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Medios de comunicación en VenezuelaTRANSCRIPT
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Medios comunitarios e inclusin social en Venezuela
Orlando Villalobos Finol Centro de Investigacin de la Comunicacin y la Informacin (CICI)
Universidad del Zulia [email protected]
Resumen
En la ltima dcada en Venezuela se ha hecho visible el crecimiento sostenido de los medios comunitarios, en sus diversas expresiones impresas, audiovisuales y digitales. Ya son parte del paisaje y de la realidad comunicacional. Si bien en dcadas anteriores hubo expresiones de lo que se denominaba de distintas maneras: comunicacin comunitaria, alternativa, participativa, horizontal, dialgica, popular y radical, en la actualidad todo eso ha ganado corporeidad y ha dejado de ser slo una propuesta o una posibilidad. Se le entiende y se le valora, cada vez ms, como una opcin diferente en la comunicacin, con contenidos crticos y emancipadores, que vindica o expone nociones populares y ciudadanas; se le reconoce como un espacio diferente a los medios pblicos y privados. La ponencia revisa los antecedentes de la comunicacin comunitaria y/o alternativa, hace precisiones sobre las definiciones tericas que son necesarias y que estn en desarrollo y en debate, discute sobre el uso del espectro radioelctrico y sobre las demandas de este momento que solicitan la ampliacin del marco legal, que garantice la actuacin de los medios comunitarios.
Palabras clave: medios comunitarios, comunicacin, inclusin social, ciudadana
Antecedentes. De la comunicacin dominadora a la democrtica
Los medios comunitarios constituyen una gran novedad, la mejor noticia de
los cambios en marcha.
En los ltimos aos han adquirido notoriedad y se levantan como una
opcin favorable para fomentar la identidad y la diversidad cultural, y para
dotar de un sentido diferente el esfuerzo comunicacional que se ejecuta. Todo
eso en medio de retos y tambin incoherencias y contradicciones que aqu
intentaremos resumir.
Cuando se revisa la experiencia acumulada se encuentran omisiones,
errores y distorsiones que es preciso detectar, ubicar, criticar y corregir, para
que esta comunicacin comunitaria cumpla su cometido y se libre de
perversiones.
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Lo que se denomina comunicacin comunitaria tiene su origen en los
movimientos sociales y polticos de los aos 70 y 80. Desde entonces pueden
ubicarse intentos y propuestas que buscaban alimentar y hacer posible la
accin comunicacional y periodstica, desde la ptica popular y ciudadana. El
trmino comunitario se emplea para sealar e identificar diferentes procesos
comunicacionales, que se originan y justifican por la labor que cumplen las
organizaciones populares, y por tanto, no forman parte del mbito de los
medios comerciales privados, ni de los medios estatales o gubernamentales,
reconociendo desde luego las interconexiones con estos campos.
En esas dcadas citadas, el esfuerzo comunitario se concentraba en el
medio impreso. El peridico impreso resuma una iniciativa ms estable y
permanente, promovida en los barrios por movimientos cristianos de base, la
Juventud Obrera Catlica (JOC) que lo haca en fbricas y empresas, y
organizaciones populares, en su mayora de inspiracin partidista de izquierda,
que promovan sus peridicos en barrios y empresas. El peridico impreso iba
ms all de la hoja volante ocasional, espontnea y a veces clandestina,
siempre para exponer quejas y demandas sociales, para reflejar la vida de la
comunidad y para intentar una especie de pedagoga popular y difundir
propuestas polticas. Estos peridicos eran impresos en multgrafos e incluso
empleando la tcnica de la serigrafa (en batea o bastidor), papel bond,
tamao dieciseisavo, en la mayora de los casos.
Dos autores que promovieron este tipo de accin fueron Paulo Freire,
brasileo, y Mario Kapln, argentino-uruguayo. De Kapln circul ampliamente
El comunicador popular (1985) en el que defendi una nocin diferente de
comunicacin. En ese texto compara la comunicacin dominadora sustentada
en el monlogo, el poder vertical y unidireccional, monopolizada por pocos, con
la comunicacin democrtica que propicia el dilogo, el ejercicio comunitario,
horizontal, de doble va, participativa, que expone el sentimiento de la
mayora. Resume que hay una nocin de comunicacin que la reduce a la
transmisin de informacin y que es distinta de la nocin u opcin que se
propone una sociedad construida como una comunidad democrtica.
