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5/22/2018 MahabharataTomoI.pdf-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/mahabharata-tomo-ipdf 1/299 MAHABHARATA El mayor poema épico de la India, Tomo I Anónimo Digitalizado por http://www.librodot.com

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  • MAHABHARATA El mayor poema pico de la India, Tomo I

    Annimo

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    EL MAHABHARATA

    Vyasa

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    TOMO 1

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    INTRODUCCIN A travs del extracto del Mahabharata denominado Bhagavad Gita dilogo religioso y

    filosfico entre Krishna y Arjuna (un dios y un hroe), la literatura snscrita se da a conocer por vez primera en Europa. Este bello poema, traducido del texto original al ingls por Wilkins, aparece en Londres en 1785. En Espaa aparece una primera traduccin al castellano en 1905 efectuada por el tesofo y cientfico Roviralta Borrell (1856-1926). El drama de Sakuntala, traducido al ingls por William Jones, no aparece hasta el 1789. Estas dos ediciones fueron acogidas con gran inters en su aparicin, pero la poca no era favorable a los estudios literarios. Las guerras, que se sucedieron hasta el final del primer Imperio, pronto absorbieron toda la atencin de Europa.

    Tales guerras impidieron durante largo tiempo que la literatura india alcanzara, corno lo hizo despus, el rango que merece ocupar.

    Sin embargo, el final del siglo dieciocho trajo consigo el despertar hacia la literatura india; Alemania se haba preparado tambin hacia este nuevo estudio, y en 1808, Frderic Schlegel publicaba una obra sobre la lengua y sabidura de los indios, conteniendo extractos del Ramayana, del Mahabharata y del cdigo de Man. Frderic Schlegel dej, al morir, inconclusa una traduccin completa del Mahabharata.

    El primer texto snscrito impreso en Europa, es la recopilacin de fbulas denominada Hitopadesa, que aparece en Londres en 1810. El segundo, impreso tambin en Londres en 1819, es el clebre episodio de Nala, editado por F. Bopp, incluyendo una traduccin latina. Esta ltima obra, as como el Bhagavad Gita, mencionado al principio, es un extracto del Mahabharata que, posteriormente, fue impreso en su totalidad en Calcuta, en los aos 1834-1839. A partir de esta edicin prncipe, se han traducido un nmero considerable de episodios tomados aqu y all en los dieciocho libros que componen el poema, que rene cerca de doscientos mil versos.

    No tenemos noticias de traducciones completas posteriores a la publicada en Calcuta y que volvi a aparecer revisada y en edicin crtica en 1863, hasta la publicada por el Bhan-darkar Oriental Research Institute en 1937. Es a partir de los aos sesenta cuando ms traducciones se realizan, mereciendo especial atencin la realizada por Kisari Mohan, pu-blicada en India en 1975 por Munshiram Mancharlsl y la editada recientemente por la Universidad de Chicago a cargo de J. Van Butenen.

    Traduccin de la obra completa en otra lengua europea que no sea la inglesa no existe, s ediciones resumidas entre las que cabe destacar la hecha en lengua francesa por B. Duprat y otra italiana, publicada en 1933, a cargo de Carlo Fornichi.

    En Espaa no ha habido ninguna traduccin, ni completa ni resumida, del Mahabharata, a excepcin de una pequea adaptacin en lengua catalana que hizo C. A. Jordana, de apenas ochenta pginas, y que se public en Barcelona en 1935 con el ttulo de L'epopeia deis Baratas.

    Con esta primera traduccin resumida al castellano del Mahabharata, creemos que hemos conseguido ofrecer al lector sino una traduccin completa s una adaptacin lo suficientemente extensa como para recoger lo esencial de tan importante obra as como el espritu de la misma. Para ello nos hemos servido de la edicin revisada, antes mencionada, publicada en Calcuta en 1863, que hemos cotejado con las publicadas posteriormente.

    No es de extraar que la extensin de esta epopeya gigantesca haya supuesto el principal obstculo a su total traduccin. Y, sin embargo, bien merece ser traducido este poema, que slo l representa toda una biblioteca, puesto que en l encontraremos tanto historia, bajo forma de genealoga, como tratados de teologa, de filosofa, de legislacin o de

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    poltica; siendo lamentable que la obra cuyos extractos han sido los primeros en hacernos apreciar la poesa india, sea aquella cuya traduccin se haya hecho esperar por ms tiempo.

    Habituados a tomar como justa medida las proporciones de la 'liada y la Odisea los lectores europeos difcilmente se acostumbrarn a la idea de un poema que abarque diez volmenes. Tal hecho no debera inducirnos a pensar que los indios carecen del arte de expresar una accin heroica por medio de poemas, como aquellos a los que estamos habitua-dos. La similitud que ofrece el Ramayana respecto a nuestras obras clsicas, as como otros poemas indios, apoyan lo anteriormente dicho.

    Habra que tratar de situarse, por otro lado, en el escenario donde se compuso el Mahabharata, y dejar que nuestra imaginacin nos transporte a un clima donde la naturaleza, dotada de un gran poder, genera flores y frutas con profusin, trayendo a la vida animales de todas las especies; donde las caas alcanzan la altura de grandes rboles, formando verdaderos bosques, bajo cuyos frondosos ramajes pasean los elefantes, que los poetas se complacen en comparar a colinas.

    De hecho, lo que agranda el volumen del Mahabharata, son los episodios y leyendas que se han intercalado sin cuidar en absoluto las proporciones. Desprendido de todo lo relativo a la accin propiamente dicha, este poema seguira siendo una obra grande, pero se aproximara ms a las exigencias de la poesa de Occidente, ya que vendra a albergar alrededor de veinticuatro mil dsticos.1

    El Mahabharata se compone de dieciocho (Parvas) cantos o libros, que contienen, se dice, cien mil slokas o dsticos. La edicin impresa en Calcuta contiene ciento siete mil tres-cientos ochenta y nueve slokas, incluyendo el suplemento llamado Harivana, compuesto por diecisis mil trescientos setenta y cuatro dsticos, que con certeza no pertenecan al Mahabharata original. La parte autntica del poema deba ser primitivamente mucho menos extensa. Tal vez slo con-tena veinticuatro mil dsticos, sin incluir los episodios. Algunos de dichos episodios provienen de traducciones dudosas; otros nacen naturalmente del tema, y algunos probablemente se remontan a una gran antigedad. El poema se atribuye a Krisna-Dvaipayana, el mismo que arreglo los Vedas, lo que le gan el sobrenombre de Vyasa o compilador.

    Vyasa era padre de dos prncipes, Pandu y Dhritarashtra, cuyos hijos juegan el papel principal en el poema, e hizo aprender su obra a su discpulo Vaicampayana, quien lo recit durante un gran sacrificio celebrado por Djanamedjaya, biznieto de Arjuna, uno de los hroes del poema.

    Tal y como se nos ha transmitido, el Mahabharata fue recitado, segn la tradicin, por Ugrasravas, hijo de Lomaharchana, ante los Riis o sabios, reunidos con ocasin de una solemnidad en el bosque de Naimicha.

    El Mahabharata trata de la guerra entre los hijos de los dos hermanos Pandu y Dhritarashtra, para obtener el peder supremo en la India.

    Los hijos de Pandu eran cinco: Yudishthira, Bhima y Arjuna, por parte de Pritha, una de sus mujeres, llamada Kunti; y Nakula y Sahadeva por parte de Madri, su segunda mujer.

    La familia de Dhritarashtra era mucho ms numerosa. De Gandhari, hija del rey Subala, tuvo cien hijos y una hija, Dussala, quien despos a

    Djayadratham, rey de los Saindharas. Tuvo tambin un hijo nacido de una sirviente. He aqu cmo Gandhari engendr a un nmero tan grande de hijos. En una ocasin en

    que el sabio Vyasa se diriga a su casa, exhausto de hambre y fatiga, habindolo recibido ella con grandes y cuidadosas atenciones, l, en recompensa, le prometi otorgarle el don que ella eligiese. Ella le pidi cien hijos iguales a su esposo y pronto qued encinta, que dando en tal estado durante dos aos, sin traer ningn hijo al mundo. Se enter entonces que su cuada Kunti haba sido madre de un hijo tan bello como el sol, lo cual la llen de irritacin. Enloquecida por la pena, se abri el pecho, sin decir nada a su esposo. De su pecho sali una 1 C. Schoebel ofrece, en los Annales de I'Universit Catholique, t. XVI, 1853, bajo el ttulo de `Lgende des Pandavas', un trabajo que resume el Mahabharata despojado de todos los episodios.

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    masa de carne dura como la piedra y el hierro. Vyasa, apenas se hubo enterado, se apresur a llegar junto a Gandhari, quien exclam: " Esta masa he engendrado en lugar de cien hijos!"

    Vyasa le respondi: "Lo que promet se cumplir, pues jams pronunci yo palabra vana, ni siquiera aun enemigo." Despus hizo excavar y rellenar con mantequilla purificada cien agujeros como los utilizados para el fuego sagrado. Puso en cada uno de ellos un trozo del tamao de un dedo de la masa de carne que l mismo haba dividido, retirndose despus a la montaa para entregarse a las austeridades, recomendndoles que guardaran bien estos agujeros y los abrieran en el momento conveniente. De este modo nacieron Duryodhana, sus hermanos y hermana, pues se hall un nuevo fragmento, que haca el ciento uno.

    El primognito Duryodhana era quien se mostraba ms hostil hacia sus primos los Pandavas.

    Aunque Pandu `el plido', como su nombre parece indicar, era mayor que Dhritarashtra, fue considerado incapaz de suceder a su padre a causa de su palidez.2 Fue obligado a ceder sus derechos a su hermano y se retir a las montaas del Himalaya donde nacieron sus hijos y donde l muri. Se produjo entonces un debate entre Kunti y Madri, sus dos mujeres, quienes se disputaron el honor de ser incineradas con l. Fue Madri, su segunda esposa, quien subi al crematorio, dejando sus dos hijos al cuidado de Kunti.

    Despus de la muerte de Pandu, sus hijos, an nios, fue-ron conducidos a Hastinapostra por los ascetas compaeros de su soledad, y presentados a Dhritarashtra como sus sobrinos. Al principio se levantaron varias dudas sobre la legitimidad de su nacimiento; pues, en efecto, slo eran hijos de Pandu por adopcin; pero al haber sido reconocidos por l como hijos, los jvenes prncipes fueron recibidos por Dhritarashtra como sobrinos y educados junto a sus hijos.

    El `Adi Parva', `El primer libro', contiene la genealoga de las dos familias, y describe las circunstancias del nacimiento y de la educacin de los prncipes. En l se ve surgir la enemistad que pronto dividir las dos familias. La malevolencia de los hijos de Dhritarashtra con respecto a sus primos se hace ms y ms grande hasta llevarlos al punto de prender fuego a la casa donde habitan con su madre Prita. Advertiros a tiempo, los Pandavas se escapan por un pasaje subterrneo haciendo creer que han perecido entre las llamas, retirndose en secreto a los bosques, tras haber adquirido las maneras y costumbres brahmnicas. Durante este periodo oyen hablar del Svayambara3 de Draypadi, y se dirigen a la ceremonia para intentar obtener la mano de la joven princesa. Arjuna, el tercero de los cinco hermanos, es elegido por Draypadi, cuando se esparce el rumor de que los hijos de Pandu an viven y los ministros del rey Dhritarashtra mueven a ste a hacer regresar a sus sobrinos y a dividir su soberana con igualdad entre stos y sus hijos. Yudishthira y hermanos obtuvieron en el reparto una provincia al borde de la Djumna, cuya capital era Indraprastha. Duryodhana y hermanos reinaron sobre Hastinapura, junto al Ganges.

