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Prevencion de riesgos

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  • HACIA UNA CULTURA DE PREVENCINEN DESASTRES... DESDE LA EDUCACIN

    Memoria del Seminario-Taller Internacional sobre Prevencin y Atencin de Desastres en la Educacin

    Lima, Per - Noviembre 2003

  • HACIA UNA CULTURA DE PREVENCINEN DESASTRES... DESDE LA EDUCACIN

    Memoria del Seminario-Taller Internacional sobre Prevencin y Atencin de Desastres en la Educacin

    Lima, Per - Noviembre 2003

  • 2004, ITDG

    Jorge Chvez 275, Miraflores, Lima, Per. Casilla postal 18-0620Telfonos: 447-5127, 446-7324. Fax: 446-6621E - mail: [email protected]

    Editores: Martha Giraldo, Alejandra VisscherCoordinacin: Alejandra Visscher, Doris MejaCuidado de edicin: Giannina SolariDiseo y produccin grfica: InfrontSupervisin grfica: Leonardo BonillaImpreso en el Per por Punto Impreso

    Hacia una cultura de prevencin en desastres... desde la educacin / Intermediate Technology Development Group. Lima: ITDG LA, 2004.

    104 p.

    PREVENCION DE DESASTRES / GESTION DE LOS RIESGOS / DEFENSA CIVIL / CONFERENCIAS / ADMINISTRACION DE DESASTRES / ASPECTOS EDUCATIVOS

  • 5P R E S E N T A C I N

    Entre el 3 y 5 de noviembre de 2003 tuvo lugar en Lima el Seminario Taller Internacional Prevenciny Atencin de Desastres en la Educacin, cuya ceremonia de clausura fue presidida por el Ministro deEducacin, profesor Carlos Malpica Faustor.

    El objetivo principal de este Seminario Taller fue plantear de manera integrada y conjunta entre el Ministe-rio de Educacin (MINEDU), el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y la Asamblea Nacional deRectores (ANR), propuestas educativas y de capacitacin docente sobre prevencin y atencin de desas-tres a fin de fortalecer una cultura de prevencin de desastres y fomentar la apropiacin social de losconocimientos de acuerdo con las estrategias establecidas en el Plan Nacional de Prevencin yAtencinde Desastres.

    Otro objetivo fue el de formular propuestas de contenidos curriculares referidos a la Prevencin yAtencin de Desastres para la Educacin Bsica (Inicial, Primaria, Secundaria, Adultos) y Superior(Tecnolgica y Universitaria).

    Asimismo, definir lineamientos de futuras alianzas estratgicas para fortalecer el proceso de ensean-za y aprendizaje sobre prevencin y atencin de desastres en la Educacin Bsica y Superior; y pro-mover acciones que conduzcan a la articulacin efectiva del Sistema Nacional de Defensa Civil SINADECI, en los aspectos de Educacin y Capacitacin a la poblacin en general.

    El evento, cuyos contenidos forman parte de la presente publicacin, tuvo dos partes:

    El seminario: en el que diversos expositores nacionales e internacionales presentaron sus ponenciassobre enfoques de desarrollo y experiencias en Per y Amrica Latina, entre ellos los representantesde ITDG, OFDA-AID, Save The Children Honduras, la Universidad Nacional Agraria La Molina delPer, Defensa Civil de Ecuador, el Centro Regional de Informacin sobre Desastres, el Ministerio deEducacin de Cuba, la Direccin de Emergencia, Auxilio y Reconstruccin de Bolivia, la ComisinNacional de Prevencin de Riesgos y Atencin de Desastres de Costa Rica, la Organizacin Nacionalde Proteccin Civil y Administracin de Desastres de Venezuela.

    Los talleres: en donde equipos multidisciplinarios de profesionales y especialistas en diseo curricularanalizaron y enriquecieron la propuesta Aprendiendo a prevenir a fin de ser considerada en el actualproceso de reajuste y revisin de los programas curriculares vigentes del Ministerio de Educacin yque fue originalmente elaborada por la Direccin Nacional de Educacin y Capacitacin del INDECI.Dicha propuesta que est dirigida a enriquecer los contenidos curriculares de la Educacin Bsica yFormacin Magisterial en prevencin y atencin de desastres de origen natural y/o tecnolgico, tieneun contenido transversal e incluye lo relativo al desarrollo de capacidades, contenidos de aprendizaje,valores y actitudes.

    El Instituto Nacional de Defensa Civil del Per e ITDG al presentar esta publicacin destinada a lasautoridades, instituciones y educadores, buscan contribuir con la creacin de una Cultura de Preven-cin en el Per mediante la incorporacin de conocimientos indispensables para la prevencin y aten-cin de desastres en el sistema educativo nacional.

    Contralmirante (r) Juan Luis Podest LlosaJefe Instituto Nacional de Defensa CivilINDECI

    Hernn Alfonso Carrasco ValenciaDirector Intermediate Technology Development GroupITDG - Oficina Regional para Amrica Latina

  • 6C O N T E N I D O

    I. ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    1. Riesgos y enfoque de derechos de la niez Pedro Ferradas (ITDG LA)...............................pg.9

    2. Los ministerios de Educacin: instituciones base en la educacin para la gestin de riesgosLic. Manuel Ramrez (Sector Educacin USAID-OFDALAC).......................................... ....pg.26

    3. Los valores de la cultura de prevencin en la capacitacin y formacin docenteDr. Walter Pealosa (MINEDU)................................................................................. ......pg.29

    4. La importancia de la informacin para la educacin en la prevencin de desastresLic. Ileana Snchez (Centro Regional de Informacin sobre Desastres en Costa Rica)...............pg.32

    5. Cmo aprovechar la educacin no formal en la prevencin y preparacin ante los desastres?Ana Urgoiti (consultora independiente experta en estrategias de aprendizaje).......................pg.37

    II. DESASTRES Y EDUCACIN EN EL PER

    6. La cultura de prevencin en la educacin peruana - Profesor Ernesto Raez (MINEDU)...........pg.41

    7. Fortalecimiento de la cultura de prevencin a travs de la educacinCap. de Fragata (r) Carlos Barandiarn (INDECI)......................................................................pg.46

    8. Propuestas educativas en Defensa Civil - Mag. Martha Giraldo (INDECI)...............................pg.48

    9. Prevencin y atencin de desastres en la educacin superior - Dr. Abel Meja (UNALM).........pg.51

    III. EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS

    10. El rol de la educacin en la prevencin y atencin de desastresDra. Robyn Braveman (Save the Children - Honduras).............................................................pg.57

    11. La educacin ambiental en la prevencin y atencin de desastresDr. Orestes Valdz (Ministerio de Educacin de Cuba)..............................................................pg.62

    12. Experiencias en la implementacin del Plan Nacional de Educacin para la Reduccin del RiesgoDr. Gerardo Monge (Comisin Nacional de Prevencin de Riesgos y Atencin de Desastresde Costa Rica)................................................................................................................pg.71

    13. La autoproteccin ciudadana en la reforma curricular de la educacin bsicaGral. de Brigada Jos Grijalva (Defensa Civil Ecuador)........................................................pg.84

    14. Organizacin nacional de proteccin civil y administracin de desastres - Lic. Jos Gregorio Valera(Organizacin Nacional de Proteccin Civil yAdministracin de Desastres de Venezuela)..........pg.86

    15. Experiencias de prevencin y atencin de desastres en la educacin bsica y superiorCoronel GonzaloGuereca (Director de Emergencia,Auxilio y Reconstruccin deBolivia)............pg.89

    IV. ANEXO

    Aprendiendo a prevenir. Propuesta educativa preparada por el INDECI y reformulada durante elSeminario-Taller...................................................................................................................pg.93

  • I. ENFOQUES QUE SE DEBE CONSIDERAR

  • 8ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

  • 9ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    RIESGOS Y ENFOQUE DE DERECHOS DE LA NIEZ

    Pedro Ferradas ManucciGerente del Programa de Prevencin de Desastres y Gobernabilidad LocalIntermediate Technology Development GroupITDG- Oficina Regional para Amrica [email protected]

    1. Introduccin

    La visin sobre los desastres ha ido evolucionando con el tiempo. Originalmente, fueron percibidoscomo eventos mgico-religiosos o producto del castigo divino. En la medida de que se alcanz unamayor comprensin de los fenmenos de la naturaleza, aunque no se desecharon totalmente lasvisiones anteriores, se tendi a identificar equivocadamente dichos desastres con tales fenmenos yse les asoci con las emergencias, dado su carcter sbito.

    La primera Guerra Mundial pone en relieve las emergencias generadas por la intervencin humana yla necesidad de responder a ello por razones humanitarias. En las dcadas siguientes, se fuetrasladando la perspectiva humanitaria al campo de los desastres; pues, se trataba de eventos querequeran de repuestas urgentes centradas en la salud pblica y la ayuda externa, tanto de los Estadoscomo de las instituciones humanitarias.

    En el caso del Per Republicano, y particularmente en los dos ltimos siglos, los desastres fueronasociados con la produccin, la economa y la seguridad nacional en la medida de que afectaban lasgrandes inversiones privadas y tenan impacto en un extenso territorio. Es el caso del fenmeno El Niocon relacin a la produccin de guano en el siglo XIX, a los efectos que tuvo en las bolsas de valores, lasnoticias sobre la afectacin de las grandes haciendas azucareras en 1925 o a la crisis en la pesca deanchoveta en 1972. El terremoto de 1970 enAncash, que por su terrible letalidad y destruccin evidenciala incapacidad del Estado para responder a tal desastre, motiva la creacin progresiva del Sistema deDefensa Civil liderado por las FuerzasArmadas.

    El reconocimiento de los riesgos como resultante de la interaccin entre la amenaza de ocurrencia defenmenos potencialmente destructivos y las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentra lapoblacin, sus bienes o el medio ambiente, se ha producido hace menos de un cuarto de siglo y secorresponde con una visin ms integral y crtica de la realidad, tanto respecto a la relacin entre lanaturaleza y la sociedad (evidenciada en el deterioro de las cuencas), a la diferenciacin socialexistente y a la falta de prevencin frente a desastres que afectan a las poblaciones del interior delpas o a las ms humildes. Coincidentemente con ello, las instituciones humanitarias empiezan apercibir la insuficiencia de la respuesta a las emergencias y la necesidad de la preparacin (y, engeneral, de la prevencin) de las comunidades, municipios y regiones. Tambin, los organismosinternacionales promueven eventos en los que se advierte la relacin entre los desastres y el desarrollo,y la importancia de la prevencin. Por esta razn, la dcada de los 90 fue considerada por NacionesUnidas como el Decenio Internacional para la reduccin de desastres.

