mather, anne - amor prohibido

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Amor prohibido (Ligações Perigosas) Anne Mather Título Original: Forbidden (1976) Editorial: Harlequin Ibérica Sello / Colección: Julia 28 Género: Contemporáneo Protagonistas: James y Carolina Argumento: Carolina descubrió desesperada que la casa donde trabajaría como institutriz pertenecía al hombre al que había intentado olvidar durante seis años. James se debía a su esposa inválida, y cuando quiso huir se sintió atrapada por la hija de James. Caroline y tenía que enfrentar la verdad: amaba un hombre casado. Durante años habia intentado olvidarlo, hasta que el destino los colocó otra vez frente a frente, reforzando la llama ardiente que jamás se extinguira en el corazón de ambos; un amor profundo e imposible. Porque James tenía una esposa cruel y vengativa, que jamás le daría el divorcio y que sería capaz de desaparecer con la hija de ellos si James la abandonaba. No, no tenía salida. Desesperado, le suplico a Caroline que nunca lo dejara. Y ella misma no tenía que fuerzase para huir de nuevo. Que hacer? Vivir en un infierno o entregarse al amor de un hombre casado Amor prohibido Anne Mather 1

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Amor prohibido (Ligaes Perigosas) Anne MatherTtulo Original: Forbidden (1976)

Editorial: Harlequin Ibrica Sello / Coleccin: Julia 28

Gnero: Contemporneo

Protagonistas: James y Carolina

Argumento:

Carolina descubri desesperada que la casa donde trabajara como institutriz perteneca al hombre al que haba intentado olvidar durante seis aos. James se deba a su esposa invlida, y cuando quiso huir se sinti atrapada por la hija de James.

Caroline y tena que enfrentar la verdad: amaba un hombre casado. Durante aos habia intentado olvidarlo, hasta que el destino los coloc otra vez frente a frente, reforzando la llama ardiente que jams se extinguira en el corazn de ambos; un amor profundo e imposible. Porque James tena una esposa cruel y vengativa, que jams le dara el divorcio y que sera capaz de desaparecer con la hija de ellos si James la abandonaba. No, no tena salida. Desesperado, le suplico a Caroline que nunca lo dejara. Y ella misma no tena que fuerzase para huir de nuevo. Que hacer? Vivir en un infierno o entregarse al amor de un hombre casadoCAPTULO I

La temperatura de la piscina era de cerca de ocho grados, del modo que James gustaba. Nad de un lado para el otro varias veces, deprisa, apreciando la sbita frialdad del agua en la piel despus del calor de la cama y de las cubiertas. Sali, goteando agua en el ladrillo delicadamente colorido de los bordillos. El viento de la noche haba tirado algunas hojas secas en la superficie del agua, pero aun as l la prefera a la otra piscina, interior, clnicamente higienizada, que a Dbora le gustaba ms.Mientras se enjuagaba, mir en torno. LA cerca de hierro fundido y las estatuas daban a la piscina un aire muy elegante. Era una curiosa paradoja que Dbora, despreciando como despreciaba la forma humana en carne y hueso, le gustara tanto de apreciar aquellas imgenes de piedra con todos sus detalles. Adems de la malla de hierro fundido, casi cubierta por las rosas trepadoras, haba uno cinturn de cipreses que protega la piscina de las miradas curiosas. Adems de ellos, un muro alto circundaba toda la propiedad, garantizando privacidad absoluta. Pero a aquella hora de la maana nadie an estaba de pie y James camin de vuelta a la casa buceo con sus pensamientos.

Subi los escalones bajos, entrando en la gran sala de techo alto. Sus pies desnudos dejaban marcas en la moqueta color de crema, y la toalla que l tir se cay peligrosamente al lado de una estatuilla que decoraba el centro de una mesa baja y entallada. Pero l ni not eso, absorto como estaba en sus problemas. Apenas not tambin el saludo que la gobernanta, sra. French, le dirigi, mientras abra las largas cortinas de seda. Subi la escalera de dos escalones hasta su sute.Tom una ducha en el bao marrn y dorado y enseguida visti un traje marrn-oscuro, para ir a trabajar. Estaba amarrando los zapatos de gamuza cuando oy un ligero toque en la puerta.

Entre.Su voz son innecesariamente ruda, pero los trazos finos se suavizaron al ver una chica de sus diecisis aos entrar. Ella era delgada, de cabellos castao-claros como l, pero no tan alta, y la relacin entre ellos era aparente a la primera vista.

Pap ella dijo, cerrando la puerta atrs de s , quiero hablar contigo. Por favor, no dejes a mam hacer eso.

Laura, ya hablamos sobre eso antes y. . . Yo s, yo s. Pero podras hacerla cambiar de idea. Tengo la certeza. Sucede dijo l, cariosa pero firmemente que no quiero hacer a tu madre cambiar de idea. Laura, eres demasiado joven. . . Eso es una tontera. Los labios de la chica temblaban. Pap, no entiendes! Eso es lo que todos los padres oyen de los hijos. Pues es la verdad. No entiendes. No sabes lo que es enamorarse. Ser que no lo s? Los labios de l se apretaron. Me cas con tu madre. Te tuvimos a t. Pero nunca estuviste enamorado de ella, o s? Los ojos de ella brillaban, emocionados. Yo s. Ustedes eran slo dos personas de la misma clase social que convenan una a la otra. Detente ahora, Laura! No, no. Si alguna vez hubieras amado alguien, amado de verdad, entonces tendras alguna idea de lo que yo siento.

Laura, creelo, yo s como te sientes l respondi, seco, y volvi el rostro al sentir una vieja emocin amenazando encenderse de nuevo. Pero no tengo tiempo para quedarme discutiendo. Tengo una reunin a las diez... Reuniones, reuniones! Es slo en eso en lo que piensas, no es as? Trabajar, trabajar, trabajar. No me amas a m, igual a mam. Yo soy como una mueca que puede ser jugada de un lado para el otro, de acuerdo con lo que es ms conveniente para ustedes. Laura! l se volvi y la miro tan framente que casi la hizo temblar. El asunto est concluido, entendiste? Yo... voy a servir de payaso para mis amigos ella insisti, trmula. Profesora particular con mi edad! No veo por qu. Estuviste enferma. Puedes decir a tus amigos que el mdico hall mejor que no volvieras a Boscombe de momento. Entonces, ms tarde. . . No vas a quedarte prisionera aqu en esta casa. Pero es como si me quedara. Todos mis amigos estarn lejos.

Slo durante las clases. Adems de eso, ya tienes diecisis aos. Eres mayor para ya no necesitar de relaciones grupais. Pero no lo suficiente grande para tener novios, no es verdad? No ese novio. Por qu no? Slo porque Johnny es diez aos ms viejo que yo y tiene que trabajar para ganarse la vida? Porque es un trabajo pesado lo que l hace? No, mam dijo que no se importa eso. Ella esta celosa... Laura, qudate quieta! No quiero discutir ms ese asunto, entendiste? Sugiero que te vayas a vestir ahora e intenta comportarte como la mujer adulta que pretendes ser. Pero, pap. . . Laura hizo una ltima tentativa, pero bast mirar hacia aquel rostro serio y controlado para saber que sera una prdida de tiempo. Y, finalmente, su padre era el nico aliado que tena. Minutos despus James estaba tomando su desayuno, inmerso en la lectura del Financial Times, cuando oy el ruido de la silla de ruedas de Dbora aproximndose. Su esposa tena una sute en el piso de la planta baja, a causa de su problema, y raramente se levantaba antes de l salir hacia el trabajo. El hecho de ya estar despierta slo poda ser obra de Laura, que deba haber ido a incomodarla. James alej el peridico y se puso de pie cuando la silla de ruedas motorizada entr en la sala.

Descontndose los miembros inferiores paralizados, siempre escondidos en pantalones o en faldas largas, Dbora Both era an una bella mujer, an confinada a una silla de ruedas por los ltimos diecisis aos. En su juventud haba adorado los caballos y las caceras ms que cualquiera otra cosa, y a pesar de la oposicin del marido fue a cabalgar semanas antes del nacimiento del beb. La cada que haba sufrido casi haba matado al nio prematuro. No mat el beb, pero alejo a Dbora por la vida toda.

Al comienzo ella haba culpado a su marido por el accidente y durante semanas haba rechazado verlo a l o a la pequea recin-nacida. Nunca haba deseado tener hijos y estaba convencida de que su embarazo haba sido la causa de la momentnea prdida de control con las riendas. Despus, sin embargo, cuando qued clara la inmensidad de su incapacidad fsica, ella tuvo que reconocer que necesitaba de su marido ms que nunca antes.Con su caracterstica falta de consideracin por cualquier otro que no fuera ella misma, haba insistido en no continuar viviendo en la propiedad de Sussex, que fuera presente de boda de su suegro. Se cambiaron a una casa ms cercana a Londres, donde era imposible siquiera pensar en caballos. Dbora haba exigido que todos los animales de la hacienda fueran sacrificados. A pesar de no adorarlos tanto cuanto ella James, aoraba a veces de cabalgar un poco. Por otro lado, la casa estaba ms cerca de su trabajo en Londres y eso era alguna compensacin. Y, con excepcin de una nica ocasin, haba conseguido adaptarse bastante bien a su existencia solitaria..

Buen da, Dbora l dijo. Es una sorpresa! A que hora vas a volver a casa esta noche, James? ella pregunt sin rodeos, vistiendo an la camisa de dormir bajo la bata que acentuaba su delgadez extrema. Por qu? Tengo una cena de negocios con Tom Saunders, pero eso puede esperar si tu dispusites alguna otra cosa. Entiendo ella dijo, mirandolo intensamente Entonces me gustara que vinieras a cenar en casa. Finalmente, la. . . instructora llega hoy, como sabes, y me gustara que estuvieras aqu para recibirla conmigo. Ella hizo una pausa, como se quisiera evaluar la reaccin de l. Podremos tener problemas con Laura y prefera que estuvieras aqu para darme apoyo.James acept ese hecho sin ningn comentario. Haca ya un largo tiempo que Dbora no reconoca necesitar de la ayuda de l para cosa alguna, pero ahora tal vez estuviera en lo cierto. Laura tenda a ser rebelde a veces y, despus de aquella conversacin en la maana. . . Adems de eso, Dbora tena un aire cansado. Tal vez estuviera sintiendo los dolores en la espalda que tarde en tarde la asolaban. Pero de nada servia preguntar, porque ella no ira a revelar nada.

