medios comunitarios e inclusión social en venezuela orlando villalobos finol

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Medios de comunicación en Venezuela

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  • Medios comunitarios e inclusin social en Venezuela

    Orlando Villalobos Finol Centro de Investigacin de la Comunicacin y la Informacin (CICI)

    Universidad del Zulia [email protected]

    Resumen

    En la ltima dcada en Venezuela se ha hecho visible el crecimiento sostenido de los medios comunitarios, en sus diversas expresiones impresas, audiovisuales y digitales. Ya son parte del paisaje y de la realidad comunicacional. Si bien en dcadas anteriores hubo expresiones de lo que se denominaba de distintas maneras: comunicacin comunitaria, alternativa, participativa, horizontal, dialgica, popular y radical, en la actualidad todo eso ha ganado corporeidad y ha dejado de ser slo una propuesta o una posibilidad. Se le entiende y se le valora, cada vez ms, como una opcin diferente en la comunicacin, con contenidos crticos y emancipadores, que vindica o expone nociones populares y ciudadanas; se le reconoce como un espacio diferente a los medios pblicos y privados. La ponencia revisa los antecedentes de la comunicacin comunitaria y/o alternativa, hace precisiones sobre las definiciones tericas que son necesarias y que estn en desarrollo y en debate, discute sobre el uso del espectro radioelctrico y sobre las demandas de este momento que solicitan la ampliacin del marco legal, que garantice la actuacin de los medios comunitarios.

    Palabras clave: medios comunitarios, comunicacin, inclusin social, ciudadana

    Antecedentes. De la comunicacin dominadora a la democrtica

    Los medios comunitarios constituyen una gran novedad, la mejor noticia de

    los cambios en marcha.

    En los ltimos aos han adquirido notoriedad y se levantan como una

    opcin favorable para fomentar la identidad y la diversidad cultural, y para

    dotar de un sentido diferente el esfuerzo comunicacional que se ejecuta. Todo

    eso en medio de retos y tambin incoherencias y contradicciones que aqu

    intentaremos resumir.

    Cuando se revisa la experiencia acumulada se encuentran omisiones,

    errores y distorsiones que es preciso detectar, ubicar, criticar y corregir, para

    que esta comunicacin comunitaria cumpla su cometido y se libre de

    perversiones.

  • Lo que se denomina comunicacin comunitaria tiene su origen en los

    movimientos sociales y polticos de los aos 70 y 80. Desde entonces pueden

    ubicarse intentos y propuestas que buscaban alimentar y hacer posible la

    accin comunicacional y periodstica, desde la ptica popular y ciudadana. El

    trmino comunitario se emplea para sealar e identificar diferentes procesos

    comunicacionales, que se originan y justifican por la labor que cumplen las

    organizaciones populares, y por tanto, no forman parte del mbito de los

    medios comerciales privados, ni de los medios estatales o gubernamentales,

    reconociendo desde luego las interconexiones con estos campos.

    En esas dcadas citadas, el esfuerzo comunitario se concentraba en el

    medio impreso. El peridico impreso resuma una iniciativa ms estable y

    permanente, promovida en los barrios por movimientos cristianos de base, la

    Juventud Obrera Catlica (JOC) que lo haca en fbricas y empresas, y

    organizaciones populares, en su mayora de inspiracin partidista de izquierda,

    que promovan sus peridicos en barrios y empresas. El peridico impreso iba

    ms all de la hoja volante ocasional, espontnea y a veces clandestina,

    siempre para exponer quejas y demandas sociales, para reflejar la vida de la

    comunidad y para intentar una especie de pedagoga popular y difundir

    propuestas polticas. Estos peridicos eran impresos en multgrafos e incluso

    empleando la tcnica de la serigrafa (en batea o bastidor), papel bond,

    tamao dieciseisavo, en la mayora de los casos.

