Mario IrarrazavalEscultor Peñalolino

Escultor e instalador, nació en Santiago de Chile el 26

de noviembre de 1940.

Cuando el destacado Escultor Chileno, Mario Irarrazaval decidió vivir en Peñalolén, hace 28 años, fue porque sentía la necesidad de estar cerca de la naturaleza. “Quería esta en una comuna sencilla, donde pudiera subir el cerro con mis hijos y tener un contacto directo con la precordillera”

Antes de tener su casa en el sector alto de la comuna, vivió en las poblaciones Nueva Palena y San Judas Tadeo, pero tras recibir un terreno que le entrego el condominio Arbolerum, para desarrollar un Parque de las Esculturas, decidió trasladarse a lo más alto de Peñalolén y poder concretar algún día el gran sueño de tener un museo que acoja las más de 200 esculturas que tiene guardadas en su hogar.

Aunque muchas de las obras que se encuentran en los principales lugares públicos del país y en el extranjero nacieron en Peñalolén, sin duda la mano que se encuentra en el Desierto de Atacama, es la más querida por el artista.

“La mano emergiendo de la tierra, la hice acá y mi inspiración fue la cordillera”. Así también fue la realización de las maquetas para hacer las manos que están en Venecia, Madrid y Punta del Este”.

Por el momento el artista esta trabajando en conseguir financiamiento y poder concretar el sueño de construir un museo subterráneo y poder instalar todas sus obras para que sean visitas por los vecinos de Peñalolén.

“La mano del desierto” una escultura de 11 metros obra del escultor chileno Mario Irarrázabal, esta

escultura está ubicada a 75 Km al sur de la ciudad de Antofagasta (Chile), a un costado de la Ruta CH-5. Fue construida por el escultor chileno, a 1.100 msnm. La

escultura, construida a base de fiero y cemento, posee una altura de 11 m. Fue inaugurada el 28 de marzo de 1992 y su construcción fue costeada gracias a aportes

de la Corporación Pro Antofagasta

" Tengo varias etapas. Primero una basada en la Biblia, otra en tiempos del Gobierno de Frei que era como un despertar a una situación social. Luego, la de la dictadura. La mayoría de las esculturas irónicas hacia el régimen militar las hice entre

los años '80 y '83 y no me atrevía a mostrarlas hasta 1988 cuando las cosas estaban más sueltas".

Mario Irarrázaval es considerado un grande en la Comuna de Peñalolén, en la Región Metropolitana (Chile). Estudió Filosofía

y Arte en la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos, y Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, en Italia. Pero

al ser influenciado y motivado por un profesor de la Universidad de Chile, este artista lo dejo todo por la escultura

y el bronce.

Mario Irarrázabal es gran amigo del bronce y la

piedra y estos materiales le han respondido con

nobleza. En los últimos quince años el artista que

se hizo mundialmente famoso por sus gigantescas

manos instaladas en desiertos y playas en Chile

y el extranjero ha trabajado diversos temas:

bloques con figuras, la pareja, familia, los

militares, manos, torsos y piernas femeninas.

Nombre de la Obra: Natividad

Entre el bronce y el aulaEntre 1972 y 1975 se hace cargo de la cátedra de escultura de la Universidad Católica de Santiago.Su viaje en 1977 a la Isla de Pascua lo sacó de sus obsesiones sobre la muerte y el poder. La estadía de una semana marcó el comienzo de una nueva etapa en su obra. De esta experiencia surgió el concepto de la escultura simple, sin complicaciones, retratando en sus esculturas la relación del hombre y el universo.Nacieron así las manos gigantes de Madrid, Punta del Este, Nairobi, el Desierto de Atacama y Venecia. Otras las encontramos en el Campus San Joaquín, en el Templo Votivo de Maipú, el Parque de las Esculturas y el Cementerio General. Para tener idea de las dimensiones de las manos, la escultura que se encuentra en Venecia tiene una estructura metálica donde se emplearon 90 metros de perfiles de fierro, 550 metros de fierro estriado y alrededor de 100 metros cuadrados de malla de alambre y mide alrededor de 6 metros.

En 1983 recibe una beca del gobierno alemán y trabaja en el Atelier-Haus Worpswede, en Bremen. Dejando el misticismo de lado, otra etapa de Mario Irarrázabal la constituyen sus torsos y columnas, estas ultimas realizadas entre 1994 y 1995. Comenzó a trabajar el bronce dándole un tratamiento "cálido" gracias a la pátina que le pone a sus obras.

Un Poco de su Un Poco de su HistoriaHistoria

Dentro de la galería de esculturas de Irarrázabal podemos destacar las parejas de enamorados (que se inició con "El Beso", 1967), mujeres embarazadas y personajes que para el autor significan una época de mucho dolor y sufrimiento. En una entrevista al diario La Tercera Irarrázabal resumió de la siguiente manera su trayectoria artística:

Entre los galardones que ha recibido se encuentran: Premio de Honor en la II Bienal de Valparaíso (1975), Premio IV Concurso Nacional C.N.V., Museo Nacional de Bellas Artes (1978), Premio Concurso Nacional de Escultura para la sede de la ONU en Nairobi, Kenia (1986)y el Premio Escultura en la VIII Bienal de Valparaíso (1987)

El discurso artístico de Mario Irarrazabal es, ante todo, humanista y muestra la opción espiritual que tiene el hombre de superar sus ataduras por la vía de la confianza

en el amor.

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