madre trinidad de la santa madre iglesia … · conociendo, translimitada y sumergida en el...

58
El habla de Dios en sí y para sí, y en manifestación de sabiduría amorosa hacia fuera Las voces del Silencio que en el silencio habla Orar es amar La oración es omnipotente para el hijo de Dios que, sentado en sus rodillas, con Cristo, por Él y en Él, bajo el impulso del Espíritu Santo llama a Dios: Padre Iglesia mía, Iglesia amada, Esposa del Cordero inmaculado y sin mancilla, la hora del poder de las tinieblas ha caído sobre ti Barrenderos en la Iglesia MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA SÁNCHEZ MORENO Fundadora de La Obra de la Iglesia El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Upload: doankhanh

Post on 03-Oct-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

El habla de Diosen sí y para sí, y en manifestaciónde sabiduría amorosa hacia fuera

Las voces del Silencioque en el silencio habla

❋ ❋

Orar es amar La oración es omnipotente

para el hijo de Dios que, sentado en sus rodillas,con Cristo, por Él y en Él, bajo el impulso del Espíritu Santo llama a Dios: Padre

❋ ❋ ❋

Iglesia mía, Iglesia amada,Esposa del Cordero inmaculado y sin mancilla, la hora del poder de las tinieblas ha caído sobre ti

❋ ❋ ❋ ❋

Barrenderos en la Iglesia

MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIASÁNCHEZ MORENO

Fundadora de La Obra de la Iglesia

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 2: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

3

6-10-1974

EL HABLA DE DIOS EN SÍ Y PARA SÍ,

Y EN MANIFESTACIÓNDE SABIDURÍA AMOROSA

HACIA FUERA

Bajo el impulso del Espíritu Santo y la vehe-mente petición del que me envía; anonadadaante la pobreza de mi nada y enaltecida por lasapiental sabiduría que penetra mi alma, ilus-trándome para que, bajo el saboreo de la cer-canía del Ser en la realidad profunda de su mis-terio, lo exprese;

quiero hoy manifestar de una manera sen-cilla, pero lo más profunda y claramente queme sea posible, no sólo lo que Dios es en sí,por sí y para sí, sino el modo y la manera decómo se comunica al alma que, embriagada deamor ante el néctar sabroso de la cercanía delque ama y buscándole con corazón sencillo yespíritu abierto, le encuentra en la realidad in-sondable del misterio trascendente y subyu-gante de su ser y de su obrar.

Por lo que, después de tantos años de co-municación íntima y amorosa con el Infinito enlo recóndito de mi espíritu y en mis largos y

Nihil obstat: Julio Sagredo Viña, CensorImprimatur: Joaquín Iniesta Calvo-Zataráin

Vicario GeneralMadrid, 6-6-2002

5ª EDICIÓN

Separata de libros inéditos de la Madre Trinidad de la SantaMadre Iglesia Sánchez Moreno y del libro publicado:

«VIVENCIAS DEL ALMA»

1ª Edición: Junio 2002 © 2002 EDITORIAL ECO DE LA IGLESIA

LA OBRA DE LA IGLESIAMADRID - 28006 ROMA - 00149C/. Velázquez, 88 Via Vigna due Torri, 90Tel. 91.435.41.45 Tel. 06.551.46.44

E-mail: [email protected]

www.clerus.org Santa Sede: Congregación para el Clero(Librería-Espiritualidad)

ISBN: 84-86724-34-1 Depósito legal: M. 35.581-2006

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 3: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

5

deletreada y paladeada, sin palabras de acá, enla sustancial Palabra que al Padre, en resplan-dores de santidad, le brota de su seno en ina-gotable manantial de conversación.

Dios se es Palabra para poderse decir en sunecesidad infinitamente perfecta, eterna y abar-cada de expresarse. Pero Palabra que, por per-fección de su infinita explicación, lo tiene di-cho todo en el reventón de sabiduría que,fluyendo del seno del Padre, rompe en Dichoeterno y personal por el Verbo: Palabra canto-ra en deletreo consustancial de infinitud infini-ta de atributos y perfecciones.

Por lo que el Increado se es comunicacióne intercomunicación gozosa en la donación in-terretornativa que las Tres divinas Personas seson en y por sus relaciones, y se poseen y dis-frutan en el modo personal de cada una.

¡Pero qué Palabra es en sí el Verbo Infinito!,contención explicativa de abarcadora perfec-ción, que, en concierto de inéditas melodías, vadeletreando, en diversidad de atributos, el ma-nantial inagotable, insondable e infinito de susdivinas y eternas perfecciones…

Ya está todo dicho en el Seno-Amor por unaPalabra, eterna e infinita, de tanta afluencia que,siendo Persona, es Habla de Dios…

¡Melodías dulces de conversación…!; ¡Con-ciertos sagrados que son todo el serse excelso

4

1 San Juan de la Cruz.

profundos ratos de oración junto al Dios delSacramento, vividos en postura sacerdotal a lospies del sagrario; mi alma sabe –de saborear–,en misterio profundo y trascendente, penetra-da de la sapiental, consustancial y eterna sabi-duría del que Es, el habla de Dios en deletreosamorosos de infinita comunicación coeterna ysacrosanta, en sus modos de ser hacia dentroy de manifestarse hacia fuera, repletos de ínti-mos e inéditos decires.

Pues, habiendo sido introducida por Él enlo profundo y recóndito de su conversacióneterna, he apercibido, subyugada de amor, aje-na a todo lo de acá y translimitada de las co-sas creadas, aquella conversación intercomuni-cativa y familiar que, en el seno de la Trinidad,es rompiente de infinita Sabiduría en Expli-cación cantora de inexhaustivas, divinales y co-eternas perfecciones…

Y «allí», translimitada, he sabido, en un sa-ber no sabiendo de ilimitado entender, aquellaintercomunicación trinitaria que «a vida eternasabe y toda deuda paga»1.

La vida de Dios es un misterio de conver-sación infinita pronunciada por el Padre, don-de todo está dicho en la exuberancia pletóricade la Expresión del Verbo, tan sabrosa, delei-table y descansadamente, que toda la potenciasida y poseída del eterno Serse rompiendo enfecundidad de paternidad infinita y amorosa es

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 4: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

7

Por lo que bien sé, en sapiencia saboreablede inédita y sobrenatural captación, cuándo ycómo es el Padre el que actúa en mi interiorponiendo en la médula de mi espíritu su infi-nito pensamiento en voluntad amorosa de man-datos eternos; cuándo es el Hijo el que me ha-bla en palabras melódicas y consustanciales deexplicación cantora en deletreo amoroso; ycuándo y cómo es el Espíritu Santo el que, ensu paso de fuego, bajo el roce sacrosanto deltoque de su divinidad, en aleteo de esposo, meacaricia con la brisa de su vuelo, embriagán-dome de amor.

Ya que el toque personal de los Tres y decada uno es inconfundible para el alma que,conociendo, translimitada y sumergida en elmisterio del Ser, el actuar divino en saboreo devida, sabe el modo personal de cada una delas divinas Personas en su ser y en su obrar.

Pues, aunque Dios siempre obra de conjun-to y el alma así lo apercibe, también ella sa-borea, disfruta y sabe distinguir el modo per-sonal de cada una de las divinas Personas entoque de divinización sapiental o de peticiónamorosa.

Y es tan maravillosa la actuación del Eternoen la médula del espíritu, como maravillosatambién la captación que Él infunde en lo pro-fundo y recóndito del alma para distinguir loque las divinas Personas dicen u obran en elinterior, cada una en su modo de ser, de obrary de manifestarse.

6

e infinito del Engendrador rompiendo en unDicho que es todo Canción…!;

Canción, porque es dulce su Voz expresivade inédito acento, por las melodías subidas yeternas de su Explicación…

¡Ay si yo dijera de alguna manera, con mipobre acento y en mi ruda voz, lo que yo ba-rrunto cuando, trascendida, Dios prorrumpe envoces en mi captación…!

Yo no sé de qué manera mi alma es capazde apercibir aquella generación eterna delVerbo… Yo no sé cómo será, pues, sin nadaver, sin nada oír, escucho y veo aquella Flu-yente en corriente infinita de vida que Dios sees en sí, por sí y para sí, en su modo de sér-selo, por la profundidad profunda, ¡profunda!,de aquel punto sagrado, en la concavidad iné-dita de su consustancial misterio…

Como también conozco el hablar de Dios enmi interior; por lo que su obrar, dentro de miespíritu, es apercibido por mi pobre captaciónde ese modo misterioso que, sin saber cómoes, yo sé lo que El que se Es me está dicien-do dentro de mi corazón por el modo que estáobrando en mí.

Pues apercibo la actuación del Padre, delHijo y del Espíritu Santo, en el conjunto per-fecto de su actuar y en el modo personal y pe-culiar de cada una de las divinas Personas.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 5: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

9

El respirar del Dios vivoes inéditos conciertos…,es melodías de glorias…,es sabores del Inmenso…

El respirar de Jesúses secreto y es silencio,es dulce penetraciónen la hondura de mi pecho;

recreación de mi alma,apetencias por cogerloy ansias por palpitaral sonido de su acento.

El respirar de Jesúses sabido en el silencio,es gustado en el sagrarioy es vivido en el secreto ».

28-1-1973

Y este estar Dios en mí viviendo su vida agusto, sin prisa y en descanso reposado deamor, no me es siempre invitación de Eter-nidad, sino petición de compañía, dentro, enlo profundo de mi ser…

Ya que, cuando el habla de Dios es comu-nicación de espíritu a espíritu en descanso amo-roso en manifestación de sus misterios, éste re-posa tranquilo y descansado, sin más necesidadque recibir, adorar y responder al Amado de sualma.

El obrar de Dios en el alma es conversaciónque, penetrándonos con su sabiduría en la mé-dula del espíritu, nos va enseñando su modo deser y de obrar, capacitándonos para captarle.

8

En el pasar y posarse del Eterno en paso deamor comunicándose al alma, yo experimento,queda y claramente, el «respirar», en reteñir, deDios en mi pecho; siendo consciente de que Éles ¡el Dios vivo y viviente! que penetra, en suhálito de vida, «¡respirando!», hasta lo más pro-fundo y lacrado de la médula de mi espíritu.

Y lo sé porque Dios me lo manifiesta y melo dice, sin palabras y sin conversaciones deacá, en un decir que es obrarse y realizarse enmí cuanto Él es, vive y me quiere comunicar.

Cuando yo apercibo al Dios vivo y viviente«¡respirando!» en la contención de mi espíritu,sé su amoroso palpitar en descanso comunica-tivo de donaciones eternas.

Dios está de asiento en mi interior. Yo lo ex-perimento, y apercibo su «respirar» descansa-do y continuo, y el reteñir en latido de su pe-cho, para que viva, por participación, en Él yen mí, cuanto es y como lo es en canción amo-rosa de don eterno.

Y este «descansado» y «continuo», a mí esdecirme que está de asiento y a gusto en mialma; es decirme que Él no es un Dios muerto,sino el Dios vivo y viviente dentro de mí, en lomás profundo y recóndito de mi espíritu…; ¡tanvivo, que yo apercibo su «respiración»…!

« El alma amante apercibeel respirar del Eternoen sus ratos de sagrario,que son romances de Cielo.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 6: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

11

Sólo para mí te busco,sin nada que corte el vueloque emprendes, cuando te lanzasen marcha de ascendimiento.

Por eso vengo a buscarte,aunque de nuevo te dejopara que vivas pendientede mi encuentro,

para que estés esperandocuando Yo vuelva de nuevo,y siempre te encuentre alerta,en vigilante desvelo.

De ti quiero cuanto tienes;¡ni una fibra a nadie dejo!,porque soy Jayán de amoresque con celos te deseo.

No entregues a criaturaslo que sólo es mi trofeo,pues siempre busco tenerteesperando cuando vuelvo.

Y, aunque me marche en la noche,y te oculte mis deseos,me gusta, al venir a ti,que me esperes con anhelo,sin dormirte, aunque me tardeen mi retorno, si llego.¡No duermas nunca, mi esposa,vendré para asirte al Cielo!

Amador de mis conquistas,descansa, ¡yo siempre velo! ».

1-6-1974

10

Yo sé cómo es el paso de Dios en llamadade Eternidad, porque pone al espíritu en vueloy como en separación del cuerpo en lanza-miento veloz hacia Él tras la brisa de su paso.

Dios no dice nada al modo de acá, se hacesentir en paso de Eternidad.

« Una herida tan profundatengo en el centro del pecho,que Dios mismo está arrancandoa mi alma de mi cuerpo.

Soy subyugada en las vocesinfinitas de su acento;impulsada, corro a Él,y Él me sostieneen mi intento.

Me llama para dejarmeen la cárcel de mi encierro;y entre la vida y la muerte,por la invitación que siento,vuelo impelida tras Él,y su voz me corta en seco:

¡Espera, que aún es pronto!,no te llevo aún al Cielo;no vine para sacartetodavía del destierro;sólo quería besartey desprenderte del suelo,para que sepas saber,en tu caminar certero,a qué saben mis amorestras densos velos.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 7: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

13

Y esto es tan deleitablemente saboreable,que es penetración penetrativa del Infinito endardo candente de amor; enalteciendo y levan-tando a la esposa tan maravillosamente esteobrar de Dios en ella, que son saetas encendi-das que surgen de la entraña del mismo Diosa la entraña del alma en dardos de sabiduríaamorosa de conversación secreta.

« ¡Oh brisa callada!,¡oh paso de Inmenso…!:arrullos sagrados,conciertos de Cielo…;

melodías dulcesen tenues acentos…,finuras profundas,recóndito ensueño…;

trasuntos callados,nostalgia en misterio…; espera incansable,arrullos en fuego…;

armonías suaves,peticiones quedo…,silencios de Gloria…, trasuntos de Cielo…

¡Oh, lo que yo oprimo en los saboreosy en el regustarque en mi pecho tengo…!

¡Es Dios mismo en brisa,en paso secreto,

12

El que entiende las maneras del obrar divi-no en el espíritu, bien entenderá esto que digo;pues yo distingo su paso entre millares pasan-do; como sé el beso, en virginidad eterna deinfinitos y celestiales amores, del Espíritu Santoen recreo de Esposo y en donación de amor;experimentando y viviendo aquello que, en supasar, Él me quiere decir o enseñar en viven-cia palpitante, viva y vivificante, que se con-vierte en realidad.

¡Cuántas veces Dios quiere tener sus colo-quios con el alma…! Y la besa al modo tras-cendente de su coeterna y virginal perfección,infinitamente distante y distinta de todo lo deacá…; la festeja…, la ama…, la penetra…, lahermosea, la engalana…; la enjoya…, la en-vuelve, la ennoblece y la satura…; la mece ensu arrullo y la acaricia en su seno…

Y ¡cuántas veces el Espíritu Santo pasa encauterización de amor por ella, para ponerla in-candescente, para enaltecerla en sus brasas,para profundizarse en su hondura como unasaeta de infinito amor, penetrándola en un cau-terio que es hiriente como los celos y pene-trante como el amor…!

Y el alma sabe qué es y lo que Dios estáobrando en ella y por qué lo está obrando;pues la penetración de la agudeza de este dar-do de amor es taladrante, y se introduce len-tamente en la concavidad de aquel punto pro-fundo de la médula del espíritu como atra-vesando las entrañas del alma en doloroso cau-terizar.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 8: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

15

sus infinitos y eternos designios sobre ella den-tro de la misma Iglesia…

Por lo que, en la brisa de su vuelo y en laflecha penetrante de su amor, la fecundiza, in-troduciéndole en su interior a las almas que Él,por un designio de su infinita voluntad, quiereunir, en un misterio de compenetración, parala gloria del mismo Amor Eterno.

« Aleteos del Dios vivooigo en la hondura del pecho,al pasar quedo y besandoen romances de misterio.

Escuché al Silencio en vidarespirando en sus adentros,para decirse en su serse,en cantares de amor bueno.

¡Silencio!, hijos; Dios besa,y el Verbo rompe en concierto,expresando sin palabraslos manantiales eternos.

¡Silencio!, que Dios pronunciasu Palabra, sin conceptos,en un decir que es ser Padreen fruto de engendramiento.

¡Cómo dice su Palabrael Padre en su ocultamiento…!Tanto, que es Hijo infinito,consustancial y coeterno,

el Fruto de ese decir,en amor tan sempiterno,

14

en arrullo dulce,en contacto interno!

¡Oh, lo que yo encierroen mis cautiverios cuando Dios se posa dentro de mi seno…! ».

6-2-1973

¡Misterios entre Dios y el alma, entre la cria-tura y el Creador, entre el Todo y la nada…!Pero misterios de amor que traspasan al espí-ritu con las flechas que, como saetas, siendosacadas de las aljabas del Infinito Ser, son pe-netración de sabiduría amorosa para la esposadel Espíritu Santo.

Y estos «pasos» del Seyente en el misteriode su pasar, besar y posarse, que son diversí-simos en sus modos, maneras y estilos; sonsiempre comunicación de espíritu a espíritu ensabiduría sabida amorosamente, que va ense-ñando a la esposa el decir, en obrar misterio-so, de su divinal Consorte…

Es el Espíritu Santo también, con el beso desu boca, con la penetración de su dardo, elque, no sólo obra la unión entre Dios y el almaen estos diversos modos de irla cauterizando,engalanando, enjoyando y hermoseando en lasfiestas que ella apercibe en su interior y viveen disfrute familiar con las divinas Personas;sino que el mismo Espíritu Santo va fecundi-zando al alma-Iglesia, según el plan de Dios y

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 9: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

17

Él, y conoce su habla en la diversidad de do-nes y modos de obrar, lo que el mismo Diosle va diciendo, imprimiéndose en ella, en la di-versidad de sus modos de ser y de obrar en lamédula del espíritu…!