Muy bien l concord. Llego alrededor de las seis. Bueno. Dbora sonri y el aire cansado desapareci. Creo que va a ser.. . una experiencia interesante. No creo que sea una experiencia dijo James, seco. Ya convenimos que esta es la nica solucin. Y lo es realmente ella se apresur en coincidir. Pero, an as, creo que ser interesante. Pasan de las nueve dijo James, consultando el reloj de pulso, de oro macizo. Tengo que irme, Dbora. Hasta la noche. Hasta la noche.Dbora asinti con la cabeza y l se dobl para besarla en el rostro, consciente de que ella reculaba de sus labios. Desde el accidente no haba permitido que James a tocara. Los mdicos haban dicho que eso era natural en el comienzo, pero en vez del sentimiento disminuir, l pareca crecer a medida que los aos pasaban. No que l hiciera alguna objecin. La verdad, todo sentimiento que haba nutrido por Dbora haba muerto al saber con que descuido ella haba arriesgado la vida de la nia an no nacida. James saba, sin embargo, que, a pesar de repeler el contacto fsico, ella poda hacerse violentamente celosa cuando l manifestaba cualquier inters por otras mujeres.Le llev aproximadamente cincuenta minutos en llegar en coche hasta su oficina, cerca del Enmbankment. Su coche, en la carretera, podra vencer aquella distancia en menos de la mitad del tiempo, pero James se haba acostumbrado a controlar la velocidad. Dej el coche en el aparcamiento. Entr en la sala de la secretaria poco despus de las diez y la sra. Sully le sonri, como siempre. Buen da, sr. James ella salud, gentil. Su padre ha estado llamando insistentemente ya hace quince minutos. Realmente? James no pareca perturbado, continuando a avanzar para su propia sala. Que es lo que l quiere? Creo que no est muy contento con aquel informe de Dryburn ella respondi. Ni yo respondi James secamente, entrando hacia su sala. Espere cinco minutos y llamelo. Tiene caf? Creo que su padre lo espera en su oficina, sr. James dijo la sra. Sully. Alla? Tengo la certeza de que l quiere que yo vaya hasta all, sra. Sully. Pero no ser la primera vez que l tiene que esperar un poco para poder explotar.La sala era amplia y espaciosa. Dos de las paredes tenan amplias ventanas; el sol se filtraba a travs de las persianas. Haba butacas de cuero y un enorme escritorio, literalmente lleno de papeles y carpetas. El suelo estaba cubierto por una gran alfombra color de miel. Haba sido la oficina de su padre, los das en que el abuelo presida el grupo de compaas llamado Booth Industrial. Desde entonces el negocio se haba expandido y, ahora, a pesar de que su padre presidia el grupo, ya no se trataba de una limitada compaa familiar como haba sido antes. Tena accionistas y la posicin en la bolsa de valores a ser considerada en cualquier transaccin; y el padre, progresivamente, transfera a l las res-ponsabilidades mayores.El telfono son y lo atendi. Donde has estado hasta esta hora? pregunt la furiosa y explosiva voz de su padre. Ven aqu en cinco minutos.

Tranquilo respondi James, tolerante, acostumbrado al humor incierto de su padre. Si ests furioso a causa del informe de Dryburn, cinco minutos de ms o la menos no van a hacer ninguna diferencia. Claro que es por eso! grit su padre. Pero por amor de Dios, James, yo te mand a Hong Kong porque sospechaba que Dryburn no estaba dando todo lo que poda. Pero no consideraste esto en tu informe, no es verdad? No. Aquel hombre est vagabundeando todo el tiempo y usted ni notaste eso! A fin de cuentas, para que es que yo le pago? Dryburn no estaba vagabundeando dijo James framente. Como puede afirmar una cosa de esas? Si dejame explicarte.. . Hum. . . refunfu el padre, pareciendo tranquilisarse un poco. Est bien, est bien. Pero espero sea una explicacin convincente. Lo ser. Estar ah en cinco minutos.

James oy a su padre colgar el telfono del otro lado y desconect el suyo con menos nfasis. Tal vez debiera haber contado todo hace dos semanas, inmediatamente que lleg, pero saba el escndalo que la verdad provocara. El hecho de la Booth Industrial estuviera envuelta, an indirectamente, con un gigantesco sindicato de contrabando de drogas bastara para causar un infarto en su padre. Y todos se preocupaban con la presin sangunea de Robert Booth. La cuestin estaba en las manos de la polica, y a buen seguro el nombre de Sam Bryburn sera en breve tachado de la hoja de pagos de la Booth Industrial.Felizmente, su padre recibi las noticias de la implicacin de Dryburn bastante mejor de lo que James esperaba. El ablandamiento de sus maneras se deba seguro a la constatacin de que los datos del informe sobre las operaciones de la compaa en Hong Kong no reflejaban la posicin real de los negocios. De cualquier forma, el viejo Robert pareca ansioso para hacer la conversacin ms personal

Como es que Dbora espera que Laura vaya a reaccionar a ese tipo de tratamiento? Yo concuerdo con Dbora respondi James, que en la verdad habra preferido continuar discutiendo el informe Dryburn. En este caso, por lo menos. Laura es demasiado joven para envolverse con un irlands cualquiera. Oh, cuanto a eso no hay duda concord el padre. Johnny Mooney no es compaa que convenga a la nia. Pero no es ese el problema, o si? Capturar a la nia en casa, con clases particulares, impidindola de convivir con las situaciones normales a la edad de ella. . . Eso no va a resolver nada. Crees que debamos haberla mandado de vuelta la Boscombe? Creo que s. Y Mooney? Podras arreglar que l fuera transferido. Si? De que modo? l es operario de los Garth, verdad? Conoces a Andrew Garth. Podas haber hecho algn arreglo con l. Preferimos hacer las cosas a nuestro modo. Entonces contrataron una profesora! Una preceptora! Para una chica de la edad de Laura! Si no le gusta el ttulo, puedes llamarla... tutora. Es eso exactamente lo que ella ser.

Sabes perfectamente bien de lo que es que estoy hablando, James. El viejo hizo una pausa. Adems de eso, pens que huirias de las profesoras como de una plaga. Tonteras! dijo James, enderezndose en la silla. Tonteras? Robert Booth tena un aire divertido. No era eso lo que pensabas en otra poca. Vamos a parar eso. Que ser lo que sucedi con ella, eh? El padre se balanceaba en la silla, Yo siempre me pregunto lo que podra haber sucedido si ella no se hubiera ido. Preocupaciones tontas dijo James, ponindose de pie y caminando hasta la ventana, de donde se observaba una vista panormica de los tejados de Londres. Y me imagino tambin lo que habra ocurrido si Dbora hubiera descubierto lo que estaba pasando. No haba modo de que ella descubriera nada. Lo haba, s. No. Yo siempre tom todas las precauciones. Me intrigas dijo Robert Booth, sacudiendo la cabeza. Si, James, me intrigas. En tu posicin, . . Cualquiera de aquellas chicas que trabajan en la oficina, y las otras, que conoces socialmente. . . . No, se que nunca lo que sientes. . . Pero esto que tiene que ver con el informe Dryburn? Nada, nada. El padre hizo un gesto con la mano. Siento mucho si te incomodo hablando de eso, James, pero a fin de cuentas eres mi hijo. Y me preocupo de ti. Con el tipo de vida que est llevando. No es natural para un hombre de su edad. Ah, por el amor de Dios! James camin hacia la puerta. Y todo eso slo porque contratamos una profesora para Laura. Quin es la chica? Ya la conociste? Crees que ser buena compaa para una nia tan impresionble como Laura? No s nada sobre ella. Las referencias que present, del patron anterior, son ejemplares. Laura necesita de clases de ingls, francs y historia. Esa chica est capacitada para eso. Que ms necesito saber? Dudo que yo encontrarme con esa mujer ms de media docena de veces. Dbora ya a entrevist? Ya. Es joven?

Como puedo saber? Y que importancia tiene eso? Por el amor de Dios, pap, que quieres de m? Que yo tenga acaso una aventura con cada profesora que se cruce en mi camino? l hizo una pausa, tenso, la mano cerrada apoyada a la puerta. Mira, admito que aquella vez.. . Pero fue una cosa que no consegu controlar. Felizmente ella lo consigui. Pero fue la nica vez que yo... Imaginas lo que podra haber acontecido si ella no hubiera se ido. Yo no lo s. Honestamente, no lo s. Ya me hice esa pregunta mil veces y todo lo que puedo decir es que creo que habra terminado todo despus de algn tiempo. Pero fue muy arriesgado haber viajado con ella en aquel fin de semana, James dijo Robert Booth. Por qu no divertirse en algn cuarto de hotel durante las tardes calientes de aquel verano? Tengo que responder a eso? dijo James, mirando a su padre por encima del hombro con un brillo divertido en los ojos. No dijo el viejo, batiendo la mano abierta en la mesa y soltando una risada corta. Claro que no. No eres ningn bobo, James. Lo s. James abri la puerta. Usted y mam vienen a cenar en el sabado? Creo que no. Tu madre tiene una reunin del Club de Seoras el sbado y tiene que preparar todo. Voy a tener que dejar para ms tarde el placer de conocer a la nueva. .. preceptora. Que placer! murmur James, impaciente. Pero, de vuelta a su oficina, no consegua quitarse de la cabeza las cosas que su padre haba dicho. La llegada de la profesora haba despertado memorias del pasado y era comprensible que su padre hubiera pensado en eso tambin. Finalmente, fuera indirectamente a travs de su propio padre que l haba encontrado por primera vez la nica mujer que haba amado. Ella haba estado a servicio de los Forster, cuidando de los nios durante las vacaciones.Los Forster eran amigos de su padre y, como Arnold Forster prefera trabajar en casa, James fue obligado a tener un encuentro de negocios con l, sustituyendo a su padre que no haba podido asistir. Y el encuentro con la profesora de los Forster haba sido ineludible. No que hubiera habido cualquier cosa en aquel primer encuentro. Ella saba quien l era el nombre Booth era muy conocido , y saba tambin que era casado. La chica fue distante y educada, y nada habra acontecido si l no lo hubiera provocado todo voluntariamente.Nunca antes James se habia encontrado con algo que no pudiera controlar; nunca antes haba deseado una mujer que no pudiera conseguir. Durante algn tiempo haba acariciado mentalmente la idea de pedir el divorcio Dbora, pero saba que no poda hacer eso. Adems de su extrema dependencia de l, estaba tambin Laura, que tena entonces slo diez aos. l saba que Dbora nunca aceptara en darle la libertad y, si hubiera resuelto simplemente abandonar la casa, saba que nunca ms conseguira ver a su hija.

An con todo eso, no haba conseguido dejar de buscar a la chica, y la relacin con ella se desarroll contra su voluntad. Saba que ella se senta atrada por l, y James haba usado todo su encanto sin ningn escrpulo, despertando emociones en ella y ensendole con toda su experiencia que tena. Hasta aquel desafortunado fin de semana en que haba convencido la chica que viajara con el va aerea...

James suspir de pronto y tom la caja de correspondencia. Tena que empezar el trabajo. De nada serva quedarse recordando el pasado, aunque an quedara una cierta amargura conectada a los recuerdos. No haba acontecido ninguna desgracia. Ella slo lo haba dejado y todo lo que saba es que ahora enseaba en una escuela grande. Esa era la intencin de ella en aquel verano en que la haba conocido, a pesar de en que la poca tena slo dieciocho aos y estaba esperando comenzar la Universidad.Dieciocho aos! l hizo una mueca. Slo dos aos ms que Laura, ahora. Y l? Tena cuntos? Treinta? Treinta y uno? Por lo menos doce aos ms que ella. Y ahora concordaba con Dbora en la afirmacin de que John Mooney, a los veintisis aos, era viejo demasiado para Laura. Sacudi la cabeza. Sera hipocresa suya? Seri que se haba transformado en el tipo de hombre que siempre haba despreciado, acusando los otros de aquello que el tena ganas de hacer? Y l an peor! John Mooney, por lo menos, no era casado, ni tena hijos. Sra. Sully? dijo, apretando con fuerza el botn del interfone. Puede venir aqu, por favor?Intent concentrarse en la pila de cartas frente a el, pero el rostro de la chica bailaba delante de sus ojos: oval, grandes ojos verdes, cabellos negros, lisos, como hilos de seda.Oh, mi Dios!, l pens, frustrado, por qu es que dej a mi padre hablar de ella despus de tanto tiempo? Haba conseguido la despertar el reino del subconsciente. El simple hecho de saber que Laura tena alguna preceptora solterona para acompaar sus estudios no deba ser pretexto para despertar cosas que era mejor mantener olvidadas.CAPTULO II