    Dos autores que promovieron este tipo de accin fueron Paulo Freire,

    brasileo, y Mario Kapln, argentino-uruguayo. De Kapln circul ampliamente

    El comunicador popular (1985) en el que defendi una nocin diferente de

    comunicacin. En ese texto compara la comunicacin dominadora sustentada

    en el monlogo, el poder vertical y unidireccional, monopolizada por pocos, con

    la comunicacin democrtica que propicia el dilogo, el ejercicio comunitario,

    horizontal, de doble va, participativa, que expone el sentimiento de la

    mayora. Resume que hay una nocin de comunicacin que la reduce a la

    transmisin de informacin y que es distinta de la nocin u opcin que se

    propone una sociedad construida como una comunidad democrtica.

  • Freire fue un crtico radical de la concepcin bancaria de la educacin, que

    concentra el acto de ensear en el educador y relega al educando o educado;

    el primero habla, el segundo escucha; el primero supuestamente sabe y el otro

    solo aprende; el primero es el sujeto y el segundo el objeto. Freire defendi la

    idea de la participacin como posibilidad educadora y comunicativa para la

    liberacin del ser humano. Frente al monlogo propone el dilogo, como opcin

    que hace posible el cambio y la emancipacin.

    Estos autores, que no son los nicos desde luego, merecen ser

    mencionados porque se propusieron sistematizar una propuesta que colocaba a

    la comunicacin popular en un rol principal o protagnico. Levantaron una

    opcin cuestionadora de los mtodos tradicionales y mostraron una

    comunicacin diferente, con contenidos crticos, diferentes, retadores.

    En tiempos ms recientes esa otra comunicacin se abre campo, golpe a

    golpe; verso a verso, segn el poema-cancin de Serrat.

    En Europa se le ha reconocido. En un estudio presentado el Parlamento

    Europeo (2007), titulado El Estado de los medios comunitarios en la Unin

    Europea se advierte sobre la importancia del reconocimiento legal de los

    medios comunitarios. La investigacin muestra que el reconocimiento de dicho

    status legal hace posible que las organizaciones de los medios comunitarios se

    comprometan con las reglas de las autoridades regulatorias, asociarse con

    otras organizaciones, establecer alianzas, as tambin contar con anunciantes,

    lo cual contribuye a sostenimiento y crecimiento.

    La Declaracin de Principios de Ginebra de la Cumbre Mundial de la

    Sociedad de la Informacin (2003) declar la necesidad de fomentar la

    diversidad de regmenes de propiedad de los medios de comunicacin y la

    Convencin sobre Diversidad Cultural de la UNESCO (2005) establece que los

    Estados tienen la obligacin y el derecho de adoptar medidas para promover

    la diversidad de los medios de comunicacin social.

    Todava hay ms datos que podemos aadir en relacin con los

    comunitarios.

    En septiembre de 1986, Francia en la ley 86-1067 reconoce los tres

    sectores a los que denomina como pblico, privado comercial y privado

  • asociativo no comercial. Irlanda tambin reconoce estos tres sectores, en la

    Broadcasting Act de 2001. El Reino Unido reconoce el mbito comunitario a

    partir de la aprobacin de la Ley de Comunicaciones de 2003. Australia

    tambin reconoce en su Radiocommunications Act de 1992 los servicios de

    radiodifusin nacional (estatal), comercial y comunitaria y resalta entre los

    objetivos de la ley la necesidad de promover la diversidad en los servicios de

    radiodifusin.

    En Argentina, la nueva Ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual

    (2009) incluye tres (3) tipos de prestadores: de gestin estatal, gestin

    privada con fines de lucro y gestin privada sin fines de lucro. Es decir, ubica

    tres franjas en la actividad radiodifusora. Todava no dice nada de la televisin

    comunitaria o no lo dice de manera directa. En cambio, en Uruguay se discute

    un proyecto de Ley de Comunicacin Audiovisual que reconoce una diversidad

    de tipos de propiedad de los medios de comunicacin y, en especial, de tres

    sectores, definidos como comerciales, pblicos y comunitarios. Divide el

    espectro radioelctrico en tres franjas, en partes iguales.

