mesopotamia 1 corte
DESCRIPTION
ÂTRANSCRIPT
MESOPOTAMIA ACTIVIDADES CONTRUCTIVAS
HISTORIA DE LA TECNOLOGIA
OCTUBRE
2015
Ramos Hernández, E. Jorgina
EDITORES DIRECTOR
PROF. Gómez Niño, Gabriel
gh
MESOPOTAMIA, es el nom-
bre por el cual se conoce a
la zona del Oriente Pró-
ximo. Ubicada entre los
ríos Tigris y Éufrates, si bien
se extiende a las zonas fér-
tiles contiguas a la franja
entre los 2 ríos, y que coin-
cide con las áreas no desér-
ticas del actual Irak y la zona
limítrofe del noreste de Siria. El término alude prin-
cipalmente a esta zona en la Edad Antigua que se di-
vidía en Asiria, al norte y Babilonia al sur. Babilo-
nia (también conocida como Caldea), a su vez, se di-
vidía en Acadia (parte alta) y Sumeria (parte
baja). Sus gobernantes eran llamados patesi.
Los nombres de ciudades como Ur o Nippur, de hé-
roes legendarios como Gilgameš, del Código Ham-
murabi, de los asombrosos edificios conocidos
como Zigurats, provienen de la Mesopotamia Anti-
gua. Y episodios mencionados en la Biblia o en
la Torá, como los del diluvio o la pérdida de idiomas
de la Torre de Babel, ocurrieron en esta zona.
Antes de tener herramientas el hombre de esta re-
gion podía tener, al menos un rudimentario ele-
mento de arquitectura, en esas regiones donde de-
bía nacer el arte de construir, fue la arcilla el material
necesario para tal fin. Los babilónicos comenzaron
usando este material, el cual utilizaron en la cons-
trucción de adobes o ladrillos cocidos, elemento
muy importante muy importante en la arquitectura
de babilonia.
En el siglo VII se origina el principal material em-
pleado en las construcciones de Nabucodonosor; los
relatos de Herodoto estipulaban que los muelles y
las fortificaciones eran en parte construidos con este
mismo material y el génesis menciona que la misma
torre de babel fue construida con arcilla endurecida
al fuego.
Usos de la madera y la piedra: Las terrazas de las casas
babilónicas estaban hechas de palmera. En los palacios
utilizaban vigas de cedro o de maderas preciosas, traídas
con grandes gastos.
Lo único que sabemos sobre las construcciones de pie-
dra de Caldea es que el puente de babilonia tenía pilas de
piedra al plomo. Las únicas que han llegado hasta noso-
tros son las Asirias en las que el empotramiento no era
usado.
La arquitectura de Mesopotamia hace referencia a las
características comunes de las construcciones desarrolla-
das en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates desde el asen-
tamiento de los primeros pobladores hacia el VII milenio
a. C. hasta la caída del último Estado mesopotámico, Ba-
bilonia. Los mesopotámicos construían sin mortero, y
cuando un edificio ya no era seguro o no cumplía su tarea
se derribaba y volvía a construir en el mismo emplaza-
miento, o se rellenaba y se construía encima. A lo largo
de los milenios esta práctica dio lugar a que las ciudades
mesopotámicas se encontrasen elevadas en suaves coli-
nas sobre el territorio que las circundaba; a estos pro-
montorios se les llama tells.
Utilizaron muy poco la piedra y la madera ya que sólo
podían obtenerse de los países limítrofes. El suelo es ar-
cilloso, fangoso, y esto los llevó a utilizar el barro como
material constructivo. Primero lo emplearon en bloques
o adobes de barro con mezcla de paja y colocados hume-
decidos de modo que secaba la pared entera. Luego, los
secaron al sol, adobe por adobe. Inventaron después los
ladrillos de arcilla pura, colocados al horno; y, posterior-
mente, para preservarlos mejor de la humedad, los so-
metieron al procedimiento del esmaltado y vidriado.
MATERIALES ARCILLOSO EN MESOPOTÁMICA:
MATERIALES
El suelo de Mesopotamia proporcionaba el barro
para los adobes que fueron el material constructivo
más importante de esta civilización. Los mesopotá-
micos también cocieron la arcilla para obtener terra-
cota, con la que realizaron cerámica, esculturas y ta-
blillas para la escritura. Se conservan pocos objetos
en madera. En la escultura emplearon basalto, are-
nisca, diorita y alabastro. También trabajaron algu-
nos metales como el bronce, el cobre, el oro y la
plata, así como nácar y piedras preciosas en las pie-
zas más delicadas y en las labores de incrustación. En
sus sellos cilíndricos usaron piedras de todas las cla-
ses, como lapislázuli, jaspe, cornalina, alabastro, he-
matites, serpentina y esteatita. No obstante, algunas
de estas piedras escaseaban en la zona, por lo que
tuvieron que importarlas.
