marco teorico de respiratorio neumonia

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DEFINICIÓN La neumonía es un proceso inflamatorio agudo del parénquima pulmonar, en la mayoría de los casos de origen infeccioso. Cuando afecta a la población general se denomina neumonía adquirida en la comunidad o extrahospitalarias, para diferenciarla de las que aparecen en pacientes ingresados en un hospital, que tienen un espectro etiológico distinto y, en general, un peor pronóstico. La neumonía extrahospitalarias no es un proceso único, sino un grupo de infecciones causadas por diferentes microorganismos y que afecta a diferentes tipos de personas, lo que condiciona una epidemiologia, una fisiopatología, un cuadro clínico y un pronóstico específicos (www.sepexpal.org, 2006) 1 . CLASIFICACIÓN Las neumonías se pueden clasificar de varias maneras. Patólogos originalmente los clasifican de acuerdo con los cambios anatómicos que se encuentran en los pulmones durante las autopsias. A medida que más se conoce acerca de los microorganismos causantes de neumonía, una clasificación microbiológica se levantó, y con la llegada de los rayos X, una clasificación radiológica. Otro importante sistema de clasificación es la clasificación combinada clínica, que combina factores como la edad, factores de riesgo para ciertos microorganismos, la presencia de la enfermedad pulmonar subyacente y enfermedad sistémica subyacente, y si la persona ha estado hospitalizado recientemente. Las descripciones iniciales de la neumonía se centraron en el aspecto anatómico o patológico del pulmón, ya sea por inspección directa en la autopsia o por su apariencia bajo el microscopio. Neumonía lobar es una infección que sólo afecta a un solo lóbulo o sección de un pulmón. La neumonía lobular es a menudo debido a Streptococcus pneumoniae aunque Klebsiella pneumoniae, también es posible. Neumonía multilobar involucra a más de un lóbulo, y con frecuencia causa una enfermedad más severa. 1 www.sepexpal.org. (2006). Recuperado el 16 de Agosto de 2013, de Sociedad Canaria de Pediatria Extrahospitalaria: http://www.sepexpal.org/wp- content/uploads/2008/02/neumonia-protocolo-2006.pdf

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Page 1: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

DEFINICIÓN

La neumonía es un proceso inflamatorio agudo del parénquima pulmonar, en la mayoría de los

casos de origen infeccioso.

Cuando afecta a la población general se denomina neumonía adquirida en la comunidad o

extrahospitalarias, para diferenciarla de las que aparecen en pacientes ingresados en un

hospital, que tienen un espectro etiológico distinto y, en general, un peor pronóstico.

La neumonía extrahospitalarias no es un proceso único, sino un grupo de infecciones causadas

por diferentes microorganismos y que afecta a diferentes tipos de personas, lo que condiciona

una epidemiologia, una fisiopatología, un cuadro clínico y un pronóstico específicos

(www.sepexpal.org, 2006)1.

CLASIFICACIÓN

Las neumonías se pueden clasificar de varias maneras. Patólogos originalmente los clasifican de

acuerdo con los cambios anatómicos que se encuentran en los pulmones durante las autopsias.

A medida que más se conoce acerca de los microorganismos causantes de neumonía, una

clasificación microbiológica se levantó, y con la llegada de los rayos X, una clasificación

radiológica. Otro importante sistema de clasificación es la clasificación combinada clínica, que

combina factores como la edad, factores de riesgo para ciertos microorganismos, la presencia

de la enfermedad pulmonar subyacente y enfermedad sistémica subyacente, y si la persona ha

estado hospitalizado recientemente.

Las descripciones iniciales de la neumonía se centraron en el aspecto anatómico o patológico

del pulmón, ya sea por inspección directa en la autopsia o por su apariencia bajo el microscopio.

Neumonía lobar es una infección que sólo afecta a un solo lóbulo o sección de un pulmón.

La neumonía lobular es a menudo debido a Streptococcus pneumoniae aunque Klebsiella

pneumoniae, también es posible.

Neumonía multilobar involucra a más de un lóbulo, y con frecuencia causa una

enfermedad más severa.

1 www.sepexpal.org. (2006). Recuperado el 16 de Agosto de 2013, de Sociedad Canaria de

Pediatria Extrahospitalaria: http://www.sepexpal.org/wp-

content/uploads/2008/02/neumonia-protocolo-2006.pdf

Page 2: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

La neumonía bronquial afecta a los pulmones en parches alrededor de los tubos

(bronquios o bronquiolos).

Neumonía intersticial, consiste en las áreas entre los alvéolos, y puede ser llamada

neumonía intersticial. Es más probable que sea causada por virus o por bacterias atípicas.

El descubrimiento de los rayos X ha permitido determinar el tipo anatómico de la neumonía,

sin el examen directo de los pulmones en la autopsia y condujo a la elaboración de una

clasificación radiológica. Los primeros investigadores distinguen entre neumonía lobar típicos

y atípicos (por ejemplo, Chlamydophila) o neumonía viral con la ubicación, distribución, y la

apariencia de las opacidades que vieron en la radiografía de tórax. Ciertos hallazgos

radiológicos se pueden utilizar para ayudar a predecir el curso de la enfermedad, aunque no

es posible determinar claramente la causa microbiológica de una neumonía con rayos X solo.

Con el advenimiento de la microbiología moderna, clasificación basada en el microorganismo

causante fue posible. La determinación de qué microorganismo está causando la neumonía

de un individuo es un paso importante para decidir el tipo de tratamiento y duración. Cultivos

de esputo, hemocultivos, pruebas en las secreciones respiratorias, y pruebas específicas de

sangre se utilizan para determinar la clasificación microbiológica. Dado que las pruebas de

laboratorio, por lo general toma varios días, la clasificación microbiológica no suele ser posible

en el momento del diagnóstico inicial.

CLASIFICACIÓN COMBINADA CLÍNICA

Tradicionalmente, los médicos han clasificado a la neumonía por las características clínicas,

dividiéndolos en aguda, menos de tres semanas de duración y las neumonías crónica. Esto es

útil porque las neumonías crónicas tienden a ser las infecciones bacterianas no infecciosas, o

por micobacterias, hongos, o mixtas causadas por la obstrucción de las vías respiratorias.

Neumonías agudas se dividen en las bronconeumonías bacterianas clásicas como por ejemplo:

Streptococcus pneumoniae, las neumonías atípicas como la neumonitis intersticial de

Mycoplasma pneumoniae o Chlamydia pneumoniae, y la neumonía por aspiración síndromes.

