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María de la Merced, nuestra dulce Madre
P. Fr. Joaquín Millán Rubio, O. de M. Religioso del Santuario de san Ramón-España,
Provincia Mercedaria de Aragón1.
María pertenece a la esencialidad de la Merced. Es su razón, el quicio de su historia.
La Orden no se entiende sin Ella. Porque, cuando, según las Constituciones de 1272,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo ordenaron por su misericordia y por su gran
piedad fundar y establecer esta orden llamada Orden de la Virgen María de la Merced,
del cual ordenamiento ordenaron su servicial mensajero y fundador y adelantador a
fray Pedro Nolasch, la comisionaron a Ella para presentar su proyecto a Pedro Nolasco.
Nos hubiera gustado que el legislador de esas nuestras primeras constituciones, fray
Pedro de Amer, hubiera explicitado que la disposición trinitaria de fundar la Orden
intimada a fray Pedro Nolasco se realizó por medio de la santísima Virgen. No le
pareció adecuado expresarlo, pero sí sugirió la especial intervención de santa María,
consignando que:
La Orden se llama de la Virgen María de la Merced; las Constituciones que ofrece
están destinadas a la honra de Dios y de la Virgen su Madre; la profesión de los
novicios afirma la fe en Jesucristo, en esperanza de salvación y en verdadera caridad
de aquel que en este mundo tomando carne de la gloriosa santa María Virgen,
verdadero Dios y hombre verdadero estando en una sola persona, asumiendo por
nosotros muerte y pasión nos visitó... ; ordena que el primer día de los capítulos
generales se canten misa de Santa María solemnemente; precisa que las vestiduras de
los frailes sean de lana y blancas; preceptúa la abstinencia sabatina de carnes; impone a
los religiosos clérigos la obligación de rezar cada día, además del oficio ordinario, el
oficio de santa María, y a los frailes laicos que reciten un determinado número de
padrenuestros por ese oficio y, por tanto, en honor de Santa María2.
El padre fray Nadal Gaver3 recogiendo la más pura tradición mercedaria y aportando
el trabajo de su investigación sobre las fuentes más genuinas, es rotundo: María se
aparece a Pedro Nolasco:
La santísima y cristianísima orden de la Bienaventurada Madre de Dios María de la
Merced de la redención de los cautivos tuvo su origen de una revelación divina
1 Cf. JOAQUÍN MILLÁN RUBIO, Santos y beatos mercedarios, Instituto Histórico Padre Francisco Gazulla,
Lleida 2014, pp. 7-15. 2 ACA (Archivo de la Corona de Aragón), Códice Varia II,
3 NADAL GAVER, Speculum fratrum…, pp. 1, 3 y 4. El padre Ramón Serratosa, en los Manuscritos del
Monasterio de Poio, aludiendo a La tradición acerca del Hábito de la Santísima Virgen, pondera mucho
la búsqueda del padre Gaver: El año 1218 de nuestra fundación, fue hallado en escritos contemporáneos,
después de largas investigaciones paleográficas, por el padre Nadal Gaver, quien lo consignó en el
Speculum fratrum... De Gaver lo copió el padre Pedro Cijar... Gaver, en uno de sus innumerables
manuscritos, copiado por el padre Cavero, asegura que el año de la fundación 1218 le había costado
largas y laboriosas investigaciones, a causa de los pocos escritos que subsistían de aquel tiempo, pero
que al fin lo había descubierto, y así lo consignaba para su conservación. Por eso en la narración de la
revelac0ión de la Orden lo repite hasta cuatro o cinco veces… y por fin, lo hizo grabar en una lápida que
es la tan conocida que estaba en uno de los arcos sobre la calle de la Merced que unían al convento con
la iglesia.
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realizada por la santísima Virgen María, como sigue: en el año del Señor 1218, en las
calendas de agosto, o sea en el primer día del mes.
La Madre de Cristo se apareció al santo Varón en el silencio de la media noche el
primero de agosto de 1218.