Por eso, ¡qué tortura cuando ha de expresarlas maneras increadas del actuar divino, conformas y palabras, sin que queden profanadosestos «pasos» de Dios bajo la expresión de con-ceptos humanos…!

Y así, sólo en el silencio de su interior, elalma se goza, sabiendo la conversación infini-ta del Eterno Ser obrándose en ella según sumodo personal y peculiar de actuar, y obrandoen ella la realización de sus planes según suinfinito querer en su coeterna voluntad.

¡Pobrecita alma acostumbrada a vivir delInfinito frente al mismo Infinito…, a percibir ellatido de su corazón…, el palpitar de su pe-cho, el respirar de su vida y el misterio de surealidad…!

¡Pobrecita…!, pues, habiendo escuchado laConversación infinita en su ser y en su obrar,sabe el Decir de Dios en sí mismo y en co-municación explicativa en lo profundo de lamédula de su espíritu…

¡Pobrecita criatura que, penetrando el decirde los diversos toques de Dios en explicaciónde sabiduría sabrosa y en comprensión de pe-netración intuitiva; y entendiendo, viendo y pe-netrando el misterio de la Eternidad, de la Infi-nitud, e incluso habiendo penetrado y saborea-

16

que, de tanto amarse Diosen la entraña de su seno,

surge un Amor personalen consustancial misterio;surge el Espíritu Santo,que es llama, en lengua de fuego.

Escuchad, hijos, Dios pasa;yo apercibo su aleteo;haced silencio en la hondura;¡ya sabéis cuán bueno es eso!

¡Silencio!, Dios está cercaen un pasar de cauterioque, mientras más da, más pide,pues amores son sus celos.

Escuchad, hijos, Dios pasa;responded y haced silencio,que yo siento su miraday apercibo su aleteo.

¿Qué importan ya las distancias?;vuestra alma está en mi centro,porque el amor del Dios vivome las incrusta en el pecho.

Escuchad, que Dios os besa;responded y haced silencio,porque nostalgia es amar,y amar es comprendimiento ».

13-2-1975

¡Bien sabe el alma que ha escuchado la con-versación infinita de Dios en Él, por Él y para

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 10: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

19

Tu querer es en mi hondura profundo como los celos; y, aunque intente resistirme,tu amor doblega mi empeño,

por ser cuanto Tú me pides tan constante como el Cielo, que no cambia en cuanto busca, al ser tu decir eterno.

¡Inútil que me resista; tu Palabra es como fuego! ».

25-11-1974

¡Yo quiero, mi Señor, escuchar tus infinitasconversaciones en Ti y en mí…, apercibir elpalpitar de tu pecho en Ti y en mí…, que esconversación comunicativa de amor eterno!

¡Y quiero, mi Señor, escuchar en mis ratosde Sagrario a tu Verbo Infinito, entre velos, enesta sublime y celestial manera en que Tú tehas querido comunicar a los hombres…!

Pues también, de este modo, el Verbo En-carnado se nos da en perpetuidad de amor,bajo las especies sacramentales del pan y delvino, en las diversidades de su decir inagota-ble. Ya que sus sabores, sus frutos y sus cap-taciones, por parte del alma, son recepción delmismo Infinito.

Porque es Dios quien le habla –pues en elsagrario está el Ser–, y ella bien lo apercibe…;¡pero el mismo Dios hecho hombre y oculto enel misterio de la Eucaristía…!

18

do el de la Subsistencia divina y coeterna; tie-ne que valerse de su pequeñito y pobre modode ser para decir al Ser en su ser hacia dentroy al Ser en su obrar hacia fuera…!

Cada palabra de Dios pronunciada en el es-píritu es un dardo de amor que, en cauteriza-ción aguda y taladrante, traspasa de parte a par-te en la comunicación de su candente, infinitay eterna sabiduría…

Y cuando la sabiduría de Dios se manifies-ta en voluntad, introduciéndose con la agude-za penetrativa del dardo candente de su hablaen petición dentro del alma, e impulsándolairresistiblemente a la realización de su deseo;ésta, al sentirse impelida por la fuerza divina,se lanza a realizar todo cuanto, imprimiéndoseen ella por el paso de Dios, el mismo Dios lepide con relación a ella misma o a los demás.

« ¿Por qué pones cuanto quieresen el fondo de mi pecho, como carbón encendido de cauterizante anhelo…?

¿Por qué tu obrar es decirme conversaciones de Inmenso con improntas de quehaceres que yo he de cumplirte presto…?

¡Hirientes son tus palabras, cual grabaciones a fuego, que me imprimen lentamente tus infinitos deseos!

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 11: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

21

rar de profunda penetración, incrustándose enla médula del ser.

« Cuando te miro, Jesús, el Infinito es quien habla, rompiendo en sabiduría por tu profunda mirada.

Pues son tus ojos sapientes, ¡tanto! que, para mi alma, dicen Eterno Seyente en sapiental enseñanza.

Cuando te miro, yo veo, tras las lumbres que te abrasan,la Eterna Sabiduría fluyendo por tu mirada.

Por los ojos de Jesús Dios mismo rompe en Palabra, diciéndose al alma amante, que, trascendida, le capta.

Yo no sé su colorido, pues nunca vi su mirada como se ve aquí en la tierra con percepciones humanas.

Pero sé cómo Dios mira desde su excelsa atalaya por los ojos de Jesús en sapiental llamarada.

Por eso, cuando le miro en sus pupilas sagradas, es el Seyente infinito quien se me dice en Palabra.

20

Por lo que también se apercibe el respirarde Cristo en el sagrario, el recrujir del latido–sin latido– de su corazón y el sonido de suvoz, distintos y distantes de todos los latidos,las respiraciones y las hablas de los hombres;porque es la penetración de su sabiduría divi-na que, con el matiz de Dios-Hombre, se nosdice y se nos da con corazón de Padre y amorde Espíritu Santo…

Yo conozco la mirada de Jesús sin haber vis-to sus ojos; ¡y no lo necesito para saber cómomira!

Yo conozco su tristeza y su sonrisa cargadade misterio, de amor y de entrega.

Apercibo la petición de su sed sedienta, yel taladro profundo de la herida de su corazónsangrante de amor por los hombres.

Sé cuanto Él me quiere decir en enseñanza,en petición o en donación, exigiéndome mi en-trega. Y nunca escuché con mis sentidos el ecode su voz, ni contemplé su mirada… ¡Pero nolo necesito para saber su mirar y su decir enconversación divina y eterna de amor infinitoa los hombres!

Él me mira…, yo le miro…; y, en su dona-ción de entrega y en mi respuesta de adora-ción, todo queda dicho bajo la brisa silenciosay deleitable del Espíritu Santo en el arrullo mis-terioso del silencio del sagrario…

Porque la mirada serena de Jesús es pun-zante con la agudeza del dardo de amor que,saliendo del pecho de Dios, revienta por su mi-

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 12: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

23

Porque María es expresión del Infinito en re-verberación del Eterno; siendo Ella por la quese nos descubre, se nos da y se nos manifies-ta el misterio de la Encarnación, obrado en susentrañas por el toque amoroso, consustancial,divino y trascendente, del virginal besar del Es-píritu Santo.

Yo conozco el «decir» de María cuando, enel saboreo de su cercanía, sin pronunciar pala-bras, me dice: Maternidad divina…, corazón deMadre…, señorío y virginidad; cuando me diceamparo y protección; cuando me acaricia en supecho, llevándome con ternura indecible y conabrazo maternal a su corazón.

Es María la que a mí se inclinó el 25 de mar-zo de 1962 y, sin nada pronunciar, me lo dijotodo con la infusión fortalecedora de su con-tacto maternal y amoroso:

« VIRGEN, MADRE, REINA Y SEÑORA…(Fragmentos)

¡Era blanca la Señora…!, ¡aquella que vi aquel día, cual centelleos de gloria, de majestad tan divina, que reflejaba al Inmenso en su infinita armonía…!

¡A mí vino y se acercó…! ¡En blancura relucía…! ¡Era tan blanca…!, ¡tan blanca…!, que su blancura decía,

22

¡Todo lo encierra Jesús en su profunda mirada! »

4-9-1975

El hablar de Dios es obrar lo que dice en lahondura del espíritu en sabiduría de aguda pe-netración. Dios habla sin palabras, y por eso elVerbo es pronunciado por el Padre en un si-lencioso y consustancial Dicho de ser.

La Eternidad es comunicación de todos losBienaventurados con Dios y entre sí sin pala-bras y sin conceptos; ya que, penetrados porla sabiduría divina, rompen en un saboreo deexplicativa comunicación amorosa.

Y el alma-Iglesia que vive de fe, llena deesperanza y encendida en las llamas candentesy deleitables del Espíritu Santo; en lo recóndi-to de su corazón, donde mora Dios en secretode misterio, y en saboreo de amorosa comuni-cación en intimidad con el Dios del Sacramen-to, junto a los pies del sagrario; escucha con-versaciones eternas ante la cercanía en paso delInfinito en divinos silencios…, que la lanza, lle-na de esperanza, en su búsqueda incansablehacia el encuentro del que ama.

Mi alma sabe también el decir de María Vir-gen y Madre por y en el misterio de la En-carnación en la cercanía de su maternidad, enel arrullo de su caricia, en la brillantez de sumajestad, en la blancura de su virginidad…

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 13: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

25

cuando llegué a comprender que Dios mismo me decía, en el corazón sencillo de su Madre y de la mía, con dulce maternidad, el modo en que Él quería a esta pobre “Trinidad” que, Él en la tierra tenía…

¿Era Dios, o era la Virgen…? ¡Era Él que me decía en el pecho de su Madre todo cuanto me quería…!; ¡y me quiso acariciar, como mi Jesús lo hacía día a día en el sagrario, cuando en su pecho ponía mi cabecita pequeña, porque niña me sentía cuando a Jesús me acercaba presente en la Eucaristía…!

¡Era blanca…!, ¡era Madre…!;¡qué fulgores envolvían su excelsa maternidad en virginidad sumida…!

Por eso quedó en mi alma la figura de María impresa con tanta luz, que, sin palabras, decía la eterna Virginidad que el Excelso en sí tenía, siéndosela en sus adentros por sí y en sí poseída

24

del modo que puede hacerlo criatura tan sencilla, la infinita excelsitud de trascendencia divina en resplandores de gloria,donde Dios vive su vida.

¡Qué señorío encerraba su blancura cristalina, reflejo del Sol eterno en sustancial compañía…!

¡Y yo la he visto en la tierra…!, mas no con estas pupilas con que se ven aquí abajo las cositas de esta vida; siendo los ojos del alma los que en mis honduras miran, y con los cuales Dios quiere que me introduzca en su vida.

Nada dijo con palabras, con su presencia, María; pero todo quedó dicho a mi alma dolorida con la dulce protección que la Virgen me ofrecía.

¡Era Virgen…!, ¡era Madre…!, ¡era Reina en su armonía…!Todo esto en mí imprimió en honda sabiduría, porque la vi con los ojos que, en mi alma, yo tenía.

¡Un veinticinco de Marzo…! ¡Cómo olvidaré aquel día!,

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 14: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

27

2 Cfr. Sal 132, 2.

gimo con gemidos que son inenarrables porel Espíritu Santo con mi lamento estremecidopor el penar de la Hija de Sión:

¡Ayudadme a ayudar a la Iglesia!, que, cualtorre fortificada, ¡fuerte, invencible, incorrupti-ble, inconmovible!, derramándoseme desde laaltura de su grandeza a la pequeñez diminutade mi nada, como el «ungüento que cae des-de la cabeza de Aarón, derramándose hasta laorla de sus vestiduras»2, me empapa y me pe-netra de la repletura de su divinidad y el la-grimear de su llanto jadeante y dolorido.

« Porque la Iglesia está heriday sus penares me cuenta,me desplomo enamoradaen donaciones secretas.

Agonía de mi Esposo,¡hunde en mi pecho tu queja!,que yo buscaré, en mis modos,consuelo para tus penas.

Cristo…, Iglesia dolorida…,llanto de gran trascendencia…,pues, si la Iglesia está herida,¿qué sentirá su Cabeza?

Cristo bendito del Padre,¡recibe así nuestra ofrendapor la gloria de tu Nombre y de tu Esposa, la Iglesia! ».

3-2-1976

26

en rompientes cataratas de paternidad divina.

¡Un veinticinco de Marzo…!, ¡sublime y terrible día…! que dejó por siempre impresa, en mi alma dolorida, la figura de la Virgen, tan Reina y enaltecida, tan reluciente y tan pura como el sol del mediodía ».

30-4-1993

Y cuando Dios me muestra a la Iglesia ensu realidad tan divina como humana; ante lahermosura de su rostro y su llenura de Divi-nidad, mi alma, penetrada e inundada por lafuerza y el impulso del Espíritu Santo, la pro-clama en un delirio de amor, rompiendo en me-lódicas y poéticas canciones, arrebatada y sub-yugada por la belleza de su rostro, lleno desantidad, juventud y divina hermosura, capazde hacer enloquecer de amor al mismo Diospor la Nueva, Universal, Eterna y Celestial Jeru-salén.

¡Iglesia mía!, ¡qué hermosa eres…!, ¡cuántote amo!

Mas, cuando la Nueva Sión aparece ante mimirada espiritual vestida de negro, tirada en tie-rra y llorosa, jadeante y encorvada, cubriendosus ricas joyas con un manto de luto, y con susentrañas desgarradas; pidiéndome ayuda a mí,la más pequeña, última, miserable y pobre delas hijas de esta Santa Madre;

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 15: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

29

que, introduciéndonos donde Él, nos hizo cap-tarle en su sabiduría comunicativa por la parti-cipación de nuestra naturaleza humana en sumisma naturaleza divina!

Yo sé lo que Dios me dice porque conozcosu voz y el arrullo de su paso entre millarespasando; y, en la brisa de su vuelo, aperciboel actuar de su ser en las entrañas de mi espí-ritu, sabiendo lo que me quiso decir en la sua-vidad sonora de su pasar, en un decir que fueobrado en mí por el beso de su Boca con eltoque de su divinidad; como la manifestacióndel poderío de Yahvé, encendido en celos porla gloria de su Nombre, en petición candenteque exige reparación ante su Santidad infinitaofendida.

Yo sé el hablar de Cristo en el sagrario, trasel silencio dulce de la Eucaristía, y la conver-sación maternal de Nuestra Señora toda Blancade la Encarnación cobijando mi alma en su re-gazo amoroso; como la canción de la SantaMadre Iglesia, Esposa inmaculada del Cordero,en su esplendor lleno de santidad y refulgentede hermosura, y el lamento desgarrador de supena dolorida taladrando las entrañas de mialma en la hondura de mi pecho.

Pero lo que no sé decir a los demás es cómoson estas «conversaciones» comunicativas en-tre Dios y mi alma, porque no cabe en la pa-labra humana la actuación infinita del EternoSer…

28

Y mi alma, sin nada ver, sin nada oír conlos sentidos del cuerpo, la contempla con losojos del espíritu en la diversidad de manerasque Dios se digna mostrármela; quedando gra-bada en mi espíritu con más seguridad, con máscerteza, que todo lo que se pueda ver o escu-char con los sentidos corporales.

Ya que las captaciones del alma son comoinfinitamente distintas y distantes de las per-cepciones de acá por los sentidos del cuerpo,sólo acostumbrados a percibir las cosas terre-nas; mientras que el espíritu, ilustrado e ilumi-nado por la sapiencia del Eterno, sobrepasatodo entender, comprender y discurrir.

Por eso, dame, Señor, tu pensamiento paraconocerte, tu Palabra para expresarte y tu Amorpara amarte; y así podré realizar, bajo la luz delEspíritu Santo y la fuerza que me invade, tumandato inscrito en mi alma y grabado, lacra-do y sellado como a fuego en lo más profun-do de mi corazón:

«¡Vete y dilo…!»; «¡Esto es para todos…!».

¡Ya no necesita mi alma-Iglesia –después detantos años de contactos amorosos en mis lar-gos y prolongados ratos de oración– de con-versaciones creadas, ni de medios humanospara saber a Dios en mi saboreo de vida si-lenciosa…!

¡Ya, entre la criatura y el Creador, Dios obróun misterio de intercomunicación tan perfecta,

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 16: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

31

en mi decir sin palabras, en mi clamar sin conceptos, en mi adorar lo que vivo por descorrer mis secretos.

Si callo, rompo en clamores en mi misión como Eco de mi Madre Iglesia en fiesta, de mi Madre Iglesia en duelo; pero, si hablo, profano la hondura de mi misterio.

Por eso, no sé qué hacer cuando me cerca el Eterno, cuando me invaden sus voces diciéndome sus misterios; ya que todo me es más tortura por la brisa de su fuego.

¿Cómo callar sin decir los ardores del Excelso, cuando, en arrullos de amores,con la brisa de su vuelo, deja sentir el sonido de su vibrante concierto?

Y ¿cómo hablar, si interrumpo los coloquios del Eterno,si profano, de algún modo, lo que hay en mis adentros?

¡Qué duro me es vivir cuando todo me es tormento; porque, cuando tengo a Dios, sé que pronto he de perderlo

30

Por eso, el descanso de mi vida se remansasilenciosamente en mi postura sacerdotal, que,postrándome en adoración reverente, me hacerecibir a Dios; y, respondiéndole, reparar suSantidad infinita ultrajada y ofendida y comu-nicarle a los demás en descanso de amor; re-tornándome, en mi misión universal, con loshombres de todos los tiempos que han sido,son y serán, ante el Infinito Ser como un him-no de alabanza y de gloria que se goza en queDios se sea en sí, por sí y para sí, todo cuan-to puede ser, sido, disfrutado y poseído, enConversación infinita en rompiente eterna defluyente felicidad.

« De mis ratos de Sagrario quise decir el misterio; quise explicar de algún modo el palpitar de mi pecho, cuando siento quedamente al Eterno en mis adentros.

