manuel vilariño
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Investigación técnica
Manuel Vilariño comienza su carrera fotográfica centrándose en una primera etapa
de tipo social. Su infinito afán por aprender nuevas técnicas y su influencia poética le
llevó a decantarse por una fotografía más conceptual y artística.
Su equipo fotográfico está compuesto por cámaras fotográficas como la Leica M6,
una Hasselblad analógica o una Sinar, una antigua joya como afirma el propio
fotógrafo.
Desde sus comienzos hasta la actualidad, este artista y fotógrafo ha convivido entre
el blanco y negro y el color. Su mayor parte de obras están ejecutadas con técnicas
analógicas. Según Vilariño, la técnica que mejor se adapta a la fotografía artística.
Le aporta esta técnica un desenfoque adecuado para conseguir ese aspecto gaseoso
del que dota a sus fotografías. Es así, que encontramos entre sus imágenes series
fotográficas centradas en el desenfoque y la trepidación, paisajes que técnicamente
están resueltos a base de zonas muy desenfocadas, pudiendo transmitir una visión
misteriosa del lugar al que se refieren.
Se observa en parte de su trabajo, especialmente en la serie a la que se hace
referencia, la ausencia de flashes, reflectores y otros soportes que interfieran en la
fotografía. Se denota que Vilariño ha utilizado en ciertas imágenes de la serie
fotográfica, velocidades de obturación lentas, ya que la luz en la que se encuadran es
natural, en horas donde las propiedades de luz son sombrías y apagadas. Esas
velocidades lentas hacen que aparezca más cantidad de luz en el tiempo de captura,
un tiempo que suele darse entre el amanecer y el anochecer. Deducimos con ello,
que por el contrario si se ha ayudado de trípodes y excelentes objetivos que le
ayudasen en la búsqueda de dichas imágenes.
La mayor parte de su trabajo, como anotábamos anteriormente, es analógica. No
obstante, ha estado interesado desde la creciente influencia del formato digital por
cámaras réflex digitales. Anota Manuel que es un soporte de gran ayuda para tomar
apuntes fotográficos previos a la captura en analógico.
De manera técnica, este autor analiza cuidadosamente las composiciones y
encuadres para alcanzar la máxima atención en el espectador. No va al lugar y
dispara de forma azarosa, sino que hace un estudio visual previo antes de la toma.
Distribuye conscientemente los pesos visuales, las masas de tierra que aparecen en
las fotografías están estratégicamente pensadas, proporcionando un equilibrio y
armonía en la composición.
Las líneas y puntos compositivos que dibujan, de manera imaginaria los agentes
geográficos ayudan a que las composiciones sean interesantes y atractivas,
consiguiendo ritmos que guían por las fotografías al receptor visual. No en todos, pero
si en algunos de sus paisajes se consiguen puntos de fuga coincidiendo con una
amplia perspectiva del lugar. Existen en la serie otras imágenes que se nos presentan
en planos con menos profundidad y perspectiva, debido a su falta de nitidez.
Combina en sus composiciones el estatismo y la dinamicidad, ya que podemos ver
paisajes donde predominan las líneas verticales y horizontales, dando sensación de
equilibrio y quietud, frente a imágenes donde las líneas son diagonales o curvas,
además de que se encuentran desdibujadas generando dinamismo.
Su fotografía está pensada para ser expuesta en grandes formatos, entre los que encontramos impresiones en Ilfochrome, Duratrans, Cibachrome, Hahnemühle y gelatina de plata sobre aluminio. Estos soportes le proporcionan un acabado impactante, con una gran calidad.
Manuel Vilariño como fotógrafo y artista ha aportado nuevos y desveladores conocimientos en este aprendizaje fotográfico. Su técnica es un gran punto de partida para iniciar trabajos que se guíen en una línea donde la no nitidez y el desenfoque sean técnica y conceptualmente los protagonistas.
Obra de autor
Investigación conceptual y comunicativa
Este trabajo se fundamenta en la trayectoria fotográfica de Manuel Vilariño, un
fotógrafo, poeta y pintor gallego que comienza su carrera en los años ochenta.