ARTE DE CONSTRUIR MESOPOTÁMICO:
- Características Generales: El arte mesopotámico
tenía carácter cívico: tiene palacios, templos y servi-
cios públicos; tales como murallas, canales de riego,
puentes, puertas y fortalezas. También combina el
sistema de platabanda y dintel con el de arco y bó-
veda. Como en la región no había piedra y la madera
era escasa, emplearon el ladrillo (hecho de adobe).
Como el ladrillo es un material algo frágil, los muros
se fabricaban gruesos y sin apenas aberturas; de ma-
nera que la apariencia de la edificación es maciza,
pesada y monótona. Debido a las periódicas inunda-
ciones que eran favorables a los cultivos, los edificios
solían construirse sobre terrazas.
Las paredes se cubrían de relieves en colores si-
guiendo esquemas muy simples, en particular los de
repetición y simetría
- Construcción en terrenos arcillosos: En Mesopota-
mia, para construir en los terrenos arcillosos, se uti-
lizaban una serie de pilotes para reforzar la construc-
ción y de forma de plataforma poder construir sobre
ellos. Estos terrenos mayormente se encontraban en
babilonia y este terreno se rellenaba para construir
y luego se le enterraban pilotes en formas de colum-
nas.
USO DE LA PIEDRA EN ASIRIA:
Los asirios adornaron sus palacios con magníficos
relieves escultóricos. El alabastro verdadero, una
piedra blanda que abundaba en la parte más alta del
río Tigris, se podía tallar más fácilmente que las pie-
dras duras utilizadas por los sumerios y los acadios.
Para impresionar a los visitantes y realzar su poder
ante los ojos de sus súbditos expusieron en letra cu-
neiforme, talladas en bandas horizontales por toda
la superficie de los muros del palacio, crónicas que
relataban su superioridad en las cacerías y en los
campos de batalla.
LA ARCILLA EN MESOPOTAMIA: La arqui-
tectura de la Mesopotamia se sirvió en sus comien-
zos de los ladrillos de barro cocido, poco resistentes,
lo que explica el alto grado de deterioro de las cons-
trucciones encontradas. Las obras más representati-
vas de la construcción mesopotámica son los zigu-
rats o templos en torre que datan de los primeros
pueblos sumerios y que asirios y babilonios mantu-
vieron en lo formal. Éstos eran en realidad edifica-
ciones superpuestas que conformaban especies de
pirámides de lados escalonados divididos en varias
cámaras. En el siglo VII constituye el principal mate-
rial empleado en las construcciones de Nabucodo-
nosor; los relatos de Herodoto estipulaban que los
muelles y las fortificaciones eran en parte construi-
dos con este mismo material y el génesis menciona
que la misma torre de babel fue construida con arci-
lla endurecida al fuego. Con toda seguridad el ladri-
llo cocido no es una invención de los países donde
falta el combustible, si no una importación. El ladrillo
cocido que desempeña un papel capital entre los ba-
bilonios, se encontrará en todo el trayecto de Babi-
lonia al Tibet: en Persia y en la India. Las construccio-
nes de ladrillos no existen fuera de esa zona: del lado
occidente donde se termina el dominio del ladrillo
cocido, se extiende apenas hasta Ninive.
La Composicion del Adobe: El adobe se
compone de arcilla(20%), arena(80%) y en algunos
casos, de fibras, tanto de origen animal (crines de ca-
ballo) como vegetal (paja) que actúan a modo de
“armaduras”, impidiendo la aparición de grietas en
el adobe, causadas por la retracción del material al
perder el agua necesaria para su fabricación, y por
consiguiente, mezclando estos elementos, se crea
una masa uniforme, compacta y sin grumos, que se
vierte en una serie de moldes de forma prismática
de madera, que recibe el nombre de “adobera” o
“gradilla”. Tras este proceso, los adobes se dejan se-
car al Sol hasta que se evapora toda el agua, de
forma que adquieren la resistencia necesaria para
poder ser utilizados.
HERRAMIENTAS:
Herramientas de cobre: El cobre fue el me-
tal más ampliamente utilizado en gran parte debido
a que era el más barato hasta el período neo babiló-
nico, cuando el hierro se hizo más barato. El cobre
era usado para hacer una gran variedad de herra-
mientas, incluyendo hachas, hoces, martillos, dagas
y cadenas. Los sumerios también hicieron joyería,
punzones y cinceles usando cobre y metales con alu-
minio.