Neumonías crónicas, por otra parte, incluyen principalmente los de Nocardia, Actinomyces y

Blastomyces dermatitidis, así como las neumonías granulomatosas por Mycobacterium

tuberculosis y micobacterias atípicas por capsulatum, Histoplasma y Coccidioides immitis.

La clasificación clínica combinada, ahora el esquema más común de clasificación, los intentos de

identificar los factores de riesgo de una persona cuando él o ella vienen a la atención médica. La

Page 3: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

ventaja de este esquema de clasificación respecto a los sistemas anteriores es que puede ayudar

a guiar la selección de los tratamientos iniciales, incluso antes de que la causa microbiológica de

la neumonía que se conoce. Hay dos grandes categorías de neumonía en este esquema: la

neumonía adquirida en la comunidad y neumonía nosocomial. Un tipo introducido

recientemente de neumonía asociada a la salud en los pacientes que viven fuera del hospital

que han estado recientemente en contacto con el sistema de salud se encuentra entre estas dos

categorías.

NEUMONÍA DE LA COMUNIDAD

Neumonía extrahospitalaria es una neumonía en una persona que no haya sido hospitalizado

recientemente, es el tipo más común de neumonía. Las causas más comunes de la neumonía

extrahospitalaria varían según la edad de una persona, pero incluyen, Streptococcus

pneumoniae, los virus, las bacterias atípicas, y Haemophilus influenzae. En general,

Streptococcus pneumoniae es la causa más común de neumonía de la comunidad en todo el

mundo. Bacterias Gram-negativas causa de la neumonía extrahospitalaria en ciertas poblaciones

de riesgo. Neumonía atípica es causada generalmente por las bacterias atípicas neumonía por

micoplasma.

NEUMONÍA NOSOCOMIAL

Neumonía nosocomial, es la neumonía adquirida durante o después de la hospitalización por

otra enfermedad o procedimiento con la aparición por lo menos 72 horas después del ingreso.

Las causas, la microbiología, el tratamiento y el pronóstico son diferentes a los de la neumonía

extrahospitalaria. Hasta el 5% de los pacientes ingresados en un hospital por otras causas,

posteriormente, desarrollar neumonía. Los pacientes hospitalizados pueden tener muchos

factores de riesgo para la neumonía, incluyendo la ventilación mecánica, la desnutrición

prolongada, subyacente enfermedades cardíacas y pulmonares, disminución de la cantidad de

ácido en el estómago y trastornos inmunes. Además, los microorganismos se expone una

persona en un hospital son a menudo diferentes de los de casa. Adquirida en el hospital

microorganismos pueden incluir bacterias resistentes tales como MRSA, Pseudomonas,

Enterobacter, Serratia. Dado que los individuos con neumonía nosocomial por lo general tienen

enfermedades subyacentes y están más expuestos a las bacterias peligrosas, que tiende a ser

más letal que la neumonía extrahospitalaria. Neumonía asociada a ventilación mecánica (NAVM)

es un subconjunto de la neumonía nosocomial. VAP es la neumonía que ocurre después de al

menos 48 horas de intubación y ventilación mecánica.

Page 4: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

OTROS TIPOS DE NEUMONÍA

El síndrome respiratorio agudo severo (SARS): El SARS es un tipo altamente contagioso y

mortal de la neumonía, que ocurrió por primera vez en 2002, tras los brotes iniciales en

China. El SARS es causado por el coronavirus del SRAS, un patógeno desconocido.

La bronquiolitis obliterante con neumonía organizada (BONO): BONO es causada por la

inflamación de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones. También es conocida como

neumonitis criptogénica organización (COP).

Neumonía eosinofílica: Neumonía eosinofílica es la invasión del pulmón por los eosinófilos,

un tipo particular de glóbulos blancos. Neumonía eosinofílica ocurre a menudo en respuesta

a la infección con un parásito o después de la exposición a ciertos tipos de factores

ambientales.

Químicos neumonía: Neumonía química (generalmente llamada neumonitis química) es

causada por sustancias químicas tóxicas como los pesticidas, que pueden entrar al

organismo por inhalación o por contacto con la piel. Cuando la sustancia tóxica es un aceite,

la neumonía puede ser llamado pulmonía lipoide.

Neumonía por aspiración: La neumonía por aspiración (o neumonitis por aspiración) es

causada por la aspiración de objetos extraños que suelen ser orales o contenido gástrico, ya

sea comiendo durante o después del reflujo o vómito que se traduce en bronconeumonía.

La inflamación pulmonar resultante no es una infección, pero puede contribuir a una, ya que

el material aspirado puede contener bacterias anaerobias u otras causas inusuales de

neumonía.

Polvo de la neumonía: Neumonía polvo describe los trastornos causados por la exposición

excesiva a las tormentas de polvo. Con neumonía polvo, el polvo se asienta todo el camino

hacia los alvéolos de los pulmones, dejar que los cilios en movimiento y evitar que los

pulmones cada vez se desmonte.

Necrotizante neumonía, aunque se superponen con muchas otras clasificaciones, incluye

las neumonías que causan necrosis sustancial de las células del pulmón, y algunas veces

incluso absceso pulmonar. Las bacterias implicadas son bacterias muy comunes anaeróbico,

con o sin los otros anaerobios facultativos, como Staphylococcus aureus, Klebsiella

pneumoniae y Streptococcus pyogenes (www.news-medical.net, s.f.)2.

2 www.news-medical.net. (s.f.). Recuperado el 16 de Agosto de 2013, de NEWS MEDICAL:

http://www.news-medical.net/health/Pneumonia-Classification-(Spanish).aspx

Page 5: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

EPIDEMIOLGIA

La incidencia real es difícil de establecer porque una gran parte de los casos no llegan a ser

diagnosticados con certeza. La mayoría de los estudios publicados solo proporcionan

información sobre pacientes hospitalizados, lo que probablemente suponga menos de la mitad

del total de casos de neumonía extrahospitalarias. En estudios poblacionales, la incidencia anual

en adultos oscila entre 1,6 y 13,4 casos por cada 1000 habitantes, con tasas significativamente

superiores en las edades extremas de la vida, en varones y durante el invierno. La neumonía

extrahospitalarias es la infección que con mayor frecuencia justifica el ingreso de un paciente en

el hospital y la causa más frecuente de muerte de origen infeccioso, con tasas inferiores al 2%

en pacientes tratados ambulatoriamente y de un 14% en enfermos ingresados en el hospital.