    2. Desastres y emergencias: consensos y problemas para su interpretacin

    Los cambios en la percepcin de los desastres han dado lugar a dos maneras de interpretarlos yvalorarlos. Estas perspectivas se oponen en algunos casos y coexisten en otros. Una se centra en lanecesidad de responder a las emergencias y la otra, en la necesidad de reducir los riesgos. Ambasson comparadas en el siguiente cuadro:

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    A pesar de las diferencias, las dos, ms que opuestas, son complementarias. Con el tiempo hantendido a fusionarse tanto, que hoy podramos definir los desastres como: una crisis generada en elproceso de desarrollo, debido al fuerte incremento de las condiciones de riesgo y al dao causadopor un fenmeno destructivo; crisis que se manifiesta en la alteracin o interrupcin de actividadesy servicios, al extremo de poner en grave riesgo la vida de la poblacin.(1 )

    Los riesgos estn definidos como la posibilidad de que se produzcan determinados daos y puedenser analizados en tanto problemas de sostenibilidad del desarrollo, asociados a la pobreza, elmedio ambiente, las opciones y recursos productivos, o en tanto problemas de sustentabilidad deldesarrollo (capacidad de organizacin y gestin). Estas definiciones se sostienen en consensoscomo los siguientes:

    - El monto de prdidas causadas por desastres son mayores en los pases desarrollados, pero elporcentaje de prdidas respecto al Producto Bruto Interno (PBI) es mucho mayor en los pases endesarrollo.

    - El mayor porcentaje de las muertes por desastres (95%) se producen en el Tercer Mundo.

    - La mayor pobreza deviene, generalmente, en mayor vulnerabilidad y sta se incrementa a causade los desastres.

    - La prevencin de desastres es menos costosa que la reconstruccin.

    - La importancia de la prevencin y preparacin en las comunidades y municipios.

    Sin embargo, existen divergencias sobre:

    La delimitacin del concepto de desastresGeneralmente, existe consenso cuando se trata de desastres de gran magnitud; pero, no ocurre lomismo en el caso de desastres locales; de lenta maduracin o de impacto menor. En estos casos,los desastres suelen ser tales para las comunidades afectadas; pero, pueden ser ignorados por lasautoridades y la sociedad o ser reconocidos tardamente, como sucede en los casos de sequa ohambruna.

    No ha sido posible delimitar los impactos mnimos de un desastre pues no slo dependen de losfenmenos destructivos, sino de la capacidad de las personas para resistir y recuperarse de stos.Algunos estudios nos sugieren que la acumulacin de daos y riesgos causados por los desastreslocales puede ser mayor que la de los grandes desastres.

    CENTRADASOBRELAEMERGENCIA

    Consecuencias inmediatas del desastre

    Causas: el impacto del fenmeno natural.

    Atencin de necesidades urgentes parasalvar vidas y mitigar daos.

    Insuficiente capacidad para atender lasnecesidades bsicas de la poblacinhace necesaria la intervencin externa.

    Terminada la emergencia atenderemosproblemas de reconstruccin y de desa-rrollo.

    CENTRADASOBREELRIESGO

    Causas y consecuencias de los desastres.

    Condiciones generadas en el proceso dedesarrollo influyen en la amenaza y la vul-nerabilidad.

    Preocupacin por impacto inmediato y me-diato, directo e indirecto.

    Necesidad de fortalecer las capacidadeslocales para reducir los riesgos y para salirde las condiciones de emergencia.

    Lo que se haga en la emergencia influye enla reconstruccin y el desarrollo.

    1 Desde nuestro punto de vista, es necesario relevar la prioridad de proteger la vida y los medios de vida por encima de otrasnecesidades o intereses. De hecho, existen instituciones y empresas para las cuales la proteccin de recursos, bienes einfraestructura corresponde con sus prioridades institucionales.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    La valoracin y comparacin entre los daos causados por los desastresLos daos pueden estar directamente referidos a las personas, en tanto afecten la vida; salud; vivienda;el abastecimiento de agua, electricidad, alimentos, etc. Pueden tener relevancia directa en la infraestruc-tura pblica demayor valor estratgico, cuando causan la destruccin de puentes, caminos, escuelas opostas mdicas; ya que afectan a las poblaciones, porque no pueden hacer uso de los servicios detransporte, salud, u otros. Pueden afectar la produccin agrcola y pecuaria u otras fuentes de ingreso delas que dependen exclusivamente los ms pobres. Tienen efectos indirectos en las poblaciones, si esque afectan la economa de un pas o si las prdidas causadas inciden sobre las condiciones de pobrezade las familias en el mediano y largo plazo. Tienen un efecto psicolgico en las personas y producencambios en las relaciones entre ellas y en las distintas formas de organizacin e institucionalidad de lasociedad. Pueden, por ejemplo, afectar de manera diferente a las mujeres que a los hombres, o a losnios que a los adultos.

    La delimitacin de las emergenciasDepende de percepciones, intereses y expectativas dismiles al calificar la gravedad de la situacin o lainsuficiencia de las capacidades locales para responder. Antes, los gobiernos e instituciones estimula-ban la ayuda externa para responder a desastres, independientemente de lamagnitud de los daos o encontraste con tales daos; pero, en las ltimas dcadas se ha exacerbado la importancia de estimular elclima de inversin, lo que ha llevado, en algunos casos significativos, a minimizar el impacto de losdesastres y a evitar la declaracin de emergencias. Asimismo, las condiciones de visibilidad de lasemergencias hacen que los medios de comunicacin y las autoridades, en algunos casos, sean mssensibles a las emergencias ocurridas en las ciudades. Muchas emergencias rurales o las sucedidas enlos sectoresms excluidos que no logranmotivar la ayuda gubernamental, tienden a pasar desapercibi-das, tanto por la poca accesibilidad a las zonas, como por la menor visibilidad de los hechos que lamotiva. Los desastres silenciosos se corresponden con situaciones que reproducen o acrecientan lamarginacin o exclusin de las localidades y regiones, pero, sobre todo, las diferencias entre el campoy la ciudad.

    3. Riesgos y sociedad

    Las amenazas derivadas de fenmenos potencialmente destructivos slo pueden existir si encuentrancondiciones de vulnerabilidad. Si bien no desarrollaremos aqu el tema de las amenazas, es necesariodestacar que el ser humano ha podido crear y recrear las condiciones de su hbitat; pero al hacerlo,ha generado ambientes adversos para otros seres vivos y ha contribuido as, con su extincin.Tambin, se ha hecho ms vulnerable al impacto de los cambios ambientales repentinos.

    Las actividades humanas pueden modificar fenmenos biolgicos y fsicos, a veces a muchoskilmetros de distancia o muchos aos despus. A diferencia de los sismos y erupciones volcnicas,los fenmenos de origen ocano-atmosfrico y de geodinmica externa -como sequas, inundaciones,deslizamientos y aludes- estn cada vez ms influidos por la relacin entre la naturaleza y la sociedad,relacin que se ha vuelto ms crtica en las ltimas dcadas, como consecuencia de los cambiosclimticos que se vienen produciendo.

    La vulnerabilidad est definida como el grado de exposicin de las personas, familias, comunidadeso sociedades frente a una amenaza o peligro2 . La vulnerabilidad implica la debilidad de personas,edificios, comunidades o actividades o su predisposicin a ser daados; la falta de proteccin; lasituacin de desventaja que deriva de la falta de recursos y atributos de las personas para responderal peligro; la falta de resiliencia que consiste en la limitada o nula capacidad para evitar, soportar,mitigar o recuperarse de un desastre; y la impotencia o incapacidad para influir en condiciones deseguridad o de adquirir los medios de proteccin y ayuda3 .

    La vulnerabilidad es la resultante de un proceso de generacin y diferenciacin (espacial, econmica,cultural, poltica, de gnero y generacional) en el que interactan las causas de fondo, presionesdinmicas y condiciones inseguras:

    2 La vulnerabilidad constituye un concepto que se ha hecho extensivo a las instituciones, sistemas y diversos mbitos de la vida. Esfrecuente encontrar referencias a la vulnerabilidad de los sistemas de agua y saneamiento, de las instituciones, poltica, econmica,financiera. Desde nuestra perspectiva, si bien losmandatos e intereses institucionales pueden justificar referirse a vulnerabilidadesdistintas de las personas, referirse a la vulnerabilidad centrada en los derechos y necesidades de las personas es necesario.

    3 Hewitt, K 1999: 27. citado por Pascual Oliver en Hacia un marco conceptual de la vulnerabilidad, riesgo y seguridadambiental. Universidad de Costa Rica.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    - Las causas de fondo de los desastres tienen que ver con el acceso a medios de vida y recursos; ascomo con los valores y principios que posibilitan la aplicacin o no de los derechos de las personas ylas comunidades.

    La vulnerabilidad de la sociedad frente a los desastres constituye un proceso estrechamente rela-cionado con la problemtica del desarrollo. De un lado, el progreso de la ciencia posibilita unamayor proteccin fsica de las personas y sus bienes, como se evidencia en el avance de la medici-na con relacin a los riesgos epidmicos, la tecnologa constructiva moderna, los avances en elcampo de la educacin y las comunicaciones o el perfeccionamiento de los sistemas de alerta tem-prana. De otro lado, los procesos de exclusin creciente en la mayora de pases hacen ms vulne-rables a las poblaciones, porque stas no pueden acceder a los beneficios del desarrollo; sin em-bargo, son cada vez ms vctimas de su impacto negativo al carecer de trabajo y terrenos segurosdonde vivir; al sufrir el deterioro de las condiciones del aire, el agua o los suelos; al no poderacceder a los servicios y equipamiento bsicos o al no contar con una vivienda adecuada.

    - Los cambios en la poblacin, el crecimiento urbano, el desarrollo productivo, la expansin de lafrontera agrcola, el deterioro ambiental, el incremento de la pobreza, las polticas gubernamentalescon relacin a la salud, educacin y vivienda constituyen las presiones dinmicasms significativassobre la vulnerabilidad. Un caso muy significativo es el de Chimbote, que est ubicada a 450 km alnorte de Lima, en donde se modific, en 1971, el cauce del ro Lacramarca para que no afectara elcentro de la ciudad. Al desviar el cauce, algunos asentamientos populares se transformaron enribereos y durante el fenmeno de El Nio de 1998 fueron inundados, al igual que los asentamientosformados en los alrededores de los canales de riego y los sistemas de drenaje (obstruidos por losbasurales y la carencia de mantenimiento).

    - Las condiciones inseguras ms relevantes son: vivir en lugares peligrosos, habitar enconstrucciones insalubres y poco resistentes, falta de proteccin estatal y familiar, mnimadisponibilidad de alimentos, desnutricin, violencia e inseguridad ciudadana, desorganizacin,ausencia de redes de proteccin y la desinformacin.