El padre Gaver celebró, la arribada de Pedro Nolasco al mundo con un sugestivo
discurso que iniciaba con la creación del mundo. Y cuando llega a la revelación para la
fundación de la Orden acude al proemio de las Constituciones de fray Pedro de Amer
para presentar a la Trinidad disponiendo la institución de la Merced4:
Dios, padre de las misericordias y Dios de toda consolación que nos consuela en
toda nuestra tribulación, que, cuando llegó la plenitud del tiempo, envió a su Hijo
nuestro señor Jesucristo, hecho de mujer, como dice el Apóstol, hecho bajo la ley, para
que redimiese de la potestad del diablo a los que estaban bajo la ley, los que estaban
retenidos cautivos en la cárcel del infierno, para que los volviese a llamar por su
propia sangre a los reinos celestiales y fuesen reparados los lugares de aquellos
ángeles que por ruina se habían hecho diablos.
Nadal Gaver imaginó un delicioso diálogo entre la Madre de Dios que se le aparece
a media noche, y el santo varón Pedro Nolasco. María expone al vocacionado el plan de
Dios acerca de la fundación de la Merced
-Dios -dice la Virgen santa-, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por su gran misericordia
y por la gran caridad con que amaron el género humano, quisieron que se fundara y
estableciera una orden, que se entitulara orden de la bienaventurada María de la
Merced de la redención de cautivos cristianos, para que los frailes profesos en ella, en
la fe de Jesucristo y en la esperanza de la salvación y en el ejemplo de la verdadera
caridad, los que verdadero Dios asumió la carne y hecho verdadero hombre visitó a los
santos padres que estaban detenidos en poder del diablo en los limbos y redimió,
imitando sus huellas por medio de las obras de misericordia visiten a los fieles
cristianos que están y estarán cautivos en poder de los enemigos de la fe, y libren de su
poder, dándose a sí mismos en precio de la redención de los fieles cristianos, a fin de
que en el día del juicio final merezcan oír aquella palabra del Hijo del Padre Eterno:
Venid benditos de mi Padre recibid el reino para vosotros preparado desde el origen
del mundo.
-Él como prudente varón dice: ¿Quién eres tú que me encargas a mí siervo indigno
de méritos obra tan ardua de suprema caridad agradable a Dios?
-Y la virgen Madre de Dios: Yo soy María en cuyo útero el Hijo de Dios tomó carne
de mis purísimas sangres para la reconciliación del género humano, a la que Simeón
dijo cuando presenté mi hijo en el templo: He aquí que éste está puesto para perdición
y resurrección de muchos en Israel, y para signo al que se contradirá, y la espada
traspasará tu alma
-Y el dicho santo varón: O virgen María Madre de gracia, Madre de misericordia,
¿quién, digo, me va a creer?
- Y dijo la virgen Madre de Dios: No dudes en absoluto-, ya que es voluntad de Dios
que se funde en mi honor esa Orden, cuyos frailes y profesos a ejemplo de mi hijo
4 NADAL GAVER, p. 3. GASPAR DE TORRES, Regula et Constitutiones sacri ordinis beatae Mariae de
Mercede redemptonis captivorum, p 1, abre su Initium ordinis beatae Mariae de Mercede con el mismo
texto de II Corintios y asumiendo la fecha de1 1 de agosto.
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Jesucristo se expongan para ruina y redención de muchos en Israel (o sea entre los
cristianos), y en signo al que se contradirá.
Y dichas estas cosas la Virgen Madre de Dios desapareció.
La santísima Virgen, al decir Gaver, se aparece y se revela; realiza una anunciación
para:
1. comunicar una voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu,
2. cuyo designio es similar al propósito de gran misericordia y caridad con que
decretaron la primera redención,
3. el objetivo es encargar una institución,
4. cuyos miembros se muevan por la fe en Jesucristo, la esperanza de la
salvación y la caridad semejante a la de Cristo que se encarnó para visitar y
redimir a los sometidos por el diablo,
5. para ello han de practicar las obras de misericordia en favor de los cautivos,
a los que visiten,
6. y rediman de los enemigos de la fe,
7. dándose a sí mismos; Nolasco ha de dar todo a la redención y ha de darse a
sí mismo,
8. a fin de que en el día del juicio reciban el reino,
9. María recuerda la presentación que hizo de Cristo en el templo y la profecía
martirial de Simeón, porque esta obra también será contradicha, expuesta
para ruina y redención como Cristo, incluso por los cristianos.
Escenificado, imaginativo, el mensaje no es otro que el originario que se nos ha
conservado en las Constituciones amerianas: Dios oye las súplicas de Nolasco; María es
portadora de la disposición de la santa Trinidad de fundar una orden, que realice la
segunda redención semejante a la de Cristo, siendo Nolasco fervoroso mensajero,
fundador y ejecutor; estando los nuevos religiosos dispuestos a dar la vida en su misión
de visitar y rescatar.