En general, los diferentes estudios sugieren que se hospitaliza un 40% de los pacientes con

neumonía extrahospitalarias. Alrededor de un 5% de los pacientes ingresados requieren ingreso

en una UCI (Torres & Ferrer, 2012)3.

ETIOLOGIA

La causa de la neumonía en un paciente individual con frecuencia es difícil de establecer porque

el cultivo de tejido pulmonar es invasivo y raramente se realiza. Los cultivos realizados con

muestras obtenidas del aparato respiratorio superior o «esputo» generalmente no reflejan de

forma precisa la causa de una infección de las vías respiratorias bajas. Mediante las pruebas

diagnósticas disponibles actualmente, puede identificarse la bacteria o virus que causa una

neumonía en 40-80% de los niños con neumonía adquirida en la comunidad. Streptococcus

pneumoniae (neumococo) es el microorganismo bacteriano más frecuente, seguido de

Chlamydia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae.

Además del neumococo, otras causas bacterianas de neumonía en niños previamente sanos en

Estados Unidos incluyen el estreptococo grupo A (Streptococcus pyogenes y Staphylococcus

aureus).

Actualmente se considera que los tres factores que determinan en mayor medida la etiología,

son la edad, la presencia de comorbilidad y la gravedad.

3 Torres, A., & Ferrer, M. (2012). Neumonia Extrahospitalaria. En C. Rozman, & F. Cardellach,

Medicina Interna: Farreras|Rozman (Decimoséptima ed., Vol. I, pág. 701). Barcelona,

España: Elsevier. Recuperado el 16 de Agosto de 2013

Page 6: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

EDAD

Se ha señalado que la edad podría influir en la etiología de la neumonía de modo que los

pacientes más jóvenes presentan una mayor prevalencia de infección por Streptococcus

pneunomiae, Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus son las principales causas de

ingreso hospitalario y muerte debido a neumonía en los niños de países en vías de desarrollo,

aunque en los niños con infección por VIH deben considerarse Mycobacterium tuberculosis,

micobacterias atípicas, Salmonella, Escherichia coli y Pneumocystis jirovecii.

Los patógenos víricos son una causa destacada de infecciones respiratorias de vías bajas en

lactantes y niños de <5 años de edad. Los virus son responsables del 45% de los episodios de

neumonía identificados en los niños ingresados en Dallas. A diferencia de la bronquiolitis, en la

cual la incidencia máxima se encuentra en el primer año de vida, la frecuencia más elevada de

la neumonía vírica se produce entre los 2 y los 3 años de edad y se reduce lentamente a partir

de este momento. De los virus respiratorios, el virus influenza y el virus respiratorio sincitial

(VRS) son los principales patógenos, especialmente en los niños menores de 3 años. Otros virus

frecuentes que producen neumonía comprenden el virus parainfluenza, los adenovirus, los

rinovirus y el metaneumovirus. La edad del paciente puede ayudar a identificar a los posibles

patógenos.

El estado de inmunización es importante, porque los niños bien vacunados frente a H. influenzae

de tipo b o S. pneumoniae no se suelen infectar por estos gérmenes. Los niños

inmunodeprimidos o que tienen una enfermedad de base pueden tener más riesgo frente a

algunos patógenos específicos, como Pseudomonas spp. En el caso de la fibrosis quística (Sectish

& Prober, Neumonia, 2012)4.

COMORBILIDAD

El segundo factor que parece influir más en la etiología de la neumonía es la presencia o ausencia

de comorbilidad. La patología más frecuentemente asociada a la neumonía es la EPOC.

Los pacientes con EPOC presentan una mayor prevalencia de infecciones por H. influenza bacilos

gram-negativos entéricos. Del mismo modo, los enfermos con bronquiectasias tienen una mayor

prevalencia de infecciones por P. aeruginosa. También condiciona la etiología de NAC la

presencia de otras patologías como diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, hepatopatía

crónica, insuficiencia cardíaca, enfermedades neurológicas, neoplasias y enfermedades

4 Sectish, T., & Prober, C. (2012). Neumonía. En R. Kliegman, R. Behrman, B. Stanton, & H.

Jenson, Nelson Tratado de Pediatria (pág. 1798). Barcelona, España: Elsevier.

Recuperado el 17 de Agosto de 2013

Page 7: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

autoinmunes. La presencia de dos o más comorbilidades determina un mayor riesgo de

presentar un neumococo resistente a la penicilina o riesgo de infección Enterobacterias.

GRAVEDAD

La gravedad de la neumonía está relacionada con la etiología y determina su hospitalización y /

o ingreso en una unidad de cuidados intensivos y la pauta de tratamiento

OTROS FACTORES

La administración de un antibiótico β-lactámico en los últimos 3 meses supone un mayor riesgo

de sufrir una infección por un neumococo resistente y los tratamientos con antibióticos de

amplio espectro durante más de 7 días en el mes previo, un mayor riesgo de infección por bacilos

Gram negativos y por P. aeruginosa. Los tratamientos previos con corticoides (Prednisona) a

dosis de más de 10 mg al día también suponen un mayor riesgo de infección por L. pneumophila,

P. aeruginosa y Aspergillus spp. La convivencia con niños que acuden diariamente a una

guardería también implica un mayor riesgo de neumococo resistente, el residir en un centro

geriátrico un mayor riesgo de infección por bacilos Gram-negativos, y la malnutrición un mayor

riesgo de infección por P. aeruginosa.

Hay que destacar que en la mayoría de estudios sobre la etiología de las neumonía sólo se llega

a establecer una etiología específica que no suele superar el 50% de los casos (Torres, Mensa,

Puig de la Bellacasa, Estruch, & Sanchez, 2006)5.

PATOGENIA

La vía respiratoria baja se suele mantener estéril por unos mecanismos de defensa fisiológicos,

que incluyen la limpieza mucociliar, las propiedades de las secreciones normales, como la

inmunoglobulina A (IgA) secretora y la limpieza de la vía por la tos. Entre los mecanismos de

defensa inmunológica pulmonares que limitan la invasión por patógenos destacan los

macrófagos alveolares y bronquiolares, la IgA secretora y otras inmunoglobulinas.

