachary me observafijamente, su mirada va de mis ojos a mis labios y de regreso, él tambiénlo desea pero, ¿será porque ya lo ha descubierto?

—Es que estás viéndolo con los ojos equivocados. Ven, observa comoes en realidad.

Page 91: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo QUINCE

Zachary

Mi corazón late muy fuerte aún. Pasé toda la noche tratando detranquilizarlo pero no he podido hacerlo retroceder. Salí a correr muytemprano por la mañana, antes incluso que el resto de la compañía,tratando de distraer mi mente con un poco de ejercicio físico, pero nosirvió de nada, sigo sintiendo que no puedo respirar. Al salir de la duchaescucho que llaman a la puerta, sin pensarlo voy a atender, en el momentoque abro me doy cuenta que he debido de ponerme algo antes.

—Lo... hum...—Mi rostro está acá arriba. —Digo con voz de mofa, tratando de

tomarle el pelo a Mae, aunque lo cierto es que, de seguir haciendo eso,viéndome de esa manera, hará que me deje en vergüenza yo mismo.

—Puedo esperar. —Cierra la puerta con más fuerza de la necesaria,haciendo que la caravana entera se estremezca.

Me pongo lo primero que tomo de la estantería y me apresuro avolver a abrirle. Al hacerlo me doy cuenta que estoy jadeante por loapresurado de mi actuar, algo que me avergüenza un tanto, tener semejantereacción...

—De saber que vendrías tan temprano... —Me siento un pocoincómodo por no estar presentable, del cabello aún caen unas cuantasgotas y no me he puesto calcetines si quiera.

—Vi que saliste a correr un poco antes, por lo que asumí ya estaríasvestido. —Admite un poco tímida, pues se estruja las manos y tiene lamirada clavada en el suelo.

No sé como tomarme esa confesión, ha estado al pendiente de mí,quizás ella tampoco ha podido dormir bien después de lo que sucedió lanoche pasada. Siento como mi pecho se ensancha al menos diez veces sutamaño, por lo que no puedo contener la sonrisa que aparece en mis labios,y solo porque ha mencionado que me ha visto salir a correr. Sin embargolo tomo como mi oportunidad para pagarle con la misma moneda, lleva

Page 92: Lúthien Númenessë - ForuQ

semanas tentándome, provocándome, haciendo un lío en mi cabeza. Eshora de hacer que su corazón se agite como el mío.

—Así que me viste, ¿eh?—No es lo que piensas, mi habitación está en la parte trasera de la

caravana, escuché un ruido y me asomé.—Eso hiciste. —Me he ido acercando a ella, como se ha quedado en

la entrada no ha tenido mucho espacio para retroceder. Levanta la miradatan solo una fracción de segundo y vuelve a clavarla en el suelo.

Coloco mis manos en la pared, a cada lado de su cabeza, encerrándolaentre mi cuerpo y lo que hay detrás de ella.

—Sabes, ayer por la noche... —la veo contener la respiración, perofinalmente ha vuelto a hacer contacto visual. Hablo contra sus labios,rozándolos, tentándolos, incitándolos—. Tenía tantas ganas de...

Inhala bruscamente, llevándose el resto de las palabras, aunque no esnecesario que las pronuncie para que lleguen a ella, sabe exactamente a loque me refiero. Quiero avanzar, reducir las pulgadas que nos separan,poder probar esos labios que me han hipnotizado desde la primera vez queosaron dirigirme la palabra. Está pensando en lo mismo, sus ojos me lodicen, separa los labios invitándome a continuar. Mentiría si dijera que nopasé toda la noche pensando en esto. Mae se frenó en aquella ocasión, nosé si su intención era enloquecerme o si es que tiene otra razón.

Le doy un beso superficial, un contacto apenas efímero, retrocedo lonecesario para mantener el contacto visual. Sus ojos, enormes ysorprendidos, siguen observándome de esa manera que me vuelve loco.

—Creo... —con el movimiento de su boca al hablar roza la mía,tentándome a morder su labio inferior— ...que esperaré fuera.

—Claro, si es lo que quieres.—No. —Mira fijamente mi boca—. Pero es lo más prudente. No

debería estar aquí. —Lo dice jadeante, como si acabase de correr cienmillas.

—Vale. —Sin embargo no me aparto, aunque no avanzo.—Es muy... inconveniente...No termina la frase, me toma fuertemente por los antebrazos y se

balancea hacia mí. Titubeante, es la única palabra que me viene a la mentepara describir el beso de Mae, se acerca solo para alejarse un segundodespués, casi como si tuviera miedo de tomar lo que quiere. Por el

Page 93: Lúthien Númenessë - ForuQ

momento imito sus movimientos, acercándome cuando me lo pide,retrocediendo cuando ella lo hace.

—No he venido para esto. —Murmura sin apartarse.—Lo sé.—Quería pedirte un favor.Bajo la cabeza tratando de calmar mis emociones, no sé exactamente

que es lo que hay entre Mae y yo, y eso me desquicia, no estar seguro decómo actuar o como responder a ella, a su cercanía, a sus gestos... Me doycuenta que el circo me está cambiando; mi estructurada vida, esa que heplanificado desde los cuatro años, desde que mi madre me dejase solo conmi padre, se ha desvanecido, situándome en un terreno poco familiar, conpersonas tan coloridas que hacen cada día sea impredecible.

Aún no me aclaro si es algo que me gusta, pero por ahora quieroexplorar este sentimiento que va naciendo en mí.

—Claro, —accedo retrocediendo—. ¿En qué puedo ayudarte?Bajo los brazos y doy un paso para dejar de arrinconarla. Antes de

que pueda ir más lejos me sujeta con ambas manos.—No... —Han sido pocas las veces que he visto a Mae bajar la

mirada, y ahora no puede quitar los ojos del suelo. Vuelvo a dar el pasohacia ella—. No estoy segura, lo siento.

—Lo entiendo. —Con mi mano libre levanto su rostro para poder veresos enormes ojos sorprendidos que tanto me atraen—. Ahora dime, ¿cuálera ese favor?

Deja escapar el aire lentamente, retrocedo y ella termina de entrar enmi caravana, se sienta en el pequeño sofá frente a la puerta mientras queyo permanezco de pie, no porque no haya espacio suficiente para mítambién, sino porque no estoy seguro de poder controlarme nuevamente sila tengo tan cerca.

—Somos amigos, ¿cierto?—Mmm... cierto.—Antes, —su actitud ha cambiado, ahora está animada y enérgica,

por lo que mientras habla busco mi calzado para terminar de arreglarme—, debes prometer que no dirás nada de esto a nadie, es un favor secreto.

—Vale. —Eso ha hecho que me intrigue más.—No, no. Promételo, así, con tu meñique. —Se coloca frente a mí

para tomar mi mano, enlazar nuestros meñiques y presionar fuertementesu pulgar contra el mío. La acción me corta la respiración, he visto este

Page 94: Lúthien Númenessë - ForuQ

mismo gesto cientos de veces en televisión, pero nunca antes alguien lohabía hecho conmigo. Esta cercanía, esta familiaridad...— Incluso tusdedos están tensos, debes aprender a relajarte, es solo una promesa, no tepediré un riñón.

—Viniendo de ti, darte un riñón sería quizás la cosa más sencilla.Ríe ligeramente.—Esto será más sencillo aún.—¿Por qué será que eso no me tranquiliza? Vale, lo prometo, no le

diré a nadie nada de lo que me digas.—Necesito un observador. —De todas las cosas que pudo haber

pedido esa sería la última en la lista.—Un observador... —Repito, al tiempo que por mi mente corren

cientos de escenarios para los que una chica como Mae podría necesitar aalguien que la observe.

—Como viste ayer quiero empezar a hacer rutinas con el aro, demomento no quiero que los demás se enteren, pero tampoco es como quesea una completa inconsciente, así que la seguridad ante todo. Necesitoalguien que observe las rutinas. Traté de pedirle a Obi ayuda, pero desdeque le comenté lo del aro ha dejado de hablarme.

Sí, Mae es una caja de sorpresas, siempre dice las cosas menosesperadas. Suspiro un poco decepcionado, y me maldigo por ello, mimente se había formado una idea completamente distinta. Error mío.

—Claro. —Accedo de inmediato, antes de que pueda notar mi extrañareacción.

La sonrisa que esboza al escucharme aceptar su petición esinvaluable.

Cuando accedí a observar los entrenamientos secretos de Mae, creíque sería algo sencillo de hacer, sentarme en una esquina, quizás ayudarlea mover cosas pesadas y esperar a que terminara. Nada más alejado de larealidad. Durante los primeros cinco minutos quise retractarme y enviar acualquier otro en mi lugar.

No sé como le hizo para conseguir que le prestaran un lugar en laciudad, por lo que en las mañanas, durante nuestra caminata diaria, nos

Page 95: Lúthien Númenessë - ForuQ

desviamos del camino para llegar a un estudio de danza en la ciudad. Nohay trapecios o aros como en el circo, sino barras y tela. Es verdad que mesiento en una esquina, pero estar ahí es una bendita tortura.

La vestimenta de Mae mientras corre es bastante modesta;pantaloncillos largos, una sudadera y sus deportivas. Todo eso desapareceen el momento que estamos solos en el estudio. Bajo su ropa trae unconjunto, de esos que suelen usar las gimnastas, un top de tirantes que solocubre lo esencial, al igual que la parte inferior y se queda descalza.

Al principio me parecía una chica suave, delgada pero suave. Ahora,mirándola detenidamente, me doy cuenta que es de figura bien definida,no es musculosa pero tiene acentuados sus músculos en los lugarescorrectos. Por ello que ser el observador es una tortura, verla trepar por lastelas, sujetarse desde lo más alto y deslizarse hasta tocar el suelo con lapunta de sus dedos hace que se me seque la boca, que me den ganas decorrer hasta ella y estamparla contra la pared para saborearla. Sin embargodebo utilizar todo mi autocontrol para permanecer justo donde estoy, en ellugar más alejado de la estancia, sentado con mis manos bajo las piernaspara evitar las tentaciones. No puedo no mirarla, ya que mi función esestar pendiente, tanto de ella como de las barras y tela, estar listo paraatraparla en caso de caer.

Trato de distraerme pensando en otras cosas, pero lo único que invademi cabeza es Mae y sus movimientos seductores; la manera en la quearquea su cuerpo, la posición que toman sus piernas, las formas que adoptamientras gira en las barras.

—¿Cuánto tiempo duré allá arriba? —Pregunta jadeante, después dedescender de las telas.

—Pues... como tres segundos más que ayer. —Me apresuro a mentir,por estar embelesado mirándola he olvidado poner el cronómetro en elmóvil.

—¡Maldición! No he mejorado en nada, ya casi debemos irnos, penséque subiría al menos un par de minutos a mi record.

Ahora me siento mal de no estar haciendo mi trabajo comocorresponde.

—Seguro con un poco más de esfuerzo conseguirás duplicar tutiempo allá arriba.

—Gracias. Será mejor que volvamos.

Page 96: Lúthien Númenessë - ForuQ

Vuelve a ponerse su ropa deportiva y hacemos nuestro camino deregreso al circo.

—Por cierto, ¿tus hermanos no sospechan que algo te traes entremanos? —Pregunto cuando estamos cerca de la entrada del circo—. Merefiero a que todos los días salimos a correr, tardamos un par de horas yregresamos juntos.

Page 97: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DIECISÉIS

Mae

Faltan dos horas para la primera función, y ya me encuentro exhausta.Los entrenamientos extra me están drenando la energía, aunque no deberíaquejarme ya que es algo que se me ha metido en la cabeza hacer y no voy aparar hasta lograrlo; ejecutar una rutina completa en las alturas, participaren un acto con los trapecistas, probarme a mí misma que es lo que quierohacer por el resto de mi vida, o por lo contrario, darme cuenta de unabuena vez que estoy destinada a ser solo un payaso.

Camino arrastrando los pies hasta mi caravana para prepararme, lagente no tardará en comenzar a llegar y debo estar lista para ocupar milugar en la entrada. Lo que en verdad quisiera hacer justo ahora es tomaruna larga siesta, tengo cada uno de mis músculos adoloridos, mantenermesuspendida en el aire no es lo mismo a contorsionarme haciendo lasposiciones de yoga que practico con Obi, quizás con una ducha calientelogre relajar mi cuerpo un poco.

Por ir inmersa en mis pensamientos no me percato de la presencia deJolie, recargada contra mi caravana, hasta que abro la puerta.

—¡Oh! Hola Jolie, me has sorprendido. ¿Buscabas a alguien o...? —Es extraño verla aquí, el circo funciona como un reloj bien afinado, todossabemos nuestro rol y lo cumplimos, por lo que Jolie, o ninguno de losCoeur, debe andar siguiéndonos para asegurarse que las cosas se hagan,cuando tienen alguna observación que hacer se mencionan en lasreuniones, por ello que me sorprenda verla en nuestra caravana.

De hecho, su postura es extraña por lo que me pongo en alerta. Estárecargada contra la caravana, con los brazos cruzados frente al pecho y unaexpresión extraña en el rostro, el ceño ligeramente fruncido pero la muecade su boca me da a entender que no está molesta, al menos no del todo.

—Sé lo que estás haciendo, Mae. —Me quedo inmóvil por unsegundo, solo la observo fijamente, ¿cómo es posible? Ni siquiera mis

Page 98: Lúthien Númenessë - ForuQ

hermanos lo han notado—. Lo que no entiendo es por qué no haces algo alrespecto.

Da media vuelta y se aleja por entre las caravanas, dejándomecompletamente pasmada.

El resto del día lo paso en guardia y un poco paranoica debo admitir,si Jolie se ha dado cuenta de que estoy ensayando con el trapecioseguramente mis hermanos también lo sepan. Cada vez que me hablabandaba un brinco, delatándome a mí misma, sentía que con cada mirada queme lanzaban trataban de ver en mi interior para que les confesara lo que heestado haciendo durante las mañanas. Al final no pude con la presión y meencerré en mi habitación, sin embargo mi cabeza seguía maquinandoteorías sobre ser descubierta. Como me sentía sofocada abrí la ventana y aunos metros de la caravana pude ver a Zachary, quien hablaba distraído porel móvil, dando círculos, dibujando sobre la tierra con la punta de suzapato, y entonces, solo así, todo se calmó.

Desde hace días Zachary y yo intercambiamos números telefónicos,idea de él por si alguna mañana decidía ensayar más temprano, he tratadode usarlo con discreción, un texto alguna mañana avisando que se me hizotarde, o alguna noche para decirle que saldría antes. Y tal como es enpersona, sus respuestas son igual de cortas y precisas; un aséptico «graciaspor avisar» o un «estaré ahí», aunque ahora ya hemos cruzado una línea,quiero empujarlo un poco más allá, ver si es real.

Espío por un lateral de la carpa, esta noche tomó lugar entre lasgradas Premium, las que dan directo a la pista. Ha dejado de vestir sustrajes casi desde que empezó a seguir al circo, pero en su porte aún se le verecto e inflexible, río por lo bajo al ver su pose tan estirada y fuera delugar. Echo un rápido vistazo al acto que se presenta justo ahora, sacandocuentas de cuantos minutos quedan antes de que deba salir a escena. Tengotiempo por lo que tecleo un rápido mensaje. Las luces son tenues pero aúnasí puedo ver cada uno de sus movimientos, como su rostro se ilumina conel resplandor de la pantalla cuando recibe mi texto.

Mi turno es el siguiente,tengo una rutina nueva. =)

Page 99: Lúthien Númenessë - ForuQ

Nunca antes le he escrito algo tan superfluo, así que esperoexpectante por su reacción.

Ansío verlo.Ve y rómpete una pierna.

Su expresión es inestimable, por lo que me es inevitable chincharloun poco.

¡Vaya deseos! Sabía que eras un hombre cruelpero no a tal grado.

¿¡QUÉ!? No, en teatro eso significa buena suerte.

Pero estamos en el circo,aquí literalmente significa eso, romperse una pierna.

En fin, si ese es tu deseo...¯\_(ツ)_/¯

No, Mae, no.

Se pone en pie rápidamente, girando el rostro para todos lados,seguramente tratando de buscar donde me encuentro, vuelvo a reír cuandolo veo tropezar con las personas detrás de su asiento al levantarse, decidoterminar con la broma.

Tranquilo, solo bromeaba.Ahora siéntate y disfruta, ya es mi turno.

=*

—Mae, conoces la regla, sin móviles en esta área. —Me reprendeRon, el jefe de pista.

—Lo siento Ron. —Apago el móvil y lo guardo en mi bolso junto alresto de la indumentaria.

Se acomoda su chaqueta roja, ajusta su sombrero y dando una hondarespiración sale de detrás de la cortina que separa el área de los artistas yla pista con una potente voz, felicitando la actuación de Micah, aunqueclaro, ni la ha visto, supongo que después de tantos años ya se la sabrá dememoria y no hace falta estar al pendiente para poder describírsela a losespectadores.

Entonces anuncia mi acto, tomo a Huey, Dewey y Louie y me dirijo alcentro de la pista, lo primero que observo es la enorme sonrisa de Zachary,

Page 100: Lúthien Númenessë - ForuQ

como si fuese un niño pequeño viendo su primera presentación circense yno puedo sino responder al gesto con una sonrisa igual de enorme, despuésde todo soy un payaso y eso es lo que hacemos, sonreír.

Y probablemente eso, verlo ahí, sonriéndome, hace que esta nochehaga mi mejor actuación.

Page 101: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DIECISIETE

Zachary

Pasar tiempo con Mae se ha vuelto tan natural y cotidianoconvirtiéndose rápidamente en mi nueva rutina. Hemos dejado elcambiante clima de Georgia atrás para llegar a algo más familiar;Connecticut. Durante mi tiempo en la universidad solía venir a menudo.Hay varios lugares que me gustaría volver a visitar, y me emociona poderhacerlo con ella, no solo estar juntos en el circo o mientras ensaya paraconvertirse en trapecista, sino pasar el rato solo porque sí, platicar,conocernos.

Al principio la creí una niña, su complexión delgada y pequeña,sumando que se la pasa rodeada de esos tres perros, le dan una aparienciaaniñada, un aura de inocencia, por lo que no le dediqué más de dosvistazos, sintiéndome como un viejo lascivo por si quiera pensar en queera guapa.

Tampoco era como que le simpatizara mucho entonces, no perdía laoportunidad para sacar su afilada lengua y provocarme durante cadamínima interacción. Encuentro curioso que en su acto del circo siempredebe estar sonriente, vestirse gracioso, actuar un poco patosa y torpe. Todolo contrario a como realmente es; un tanto oscura y confundida, aunquemetódica y precisa, tratando de dejar su huella en el mundo pero al tiempopasar de desapercibida. Simplemente una serie de contradicciones.

Me sorprendió enterarme que tenía estudios superiores en biología,algo que nunca hubiese advertido, pues es otra cosa que no pega para nadacon su forma de ser, o con la manera en que se muestra al mundo. Escuriosa por naturaleza, lo que la hace una buena compañera de charlas, sepuede hablar con ella prácticamente de lo que sea, si no sabe sobre untema hace como mil preguntas, si es sobre algo que conoce defiende supostura apasionadamente. Y creo que es justamente eso lo que me atrae deMae.

Page 102: Lúthien Númenessë - ForuQ

¡A quién trato de engañar! Toda ella es lo que me atrae, desde lascosas más pequeñas e insignificantes, como cuando frunce en ceño cuandoescucha algo que no le agrada, a la manera en que ata su cabello mientrashace saltar a los perros. ¿En qué momento me he fijado tanto en eso?,¿cómo es que se metió en mi vida una payasita de circo irreverente y losacudió al completo?

—¿Cómo es que aprendieron a obedecerte?Camino junto a Mae y sus tres perros, haciendo una y mil preguntas

después de verla practicar con los animales, cuando de pronto todos nosquedamos detenidos al escuchar un fuerte portazo seguido de una serie deimproperios.

—¡Jódete Frank! —Grita un colérico Ron saliendo de la caravana delseñor Coeur—. Después de tantos años creí que habría un mínimo derespeto por lo menos.

Sin darle tiempo a nadie de reaccionar se aleja dando grandeszancadas. Todas las miradas se desvían a Frank, quien se queda quieto enla entrada de su caravana, con una expresión impertérrita, por un lateral seacercan sus hijos; Jolie y Leito, este último no despega los ojos del jefe depista, quien empieza a maniobrar cerca de su vehículo, entra un par deveces para volver afuera, arroja su pulcro sombrero negro, el cual caesobre un poco de aserrín.

—Malik, ven a mover tu puto auto de mierda.El hombre gira hacia Frank, este le hace un movimiento casi

imperceptible con la cabeza, y solo entonces se pone en movimiento,mientras tanto todos los demás seguimos ahí, rodeando la caravana deFrank, viendo como Ron se aleja.

—Va a regresar, ¿cierto? —Pregunta Mae en voz muy baja.—No lo creo, —responde Tao, quien se ha puesto a nuestro lado—. Al

menos no hoy.—¿Frank? —Esta vez es Ian quien alza la voz—. ¿Qué demonios fue

eso?El hombre suspira, desde lejos puedo ver como se le han venido los

años en estos últimos meses, apenas si es un esbozo del hombre que

Page 103: Lúthien Númenessë - ForuQ

conocí en Nuevo México.—Quien tenga algo que decir que lo haga ahora, si no, vayan a

prepararse, que tenemos un espectáculo que presentar.—Nuestro jefe de pista se ha ido, ¿quién lo remplazará? —Iván, uno

de los trapecistas, recoge el sombrero del suelo, sacudiéndolo mientras seacerca a Frank.

—Puede hacerlo Rocco o Tao.—Sirius está de buen modo, tenía pensado sacarlo a dar el acto de la

bestia. ¿Ian?—Tengo dos rondas estelares, sería mover todo el itinerario.—Con mi voz no llego a mitad de la noche, menos dos funciones. —

Explica Tao.—¿Quién más se sabe todos los actos?—¡Zachary!Todos nos giramos incrédulos hacia Mae, no ha dicho lo que creo, ¿o

sí?—El señor Reid no es parte de la compañía. —Protesta Leito antes

que ninguno, incluso que yo mismo, pues aún no me recupero de laimpresión.

—No, pero ha estado en cada una de las funciones casi desde elprincipio, nos conoce y se sabe los actos. Debemos sacar la funciónadelante, por una noche que Zachary sea jefe de pista no pasará nada, yamañana lo resolvemos.

—Mae... —Tiro de su manga para que guarde silencio.—Te lo dije la otra noche, es necesario que veas el circo con ojos

diferentes, míralo desde dentro, mira lo que es, lo que somos. —Me diceentre susurros.

Los Coeur se acercan hasta nosotros.—¿Tú que dices? —Pregunta Frank a Jolie.—Es eso o volver a reestructurar toda la noche, lo que puede originar

confusiones y descuidos, justo ahora no podemos darnos el lujo de vernoscomo inexpertos. —Responde Jolie frotándose las sienes.

—Yo no estoy de acuerdo, no es parte de la compañía. —InsisteLeito.

—¿Cuál es tu gran solución, hermanito?—Cancelar. —Resuelve encogiéndose de hombros.

Page 104: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Eso nunca, jamás he cancelado una función y no empezaré ahora.—Frank se pone frente a mí y me entrega el sombrero—. Bienvenido abordo, señor Reid.