El padre Gazulla asevera que en esta narración Gaver no hizo sino consignarla tal
como la encontró, pues según el Ilmo. Fr. Diego de Muros, Obispo de Tuy y de Ciudad
Rodrigo, la escribió Fr. Juan de Granada que murió mártir en Granada, según
todas las probabilidades, en 1423 y no más tarde de 1428, habiéndose de notar la
circunstancia que Fr. Juan perteneció a la Provincia de Castilla, lo cual
demuestra que esa tradición era conocida en la Orden fuera de Barcelona. 5
El padre Cijar 6 presenta a san Pedro Nolasco, muy devoto de Dios y de su madre,
afligidísimo por la causa de los cautivos, y teniendo, como respuesta el día 1 de agosto
de 1218, la manifestación de la Virgen, aparición, con la peculiaridad de venir Ella de
blanco y la incoherencia de llevar en brazos al niño Jesús, la impropiedad de hacer a
Nolasco mero mensajero ante el Rey, el elegido para ser fundador la Orden:
5 FAUSTINO GAZULLA, Refutación, p. 228.
6 PEDRO CIJAR, f 31. RAMÓN SERRATOSA, Manuscritos en el monasterio de Poio, Los Códices de Zumel,
dice que Cijar no describe la aparición, sólo dice apparit, que pone a la Virgen de blanco, porque era
cosa muy creída de antiguo; y con Niño, porque así era la iconografía de su tiempo, pues Ella no pudiera
decir lo que dijo si Él estuviera presente.
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Mas en cierta ocasión como así insistiera perseverantemente en las oraciones se le
apareció aquella propicia abogada de los pecadores, ataviada maravillosamente de
vestiduras blanquísimas, llevando en sus brazos su preciosísimo bendito hijo Jesús,
Redentor del género humano, la que le habló así: Carísimo devoto mío, mi ánimo está
conmovido por tus llantos y tu persistente oración para compadecerse de los cautivos
Cristianos, de cuya cautividad tu espíritu se halla afligido y atribulado, por lo que
alégrate mucho y deja de llorar, por cuanto obtuve de mi amadísimo hijo que se cree
una nueva religión en esta ciudad, cuyo fundador será nuestro amado Rey de Aragón.
El título de esta religión será de santa María de la Merced, cuyos frailes redimirán y
liberarán a los cristianos cautivos del poder tiránico de los enemigos de la fe ortodoxa,
por lo que se obtendrá una gran merced mediante esta obra ante mi hijo. Anuncia las
cosas que viste y oíste a tu rey Jaime, devoto nuestro.
El padre Gaspar de Torres presenta a Nolasco, viviendo en Barcelona, ciudadano
rico parrochiano de sant Pablo, de gran vida y recogimiento, absolutamente entregado
a la redención de cautivos por cuanto estaba convencido de quanto mejor se assegura la
hazienda repartida entre los pobres, que aterosada do ladrones la hurten o ella se
consuma. Y sigue a Gaver: Como Pedro Nolasco orase devotísima y atentísimamente a
media noche, plugo a la divina misericordia, que se le pareciese la sacratísima virgen y
le amonestase que erogase todos sus bienes y los que pusiese haber para la liberación
de los Cristianos; trae el diálogo de Nolasco con la Señora. Pone la triple aparición; a
los tres receptores suspirantes y llorosos; al Rey convocando al obispo Berenguer de
Palou, a consejeros, regidores y nobles, para informarle de la voluntad de Dios y de la
Virgen; decidiendo ponerla en práctica el día de san Lorenzo7.
El padre Bernardo de Vargas hace notar cómo bastantes órdenes y congregaciones
tomaron a María por su patrona, pero no así nuestra orden. Porque la Madre de Dios no
fue elegida por nosotros a nuestra moción y voluntad, sino que ella desde el comienzo, y
fundación de nuestra Orden nos escogió a nosotros por sus hijos, inmediatamente, y
activamente nos nombró; hasta el punto de que en verdad ella pueda decirnos lo de san
Juan 15: No me elegisteis vosotros a mi, sino que yo os elegí a vosotros. Y esa elección
es para que demos frutos de redención, a imitación de Cristo, en la conversión de los
infieles por la predicación, el ejemplo y la efusión de la sangre. Es fundadora, patrona y
madre; se constituyó en peculiar e inmediata fundadora. Madre del Redentor, que dio la
vida, quiere fundar una orden que redima y visite a los cautivos, hasta dar la vida si
fuere preciso; Nolasco el mercader deberá ser pastor y rector de muchos hijos 8. Por eso
llevamos su nombre, no llevamos el nombre del lugar de la fundación o del fundador
humano.