    Pero nuevos motivos de odio y envidia no tardarn en resurgir a causa de las pretensiones de Yudhishthira a celebrar el sacrificio del Radjasuya, durante el cual los prncipes.

    2 Wilson atribuye el origen de tal palidez a una especie de lepra, lo que explicara slo hasta cierto punto la exclusin del prncipe, pues tambin su hermano padeca una enfermedad muy grave: Dhritarashtra era ciego, y Gandhari, su mujer, a fin de compartir de algn modo su enfermedad, llevaba siempre una banda sobre sus ojos.

    3 Ceremonia en la cual una princesa elega por s misma un esposo entre los pretendientes a su mano.ofrecen presentes al que preside la ceremonia, en seal de sumisin. Estos hechos conforman el tema del segundo libro llamado `Sabha Parva', que termina con los episodios donde Yudishthira, a raz de una partida de juego con Duryodhana, pierde su palacio, su fortuna, su reino, su mujer, sus hijos y l mismo con ellos. El anciano rey Dhritarashtra les de-vuelve su libertad y su bienes, pero Yudishthira no tarda en dejarse arrastrar de nuevo por la pasin del juego. Acepta, a condicin de que, si la suerte le es desfavorable, l y sus hermanos irn a pasar doce aos a los bosques y permanecern trece aos sin dejarse reconocer. Pierde, y se retira con Draypadi, su esposa, y con sus hermanos, a vivir a los bosques.

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    A partir de este acontecimiento comienza el tercer libro, el 'Vana Parva', `libro del bosque', donde se encuentra el bello episodio de Nala y Damayanti. El Kairata Parva, `libro del montas', que se encuentra en este volumen, pertenece a este tercer libro.

    Al final del doceavo ao que deban pasar en el bosque, los Pandavas se ponen al servicio del rey Virata, bajo distintos disfraces. Sus aventuras a partir de aquel momento, son narra-das en el `Virata Parva', el cuarto libro. Se ganan el aprecio del rey al que sirven, y, al final del treceavo ao, cuando se dan a conocer al rey y ste se torna en su aliado para ayudar-les a vengarse y reclamar sus derechos a la soberana.

    El quinto libro, `Udyoga Parva', describe los preparativos para la guerra de las dos partes, enumerando los prncipes que se alistan a uno y otro lado. Entre ellos se encuentra el rey Dvaraka, Krishna, encarnacin de Vishnu. Krishna, ligado a las dos familias por su nacimiento, no puede decidirse a elegir entre las dos partes, pero sabiendo de antemano lo que suceder, propone a Duryodhana la opcin entre ayudarle a l, como individuo aislado, y la cooperacin con un gran ejrcito. Duryodhana elige desacertadamente esta ltima, y Krishna, quien, en s mismo, es ms que un ejrcito, se une a los Pandavas, y se encarga de conducir el carro de Arjuna, su amigo y favorito, llegando a ser de este modo, el principal instrumento del triunfo de sus aliados.

    Los cuatro libros que siguen se consagran a la descripcin de batallas que libran los dos ejrcitos enemigos en la llanura de Kurukshetra.4

    Los de Duryodhana van al mando de Bishma, su to abuelo, de Drona, su preceptor militar, de Karna, rey de Anga y amigo suyo, y finalmente, de Salya, rey de Madro, su aliado. La descripcin de las operaciones militares de cada uno de los jefes conforma un libro que lleva su nombre. En el noveno libro, el `Salga Parva', Duryodhana en persona muere a manos de Bhima, en un singular combate de porras, arma en cuyo manejo ambos eran destacados diestros. Algunos de los jefes sobrevivientes por la parte de Duryodhana, intentan entonces vengar la muerte de sus amigos, atacando durante la noche el campo de los Pandavas. Este episodio constituye el tema del dcimo libro o 'Soptika Parva', que juntamente 'con el resto de los libros hemos agrupado en la presente traduccin, con el ttulo de "Despus de la guerra".

    El onceavo libro, `Stri Parva', describe las lamentaciones de las mujeres de ambas partes, y la pena del anciano rey Dhritarashtra. Yudishthira en persona testimoniza su pesar por lo sucedido.

    El doceavo libro, `Santi Parva', `libro de la consolacin', ofrece abundantes detalles sobre los deberes de los reyes, la eficacia del don y los medios para obtener la liberacin ltima.

    El treceavo libro, 'Anusasana Parva', expone una larga serie de discursos sobre los deberes de la Sociedad en general. Tales discursos son dirigidos a Yudishtira, por Bishma, cuando est a punto de morir. Tanto en este libro como en el preceden-te, las partes didcticas vienen animadas con leyendas o fbulas que plasman los consejos morales a travs de la accin.

    Los ltimos libros, si bien son ms o menos abundantes en episodios, se circunscriben ms detalladamente al relato principal. Son tambin ms cortos, y dejan sentir la aproxi-macin del desenlace.

    El catorceavo libro, 'Azvamedhika Parva', 'el sacrificio del caballo', describe los detalles de tal ceremonia, celebrada por Yudishthira como prueba de su supremaca.

    En el quinceavo libro, 'Asrama Parva', 'libro de la ermita', el rey Dhritarashtra acompaado de su esposa Gandhari y de sus ministros, se retira a una ermita, donde muere.

    El dieciseisavo libro, `Mosala Parva', cuenta la destruccin de toda la raza de los Yandavas, la muerte de Krishna, que perteneca a esta tribu, y el hundimiento en el Ocano de Dvaraka, su capital.

    El diecisieteavo libro, 'Mala prasthanika', 'el gran viaje', relata la abdicacin de Yudishthira al reinado que ha obtenido con tanto esfuerzo, as como la partida, en compaa 4 Situado al noroeste de la India, en la vecindad de Delhi y del ro Sarasvati.

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    de sus hermanos y de Draypadi, su comn esposa hacia Meru, la montaa sagrada, a travs de los Himalayas.

    A medida que van avanzando, la influencia de sus faltas pasadas se vuelve fatal, y cada uno de ellos, sucesivamente, va cayendo sin vida al borde del camino. Slo queda en pie Y Yudishthira y un perro que haba seguido a los viajeros desde la ciudad de Hastinapura. El dios Indra se presenta entonces ante el prncipe para introducirle en el Svarga, la Elsea que l encabeza, pero Yudishthira rechaza entrar a no ser que admitan a su perro. Tras algunas dificultades, Indra consiente en admitir al fiel animal.

    El dieciochoavo y ltimo libro, el 'Svargarohana', `la apoteosis', nos muestra a Yudishthira entrando al cielo en cuerpo. Para su gran pesar, encuentra all a Duryadhana y los otros hijos de Dhritrarashtra, pero no halla a ninguno de sus hermanos ni a su esposa Draypadi. Inquiere entonces sobre su paradero, negndose a permanecer en el cielo sin ellos. Un mensajero de los dioses aparece para mostrarle dnde se hallan sus padres y le conduce hasta una especie de infierno, donde encuentra todo tipo de objetos que inspiran repugnancia y horror. Su primer impulso es de volverse atrs, pero es detenido por los gemidos de voces bien conocidas que le suplican que se quede pues su sola presencia ha dulcificado los sufrimientos de los que le llaman.

    Consigue sobreponerse a su repugnancia y se resigna a compartir la suerte de sus amigos del infierno, en lugar de morar en el cielo con sus enemigos. Es la prueba suprema. Los dioses vienen y aplauden su virtuoso desinters. Todos los horrores que acaba de ver en su camino se desvanecen; sus padres y sus amigos ascienden con l al cielo, donde tornan a su primitivo estado de personajes celestes, estado que abandonaron temporalmente a fin de tomar una forma humana en la tierra como contempraneos de Krishna, y trabajar con l en la liberacin del mundo de esos malvados seres que, en la persona de Duryodhana, de sus hermanos y aliados, opriman la virtud y propagaban la impiedad.

    El `Harivansa' es una especie de suplemento del Mahabharata. Contiene, aparte de la genealoga de Hari, o Vishnu, encarnado en la persona de Krishna, detalles genealgicos, relatos de aventuras y proezas de Krishna, con un gran nmero de leyendas creadas con el fin de aconsejar el culto a este avatar o reencarnacin divina. El carcter del `Harivansa' indica que es de una fecha bastante posterior a la mayor parte del Mahabharata.(1)

    As como la Ilada y la Odisea, el Mahabharata celebra las hazaas de una generacin ya desaparecida y que era capaz de realizar cosas imposibles para los hombres posteriores. Sus valores corresponden a una edad que todo lo juzga a la talla del hombre heroico. Pero a diferencia de los hroes griegos cuyo destino est fuertemente ligado al de los dioses, los hroes que aparecen en el Mahabharata son simplemente herramientas manejadas por una nica voluntad divina o csmica manifestada y expresada en un avatar o reencarnacin divina llamado Krishna. El ya sabe el principio y el fin, todo est presente en su mente: todos los personajes son meros juguetes en sus manos en un decorado que son las circunstancias que se precipitan una detrs de otra. Por ello los alienta a prescindir de todo aquello que ellos consideran bien y mal y a afrontar la accin que el destino trae consigo, porque sabe que nadie puede sustraerse a l.

    Existe un paralelismo entre el Ramayana y el Mahabharata en cuanto que ambas obras tratan de exponer los deberes de un rey perfecto dedicado a los bramanes y cuya gua es siempre, por encima de todo, el Dharma, el cdigo moral mediante el cual regir todas sus acciones a pesar de l mismo, de toda su familia e incluso de todo su pueblo. Y la presencia de un avatar quien en definitiva har que ste triunfe, el objetivo, en definitiva, buscado por el hroe. En el Mahabharata se expresar por la victoria de los Pandavas sobre los Kurus quienes representan respectivamente el reino dhrmico y los rakasas o reino inferior o del mal.

    Toda esta extraordinaria epopeya, cuyos personajes no son ms que personificaciones de las virtudes y defectos, es la fuente donde bebe toda la mitologa hind y donde se nutre una de las mayores religiones del mundo: el hinduismo.

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    EL MAHABHARATA 1ra. Parte

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    ADI PARVA

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    1 EN LAS ORILLAS DEL GANGES

    Al rey siempre le haba gustado la caza; era su pasin. Y fue as como un da, mientras

    cazaba a orillas del Ganges, se encontr con ella. Fue como una visin. All estaba, de pie. Su piel brillaba como el oro, sus ojos eran grandes y lustrosos. Con los dedos peinaba sus largos cabellos que le caan sobre el cuerpo como Rah tratando de cubrir la luna. El rey qued como paralizado, contemplndola absorto. Le pareca una ninfa que hubiera descendido de los cielos a la tierra para deleite de sus ojos. Se le acerc, y ella, al escuchar el ruido gir y lo mir, y un destello hechizante ilumin su cara. En sus labios se dibuj una tenue sonrisa mientras jugaba dibujando formas en la tierra con la punta de su pie. Un momento despus volvi a levantar la mirada posando su vista en l, y el rey advirti que a ella le gustaba su compaa.