Herramientas de bronce: Para el año 3.000
a. C., los sumerios habían aprendido cómo hacer he-
rramientas de bronce, que eran mucho más duras
que las herramientas hechas sólo de cobre. Estas he-
rramientas marcaron una innovación mayor en la
historia de las herramientas. Fueron hechas de una
aleación de cobre con aluminio. Tal vez el uso más
consecuente del bronce por los sumerios fue el ha-
cha enchufable. Esta hacha tenía un enchufe que se
deslizaba sobre el mango, o la empuñadura. Esto re-
solvía el problema de que la cabeza se cayera de su
mango durante las batallas intensas. Esta arma se
volvió muy importante en las batallas durante 2.000
años.
Herramientas de hueso: Muchas herramien-
tas en Mesopotamia estaban hechas de huesos de
animales de todos los tamaños. Los huesos más
grandes se utilizaban como punzones para piel, y los
huesos pequeños se usaron para hacer cosas como
utensilios y agujas. Algunas armas tempranas tam-
bién fueron hechas de huesos, como los cuchillos,
por ejemplo. Los huesos hacían buenos mangos na-
turales con sus enchufes naturales. Los mangos de
hueso se utilizaban para las armas, herramientas y
espejos. También se utilizaban en la joyería, para ha-
cer cuentas, pendientes, anillos y brazaletes.
Herramientas de transporte: Las personas
de la antigua Mesopotamia inventaron las herra-
mientas de transporte que transformaron el mundo
del comercio y los viajes. Comenzaron a utilizar la
rueda en el año 3.500 a. C., y la unían a carros para
transportar a las personas y los bienes. Las invencio-
nes mesopotámicas incluyen el barco para navegar
los mares usando el poder del viento. Ellos llevaban
sus botes navegando tan lejos como hasta la India.
Herramientas de agricultura: La gente en
Mesopotamia inventó la sembradora de arado, lo
que le permitía a
los agricultores
cumplir con las
tareas de sem-
brar y arar al
mismo tiempo. El
arado creaba un
surco en donde
se dejaba caer la
semilla. Más ade-
lante se mejoró la
tecnología del
arado apren-
diendo a utilizar a
los bueyes para
moverlo.
METODOS Y TECNICOS REFERENTES
PARA LA CONSTRUCCION
Los métodos derivaban de los recursos; no se ne-
cesitaba para alzar un palacio, más que obreros ca-
paces de moldear y apilar ladrillos. Desde los tiem-
pos más remotos lazos estrechos parecen unir una a
otra las arquitecturas de la Mesopotamia y
de Egipto; por ejemplo, Amenofis IV señor de las
provincias asirias, intenta reemplazar el culto de las
divinidades nacionales por el culto caldeo de los as-
tros y esta reforma dejo su huella en la escultura sa-
grada de Egipto. No se sabe a ciencia cierta si fue
Egipto o Caldea la civilización que introdujo el sis-
tema de bóvedas así como tampoco podemos ase-
gurar si es que estos pueblos tuvie-
ron influencias de la alta Asia.
La Técnica en Construcción fue
recibida de La arquitectura sume-
ria; siendo referente del pueblo su-
merio que habitó en la Mesopota-
mia (actual Irak) desde mediados
del VI milenio a inicios del II mile-
nio a. C. La edificación mas emble-
mática fue la Torre de Babel. Esta
torre, fue posible gracias al conoci-
miento que de la construcción te-
nían los arquitectos Sumerios, an-
teriores a los Egipcios.
1.- Modelo de adobera para fabricar adobes
medianeros. 2.- Adobe de medianería.
3.- Modelo de adobera para fabricar adobes
para cerramientos externos.
4.- Ballarte: Elemento para transportar el barro.
5.-Cuezo: Elemento para recoger el barro so-
brante que se empleará para realizar enlucidos.
Utensilios para fabricar adobes
Los arquitectos Sumerios alcanzaron un elevado co-
nocimiento de diversas disciplinas para conseguir la
correcta realización de sus ciudades y templos. Al día
de hoy se sabe que conocían la geometría, la aritmé-
tica, la escritura, la astronomía, la astrología, la está-
tica, la mecánica, y para poder ejecutar sus proyec-
tos debían de dominar lo que hoy conocemos como
aprovechamiento de recursos naturales y humanos.
Los arquitectos Sumerios construyeron sus ciudades
y templos en ladrillos de adobe unidos por una masa
de mortero y caña, millones de ladrillos realizados
con el único material que disponían en su tierra, el
adobe formado por arcilla y agua, materiales que
son la fuente de su cultura, y base de todas sus
creencias. Los arquitectos Sumerios no utilizaban la
piedra, pues no disponían de ese material.