—Estoy segura que vi una en este lugar...—Mae...—...O quizás fue en la caravana de Florence...—Mae.—...Recuerdo que fue hace tiempo pero...—¡Mae!Deja de balbucear pero no se gira hacia mí, sino que se queda quieta,

con los brazos laxos a sus costados. Desde que Frank me entregara elsombrero de Ron, Mae me trajo a un vagón de la caravana donde guardanindumentaria y alguna cosa más, sin embargo se ha negado a verme,quizás porque tema a mi reacción. Es cierto que en un principio mesorprendió, y puede que me haya molestado un poco que no me preguntaseantes de proponer la idea, una idea tan descabellada que no creí nadiesecundaría, pero lo hicieron, lo que me da a entender que los locos viajanen grupos.

¿En que cabeza cabe que yo, un simple empresario neoyorquino,podría en algún momento ser jefe de pista de un circo tan grande como loes este?

Pues Mae así lo piensa, al igual que Frank, Jolie y la mayoría de lacompañía circense, pues una vez que los Coeur aceptaron la idea todos meanimaron a hacerlo. Ahora estoy aquí, buscando una chaqueta roja paraarreglarla en pocas horas, pues estaré frente a cientos de personas,hablando sobre individuos que vuelan por los aires, escupen fuego y seenfrentan a un temible león. Dirigiré un espectáculo bien ensayado, concero margen de error, mis palabras tendrán un efecto inmediato en lasemociones de la gente.

Podría haberme negado, apoyado el comentario de Leito,aprovechado la oportunidad para informárselo al señor Peace y poder, alfin, volver a casa. Pero algo me detuvo, quizás fue la convicción en laspalabras de Mae, o su mirada ilusionada, el no querer decepcionarla o

Page 105: Lúthien Númenessë - ForuQ

aquel primer recuerdo que tengo de mi infancia. Por lo que acepté elsombrero sin saber realmente en lo que me estaba metiendo.

—Mae... —Vuelvo a llamarla, esta vez con voz más suave—.¿Podrías venir aquí un momento?

—Te escucho perfecto desde aquí. —Sigue dándome la espalda yvuelve a comenzar con la laboriosa, aunque inútil, tarea de mover lascosas de un lugar a otro.

—Eso no lo dudo, pero tengo esta rarísima costumbre de ver a laspersonas cuando hablo... además me gusta tenerte cerca.

Me estiro para tomarla del brazo, con un poco de persuasiónfinalmente me observa de frente, por un segundo, ya que clava la miradaen el suelo.

—Sé que estás molesto, pero en el momento me pareció una granidea, has seguido al circo desde hace tantos meses, pero no hasexperimentado el ser parte de él, limpiar no cuenta y...

Le doy un pequeño beso en los labios.—¿Por qué hablas tanto?—Porque no quiero escucharte.—¿Y por qué es eso?—Porque seguramente estarás enojado y... —Vuelvo a besarla para

que guarde silencio.Si bien no hemos definido la dirección de nuestra relación desde

aquella noche, me gusta tenerla cerca; verla, tocarla, besarla, y al parecer aella le gusta también. De ninguna manera venía buscando esto, y laadvertencia de Chandler sigue muy presente, pero no puedo hacer nada alrespecto, Mae es... diferente. Me desafía, en todos los sentidos, poniendocaos en mi ordenada mente, trayendo una explosión de color donde antessolo había negro y blanco, ocasionando que mil pensamientos salten almismo tiempo, mostrándome que me he perdido de toda una vida por estarconstruyendo cimientos de algo que aún estoy lejos de comenzar.

—No estoy enojado, sorprendido; sí. Nervioso; sí. Preocupado; sí. —La tomo del mentón para que levante el rostro—. Pero ya que estamos enesto hagamos el mejor espectáculo de todos.

Page 106: Lúthien Númenessë - ForuQ

Jolie me ha dado un montón de papeles para memorizar, Bethany yChandler me han dado un montón de consejos que me han puesto másnervioso aún, y el resto de la compañía me ha dado un montón de ánimoque han tenido el efecto contrario al esperado. Ahora estoy en la caravanade Florence, tratando de hacer que una gastada chaqueta roja se veadeslumbrante.

—Quizás si le añades unas cuantas barbas doradas por aquí.—Mmm... ¿qué te parece un ornamento en vez de botones?—Sensacional, a la camisa también podrías añadirle unos detalles...—¿Están seguras que tenemos tiempo de todo eso? —Pregunto algo

preocupado por el tiempo. Mae ya está vestida y maquillada para lafunción, ella es de las primeras en hacer acto de presencia, pues es laencargada, junto con el resto de los payasos y contorsionistas, de recibir alos espectadores.

—Tenemos tiempo de sobra. —Responde Florence, sin quitar los ojosde la ropa.

—Quizás las botas de Wade no te queden del todo bien, es un númeromás chico que tú.

—Seguro las aguanto un rato.Finalmente encontramos la chaqueta en una caja que parecía tener

varios años sin abrirse, estaba un poco arrugada y huele a humedad, porsuerte Florence, una mujer algo mayor que ayuda a todos con susvestuarios, y que por cierto es esposa de Rocco, ha podido hacermaravillas, al menos con el aspecto ya que el olor persiste. Uno de loshermanos de Mae me ha prestado unas botas de montar largas, las cualesha lustrado hasta hacerlas lucir como nuevas, con uno de mis pantalonesde vestir negros y una camisa blanca estoy listo para mi debut en el circo.

—Jolie te ha conseguido esto. —Entra Bethany a la caravana,agitando un bastón con la empuñadura de un león, la cual también brillacomo si fuese nueva—. ¡Vaya! Si hasta parece uno más de la compañía,solo le hace falta una pajarita roja y listo, atuendo completo.

—¿Pajarita?, ¿de verdad? —Pregunto incrédulo, en mi vida he usadouna pajarita, por más que digan que es la nueva tendencia en trajes, merehúso a usar una.

—¡Claro! Todo jefe de pista respetable usa una. —Conviene Florence.—Hugh Jackman no usaba una cuando interpretó el papel de P.T.

Barnum. —Rebato a su lógica poco lógica.

Page 107: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Pero era Hugh Jackman. —Replican las tres al mismo tiempo.Caso perdido discutir con ellas, por lo que me lo ahorro.Las personas ya están ocupando sus asientos, las luces en la pista

están aún encendidas, la música suena anunciando que el espectáculo estápor iniciar, y mi corazón late más acelerado que nunca. A mi mente llegaaquel lejano recuerdo, de un día que jamás podré olvidar, me aferro a esocon todas mis fuerzas, tomo una profunda bocanada de aire, ajusto elcuello de la camisa desacomodándolo. Al final me he librado de lapajarita, sin embargo me han puesto una mascada roja que simula ser unacorbata plastrón, Mae vuelve a acomodarla y, con una sonrisa tan tensacomo la mía, me desea suerte dándome un empujón por la espalda paraque salga a escena.

Sandro apaga las luces y la música cesa, un solo reflector cae sobremí iluminándome, atrayendo todas las miradas. Por un momento mi mentese queda en blanco, olvidándome de lo que se supone debo hacer o decir,perdiendo contacto con la realidad. Me sudan las manos como nunca, seme seca la garganta y las piernas me flaquean.

De pronto un rostro aparece en medio de la multitud, una radiantesonrisa que lo ilumina todo con su presencia y me calma de inmediato.Veo, con completa nitidez, a mi madre. Joven y alegre, mirándome conternura, preguntándome qué es lo que me ha gustado más del circo.

«Todo.»Y ahora, ahora también puedo decir que el ser parte de él.—Buenas noches, damas y caballeros, niñas y niños de todas las

edades. Bienvenidos al sorprendente, inigualable, fantástico, yespectacular Circo Du Coeur. Prepárense que aquí es donde sus corazonesdanzarán con nuestro ritmo, hasta llenarse de alegría. Estén listos paradescubrir un nuevo mundo donde lo imposible se vuelve posible.Sostengan el aliento, no parpadeen, que estoy seguro no querrán perderselo que está por venir. ¡Que la magia comience!

Page 108: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DIECIOCHO

Zachary

—¡Oh por Dios! Eso fue ¡¡¡SORPRENDENTE!!! —Brincotea unaexcitada Mae a mi lado, tirando de mi brazo después de haber terminado lasegunda función de la noche—. Creo que nunca, en toooooda mi vida,había escuchado una presentación tan fabulodente.

—¿Fabulodente? —Lo cierto es que tampoco puedo dejar de sonreír.—Fabulosa y sorprendente, todo junto, mezclado, increíble. Es que

fue como, te paralizaste por tres segundos y después ¡boooooooom! Nopodías detenerte. O sea, incluso Frank te ha regalado el sombrero.

Hago girar el sombrero nuevamente entre mis manos.—Bueno, es el sombrero de Ron, prácticamente no puede

regalármelo, además deberé dárselo al próximo jefe de pista.—¡Oh, vamos Zachary! Trata de negar que fue lo mejor de la vida. Sé

que lo has pasado genial.—En eso tienes razón. Ha sido algo único, pero como las cosas

únicas, pasan una sola vez en la vida.—¡Eh, ringmaster! —Grita Iván, aún con su vestuario de trapecista

—. Qamari se ha puesto a preparar su famosísimo chili con carne, yChandler y Rocco están preparando una sangría que tiene más whisky queotra cosa, pero es tradición cuando se une un nuevo miembro a lacompañía, juntarnos todos a compartir la cena.

Le lanzo una mirada a Mae, quien se encoje de hombros.—Sabemos que no es para siempre, pero las tradiciones son

importantes en el circo.Al final termino cediendo, antes de reunirnos con los demás nos

desviamos un poco ya que Mae debe guardar a los perros y me pide unminuto para limpiarse el maquillaje, pensé que estaría esperando un ratoen lo que se quitaba todo su atuendo de payaso pero fue, literalmente, unminuto, solo limpió su rostro, dejándose incluso ese alocado peinado quese hace, donde sus coletas están asimétricas y alborotadas. Mientras

Page 109: Lúthien Númenessë - ForuQ

aguardo veo mi reflejo en el vidrio de la puerta, apreciando mi imagen.Hoy he cruzado una línea más, una que no debería. Hoy me he convertidoen un miembro de esta compañía. Hoy, finalmente, he conseguido teneruna familia.

En cuanto sale de su caravana, y sin ser realmente consciente delacto, la tomo de la mano para caminar con nuestros dedos entrelazados, escierto que los miembros del circo se han acostumbrado a vernos juntos,pero no de esta manera. Estoy atento a su reacción, ella no se resiste o seretrae, sino que sonríe de esa manera que ocasiona mi corazón hagapiruetas como los trapecistas esta noche. Vamos acercándonos a donde seencuentra reunida la compañía; las charlas y risas se escuchan por todo ellugar, siento mi cuerpo un poco más liviano, pero sobre todo en paz. Laadvertencia de Chandler aún pesa en mi cabeza, pero hoy me siento losuficientemente fuerte como para enfrentar lo que sea que vaya a sucederentre Mae, su familia y yo.

Cuando llegamos al epicentro de la celebración, la primera ennotarnos es Silvy, quien abre desmesuradamente los ojos, y su boca, perono dice nada. Creo que es porque no le dan la oportunidad, ya queinmediatamente después escuchamos a alguien decir:

—Lo siento, hemos cerrado por hoy.—Estoy buscando a Zachary Reid.Esa voz...Todas las miradas se dirigen a mí, no por la razón que imaginé,

aunque también lo han notado. No es necesario que se aparten para saberquien es, sin embargo lo hacen, algunos miembros de la compañía serecorren hacia un costado para que Elizabeth pueda verme. Su mirada, aligual que la de todos los presentes, cae en mis manos, Mae se percata deello y me suelta bruscamente, coloca los brazos detrás de ella,avergonzada, y eso me ha molestado. No hay razón de estar avergonzado.

—Elizabeth...—¿Me puedes explicar qué demonios haces vestido así? —Me doy un

vistazo, aún llevo puesta la chaqueta y atuendo de jefe de pista.—Vayamos a hablar a mi caravana.—¿A tu qué?Suspiro, le hago un ademán con la mano para que me acompañe.

Arruga la nariz como si tener que caminar por entre la compañía le diera

Page 110: Lúthien Númenessë - ForuQ

asco. Les dedico una mirada de disculpa a los presentes y me giro parahablar con Mae, quien tiene la mirada clavada en el suelo una vez más.

—Solucionaré esto de inmediato y te lo explicaré todo, no es nada delo que puedas estar imaginando, te lo aseguro. —No dice ni hace nada.

—¿Zack? —Me apresura Elizabeth.Tomo a Mae por los hombros y la acerco a mí.—No tardaré, solo no pienses nada extraño, ¿vale?Asiente ligeramente pero no me mira, y eso me molesta. Siento la

mirada de todos clavada en mi nuca, en especial de los hermanos Walker,esto sin duda ha sido el peor inicio para con ellos. Avanzando rápidamenteguío a Elizabeth hasta mi caravana, abro la puerta y vuelve a arrugar lanariz. El vehículo se diferencia de los demás por ser un modelo másnuevo, ya que es rentada, cada vez que nos detenemos en una ciudad debolimpiarla, al igual que el resto de la compañía, pues no quieren dar laimpresión de ser un lugar descuidado, por lo que se empeñan en que todoalrededor del circo esté lo más presentable posible.

—Por favor pasa que no tengo mucho tiempo.—¿Por qué?, ¿tienes elefantes que limpiar?Suelto el aire con brusquedad.—Como puedes ver, no hay elefantes. —Finalmente se digna a entrar,

al parecer el interior es de su agrado ya que cambia su actitud y tomaasiento en el sofá—. ¿Qué haces aquí?

—No podría esperar otra cosa de ti, directo al punto. Pues, veamos...hace unos días recibí una llamada de alguien que juraba ser Zachary Reidinvitándome a cenar, quedamos en fecha, hora y lugar, para mi sorpresa nose presentó aunque estuve esperándolo dos horas. Así que no me haquedado otra opción que venir a buscarlo, solo para encontrar con que seha convertido en cirquero.

—Circense.—¿Qué?—A las personas que trabajan en los circos se les llama circenses, no

cirqueros.—Lo que sea, Zack. —Alza la voz poniéndose en pie—. ¿Escuchaste

la parte donde dije que te esperé por dos horas?—Sí, lo escuché, y me disculpo, realmente no hay una buena razón,

simplemente lo olvidé.

Page 111: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¡Dos horas Zack! ¿Sabes lo que es estar en Balthazar sentada enuna mesa esperando por alguien? Jamás podré volver ahí después de lahumillación que me hiciste pasar. Siempre vi tu falta de empatía comoalgo un tanto adorable, pero justo ahora estoy realmente cabreada con...

—No tengo falta de empatía.—Por favor, me vas a decir que mágicamente desarrollaste

sentimientos por...—Siempre he tenido sentimientos, Elizabeth, y soy perfectamente

capaz de identificarlos, de no tenerlos sería algo así como un psicópata.—Lo estás haciendo a postas, ¿cierto? Quieres empujarme al límite

de...—Fíjate bien, eres la única que está balbuceando cosas sin sentido.La bofetada que llega después no me la esperaba, sobre todo porque

nunca he visto a Elizabeth actuar tan rápido si no había frente a ella unarebaja de algo innecesario. Aunque la acepto ya que soy consciente de quela merezco, olvidé por completo la cita que había programado con ella porestar viendo a Mae entrenar en los aros, por esperar a la función y verlanuevamente, por sumergirme dentro del circo completamente.

Al parecer no reacciono de la manera que esperaba, ya que me dedicauna mirada extraña, como si no supiera que hacer, me he disculpado y heaceptado el castigo que me ha impuesto. Aguardo y ella también, componeun mohín ridículo y abre la puerta estampándola contra la pared,provocando un sonido estruendoso, se queda parada solo para bajarrápidamente los tres escalones, una vez fuera gira para gritarme desde ahí.

—¡Eres un maldito mongrelo, Zachary Reid!Toda la compañía la observa, dudo mucho que en algún momento

hayan quitado los ojos de la caravana. Me quedo en el umbral de laentrada, viendo como se aleja caminando con dificultad, pues los taconesde los zapatos se encajan en la tierra suelta. Aguardo hasta que escucho uncarro rechinar las llantas contra el asfalto y, finalmente, alejarse por lacarretera lateral. Entonces todo queda en silencio.

Los miembros de la compañía todavía están afuera de sus caravanas,en donde han improvisado un comedor para todos, pero la música se hadetenido, al igual que las risas y conversaciones. Desde donde estoyintento ubicar a Mae, es siempre tan distintiva del resto por el curiosocolor de la punta de su cabello, doy unos pasos para poder tener una mejorvisión, lanzo una mirada a su caravana, la cual se encuentra iluminada,

Page 112: Lúthien Númenessë - ForuQ

probablemente esté ahí. Respiro hondamente para ordenar mis ideas ypoder explicarme con claridad, tengo que resolver este mal entendido loantes posible.

—Alto. —Me detiene Obi Walker, plantando su mano en el centro demi pecho—. Tu caravana está por allá. —Hace una seña con su dedo endirección contraria.

—Lo sé, voy con Mae.—Pues me da a que no. —Esta vez es Wade Walker quien me detiene.—Imaginé que tendrían cosas por decir, pero justo ahora con quien

necesito hablar es con Mae.—Ella no quiere hablar contigo. —El último de los Walker aparece,

Micah detiene mi avance colocando su mano en mi hombro.—Hay cosas que necesito decirle.—Se lo suficientemente hombre para esperar a que ella quiera

escucharte. —Micah sabe exactamente que botones presionar parahacerme retroceder.

—Por favor, díganle que venga a buscarme en cualquier momento, acualquier hora, estaré esperando por ella.

—Hijo, creo que con quien tienes que hablar ahora, es conmigo.Tao Walker hace acto de presencia, saliendo de la caravana, al

instante los tres hijos se alejan sin añadir nada. Por extraño que parezca,una conversación con este hombre me aterra más que cualquiera quepudiera haber tenido con mi propio padre.

Page 113: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo DIECINUEVE

Mae

Escucho a mis hermanos fuera de la caravana, hablando con Zachary,una parte de mí quiere salir a ahuyentarlos, otra prefiere que ellos se hagancargo. Al llegar a este pensamiento es que me doy cuenta que no hay nadapara hacerse cargo, no es como que fuéramos algo. Sí, nos besamos ypasábamos mucho tiempo juntos, pero soy lo suficientemente mayor comopara saber que un beso no es un compromiso ni un juramento. Así que nodebería estar encerrada en mi habitación odiando al mundo, cuando locierto es que solo me ha vuelto a poner las cosas en perspectiva. Él nopertenece aquí y yo no pertenezco al aire, debo dejar de hacerme películasen la cabeza y centrarme en las cosas importantes.

—Pá está hablando con él. —Me informa Obi, como si yo no supieraeso, y como si él no supiera que yo ya sé eso.

—No me importa. —Trato de sonar indiferente.—Sí, lo sé, solo lo hacía del dominio público. —Claro que sabe que

miento.—Mae, ¿qué tienes en la cabeza? —Micah me reprende en cuanto

tiene oportunidad.—Helio. —Es Wade quien responde por mí.—Tengo dudas y un fuerte dolor de cabeza, así que buenas noches.No tengo ganas de dormir, y aunque las tuviera no podría hacerlo, la

imagen de esa heredera perfecta invade mi cabeza una y otra vez, lamanera tan familiar como lo llamó, la manera en como nos vio, a nosotros,a la compañía, el circo, a mí. Como si nada de esto fuera digno de él, yquizás no lo sea...

«Tonta, tonta, tonta Mae.»Y con un verdadero circo de pensamientos nada agradables me

deslizo a un muy intranquilo sueño.

Page 114: Lúthien Númenessë - ForuQ

No he podido descansar bien... de hecho no he podido descansar ypunto. Observo mi rostro en el espejo y veo como dos enormes sombrasmoradas se han colocado bajo mis ojos, hoy es día de función por lo queno puedo darme el lujo de estar decaída, después de todo soy un payaso, ylos payasos somos siempre felices. Creo que lo más sano es terminar conlas pavadas de una vez, antes de que todo empiece a maximizarse.

Con esa nueva resolución salgo de mi habitación, como era de esperarmis hermanos ya se encuentran despiertos y duchados, los saludo como sinada, tratando de no exagerar en mi efusividad, que vean todo está normal,me arreglo como siempre y me reúno con ellos para desayunar. Ningunodice nada y yo no hago el intento por iniciar una conversación. Sigo elflujo de una mañana cualquiera, me quedo un rato en la cama haciendobúsquedas absurdas en internet, viendo alguna serie o simplementeponiéndome al corriente con las redes sociales. Dejando la puerta de mihabitación abierta para que vean exactamente lo que hago, que no estoyllorando por los rincones como sus caras me hacen saber que esexactamente lo que piensan que haré. Tras unas horas me aburro y anuncioque saldré con Huey, Dewey y Louie, aunque lo cierto es que quiero buscara Zachary de una vez. Se me hace un poco extraño que no haya venido mástemprano, insistiendo como ayer por la noche. En fin, no le prestaré muchaatención a ese pensamiento.

Contrario a lo que yo misma creía, hago exactamente lo que dijeharía, en vez de desviarme hacia la caravana de Zachary me dirijo al vagónde los animales, saludo efusivamente a Huey, Dewey y Louie, y ellos meregresan el saludo, una vez que han recibido su dosis diaria de amor lescoloco los arneses para sacarlos. Durante el tiempo que estoy fuera mepercato de que los miembros de la compañía me dedican miradas de pena.Algo que está comenzando a cabrearme.

Cansada de la situación voy acercándome a la caravana de Zacharydiscretamente, que las personas nos vean hablando de manera tranquilahará que dejen de verme así. Antes de alcanzar mi objetivo Chandler cortami camino, como estoy tratando de no ser obvia no reacciono ysimplemente me detengo. Él se acuclilla para hacerles carantoñas a los

Page 115: Lúthien Númenessë - ForuQ

perros, estos, encantados, brincan a su alrededor moviendo sus patas,lamiéndole la cara.

—Se ha ido. —Comenta Chandler muy bajo. No pregunto de lo queestá hablando, sino que aguardo a que me ofrezca más información—.Dijo que enviaría a alguien por su caravana después.

—¡Oh, ya veo! —Es lo único que se me ocurre responder.

La vida como circense es extraordinaria para las personas que la vende fuera, ir y venir junto con el circo, una especie de nómadas modernos,conocer toda clase de lugares y personas, hacer lo que nos plazca cuando ydonde queramos, que todo a nuestro alrededor es solo diversión. No es así,es cierto que vamos de un lado a otro, pero sin pertenecer a ningún lugar,conocemos a toda clase de personas y lugares pero sin poderlas conservar,y ciertamente no hacemos lo que queremos, sino que, al igual que encualquier otro trabajo, tenemos que seguir una serie de reglas, las cuales,me atrevería a decir, son un poco más severas que las de un trabajoconvencional.

Aquí, si hacemos algo mal, si no seguimos las reglas, si nosdesconcentramos, podemos hacer que las cosas terminen terriblementemal. Si lo pensamos detenidamente, realmente no es tan excitante, es untrabajo más.

Tiene sus cosas buenas, claro, de no ser así no estaríamos haciéndolo,dejándonos la piel en cada espectáculo, continuar una temporada más.Pero justo ahora, mientras mi corazón late acelerado tratando de enviar lasangre necesaria a través de mi cuerpo para poder mantenerme enmovimiento, no se me ocurre ninguna.