La neumonía viral suele deberse a la diseminación de una infección de las vías respiratorias y se

suele acompañar de una lesión directa del epitelio respiratorio, con obstrucción de la vía por la

tumefacción, la presencia de secreciones anómalas o los restos celulares. El menor calibre de la

vía respiratoria en los lactantes pequeños les hace especialmente susceptibles de desarrollar

infecciones graves. La atelectasia, el edema intersticial y los desequilibrios entre la ventilación y

5 Torres, A., Mensa, J., Puig de la Bellacasa, J., Estruch, R., & Sanchez, M. (2006).

www.anestesiaclinic.net. Recuperado el 16 de Agosto de 2013, de Anestesia Clinic:

Anestesiología, reanimacion y terapeutica del dolor:

http://www.anestesiaclinic.net/documents/reauciqprotcls/GrupTMC/Neumonia.pdf

Page 8: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

la perfusión pueden causar una hipoxemia significativa, que con frecuencia se asocia con

obstrucción respiratoria. Las infecciones virales de la vía pueden predisponer al paciente a

desarrollar una sobreinfección bacteriana secundaria al alterar los mecanismos defensivos

normales del huésped, modificar sus secreciones y también la flora bacteriana.

Cuando se produce una infección bacteriana en el parénquima pulmonar, el cuadro morfológico

variará según el organismo responsable.

M. pneumoniae se une al epitelio respiratorio, inhibe la acción ciliar y determina la destrucción

celular, con aparición de una respuesta inflamatoria de la submucosa. Cuando la infección

progresa, se produce descamación de los detritos celulares, de las células inflamatorias y del

moco, lo que puede obstruir la vía y permitir la diseminación de la infección por el árbol

bronquial, como sucede en la neumonía viral.

S. pneumoniae produce edema local, que permite la proliferación de gérmenes y su extensión

hacia zonas adyacentes del pulmón, determinando la típica afectación lobular.

La infección por estreptococo del grupo A de la vía respiratoria baja causa una infección más

difusa con neumonía intersticial. Morfológicamente se produce necrosis de la mucosa

traqueobronquial, con formación de una gran cantidad de exudado, edema y hemorragia local

que se extiende a los tabiques interalveolares, compromiso de los vasos linfáticos y mayor

probabilidad de afectación pleural.

La neumonía por S. aureus se manifiesta con una bronconeumonía confluente, que suele ser

unilateral y se caracteriza por la presencia de extensas áreas de necrosis hemorrágica y

cavitación irregular del parénquima pulmonar, que ocasionan neumatoceles, empiema o, en

algunos casos, una fístula broncopulmonar.

La neumonía recurrente se define como 2 o más episodios en un único año o 3 o más episodios

en cualquier momento, con resolución radiológica entre los episodios. Se debe descartar un

trastorno de base cuando un niño sufre neumonías bacterianas de repetición.

Otros factores que pueden contribuir a la infección pulmonar son los traumatismos, la anestesia

y la aspiración.

La neumonía de resolución lenta consiste en la persistencia de los síntomas o alteraciones

radiológicas más allá del período de tiempo esperado.

Este período varía dependiendo del microorganismo implicado, de la extensión de la

enfermedad y de la presencia de entidades asociadas que lo puedan complicar (Anselmo &

Valverde, 2011)6.

6 Anselmo, A., & Valverde, J. (2011). Manual de Neumologia Pediatrica. Barcelona, España:

Panamericana.

Page 9: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

ANATOMIA PATOLOGICA

La neumonía clásica pasa por una serie de cambios histopatológicos. La fase inicial es de edema

por la presencia de exudado proteináceo y a menudo bacterias en los alvéolos. Esta fase rara

vez se identifica en autopsias o por medios clínicos, porque inmediatamente es seguida de la

llamada fase de hepatización roja. La presencia de eritrocitos en el exudado intraalveolar celular

es la que da a esta fase su nombre, pero también existen neutrófilos, que son importantes en

las defensas del hospedador. A veces se identifican bacterias en cultivos de muestras alveolares

reunidas durante esta fase. En la tercera fase, de hepatización gris, no se advierte extravasación

de nuevos eritrocitos y los que estaban presentes sufren lisis y degradación. La célula

predominante es el neutrófilo, abundan depósitos de fibrina y han desaparecido las bacterias.

La fase anterior corresponde a la contención satisfactoria de la infección, es decir, el organismo

la circunscribe y así mejora el intercambio de gases. En la fase final, la resolución, el macrófago

es la célula dominante en el espacio alveolar y han sido eliminados los restos de neutrófilos,

bacterias y fibrina y también ha cedido la respuesta inflamatoria (Diez & Alvarez, 2009)7.

La respuesta inflamatoria aguda que se desarrolla para asegurar la completa eliminación de los

patógenos es la manifestación histológica de la neumonía. Consiste en una infiltración

neutrofilica y en la exudación de proteínas plasmáticas que afecta preferentemente a los

alveolos y que puede extenderse a unidades respiratorias adyacentes.

Algunos microorganismos, especialmente anaerobios, S. aureus o K. pneumoniae, pueden

producir necrosis con formación de abscesos. Normalmente, la recuperación estructural del

pulmón es total, aunque en algunos casos se puede originar una fibrosis local residual (Torres &

Ferrer, 2012)8.

FISIOPATOLOGIA

La neumonía es consecuencia de la proliferación de microorganismos a nivel alveolar y la

respuesta contra ellos desencadenada por el hospedador. Los microorganismos llegan a las vías

respiratorias bajas, en varias formas. La más frecuente es la aspiración desde la orofaringe.

7 Diez, J., & Alvarez, R. (2009). Manual de Neumologia Clinica (Segunda ed.). Madrid, España:

Ergon. Recuperado el 17 de Agosto de 2013

8 Torres, A., & Ferrer, M. (2012). Neumonia Extrahospitalaria. En C. Rozman, & F. Cardellach,

Medicina Interna: Farreras|Rozman (Decimoséptima ed., Vol. I, pág. 701). Barcelona,

España: Elsevier. Recuperado el 16 de Agosto de 2013

Page 10: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

Durante el sueño a menudo la persona aspira volúmenes pequeños de material faríngeo y en

quienes tienen disminución de la conciencia. Muchos patógenos son inhalados en la forma de

gotitas contaminadas. En algunas ocasiones la neumonía surge por propagación hematógena

por ejemplo una endocarditis tricuspidea o por extensión contigua desde los espacios pleural o

mediastínico infectados.