Las zigurats contaban con una base de ladrillo que
las librara de los destrozos de las inundaciones, y se
conectaban con el suelo por medio de largas rampas
escalonadas. Los adobes eran recubiertos por ladri-
llos para evitar su deterioro, que debía ser grande,
pues una de las principales funciones del rey será el
mantener en perfecto estado estos recintos, recons-
truyéndolos una y otra vez. En su construcción ya se
observan paredes en talud (inclinadas) y con contra-
fuertes (que también generaban una cierta articula-
ción del muro por medio de luces y sombras), así
como drenaje para las aguas lluvias sobre las pare-
des. Según algunas hipótesis, en sus plataformas se
plantarían especies vegetales, pudiendo ser el ante-
cedente directo de los jardines colgantes de Babilo-
nia. Los Sumerios debieron enfrentar los problemas
de cimentación derivados de los materiales utiliza-
dos y la magnitud de las estructuras. Jean Kérisel in-
terpretó los problemas de asentamientos y corri-
mientos de la siguiente manera:
La experiencia sumeria en la construcción de terra-
plenes los llevó a utilizar refuerzo y drenaje del suelo
con esteras tejidas de juncos embebidas en mantos
de arena entre los ladrillos: TEJILLA DE JUNCOS
Alrededor del año 2,000 A.C., los asirios lograron un
avance significativo en el transporte conocido hasta la fe-
cha: Aprendieron a domesticar y cabalgar en caballo, y
siendo un pueblo guerrero, obtuvieron una gran ventaja
militar: inventaron la caballería
LA BOVEDA: Bóveda de Cañón. La Bóveda de cañón
es también conocida como bóveda de medio cañón, la
misma consiste en una proyección semicircular de un
arco de medio punto. Fue utilizada, de una manera cons-
tante, en los tiempos del Imperio Romano aunque ya era
conocida por los antiguos egipcios y los de Mesopotá-
mica. El empuje de la bóveda de cañón es dirigido hacia
los muros, se realizan algunas técnicas para contrarrestar
la misma.
1 - Relleno
2 - Suelo Blando
3 - Terrenos (plataforma de acceso al templo)
La primera consiste en elevar el grosor de los muros
y se construye una bóveda de cañón utilizando arcos
de refuerzos. Estos arcos son conocidos como arcos
fajones o torales, los cuales están apoyados en los
pilares y son reforzados mediante la utilización de
contrafuertes. Otro método es construir dos bóve-
das de cañón de igual magnitud y por último la crea-
ción de una bóveda arista mediante la intersección
de dos bóvedas de cañón.
SISTEMA DE CONSTRUCCIÓN DE CÚPULA EN HILA-
DAS HORIZONTALES:
Sistemas constructivos: Uno de los métodos cons-
tructivos más simples y antiguos consiste en levantar
hiladas sucesivas de mampuestos, cerrándose pro-
gresivamente hacia el centro. Este sistema es anti-
quísimo, y permite cubrir espacios de diámetro rela-
tivamente pequeño. A veces, la colocación de los
mampuestos sigue un patrón en espiral, tal como lo
han aplicado tradicionalmente los esquimales para
levantar sus iglúes. La construcción resultante suele
denominarse falsa cúpula o aproximación de hileras
al conseguirse por este medio.
Sistemas en desplome: Para tener una mayor adhe-
rencia de los ladrillos, las capas se disponen con
cierta inclinación, para hacer que los ladrillos apoyen
unos sobre otros durante el fraguado. Aún así y en el
caso anterior también, los arranques de las bóvedas
en los salmeres se disponían en capas horizontales
que avanzan en desplome. Ejemplos: Perfil peral-
tado y capas inclinadas: Rameseum, Perfil ojival en
la planicie de Menfis.
Sistema de apoyo en la cúpula sobre planta circular
o cuadrada: Emplearon sistema de la cubierta abo-
vedada, especialmente la cúpula sobre pechinas, es
decir, triángulos esféricos en los ángulos que facili-
tan el paso de la planta cuadrada a la circular de la
cúpula. Estas bóvedas semiesféricas se construían
mediante hiladas concéntricas de ladrillo, a modo de
coronas de radio decreciente reforzadas exterior-
mente con mortero, y eran concebidas como una
imagen simbólica del cosmos divino.
TIPOS EDIFICATORIOS: Fuese cual fuese el sistema
constructivo elegido, ni en el centro ni en el sur de Meso-
potamia se utilizaron cimientos, dado lo pantanoso de los
terrenos.