Quise explicar sin palabras los besares del Inmenso, los toques del Infinito, el teclear del Silencio.

Quise romper, como fuera, lo que bullía en mi pecho, ¡y sólo logré quedarme en tan hiriente cauterio, que me sangran las entrañas en la hondura misteriosa de mi seno!

Mientras más digo, más sufro, pero callarme no puedo

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 17: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

33

2-4-1972

LAS VOCES DEL SILENCIO QUE EN EL SILENCIO HABLA

Cuando, silenciada, el alma apercibe la vozdel Eterno, rompe, en sus clamores, en brisacallada y en llamas de fuego, el silencio.

El silencio habla como en melodías de te-nues conciertos… El silencio habla en su rete-ñir sonoro y secreto, en misterio.

Es algo profundo lo que escucha el alma,que a decir no acierto, cuando, trascendida, oyeen la oración las voces del Verbo en silencio.

Nada explica tanto el habla de Dios, comoeste misterio de nada decir que, en sus teclea-res, contiene el silencio en concierto.

Es conversaciones…, melodías dulces en bri-sas de fuego…, eternos romances…, palabrasinéditas…, voces de cauterio, en secreto;

algo que se escapa…, algo que es tan gran-de envuelto entre velos, que es decir de Dios,silente y sagrado, que es el mismo Inmenso ensus fuegos.

¡Oh si yo lograra expresar las voces que opri-mo en mi pecho…!, que vienen y van, cuandoel alma logra quedarse en silencio, muy quedo.

32

por la extrañez de su paso mientras viva en el destierro…!

Quise decir de algún modo la hondura de mi secreto, cuando Dios se hace sentir en besares de misterio;

pero no tengo palabras por la impotencia que siento.

Por eso, por más que diga, no he conseguido mi intento, ¡y me quedé sin decir los pasares en posares y besares del Inmenso! ».

20-12-1971

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 18: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

35

1 Os 2, 16. 2 Mt 28, 20.

silenciado que por ninguna cosa de este mun-do quisiera perder.

Por lo que, quietecita, descansa en un sa-boreo que es vida, cercanía del Amado; que-dándose como trascendida en aquello que sóloapercibe y lo sabrá expresar el que, junto a lospies del sagrario o en lo recóndito y profundode su interior, sabe algo, en paladeo amoroso,de la cercanía del Bien buscado y hallado, enel secreto misterioso del arcano recóndito delespíritu: «Llevaré al alma a la soledad y allí ha-blaré a su corazón»1.

A la soledad de las cosas de acá, y a la bús-queda del encuentro con Dios que nos esperaincansable, bajo las especies sacramentales, he-cho Pan por amor, siglo tras siglo, sin cansar-se, tras las puertas del sagrario, por si algunoviene a verle para estar con Él en coloquios deamor, en dulce e íntima compañía amorosa.

Por lo que hay que buscar ratos para estaren el sagrario en silencio. Y junto a Jesús, enespera amorosa, pacífica, silenciosa y paulati-namente se va experimentando de una mane-ra secreta, pero profunda y silenciada, la cer-canía del Dios vivo, viviente y palpitante, quedice a nuestro corazón: «Y sabed que Yo estoycon vosotros todos los días, hasta el fin delmundo»2.

A Jesús le gusta ser buscado por los que ama,para manifestarles su secreto de amor tras lasnotas silenciadas de la brisa callada del silencio.

34

Tres clases de silencio se aperciben, en sa-boreo sagrado de eterno misterio, allí en lo pro-fundo del espíritu, en el contacto interior, sa-crosanto y silenciado del alma con Dios, y enlos ratos de sagrario, ahondada en el misteriodel Señor del Sacramento que se oculta, silen-ciado tras las noches del misterio, esperandopor si alguno viene a verle.

Uno –silencio de bienestar, de saboreo, dedulzura, de paz, de enajenación–, el que ex-perimenta el alma que, saboreando de algunamanera la cercanía del Eterno, busca, llevadapor el deseo suave y silencioso que apercibeen su interior, la soledad;

en la cual descansa amorosa, reposando enla cercanía del que ama; como reclinada en elpecho de Jesús que la espera incansable paraque, tras la búsqueda del que se lanza a su en-cuentro, aperciba su presencia deleitable, sa-brosa y silenciosa, que de alguna manera le ha-bla, en el misterio de la cercanía de Jesús, tansilenciosa y sobrenaturalmente que, sin sabercómo es, es separación de las cosas de acá yunión sapientalmente amorosa y comunicativadel espíritu con el Dios del Sacramento.

El que busca a Dios tras las puertas del sa-grario o en el recóndito de su corazón, perse-verante, le encuentra en un descanso de paz yun saboreo secreto y deleitable que le hace des-cansar, sin nada saber, sin nada querer, sin nadabuscar y sin nada escuchar, bajo la sapienciasuave y sabrosa de algo sobrenatural que hacereposar el espíritu en un regustito de silencio

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 19: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

37

rosa, bajo el arrullo silencioso y sacrosanto delEspíritu Santo;

perseverante en la búsqueda del Dios de sucorazón, queda y paulatinamente, va siendo in-troducida, y como trascendida, en otro silencioque no es de acá; que, más que silencio, es unrumor silencioso…, profundo… que es trasun-to de tenues conciertos que llenan al alma derecogimiento, sintiéndose cerca del Amor Eter-no, mas sin poseerle del modo certero que lonecesita el amor en vuelo, en la cámara nup-cial del Infinito Ser, ahondada y penetrada ensu silencio sagrado.

El silencio de las cosas de acá pone al almaen contacto con Dios; y este silencio interior lallena de vida y la hace capaz de escuchar alVerbo, de recibirle, de captarle, de apercibir suconversación, de gustar su misterio, de alimen-tarse en su gozo, en su vida, en su perfeccióny en su secreto…

Y ¡qué profundidad tan maravillosa, tan se-creta, tan tierna, tan misteriosa, tan saboreable,tan cercana, y al mismo tiempo tan distante ytan distinta del silencio de las cosas creadas,tiene este silencio, que, en su modo creado,nos pone en contacto con el Increado y es ha-bla de Dios de espíritu a espíritu…!

« ¿Qué tiene el silencio,en las melodíasde sus notas dulces,que habla de Inmenso…?

36

« Cercana lejanía…,nostalgia del Eterno…,dulce melancolía

de Dios…

Horas largas de esperame llaman al silencio,donde el Amor de amores

me amó.

Misterios del Sagrarioque el alma amante intuye,en días silenciosos

de Sol…

¡Lumbrera de mis ojos!,¡fuego de mis volcanes!,¡aurora de mi vida

en calor…!

Corro buscando ansiosael término seguroque replete en mis luchas

mi don.

Secreta es mi carreraen busca del Amor ».

5-1-1974

Tras este silencio, vivido en la intimidad conJesús en la Eucaristía o por la presencia de Diosen lo recóndito e íntimo de nuestro corazón,donde el alma-Iglesia por la gracia, mediantesu vida de fe, participa del misterio de Dios ensu Trinidad de Personas morando en ella y co-municándosele en participación de vida amo-

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 20: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

39

tro de aquella hondura, le hace escuchar con-versaciones en voces eternas del Ser.

Conversaciones que no son palabras, sinoque es sabiduría sabrosa de silencio secreto.Pero una sabiduría tan subida y silenciosa y unsilencio tan sabroso, que el alma sabe saborea-ble y deleitablemente –sin saber– cómo no esprecisamente que esté saboreando la dulzuradel silencio de acá, aunque sea espiritual, sinoque está sumergida y embriagada en la pose-sión del Silencio que es Dios; que, en claus-trales requiebros, son voces de fuego que co-munican al espíritu algo tan misterioso, taninédito, tan hondo y tan secreto, que sólo elInfinito Silencio sabe decir en la conversaciónsabrosa de sus voces…

Porque el Silencio que es Dios, ¡son voces!;voces de sabiduría en concierto de paz y enromance de amor; voces de vida eterna; vocesque el espíritu abierto comprende que son me-lodía en cercanía de Eternidad…; melodía deEternidad que son comunicación del Eterno ymanifestación de sus atributos y perfeccionesen sabiduría sabrosa de divino y consustancialSilencio.

« Cuando Dios me ahonda dentro de las vocesque encierra el Silencio,

quedo sumergida en lo más profundode su ocultamiento;

y allí, sin palabras, respondo en mi estilodel modo que puedo,

38

¿Qué tiene el silencio,que invita a adorar,toda trascendida,ante su misterio…?

¿Qué tiene el silencio,que hiere en el almay la deja ungidaen brisas de Cielo?

¿Qué tiene el silencio,que impregna, en su don,todo lo que es vidacon su roce quedo…?

¿Qué tiene el silencio,que habla de Diossólo en el rozarde su tenue beso?

¿Qué tiene el silencio,que, sin decir nada,con su brisa hondame habla de Eterno?

¿Qué tiene el silencio…?¿Qué tienen sus notas…?¿Qué tienen sus brisas…?¿Qué tienen sus fuegos…? ».

22-4-1972

Y hay un tercer silencio que es distinto ydistante de todo lo de acá, porque es cercaníadel que Es en posesión del misterio del Eterno,y que sumerge al espíritu y lo silencia en elMisterio infinito de su profundidad. Y allí, den-

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 21: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

41

el silencio más o menos sobrenatural, o más omenos trascendente; llevada por Él a la sepa-ración de las cosas de acá y sumergida en laembriaguez del gozo sapiental de su cercanía.

Pero ¡¿qué tiene que ver con lo que se ex-perimenta cuando Dios se hace vivir en el atri-buto del silencio, el cual, rompiendo en vocesde comunicación, deletrea en silbo delgado lasabiduría sabrosa de sus infinitos atributos yperfecciones…?!

Ya que, cuando el alma, levantada de todolo de acá y sumergida en el silencio sacrosan-to del Ser, se siente introducir en el Silencio yatraída por él; conforme se va adentrando, aper-cibe en la hondura del espíritu un teclear deinéditos conciertos, en una profundidad y en un«algo» fino y delicado; ¡tan dentro, tan secretoy sobrenatural!, que se experimenta en la hon-dura honda del silencio callado del espíritu.

Y se descubre allí, en lo recóndito del ser,allí dentro, ¡dentro…!; de tal forma que todoslos ruidos, los pensamientos y las imaginacio-nes que pudieran venir, todo lo que sea dis-tinto y distante de esa percepción que se estáexperimentando en lo profundo del CoeternoSeyente en su consustancial silencio, ¡todo,todo! le sabe al alma a rotura e impedimentode aquello que está viviendo en lo más inte-rior y lacrado de su espíritu.

Cuando el alma, en su silencio, se pone encontacto directo con Dios, de espíritu a espíri-tu, todos los ruidos de la tierra parece que au-

40

sin nada decir con frases terrenasde cuanto comprendo.

¡Secretos profundos de la voz eternadel Verbo en mi pecho…!

¡Ay, cuánto descubro dentro de la honduraque oprimo en mi seno…!:

Son voces claustrales, melodías dulcesde eternos conciertos…,

sonoros amores del Ser en mi alma,con tiernos acentos…

¡Es tanto y tan dulce, tan enamoradolo que yo contengo!,

que el Silencio rompe en hablas sagradas,dentro, en mis cauterios.

¡Qué dulce!, ¡qué hondo, qué tierno y secreto

es gustar las voces que encierra el Silencio! ».

13-3-1975

Una cosa es sentir el silencio de la creaciónque, con su voz inanimada, nos habla del In-menso o la dulzura del silencio espiritual, con supaz, su gozo, su trascendencia en nuestros ratosde oración o en el silencio del espíritu; y otrasentirse introducida en Dios, que es el eterno,consustancial, subsistente y divino Silencio. Escomo un salto de lo creado al Increado, de lacriatura al Creador, de lo humano a lo divino.

Es verdad que, ante la cercanía de Dios, elalma, de una u otra manera, es introducida en

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 22: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

43

su silenciosa Palabra en silentes aleteos;

aleteos de amor puro en su besar de concierto.

Dios es Silencio divino… Hijos, ¡qué profundo es esto!

Silencio, en la Eucaristía, silencio, en los altos cielos, silencio, dentro del alma, silencio, al arder el fuego…,

porque Silencio, en su vida, es el Seyente Coeterno ».

13-2-1975

Tres clases de silencio conoce mi ser, los dosprimeros son preludio del tercero y prepara-ción para él, pero como infinitamente distintosy distantes.

Para ser introducida en el Silencio del Ser esnecesario que el alma haya sido anteriormenteposeída y robada totalmente, en enajenación ypérdida de todo lo de acá, por el silencio sa-broso que la cercanía del paso de Dios infun-de en el espíritu.

Tras este silencio, el Amor Infinito coge a laesposa del Espíritu Santo y, adentrándola en suseno, le hace pasar del silencio espiritual alabismo insondable de su serse Silencio. Y allí,en la hondura honda de su misterio, en vidade Eternidad, le dice, en la conversación de suinfinita Sabiduría, su serse, en melodías eternasde infinitos y coeternos conciertos.

42

mentan al sentir el toque del Eterno Silencioque la va introduciendo lentamente, levantán-dola de todo lo de acá con la brisa de su pasoy el roce de su vuelo, sabroso y deleitable, enese saboreo delgado que la pone en unión di-recta con el mismo Dios.

Pareciendo a quien esto vive como si expe-rimentara la separación del alma y del cuerpo;tomando todos los ruidos externos unas di-mensiones terribles, y siendo todas las cosascomo un choque fuertísimo que le repercutendolorosamente en la médula del ser.

¡Qué martirio sufre mi espíritu ante el con-tacto con Dios en silencio, y ante su fuerza queme impulsa irresistible y desgarradamente a de-cir lo que tengo en mí y la lucha de no saberexponerlo…!

« En el silencio te busco, en el silencio te encuentro, en el silencio te vivo, y en sed de silencio muero.

Nada hay que diga tanto como la voz del silencio, donde el mismo Dios se dice en silencioso misterio.

Cuando penetro en la honduradel silencio de mi Verbo, escucho cómo Dios habla en beso de Coeterno.

Dios es Silencio infinito que, en silencio, va diciendo

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 23: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

45

silencios con minúscula y el Silencio con ma-yúscula que se es Dios, bajo las notas sacro-santas y silenciosas del misterio ante el paso deDios en beso de Eterno.

Mi silencio es Dios en voces claustrales deeterno misterio. Y cuando mi alma entra en elvolcán de su fuego eterno, gusta –de gustar–el néctar divino de su cautiverio. Y se sientepresa, y se siente herida en su mismo centro,toda sumergida en la grieta honda del volcánabierto.

¡Todo es un martirio por ver que no digoeso que yo siento que el Silencio es, y que nose puede decir entre velos; eso que no sabedecir mi palabra con estas maneras, frases yconceptos, por más que lo intente con mi po-bre acento!

Hoy he comprendido en un modo nuevoque el Silencio es Dios, en este silencio queapercibo yo cuando entro dentro.

Por fin hoy he roto con este misterio; pues,cuando decía que iba al silencio, siempre aper-cibía un hondo secreto que, en su trascenden-cia, me sabía a Eterno, sin que aún supiera sudesciframiento… ¡Y es que mi Silencio no erade acá, era de los Cielos!

Y por eso sola vago en mi destierro, porquesiempre llamo del modo que puedo, con misexpresiones, humano a lo eterno.

44

Y cuando, abismada y poseída por el silen-cio en la cercanía de la posesión del Subsis-tente Ser, infinito y eterno, empieza a experi-mentar que éste no es el silencio que necesita,a pesar de serle tan profundamente saboreable;entonces es cuando está siendo preparada porDios para ser introducida en la cámara nupcial,recóndita y sellada, de su Silencio sagrado.

Y apercibe como si se abrieran unos porto-nes que separan a todo lo de acá del Infinito;y que, sin saber cómo, en un instante de si-lencio indescriptible y en un vuelo de miste-riosa trascendencia, es introducida e internadaen el Silencio del Ser, dejando como infinita-mente distantes los silencios que, para ella, fue-ron camino certero y seguro que la llevó hastala puerta suntuosa del eterno e infinito Silencioque es Dios.

Y una vez introducida en aquella honduraprofunda, experimenta que, tras ella, se le ce-rró la puerta, y que existe un abismo de sepa-ración entre el silencio creado y el increado,como podría existir entre la vida y la muerte,entre la tierra y el Cielo, entre el Todo y la nada,entre la criatura y el Creador; pasando a vivir,por el silencio de acá, al Silencio infinito que esDios en su ser, en la conversación eterna de susubsistente y consustancial silencio, que son vo-ces inéditas de divinales conciertos.

Hoy he comprendido y vivido, de una ma-nera nueva, la separación completa y absolutaentre el silencio creado y el increado, entre los

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 24: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

47

6-12-1973

ORAR ES AMAR.

LA ORACIÓN ES OMNIPOTENTE PARA EL HIJO DE DIOS QUE, SENTADO EN SUS RODILLAS,

CON CRISTO, POR ÉL Y EN ÉL, BAJO EL IMPULSO

DEL ESPÍRITU SANTO LLAMA A DIOS: PADRE

Dios vive el misterio insondable y trascen-dente de su vida trinitaria en la plenitud apre-tada de su infinita perfección;

siendo y teniendo en sí, por sí y para sí, ensu acto abarcado y coeterno de vida, todo cuan-to infinitamente pudiera apetecer, ser y poseer;

no necesitando nada fuera de sí para ser ytener cuanto es y cuanto tiene, porque es, eninfinitud, todo lo que infinitamente puede ser;

y lo es, en su perfección coeterna de serlo,por infinitud infinita de perfecciones y atribu-tos, y tiene cuanto puede tener; a pesar de po-der ser y tener todo en subsistencia abarcada,divina, eterna e infinita.