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Freire fue un crtico radical de la concepcin bancaria de la educacin, que
concentra el acto de ensear en el educador y relega al educando o educado;
el primero habla, el segundo escucha; el primero supuestamente sabe y el otro
solo aprende; el primero es el sujeto y el segundo el objeto. Freire defendi la
idea de la participacin como posibilidad educadora y comunicativa para la
liberacin del ser humano. Frente al monlogo propone el dilogo, como opcin
que hace posible el cambio y la emancipacin.
Estos autores, que no son los nicos desde luego, merecen ser
mencionados porque se propusieron sistematizar una propuesta que colocaba a
la comunicacin popular en un rol principal o protagnico. Levantaron una
opcin cuestionadora de los mtodos tradicionales y mostraron una
comunicacin diferente, con contenidos crticos, diferentes, retadores.
En tiempos ms recientes esa otra comunicacin se abre campo, golpe a
golpe; verso a verso, segn el poema-cancin de Serrat.
En Europa se le ha reconocido. En un estudio presentado el Parlamento
Europeo (2007), titulado El Estado de los medios comunitarios en la Unin
Europea se advierte sobre la importancia del reconocimiento legal de los
medios comunitarios. La investigacin muestra que el reconocimiento de dicho
status legal hace posible que las organizaciones de los medios comunitarios se
comprometan con las reglas de las autoridades regulatorias, asociarse con
otras organizaciones, establecer alianzas, as tambin contar con anunciantes,
lo cual contribuye a sostenimiento y crecimiento.
La Declaracin de Principios de Ginebra de la Cumbre Mundial de la
Sociedad de la Informacin (2003) declar la necesidad de fomentar la
diversidad de regmenes de propiedad de los medios de comunicacin y la
Convencin sobre Diversidad Cultural de la UNESCO (2005) establece que los
Estados tienen la obligacin y el derecho de adoptar medidas para promover
la diversidad de los medios de comunicacin social.
Todava hay ms datos que podemos aadir en relacin con los
comunitarios.
En septiembre de 1986, Francia en la ley 86-1067 reconoce los tres
sectores a los que denomina como pblico, privado comercial y privado
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asociativo no comercial. Irlanda tambin reconoce estos tres sectores, en la
Broadcasting Act de 2001. El Reino Unido reconoce el mbito comunitario a
partir de la aprobacin de la Ley de Comunicaciones de 2003. Australia
tambin reconoce en su Radiocommunications Act de 1992 los servicios de
radiodifusin nacional (estatal), comercial y comunitaria y resalta entre los
objetivos de la ley la necesidad de promover la diversidad en los servicios de
radiodifusin.
En Argentina, la nueva Ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual
(2009) incluye tres (3) tipos de prestadores: de gestin estatal, gestin
privada con fines de lucro y gestin privada sin fines de lucro. Es decir, ubica
tres franjas en la actividad radiodifusora. Todava no dice nada de la televisin
comunitaria o no lo dice de manera directa. En cambio, en Uruguay se discute
un proyecto de Ley de Comunicacin Audiovisual que reconoce una diversidad
de tipos de propiedad de los medios de comunicacin y, en especial, de tres
sectores, definidos como comerciales, pblicos y comunitarios. Divide el
espectro radioelctrico en tres franjas, en partes iguales.
En Venezuela, la comunicacin comunitaria se ha venido desarrollando y ya
constituye una referencia necesaria. Radios, televisoras, impresos y
cybermedios son parte del paisaje y de la realidad comunicacional. Un buen
trecho se ha recorrido y hoy da el aporte del mundo comunicacional
comunitario resulta imprescindible para adelantar acciones polticas ciudadanas
que se propongan el cambio social y la transformacin del pas.
El tejido social comunitario
Esta comunicacin comunitaria tambin se le denomina alternativa,
participativa, horizontal, dialgica, popular y radical. Todas esas categoras
estn implicadas. Depende de las nociones polticas, del lugar, de la comunidad
y de las prcticas en desarrollo. La clave de su constitucin est en que es la
expresin de las luchas populares por mejores condiciones de vida, por ganar
una mayor participacin poltica y social, por superar la comunicacin que
quiere vender mercancas y que necesita de consumidores, por hacer posible
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una accin comunicacional que se exprese en la construccin de ciudadana.
Representa opciones diferentes en la comunicacin, con contenidos crticos y
emancipadores, y asume las nociones populares y ciudadanas.