    Se acerc. Tom vacilante su mano entre las suyas, y le dijo: -Eres muy hermosa. Quiero que seas ma. Soy Santanu el rey de Hastinapura. Me he

    enamorado de ti y sin ti ya no podra vivir. Ella le sonri y dijo: - Desde el momento en que te vi supe que iba a ser tuya. Ser tu reina, pero con una

    condicin: jams te opondrs a lo que yo quiera hacer, sea lo que fuera y cuando fuese. En el momento en que no cumplas esto me ir de tu lado y no regresar jams.

    -Que as sea --dijo el monarca enamorado, y la llev a la ciudad. Fue para l la esposa ideal: una compaera en todas las ocasiones. Le complaca

    inmensamente su encanto, su belleza, sus dulces palabras y sus muchas virtudes. Perda con-ciencia del tiempo cuando estaba con ella. Su nombre era Ganga.

    Pasaron los das y los meses, y en el transcurso del tiempo Ganga concibi un hijo del rey, el cual se alegr en gran manera, pues al fin haba nacido un hijo heredero que iba a asegurarle la descendencia de la casta de los pauravas, ocupando en su da el trono. Se dirigi a toda prisa a los aposentos de la reina. Pero se le inform de que ella ya no estaba. Le dijeron que haba salido corriendo en direccin a las orillas del Ganges con el nio recin nacido en sus brazos. El corri hacia la orilla del ro, y all ante sus ojos horrorizados vio lo que jams podra borrar de su memoria: Ganga, su amada Ganga, arrojaba el nio recin nacido al ro y en su rostro haba una expresin que no pudo olvidar durante varios das, torturndolo de continuo. Ella sin embargo ofreca el aspecto de haberse librado de una pesada carga. El senta deseos de preguntarle por qu, pero no poda hacerlo, pues se acordaba de lo que le haba prometido en el momento de aceptarla como esposa.

    Esta misma escena volvi a repetirse un ao ms tarde. Y al siguiente ao volvi a suceder lo mismo. Y as sucesivamente fue arrojando al ro los siete primeros hijos del rey. El rey, sin embargo, permaneca en silencio. El amor, dicen, es ciego, pero no es exactamente as: el amor es un ojo extra con el que se ve tan slo lo que hay de bueno en el ser ama-do, permaneciendo ciego a todas sus faltas. Para el rey, Ganga era toda su vida. Pero igualmente poderoso era su deseo de tener un heredero. El rey ya no encontraba un momento de paz; y as pas un ao, hasta que el octavo hijo vino al mundo. Ganga otra vez corri hacia el ro con el nio entre sus brazos y el rey enmudeci de furia y amargura, ya no lo poda soportar ms, y sin poderse contener corri detrs de ella, hasta que la alcanz, la detuvo y por primera vez la recrimin.

    -Por qu actas de un modo tan inhumano? -le dijo-: ya no puedo soportarlo ms. No entiendo por qu destruyes de esta manera a mis hijos. Por qu lo haces? Cmo es posible que una madre mate a su nio recin nacido? Por favor, dame este hijo. Ya no puedo guardar silencio por ms tiempo.

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    Ganga tena una extraa sonrisa en sus labios. Estaba triste y feliz al mismo tiempo. Dirigindose al rey muy dulcemente le dijo:

    -Mi seor, ha llegado el momento en el que debo irme. Has roto tu promesa. Me ir inmediatamente. Este hijo nuestro vivir. Me lo llevar conmigo pero te lo devolver cuando llegue el momento. Le llamar Devavrata.

    El rey la miraba atnito, no poda entender todo lo que le estaba diciendo. Lo nico que entenda era que la mujer que lo era todo para l estaba a punto de abandonarle para siempre, slo porque le haba pedido que no matase a su octavo hijo. Las nicas palabras que pudieron salir de sus labios fueron:

    -Por qu me haces esto? Es que no ves que mi vida te pertenece y que no 'puedo vivir sin ti? No puedes irte y dejarme abandonado. En un tiempo me amabas y ahora, en nombre de ese amor, te imploro que no me dejes; por favor.

    En el hermoso rostro de Ganga apareci una expresin de dolor, y le dijo: -Mi seor, no entiendes que me voy porque debo hacerlo? Yo, Ganga, pertenezco a los

    ciclos. He venido a la tierra para hacer un servicio y complacer tu deseo. Yo soy la diosa Ganga, adorada por los dioses y los hombres. Vasishta maldijo a los ocho Vasus a nacer en el mundo de los hombres, pero luego conmovido por sus splicas, he tenido que descender al mundo de los mortales para ser madre de ellos. Ellos han sido los ocho hijos que he concebido de ti, y ha sido para tu beneficio que as fuera, pues t ascenders a las regiones superiores por el servicio que has hecho a los ocho Vasus. Te contar cmo fueron maldecidos por Vasishta:

    " `Un da fueron los Vasus a la montaa con sus esposas, y mientras vieron por un camino la ermita de Vasishta. Uno de ellos vio a Nandini, la vaca de Vasishta, que pastaba all. La divina belleza de su forma lo atrajo, llamando la atencin de los otros acompaantes hacia aquel armonioso animal.

    "Una de las esposas le pidi a su marido que la obtuviese para ella, a lo que l le respondi:

    "- Qu necesidad tenemos nosotros, los Devas, de beber leche de vaca? Esta vaca le pertenece al sabio Vasishta, dueo de todo este lugar. Es posible que un hombre se vuelva inmortal bebiendo leche de esta vaca, pero qu beneficio nos reportara a nosotros que ya somos inmortales. No merece la perla provocar la ira de Vasishta tan slo para satisfacer un capricho.

    "Pero la esposa continuaba insistiendo: "-Tengo una compaera en el mundo de los mortales v es por ella que te lo pido;

    podemos irnos con la vaca antes de que regrese Vasishta. Por favor, hazlo por lo que ms quieras, este es mi ms profundo deseo.

    "Finalmente su esposo cedi, y entre todos los Vasus cogieron la vaca y se la llevaron con ellos. Cuando Vasishta regres a la ermita, not la falta de la vaca, pues le era impres-cindible para sus rituales diarios. Y usando el poder del yoga enseguida vio todo lo que haba pasado. La ira se apoder de l y pronunci una maldicin contra los Vasus. El sabio, cuya nica riqueza era su austeridad, les conden a que nacieran en el mundo de los hombres. Cuando los Vasus supieron que haban sido maldecidos se arrepintieron, aunque ya era dema-siado tarde, y recurriendo a la misericordia del sabio, le imploraron perdn. Vasishta les dijo:

    "-La maldicin ha de seguir su curso. Aquel de vosotros que decidi coger la vaca vivir en el mundo durante ms tiempo aunque en plena gloria, pero los otros seris liberados de la maldicin en cuanto nazcis. No puedo retirar mis palabras, pero de esta forma suavizar vuestra maldicin.

    "Tras lo cual Vasishta deposit de nuevo su mente en la prctica de la austeridad y el yoga, cuyos efectos haban disminuido ligeramente por la ira. Los sabios que practican la austeridad adquieren el poder de la maldicin, pero cada vez que usan ese poder reducen su cmulo de mritos.

    "Los Vasus se sintieron aliviados y se acercaron a m, la diosa Ganga, y me rogaron que fuera su madre; me pidieron que descendiera a la tierra para engendrarlos y arrojarlos inmediatamente al ro en cuanto nacieran, liberndolos as de la maldicin. Por otro lado t en

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    tu nacimiento anterior, eras el gran rey Vihsak. Una vez estabas en la corte de hidra y al llegar yo me miraste con ojos de deseo y quisiste que fuera tuya. A los moradores de los cielos no les gust esto y te enviaron a la tierra para nacer como el rey Santanu, el hijo de Pratipa. De este modo nuestro amor se ha hecho posible y hemos sido felices.'

    -Mi seor no trates de detener la marea del tiempo. Las cosas que han sido ordenadas han de suceder. Ni t, ni yo, ni todos los dioses pueden alterar el orden de las cosas que han de suceder.

    Cuando el velo de la ilusin se aparta y se les permite a los ojos ver la verdad, nos damos cuenta de que los ojos no son suficientemente fuertes para resistir su presencia. Lo mismo le ocurra al rey. Ganga, la diosa de los cielos, pens que era adecuado jugar el papel de esposa suya, pero Santanu, un mero mortal, no era lo suficientemente fuerte para sobre-llevar tal honor. Su mente rechazaba enfrentarse a la verdad. Se qued como mudo cuando escuch lo que Ganga le haba dicho. Era demasiado para l. Como consecuencia vea dos cosas: la primera era que Ganga le abandonara para siempre, la segunda que ahora tena un hijo, el cual podra ocupar el trono para perpetuar el nombre de los Pauravas. A Ganga le resultaba fcil adivinar las emociones que pasaban por la mente de Santanu y con una mirada de amor y compasin se dirigi al rey diciendo:

    -Mi amado, por favor no te apenes, cuidar muy bien de nuestro hijo. Ser un gran hombre. Ser el mayor de todos los Pauravas que hasta ahora han ocupado el trono de la raza de la luna.

    Despus de decir esto Ganga desapareci ante sus ojos. Santanu permaneci durante horas rememorando aquellos momentos lleno de dolor. Y despus de algn tiempo emprendi camino de regreso a su casa con una expresin de resignacin, pues saba que era nicamente la soledad lo que le estaba esperando.

    II

    DIECISIS ANOS MS TARDE Ya haban pasado diecisis aos. Hay corazones rotos que jams desfallecen, y el rey

    era uno de ellos. Su vida estaba ahora vaca. Vivir para l ya no tena sentido. Pero no dej que eso afectase en absoluto a su reino. Era un rey ideal. Sus sbditos estaban muy felices con l. Su nico placer como pasatiempo era la caza. Siempre estaba cazando por las orillas del Ganges, pues fue all donde un da encontr la felicidad. Y un da mientras vagaba a lo largo de la orilla, sus ojos quedaron sorprendidos ante una extraa visin. El ro no flua. Pareca como si algo hubiera detenido su curso. Lleno de curiosidad sigui caminando por la orilla y vio una hilera de flechas que haban sido clavadas unas junto a otras de tal forma que ni una sola gota de agua poda pasar entre ellas. Santanu se quedo petrificado, sorprendido ante aquel repentino embalse que se haba producido en el ro. Pero pronto se dio cuenta que no estaba solo: Ganga, su amada Ganga, estaba de pie a su lado, con una dulce y serena sonrisa. El rey se sinti desbordado, y mirndola con los ojos llenos de lgrimas le dijo:

    -Ganga, por fin te has compadecido de m. Todos estos aos los he pasado en soledad; me he sentido tan solo. Te quiero y no puedo vivir sin ti. Por favor regresa a m. Me has perdonado, ya lo s, de otra forma no habras vuelto. Vmonos corriendo a la ciudad y vivamos felices de nuevo.

    Ganga le mir con una expresin de lstima en sus ojos y le dijo: -Mi seor, todo eso est ya en el pasado. Cuando el sol se pone en el atardecer de un da

    es tonto pedirle que regrese para poder vivir ese da de nuevo. Por supuesto que el sol volver, pero slo para manifestar un nuevo da. Nadie puede retroceder ni un solo momento. Dejemos todo eso a un lado y permteme decirte por qu he venido: Ves el ro detenido?

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    -S -le contest el rey-, eso fue lo que me detuvo como hechizado. Dime Ganga quin es el que te est deteniendo embalsada a ti, quien toda la riqueza de mi amor no puede detener?