Sus imágenes conviven entre el blanco y negro y el color, componiendo series que
abarcan paisajes en color y otros compuestos únicamente en blanco y negro. Sus
series y proyectos siguen una temática continua, evitando así saltos incoherentes
entre ellos. Se encuentran entre sus fotografías, naturalezas muertas que evocan el
barroco español, además de paisajes con una gran carga conceptual y poética.
Sus estrategias de trabajo se efectúan mediante el análisis poético de las imágenes,
concibiendo la fotografía como una puesta en escena de las entrañas y profundidades
del pensamiento poético.
Su obra es pura consecuencia pues, de un mundo esencial y reflexivo, donde se
cuestiona todo tipo de dudas vitales, como la soledad, la muerte, la vida o el arte.
Cuando plantea un trabajo, da mayor importancia a la parte que le ha inspirado, como
pueden ser libros y poemas. Las inquietudes personales sobre la soledad o el silencio,
son fuente de inspiración para abarcar nuevos proyectos, que surgen de bocetos que
en la mente del autor surgen.
Manuel Vilariño procura escoger lugares y escenas únicas que le favorecen para la
elaboración de sus proyectos. Toda imagen que surge en su visión mental tiene un
procesado de búsqueda en la visión real.
Desde un punto de vista estético, Vilariño realiza una fotografía sombría con un aura
de misterio, que hacen ver más allá de los lindes de la impresión, las cosas parecen
esfumarse y a la vez cobrar nueva vida. La serie que inspira este trabajo incluye
imágenes realizadas en blanco y negro, que muestran paisajes, desiertos helados y
volcánicos, lo que el fotógrafo refiere a instantes de belleza absoluta.
La mirada del espectador se pierde, especialmente en las imágenes de gran formato,
en la profundidad del horizonte, en los detalles de cada línea que forman los
accidentes geográficos retratados.
Centra su visión, en el mundo natural, reflejando en una parte de su trabajo con aves
y reptiles como si fuesen líneas de un dibujo, y también en el paisaje sobrio y
despojado del norte, haciendo un recorrido desde las playas y montañas nubladas del
Atlántico hasta los bloques de hielo y los lagos volcánicos de Islandia.
Considerado como “pastor /de soledad”, Vilariño retoma la tradición paisajística del
romanticismo anglo-germánico, lo que evoca una reflexión interna con el visionado de
la obra.
Este trabajo abre una línea de trabajo nueva e inspiradora. Busco con ella fotografías
que aúnen y aborden temas como el recuerdo, la belleza, lo poético del paisaje y una
serie de sentimientos que producen lugares clave para cada individuo. Podemos
encontrar fotografías nítidas, con una gran escala de tonalidades entre el blanco y el
negro, para definir todos los accidentes geográficos del lugar, o imágenes no nítidas
que contienen detrás conceptos como la desintegración de un recuerdo.
Hay lugares que nos proporcionan paz interna, nos inspiran y manipulan como seres
creadores de belleza. Cuando nos alejamos de nuestro lugar de culto, comienza a
desvanecerse en nuestra mente y no conseguimos conectar con el lugar. Ese
concepto se refleja en las imágenes no nítidas que incluye la serie.
Dentro de la serie hay una búsqueda de imágenes que se asimilen al dibujo, de ahí
que algunas imágenes tengan alto contenido cromático de blancos, conseguido en la
post-producción. Los elementos paisajísticos son los creadores de formas y
composiciones de belleza única.
Un aspecto flou invade las fotografías realizadas, influencia de la técnica y temática
de Manuel Vilariño. Una serie íntima y personal que refleja recuerdos y vivencias
personales, reflexiones propias relacionadas con ese lugar en concreto, con mi
experiencia con el entorno y los sentimientos producidos.
Descartaría del trabajo de Vilariño su fotografía enfocada a la representación de
naturalezas muertas, no tiene un poder inspirador para este trabajo.
Transmitir sentimientos con el paisaje, con lugares concretos es difícil para un
fotógrafo, las líneas poéticas del paisaje pueden destruirse en los lindes de la
fotografía si no se saben reflejan con la pasión requerida. Este trabajo me aporta
conocimientos muy importantes y claves en mi experiencia fotográfica.