El hombre es lo que Dios ha querido quesea, y tiene cuanto Dios gratuitamente ha que-

46

¡Mi Silencio es Dios…! Es voces de Cielo…,es conversaciones en concierto inédito que gus-ta mi alma cuando a mi Dios tengo…

Hoy he comprendido en un modo nuevo lasprofundidades de mis tres silencios: Uno quees descanso en paz de consuelo; otro cercaníadel Dios de los Cielos; mas otro es claustralesvoces del Eterno.

Los tres son sabrosos, los tres son muy bue-nos; unos son de acá, otro de los Cielos.

Uno lleva al otro. Uno se consigue a fuerzade esfuerzos; otro, que es toque de Dios, besode cauterio, cercanía dulce, que remonta envuelo al alma que busca en su reclamar, consu regustar, las lumbres del Cielo.

¡Mas el otro es Dios que habla en secreto,dentro, en la sustancia, de su gran misterio!; ¡esexplicación en voces de fuego, comunicacionesen su mismo seno de los atributos que, en des-cubrimiento, Dios nos da de balde en dulcesencuentros!; sin que el hombre sea capaz detenerlo por las propias fuerzas de su valimien-to y gustar el don del Silencio eterno.

Hoy he comprendido la gran diferencia queenseña el misterio. Hoy he comprendido, en unmodo dulce y en un modo nuevo, que el Si-lencio es vida, ¡tanto!, que es eterno: es la Eter-nidad vivida en destierro.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 25: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

49

2 Cfr. Jn 15, 5.

Cuando el pecado nos separó de Dios y nossacó de nuestro centro, lanzándonos por de-rroteros que nos alejaban del sumo y únicoBien, Dios mismo, inclinándose en compasiónmisericordiosa hacia la miseria de nuestra ruin-dad, determinó, en un derroche infinito en de-rramamiento de amor hacia la humanidad caí-da, hacerse Hombre: Camino de luz que nosconduciría nuevamente a su Vida por medio dela Verdad que, como Palabra Infinita del Padreencarnada, nos manifestó en el amor coeternodel Espíritu Santo.

Y para que esto se convirtiera en realidadperfecta y acabada, nos injertó en Él, «comolos sarmientos en la vid»2; haciéndonos unacosa consigo mismo, reencajándonos en su planinfinito para hacernos vivir en Él, por Él y conÉl, en el acoplamiento perfecto de la voluntaddivina, según su designio amoroso al crearnos.

Pero, al incorporarnos a su plan de Reden-ción, quiso asociarnos a sí, de manera que suvoluntad sobre nosotros se realizara por nues-tra colaboración y adhesión a Él como sumo yúnico Bien.

Dios se nos da total e incondicionalmente,nos descubre y manifiesta por Cristo, a travésde María y en el seno de la Santa Madre Iglesia,la realidad infinita y profunda de su ser y desu obrar, y nos pide nuestra respuesta libre ypersonal a la donación infinita y amorosa de suentrega.

48

1 Sal 41, 2-3.

rido darle. Dios quiso crearle a su imagen y se-mejanza para que fuera expresión en reverbe-ración de su infinita perfección, y para que leposeyera por gracia, participando de su mismanaturaleza divina.

Todo lo que Dios es, en Él es realidad infi-nita, sida y poseída en adhesión coeterna a símismo. El hombre es imagen de Dios y le po-see en la medida que a Él se adhiere.

Por lo que, para llenar la plenitud de su sery de su obrar, la criatura, creada esencial y ex-clusivamente para poseer al infinito y sumoBien, ha de tender irresistiblemente –y tiendeaunque la mayoría de las veces sin saberlo– ha-cia Dios, único fin para el que fue creada, yúnico medio para llenar todas las exigencias yapetencias de su corazón;

«Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a Ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?»1

para saciarme en las corrientes de sus eternosmanantiales, ante la contemplación de la luz desu semblante…

Y cuando esto hace, vive en el encajamien-to de su realidad, es feliz y da sentido perfec-to a todo su ser y actuar.

Por lo que un hombre que no tiende haciaDios, es un ser deforme en la creación, fuerade su centro y desencajado de su fin.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 26: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

51

3 Jn 4, 14. 4 Jn 15, 16. 5 Cfr. Mt 17, 20.

«El que beba del agua que Yo le daré notendrá jamás sed, que el agua que Yo le dé sehará en él una fuente que salte hasta la vidaeterna»3.

¡Cuánto tiene Dios preparado para nosotros,y, a veces, qué poco recibimos, por no sabero no querer prepararnos ante el paso de suamor eterno…!

Nos creó y nos redimió para que fuéramossemejantes a Él, y para que viviéramos en lacompañía hogareña de su Familia Divina, peropor medio de nuestro «sí» de colaboración asu entrega amorosa.

¡Cuántas cosas quiere darnos…! ¡Cuántos bie-nes espirituales e incluso materiales que, por fal-ta de entrega, colaboración y respuesta al de-rramamiento de sus dones y frutos, se quedanen el querer divino sin convertirse en realidad…!

«Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nom-bre os lo concederé»4. ¡Todo! Dando tal fuerzaa nuestra oración, que, por Cristo, en Él y conÉl, bajo la fuerza y el impulso del Espíritu Santo,somos omnipotentes ante el Padre.

¿Por qué no conseguimos entonces casi na-da? Porque no pedimos como debemos; y poreso la mayoría de las veces nuestra vida se haceinfructuosa y nuestros ruegos estériles.

Ya que «si tuviéramos fe como un grano demostaza, le diríamos a aquella montaña que vi-niera aquí, y vendría. Nada nos sería imposible»5.

50

Nos invita a seguirle, haciéndose Él mismopara nosotros el Camino sugestivo de la felici-dad que nos conduce a su Vida. No nos obli-ga; su amor infinito nos invita generosamentea la plenitud de la posesión de su vida segúnnuestra capacidad, y exige nuestra colaboraciónen respuesta, para llegar a conseguirle comoúnico fin, para el cual hemos sido creados.

Fue plan de Dios llevarnos a Él, al crearnosa su imagen y semejanza; es plan de Dios in-corporarnos a Él por medio de la Redención; yes plan de Dios –que Él voluntariamente res-peta– que su donación infinita sea recibida cony por nuestra colaboración; y por eso se nosda incondicionalmente, pero le recibimos en lamedida en que nos abramos a su donación in-finita y eterna.

Hijos de la Santa Madre Iglesia, Nueva, Uni-versal y Celestial Jerusalén, miembros vivos yvivificantes del Cuerpo Místico de Cristo; ¡quéharía Dios en nosotros y con nosotros si nosabriéramos a su acción santificadora…! ¡Quéplenitud de vida y de felicidad la de nuestraposesión…! ¡Qué anchurosidades de horizontesse nos descubrirían en los torrenciales manan-tiales de las eternas Fuentes…!

Pero no todos nos saciaremos de las aguasdel cristalino arroyo, sino el que se pone a re-cibir de sus infinitas corrientes y en la medidaque se abre a los afluentes insondables e ina-gotables que brotan del Seno del Padre por elcostado abierto de Cristo en derramamientoamoroso sobre la humanidad.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 27: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

53

« Horas de Sagrario que son un encuentro con el alma herida en su caminar; encuentro amoroso del Amor que pide amor al que ama, sólo para amar…

Horas de Sagrario…, ratos de silencio…, peticiones dulces, tierna intimidad…; coloquios de amores…, relación de amigo…, manifestaciones de Divinidad…

Horas de Sagrario, melodías tenues en tierna añoranza que invita a adorar…

Dios está tan cerca, que el alma, en silencio, siente allí el latido de su respirar.

Horas de Sagrario…, horas de misterio…, ratos de presuntos en felicidad…; coloquios de Cielo, donde el hombre vive, con dulces acentos, en peregrinar, momentos sublimes en la Inmensidad…

Horas de Sagrario reclaman mis ansias, y hoy pido a las almas, tras mi reclamar, para que aperciban, en tiernos coloquios, los misterios hondos de la Eternidad.

Horas de Sagrario que son un abismo donde el hombre entra para contemplar el misterio inmenso del Dios escondido tras la forma humilde de un trozo de Pan.

Horas de Sagrario, en gritos de amores implora a las almas mi maternidad.

¡Horas de Sagrario!, hijos de mis ansias, que el Amor espera en sus días largos sin cansarse nunca, en tierno esperar…

52

6 Jl 2, 17.

Dios tiene innumerables gracias pendientesy como colgadas de nuestras peticiones, ya que,al injertarnos en Él, nos dio un sacerdocio re-cibido de la plenitud del Sacerdocio de Cristo,capaz de arrancar los tesoros infinitos de su pe-cho, en derramamiento para todos los hombres;y, en el ejercicio peculiar de nuestro sacerdo-cio –oficial o místico–, nos hacemos fecundosy vitalizadores dentro de la Iglesia.

Sacerdocio real y misterioso que repletanuestras vidas en la llenura de la posesión deCristo, frente a Dios y frente a los hombres.

En la medida que tenemos a Dios, lo co-municamos y, por nuestro sacerdocio peculiar,vivido «entre el vestíbulo y el altar»6, le glori-ficamos y damos vida a las almas.

¡Qué manantial de gracias, de dones, de fru-tos y de riquezas tiene el Padre contenido enel volcán de su seno abierto, esperando denuestra oración sencilla, cálida y familiar, paraderramarse en frutos de vida eterna…!

¡Qué grande, qué omnipotente, qué pode-roso es un hombre orando en postura sacer-dotal a los pies del Sagrario…! Tanto que, anteél, el Cielo se abre para volcarse sobre la hu-manidad.

Éste es el misterio de la Eucaristía: la espe-ra amorosa e incondicional del Amor Infinitobuscando los corazones sencillos para entre-gárseles totalmente.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 28: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

55

8 Lc 11, 9-10.

Quiso también concedernos todo cuanto lepidiéramos según su voluntad, y sometió anuestra oración innumerables gracias y donesque le serían arrancados de su pecho benditoen la medida de nuestra petición.

Cuando no oramos, los perdemos. Y poreso, ¡cuántas gracias perdidas…!, ¡cuántas cosasque Dios quiere concedernos para nosotros ypara los demás por medio de nuestra petición,y, por no pedírselas como debemos, no las al-canzamos…!

«Pedid y recibiréis; buscad y hallaréis; lla-mad y se os abrirá; porque quien pide recibe,y quien busca halla, y al que llama se le abre»8.

Yo hoy he comprendido de una maneracomo nueva, en una ráfaga luminosa y subyu-gante de luz y en una penetración aguda deesta verdad en mi entendimiento, que, cuandolas cosas marchan mal es porque, al no vol-vernos a Dios, no hacemos como y lo que te-nemos que hacer, por lo que no conseguimoslo que tenemos que conseguir; ya que, en laoración, no sólo se aprende lo que hay que ha-cer y se consigue lo que hay que conseguir,sino que se esclarece el entendimiento en eldescubrimiento de los misterios de Dios y losplanes eternos de su voluntad para todos y cadauno de nosotros.

¡Qué sencillamente he comprendido y conqué seguridad he visto el corazón infinito de

54

7 Hch 4, 12.

¡Horas de Sagrario que son un “trocito” de la dicha eterna de la Eternidad…! ».

9-5-1972

¡Qué grande es orar y qué pocos lo descu-bren…! Y por eso, cuántas gracias contenidasy cuánta voluntad divina sin cumplir entre loshombres.

Por lo que, en las épocas de la Iglesia enque los cristianos oran más, su irradiación apos-tólica es más sobrenatural, más segura, más ex-tensiva, más fructífera, ya que todo cuanto pi-damos al Padre en nombre de Jesús se nosconcede. ¡En nombre de Jesús! O sea, segúnJesús, según su plan eterno y sobrenatural, queha querido asociarnos a su donación infinitapara con nosotros mismos por medio de la ora-ción. «Bajo el cielo no se nos ha dado otronombre que pueda salvarnos»7.

Dios determinó, en su plan coeterno, dar-nos cuantas gracias necesitáramos en común yen privado en el seno de la Iglesia. Y las de-positó en su seno de Madre y se nos comuni-can en dones y frutos del Espíritu Santo, en ypor los Sacramentos, instituidos por Cristo y en-comendados a los Apóstoles y sus Sucesores;pero quiso que fuéramos a buscarlas con espí-ritu contrito y corazón sincero. Por lo que, sino las buscamos, no las encontramos y las per-demos para siempre.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 29: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

57

Porque ¿dónde encontrará la criatura el ver-dadero sentido de su ser y de su obrar con laauténtica sabiduría que ilumine su existencia, sipierde el contacto con el que es la Luz de susojos y el Camino de su peregrinar?

« Se hizo de noche y cayó el silencio, que envuelve en las notas de una inmolación, nostalgias sagradas cargadas de amores,que esperan serenas su victimación.

¡Qué importa que el mundo no entienda el misterio…!

Mi alma se goza en crucifixión, con un “sí” que exige todo, hasta la muerte, sin más recompensa que dar gloria a Dios.

Alabanza quiero ser del Infinito, descanso del Cristo que, en su petición, pone en las entrañas de mi pecho herido un hondo gemido, pidiéndome amor.

Diversas maneras busca el Dueño mío para recrearse con mi donación: requiebros de amores o penas calladas que son silenciadas por la incomprensión.

¡No importan los modos que en mi alma amante

imprime el Eterno dentro en mi interior! Ahogada me siento por tantos penares,mas sé que mi Esposo es consolador.

Y por eso, siempre que vengo al sagrario, Él me besa quedo y, en su corazón,

56

9 Rm 8, 32. 10 Cfr. Heb 1, 3.

nuestro Padre lleno y rebosante de gracias, do-nes y frutos, esperando que le sean arrancadospor nuestra petición sencilla, expansiva y amo-rosa para la llenura de nuestro ser y actuar, enrelación con nosotros mismos y con los de-más…!

«El que no se reservó a su propio Hijo, sinoque lo entregó por nosotros, ¿cómo no nos darátodo con Él?»9.

A los pies del Sagrario es donde se apren-de a ser lo que tenemos que ser y a hacer loque tenemos que hacer. Ante las puertas delsagrario, «los Portones suntuosos de la Eterni-dad», donde se oculta el Dios vivo, «Luz deLuz y Figura de la sustancia del Padre»10, sur-ge la vocación a la virginidad, al sacerdocio;florece la vida misionera y se llena de impulsonuestro corazón, de luz nuestro entendimiento,de amor nuestra voluntad y de fuerza nuestroactuar, para realizar los planes divinos con ale-gría y seguridad.

Por eso, cuando el hombre pierde su con-tacto con Dios, único fin para el cual fue crea-do, la oscuridad de la noche lo envuelve, dejade ser lo que tiene que ser, y, actuando en con-secuencia, hace lo que no debe, o como nodebe;

entonces, no surgen vocaciones, la vida mi-sionera languidece, el humanismo se apoderade los corazones, el confusionismo nos invadey las concupiscencias nos arrastran y esclavizan.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 30: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

59

mientras, dolorida, presentaba a Jesús la si-tuación espeluznante que mi espíritu apercibíaentre los hijos de la Santa Madre Iglesia, le dije:

«Jesús, ¿y Tú qué piensas ante la vaciedady la volubilidad de los pensamientos de loshombres…?»

Apercibiendo su contestación amorosa queme respondía:

«Yo siempre pienso igual, porque mi pen-samiento es eterno y perfecto; por lo que noestá sometido a cambios ni criterios distintos».

Con lo cual, entendiendo que, ante la per-fección infinita del pensamiento divino, ¡inmu-table!, ¡infinitamente abarcador!, no podía ha-ber cambio, comprendí que la diversidad denuestros pensamientos humanos y confusos,personales y colectivos, volubles e imperfectos,nos sometía a estar siempre cambiando ennuestro modo de ser, de pensar y de obrar.

Y la comunicación de esta verdad, hecha porJesús a mi alma, fue tan luminosa, profunda,sabrosa y deleitable que, descansando amoro-samente en el pecho del Señor saturado deDivinidad, le volví a decir:

«Jesús, yo no quiero los pensamientos de loshombres. Yo quiero tu pensamiento, que esperfecto, para pensar siempre como Tú.

No quiero más pensamiento que el tuyo, paraser perfecta y obrar siempre según tu voluntad.

Dame tu pensamiento y así no me equivo-caré nunca, y actuaré, contigo y por Ti, siem-pre en perfección.

58

escucho un lamento que ansía respuesta a la gran tragedia de su Redención.

Así he de escucharle en largas esperas, hasta que a Él le plazca mostrárseme en sol, pues sus ojos siempre son lumbres de fuego, aunque la tristeza nuble su esplendor.

Por ello, el sagrario donde yo le espero es para mi vida, sellada por Dios, portones eternos que ocultan, tras velos, la gloria excelente del Seyente en don ».

8-3-1977

¡Qué pacífica, qué dulce y qué serenamen-te he comprendido hoy que el corazón de Diosno cambia!

Como también lo comprendí aquel día en elcual, estando con Jesús en el sagrario, ante laconfusión aterradora de la mayoría de los hijosde la Iglesia que alocadamente corren buscan-do a Dios sin encontrarle por el camino de suvoluntad, ofuscados por el desconcierto de laconfusión que nos invade y el «yo» obstinadode su soberbia;

profundamente afligida, le pregunté al Espo-so de mi alma, oculto por amor en el misteriode la Eucaristía, que cómo era posible que loshombres cambiaran tanto de pensamiento, decriterios, de modos de ser y de actuar segúnlos siglos y los tiempos…

Y viendo cómo no conocían la verdaderavoluntad de Dios, y, alocados, no sólo vivíanconfusos, sino que confundían a los demás;

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 31: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

61

12 1 Jn 5, 14. 13 Jn 14, 23.

Cuando te miro en tu vista,resplandezco ».