    Mientras ellos hablaban se produjo de repente un ruido ensordecedor. Era el rugir de las aguas del ro, cuyo curso ya haba sido liberado del embalse. Desde la distancia se les acercaba a toda velocidad un muchacho: un bello joven, cuyo noble rostro brillaba con gran energa. Abraz a Ganga y le dijo:

    - Madre! Madre! Yo contuve el ro! Una vez ms he conseguido hacerlo! Ganga, mirando al rey que estaba totalmente asombrado, le dijo: Es tu hijo! -Luego se volvi al joven y le dijo: -Devavrata, este es tu padre, saldale. Santanu extendi sus brazos hacia su hijo y le abraz. Y Ganga dijo: -Esta es la razn de mi venida. Te he trado a tu hijo, llvatelo contigo, l alegrar tu

    vida. Conoce todas las artes que un Kshatrya debe conocer. Vasishta ha sido su guru. De l ha aprendido los Vedas y los Vedangas. De Brihaspati, el guru divino, ha aprendido la ciencia de la poltica. Y condescendiendo a mi ruego, Bhargava, el enemigo de los Kshatryas, le ha enseado el arte de manejar el arco. Mi hijo es ahora un maestro en todas las artes. Le he preparado para que sea un digno heredero del trono de los Pauravas. Aqu te entrego a este hroe. Llvale a la casa de los hroes. -Y Ganga desapareci.

    El rey emprendi camino de vuelta hacia el palacio tal y como lo haba hecho diecisis aos atrs. Pero esta vez no regresaba solo. Su hijo, el hijo de Ganga, estaba a su lado. Santanu estaba orgulloso de su apuesto hijo, digno de ser la nica obsesin del rey que durante tanto tiempo haba estado en soledad. Juntos, hijo y padre, galoparon hacia Hastinapura.

    III LA HIJA DEL PESCADOR

    Pasaron cuatro aos. En compaa de su hijo el rey pas muchos felices das. Santanu estaba contentsimo con l y Devavrata era un hijo ideal. Pareca como si quisiera recompensar a su padre por todos los aos de soledad que pas. Eran inseparables. El rey coron a Devavrata como heredero legtimo al trono y todos los sbditos del reino se sintieron muy felices. Mas el destino, mientras tanto, tena un juego oculto para ellos.

    Un da de tantos el rey haba salido a cazar. Iba solo, y en un momento dado, mientras buscaba una presa, un extrao perfume embriag sus sentidos. Era un perfume que jams haba conocido antes. Se sinti raptado por su dulzura, y arrastrado por este extrao perfume, el rey sigui el aroma buscando su procedencia. Lo sigui y lo sigui, hasta que al final de su bsqueda vio que la fuente de tal perfume era una mujer. Haba llegado a las orillas del ro Yamuna. All en la orilla del ro se encontr con una mujer muy hermosa que estaba atando una barca. Su forma no tena defecto alguno, era perfectamente bella. No haban palabras para describir la belleza de sus formas. Sus ojos miraban al suelo arrobados por la timidez, como si no pudiera soportar la intensidad de la mirada del rey. Estaba vestida como una pescadora. Santanu la mir lleno de deseo, se acerc a ella y le dijo:

    -Quin eres t? qu ests haciendo aqu? Ella le contest con voz muy suave: -Soy una pescadora: Mi padre es el rey de los pescadores. Mi tarea es hacer travesas

    con la barca de una orilla a otra del ro. El rey fue inmediatamente a donde estaba el padre de la muchacha y le dijo: -Soy Santanu, el monarca de la raza lunar y vengo de la ciudad de Hastinapura. Cuando

    estaba cazando en el bosque percib un extrao perfume, le segu el rastro hasta la orilla del Yamuna y all me encontr con una hermosa mujer. Ella me ha dicho que es tu hija, y yo quiero que sea mi esposa.

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    El astuto rey de los pescadores le contest: -Es cierto mi seor, el perfume que percibiste proviene de mi hija, y s que en el mundo

    entero no hay persona ms apropiada para casarse con mi hija que vuestra seora. Ser la reina del monarca Paurava es el honor ms grande que puede recaer sobre una pobre muchacha pescadora. Tengo la intencin de entregarte a mi hija en matrimonio. Pero hay una condicin, y si t ests dispuesto a aceptarla, mi hija ser tuya.

    El rey estaba impaciente, y le dijo: -Si es posible concederte lo que me pides con certeza te lo conceder. El pescador le dijo: -Alguien ha predicho que el hijo de mi hija ser el heredero del trono del reino. Si me

    prometes que el hijo que nazca de ella ser el rey de Hastinapura que reinar despus de ti, te dar a mi hija con sumo gusto.

    El rey enmudeci, estaba pensando en Ganga, en el da en que le trajo a Devavrata y le dijo: "Aqu te entrego a este hroe. Llvalo a la casa de los hroes." La cara de su hijo bienamado vino inmediatamente a su mente, el hijo a quien ya haba coronado como legtimo heredero. Pens en el compromiso de amor que le una a Devavrata y sin pronunciar palabra alguna Santanu regres a su carroza. Con el corazn dolorido y sintiendo un profundo deseo por lo inalcanzable, el rey regres a la ciudad.

    IV

    EL VOTO DE CELIBATO Devavrata encontr a su padre repentinamente cambiado. Ya no exista aquella felicidad

    que surga de la relacin perfecta que exista entre ellos. Este nuevo padre ya no le hablaba, incluso aunque se lo pidiese. El prncipe trat de

    irse a l para descubrir la causa de este desinters. Pero sus intentos fueron intiles. El rey haba perdido inters por todo, incluso por su pasatiempo favorito: la caza. Despus de mucho tiempo, un da el rey le habl a Devavrata, y le dijo as:

    -En esta gran Casa de los Kurus, t eres mi nico hijo. Representas para m ms de cien hijos juntos -no es que pretenda casarme de nuevo- pero me preocupa el hecho de que eres mi nico hijo. Dios te ha otorgado una larga vida. Pero mi mente est turbada. Los sabios dicen que tener un solo hijo es como no tener ninguno. T eres un gran guerrero y si algo te ocurriera en alguna de las guerras el gran linaje de los Kurus quedara sin heredero, se destruira. Esta es la preocupacin que est causando estragos en mi mente.

    El prncipe permaneci en silencio unos momentos. Su inteligencia haba penetrado a travs de la pantalla de palabras tras las cuales el rey pretendi ocultarle lo sucedido. Fue a donde estaba su auriga y en tono muy directo le pregunt:

    -Eres un amigo confidencial de mi padre, dime quin es la mujer que ha capturado su corazn? Dmelo, quiero hacer lo que sea para ver a mi padre feliz.

    Despus de dudarlo mucho el auriga le dijo vacilante: -Es la hija de un pescador. Tu padre se enamor de ella y le pidi su mano a su padre. Y l a cambio le puso una condicin: que el hijo que tena

    que nacer de ella deba ser nombrado rey en el trono de los Pauravas. Tu padre pens en ti, y sintindose impotente regres a Hastinapura.

    Sin decirle nada a su padre, Devavrata parti hacia el bosque y no se detuvo hasta que lleg a la aldea de los pesca-dores. La mujer a quien su padre amaba estaba all, en la orilla del ro Yamuna. Davavrata la salud y le invit a venir al palacio. Pero su padre se interpuso saludando al prncipe con el debido respeto. El prncipe le habl muy claro y directo:

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    -Qu quieres? es que no te parece suficiente honor que el rey del mundo entero venga a pedirte un favor? -Mi seor dijo el pescador, alguien predijo que el hijo de Satyavati sera un monarca. Yo os conozco bien, s que sois el prncipe heredero y que el rey os ama mucho. Por eso no me respondi cuando le dije mi condicin. Y ah concluy todo.

    Davavrata hizo un gesto de desagrado por la astucia del pescador. Que su padre quisiera algo y no pudiera conseguirlo era algo inimaginable para l. Le dijo: -Quieres que tu nieto sea el rey que siga a mi padre. Pues que as sea! Yo renuncio a mi derecho al trono. Ests satisfecho ahora?

    El pescador qued asombrado con las palabras del joven prncipe, pero an guardaba un recelo de desconfianza; sonri y dijo: -Mi seor, en tu nobleza has renunciado al trono, pero cmo puedo estar seguro de que tus hijos estarn tan desapegados como t? qu seguridad tengo de que no reclamarn el trono al hijo de Satyavati?

    El prncipe se sorprendi del extremo a que llegaba la ambicin y astucia de aquel hombre, pero an as sonri y le dijo:

    An no ests contento? Te complacer: No me casar. Ante todos los habitantes de la tierra, de los cielos y de otras regiones, en nombre de todo lo que es querido y sagrado para m, en nombre de mi guru Bhagavan Bhargava, en nombre de mi madre Ganga, y en nombre del Dharma, tomo el voto de que jams me casar mientras viva. Ests ahora satisfecho?

    De los cielos llovieron flores sobre l y por todas partes reson la palabra "BISHMA" que significa "el que hace un terrible voto y lo cumple."

    -Aqu la tienes -dijo el pescador-; tu madre. Y puso a Satyavati ante el prncipe. Devavrata la salud, la subi a la carroza y parti a toda prisa hacia Hastinapura. Corri a la presencia de su padre y le present a la joven muchacha dicindole: Padre, la he trado para ti. Por favor, tmala y abandona tu tristeza. An resonaban los cielos con el grito de. " BISHMA! BISHMA!" .

    Cuando Santanu supo todo lo que haba pasado sinti una profunda pena, atormentado por un sentimiento de culpa. No poda soportar la idea de que su hijo, tan varonil, tan bello, tan divino, se hubiese autoimpuesto una vida de celibato. Pero la red una vez tejida, ya no se puede destejer. Santanu haba conseguido el deseo de su corazn, y en gratitud concedi a su hijo bien amado un don: Devavrata poda morir cuando quisiese y slo cuando l quisiese. Para ello el rey us todos sus mritos acumulados por sus prcticas de austeridades, en un esfuerzo por complacer a su hijo.

    Por fin se celebr la boda del rey con Satyavati. El rey vivi varios aos con ella, de quien tuvo dos hijos, sus nombres eran Chitrangada y Vichitravirya. Los aos pasaron muy rpidos y el rey, que ya haba envejecido, con el tiempo muri. El prncipe Chitrangada era demasiado joven para hacerse cargo del trono, por lo cual Devavrata, mejor conocido como Bishma, tuvo que hacer las veces de regente y nombr al prncipe Chitrangada como heredero legtimo.

    Bishma pas as algunos aos. Y sucedi que haba un rey Gandharva que se llamaba

    tambin Chitrangada y no le gustaba que un mortal tuviera su mismo nombre. Por lo cual ret al mortal Chitrangada a que pelease con l para probar quin era merecedor de tal nombre. Y en el campo de Kurukshetra se celebr la batalla entre ambos, en la que el hijo de Santanu result muerto. Bishma se apen mucho. Y poco despus coron al hermano menor, pero como era muy joven tuvo que asumir l mismo el papel de regente. Todo el mundo en Hastinapura estaba contento con Bishma, su rey sin corona.

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    V EL TORNEO DE KASI

    El joven prncipe Vichitravirya era ya el nico hijo de Satyavati, por lo cual ahora era el centro de todas sus esperanzas. Bishma era para l como un padre.