    En Venezuela, la comunicacin comunitaria se ha venido desarrollando y ya

    constituye una referencia necesaria. Radios, televisoras, impresos y

    cybermedios son parte del paisaje y de la realidad comunicacional. Un buen

    trecho se ha recorrido y hoy da el aporte del mundo comunicacional

    comunitario resulta imprescindible para adelantar acciones polticas ciudadanas

    que se propongan el cambio social y la transformacin del pas.

    El tejido social comunitario

    Esta comunicacin comunitaria tambin se le denomina alternativa,

    participativa, horizontal, dialgica, popular y radical. Todas esas categoras

    estn implicadas. Depende de las nociones polticas, del lugar, de la comunidad

    y de las prcticas en desarrollo. La clave de su constitucin est en que es la

    expresin de las luchas populares por mejores condiciones de vida, por ganar

    una mayor participacin poltica y social, por superar la comunicacin que

    quiere vender mercancas y que necesita de consumidores, por hacer posible

  • una accin comunicacional que se exprese en la construccin de ciudadana.

    Representa opciones diferentes en la comunicacin, con contenidos crticos y

    emancipadores, y asume las nociones populares y ciudadanas.

    En los ltimos aos la denominacin ms comn es la de medios

    comunitarios y la de comunicacin comunitaria. Otras denominaciones ms

    frecuentes en dcadas anteriores, como popular y alternativa, de las dcadas

    de los 70 y 80, han ido quedando en desuso.

    Las palabras no son neutras, ni permanecen en vano. Cuando se nombra

    algo se le otorga una categora, una definicin, vinculndolo con los conceptos,

    los prejuicios y los valores que nos acompaan o nos pertenecen. No es lo

    mismo decir nio que menor. Nio remite a los derechos del nio, en

    cambio la palabra menor tiene una connotacin o sesgo jurdico. No es lo

    mismo decir comunidad que decir sociedad. Comunidad remite a lo que

    se comparte y se vive en comn, de manera prxima.

    Comunidad hace referencia a intereses comunes, a problemas similares, al

    intercambio y a la vida y la suerte que se comparte o se convive. Sociedad, en

    cambio, refiere algo ms genrico o distante. Stuart Hall (2003) se refiere a las

    comunidades tnico-culturales como sinnimo de resistencia, de oposicin o

    alternativa al poder hegemnico de las grandes corporaciones transnacionales;

    pero tambin donde se produce una identidad como grupo. Bauman (2003)

    dice que la comunidad es necesaria porque es fuente de seguridad identitaria;

    es el lugar donde los individuos comparten intereses comunes, bienes

    simblicos, valores y prcticas similares. Este autor distingue entre comunidad

    y gueto. La comunidad integra, el gueto desintegra y no es un vivero de

    sentimientos comunitarios. Para Bauman (2003: 67) el gueto es un

    laboratorio de desintegracin social, de atomizacin y anomia.

    En Venezuela, la experiencia muestra que la nocin de comunidad se

    concreta o se materializa en una serie de vnculos y relaciones que dan lugar al

    tejido social que hace posible el surgimiento de diversas formas de lucha y de

    organizacin. En el barrio, la comunidad se hace manifiesta en consejos

    comunales, comisiones para gestionar servicios pblicos, grupos y asociaciones

  • de padres y representantes, organizaciones provivienda, grupos religiosos,

    asociaciones y clubes juveniles, peridicos, radios y televisoras comunitarias,

    entre otras.

    Desde la experiencia cristiana, Pedro Trigo (2004: 21) relata que han

    brotado en nuestros barrios lo que a nivel latinoamericano se conoce con el

    nombre de Comunidades Eclesiales de Base, que entre nosotros reciben

    muchos nombres o son frecuentemente una realidad sin nombre o con el

    nombre genrico, pero que siento que es el que ms les cuadra, de comunidad

    cristiana o simplemente `la comunidad.