Sistema Abovedado: La arquitectura mesopotámica ha
pasado a la Historia como un sistema de muros de
carga. Utilizaban arcos y bóvedas que construían sin
cimbra, apaisando los ladrillos para que no cayeran al
ser colocados, o rellenando el espacio entre dos muros
de barro y paja hasta que la bóveda estuviera termi-
nada; este sistema daba lugar a espacios estrechos y lar-
gos. Para esto utilizaban en ladrillo, que inventaron al
igual que el arco, y el adobe. Esmaltaban los ladrillos
para grandes ocasiones, y componían mosaicos pintados
en vivos colores. Los muros portantes no permitían ven-
tanas, y la luz era cenital. Con este método de bóvedas
se construyó, por ejemplo, la Puerta de Ishtar en Babilo-
nia, y sobrevivió hasta la Edad Media, siendo utilizado y
perfeccionado por los bizantinos.
Sistema Adintelado: Construyeron con vigas y pilares,
siendo habituales en construcciones monumentales las
columnas del apreciado cedro de las montañas del Lí-
bano. Se conoce de las culturas mesopotámicas el capi-
tel eolio, una de las influencias de los órdenes griegos.
Con este sistema se construía la estructura basándose
también en un muro portante y de cerramiento exterior,
apoyando las vigas en él y en unos pilares de madera in-
teriores, que se aprovechaban para situar el perímetro
del patio. La repetición de este método creaba el edifi-
cio, rellenándose los huecos y la cubierta o techo de
adobe.
Formas y proporciones de los mate-
riales:
Cimientos: Los constructores babilónicos no cava-
ban nunca cimientos, como sus tierras poseían de-
masiada agua el fondo sólido estaría lejos, por lo que
renunciaban a alcanzarlo y se apoyaban directa-
mente sobre el suelo interponiendo entre ese y el
edificio un macizo de asiento.
Muros: El tipo de construcción con ladrillos húme-
dos se emplea hasta en el cuerpo mismo de los mu-
ros, sin embargo en las partes que exigen un cuidado
excepcional, el ladrillo se pone seco. En ocasiones un
revestimiento de tierra y yeso o tierra y cal, protegía
contra las lluvias. El muro no presenta ningún orna-
mento que pueda considerarse como moldura: el
modelado de la cornisa tan simple en Egipto, aquí es
totalmente desconocido. Estrías verticales imitan los
troncos pegados de un tablero de palmeras o bien
ranuras angulosas, recuerdan el aspecto de esas lar-
gas aspilleras, que procuraban luz y aire en las casas
egipcias.
Bóvedas: El corte de la bóveda lleva incrustada una
franja de esmalte; los jambajes son completamente
lisos o bien simulan animales fantásticos (toros ala-
dos con cabezas humanas) de los que los hebreos sa-
caron el cherubím y que los asirios veneraban como
las divinidades guardianas de las puertas de los pa-
lacios. Los constructores de Asiria conocían la bó-
veda de ladrillo y la empleaban a causa de la falta de
madera. El tipo de bóveda que responde mejor a esa
condición es la cúpula. Las únicas bóvedas Asirias
que han llegado hasta nuestros días son bóvedas de
galerías.
Columnas: Los bajos relieves asirios representan co-
lumnas llevadas por leones. Algunas columnas han
sido encontradas en Khorsabad y en Nimrud sin que
se haya podido determinar de una manera precisa el
papel que desempeñaban en la ordenación. Los Asi-
rios asociaron en un conjunto híbrido capiteles y fus-
tes de diferentes proveniencias. No es en los llanos
del Tigres o del Eufrates que se deben buscar las
grandes aplicaciones ni los tipos originales de la co-
lumna: en esos llanos arcillosos solo el ladrillo podía
ser material corriente de las construcciones, la co-
lumna no podrá desarrollarse más que en arquitec-
turas que usaran madera y piedra.
Monumentos: En Asiria el palacio tiene un lugar pre-
ponderante ya que engloba como simples anexos a
los templos dentro de sus murallas. La arquitectura
Asiria es la de una monarquía que domina hasta el
culto, por el contrario Babilonia parece haber dado
a los edificios sagrados un lugar más importante. La
torres gigantescas (Babil, Birs-Nimrud) que fueron
los principales monumentos de babilonia eran a la
vez templo y observatorio: las dos ideas se confun-
dían en una comarca, donde la religión era el culto
de los astros. También existían palacios exclusiva-
mente destinados a los dioses.