A diferencia de la mayoría de las personas que viven en este granpaís, la ciudad de Nueva York no me llama la atención, es pequeña,ruidosa y sobrepoblada, incómoda y sus calles me confunden. He estadoaquí antes, varias veces, muchas debería decir, nunca para hacer unapresentación, pero si en los alrededores y claro, las chicas lo que másdesean al acercarnos al noreste, lo primero que piensan es en comprasexcesivas.

Page 116: Lúthien Númenessë - ForuQ

Hablé a Brown, Johnson & Peace Inc. pidiendo información sobreZachary, como era de esperar se limitaron a responder que no ofrecíaninformación personal de los socios, menos aún vía telefónica. Fingí ser uncliente con la urgencia de hablar con él, pero ni así soltaron prenda.Intenté con la guía telefónica, tampoco tuve éxito. Finalmente se meocurrió llamar a servicios de información local, sin resultados.

Justo cuando creía que era mejor dejar las cosas como estaban, unaidea iluminó mi cerebro. Hablé a la compañía telefónica de Zachary con elpretexto de que quería actualizar mis datos, pero que si podríanconfirmarme mi última dirección proporcionada. Creo que fue gracias ami incesante cháchara que el operador terminó confundido y me dio lainformación que necesitaba.

Sin darles muchos detalles, les pedí a Gigi y Gerard si podíanocuparse de mi acto, ellos dos tienen un número con acrobacias, entredivertidas y complejas, en las que bien pueden incluir a Huey, Dewey yLouie, ya que Gerard es capaz de hacer que lo sigan a él también sé que notendrá problemas. Durante las funciones todos los payasos nos vamosrotando para que cada uno tenga un estelar, haciendo que las funciones enuna misma ciudad sean diferentes, a ellos les tocaba dentro de dos días,por lo que no he movido mucho la logística del espectáculo, sino quesimplemente la he intercambiado. Que si fue irresponsable de mi parte; síy mucho, mover toda la rutina solamente porque me urgía llegar a NuevaYork es quizás la cosa más antiprofesional que pudiera haber hecho.

Voy dejando una calle tras otra, porque, desde luego, me heequivocado al tomar el transporte público. El sol va siguiendo su ruta ypronto me quedaré sin luz, no me gustaría estar perdida en esta ciudaddurante la noche. Reviso una vez más el GPS en el móvil, solo me quedandos cuadras, pero cada una mide alrededor de una milla.

Llego frente al edificio que marca, con relucientes números dorados,la dirección que me han dado en la asistencia telefónica. Es un lugarimponente, intimidatorio, incomparable, justo donde imaginé que alguiencomo él viviría. Me doy un vistazo, desde la punta de mis botas hasta laaltura de mis ojos en el reflejo frente a mí, verme ahí, en las inmaculadaspuertas de vidrio, con un atuendo tan informal, hace que me acobarde, lomejor será regresar, quizás aún alcance el espectáculo de la noche.

—¿Necesita ayuda? —El portero del edificio se me ha acercado sinque lo haya notado por estar tan preocupada en mi aspecto.

Page 117: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¡Por los cielos! Me ha sacado un susto de muerte. —El hombresonríe amablemente y espera a que me calme un poco—. No, yo... venía avisitar a alguien... Sabe que, olvídelo, ¿la estación de metro más cercana?

Me da las indicaciones necesarias y le agradezco, doy unos pasoshacia donde me ha apuntado dispuesta a volver, entonces me detengo, si yahe llegado hasta aquí... Regreso desandando el camino, es mejor ponerlefin a todo esto, vuelvo a colocarme frente a la puerta. ¿Ponerle fin a qué?,¿qué es lo que estoy haciendo aquí?, ¿qué he venido a decirle? Sacudo lacabeza tratando de aclararme, ahora sí, resuelta me alejo. No llego muylejos cuando comienzo a dudar una vez más.

—¿Señorita? —Giro el rostro hacia el portero del edificio—. Noquiero incomodarla pero veo que no se decide. ¿Me permite darle unconsejo?

—Amm... claro. —Respondo algo titubeante, ya que dudo muchosepa algo sobre la situación que atravieso.

—En mi trabajo he visto a muchas personas entrar y salir de esteedificio, algunas dubitativas como usted, seguro que si no hace por lo quesea que vino se arrepentirá por mucho tiempo, ya llegó hasta aquí, noretroceda.

¿Cómo es que...? le dirijo una mirada de perplejidad a la que élresponde con una sonrisa de superioridad. Pero supongo que algo de lo queha dicho tiene sentido. Asiento con la cabeza y me abre la puerta, cuandopaso por su lado me dice muy bajito.

—Haz un escándalo, uno de esos que los vecinos pasen semanascotilleando, y rompe cosas, trofeos y esculturas son las que más lesduelen.

Me guiña un ojo y yo me pregunto que clase de cosas habrá visto estehombre.

Al notar a las chicas en el mostrador, deduzco que es uno de esosedificios donde debes anunciarte antes de poder subir. Busco apoyo en elportero esperando poder saltarme el filtro, con un ademán casiimperceptible de la cabeza me indica que siga por la izquierda, sé que elhombre solo busca un poco de cotilleo, algo que no ocurrirá, pero eso no losabrá hasta que me vaya. Mientras que las mujeres están desocupadas finjohablar con un hombre que va saliendo, pidiéndole indicaciones, justocuando una contesta una llamada y la otra teclea algo en el ordenador le

Page 118: Lúthien Númenessë - ForuQ

agradezco la ayuda, que no necesitaba, y logro escurrirme al interior deledificio.

Mientras voy dejando los pisos atrás voy sintiéndome extraña, no sési nerviosa, impaciente o expectante. Aclaro mi cabeza, enlistando laspreguntas que quiero hacerle. Al estar frente a la puerta de su piso revisodos, tres, cuatro veces la dirección que anoté en el móvil, asegurándomeque sea la correcta. Tomando una fuerte bocanada de aire me aventuro atocar, doy tres golpecitos, muy tenues, a la puerta, aunque hay un timbrebastante visible, es como si prefiriera que no abriera. Tres toques más, unpoco menos audibles, suspiro aliviada y me dispongo a irme.

Entonces la puerta se abre de lleno.Lo tengo frente a mí con una expresión de perplejidad, una toalla y

nada más.—¿Mae...?Abro la boca pero olvido lo que iba a decir, balbuceo un par de cosas

que ni siquiera yo sé lo que significan, respiro profundamente yfinalmente suelto:

—Te fuiste sin decir nada... —Lo intento pero no puedo quitar mimirada de...

—No es la primera vez que nos encontramos en esta situación. —Lodebo estar incomodando por tener la mirada fija sobre él—. Mae, deja dehacer eso, ocasionarás que me ponga en vergüenza a mí mismo.

—Lo siento. —Me disculpo pero no puedo arrancar la mirada,parpadeo un par de veces tratando de liberarlo de mi escrutinio. Zacharycon ropa es un hombre impresionante, sin ella es, simplemente,descomunal.

—¿Por qué no entras? Así podre vestirme y después hablar.De pronto todo lo que había trazado en mi cabeza, las preguntas y los

argumentos, se han esfumado, lo único que quiero es quitarle esacondenada toalla y estamparlo contra la pared. Retrocede para dejarmepasar y con eso la burbuja de mi fantasía erótica se pincha.

—Puedo ver lo que está pasando por tu cabeza, y estoy seguro que nohas venido para eso.

Siento el rostro caliente y no es necesario que nadie me lo diga puesestoy segura que está rojo y brillante, como la nariz de Rodolfo el reno.

—Pues no sé de que estás hablando... —Farfullo pasando por su lado,él me regala una sonrisa pícara y me deja en la sala de estar en lo que,

Page 119: Lúthien Númenessë - ForuQ

tristemente, va a ponerse ropa.Mientras aguardo por él observo su departamento, aunque no hay

mucho que ver. Es grande, eso sin duda, la vista es impresionante, frente amí se abre Central Park, y seguramente en un día despejado podría sercapaz de vislumbrar hasta el puente George Washington. Hay sillas y sofásindividuales por todos lados, solamente uno enorme en medio delrecibidor, frente a un televisor igualmente gigante. Fuera de eso lasparedes se encuentran vacías, así como el resto del mobiliario, a excepciónde un par de lámparas y un librero repleto de lo que parecen bitácoras, nohay nada que esté ahí solo por estar o que sirva como decoración; nipinturas, plantas o retratos.

Un hogar triste, moderno sin duda, pero triste.—Toma asiento. —Ofrece Zachary al regresar, ya vestido con

vaqueros y una pulcra camisa blanca, sin duda que es el dueño de estelugar.

—Estaba admirando la vista, es espectacular.—Creo que la que tienes tú es mucho mejor, diferente en cada ciudad

a la que vas. En cambio aquí siempre es lo mismo. ¿Te ofrezco agua, té,café?

—No gracias, estoy bien.Aún así se va a la cocina y comienza a trastear entre gabinetes y

cajoneras. Regresa a la estancia con las manos vacías pero vuelve alevantarse; a cambiar la temperatura de la ambientación, cerrar lascortinas, prender la luz, fijarse si ha cerrado el agua de la ducha. Parecieraque no puede quedarse quieto por más de dos segundos. Si no lo conocieramejor diría que está tratando de aplazar la conversación.

—Sabes, —comienzo cuando veo que está por levantarse por quintavez—, cuando venía para acá estaba muy molesta contigo, por haberte idosin decir nada. —Muy despacio vuelve a sentarse, con la mirada fija en mí—. Pero ahora que estoy aquí creo que lo entiendo. Este eres tú, así escomo eres, y no puedo molestarme por eso.

—¿A qué te refieres? —Pregunta, frunciendo el ceño ligeramente—.¿Acabas de llamarme cobarde?

Sonrío al ver que lo he atrapado, ahora si tengo toda su atención.—¿Eso es lo que escuchaste?Guarda silencio por un momento, seguramente está acomodando sus

ideas antes de hablar, desde que lo conocí hace eso, antes de decir nada

Page 120: Lúthien Númenessë - ForuQ

piensa mucho en las palabras que pronunciará, sobre todo cuando se tratantemas importantes. Tan diferente a mí, que usualmente suelto las cosas sindarles muchas vueltas.

—Escucharé todo lo que has venido a decir, solo te pediré que hablesclaro, no me hagas suponer cosas. —Una respuesta diplomática.

—Me parece justo. —Lo que quería era que se detuviera y lo hahecho—. A lo que me refería con el comentario de hace un momento esque viendo este lugar, tu actitud cuando recién llegaste al circo... eres unapersona sencilla, no te gustan las complicaciones. No sé que fue lo de ayer,ni lo que había entre nosotros. Pero creo que fue demasiado, ¿no? Mishermanos, la compañía, seguramente no era lo que tenías en mente y...

—Mae, detente. —Me interrumpe abruptamente, haciendo que mesobresalte un poco—. Prometí que escucharía lo que tuvieras por decirpero nada de lo que dices tiene sentido. No me fui por mí, sino por ti.

—¿Por mí?—La compañía es como tu familia, yo me iré en cuanto termine mi

trabajo, pero tú te quedarás, con ellos, no quería que te sintieras incómodao avergonzada.

—¿Y cómo crees que me sentí al ver que no estabas? —No era miintención gritarle, ni perder la compostura.

Antes de darme tiempo a seguir debatiendo me ataja.—No pretendía lastimarte, solo creí que era lo mejor.—¿Lo mejor para quién? —Comienzo a molestarme, sus palabras,

por alguna razón, me enfurecen.—No negaré que cuando tus hermanos hablaron conmigo pensé igual

que tú, que ellos no tenían porque opinar al respecto, era un tema que noles concernía. —Su voz, calmada y metódica sube mi frustración—. Peroluego tu padre me dijo...

—¿Y yo no importo?, ¿lo que quiero o lo que siento no importa? Todoel mundo se la pasa diciendo «no lo entiendes porque eres muy joven» ycualquier variación de eso, pero lo cierto es que lo entiendo, lo entiendo ala perfección. No tengo que ser una anciana o haber vivido cientos decosas para comprender. Los que no entienden son ustedes, no puedendecirme que entiendo o que no entiendo, que siento o que no siento,porque no son yo. Dejen de tratar de pensar por mí y sentir por mí yempiecen a escucharme.

Page 121: Lúthien Númenessë - ForuQ

»No soy una niña, ¿sabes? Soy perfectamente capaz de tomar unadecisión y asumir las consecuencias de ello, solo necesito que mepermitan hacerlo; correr riesgos, cometer errores y que me dejen sufrir.Necesito sentir que estoy viva.

Al terminar de hablar estoy sin aire y me siento exhausta, desde el díaque mi madre murió mi padre y mis hermanos tomaron las decisiones pormí, creyendo que era lo mejor, manteniéndome tan lejos del dolor comoles fuera posible, sin darse cuenta que, con cada acción que tomaban ibanencerrándome más en una pequeña caja de cristal hasta llegar a este punto,donde no puedo encontrar mi lugar. Es quizás por eso que ahora estoy taninquieta.

No me he dado cuenta en que momento me puse en pie y alejado dellugar donde me encontraba. Respiro profundamente antes de girarme yenfrentar a Zachary, quien me observa con los ojos completamenteabiertos, seguro que parezco loca y debe estar pensando que me echarécontra su yugular en cualquier momento, no me sorprendería que de uninstante a otro la seguridad del edificio entrara para conducirme a la salidalo más rápido posible. Abro la boca para disculparme por mi repentinodespliegue de frustración, pero su voz; ronca y baja, me detiene.

—¿Qué es lo que quieres hacer? —Pregunta en un susurro—. ¿Qué eslo que quieres sentir?

Por un momento me quedo sorprendida, es la primera vez que alguienme lo pregunta, es la primera vez que debo exteriorizarlo.

—Quiero... quiero ser libre.Extiende su mano para que acuda a su lado, dudo un poco pero

termino por aceptar su gesto, hasta quedar de pie frente a él.—¿Es por eso que quieres ser trapecista? Para sentirte viva al menos

unos minutos en las alturas, mientras tu cuerpo gira en el aire sabiendoque nada te retiene, ni siquiera la fuerza de gravedad.

—Yo... supongo. —Me toma de ambas manos antes de ponerse en pietambién.

—Recupera tu libertad, Mae. —Susurra, acercándose un paso más, apesar de que ya está muy cerca—. Aférrate a ella y no permitas que nadiete la quite de nuevo, se dueña de tu destino.

Viéndolo a los ojos sé que él lo entiende, sabe de lo que hablo y a loque me refiero, me gustaría abrazarlo fuertemente y decirle «cuéntame tuhistoria, háblame de ese dolor que llevas en el corazón». Pero Zachary aún

Page 122: Lúthien Númenessë - ForuQ

no se siente cómodo compartiendo cosas tan personales, siguemanteniéndome a una distancia segura, sin dejarme ver muy profundo enél, al menos no como yo acabo de hacerlo.

—También... —levanto el rostro para observarlo— ...tambiénquiero... —me paro sobre la punta de mis pies lentamente, acercándome,dejándole ver mis intenciones— ...quiero sentir...

Rozo ligeramente sus labios, tentándolo, probándolos, dejándomellevar una vez más, rindiéndome a él. Zachary responde cuidadoso,imitando mi toque, yendo despacio, como si empezáramos a conocernos.Me sujeta de las caderas presionándome contra su cuerpo, yo me sostengode sus hombros intentando mantener el equilibrio. El beso sube deintensidad, convirtiéndose en un acto carnal, descontrolándose porcompleto, dejándome sudorosa y con las piernas temblorosas. Debosepararme antes de que también pierda la razón.

—Debería... debería irme. —Digo con la respiración alterada.—Me gustaría que te quedaras. —Pega su frente contra la mía—. Me

gusta escucharte hablar, ya sea que me estés gritando enfadada ohablándome emocionada. Me gusta estar contigo.

Lo cierto es que yo tampoco estoy lista para irme, la pasión comienzaa disiparse dejándonos en un ambiente cálido y cómodo. Nos sentamos enel amplio sofá, cada uno en un extremo, hablando de todo y de nada; sobrela ciudad, cómo es vivir en este impresionante lugar, sobre los años degloria del Circo Du Coeur. ¿En que momento nos fuimos acercando, tantofísica como emocionalmente? No lo sé, pero de pronto él acaricia mipierna y yo jugueteo con los dedos de su mano izquierda, y así seguimoshasta que puedo sentir el calor que irradia su cuerpo, ocasionando quecomience a sentirme segura y adormilada. A tal punto que mi cháchara sevuelve un inteligible balbuceo.

—Tu casa está muy sola. —Trato de retener un bostezo, pero no loconsigo—. Necesitas ponerle color.

Quiero vencer el sueño pero los ojos se me van cerrando solos. Yquizás estoy más dormida de lo que mi cerebro registra porque me figuraescucharle decir.

—Con solo estar aquí la llenas de color.

Page 123: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTE

Zachary

Escucho la acompasada respiración de Mae, lo que me indica quefinalmente se ha quedado dormida. Verla en la puerta de mi casa fue unaverdadera sorpresa, pero al escuchar las razones por las que estaba aquí,me tomó completamente desprevenido. Desde que la conocí supe quehabía más de ella de lo que mostraba al mundo, siendo un payaso del circodebía mostrarse alegre, animada y despierta; reprimiendo el dolor y laconfusión que lleva en su interior.

Algo que no se puede retener por mucho tiempo, ya que terminaexplotando en el momento y lugar menos pensado. Como fue su caso, quevino a despotricar todo aquí, conmigo, y me alegro por ello, porque ahoraconozco a la verdadera Mae, lo que la mueve y motiva, pero más que nada,lo que desea. Quiere que el mundo la tome en cuenta, que su familia ycolegas la dejen de ver como una niña. Estoy seguro que, si la escucharanhablar, si en verdad le pusieran atención a lo que dice, nadie volveríatratarla de tal manera, tiene una madurez indudable, sus opiniones,posturas y comentarios, deberían ponerle más atención.

Mueve la cabeza, la cual resbala por mi hombro, alcanzo a sujetarlaantes de que caiga completamente y se despierte. La acomodo en miregazo, dudando por un momento que hacer; despertarla y enviarla a casao dejarla pasar la noche aquí y avisarle a alguien donde está. Ha quedadoclaro que no es una niña y puede cuidar de si misma perfectamente, peroestoy seguro que sus hermanos no lo ven así. Acaricio su cabello concuidado, sonrío al sentirlo suave y sedoso, pues siempre creí que el cabellode un payaso debiera ser rizado y áspero, paso una vez más mi mano,deleitándome en la sensación, ella suspira ligeramente, moviéndose enbusca de una mejor postura.

La tomo en brazos para llevarla al dormitorio, con toda la intenciónde dejarla dormir ahí e irme al sofá de la estancia. La deposito con cuidadoen la cama y le coloco una manta; tarea completada. Una vez en la puerta,

Page 124: Lúthien Númenessë - ForuQ

a punto de apagar la luz, me vuelvo para verla. Mis pasos son guiados poralgo que no consigo explicar, pero regreso hasta su lado, me recuesto juntoa ella, por encima del cobertor. Retiro de su rostro un par de mechones,acomodándolos tras su oreja, suelta un pequeño suspiro de satisfacción,mueve la cabeza un poco inquieta, tomo su mano entre las mías y eso haceque se quede quieta de nuevo.

Seguramente me transmite la serenidad bajo la cual estaba, ya que mequedo dormido casi al instante, sujetándome a ella para asegurarme que noes solo un sueño, que al abrir los ojos no habrá desaparecido.

Siento una ligera caricia en mi rostro, un toque titubeante.Abro los ojos para encontrarme con el rostro de Mae, quien me

observa con el ceño fruncido. Voy despertando de poco en poco, alerta porlo que sea que esté por venir, siento entumecimiento en uno de mis brazos,ocasionado por sujetar con fuerza su mano. Le sonrío, o al menos esperoque la mueca que hago parezca sonrisa, pero sigue sin cambiar laexpresión de su rostro. Con deliberada lentitud llevo mi dedo índiceentremedio de sus cejas, tratando de borrarlo.

—¿Por qué esa expresión tan severa? —Susurro, haciendo un nuevointento de borrar el ceño fruncido.

—Estoy tratando de memorizarte. —Responde en el mismo tono.—¿A mí?, ¿por qué?—Porque el circo se irá, y tú te quedarás atrás, convirtiéndote en un

difuso recuerdo. No quiero que seas difuso, no quiero que te desvanezcas.Quiero ser capaz de recordarte, así de nítido, así de real.

Las palabras «no me iré» están por salir de mi boca, pero seríamentirle, hasta ahora no lo he hecho y no quiero empezar en estemomento, no cuando ella me ha dado solo sinceridad. Para evitar hacerlepromesas vacías la beso en la frente, tratando de que no advierta lo quehay en mi interior en este momento. No, no puedo quedarme, no puedoconvertirme en circense de la noche a la mañana, por más increíble quehaya sido el vivir por un instante lo sorprendente que es ser parte de ello,no puedo simplemente decir que abandonaré mi vida para unirme al circo.

—Esta es la razón por la que no me acercaba a las personas, el adióses doloroso.

—Pero es una emoción, parte de vivir.No la veo pero en su voz noto que sonríe.

Page 125: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Quizás si fueras cualquier otra persona no importaría tanto tenerque despedirme...

La abrazo con fuerza para que no continúe, para mí tampoco essencillo ver que estamos a punto de llegar al final de esto, lo que sea queesto signifique.

Tampoco quiero que acabe, pero ¿cómo podría continuar? La presionomás fuerte aún, como si eso hiciera que no desapareciera, tratando deretenerla a mi lado lo más posible, pero sé que debe volver, que no puedoquedarme con ella tanto como quisiera.

Vamos quedándonos dormidos una vez más, ella acurrucada entre misbrazos, sintiendo su calidez, percibiendo el latido de su corazón,negándome a pensar en algo más allá del hoy y el aquí. Entonces el timbrede la puerta comienza a sonar con insistencia, seguido de golpes y mástimbres.

Mae se sobresalta entre mis brazos, por mi parte, creo tener una ideade quien llama tan dramáticamente. Lo cual queda comprobado en elmomento que suena mi móvil.

—Estoy fuera de tu casa. Ábreme. —Vocifera Elizabeth sin darmetiempo a mediar palabra.

Suspiro.—Solucionaré esto de una vez por todas. Quédate aquí, no tienes por

que lidiar con ella de nuevo. —Le doy un beso en la coronilla de su cabezay renuente salgo de la cama. El timbre no deja de sonar, seguramente misvecinos vayan a quejarse por el escándalo que está generando.

Con un poco de hastío abro la puerta.—Tenemos una conversación pendiente. —Elizabeth pasa frente a mí,

hablando realmente fuerte, como si su intención fuera que todos en unamilla a la redonda la escucharan.

—Lo único que puedo ofrecerte es una disculpa por dejarte esperandoen el restaurante, no fue mi intención hacerte pasar un mal rato. Fuera deeso no creo que haya más que hablar.

Levanta la mano para que guarde silencio.—Estuve pensando en ello, y creo que eso puedo perdonártelo... si me

haces una promesa.—No tengo por que...—Prométeme que dejarás la cuenta de Francis Coeur. —Dice sin

prestarme atención—. Hablé con papá y está de acuerdo a moverte a otra

Page 126: Lúthien Númenessë - ForuQ

cuenta, una realmente importante, ha dicho que...—¿Por qué hiciste algo así?—¡Vamos, Zack! Que pregunta tan tonta, por tu carrera, obvio. No

creo que llegues muy lejos si sigues tomando las cuentitas que nadiequiere por insignificantes.