El padre Vargas tiene un ingenio personal para presentar la revelación de la Virgen.
Ofrece la perspectiva del pueblo cristiano clamando por la liberación de los cautivos, en
oración encendida por el fuego del Espíritu santo subiendo al cielo, como incienso
propiciatorio, uniéndose María que interpela a su Hijo: Te ruego por los pechos que
mamaste y por tu preciosa sangre, que copiosamente derramaste por la redención del
mundo, que eximas al humilde pueblo de España, sometido a la impía servidumbre de
los paganos. El Hijo inquiere de su Madre qué es lo que desea, pues lo tiene otorgado.
Entonces la santísima Trinidad en su divino consistorio, declaró aquel admirable
decreto de fundar nuestra Religión, que antes de los tiempos, y desde la eternidad había
dispuesto, y firmado, y mandó que se diera a ejecución por la hija del Padre eterno, y
7 GASPAR DE TORRES, Regula et Constitutiones, De initio ac fundatione, h 1r-3v; l I, c II, h 6v-7r.
8 BERNARDO DE VARGAS, De vita, et gestis, p. 53; Crónica, f. 23 y 24 E, 38.
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madre del Verbo divino, y esposa del Espíritu santo, que descendió del cielo a la tierra,
y vino a la ciudad de Barcelona. En su descenso, que tuvo lugar el 1 de agosto por
significar la fiesta de san Pedro ad Vincula, la Virgen viene a media noche para
manifestar un gran secreto y un misterio divino. Se acompaña de san Pedro, Santiago,
san Cucufate, san Severo, san Paciano, santa Eulalia, e innumerables ángeles. La Virgen
le manifiesta a Nolasco cómo ha intervenido ya dos veces en su vida, cuando lo curó de
mortal enfermedad y cuando le insinuó asentarse en Barcelona. En este tercera ocasión,
vengo mandada por mi hijo que quiere establecer aquí una orden, en mi honor. Cuyos
frailes con viva fe, esperanza de salvación, y verdadera caridad, visiten los Cautivos, y
les hagan las obras de caridad, y misericordia, y presentándose la ocasión, si fuere
necesario, a ejemplo de mi hijo, pongan sus vidas por ellos, para que en el último día, y
del juicio universal mi hijo se digne colocarlos a su derecha... Dios se ha fijado en
Nolasco porque cuenta con los humildes. Vargas acepta la tripe aparición y visión, que
halla plena de simbolismo, como que cada uno de los videntes representa a una Persona
de la Trinidad: El Padre, Rey poderosísimo refulgía en el rey Jaime I, valentísimo; el
Hijo, sabiduría del Padre, refulgía en el eclesiástico, sapientísimo; el Espíritu santo, el
amor, en Nolasco.
El padre Gazulla9
responde a nuestra interrogante de porqué no quedó un
monumento solemne, escrito o iconográfico, de la manifestación de la Madre de Dios.
Porque fue una revelación privada:
El hecho de la revelación de la santísima Virgen, fue un hecho de carácter privado y
particularísimo que, por su misma índole, al principio debió ser comunicado a muy
pocas personas, sin que trascendiera gran cosa al público. Luego los contemporáneos
no pudieron fácilmente tener noticia de él, y muchísimo menos todavía estaban
obligados a saberlo, y menos aún tuvieron obligación de escribirlo. El silencio, por
consiguiente, sobre este punto es perfectamente explicable en los cronistas
contemporáneos, y se explica también que entonces al hecho no se le diera toda su
importancia, y que no se ocuparan de él las gentes como se ocuparon después. Y para
que se vea más palpablemente el peligro de equivocarse defendiendo opiniones sin más
razones que el argumento negativo, adviértase que existen muchos documentos reales,
alguno dado por el mismo don Jaime, en los que se dice que él fundó la Orden de la
Merced. En el registro original del reparto de Valencia hay por lo menos cuatro
partidas, dando a los Mercedarios parte de lo conquistado. Les dio también la posición
del Puig y otras heredades y, sin embargo, ni la Crónica que se dice del Rey, ni la de
Marsilio, ni las de Muntaner ni Desclot, que son casi contemporáneas, dicen una
palabra de tales acontecimientos, no obstante ser todos del dominio público y bien
sabidos y conocidos. Esto supuesto, ¿qué extraño es no mencionen la revelación, cosa
completamente privada y muchísimo más difícil de saber?