    La ubicacin de las poblaciones puede ser determinante para los desastres. En el caso de lossismos, con relacin al foco y las caractersticas de los suelos; en el caso de las inundaciones conrelacin a los cauces y las zonas bajas y en el caso de los deslizamientos, con relacin a las laderasy taludes inestables. La ubicacin de las poblaciones en zonas peligrosas constituye una de lasprincipales explicaciones del aumento de vctimas y damnificados de los desastres. Un ejemploampliamente conocido es el de los pueblos ubicados en la cuenca del ro Rmac, que han ocupadomediante su progresivo crecimiento los cauces del ro y las quebradas, al extremo de que casi todoslos aos se encuentran en situaciones de desastres. Otro es el de la ubicacin de algunosasentamientos en Piura, en zonas bajas y, por tanto, anegables.

    La ubicacin de muchas poblaciones pobres en zonas de riesgo constituye una realidad asociada ala accesibilidad al agua, transporte, servicios, empleo o comercio. La exclusin de los pobres delmercado de terrenos urbanizados en las ciudades constituye un factor de ubicacin subordinado alos anteriores. Tanto por el lado de las necesidades y expectativas, como por el lado del acceso almercado, la ocupacin de las laderas y cauces de los ros son menos voluntarias que la decisin deuna persona de clase media o alta de ubicarse en terrenos inseguros.

    Las construcciones constituyen escenarios claves de la vulnerabilidad a los desastres repentinos.Su afectacin o destruccin determina significativamente la mortalidad y morbilidad, debido a lostraumatismos que causan y al deterioro de las condiciones de salud (derivado de las malas condicionesde albergue y de saneamiento bsico).

    Las condiciones inseguras derivadas de la mala calidad de las construcciones o su deterioroestn en relacin directa con la naturaleza de las amenazas: las casas demadera sonms vulnerablesa los incendios, pero menos vulnerables al movimiento ssmico; las de ladrillo y cemento pueden serms resistentes frente a las inundaciones, pero no siempre son adecuadas frente a los sismos; lasde adobe suelen ser las ms inseguras frente a las diferentes amenazas, pero son las ms accesiblespara los pobres.

    La inexistencia o precariedad de los sistemas de saneamiento, la dbil capacidad de respuesta delos sistemas de salud en el campo y las zonas ms apartadas, la precariedad de la infraestructura

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    productiva y de las viviendas, el menor acceso a los sistemas de educacin e informacin y lacarencia de recursos para prepararse para afrontar situaciones de emergencia hacen que las vctimashabituales de los desastres sean los ms pobres.

    Las condiciones de empleo en los pases, tambin, son condiciones inseguras, porque los bajosingresos limitan la capacidad de protegerse y recuperarse frente a los desastres, porque se puedeperder el empleo con mayor facilidad y por la falta de proteccin de los trabajadores o de su entornolaboral, en particular, de los nios y adolescentes.

    Las condiciones de acceso territorial inciden en la vulnerabilidad de las personas. Las distancias(con relacin a las ciudades principales), los medios de transporte y comunicacin y la capacidad deconvertirse en un problema para los centros de poder nacional pueden ser determinantes;principalmente, ante la insuficiencia de las capacidades locales para atender las situaciones deemergencia.

    La desinformacin constituye otra condicin de inseguridad, pues limita la capacidad de respuestafrente a los desastres. Las personas que carecen de informacin sobre los riesgos o sobre la manerade reducirlos estn ms expuestas.

    4. Familia, gnero y vulnerabilidad

    La interaccin entre las causas de fondo, las presiones dinmicas y las condiciones inseguras tienenalgunas caractersticas especficas en el caso de la familia.

    El nmero de nios y sus edades, la ausencia de uno de los padres o la presencia de personasdiscapacitadas pueden hacer ms vulnerable a cada miembro de la familia y a la familia en suconjunto. Su composicin, condicionada por factores culturales y econmicos, constituye un aspectoclave de la vulnerabilidad.

    La migracin est relacionada con el empleo estacional en la agricultura, con la bsqueda deoportunidades en el exterior, con el progresivo o eventual traslado de los miembros de la familia a laciudad generado por necesidades de empleo o educacin, con el deterioro acelerado de lascondiciones de vida durante las sequas o los desastres en general. Si la migracin determina laseparacin temporal o definitiva de los miembros de las familias o favorece la ocupacin de espaciosurbanos en condiciones de riesgo, constituye un factor de vulnerabilidad; pero, si determina unincremento de los ingresos familiares, puede contribuir a la reduccin de tal vulnerabilidad.

    Asimismo, la posicin y condiciones de la mujer en la sociedad: mayor pobreza, menor oportunidadde acceso a la educacin, la excesiva carga de trabajo, no poder acceder a la tecnologa moderna,la ubicacin social y econmica respecto a los hombres y su posicin respecto a la esfera de loprivado y lo pblico (pasando por los espacios comunitarios) constituyen factores que contribuyen asu vulnerabilidad y a la de las familias. Como lo han sealado varios autores: las mujeres y los nios,frecuentemente, llevan el peso de los desastres, debido al poder discriminatorio de los miembrosmasculinos del hogar.4

    Los efectos de los desastres no son inicuos respecto a las relaciones de gnero. Esto implica lanecesidad de adoptar criterios para evitar retrocesos en este campo y para usar las oportunidadesque permitan fortalecer las relaciones de gnero.

    En la respuesta a los desastres se tiende a privar anms de los derechos de propiedad a las mujeres;no se toman en cuenta o no se apoyan los espacios para las actividades de soporte familiar como loshuertos y crianza de animalesmenores. La carencia, destruccin o deterioro de los servicios domiciliariosde agua determina, generalmente, mayores tareas para las mujeres y nias.

    4 Vulnerabilidad, pg. 83.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    5. La vulnerabilidad de los nios

    Entre los seres humanos, la capacidad de adaptacin est diferenciada por las diferentes etapas de sudesarrollo biolgico, por las diferencias de roles sociales y por el acceso a recursos y conocimientos.Es por ello que las condiciones de vulnerabilidad varan tambin con relacin a la edad, lo cual seevidencia ms si consideramos los factores de proteccin y de riesgo entre los nios de distintasedades.5

    En el caso de los nios, las emergencias pueden producir trastornos importantes por la rapidez conque ocurren los cambios y la manera en que son afectados. A las prdidas directas en su entornofamiliar y vecinal, se le agregan mltiples efectos indirectos que hacen ms agresivo dicho entorno,debilitan su autoestima, hacen ms precarias sus condiciones de vida y afectan sus horizontes dedesarrollo futuro.

    Segn algunos estudios, las vctimas ms jvenes experimentan ms cambios que los mayoresdurante los desastres. En el caso de los nios, los problemas emocionales suelen perdurar durantemayor tiempo.6 .Su vulnerabilidad estar mediada por las condiciones de inseguridad existentes enlos entornos familiares, educativos, recreativos y laborales en los que participen y, porque tienenpoca o ninguna experiencia para enfrentar desastres y carecen de informacin y educacin necesariaspara hacerlo.

    La vulnerabilidad de los nios, quienes no pueden cuidarse por s mismos, aumenta cuando lamadre y los miembros de la familia tienen que ir a trabajar; especialmente, en los pases en dondeno se tiene alternativas de proteccin de los mismos.

    En algunas emergencias, es frecuente la separacin masiva de las familias, lo cual afectaprincipalmente a los nios. En la mayora de los casos, la separacin se realiza por periodosrelativamente cortos; en otros puede prolongarse varias semanas, debido a la dificultad de identificaro ubicar a los padres, lo que se asocia con la carencia de documentos de identidad entre los nios.Tambin, es usual la separacin de los nios de sus familias cuando aumentan las migracionesmasivas.

    Las condiciones fsicas de la escuela tambin constituyen un factor significativo de su vulnerabilidadpara los nios, la cual puede aumentar o disminuir segn se mejoren las condiciones de seguridadfsica. Las acciones educativas contribuyen con el desarrollo de aptitudes y actitudes preventivaspara que los nios sepan cmo comportarse en las emergencias. La suspensin de las actividadeseducativas y, posteriormente, el incremento del ausentismo escolar pueden ser consecuencia delimpacto directo de los desastres en las familias o del aumento de las condiciones de pobreza derivadasde tales desastres.

    Los patrones de dominacin en el hogar, la comunidad y la sociedad constituyen causas de fondo dela vulnerabilidad de la niez. La cultura adultista y androcntrica, la subordinacin y condicionesde desventaja de las mujeres, la irresponsabilidad paterna (tolerada socialmente), la falta deconocimiento de los derechos de la niez por parte de la sociedad y el considerar a los nios comoobjeto de proteccin y no como sujetos de derechos y obligaciones pueden incidir fuertemente enuna mayor afectacin de los nios durante los desastres. Adicionalmente, la limitada importanciaque se da en la sociedad a la participacin de los nios y adolescentes, y a la educacin y recreacindurante las emergencias los priva de los mecanismos idneos para su recuperacin fsica y mental.

    Entre las presiones dinmicas especficas que afectan la vulnerabilidad de la niez se tiene elincremento de la intensidad y duracin del trabajo infantil, derivado de la creciente participacin desta en la produccin para el mercado; la limitada educacin de padres y madres; los procesos dedesintegracin familiar ocasionados por las migraciones y el empleo temporal; la violencia intrafamiliary las polticas gubernamentales que no impiden la violacin de los derechos de la niez y laadolescencia.

    5 Qu hacer despus de una catstrofe? Memoria-Taller de Coordinadora de ONG.6 ALARCN, Renato. Ob. cit., pg.16.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    Entre las condiciones de inseguridad de la niez frente a los desastres, destacamos la malnutricin,las precarias condiciones de salud, la falta de acceso a los servicios de salud, la precariedad de lasviviendas y las escuelas, la ausencia o deficiencia de los servicios de agua y saneamiento, la carenciade informacin y orientacin frente a los riesgos de desastres y para la salud, las condiciones deltrabajo infantil, la situacin de abandono temporal o permanente demuchos nios, la falta demecanismosadecuados para hacer cumplir las obligaciones paternas, la ausencia o debilidad de losmecanismos deprevencin y proteccin de la niez. El cuadro siguiente muestra un resumen de lo expuesto sobrevulnerabilidad de los nios.

    6. Enfoque y derechos de la niez

    El enfoque de derechos alienta y promueve la humanizacin del crecimiento y del desarrollo de lasociedad y de los nios y adolescentes dentro de ella. Parte de una visin integral del ser humano yreconoce las caractersticas intrnsecas de las personas de distinta edad, sexo o raza, contrastandocon enfoques en los que la persona es un instrumento de la produccin y acumulacin de riqueza o unproyecto que somete el presente, o lo niega, en funcin del futuro, como ocurre con algunas visionessobre la niez.