—Elizabeth, ¿te has vuelto loca?, ¿con qué derecho te metes en mivida de esa manera? La cuenta del circo Coeur me fue asignada.

—También hablé con papá sobre ello...—Me da hasta miedo preguntar que tanto le dijiste a tu padre. —Me

froto el puente de la nariz, respirando profundamente, tratando de calmarel inminente dolor de cabeza que se me empieza a formar.

—Le dije que la razón por la que no formalizas nuestra relación esporque no tienes la seguridad laboral que deseas y...

—¿De donde sacas todas esas pavadas?—¿Pavadas?, ¿desde cuando usas esa palabra? Seguramente fue tu

amiguita cirquera, porque no creas que no noté lo arrimada que estaba. —Sus palabras me molestan, pero al parecer Elizabeth no se percata de elloya que continúa con sus comentarios soeces—. Todos esos pobretones soniguales, buscando la manera de meter mano en tus bolsillos, lo llevan en lasangre, estafadores desde pequeños, ¿estás seguro que no te han robado lacartera? Ten cuidado con esa gente, Zack, en especial con las que usan sucuerpo como la rubiecita con la que estabas, no dudaría ni un segundo quequiere una tajada de tu cuenta bancaria, y ya hasta a contado las veces quedebe meterse en tu cama para quedar embarazada y poder chantajeartecon...

Antes de que pueda reaccionar Mae le asesta tremendo bofetón aElizabeth. No la oí salir de la habitación, pero seguro que ha escuchadotoda la conversación, pues el volumen de esta no era para nada discreto.Antes de que pueda volver a atacar, la tomo por el brazo y la resguardodetrás de mí. Evitando que le regresen el golpe.

—No hables de ella como si la conocieras. —Mastico las palabras,enojado por lo que dice, molesto por lo que hace.

—Ni tú tampoco. —Arrebate Elizabeth, con los ojos encolerizados.—Pues sí, sí la conozco, sé perfectamente bien quien es ella y lo que

quiere de mí.—Sí, claro. Una don nadie solo quiere una cosa, una vida cómoda.

Page 127: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Ya te dije que dejes de llamarla tan despectivamente, no es unacualquiera. Ella puede tener una vida cómoda cuando quiera, tiene unBachelor de la Atlantic International University en biología. —Probablemente me he perdido de algo en esta escena ya que lo siguienteque registra mi cerebro es que Mae se suelta de mi agarre con fuerza, megiro para ver el por qué pero con lo único que me encuentro es con unamirada llena de dolor, da media vuelta y sale de mi apartamento. Singolpear la puerta, sin gritar, sin hacer una escena como Elizabeth, solo seva—. ¡Espera!

Me precipito hacia la puerta pero siento las uñas de Elizabethencajándose en mi brazo.

—Ni te atrevas a ir tras ella.—Claro que voy a ir tras ella, después de todo lo que has dicho se

merece una disculpa.—¿Una disculpa? —Pregunta incrédula—. No estarás sugiriendo que

yo le pida una disculpa a esa chusma.—No, claro que no, no eres lo suficiente mujer para hacerlo.Todo el rostro de Elizabeth se contorsiona en una horrible mueca,

levanta la mano, seguramente para abofetearme, pero alcanzo a detenerla.Enfadada se sacude de mi agarre, camina hasta la puerta pero antes de salirse gira para agregar:

—Despierta Zack, sé que solo es tu aventurita cirquera, pero al finalde este trabajo se convertirá en nada.

—No puedo creer que después de tantos años tampoco me conozcas amí. Estoy decepcionado, Elizabeth.

—¿Tú?, ¿decepcionado de mí? —Suelta una risa estruendosa—.¿Cómo puedes estar decepcionado de mí, si quien se ha ido a meter conuna cualquiera eres tú?

Page 128: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTIUNO

Mae

Trato de enfocar y canalizar mis emociones para convertirlas en unpoco de fuerza interior.

—Solo estás haciendo tonterías, Mae. Eres una mujer de veinticuatroaños, no una colegiala de dieciséis. Tienes un trabajo, responsabilidades,un plan de vida. No puedes ir por ahí haciendo estupideces, sabes cual estu lugar. Haz lo que se supone debes hacer.

Voy repitiéndome esa frase durante todo el recorrido al circo. Deberíaestar en paz porque ya fui, dije lo que tenía que decir, hice lo que tenía quehacer, tiempo de seguir adelante, centrarme en lo que es mi vida real, dejaratrás el cuentito que me inventé.

«Nunca confundas la gratitud con algo más profundo, ni lacuriosidad con interés.»

¡Cielos! Vaya moco que me he embarrado, supongo que también ledebo una disculpa a Jolie, ojalá no esté muy enojada por haberme brincadoel ensayo de anoche, todavía que se toma el tiempo de entrenarme parasubir a un trapecio y yo ni siquiera le avisé que no iría, solo espero que noquiera cancelarlos. En mi cabeza voy enumerando las cosas que fastidiésolo por un capricho, uno que no valió la pena... ¿o sí?

Llego al circo cansada, solo quiero ducharme y olvidarme de todo loocurrido en casa de Zachary, del dolor que siento por sus palabras. Antesde entrar me mentalizo, poner mi mejor cara, o al menos una que no dépena, actuar normal, fluir con la vibra de la compañía. No es como que nolo haya hecho antes, ¿cuántas veces he tenido que salir a plantar buenacara mientras por dentro estoy desganada o molesta? Llego arrastrando lospies pero logro escurrirme hasta la caravana, donde de inmediato merefugio en el cuarto de baño. Por largo rato me quedo inmóvil bajo elchorro del agua, tratando de deshacerme del horrible día que he tenido,queriendo borrar todo lo que escuché, lo que sentí, lo que imaginé.

Page 129: Lúthien Númenessë - ForuQ

Lista para enfrentarme con el día que tengo por delante me dirijo alvagón de los animales para ensayar con los perros, aunque primero debobuscar a Gigi y Gerard para saber cómo ha ido la función de ayer. NewHaven es una ciudad relativamente pequeña, no hay gran flujo de personasentre cada presentación, sin embargo siempre es una parada segura paranosotros. Los hermanos me comentan que ha ido bien y que no se hanotado mi ausencia, me alegro de eso, sé que no soy indispensable peroestaba un poco preocupada de afectar toda la rutina solo por un capricho.

Sacudo la cabeza, he decidido dejar de pensar en eso, y si ya lo decidídebo cumplirlo. Paso toda la tarde con Huey, Dewey y Louie, aunque noquiero agotarlos para que estén listos y muy activos esta noche. A lo largodel día mi camino se cruza con el de Wade y Obi pero ninguno de los doshace ningún comentario respecto a mi escape de anoche, probablemente losepan y solo están esperando el momento adecuado para caerme todosencima.

Durante el almuerzo nadie dice nada, pero no dejan de lanzarsemiradas los unos con los otros. Inspirando profundamente me lleno devalor para ser la primera en hablar.

—Papá... —quiero terminar con esto para pasar página y continuar—.Hice una tontería ayer por la noche.

Mis hermanos dejan de comer en el acto, prestándome toda suatención, todo lo contrario a mi padre, quien sigue cuchareando su sopa.

—No creo que sea el mejor momento...—Falté a la función de anoche para ir con Zachary. —Me apresuro a

decir antes de que Micah siga con su reprimenda—. Pasé la noche con él,pero no pasó nada entre él y yo —me apresuro a aclarar—, solo me quedédormida en su casa.

Mis hermanos giran a ver a mi padre, quien sigue sin prestarmeatención, termina su comida, se levanta de la mesa y deja los platos en laencimera de la pequeña cocina.

—¿Ya terminaste con eso?Su mirada es severa, hace que mis ojos se llenen de lágrimas.—Sí, lo hice.Asiente con la cabeza varias veces, vehemente.—Está bien, está bien, apúrate a estar lista que ya casi es hora de la

función. —Sale de la caravana dejándome sintiéndome fatal, las lágrimascomienzan a correr silenciosas por mi rostro, su indiferencia por lo que

Page 130: Lúthien Númenessë - ForuQ

siento es peor a que si me hubiese gritado. Mis hermanos van levantándosede la mesa sin decir nada, cuando Obi pasa por mi lado me da un apretónen el hombro como apoyo. Al menos se están comportando decentes porahora, pero no cantaré victoria tan pronto, seguro será algo que merecordarán una y otra vez.

Trato de hacer mi maquillaje pero no lo consigo, no puedo detener laslágrimas que me lo estropean todo, y entre más lloro más molesta mepongo, haciendo que salgan más y más, porque ya no solo son de tristeza,sino de rabia. Me reprendo una y otra vez pero no consigo controlarme.Cuando salgo de la caravana tengo los ojos hinchados y el maquillaje deHarley Quinn en su peor momento. Obi les pide a Gerald y Gigi querotemos de posición, ellos se quedan en la entrada del recinto mientras él yyo vamos por entre los puestos de comida ambulantes anunciando cuantofalta para que inicie la función.

—Luces como mierda de Sirius. —Es el triste intento de Obi porbromear.

—¡Vaya cosa! Pues me siento como mierda de Sirius.—Pá solo está preocupado, nunca podría enojarse con su niñita.Esbozo una mueca que espero luzca como una sonrisa, al parecer no

lo hago muy bien, ya que Obi me da unas palmaditas en la cabeza, pasa susdedos frente a su boca diciéndome que sonría ampliamente, luego se alejadando saltos por todas partes, anunciando en voz a grito que la funciónestá por empezar.

—No es ni la primera ni la última vez que deberás salir a la pistasintiéndote la persona más miserable del universo. —Me digo en voz alta,encaminándome al vagón de los animales para buscar a Huey, Dewey yLouie.

—Mae. —Escucho mi nombre al tiempo que me toman de la muñecapara detenerme, ni siquiera es necesario que me gire para saber de quien setrata.

Quiero gritarle, abofetearle, insultarle, maldecirle, pero no lo hago,me quedo ahí, sin expresión alguna, indiferente a su presencia. No quieromontar otra escena, pero me está costando la vida misma refrenarme.Nunca he sido de las que se quedan calladas, viendo como pasan las cosas,pero también entiendo que hay veces en las que es mejor callar. Veo doloren sus ojos y estoy por sucumbir ante ello, consolarlo, pero mi propiodolor me impide sentir simpatía por él en este momento.

Page 131: Lúthien Númenessë - ForuQ

—No tengo tiempo para esto. —Mi voz suena extraña, como si nofuera la mía.

—¿Por qué te fuiste así? Bueno, comprendo porque te has ido así, —comienza a hablar para si mismo—, todas las cosas horribles queescuchaste de Elizabeth, nadie se queda sentado escuchando...

—¿En serio?, ¿en verdad crees que fue por lo que dijo Elizabeth?Realmente no lo entiende, ya que puedo ver la perplejidad y

confusión en su rostro.—¿Qué quieres decir con eso?Cansada de toda esta situación me suelto de su agarre aprovechando

que se encuentra distraído, tomo las correas de Huey, Dewey y Louie, losengancho y me vuelvo para acabar de una vez por todas con este horribleepisodio.

—¿Por qué tenías que defenderme con mi título? —Aprieto losdientes para no estallar.

—¿Qué?, ¿de qué estás hablando? —El impulso de zarandearlo sevuelve casi incontenible.

—¿No basta con solo ser yo?, ¿tenías que mencionarlo para dar laimpresión de que soy una persona refinada y culta?

—No es eso, Elizabeth puede llegar a ser... tú misma la escuchaste...—La escuché, y te escuché a ti, y lo único que me pareció fuera de

lugar fue tu comentario.—Es... lo dije porque... no lo entenderías...—¿Por qué, por qué no lo entendería?, ¿por ser un payaso o por ser

circense?—Mae, no quise decir...—Lo entiendo, Zachary, tristemente tú no. —La voz se me quiebra un

poco al final. Me pongo en pie antes de que pueda ver el daño que suspalabras me han hecho.

—Mae, espera...—Debo irme, tengo una función que presentar.

Page 132: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTIDÓS

Zachary

¿Cómo es posible que mis palabras se puedan tergiversar tanto?Nunca, en mis treinta y dos años de vida, había tenido que explicar cadacosa y justificar cada palabra ante nadie, jamás. Hoy, frente a Mae, me doycuenta que no estoy diciendo las cosas de la manera que debería, pues todolo que sale de mi boca suena... equivocado, aunque no es mi intenciónhacer prejuicios es justo así como sueno.

Veo el atisbo de lágrimas en sus ojos, pero es muy orgullosa comopara llorar frente a cualquiera, o frente a mí quizás. Por lo que se pone enpie antes de que caigan, pero no estoy dispuesto a dejar que las cosas siganenredándose así, la sigo rápidamente, antes de que llegue a la carpa vuelvoa tomarla del brazo para detenerla, a diferencia de la anterior esta vez silucha tratando de que la deje libre, la sujeto por los hombros, lo que menosquiero es herirla en mi desesperado intento por que me escuche.

—Lo que quiero decir es que; tú tienes una capacidad asombrosa.—¿De hacer qué? —Pregunta encolerizada.—Cualquier cosa que desees.—Yo elijo estar aquí, ser una circense.—¿Por qué? Tienes un título universitario en biología, podrías

obtener un trabajo en cualquier lugar que quisieras, po...Pone una mano frente a mi cara para que guarde silencio.—¿Sabes que somos? No, claro que no, tú solo te sientas en tu

pedestal a juzgar a todos. Somos creadores de fantasías, transmitimosemociones y asombro con nuestros actos, llenamos de magia los corazonesde niños y ancianos por igual, servimos como amuletos de fe y portadoresde ilusiones, llevamos luz a quienes se encuentran confundidos yesperanza a quien creen todo perdido, somos... somos circenses, no solo lollevamos en la sangre, sino en el corazón.

Observo a Mae, a la verdadera Mae, por debajo del maquillaje y suatuendo de payaso, la veo a ella, su esencia, lo que realmente es, me

Page 133: Lúthien Númenessë - ForuQ

sorprende como esas palabras tan simple son tan valiosas; para ella... ypara mí.

Nunca conecté realmente con nadie desde mi madre, a los cuatroaños, a partir de entonces mi padre me envió de un internado a otro, alprincipio hacía todo lo posible por llenar el vacío que su despedida medejó, al ver que no estaría en ningún lugar el tiempo suficiente para crearese lazo, simplemente dejaron de importarme las personas, las trataba lonecesario pero nunca deteniéndome a verlas, comprenderlas, nadie hastaMae. Ella se metió bajo mi piel de la manera más inesperada, volcandoemociones en mí, emociones que no esperaba, tan pura, tan genuina, es loque me ha estado atrayendo hacia ella, casi como si gravitara a sualrededor.

No he peleado en contra de ese sentimiento, pues algo en mí me decíaque era lo correcto, la manera en que las cosas debían ser. Necesitabaconocerla para volver a sentirme humano, real.

—¡Mae! Micah está por terminar, apresúrate.Las lágrimas comienzan a caer por el rostro de Mae, estropeando su

maquillaje de payaso feliz. Ian me hace un saludo con la mano, sinpercatarse que ha interrumpido la que creo es la conversación másimportante de mi vida. Ella da un par de pasos hacia atrás antes de girarsepor completo, dándome la espalda, tras ella esos tres perros, los únicostestigos de nuestra discusión.

Rodeo la carpa hasta llegar a la entrada del público general, Jeremías,uno de los chicos de apoyo, está recogiendo las entradas, al verme me haceun ademán con la cabeza dándome el pase. Es la primera vez que me cueloen una función sin pagar mi entrada, pero todos ellos ya me conocen, delos meses que llevamos viajando juntos. Dentro, Franco me ve y me ofreceuno de los asientos preferenciales, el equipo de montaje se van rotandopara hacer las diversas tareas dentro de la función.

Hay muchos reservados vacíos, pero me dirijo a uno en donde seencuentra una familia de cinco.

—Disculpen, ¿está ocupado este asiento? —Pregunto en voz baja.—No, adelante. —Me ofrece la madre, mientras que el padre me

dirige una mirada curiosa, claramente preguntándose por qué ahí en vez desentarme en uno desocupado.

Micah termina de hacer su acto, el cual consistía en hacer aparecerentre el público una carta de la baraja que sostiene en su mano izquierda.

Page 134: Lúthien Númenessë - ForuQ

Aún no consigo adivinar como es que lo hace, pero me sigue fascinandocomo la primera vez que lo vi hacerlo. Las luces se apagan y la voz deRocco, el domador de bestias, pide una ronda de aplausos, debido a larenuncia de Ron, es él quien ha tomado el puesto de presentador, pegabastante con el personaje ya que tiene una entonación ronca y un ligeroacento un poco mediterráneo.

Y entonces la atmósfera cambia, pasamos de un ambiente de misterioy peligro a la animosa música que anuncia el acto de los payasos. Veo salira Mae, seguida de sus tres perros, sube a cada uno en un pedestal ycomienza el acto, donde uno de ellos actúa como si no le hiciera caso,siguiéndola por toda la pista, ella finge reprenderlo mientras los otros dosaguardan tranquilos. La veo animar al público, sonreír alegre y sacarlesonrisas a los niños, y eso me parte el corazón. ¿Cómo es posible quepueda hacer aquello cuando segundos antes lloraba, ya fuera de ira odolor?

Se despide del público, quienes aplauden emocionados, entonces elperrito desobediente vuelve a salir y estallan en carcajadas. Llenando dealegría a cada persona aquí sentada. Nunca antes un acto de payasos mehabía conmovido tanto, quiero ir a buscarla pero sé que no sería lo mejor,pues aún saldrá dos o tres veces más. Cada día cambian la rutina perosiempre salen varias veces entre los diversos actos.

Para el final de la función estoy impaciente, a diferencia de lo quequisiera hacer, que es salir corriendo hacia ella, me quedo en mi lugar, lafamilia se despide con grandes sonrisas y hablando de lo que más les haimpactado; el acto de las pitón y el lanza cuchillos. La carpa vaquedándose vacía, el equipo de apoyo comienza con la laboriosa tarea delimpiar las gradas y dejarlo todo listo para la siguiente función. El calor vadisminuyendo y por irnos acercando al norte las noches se han vuelto frías,aún así el circo sigue ofreciendo sus dos espectáculos reglamentarios.

—Señor Reid, ¿pasa algo? —Pregunta Malik, acercándose a la pistacentral.

—No, solo pensaba.—¿Se quedará para la segunda función?—Aún no lo decido.Dándose cuenta que no estoy muy conversador se pone a lo suyo,

arreglando la pista. Salgo de la carpa sin tener muy claro que es lo queharé, pienso en ir a mi caravana a descansar un poco, ordenar mi mente,

Page 135: Lúthien Númenessë - ForuQ

estudiar mis palabras y solo hasta entonces buscar a Mae para terminar laconversación. Mis planes se van por el garete cuando me la encuentro apocos pies de la entrada.

—Te vi en la función.—Traté de que no lo hicieras.—Aunque estuvieras en el fondo podría verte.Su voz, tan extraña y fría, me desconcierta. A lo largo de estos meses

he visto a Mae indignada, furiosa, alegre, emocionada, triste, pensativa,tímida, expectante, cabreada, pero nunca tan indiferente y carente deemociones como en este momento. Preferiría que estuviera gritándome,ver esa chispa de ira en sus ojos. «Tú le has hecho esto, Reid». Grita unavoz en mi cabeza.

—No quería distraerte, sabía que no me querías ahí.—Y sin embargo, aún así te quedaste a la función.—Quería verte, explicarte...—Creo que ya has explicado demasiado por todo un día.—Es que no me has dejado hablar. —Comienzo a exasperarme.—Has hablado más de la cuenta.—Tergiversas mis palabras. Crees que no te tomo en serio por ser

joven, por tu trabajo o tu procedencia, pero no es así. Eres la primerapersona que...

—Ni lo digas. —Cierra los ojos, como si así pudiera dejar deescuchar—. No te atrevas a decirlo, porque cualquier cosa que salga de tuboca sonará falso.

—Empiezo a creer que solo estás buscando una excusa para estarmolesta conmigo, porque tienes miedo.

—¿Miedo? —Pregunta, irritándose, justo lo que quería, quemanifestara una emoción—. ¿Y exactamente de que tendría miedo, señorReid?

—De mí, de esto, de que al superarlo estaremos en otro nivel, unopara el que no te sientes lista.

—Eres un...Agarrándome de ese pequeño atisbo de reacción por su parte la sujeto

abruptamente para besarla, olvidándome de que ella está furiosa conmigo,que nos encontramos en medio de una discusión, que la siguiente funciónestá por comenzar. Siento como se aferra a mí, sujetando mi rostrofuertemente, mientras que yo enrollo mis brazos alrededor de su espalda.

Page 136: Lúthien Númenessë - ForuQ

El único pensamiento coherente, o quizás incoherente, que ronda en micabeza es que ella me pertenece de la misma manera en que yo lepertenezco. Y la tranquilidad que el conocimiento de ello deja en mí, esinigualable a cualquier otro sentimiento.

—Te odio. —Es lo primero que me dice cuando nos separamos.—Lo sé.—¿Y por eso sonríes?—Sonrío porque esta es la jodida cosa más increíble que he hecho,

unirme al circo, conocerte, discutir contigo. —Lo cierto es que meencuentro eufórico.

—Estás loco.—Sí, lo estoy, estoy completamente loco.—¡Es imposible! —Exclama alzando las manos y,

desafortunadamente, alejándose de mí—. Contigo no se puede hablar más.—¿Por qué? Porque estoy feliz y quieres seguir peleando conmigo o

porque no puedes seguir enojada ya que también sientes lo mismo.La sujeto por la cintura para volver a atraerla hacia mí.—Suéltame. —Su protesta no es para nada sincera.—Claro, lo haré, cuando admitas que ya no estás enojada. Tenemos

mucho de que hablar y yo tengo más de que disculparme, pero quiero quelo hagamos bien, tú escuchándome sin mal interpretar mis palabras,dándome una oportunidad.

—Estoy cansada. —Coloca sus manos en mi pecho, pienso que espara empujarme, pero no lo hace, solo las deja ahí.

—No tiene que ser hoy, puede ser mañana o el día siguiente. —Meacerco a ella para susurrarle—. No iré a ningún lado.

—Vale. —La palabra sale en forma de suspiro, pero es tan fuerte quelo cambia todo.

—Vale. —Concuerdo—. Búscame cuando quieras continuar. —Ledoy un beso en la frente antes de soltarla.

Retrocede, me observa con la cabeza ladeada por un momento ycomienza a reír, pero a reír con ganas, haciéndome sonreír, un poconervioso por el cambio abrupto de su estado de ánimo.

—Toma, será mejor que te limpies, o todo el mundo sabrá que temetiste con un payaso. —Me ofrece un pañuelo de tela rojo brillante.

Me olvidé por completo del maquillaje, el cual se le ha estropeado.Tomo el pañuelo y comienzo a tirar de él, Mae vuelve a reír, pues me ha

Page 137: Lúthien Númenessë - ForuQ

dado el pañuelo infinito, uno de los trucos más viejos de los payasos,comienza a retroceder mientras que yo sostengo un extremo, hasta quefinalmente cae al suelo.

—No olvides lavarlo. —Grita cuando ya se encuentra fuera de micampo de visión.

Sí, tenemos mucho que hablar, pero al menos ya me ha perdonado.