21-4-1970

Está lleno el Amor de eternas misericordias,ardiendo en ansias infinitas de derramarse entorrentes de luz amorosa sobre la humanidad;pero espera la tendencia sencilla de nuestrasvidas hacia Él, la petición clamorosa de nues-tras oraciones para volcarse concediéndonostodo aquello que, en nombre de Jesús, le pi-damos.

«En esto está la confianza que tenemos enÉl: en que si le pedimos algo según su volun-tad, nos escucha»12.

También he comprendido que, si no se lopedimos en el amor, con fe llena de esperan-za, no nos lo concede; descubriendo el porquéde la situación pavorosa en que nos encontra-mos muchos de los miembros de la Iglesia.

Ha conseguido el Maligno separar a los hi-jos de Dios del contacto con su Padre junto alos pies del sagrario y en lo profundo e íntimode su corazón, donde Dios mora de asiento,por la gracia, en comunicación íntima y amo-rosa: «El que me ama guardará mi Palabra y miPadre lo amará, y vendremos a él y haremosmorada en él»13; por lo que somos templos vi-vos de Dios y morada del Altísimo.

60

¡Yo no quiero los pensamientos de loshombres, tan vacíos, pobres, confusos y mez-quinos…!»

Penetrando la frase de la Escritura: «Los pen-samientos de los hombres, ¡cuán vanos son!»11.

« Cuando me hundo en la luzde tu infinito misterio,mi pobre mente se pierde,quedándome sin conceptos;

y entonces, ¡y sólo entonces!,me introduzco en tus adentros,y descubro, con tu Sol,tu pensamientoen la eterna trascendenciade tu Beso.

Y allí admiro tu Verdad,y allí adoro lo que veocon la infinita pupilaque Tú te miras en celoen la recóndita hondurade tu seno.

Pero, si intento mirartecon mi vista en el destierro,sin saber cómo será,yo te pierdo.

Por eso dame tu luzy tu fuego,que es vivirte;más no quiero.

11 Sal 93, 11.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 32: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

63

14 Is 9, 5.

hombre en lugar de Dios, relegando a Dios,por lo tanto, a un segundo plano, con el finde, paulatina y ladinamente, irlo haciendo desa-parecer del corazón del hombre.

¡Qué grande, qué omnipotente es la fuerzaavasalladora de un alma sencilla que imploraadorante el derramamiento del Amor Infinitosobre la humanidad…!

A los pies del Sagrario se llena el fin para elque hemos sido creados, siendo lo que tene-mos que ser y haciendo lo que tenemos quehacer con relación a nosotros y a los demás;pues conseguimos cuanto pedimos, si lo pedi-mos según el designio de Dios, alcanzando elhacernos semejantes a Cristo, protector delhuérfano y de la viuda, subyugador de amores,Sol de la verdadera justicia, «Admirable-Con-sejero, Dios-Fuerte, Padre-Perpetuo, Príncipe-de-la-Paz»14, Camino seguro que nos conduce ala verdadera y auténtica felicidad.

¡Qué grande es orar…! Tanto que, cuandooro, lleno plenamente las dimensiones incalcu-lables de mi ser, realizando el plan infinito deDios al crearme para ser imagen y semejanzasuya y para hacer, por adhesión y participaciónde su voluntad infinita, lo que Él hace.

¡Qué grande es orar…! Porque orar es estarcon Dios. Y ¿puede haber cosa más grande para

62

« Si el sagrario fuera ser que palpitaray que comprendiera lo que tiene dentro,se recrujiría y reventaría,porque no podría contener sus fuegos,los fuegos que tienedentro de su encierro.

Yo soy un sagrario,un sagrario vivo que oculto al Eternoen glorias de triunfo y en el recrujirde mi vida en duelo.

Y por eso siento, en el reteñirde mi pobre pecho,estallido en grieta, por la fuerza inmensadel desbordamientodel sagrario en vidaque hay en mis adentros.

Yo soy un sagrario que vive invadidopor la fuerza inmensa de lo que contiene en su encerramiento.

¡Yo soy un sagrarioy reviento en fuego!

¡Yo soy un sagrario!¡Un sagrario en vida!¡¡No un sagrario muerto!! ».

2-2-1973

Ha conseguido el enemigo quitar importan-cia a los Sacramentos; está consiguiendo dejarlos sagrarios vacíos con el mito de poner al

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 33: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

65

18 1 Pe 5, 8. 19 Jn 14, 8-9; 10, 30.

Y finalmente: «No nos dejes caer en la tentación»,

estando dispuestos a perder la vida, si pre-ciso fuera, antes que ofender a Dios.

«Líbranos del Maligno»,que anda «como león rapante y rugiente,

buscando a quién devorar»18 por las seduccio-nes del mundo, mediante las concupiscenciasde la carne.

Y al fin, unidos todos en el amor del EspírituSanto, seamos uno como el Padre y el Hijo sonuno, conozca el mundo cómo nos amamos, yDios sea glorificado en ello.

¡Ya enseñó Jesús, el Divino Maestro, a suIglesia naciente, la manera sencilla, amorosa ycomunicativa, como el pequeñuelo en el rega-zo de su Padre, de ponerse en contacto conDios!:

«—Muéstranos al Padre y esto nos basta. —Felipe, ¿tanto tiempo ha que estoy con

vosotros y aún no me habéis conocido? El queme ha visto a mí ha visto al Padre». «El Padrey Yo somos una misma cosa»19.

La actitud de nuestros corazones ha de ser,por lo tanto, una mirada amorosa y confiadahacia el Padre en expresión de infancia evan-gélica, que se vuelve a Él para que, apoyadosen su regazo, nos muestre sus misterios.

64

15 Lc 11, 1 ss. 16 Jn 15, 12. 17 Cfr. Jn 15, 13.

la criatura que ponerse en contacto con suCreador?

«Señor, enséñanos a orar…»15.Ante lo cual, Jesús, volviendo su mirada al

Infinito, exclamó:

«Padre nuestro que estás en los Cielos, santificado sea tu Nombre»

y glorificado, para que esto se cumpla so-bre todo y por encima de todo.

«Venga a nosotros tu Reino»,para que nos encajemos en los planes eter-

nos de Dios, viviendo aquí en fe y después enluz en su Reino y de su Reino.

«Y hágase tu voluntad así en la tierra como enel Cielo».

Esto es lo esencial y principal que Cristo qui-so manifestarnos, enseñándonos a orar al PadreCelestial, para el encajamiento perfecto del plande Dios. Y como consecuencia de todo ello:

«Danos hoy el pan nuestro de cada día»para sustento de nuestras vidas en este pe-

regrinar.

Y «perdona nuestras ofensas», con la condiciónque nosotros «perdonemos a los que nos hanofendido»;

amándonos unos a otros, según las palabrasde Jesús, «como Él nos ha amado»16; ya que«no hay muestra de amor más grande que darla vida por la persona amada»17.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 34: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

67

22 Mt 6, 9. 23 Mt 5, 48.

de encontrar un rato en intimidad profunda desilencio sabroso, en el que, llenos de nostalgiaspor el Infinito y vueltos hacia Él, pudieran, enderecho de propiedad, llamar a Dios ¡Padre!,empleando la misma palabra, la misma fórmu-la que Jesús empleó para comunicarse conÉl…!: «Padre nuestro que estás en los Cielos»22.

Hijo de Dios, heredero de su gloria, partíci-pe de la vida divina, no sé cómo expresarte,decirte y grabar en tu alma cómo has de orar.

Sé que, en la vida del espíritu, la base parallegar a encontrarse con Dios, a conocerle ensabiduría amorosa, a descubrir sus misterios ydesignios eternos y maravillosos sobre nos-otros, a penetrar en las riquezas insondablesque nos comunica en el seno de la Iglesia, lle-gando así a ser «perfectos como nuestro PadreCelestial es perfecto»23; es saber orar y encon-trar, en el secreto de la oración, el descanso yfamiliaridad con Dios que el alma necesita.

En la medida y forma que ores, serás másfeliz, más fecundo, darás más vida y llenarás elplan divino sobre ti.

« Soy dichosa cuando oro,porque lleno la apetencia

de las hambres de mi sed,porque encuentro al que deseo

y apercibo la dulzura

66

20 Lc 10, 21-22. 21 Jn 20, 17.

Jesús, lleno de gozo, expresa la gran alegríade su corazón prorrumpiendo en una acción degracias al Padre porque ha revelado su secre-to a los pequeñuelos, ocultándolo a aquellosque, creyéndose algo, se consideran los sabiosy prudentes del mundo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del Cielo y dela tierra, porque has escondido estas cosas alos sabios y a los entendidos, y las has revela-do a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así teha parecido bien. Todo me lo ha entregado miPadre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino elPadre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquéla quien el Hijo se lo quiere revelar»20:

a éstos que, sin saber, sentados en tus rodi-llas, te llaman Padre.

Los Apóstoles eran pequeños, y por eso pre-guntan a su Maestro la manera de orar. Y aloírle decir que llamasen a Dios: ¡Padre!, sus co-razones, saltando de gozo en el Espíritu Santoy henchidos de alegría como infinita, com-prendieron hasta dónde los amaba el Señor:¡Podían llamar Padre a Aquél que era el todo,la llenura, la felicidad de Jesús, y con la cualellos quedarían saciados, no deseando más!:¡Padre…!

¡Con qué gozo los Apóstoles, durante la vidade Jesús y después que el Divino Maestro ensu ascensión gloriosa marchó a la Casa delPadre –«Subo a mi Padre y a vuestro Padre, ami Dios y a vuestro Dios»21–, estarían deseosos

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 35: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

69

Por lo que es necesario que vayamos a oraren postura de infancia evangélica que brota deuna espontánea humildad, al comprender el co-razón infinito del Padre en contacto amorosocon la pequeñez de nuestra alma que, rebo-sante de júbilo, puede llamar al Infinito Ser, tresveces Santo: nuestro Padre Dios.

Sea la actitud de tu oración un correr a des-cansar en el regazo de tu Padre. Y allí, en laintimidad de tu pequeñez, deposita en su cora-zón, junto a los pies del sagrario o en cualquiermomento del día en lo profundo y recóndito detu corazón donde Dios mora por la vida de lagracia, tus problemas; desahoga en Él tus pe-nas, expónle tus necesidades en petición amo-rosa de adoración rendida que gime, tras lasnoches de este peregrinar, escuchando los la-mentos del Dios de la Eucaristía, que, en peti-ciones candentes de amor, en tus ratos de sa-grario quiere comunicarse a tu alma; pues «estáfatigado el Amor por no encontrar a quién co-municar su secreto», ya que el Amor espera sincansarse en el silencio de la Eucaristía, tras elmisterio de días y de noches prolongados porsi alguno viene a verle, pues no sabe de can-sancios el que ama.

« Jesús sufría en silencio,y en silencio se quejaba,y en silencio me pedíaque yo entrara en su silencioy en su silencio le amara.

Y, cuando yo entraba en Él,en silencio me quedaba,

68

que se encierra en un sagrario silenciadoen rumores candescentes por las llamas

de Yahvé.

Soy dichosa cuando oro, porque llego a todas partes

en inmensas apetencias,que se abrigan en mi ser,de irradiar por todo el mundo

las lumbreras infinitasque en tu seno contemplé.

Soy dichosa cuando oro,porque lleno en mi terrible apetecercuanto soy y cuanto buscoen mi modo desbordante de querer.

Soy dichosa cuando oro…No hay fronteras para el alma que, adorante,se desploma ante un sagrario silencioso,en sus ansias delirantes de tener,escuchando los lamentos del Inmenso,que, hecho Hombre, se descubre

al pueblo amante,tan humano y tan divino como es.

Soy dichosa cuando oroy repleta en mis llenuras,en mis hambres y en mi sed,y en mis nostalgias de Cielofrente al Ser.

Soy dichosa cuando oro.¡Dios conoce mis porqués! ».

20-3-1973

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 36: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

71

tu corazón bajo el saboreo amoroso del tecle-ar de las notas del Espíritu Santo, en la suavi-dad sonora de su intimidad amorosa; no bus-ques nada que te ate para ponerte en contactocon tu Familia Divina. «Llevaré al alma a la so-ledad y allí hablaré a su corazón»25, ya que «elsilencio es tu alabanza».

Dios nos pide entrar en el interior de nues-tra casa, «en la recámara» donde sólo Él habi-ta; «echar la llave», y allí, en profundo silen-cio, estarnos con nuestro «Padre que mora enlo secreto» y que busca la soledad y el silen-cio para comunicarse.

«Tú, cuando ores, entra en tu recámara y,cerrada la puerta, ora a tu Padre, que está enlo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido,te recompensará»26.

Toda la vida de Jesús fue una tendencia ha-cia el Padre y un llevarnos a Él, para que nosabrasara en el amor del Espíritu Santo. Siempreque Jesús te quiere enseñar a orar, te pide quete hagas pequeño y que te eches en los bra-zos del Padre, que ya el Padre sabe todo loque necesitas.

Orar, como muchas veces te he dicho, hijomío, no es complicarse la vida buscando mo-dos y maneras para tratar con el Amor Infinito.

70

24 Cfr. Evagrio del Ponto.

penetrando la tragediaque en su silencio se daba…

¡Oh, cuánto dice el silencio,cuando en silencio nos habla…! ».

3-4-1969

Por eso, hijo del alma, ve a la oración a es-tar un rato con el Amor Infinito; procura poneren tu espíritu el máximo grado de amor puroque puedas; búscale incansablemente hasta quele encuentres en el secreto de sus noches desagrarios prolongadas. No te canses, alma que-rida, en tu espera; al Amor le gusta ser busca-do por los que ama.

Que sea nuestra postura en la oración un po-nernos en el corazón de Aquél que siempre nosama infinitamente, nos abraza eternamente, noscomprende, y amorosamente nos besa, de talforma que escuchemos su secreto de amor; yaque «el que se apoya en el pecho de Cristo, sehace predicador de lo divino»24, dando gloria aDios y conquistando almas para su Reino.

Por lo cual, cuando vayas a orar con corazóncontrito y espíritu humillado, en reverente pos-tura sacerdotal; si de alguna manera apercibesel silencio cadente de la cercanía de Dios quese te hace presente en la Eucaristía o en el fon-do de tu alma, donde el mismo Dios habla a

25 Cfr. Os 2, 16. 26 Mt 6, 6.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 37: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

73

eterno Decir del Padre, se comunica en secre-to en la oración al alma que sabe buscarle enintimidad; la cual queda encendida en las lla-mas candentes del Espíritu Santo ante el con-tacto del Hijo eterno del Padre, que se le entre-ga en donación para decirle su secreto infinito.

El Padre te sienta en sus rodillas para de-cirte su vida amorosa; y como su decir es obrar,te dice a su Verbo, besándote en el amor delEspíritu Santo.

« ¿Qué tiene el silencio,que deja escucharlas voces del Verbo…?

¿Qué tiene el silencio,que, en su teclear,cual lira de Gloria,descubre los velosque oculta el misterio…?

¿Qué tiene el silencio,el silencio ocultoque envuelve en su nubeel Sancta Sanctórumde Dios en su seno…?

¿Qué tiene el silencio,que abre a los hambrientoslos Cielos,y los introduce,sin nada decirles,en las melodíassecretas del Verbo…?

72

Orar es ir a ponerte en contacto con tu PadreDios como puedas.

Orar es avivar la presencia de Dios, bus-cándole en su silencio y escuchándole en suintimidad, junto a las puertas del sagrario y enlo más íntimo de tu corazón;

es decirle todo eso que tienes en tu alma;es ponerte en su corazón de Padre tal comoeres.

Por eso, la oración unas veces será hablarcon Jesús en el sagrario; otras, escucharle; otras,mirarle y sentirte mirado;

descansar en el pecho del Amigo y hacerledescansar a Él;

decirle que sí en una entrega total a su amoreterno; adorar en postración amorosa;

abandonarte en sus brazos de Padre; sen-tarte en sus rodillas para que te cuente su se-creto;

apoyar tu cabeza, como San Juan, en el pe-cho del Divino Maestro; escucharle de rodillascomo la Magdalena; mirarle embelesado, comolos pequeñuelos;

o quedarte en silencio, en saboreo suave,pacífico y silencioso de amor.

Orar es todo aquello que te lleva o te poneen contacto amoroso con el Señor, para sacary dar amor.

Orar es hacer gran silencio para oír al AmorInfinito en su silencio amoroso, para escucharsu habla sin palabras. Ya que el Verbo, a pesarde ser la infinita y consustancial Palabra y el

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 38: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

75

Esto hazlo en la oración cuantas veces locreas necesario para dejar las imaginaciones yprocurar entrar paulatinamente en recogimien-to, suave, profundo y amoroso.

Pero, cuando sientas en ti la necesidad dequedarte pacífica y deleitablemente en silenciosabroso para escuchar a Dios, de mirarle conamor, o de estarte saboreando, sabiendo o com-prendiendo cualquier verdad que a tu mentepueda venir y que te ayude como medio re-moto para amar; no busques más, que el Amorestá cerca, actuando y obrándose en tu alma.

«Os conjuro por las gacelas y cabras mon-teses: no despertéis ni inquietéis a mi amadahasta que a ella le plazca»28.

Muchas veces te he dicho que orar es amar;por lo que el alma tiene que ir a la oraciónpara encontrar al que ama. Y te lo repetiré has-ta que muera, porque sé que, cuando Dios ha-bla de espíritu a espíritu en lo recóndito y pro-fundo del corazón, le estorban las lecturas, losconceptos, las formas y las palabras; pues elVerbo, a pesar de ser la infinita y eterna Palabra,cuando se da en la concavidad profunda y re-cóndita del espíritu, lo hace en un eterno y con-sustancial silencio de Ser.

Y así, cuando la Sabiduría divina y amoro-sa, que es el habla del Infinito, se va infun-

74

27 Sal 44, 11-12.

¿Qué tiene el silencio,que rasga el misterio…? ».