Los factores mecánicos son de importancia decisiva en las defensas del hospedador. Las vibrisas

y los cornetes de las vías nasales capturan las grandes partículas inhaladas antes de que alcancen

la porción baja de las vías respiratorias y las ramificaciones del árbol traqueobronquial atrapan

las partículas en el epitelio de revestimiento, en donde, por mecanismos de eliminación o

limpieza mucociliar y por factores antibacterianos locales, el patógeno es eliminado o destruido.

El reflejo nauseoso y el mecanismo de la tos brindan protección decisiva contra la

broncoaspiración. Además, la flora normal que se adhiere a las células mucosas de la orofaringe,

cuyos componentes son muy constantes, impide que las bacterias patógenas se adhieran a la

superficie y así se reduzca el peligro de neumonía causada por los demás microorganismos.

Cuando estas barreras son sobrecargadas o si los microorganismos tienen la pequeñez suficiente

para llegar a los alvéolos por inhalación, los macrófagos alveolares tienen extraordinaria

eficiencia para eliminarlos y destruirlos. Los macrófagos son auxiliados por las proteínas locales

(proteínas A y D de la sustancia tensioactiva) que poseen propiedades opsonizantes propias y

actividad antibacteriana o antivírica. Los patógenos, después de engullidos, son eliminados por

la capa mucociliar en dirección ascendente o por los linfáticos y dejan de constituir un problema

infectante. Sólo cuando es rebasada la capacidad de los macrófagos alveolares para fagocitar o

destruir los microorganismos, se manifiesta la neumonía clínica. En este caso, los macrófagos

desencadenan una respuesta inflamatoria para reforzar las defensas de la zona baja de las vías

respiratorias. Esta respuesta inflamatoria del hospedador y no la proliferación de los

microorganismos, es el factor que desencadena el síndrome clínico de neumonía. La liberación

de mediadores de inflamación como interleucina (IL) 1 y el factor de necrosis tumoral (tumor

necrosis factor, TNF) ocasionan fiebre. Las quimiocinas, como IL-8 y el factor estimulante de

colonias de granulocitos, estimulan la liberación de neutrófilos, que son atraídos al pulmón y así

surge la leucocitosis periférica y aumentan las secreciones purulentas. Los mediadores de

inflamación liberados por macrófagos y los neutrófilos recién reclutados, crean una fuga

alveolocapilar equivalente a la que aparece en el síndrome de disnea aguda (ARDS), aunque en

la neumonía esta fuga está localizada cuando menos al inicio. Incluso los eritrocitos cruzan la

membrana alveolocapilar y, como consecuencia, hay hemoptisis. La fuga capilar se manifiesta

Page 11: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

en las radiografías por la imagen de un infiltrado y en la exploración, por estertores que se

perciben en la auscultación y la sobrecarga capilar ocasiona hipoxemia. Aún más, algunas

bacterias patógenas al parecer interfieren en la vasoconstricción de origen hipóxico que

normalmente surgiría cuando los alvéolos están llenos de líquido, interferencia que puede

ocasionar hipoxemia profunda. El mayor impulso respiratorio en el síndrome de respuesta

inflamatoria sistémica (SIRS) causa alcalosis respiratoria. La disminución del volumen y la

distensibilidad pulmonares por la fuga capilar, la hipoxemia, la intensificación del impulso

respiratorio, el mayor volumen de secreciones y a veces el broncoespasmo por la propia

infección, culminan en disnea y si es grave, los cambios en la mecánica pulmonar que son

consecuencia de disminuciones en uno y otro parámetros (volumen y distensibilidad) y la

esviación intrapulmonar de sangre podrán ocasionar la muerte del enfermo (Fauci, y otros,

2012)9.

MANIFESTACIONES CLINICAS

Las neumonías bacterianas y virales vienen precedidas, habitualmente, por unos días con

síntomas de infección respiratoria alta, sobre todo rinitis y tos. En las neumonías virales suele

existir fiebre, aunque las temperaturas son más bajas que en las bacterianas. La taquipnea es el

hallazgo clínico más habitual en la neumonía, aunque también es frecuente el aumento del

trabajo respiratorio, con retracciones inter, subcostales y supraesternales, aleteo nasal y

utilización de los músculos accesorios. La infección grave puede asociarse con cianosis y fatiga

respiratoria, sobre todo en los lactantes. La auscultación torácica puede poner en evidencia

sibilancias y crepitantes, aunque con frecuencia resulta difícil localizar su origen en los niños

muy pequeños con tórax muy hiperresonantes. Con frecuencia no es posible distinguir

clínicamente la neumonía vírica de la enfermedad producida por Mycoplasma y otros patógenos

bacterianos.

La neumonía bacteriana habitualmente empieza en los adultos y niños mayores de forma

abrupta, con escalofríos seguidos de fiebre muy alta, tos y dolor torácico. En los niños mayores

y en adolescentes se produce una infección respiratoria alta seguida de unos escalofríos de inicio

súbito con fiebre alta, obnubilación y períodos intermitentes de inquietud, con respiraciones

rápidas, tos seca y no productiva, ansiedad y, en algunos casos, delirio. Se puede producir

cianosis perioral. Muchos niños tienden a inmovilizar el lado afectado para reducir el dolor

9 Fauci, A., Kasper, D., Longo, D., Braunwald, E., Hauser, S., Jameson, L., & Lozcalzo, J. (2012). Harrison Principios de Medicina Interna. Barcelona: Mc Graw Hill.

Page 12: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

pleurítico y mejorar la ventilación; en ocasiones tumbándose de lado con las rodillas flexionadas

hasta la altura del pecho.

Los hallazgos físicos dependen del estadio de la neumonía. En las primeras fases de la

enfermedad se auscultan ruidos respiratorios disminuidos crepitantes diseminados y roncus en

el campo pulmonar afectado. Al consolidarse o aparecer complicaciones (derrame, empiema o

neumotórax), se produce matidez a la percusión y puede haber una importante disminución de

los ruidos respiratorios. En el lado afectado se suele percibir un retraso en las excursiones

respiratorias. Puede manifestarse una importante distensión abdominal como consecuencia de

la dilatación gástrica, por el aire que el niño traga o por un íleo. El dolor abdominal es frecuente

en la neumonía del lóbulo inferior. El hígado parece aumentado de tamaño, por el

desplazamiento en sentido caudal del diafragma secundario a la hiperinsuflación del pulmón o

bien por la aparición de una insuficiencia cardíaca congestiva. También puede llamar la atención

la rigidez de nuca, en ausencia de meningitis, sobre todo en los casos de afectación del lóbulo

superior derecho.