LAS CASAS
En Babilonia poseían casas de tres o cuatro pisos. El
tipo común era de un piso con cielo raso y sin más
aberturas sobre la vía pública que una puerta si-
tuada fuera del alcance de los ojos. Existían habita-
ciones en forma de pabellón cubierto por una cúpula
esférica, con peralte con una abertura de ventilación
en la cúspide. En realidad las casas asirias era de do-
ble terraza, la segunda terraza presentaba casi siem-
pre bajos relieves con una rica vegetación.
Uso de la madera: Las terrazas de las casas babilóni-
cas estaban hechas de palmera. En los palacios utili-
zaban vigas de cedro o de maderas preciosas, traídas
con grandes gastos.
TIPOS DE CASA
La srefa es una cabaña construida con juncos. Un grupo de ellos, doblados en una parábola invertida, funcionan como pórticos y sirven de base para atar a ellos otros juncos rectos que los arriostran. Resulta una estructura abovedada que se recubre con esteras de juncos o barro. Este tipo de arquitectura, a pesar de ser prehistórico, sigue utilizándose por las tribus árabes nómadas.
Las casas colmena, habitualmente realizadas en adobe o piedra, son casas formadas por dos cuerpos; uno principal circular o cónico al que se le adosa un segundo cuadrado más bajo.
La casa circular, típica mesopotámica desde los tiempos de la hegemonía de Ur, es una casa de planta circular dispuesta en torno a un patio. En el caso de que fueran circulares se construía a uno o dos lados y se acondicionaba el patio al continuarse las paredes exteriores a modo de muro de cerramiento del patio. Se construían de adobe con vigas de madera, con una disposición bastante ortogonal de las ha-bitaciones. Desde la entrada se accedía a un vestíbulo que comunicaba con el patio, com-partiendo la planta baja con la cocina, los al-macenes y a veces con una pequeña cámara. En la planta alta y última se encontraban las habitaciones, a veces una sala mayor que ha-cía las veces de salón. La cubierta era plana y transitable, y se utilizaba para secar las cose-chas o tomar el aire. Los cerramientos subían hasta formar un parapeto que impedía la caída desde la azotea.
La casa cuadrada, también con patio, es la va-riante urbana de la casa circular.
Las granjas eran edificaciones especiales por su actividad. Suponían una serie de estancias y muros entrecruzados que dejaban patios abiertos para la realización de las actividades agrícolas. En algunos de ellos se excavaban pozos como silos y cisternas, recubriéndose sus paredes con fábrica de piedra o adobe. Al-gunas granjas, como la del Tell Hassuna, for-maban pequeños pueblos, típicos del final del Neolítico.
El palacio
El palacio era una construcción de grandes dimensio-
nes, que alcanzó su máximo desarrollo con Nabucodono-
sor II, cuyo palacio, considerado una maravilla mundial,
giraba en torno a cinco patios. En general se construían
en torno a patios internos y, dependiendo de su impor-
tancia, podían estar amurallados. El palacio seguía la es-
tructura de las casas pero con una multiplicación de pa-
tios y estancias, llegando a ser un palacio-ciudad, ya que
no sólo residía en él el rey sino también la nobleza y los
encargados de la administración. Estos palacios influirán
mucho en el mundo persa, islámico, etc. El palacio se si-
tuaba junto al templo y estaban amurallados, con alme-
nas y torres.
Un rasgo característico de la fisonomía exterior de los
palacios asirios es la ausencia de ventanas en la planta
baja. La luz era de preferencia tomada de los patios y pe-
netraba por las impostas de las puertas. Los kioscos son
las dependencias casi obligadas de los palacios y los prin-
cipales ornamentos de los parques reales. Su emplaza-
miento es una eminencia de donde la vista se extiende a
lo lejos como un islote en medio de las aguas de un lago.
El palacio mesopotámico se encontraba rodeados gran-
des muros y patios, de enormes dimensiones que se co-
municaban unos con otros por medio de soberbias puer-
tas. En estos palacios se distinguen tres partes: Las salas
públicas de audiencia, la sala central del trono llamada
Selamlik y las habitaciones privadas del rey con el harén.
Decoración por la arcilla en las paredes, en el interior y
exterior: Se utilizó la columna de ladrillo, enriquecida con
incrustaciones de conos de arcilla policromados. Estos
conos formaban auténticos mosaicos geométricos con
rombos, zigzags y triángulos en negro, blanco o rojo. No
obstante, los muros fueron el principal elemento de sus-
tentación y no se desarrollaron estructuras con columnas
como base de soporte. La pobreza de los muros de barro
también se mitigó cubriendo las superficies, tanto en el
interior como en el exterior, con la misma decoración po-
licromada de conos de arcilla incrustados y con paneles
en relieve y taracea. En estos palacios se distinguen tres
partes: Las salas públicas de audiencia, la sala central del
trono llamada Selamlik y las habitaciones privadas del rey
con el harén.