En los ltimos aos la denominacin ms comn es la de medios
comunitarios y la de comunicacin comunitaria. Otras denominaciones ms
frecuentes en dcadas anteriores, como popular y alternativa, de las dcadas
de los 70 y 80, han ido quedando en desuso.
Las palabras no son neutras, ni permanecen en vano. Cuando se nombra
algo se le otorga una categora, una definicin, vinculndolo con los conceptos,
los prejuicios y los valores que nos acompaan o nos pertenecen. No es lo
mismo decir nio que menor. Nio remite a los derechos del nio, en
cambio la palabra menor tiene una connotacin o sesgo jurdico. No es lo
mismo decir comunidad que decir sociedad. Comunidad remite a lo que
se comparte y se vive en comn, de manera prxima.
Comunidad hace referencia a intereses comunes, a problemas similares, al
intercambio y a la vida y la suerte que se comparte o se convive. Sociedad, en
cambio, refiere algo ms genrico o distante. Stuart Hall (2003) se refiere a las
comunidades tnico-culturales como sinnimo de resistencia, de oposicin o
alternativa al poder hegemnico de las grandes corporaciones transnacionales;
pero tambin donde se produce una identidad como grupo. Bauman (2003)
dice que la comunidad es necesaria porque es fuente de seguridad identitaria;
es el lugar donde los individuos comparten intereses comunes, bienes
simblicos, valores y prcticas similares. Este autor distingue entre comunidad
y gueto. La comunidad integra, el gueto desintegra y no es un vivero de
sentimientos comunitarios. Para Bauman (2003: 67) el gueto es un
laboratorio de desintegracin social, de atomizacin y anomia.
En Venezuela, la experiencia muestra que la nocin de comunidad se
concreta o se materializa en una serie de vnculos y relaciones que dan lugar al
tejido social que hace posible el surgimiento de diversas formas de lucha y de
organizacin. En el barrio, la comunidad se hace manifiesta en consejos
comunales, comisiones para gestionar servicios pblicos, grupos y asociaciones
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de padres y representantes, organizaciones provivienda, grupos religiosos,
asociaciones y clubes juveniles, peridicos, radios y televisoras comunitarias,
entre otras.
Desde la experiencia cristiana, Pedro Trigo (2004: 21) relata que han
brotado en nuestros barrios lo que a nivel latinoamericano se conoce con el
nombre de Comunidades Eclesiales de Base, que entre nosotros reciben
muchos nombres o son frecuentemente una realidad sin nombre o con el
nombre genrico, pero que siento que es el que ms les cuadra, de comunidad
cristiana o simplemente `la comunidad.
Si bien esta es una experiencia especfica sirve como muestra de lo que
ocurre en el mundo comunitario. Como resultado de las relaciones que se tejen
surgen formas comunitarias u organizaciones sociales que propician la
integracin, la identidad, la lealtad, el afecto, que hace posible buscar
alternativas frente a los problemas y construir ciudadana. Aade Trigo (2004:
21-22) que en estas organizaciones de barrio participan andinos, orientales,
barloventeos y personas venidas de otros lugares, y sin dejar de ser lo que
eran, van rehaciendo su identidad en la medida en que el encuentro con los
dems se va volviendo ms decisivo por el estilo genuinamente democrtico,
procesual y libre, y por estar orientado a la vida concreta, genuina y digna.
En Maracaibo resulta til mostrar la historia del barrio Buena Vista,
parroquia Cacique Mara. Como cualquier otra comunidad tiene sus orgenes en
una invasin de los terrenos de un hato. De modo que primero se improvisaron
ranchos precarios hasta que poco a poco fue quedando. Una de sus primeras
luchas fue por construir una escuela. Con esa finalidad surgi una primera
forma de organizacin. Su meta inmediata era la escuela. Una vez alcanzado
ese logro vinieron otras reivindicaciones: las calles, la electricidad, el agua y
as sucesivamente.
En la actualidad ya es una barrio estable con servicios. Pero es digno de
resaltar que en su proceso de consolidacin fue clave que la gente se
movilizara y se organizara. Un aporte relevante en toda esa etapa de
edificacin del barrio y de construccin lo hizo el peridico El Populacho, un
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peridico comunitario que circulaba regularmente, cada mes
aproximadamente, y que permiti la gente se reconociera, se organizara y
viera los frutos de su lucha constante. El Populacho era un diecisisavo que
oscilaba entre 12 y 16 pginas. Inclua publicidad de abastos, ferreteras y
hasta una clnica situada en el barrio. Eso permita que su impresin se le
encomendara a una empresa. El resultado era producto con una calidad que
superaba la publicacin eventual e improvisada. Su constancia por cerca de
cuatro aos fructific y en el barrio surgieron organizaciones que buscaron
mejorar las condiciones de vida.