Los síntomas descritos en los adultos con una neumonía por neumococo también pueden

aparecer en niños mayores, pero no suelen observarse en los lactantes ni en los niños pequeños,

en los que la clínica es mucho más variable. En los lactantes se puede producir un pródromo de

infección respiratoria alta con disminución del apetito, antes de que aparezca la fiebre, la

inquietud, la ansiedad y la dificultad respiratoria. Estos lactantes impresionan de enfermedad

cuando presentan dificultad respiratoria manifestada por quejido, aleteo nasal o retracciones

inter y subcostales o supraclaviculares, taquipnea, taquicardia, disnea y, con frecuencia,

cianosis. La exploración física puede inducir a confusión, sobre todo en lactantes muy pequeños,

con escasos hallazgos, desproporcionados para el nivel de taquipnea. Algunos lactantes con una

neumonía bacteriana sufren síntomas digestivos, como vómitos, diarrea, anorexia y distensión

abdominal secundarios a un íleo paralítico. En los casos más graves de neumonía bacteriana se

produce una rápida progresión de los síntomas (Gigante, 2007)10.

DIAGNOSTICO

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE NEUMONÍA

El diagnóstico de neumonía debe basarse en la existencia de:

10 Gigante, J. (2007). Pediatria: Primer contacto con la especialidad. Mexico D.F., Mexico: McGraw-Hill. Recuperado el 17 de Agosto de 2013

Page 13: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

A. Clínica de infección aguda (menos de 10 días de evolución). Los síntomas pueden ser

respiratorios como tos, expectoración, disnea, dolor pleurítico y hemoptisis, o

sistémicos como fiebre, escalofríos, astenia, anorexia, cefalea o mialgias. En la

exploración física, los signos más frecuentes son taquipnea, taquicardia, hipertermia y

signos de consolidación pulmonar. Los datos analíticos sugestivos de infección son la

leucocitosis, leucopenia, y elevación de la proteína C reactiva en plasma.

B. Imagen de infiltrado pulmonar en la radiografía de tórax no atribuible a otra causa. La

aparición de la imagen radiológica puede retrasarse hasta 24-48 horas después de la

aparición de las manifestaciones clínicas. En casos excepcionales pueden detectarse

infiltrados alveolares en la TAC torácica en pacientes con radiografía de tórax normal

(Torres, Mensa, Puig de la Bellacasa, Estruch, & Sanchez, 2006)11.

En la práctica, toda condensación radiológica de reciente aparición y no atribuible a otra causa,

acompañada de fiebre de menos de 1 semana de evolución, debe considerarse y tratarse como

una neumonía mientras no se demuestre lo contrario. Sin embargo, el diagnostico de neumonía

no siempre es fácil. Existen otras enfermedades respiratorias que cursan con fiebre e infiltrados

pulmonares y que deben descartarse, especialmente si el cuadro clínico es de más de una

semana.

Identificar el patógeno responsable permite el tratamiento antimicrobiano dirigido. Algunos

datos clínicos, epidemiológicos y radiológicos pueden ayudar a diferenciar pacientes con una

mayor probabilidad de infección por ciertos microorganismos, pero ningún patrón clínico o

radiológico es lo suficientemente especifico como para permitir un diagnostico etiológico, sobre

todo en pacientes ancianos o con alguna enfermedad de base. La forma habitual de detección

del agente responsable supone el empleo de distintos métodos microbiológicos. Su utilización

dependerá fundamentalmente de la gravedad de la neumonía, de su evolución y de la respuesta

al tratamiento. En general, se deben emplear más técnicas diagnósticas cuanto más graves son

las neumonías, y pocas o ninguna en las leves. No hay ninguna prueba diagnóstica que permita

identificar todos los patógenos potencialmente implicados en la etiologia y todas tienen sus

ventajas y sus limitaciones.

11 Torres, A., Mensa, J., Puig de la Bellacasa, J., Estruch, R., & Sanchez, M. (2006).

www.anestesiaclinic.net. Recuperado el 16 de Agosto de 2013, de Anestesia Clinic:

Anestesiología, reanimacion y terapeutica del dolor:

http://www.anestesiaclinic.net/documents/reauciqprotcls/GrupTMC/Neumonia.pdf

Page 14: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

METODOS DIAGNOSTICOS

Tinción de Gram y cultivo de esputo

La rentabilidad diagnostica de la tinción de Gram del esputo depende en gran medida de la

calidad de la muestra y de la rapidez en su procesamiento, del criterio usado para definir un

resultado positivo, de la experiencia del observador y de si el paciente ha recibido o no

tratamiento antimicrobiano previo. Alrededor del 40% de los pacientes, especialmente los

ancianos, o no tiene tos productiva o es incapaz de expectorar. Además, solo un tercio de las

muestras de esputo recogidas puede considerarse aceptable. En esas circunstancias, la

visualización de una bacteria predominante, especialmente si se trata de S. pneumoniae, puede

ser útil para establecer la etiologia. La tinción de Gram no puede detectar ciertos patógenos

frecuentes, como M. pneumoniae, C. pneumoniae, Legionella spp. O virus respiratorios, y

algunos morfotipos, como H. influenzae, son difíciles de identificar. Por todo ello, la sensibilidad

y especificidad diagnostica de la tinción de Gram de esputo es muy variable. El cultivo del esputo

plantea problemas parecidos. Se puede mejorar la información que proporciona si en el análisis

se consideran los resultados obtenidos en la tinción de Gram. Es posible aislar patógenos

atípicos y virus en secreciones respiratorias, pero se precisan técnicas especiales no disponibles

de forma generalizada. El cultivo de algunos microorganismos, como Legionella spp. O M.

tuberculosis, es 100% específico, pero requiere varios días y medios especiales.

Hemocultivo

Debe realizarse en todos los pacientes hospitalizados con neumonía extrahospitalarias, sobre

todo en los casos graves. Solo proporciona el diagnostico etiológico en el 5%-14% de los casos,

pero tiene alta especificidad y valor pronostico.