Caroline Douglas esperaba en la puerta de la estacin de Reading, pensando en lo que hara si nadie viniera a recogerla, conforme estaba convenido. No tena la direccin. Slo la mencin algo nebulosa de que "la casa quedaba a algunos kilmetros de Reading, en medio del campo, a los mrgenes del ro". Tal vez debiera leer pedido mayores detalles, pero los datos que haba recibido le parecieron suficientes en aquel momento. Saba el nombre de la nueva patrona, el nombre de la nia de quien iba a cuidar y que el salario era ms que generoso. Que ms necesitaba saber?Es que no esperaba conseguir el empleo, sino habra hecho ms preguntas. Y su suerte al obtener el cargo la haba llenado de sorpresa. Desde el momento en que haba presentado en la sute de uno de los hoteles ms lujosos de Londres, para la entrevista, viendo a las otras candidatas, haba credo que no tendra oportunidad. Las mujeres que esperaban para ser entrevistadas parecan todas ms aptas y expertas y, a juzgar por la conversacin de ellas, la mayora ya haba trabajado como gobernanta antes, algunas en casas de nobles.Para Caroline, recin-llegada de una escuela de misioneros en Sri Lanka, sus propias calificaciones parecan insuficientes. La verdad, no saba an por qu perdan tiempo en entrevistarla, una vez que, adems de todo, su nombre era el ltimo de la lista.Cuando finalmente haba entrado en la sala, una mujer de sus cuarenta aos la haba acribillado de preguntas. Cuntos aos tena? Cuando haba comenzado a dar clases? Quines haban sido los primeros alumnos? A que Universidad haba ido, que puestos haba ocupado desde que se haba formado? La mujer haba parecido ms interesada en su vida personal que en su experiencia de enseanza. Terminada la entrevista, se haba juntado a las otras en la antesala, para esperar la respuesta, y casi haba muerto de susto cuando la mujer dijo su nombre y anunci que el lugar era de ella. Las otras haban refunfuado, descontentas. Finalmente, Caroline tena slo veinticuatro aos. Y pareca de menos. Adems de lo que, era evidente, sus calificaciones no deban llegar a los pies de las otras.En el momento no haba conseguido decir nada, pero despus comprendi que, como la nia a quien iba a ensear tena diecisis aos, tal vez los padres prefirieran para ella una compaa ms joven. Fuera cual fuera la razn, haba conseguido el empleo y haba decidido no preocuparse ms con las razones de su eleccin.Tim, evidentemente, haba quedado furioso, pero eso era de esperarse. Finalmente, ella pasado los ltimos dos aos en Sri Lanka y era natural que l se opusiera a la partida de ella, aunque esta vez la distancia era menor. Sin embargo, despus de diez semanas de convivencia diaria, Caroline saba que tena que irse aunque le gustaba Tim, l era gracioso, pero no lo amaba y nunca lo amara.No saba exactamente de donde le vena esa certeza. Tim era el nico hombre que haba sido su amigo de verdad. Pero, aun as, no consegua verse pasando el resto de la vida al lado de l. En el general, no tena mucho tiempo para hombres. Ellos eran predadores, egostas, slo pensaban en s, queran todo sin dar nada a cambio. A finales de la adolescencia haba tenido una dolorosa demostracin de eso y haba aprendido muy bien la leccin. Pero ahora ah estaba ella, esperando delante de la estacin ferroviaria de Reading, sin mayores informes a no ser que alguien viniera a su encuentro para llevarla a su destino. Era un hombre llamado Groom, chofer de los Frobisher. Estaba atrasado. Mir el cuadrado reloj fino, masculino, que traa en el pulso. Quince minutos de atraso, para ser exacta. Srta. Douglas? Perdida en sus pensamientos no haba notado la aproximacin del hombre en uniforme. S respondi al hombre de mediana edad, canoso. Gracias Dios! La mueca de Groom era cmica y Caroline simpatiz con l. --- Andaba con miedo de que se hubiera cansado e ido aunque. La Sra. Booth me despedira si no la encontrara. Sra... Booth? Caroline se sinti tensa, pero hizo a relajar. La sra. Booth deba ser la gobernanta. Era un nombre comn. Ella es que era supersensvel a ese nombre. S, seorita respondi Groom, mirando las maletas. Es todo su equipaje?

Son slo esas dos dijo Caroline, cogiendo el neceser. El coche est ah en la esquina dijo el hombre, llevando una maleta en cada mano. Me sigue, por favor. Ella agramdo los ojos cuando vio el Mercedes negro que los esperaba.

Era el tipo de coche que slo tena visado en pelculas. Los Frobisher deban ser muy ricos.Groom diriga el enorme coche, confortable y espacioso, con gran pericia. En la primera seal de alto, se volvi hacia atras. Debo explicar mi atraso. Fue la srta. Laura. Ella desapareci,. Estabamos buscandola por toda la hacienda desde hace dos horas, pero creo que la bribona fue para Fenbourne. Srta. Laura? Caroline se perturb. La nia que va a ser mi alumna? Eso es. Ella es hija nica Y suele desaparecer as? No. Pero creo que. . . creo que es su modo de protestar. Protestar? Contra el qu?

Eso en el soy yo quien puedo responder, seorita dijo Groom, mirndola por el retrovisor y maniobrando el coche. Por qu no? Bueno dijo el chofer, frunciendo el ceo , la verdad es una tempestad en un vaso de agua. A ella en el le gust la idea de tener una preceptora. A la edad de ella. Entiendo dijo Caroline, pensando que las cosas estaban realmente pareciendo demasiado fciles. Quiere decir que soy la primera, entonces? S, seorita. Eso es Groom respondi con firmeza, deslizandose por el trfico. La nia estudi en Boscombe el semestre pasado. Estudia all desde los trece aos. La Escuela Boscombe? Caroline ya haba odo hablar de la famosa escuela para chicas. Eso es.Se sinti tentada a preguntar al chofer por qu la nia no iba a continuar en la escuela, pero hall mejor callarse. Finalmente, poda haber millones de razones. Poda hasta haber sido expulsada. Y si fuera esa la razn, no era ningn buen augurio para las relaciones futuras con la joven. Y por qu cree que ella fue para Fenbourne? Bueno, yo no tengo la certeza esclareci el chofer , pero Fenbourne est llena de cabinas telefnicas y la srta. Laura adora telefonear. No tienen telfono en casa? Caroline pregunt, sorpresa. Claro que tienen. Un montn. Pero las llamadas son siempre controladas por la sra. French. Ella es la gobernanta de la sra. Booth y yo. Sra. Booth? Esta vez Caroline no tena dudas cuanto a la duea del nombre. S, seorita. Y la srta. Laura le gusta hacer llamadas particulares y. . . Sra. Booth! Caroline repiti. Quin.. . quin es la sra. Booth?Sin parar el coche, Groom se volvi para tras y le mir a travs de la divisin. Est jugueteando! No, no estoy jugando. Caroline sacudi la cabeza. Es realmente la srta. Douglas? Srta. Caroline Douglas, que vino para trabajar en Maitlands? Bueno, no s el nombre del lugar, pero soy Caroline Douglas. Por qu? Entonces deba saber el nombre de sus patrones, si me permite decir as? Mis patrones?

S, seorita. El sr. Booth. Pero yo fui empleada por alguien llamado Frobisher! exclam Caroline, sin aire. Realmente? pregunt Groom, curioso. Ah, claro, debe ser la sra. Irene Frobisher. Ella es muy amiga de la sra. Booth. Y como la sra. Booth no puede andar, debe tener cuidado del asunto para ella. La sra . Booth... no puede andar? pregunt Caroline, sintindose un poco tonta, el corazn en un puo. Quiere decir que est presa la una silla de ruedas? Es muy perspicaz, seorita. Ella tiene que usar silla de ruedas, s. Ya debe tener odo hablar de ella, entonces. Es claro, el sr. Booth es importante. . . Claro, claro. Caroline moj los labios resecos. Ya he odo hablar de ella, s.Estaban dejando la ciudad. Maitlands no deba estar lejos. Maitlands. . . Entonces era ese el nombre de la casa de l. Ella no lo saba. As como no saba casi nada sobre la vida privada de l. James siempre haba cuidado para que fuera as.Caroline suspir, intentando pensar con coherencia. Haba acabado de ser contratada por el nico hombre que esperaba nunca ms encontrar en toda su vida. Como haba podido acontecer una cosa de esas? Ser que l haba pensado que ella ira a reconocer el nombre y por eso haba mandado la sra. Frobisher hacer la entrevista en su lugar? O ser que l crey que podra haber ms de una Caroline Douglas buscando empleo en Londres? Que coincidencia extraa!Ella haba acabado de volver de Sri Lanka. El anuncio en el perodico no poda haber sido ms adecuado. l deba saber de todo. Probablemente haba tramado aquello; por eso haba sido escogida para el cargo en lugar de las otras candidatas, mucho ms capacitadas. Pero que juego era aquel, finalmente? Como es que l osaba introducirla en su propia casa a la mujer que haba intentado una vez transformar en su amante? Ser que no senta vergenza? Ser que no tena miedo de que ella pudiera revelar todo a la esposa? Que cosa despreciable!Se mene inquieta en el asiento del coche. Que poda hacer ahora? Haba recibido el primer salario adelantado y ya haba gastado parte del dinero. Del flaco pago que reciba en Sri Lanka haba sobrado casi nada, pues haba tenido que comprar ropas calientes para enfrentar el clima ingls. Adems de eso, tena pago temporal del cuarto. Y, an durante los das que haba pasado en casa de Tim, tena los gastos con alimentacin. Y sin ningn lujo. Le gustara pedir la Groom que a llevara de vuelta a la estacin, pero no poda hacer eso.Atravesaban ahora campos verdes. Era una tarde caliente de mayo y ella debera estar contenta con la perspectiva de trabajar en un lugar que, a juzgar por el coche, deba ser muy confortable. Pero no consegua dejar de sentirse confinada, acechada, maraa en las redes del destino. Era un dilema que, en aquel momento, le pareca sin salida. Que situacin terrible! Y que mente tortuosa la que la haba tramado!

Groom a observaba por el retrovisor y Caroline se asust al percibir la mirada curiosa de l. Era seguro el conductor deba estar queriendo saber la razn de la perturbacin de ella, que la dejaba plida, a pesar del bronceado que los dos aos en Sri Lanka le haban dado.