Lo interesante o curioso es que 20 aos despus la historia contina.
Aquella generacin fue relevada y en la actualidad en Buena Vista siguen las
organizaciones populares y la comunicacin comunitaria. All est la sede de
Canal Z, un canal comunitaria de televisin, habilitado por Conatel, que
cobertura para casi toda su parroquia.
Estas experiencias evidencian que cuando hay formas de organizacin
popular y de comunicacin comunitaria ocurre un proceso de comunitarizacin
o de generacin de comunidad. Lo contrario es la pasividad, la ausencia de
participacin y la incomunicacin, todo lo cual redunda en contra de la vida en
comunidad, de la puesta en comn.
En lugar de comunidad se produce fragmentacin y desintegracin social.
En lugar de vivir se sobrevive; se vive una situacin lmite de falta de
socializacin, lo cual se traduce en inseguridad, vida precaria y anomia.
Las comunitarias en el escenario
Importantes transformaciones se ha producido en el microcosmos de las
organizaciones populares en Venezuela. El contraste es necesario.
En las dcadas de los aos 70, 80 y principios de los noventa, muchas
de las iniciativas populares eran canalizadas a travs de AD y COPEI, el
bipartidismo dominante en ese entonces. Las organizaciones sociales eran
inexistentes o apndices de aquellos. Eran domesticadas por va del
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consenso o reprimidas, si fuera el caso. En ese marco, el asistencialismo o
paternalismo del Estado surge y crece; aparece como la forma natural y
lgica de esperar del Estado alguna accin benfica. El clientelismo es una
manera de disfrazar la participacin y generar una cultura de pasividad y de
dependencia. Este esquema entrena a la poblacin para la no participacin y
el ejercicio no ciudadano.
La participacin era gestionada o controlada desde arriba, desde
cualquier forma de poder. Imperaba la lgica de la racionalidad instrumental
que convierte la participacin en un instrumento para alcanzar determinados
fines.
Este es el enfoque liberal de la participacin que se reduce a la
democracia representativa. Los cambios sociales y polticos son asumidos
desde el discurso de los gobernantes. La iniciativa popular queda borrada. Un
ejemplo a la mano, en Venezuela, es el de la creacin de la Comisin
Presidencial para la Reforma del Estado (Copre), en 1984, durante el
gobierno del presidente Jaime Lusinchi. Se buscaba promover un mejor
funcionamiento del Estado pero como accin emprendida desde arriba, sin
contenido, ni participacin popular.
Desde finales de la dcada del 90, del siglo pasado, han empezado a
ocurrir una serie de cambios. Su lectura crtica y diversa de lo que ocurre es
necesaria para construir una justa interpretacin.
Una serie de cambios han ido ocurriendo. El 15 de diciembre de 1999,
se aprueba mediante referndum la Constitucin de la Repblica Bolivariana
de Venezuela. Con la Constituyente se recupera el debate sobre los
contenidos y significados de la democracia y de la participacin ciudadana.
Se propone una nueva visin que supone la creacin de un Estado con
justicia social, democracia participativa y protagnica.
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En 2002 se aprobaron la Ley de los Consejos Locales de Planificacin
Pblica1 y la Ley de los Consejos Estadales de Planificacin y Coordinacin de
Polticas Pblicas2. En 2005 se aprob la Ley Orgnica del Poder Pblico
Municipal3 que viene a sustituir la Ley Orgnica de Rgimen Municipal de
junio de 1989. Con esta ley se introduce la nocin de contralora social y se
establece que la ciudadana puede organizarse en contraloras sociales para
ejercer el monitoreo, vigilancia y crtica del gobierno local. En 2006 se
aprueba la Ley de los Consejos Comunales. All se define a estos consejos,
en su artculo 2, como instancias de participacin, articulacin e integracin
entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los
ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer
directamente la gestin de las polticas pblicas y proyectos orientados a
responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la
construccin de una sociedad de equidad y justicia social (Ley de los
Consejos Comunales, 2006)
Estos cambios sociales y polticos han generado un clima diferente,
ms propicio para la participacin. Como consecuencia de ello, en el arqueo
meditico realizado a la prensa venezolana (Villalobos y Rosilln, 2010)
aparecen un conjunto de organizaciones populares actuales, entre ellas, en
primer lugar los consejos comunales y luego las cooperativas, los comits de
usuarios de diferentes servicios pblicos, los sindicatos, las fundaciones y un
nmero amplio de organizaciones: asociacin de vecinos, asociacin civil,
frente, bloque, contralora social, alianza, junta administrativa, red, ONG,
activistas, directiva, sociedad, colegio, productores, jvenes, docentes,
estudiantes, iglesia, gandoleros y bodegueros.