Detección de antígenos

Diversas técnicas microbiológicas permiten detectar la presencia de ciertos agentes

básicamente neumococo, L. pneumophila y virus respiratorios mediante la identificación de

alguno de sus componentes en esputo, orina, suero u otras muestras biológicas. En el caso del

neumococo, la prueba más extendida en la actualidad es un análisis inmunocromatograficos en

orina que detecta antígeno polisacárido C de la pared del patógeno. Es una prueba rápida,

sencilla, con una especificidad (superior al 90%) y sensibilidad (50%-80%) aceptables en adultos,

y con capacidad para establecer el diagnostico de neumonía neumococica una vez iniciado el

tratamiento antibiótico. Por este método también se puede determinar la antigenuria de L.

pneumophila serogrupo 1, que es responsable de la mayoría de infecciones comunitarias por

este patógeno. Su sensibilidad es de 70%-90% y su especificidad se acerca al 100%. Pueden pasar

varios días antes de registrarse resultados positivos y, en ocasiones, la antigenuria persiste

durante semanas. La detección de antígenos por inmunofluorescencia directa en secreciones

Page 15: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

respiratorias también se puede utilizar en el diagnóstico de la neumonía extrahospitalarias por

L. pneumophila, VRS e influenza, aunque es una prueba relativamente insensible especialmente,

para los dos primeros.

Estudios serológicos

La detección en suero de una respuesta de anticuerpos específica tiene interés porque permite

el diagnostico de infección por patógenos que son difíciles de aislar en cultivos, como virus, M.

pneumoniae, C. pneumoniae, C. psittaci, C. burnetii y L. pneumophila. Un título aislado elevado

de anticuerpos específicos en presencia de enfermedad neumónica aguda puede tener utilidad

diagnostica en algunos casos.

Sin embargo, en la práctica clínica, alrededor del 70% de los casos positivos se basa en la

demostración de una seroconversión a las 4-9 semanas. Por tanto, en el mejor de los casos, la

serología proporciona una información tardía de interés fundamentalmente epidemiológico.

Además, en más del 20% de los casos no se produce la seroconversión y, aunque la especificidad

se considera aceptable, se han descrito algunos falsos positivos.

Técnicas de biología molecular

Mediante la reaccion en cadena de la polimerasa se pueden detectar secuencias de DNA de los

principales patógenos respiratorios en distintas muestras biológicas. Estas pruebas tendrán

probablemente un papel relevante cuando se puedan realizar in situ y detectar DNA de diversos

virus y bacterias a la vez.

Técnicas invasivas

La toracocentesis es la más frecuente y la que está indicada en todos los pacientes con neumonía

y derrame pleural significativo, ya que la presencia de empiema pleural es uno de los principales

factores asociados a fallo terapéutico en los primeros días del ingreso hospitalario.

El cultivo de esta muestra tiene una sensibilidad muy baja, pero un resultado positivo tiene un

gran impacto en la evaluación del paciente.

También se pueden emplear técnicas inmunológicas para la detección de antígenos bacterianos,

especialmente del neumococo. Otras determinaciones en el líquido pleural, en concreto

glucosa, LDH, proteínas totales y pH, permitirán descubrir la presencia de complicaciones. La

punción transtoracica aspirativa, los cultivos cuantitativos de muestras obtenidas mediante

catéter telescopado o lavado broncoalveolar, e incluso la biopsia pulmonar abierta o por

videotoracoscopia, pueden ser útiles en casos muy seleccionados (Torres & Ferrer, 2012)12.

12 Torres, A., & Ferrer, M. (2012). Neumonia Extrahospitalaria. En C. Rozman, & F. Cardellach,

Medicina Interna: Farreras|Rozman (Decimoséptima ed., Vol. I, pág. 701). Barcelona,

España: Elsevier. Recuperado el 16 de Agosto de 2013

Page 16: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE LA NEUMONÍA

El diagnóstico diferencial de la neumonía adquirida en la comunidad debe realizarse con todas

las enfermedades capaces de producir fiebre e infiltrados pulmonares. En concreto, la

NAC debería diferenciarse de las siguientes enfermedades:

• Tromboembolismo pulmonar con infarto pulmonar

• Hemorragia alveolar

• Atelectasia pulmonar

• Neoplasia pulmonar

• Edema agudo de pulmón

• Alveolitis alérgica extrínseca

• Eosinofilia pulmonar

• Bronquiolitis obliterante con neumonía organizativa

TRATAMIENTO

El tratamiento de una posible neumonía bacteriana depende de la causa considerada como más

probable y del aspecto clínico del niño. En los niños con cuadros leves que no requieren ser

hospitalizados se recomienda la amoxicilina.

En las comunidades con un porcentaje elevado de neumococos resistentes a la penicilina se

deben prescribir dosis altas de amoxicilina (80-90 mg/kg/día). Las alternativas terapéuticas

incluyen la cefuroxima axetilo o la amoxicilina/clavulánico. En los niños en edad escolar y en los

casos de posible infección por M. pneumoniae o C. pneumoniae (neumonías atípicas) se debe

usar un macrólido, como la azitromicina.

En los adolescentes puede considerarse una fluorquinolona respiratoria (levofloxacino,

gatifloxacino, moxifloxacino, gemifloxacino) para las neumonías atípicas.

El tratamiento empírico de una posible neumonía bacteriana en un niño hospitalizado depende

de la clínica de presentación. Cuando se sospecha un origen bacteriano, el tratamiento debe

consistir en cefuroxima parenteral (150 mg/kg/día), cefotaxima o ceftriaxona; si la clínica indica

una posible infección por estafilococos (neumatoceles o empiema), el tratamiento

antimicrobiano inicial deberá incluir también vancomicina oclindamicina.

Si se sospecha una neumonía viral, es razonable posponer la antibioticoterapia, especialmente

en los pacientes con una enfermedad leve, que tienen clínica sugestiva de infección viral y que

no sufren dificultad respiratoria. Hasta un 30% de los pacientes con una infección viral

demostrada puede tener una coinfección bacteriana. Por tanto, cuando se decide retrasar el

tratamiento antibiótico ante un diagnóstico de infección viral, un deterioro del estado clínico

Page 17: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

debe hacer sospechar una infección bacteriana superpuesta y obliga a empezar la

antibioticoterapia. En los países en vías de desarrollo, el zinc oral (20 mg/día) ayuda a acelerar

la recuperación de la neumonía grave (Sectish & Prober, 2012)13.

RESPUESTA AL TRATAMIENTO.