Con esfuerzo consigui controlar la expresin, concentrndose en la villa a la cual se aproximaban. Que lugar es ese? pregunt, con admirable control. Es Fenbourne inform Groom, mirando en torno, en la esperanza de entrever por las calles que cruzaban a la adolescente desaparecida. Un lugar muy exquisito. La comida es muy buena en aquel restaurante ah; venga a experimentar cuando estuviera libre.Caroline pens que probablemente iba a necesitar de muchos das de descanso para escapar de aquella situacin. Ms reaccion contra la depresin que sus pensamientos le traan. An estamos lejos de... Maitlands? pregunt. Tres o cuatro kilmetros. La srta. Laura viene en bicicleta para aca, a veces. Est insistiendole a su padre para tener una moto, pero l no quiere ni or hablar de eso. Y tiene razn. La srta. Laura es bien rebelde. An va a seguir sufriendo, pobrecilla.El sr. Booth es. . . un padre muy severo? ella pregunt, retorciendo en la mano en la asa de la bolsa. Algunas veces. Groom solt una risita. Pero l adora a su hija, No necesita preocuparse, seorita. l es un buen patron. Firme, pero justo. No va a tener problemas con l, si es eso lo que la preocupa.Ser?, Caroline pens. Me gustara poder tener la certeza. Groom deba estar creyendo que ella estaba preocupada con las condiciones de trabajo. Si fuera slo eso. . .El coche entr en un desvacion de la carretera y Caroline vio, un poco adelante, un muro que corra a lo largo del camino hasta enormes portones de hierro batido. Llegamos, seorita, Maitlands. . . anunci el chofer, tocando la bocina.Haba una guarita cerca de los portones y un guardia sali para identificar los visitantes. Viendo a Groom, l gesticul con la mano y accion el mecanismo de los portones, que se abrieron lentamente.El coche pas, subiendo el camino que llevaba a la casa. Caroline mir para atras y vio que los portones se cerraban nuevamente. Sinti un escalofro. Era como una prisin.Todas sus aprehensiones se quedaron en segundo plano cuando vio la casa. Era de piedra, cubierta de trepaderas. Las ventanas arqueadas eran altas, y el tejado, tamizado de chimeneas delicadas, Altas columnas sostenan el mostrador del segundo piso. Las puertas de entrada eran de madera slida. Todo corresponda exactamente a la idea que ella haca de una bella casa y no poda dejar de sentir placer en admirarla.De pronto, una figura en una silla de ruedas sali de las puertas abiertas y Caroline cay de nuevo a la realidad.Groom par el coche delante de los escalones que conducan a la azotea de la entrada. Sali del coche, salud la mujer en la silla de ruedas y abri la puerta para Caroline. Ella sali despacio. Estaba tensa y no saba lo que esperar de aquel primer contacto. Subi los escalones con piernas temblorosas, despus de revisar si su apariencia estaba en orden. Como esta, srta. Douglas? dijo a.sra. Booth, extendiendo la mano. Mucho placer en conocerla. Finalmente. Como esta? Caroline apret la mano de ella. Era una bella mujer, no lo poda negar. Como es que l poda haber hecho una cosa de aquellas con su propia esposa? Fue un buen viaje? Disculpe el atraso de Groom , pero l ya debe tener le explicado que tuvimos un pequeo problema. Eh... si l mencion el hecho, s. Lo saba. Ella vio a Groom subiendo los escalones con las maletas de Caroline y se dirigi a l: Puede dejarlas en la entrada, Groom. La sra. French se encargar de eso. Gracias.Groom obedeci y la mujer se dirijio a Caroline: Vamos a entrar. Debe estar loca por una taza de t. O entonces un refresco, no? El tiempo est lindo. Espero que me quede as.La silla de ruedas desliz hacia dentro de la casa. Caroline la sigui. El hall era fresco, las paredes revestidas de paneles de roble. El suelo era cubierto por una enorme alfombra color de melocotn y en las paredes haba pequeos grabados, que a Caroline le gustara ver ms de cerca. Pero la sra. Booth la condujo hacia la sala de estar y la atencin de Caroline inmediatamente se concentr en una hilera de lindas miniaturas arregladas sobre la repisa.

Colecciona antigedades, srta. Douglas? pregunt la sra . Booth, notando el inters de ella. No conozco mucho, pero son lindas respondi Caroline, indicando los pequeos retratos en miniatura. Quines son? No s los nombres, pero s que eran hijos del pintor Lascai. l vivi en el fin del siglo XVIII y comienzo del XIX. Tuvo la felicidad de ser famoso y respetado an en vida. Los grandes pintores no siempre son reconocidos cuando viven. Es cierto concord Caroline, desviando el solhos. Que bella sala!La alfombra color de crema era un fondo perfecto para los muebles oscuros, ciertamente piezas antigas. Las paredes estaban forradas de seda. Haba un gran armario de bano lleno de piezas de jade y las piezas del gran tablero de ajedrez eran, seguro, de marfil. Era el tipo de sala que Caroline slo haba visto en las pelculas y donde no consegua sentirse a gusto.

Me alegro que le guste dijo la sra . Booth, volviendo la silla de ruedas al or a alguien caminando en la entrada de la sala. Ah, sra. French. Seorita, esta es nuestra gobernanta. Sra. French, mande las maletas de la srta. Douglas para el cuarto de ella. Y srvanos el t por favor. O ser que le gustara alguna cosa ms fuerte? El t est bien respondi Caroline.La gobernanta le pareci taciturna, alta, enjuta y un tanto sombra, y no haba dicho ni una palabra. Caroline no consigui evitar pensar en como seran sus relaciones con aquella mujer. Si es que iba a quedarse ah... Sintese dijo la sra. Booth, indicando una butaca listrada. Sino voy sentirme en desventaja. Es alta, no? Un metro y setenta dijo Caroline, hundiendose en la butaca. Sra. Booth.. . S? Ya. . . ya encontr a su hija? pregunt Caroline, buscando desesperadamente alguna cosa que decir.

Oh, ya, s respondi. Ella sali a pasear en bicicleta. Ya le dije que en el futuro debe decir cuando decida salir. Bueno... Caroline estaba inquieta. Sobre. . . sobre la entrevista. . . Yo pens que la sra. Frobisher. . . Pens que era Irene quin a estaba empleando? Oh, no, como es que sucedi eso? Ella no le explic? No. Ah, es una pena! Pareca sinceramente preocupada. Hace alguna diferencia? Puedo garantizarle que nuestra familia es tan digna de-crdito tanto como los Frobisher. Claro, pero. . . Srta. Douglas. . . La mujer en la silla de ruedas suspir profundamente. Est viendo lo que soy, no? Una invlida, forzada a pasar el resto de la vida en esta silla. Una aleijada.. . No, no diga nada. No sabe lo que es eso, srta. Douglas. Depender enteramente de los otros, siempre consciente de la reaccin de las personas, siempre relutante en aceptar la bien intencionada compasin y la pena de los otros. Yo evito encontrar desconocidos. Oh, va a pensar que soy tonta y egosta, pero es as que soy. Consecuentemente, cuando surgi la necesidad de hacer las entrevistas para el cargo de profesora, yo no pude hacerlas personalmente. Felizmente la sra. Frobisher, que es mi buena amiga, se ofreci para hacerlas en mi lugar. Por favor, no se moleste si hubo alguna confusin con los nombres. Puedo garantizarle que Laura necesita desesperadamente de asistencia educativa y yo misma estoy aorando de alguien ms joven con quien conversar. No s... no s si mis calificaciones estn a la altura protest Caroline. Estoy satisfecha con sus calificaciones, srta. Douglas. Y mi marido tambin. Ella hizo una pausa y Caroline baj los ojos para intentar esconder el rostro ruborizado. Usted es exactamente lo que Laura est necesitando. Joven, adaptable, alguien que podr ser su amiga, adems de profesora.Caroline suspir, intentando pensar con coherencia. Haba acabado de ser contratada por el nico hombre que esperaba nunca ms encontrar en toda su vida. Como haba podido suceder una cosa de esas? Ser que l haba pensado que ella ira a reconocer el nombre y por eso haba mandado la sra. Frobisher hacer la entrevista en su lugar.Caroline no saba lo que responder y vio, aliviada, cuando la sra. French entr en la sala empujando un carrito arreglado con el t, en un finssimo servicio de vajilla. Ah, el t! exclam la sra. Booth. Gracias, sra. French. El cuarto de la srta. Douglas ya est preparado? S, seora. Debo mandar Jenny ms tarde para llevar la seorita a arribera? Por favor.Con enorme seguridad la sra. Booth sirvi el t, acompaado de bocadillos muy delicados. Caroline no iba a conseguir engullir nada, pero aprovech para estudiar la mujer mientras ella estaba ocupada. A pesar de haber dicho que evitaba extraos, demostraba seguridad. O tal vez no fuera la misma cosa trabar contacto con una empleada en su propia casa, en vez del terreno neutro de una sute de hotel.Era una mujer aparentemente normal, atractiva, con sus treinta y tantos aos. Delgada, cabellos oscuros muy bien cortados y tratados y un tipo de piel cuya ausencia de arrugas denotaba un uso adecuado de cosmticos. Inspiraba admiracin ms que pena. En su juventud, antes del accidente que haba afectado su espina, deba haber atrado muchos admiradores ardientes. Inclusive James Booth, pens Caroline amargamente. Y l a haba desposado. Despus, de cansarse de juguetear de enfermero de la esposa invlida, haba buscado otros placeres. Fui informada de que acaba de volver de la india, srta. Douglas dijo la sra. Booth. Es la causa de ese bronceado maravilloso? Estoy correcta de que no conseguira ese color en Inglaterra. La verdad estuve en el Ceilan, Sri Lanka inform Caroline, intentando ser natural. Llegu hace unos dos meses. Le gust all? Es muy caliente, muy hmedo. Pero fue una bella experiencia. Claro dijo la mujer, probando el t. Le gusta tener experiencias, srta. Douglas? Creo que... Caroline estaba incomoda. Disculpe dijo la sra . Booth, sonriendo. No fue una frase muy feliz. Lo que quiero decir es: si le gustan aventuras, de ese tipo de aventuras? Cre que sera interesante trabajar en un pas extranjero. Y lo fue? Si lo fue. Pero es bueno estar de vuelta. Tiene familia? Mis padres murieron cuando yo tena diez aos y pas siete u ocho aos de mi vida en hogares adoptivos. Despus. . . despus curs la Universidad. Oxford, no es as? Eso es. Muy inteligente! No propiamente dijo Caroline, avergonzada. Me Gusta estudiar. Y cules son sus hobbies, srta. Douglas? Como es que... se divierte? Me gusta leer, la msica respondi Caroline. En Sri Lanka nadaba bastante. Me Gusta nadar. Bueno. Tenemos una piscina. La sra. Booth indic con un gesto los jardines adems de las ventanas. Mi marido nada siempre. Tenemos tambin una piscina en el stano. Yo la uso siempre, como parte de mi fisioterapia. Si quisiera acompaarme. . . Muchas gracias. Caroline no saba lo que decir. Y. . . novios? Yo.. . no. . . Caroline se sinti incomoda nuevamente. Nada serio. Tim detestara or eso, pens. Muy bien! La sra . Booth sonri nuevamente y Caroline apreci aquella gentileza. Creo que vamos a llevarnos bien, srta. Douglas. Usted es exactamente lo que Laura necesita. Un poco ms de t?Caroline rechaz y por algunos momentos se hizo un incmodo silencio.

Cuando es que voy a conocer Laura, sra. Booth? Claro! La mujer solt una risada leve y musical. Debe estar ansiosa por conocer su alumna, srta. Douglas. Me gusta tanto conversar con usted que casi olvid la razn por qu est aqu.Caroline no crey en aquello, pero lo dej pasar. Su hija ya tuvo otras preceptoras antes, sra. Booth? Caroline pregunt, hallando mejor no revelar lo que Groom ya tena le contado en el coche. No. La mujer pareca enojada. La sra. Frobisher no le explic? Laura estaba en el colegio de interna, pero poco antes de la Pascua cogi neumona. Mi marido y yo decidimos entonces que sera ms conveniente que ella se quedara en casa por algn tiempo. Entiendo. Pero ya est curada ahora? Ah, s, est muy bien. Pero sabe como es, cuando slo se tiene una hija. La tendencia es mimarla y siento que Laura nos domina. A los dos.

Aquello no corresponda muy bien a lo que Groom haba revelado, pero Caroline era lo suficiente astuta para percibir que los padres no siempre ven las cosas de la misma manera que los otros.Lo que ms la perturbaba era ver que James haba mentido a ella acerca de Laura tambin. Siempre haba dicho que la mujer no le dedicaba ningn tiempo a su hija, y que Laura sufrira si l se divorciara, pues nunca ms podra ver la nia. Recordaba ntidamente de todo lo que l haba dicho. Y en la poca eso le haba parecido el nico trazo digno en su comportamiento siempre tan egosta. Es claro prosegua la mujer que Laura no aprueba enteramente nuestra decisin en cuanto a su futuro. Ella es. . . independiente y cree que estamos exagerando su enfermedad. Pero... los padres somos asi, no es verdad? Oh, disculpe, srta. Douglas, usted no puede saber lo que es ser madre, no es as? Que distracin la ma.Jenny, la empleada, apareci algn tiempo despus y condujo a Caroline hasta su cuarto. Caroline la acompa escalones arribera, un tanto aliviada. An no se haca la menor idea de quin haba sugerido que contrataran una preceptora para Laura. No le gustaba la posicin en que se encontraba, pero que poda hacer? Si se fuera de Maitlands, poco despus de haber llegado, acabara revelando todo. Su cuarto quedaba en el fondo del pasillo, a la izquierda de la escalera. Para la derecha, la balaustrada lindamente entallada formaba una especie de mostrador sobre el hall, donde haba otras piezas de antigedades y un enorme florero chino, lleno de plumas vegetales teidas. Ella miraba todo, pensando en lo remota que era para ella la manera de vivir de aquella gente tan rica.Su cuarto era enorme. El techo entallado, la cama de dossel color de crema que combinaba con las cortinas. Haba un escritorio barnizado y una butaca muy confortable delante de la televisin colorida. En el nicho de la ventana haba una mesa pequea, redola, con una silla simple, donde probablemente ella tomara las comidas. Las grandes ventanas, an abiertas para el aire de la tarde que enfriaba rpidamente, daban para el jardn de los fondos de la casa. Haba cantaros de legumbres, amplios cspedes y un jardn de rosas. Un poco ms all, una reja de hierro batido, a travs de la cual se vea el brillo verdoso del agua de la piscina. La piscina que James usaba con frecuencia. . .La hizo a mirar el cuarto, alejando ese pensamiento. El bao era igualmente elegante, con ladrillos crema y dorados, baera, lavabo y florero color de miel. Las paredes cubiertas de espejos le parecieron un poco exageradas. En el armario haba sales de bao, lociones y talco. Todo invitaba a las delicias de un bao reposante, y Caroline abri los grifos de la baera. Tal vez un bao caliente y perfumado consiguiera calmar su mente y ayudarla a decidir lo que hacer.