Es significativa la ausencia en la prensa analizada de denominaciones
legales actuales de participacin en Venezuela como el caso de las mesas
tcnicas (de agua, de electricidad, de gas, de vivienda) y los comits de tierra.
1 Publicada en Gaceta Oficial N 37.463 del 12 de junio de 2002, Caracas
2 Publicada en Gaceta Oficial N 37.509 del 20 de agosto de 2002, Caracas
3 Publicada en Gaceta Oficial N 38.204 del 8 de junio de 2005, Caracas
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Este clima de revisin y de cambios tambin se expresa en el campo de los
medios comunitarios. Primero porque hay una mayor politizacin de la
sociedad y un mayor inters por la participacin ciudadana, en cualquier
predio, y tambin porque nuevas tendencias se han expresado en la
comunicacin.
Estas nuevas tendencias se pueden resumir en cuatro principales. 1. Se
entiende que la comunicacin audiovisual, en cualquiera de sus soportes,
resulta una actividad social de inters pblico y en la que deben preservarse
los derechos comunicacionales. 2. Se busca garantizar la administracin del
espectro radioelctrico de manera democrtica y garantizar la igualdad de
oportunidades. Eso conlleva una revisin y una redistribucin de las
frecuencias del espectro radioelctrico, para evitar la concentracin de la
propiedad de los medios. 3. Se desarrolla la idea de que los medios de
comunicacin son formadores de sujetos, de diferentes modos de comprensin
de la vida y del mundo y juegan un rol relevante en la construccin de
ciudadana, por tanto, tienen la exigencia de mostrar los distintos enfoques y
favorecer el debate pleno de las ideas. 4. Se propone generar igualdad de
oportunidades en el acceso y uso de las tecnologas de la informacin y
comunicacin, mediante acciones dirigidas a superar la brecha digital.
De todas ellas, aqu haremos nfasis en la que se refiere a la revisin del
espectro radioelctrico.
Antes se haba aceptado como natural la forma como se conformaba o se
reparta. Es decir, haba un predominio casi absoluto de medios privados y una
presencia escasa del Estado, que se conformaba con dos canales nacionales de
televisin, uno de ellos solo con presencia en la capital del pas. La resultante
de eso ha sido una elevada concentracin de la propiedad privada sobre los
medios y una concentracin de las audiencias.
Este reparto o distribucin del espectro radioelctrico se asentaba en la
nocin de que los medios estn para llevar entretenimiento pero sobretodo
para estimular el consumo, como mecanismo que permite reponer las
mercancas que la economa capitalista requiere. Los medios estn para que el
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consumismo se consuma a la gente, se la devore. La educacin y la cultura
quedan relegadas a segundo plano. Se le consideran espacios aburridos y
pesados. El cine, el video y la produccin de programas que expongan una
visin autctona y autnoma son casi inexistentes.
En la ltima dcada se ha venido produciendo una revisin del espectro
radioelctrico. Todava la presencia de los privados es mayoritaria y ejercen la
mayora, pero ahora hay una serie de medios pblicos o estatales y la novedad
es que aparecen los medios comunitarios. Ya forman parte del paisaje
comunicacional, aunque todava se les desestime.