    El enfoque de derechos asume que stos son propios de la naturaleza humana y deben sergarantizados en el presente y en el futuro. Supone, pues, atender las situaciones urgentes derivadasde las emergencias y prevenir los desastres.

    El enfoque de derechos de la niez se asienta sobre fundamentos ticos, sobre la dignidad inherentea todos los nios y adolescentes, sobre la integracin de las necesidades primordiales y de las exigenciasticas que nacen de la dignidad. Conlleva la aplicacin de principios ticos como el no discriminar, elinters superior del nio y del adolescente y el respeto de sus puntos de vista.

    Supone un marco legal y plantea, necesariamente, a la sociedad y al Estado una serie deresponsabilidades, obligaciones y exigencias que son inapelables. No basta que la comunidad presteciertos servicios bsicos a los nios y adolescentes como por ejemplo, la ayuda en caso de desastres.Es indispensable que la comunidad y los propios nios entiendan que tal prestacin es un acto dejusticia, que la forma cmo se realiza sta refleje el acto de justicia y que el derecho sea pblicamentereconocido. Las necesidades se mitigan, los derechos se cumplen.7

    CAUSAS DE FONDO

    Patrones de domina-cin en el hogar, la co-munidad y la sociedad.

    PRESIONESDINMICAS

    Incremento del trabajo infantil

    Polticas gubernamentales que noimpiden la violacin de los dere-chos de la niez y de la adoles-cencia.

    Polticas de vivienda, salud, edu-cacin y saneamiento.

    Las migraciones.

    CONDICIONES DE INSEGURIDAD

    Condiciones del trabajo infantil.

    Malnutricin.Violencia intrafamiliar.Ausencia o debilidad de los mecanis-mos de prevencin y proteccin de laniez.Limitada informacin y orientacin dela niez frente a los riesgos de desas-tres.

    Precarias condiciones de salud e inac-cesibilidad a los servicios de salud.Precariedad de las viviendas y escue-las.Ausencia o deficiencia de los servi-cios de agua y saneamiento.

    Separacin familiar.

    7 WOLPOLD-BOSIEN, M. El reto de los derechos humanos, econmicos, sociales y culturales y la cooperacin al desarrollo enCentroamrica, pg. 25. San Salvador: Editorial H. Boll, 2001.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    La Convencin de los Derechos del Nio (ratificada por 191 pases), despus de que fuera aprobada en1986, constituye el instrumento ms importante para la aplicacin de polticas y para la vigilancia delEstado y de la sociedad con relacin a los derechos de la niez.

    Sobre la base del anlisis de la problemtica de los desastres, se ha agrupado los artculos en tresbloques: los relacionados con la necesidad de prevenir los desastres o reducir los riesgos, los queenfatizan sobre la proteccin de la niez y los que inciden en aspectos de organizacin y participacin(minimizados, particularmente, durante las emergencias).

    I. CONVENCINDELOSDERECHOSDELANIEZYREDUCCINDERIESGOS

    Los desastres constituyen situaciones en las cuales la vida y a la supervivencia de los nios seencuentran en riesgo. En tanto los desastres puedan prevenirse, se podr reducir el riesgo queatenta contra los derechos correspondientes y los Estados se encontrarn en mejores condicionespara garantizar la supervivencia y desarrollo del nio (el artculo 6 de la convencin dice: losEstados Partes reconocen que todo nio tiene derecho intrnseco a la vida por lo que garantizarnen la mxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del nio).

    La necesidad de reducir los riesgos, a partir de un manejo adecuado del medio ambiente (elartculo 29, referente al encaminamiento de la educacin, incluye la necesidad de inculcar al nioel respeto al medio ambiente).

    La atencin de las necesidades bsicas de la niez, pues esto permite reducir la vulnerabilidady mitigar los efectos de los desastres (artculo 27: El derecho de todo nio a un nivel de vidaadecuado y en caso necesario la asistencia estatal material y programas de apoyo, particularmentecon respecto a la nutricin, el vestuario y la vivienda).

    Evitar el abuso y explotacin y asegurar la recuperacin de las vctimas de los desastres (elartculo 39 se refiere a la obligacin de los Estados de adoptar todas las medidas apropiadas paralas vctimas de abusos y explotacin en cualquiera de sus formas y asegurar la recuperacinfsica y psicolgica, en un ambiente de salud, respeto por s mismo y de la dignidad del nio).

    II. CONVENCIN DE LOS DERECHOS DE LA NIEZ: PROTECCIN Y ASISTENCIA

    Los nios mental o fsicamente impedidos pueden ser ms vulnerables a los desastres en lamedida de que carezcan de mecanismos de proteccin adecuados (el artculo 23 reconoce elderecho del nio impedido a recibir cuidados especiales).

    Las condiciones de salud y salubridad existentes constituyen un factor determinante de lavulnerabilidad de los nios (artculo 24: Los estados estn obligados a adoptar medidas para lareduccin de la mortalidad infantil, incluidas las facilidades para que otras instituciones puedancontribuir a tales fines).

    Los derechos de los nios que pertenecen a las minoras tnicas constituyen una preocupacinconsiderada por el Derecho Humanitario, tanto con relacin a la exclusin de la que suelen servctimas, como del respeto a las tradiciones culturales que no son suficientemente tenidas encuenta en las emergencias. (El artculo 30 se refiere a los derechos de la niez y las minorastnicas).

    A pesar de existir evidencias de que los desastres pueden influir en el trabajo infantil, no haexistido vigilancia alguna en cuanto a dicho impacto (el artculo 32 reconoce el derecho del nioa ser protegido contra la explotacin econmica y contra el desempeo de cualquier trabajo quepueda ser peligroso, entorpecer su educacin, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo).

    Los riesgos de abuso sexual son mayores durante las emergencias, debido al hacinamiento y ala precariedad o inexistencia de servicios (el artculo 34 refiere al compromiso de los EstadosPartes de proteger a la niez contra el abuso y la explotacin sexual).

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    III. CONVENCINDELOSDERECHOSDELANIEZ: EDUCACINYPARTICIPACIN

    El nio debe estar en condiciones de formarse un juicio sobre los riesgos de desastres y laforma de prevenirlos (artculo 12: El Estado garantizar al nio que est en condiciones de formarseun juicio propio y el derecho de expresar su opinin sobre los asuntos que le afectan, teniendo encuenta su edad y madurez).

    La informacin sobre los riesgos y la orientacin para reducirlos o protegerse ante las emergenciasconstituyen aspectos claves para la proteccin de los nios y sus familias (los artculos 13 y 17estn referidos a la libertad de expresin y derecho de informacin).

    La posibilidad de organizarse para participar en la prevencin y respuesta a las emergencias (elartculo 15 est referido a la libertad de asociacin y de celebrar reuniones pacficas).

    Necesidad de adoptar medidas para asegurar el derecho a la educacin y garantizar la asistenciaregular a la escuela en el contexto de los desastres (el artculo 28, referido al derecho a laeducacin y las responsabilidades del Estado para garantizar su acceso, requiere de la adopcinde medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de desercinescolar).

    El esparcimiento constituye un aspecto al que no se le ha conferido suficientemente prioridaddurante las emergencias; sobre todo, si adems de ser un derecho, constituye un mecanismo parala rehabilitacin psicolgica de los nios afectados por los desastres (artculo 31, referido al derechoal descanso y esparcimiento de los nios).

    7. Principios, cdigos y normas de conducta para la atencin de emergencias

    Sobre la base de la experiencia de los ltimos aos, las organizaciones de ayuda humanitaria handesarrollado iniciativas importantes con el fin de garantizar la vigencia de principios y cdigos deconducta con relacin a la ayuda humanitaria. Entre los instrumentos ms importantes se tieneARC, Esfera, la Carta Humanitaria y el Cdigo de Conducta de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

    ARC constituye una iniciativa para asegurar la vigencia de los derechos de la niez en un contextode conflicto armado y Esfera8 constituye un instrumento orientado a asegurar estndares mnimospara la ayuda humanitaria. Una caracterstica de ARC y en menor grado de Esfera es que se basanen enfoques de derechos y tienen una gran utilidad prctica en la aplicacin de criterios,procedimientos y metodologas en la atencin de emergencias.

    Coincidentemente con la Carta Humanitaria, se entiende que el derecho a la vida entraa el derechoa que se adopte medidas para preservarla, en el caso de que estuviera amenazada, y el consiguientedeber de otras personas de adoptar dichas medidas. Ello implica como principios, en el caso deconflictos armados, la distincin entre combatientes y no combatientes y el que ningn refugiadopueda ser devuelto a un pas donde su vida o libertad pueda estar en peligro por motivos de raza,religin, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones polticas, o cuando hayarazones fundadas para creer que pueda correr el peligro de ser sometido a tortura.9

    El cdigo de conducta de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que ha sido asumido por numerosasorganizaciones no gubernamentales, establece que:

    - El derecho a recibir y brindar asistencia humanitaria constituye un principio fundamental que asistea todo ciudadano en todo pas.

    - La ayuda no debe estar condicionada por raza, credo o nacionalidad, ni ninguna otra distincin de ndoleadversa. El orden de prioridad se establece nicamente en funcin de las necesidades.

    8 Ver Carta Humanitaria y Normas Mnimas de Respuesta Humanitaria en Caso de Desastre-.Oxfam GB Londres, 2000.9Artculo 33 de la Convencin sobre el Estatuto de Refugiados de 1951 y artculo 22 de la Convencin de los Derechos del Nio.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    - La ayuda no se utilizar para favorecer opinin poltica o religiosa alguna.

    - Debe evitarse el ser instrumentos de poltica exterior gubernamental o favorecer intereses econmicos,militares o polticos.

    - Se respetar las costumbres y cultura locales.

    - Se apoyar el desarrollo de las capacidades locales.

    - Se promover la participacin de los beneficiarios en la administracin y control de la ayuda.

    - La ayuda deber servir para atender las necesidades bsicas y para disminuir la vulnerabilidad.Para ello, se buscar reducir o evitar las relaciones de dependencia que se generan en lasemergencias.

    - La responsabilidad y transparencia ante quienes tratamos de ayudar y ante los donantes sonindispensables.

    - Se debe respetar la dignidad de las vctimas de los desastres y se debe reconocer sus aptitudes yaspiraciones.

    8. La prevencin y respuesta a los desastres en el hogar y la comunidad

    Contrariamente a lo que muchas personas creen, las acciones de prevencin y respuesta a losdesastres dependen, ante todo, de la capacidad de las familias, organizaciones, instituciones yautoridades.