    Si bien esta es una experiencia especfica sirve como muestra de lo que

    ocurre en el mundo comunitario. Como resultado de las relaciones que se tejen

    surgen formas comunitarias u organizaciones sociales que propician la

    integracin, la identidad, la lealtad, el afecto, que hace posible buscar

    alternativas frente a los problemas y construir ciudadana. Aade Trigo (2004:

    21-22) que en estas organizaciones de barrio participan andinos, orientales,

    barloventeos y personas venidas de otros lugares, y sin dejar de ser lo que

    eran, van rehaciendo su identidad en la medida en que el encuentro con los

    dems se va volviendo ms decisivo por el estilo genuinamente democrtico,

    procesual y libre, y por estar orientado a la vida concreta, genuina y digna.

    En Maracaibo resulta til mostrar la historia del barrio Buena Vista,

    parroquia Cacique Mara. Como cualquier otra comunidad tiene sus orgenes en

    una invasin de los terrenos de un hato. De modo que primero se improvisaron

    ranchos precarios hasta que poco a poco fue quedando. Una de sus primeras

    luchas fue por construir una escuela. Con esa finalidad surgi una primera

    forma de organizacin. Su meta inmediata era la escuela. Una vez alcanzado

    ese logro vinieron otras reivindicaciones: las calles, la electricidad, el agua y

    as sucesivamente.

    En la actualidad ya es una barrio estable con servicios. Pero es digno de

    resaltar que en su proceso de consolidacin fue clave que la gente se

    movilizara y se organizara. Un aporte relevante en toda esa etapa de

    edificacin del barrio y de construccin lo hizo el peridico El Populacho, un

  • peridico comunitario que circulaba regularmente, cada mes

    aproximadamente, y que permiti la gente se reconociera, se organizara y

    viera los frutos de su lucha constante. El Populacho era un diecisisavo que

    oscilaba entre 12 y 16 pginas. Inclua publicidad de abastos, ferreteras y

    hasta una clnica situada en el barrio. Eso permita que su impresin se le

    encomendara a una empresa. El resultado era producto con una calidad que

    superaba la publicacin eventual e improvisada. Su constancia por cerca de

    cuatro aos fructific y en el barrio surgieron organizaciones que buscaron

    mejorar las condiciones de vida.

    Lo interesante o curioso es que 20 aos despus la historia contina.

    Aquella generacin fue relevada y en la actualidad en Buena Vista siguen las

    organizaciones populares y la comunicacin comunitaria. All est la sede de

    Canal Z, un canal comunitaria de televisin, habilitado por Conatel, que

    cobertura para casi toda su parroquia.

    Estas experiencias evidencian que cuando hay formas de organizacin

    popular y de comunicacin comunitaria ocurre un proceso de comunitarizacin

    o de generacin de comunidad. Lo contrario es la pasividad, la ausencia de

    participacin y la incomunicacin, todo lo cual redunda en contra de la vida en

    comunidad, de la puesta en comn.

    En lugar de comunidad se produce fragmentacin y desintegracin social.

    En lugar de vivir se sobrevive; se vive una situacin lmite de falta de

    socializacin, lo cual se traduce en inseguridad, vida precaria y anomia.

    Las comunitarias en el escenario

    Importantes transformaciones se ha producido en el microcosmos de las

    organizaciones populares en Venezuela. El contraste es necesario.

    En las dcadas de los aos 70, 80 y principios de los noventa, muchas

    de las iniciativas populares eran canalizadas a travs de AD y COPEI, el

    bipartidismo dominante en ese entonces. Las organizaciones sociales eran

    inexistentes o apndices de aquellos. Eran domesticadas por va del

  • consenso o reprimidas, si fuera el caso. En ese marco, el asistencialismo o

    paternalismo del Estado surge y crece; aparece como la forma natural y

    lgica de esperar del Estado alguna accin benfica. El clientelismo es una

    manera de disfrazar la participacin y generar una cultura de pasividad y de

    dependencia. Este esquema entrena a la poblacin para la no participacin y

    el ejercicio no ciudadano.