CAPTULO III

El bao no ayud mucho a restaurar la confianza sacudida de Caroline y ella comenz a hurgar en las maletas que la sra. French haba mandado para el cuarto. La sra. Booth haba pedido que viniera a encontrarse con ella, el marido y tal vez Laura, en la biblioteca, a las siete horas. Caroline no entenda muy bien lo que esa invitacin poda significar: si era solamente la oportunidad de presentarla a los criados y a la alumna o si acabara cenando con la familia. De cualquier forma, decidi que vestir un vestido sera el ms adecuado. Estaba peinando su cabellos delante del espejo cuando oy un toque en la puerta.Inmediatamente se sinti extremadamente tensa y decidi que, si abria la puerta y era James, iba a salir de la casa en aquel momento, sin preocuparse de las consecuencias. Tal vez estuviera siendo melodramtica, pues haban pasado seis aos, a fin de cuentas, eran un largo tiempo, pero se acordaba de todo lo que haba ocurrido con una claridad que no disminuir con el tiempo.

Quin es? pregunt con la voz involuntariamente ruda.

Puedo entrar? pregunt una voz joven, femenina. Caroline se qued intrigada. Visti el albornoz de seda que haba usado despus del bao.

Adelante dijo.

La nia que entr slo poda ser hija de James. Era tan parecida con l que Caroline llev un choque. Delgada, de cabellos casi dorados, con los mismos ojos castaos, profundos, la piel bronceada. De la madre pareca que tenia slo la boca, bien delineada.

Laura era Booth de la cabeza a los pies. Entr medio amedrentada, mirando en alrededor como si temiera que Caroline estuviera acompaada. Hola dijo, cerrando la puerta. Yo soy Laura. Eso es, cre que seras. Caroline cerr los puos, nerviosa. Y usted es la srta. Douglas dijo la nia, sonriendo. Vi cuando lleg.

Usted me vio?

De la ventana de mi cuarto Laura explic. Da para el frente de la casa. Qued presa all desde la hora que volv de Fenbourne.

Realmente? pregunt Caroline, perpleja.

S. Mam no le cont. Groom se atras para ir a recogerla. Por mi causa.

Parece que ella dijo alguna cosa, s. Caroline no tena ninguna intencin de tomar partido en el caso.

Claro. Ella tena que dar alguna razn para que usted no me conociera inmediatamente

No necesariamente Caroline dijo suavemente. bamos a encontrarnos ms tarde. Por la noche..

Ah! Bueno, de cualquier forma yo quera hablar con usted antes. Quera contarle que yo no quiero ni preciso de una preceptora. Puedo completar mi educacin escolar de la misma forma que todos mis amigos. No pretendo aprender nada y va a perder su tiempo intentando ensearme.

Realmente? Caroline no poda dejar de sentir una cierta admiracin por aquella franqueza. Algunas personas tal vez consideraran aquello insolencia, pero no crea que Laura estuviera siendo insolente. Estaba simplemente describiendo una situacin, de la manera como entenda las cosas. No cree que sus padres merecen consideracin? pregunt, Mis padres! Laura movio los hombros. Mire, yo no s lo lo que fue que mi madre le cont, pero puedo adivinar. Ella no debe haberle dicho nada sobre Johnny, verdad? Johnny? Yo saba que ella no iba a hablar nada. Apuesto que ella habl de aquella historia de la neumona. Que fue por eso que tuve que volver hacia casa.- Y lo fue? Caroline no consigui evitar la pregunta. El qu? Ah, s, claro. Laura baj los ojos. Me enferme, pero ahora estoy perfectamente curada. Ya lo percib coment Caroline secamente. Pero aun as. . . Aun as, nada. Oh, srta. Douglas, si le conte sobre Johnny ser que puede pensar en desistir del empleo? Desistir? Caroline llev un choque. Hasta aquel momento era la cosa que ella ms quera, pero, colocado con tal franqueza, ese hecho pareca chocante. Adems de eso, no saba como podra devolver el dinero que haba gastado... Laura, no creo que eso pudiera ser honesto de mi parte. Quiere decir, sus padres me emplearon y. . . Bueno, creo que a ellos no les gustara si supieran que usted est aqu dicindome esas cosas. Pero usted tiene que entender, tiene que saber por qu es que a contrataron! Yo s por qu fue. No, no sabe! Laura era insistente. Bueno, voy a contar, de cualquier forma. Ellos quieren mantenerme alejada de la escuela porque me enamor por un muchacho que trabaja en la construccin de la carretera cerca del colegio. Laura, por favor! Caroline se senta incomoda. Yo no quiero saber. Por qu no? Va a acabar descubriendolo si resuelve quedarse aqu. Yo no voy a desistir de l. Pronto! Caroline mir la nia rebelde delante de s y suspir. Entonces era eso? Haca mucho ms sentido que las preocupaciones con la salud de la joven. Un muchacho trabajador no pareca nada adecuado a hacerse amigo de un miembro de la familia Booth. Lleg a simpatizar con l, a pesar de creer que Laura era demasiado joven para enamorarse por alguien. Y. . .que es lo que l hace? Ese muchacho? ella pregunt, incapaz de contener la curiosidad. Es ingeniero. La voz de Laura se haba hecho caliente y entusiasmada. Se llama John Mooney y es de Dubln. Dubln? Pero, si es ingeniero, debe ser muy viejo que usted. Y qu? dijo Laura, volviendose a molestar. Que importa la edad? Lo que se siente es lo que importa. Usted ya discuti el asunto con sus padres? Ellos no comprenden. Son viejos demasiados. No cree que eso suena como una tontera? dijo Caroline, cautelosa. Tal vez ellos entiendan mejor de lo que usted cree. Ah, claro. Era eso aunque usted tena que decir. La voz de la chica se elev, enojada. Est del lado de ellos, tambin. Yo ya deba saber que cualquier persona que mam contratara. .. Laura, que piensa que est haciendo? La puerta del cuarto se abri de pronto y un hombre moreno y atractivo entr, mirando duramente a la chica. . Se puede or su voz del otro lado de la casa. Como osa perturbar a... l desvi la mirada hacia la otra ocupante del cuarto y se qued mudo. Caroline! murmur finalmente, controlndose inmediatamente con visible esfuerzo.Percibiendo que Laura se volva hacia ella con una mirada extremadamente curiosa, Caroline vio que iba que tener que dominarse. Hola, sr. Booth dijo con una frialdad de que no se saba capaz. Estoy contento en verlo nuevamente. Vosotros se conocen? Laura pregunt. La srta. Douglas y yo nos conocemos aos atrs dijo l con sorprendente control , cuando ella daba clases particulares a los hijos de un cliente mo. Pero eso no importa, Laura. Quiero que me expliques tu comportamiento. Disculpa si grit dijo Laura, mordiendose el labio. Yo slo estaba. . . informando a la srta. Douglas.James mir duramente a su hija, y Caroline, viendolos a los dos, sinti un doloroso recuerdo agitarse dentro de s. Aquella era la casa de l, la esposa de l, la hija de l. Y l haba tenido el coraje de colocar todo aquello en riesgo para pasar algunas horas en la cama de ella. Era claro que en aquel entonces ella tambin deseaba eso. Por lo menos por algn tiempo. Pero el buen sentido y la decencia haban abierto sus ojos. Ve para tu cuarto, Laura dijo l , y viste ropa adecuada. Despus, encuntrate con nosotros en la biblioteca, entendiste? No tengo hambre ella refunfu. An as, has lo que digo. O quieres que la srta. Douglas te halle an ms infantil? Ah, est bien. Laura sali del cuarto y l a acompa algunos pasos, despus se volvi y mir a Caroline. Disculpe dijo formalmente. Laura es un tanto difcil, como puede ver. James la encar por un momento ms, despus mene ligeramente los hombros en un gesto casi imperceptible. Con permiso, mi mujer est a la espera.l se alej y Caroline corri y dej la puerta, arrinconndose a ella, temblando. Estaba confusa, perpleja. Cuando finalmente consigui controlarse, se mir en el espejo. Su rostro pareca el mismo de siempre, slo ms plido.Pero deba haber alguna seal ms del dolor que la haba atravesado al verlo de nuevo. El odio aparece en los ojos, decan, pero sus ojos parecan slo confusos. Y sin embargo, lo odiaba ahora an ms que antes.Pasaba de las siete cuando Caroline termin de arreglarse y descendi para la biblioteca. Sus manos temblaban tanto que ella haba emborronado todo el rostro con la maquillaje en los ojos. Despus haba intentado pasar el perfume sin quitar la tapa y enseguida haba derrumbado buena parte de su perfume predilecto en la alfombra. El cuarto ola intolerablemente a perfume, ahora.Cuando finalmente consigui terminar, estaba involuntariamente atractivo en su vestido negro de terciopelo, los cabellos estirados para tras, con un coque en la nuca. Pareca ms tranquila y ms sofisticada de lo que se senta realmente.La sra. French vino a su encuentro al final de la escalera y la condujo a la biblioteca. Golpe levemente en la puerta y James Booth abri para ella. Era la segunda vez que lo va aquel da y resolvi concentrar su atencin en la mujer en la silla de ruedas. Entre, srta. Douglas ella exclam, gentil. Estbamos hablando de ustedo. Siento mucho que ya haya tenido problemas con Laura. No tiene importancia. Caroline atraves la sala llena de libros, donde haba un bar en forma de globo terrestre. Disculpen si me atras. No se preocupe. Sintese. Quiere una bebida? La mujer estaba elegante, en un vestido largo, rojo. Mi marido estaba contndome que ya la conoca. Realmente? pregunt indiferente, sin conseguir evitar el rojo que tea su rostro. No es verdad, querido? ella pregunt al marido, que tomaba el ltimo trago de la bebida.Caroline cerro los puos involuntariamente. Que era lo ella que queria decir? Que es lo que James le haba contado a ella? Lo que haba pasado hace algunos minutos? O antes? Estaba contando dijo l, fijando en ella los ojos enigmticos que nada revelaban que ya trabaj para los Forster, dando clases particulares la Geoffrey eVincent. Que coincidencia! exclam la mujer, Los Forster son muy amigos del padre de James. l va a quedarse muy sorprendido cuando supiera que usted es la preceptora de Laura, no es as, querido? Muy sorprendido concord l, despacio. Puedo servirle un bebida, srita. Douglas? Muchas gracias. Caroline contest. Un Martini, por favor. Tome algo ms fuerte sugiri la sra. Booth. Quiero decir, despus de su encuentro con Laura debe estar necesitando de algo estimulante. No, gracias. Un Martini est bien. Caroline observ los gestos de l mientras serva la bebida. No consegua controlar la creciente animadversin que senta por aquel hombre. Las maneras de l a haban convencido de que l no tena la menor conciencia que haba hecho. Una ola de indignacin le dio coraje. Estoy sorprendida que se acuerde de m, sr. Booth dijo con deliberada afectacin. Nuestro contacto fue tan. . . breve.Al terminar de pronunciar las palabras, Caroline sinti que haba sido mucha osada suya, pero percibi, satisfecha, que lo haba desconcertado. Es verdad, srta. Douglas. La mujer interrumpi. Ests intentando llenarme de celos, James querido? Detesto decepcionarte, Dbora dijo l con enorme control , pero encontr a Irene Frobisher en la ciudad hoy a la tarde. Ella mencion el nombre de la srta. Douglas y fue el nombre, no su apariencia, a buen seguro atractiva, que me hizo acordarme.Los labios de la esposa se contrajeron antes an de l terminar de hablar. Caroline se sinti an ms irritada y resentida, y demostr eso en el fondo de la mirada que lanz James al coger la bebida de su mano. l no dio seal de haber notado nada y fue para el lado de la habitacin.Hubo un silencio de algunos momentos y Dbora Booth resolvi cambiar de asunto, para alivio de Caroline. Dgame, srta. Douglas, lo que Laura le cont exactamente? Creo que puede imaginar dijo Caroline despus de un suspiro. Tengo certeza de que ella debe haber dicho las mismas cosas muchas veces. . Imagino que ella le cont sobre ese tal de Mooney dijoDbora. Exactamente. Una historia muy desagradable. Dbora Booth dilat las narices, irritada. Como osa ese irlandecillo considerarse a la misma altura de Laura?!