    Las capacidades locales y nacionales implican a las familias, las redes de relaciones familiares yvecinales. Las distintas formas de organizacin comunitaria (particularmente, los nios, nias yadolescentes), las instituciones pblicas y privadas (especialmente la escuela) pueden, en su con-junto, contribuir a la prevencin de desastres o, por el contrario, al incremento de la vulnerabilidad.Un ejemplo de ello podra verse en el caso de los huracanes en Centroamrica y El Caribe. Mientrasque en 1998, el huracn Mitch provoc la muerte de miles de personas en una sociedad con dbilorganizacin social y muchsima pobreza como Honduras; cuatro aos despus, un huracn decaractersticas similares causaba destruccin en Cuba, pero casi ninguna vctima, pues cientos demiles de personas haban sido evacuadas gracias a los mecanismos de participacin existentes, losque incluso han incorporado e incentivado la solidaridad de las familias para brindar albergues a lasque viven en zonas inseguras.

    Algunos hogares campesinos estructuran sus oportunidades de ingreso previniendo los riesgosderivados de la sequa, sobre todo cuando sta tiende a ser ms recurrente. Es el caso del almace-namiento de granos o el incremento del nmero de cabezas de ganado durante los aos buenospara proteger la capacidad reproductiva de los rebaos en los aos malos (10 ). Las familias afecta-das peridicamente con inundaciones han desarrollado estrategias de mitigacin en base a su ex-periencia, lo que permite protegerse mejor cuando las inundaciones ocurren.

    La intervencin de las familias en la preparacin antes de los desastres suele producirse individual-mente frente a la inminencia de un evento destructivo. Muchas familias rurales optan por estrategiasde sobrevivencia frente a las sequas. El aprendizaje de tales experiencias puede contribuir al desa-rrollo de estrategias ms viables frente a los riesgos de desastres; en particular, para enfrentar lasequa.

    Las caractersticas y niveles de cohesin de las familias y comunidades pueden contribuir a lareduccin de la vulnerabilidad, en la medida de que se sustenten en sentimientos y valores grupalesy colectivos que puedan traducirse en actitudes y acciones solidarias para afrontar los riesgos ysituaciones de emergencia. El sentido de pertenencia, la responsabilidad, la participacin, la con-fianza mutua constituyen aspectos determinantes. La capacidad de la comunidad para lograr quesus problemas trasciendan hacia los niveles de decisin, resulta clave; pero, slo es viable a partirdel reconocimiento de sus derechos.

    10Blaikie, Cannon, Davis... Vulnerabilidad, pg. 82. La RED

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    La existencia de redes familiares de solidaridad constituye un componente importante de la res-puesta a los desastres, que ha contribuido sustantivamente a mitigar sus efectos. La capacidad derecuperacin depender de las condiciones econmicas existentes antes del desastre, el grado dedestruccin, la magnitud del desquiciamiento social y los recursos disponibles. A nivel familiar, losrecursos econmicos que tena antes del desastre, su grado de integracin social, la magnitud delas prdidas humanas y materiales, la merma de sus ingresos y el acceso a recursos personales,familiares y organizativos para recuperar su techo y trabajo. La recuperacin lenta a nivel comunita-rio puede retrasar an ms la recuperacin de la familia.11

    La organizacin y participacin social puede ser clave para la reduccin de la vulnerabilidad y en larespuesta a las emergencias. La tradicin organizativa de las poblaciones se fundamenta tanto entradiciones culturales como en algunas experiencias de participacin y organizacin surgidas paraafrontar situaciones de emergencia social (comedores populares, Vaso de Leche, etc.) o de movi-mientos gremiales y reivindicativos.

    En la medida de que las comunidades experimentaron situaciones de desastres, han desarrolladoalgunas iniciativas y estrategias para prevenirlos o mitigar sus efectos. Dichas estrategias son apli-cadas, mayormente, en las zonas donde ocurren desastres con frecuencia; pero, hasta fines de los90 no significaron mayor implicancia para los gobiernos.

    Durante las emergencias ocurridas, diversas instituciones han tendido a incorporar a los adolescen-tes en brigadas que han tenido como tareas fundamentales la vigilancia y apoyo en acciones deprevencin de enfermedades, de rescate y primeros auxilios. De esta manera, acciones de control ytratamiento del agua para consumo humano, vigilancia y apoyo en la distribucin de la ayuda hansido encargados a nios y adolescentes.

    La experiencia de los desastres puede constituir un factor de cuestionamiento sobre la ubicacin delas poblaciones, en tanto se conozcan los riesgos, se cuente con recursos y que la consolidacin einversin en las viviendas, o lo que queda de ellas, sea menos valorado. Con relacin a la produc-cin, puede significar el desarrollo de nuevas estrategias como la diversificacin de cultivos, elaprovisionamiento de activos vendibles y alimentos, y la diversificacin de fuentes de ingreso. Sinembargo, muchas soluciones temporales socavan la base de subsistencia en el largo plazo, comoes el caso del aprovisionamiento de lea y la destruccin de la vegetacin del paisaje para alimentarel ganado durante la sequa. Cabe agregar, que algunas estrategias de sobrevivencia buscan elmantenimiento de la cohesin de la familia, el hogar y la comunidad, el respeto y la dignidad.

    9. Municipios y desastres

    Desde los orgenes de la vida republicana en el Per,12 la autonoma municipal ha constituido unproblema irresuelto, que desde el siglo pasado se ha ligado con la afirmacin de lo local y lo regional.Los municipios nombrados por el poder central han sido subordinados a ste. Desde 1980, las auto-ridades municipales surgieron por elecciones libres y, desde entonces, fueron conformando un ciertonivel de institucionalidad edil.13

    Actualmente, los municipios constituyen el nivel ms descentralizado del Estado, el ms ligado a lavida cotidiana y el ms accesible para la poblacin.

    Los municipios constituyen instancias de gobierno local diferenciables entre s. Un municipio rural norequiere, obligatoriamente, los mismos mecanismos que el de una ciudad para ejercer sus funciones.

    Sea que tengan funciones regulatorias o ejecutivas, los municipios tienen que afrontar los problemas dedesastres. Existen algunos temas claves con relacin a la defensa civil: el institucional, la concertacin

    11 BOLTON, Patricia. Desorganizacin comunal y familiar despus de desastres, pg. 161. En Consecuencias psicosociales delos desastres: la experiencia latinoamericana. Mxico DF., 1989.Programa de Cooperacin Internacional en Salud Mental: Simn Bolivar, pg.161.

    12 La autonoma de los municipios constituye un problema que tiene sus orgenes en el conflicto entre los colonizadores residentesen el Per y las tendencias centralizadoras de la Corona Ibrica, orientada a fiscalizar a stos. Entre los siglos XVI y el XVIII, losmunicipios pierden su importancia, debido al centralismo real y a la prctica de vender los cargos entre los ms pudientes. Esrecuperado en el proceso emancipador, en el que se constituyeron como espacios de participacin y expresin de las propuestaspolticas ms avanzadas.

    13 ZAPATA, Antonio. Sepia VIII, Piura.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    y la participacin ciudadana.

    Entre las reas o actividades de los municipios14 que pueden contribuir a ejercer acciones de defensacivil (stas pueden comprometer a diversas oficinas) tenemos:

    Campaas de educacin sanitaria y ambiental. Conservacin del medio ambiente y recursos naturales, porque implica el manejo de cuencas. Defensa civil: la oficina, el comit y el Centro de Operaciones de Emergencias. Establecimiento de asentamientos humanos (ubicacin y medidas de proteccin). Regulacin de ttulos de propiedad. Licencias de construccin, remodelacin y demolicin. Mantenimiento de bienes pblicos (pistas, puentes, etc.). Planeamiento y desarrollo urbano y rural. Seguridad ciudadana. Zonificacin. Apertura y funcionamiento de establecimientos comerciales e industriales y de actividadesprofesionales.

    Planificacin y proyectos de inversin local. Catastro. Juntas y organizaciones vecinales. Transporte y trnsito urbano.

    La reciente legislacin sobre descentralizacin y municipalidades incide en la participacin de lapoblacin, la transferencia de funciones y el fortalecimiento de las municipalidades; por ello, consti-tuye un marco institucional de gran potencial para el desarrollo de una cultura de prevencin centra-da en el respeto de los derechos de las personas, (especialmente de los nios) y en el desarrollo de lascapacidades locales.

    10. Actores locales y defensa civil

    El cuadro siguiente, elaborado conjuntamente con INDECI, Save the Children, UNICEF e ITDG, en untaller sobre los derechos de la niez, realizado en Chiclayo, ilustra la relacin entre las organizacionese instituciones vinculadas con los derechos de la niez y la defensa civil.

    mbitos

    Escuela.

    Organizacionescomunitarias.

    14 Seleccionadas del formato para analizar las funciones de las municipalidades provinciales y distritales. Ley Orgnica deMunicipalidades- Propuestas de Reformas. Apoyo-USAID, pg. 52- 55.

    Organizaciones einstituciones clavesen la reduccin de lavulnerabilidad de laniez

    Docentes. Asociaciones depadres de familia. Municipios escolares.

    Comits vecinales,comedores populares.Clubes de madres.Programa de Vaso deLeche.

    Roles en la reduc-cin de la vulnerabi-lidad de la niez

    Educacin. Proteccin de losnios.

    Construccin y man-tenimiento de la infra-estructura educativa. Nutricin y salud in-fantil.

    Articulacin con elSistema de DefensaCivil

    Brigadas de defensacivil.

    Comits vecinales dedefensa civil.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    Municipios

    Instituciones deGobierno Central

    Instituciones locales.

    Regiones.

    Defensoras (DEMUNA).

    Oficinas y programas.

    Oficinas locales de Mi-nisterio de Salud, Edu-cacin, de laMujer y De-sarrollo, etc.

    Iglesias. Polica Nacional Clubes culturales y de-portivos.

    Educacin sanitaria yambiental. Normas para la ubica-cin y construccin de vi-viendas.Seguridad ciudadana.

    Prevencin.

    Proteccin. Organizacin.

    Alcalde preside de-fensa civil en su juris-diccin.Oficina de defensacivil.Secretara tcnica dedefensa civil.

    Integran comits dedefensa civil.

    Integran comits dedefensa civil.

    Preside defensa civilregional.

    11. Educacin y participacin para la proteccin de la niez y la defensa de sus derechos

    Si bien la convencin sobre los derechos de la niez considera casi todos los componentes de laparticipacin (como son los derechos relacionados con la informacin, educacin o la libertad deopinin), no explicita el derecho de los nios a decidir de acuerdo con el desarrollo de sus capacida-des. La capacidad de decidir constituye un elemento clave de la participacin (tampoco explicitadaen la convencin) y de la educacin de la niez. La participacin constituye un medio para aseguraro, por lo menos, reivindicar los derechos de la niez con relacin a los riesgos de desastres yemergencias.