Ramón Serratosa halla que para presentar la manifestación de nuestra Madre, se ha
empleado los términos descensión y aparición, y opina:
Sobre esto no puede afirmarse nada seguro, porque, aunque no repugnaría una
descensión real, como la de San Ildefonso, los códices de Zumel no permiten aceptarla,
porque hablan de una aparición verificada dentro de un éxtasis y con suspensión de los
sentidos, siendo así que las apariciones corporales suponen en el que las recibe fuera
de éxtasis y hallándose despierto en un determinado lugar geográfico en donde se
verifica la aparición. Siendo la aparición de nuestra historia subjetiva y bajo especies
corporales, debe admitirse también que las locuciones fueran de la misma naturaleza 9 FAUSTINO GAZULLA, Refutación, pp. 214-215.
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con discurso infundido bajo sonidos que impresionaban la mente del Santo con especies
intelectuales. La locución pudo ser con sonidos sensibles o con especies verbales
intelectuales; esto parece lo más verosímil, porque la visión fue extática y no corporal
como la de Lourdes.
Jesucristo comunica, por medio de su Santísima Madre, a Nolasco la orden divina, de
fundar la Orden, cuyos religiosos den la vida por los cautivos a semejanza de El: Las
cuales cosas ha ordenado Jesucristo que se cumplan en esta Orden.
La Santísima Virgen dice a Nolasco, que Jesucristo le envía para comunicarle su
voluntad de que se funde esta Orden de su nombre con obligación de entregarse sus
religiosos por la libertad de los cautivos. Lo de hablar con el Rey no parece cosa de la
Santísima Virgen. Habló Nolasco al Obispo y éste al Rey.
Para lo cual Dios ha establecido expresamente esta Orden. De manera, que no se
trata de una mera inspiración interior, como en la mayoría de las fundaciones de
Ordenes religiosas, sino de una orden y mandamiento de Dios, por medio de Jesucristo,
que envía en su nombre a su Santísima Madre, la cual se aparece visiblemente a
Nolasco en visión corporal y sensible o en visión espiritual bajo forma sensibles.
La santísima Virgen apareció a nuestro santo Padre, vestida de blanco, y le dijo, que
sus lágrimas y oraciones en favor de los cautivos habían llegado hasta el divino
acatamiento, y que su Divino Hijo le enviaba para manifestarle su voluntad de que
fundase una Orden bajo su nombre, cuyos religiosos, a imitación de su Divino Hijo, se
consagrasen a rescatar los cautivos, dando por ellos la vida si fuere necesario - Estas
palabras el padre Gaver las puso en forma de dialogo, y era cosa muy natural que así
fuese, porque el Santo necesariamente tenía que sentirse humillado ante una visión y un
coloquio tan sublimes, porque, según los autores místicos, la primera señal de ser una
visión verdadera, es infundir en el favorecido sentimientos de profunda humildad.
Nolasco se estremece y certificado de la verdad, pregunta cómo podrá llevar a cabo
una obra tan inaudita de obligar a sus seguidores a ofrecerse con voto de entregar su
vida. El hábito blanco de la Santísima Virgen era la forma más común en las
apariciones. Es el color de los vestidos de gloria: la Transfiguración del Señor, los
Ángeles en su Resurrección. El hecho de vestir de blanco todos los miembros de la
Orden, frailes y seglares, cosa excepcional, porque la generalidad de las ordenes
daban color obscuro a los que no eran clérigos o caballeros, y a pesar de haber
tomado Nolasco muchas observancias de éstas, sólo en esto del color del hábito se
apartó de ellas, por el motivo de ser el hábito de la Santísima Virgen.