No creo que sea ese el problema, Dbora dijo James, tranquilo. Los orgenes de Mooney son mi menor preocupacin. El problema de todo es que Laura es demasiado joven para envolverse con quienquiera que sea, sobre todo con un hombre diez aos ms viejo que ella.Caroline sinti los ojos de James sobre s y crey, leer en ellos un desafo. En el caso de ellos, la diferencia de edad no haba hecho la menor diferencia, para l. Pero ella no iba a revelar nada. Pens que, si abriera la boca, acabara hiriendo los inocentes, ms que al propio culpable. Bien dijo Dbora , la situacin es insostenible. Como si no bastara la enfermedad que ella tuvo a causa de l, el infeliz tiene la osada de perseguirla hasta Fenbourne, causando los mayores problemas con los creados! La enfermedad de Laura fue accidental dijo James. Es prcticamente imposible que alguien coja neumona accidentalmente, James! La mujer interrumpi. Me entendiste muy bien. Ellos fueron sorprendidos por la tempestad. Ella poda andar con alguna amiga en vez de con l. Eso no lo hace responsable.

Muy bien, pero eso no altera el hecho de Laura cogio neumona, quedndose seriamente enferma. Concuerdo contigo. Muchas gracias. Dbora se dirigi a Caroline. Y hoy, ella fue encontrarse con ese muchacho en Fenbourne. l es una plaga. Ser que no tiene que trabajar?James se sirvi ms whisly. l es ingeniero, Dbora. Yo saque informacion de la compaa en la que l trabaja. Pero si l trabaja en la construccin de la carretera en Boscombe, que es lo que vino a hacer aqu en Fenbourne? Debe tener algunos permisos observ James secamente. Quiere otra bebida, srta, Douglas?Caroline sacudi la cabeza. Apenas haba tocado su bebida. Dbora, sin embargo, estaba ms interesada en continuar la discusin. Sea lo que que sea, Laura tiene que entender que por el momento no vamos a permitir que ella decida sola! dijo duramente. Hombres de esa edad slo se interesan por chicas de la edad de Laura para una cosa. Y cuando consiguen lo que quieren. . . No es realmente, srta. Douglas? Tengo la certeza de que, con su mayor experiencia, debe entender exactamente que es que estoy hablando.Caroline sinti la boca seca, y no consigui decir nada. Nunca hizo frente a una situacin as, srta. Douglas? insisti Dbora.Caroline se sinti tan dbil que fue un alivio cuando la puerta de la biblioteca se abri y Laura apareci. Y entonces? pregunt la nia, mirando de uno para el otro. Aqu estoy! No necesitan parar de hablar de m slo porque llegu. No sea grosera! dijo James, sin alejarse de su puesto en la habitacin. Entonces no estaban hablando de m? exclam en el mismo tono rebelde que haba usado en el cuarto de Caroline. Estbamos discutiendo las posibles intenciones de un hombre maduro con una colegiala dijo Dbora. La srta. Douglas nos iba hablar de su experiencia. No creo que las experiencias de la srta. Douglas puedan que haya algo a ver con este caso! James interrumpi bruscamente. No es el comportamiento de la srta. Douglas lo que est en cuestin, Dbora, y sugiero que nos limitemos a tratar de nuestros asuntos.Caroline a pesar de no desearlo, se sinti agradecida por la intervencin de l. A su pesar senta su antagonismo crecer por l. Slo es en eso en lo que piensan, no es as? grit Laura, irritada. Sexo y dinero! Dinero y sexo! No te adelantes a usar esas frases chocantes, Laura dijo Dbora framente, agarrando los brazos de la silla de ruedas. Si piensa que va a resolver alguna cosa con eso, est muy engaada. No es slo una frase estpida, Es la verdad. Es slo con eso que vosotros se preocupan. No piensan en m. En mi felicidad. Slo quieren saber si l me llev a la cama y cuanto l podr cobrar a causa de eso! Laura! - Dbora volvi los ojos horrorizados a su marido y Caroline involuntariamente la imit, mirando hacia el padre de la nia. Y es verdad? dijo l, firme. l se acostost con usted? Claro, as se queda ms aceptable, no es? "Se Acostost" con usted. . . El rostro de Laura estaba escarlata, pero ella an mantena el tono desafiante. l "se acost" conmigo, s. Hoy an estbamos acostostados en la ribera del ro. ..La mano de James vol, golpeando el rostro de Laura. Ella cubri las marcas rojas con la propia mano. Vaya para su cuarto dijo James, helado. Discutiremos eso despus.Laura se volvi y corri para fuera de la sala. Subi los escalones, llorando. Se hizo un nuevo silencio, cargado de tensin. Hogar, dulce hogar dijo James, sirvindose de ms whisly. Eso fue imperdonable, James.

Dbora manoseaba las perlas del collar con un nerviosismo que contrastaba con la tranquila de su voz. Por un momento Caroline pens que ella se refera al hecho de James haba golpeado a Laura, pero percibi su engao cuando la mujer continu hablando: Mi propia hija encararme y admitir que. .. Yo siempre cre que esa escuela daba demasiada libertad a las alumnas. Ahora tengo certeza de eso. No podemos culpar la escuela por la promiscuidad de nuestra hija dijo James, mirando el vaso vaco. Esas ideas. .. no fue conmigo que ella las aprendi, James dijo la mujer, secamente, aparentemente olvidada de que no estaban solos. . Oh, mi querida, que ser lo que va a pensar de nosotros? Puedo garantizarle que Laura no es siempre as tan inconveniente. Oh, por favor, no se preocupen conmigo. Estoy bastante consciente de los problemas que los padres enfrentan con hijos jvenes, hoy da. Ser? Dbora la examinaba con la mirada. Eso, creo. Con su vida. . . Pero Laura fue siempre muy protegida hasta ahora. No me hago a la idea de cunto me perturba la idea de que ese hombre la haya tocado a ella. ..Caroline percibi la posible insinuacin, pero hall mejor ignorarla. Por favor, Dbora, para con eso! James dej el vaso con fuerza en la mesa Con permiso, voy a ver si la cena an tarda... Pero... Caroline se puso de pie ajitadamente. Yo. . . yo puedo comer en mi cuarto. Por qu? James ya no tena el aire enigmtico. Estaba fro y arrogante. Relajese. El show ya termin por hoy. Va a ver que, incluso nosotros, comemos con tenedor y cuchillo como todo el mundo. Querido, no empeores an ms las cosas para la srta. Douglas dijo Dbora, percibiendo que Caroline estaba incomoda. Ella est slo intentando ser atenta con nosotros. En verdad estoy pensando si debo quedarme dijo Caroline controladamente. Si Laura lo rechaza... Laura va a hacer lo que que nosotros decidamos dijo Dbora con firmeza, acabando con la libre esperanza de una salida honrosa que Caroline comenzaba a acariciar. Fuimos nosotros, los padres de Laura, quienes la contratamos, srta. Douglas. Nosotros la relevaremos cuando su presencia aqu hubiera cumplido su funcin. Est claro? S, sra. Booth.Caroline respir fondo. James dio un breve vistazo para las dos y sali de la sala.CAPTULO IV

La cena fue la comida ms incmoda que Caroline jams haba participado. La comida servida era maravillosa, tanto de aspecto como al paladar, pero ella apenas consigui comer. Al final, Dbora la invit a pasar para la otra sala, para el caf, mientras James continuaba a la mesa, tomando vino con queso.Para Caroline aquella ocasin tena algo irreal y fue un alivio cuando los Frobisher llegaron. Le pareci que era su oportunidad de disculparse y retirarse, antes que James volviera.Pero Dbora no permiti que saliera as tan fcilmente. Llegaron a tiempo para el caf dijo ella, as que Irene y el marido entraron en la sala. David, quiero presentarle la joven que su mujer seleccion para nosotros.Caroline forz una sonrisa al reconocer la mujer que la haba entrevistado en Londres. Irene Frobisher deba ser algunos aos ms vieja que Dbora Booth y, a pesar de su vestido elegante, se notaba que era rechonchita. El marido, por su parte, era flaco, no tan alto cuanto James, cabellos canosos y ojos azules muy vivos por detrs de las gafas. Hola, srta. Douglas. Irene era educada y distante. le gusta Maitlands?

Ah, mi querida, ella tuvo un verdadero bautismo de fuego exclam Dbora, dramtica. Tuvimos otra escena con Laura y James la mand para el cuarto. Pobre Laura dijo David, tolerante, sonriendo a Caroline. Pero que fue Lo que ella hizo ahora? No es asunto para bromas, David dijo Dbora, muy irritada. Laura admiti que ha.. . ha tenido relaciones con aquel hombre.La exclamacin enfadada de Irene fue cortada por la impaciencia de James, que entraba en la sala. No creo dijo l, seco que Laura haya tenido relaciones con Mooney. Ser que no puedes pensar en otro asunto para conversar? Es verdad dijo David deprisa, para evitar que se formara una discusin , pas aqu para ver si te gustara de velear conmigo el domingo, James. Es la Copa Pastoral y el Carney no va a poder participar de la carrera porque torci la mueca jugando tenis.David y James comenzaron a conversar sobre la carrera, mientras Irene y Dbora murmuraban en el otro lado. Caroline tom el caf y se puso de pie.

Si me dan su aprobacin, yo estoy un poco cansada. Dbora iba a protestar, pero James habl antes; Claro! Buena noches, srta. Douglas.Tal vez Dbora y los Frobisher se despidieron de ella tambin, pero Caroline ya nada oa despus de percibir la mirada intensamente fatigada de James.Sorprendentemente, durmi muy bien. La cama era confortable y, a pesar de nunca haber dormido antes en sbanas de seda, le gust la experiencia. Se Despert con el canto agitado de los pjaros en el jardn y se qued en la cama algunos minutos, saboreando aquel placer tranquilo, tan diferente del ruido del trfico la que estaba acostumbrada en Londres. Mir el reloj. An no eran ocho, poda descansar un poco ms.La tensin de la noche anterior la haba vencido, pero ahora de maana senta la mente y el cuerpo descansados y alertas. Para su sorpresa, descubri que estaba entusiasmada con la tarea que iba a comenzar.Y las complicaciones? Sera realmente verdad que hasta su llegada James no saba de su identidad? Sera realmente verdad que l no saba que la chica empleada para ensear su hija era la misma que l un da tena. . .