    La participacin era gestionada o controlada desde arriba, desde

    cualquier forma de poder. Imperaba la lgica de la racionalidad instrumental

    que convierte la participacin en un instrumento para alcanzar determinados

    fines.

    Este es el enfoque liberal de la participacin que se reduce a la

    democracia representativa. Los cambios sociales y polticos son asumidos

    desde el discurso de los gobernantes. La iniciativa popular queda borrada. Un

    ejemplo a la mano, en Venezuela, es el de la creacin de la Comisin

    Presidencial para la Reforma del Estado (Copre), en 1984, durante el

    gobierno del presidente Jaime Lusinchi. Se buscaba promover un mejor

    funcionamiento del Estado pero como accin emprendida desde arriba, sin

    contenido, ni participacin popular.

    Desde finales de la dcada del 90, del siglo pasado, han empezado a

    ocurrir una serie de cambios. Su lectura crtica y diversa de lo que ocurre es

    necesaria para construir una justa interpretacin.

    Una serie de cambios han ido ocurriendo. El 15 de diciembre de 1999,

    se aprueba mediante referndum la Constitucin de la Repblica Bolivariana

    de Venezuela. Con la Constituyente se recupera el debate sobre los

    contenidos y significados de la democracia y de la participacin ciudadana.

    Se propone una nueva visin que supone la creacin de un Estado con

    justicia social, democracia participativa y protagnica.

  • En 2002 se aprobaron la Ley de los Consejos Locales de Planificacin

    Pblica1 y la Ley de los Consejos Estadales de Planificacin y Coordinacin de

    Polticas Pblicas2. En 2005 se aprob la Ley Orgnica del Poder Pblico

    Municipal3 que viene a sustituir la Ley Orgnica de Rgimen Municipal de

    junio de 1989. Con esta ley se introduce la nocin de contralora social y se

    establece que la ciudadana puede organizarse en contraloras sociales para

    ejercer el monitoreo, vigilancia y crtica del gobierno local. En 2006 se

    aprueba la Ley de los Consejos Comunales. All se define a estos consejos,

    en su artculo 2, como instancias de participacin, articulacin e integracin

    entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los

    ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer

    directamente la gestin de las polticas pblicas y proyectos orientados a

    responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la

    construccin de una sociedad de equidad y justicia social (Ley de los

    Consejos Comunales, 2006)

    Estos cambios sociales y polticos han generado un clima diferente,

    ms propicio para la participacin. Como consecuencia de ello, en el arqueo

    meditico realizado a la prensa venezolana (Villalobos y Rosilln, 2010)

    aparecen un conjunto de organizaciones populares actuales, entre ellas, en

    primer lugar los consejos comunales y luego las cooperativas, los comits de

    usuarios de diferentes servicios pblicos, los sindicatos, las fundaciones y un

    nmero amplio de organizaciones: asociacin de vecinos, asociacin civil,

    frente, bloque, contralora social, alianza, junta administrativa, red, ONG,

    activistas, directiva, sociedad, colegio, productores, jvenes, docentes,

    estudiantes, iglesia, gandoleros y bodegueros.

    Es significativa la ausencia en la prensa analizada de denominaciones

    legales actuales de participacin en Venezuela como el caso de las mesas

    tcnicas (de agua, de electricidad, de gas, de vivienda) y los comits de tierra.

    1 Publicada en Gaceta Oficial N 37.463 del 12 de junio de 2002, Caracas

    2 Publicada en Gaceta Oficial N 37.509 del 20 de agosto de 2002, Caracas

    3 Publicada en Gaceta Oficial N 38.204 del 8 de junio de 2005, Caracas

  • Este clima de revisin y de cambios tambin se expresa en el campo de los

    medios comunitarios. Primero porque hay una mayor politizacin de la

    sociedad y un mayor inters por la participacin ciudadana, en cualquier

    predio, y tambin porque nuevas tendencias se han expresado en la

    comunicacin.