Page 138: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTITRÉS

Mae

Kentucky es uno de los estados que me gusta visitar, es tranquilo altiempo que ajetreado, las funciones son buenas, no llenan el recinto pero elpúblico siempre se emociona y nos reciben con entusiasmo. Lexington noes lo que llamaría una ciudad bonita pero en esta ocasión es la mejor detodo el país. ¿Por qué? Pues simplemente porque es la que me ha alejadolo más posible de Nueva York.

Durante el tiempo que el circo pasó en Connecticut estuve tensa ymuy estresada, creyendo que en cualquier momento volvería esa lagartonade Elizabeth a echarme bronca frente a toda la compañía. Por lo que ponertanta distancia como sea posible entre ella y yo me hace estar de buenhumor.

Zachary y yo hablamos, hablamos bastante, se podría decir queprácticamente me contó toda su vida, desde el día que vio su primerafunción de circo hasta lo que mi padre y él hablaron después de queElizabeth se presentara a montar un espectáculo en medio de la compañía.Quien por cierto no es su novia, pese a lo que ella cree, sino que se trata deuna amiga, lo cual pongo en duda, que además pasa a ser la hija de su jefe.Si fueran amigos ella no lo hubiese avergonzado de esa manera frente adesconocidos. Supongo que simplemente la tolera por su trabajo, ya quedudo mucho a alguien le pueda caer bien de verdad, y él es demasiadoeducado como para hacerle un desaire.

En fin, asunto aparte, algo que a mí no me concierne en absoluto,mientras no se presente aquí me da lo mismo lo que pase con ella.

Después de escuchar como fue su infancia, creo que Zachary tiene unproblema de empatía, no le enseñaron a relacionarse con las personas yeso le está costando ahora. Su trabajo, siempre individualista, estudiandoprobabilidades, estadísticas y porcentajes, lo ha hecho olvidarse de la partehumana del mundo. Cuando recién llegó al circo parecía un robot,repitiendo la misma pregunta una y otra vez a cada miembro de la

Page 139: Lúthien Númenessë - ForuQ

compañía. Ahora hay una especie de luz en él, sonríe no solo con loslabios sino con los ojos, ¿o podría ser posible que con todo su cuerpo? Yano anda por ahí, con su rígido andar y rostro inexpresivo, ahora es...diferente.

—¿En qué estás pensando?La pregunta de Obi hace que me sobresalte, golpeándome la nariz

contra la puerta del vagón de los animales.—Me has asustado.—Ya lo veo. —Comenta con una enorme sonrisa—. ¿Qué es lo que

ronda por tu cabeza en esta ocasión?—Ideaba una nueva rutina con Huey, Dewey y Louie. —Miento.—Pobres perros, deberías tener cuidado, de seguir así podrían

denunciarte por maltrato familiar. —Se burla Obi, creyendo mi mentira, oal menos fingiendo que lo hace.

—No cambio de rutina tan seguido.—Claro que lo haces, no tienes ni un mes con la actual y ya estás

pensando en cambiarla.—Vale, vale, los dejo en paz.Sin embargo aprovecho la idea para ir a practicar, al menos eso

mantendrá mi mente ocupada en otra cosa. Al final termino jugando conellos más que practicando, saltan de un lado a otro libres, aunque se estánllenando de lodo, por lo que tendré que bañarlos antes de la función.

—Hola.—¡Maldición! —Se me escapa una palabrota por el susto, estaba tan

concentrada viendo a los perros jugar que no escuché que alguien seacercaba.

—Perdón, no quise asustarte. —Zachary se acerca, colocando sumano en mi espalda baja, el corazón se me acelera y un calor abrazadorcomienza a recorrerme por entero, todo por un simple e inocente toque.

—Mi culpa, —mi voz sale estrangulada, me aparto discretamentealejándome de él un par de pasos—, estaba distraída.

—Lo siento, es solo que te vi con los perros y no pude evitarlo, meencanta verlos.

Eso lo sé, desde nuestro primer encuentro lo dejó en claro, recuerdoque me hizo repetir el acto de los perros varias veces, solo porque sí, paraverlos, como si fuera una función privada para él. Algo que me encantó,ver ese brillo de emoción en sus ojos, un pequeño atisbo de ilusión y

Page 140: Lúthien Númenessë - ForuQ

maravilla, eso por lo que seguimos saliendo al escenario día con día.Ahora, después de saber su historia, es que valoro mucho más su reacción,pues el niño que no pudo ser cuando chico aún vive dentro de él.

—¿Quieres ver el acto? —Pregunto, de pronto emocionada por laposibilidad de poder hacer que se maraville de nuevo.

—¿Puedo? —La sonrisa que esboza es... indescriptible, por esasonrisa sería capaz de hacer cualquier cosa, porque no solo sonríe con loslabios sino que lo hace con todo su rostro.

Pongo a los perros en posición y comenzamos la función, una funciónprivada solo para Zachary. Huey, Dewey y Louie se lucen, pues no cometenni un solo error, como si ellos también quisieran complacer a nuestropúblico privado. Se acercan a él en busca de mimos y yo pongo en sumano unas cuantas golosinas para que los compense por su esfuerzo. Alfinal termina ayudándome a bañarlos y dejarlos listos para las funcionesde esta noche.

Como siempre, lo veo en las gradas durante la primera función, en lasegunda no se encuentra dentro de la carpa, sino que me espera cerca delvagón de los animales. Hago un poco de tiempo para que Rocco acomode alas pitón y revise a Sirius antes de dirigirme hasta ahí con los perros. Porcostumbre y comodidad suelo quitarme el maquillaje en mi caravana,donde tengo al alcance todos los productos necesarios, además de agua yjabón, pero como sé que Zachary aguarda fuera, esta vez lo hago de prisaantes de reunirme con él. Los miembros de la compañía se han idodispersando; algunos a descansar a sus caravanas, otros a conversar en elárea común y unos cuantos siguen desmontando lo básico.

—Hola. —Me pongo a su lado dando un brinco—. ¿Cómo estuvo lafunción de hoy?

—Por más que intento no perder de vista las manos de Micah, sigosin saber como hace ese truco.

—Descuida, ni siquiera yo que vivo con él lo sé.Se queda observándome fijamente por un minuto entero, luego

levanta su mano hasta mi rostro y con mucho cuidado acaricia un mechónde cabello que me caía sobre la frente, lo acomoda detrás de mi oreja ytomándome por la barbilla me dice:

—Estuviste increíble. —Mi corazón vuelve a acelerarse por laexpectativa de lo que vendrá. Me pregunto si de ahora en adelante serásiempre así; si estaré al borde de un ataque cardiaco por su proximidad.

Page 141: Lúthien Númenessë - ForuQ

Con deliberada lentitud acerca sus labios a los míos para rozarlosúnicamente, un toque efímero, superficial, tentador.

—Gracias. —No estoy segura si la palabra ha sido audible o no.—Mae... —Esa forma que tiene de pronunciar mi nombre es

devastadora, pues hace que mis piernas se vuelvan de gelatina.—¿Mmm? —No creo poder pronunciar nada más que una serie de

gruñidos.—Me gustas mucho.Aprieto los labios para no soltar una carcajada, Zachary no tiene

ningún tipo de habilidad social, la gente en la actualidad ya no dice cosascomo esa, aunque no negaré que me ha emocionado, es solo que se haescuchado tan fuera de lugar.

—Entonces no sé que esperas para besarme.Después de eso no hay muchas más palabras que necesiten ser dichas.

Caminamos de regreso al circo después de haber ensayado por largorato, en esta ciudad no he encontrado un gimnasio que tenga lasinstalaciones idóneas para lo que estoy haciendo, por lo que he estadoyendo a un parque local que tiene barras en el área de juegos para niños,no muy elevadas pero que me permiten practicar mi resistencia. Voy de lamano con Zachary, me encanta cuando entrelaza nuestros dedos y lospresiona con fuerza, como si no quisiera que me alejara de él, algo que noquiero.

Las cosas solo se dieron así, no es como que lo estemos diciendo atodo el mundo pero ya no nos importa si nos ven o no, tampoco era comoque lo estuviéramos ocultando antes, solo que no nos sentíamos losuficientemente cómodos como para caminar de esta manera entre lacompañía. Aunque aún hay un pensamiento que no deja de darme vueltas,inquietándome.

—Zachary, ¿qué harás cuando tu trabajo termine?—¿Qué quieres decir?—Cuando la gira termine y no se haya pagado la deuda del circo,

¿qué sigue? O si mágicamente Jolie consigue el dinero y su familiavuelven a ser los únicos dueños, ¿qué pasa contigo?

Page 142: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Tengo más asuntos que atender, no son mis únicos clientes, dehecho es la primera vez que debo quedarme tanto tiempo en una propiedadque estamos valuando, supongo que por la naturaleza del mismo...

Comienza a hablar cosas técnicas y formales sobre su trabajo, sinhaber entendido el sentido de mi pregunta, no insisto pues no quieroparecer una pesada con definir y catalogar lo que esto significa, lo escuchoatenta y hago una que otra pregunta ocasional. Creo que ha entendidocomo que estaba preocupada por el futuro del circo, que sí lo estoy, perono era eso de lo que quería hablar justo ahora.

—¿Y tú, qué harás cuando termine la gira?—No lo sé, paso los meses de descanso en Carolina del Norte, en la

granja de mis abuelos, generalmente me tomaba una semana de descanso ydespués adelantaba cursos pero como ya he terminado con eso... —¡Vaya!En verdad no había pensado en ello—. Supongo que conseguir un trabajoparcial hasta que la gira vuelva a comenzar el próximo año.

—¿No te gustaría hacer algo más?—¿Cómo qué? —Pregunto un poco recelosa, este sigue siendo un

tema que me pone un poco nerviosa, sin embargo la expresión de Zacharyno cambia, es como si ni siquiera se diera cuenta de que está entrando enzona peligrosa.

—Conseguir un trabajo relacionado con tus estudios, que por cierto,aún tengo tu diploma en mi caravana.

—Está mejor ahí. —Trato de desviar la atención a otra cosa pero deuna manera u otra volvemos a ello.

—Solo quiero que sepas que si te animas a hacer algo diferente,cuentas con mi apoyo.

Suspiro pesadamente.—Gracias... supongo.Zachary lo ha de haber interpretado como un gesto de alivio, ya que

sonríe y presiona nuestras manos. Por ahora lo dejaré estar, no estoy deánimo para una discusión, no quiero echar a perder el momento.

Cambiamos de tema pero ya no me siento muy conversadora, ademásel darme cuenta que no tengo planes para cuando la gira finalice me hapuesto un poco nerviosa, y el no saber como terminarán las cosas conZachary me ha bajado el ánimo unas cuantas escalas. En cuanto llegamosal circo no tengo mucho tiempo de pensar en nada más, pues tan prontocomo Gigi me ve corre hacia mí.

Page 143: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Mae, te he buscado por todos lados. —Habla muy rápido, señal deque está nerviosa por algo.

—¿Qué pasa? ¿Mi padre está bien?—Es uno de los perros, he ido al vagón de los animales y... no sé,

Dewey está raro.—¿Raro? —Pregunto encaminándome al vagón de los animales.—No me he querido acercar pero creo que está...—¡No! —Cruzo a toda velocidad el recinto, el vagón de los animales

está a un costado de donde aparcamos las caravanas.Mi rutina siempre ha sido la misma desde que adquirí al primero de

ellos, me despierto temprano, hago mis ejercicios, tomo una ducha ydespués voy con ellos para sacarlos al sol un rato, dejándolos dormir puesal hacer las dos funciones de la noche no me parece justo levantarlostemprano. Y ahora, con los ensayos que estoy haciendo en las barras, losdejo un poquito más de la cuenta.

Llego hasta el vagón de los animales, al abrir la puerta percibo unolor raro. Las pitón se encuentran en sus contenedores, con las luces de laaclimatación encendida, Sirius da vueltas por su jaula y Huey y Louierascan con sus patas las barras que los separan del corral de Dewey. Elespacio es reducido ahí dentro, por lo que me cuesta llegar hasta él. ¡No,no, no! Por la desesperación no puedo abrir el seguro de la puerta deDewey. Forcejeo con el pasador tratando de abrirlo, aunque no es necesarioque lo haga para saber lo que ocurrió.

Page 144: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTICUATRO

Zachary

Escucho los desesperados gritos de Mae, sintiéndome impotente, nopuedo hacer nada para cambiar lo que ha ocurrido. Uno de sus perros seencuentra inerte dentro de su jaula, podría tratar de engañarla diciendo quesimplemente está dormido, pero ella los conoce mejor. Al ver que sigueforcejeando con la cerradura sin poder abrirla, la deslizo hacia un ladopara hacerlo yo, toma el pequeño cuerpito entre sus manos, estrujándolocontra su pecho.

—Mae, lo siento. —La tomo por los hombros tratando de consolarla.—Escuché un grito. —Por un costado del vagón llega Wade—. ¿Pero

qué demonios? ¡Micah! —Se pone a gritar varias veces el nombre de suhermano hasta que varios miembros de la compañía aparecen.

—¿Qué ocurre, Wade?—Llamen a Rocco, que venga de inmediato al vagón de los animales.

Mae, déjame echarle un vistazo a Dewey. —Pide, acercándose a nosotros.—Está muerto, Wade, está muerto.Rocco llega poco después, se lleva al animal, y aunque Mae quiere ir

con él, sus hermanos se lo impiden. En cualquier otro momento hubiesepensado que se trata simplemente de un perro, que no es importante, queno afecta en nada y a nadie. Veo a los miembros de la compañía darle lascondolencias a ella y su familia, incluso Frank y Jolie Coeur, como si setratase de un miembro más de los Walker, y lo era, ese pequeño animal eraun miembro más del circo Du Coeur. Me mantengo cerca de ella, fuera dela caravana para no sofocarla pero siempre donde pueda verla por sinecesita algo.

Tao se acerca y me hace un gesto con la cabeza para que lo acompañe,un poco renuente le doy un último vistazo a Mae, se encuentra conQamari, Bethany y algunas de las otras mujeres del circo.

—¿Qué demonios pasó, Wade? —Pregunta Micah en cuanto nosreunimos con ellos.

Page 145: Lúthien Númenessë - ForuQ

—No lo sé, tampoco lo entiendo, ayer por la noche, cuando terminó lafunción, estaba bien, digo, todos lo vimos, ¿o no? Hizo el acto comosiempre, brincó, giró, corrió. No es lógico que de la nada haya muerto. —Explica, un tanto frustrado.

—¿Estaba enfermo? —Es la única opción que se me ocurre.—No, como parte del convenio de usar animales domésticos en

espectáculos debemos estar haciéndoles chequeos, como a las personas,para que no se preste a estarlos explotando y eso.

—¿Entonces?—Esperemos por Rocco. —Pide Tao, quien se mantiene en silencio,

con los brazos cruzados.Pasa cerca de una hora hasta que Rocco se nos une, los hermanos

Walker hablan con las cabezas muy juntas, Tao y yo nos mantenemos unpoco separados y ajenos a su plática, sumidos en nuestros pensamientos.Por mi parte me encuentro un poco confuso, quiero hacer sentir mejor aMae, pero no sé de que manera, nunca me he visto en una situación así, enla que deba de reconfortar a alguien por la pérdida de un ser amado.

—¿Y bien? —Pregunta Tao en cuanto el otro hombre nos alcanza.—Nada, el resto de los animales se encuentran bien.¿El resto de los animales?, ¿por qué no estarían bien el resto de los

animales?—¿Examinaste a Dewey?—Es extraño, había residuos de vómito, pero en la jaula no,

probablemente eso lo mató, algo le cayó mal y se ahogó por no poderexpulsarlo, supongo que en una clínica veterinaria nos lo dirán mejor. Aquíno tengo las condiciones o herramientas para hacerlo yo.

—¿Tao? —Incito al hombre para que comparta lo que está pensando.—Dewey era un perro joven, cuidado, expuesto a un ambiente

controlado. ¿Qué causa una muerte repentina?—Pá, no estarás insinuando que alguien lo mató, ¿o sí?¿Qué alguien mató al perro a propósito?, ¿por qué alguien mataría a

un perro?—Recuerda la noticia que leímos en Arizona hace tiempo, mataban a

los perros para poder entrar a robar a las casas.Todo el asunto me parece completamente descabellado.—¿Quién querría robar en el circo?

Page 146: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Todos hemos sido parte de la compañía desde siempre. —Obiinterviene, casi tan confundido como yo.

—Con los tiempos como están... —Rocco me lanza una miradasignificativa, como si todo esto fuera mi culpa—. Ron renunció, no mesorprendería que alguien más quisiera irse, llevándose la mayor tajada deesto.

—Pero, ¡somos familia! —Terquea Obi.—Hijo, hay veces que la codicia puede más que la familia.

—Te estuve buscando. —Mae camina hacia mí con pasos lentos ytristes.

—Pensé que estarías descansando, estaba yendo a verte.Se acerca extendiendo sus brazos, ya sea por reflejo, imitación o lo

que sea, lo hago también, envolviéndola en un abrazo firme, acomoda sucabeza cerca de mi hombro y embona, embona de la misma manera que lohacen dos piezas de un mismo rompecabezas. Al principio solo la sostengofuertemente, pero al sentir la humedad en mi camisa sé que está llorando,comienzo a frotar su espalda y acariciar su cabello como si fuera una niñapequeña, al menos es lo que he visto se hace en las películas.

—¿Quieres ir a mi caravana? A descansar un poco —me apresuro aexplicarle para que no mal interprete mis palabras—, debes estar cansadade tantas personas.

—Gracias, y puedes contarme de que hablaste con mi padre y mishermanos.

Era demasiado pedir que no hiciera preguntas, se separa de mí yenseguida echo en falta su calor, me toma por la mano y encabeza lamarcha hacia mi caravana, rodeando estratégicamente el resto devehículos estacionados, como si estuviéramos ocultándonos de ojoscuriosos, y tal vez es exactamente eso lo que hacemos.

—Tu caravana huele bien, ya no huele a nueva.—¿No te gusta el olor de las cosas nuevas? —Con un ademán de la

mano le ofrezco asiento en la mesa de la cocineta.—Me gusta más el olor a Zachary.

Page 147: Lúthien Númenessë - ForuQ

Ese comentario me deja a medio movimiento de abrir la puerta delfrigorífico.

—¿Y a qué huelo? —Es bien sabido que nosotros mismos nopodemos percibir nuestro propio aroma, pues estamos habituados a él,pero después de haber vivido tantos meses en una pequeña caravana conun baño diminuto, me preocupa un poco que mi olor se haya intensificadoo modificado.

—Mmm... no sé como ponerlo en palabras, es un olor muy tuyo.—¿Pero bueno o malo? —Insisto.—Perfecto.

Page 148: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTICINCO

Mae

—¿Qué vas a hacer ahora? —Pregunta de pronto Zachary, mientrascaminamos por lo largo de Suttree Landing Park.

No solo hemos dejado atrás Kentucky, sino también a dos importantesmiembros de la compañía, pocos días después de que muriera Deweytambién lo hizo Sirius, quizás murió de tristeza, es cierto que ya era muyviejo y por eso nos dejaron conservarlo en el circo, porque no pudimosencontrarle un hogar al cual ir, el costo por la muerte de un animal comoél es realmente elevado. Rocco ha tenido mucho trabajo extra, incluso meayudó a encontrar una clínica veterinaria que me enviara los restos deDewey hasta Carolina del Norte, para poder enterrarlo como se merece, enun lugar familiar.

—¿A qué te refieres? —Me detengo un momento para admirar el ríoTennessee, siento la brisa y un estremecimiento me recorre, helándome loshuesos. Zachary, como todo un caballero galante, se quita la chaqueta parapasármela por los hombros.

—A tu acto. —Las últimas funciones no he tenido protagónicos, hesalido con el resto de los payasos pero nada más. Frank y Jolie me hanpermitido unos días de descanso, al igual que a Rocco, por eso que mipadre esté haciendo de maestro de ceremonias por unos días, me gustaríaque se quedara con ese puesto, así deja de hacer de hombre bala y descansaun poco—. ¿Conseguirás otro perro para que vuelvan a ser Huey, Dewey yLouie? Sé que no lo sustituirás como...

—Entiendo lo que quieres decir. —Me encanta ver como se ponenervioso al tratar de explicarse, como no tiene muchas habilidadessociales cree que necesita aclarar cada comentario, es lindo pero sé quepara él supone gran esfuerzo—. Creo que seremos tres por un tiempo: Maey los sorprendentes Si y Am.

—¿Si y Am?

Page 149: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Así era como se llamaban antes, les cambié el nombre cuandofueron tres.

—¿Por qué? —Nos sentamos en una banca, tratando de mirar elSunsphere que, aunque acabamos de verlo, atrae las miradas sin importarcuantas veces hayas estado ahí.

—¿No sabes quienes son Si y Am?—¿Debería? —Su expresión es adorable.—¡Todo mundo debería! Si y Am son los dos gatos traviesos de La

dama y el vagabundo, un clásico de Disney. Entonces he de suponer quetampoco sabes quienes son Huey, Dewey y Louie. —Niega con la cabeza—. Los sobrinos del pato Donald, ¿no veías caricaturas cuando eras niño?

—Lo cierto es que no, los internados no dejan mucho tiempo paraeso.

Es verdad, recuerdo que me contó que cuando era pequeño su padre loenvió a distintos internados en varios países, y durante vacaciones acampamentos escolares. Tan diferente a mi infancia, pues yo disfrutaba detoda la libertad de ser, simplemente, una niña.

—No te preocupes, las veremos todas y pronto te sabrás el nombre decada personaje.

Me siento más inquieta que nunca, mi cabeza es un torbellino depensamientos descontrolados que me tienen un tanto indecisa. Desde queZachary me lo preguntara no dejo de pensar en eso; ¿qué hacer?, ¿qué voya hacer ahora?

«Siempre hay que sacar lo bueno de lo malo, ver la luz en medio de laoscuridad, ser optimistas aunque encontremos pura negatividad». Eso eslo que Obi siempre me dice, nosotros, al ser payasos, debemos saberactuar, actuar felices, «somos portadores de alegría» suele repetirmeconstantemente, para hacerlo cabrear bromeo llamándonos «popó deunicornio». A mi hermano le encanta su trabajo, es entregado y dedicado aello en un 100%, siente que ha nacido para eso y le creo, desde chico hasido quien procuraba que siempre tuviéramos una sonrisa en el rostro.

Por desgracia yo no cuento con su entereza, pero creo en sus palabras;quizás esto que ocurrió, la pérdida de Dewey, significa que es tiempo de

Page 150: Lúthien Númenessë - ForuQ

buscar mi verdadera vocación. Desde hace algún tiempo no solo Zacharyme ayuda a practicar en el trapecio, sino que en veces Jolie me alienta aacompañarla y, cuando nadie está prestando atención, me enseña comohacerlo, ya he aprendido a mantenerme más tiempo sujeta únicamente conlos brazos, aunque aún no es el tiempo suficiente como para hacer unnúmero completo.

Aunque no lo sabré hasta intentarlo.—Papá... yo... mmm... necesito hablarte de algo.Debo tener mucho cuidado en la manera como se lo plantearé, pues

últimamente no estamos en los mejores términos, no estoy segura de siObi me ha podido guardar el secreto o tras haber faltado a aquella funciónpor ir a la casa de Zachary le haya contado lo que estoy planeando hacer,tampoco es como que lo sepa con seguridad, pues solo se lo conté comoalgo que quería probar. Estoy confiada en que, al igual que el resto de mishermanos, no se ha percatado de mis entrenamientos secretos.