La ciudad
Las ciudades asirias tenían sus calles alineadas; ha-
bitualmente los ángulos de las casas se orientaban
hacia los puntos cardinales a fin de repartir entre los
cuatro lados del edificio , las ventajas y desventajas
del sol. Estas ciudades estaban rodeadas por formi-
dables defensas; la Mesopotamia es la clásica tierra
de la fortificación. En esta temática no solo se tra-
taba de defenderse contra el enemigo exterior si no
que tampoco se perdían de vista las posibles insu-
rrecciones internas.
Las fortificaciones de babilonia eran triples, las mu-
rallas de babilonia eran construidas en tierra con ba-
samentos de piedra flanqueadas de torres sobre pla-
nos cuadrados. Las ciudades asirias tenían sus calles
alineadas; habitualmente los ángulos de las casas se
orientaban hacia los puntos cardinales a fin de re-
partir entre los cuatro lados del edificio, las ventajas
y desventajas del sol.
Estas ciudades estaban rodeadas por formidables
defensas; la Mesopotamia es la clásica tierra de la
fortificación. En esta temática no solo se trataba de
defenderse contra el enemigo exterior si no que
tampoco se perdían de vista las posibles insurreccio-
nes internas. Las fortificaciones de babilonia eran tri-
ples, las murallas de babilonia eran construidas en
tierra con basamentos de piedra flanqueadas de to-
rres sobre planos cuadrados.
Columnas de ladrillo y madera y el sis-
tema de protección:
Muros: El tipo de construcción con ladrillos húme-
dos se emplea hasta en el cuerpo mismo de los mu-
ros, sin embargo en las partes que exigen un cuidado
excepcional, el ladrillo se pone seco. En ocasiones un
revestimiento de tierra y yeso o tierra y cal, protegía
contra las lluvias. El muro no presenta ningún orna-
mento que pueda considerarse como moldura: el
modelado de la cornisa tan simple en Egipto, aquí es
totalmente desconocido.
Estrías verticales imitan los troncos pegados de un
tablero de palmeras o bien ranuras angulosas, re-
cuerdan el aspecto de esas largas aspilleras, que pro-
curaban luz y aire en las casas egipcias.
Arco de medio punto: El arco de medio punto, en
arquitectura, es el arco que tiene la forma de un se-
micírculo. Es el elemento principal de la arquitectura
abovedada. Antiguamente solía estar conformado
por dovelas de adobe, ladrillo o piedra.
Arco ojival: El arco apuntado, también llamado arco
ojival, está compuesto por dos tramos de arco for-
mando un ángulo central, en la clave. En la Europa
del siglo XII, el arco ojival no sólo supone a un cam-
bio estético que rompe con el clasicismo del arco de
medio punto, propio de la arquitectura romana y la
románica, sino que además, resulta más eficaz, pues
gracias a su verticalidad las presiones laterales son
menores que en el arco de medio punto, permi-
tiendo salvar mayores espacios.
El arco ojival o apuntado, formado por dos arcos de
medio punto que se cortan en la clave; el arco de he-
rradura, típica forma árabe, es mayor que una semi-
circunferencia y su flecha es mayor que la semiluz.
PARTE DE LOS ARCOS: Partes básicas del arco son la
luz, o dimensión horizontal máxima del mismo por
su parte interior; la flecha, altura del arco desde su
línea de arranque hasta la clave o dovela central del
arco; el punto, lugar donde se unen la flecha y la luz
de un arco; el arranque del arco o punto de transi-
ción entre el muro o la jamba y el arco; la línea de
arranque es la recta que une los dos arranques del
arco; el intradós es la superficie interior, cóncava,
del arco, mientras que el extradós es la superficie
convexa o exterior del mismo, siendo la línea for-
mada por la parte alta de las dovelas
El zigurat: Es un templo de la antigua Mesopotámica
que tiene la forma de una torre o pirámide escalo-
nada. El diseño de un zigurat va desde una simple
base con un templo en lo alto, hasta las maravillas
matemáticas y arquitectónicas con varias terrazas
rematadas con un templo. La base podía ser de
forma rectangular, ovalada o cuadrada. Los zigurats
fueron un tipo de templo común para sumerios, ba-
bilonios y asirios. Los zigurats no eran el lugar en que
se realizaban actos públicos o ceremonias, sino que
se les consideraba la morada de los dioses. Ejemplo:
el etemenanki, conocido como la torre de babel, de
ocho pisos. la parte no expuesta a la intemperie es-
taba construido de ladrillos secados al sol (adobe),
mientras que la parte exterior estaba revestida de
ladrillos cocidos, los cuales podían además estar vi-
trificados en diferentes colores; el acceso se reali-
zaba mediante escaleras situadas en los lados del zi-
gurat o que ascendían en espiral hasta la cima.