    Estas nuevas tendencias se pueden resumir en cuatro principales. 1. Se

    entiende que la comunicacin audiovisual, en cualquiera de sus soportes,

    resulta una actividad social de inters pblico y en la que deben preservarse

    los derechos comunicacionales. 2. Se busca garantizar la administracin del

    espectro radioelctrico de manera democrtica y garantizar la igualdad de

    oportunidades. Eso conlleva una revisin y una redistribucin de las

    frecuencias del espectro radioelctrico, para evitar la concentracin de la

    propiedad de los medios. 3. Se desarrolla la idea de que los medios de

    comunicacin son formadores de sujetos, de diferentes modos de comprensin

    de la vida y del mundo y juegan un rol relevante en la construccin de

    ciudadana, por tanto, tienen la exigencia de mostrar los distintos enfoques y

    favorecer el debate pleno de las ideas. 4. Se propone generar igualdad de

    oportunidades en el acceso y uso de las tecnologas de la informacin y

    comunicacin, mediante acciones dirigidas a superar la brecha digital.

    De todas ellas, aqu haremos nfasis en la que se refiere a la revisin del

    espectro radioelctrico.

    Antes se haba aceptado como natural la forma como se conformaba o se

    reparta. Es decir, haba un predominio casi absoluto de medios privados y una

    presencia escasa del Estado, que se conformaba con dos canales nacionales de

    televisin, uno de ellos solo con presencia en la capital del pas. La resultante

    de eso ha sido una elevada concentracin de la propiedad privada sobre los

    medios y una concentracin de las audiencias.

    Este reparto o distribucin del espectro radioelctrico se asentaba en la

    nocin de que los medios estn para llevar entretenimiento pero sobretodo

    para estimular el consumo, como mecanismo que permite reponer las

    mercancas que la economa capitalista requiere. Los medios estn para que el

  • consumismo se consuma a la gente, se la devore. La educacin y la cultura

    quedan relegadas a segundo plano. Se le consideran espacios aburridos y

    pesados. El cine, el video y la produccin de programas que expongan una

    visin autctona y autnoma son casi inexistentes.

    En la ltima dcada se ha venido produciendo una revisin del espectro

    radioelctrico. Todava la presencia de los privados es mayoritaria y ejercen la

    mayora, pero ahora hay una serie de medios pblicos o estatales y la novedad

    es que aparecen los medios comunitarios. Ya forman parte del paisaje

    comunicacional, aunque todava se les desestime.

    Conatel/total de medios habilitados

    Fuente: Conatel (2011)

    Estado Radio TV Total

    1 Amazonas 3 1 4

    2 Anzotegui 16 2 18

    3 Apure 9 1 10

    4 Aragua 9 5 14

    5 Barinas 4 0 4

    6 Bolvar 14 2 16

    7 Carabobo 14 1 15

    8 Cojedes 1 1 2

    9 Delta Amacuro

    1 0 1

    10 Distrito Capital

    11 2 13

    11 Falcn 5 1 6

    12 Gurico 3 1 3

    13 Lara 19 1 20

    14 Mrida 21 2 23

    15 Miranda 18 3 21

    16 Monagas 4 0 4

    17 Nueva Esparta

    12 o 12

    18 Portuguesa 1 1 2

    19 Sucre 8 1 9

    20 Tchira 12 5 17

    21 Trujillo 16 0 16

    22 Vargas 3 1 4

    23 Yaracuy 14 2 16

    24 Zulia 26 3 29

    Subtotal 244 36 280

  • Algunos de los canales de televisin comunitarios son: en Distrito

    Capital, Catia TV y TV Caricuao; en Zulia, Quijote TV, en municipio Sucre;

    Canal Z, en Maracaibo, Fundacomez, en Machiques de Perij; en Amazonas,

    Ecolgica Cultural Selva; en Anzotegui, Somos Visin, en Guanipa, y TV

    Puerto, en Puerto la Cruz; En Aragua, TV Limn; Arawakos, Contacto Vecinal

    TV y Zamora TV; en Mrida, TV Bailadores y Survisin; en Miranda, TV Petare,

    Guatopo Televisin Comunitaria, y Tele Cimarrn.