    Pasaron los aos, hasta que lleg un tiempo en que Bishma empez a pensar en el matrimonio del prncipe. El rey de Kasi tena tres hijas encantadoras: Amba, Ambika y Ambalika. Y a los odos de Bishma lleg la noticia de que en la corte de Kasi se iba a celebrar una fiesta de Swayamvara para las tres princesas. Hasta entonces haba sido costumbre del rey de Kasi ofrecer sus hijas a los prncipes de la casa de los Kurus, por lo cual Bishma se resinti mucho con l, y emprendi camino hacia la ciudad donde se celebraba el Swayamvara.

    Cuando Bishma lleg, ya haca rato que el festejo ceremonial estaba transcurriendo. Haban venido reyes de muchas ciudades de la India y en el aire flotaba el perfume de las flores y el brillo de las joyas que llevaban los prncipes asistentes.

    En cuanto vieron entrar a Bishma, comenzaron a cruzar-se entre ellos risas y comentarios burlones: "La belleza de las princesas podra hacer flaquear los votos de un rishi, cunto ms no habra de sucederle a un soltern como Devavrata, un mero mortal?"

    Bishma se dirigi a todos ellos con voz fuerte y les dijo: -Ciertamente he venido a asistir al Swayamvara, y me voy a llevar a las tres princesas a

    Hastinapura. Sern reinas en la casa de los Kurus como esposas de mi hermano menor Vichitravirya. Y si os atrevis a rescatarlas oponindoos a m, estoy preparado para luchar con cualquiera de vosotros.

    Sin vacilacin alguna, Bishma cogi de la mano derecha a las princesas y las subi una a una a su carroza. El rey de Kasi estaba furioso y recurri a los reyes presentes en peticin de ayuda: todos se abalanzaron sobre Bishma cuando ya estaba emprendiendo camino. Una lucha fiera se desat entre los reyes y Bishma, el cual les fue abatiendo fcilmente hasta quedar libre de ellos. Ya se dispona nuevamente a emprender su marcha cuando el rey Salva, que era un gran hroe, desafi . a Bishma a una lucha singular. Recin comenzada la lucha logr herir a Bishma en el pecho, el cual se enardeci an ms y en un arrebato de coraje desarm completamente al rey Salva abatindolo a tierra, quedando su vida a merced del vencedor. 'Pero Bishma le perdon la vida, y regres a la capital kuru sin ningn obstculo ms en su camino.

    Se dirigi a los aposentos de Satyavati y le present a las tres princesas: -Mira, madre -le dijo-, estas son las esposas que he trado para Vichitravirya.

    Satyavati y el prncipe estaban muy complacidos. Entonces, la mayor de las tres, Amba, dijo con voz asustada:

    -Mi seor Bishma, cuando entraste en la sala para llevar-nos a la fuerza, yo estaba en ese momento colocando la guirnalda en el cuello del rey Salva; ya le haba escogido como mi esposo.

    A lo cual aadi el joven prncipe: Yo no creo que sea correcto casarme con una mujer que en su corazn ama a otro

    hombre. Bishma y Satyavati sentan igual, por lo que Bishma le habl as:

    -No es correcto tenerte aqu, puesto que ya has elegido marido. En una carroza sers conducida a la corte de Salva.

    Amba lleg ante el rey Salva con el corazn rebozante de amor, y le dijo: -Mi seor, dado que t fuiste quien eleg por esposo en el Swarnyavara, el noble Bishma me enva de vuelta a ti. Por favor, acptame.

    Tras soltar una carcajada, Salva le dijo:

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    -Aceptarte? crees que soy un mendigo para aceptar regalos de mi enemigo? Devavrata nos derrot a todos y de acuerdo al Dharma de los Kshatryas, Bishma es ahora tu Seor. El es tu marido. Ve y pdele que se case contigo. Yo no puedo aceptarte.

    Cuando Amba regres a Hastinapura y se present ante Bishma, sus ojos estaban llenos de lgrimas y su corazn humillado. Bishma se sorprendi de verla en esa condicin y le pregunt:

    -Por qu has regresado? -Mi viaje fue intil -respondi Amba-. Salva me ha dicho que segn el Dharma

    Kshatrya eres t quien se ha de casar conmigo, por lo cual ahora ya no tengo marido. Yo no quiero quedarme soltera para siempre; por favor, csate conmigo.

    El corazn de Bishma se llen de compasin y lstima por aquella mujer cuya vida se haba arruinado por su culpa con dulzura le dijo:

    -Me apena mucho esta situacin, pero no puedo casarme contigo. Sabes que he prometido ser un brarnachari toda mi vida. Esto parece ser juego del destino, pues si pudiera me casara contigo. Vuelve junto a Salva y trata de convencerle de que se case contigo, pues yo no puedo hacer lo que me sugieres. -Tras decir esto, Bishma se alej de su presencia.

    Amba pas as diez aos con su corazn lleno de odio hacia Bishma, considerndolo como el causante de su infelicidad. Se fue al bosque para reunirse all con varios ascetas. Les cont su historia y les expres su deseo de permanecer con ellos practicando austeridades y mortificaciones. Y sucedi que a aquella ermita lleg tambin el gran Hotravahana, el abuelo de Amba, quien despus de confortarla le dijo:

    -El gran Bhargava, el guru de Bishma, es un gran amigo mo. El ordenar a Bishma que se case contigo; l no puede desobedecer a su guru.

    Unos das ms tarde Bhagarva vino al bosque y Hotravahana le cont la tragedia de Amba. El gran sabio movido por la compasin le dijo:

    -Hablar con Bishma y le pedir que se case contigo, seguramente me obedecer. As pues, mand llamar a Bishma, el cual en cuanto tuvo noticia se apresur a su

    presencia y se postr a sus pies preguntndole:

    -Qu queris de mi? Y Bhagarva le dijo: -Le he prometido a esta mujer que te hara casar con ella para aliviar su profunda

    amargura. Debes ayudarme a mantener mi palabra: debes casarte con ella. Bishma gir la mirada sobre Amba y luego, mirando a su guru con tristeza le respondi: -Mi seor, t conoces el terrible voto que he asumido: No puedo casarme. Aunque me

    lo pidas, no puedo casarme. Su guru en el arte de las armas trat de convencerle pero todo fue intil, permaneca

    firme en su voto. Bhagarva se enfureci y le dijo: -Si no lo haces te maldecir o tendrs que pelear en duelo conmigo. En medio de tal dilema Bishma tuvo que decidir y prefiri luchar. Le dijo: -Mi seor, t sabes cunto te amo. Pero prefiero luchar antes que ser maldecido por

    quien me ama. Una terrible batalla se desencaden entre ambos y los dioses de los cielos la

    presenciaron. La batalla continu durante das y noches en un alarde de valor por parte de ambos, hasta que Bishma decidi lanzar el astra llamado Praswapa, lo que significaba la destruccin del mundo. Los dioses encabezados por Narada y Rudra intervinieron v le dijeron: -Bishma, detn esta lucha. No enves el astra. T no eres quien ha de destruir el mundo, otro ser quien lo har. -Y le convencieron de que tena que ser l el primero en ceder en la lucha, pues de lo contrario sera una ofensa a su guru. Bishma acept y dej de luchar, acabando as el comba-te. Bhagarva le abraz en reconocimiento de su valor y girndose hacia Amba le dijo: -No puedo alterar la determinacin de Bishma; por favor vete, pues tu deseo no ha de cumplirse.

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    VI EL DESEO DE VENGANZA DE AMBA

    Amba abandon el bosque y se dirigi a otro lugar para emprender una vida de terribles mortificaciones y austeridades, negndose hasta las necesidades ms esenciales. Shanmukha, el hijo del seor Sankara, estaba muy complacido con ella. As pues un da se le apareci, y le regal una guirnalda de lotos que jams se marchitaban. Le dijo:

    -Hija ma, toma esta guirnalda. La persona que lleve esta guirnalda alrededor de su cuello ser la persona que matar a Bishma.

    A continuacin Amba se dirigi a los reyes ms poderosos de aquellas tierras y trat de

    persuadirles de unirse a su causa, mas todos rehusaban a hacerlo, a pesar de que la guirnalda otorgada por un dios era un signo seguro de xito. Bishma tena una personalidad tan poderosa que no haba ni un solo kshatrya que se atreviera a oponerse a l. Amba se dirigi a la corte de Drupada, el rey de los Panchalas. Le ofreci la guirnalda y le pidi que le ayudara, a lo que el rey le respondi:

    -Bishma no slo es poderoso sino que es bueno; no encuentro ninguna razn por la cual luchar con l. No puedo complacerte.

    Amba estaba desesperada. At la guirnalda a una columna del saln principal de Drupada y se fue llena de furia.

    Y otra vez fue a refugiarse al bosque para reanudar la prctica de severas austeridades. En su corazn tan slo haba un sentimiento: odio a Bishma. Su nico deseo era verle muerto. Sus austeridades se prolongaron durante mucho tiempo, hasta que finalmente el mismo seor Sankara se apareci ante ella y le dijo:

    -No te apenes hija ma, pues en tu prxima vida t misma matars a Bishma. Pero Amba pensaba para s misma: "Quizs en mi prxima vida le matar, pero no

    recordar mi odio y no podr saborear el placer de la venganza; debo matarle ahora." Sankara le sonri y le dijo: -No te preocupes, en tu prxima vida recordars cada uno de los pequeos detalles de

    esta vida. Sers la hija del rey Drupada, monarca de los Panchalas, mas luego te convertirs en varn y realizars tu venganza: matars a tu enemigo Bishma.

    Al saber esto, Amba hizo una enorme hoguera y se arroj en ella. Mas tarde naci como una hija del rey Drupada, y un da, mientras jugaba en el palacio, vio la guirnalda de lotos que estaba colgada en la columna. La cogi y se la puso alrededor de su cuello. En cuanto Drupada supo de este hecho se apresur a su encuentro, preocupado por lo que pudiera pasarle. Amba sonri serenamente a su padre y le dijo:

    -No te sorprendas, padre, yo he nacido de ti slo para poder ponerme esta guirnalda. Vive tranquilo y deja el resto de mi parte.

    En esta vida el nombre de Amba era Sikhandi. Fue educada por Drona, el cual siempre pens que era un muchacho. Y Sikhandi despus de practicar austeridades durante muchos aos, gracias a un don que le otorg un Yaskha cambi su sexo, convirtindose en un hombre. Y luego sigui viviendo en la corte de Drupada guardando en su corazn su odio por Bishma como una antorcha encendida.

    VII LA MUERTE DE VICHITRAVIRYA

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    El matrimonio de Vichitravirya con las dos princesas, Ambika y Ambalika, se haba

    celebrado de acuerdo a lo decidido. Bishma segua cumpliendo las funciones de regente, por lo cual el prncipe pasaba todo el tiempo en compaa de sus encantadoras esposas libre de responsabilidades. Pero el destino le sorprendi de nuevo, pues el joven prncipe contrajo una enfermedad muy maligna, la cual, a pesar de los esfuerzos de los mdicos consumi la vida de Vichitravirya hasta causarle la muerte.