—¿Qué ocurre? —Pregunta en tono indiferente, pero sé que me prestatoda su atención. Al igual que mis hermanos, quienes pululan cerca,fingiendo que siguen en lo suyo, pero están al pendiente de laconversación.

—Pues... —de repente todo el discurso que tenía preparado se me haolvidado, nunca he sido buena con las palabras, por lo general digo lascosas como van llegando, pero sé que en esta ocasión debo tener muchotacto, y temple, para expresarme.

—Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿cierto?Mi padre se acerca hasta mí y coloca su mano en mi hombro,

dándome apoyo para continuar, se le ha formado en la frente esa pequeñaarruga de preocupación y yo me siento fatal por ello, por ser quien haestado haciendo que esa marca se acentúe con mayor frecuencia en estosúltimos meses.

—Lo he estado pensando desde hace algún tiempo y... —no hay unamanera «correcta» de decirlo, así que opto por el modo directo, para quemis palabras no sean mal interpretadas, tomo aire profundamente y melanzo a ello—. Creo que no quiero seguir en el circo.

Por un momento todo ruido a nuestro alrededor se detiene, siento lamano de mi padre pesada sobre mi hombro, de hecho me hace un poco dedaño pero no creo que sea consciente de ello, es más como que se haquedado petrificado. Mis hermanos han dejado sus deberes y se han

Page 151: Lúthien Númenessë - ForuQ

acercado a nosotros, respiro hondamente, preparándome para lo que sigue.Lo he iniciado, ya no puedo retroceder.

—Es ese hombre, ¿cierto? Zachary. Él te está metiendo cosas en lacabeza sobre dejar el circo, ¿no es así?

—No. —Contesto rápidamente.—Yo creo que sí. —Al parecer en esta ocasión ni siquiera Obi se

pondrá de mi parte—. Desde que comenzaste a salir con él has estadoactuando extraña, hablando sobre ser trapecista, cuando toda tu vida hassido un payaso.

—Obi... —Me siento traicionada, eso era algo que le confesé a él ysolo a él.

—¿Qué estás diciendo?, ¿trapecista?, ¿es en serio, Mae? —Diceincrédulo Wade.

—Mamá murió de un accidente en el trapecio, ¿lo olvidas?—Pero yo no soy mamá, Micah. Durante todo este tiempo me han

tenido asfixiada encerrada en una cajita de cristal, quizás cuando muriómamá sí necesitaba que cuidaran de mí, pero ya crecí, ya puedo cuidar demí misma, pero ustedes no dejan de verme como una niña.

—Hija...—No, papá, ya me cansé de tener que caminar de puntillas alrededor

de ustedes, de tener que fingir que estoy de acuerdo, saber que no tengovoz ni voto en esta familia, resignarme a vivir una vida de nómada, por...

Me detengo ahí, no es justo que saque todo el resentimiento que heacumulado con el paso de los años frente a mi padre, él solo buscaba lomejor para nosotros, haciendo lo que creyó necesario para sacarnosadelante, estoy furiosa, mucho, pero no tengo porque echarle en cara queme haya cuidado de esa manera. Respiro profundamente varias veces hastaque mi enojo va disminuyendo, esta conversación no está llevando elrumbo que creí tendría.

—No seas desagradecida, Mae. —Me reprende Micah—. A ti nunca...—Ya lo sé, vale, ya lo sé. —Le corto en seco—. No es necesario que a

cada segundo me estén repitiendo lo afortunada que soy, lo bien que me vaen la vida, todo lo bueno que tengo, yo no estoy diciendo que no, soloquiero que me den una oportunidad de probarles que también tengo ideaspropias y que puedo valerme por mí misma, que ya no soy una niñapequeña a la que deben ocultarle las cosas porque creen que no puedo con

Page 152: Lúthien Númenessë - ForuQ

ellas, ni que me digan que no entiendo, porque que sepan que sí entiendo,entiendo más de lo que creen.

—Pues entonces deja de actuar como una cría. —Espeta Micah,adelantándose a mi padre.

—Pues dejen de tratarme como una, maldita sea. —Me pongo en piecabreadísima, mis hermanos no dejan de intervenir. Tomo mis zapatillas yestampo la puerta de la caravana, al poner un pie fuera me detengo depronto—. Zachary...

—Yo... venía a hablar contigo pero... puedo esperar.Zachary esquiva mi mirada, me siento avergonzada de que haya

presenciado semejante discusión familiar.—Mae, no hemos terminado. —Sale Micah detrás de mí.—Yo ya terminé, vamos Zachary. —Lo tomo por el brazo y me

encamino a la carpa central.—¿A dónde vamos?—A mostrarles que no soy quien ellos creen.No presto atención a nada ni a nadie, no soy consciente de quienes

están dentro de la carpa ni a lo que dicen, si es que hablan, tengo un soloobjetivo, subir hasta el trapecio, mostrarles que puedo hacer las cosas, queno deben estar cuidando de mí. Escalo el poste lateral concentradaúnicamente en la cima, es verdad que jamás lo he hecho pero he estadopracticando, con Zachary y con Jolie, estoy lista para intentarlo desdearriba, para que vean que puedo ser más que un simple payaso.

—¡Mae, detente. Aún no estás lista!Mi cerebro registra que es la voz de Zachary, pero poco me importa.—¿Qué no? Solo obsérvame. —Grito desde las alturas.—¡Baja de ahí!Volteo hacia abajo para encontrar a Micah justo al lado de donde he

dejado a Zachary, lo siguen Wade y Obi, y detrás de todos ellos mi padre,hay más personas en la pista central, algunos con expresiones dedesconcierto, otros de perplejidad. Respiro hondamente, tomo el trapecioque descansaba tranquilo en uno de los peldaños, y me dispongo amostrarles lo que he pasado practicando estos últimos meses.

Solo que no tengo oportunidad, cuando mis pies dejan la plataformano vuelo por los aires como se supone que debería, sino que comienzo acaer.

—¡MAEEEEE!

Page 153: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTISÉIS

Zachary

Hoy desperté con una nueva resolución y el corazón lleno de brío,ayer no pude dormir por estar pensando una y otra vez en la últimaconversación que tuve con Mae, en como está lista para dar un nuevo giro,salir de su zona de confort y ver hasta donde puede llegar, y por extrañoque pueda sonar, quiero estar ahí para verla dar ese paso, acompañarla yapoyarla. Por lo que lo único que ocupó mi cabeza durante toda la nochefue en querer estar con ella, seguir conversando o estar en silencio, verlapracticar o simplemente hacerle compañía.

En cuanto el sol comenzó a salir me duché rapidísimo para ir abuscarla, aunque es temprano aún el circo ya es un hervidero de actividad,lo curioso es que, al ir acercándome a la caravana de Mae los gritos de unamuy acalorada discusión llenan el recinto, haciendo que varios curiososque pasaban cerca se detengan, al igual que yo.

—¿Pelea entre los Walker? Eso si que es novedad.—¿A qué te refieres? —Le pregunto a la chica que está a mi lado.—Tao Walker es muy paciente con todos sus hijos, es raro que se

exalte.—Pero Micah y Wade son otra historia, siento pena por Mae...—Aunque la chica tiene su carácter.Escucho el cotilleo de las bailarinas hasta que una nueva serie de

gritos las interrumpe, todos somos capaces de escucharlo que ocurredentro. Se abre la puerta de la caravana, y sale Mae con el rostroenrojecido por la rabia, nuestros ojos se conectan por un segundo, sinembargo no puedo sostener su mirada, está discutiendo con su familia pormi culpa, por lo que he dicho al no tener el cuidado de pensar más allá demis palabras. Nunca pensé que revelar mis sentimientos por ella tuvieraesta clase de consecuencias.

Toma mi mano y me hace dar un giro de 180 grados, camina muyrápido pero igualo su paso.

Page 154: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿A dónde vamos? —Pregunto con un poco de desconcierto.—A mostrarles que no soy quien ellos creen.En cuanto entramos en la carpa central entiendo a lo que se refiere, y

me quedo petrificado por lo que está por hacer.—¡Mae, detente. Aún no estás lista! —Sin duda eso ha sido una

súplica, una bastante débil al parecer, ya que no solo se sacude mispalabras sino también mi agarre, me deja al borde de la pista tocando elaire únicamente, pienso en ir tras ella pero cuando me muevo ya está unpar de pies sobre mí.

—¿Qué no? Solo obsérvame. —Tan obstinada como siempre, aguardocon un poco de nerviosismo al tiempo que la veo subir a una velocidadincreíble.

—¡Baja de ahí! —Grita uno de sus hermanos al ponerse a mi lado—.¿Y tú?, ¿no piensas hacer algo al respecto?

—¿Qué quieres que haga? Por si no te has dado cuenta yo no lacontrolo, Mae es muy capaz de tomar sus propias decisiones.

Lo cierto es que yo también quiero que baje, pero no que su hermanocrea que tengo algún poder sobre ella, cosa que no tengo, desde luego.

—¿Qué está haciendo? —Jolie se coloca a nuestro lado.—Probar un punto. —Contesta otro de sus hermanos uniéndose a

nosotros.—Bueno, ha estado practicando por meses, supongo que puede

apañárselas allá arriba. —Dice Jolie encogiéndose de hombros.—Ha mencionado que quiere ser trapecista, dime que no has estado

ayudándola con eso. —Aunque la voz de Tao es calmada se ha notado lasutil reprimenda.

—Pues... sí.Mi mirada sigue concentrada en la mujer que se encuentra en lo alto

del poste, dejo de prestar atención a la conversación que se da a mialrededor cuando la veo mantener el equilibrio sobre la pequeñaplataforma, toma el trapecio y se lanza, solo que no se balancea por el airecomo en los ensayos, sino que comienza a caer a gran velocidad.

—¡MAEEE!—Rápido, extiendan la red, tensen aquel lado, Chandler la bolsa de

aire, ¡AHORA!Jolie se pone a gritar órdenes a todos, órdenes que son acatadas en el

acto, lo veo todo como en cámara lenta. Tras perder un valioso segundo en

Page 155: Lúthien Númenessë - ForuQ

el que mi cuerpo no reacciona, corro hacia ella extendiendo los brazos,acto reflejo más que racional; tratar de sujetarla por mi cuenta, sinembargo la red me impide llegar hasta donde veo que cae.

—Joder, Mae, posiciónate para caer. —Alguien le grita a mi derecha,uno de sus hermanos o quizás alguno de los trapecistas. ¿Posicionarse paracaer?, ¿es eso posible?

Pero ella no hace nada, sigue cayendo en picada, mi corazón deja delatir en el momento que toca la red, su cuerpo se alza una vez más por lafuerza, velocidad y energía que llevaba, pero la siguiente vez que toca lared, por la inercia, rueda por uno de los laterales y termina de caer los piesque la separaban del suelo, gira sobre el aserrín para finalmente quedarinmóvil cerca del borde de la pista central. Veo movimiento a mialrededor, voces ensordecedoras que hablan en un lenguaje extraño, todose desarrolla de una manera surrealista.

—He hablado al 911, llegarán en cinco minutos, hay una unidadcerca.

—Mae... ¡Maldita sea, Mae!—No, Micah, me han dicho que no tratemos de moverla, por si se ha

fracturado algo vital.—Cinco minutos es mucho tiempo, ni siquiera sé si está respirando.—Tao, mantén la calma, la ayuda está en camino.—Mantener la calma y una mierda. ¿Se te olvida que así falleció mi

Estrella?—¡Eh, imbécil! Muévete.Arranco la mirada de la conversación entre Tao y Frank, ¿de dónde es

que ha aparecido tanta gente? No tengo idea, solo sé que me encuentrorodeado de personas, todos ellos preocupados por Mae, pero sabenexactamente que hacer y como ayudarla, mientras que yo no puedo moverni un solo músculo. Wade se ha puesto frente a mí, con una expresiónextraña, empujándome por el hombro y gritando barbaries, sin embargo nopuedo hacer nada, mi atención está centrada únicamente en el cuerpoinmóvil de Mae.

—¿Estás viendo lo que has ocasionado? Le llenaste la cabeza demariposas y ahora está ahí tirada...

—Wade, es suficiente. —Tao lo sujeta por el hombro, haciéndoloretroceder.

Page 156: Lúthien Númenessë - ForuQ

La ayuda llega, aunque no en los cinco minutos que anunciaron antes,sino que pasan horas, o al menos a mí me lo figura así. Escucho las sirenasde la ambulancia, veo a los paramédicos, por un momento la mirada deMae se encuentra con la mía, está despierta y alerta, aún así se la llevan y,durante todo el tiempo, no doy ni un paso, ni siquiera he podido cerrar laboca, mi cerebro se ha desconectado completamente.

—La llevaron al Advocate BroMenn Medical Center. —Me susurraGigi al oído, sacándome al fin de mi estado de aturdimiento.

Comienzo a correr a la salida de la carpa, cuando recuerdo que notengo auto, me detengo para buscar la aplicación en el móvil peroChandler se me adelanta y me lanza sus llaves.

—Estás más lento de lo normal, hermano.—Gracias. —Salgo corriendo hasta su pick up, la puerta no se ha

cerrado aún cuando ya estoy encendiendo el motor, las llantas levantangraba del suelo antes de salir despedido a toda velocidad.

Nunca antes he estado en Illinois, no había razón para ello, por lo queno tengo idea de que dirección tomar, me detengo en un descanso de laautopista, respiro hondamente un par de veces, repitiéndome que Mae estábien, que no está en peligro, aunque la sacaron del circo en ambulanciaella iba consciente y alerta, puedo tranquilizarme un poco. Mientras hagotodo lo posible por prestar atención a pensamientos racionales, busco en elGPS del móvil el lugar que Gigi me ha indicado.

Al llegar me doy cuenta que no puedo bajarme del auto, tengo lasmanos engarrotadas en el volante y mi corazón sigue latiendo como situviera una taquicardia. Con Mae estoy experimentando muchas primerasveces, como la primera vez que alguien me importa tanto que siento unmiedo desmedido a perderla.

No es necesario que pregunte por ella, ya que en cuanto entro en elárea de urgencias veo a los tres Walker haciendo guardia en una puerta alfinal del largo pasillo, Leito y Frank también están aquí, sentados cerca delas puertas, seguramente resolviendo asuntos del seguro ya que elaccidente sucedió dentro del circo. Ninguno me presta atención, de hechono se han percatado de mi presencia. Voy acercándome hasta ellos, pues enningún lado veo a Tao, ¿y si ha pasado algo más?

—Se ha fracturado la muñeca por la caída, pero le están sacando másradiografías por un dolor que tenía en el costado. —Me explica Obi, alescucharlo el resto de sus hermanos se giran. Wade, con una expresión de

Page 157: Lúthien Númenessë - ForuQ

odio profundo, se coloca frente a mí, invadiendo mi espacio personal,tratando de amedrentarme.

—¿Qué demonios haces aquí?—Wade, suficiente. —Sale Tao por la puerta que tenemos delante—.

Entra a ayudar a tu hermana con sus zapatos.El chico guarda silencio y atiende a la petición, no sin antes lanzarme

otra mirada con la que pretende intimidarme, cosa que no consigue, encambio Tao es otro asunto, él no me lanza dardos con los ojos, pero ni faltaque le hace, compone una mueca muy similar a la que pone mi propiopadre, solo que él lo hace tenga o no alguna razón, en cambio el señorWalker, según lo que pude oír de la conversación que se suscitaba en lacaravana poco antes del accidente, parece tener razones de sobra.

—Unas palabras, señor Reid.—¿Cómo se encuentra Mae?—Señor Reid. —Vale, creo saber de que va todo esto, él será quien

dirija la conversación, me abstengo de seguir haciendo preguntas y guardosilencio dispuesto a escuchar lo que tenga por decir—. No le voy a decirque puede y que no puede hacer con su vida, creo que tiene la edadsuficiente para tomar esa clase de decisiones usted mismo. Mae es mi hijay aunque tenga cien años eso no cambiará, mi deber como padre esprotegerla y es lo que pienso hacer. No lo culpo de este accidente, nimucho menos, solo quiero que se haga esta pregunta, ¿en verdad estar conusted es lo que más le conviene a ella? Ella nació en el circo, esta es lavida que conoce, ¿está usted dispuesto a aceptar eso?

¿Aceptar eso? Lo observo fijamente, tratando de comprender susverdaderas intenciones tras esta charla, Tao Walker es una de esas pocaspersonas que se muestra tal cual es, nunca con dobles intenciones ocomentarios ocultos, solo que en esta ocasión no consigo entender que eslo que intenta decirme.

—No quería que nada de esto ocurriera... yo ni siquiera fui quien ledio la idea de...

—No, eso lo sé bien, pero es quien ha mantenido la ilusión en ella,ahora estamos aquí y por grande que es el cielo no le ha pasado nada, pero¿y mañana?, ¿correrá con la misma suerte la próxima vez?

—Yo no... —No sé como responder a eso, creo en ella y en que lopuede todo y la apoyaré a seguir sus sueños pero, ¿podré alentarla a volvera intentarlo?

Page 158: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Tao, ¿cómo está la niña? —Frank nos interrumpe, aunque dudo quese haya dado cuenta de ello.

—Bien, bien, se ha fracturado solo la muñeca, nada serio.—Me alegro. —El señor Coeur se adelanta hasta Tao, evitando que

pueda decir algo más—. Si me acompañas a entregar el reporte delincidente, seguro que tendrán preguntas para ti también.

Y ambos se alejan revisando los documentos que Frank llenaba pocoantes, dejándome con la cabeza llena de dudas, sobre todo porque no sécual es la dirección que mi relación con Mae tomará. El circo, mi trabajo,su familia, mi vida, ¿en qué punto estamos y hacia dónde es que nosdirigimos con todo esto? He ido improvisando y eso no me gusta, debotener toda la información de antemano, medir probabilidades y calcularlos riesgos. ¿Cómo es que me dejé embaucar por el circo? Parpadeorápidamente tratando de ordenar mis pensamientos, solo para encontrarmea mi lado a Leito, quien me observa de una manera curiosa. Dispuesto aenfrentarme al segundo round con Wade, y seguramente con Micah y Obitambién, me dispongo a pasar las puertas por donde Tao ha salido.

Antes de que pueda dar dos pasos Leito me detiene, poniendo sumano en mi hombro y ejerciendo más fuerza de la necesaria.

—No sé a que arreglo has llegado con mi hermana. —Sus ojos seoscurecen de una manera peligrosa—. Pero te quiero fuera de mi circo.

Page 159: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTISIETE

Mae

Me duele la cabeza, el costado derecho y tengo mucho sueño, pero mehan pedido que me mantenga despierta, por lo menos durante las próximasdoce horas. Observo la mano donde me han puesto una escayola, me sientotan tonta. Si no hubiese estado tan molesta con mis hermanos, si hubiesepuesto mayor atención, si no hubiese hecho las cosas solo impulsada por elenfado, si hubiese guardado la compostura y actuado como profesional.Ahora, gracias a esto, no solo he arruinado por completo mis posibilidadesde actuar con los trapecistas, sino que además he echado por tierra todo loque defendía ante mi padre y mis hermanos.

—Pequeña, ¿cómo te sientes?—Frank, hola. —Me incorporo en la pequeña y aséptica camilla de

hospital donde me tienen retenida hasta que un médico me de el alta.—Cuidado, niña, no te levantes.—Frank lo siento tanto... yo no...—Descuida, Mae, tu padre y yo ya lo hemos solucionado, el seguro

cubrirá los gastos, ya hablamos con la policía y quedó en un reporte poraccidente laboral. Todo está en orden. Ahora solo queda que te recuperes.—Comenta, tratando de lucir jovial, dándole un par de golpecitos a laescayola, pero puedo ver que en realidad está consternado.

—Gracias Frank... ¿y Jolie? —Seguramente esté molesta conmigo,pues a Frank solo lo acompaña Leito, callado, serio, con una extrañamirada en el rostro.

—Tuvo que quedarse en el circo para gestionar las cosas ahí, ademásde preparar la función de esta noche, ya sabes, los cambios necesarios...

Reposo la cabeza sobre el cabezal de la cama.—Cuantos problemas por una imprudencia. —Mascullo, más para mí

misma.—A todos nos toca en algún momento. —Dice Leito, pero su voz es

una que no había escuchado antes.

Page 160: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Sí, supongo...—Bueno, nosotros nos regresamos al circo, tu padre y tus hermanos

están terminando la documentación para que regreses pronto. —Frank mepalmea el hombro y Leito se despide haciendo un ademán con la mano.

Abro la boca para preguntar por Zachary, pero me lo pienso mejor yprefiero guardar silencio, seguramente estará afuera con los tres terribles,cierro los ojos tratando de transmitirle un mensaje mental. Algunosminutos después, lo que a mí me parecieron horas, soy liberada, mesorprendo al encontrarme una sala de espera vacía.

—¿Qué ocurre? —Pregunta Micah a mi lado, pues me he detenido sinpretenderlo.

—No, nada.—¿Quieres que te busque una silla de ruedas? —Se ofrece Wade.—¿Qué? No, estoy bien. ¿Tienen mi móvil?—Aquí tienes. —Me lo entrega Obi—, pero, ¿Cómo lo usarás? No

puedes mover tu mano derecha.—Ya me las apañaré. —Me monto en la furgoneta con un poco de

incomodidad, trato de no manifestarlo para que mis hermanos no me denla lata.

Lo primero que hago es enviarle un texto a Zachary preguntándolecómo está, y lo más importante, ¿dónde? Luego uno para Jolie, la hejodido y en grande, seguramente esté más que cabreada conmigo. Le pidodisculpas como un millón de veces y le pregunto si son muchos los dañosque he causado. Sé que el circo no pasa por el mejor momento y yodestruyendo las cosas a diestra y siniestra no es como que lo ideal justoahora. Tengo algunos ahorros y espero poder cubrir los daños con eso, sinotendré que pedirle un préstamo a mis abuelos y continuar una gira másantes de poder pensar en liberarme de mis actuales obligaciones.

No obtengo respuesta de ninguno de los dos, lo que hace que me vayaponiendo más ansiosa según nos vamos acercando. Al entrar en territoriodel circo, desde la ventanilla trasera de la furgoneta, veo como algunos delos miembros de la compañía observan el auto con consternación, pensaren que la noticia del accidente no se esparciera es desear un verdaderomilagro. Y aunque quiero correr a la caravana de Zachary para ver si seencuentra ahí, me decido por ir a la mía, no quiero lidiar con simpatía yangustia justo ahora.

Page 161: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Tenemos que prepararnos, trata de no dormirte, yo volveré despuésde terminada la primera función. —Avisa mi padre, mis hermanos me hancedido por hoy el sofá, aunque lo hacen para que no me quede dormidaencerrada en mi habitación.

En la caravana no hay mucha privacidad, todo se escucha desde todoslados, con forme fui creciendo mi padre resolvió dejarme una de lashabitaciones solo para mí, al ser la única mujer creyó conveniente darmemi espacio, por lo que ahora él y Micah comparten la otra, la que antes erade mis hermanos, con camas gemelas, y Wade y Obi la sala de estar.

—No te preocupes papá, haré todo lo posible por no dormir... nidestrozar nada más.