Normalmente, los pacientes con neumonía bacteriana adquirida en la comunidad no complicada

responden al tratamiento con mejoría de los síntomas clínicos (fiebre, tos, taquipnea, dolor

torácico) en 48-96 h tras el inicio de los antibióticos. La evidencia radiológica de la mejoría se

produce un tiempo después de la mejoría clínica. Deben considerarse varios factores cuando un

paciente no mejora con el tratamiento antibiótico adecuado (neumonía de resolución

lenta): 1) complicaciones, como el empiema; 2) resistencia bacteriana; 3) etiologías no

bacteriana como los virus y la aspiración de cuerpos extraños o de alimentos; 4) obstrucción

bronquial debido a lesiones endobronquiales, cuerpos extraños o tapones mucosos; 5)

enfermedades preexistentes como las inmunodeficiencias, la discinesia ciliar, la fibrosis quística,

el secuestro pulmonar o la malformación adenomatoidea quística, y 6) otras causas no

infecciosas (como la bronquiolitis obliterante, la neumonitis por hipersensibilidad, la neumonía

eosinofílica, la aspiración y la granulomatosis de Wegener). La repetición de la radiografía de

tórax es el primer paso para determinar la razón del retraso en la respuesta al tratamiento.

COMPLICACIONES.

Las complicaciones de la neumonía son resultado, por lo general, de una infección bacteriana

por diseminación directa dentro de la cavidad torácica (derrame pleural, empiema, pericarditis)

o consecuencia de una bacteriemia con siembra hematológica.

Las infecciones por neumococo o H. influenzae tipo b se diseminan por vía hematológica y se

pueden complicar, en raras ocasiones, con meningitis, artritis supurativa u osteomielitis.

S. aureus, S. pneumoniae y S. pyogenes son las causas más frecuentes de derrame

paraneumónico o empiema. El tratamiento del empiema depende del estadio (exudativo,

fibrinopurulento o en fase de organización). Las pruebas radiológicas, como la ecografía y la TC,

resultan útiles para determinar dicho estadio. El tratamiento incluye antibioticoterapia y drenaje

mediante toracotomía con tubo de tórax. Otros posibles tratamientos son los fibrinolíticos

(urocinasa, estreptocinasa, alteplasa) y una toracoscopia ayudada con vídeo (VATS) para

desbridar, romper las adherencias y drenar áreas de pus organizado. El diagnóstico y

13 Sectish, T., & Prober, C. (2012). Neumonía. En R. Kliegman, R. Behrman, B. Stanton, & H.

Jenson, Nelson Tratado de Pediatria (pág. 1798). Barcelona, España: Elsevier.

Recuperado el 17 de Agosto de 2013

Page 18: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

tratamiento precoces, especialmente mediante la VATS, pueden evitar una toracotomía y

desbridación abiertas (Sectish & Prober, 2012)14.

PREVENCIÓN

El abandono del habito tabáquico y del consumo excesivo de alcohol, así como el control de las

enfermedades crónicas subyacentes representa un aspecto importante en la prevención de la

neumonía extrahospitalaria.

Vacuna antineumococica

La vacuna polisacárido 23-valente contiene los polisacáridos bacterianos de 23 serotipos

neumococica responsables del 90% de las infecciones producidas por este patógeno. Es efectiva

para prevenir la enfermedad neumococica invasiva. Sin embargo, no parece conferir protección

especial frente a la neumonía no bacteriémica. Los candidatos a recibir esta vacuna son los

sujetos inmunocompetentes con enfermedades crónicas, los mayores de 65 años y los

inmunodeprimidos con mayor riesgo de enfermedad por neumococo o sus complicaciones

(pacientes con linfoma, mieloma múltiple, insuficiencia renal crónica, esplenectomizados o con

disfunción esplénica, trasplantada e infectada por el HIV). La vacuna heptavalente-conjugada

protege contra los siete serotipos que causan la mayoría de las otitis media, neumonías y

meningitis en niños, pero no parece ofrecer ninguna ventaja sobre la vacuna de polisacáridos en

sujetos por encima de 60 años. Se ha observado en los últimos anos una mayor frecuencia de

serotipos virulentos no cubiertos por la vacuna 23-valente, como es el caso del serotipo 19 A. La

nueva vacuna 13-valente conjugada ya está autorizada y administrada en niños y próximamente

estará disponible para adultos.

Vacuna antigripal

Se debe administrar todos los años durante los meses de otoño a personas con riesgo de sufrir

complicaciones por un cuadro gripal (ancianos, residentes en instituciones cerradas, sujetos con

enfermedades crónicas) y a aquellos con peligro de transmitir la infección a personas de alto

riesgo (personal sanitario o al cuidado de enfermos).

Su eficacia está condicionada por la similitud entre las cepas incluidas en la vacuna y las que

realmente producen la epidemia. Cuando se incluyen en la vacuna los antígenos apropiados, su

14 Sectish, T., & Prober, C. (2012). Neumonía. En R. Kliegman, R. Behrman, B. Stanton, & H.

Jenson, Nelson Tratado de Pediatria (pág. 1798). Barcelona, España: Elsevier.

Recuperado el 17 de Agosto de 2013

Page 19: Marco Teorico de Respiratorio Neumonia

eficacia en la prevención de la enfermedad es del 70%-90% en personas sanas menores de 65

años.

Quimioprofilaxis antiviral

La rimantadina y la amantadina se han utilizado con una eficacia del 70%-90% en la prevención

de infecciones virales por influenza A, pero en la actualidad no se recomiendan por la elevada

tasa de resistencias que presentan las cepas circulantes. Los inhibidores de la neuraminidasa

(oseltamivir y zanamivir) inducen menos resistencias y son eficaces tanto frente a influenza A

como B. Están indicados en las personas no vacunadas, cuando la epidemia está causada por

una cepa que no puede ser controlada por la vacuna, los pacientes inmunodeprimidos con

escasa producción de anticuerpos o en sujetos que han recibido la vacuna pero que precisan

terapia adyuvante durante las primeras semanas que se requieren para producir anticuerpos.

Se desconoce su efecto sobre las nuevas vacunas vivas atenuadas antigripales interanuales

(Torres & Ferrer, 2012)15.

15 Torres, A., & Ferrer, M. (2012). Neumonia Extrahospitalaria. En C. Rozman, & F. Cardellach,

Medicina Interna: Farreras|Rozman (Decimoséptima ed., Vol. I, pág. 701). Barcelona,

España: Elsevier. Recuperado el 16 de Agosto de 2013

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