    Los datos de Conatel son insuficientes. Se refieren solo a las habilitadas y

    por tanto, hacen uso del espectro electromagntico cumpliendo con lo

    establecido en la ley. En el artculo 7 de la Ley de Reforma Parcial de la Ley

    Orgnica de Telecomunicaciones (2010) se establece que el espectro

    electromagntico es un bien del dominio pblico de la Repblica Bolivariana

    de Venezuela, para cuyo uso y explotacin deber contarse con la respectiva

    concesin, de conformidad con la ley.

    La reforma parcial de la Ley Orgnica de Telecomunicaciones (2010) amplia

    esta definicin y declara como servicio e inters pblico el establecimiento o

    explotacin de redes de telecomunicaciones, la prestacin de servicios de

    telecomunicaciones entre ellos, radio, televisin y produccin nacional

    audiovisual, para cuyo ejercicio se requerir la obtencin previa de la

    correspondiente habilitacin administrativa, concesin o permiso.

    El artculo 17 de esa reforma establece que las habilitaciones para el

    establecimiento y explotacin de redes tendrn un carcter personalsimo, en

    consecuencia, no podrn cederse o enajenarse, ni adquirir o transmitirse por

    sucesin, por efecto de los contratos, de la fusin de compaas o por

    prescripcin.

    Un recorrido por el paisaje comunicacional venezolano revela que entre las

    comunitarias la mayora no cuentan con el permiso de Conatel, bien porque no

    se lo han propuesto, pero principalmente por el desdn y las trabas

    burocrticas que coloca Conatel. En los hechos se permite que del espectro

    electromagntico se haga un uso arbitrario.

  • El estudio de Abreu, Castro, Plumacher y Reyes (2010) revela que en el

    municipio Maracaibo, del estado Zulia, actan seis radios comunitarias

    habilitadas por Conatel y 26 no habilitadas. Para la recoleccin de estos datos

    se utiliz la observacin directa, a travs de la revisin del dial. Este resultado

    arroja que en Maracaibo existen 32 emisoras comunitarias de las cuales 26, es

    decir 81 %, lo hace por voluntad propia.

    Si sumamos las que actan con permiso y las que lo hacen a motu proprio

    podemos verificar la presencia de los medios comunitarios, con una

    importancia tal que se introduce una modificacin sustancial en el espectro

    radioelctrico.

    Nuevas definiciones y precisiones

    En Venezuela se promulg el Reglamento de Radiodifusin Sonora y

    Televisin Abierta Comunitaria de Servicio Pblico (2002). All se establecen,

    en su artculo 1, los requisitos, las caractersticas, las limitaciones y las

    obligaciones de los servicios de radiodifusin sonora comunitaria y televisin

    abierta comunitaria, as como la forma y condiciones de otorgamiento de las

    habilitaciones administrativas y concesiones.

    El Reglamento apareci en un escenario de politizacin del pas y de

    dinamismo para las organizaciones populares, despus de la derrota al golpe

    de Estado del 11 de abril de 2002. 10 aos despus, el balance que puede

    hacerse de este instrumento legal revela que ha permitido la promocin de la

    comunicacin comunitaria. En razn del nuevo momento poltico que comienza

    desde principios de la dcada y de la oportunidad ofrecida por el Reglamento,

    las comunitarias se han multiplicado.

    10 aos despus la situacin se ha modificado sustancialmente, cualitativa

    y cuantitativa. Algunos tpicos requieren nuevas definiciones: las habilitaciones

    y concesiones, la zona de cobertura de las comunitarias, el financiamiento, la

    programacin y la participacin de la comunidad.

    Los cambios que ahora demanda la nueva realidad comunicacional pasan

    por una modificacin de la forma como se distribuyen las concesiones que se

  • otorgan del espectro radioelctrico, para ampliar el espacio para las

    comunitarias.