Sonríe y abre la puerta.—¡Oh! Hola Jolie, ¿todo bien?—Sí, solo quería saber como se encuentra Mae. ¿Puedo pasar?—Claro, adelante, nos vemos en la pista. Mae, mantente alerta.Espero hasta que mi padre cierra la puerta, al igual que Jolie, así

podremos tener una conversación un tanto más privada.—¿Cómo te sientes? —Pregunta sentándose en un banquillo cercano.—Como una idiota colosal, Jolie no era mi intención... pero no te

preocupes, tengo ahorros para reponer el equipo, sé que...Levanta una mano para hacerme callar.—Detente, me importa un carajo el trapecio o el coste de la

reparación, solo he venido a ver como te encontrabas, lo demás ya losolucionaremos. Por ahora es bueno saber que estás bien.

—En verdad que me siento tan tonta, yo solo quería...—Descuida, lo entiendo, si te dijera la de veces que he subido al

trapecio con un cabreo de mierda... y ni creas, también me he caído, comotodos. Pregunta a Zaza, Iván, Jules... Solo que tenemos más experienciacayendo, ha sido tu primera vez, espero que pronto vuelvas a intentarlo.

—No creo que mi padre me deje hacerlo.—No me parece que seas de las que pide permiso... —Lo dice con

una sonrisa pícara en los labios—. Me alegra que estés bien, pero deboirme, ya sabes, el espectáculo debe continuar.

—Claro, espero que esto sane lo más pronto posible, no quiero pasarel resto de la gira en las gradas. —Comento con un poco de pesar, sé queme la he pasado toda la gira renegando y refunfuñando sobre todo, peroestar de ociosa nunca ha sido de mis actividades favoritas.

Page 162: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Que tome el tiempo que deba tomar. —Se pone en pie y la sigo decerca.

—Por cierto... ¿sabes dónde esta Zachary? —Me atrevo a preguntarcon voz pequeña.

—Hum... —se queda pensando un poco y eso me pone nerviosa—. Lovi salir en la pick up de Chandler detrás de la ambulancia, creí que te habíaalcanzado ahí.

—¡Oh! Gracias...En cuanto me quedo sola, le envío otro mensaje, no quiero ser pesada

pero me preocupa un tanto que no esté respondiendo. Para cuando mipadre vuelve después de la primera función sigo sin saber nada de él.Negándome a dormir hasta no tener noticias de Zachary me pongo atontear en la web, tratar de ver alguna película o algo que me obligue aestar despierta, pero el sueño va venciéndome. Hasta cerca de medianochela pantalla de mi móvil se enciende con la notificación de un nuevo texto.

Lo siento.

Se me estruja el corazón cuando me levanto al día siguiente y veo elenorme hueco que la caravana de Zachary ha dejado en el aparcamiento,ahora sí, es oficial, se ha ido definitivamente. Me pican los ojos por laslágrimas que trato de retener. «Ahora es cuando debes dar la mejoractuación de tu vida, Mae, sonríe, solo sonríe.» Me dice la odiosa voz enmi cabeza.

No sé que es lo que lo ha hecho retirarse, quizás todo esto fuedemasiado para él, quizás yo no llené sus expectativas después de midespliegue de inmadurez e irresponsabilidad de ayer, quizás tengan razóntodos y aún sigo siendo una niña jugando a ser grande, quizás creíentenderlo pero no era así. Quizás, quizás, quizás, mi cabeza está llena dequizás que ya están provocándome jaqueca, sin embargo no puedo detenertodos esos pensamientos. Lanzo una mirada más al aparcamiento, ahí estála pick up de Chandler, se ha ido para no regresar.

—¡Maldición! —Escucho el grito seguido de un fuerte portazo. Todoslos que nos encontramos fuera giramos hacia Jolie, quien se acerca a la

Page 163: Lúthien Númenessë - ForuQ

carpa central con un cabreo de los mil demonios—. Todos, a la carpa. ¡YA!Es raro verla de esta manera, de hecho es la primera vez que la vemos

así. Algunos miembros de la compañía salen de sus caravanas al escucharel jaleo, a otros les tocamos la puerta para que se reúnan, pero Jolie no estápor la labor de esperar a nadie ya que antes de que entren todos comienza agritar.

—¡¿Es qué a caso no les pedí ayer mismo que no hablaran con laprensa?! Les dije que esto lo resolveríamos de la mejor manera para todos.—Respira con dificultad, a penas si puede contener la ira, mis ojos sedesvían al hombre que la acompaña, según se rumorea es un asesor definanzas o algo así, lo hemos visto rondar por el circo antes, lo que mellama la atención es la manera en que le acaricia el brazo tratando decalmarla.

—Cálmate, niña, así nos explicas cual es el problema. —Rocco seatreve a hablarle, creo que acostumbrado a lidiar con bestias no le teme alpeligro.

—De esto estoy hablando. —Responde casi histérica, mostrándonosuna hoja de diario, Rocco la toma y comienza a leer en voz baja, sus ojosse agrandan y se lo pasa a mi padre, quien tiene una reacción similar.

—Terrible accidente deja un muerto en el circo Du Coeur... —Comienza a leer Micah, quien le ha quitado de las manos el ejemplar deThe Pantagraph a mi padre— ...este hecho tuvo lugar el día de ayeralrededor de las 10 horas, cuando un miembro de la compañía circenseperdió la vida debido a las precarias medidas de seguridad y deterioradoequipo con el que viajan... ¿qué demonios?

—¿Qué significa esto? —Pregunto un poco desorientada, le arrebatoel diario a Micah para leerlo yo misma.

—Claramente es una noticia sensacionalista.—La cosa es que se trata de un periódico serio. —Como quien

interviene es una voz que no reconozco, levanto la cabeza para saber quienha hablado, es el hombre que acompaña a Jolie.

—No creo que haya sido ninguno de nosotros.—Ahí pone que la información la proporcionó un miembro de la

compañía que desea permanecer en anonimato. —Explica Micah, yo mehe quedado con la boca abierta y las manos engarrotadas.

—¿Por qué todos me están viendo? —Esta vez es Chandler quien sequeja.

Page 164: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Porque es sabido que eres un chismoso. —Contesta una de laschicas.

—Pues no fui yo.—¿Qué podemos hacer? —Al fin soy capaz de reaccionar—.

Debemos hablar al periódico y dar nuestra versión de los hechos. —Veodesesperada a Jolie, mi arrebato de enfado ha ocasionado todo esto—.También está el reporte de la policía... Frank dijo...

Mi padre me toma por el brazo haciéndome callar al instante sinnecesidad de mediar palabra y, por una vez, lo hago sin chistar.

—Nosotros nos encargaremos. Hablaré con Frank sobre esto.—Pero Tao... —Protesta Jolie.—Quien haya sido el que habló con la prensa cometió un error,

cuando esa persona esté lista para confesar su falta, lo hará, mientras notiene caso angustiarnos por algo que ya está hecho.

—Tiene razón, Jolie. —Concuerda el hombre a su lado.—No se trata de la falta, sino que no acataron una orden mía, como

administradora...—Sabemos que eres la nueva administradora, —interrumpe Rocco—,

algo que todos aceptamos, y tenemos muy en claro además, pero para queestas personas —hace un ademán con las manos para abarcar a toda lacompañía—, te tengan el respeto que le tenemos a Frank hacen falta añosde confianza. No es que no hayamos respetado tu orden, es solo quealguien creyó que hablar con la prensa era mejor.

—Pues no lo es, toda la mala publicidad...—Eso lo sabes tú, y lo sé yo, pero esa persona no lo sabía hasta ahora.

Ya ha dicho Tao que lo solucionará con Frank, no te están dejando de allado, están apostando por la experiencia.

El rostro de Jolie se pone rojo, tenía pensado disculparme con ellapero viendo lo furiosa que se encuentra prefiero no meterme en su camino.No la culpo, de estar en su lugar seguramente me encontraría igual o peor,me da una punzada en el hígado cada vez que los mayores sueltan perlascomo esa, de hecho fue precisamente eso lo que nos ha metido en estasituación. Prefiero quedarme lo más inmóvil posible, aguardar sin llamarla atención hasta que pase el mal momento, y entonces poder escurrirmehasta la caravana para quedarme ahí los próximos once o doce años.

Page 165: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTIOCHO

Zachary

—Señor Reid, el señor Peace quiere verlo en su oficina.La llamada que he estado temiendo toda la mañana, desde que me

presentara a trabajar en mi horario regular.No le encontraba sentido a continuar viajando con el circo por

muchas razones lógicas: a) Mi trabajo estaba hecho; b) La gira estaba porterminar y, haciendo estudio de las estadísticas anteriores, no habría uncambio significativo en los números, ya que los estados principales habíansido visitados con anterioridad, solo quedaban unas cuantas ciudadespequeñas, y; c) Quedarme solo le traería problemas a Mae.

Aún no puedo arrancarme la imagen de ella cayendo del trapecio, sinnada que yo pudiera hacer para evitarlo, para protegerla. Lo cierto es queme acobardé, no estoy orgulloso de ello pero tampoco lo voy a negar; sentíun miedo aterrador de que pudiera pasarle algo, algo grave, algoirreversible.

Estuve sentado en la sala de espera del hospital por largo rato,tratando de ponerle sentido a todo aquello, pero no lo encontré. No habíarazones coherentes para justificar mi presencia ahí. Por lo que, pese a loque mis instintos me decían, me fui. La pregunta de Tao rondaba micabeza sin dejarme descansar, ¿estar conmigo era lo mejor para ella? Unimpulso casi incontrolable me gritaba sí, mientras que mi parte racionalme decía que lo pensara bien. Supongo que, al fin, he podido comprenderlo que es el amor; buscar el bien de la otra persona aunque eso te causedolor.

Aquella conversación que tuve con Tao Walker sigue aún muypresente y al analizarla con detenimiento fue lo que hizo terminara pordecidirme. Nunca me ha importado mucho el pasado de las personas, esosson caminos que cada uno recorre solo, y considero que es muy personal yprivado de cada quien, algo que no se tiene porque explicar o justificarante nadie. En esta ocasión me encontré con que realmente me interesaba

Page 166: Lúthien Númenessë - ForuQ

saber el antecedente de todo esto, las razones que expliquen porque es tanprotector con Mae, descubrir lo que hay detrás de aquellos cansados ojos yarrugas de preocupación.

—Conocí a mi Estrella en el circo. —Dijo de pronto aquella vez, sinesperarme que me contara algo personal—. Yo tenía un par de años que mehabía unido al circo Du Coeur, en aquel entonces el padre de Frank eraquien lo dirigía, Frank y Francis no se pasaban mucho por ahí, cada unohaciendo su vida. Nos preparábamos para iniciar una gira cuando ellallegó; con una maleta en la mano y determinación en los ojos, justo lamirada que mi pequeña pone. —Sonrió con amargura, orgulloso pero altiempo afligido.

—Conozco la mirada. —Respondí sin pensarlo.—Paul, como todos, pensaba que se había escapado de casa, no quería

aceptarla, pero Estrella no aceptaba un no por respuesta. Sin una pizca demiedo trepó a uno de los elefantes y con audacia lo pudo dirigir por lapista mientras hacia piruetas sobre él. Eso no impresionó al viejo Paulpero vaya que me cautivó.

»Pasó mucho tiempo para que Paul la aceptara como miembropermanente, y algunos años más para que la pusiera en el acto de lastrapecistas. Pero desde ese día brilló como nunca, año tras año, gira trasgira deslumbraba con su talento. ¿Qué puedo decir yo? Amaba a esa mujerdentro y fuera de la pista. Nuestras almas eran circenses, y así es comoempezamos nuestra familia, en el circo.

»Nuestros hijos desde pequeños mostraban interés por los actos,sobre todo Micah, Estrella les inculcó las tradiciones circenses,compartiendo el amor que sentía por nuestra profesión. Pero entonces elaccidente lo cambió todo, fue un día cualquiera, así como hoy, subió a laplataforma, igual a Mae, hizo una pirueta pero no alcanzó a sostenerse desu compañero, la red no estaba lo suficientemente tensa, por la fuerzaterminó cayendo al suelo con todo y red.

Al terminar de narrar la historia se quedó callado, probablementereviviendo ese día, no me ofreció más detalles por lo que desconozco si élo alguno de sus hijos presenció el accidente, tampoco me atreví apreguntarlo, es algo muy personal. Me limité a aguardar un poco,esperando a que regresara del pasado, para que me explicara porque mecontaba todo eso.

Page 167: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Yo sé que es muy trillado decirlo pero Mae se parece tanto a sumadre, los mismos gestos, el mismo carácter y, lamentablemente, lamisma determinación. Lo que un padre quiere más que nada en el mundoes que sus hijos sean felices, ¿qué es más feliz que un payaso?

—Sobre eso no sé, pero estoy seguro que ha sido lo mejor para ustedy su familia.

—Ahora Mae está atravesando un conflicto, lleva tiempo inquieta yme temo que, de una manera u otra, la ha incitado a inquietarse más.

—¿Yo?—Por alguna razón formaron un vínculo, le voy a hacer esta pregunta,

señor Reid, ¿está consiente de lo que es formar parte del circo? Sino, creoque es tiempo de que se vaya, antes de que las cosas sigan creciendo.

Con todo eso en la cabeza, me acerco hasta la puerta de la oficina delseñor Peace, su secretaria me pide que tome asiento en lo que le avisa demi presencia, pero me encuentro tan distraído que me quedo en pie al ladode la entrada, tampoco he pensado en lo que diré, las razones que daré porlas cuales he dejado mi trabajo.

—Creo que aún no le hemos pedido que deje el circo, señor Reid. —Es lo primero que me dice el señor Peace, nada más abro la puerta de suprivado.

—Creí conveniente hacerlo.—¿Y por qué es eso? —Ni siquiera se ha molestado en levantar la

mirada de los documentos que revisa.—Mandé mis resultados desde hace tiempo, he estado actualizando

las cifras, las cuales no han cambiado, por lo que pude hacer proyecciones.Mi trabajo ahí había concluido.

—Sin embargo se le sigue pagando por un trabajo que no estárealizando.

—Que bueno que menciona esa parte. —Me acerco al escritorio ydeposito un sobre, lo que hace que por fin me dirija la mirada.

—¿Qué es eso?—El dinero que ha estado depositando como pago por seguir al circo

Du Coeur, he deducido los gastos estrictos, como la renta del RV ycomidas, encontrará los recibos, desglose y cálculos en orden. —Señaloeficientemente. Sobre eso coloco una carpeta—. Estos son todos losreportes, análisis y estadísticas realizadas desde que inicié con el proyecto

Page 168: Lúthien Númenessë - ForuQ

hasta el día de ayer, con esto justifico la terminación anticipada de miparticipación.

—¿Me está diciendo como hacer mi trabajo?—No, estoy, como siempre, justificando el mío.—¿Y eso qué significa? —Se pone en pie, con el rostro enrojecido.—Significa que he seguido las reglas al pie de la letra, sin embargo

soy el único que no ha ascendido en los últimos tres años, siendo que misestadísticas de eficiencia son mejores que las de muchos.

—¿Cuestiona la manera en la que dirijo mi empresa?—Cuestiono las razones por las que me retiene. Presiento que su hija

tiene algo que ver en ello.—Ya que toca el tema, ¿qué es toda esta mierda que le he escuchado

decir sobre que se ha relacionado más de la cuenta con una cirquera?—Circense. —No me ha irritado que no contestara mi pregunta, sino

que llamara tan despectivamente a los miembros de la compañía.—¿Qué?—A la gente del circo se les dice circense, no cirqueros.—Lo que sea, la investigación se verá comprometida por su

intervención.—La investigación no está comprometida porque la terminé hace

meses, como lo indican los reportes, además la señorita Coeur dio unabono sobre la deuda, como se convino en el contrato eso le extiende elplazo a un año más. Y, con todo respeto, señor, pero mi vida personal esmi vida personal, no tiene por que afectar ni mi trabajo ni a la empresa.

—Eso ya lo veremos, señor Reid. El circo era una ganancia segura, yahe negociado la compra con uno de lo socios, haga que pase.

—¿Señor?—Así es como se hacen los negocios, vaya acostumbrándose si es que

quiere ser socio mayoritario, así es como nos manejamos, hay que tenerojo para los peces gordos y darles lo que piden para tenerlos contentos, sino le parece será que se ha equivocado de profesión.

—Preví que algo así ocurriría, por lo que también traje esto. —Coloco sobre el escritorio el último documento que he traído conmigo.

—¿Y qué demonios es eso?—Mi carta de renuncia.

Page 169: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo VEINTINUEVE

Mae

—Hola. —Giro el rostro hasta Micah, dándole a entender que lo heescuchado, pero sigo con mi monótona tarea de aventarles virutas de pan alas palomas—. ¿Te molesta si te acompaño?

—¿Desde cuándo eso te ha detenido?Como no le presto atención me pierdo su reacción, le paso una de las

barras de pan que llevaba para almorzar pero que al final han terminado enla fauna urbana. El viento sopla de un lado a otro, haciendo que el cabellome dé en la cara, aunque no hago el mínimo intento por sujetarlo, locoloco detrás de mi oreja pero vuelve a salirse.

—Sé como te sientes, —dejo escapar un pesado suspiro, aquí vamos...— Hace unos años estaba en la misma situación que tú, dudando si debíacontinuar en el circo o establecerme y quedarme con los abuelos.

—¿De verdad? —Lo escucho atenta, viéndolo de frente, volviendo aacomodar mi cabello tras la oreja.

—De verdad.—¿Por qué? —Micah siempre ha sido muy serio y decidido, supongo

que por ser el hermano mayor, pero saber que también llegó a tener dudas,que también pensó en dejar el circo, hace que me sienta menos extraña.

—Conocí a esta chica, era como ninguna otra, ¿sabes? Pasó sin queme diera cuenta, pero solo podía pensar en ella, quería pasar cadamomento con ella. Cuando no estábamos juntos me sentía ansioso,molesto, frustrado, triste...

—¿Te enamoraste? —Pregunto con un poco de incredulidad.—Soy humano. —Responde en tono divertido.—Esa si que es una novedad.Guardamos silencio por un rato, lanzándoles virutas a las palomas,

viéndolas ir de un lado a otro.—Esto te sorprenderá incluso más. Hace tres años que tengo una

relación con Kit.

Page 170: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Kit? —Alzo una ceja confundida.—Kitty. —Se encoje de hombros—. No la elegí por el nombre.—¿Y cómo le haces?—Hablamos mucho y cuando nos vemos hacemos que cada instante

valga la pena, discutimos, como cualquier persona y nos reconciliamosporque sabemos que cada momento es importante, ya que no tenemosmuchos.

—¿Y no te sientes... raro cuando no estás con ella?—Al principio sí, pensaba que me engañaría, que la distancia sería

difícil de superar, que no me esperaría, pero lo hace. —Su voz cambia, sesuaviza, incluso creo que ha suspirado.

—¿No te angustia que pueda engañarte? —Siento curiosidad por laforma en la que una relación entre un circense y una persona normal puedafuncionar.

—No.—¿No?—Confío en ella.Tengo mil dudas en la cabeza; ¿cómo será Kitty?, ¿dónde la conoció?,

¿cómo es que ella se siente sobre que Micah sea circense y deba viajar deestado en estado prácticamente todo el año?, ¿realmente estaráfuncionando para ambos?, ¿es posible que se dé una relación así, que semantenga? Quisiera poder hablar con ella, además que también tengocuriosidad por la mujer que ha logrado cautivar al inflexible de mihermano.

El viento sigue soplando, desacomodando mi cabello, Micah estira sumano y me lo coloca detrás de la oreja, acaricia mi cabeza un par de vecesy con una dulce sonrisa, una que hacia mucho no me dedicaba, me dice:

—¿Recuerdas cuando nos turnábamos para peinar tu cabello?Tardábamos más en arreglarlo que en lo que tú hacías que se soltara. Hascrecido mucho desde entonces, pero para todos nosotros sigues siendo unaniña.

Nos quedamos callados por un rato, cada cual sumido en sus propiosrecuerdos, cuando pequeña fui la niña más feliz del mundo, gracias a ellos,a mi familia. Pero he crecido, es tiempo de que busque mi propiafelicidad, y aunque Zachary no vaya a ser quien me dé eso, si fue quien mehizo ver que estoy lista para seguir creciendo, por ello es que le estaré muy

Page 171: Lúthien Númenessë - ForuQ

agradecida, por desgracia no creo que vaya a tener la oportunidad dedecírselo, al menos estoy contenta de haberlo conocido.

—Gracias por contarme lo de Kitty.—Sé que te dimos la impresión de no aceptar lo tuyo con el señor

Reid, pero era solo porque teníamos miedo de que te lastimara.—Sí, bueno, como ves no hay nada entre Zachary y yo. —Aunque he

tratado de sonar segura, las palabras se me atoran en la garganta, no es lomismo pensarlas que decirlas, pronunciar esa frase lo vuelve todo másreal, haciendo que mi esperanza vaya disminuyendo.

—Dale un poco de tiempo a que lo procese todo, Mae. Después detodo es un ratón de la ciudad, ¿recuerdas como llegó el primer día? Con sutraje sastre y zapatos de charol, no tenía ni idea en donde se estabametiendo. Y cuando apareció con su caravana último modelo, recién salidade agencia. —Comienza a reír—. Pobre hombre.

—Pero se ha ido. —Parpadeo rápido para que las lágrimas no vuelvan—. Otra vez se ha ido.

—¿Otra vez?—Cuando estuvimos en Connecticut, ¿recuerdas? —Intento que mi

comentario sea vago para no volver a recordar aquella situación.—No, Mae, estás equivocada. Aquella vez no se fue, ni siquiera

cuando Wade y yo tratamos de asustarlo. Se disculpó con Jolie y Frank porel numerito de la loca esa, y dijo que lo solucionaría fuera del circo parano causar problemas, aunque yo creo que fue por ti.

Y yo no le di la oportunidad de aclararlo, solo salí corriendo detrás deél como un cazador al asecho, lo acorralé y entonces actué como una tonta,sin darle la oportunidad de explicarse. Aunque en aquel entonces sucaravana estaba aún aquí.

—Esta vez es diferente, Micah. —No puedo ocultar el pesar en mivoz—. Se fue definitivamente, incluso se llevó su caravana.

—Le hubieses visto el rostro cuando llegó al hospital, esa es laexpresión de un hombre completamente enamorado.

Como siempre, Micah intenta protegerme de la tristeza.

Page 172: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo TREINTA

Zachary

Siento una libertad que no creo haber experimentado nunca antes, aligual que si me hubiesen quitado un peso físico de los hombros. Micorazón brinca de alegría, o más bien corre, y no deja de latir con fuerza.Quisiera pisar el acelerador y recorrer la autopista a toda velocidad.

Wade Walker envió a mi correo una nota del diario The Pantagraph,donde ponían que Mae había muerto tras el accidente, por un momentosentí que mi mundo se tambaleaba, entonces leí lo que me había puesto enel mensaje:

Te escribo esto para que estés al tanto de la noticia, es falsa, intentan difamar al circo,Mae se encuentra bien.

Solo entonces volví a leer la nota, al terminarla fue que me decidí,supe exactamente lo que debía hacer, tenía que moverme rápido, antes deque otra cosa ocurriera y hubiese más distancia entre nosotros. Necesitohablar con ella, asegurarme que realmente está bien. Sé que pude habertomado un vuelo hasta Bloomington y arribado en unas tres horas, pero meencontraba muy nervioso como para aguardar sentado por tanto tiempo enun avión, por lo que mi solución fue cargar el auto al tope de combustible,trazar la ruta en el GPS del móvil y prepararme para catorce horas de viajepor carretera. Voy a medio camino, cuando la canción que suena en elmóvil se ve interrumpida por una llamada entrante.