Empuj las cubiertas y se levant. El sol ya brillaba a travs de la cortina y ella la abri sin pensar que podan verla del jardn. James vena caminando en direccin a la casa, vistiendo su albornoz oscuro, los cabellos mojados. Caroline inmediatamente cerro la cortina, pero el ruido atrajo la atencin de l, que mir para arriba, justo a tiempo de verla, apenas cubierta por la camiseta fina y transparente.Caroline huy de la ventana, protegiendo su cuerpo con los brazos. Claro, Dbora Booth le haba contado que James nadaba todos los das. Pero por qu ella tena que abrir la cortina justo a la hora en que l estaba pasando? Comenz a temblar y fue tomar una ducha. Mientras se colocaba la gorra de plstico, pens que sera realmente impractico permanecer ah. Tena que irse.Sin embargo, al terminar de vestirse un conjunto simple azul-claro que, inconscientemente, realzaba sus cabellos muy oscuros , ella ya se haba controlado nuevamente.James, finalmente, era slo su patron, y el hecho de verlo regresando de la piscina no debera despertar en ella cualquier emocin. Necesitaba tener cuidado en el futuro, para no actuar impulsivamente. En el futuro. . .

Suspendi lo que estaba haciendo para estudiar aquellas palabras. Entonces haba decidido quedarse, finalmente? Ser que toda la rabia e indignacin de la noche anterior ya haban desaparecido? O ser que las necesidades prcticas habian finalmente sido dominadas por sus emociones? Si quera quedarse en aquel empleo iba a tener que aceptar dos hechos. Primero, que James haba quedado realmente sorprendido al encontrarla en su casa y, segundo, que estara viviendo en la casa de un hombre que no tena ningn respeto por las mujeres, incluyendo su propia esposa. Ser que poda creer en la sorpresa de l al encontrarla ah, en aquel cuarto? Ser que tendra fuerzas para testificar cunto engaaba l a su esposa? Ella suspir y abroch el reloj de pulso. Por qu debera quedarse ah? Aunque James actuara como si apenas la conociera, iba que tener que convivir con l. Dbora Booth pareca afable, pero Caroline era suficientemente prctica para saber que las cosas no siempre correran bien. La casa y los hbitos ah eran lujosos, pero eso no significaba nada para Caroline. Por eso justamente es que haba ido para Sri Lanka, donde haba vivido de manera austera, satisfecha con eso. Tal vez quisiera tambin aprovechar ese empleo para alejarse de Tim? Finalmente, que era lo que la atraa en ese trabajo?La respuesta surgi en su mente en una nica palabra: Laura. Su alumna. Era la causa de ella que estaba ah. No iba a ser fcil y podra haber problemas mayores que los normales en una relacin profesor-alumno. Pero ese desafo la atraa, pues senta que poda ayudarla. Algo en aquella nia pareca pedir comprensin y ayuda; haba algo en ella que impeda a Caroline simplemente volverle la espalda e irse aunque la causa de las cosas que ya deban estar definitivamente enterradas en el pasado.Un toque en la puerta la arranc de sus reflexiones. Fue a abrir, aprehensiva, quin podra ser. Pero era slo Jenny, la criada, con una bandeja en la mano. Su caf, seorita dijo ella. Quiere que lo coloque en la mesa? No, no. Yo misma puedo hacer eso. Caroline cogi la bandeja, consciente de que su posicin en la casa era un tanto dudosa. No era parte de la familia, pero no era tambin una simple empleada. El olor es delicioso. Gracias. La srta. Laura esta esperando por la seora en la biblioteca a las nueve horas dijo Jenny, indiferente.Caroline cerr la puerta cuando ella se fue y coloc la bandeja en la mesita de la ventana. Jugo de fruta, cereal, bacon, huevos y salchicha, tostadas, mermelada y caf. Para alguien acostumbrado a tomar slo una taza de t y una galleta de maana, aquello todo era un lujo. Su estmago no aceptara tanto. Tom el jugo de fruta, comi las tostadas y tom caf. El resto se enfriaba en el plato y Caroline suspir.Los trabajadores de las plantaciones de t en el Ceilan podran alimentar a toda la familia por un da entero con aquello.A las cinco para las nueve descendi, llevando la bandeja, y encontr la sra. French saliendo de la sala matinal. Eso no era necesario, srta. Douglas dijo la mujer, cogiendo la bandeja. Jenny podra haber trado cuando fuera arreglar su cama. Yo ya la arregl dijo Caroline. Puedo cuidar de mi cuarto. Estoy acostumbrada. No es necesario, srta. Douglas. Me gustara que dejara ese servicio para nosotros. Jenny tiene sus funciones. Como que quiera, sra. French. Caroline hall mejor no discutir.Laura Booth estaba sentada la una mesita de la biblioteca, recargada sobre los brazos, la mirada perdida. Apenas levant los ojos cuando Caroline entr y no respondi a su "buenos-das".Vesta jeans y camiseta, que parecan ser su uniforme, y los cabellos castaos estaban recogidos para tras.Caroline cerr la puerta y se aproxim de la mesa. Laura levant el rostro entonces y, pareciendo avergonzada, se acomod derecho en la silla. Y entonces? dijo Caroline. Que tal si empezamos a conocernos? Pens que ya saba todo sobre m dijo Laura, encogiendo los hombros. No, no. Yo no s nada de usted, Laura. Si? An con mi madre contando para todo el mundo que yo duermo con rapazes? Creo que es mejor olvidar lo que aconteci ayer en la noche y comenzar todo de nuevo. Yo ya le dijo ayer. . . Laura examinaba a Caroline con los ojos duros, igualita al padre. Va a perder su tiempo conmigo, srta. Douglas. Ellos pueden retener mi cuerpo, pero mi mente ellos no la van a dominar! Es su palabra final? pregunt Caroline, sentndose al lado de ella. Lo Es. Entiendo dijo Caroline, apoyando el rostro en las manos y los codos en la mesa. Y cules son sus planes para el futuro? No creo que usted est realmente interesada dijo la nia, desconfiada.

Estas segura? Usted es igualita a ellos dijo Laura, contrayendo el rostro. Yo ya estoy harta de dar explicaciones. No crees que ests llegando a conclusiones precipitadas? Caroline suspir. Anoche fuiste a mi cuarto para pedirme que me fuera, slo porque est. . . animada por un muchacho. . . No es slo animacin!Caroline haba usado la palabra de propsito para provocar la nia, que ahora prestaba atencin a lo que ella deca. Bueno.. . Sea lo que que sea. Prosigui: Yo an no la conoca y usted vino buscarme con la historia de que est enamorada de un hombre cuyo principal atractivo para usted es que pertenece a una clase social diferente de suya. Y quera que yo tomara partido sin saber nada, sin saber los hechos! Pens que. . . siendo joven usted me fuera a entender. Entender? Entender el qu? Que es lo que hay que entender? Usted siente atraccin por un hombre que sus padres no aprueban. . . Ellos ni lo conocen!

. . .Y slo a causa de eso est decidida a echar por la ventana la oportunidad de recibir una buena formacin! Yo ya estudi bastante. Tengo diecisis aos. Tengo notas altas. Muchas chicas de mi edad ya estn trabajando. Lo s. Es necesario que existan vendedoras, balconistas, obreras, mecangrafas. Pero es eso lo que usted quiere para s misma? No estoy entendiendo. Usted ya pens que la mayora de esas chicas que estn trabajando en su edad preferiran continuar estudiando y se agarraran con uas y dientes a la oportunidad de ir hacia la Universidad y construir una carrera? Problema de ellas. Si. Entonces usted resolvi que ya no quiere estudiar? No lo se an. Que es lo que va a hacer? Lo que yo puedo hacer? Laura mordi el labio. Esperar hasta tener edad suficiente para ser independiente. Y qu es lo que va a hacer casarse con ese ingeniero irlands? Si. Es eso lo que quiere? Ser mujer de l, madre de sus hijos? Si. No halla eso medio anticuado? Caroline habl con un cierto desdn, lo que despert la atencin de la nia. Que es lo que est insinuando? Que nosotros debamos de ir a vivir juntos? Por qu no? Por qu es que usted cree que se necesitan casar? Caroline se acomod en la silla. Mi Dios! Laura le mir, perpleja. Si mi madre. . . o que mi padre supieran eso! La profesora es una anarquista! No, no lo soy. Caroline sacudi la cabeza. Pero esa me parece la solucin ms razonable en este caso. Como? pregunt Laura, desconfiada. Bueno. . . Sus padres no quieren que se case con ese muchacho. Pero como usted ya se anticip a los votos matrimoniales, por qu no continuar? Por qu tanto barullo acerca de una cosa que en el fin de las cuentas no pasa de mera formalidad? Sabe que si yo fuera a contarle a mi madre lo que est dicindome Laura estaba roja hasta la raz de los cabellos ella botara a usted de aqu? Y cree que me importa eso? Es lo que usted quiere, no es as? Usted no pertenece a algn grupo? Si no voy a tener nadie a quin ensear Caroline alzo los hombros , hallo mejor irme. No la entiendo dijo Laura. Por qu? Pens que era eso lo que usted tena en mente. Pero no es as, no dijo la chica, inquieta. No? No... Laura dudaba y finalmente dijo: Sabe, yo no. . . quiero decir, Johnny no... EL no me hizo el amor de verdad. Quiero decir. . . no lleg hasta el fin. Yo, . . yo no quise. l te lo pidi? Slo una vez Laura dijo despus de dudar. Y por qu lo rechazaste? Caroline suspir aliviada. Su juego estaba funcionando.No s.. Creo que tuve miedo. Si yo se quedara embarazada, pap seria capaz de matarme. Ella par, despus continu, agresiva: Pero eso no quiere decir que yo vaya a negar siempre. No soy ninguna puritana, sabe? Claro! Caroline poso las manos en la mesa. Entonces ... si yo creyera que usted ama a ese muchacho, usted necesita prestar atencin a lo que yo voy a decir? Que es qu? Laura estaba desconfiada. Bueno. .. Supongamos que usted tiene dieciocho aos y se casa con l. Su padre y su madre concuerdan y vosotros van a vivir solos... Es eso lo que el quiere. Johnny no est interesado en mi dinero! Bueno. Usted y Johnny se casan. Donde es que van a vivir? Johnny tiene un trailer. Y usted est preparada para vivir en un trailer?

Claro. Por qu no? Un monton de gente hace eso. Hum. . . Caroline pens un poco. Tienes idea de cuanto gana un ingeniero? Johnny me cont. Y ya apreci que lo que Johnny gana en un ao su padre lo gasta probablemente en cigarrillos y bebidas? Yo no pretendo ser tan rica como pap y mam. Eso es bueno. Porque no va llegar a estar cerca. .. Caroline se interrumpi. Estaba animndose quiz demasiado. - Supongamos ahora que alguna cosa aconteciera. Johnny se queda enfermo o pierde el empleo. De que es de lo que ustedes van a vivir? Y si tuvieran un hijo? Ay, pare de ser tan pesimista! Laura hizo una mueca. Sera muy infortunio! Pero eso ocurre, no es verdad? Sobre todo en obras de construccin, donde siempre hay accidentes. Est bien. A Donde es que quiere llegar? Lo que yo quiero decir prosigui Caroline es que, si usted tuviera buscar un empleo, que es lo que va a hacer? Como es que va a sostener una familia? Yo podra hacer algo. Laura cruz los brazos. Pero iba a encontrar algo mucho mejor si tuviera una carrera, una profesin definida. Como. . . dar clases, por ejemplo. Ah, estaba tardando dijo Laura, apoyando la barbilla en las manos sobre la mesa. As usted justifica su empleo aqu. Pero usted no puede negar que es verdad lo que yo estoy diciendo, no es as? Se Tarda mucho en obtener un diploma. Yo tendria que ir hacia la Universidad. Claro. Eso me tomara algunos aos ms de estudios! Y qu? Algunos aos que rendiran para toda su vida. Adems de eso, concluir el colegio con buenas notas, puede escoger otras profesiones que no exijan Universidad. Fisioterapia, enfermera. . . Profesiones tiles, siempre necesarias... Yo sola pensar en periodismo dijo Laura, suspirando.