    En el artculo 4 del anteproyecto de Ley de Medios Comunitarios

    Alternativos y la Comunicacin Popular (2011) que circula y que se quiere

    proponer a la Asamblea Nacional, por iniciativa propia, se propone la

    democratizacin de la distribucin y uso del espectro radioelctrico nacional, hasta lograr el equilibrio de su explotacin en un porcentaje igual para cada sector, es decir: 33.33% para el Estado; 33.33% para el sector Privado y 33.33% para el sector comunitario alternativo.

    En cuanto al financiamiento, el anteproyecto de Ley de Medios Comunitarios incluye diversas vas. En el artculo 14 propone que los medios comunitarios podrn hacer publicidad de acuerdo a lo establecido en la Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisin; en el artculo 13 seala que cada municipio, estado, instituto autnomo, entidad ministerial, empresa de produccin social y toda expresin institucional destinar de su presupuesto anual, un porcentaje de publicidad para las comunitarias; y el artculo 12 propone crear un fondo institucional, con un presupuesto anual, para las comunitarias.

    Estas propuestas superan y corrigen lo estipulado en el actual reglamento que norma la actividad de las comunitarias. En ste se autoriza, en su artculo 30, la transmisin de publicidad comercial en las comunitarias pero en ningn caso el tiempo total de publicidad podr exceder de cinco minutos en una hora.

    En cuanto a la cobertura, el Reglamento en su artculo 7 limita a las comunitarias a una parroquia, condicin que ya viene siendo superada por la realidad. Con o sin el consentimiento de Conatel muchas comunitarias tienen una cobertura que abarca a varias parroquias. En este tpico falta una evaluacin de las posibilidades y necesidades de las comunitarias, y desde luego una redefinicin para extender la zona de cobertura.

    Conclusiones

  • Aunque no siempre se les reconoce su verdadera importancia, los medios comunitarios constituyen uno de los hechos ms relevantes en el escenario comunicacional actual venezolano.

    Su presencia, estimulada por la multiplicacin de las organizaciones populares, amplia las opciones y posibilidades del ejercicio poltico y de la participacin ciudadana. As mismo, los derechos comunicacionales consagrados constitucionalmente y que favorecen el proceso de cambio social se hacen

    efectivos a travs de la comunicacin comunitaria, porque favorece el acceso,

    el dilogo, la denuncia y el debate pblico.

    La comunicacin comunitaria favorece la inclusin social en la medida que

    se puede participar, haciendo uso de la palabra, por distintas vas; informando,

    opinando y proponiendo una interpretacin propia, desde la ptica de la

    comunidad. Es una alternativa, un campo autnomo, a los medios privados,

    pblicos o estatales.

    Ya tienen una presencia es el escenario comunicacional venezolano en

    radios y televisoras comunitarias, impresos y medios digitales. Ahora nuevos

    retos y demandas surgen. Falta un inventario completo sobre su existencia, de

    las habilitadas y de las que actan por su cuenta, de las tendencias actuales,

    sobre el uso del espacio electromagntico, de la relacin con la empresa

    privada y con el Estado; urgen redefiniciones sobre la cobertura de los

    comunitarios, sobre el financiamiento y la participacin ciudadana. En parte,

    estas respuestas suponen la creacin de una Ley sobre Medios Comunitarios,

    pero desde luego no todo se agota en el campo legal. Las precisiones y

    definiciones ms importantes estn situadas en las nociones polticas que

    acompaen el ejercicio comunicacional comunitario.

    Finalmente, en materia de investigacin en esta campo quedan abiertas

    una serie de lneas, que requieren de estudios de casos, para mostrar

    experiencias, avances y debilidades; que contribuyan con la formacin de los

    promotores, participantes y colaboradores de los medios comunitarios,

    propiciando redes para favorecer el crecimiento y fortalecimiento de los medios

    comunitarios.

  • Referencias

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