—¿Qué demonios significa eso de que has renunciado? —Vocifera mipadre sin darme tiempo a saludar, como suele ser su costumbre.

—Hola papá.—No me vengas con idioteces Zachary, ¿sabes cuantos favores tuve

que pedir para que entraras ahí?—¿Favores? Permite que refresque tu memoria, cuando te llamé para

contarte que me había postulado para el puesto, tus primeras palabras

Page 173: Lúthien Númenessë - ForuQ

fueron «¿y me lo dices para que te ayude? Aprende a hacer las cosas porti mismo.»

—Ahí lo tienes.—Entonces es que no me escuchas, porque en aquella ocasión te lo

dije, alto y claro. «Lo único que quiero es que sepas me asentaré en NuevaYork.»

Por un momento la línea telefónica se queda en silencio, algo extrañopor parte de mi padre ya que siempre tiene algo que replicar. Doy unrápido vistazo a la pantalla del móvil por si se ha cortado la llamada; no,aún sigue ahí.

—Como eres tan brillante, seguramente ya tendrás un plan derespaldo, ¿te han ofrecido puesto en otra empresa?

—No, nada de eso. Papá, ¿cuánto tiempo llevaba en Brown, Johnson& Peace Inc. sin que me ofrecieran una promoción?

—No has de haber estado haciendo las cosas bien. —Farfulla,sacándome de quicio.

—Como quieras verlo, a fin de cuentas no es algo que te afecte, ¿o sí?Un breve silencio, hasta que grita encolerizado.—¡Ni se te ocurra venir a tocar a mi puerta cuando estés quebrado!Doy un largo suspiro de fracaso, con él es imposible.—Descuida, papá, desde pequeño aprendí a no contar contigo.Esta vez soy yo quien termina la llamada, aún me quedan alrededor

de siete horas de carretera y esta conversación me ha dejado exhausto.Plan de respaldo...Las palabras revolotean en mi cabeza, lo cierto es que no había

pensado en ello. Incluso los trapecistas usan una red de seguridad, pero enesta ocasión estoy simplemente dejándome caer al vacío, siguiendo misimpulsos en lo que podría ser el mayor riesgo de mi vida, ¿qué voy a hacersi algo sale mal?, ¿cuál será el próximo paso a seguir si sale bien? Debodetenerme un momento en el primer descanso que veo accesible, pues unataque de pánico comienza a formarse desde lo más profundo de misentrañas.

Page 174: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¡Zachary! —Exclama Rocco en cuanto me ve llegar al recinto—.Volviste.

—¿Has visto a Mae? —Me encuentro tan nervioso que ni siquierarespondo a su saludo.

—Hoy no, pero es temprano, seguro seguirá en su caravana, comoestá de vacaciones.

Rocco continúa hablando pero yo ya estoy a medio camino de lacaravana de los Walker. Respiro profundamente antes de tocar para noverme tan ansioso como me siento. Aguardo unos segundos antes deintentarlo nuevamente, pero sigo sin obtener respuesta.

—Estás aquí otra vez. —Gerard se recarga contra la pared de lacaravana.

—Ya sabes sobre el dicho...—Mmm... no, no sé sobre el dicho.—Yo tampoco, pero algo han de decir, ¿has visto a Mae?Esboza una sonrisa traviesa, como si supiera a lo que he venido.—En la carpa central, —apunta con la mano detrás de él—. Desde el

accidente se sienta en la pista y observa los ensayos todo el día.—Gracias. —Paso por su lado encaminándome a la carpa central—.

¿Sabrás quién está ensayando en este momento?—Creo que Manny.Genial, seguro la carpa estará llena, Manny hace un acto con una pista

montada, lo que quiere decir que todos los de mantenimiento y apoyoestarán ahí dentro, además de Ian por si algo saliera mal.

—Gigi, ven. —Me giro para ver a Gerard, no había escuchado que meseguía.

—¿Qué pasa? ¡Oh! Hola Zach. —Saluda Gigi uniéndose a nosotros.—No lo sé. —Responde Gerard con voz de burla—. Pero creo que se

pondrá bueno.Abro la boca para protestar pero el diabólico brillo en los ojos de

Gerard me quita las intenciones, dejándome claro que de nada serviría.Comparte una mirada cómplice con su hermana y ambos me siguen. Porun momento pienso en que lo mejor sería dejarlo todo para después,cuando solo seamos ella y yo.

—Mira, ahí está Mae. —Señala Gigi a un lateral de la carpa, justo enla primera hilera de gradas—. Hola Mae.

Page 175: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Hola Gigi... —Responde distraída, entonces se percata de mipresencia—. ¿Zachary?, ¿cuándo...?

—Acabo de llegar.Paso la mirada por el lugar rápidamente, como imaginé la carpa se

encuentra llena, no solo están presentes los involucrados en el acto deManny, sino también se encuentran algunos acróbatas haciendo su rutinaen el aire y las bailarinas con las pitón, uno de los hermanos de Mae y elresto de los payasos.

—Estás aquí... —Da un par de pasos hacia mí, pero siguemanteniendo su distancia.

—Quería saber si estabas bien. —En parte es verdad.Baja la mirada hasta su brazo escayolado.—Estoy bien...Su mirada tiene un toque de tristeza, supongo que han sido muchos

cambios en tan poco tiempo, debe estar un poco desconcertada por toda lasituación bajo la cual se encuentra.

—¿Te duele? —Señalo vagamente su brazo.—No... perdona pero ¿qué haces aquí?, ¿no te habías ido?Su expresión vuelve a cambiar, ya no se ve tímida ni triste, sino...

¿enojada? Sus emociones cambian más rápido de lo que puedocomprenderlas. Intento no distraerme con ello, pues necesito decirle paralo que he venido.

—Tenía algo que solucionar. —Murmura algo que no alcanzo acomprender pero que hace Micah, a su lado, ría por lo bajo—. Pero me dicuenta que había algo que olvidé decirte.

—¿Y qué es? —Levanta la barbilla orgullosa, cambiando nuevamentesu estado de ánimo.

—Todos nacemos iguales, son las experiencias que vamosadquiriendo a lo largo de nuestros primeros años lo que nos hace ser comosomos. —La veo levantar una ceja irónica. Creo que no me estoyexplicando—. Como sea, supongo que te habrás dado cuenta que yo notengo mucha experiencia tratando íntimamente a las personas, pero tú meayudaste con eso.

—Pues me da gusto haberte podido ayudar con algo.—Creo... creo que no había logrado conectar con nadie porque estaba

esperando a conocerte; una persona fuerte, decidida, que llenara mi vida

Page 176: Lúthien Númenessë - ForuQ

de luz, color y sensaciones, porque creo que con ninguna otra hubiesepodido entender lo que significa realmente estar vivo.

—Ese fue un muy bonito monólogo... —Veo con extrañeza como unalágrima se resbala por su mejilla, pero no entiendo el por qué—. Pero noentiendo a dónde quieres llegar.

Doy un pequeño paso, acercándome a ella.—He hecho las cosas mal contigo desde el principio, espero seas

indulgente conmigo pues todo esto es nuevo para mí, estoy aprendiendo acompartir mi vida con alguien más. Pero antes de hacerlo debía poner lascosas en orden. Se siente como un «antes» y un «después».

»Sin embargo siento que la gente siempre se está metiendo en elmedio; Elizabeth, el circo, tus hermanos... por lo que estuve pensándolo ycreo que la solución es terminar esta inestable relación que tenemos. —Loque era una solitaria lágrima se ha convertido en un silencioso llanto,quiero hablar rápidamente pero siento que es necesario explicarme, queentienda todo lo que estoy sintiendo justo ahora, decidido coloco unarodilla en el suelo y del bolsillo interno de mi chaqueta saco la caja deterciopelo negro—. Sé que apenas nos estamos conociendo, pero de lo queestoy seguro es que quiero seguir haciéndolo, descubriendo cosas juntos,discutiendo, hacerte rabiar y volverte loca, idear maneras de que meperdones por todo eso, pero sobre todo, pasar el resto de mi vida contigo.No tiene que ser hoy, ni mañana, dentro de un mes o un año, por ahora meconformaré con saber que eres mía y que yo soy tuyo.

—Zachary... —Susurra.—Estoy total, completa y absolutamente seguro de esto, de lo que

estoy sintiendo, de lo que te estoy diciendo, de lo que te estoy ofreciendo,quiero que tu también lo estés.

Page 177: Lúthien Númenessë - ForuQ

Capítulo TREINTA Y UNO

Mae

—¡Oh por Dios! —Es todo lo que alcanzo a decir.Escucho alaridos y gritos a mi alrededor pero es como si estuvieran a

cientos de millas, en lo único que puedo concentrarme es en el hombre quese encuentra hincado frente a mí, sosteniendo una hermosa sortija. Larespiración se me queda atorada en la garganta y no creo ser capaz depoder unir más de dos letras en una misma palabra.

Doy un paso hacia él llevándome la mano a la boca para acallar unsollozo.

—Sé que no ha sido la propuesta que mereces y que he dicho cosasque quizás no debería. Lo que te puedo asegurar es que nunca habíahablado tanto en mi vida.

Fue perfecta, simplemente perfecta, pero no puedo decirlo porque lasemociones me superan. Me inclino hasta estar ambos a la misma altura,donde mis ojos pueden encontrarse con los suyos.

—¿Por qué yo?—Creo que es porque eres la única que me llama Zachary. —Sonríe

de medio lado, indicándome que se trata de una broma. ¡Vaya! Algo nuncaantes visto—. No lo sé, ni tampoco quiero encontrarle sentido, supongoque solamente porque se trata de ti.

—Hace tiempo me dijiste que te gustaba... —digo un poco tímida—...¿y ahora?

Toma mi rostro por la barbilla.—Ahora te amo.Me abalanzo sobre él para abrazarlo por el cuello y él me estrecha

con fuerza contra su cuerpo.—Sí, sí, sí... —No estoy segura de cuantas veces repito la palabra,

solo quiero dejarle claro que acepto su propuesta, que lo acepto a él, contodo y su deficiencia para conectar con las personas.

Page 178: Lúthien Númenessë - ForuQ

Me toma de la mano para besarme los nudillos, no supe en quemomento me colocó la sortija, o si esta apareció mágicamente en mi dedo.

Con un gesto muy caballeroso, me extiende su mano para ponernos depie, de inmediato mis hermanos se acercan para abrazarme, al igual quevarios miembros de la compañía. Entre todas las personas busco a mipadre, se encuentra cerca del acceso trasero, al lado de Rocco e Ian,entrelazo mis dedos con los de Zachary y nos acercamos hacia ellos.

—Papá, ¿sabías de esto?—No, claro que no. Los dejaré disfrutarlo un momento, pero luego

usted y yo tendremos unas palabras. —Le dice a Zachary, con unaexpresión muy seria, aprieto los labios para no reírme, aunque no estoy deltodo segura que haya sido una broma.

Me abraza con fuerza y me dice lo mucho que me ama, le da un parde palmadas en la espalda a Zachary, lo que hace que se ponga más rígidoy nervioso. Pues hace ese gesto cuando no comprende algo, toquetearse elcuello de la ropa y rascarse la nuca, lo beso en la mejilla para que baje laguardia un poco, se supone debe ser un momento que quiera recordaralegremente. Rocco e Ian se percatan de su incomodidad por lo quetambién nos felicitan y tratan de aligerar el ambiente con unos cuantoscomentarios graciosos.

No es que no me gusten las felicitaciones y eso, pero en estemomento quisiera estar a solas con Zachary, hablar... o quizás hacer otracosa que involucre bocas pero no palabras, pero al disponernos a salir Joliese nos acerca.

—Lo siento, no quiero echar a perder el momento, pero me han dichoque estaba aquí.

—Antes me gustaría decirle que ya no soy parte de Brown, Johnson &Peace Inc., renuncié a mi trabajo, por lo que no tengo nada que ver con lasfinanzas del circo...

—¿Renunciaste? —No sé cual de las dos está más sorprendida, siJolie o yo.

—Sus políticas no se ajustaban a mis ideales. —Lo dice tan a laligera.

—En fin, —Jolie sacude manos y cabeza, centrándose nuevamente—,no venía por eso. Creemos que el accidente de Mae fue planeado.

Page 179: Lúthien Númenessë - ForuQ

Me encuentro sentada en la arena, con el viento dándome de lleno enla cara, el verano ha quedado atrás y el frío comienza a hacerse presente,me encanta estar en la playa, contemplando el relajado y apaciblemovimiento del agua, el sonido es balsámico y el olor simplementeindescriptible.

Surf City es un pequeño poblado ubicado en Pender, Carolina delNorte, a tan solo dos horas de la granja de mis abuelos. La gira aún notermina pero como yo no puedo hacer mucho por mi lesión en la manoderecha, me han excusado por lo que queda del recorrido. Aprovechando laoportunidad para pensar en que hacer de ahora en más, nunca había vistolas posibilidades que se me abrían, pues siempre pensaba que mi vidasería, por siempre, el circo.

En los pocos días que llevo fuera de ahí he pensado mucho, en comome sentía al iniciar esta gira, si realmente era el lugar donde debiera estar.Papá nació para eso, estoy segura que a él también lo despediremos ahí,bajo la carpa, cuando llegue el momento, que espero esté muy lejos aún.Micah adora el aplauso del público, y aunque tiene una Kitty, algo me diceque terminará embaucándola para que lo siga, lo que sería genial, quizáseso le quite un poco lo mandón. Wade nunca ha sido muy de pararse sobreel escenario, pero le encanta cuidar de los caballos y los pocos animalesque nos acompañan año con año. Y Obi, Obi es la alegría personificada.

Pero, ¿y yo?, ¿yo habré nacido para ser un payaso toda la vida?—¡Oye, guapa! ¿Por qué tan sola?, ¿no te gustaría pasar el rato

conmigo viéndome montar las olas? —Me pregunta un chico, enterrandosu tabla de surf a corta distancia de donde me encuentro.

—Gracias, pero no, gracias.—Anda, prometo que te lo pasarás bomba.—Lo siento, no creo que a mi prometido le guste la idea.—Venga, tampoco hay que ponerse borde, no tienes que inventar

excusas.Levanto mi mano izquierda y muevo el dedo anular, haciendo

resplandecer el anillo que Zachary me puso unos días atrás.—Prometida. —Repito, remarcando cada sílaba.

Page 180: Lúthien Númenessë - ForuQ

—Pues que sepas que te ves muy joven para estar prometida, tu noviodebe ser un mongrelo con suerte.

Cuando no lo resisto más estallo en carcajadas, extiendo mis brazoshacia delante y Zachary me ayuda a ponerme en pie, teniendo muchísimocuidado con mi brazo herido. En cuanto lo tengo a mi alcance me abrazo aél tan cerca como me es posible.

—Un par de días aquí y ya hablas el dialecto surfer. —Intentotomarle el pelo.

—¿Qué tal mi acento? —Su expresión es simplemente inestimable.Se ve tan lleno de vida.

Cuando Jolie me dijo que podía excusarme del resto de la gira y aúnasí mantendría mi lugar, si es que deseaba volver a la compañía, Zacharyme propuso pasar unos días juntos. Escogí Carolina del Norte porque es unlugar donde me siento segura, aunque preferí no ir directo a la granja demis abuelos, sino que nos estamos quedando en una pequeña casavacacional cerca de la playa.

Hemos hablado mucho, sobre todo acerca de nuestro futuro, de lo quehará ahora que ha renunciado a Brown, Johnson & Peace Inc. Me hapreguntado sobre lo que quiero hacer, no de una manera apabullante, opresionándome, sino para hacer planes juntos, y eso hace que mi corazónaletee como un colibrí nervioso.

Una de las primeras cosas que me comentó fue que siempre habíasentido curiosidad por hacer surf, pero que nunca se había prestado laocasión, así que este era su momento, y tan solo unos días después ya lotiene completamente dominado. Me pregunto si habrá algo que no se le débien, claro, aparte de las relaciones interpersonales. ¿Será siempre así?,¿siempre lo veré como el hombre perfecto, o con el tiempo esta ilusión irámermando? No lo sé, pero estoy dispuesta a pasar el resto de mi vidaaveriguándolo.

Tomados de la mano regresamos a la casa, pero el clima se siente tanagradable que me quedo sentada en una de las tumbonas que hay en lapequeña terraza. Minutos después Zachary se reúne conmigo, yacambiado, extendiéndome una taza de algo humeante. Me da curiosidad elhecho de que se sienta en su propia tumbona, cuando desde que llegamossiempre se ha mantenido muy cerca, sentarse en donde suelo estar yo, porlo que le dedico una mirada recelosa.

—He estado trabajando en algo.

Page 181: Lúthien Númenessë - ForuQ

—¿Qué?, ¿tan pronto?, ¿qué pasó con nuestras vacaciones? —Protesto, mitad en broma, mitad en serio.

—No puedo estar sin hacer nada.Dejo escapar un largo suspiro.—Vale, ¿y qué tal fue?—Sabes cual es mi trabajo, ¿cierto?Hago un poco de memoria, recordando las palabras que él mismo me

dijo cuando se lo pregunté tiempo atrás.—Eres algo así como un negociador, pero te encargas de reclamar los

bienes de las personas muertas.—Sí... bueno, la última parte solo la hacia para Brown, Johnson &

Peace Inc.La manera en la que habla, es como si hubiese tomado mucho café,

hace gestos raros y se tropieza con sus propias palabras, no recuerdohaberlo visto así... bueno, solo una vez, por lo que me pongo en alerta.

—Y... ¿qué negociaste?Me extiende unas cuantas hojas, en el momento que veo el título del

documento estoy por caerme al suelo. Leo rápidamente, luego lo leo otravez y una vez más. Mi mirada busca la suya, Zachary tiene una mueca ensu rostro, una que simula ser una sonrisa pero muy nerviosa, sostiene unbolígrafo con la punta de sus dedos.

—Solo tienes que firmar.Y ahí, teniéndolo a él como único espectador, es como comienzo mi

tercer acto.

Page 182: Lúthien Númenessë - ForuQ

Agradecimientos

La parte más fácil de escribir un libro debería ser esta, losagradecimientos, donde reconoces a las personas que te motivaron a ponerpunto final a una historia, pero de alguna manera es la más difícil, porqueno creo que haya palabras lo suficientemente buenas como para hacerlesllegar mi gratitud. Empezar algo nunca es fácil, menos aun terminarlo yaunque el proceso de escribir es un tanto solitario, las personas a tualrededor siempre influyen de una manera u otra.

Nunca sabes de donde vendrá la inspiración para un personaje o unaescena, puede salir de una conversación totalmente random o de un gestototalmente al azar, por lo que escribir nunca será completamente solitario,se necesita de la gente que te rodea para poder continuar.

Por eso que las personas que mantengo cerca son las que másinspiración me dan, quizás no para crear un personaje o escribir unaescena, pero sí para darle punto final a cada proyecto. Mi familia es elprincipal pilar de todo esto y, de alguna manera, los responsables de todaesta locura por decirme que todo es posible, por obligarme a sentarme atrabajar (sí, hablo de ti, pequeña Hitler) y por siempre hacer esa aterradorapregunta de «¿y ahora que sigue?» Pero con la cual me hacen soñar engrande.

Y claro, esta historia no sería posible sin esos dos terremotos quellegaron a cambiarlo todo en mi vida, mis dos sobrinos; Gigi y Gerard, lasluces más brillantes que orbitan en mi mundo. Inspirándome con sussonrisas, sus comentarios inocentes y sus preguntas complejas que mehacen desatinar. Sé que hay ocasiones en las que quieren jugar peronecesito terminar una escena más, y ellos esperan pacientes (o no tanpacientes), pero que en veces (muchas de hecho) rodar por el piso conellos, leerles un cuento, inventar una gran aventura, es justo lo quenecesito para volver a tomar el camino.

Page 183: Lúthien Númenessë - ForuQ

Lo que inició como una idea vaga, se convirtió en una propuesta ydespués en un hecho. Algo que no hubiese sido posible sin mi gran amigaSarang Hee. Gracias por aceptarme como tu compañera de travesía, queaunque hubo dificultades en el camino creo que lo hicimos bastante bien,sé que existieron momentos en los que querías sacarme los ojos, pero todoes parte del proceso, bueno, es lo que suelen decir... Gracias por dejarmeser parte de todo esto, era algo que tenía muchas ganas de probar y pese atodo creo que el resultado fue genial.

A mi Kathia personal, por seguir ahí a pesar de los años que, aunquecada vez la vida nos va alejando más, siempre sé que estás cerca paradecirme esas cosas tan lindas que hacen mi corazón crezca y quiera seguir.De verdad gracias por todo lo que has hecho por mí. Eres la mejor.

Claudia Cadena, ¿qué puedo decirte a ti que no te haya dicho ya? Séque un simple «gracias» no alcanza para expresarte lo mucho que apreciotodo tu apoyo y todo el cariño que le das a cada una de mis historias, enverdad eres impresionante e invaluable. Gracias por acompañarme en estaaventura.

Y, sobre todo, gracias a ti, lector, que has llegado al final juntoconmigo, que te has atrevido a vivir esta historia, dejando que te cautivecomo solo Mae y Zachary saben hacerlo, espero que tu corazón se hayaemocionado al leer cada capítulo, de la manera que el mío lo hizo alescribirlos. Gracias por estar ahí, del otro lado de esto, del ladoimportante, del lado que le da valor al esfuerzo de escribir, del lado queme hace continuar.

Todo mi cariñoLú~

Page 184: Lúthien Númenessë - ForuQ

Un Acto Más

No te pierdas la historia de Jolie Coeur en el siguiente tomo de laduología “Circo Du Coeur”

Los corazones son circenses por naturaleza, hacen malabares con lasemociones, saltos de latidos y piruetas alocadas dignas de una carpa decirco, aunque al parecer solo lo hacen cuando hay alguien que los motiva.

A decir verdad yo no lo sabía, pues durante mucho tiempo no veíamás allá de mi nariz; enfocada únicamente en mi mundo, que era en lasalturas, sobre un trapecio.

Pero al salir de la carpa he descubierto un nuevo mundo. Como todoen la vida, una gran acción desencadenó una serie de reacciones, algunasdifíciles y muy complicadas que me han hecho dudar incluso de mí

Page 185: Lúthien Númenessë - ForuQ

misma, pero al tiempo han provocado que mi corazón comience ainterpretar un nuevo acto, uno para el que creo no estar preparada...

Bienvenidos al circo Du CoeurDisfruta de un acto más.

Page 186: Lúthien Númenessë - ForuQ

Contacta con la autora

Si te ha gustado la obra o no te ha gustado, si tienes alguna inquietud,duda o comentario que hacer al respecto, o simplemente si tienes ganas de

decir «Hola» puedes contactar con Lúthien Númenessë a través de lasredes sociales:

Facebookhttps://www.facebook.com/LuthienAuthor

Twitter@LthienNmeness

Instagram@luthiennumeness

Para enterarte de los futuros proyectos visita la web oficial:www.luthienumenesse.com

O puedes escribir un e-mail a:[email protected]

[1] Frase de la autora best seller, Sherrilyn Kenyon.[2] Alexitimia: Un tipo de desorden neuronal que impide que las personas puedan

identificar, expresar o relacionarse con las emociones.