La forma de representar la aparición en la gloria, es cosa que se hizo por ser la
forma acostumbrada en semejantes manifestaciones, y por haber desconocido los que
las mandaron pintar los códices mencionados. Los detalles de éstos eran desconocidos
en tiempos de Gaver y Cijar, lo que manifiesta su larguísima antigüedad, que no dejó
rastros en la memoria de los que vivieron bastante tiempo antes de Gaver y Cijar.
Rastros y huellas de la descripción de los dichos códices se vislumbran en el prólogo de
las Constituciones de 1272, en donde fray Pedro de Amer describe la revelación y hace
intervenir en ella a la Santísima Trinidad y, aparte, el Hijo; lo que se advierte en los
dichos códices en las dos visiones.
Fray Ramón Serratosa10
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RAMÓN SERRATOSA, La Descensión. Las Constituciones de 1272 y los Códices de Zumel. El hábito y la
aparición. Manuscritos en el monasterio de Poyo.
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La blancura del hábito es connotación esencial de la Merced. Las constituciones de
fray Pedro de Amer establecen ese color para los religiosos y los colaboradores, cosa
excepcional porque normalmente en otros institutos establecían colores distintos para
los monjes o frailes y para los hermanos o conversos.
Palabras de san Juan Pablo II a los Mercedarios:
Hablando a Religiosos cuyo Fundador puso tanto empeño en la devoción a la Madre
de Dios y nuestra, no puedo menos de exhortaros a mantener y profundizar ese gran
amor mariano que es una nota peculiar de vuestra Orden. Tomad de la “Madre de la
Misericordia” y “Consuelo de los afligidos” el ejemplo de inspiración en cada
instante. Ella os guiará a su Hijo y os enseñará el valor de cada alma, a la que
prodigar celosamente el cuidado de vuestro ministerio.
(Al capítulo general de 1980)
La misma Santa Madre del Divino Redentor, que fue partícipe en la obra salvífica,
debe ser también ahora ejemplo y luz de los mensajeros de la redención cristiana a lo
largo de los siglos. Si en el futuro la Orden Mercedaria sigue por este camino no se
apartará jamás de la forma evangélica de su propio apostolado porque tendrá los ojos
fijos, a la vez, sobre María como cooperadora y sobre el Divino Hijo como realizador
de toda verdadera redención y liberación de los hombres.
(Carta a la Orden el 28 de mayo de 1985)
Quisiera exhortaros de modo particular, a mantener, incrementar y propagar la
intensa devoción, propia de vuestros orígenes, en relación de la Santísima Virgen
María, la Madre de Dios, que tan ejemplarmente ha participado en la obra redentora
de su divino Hijo; sólo así vuestra Orden podrá conservar íntegro e inalterado aquel
espíritu evangélico, aquel anhelo profundo de redención y de liberación del hombre,
que siempre le ha caracterizado: liberación del hombre de toda miseria, esclavitud y
opresión.
(Al capítulo general de 1986)
La Bienaventurada virgen María de la Merced sea para todos madre y modelo en la
vivencia, especialmente, de vuestro “cuarto voto”. El mismo título de vuestra devoción
mariana, que da el nombre también a la Orden, constituye por sí solo un maravilloso
programa de vida: habla de misericordia, de redención, de conversión y perdón; los
mismos valores por los cuales e1 Hijo de Dios ha venido a este mundo, se ha
encarnado y ha dado la vida por nosotros. Que Él, por la intercesión de María, sea
todavía hoy y siempre vuestra luz y vuestra fuerza.
(Al capítulo general de 1986)
Vuestra Orden desde sus orígenes, ha venerado a la Virgen María bajo la
advocación de Madre de la Merced, y la ha elegido como modelo de su espiritualidad y
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de su acción apostólica. Experimentando su presencia continua e imitando su
disponibilidad, los Mercedarios han afrontado con valor y confianza los compromisos a
menudo pesados y difíciles de la misión redentora. Al contemplar su gran fe y su total
obediencia a la voluntad del Señor, aprendieron a leer en los acontecimientos de la
historia a las llamadas de Dios y a estar disponibles con generosidad renovada al
servicio de las víctimas de la pobreza y de la violencia. A Ella, mujer libre porque es
llena de gracia, han dirigido su mirada para descubrir en la oración y en el amor de
Dios el secreto para vivir y anunciar la libertad que Cristo nos ha adquirido con su
sangre.
(Al capítulo general de 1986)