12-2-1973

Cuando vayas a orar y no tengas ningunacosa en tu alma que te una con el Amor Infinitoo te urja depositar en Él, abre el Evangelio uotro libro que te hable de Dios y sus misteriospara ayudarte a encender tu espíritu, lee algode él; y cuando apercibas una dejadez amoro-sa que te invita a descansar o reposar en el pe-cho del que amas, quédate en silencio amando.

Si con esto te basta para el tiempo de ora-ción, no busques más, que el Señor te llevaráa la soledad para hablar a tu corazón.

Si te distraes, vuelve a buscar el medio y elmodo de volver a encontrarle. Pero una vezque de alguna manera apercibas cercanía o pre-sencia de Dios, déjalo todo y estate en silenciocon Él: «Olvida tu pueblo y la casa de tu pa-dre, y codiciará el Rey tu hermosura»27.

Si tu imaginación te distrae, procura el si-lencio; y si no lo puedes conseguir, busca ymira a Jesús en el sagrario, abre nuevamenteel Evangelio, y vuelve a ayudarte, para adqui-rir el recogimiento, con otro punto de lecturacortito y breve.

28 Ct 2, 7.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 39: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

77

El Inmenso pasacon las melodías que exhala el silencio;y yo oigo su voz,y escucho su acento,y descubro ansiosa la sombra que dejaen su pasar quedo.

El Inmenso pasacon brisa de fuego ».

6-2-1973

La manera de hablar Dios es según Él es,«en espíritu y en verdad»29. Por eso se comu-nica de espíritu a espíritu, como Él es. Y Él esel Silencio infinito, la suavidad sonora en silbodelgado.

Por lo cual, cuando sientas necesidad de si-lencio y en él apercibas algo sabroso, como conregustito que no es material sino saber de vidaeterna, o simplemente silencio gustoso y ca-lentito donde se está a gusto porque se aper-cibe la cercanía de la persona amada; esto eshabla de Dios a tu alma.

Porque es decirte o hacerte saborear, pre-sentir, gustar, o intuir, lo que Él es, sin expre-siones de acá, sino en comunicación de silen-cio, donde el Amor te pone para hablar, no atus oídos, sino a tu corazón, en secreto de in-timidad.

No necesita Dios para hablar al alma de nin-guna palabra; tanto, que, cuando en la oración

76

diendo saboreablemente en paladeo amorosoen lo recóndito del espíritu; éste siente o ex-perimenta de alguna manera que se enciendeen amor; que va siendo penetrado por el en-tendimiento divino; que se le está comunican-do Dios en sabor de vida eterna; ya que el de-cir del Verbo es de la misma manera que alPadre le habla: una Expresión infinita de sabi-duría secreta, que, en retornación de amor alPadre que le engendra, le dice, sin ruido depalabras, todo el infinito ser del In principio.

Sacerdote de Cristo, alma consagrada, miem-bro vivo y vivificante del Cuerpo Místico deCristo; conozco por experiencia en mi contac-to con las almas, que el que busca a Dios sincansarse, antes o después se encuentra en sa-boreo profundo y deleitable con el Dios delSacramento.

Por lo que si procuras hacer oración a lospies del sagrario, en breve tiempo empezarása regustar el saboreo del silencio; y, tras él yen él, el gozo de la cercanía y presencia deDios, pues en el sagrario está el Ser.

Y entonces sabrás –de saborear– el paso delAmor en brisa silenciosa y sacrosanta de Eter-nidad.

« El Inmenso pasaen hálito quedo,en brisa callada,oculto en sus velos. 29 Jn 4, 24.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 40: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

79

A veces pensamos que el hablar de Dios escomo el nuestro, que la comunicación delInfinito es a lo humano por medio de concep-tos y palabras; y no, alma querida, no. Dios ha-bla como es, «en espíritu y en verdad».

Y por eso, sin ruido de palabras, se te in-funde el mismo Verbo abrasándote en el amordel Espíritu Santo, iluminándote en su luz, ha-ciéndote sentir y vivir su espíritu de fortaleza,de sabiduría, de ciencia, de temor de Dios, debondad, de amor, de justicia y de paz…, en ungozo, silente y sacrosanto, sabroso y deleitable,fruto también del habla divina, en luz canden-te y sonora del Espíritu Santo.

Dios mío, llévame a tu soledad y apercibayo tu silencio en dicho infinito, para que, ha-ciéndome semejante a Ti, te sepa y te comu-nique a las almas en espíritu y en verdad.

« Siento la brisa delgadade tu infinito conciertotras las notas misteriosasdel besar de tu Silencio…

Siento arrullos del Dios vivoen la hondura de mi pecho,y requemores de Gloriaen presuntos de misterio…

Siento a Dios del modo extrañoque he logrado poseerloen las noches de la muerte,mientras vivo en el destierro…

78

o fuera de ella se oyen palabras, no es direc-tamente Dios el que se le comunica, sino quelo hace por medio de la criatura palabra, me-diante la cual expresa su voluntad.

Pero, cuando en el silencio de la oración ca-llada, se apercibe un frescor silencioso en sua-vidad sonora de vida eterna, entonces es cuan-do la sustancia del Increado está comunicán-dose a la sustancia del alma, y es cuando éstaen verdad puede decir, sin miedo a equivocar-se, que la Sabiduría del Padre, la Palabra can-tora en la Trinidad, está hablando a su ser pe-queñito de Iglesia.

Dios se es la Paz infinita, el Amor sabroso,el Gozo pacífico, la Sapiencia expresiva, laSabiduría secreta…

Por lo que, cuando estás en la oración ysientes necesidad de estarte en silencio, porqueapercibes o saboreas una frescura de paz, unamor sabroso, un gozo espiritual, un no sé quéde silencio profundo que te invita a estarte ca-lladito y quietecito sin pensar, sólo apercibien-do o escuchando aquel sabor que, llenándotede paz y silencio, sin tú mismo poderle dar for-ma, sabes en experiencia de alguna manera,aunque sea tenue, que estás cerca de Dios;

¡escucha, alma querida!, ¡no te distraigas!,que el Verbo, en el silencio, te está hablandosin ruido de palabras en lo profundo e íntimode tu corazón, diciéndote en tu interior, en sa-boreo, sin forma ni figuras, lo que Él es; ya queel habla de Dios obra lo que dice.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 41: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

81

30 Cfr. Ex 17, 11.

con el poder de Dios, siendo capaz de vivir yser por participación, lo que Dios es y vive pornaturaleza en el acompañamiento de su serseFamilia.

« Hoy descanso en tu pecho, desplomada de amores,

ansiando nuevos soles de eterno resplandor; confío en las promesas repletas de misterio que oyera en los adentros de tu infinito amor.

Me encuentro desplomada por pruebas reprimidas

que oculto en el secreto de un lento agonizar. Por ello, cuando oro hundida en mi silencio, reposo descansando sin nada desear.

Tus glorias son los triunfos del pecho dolorido,

que reprime un gemido, al sentirse ultrajar. ¡Qué saben los mundanos de tu celo encendido, de tu amor escondido, queriéndose entregar…!

Yo oculto los lamentos que en tu honduraapercibo,

y respondo a mi estilo, intentando captar tu recrujir secreto de Cristo enternecido, para expresar en eco tu ardiente lamentar.

¡Qué bien se está en silencio cerquita del Sagrario

después de comulgar, sin buscar más consuelo que amar y ser amada!

¡Sólo eso, sin más…! ».13-12-1978

80

Siento a Dios constantemente,en mi vivir lastimero, tras las puertas del sagrario y en lo profundo del pecho, en la lucha de la vida,sin tenerle como espero.

¡Tengo a Dios secretamenteentre clamores en duelo! ».

20-3-1972

Jesús, yo quiero estar contigo para estar conel Padre en el amor mutuo e infinito del EspírituSanto, llenando así la plenitud de mi ser y demi obrar, en el encajamiento perfecto y acaba-do de tus planes sobre mí dentro del seno dela Iglesia.

Yo soy Iglesia, y, en función de mi peculiarsacerdocio, necesito estar «entre el vestíbulo yel altar», recibiendo al Infinito para comunicarloa los hombres, y recogiendo a la humanidadpara presentarme ante Dios con toda ella, im-plorando, con petición sencilla y amorosa, elderramamiento de su voluntad sobre todos ycada uno de sus hijos.

Cuando Moisés alzaba los brazos, el Cielo seabría, y el Dios de los Ejércitos se derramabaportentosamente en conquistas de gloria por lafuerza de la petición de su elegido30.

¡Qué grande es un hombre cuando ora…!Tanto, que se hace poderoso y omnipotente

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 42: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

83

19-5-2002

IGLESIA MÍA, IGLESIA AMADA, ESPOSA DEL CORDERO

INMACULADO Y SIN MANCILLA, LA HORA DEL PODER

DE LAS TINIEBLAS HA CAÍDO SOBRE TI

Y, después de cuanto acabo de expresar, tanprofundo, sabroso y deleitable, ante la realidadsubyugante del misterio contenido en el senode la Santa Madre Iglesia, tan divina como hu-mana, prolongación viva, viviente y palpitantedel misterio de Cristo en su Encarnación, vida,muerte y resurrección gloriosa;

deseo manifestar, ante las situaciones dra-máticas por las que durante todos los tiemposva pasando la Madre Iglesia en este duro pe-regrinar, conduciéndonos, en su caminar jade-ante, hacia la Casa del Padre; para que, «contemor y temblor, obremos nuestra propia san-tificación»1;

los peligros que por todas partes nos ace-chan, con el intento diabólico de separarnosdel único fin para el cual hemos sido creadosy, con ello, poder perder a Dios para siempre.

1 Cfr. Flp 2, 12.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 43: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

8584

2 Gén 3, 14.

Y, reavivando el recuerdo de lo que, des-pavorida y asustada, en un momento de sor-presa y llena de espeluznante y dramático es-tupor contempló mi espíritu y tan escuetamentedejé plasmado ese día;

haciendo un llamamiento de alerta a los hi-jos de la Santa Madre Iglesia, miembros vivosy vivificantes del Cuerpo Místico de Cristo;

necesito hoy sobreabundar sobre lo ¡terrible!,¡espantable!, ¡escalofriante y pavoroso! de aquelpulpo infernal.

Estaba como aplastado sobre la tierra, por eldescomunal peso de su corpulencia; y aunquemovía al mismo tiempo lenta, pero ferozmen-te, sus horribles tentáculos, no podía levantar-se ni un palmo del polvo de la tierra; vinién-dome a la mente las palabras de la SagradaEscritura: «Te arrastrarás sobre tu pecho y co-merás el polvo todos los días de tu vida»2.

¡Oh qué pulpo tan monstruoso contemplómi espíritu!; lleno de innumerables tentáculos,¡fuertes!, ¡gruesos!, con pelos como púas; mien-tras que unos ojos diabólicos, redondos, salto-nes, grandes, repulsivos e inquietos que dabanterror, moviéndose para un lado y para otro fie-ra y vertiginosamente, miraban, y me mirabandeseando pulverizarme y hacerme desaparecer,si posible fuera; agazapado, enloquecido, envi-dioso, vengativo y destructor, para demolercuanto estuviera a su alcance como una má-quina apisonadora;

Por lo que quiero exponer una de las cosasque el Señor ha mostrado a mi alma sobre es-tas situaciones tristísimas, dramáticas y demo-ledoras que pasa la Iglesia por los continuosataques de los enemigos de esta Santa Madrey las insospechadas e innumerables filtracionesen su seno.

El 18 de octubre de 1978, ahogada por eldolor y sobrecogida de espanto, escribía en midiario espiritual:

« Tengo miedo de los enemigos de la Iglesiaque están filtrados en ella…

En la Iglesia, he visto también… ¡como ungran “pulpo”!, lleno de horribles tentáculos, quese filtraban por todas partes; y que, cuando seiba a ver por dónde estaban escondidos, éstesoltaba su tinta, envolviéndolo todo, no dejan-do lugar a descubrir sus artimañas ocultas y dia-bólicas.

Las tinieblas y la confusión nos invaden, nospenetran por todas partes; de forma que, don-de menos se piensa y quien más desapercibi-do pasa, es un gran enemigo; tal vez ocupan-do un lugar importante y estratégico, paratrabajar como lobo rapaz disfrazado con piel demanso cordero.

¡Qué pulpo tan horripilante vi…! ¡Y qué ten-táculos se extendían por mi Iglesia Santa, ocul-tos por la tinta de este monstruo infernal…! »

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 44: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

87

do de rabia, queriéndose ocultar asolapada-mente a mi mirada espiritual, para que no des-cubriera hasta el fondo su insospechada ybrutal malicia; despavorido y asustado, y rápi-damente, expulsó de sí mismo una tinta negra,envolviéndose de tal forma que, quedando to-talmente cubierto, no se le podía ver, por másintentos que mi pobre alma, asustada, procu-raba hacer para descubrir, hasta lo profundo,los intentos agresivos, llenos de artimañas, contodo el mal que producía aquel monstruo te-rrible, pavoroso e infernal, lleno de espantablesy peludos tentáculos; intentando invadir todopara oprimirlo entre sus estridentes, hirientes ypunzantes garras que, como garfios, lo apresa-ban, llevándoselo hacia él para demolerlo y po-derlo devorar.

El día 10 de abril de 1997 manifestaba: « Hoy, aterrada y asustada, necesito decir

que el intento más grande del diablo en estostiempos, es desacralizarlo todo, quitar todo lodivino, confundir los dogmas, haciendo desa-parecer de la mente y del corazón del hombrey de los cristianos el pensamiento de Dios ensu ser y en su obrar; poniendo al hombre consus problemas y pensamientos –que “cuán va-nos son”3– como fin y centro de la vida, e in-cluso del cristianismo.

Por lo que llena de amor a Dios, a la Iglesiay a las almas, gimo y clamo, dolorida y desga-

86

3 Sal 93, 11.

expandiendo sigilosa y asolapadamente susterribles y horripilantes tentáculos para irse fil-trando ladinamente, intentando llegar a todaspartes y dominar cuanto le fuera posible consu ira llena de envidia, rencor, desesperación,amargura y venganza endiablada;

y procurando engañosamente, como en elParaíso terrenal, arrebatar a las almas la pose-sión del gozo eterno que él había perdido, ca-yendo para siempre en el Abismo insondablede la perdición, abierto para él y para sus se-cuaces, ante su abominable y repelente rebe-lión contra el Infinito y Coeterno Creador.

Era la expresión más patente del diablo, yestaba filtrado insidiosa y asolapadamente en elseno luminoso y anchuroso de la Madre Iglesia,llena de santidad y resplandeciente de divinabelleza y hermosura, como espejo sin mancilla,por la posesión del mismo Dios que la pene-tra, la satura, la ennoblece y la engalana; in-tentando, enloquecido y furiosamente, pulveri-zar y devorar, anegando con el lodo de supestilente lodazal.

Ante lo cual, despavorida y asustada, peroenaltecida por los celos de Yahvé y ardiendo enamores por la gloria del que amo; me lancé pre-surosa, corriendo en espíritu con la rapidez deun rayo, para ver y sorprender de cerca aquelmonstruo repulsivo, y qué era y cómo actuaba.

El cual, al ver que me acercaba, mirándomelleno de temor, enfurecido y como enloqueci-

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 45: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

89

Para que la Madre Iglesia, santa y santifi-cante, divina y divinizante, repleta de materni-dad y cubriendo sus ricas joyas con un mantode luto por los hijos que, por no conocerlabien, se fueron de su seno de Madre; aparez-ca denigrada y como manchada por los peca-dos de muchos de sus mismos hijos; inclusodel «linaje escogido, sacerdocio real, naciónsanta, pueblo adquirido para pregonar el po-der del que os llamó de las tinieblas a su luzadmirable»6;

presentando a la Iglesia –llena de juventudy sublime hermosura– morena y desencajada,haciendo recaer sobre ella una culpa que en síno tiene ni puede tener, por ser tan divina porsu real Cabeza, como humana por la pesada ydura carga de los pecados de sus hijos, que lahacen aparecer, ante la mirada de los que nola conocen bien y por eso no la aman, llenade deformaciones, envejecida, como afeada, yhasta manchada: «gusano y no hombre, el dese-cho de la plebe y la mofa de cuantos le ro-dean»7 como Cristo con su cruz a cuestas porel camino del Gólgota.

El cual, con su muerte en el ara de la cruz,engalanó a su Esposa, la Iglesia, con un man-to real de sangre; para que pueda perdonar,limpiar y purificar los pecados de sus hijos; ycon su resurrección gloriosa la inmortalizó, ha-ciéndola la Nueva, Universal y Eterna Jerusalén,fundamentada sobre la Roca de Pedro; al cualle dijo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edi-

88

6 1 Pe 2, 9. 7 Sal 21, 7. 4 Jn 3, 16. 5 Jn 10, 18.

rradamente ante la rebelión de Luzbel y la delhombre, hecha una con los Ángeles del Cielo:¡¿Quién como Dios?! que, lleno de misericordia,ternura, compasión y amor, para salvarnos, “en-tregó a su Hijo único para que no perezca nin-guno de los que creen en Él, sino que tenganvida eterna”4. Por lo que Jesús decía: “Nadie mequita la vida, sino que Yo la entrego libremen-te. Tengo poder para dejarla y tengo poder pararecuperarla”5 ».