    La educacin es esencial para inculcar la cultura de prevencin y desarrollar en los nios desde lams temprana edad las capacidades tcnicas, gerenciales y de liderazgo necesarias para formarloscomo tomadores de decisiones en este tema. Por eso, es fundamental que el tema de la prevencinde desastres tome un papel importante tanto dentro del currculo escolar, las actividadesextracurriculares y en la construccin y mantenimiento de las escuelas. 15

    La educacin ambiental; en tanto proceso permanente en que los individuos adquieren concienciade su medio y aquellos conocimientos, valores, capacidades, experiencias y actitudes que les per-mitan actuar individual y colectivamente para resolver problemas ambientales (y de riesgo de de-sastres) presentes y futuros, y satisfacer sus necesidades sin comprometer las de futuras genera-ciones16 constituye una de las mayores posibilidades para integrar el tema de desastres en losprocesos educativos en marcha.

    La educacin en las comunidades tiene que considerar la memoria histrica de las experienciasvividas en torno a los desastres, las tradiciones comunitarias, la vulnerabilidad, y las capacidadeslocales y nacionales para afrontarlos.

    Los mbitos que se consideran prioritarios para el desarrollo de las actividades educativas son laescuela y la organizacin comunitaria, complementados con estrategias de comunicacin que impli-quen a los distintos medios de difusin. El destinatario principal de las acciones educativas debernser la niez y la familia.

    Como bien se seala en una reciente publicacin en Nicaragua: en la prevencin o reduccin delriesgo es muy importante no slo la educacin ambiental y la participacin comunitaria a travs de

    15 BRICEO, Slvano. Director de la Secretara de Naciones Unidas para la EIRD: Lecciones aprendidas en los terremotos deEl Salvador. OPS, pg. 15.

    16 PNUE, UNESCO, OCDE. Pars 1992. Citado en Respuesta educativa rpida en emergencias, pg. 40.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    brigadas ecolgicas con nios, nias y adolescentes en la escuela y la comunidad, sino tambinasegurar que stos cuenten con informacin adecuada sobre las amenazas y la situacin de vulne-rabilidad a que estn expuestos, que les permita participar de manera conciente de acuerdo a susedades y nivel de desarrollo. 17

    Muchas instituciones pblicas y privadas realizan actividades de capacitacin, adiestramiento o deinformacin en la preparacin para emergencias promoviendo la organizacin de comits para estefin. Algunas de estas actividades podran incluir la perspectiva de derechos de la niez, en tantoconsideren sus necesidades y las incorporen en las actividades y mecanismos de participacin ydecisin.

    La elaboracin de planes familiares, escolares, comunitarios y municipales de prevencin o emer-gencia constituye una prctica educativa y psicolgica relevante; pues, partiendo del conocimientode las amenazas y condiciones de vulnerabilidad (principalmente condiciones inseguras), permitedefinir grupal o colectivamente las medidas ms adecuadas para protegerse del impacto de undesastre tomando medidas para asegurar los bienes y objetos, y proteger y evacuar a las personas.Si bien existen numerosos materiales sobre los planes de preparacin y respuesta a emergencias,la preparacin sigue siendo una carencia en las familias, comunidades y municipios.

    La educacin constituye una necesidad tanto o ms urgente en el contexto de las emergencias.Como se puso de manifiesto en la Conferencia Mundial a favor de la Educacin para Todos, celebra-da en 1990, en Jomtiem, Tailandia, las personas desplazadas y refugiadas constituyen, por lo gene-ral, un grupo subatendido.

    La educacin tiende a percibirse como una iniciativa de tipo evolutivo, razn por la cual suele que-dar excluida de las estrategias y respuestas de emergencia. Sin embargo, a partir de la experienciade intervencin en emergencias, se puede percibir que la educacin puede cumplir tres funciones:(a) responder a las necesidades psicosociales humanitarias de los nios afectados, (b) ayudar areproducir los conocimientos educativos bsicos para la sobrevivencia, y (c) contribuir al futurodesarrollo de las capacidades y recursos18 .

    Se trata de orientar la educacin hacia la atencin de las necesidades inmediatas, pero vinculndo-la con el desarrollo; y de tener en cuenta el potencial educativo de las experiencias vividas. En lasemergencias, se requiere superar el impacto psicolgico; se necesita conocer cmo protegerse denuevos y, a veces, mayores riesgos; se es ms sensible a desarrollar un sentido crtico de lascausas que generaron los desastres; se requiere fortalecer las capacidades de organizacin y departicipacin en la atencin de las necesidades urgentes, y es indispensable conocer y asumir lasopciones de cambio que eliminen o reduzcan los riesgos futuros, particularmente las condiciones devulnerabilidad (tanto las condiciones inseguras, las causas de fondo y el manejo de las presionesdinmicas). Adicionalmente, se debe dar continuidad y normalizar el proceso educativo de acuerdocon las condiciones existentes con el fin de desarrollar las aptitudes y actitudes previstas en losobjetivos educativos. Para ello, es importante tener en cuenta cmo ha impactado el desastre en laeducacin, incluida la experiencia de los nios en la emergencia, la infraestructura escolar y ladisponibilidad de tiles y materiales apropiados, la asistencia, la capacidad de aprender y la situa-cin del personal de educacin.

    Save the Children ha desarrollado el marco de aprendizaje para los nios afectados por los desas-tres, que considera las tres reas principales de educacin: destrezas de supervivencia, destrezasindividuales y de desarrollo social, y destrezas de aprendizaje. Se trata de ensear a vivir dondeellos viven para poder participar en su comunidad; ser para desarrollar resistencia, capacidad ysentido de pertenencia y aprender para continuar desarrollando las destrezas bsicas.

    Aprender a vivir donde ellos viven incluye las medidas de seguridad, las destrezas que permitan lareconstruccin de los hogares y el ganarse el sustento, la promocin de la salud, el anlisis y enten-dimiento del contexto, la educacin ambiental, el respeto a la diversidad y la promocin de respon-sabilidades en el cuidado de la niez.

    17 Federacin Nicaragense de ONGs que trabajan con la niez y adolescencia y Save the Children (Suecia). Manual para laPrevencin y atencin a nias, nios y adolescentes ante desastres Managua, 2002.

    18 AGUILAR, Pilar y RETAMAL, Gonzalo. Respuesta educativa rpida en emergencias complejas. UNESCO, UNICEF yACNUR.,pg. 8.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    Aprender a ser comprende la capacidad de relacionarse y de asumir responsabilidades, la comunica-cin, tolerancia, resolucin de conflictos, la tica, el liderazgo, los derechos, el desarrollo psicosocial,recreacin, desarrollo espiritual, identidad e idioma.

    Aprender a aprender incluye la alfabetizacin, aritmtica, aprendizaje del medio ambiente fsico ysocial, investigacin cientfica, historia y geografa.

    Si asumimos que las emergencias devienen de la insuficiencia o deficiencia de las capacidadeslocales y nacionales, atenderlas no slo significa suplir las carencias materiales, sino recuperar uoptimizar tales capacidades; lo que implica educacin y participacin.

    12. Hacia un enfoque de derechos y de gestin de riesgos (GR)

    Con el riesgo de simplificar en demasa, el siguiente cuadro pretende comparar, a manera de con-clusin de lo expuesto en esta ponencia, el enfoque tradicional con un nuevo enfoque que surge dela experiencia peruana y latinoamericana.

    Causas de losdesastres.

    Participacin.

    Diagnsticos.

    tica y valores.

    Planificacin.

    ENFOQUE TRADICIONAL

    Impacto del fenmeno natural.

    De adultos, en faenas comuna-les y en simulacros de evacua-cin.

    Evaluacin de daos y necesi-dades.Nmerodevctimas, cuantificacinsectorial dedaos, estimacin mo-netaria de daos globales.

    tica del objetivo y del deber.

    Planes de prevencin y prepa-racin para emergencias. nfasis en proyectos de obrasde mitigacin. Visin de corto plazo: necesi-dades inmediatas relativa a lapreparacin y respuesta.

    ENFOQUE DE DERECHOS Y GR

    Condiciones generadas en el pro-ceso de desarrollo influyen en laamenaza, y la vulnerabilidad.

    Involucrando a los nios, nias yjvenes en el diagnstico, planifi-cacin, implementacin y segui-miento. Reconoce, valora y complementael papel de las familias en el apoyoa los damnificados.

    Evaluaciones de riesgo y del im-pacto de los desastres. Necesidades, problemas, capaci-dades, recursos locales, contexto. Incluye situacin de la niez y lafamilia; relaciones de gnero; situa-cin de las comunidades y de lasinstituciones. Considera anteceden-tes y tradicin cultural de la comu-nidad. Considera las opiniones de los ni-os.

    Los derechos humanos. Los principios de justicia, equidade igualdad. La seguridad y el bienestar.

    Integra la prevencin entre los obje-tivos de desarrollo.Incluye y da prioridad a metas deeducacin, participacin, organiza-cin y otras asociadas a los dere-chos.Considera el corto y largo plazo;proyecciones sobre la situacin delos nios, nias y jvenes.

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    ENFOQUESQUESEDEBENCONSIDERAR

    Visin de losdamnificados yafectados.

    Emergencia.

    Respuesta.

    Vctimas privadas de capaci-dad para responder.

    Empieza y termina con ladistribucin de la ayuda huma-nitaria. No toma en cuenta las nece-sidades de mujeres y nios. No da importancia a las ca-pacidades locales. No considera suficientemen-te los riesgos inmediatos yfuturos.

    Rehabilitacin y reconstruc-cin fsica.

    Personas que cuentan con recursosy capacidades para responder, stosdeben ser complementados.

    Termina cuando las capacidades lo-cales son suficientes para el funcio-namiento de los servicios y atencinde las necesidades vitales de la co-munidad. Incorpora necesidades de mujeresy nios. Orientado al fortalecimiento de ca-pacidades locales. Oportunidad para tomar concienciasobre la necesidad de reducir ries-gos.

    Rehabilitacin y reconstruccinpsicosocial, fsica y socioeconmica.

    SESIN DE PREGUNTAS

    1. A partir de qumomento debemos considerar que nos encontramos en emergencia? Qudesastre debe ocurrir para dar lugar a una declaratoria de emergencia? Debe perderse vidaspara la declaratoria?

    En principio, se debe declarar la emergencia cuando la vida de las personas est en riesgo inmi-nente, independientemente de que haya ocurrido el desastre, o cuando el impacto del desastre estal que la comunidad afectada no tiene capacidad por s sola para hacer funcionar los serviciosfundamentales.

    Existen procedimientos formales para la declaratoria de emergencia que depende de los criterios yvaloraciones de las autoridades y de la opinin del INDECI.

    La declaratoria de emergencia permite la utilizacin de recursos econmicos para atender las emer-gencias sin cumplir con los requisitos existentes en situaciones normales, y permite acceder a laayuda internacional. Pero, tambin, puede ser contraproducente, porque afecta determinadas acti-vidades econmicas, retrae algunas inversiones o el turismo, por ejemplo; y puede devenir en mayo-res riesgos de corrupcin.