Conatel/total de medios habilitados
Fuente: Conatel (2011)
Estado Radio TV Total
1 Amazonas 3 1 4
2 Anzotegui 16 2 18
3 Apure 9 1 10
4 Aragua 9 5 14
5 Barinas 4 0 4
6 Bolvar 14 2 16
7 Carabobo 14 1 15
8 Cojedes 1 1 2
9 Delta Amacuro
1 0 1
10 Distrito Capital
11 2 13
11 Falcn 5 1 6
12 Gurico 3 1 3
13 Lara 19 1 20
14 Mrida 21 2 23
15 Miranda 18 3 21
16 Monagas 4 0 4
17 Nueva Esparta
12 o 12
18 Portuguesa 1 1 2
19 Sucre 8 1 9
20 Tchira 12 5 17
21 Trujillo 16 0 16
22 Vargas 3 1 4
23 Yaracuy 14 2 16
24 Zulia 26 3 29
Subtotal 244 36 280
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Algunos de los canales de televisin comunitarios son: en Distrito
Capital, Catia TV y TV Caricuao; en Zulia, Quijote TV, en municipio Sucre;
Canal Z, en Maracaibo, Fundacomez, en Machiques de Perij; en Amazonas,
Ecolgica Cultural Selva; en Anzotegui, Somos Visin, en Guanipa, y TV
Puerto, en Puerto la Cruz; En Aragua, TV Limn; Arawakos, Contacto Vecinal
TV y Zamora TV; en Mrida, TV Bailadores y Survisin; en Miranda, TV Petare,
Guatopo Televisin Comunitaria, y Tele Cimarrn.
Los datos de Conatel son insuficientes. Se refieren solo a las habilitadas y
por tanto, hacen uso del espectro electromagntico cumpliendo con lo
establecido en la ley. En el artculo 7 de la Ley de Reforma Parcial de la Ley
Orgnica de Telecomunicaciones (2010) se establece que el espectro
electromagntico es un bien del dominio pblico de la Repblica Bolivariana
de Venezuela, para cuyo uso y explotacin deber contarse con la respectiva
concesin, de conformidad con la ley.
La reforma parcial de la Ley Orgnica de Telecomunicaciones (2010) amplia
esta definicin y declara como servicio e inters pblico el establecimiento o
explotacin de redes de telecomunicaciones, la prestacin de servicios de
telecomunicaciones entre ellos, radio, televisin y produccin nacional
audiovisual, para cuyo ejercicio se requerir la obtencin previa de la
correspondiente habilitacin administrativa, concesin o permiso.
El artculo 17 de esa reforma establece que las habilitaciones para el
establecimiento y explotacin de redes tendrn un carcter personalsimo, en
consecuencia, no podrn cederse o enajenarse, ni adquirir o transmitirse por
sucesin, por efecto de los contratos, de la fusin de compaas o por
prescripcin.
Un recorrido por el paisaje comunicacional venezolano revela que entre las
comunitarias la mayora no cuentan con el permiso de Conatel, bien porque no
se lo han propuesto, pero principalmente por el desdn y las trabas
burocrticas que coloca Conatel. En los hechos se permite que del espectro
electromagntico se haga un uso arbitrario.
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El estudio de Abreu, Castro, Plumacher y Reyes (2010) revela que en el
municipio Maracaibo, del estado Zulia, actan seis radios comunitarias
habilitadas por Conatel y 26 no habilitadas. Para la recoleccin de estos datos
se utiliz la observacin directa, a travs de la revisin del dial. Este resultado
arroja que en Maracaibo existen 32 emisoras comunitarias de las cuales 26, es
decir 81 %, lo hace por voluntad propia.
Si sumamos las que actan con permiso y las que lo hacen a motu proprio
podemos verificar la presencia de los medios comunitarios, con una
importancia tal que se introduce una modificacin sustancial en el espectro
radioelctrico.
Nuevas definiciones y precisiones
En Venezuela se promulg el Reglamento de Radiodifusin Sonora y
Televisin Abierta Comunitaria de Servicio Pblico (2002). All se establecen,
en su artculo 1, los requisitos, las caractersticas, las limitaciones y las
obligaciones de los servicios de radiodifusin sonora comunitaria y televisin
abierta comunitaria, as como la forma y condiciones de otorgamiento de las
habilitaciones administrativas y concesiones.
El Reglamento apareci en un escenario de politizacin del pas y de
dinamismo para las organizaciones populares, despus de la derrota al golpe
de Estado del 11 de abril de 2002. 10 aos despus, el balance que puede
hacerse de este instrumento legal revela que ha permitido la promocin de la
comunicacin comunitaria. En razn del nuevo momento poltico que comienza
desde principios de la dcada y de la oportunidad ofrecida por el Reglamento,
las comunitarias se han multiplicado.
10 aos despus la situacin se ha modificado sustancialmente, cualitativa
y cuantitativa. Algunos tpicos requieren nuevas definiciones: las habilitaciones
y concesiones, la zona de cobertura de las comunitarias, el financiamiento, la
programacin y la participacin de la comunidad.