    Satyavati estaba profundamente consternada por tal calamidad. La prdida de sus dos hijos fue muy dura para ella. Lo que ms le atormentaba era que la casa de los kurus se queda-ba sin heredero al trono. Y despus de estar pensando sobre este asunto durante horas, se dirigi a Bishma y le dijo que l era ahora el que tena que hacer que el linaje de los kurus continuase, por lo cual le sugiri que tomase a las dos jvenes viudas como sus esposas, a lo que Bishma le respondi:

    -Madre, no me parece correcto que me pidas que haga tal cosa cuando t sabes bien el voto que pronunci ante ti. Por favor, no me pidas eso.

    Satyavati aadi: -Recuerdo bien las circunstancias en las cuales pronunciaste este voto en favor de tu

    padre y de m. Pero ahora las circunstancias han cambiado, pues el voto lo hiciste en la suposicin de que un hijo mo iba a ser el rey. Pero ahora mis dos hijos han muerto, lo cual es una amenaza de extincin para nuestra raza. Es por eso que como ltimo recurso te pido que hagas eso. Yo soy tu madre y es tu deber complacerme, as pues debes obedecerme. Este Dharma es mucho ms importante que cualquier voto que hayas hecho.

    Bishma oyendo esto ya no pudo contenerse ms y en un arrebato de ira le dijo as a su madre, temblndole la voz de furia:

    -Madre, t no conoces la fuerza de mi mente ni la firmeza de mi Dharma, de hecho no me conoces en absoluto; nada lograr que yo haga lo que me ordenas. El sol puede perder su brillo y la luna su armona. Incluso el Seor Dharma puede abandonar su Dharma, pero yo jams me apartar del camino de la verdad. La Verdad es para m mayor que todas las promesas de recompensa en el cielo: nada me har cambiar. Por favor abandona ese absurdo deseo.

    VIII

    VYASA Y LAS PRINCESAS Bishma viendo la infelicidad de su madre Satyavati se le ocurri una idea para salir del

    trance, y acercndose a ella le dijo: -Madre, ya que un heredero al trono significa tanto para ti quiero hacerte una

    sugerencia. Se dice que en una situacin como esta es lcito que un Brhamn descendiente de la familia real d un hijo a la raza para evitar su extincin.

    Satyavati se qued pensativa y despus de unos momentos de indecisin se atrevi a contarle a Bishma algo que haba ocurrido haca mucho tiempo, antes de su matrimonio con Santanu. El hecho era que haba tenido un hijo del gran rishi Parashava. Este hijo era Vyasa. Despus del relato ambos estuvieron de acuerdo en ir a sugerirle la idea. Satyavati pens en su hijo Vyasa, y ste, correspondiendo a su llamada acudi rpidamente ante su presencia. Ella le dio la bienvenida y a continuacin le cont lo ocurrido, a lo cual l aadi:

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    -T eres mi madre y har cualquier cosa que me ordenes. Tomar a las dos esposas de Vichitravirya, pero depende de ti el convencerles de que no tengan miedo de mi aspecto desa-gradable y de mi piel oscura.

    Satyavati habl con ellas y las convenci de que era su deber dar a luz un hijo para salvar la dinasta de los kurus, y que tenan que ser amables y complacientes con el rishi. Ambika accedi, pues no tena otra opcin. Era una noche oscura. Ambika estaba en su habitacin esperando la llegada del sabio Vyasa. Cuando le vio llegar, era tan terriblemente aterradora la apariencia del sabio, que la pobre muchacha se llen de horror ante la fealdad de aquel hombre. Pero aun as tena que pasar por aquel mal trago, as que toda la noche mantuvo los ojos cerrados hasta que acab lo que para ella era una tortura. Por la maana Satyavati estaba esperando ansiosamente el regreso del sabio. El le dijo que un nio fuerte y poderoso nacera de Ambika, pero que debido a que ella mantuvo sus ojos cerrados por temor a l, el nio nace-ra ciego. Esto fue una decepcin para Satyavati y se enfad mucho con Ambika. Pero dado que ya era un hecho irreparable le pidi a Vyasa que lo intentase de nuevo, esta vez con Ambalika, a lo que Vyasa accedi.

    Arnbalika tambin tena mucho miedo del rishi. Escalo-fros recorran su sangre en cuanto le vio llegar y su cuerpo se qued plido del susto. Por fin pas la noche y a la maana siguiente Vyasa se reuni con Satyavati y le dijo que nacera un hijo dulce y bello pero que tendra la piel blanca, pues as estaba su madre cuando entr en su vientre. La pobre Satyavati ya no saba qu hacer, tan slo le quedaba pedirle a Vyasa que volviera para intentarlo otra vez despus que hubieran nacido estos nios, a lo cual el rishi respondi: -Volver. -Y abandon rpidamente la ciudad de Hastinapura.

    A su debido tiempo nacieron los dos nios. Uno era ciego y el otro blanco y sus nombres fueron Dhritarashtra y Pandu respectivamente. Fue Vyasa quien les puso estos nombres.

    Despus de esto Satyavati pens que ya era hora de que Vyasa volviera para tomar nuevamente a Ambika, a quien haba reido hacindole entender el error que haba cometido la vez anterior y le dijo que el rishi vendra de nuevo aquella noche. Ambika se horrorizaba de tan slo pensar en ello. Por lo cual decidi que aquella noche en vez de ir ella, enviara a su doncella al rishi. Vyasa se encontr con la doncella, la cual fue tan atenta y complaciente con el rishi que ste se sinti inmensamente satisfecho con ella. Por la maana cuando se reuni con Satyavati le dijo que le nacera un hijo sabio y bueno que sera la encarnacin del seor del Dharma. El gozo de Satyavati era inmenso, Vyasa aadi:

    -La madre de la criatura no ser Ambika pues anoche me envi su doncella en lugar de ella. Y, por lo que a mi respecta, por favor no me pidas que vuelva a hacerlo, pues, para un hombre como yo que ha renunciado al mundo, no sera correcto tener relaciones con una mujer ms de tres veces. Acced a ello porque eres mi madre y me lo ordenaste, pero, por favor, no me lo vuelvas a pedir ms.

    Con estas palabras de despedida el gran Vyasa parti rumbo a las cumbres de los Himalayas para reemprender su prctica de austeridades.

    IX LAS BODAS DE PANDU Y

    DHRITARASHTRA

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    Por fin naci el tercer descendiente, el cual recibi por nombre Vidura. Bishma tuvo que asumir nuevamente el papel de regente hasta que los nuevos prncipes alcanzaran edad suficiente para gobernar el reino.

    Y mientras pasaban los aos, Bishma les enseaba todo aquello que un kshatrya deba saber. El primero de los prncipes Dhritarashtra estaba dotado de una fuerza fuera de lo normal, mientras que el segundo Pandu demostr ser un maestro en el uso del arco. Vidura por su parte era el ms sabio de los tres. Una vez alcanzada la madurez, Bishma nombr a Dhritarashtra heredero legtimo al trono. Pandu, el maestro de las armas, fue designado como el general del ejrcito, mientras que a Vidura se le asign las funciones de ministro del rey. Dado que Dhritarashtra era ciego no poda gobernar el reino, as que Pandu asumi el gobierno del reino con la asistencia de Vidura.

    Los tres muchachos haban alcanzado ya su juventud y la preocupacin ms inmediata de Bishma era encontrar esposas para ellos. Y oy que Subala el rey de Gandhara, tena una hija muy bella y fiel, que adems tena fama de ser muy devota de Sankara. Tambin la hija del rey de Madrs era de una dulzura y belleza extraordinarias. Bishma coment el hecho con Vidura recomendndolas como las esposas apropiadas para los prncipes, a lo que Vidura le contest:

    -Para nosotros t eres como nuestra madre, nuestro padre, nuestro guru, nuestro todo. Lo que t decidas para nosotros ser siempre lo mejor.

    Bishma hizo llegar la noticia al rey de Gandhara, el cual al principio se mostr indeciso por la ceguera de Dhritarashtra, pero su hija Gandhari le asegur que no tena ningn inconveniente en casarse con el prncipe kuru, y para probar-lo vend sus ojos con un pauelo de seda, pues no quera ser mejor que su seor en nada. As pues Subala envi a su hija a Hastinapura acompaada de su hermano Sakuni y all se celebr la boda.

    Por otra parte, el rey de Madrs celebr un Swayamvara para su hija Madri, la cual eligi a Pandu como su esposo, pues sobresala en gentileza y belleza muy por encima de sus rivales. Bishma estaba muy complacido con las nuevas esposas que iban a convertirse en reinas de la gran Casa de los Kurus.

    X

    EL HIJO DEL SOL El rey Sura era uno de los Vrishnis. Tena un hijo llamado Vasudeva y una hija llamada

    Pritha. Este rey tena un primo llamado Kuntibhoja que no tena descendencia, Sura le amaba mucho por lo cual le entreg a su hija Pritha, para que la educase y la criase como si fuese su hija. Era una nia hermosa de dulces modales, por lo que se convirti en el ser ms querido de su padrastro, el cual le puso el nombre de Kunti.

    Una vez, el sabio Durvasa fue a la capital de Kuntibhoja. Era famoso en todo el mundo por la severidad de sus austeridades y su fuerte genio. Quera pasar unos das en la corte del rey, el cual encarg a Kunti que cuidase de que el sabio tuviera una estancia cmoda. A pesar de la dificultad de tal tarea, Kunti se desenvolvi admirablemente, por lo que el sabio se sinti muy complacido y quiso otorgarle un don. Durvasa la llam a su presencia y le revel un mantra mgico con el cual poda conseguir que viniese a por ella cualquier Deva en el que pensase mientras recitaba el mantra. Ella recibi el regalo con humildad y Durvasa se march.

    La nia, que apenas empezaba a ser mujer, no entendi bien el significado profundo de lo que le haba dicho el sabio. Estaba muy contenta con su regalo, como un nio al recibir un juguete nuevo. Era de madrugada, y a travs de las ventanas que daban al oriente poda ver el sol elevndose sobre la aurora. El cielo tena el color del oro lquido y las aguas del ro golpeaban plcidamente las murallas del palacio. Las aguas brillaban con tonos rojos y

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    dorados refrescando los rayos de la alborada. La escena conmovi el corazn de la nia, la cual estaba absorta ante tanta belleza. Y por un momento pens lo maravilloso que sera que el sol estuviera all a su lado. En ese momento se acord del mantra que le haba dado el gran Durvasa. Y la nia, como jugando en su ingenua ignorancia, uni sus manos con las palmas hacia arriba como una flor de loto, e invoc al sol recitando el mantra que haba aprendido.

    Cuando abri los ojos contempl ante ella un milagro. Los rayos del sol crearon un sendero de luz a lo largo de la superficie del ro cegando a la jovencita con su brillo, y el sol mismo apareci junto a ella. All estaba mirndola con una sonrisa juguetona. Kunti estaba muy complacida con el xito de su invocacin y sonri muy feliz dando palmadas de alegra. El sol, an sonriente le dijo:

    -Es evidente que no has comprendido el verdadero significado de las palabras del sabio cuando te ense el mantra. Te dijo que "cualquier dios al que invocases vendra a por ti." Eso significa que el dios vendra para tomarte y darte un hijo tan bello como l mismo.

    Kunti se qued confusa sin saber qu decir: -Yo no pens que fuera as; por favor, perdona mi ingenuidad y vete para salvar mi

    reputacin. -Eso es imposible -aadi el dios-, una vez que me has invocado no puedo regresar sin

    tomarte, debes aceptarme pues no puede romperse el poder mgico del mantra que tan indolentemente has usado.