    2. Cul es su opinin sobre la cultura del damnificado que no permite a la poblacin desarro-llar autosuficiencia al esperar ayuda externa?

    Un caso ilustrativo lo pude ver en Honduras hace un par de aos, cuando visitamos una ciudadafectada por el desborde de un ro cerca de San Pedro Sula. En la carretera, estaban losautodenominados damnificados histricos, que segn comprob la Cruz Roja, no haban sido afec-tados por las inundaciones; pero, se crean con derecho a recibir la ayuda e incluso a exigirla. Encontraste, en el interior de la localidad, en las partes inundadas, a donde difcilmente accedan losmedios de comunicacin, estaban los verdaderos afectados tratando de proteger sus pocas perte-nencias de los robos.

    Este problema es muy importante y an sigue arraigado en diversos pases de la regin, incluido elPer. Tiene su origen en la visin del Estado como benefactor, la cual ha sido reforzada mediante elclientelismo poltico y porque algunos organismos conciben la ayuda como la nica forma de aten-der las emergencias, olvidndose de que la poblacin tiene capacidad para actuar, que es necesa-rio potenciar esa capacidad apoyndose en la organizacin de la poblacin y en las institucioneslocales. Tambin, los medios de comunicacin han contribuido a ello al presentar la imagen deimpotencia del damnificado y no difundir el comportamiento solidario y la participacin organizadaque existe durante la mayora de los desastres.

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    Sera interesante que la ayuda fuera vista como un complemento a la respuesta de la propia comunidadafectada, como una obligacin y no como un favor de las autoridades.

    3. Ante una emergencia o desastre, bajo qu criterios debe ponerse a disposicin los cen-tros educativos para los damnificados?

    Sera ideal que los centros educativos no fueran utilizados como albergues de damnificados, puescon ello se interrumpen las actividades escolares, sin tener en cuenta que al hacerlo se est aten-tando contra la posibilidad de que la escuela contribuya a la recuperacin emocional de los nios yjvenes que han vivido situaciones de desastres; adems, las prdidas de clases no siempre serecuperan.

    Dada la inexistencia y precariedad de otras opciones, se debera recurrir a las escuelas como alber-gues temporales en periodos extremadamente breves, 48 72 horas, o el tiempo que demore entraer carpas o materiales para construir viviendas provisionales.

    La utilizacin de los centros educativos como refugios temporales debe ser el ltimo recurso des-pus de agotadas las opciones de otras instalaciones de uso comunitario e, incluso, privadas, deestar desocupadas. Lamentablemente, la normatividad pone a los centros educativos como primeraopcin.

    Una condicin que debera existir para el uso de los centros educativos es que debe haber unmecanismo compensatorio inmediato: que los municipios asignen recursos para refaccionar las ins-talaciones de dichos centros.

    4. Muchas veces, la opinin de los nios y adolescentes no se toma en cuenta con relacin asu entorno, qu podemos hacer al respecto?

    Una estrategia podra ser que los nios participen en la elaboracin de mapas de riesgo como unaexperiencia de aprendizaje. Esto es interesante y positivo, porque permite tomar conciencia de lospeligros y aprender a resolver problemas mediante el dilogo basado en las opiniones de los parti-cipantes, lo cual es fundamental en el campo de los desastres.

    Otra forma de lograr que se tome en cuenta la opinin de los nios y adolescentes son las campaasde la escuela dirigidas hacia la comunidad. Recientemente, en un proyecto de ITDG se han promo-vido campaas. Por ejemplo, en SanMartn, Tumbes y Chiclayo se organizaron desfiles con pancartaselaboradas por los estudiantes con el apoyo de los maestros. O en el caso de algunos proyectosanteriores, en los que los nios expresaban sus opiniones a travs de los medios de comunicacinlocal o en videos que hemos difundido en algunos talleres.

    Pero, tal vez, lo ms importante es la actitud de los maestros y autoridades en las escuelas; expe-riencias como las de los municipios escolares ensean cmo los nios se forman mejor asumiendoresponsabilidades que implican tanto la opinin como la decisin.

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    LOS MINISTERIOS DE EDUCACIN: INSTITUCIONES BASEEN LA EDUCACIN PARA LA GESTIN DE RIESGOS

    Lic. Manuel Ramrez RojasConsultor del sector EducacinPrograma USAID-OFDALAC (Oficina Regional del Gobierno de los Estados Unidos de Asistencia paraDesastres en el Exterior, responsable de Latinoamrica y el Caribe)[email protected]

    Los pases latinoamericanos han sufrido graves prdidas de vidas humanas, de biodiversidad, bie-nes y servicios como consecuencia de desastres que tienen su origen en las condiciones de riesgoen que viven sus poblaciones.

    Esta situacin de peligro latente, lejos de disminuir, tiende a incrementarse, a pesar de los esfuerzosque los gobiernos y la sociedad estn haciendo para revertir esta situacin. Se siguen cometiendolos mismos errores y las mismas omisiones y se sigue cayendo en el error de concentrar mayoratencin y ms recursos en el desastre como hecho consumado, que en los factores claves que looriginan: el riesgo y sus componentes, las amenazas y la vulnerabilidad.

    El sujeto promotor de gran parte del riesgo, y especialmente de la vulnerabilidad, es el ser humanopor sus actitudes, su actuacin y sus estilos de vida cada vez ms divorciados de la leyes de lanaturaleza, cada vez ms indiferentes de las consecuencias que se derivan del maltrato a s mismo,a sus semejantes y a la diversidad biolgica en general. En sntesis: a la vida, en todas sus formasy manifestaciones.

    La historia y la ciencia han demostrado que los desastres son producidos por los riesgos y el princi-pal promotor de stos es el ser humano. Por lo tanto, es posible afirmar que donde hay riesgo, se haproducido la accin humana y donde hay desastre, hubo riesgo.

    A las instituciones del Estado y a las distintas organizaciones de la sociedad les corresponde velarpor la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de los pases y sus esfuerzos. Segn sunaturaleza, las organizaciones se orientan a lograr mayores y mejores niveles en temas como lanutricin, salud, educacin, produccin, transporte y recreacin, entre otros.

    Sin embargo, aunque algunas veces las instituciones hacen pblicos, con reiterada satisfaccin yoptimismo, los avances que van logrando en el cumplimiento de su misin y funciones, el riesgoexiste, la vulnerabilidad crece y cada vez estamos ms expuestos y expuestas a sufrir emergenciasseveras y desastres.

    Respecto al tema concreto de los peligros existentes, parece que las instituciones no han compren-dido que tienen un gran compromiso con la gestin del riesgo, que deben acatarlo cumpliendo conlas funciones que se expresan, para fines didcticos, en lo que puede llamarse el tringulo institucionalde la gestin del riesgo.

    EL TRINGULO INSTITUCIONAL DE LA GESTIN DEL RIESGO

    Proceso de Calidad

    Seguridad

    Interna Servir a la Nacin

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    Las tres grandes funciones que toda institucin debe cumplir en su compromiso con la gestin delriesgo constituyen los lados de este tringulo y son las siguientes:

    1- Cumplir su misin, la que motiva y justifica su vigencia, pero incluyendo la gestin del riesgocomo componente en todos los procesos que conducen al logro de resultados y productos exentosde riesgo = PROCESO DE CALIDAD.

    2- Ofrecer al personal que participa en su gestin, la seguridad necesaria en los distintos esce-narios y ambientes donde realiza sus operaciones = SEGURIDAD INTERNA.

    3- Estar comprometido con el Plan Nacional de Emergencia en su condicin de recurso de la socie-dad que debe estar al servicio de la prevencin y la mitigacin de los riesgos, y de la atencin de lasemergencias y los desastres que puedan ocurrir = SERVIRALANACIN.

    Los ministerios de Educacin deben cumplir, lgicamente y con especial atencin, las funciones deltringulo institucional de la gestin del riesgo, que en su caso lo lograran:

    1- Formando integralmente a la persona y a la sociedad, tomando como uno de sus ejes y pilares lagestin del riesgo para que las actuales y futuras generaciones adquieran la conciencia y capacida-des suficientes para llegar a ser sujetos de la prevencin y la mitigacin del riesgo, y no, comosucede muchas veces, que las personas se constituyen por su forma de vivir y de compartir, ensujetos promotores y creadores de riesgos.

    2- Ofreciendo a sus funcionarios(as) y a las comunidades educativas las condiciones de seguridadnecesarias para evitar los riesgos en su contexto laboral y estar preparados en caso de ocurrir algnevento adverso en horas de trabajo.

    3- Prestando el servicio necesario al Sistema Nacional de Emergencias para contribuir, como institu-cin de la cual forma parte, en tareas de reduccin del riesgo y atencin de desastres.

    Los ministerios de Educacin, respecto a su funcin principal (que es regir la educacin formal delpas, de tal manera que logre asegurar para la sociedad una formacin de calidad para ir alcanzan-do una mejor calidad de vida entre los habitantes) tienen una gran tarea que cumplir sobre la cual sesustenta la esperanza de llegar a establecer en los pases una nueva cultura de la prevencin o dela gestin del riesgo.

    Esta vital funcin lograrn realizarla si las autoridades de los ministerios de Educacin se compro-meten con la seguridad de las personas, si comprenden que la educacin debe servir para vivir cadada mejor; pero, para ello debe haber antes ms seguridad y la satisfaccin de las personas al sentirseseguras.

    Para orientar la educacin en gestin del riesgo, se debe definir un perfil que caracterice el tipo deciudadana y ciudadano que el pas necesita para lograr los niveles deseados de seguridad con baseen un claro punto de referencia.

    Ese perfil sera el norte que orientara el necesario diseo de un Plan Nacional de Educacin enGestin del Riesgo que regir la planificacin, ejecucin, regulacin y evaluacin de cuanto sehaga, o se pretenda hacer, en materia de educacin para la prevencin y mitigacin del riesgo, y lareduccin de los desastres.

    La apropiacin del contenido de la gestin del riesgo por parte de los ministerios y los compromisosinstitucionales que para ello se requiere ha de observarse en las polticas educativas, planificacinde la educacin, estructura orgnica de los mismos ministerios, en la propuesta curricular, capacita-cin del personal docente en formacin y el que est en servicio, en el sistema de evaluacin vigen-te y, tambin, en los presupuestos que se destinan a la labor educativa en esta materia.

    El tema de la gestin del riesgo no debe verse como lo anexo, lo aleatorio, el curso aislado o laleccin transitoria; sino como un contenido fundamental y permanente porque su razn de ser y supropsito, es precisamente, la preservacin de la vida.