ARQUITECTURA FUNERARIA EN MESOPOTAMIA:
CARACTERÍSTICAS:
La arquitectura funeraria en Mesopotamia. La
tumba de la reina Shubad En Mesopotamia las cons-
trucciones funerarias no se prodigaron, pues los en-
terramientos se hacían en el suelo de las casas par-
ticulares, con la intención de que los espíritus de los
difuntos tuvieran un lugar de descanso. La morada
de los muertos no fue objeto de especial atención ya
que la consideraban el paraje sombrío, en el que se
desataban las fuerzas hostiles. Las necrópolis esta-
ban dentro de los muros de las ciudades y las tumbas
eran sencillas fosas subterráneas abovedadas. Las
primeras datan de los milenios V y IV a.C. Se hallaron
en el norte, en la localidad de Tepe Gaura, y se ca-
racterizaban por tener una cámara y estar orienta-
das en dirección noroeste. Durante el primer pe-
ríodo dinástico de Sumer, en el III milenio a.C., se eri-
gieron las primeras tumbas reales, testimonio de
una sociedad jerarquizada.
Son pequeñas celdas abovedadas de ladrillo, excava-
das bajo tierra, en las que se incluye un ajuar fune-
rario formado por carros de combate y otros objetos
suntuosos. Los difuntos se introducen en sarcófagos
de mimbre o madera. Durante el período dinástico
primitivo, hacia el año 2350 a.C., se construye una
necrópolis en la ciudad de Ur que contiene alrededor
de unas mil ochocientas tumbas. De ellas, al menos
una veintena, son tumbas suntuosas con ajuar fune-
rario. El cementerio de Ur, adopta la forma de una
casa subterránea con corredor, que deja paso a una
cámara sepulcral situada en el fondo y cubierta por
una falsa bóveda, construida por aproximación de
hiladas de ladrillo.
Monumentos Principales:
a) El Templo: Consiste en un gran patio amurallado
que en el espacio correspondiente a uno de sus la-
dos menores lleva lo que va a ser su elemento más
característico: el Zigurat.
El Zigurat es una torre cuadrada de varios pisos es-
calonados, en cuya cima está el santuario. Las caras
se orientan hacia los cuatro puntos cardinales y se
sube a los diferentes niveles por medio de una
rampa que rodea los cuatro lados, o por dos escale-
ras simétricas que trepan por el frente o os laterales.
En su construcción se empleaban materiales muy ri-
cos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro.
b) El Palacio: No existe una forma prevista para el
palacio. Tampoco es un edificio, sino una serie de
edificaciones prismáticas de distintos tamaños uni-
das entre sí por pasillos, galerías y corredores con
amplios patios intermedios y con murallas alrede-
dor. Consistía en una sencilla construcción cuadran-
gular con un patio central por el cual recibía luz y
ventilación. Se alzaba sobre terrazas de ladrillo a las
que se subía por escaleras y rampas con desagües
para protegerse de las inundaciones y de la hume-
dad.
Las puertas, cuyas hojas solían ser de bronce, esta-
ban flanqueadas por estatuas y toros alados con ca-
beza humana a los que se les atribuían poderes pro-
tectores. Las paredes interiores se decoraban con
pinturas al fresco sobre enlucido de cal, o con reves-
timientos de ladrillos esmaltados de colores vivos y
relieves. Algunos de los palacios más importantes
fueron los de Nínive, Khorsabad y Nimrud. Nínive.
Salón del trono en Nimrud.
c) Las Murallas: Las ciudades estaban guardadas por
gruesas murallas de paredes verticales y cortadas en
ángulos rectos, reforzadas de trecho en trecho por
torres cuadradas. El paso se hacía por puertas forti-
ficadas. El pasaje de estas puertas era de bóveda de
medio cañón, en ambos lado se colocaban las habi-
tuales estatuas protectoras.
d) Las Tumbas: Desde el punto de vista arquitectó-
nico, la tumba no ofrece gran interés, pues es un
simple hipogeo con bóveda de ladrillo y varias cáma-
ras, que se manifiesta al exterior por algún pequeño
monumento sin valor artístico. En su interior se ha
encontrado un ajuar funerario muy rico: cadáveres
de damas, músicos, criados, cocheros y guardias in-
molados en número grande que revelan las bárbaras
costumbres fúnebres de estos pueblos