Los cambios que ahora demanda la nueva realidad comunicacional pasan
por una modificacin de la forma como se distribuyen las concesiones que se
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otorgan del espectro radioelctrico, para ampliar el espacio para las
comunitarias.
En el artculo 4 del anteproyecto de Ley de Medios Comunitarios
Alternativos y la Comunicacin Popular (2011) que circula y que se quiere
proponer a la Asamblea Nacional, por iniciativa propia, se propone la
democratizacin de la distribucin y uso del espectro radioelctrico nacional, hasta lograr el equilibrio de su explotacin en un porcentaje igual para cada sector, es decir: 33.33% para el Estado; 33.33% para el sector Privado y 33.33% para el sector comunitario alternativo.
En cuanto al financiamiento, el anteproyecto de Ley de Medios Comunitarios incluye diversas vas. En el artculo 14 propone que los medios comunitarios podrn hacer publicidad de acuerdo a lo establecido en la Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisin; en el artculo 13 seala que cada municipio, estado, instituto autnomo, entidad ministerial, empresa de produccin social y toda expresin institucional destinar de su presupuesto anual, un porcentaje de publicidad para las comunitarias; y el artculo 12 propone crear un fondo institucional, con un presupuesto anual, para las comunitarias.
Estas propuestas superan y corrigen lo estipulado en el actual reglamento que norma la actividad de las comunitarias. En ste se autoriza, en su artculo 30, la transmisin de publicidad comercial en las comunitarias pero en ningn caso el tiempo total de publicidad podr exceder de cinco minutos en una hora.
En cuanto a la cobertura, el Reglamento en su artculo 7 limita a las comunitarias a una parroquia, condicin que ya viene siendo superada por la realidad. Con o sin el consentimiento de Conatel muchas comunitarias tienen una cobertura que abarca a varias parroquias. En este tpico falta una evaluacin de las posibilidades y necesidades de las comunitarias, y desde luego una redefinicin para extender la zona de cobertura.
Conclusiones
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Aunque no siempre se les reconoce su verdadera importancia, los medios comunitarios constituyen uno de los hechos ms relevantes en el escenario comunicacional actual venezolano.
Su presencia, estimulada por la multiplicacin de las organizaciones populares, amplia las opciones y posibilidades del ejercicio poltico y de la participacin ciudadana. As mismo, los derechos comunicacionales consagrados constitucionalmente y que favorecen el proceso de cambio social se hacen
efectivos a travs de la comunicacin comunitaria, porque favorece el acceso,
el dilogo, la denuncia y el debate pblico.
La comunicacin comunitaria favorece la inclusin social en la medida que
se puede participar, haciendo uso de la palabra, por distintas vas; informando,
opinando y proponiendo una interpretacin propia, desde la ptica de la
comunidad. Es una alternativa, un campo autnomo, a los medios privados,
pblicos o estatales.
Ya tienen una presencia es el escenario comunicacional venezolano en
radios y televisoras comunitarias, impresos y medios digitales. Ahora nuevos
retos y demandas surgen. Falta un inventario completo sobre su existencia, de
las habilitadas y de las que actan por su cuenta, de las tendencias actuales,
sobre el uso del espacio electromagntico, de la relacin con la empresa
privada y con el Estado; urgen redefiniciones sobre la cobertura de los
comunitarios, sobre el financiamiento y la participacin ciudadana. En parte,
estas respuestas suponen la creacin de una Ley sobre Medios Comunitarios,
pero desde luego no todo se agota en el campo legal. Las precisiones y
definiciones ms importantes estn situadas en las nociones polticas que
acompaen el ejercicio comunicacional comunitario.
Finalmente, en materia de investigacin en esta campo quedan abiertas
una serie de lneas, que requieren de estudios de casos, para mostrar
experiencias, avances y debilidades; que contribuyan con la formacin de los
promotores, participantes y colaboradores de los medios comunitarios,
propiciando redes para favorecer el crecimiento y fortalecimiento de los medios
comunitarios.
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Referencias
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Declaracin de Principios de Ginebra de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informacin (2003) Disponible en http://www.itu.int/wsis/index-es.html. (Consulta: 2011, febrero 27). Hall, Stuart (2003). Questao multicultural, en Hall, Stuart, Da Dispora, identidades e mediaoes culturais. Belo Horizonte, ed. UFMG/Brasilia, Unesco
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