    Por lo tanto, es necesario reconocer, por una parte, que cuando se trata de crear una nueva culturasobre el riesgo no es un asunto que se debe atender ligeramente, no es un asunto que se trata enforma pasajera por medio de campaas divulgativas aisladas, capacitaciones circunstanciales o el

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    diseo de documentos de limitado y vago contenido. Se trata de formar a personas para la seguridad enforma integral, se trata de crear nuevos ymayores conocimientos, de fortalecer o establecer valores, decrear nuevas actitudes, estimular nuevo pensamiento. En sntesis, se trata de una nueva ymejor educa-cin.

    Esta rejuvenecida educacin debe contribuir con la mitigacin y prevencin del riesgo, cuya existen-cia data de la aparicin del primer hombre sobre la Tierra, razn por la cual para lograr la reduccinse requiere un compromiso que debe trascender el mero inters por hacer algo al respecto y asresponder con toda seriedad y con los recursos disponibles a un tema en el que est en juego la vidaen el planeta.

    Esto obliga a revisar objetivamente lo que se est haciendo sobre el tema, a reconocer con humildadlo que se ha dejado de hacer en materia educativa y a comprometerse, cada persona con s mismay con la sociedad, en cumplir plenamente lo que nos corresponde hacer en este campo para lograr,poco a poco, pero lo ms pronto posible, mayores niveles de seguridad que permitan no slo gozarde las comodidades que los avances de la ciencia y la tecnologa ofrecen hoy da, sino adems, dela grata paz que genera saber que se est ms seguro, de que el riesgo es menor.

    Si los riesgos, y especialmente la vulnerabilidad, son obra del ser humano y de su forma de vivir; eslgico que le corresponda a l, por medio de la accin educativa, cambiar esos estilos de conviven-cia promotores de riesgos, por estilos de convivencia custodios y promotores de la vida.

    SESIN DE PREGUNTAS

    1. El enfoque de derecho es fundamental en la educacin para la gestin del riesgo?

    Qumejor derecho que tiene el ser humano que conservar su vida. Esta premisa nos debemotivar a laformacin de una cultura preventiva en nuestros pases, integrando todo el potencial de una sociedad.El asunto del riesgo es educativo, no tiene un enfoque de derecho sino de educacin.

    2. El currculo de una cultura preventiva se puede adaptar a la educacin especial?

    El currculo se adapta. Es bueno estimular al docente en base a lo que su centro educativo le puedaofrecer, por lo cual, debe adecuar el currculo a la realidad, contexto y al potencial de cada persona.

    3. Cree que la pobreza nos hace altamente vulnerables?

    S, es el peor de los desastres. La pobreza tiene su gnesis. Analicemos su origen. Cada pas tienela manera de resolver la pobreza.

    4. La vulnerabilidad de centros educativos y hospitales existe en nuestro medio, cmo se haresuelto esta problemtica en su pas?

    Costa Rica tiene problemas similares a los dems pases de Latinoamrica en lo que respecta ariesgos. Sin embargo, hay acciones concretas que se vienen desarrollando sobre la base de unapoltica de gobierno. Por ejemplo, se viene reforzando hospitales en el campo de la salud y formu-lando planes de seguridad escolar en el sector educativo con la participacin de las bases de lasociedad, como docentes, directores de escuela y supervisores, a travs de cursos motivadores quepermitan lograr los objetivos propuestos. A pesar de ello, es importante resaltar que Costa Rica noes la panacea ni tiene recetas que brindar para que otros pases las tomen. Cada pas o sociedadcon sus diversos actores deben participar en esta tarea educativa sobre gestin de riesgo.

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    LOS VALORES DE LA CULTURA DE PREVENCIN EN LACAPACITACIN Y FORMACIN DOCENTE

    Dr. Walter Pealosa RamellaJefe del Gabinete de AsesoresMinisterio de Educacin

    El tema de los valores es complejo, pero muy pertinente en el contexto de la prevencin de desastres.Para un mejor entendimiento de los valores y de su trascendencia para los seres humanos, convieneprecisar, primero, cules son las tres capacidades esenciales que todos, en principio, poseemos.

    1. Capacidad registral

    Es la capacidad por la cual captamos el mundo en torno nuestro, con todos sus objetos y hechosfsicos, biolgicos y mentales; personales, sociales e histricos. Todos, desde el nacimiento, estamosprestos a notar cmo es la realidad; pues, ello es importante para nuestra existencia y para movernosen el mundo. Es la capacidad que nos permite conocer la realidad, con un conocimiento que se llamavulgar o corriente. Pero, el hombre sabe profundizar esta capacidad y escudria la realidad con el finde descubrir sus leyes o principios y llega, de esta manera, al conocimiento cientfico.

    En suma, la capacidad registral es la fuente de todo tipo de conocimiento. Y la llamamos as, porquelos seres humanos registran el mundo para saber cmo es. Y esta operacin ocurre en un doble sentido:registramos el mundo en el sentido de buscar en l para tratar de hallar cmo est constituido y loregistramos en el sentido de que vamos anotando en nuestramente o en libros lo que vamos encontran-do; entonces, actuamos como los registradores pblicos.

    Es rasgo fundamental de la capacidad registral se dirige al ser de las cosas, querer captar cmo son, ysu xito consiste en lograr, o creer que logra, plena captacin de esa realidad. En ella, rige el valor de laverdad.

    2. Capacidad germinal

    La capacidad germinal se dirige no al ser de las cosas, sino a lo que no es. Esto puede parecerextrao y hasta absurdo. Y sin embargo, existe. Un ejemplo puede mostrarlo: si veo a un desvalido,siento que debo ayudarlo. En ese instante, tal ayuda no existe todava: es algo que no es. Y puedeocurrir dos cosas: que por alguna razn no ejecute ninguna accin en favor de esa persona, y enton-ces lo que no era sigue no siendo y se pierde en la nada; pero, puede suceder que realice un acto ovarios actos que ayuden a aquel necesitado, y en ese caso lo que no era se materializa en loshechos. No era, pero ahora es. Otro ejemplo: a una persona le viene a la mente una meloda, la cualno es an, y puede suceder que se le escape y se pierda. No era y continuar no siendo. Pero, puedeacontecer que la toque en un piano o en una guitarra o la ponga por escrito en una hoja de pentagrama;entonces, la meloda se hace real. No era y ahora es.

    La actitud germinal se encamina hacia lo que no es, pero puede ser y, ms an, sentimos que debeser. En el primer ejemplo, es el valor del bien que de pronto nos llama; en el segundo ejemplo es elvalor de la belleza. Del valor del bien nacen nuestras acciones ticas; del valor de la belleza surgenlas obras estticas. Y como esta capacidad nos impulsa a hacer real lo que no es y que aparezca algonuevo que no exista, esta capacidad es creadora y justamente por eso se denomina germinal: actosy objetos que no eran germinan y se plasman en la realidad por causa de ella.

    La capacidad germinal se dirige a los valores no veritacionales: el bien, la belleza, la justicia, lapersona humana, la utilidad. Estos valores siempre han existido y, por eso, son objetivos; pero, lainterpretacin que los hombres hacen de ellos ha variado de pueblo a pueblo, de poca a poca.

    3. Capacidad de lo trascendente

    Lo trascendente rebasa toda la realidad que es y todo lo que no es, queda ms all, es una realidadsobrenatural, es la direccin a un ser supremo, fundamento de cunto es y no es. No todos los hombresdesarrollan esta capacidad y as hay quienes llegan a ese ser y hay quienes no llegan. En el pasado y

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    hasta hoy hubo y hay intolerancia de algunas personas, tanto de los que creen como de los que nocreen; pero, lentamente se va llegando a una actitud de tolerancia mutua.

    4. Las escuelas y la formacin de los maestros

    Cmo han reaccionado las escuelas y las instituciones de formacin de maestros frente a la existen-cia de estas capacidades fundamentales? Pienso que errneamente. Hasta hoy, salvo excepciones,han privilegiado la capacidad registral y han minimizado o puesto de lado las otras capacidades. Enlas escuelas y en la formacin de maestros se ha dado nfasis casi exclusivo a las disciplinas cient-ficas, al descubrimiento de la realidad, a la bsqueda de verdades, o sea, al desarrollo de la capaci-dad intelectual y escrutadora. Eso en s no est mal, pues vivimos en una poca de deslumbrantesavances cientficos. Lo equivocado es poner de lado las otras capacidades, aun de la capacidad delo trascendente, aunque no es de todos. Pero resulta trgica la desconsideracin de la capacidadgerminal y de los valores no veritacionales, que son de todos.

    La hipertrofia de la capacidad registral y la casi negacin de la capacidad germinal han dado origena una educacin sin valores y, lo que es ms grave, han aplastado la capacidad creadora de loseducandos ymaestros. Pero, la gente est reaccionando en todas partes contra esta educacinmutiladoray en este siglo que se inicia, claman por una educacin integral.

    5. El lugar de la prevencin

    La capacidad germinal se ejerce todos los das, pues los problemas que se relacionan con el bien, lajusticia, la persona, la belleza, la utilidad; se plantean a cada instante; es decir, tienen presenciainmediata. Pero, acontece que la capacidad germinal puede tambin referirse al futuro, particular-mente a los problemas ticos, sociales y utilitarios derivados, que circunstancias venideras nos de-ben llevar a realizaciones diferidas que significan pleno respeto a los valores de bien, de la personay de la utilidad.

    Esa capacidad germinal no inmediata, sino diferida, no es otra cosa que la prevencin. Por ella, seinternalizan los valores ticos de solidaridad, de apoyo mutuo, de respeto a las personas, sean adul-tos, ancianos, nios, que pueden ser vctimas de desastres de la naturaleza o generados por lospropios seres humanos. Y tambin interviene el valor de la utilidad en cuanto se prevn los efectoseconmicos y se hace lo posible para evitar la destruccin de hogares y de instalaciones que al pasy a los ciudadanos les ha costado mucho establecer.

    Se habla as de una cultura de la prevencin que no implica simplemente la adopcin de medidassensatas de anticipacin, sino que requiere, como fundamento slido y hontanar de diversas accio-nes, de una ntida conciencia de los valores ticos, personales y utilitarios, conciencia que debeenraizarse en cada ciudadano. Ello, inmediatamente, nos trae al mbito de la educacin. Son losmaestros, que deben ser poseedores de tal conciencia, quienes deben despertar en los nios ynias, en los adolescentes y en los jvenes los valores diferidos de la prevencin de los desastres.Nuestro pas lo requiere premiosamente por su situacin que lo sujeta a movimientos ssmicos, ainundaciones, al fenmeno de El Nio, y a los hechos negativos que los hombres producen.

    Por eso, el Ministerio de Educacin est adoptando medidas para que en los planes curriculares deeducacin primaria y, sobre todo, de educacin secundaria, se incluyan talleres de defensa civil o deprevencin de desastres. Lo mismo vale para los institutos superiores pedaggicos, porq