    Kunti estaba muy asustada: -Soy tan solo una jovencita y estoy soltera, qu pensar el mundo de m? qu dir mi

    padre? Le romper el corazn saber que ya no soy virgen. El sol estaba encantado con la ternura de aquella nia que apenas era una mujer. Le

    sonri infundindole seguridad y le habl con palabras dulces: -No temas, despus de que nazca el nio sers virgen de nuevo, nadie sabr nada de este

    incidente. Y la jovencita se sinti atrada por sus palabras y su belleza, aceptndole sin ningn

    miedo a las consecuencias. Cuando el sol ya estaba a punto de irse le dijo: -Tu hijo nacer con un kavacha y unos kundalas. Ser un fiel reflejo de m, un gran

    arquero, bondadoso de corazn como ningn otro. Ser famoso en todo el mundo por su generosidad y servicialidad: jams le negar nada a nadie, incluso cuando le pidan que no d. Ser un hombre orgulloso y sensible cuya fama perdurar en el mundo mientras que el sol y la luna permanezcan en sus rbitas.

    Tras estas palabras el sol se desvaneci ante su vista. Con el tiempo Kunti tuvo un hijo. No saba qu hacer con l, pues estaba muy

    preocupada por su reputacin. A travs de la ventana vea fluir plcidamente las aguas del ro mientras que en su corazn se debata una tormenta. Por fin se decidi y envolviendo al nio en una tela de seda lo deposit en una caja de madera y lo llev a la orilla del ro. All dej la caja flotando sobre las aguas y regres a su habitacin. A travs de la ventana vio cmo la caja se alejaba arrastrada por las aguas separndose ms y ms de ella. En su corazn senta una gran tristeza y un gran amor por aquella vida que haba abandonado en el corazn del ro, para verla perderse en la distancia. De sus ojos fluyeron lgrimas y levantando en splica sus manos hacia el sol dijo entre sollozos:

    --Por favor mi seor, protgele y no dejes que nada malo le pase. Y luego pensando en su hijo rez en su corazn: "Te deseo suerte en tu camino. Que el

    seor de las aguas te proteja y vele por tu vida. Que todos los dioses de los altos cielos te amparen. Volver a encontrarte un da en el futuro, te reconocer por tu kavacha y tus kundalas. Afortunada ser la mujer que te encuentre y te cre como a su propio hijo; vindote crecer, ver igualmente crecer su felicidad. Mas yo ser la ms desdichada de todas las mujeres porque jams te tendr como mi hijo. Dios te bendiga, hijo mo, mi primognito."

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    Y aquella nia se hizo mujer, y lejos quedaron ya aquellos das de inconciente juventud. Pero tanto andando como durmiendo slo pensaba en una cosa: en una caja de madera, guardando envuelto en sedas un nio con su kavacha y sus kundalas, reluciente como la luz del sol de la maana.

    XI

    UN RISHI MALDICE A PANDU Pasaron varios aos y Kunti era ya suficientemente mayor como para casarse. En un

    Swayamvara escogi al apuesto y poderoso Pandu, hijo de la casa de los Kurus como su espo-so, siendo despus de Madri, la princesa del reino de Madrs, la segunda mujer en escoger a Pandu como su seor. Bishma hizo los preparativos para las dos bodas de manera apropiada al rango de su raza.

    Era la era de oro de la Casa de los Kurus. Pandu era un buen soldado y emprendi un viaje de conquista luchando contra los reyes vecinos. La victoria le sonri en todas las contiendas, derrotando incluso hasta al rey de Magadha. De esta forma restableci la supremaca de la Casa de los Kurus, la cual se haba debilitado en los aos en que el trono estuvo vaco, teniendo a Bishma como nico regente por no haber un legtimo rey. Estas victorias le trajeron gran fama a Pandu, siendo por ello aclamado como el mejor de los soldados de la poca.

    Despus de que acab la campaa se fue con sus dos reinas al bosque a descansar; tambin era un gran cazador. Y all pas muchos das felices en las estepas al sur de las neva-das montaas de los Himalayas.

    En aquel mismo bosque vivan un rishi y su esposa. Estaban muy enamorados el uno del otro y deseaban disfrutar de los placeres del amor sin ninguna restriccin. Y dado que slo los animales viven en esa conciencia sin ninguna otra alternativa, el rishi y su esposa se convirtieron en una pareja de ciervos y siempre estaban juntos.

    Un da cuando ambos estaban sumidos en el placer del amor Pandu les vio y el instinto cazador que haba en l le hizo olvidar la ley de que no se deba molestar a dos animales que estuviesen haciendo el amor. Sac un arco y una flecha apunt hacia la pareja. Dispar y el macho cay por tierra herido fatalmente. El ciervo se dirigi al rey con voz humana le dijo:

    - Cmo te has atrevido a molestarnos? Yo soy un rishi sta es mi esposa y te aseguro que en el transcurso de los aos esta malvada accin tuya te costar la vida: cuando atrado por el amor ests tomando a tu esposa, la muerte te sobrevendr igual que has hecho conmigo.

    Todas las splicas de Pandu fueron intiles, el rishi enfadado no prestaba odos. No haba forma de escapar al destino que le esperaba. El rishi muri y su esposa tambin junto con l.

    Con el corazn apesadumbrado el desafortunado prncipe regres hacia el lugar donde moraba, reprobndose continua-mente por su actitud irresponsable. Los juegos del destino son en verdad misteriosos. Con un solo toque puede cambiar el futuro de un hombre completamente. Pandu era el ms feliz de los hombres y nada le preocupaba. Pero en la cumbre de su gloria, fue abatido corno un rbol verde quebrado por el rayo.

    Pandu perdi inters por todo, ya no deseaba regresar a su reino y les dijo a sus esposas que haba decidido pasar el resto de su vida en el bosque. Ellas sabiendo la razn por la que tomaba esta decisin no dijeron nada. El fuego de la culpabilidad haba quemado todas las aspiraciones mundanas de Pandu, ya no quera otra cosa ms que la paz que se obtena viviendo como los rishis. Haba decidido que su prxima victoria sera la victoria sobre s mismo; esta sera su mayor conquista. Se propuso lo siguiente: "De ahora en adelante ser un

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    hombre diferente: ni el placer ni la tristeza podrn herirme. Aceptar la alabanza con igual indiferencia que la censura; no dejar que me afecten los pares de opuestos. Ya no amar esta vida, ni la odiar tampoco. Har austeridades, pero no sentndome debajo de un rbol, sino renunciando en mi mente a las cosas mundanas." Reuni a toda la comitiva en torno suyo, distribuy entre ellos todo lo que tena consigo y dijo:

    -Por favor, volved a Hastinapura y saludad en mi nombre a mi madre Ambalika, mi abuela Satyavati y mi amado to Bishma. Contadles lo que he decidido hacer por el resto de mi vida y decidles que no tengo intencin de volver a la ciudad.

    Kunti y Madri se quitaron sus joyas y sus costosas sedas y se las dieron a los mensajeros que haban de regresar a la ciudad, pues haban decidido quedarse junto a su esposo.

    En cuanto tuvieron noticia de la renuncia de Pandu, la ciudad de Hastinapura qued sumida en la tristeza. Bishma estaba muy apenado y de los ojos de Ambalika manaban lgrimas incesantemente, nadie poda consolarla. Bishma sinti de nuevo como el peso de gobernar el reino recaa sobre sus hombros.

    XII

    NACIMIENTO DE LA DINASTA DE LOS PANDAVAS

    Pandu pas varios aos en el bosque. A su modo era feliz pues haba renunciado a todas

    aquellas cosas que, aunque atractivas para la mente tambin eran una amenaza, pues en muchas ocasiones se convertan en fuente de infelicidad. Sin embargo con el tiempo, una nueva preocupacin entr en su corazn: quera tener hijos. Haba odo decir que un hombre sin hijos estaba condenado al infierno y esto le preocupaba mucho. Un da despus de comentarlo con Kunti, le pidi que le diera un hijo tomando a un rishi como compaero, tal y como lo hiciera su madre, pues l no poda hacerlo dado que haba renunciado al mundo. Kunti no slo no estaba dispuesta a hacerlo sino que se enfad con l y le dijo:

    -T eres mi seor y mi maestro, hace tiempo que te escog como esposo, y quiero estar siempre contigo, ya sea en el cielo o en el infierno. Cuando t mueras, yo morir tambin, y despus de la muerte esta maldicin ya no tendr ms efecto, y as, entonces ya podremos tener hijos. Pero por favor, no intentes coaccionarme a hacer algo que no siento hacer.

    Pandu haba perdido toda su paz. Pasaba los das y las noches miserablemente pensando slo en que no tena hijos. Finalmente Kunti compadecindose del rey le dijo:

    -Mi seor, yo puedo liberarte de la depresin que aflige tu corazn. Y a continuacin le cont la historia de su encuentro con Durvasa en su tierna juventud

    y del regalo que l le hizo. El gozo del rey era inmenso, y pensando sobre ello finalmente decidieron que ella podra engendrar un hijo del dios Dharma que sera la manifestacin del mismo Dharma.

    Y en un da propicio, cuando todas las estrellas y los planetas le eran favorables, all en el pintoresco bosque de Satasringa, Kunti invoc al Seor del Dharma mediante el poder del mantra mgico. Y de este modo, con el tiempo, Kunti dio a luz un nio nacido de Dharma. Una voz proveniente de los cielos proclam que el nio era la perfecta imagen de la rectitud, y que por esa cualidad sera famoso en todo el mundo. Le pusieron por nombre Yudishthira y Pandu se hallaba muy feliz. Un ao ms tarde pidi a Kunti que le diera otro hijo. Esta vez quera que el padre fuese Vayu, el ms poderoso de los Devas.

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    -Cuando la rectitud est respaldada por la fuerza, nada puede oponerse a tal combinacin -dijo el rey. -Que as sea -dijo Kunti e invoc a Vayu. Y as, con el tiempo, de ella naci un hijo fuerte. Entonces una voz de los cielos proclam: "Este hijo ser el nio ms carioso y poderoso." A este nio se le llam Bhimasena.

    Pero Pandu an no se senta satisfecho. As que le pidi a Kunti que le diese otro hijo: -Invoca a Indra -dijo Pandu-, un hijo nacido del seor de los cielos, ser en verdad la

    realizacin de todos mis sueos. Ser muy justo y un gran hombre, un hroe invencible. Sers la madre del mayor de los hroes.

    Y de nuevo Kunti dijo: -Que as sea. -E invoc a Indra del cual obtuvo el tercer hijo. Y entonces la voz de los cielos dijo: "Este nio ganar para Pandu fama imperecedera, ser el conquistador del mundo entero, no habr nadie como l." Indra se le acerc a Pandu y le dijo: "Mi hijo es la otra mitad de Vishnu, es Nara y Krishna el hijo de Vasudeva y Devaki, es Narayana. Por medio de estos dos hombres la tierra se librar de todos los venenos que estn hacindole dao." Y a continuacin Indra se fue. Este hijo recibi el nombre de Arjuna.

    Pandu era ya el padre de tres hijos. Pero le pidi a Kunti que le diera otro hijo. A lo cual ella se neg dicindole:

    -En estos casos de situacin extrema slo es permitido tener tres hijos, si tengo ms se destruir el Dharma, as pues, no lo intentar ms.