Entonces. . . Por qu es que ellos no pueden dejarme en Boscombe? protest Laura. A m me gusta aquella escuela. Creo que ellos hicieron bien en sacarla de all dijo Caroline con cuidado, despus de una pausa. Ellos slo estn evitando la tentacin. Usted no puede negar que, viviendo aqu, sera mucho ms difcil encontrarse con Johnny. Claro. Ellos no me dejan salir. Usted misma cont que una vez l intent hacer el amor con usted. No cree que puede intentarlo de nuevo? Tienes la certeza de que no va a acabar cediendo? Yo tengo que tomar mis propias decisiones. Laura irgui la cabeza, con rabia. Finalmente, es mi vida! Todo bien, entonces vaya y enfrentelos! Caroline cruz los brazos. Huya con su irlands. Yo no voy a detenerla. Pero no rse decepcione si l la abandona cuando se canse de su inmadurez. A Usted le encanta decir eso, no es as? Los labios de Laura temblaban. No. No me gusta nada de eso, Laura Caroline respondi, comenzando a perder la paciencia. Fui contratada como profesora, no como psicloga! Yo poda ir y decir a su madre que usted se est resistiendo y dejar que ella cuidara el caso. Pero en vez de eso me quedo aqu, oyendote despreciar las oportunidades que la mayora de las chicas de tu edad agarraran con uas y dientes. Pero ya estoy harta de eso!Caroline se puso en pie, llena de rabia e impaciencia. Mir a Laura, que tena el rostro contrado de ansiedad. Inmediatamente vio en ella los trazos de James y, curiosamente, su rabia desapareci. Oh, Laura! exclam. Yo no soy su enemiga. Puedo ser su amiga! Me Gustara tanto que entendiera eso. Nadie es mi amigo en esta casa! Yo puedo serlo... Caroline la hizo sentarse. Y entonces? Lo que es que va a hacer? Si.. . si yo resolviera continuar estudiando dijo la nia, suspirando , usted me ayudaria a encontrarme con Johnny de tarde en tarde? Si se esfuerza dijo Caroline, cuando consigui controlar la sorpresa , si prueba que est llevando las cosas en serio, ah yo la ayudare. Laura se qued en silencio algunos minutos. Y si ellos no convinieran? pregunt. No creo que eso vaya a suceder. Usted no conoce mi madre! Y tampoco conozco a su padre dijo Caroline. Pero eso no viene al caso. Pero usted conoce a pap, no es as? Laura pregunt, intrigada. Fui profesora de los hijos de un amigo de su abuelo, durante las vacaciones, hace algunos aos Caroline respondi, seca. Pero l la llam por su nombre, no fue as? Laura a estudiaba, pensativa. Vosotros se conocieron bien? Claro que no dijo Caroline, consiguiendo no ruborizar despus de un enorme esfuerzo. Nosotros nos vimos slo algunas veces. Que Extrao como l se acord de su nombre despus de tanto tiempo? Caroline! ella imit el tono de su padre. Sono Medio angustiado, no? Como si usted fuera la ltima persona del mundo que l quisiera encontrar. Est imaginando cosas, Laura. Caroline consigui sonrer, a pesar de la mirada y de las palabras de la nia que la perturbaron. Entonces, estamos de acuerdo?

Tal vez s, tal vez no dijo Laura, suspirando. Creo que podas experimentar por un tiempo y ver en lo que queda. Yo acepto. Claro dijo Laura. No tiene nada a perder.

CAPTULO V

Caroline sali del restaurante y mir de ambos lados la calle principal de Fenbourne. A aquella hora haba poca gente, y el calor de la tarde ondulaba la imagen de la ciudad. Haba tenido un da de descanso inesperado. Dbora Booth haba ido Londres y haba llevado a Laura para pasar el da con los abuelas. Caroline haba decidido entonces ir hasta la villa y probar la carta del restaurante recomendado por Groom.Era extrao, pero haca ya dos semanas que haba llegado la Maitlands, Era increble como haba conseguido vivir en una misma casa con otras personas y prcticamente no encontrarlas. Claro, estaba siempre con Laura. Y satisfecha con el adelanto que hacan. Pero casi nunca vea a los otros miembros de la familia. Ocasionalmente Dbora Booth vena a tomar el t con ellas en el descanso de las clases matinales, pero fuera de eso vivan vidas totalmente independientes.

Caroline siempre tomaba el desayuno en el cuarto. Era Jenny quien traa la bandeja y, despus de aquella primera maana, tena se haba tomado ms afable. Tal vez eso se debiera al hecho de haber percibido que Caroline no actuaba con ninguna superioridad en relacin a los otros empleados.El ligero almuerzo era servido a Caroline y Laura en la sala matinal, pero Dbora nunca coma con ellas. La cena, despus de aquella primera noche, haba pasado a ser servida en el cuarto de Caroline y, con eso, ella no necesitaba tener ningn contacto con James Booth. Por lo menos en cuanto a eso estaba aliviada.Estaba parada en la calle, aprovechando el sol que calentaba sus brazoss, cuando vio un coche avanzar y parar delante del restaurante. Era un coche deportivo, verde-oscuro, que ella ya haba visto algunas veces estacionado en Maitlands. Entr en pnico y ya iba alejarse cuando una voz a detuvo: Srta. Douglas!

James y un otro hombre descendan del vehculo. l estaba vestido de manera informal: jeans ajustados y camisa de sport abierta en el pecho. El otro tambin estaba vestido deportivamente, pero tena cabellos rojizos y bigotes compridos. Buena tardes, sr. Booth ella respondi, educadamente, forzando una expresin fra y desinteresada.Como era su da de descanso, no estaba vestida como profesora, y percibi que el amigo de James la examinaba, interesado. Era una situacin que ya haba enfrentado antes. La preceptora atrayendo los intereses de un amigo de la familia! Era hasta gracioso y ella no se espant. Difcilmente cualquier situacin incluyendo hombres la asustara ahora. Donde est Groom? pregunt James, mirando en torno. l a trajo en coche, no? No. Groom fue llevar a su esposa a Londres. Yo vine a pie. Y Laura? Laura fue pasar el da con los abuelas. Vino a pie... dijo James, preocupado. Esas caminatas campestres pueden ser peligrosas. Si, pero todo est bien

Caroline percibi que sus respuestas a James no sonaban como deban.. Pero, a pesar de ser empleada de l, no consegua hablar de otro modo. Era hasta gracioso que l manifestara alguna preocupacin por ella. Bien, puede volver con nosotros dijo James, indicando a su amigo. Clive, esta es la srta. Douglas, profesora de Laura. Clive Lester dijo el muchacho. Como esta, srta, Douglas? bamos a tomar alguna cosa en el bar del restaurante. Me gustara venir con nosotros? Ah, no, gracias. . . Por qu no? Clive levant las cejas. Cree que no esta bien tomar un bebida con el patron? Muy bien, entonces yo la invito. La srta. Douglas debe que haber venido a hacer compras sugiri James. ... Pero Caroline sinti esa frase como una provocacin. No dijo con cuidado. No tengo compras que hacer. Me Gustara .mucho tomar alguna cosa. Si a el sr. Booth no le importa, claro.Ella percibi que James respir profundo, pero el amigo de el nada not, satisfecho con su suerte.

El bar estaba casi vaco. Caroline se sent en un taburete y Clive se acomod a su lado. James se qued de pie y ella poda percibir cuan incomodo estaba. Pero no se dej conmover por eso. Era invitada de Clive y, si James no le gustaba, nada podra hacer, pues no poda controlarla fuera del horario de trabajo. Fuimos a velear cont Clive, tomando cerveza. Ha veleado alguna vez, srta. Douglas? Una vez respondi Caroline, mirando a James que estaba apoyado en el mostrador. Yo tuve un amigo que tena un barco. Salimos algunas veces. Y le gust? pregunt Clive. Si. Caroline movio los hombros. Como todo en la vida, depende de la compaa.Clive ri, pero Caroline baj los ojos. Poda sentir casi fsicamente el antagonismo de James. No conozco ninguna mujer que sepa velear dijo Ciive. A tu esposa no le gusta? pregunt Caroline. Esposa? Clive ri. No tengo esposa, srta. Douglas, Ya tuve, pero fue como su experiencia en velear. No me impresion mucho.

Si... Caroline mantena los ojos bajos. No es que yo pretenda solo continu Clive. Pero hasta ahora no encontr ninguna mujer que me interesara. O que se interesara por m.Caroline crey que ya haba ido demasiado lejos con aquel asunto. Debe ser muy agradable poder velear siempre que se tengan ganas. Lo Es, pero no todo el mundo tiene tiempo libre. Ah, entonces el seor trabaja? Caroline continu, en tono de broma. Claro! Clive sonri. Trabajo con exportacinrd. Transformo en dlares el dficit comercial britnico. Puedo parecer cigarra, pero trabajo como una hormiga. Hallo mejor escribir eso dijo James finalmente, en un tono divertido. Ah, pens que habas hecho voto de silencio! Clive ri, dndole un golpe de broma. Quieres otra bebida? No, gracias dijo James, tomando el ltimo trago de su cerveza.Salieron al sol de la tarde y James abri la puerta del coche. A pesar de no sentirse con ganas, Caroline no poda rechazarlo sin ser ruda. Se sent atrs, mientras los dos hombres fueron en el frente.Las ventanas estaban abiertas y el viento que bata en su rostro le despeino los cabellos, haciendo que cayeran a los hombros. De pronto, percibi que James la miraba por el espejo-retrovisor. Desvi el rostro hacia la ventana, no dejndose intimidar por aquellos ojos fros.Enseguida vio, aliviada, los portones de Maitlands aproximndose en la carretera, pero para su sorpresa el coche pas por ellos. Clive tambin se sorprendi. Voy a dejarte en casa primero, Clive dijo James. No voy a poder quedarme. Tengo trabajo que hacer en casa. Disclpame con tu madre, est bien?Clive Lester viva en una elegante casa del periodo georgiano. Cuando el coche par en la entrada del jardn, l sali y se despidio en la ventana. Gracias, viejo dijo. Vamos a vernos de nuevo el domingo. Dbora me invit a cenar. Si? James pregunt. Yo no saba. Entonces hasta ese da, Clive.

Hasta luego, srta. Douglas. Fue un placer.Ella consigui forzar una sonrisa. Clive sinti la impaciencia del amigo y se alej. James parti inmediatamente.Caroline tena la certeza de que James iba a decir alguna cosa as que estuvieran la solas, pero l no abri la boca. Conduca concentrado, y en pocos minutos estaban delante del portn de la casa. An sentada atrs, Caroline consigui abrir la puerta y descender del coche antes que James pudiera dar la vuelta y la abrirla para ella. Como siempre, las grandes puertas macizas estaban abiertas y Caroline entr inmediatamente, aliviada. Pero ese alivio dur poco. Venga a mi oficina dijo l formalmente.Ella tuvo que obedecer. Nunca haba estado en el estudio de l antes y, segn Laura, la sala estaba vedada incluso para ella. Caroline saba que James trabajaba ah a las veces, pero, como nunca lo vea, no tena la menor idea de cuando l estaba o no en casa.Agacho la cabeza y entr en la sala, sin notar la bella decoracin. Apoy los dedos en el bordillo del escritorio, manteniendo los ojos firmes, un tanto desafiantes.James cerr la pue