Repulsivos y espeluznantes tentáculos opri-men y ocultan en sí, bajo la tiniebla tenebrosade la tinta negra y espesa que los envuelve, lasinsidias diabólicas, llenas de maquinacionesque recaen sobre la Madre Iglesia;

utilizando a los enemigos de esta SantaMadre, filtrados insidiosamente por todas par-tes, y, de modo especial, allí donde se procu-ra buscar gloria para Dios y dar la vida divinaa las almas;

no sólo para hacer reventar a la Iglesia des-de dentro, sino para perturbar, corroer y hastacorromper por toda clase de medios, más o me-nos lícitos o ilícitos, más o menos confusos, ex-traños y agresivos que afanosa y diabólica-mente les sea posible, a los miembros delCuerpo Místico de Cristo y, especialmente, a losmás vivos, vivificantes y vitalizantes; haciendocaer y recaer con mentiras y engaños insidio-sos y calumniosos, incluso a los elegidos y un-gidos de Dios.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 46: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

9190

«Jerusalén, despójate de tu vestido de lutoy aflicción y vístete las galas perpetuas de lagloria que Dios te da; envuélvete en el mantode la justicia de Dios y ponte en la cabeza ladiadema de la gloria perpetua, porque Diosmostrará tu esplendor a cuantos viven bajo elcielo. Dios te dará un nombre para siempre:“Paz en la justicia, Gloria en la piedad”.

Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mirahacia Oriente y contempla a tus hijos, reunidosde Oriente a Occidente, a la voz del Espíritu,gozosos, porque Dios se acuerda de ti»12.

Por lo que, ante cuanto Dios muestra a mialma para que lo manifieste, bajo la moción yel impulso del Espíritu Santo; el día 18 de fe-brero de 1975 expresaba:

«Es necesario que los Sucesores de los Após-toles, reunidos en torno de Nuestra Señora todaBlanca de Pentecostés, pidan al Espíritu Santodescienda sobre la Iglesia, para que, iluminan-do sus mentes e inflamando sus corazones, sereavive, resplandeciendo nuevamente, la verdadcon toda su verdad que en el seno de esta SantaMadre se encierra para todos los hombres.

Y entonces, ¡y sólo entonces!, mediante elderramamiento y la fuerza del Espíritu Santo,desaparecerá la confusión, se disiparán las nu-bes que envuelven a la Iglesia, y resplandece-rá su rostro bellísimo. La fuerza del EspírituSanto robustecerá a las Columnas de la Iglesiapara que, levantándola de su postración, la pre-

12 Bar 4, 30. 36; 5, 1-5.

8 Mt 16, 18.9 Mt 16, 19.

10 Lc 22, 31-32.11 Jn 21, 15-17.

ficaré mi Iglesia, y las puertas del infierno noprevalecerán contra ella»8;

y dándole la infalibilidad en la Iglesia:«A ti te daré las llaves del Reino de los

Cielos; lo que ates en la tierra quedará atadoen el Cielo y lo que desates en la tierra que-dará desatado en el Cielo»9; «Simón, Simón,mira que Satanás os ha reclamado a vosotrospara cribaros como trigo, pero Yo he rogadopor ti para que no desfallezca tu fe, y tú, unavez convertido, confirma a tus hermanos»10;

y haciéndole Pastor Supremo de toda ella:«“Simón, hijo de Juan, ¿me amas tú más que

éstos?” “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”.“Apacienta mis corderos”. “Simón, hijo de Juan,¿me amas?” “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”.“Pastorea mis ovejitas”. Por tercera vez le dice:“Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” “Señor, Túlo sabes todo, Tú sabes que te quiero”. “Apa-cienta mis ovejas”»11.

Y tras esta profunda y riquísima realidad,Cristo hizo a Pedro Piedra y Fundamento de laIglesia, le concedió la infalibilidad y le consti-tuyó Supremo Pastor de todo su rebaño.

«Ten ánimo, Jerusalén; el que te dio su nom-bre te consolará. Mira hacia el Oriente, Jeru-salén, y contempla la alegría que te viene detu Dios».

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 47: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

9392

Quedando, con ello, frenados los hijos delas tinieblas que maquinan en la noche insti-gados por el Maligno.

Pues «es justo a los ojos de Dios retribuircon tribulación a los que os atribulan, y a voso-tros, los atribulados, con descanso, en compa-ñía nuestra, en la Manifestación de Jesús, elSeñor, desde el Cielo con sus milicias angéli-cas, tomando venganza en llamas de fuego so-bre los que desconocen a Dios y no obedecenal Evangelio de nuestro Señor, Jesús. Esos se-rán castigados a ruina eterna, lejos del rostrodel Señor y de la gloria de su poder, cuandovenga para ser glorificado en sus santos y ad-mirado aquel día en todos los que habéis creídopor haber recibido nuestro testimonio»15.

«Mirad que vengo pronto y traigo conmigomi recompensa para pagar a cada uno segúnsus obras»16.

Mientras que yo, sólo como el Eco pobre,pequeñito y diminuto de la Santa Madre Iglesia,en repetición de sus inéditos y dramáticos can-tares, y llena de lamentaciones;

hecha una con el Santo Padre y mis Obisposqueridos, a los que tanto amo, con el pueblosacerdotal y consagrado y todos los miembrosdel Cuerpo Místico de Cristo; gimiendo dolo-rosa y desgarradamente, con temor y temblorpor aquellos que, como Judas, por treinta mo-nedas entregan al Hijo del Hombre y a su Espo-

15 2 Tes 1, 6-10. 16 Ap 22, 12.

senten ante los hombres, como en un nuevoPentecostés, tras su aparente fracaso, comoEsposa inmaculada del Cordero sin mancilla, re-pleta de gracia y de virtud con la posesión delmismo Dios en donación de amorosa sabiduríaa los hombres ».

Por lo que esta mañana, 19 de mayo de2002, fiesta de Pentecostés, durante la celebra-ción del Sacrificio Eucarístico del Altar, recor-dando lo anteriormente mencionado, cobijadaen el regazo de María, Madre de la Iglesia, yhecha una con los Sucesores de los Apóstoles;en mi clamar jadeante, y enaltecida de amor ala Iglesia, repetía y repetía… llena de amor yde gozo, bajo el impulso del Espíritu Santo, laantífona del salmo responsorial: «Envía, Señor,tu Espíritu, y renueva la faz de la tierra»; «paraque nos lleve al conocimiento pleno de toda laverdad revelada»13.

Y así, con el poder que Cristo dio a susApóstoles –a los cuales encomendó su Iglesiahaciéndoles Pastores de su Rebaño, y dándo-les, para ello, sus mismos poderes divinos– losespíritus malignos que andan sueltos quedenatados y constreñidos.

«Lo que atareis en la tierra será atado en elCielo, y lo que desatareis en la tierra será desa-tado en el Cielo»; «y dio a los Doce poder yautoridad sobre todos los demonios»14.

13 Sal 103, 30; S. Misa de Pentecostés, oración sobre lasofrendas.

14 Mt 18, 18; Lc 9, 1.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 48: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

9594

La venida del inicuo irá acompañada del po-der de Satanás, de todo género de milagros, se-ñales y prodigios engañosos, y de seduccionesde iniquidad para los destinados a la perdición,por no haber recibido el amor de la verdad quelos salvaría. Por eso Dios ve que les entrará unpoder engañoso, para que crean en la mentiray sean condenados cuantos, no creyendo en laverdad, se complacen en la iniquidad»20.

«Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, elPadre de la Gloria, os dé espíritu de sabiduríay revelación para conocerlo. Ilumine los ojos devuestro corazón para que comprendáis cuál esla esperanza a la que os llama, cuál la riquezade gloria que da en herencia a los santos y cuálla extraordinaria grandeza de su poder para nos-otros, los que creemos, según la eficacia de sufuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resu-citándolo de entre los muertos y sentándolo asu derecha en el Cielo, por encima de todo prin-cipado, potestad, fuerza y dominación, y por en-cima de todo nombre conocido, no sólo en estemundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajosus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, so-bre todo. Ella es su Cuerpo, plenitud del quelo acaba todo en todos»21.

Ya que el Señor Jesús, «una vez que comíanjuntos, les recomendó» a sus Apóstoles: «“Noos alejéis de Jerusalén; aguardad que se cum-pla la promesa de mi Padre, de la que Yo os

20 2 Tes 2, 3-12. 21 Ef 1, 17-23.

sa la Iglesia, y pudieran llegar a recaer sobreellos las palabras de Jesús: «más les valiera nohaber nacido»17;

en adhesión incondicional a los Sucesoresde los Apóstoles y colaborando con ellos en lamisión esencial que Cristo les encomendó alfundar su Iglesia; experimentándome la «vozdel que clama en el desierto»18;

vehemente y ardientemente quiero y nece-sito ayudarles a preparar los caminos para eldía de la vuelta del Señor; repitiendo y reavi-vando en mi espíritu las palabras del Apóstol:

«Te conjuro en presencia de Dios y de CristoJesús que ha de venir a juzgar a vivos y muer-tos, por su Manifestación y su Reino: proclamala palabra, insiste a tiempo y a destiempo...»19.

Ya que «antes ha de venir la apostasía y hade manifestarse el hombre de la iniquidad, elhijo de la perdición, que se opone y se alzacontra todo lo que se dice Dios o es adorado,hasta sentarse en el templo de Dios y procla-marse dios a sí mismo.

¿No os recordáis que, estando entre voso-tros, ya os decía esto? Y ahora sabéis qué es loque le contiene hasta que llegue el tiempo demanifestarse. Porque el misterio de la iniquidadestá ya en acción; sólo falta que el que le re-tiene sea apartado. Entonces se manifestará elinicuo, a quien el Señor Jesús matará con elaliento de su boca, destruyéndole con la ma-nifestación de su venida.

17 Cfr. Mt 26, 24. 18 Jn 1, 23. 19 2 Tim 4, 1.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 49: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

9796

he hablado. Juan bautizó con agua; dentro depocos días vosotros seréis bautizados con elEspíritu Santo”.

Ellos lo rodearon preguntándole: “Señor, ¿esahora cuando vas a restaurar la soberanía deIsrael?”

Jesús contestó: “No os toca a vosotros co-nocer los tiempos y las fechas que el Padre haestablecido con su autoridad”. “Cuando el Espí-ritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréisfuerza para ser mis testigos en Jerusalén, entoda Judea, en Samaría y hasta los confines delmundo”.

Dicho esto, lo vieron levantarse hasta queuna nube se lo quitó de la vista.

Mientras miraban fijos al cielo, viéndole irse,se les presentaron dos hombres vestidos deblanco que les dijeron: “Galileos, ¿qué hacéisahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesúsque os ha dejado para subir al cielo, volverácomo le habéis visto marcharse”»22.

Porque «como el relámpago sale del Orientey brilla hasta el Occidente, así será la vuelta delHijo del Hombre. Entonces aparecerá la señaldel Hijo del Hombre en el cielo, y se lamenta-rán todas las tribus de la tierra; y verán veniral Hijo del Hombre sobre las nubes del cielocon gran poder y gloria. Y enviará sus Ángelescon poderosa trompeta y reunirán de los cua-tro vientos a los elegidos, desde un extremodel cielo hasta el otro».

«El cielo y la tierra pasarán, pero mis pala-bras no pasarán»23.

Y «cuando el Hijo del Hombre venga consu gloria acompañado de todos sus Ángeles, sesentará en su trono de gloria, y se reunirán ensu presencia todas las gentes, y separará a unosde otros como el pastor separa a las ovejas delas cabras, y pondrá las ovejas a su derecha ylas cabras a su izquierda. Entonces dirá el reya los que están a su derecha: Venid, benditosde mi Padre, tomad posesión del Reino prepa-rado para vosotros desde la creación del mun-do…»

«Y dirá a los de la izquierda: Apartaos demí, malditos, id al fuego eterno, preparado parael diablo y sus ángeles…»24.

«El Espíritu y la Esposa dicen: “¡Ven!” Y elque lo oiga diga: “¡Ven!” Y el que tenga sed,que venga, y el que quiera, que coja gratis elagua de la vida.

El que da testimonio de esto dice: “Sí, ven-go pronto”. Amén, ¡ven Señor Jesús!»25.

23 Mt 24, 27. 30 ss.24 Mt 25, 31-34. 41.

25 Ap 22, 17. 20. 22 Hch 1, 4-11.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 50: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

99

7-4-1978

BARRENDEROS EN LA IGLESIA

Hoy, penetrada del coeterno e infinito pen-samiento, iluminada con la luz de lo Alto, herecibido una nueva sorpresa en mi vida…; ¡unanueva conciencia, aún más profunda, de mi vo-cación, de mi misión en la Iglesia con cuantos,para ayudarla, el Amor Infinito me ha dado!

En un abrir y cerrar de ojos, un rayo de luzde la Eterna Sabiduría me penetró, como conla agudeza de una espada afilada, en lo másrecóndito y profundo de la médula del espíri-tu. Y, por el centelleo de su iluminación, mehizo vivir, en un instante, el transcurrir de to-dos los tiempos…, de todos los siglos…; conla contemplación nueva y sorprendente de laSanta Iglesia de Dios, como el único Caminoque nos conduce, por Cristo y bajo el cobijo yamparo de la maternidad de Nuestra Señora dePentecostés, Madre de la Iglesia, hacia la Casadel Padre.

¡¡Y me vi, de pronto, con una escoba ba-rriendo la Iglesia mía…!!

¡Instante de sorpresa, refulgente de luz queinvadió mi alma con una dulce y sabrosa vi-vencia…! Quedé cargada como la atmósfera de

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 51: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

101100

con el Padre y el Espíritu Santo; el cual, con lailuminación de su Verdad, a través de la Iglesia,nos conduce a la Vida Eterna.

Robada y subyugada por la impronta delrayo de luz que había iluminado mi alma en elrelámpago refulgente del fuego de Dios lanza-do sobre mí con ímpetu encendido y brazo po-deroso; me puse, como de costumbre, a haceroración durante las prolongadas horas de unade mis mañanas.

Después de la Santa Misa, con Jesús dentrodel pecho, empecé a experimentar esa fuerzadel paso de Dios que me envuelve en sus bra-sas, penetrando mi entendimiento para que veae impulsando mi voluntad por su infinito que-rer para que hable;

y así vaya comunicando, del modo que pue-da –durante el tiempo de estos ratos de ora-ción en los cuales me experimento sumergidaen el silencio del misterio y totalmente tomadapor Dios– lo que, a través mía, con palabra defuego, en amorosa, sencilla y profunda sabidu-ría, Él quiere comunicar a los hombres.

Como el ímpetu del que me hace repetir en«Eco» su voluntad en la Iglesia y para la Iglesia,se iba apoderando progresiva y amorosamentede todo mi ser con la iluminación profunda-mente sencilla de la verdad que me invadía; lanecesidad de expresar mi vivencia se iba ha-ciendo, también, cada vez más impetuosa por la1 Cfr. Heb 1, 3.

electricidad en días de tormenta, como un vol-cán que necesita romper en erupciones, o comoel océano inmenso cuando, zarandeado por unmaremoto, se desborda por doquier inun-dándolo todo;

conteniendo el ímpetu arrollador que me in-vadía por la fuerza de la comunicación delInfinito, que, de manera sencilla pero con bra-zo potente, me impulsaba con mi grande esco-ba a barrer la Iglesia, para hacer limpieza en elladel modo eficaz que lo hace un barrendero, enla manera sencilla de una simple escoba.

¡Eficacia y sencillez!, ¡humildad y valentía!,¡claridad y limpieza!; llegando con mi escoba atodos los rincones, para dejarlos del modo queDios quería.

Y así el Camino luminoso que conduce a laEternidad quedara trasparente; espejo sin man-cilla en el cual el mismo Dios se mira y, en laesplendidez y brillantez de la trasparencia tras-cendente de su infinita y coeterna santidad, sereverbera en manifestación de sabiduría amo-rosa, clara y deslumbrante, en la profundidadde sus infinitas y coeternas pupilas, a los hom-bres que, viniendo detrás de nosotros, al mar-char en vertiginosa carrera por el destierro ha-cia el infinito Hogar, pudieran descubrir, en eseCamino lleno de luz, brillantez y resplande-ciente de claridad, el único camino, de verdad,que es Cristo, Resplandor del Sol divino, «Luzde Luz y Figura de la sustancia del Padre»1, uno

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 52: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

103

Entendiendo que este Camino, como espejosin mancilla por el que habían pasado multitu-des incalculables de hombres; en el transcursode los tiempos y en el pasar de cada uno, ha-bía sido ¡tan ensuciado…!, ¡tan empañado…!,¡tan afeado…!, que a veces hasta grima dabapasar por él.

Camino al cual, normalmente, en nuestrocruzar, unos de una manera y otros de otra,¡empolvamos, afeamos, ensuciamos y mancha-mos…!

¡Cuántos hombres han pasado por el cami-no de la Iglesia…! Todos y cada uno con susinnumerables pecados, con la concupiscenciade su carne, con la soberbia y ofuscación desus corazones entorpecidos por la torcedura desus pensamientos;

con sus modos y estilos personales, con elaferramiento a sus propios criterios…; con laofuscación de sus mentes oscurecidas, con lamala voluntad de sus corazones empecatados,que, en la insensatez de sus vidas entenebre-cidas, no les deja ver en el espejo transparen-te de la Iglesia la faz de Jesús «y Éste crucifica-do»2 que nos invita a seguirle, tras su aparentefracaso, mediante su resurrección gloriosa, a lasBodas eternas de Cristo con su Iglesia, bajo lafuerza y el ímpetu arrollador del Espíritu Santo.

Por lo que intentan enfrentarse con la san-tidad infinita y excelsa del mismo Dios, lleva-

102

2 1 Cor 2, 2.

carga de conocimiento que el Entendimiento di-vino ponía en mi pobre y pequeñito entender.

Al mismo tiempo que todo mi ser experi-mentaba un desencajamiento entre el cuerpo yel alma; que, en descoyuntamiento, me ponecomo en una muerte espiritual, por la potenciade la fuerza del paso de Dios que me roba yme lanza por el arrullo de su vuelo en paso defuego impelida hacia Él.