    Pandu respondi: -Tienes razn, pero Madri no ha tenido an ningn hijo, t puedes ensearle el mantra

    mgico y ayudarla a tener hijos. Kunti acept con agrado la idea y le ense el mantra a Madri. Madri invoc a los

    Aswini Kumaras: Los mellizos celestiales. Y por consiguiente dio a luz dos hijos. Los hijos de Madri eran an ms bellos que los otros tres, y la voz de los cielos habl una vez ms y dijo: "Estos dos sern los hombres ms bellos del mundo, sern famosos por sus buenas cualidades, su devocin, su bravura y su sabidura. Y los hijos de Madri recibieron los nombres de Nakula y Sahadeva.

    Los rishis del valle de Satasringa fueron los sacerdotes que oficiaron la ceremonia de imposicin de los nombres y tambin fueron los responsables de su educacin en los primeros aos de los jvenes prncipes. Eran casi los hijos de los rishis del valle. Aos antes cuando la maldicin recay sobre Pandu, y este se retir al bosque, los Vrishnis, los primos y hermanos de Kunti, se pusieron muy tristes. Mas ahora, cuando les lleg la noticia de que Pandu era padre de cinco hijos, se sintieron profundamente complacidos. Vasudeva, el hermano de Kunti les envi costosos regalos y vestidos por medio de Kasyapa, el sacerdote de la familia y se le pidi que realizara los ritos debidos, para los jvenes kshatryas. As pues, se qued con ellos y recit sus upanayanas.

    En aquel bosque viva Suka, el hijo de Sayati. No haba arquero que se le pudiera comparar. Estaba haciendo austeridades en el valle de Satasringa y se ofreci voluntario para ensear a los jovenzuelos el uso de las armas. Con tanto ahnco ense el rishi a los jvenes prncipes que llegaron a ser maestros en el uso de las armas. Bhima era muy bueno con la maza, Yudishthira con la jabalina, los dos mellizos con la espada, Arjuna se convirti en un maestro del arco, disparaba con las dos manos con igual facilidad. Suka, complacido con la habilidad de sus discpulos dijo que haban llegado a ser ya tan buenos como su maestro. Y en su alegra le regal a Arjuna su propio arco como un signo de aprecio.

    El mismo da en que naci Bhima naci tambin el hijo mayor de Gandhari. Naci durante la noche y recibi el nombre de Duryodhana. Dhritarashtra estaba muy contento, mand llamar a Vidura y le dijo:

    -He odo que Pandu ya ha tenido un hijo y que es un ao mayor que este hijo mo, por eso tengo miedo de que siendo el mayor se convierta en el legtimo heredero al trono de los Pauravas. Crees que suceder as? Adems hay otra cosa que me inquieta y es que en el

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    momento en que naci mi hijo, haba algunos presagios de malos augurios y no entiendo por qu razn.

    Vidura le mir con expresin consternada y le dijo: -Hermano mo, estos malos augurios profetizan que tu hijo ser la causa de la destruccin del mundo entero.

    El rey se estremeci al escuchar estas palabras y dijo: -Cmo podr evitar tal calamidad?

    Vidura aadi: -Slo hay una forma; que sacrifiques a este nio para el bien de la humanidad, eso impedir la catstrofe. Debes matarle. Los sabios dicen que alguien puede ser abandonado por el bien de una familia, que una familia puede ser abandonada por el bien de un pueblo, que un pueblo puede ser abandonado por el bien de una comunidad, y as sucesiva-mente; incluso el mundo puede ser abandonado por el bien de salvar el alma. Mi consejo es que abandones a este nio cuyos hechizos destruirn el mundo.

    El pobre Dhritarashtra no poda hacerlo, era su primognito. No pudo aceptar el consejo de Vidura.

    Con el tiempo el rey ciego lleg a ser padre de ciento un hijos y de una hija llamada Dussala. El rey estaba muy feliz y todas sus preocupaciones quedaron sepultadas por el gozo de ser padre.

    XIII

    LA MUERTE DE PANDU Pandu pas con sus hijos quince aos muy felices. Un da Kunti se .fue con sus hijos a

    un ashram de las cercanas y Pandu se qued solo. Era un da muy hermoso de primavera. Todos los rboles estaban engalanados con preciosas flores y el aire estaba impregnado de sus diferentes perfumes. El

    ardn de Satasringa era ese da un escenario muy sugestivo para hacer el amor. En aquel lugar decorado con el mgico toque de Vasanta, el seor de la primavera y amigo cooperativo del dios del amor, el rey se encontr con Madri, estaba muy bella. All estaba ella con su piel oscura envuelta en sedas de color carmes, inevitablemente seductora por su natural encanto. Pandu se sinti posedo por un deseo pasional de hacer el amor con ella, dieciocho aos haban pasado sin que hubiera probado el gozo de abrazar a una mujer y Madri estaba encantadoramente hermosa. Su deseo era demasiado fuerte, tanto que se olvid de la maldicin. Madri intent resistirse desesperadamente al impulso pasional de Pandu, pero poco a poco fue perdiendo las fuerzas, asustada como un cervatillo. Pandu era demasiado poderoso: la cogi entre sus brazos sin hacer caso de sus advertencias y recriminaciones, y la penetr. Y en ese instante cay al suelo muerto.

    El grito de Madri lleg a los odos de Kunti. Esta con sus cinco hijos lleg corriendo al lugar. Madri le dijo:

    -Ha sucedido algo terrible; deja a los nios ah y ven sola. Kunti contempl a su esposo yaciendo muerto y sin recapacitar un instante descarg

    toda su ira sobre la pobre Madri dicindole: -Cmo has podido permitir esto conociendo la maldicin? Madre le cont todo lo que haba sucedido y entonces Kunti comprendi que el destino

    era demasiado poderoso. Todos los rishis del valle de Satasringa se haban reunido alrededor de la escena

    contemplndola con lstima en sus corazones y ojos tristes. Yudishthira y sus hermanos permanecieron aparte, mudos y sobrecogidos por la calamidad que les haba sobrevenido y con lgrimas en sus ojos el mayor dijo a sus hermanos:

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    -Ahora somos hurfanos. Los juegos del destino son en verdad terribles. Los dems hermanos estaban alrededor

    suyo llorando de dolor. Los rishis se llevaron a los nios aparte y trataron de consolarlos. Tanto Kunti como Madri queran morir junto con su esposo en la pira funeraria pero los rishis les dijeron:

    -Las dos sois madres y vuestro deber es quedaros con vuestros hijos para cuidarlos. No es correcto que los abandonis ahora dejndolos hurfanos por completo. Os llevaremos a la ciudad de Hastinapura junto al rey Dhritarashtra. Es vuestro deber como madres cuidar de vuestros hijos; un da van a ser gobernantes del mundo.

    Las palabras de los rishis no causaron ningn efecto en el corazn de Madri. Slo quera

    morir junto con su esposo, al cual le haba causado la muerte. -Me deseaba -dijo-, pero muri antes de que pudiera satisfacerle. Ahora tengo que ir a

    satisfacerle; debo morir con l. -Deliraba en su profundo dolor. Mir a Kunti y le dijo:-Mi querida hermana, t eres la ms sabia y la mayor, nunca podr cuidar de los nios tan bien como t, mis hijos nacidos por tu amabilidad son realmente tuyos. T eres suficiente-mente fuerte para ser la madre de los cinco hijos. Tienes a tus primos, los Vrishnis que pueden ayudarte. Por favor aydame a realizar mi sueo. Yo ya no puedo vivir en este mundo sin mi seor. Arder en la pira funeraria junto con l, pero t debes vivir para bien de estos hijos tuyos. Les vers como gobernantes del mundo entero, tendrs tus compensaciones. Te ruego que me concedas este deseo.

    Kunti accedi y a los rishis tambin les pareci bien. Madri llam a sus dos hijos y les habl en un tono que contena amor y dolor al mismo tiempo. Les dijo:

    -Kunti es vuestra madre, yo soy tan slo vuestra nodriza. Todos sois hijos de Kunti. Seris los cinco Kaunteyas. Yudishthira ser vuestro padre y los cuatro restantes seris sus hijos, complacedle siempre; os dejo en sus manos. Yudishthira, hijo mo, t sers el seor de la tierra, cuidar de ti desde lo alto y te bendecir.

    Luego Madri se postr a los pies de Kunti, la cual la bendijo con estas palabras: -Te doy permiso para que sigas a nuestro seor, le encontrars en el cielo y estars con

    l para siempre, recordaremos siempre tu nombre con amor, adis hermana ma, puedes irte en paz.

    Por sus mejillas rodaron lgrimas mientras deca esto. Con una expresin de gozo en su rostro, Madri subi a la pira funeraria. Yudishthira, el primognito, prendi fuego a la pira llorando sin poder contenerse.

    Cuando ya pas todo, los residentes de Satasringa se reunieron en conferencia para decidir lo que iban a hacer en el futuro y acordaron que lo mejor era emprender camino hacia Hastinapura con Kunti y los cinco hijos de Pandu. All los prncipes viviran bajo el cuidado de Bishma y el rey Dhritarashtra. Ahora que Pandu haba muerto aquella era con todo derecho la casa de los prncipes. Con una melanclica mirada, Kunti se despidi del bosque de Satasringa en donde haba pasado muchos aos felices en compaa de Pandu y Madri. Pero ahora ya todo haba pasado. Un nuevo captulo comenzaba en su vida y nadie poda saber qu destino le esperaba en Hastinapura. Los- rishis, junto con Kunti y los cinco hijos de Pandu emprendieron camino hacia aquella hermosa ciudad.

    Haba comenzado el viaje hacia lo desconocido.

    XIV

    EL VATICINIO DE VYASA

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    Los cinco prncipes Pandavas junto con su madre, escoltados por los rishis de Satasringa, llegaron a Hastinapura. La gente se sorprenda mucho al verlos. La noticia lleg a odos de Bishma y Dhritarashtra, los cuales se acercaron a las puertas de la ciudad para recibirlos.

    Hacia all se dirigieron Dhritarashtra, Bishma, Bahlika, la hermana de Santanu, su hijo

    Somadatta, el sabio Vidura, Satyavati, Ambalika, Ambika, Gandhari, y otros familiares, acompaados de un enorme squito. Y en las puertas de la ciudad se encontraron con Kunti y los cinco prncipes Pandavas acompaados por los rishis, a quienes honraron con reverencias. Los rishis contaron la historia del nacimiento de los pandavas a todo el cortejo de los kurus que haba venido a recibirles. Tambin les contaron su educacin en el bosque hasta la reciente muerte de su padre Pandu junto con Madri. Despus aadieron:

    -Os hemos trado a estos jvenes que son la esperanza de la casa de los kurus y junto a ellos su madre. Depende de vosotros, Bishma y Dhritarashtra, el cuidar de estos nios que se han quedado sin padre. -Y despus de decir esto los rishis se fueron.

    Bishma se qued apenado y mudo en cuanto supo que ya no podra ver de nuevo a su joven sobrino Pandu, mientras que Dhritarashtra estaba triste por la prdida de su hermano y compaero, recordando con nostalgia aquellos das de su niez en los que Pandu le haca olvidar su ceguera con su cario y amor, le brotaron lgrimas de sus ojos. Ambalika, la madre de Pandu, lloraba inconsolablemente por la prdida de su hijo.

    Luego todos regresaron al palacio. Dhritarashtra le encarg a Vidura que hiciera los preparativos para el funeral real por la muerte de