Ya que, ante la experiencia que el naturalapercibe de lo sobrenatural, siendo dominadoy poseído por la brisa del ímpetu saboreablede la Divinidad, el cuerpo tiembla; y como per-diendo sus fuerzas físicas, apercibe, ante la cer-canía del Eterno, como un escalofrío de muer-te trocándose en vida sobrenatural; ya que lavida eterna trastoca a la terrena, haciéndola par-ticipar de lo sobrenatural del modo que, sóloquien lo vive, sabrá saberlo comprender en elsaboreo sagrado, sabroso y divinizante, para dealguna manera poderlo llegar a comunicar.

Saturada la médula del espíritu con la luzdel Amor Eterno; la penetración de su claridadme hacía, por la inflamación de su fuego cadavez más ardoroso, en los rayos de la infinitasabiduría, ir descubriendo el porqué de estanueva y profunda petición de Dios a mi alma.

Vi a la Iglesia como el Camino refulgente deluz, repleto de Divinidad, ¡recto, firme, seguro,claro, luminoso, transparente, inconmovible, in-tocable, incorruptible, invencible!, que condu-ce hacia la Casa del Padre.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 53: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

105104

malolientes sobre el espejo sin mancilla dondeel mismo Dios, en la hermosura de su rostrodivino, se mira y se refleja en reverberación ma-jestuosa del esplendor de su gloria: la IglesiaSanta, Camino luminoso hacia la Eternidad.

Camino que tiene como Cabeza, con su co-rona de gloria, al Unigénito Hijo de Dios, elVerbo de la Vida Encarnado cubierto con unmanto real de sangre; quien, para conducirnosseguros hacia el encuentro del Gozo eterno, sehizo uno de nosotros, caminante, peregrino ydesterrado; y por el misterio de su Encarnación,vida, muerte y resurrección gloriosa, abrió consus cinco llagas los Portones suntuosos de laEternidad para introducirnos en el seno an-churoso de nuestro Padre Dios, cerrado por elpecado.

¡En el correr de los tiempos vi hombres contantos modos de manchar a la Iglesia al cruzarpor ella…! ¿Quién al pasar por un camino, sisiente necesidad, no escupe? ¿Quién no arrojatodo aquello sucio que le estorba? ¡Aun en élse dejan, muchas veces, ocultos, hasta los ex-crementos…!

Lo que más claro se grabó en mi alma eneste día centelleante de luz y de verdad, fue-ron estas dos cosas:

Que la Iglesia, como Camino luminoso quenos conduce a la Verdad y contiene la Vida,lleno de brillantez y hermosura, de santidad ymajestad divina y de plenitud, se encontrabatan cargada de miserias, ¡de podredumbre!, quedifícilmente se podía descubrir en ella la faz3 Jer 2, 20.

dos por la soberbia, la lujuria, la envidia, el ren-cor, ¡y por todo aquello que no es según Dios,e incluso contrario y hasta repelente a su infi-nita santidad!; y rebelándose descabelladamen-te contra Dios en enfrentamiento diabólico, ledicen: «no te serviré»3;

¡al Dios que les creó sólo y exclusivamentepara que le poseyeran, y los restauró median-te la Sangre del Cordero Inmaculado que qui-ta los pecados del mundo, derramada en el arade la cruz!

Pero todos pasaron…, y, al pasar, dejaron suhuella; huella que es más o menos marcada,más o menos sucia, en la medida y estado delos pies de los que pasan.

Vi también que los que eran más grandesen la Iglesia, llevaban unos zapatos mayores ymás pesados; y, si los tenían manchados, sushuellas eran más profundas y más dañinas…,¡dejando a la Iglesia más manchada y hastaagrietada!

Mientras que los que, en el bloque de losdemás, pasaban desapercibidos, la marcabancon menos huella, aunque también dejaban lasuya.

Entre unos y otros ¡la habían desfigurado,afeado, empolvado y manchado…!; profanan-do la santidad de Dios, al poner sus pisadas

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 54: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

107106

4 Is 62, 4.

na de verdes praderas y ricos y abundantes ma-nantiales, si no se cuida y limpia bien, aparece–no es que sea– sucia, abandonada, empolvada,empobrecida y hasta manchada. Y si esto lle-ga a prolongarse, y a una cosa tan aparente-mente sencilla como una huelga de barrenderosno se le hace caso, salen las ratas…, empiezana surgir las infecciones… ¡e incluso el cólera…!

Pobre Iglesia mía, tan hermosa, tan Señoray repleta con la misma Divinidad, ¡cubierta, através de los siglos, con ese barrizal malolien-te que le dejaron muchos de cuantos la cruza-ron, y especialmente los más grandotes…!

«Ya no te llamarán “Abandonada”, ni a tu tie-rra “Devastada”; a ti te llamarán “Mi Compla-cencia” y a tu tierra “Desposada”, porque el Se-ñor se complace en ti y tu tierra tendrá esposo»4.

¡Qué necesaria y qué impelida bajo la fuer-za del impulso divino me vi con mi escoba ba-rriendo mi Iglesia amada, mi Iglesia Madre, miIglesia santa, mi Iglesia mía…!

¡Qué misión más sencilla y más urgente lamía…! Cada día que pasa sin coger mi escobaeficazmente para barrer, colaboro a que la pes-te se propague más, enfermando a unos e in-cluso matando a otros con su contagio.

Comprendí que Dios me pedía, a mí y a midescendencia, que fuéramos tan sencillos, perotan eficaces, como la escoba de un barrendero.

hermosa de Cristo, divina y divinizante, en surepletura de Divinidad.

Y que los que más la habían manchado ydesfigurado, con peores consecuencias y másgrandes lacras, eran muchos de aquellos que,por haber ocupado en su pasar puestos másimportantes, de mayor responsabilidad y relie-ve, tenían los zapatos más grandes;

los cuales, si habían sido posados previa-mente en suciedades o estaban envueltos enpodredumbre, en su pisar y rozar por el cami-no resplandeciente y luminoso que es la Iglesiadejaban unas huellas muy sucias, muy grandes,muy marcadas y malolientes;

huellas que hasta hacían surcos y grietas enel Camino, impidiendo a otros correr gozosa-mente por él, sin tropezar, al fin añorado; y quehabían hecho de la Iglesia, aparentemente,como un basurero o estercolero.

¡Cuánto entendí en poco tiempo, en el rayoluminoso que invadió mi ser penetrándome deamor y dolor…! De amor a la Iglesia, y de amar-gura por tenerla que contemplar de esta mane-ra. Pues, por la limitación y pequeñez de mipobre expresar, tenía que bajar de lo más altoa lo más bajo, para exponer con comparacio-nes rastreras las cosas más sublimes, más altasque el Señor, en aquella temporada, también meestaba comunicando y haciéndome vivir.

¡Oh lo que sucede en una ciudad cuandolos barrenderos se declaran en huelga…! Pormuy hermosa, luminosa y bonita que sea, lle-

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 55: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

109108

5 Ap 5, 8-10.

habían ido adhiriendo a la Iglesia; poniéndolatan desfigurada, que a veces llegaba a apare-cer, ante la mirada de los que no la conocenbien, como llena de putrefacción la que es laEsposa inmaculada de Dios y de su unigénitoHijo Jesucristo, el Cordero sin mancilla ante elcual «los cuatro vivientes y los veinticuatro an-cianos… teniendo cada uno su cítara y copasde oro llenas de los perfumes que son las ora-ciones de los santos, entonaron un cántico nue-vo: “Eres digno de tomar el libro y abrir sus se-llos, porque fuiste degollado, y con tu Sangrehas comprado para Dios hombres de toda tri-bu, lengua, pueblo y nación; has hecho de ellosuna dinastía sacerdotal, que sirva a Dios y rei-ne sobre la tierra”»5.

Cada siglo con sus épocas ha tenido sus cos-tumbres más o menos buenas, más o menosconfusas y tenebrosas; las cuales, por medio delos hombres que han ido pasando por la MadreIglesia, han dejado en ella sus huellas, con tan-ta diversidad de cosas extrañas que a veces di-fícilmente y a duras penas se la puede reco-nocer como la única Iglesia verdadera, fundadapor Cristo, cimentada en los Apóstoles y per-petuada durante todos los tiempos.

Ante todo esto, con la avidez del corazónde las madres, con la urgencia que Dios poníaen mis entrañas y con el fuego que me abra-saba en celos por la gloria de la Esposa de

Mi descendencia era la escoba, y yo la teníaque coger por su palo para barrer las sucieda-des con las que, en el transcurrir de los tiem-pos, la Iglesia había sido ensuciada y afeada.

Era necesario presentar la brillantez de sudivina hermosura, su belleza, su juventud y susantidad intocable, su inexhaustiva riqueza y sutrascendente y sugestiva virginidad intachable,ante la vista de los hombres.

Ya que el espejo sin mancilla, que yo vi queera la Iglesia, en el cual se mira, se manifiesta,se refleja y se nos comunica el mismo Dios, ensu donación amorosa por la participación de sumisma vida familiar y trinitaria, ¡estaba tan os-curecido!, que se había provocado una ola deconfusión por la nube tenebrosa de una nochecerrada que ponía a la Iglesia en un escalo-friante y doloroso Getsemaní.

Mientras entendía todo esto, me iba viendovehementemente impulsada por Dios, con migrande escoba, a barrer presurosamente y sindescanso la Iglesia de todas aquellas cosas hu-manas que, en el pasar de los tiempos, la ha-bían desfigurado ¡tanto, tanto…!, que muchosde los hombres llegan, en la ofuscación de latenebrosidad que nos envuelve, a serles indi-ferente o a preferir cualquier otro camino ensu peregrinar.

Ya que éste, no sólo se les presentaba lle-no de dificultades, sino aun de confusión y la-cras, con los estilos de cosas extrañas que se

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 56: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

111110

los tiempos en el espejo transparente y sin man-cilla, luminosísimo y resplandeciente de laMadre Iglesia, donde, tras la brillantez de su lu-minosidad se refleja, descubriéndose por la fazde Cristo, el rostro de Dios en ella…! Y si al-guno se siente humillado, no es de mi des-cendencia y, por lo tanto, no tiene parte con-migo; se puede marchar.

No quiero eneas de púas que arañan y ha-cen daño y ruido; sino eneas sencillas, flexi-bles, suaves, pero eficaces, que, todas unidas,formen una gran escoba tan ágil que pueda me-terse por todos los rincones, para que no que-de nada de polvo oculto en ningún sitio.

Hijos de mi corazón, tenéis que andar conalpargatas, para que, al pasar, no hagáis dañoa la Iglesia, por la suavidad de vuestros pies,en el silencio y sencillez de los pobres que nodejan sus huellas por la sutileza del rozar desu caminar.

¡¿Cuántas veces os he repetido que tenemosque andar por la Iglesia sin hacer ruido, comocon alpargatas, y tan desapercibidos que no seos sienta…?! ¡Con cuánta necesidad hoy os lovuelvo a repetir!

Hijos de mi corazón, ¿y si después de haberbarrido y dejado limpia a la Iglesia de cuantoha ido cayendo sobre ella en el transcurso deltiempo; con cuanto Dios nos ha comunicadopara manifestarlo, siendo testimonios vivos y vi-vificantes en medio del mundo, con nuestra pa-labra hecha vida, como simples pero eficaces

Cristo, mi Iglesia santa, recordé a mis hijos ysurgió a mi mente: ¿Serán todos tan sencillos ytan humildes que estén dispuestos a ser con-migo en el seno de la Iglesia escobas para ba-rrer? ¿O podrá alguno sentirse humillado antetal consideración…?

El que esto sienta no puede ser mi descen-dencia, porque no tiene la capacidad eficaz queDios me pide para barrer la Iglesia, siendo con-migo instrumento de limpieza y, tal vez, por elmodo humillante de escoba, como Cristo, irri-sión y mofa de cuantos nos rodean.

Fue tanta la eficacia que vi en la escoba, queme sentí impelida a cogerla; y tan grande susencillez, que me experimenté robada y cauti-vada por ella. ¡Cómo comprendí nuevamenteque Dios se comunica a los pequeños y que,a través de estos instrumentos sencillos, Él sehace eficaz en manifestación esplendorosa desu gloria!

Hijos del alma, un deseo surgió en lo másprofundo de mi corazón: instintivamente que-ría ser la última parte de las eneas de la esco-ba, la que más directamente se pusiera en con-tacto con el escombro, con la basura quehabían dejado en los rincones de la Iglesia…Pero mi vocación no era ser enea, era empu-ñar la escoba con su palo; y las eneas eran loshijos de la gran promesa que Dios hizo a mialma; por lo cual repetía entre llanto:

¡Hijos, ayudadme a ayudar a la Iglesia; a ba-rrer la basura que ha caído en el transcurrir de

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 57: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

113112

7 Mt 11, 27. 8 Mt 11, 25; 19, 14; cfr. Mc 9, 36; Mt 10, 24; Jn 13, 5.

ción en que hoy se encuentra la Madre Iglesia,tienes que ser pequeño. Los Pescadores de Ga-lilea fueron los instrumentos que Cristo esco-gió para fundarla.

¿Quieres ser tú, hijo del alma, conmigo, ins-trumento que me ayude a barrer de la Iglesiatodo aquello que no es según Dios, para queasí se manifieste en ella la riqueza de sus mis-terios…?

«Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquéla quien el Hijo se lo quiere manifestar»7. Y elHijo, manifestación explicativa de la voluntaddel Padre, lleno de júbilo exclama: «¡Gracias tedoy, Padre, porque ocultaste estas cosas a lossabios y entendidos y se las revelaste a los pe-queñitos…!»; «Dejad que los niños se acerquena mí…»; «Y Jesús los abrazaba…»; «No es demayor condición el discípulo que el Maes-tro…»; «Y les lavó los pies…»8.

¿Recuerdas, hijo del alma, que tú sólo tienesque ser túnica…?; ¿que hay que hacer comouna revolución cristiana dentro de la Iglesia,porque la vida de Dios es para todos sus hijos;y que el Seno del Padre está abierto esperan-do su llenura…?

Y recuerdas ¿cómo las entrañas desgarradasde la Iglesia están reclamando la vuelta de loshijos que se marcharon de su regazo de Ma-dre, dejándola desgajada y cubierta con un velo

escobas; también fuéramos bayetas, y así lle-gáramos a poderle dar cera, abrillantándola, pa-ra que Dios, al mirarse en ella, por la transpa-rencia de su limpieza y brillantez se nos re-flejara tan maravillosamente que, atraídos porla hermosura de la Divinidad, los hombres vie-ran el rostro de Dios en la Iglesia y vinieranpresurosos al Camino límpido y transparente,lleno de la verdadera justicia y paz, de amor,de gozo y de verdad…?

Los más pequeños, los más sencillos, seréis,conmigo, los más útiles en este oficio de ba-rrenderos que nos ha sido encomendado hoypor Dios en el seno de la Iglesia.

Hijos de mi alma-Iglesia, es necesario quela iluminación del misterio que, desde Dios, enpetición amorosa y al mismo tiempo clamoro-sa, nos ha sido transmitido, vaya dejando tam-bién su huella en nuestro pasar por la Iglesia.

Pero, ¿cómo podrá ser esto con la eficaciaque el mismo Dios quiere, en medio de la den-sa nube de confusión, materialismo y concu-piscencias que están cayendo continuamentesobre la Iglesia, poniéndola en el desamparoescalofriante de un terrible Getsemaní?

Si quieres que resplandezca su rostro bellí-simo, que corran los hombres por su Camino,atraídos por «el olor de sus perfumes, que sonmás suaves que el vino»6, para embriagarse delnéctar riquísimo de la Divinidad; en esta situa-

6 Ct 1, 3. 2.

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Page 58: MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA … · conociendo, translimitada y sumergida en el misterio del Ser, el actuar divino en saboreo de ... Como también conozco el hablar de

115114

9 Mt 26, 66; Mc 15, 13. 10 Jn 13, 8.

grita también ahora despiadadamente a la Igle-sia: «¡Reo es de muerte…! ¡Crucifícala…!»9.

Hijo, te quiero muy pequeño, muy sencillo;tan ágil como una túnica y tan humilde comola enea de mi escoba:

Si quieres ser mi descendencia, ya sabes lagrandeza que te ofrezco. Y si esto te humilla,hijo de mi corazón, puedes marcharte, «no tie-nes parte conmigo…»10.

La Iglesia surgirá mañana con lo que, uni-dos en la cruz de Cristo, hechos uno con nues-tros Obispos queridos, cimentados en la Rocade Pedro y, con ellos, bajo la luz, el impulsoy la fuerza del Espíritu Santo, hagamos hoy,para la auténtica, verdadera y esencial renova-ción de la Iglesia.

de luto por no habérseles descubierto su ros-tro bellísimo y luminoso, repleto de Divi-nidad…?

¿Recuerdas cuando me pidió ayuda tirada entierra, llorosa, jadeante y encorvada, con el ros-tro envuelto en lágrimas…? ¿Y la nube de con-fusión que la envuelve…?

¿Recuerdas la situación de sus Columnas, delos Ángeles de las diversas Iglesias, y cuántasveces te he dicho que Dios está ardiendo encelos por la gloria de su Amada…?

¿Y la voluntad de Aquél que, con mandatoseternos, nos ha enviado tan sólo para ayudara la Iglesia, presentándola tal cual es y, así, glo-rificarle…?

¡Y todo cuanto ya bien conoces, y yo, departe de Dios, secretamente te he contado bajoel sigilo y el secreto que no podrás manifestara cara descubierta hasta después de mi muer-te; siendo cuanto conoces el secreto más sa-grado, más sellado y lacrado de tu corazón,como parte de mi descendencia, miembro deLa Obra de la Iglesia…!

¿¡Cómo podrán, los que intentan reformar laIglesia, conseguirlo presentando un Cristo hu-mano y sin Divinidad!?

Como, en la vida de Jesús, los ojos altane-ros y el corazón orgulloso no fueron capacesde ver en la faz de Cristo al Verbo Infinito y lecondujeron al patíbulo; así los ojos altaneros yel corazón orgulloso, bajo la insidia diabólica,

El habla de Dios Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia