metodo educativo p morales

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MÉTODO EDUCATIVO DE LA MILICIA DE SANTA MARÍA A la luz del Magisterio, el P. Tomás Morales S.J. (1904-1994) impulsó con prontitud la participación activa y responsable del laico, según las sugerencias de los pontífices. Desde Pio XII hasta Juan Pablo II, en sus principales libros de formación de laicos, traduce en aspectos concretos extraídos de la realidad, las enseñanzas de los documentos pontificios. En síntesis, su método educativo se centra en lo que él llama “Cuatro puntos Cardinales”. Los cuales constituyen una pedagogía realista y personalizada que pretende el desarrollo integral de hombre, avalada por la experiencia de actividades de formación de jóvenes, con la misión de formar una juventud nueva, capaz de descubrir su vocación a la luz de Dios y pionera de las grandes empresas y desafíos de la Iglesia y el mundo contemporáneo. La pedagogía educativa propuesta por el P. Tomás Morales, parte de su propia experiencia. Al ver un mundo en que la persona ha perdido la verdad sobre sí misma. Ante ello da un planteamiento humanista que busca el desarrollo integral del hombre. Nos presenta un proceso donde el hombre se construye a sí mismo aspirando a salir del anonimato y a hacerse más hombre. Un modelo, donde el fin del proceso es contribuir a crear en cada uno una personalidad madura, en la medida en que se ha adquirido un sentimiento realista de su propio valor. Se trata de una dinámica en la que cada sujeto busca una razón y una unidad de vida y de conducta a través de la consecución de una escala de valores que le permita orientarse en cualquier circunstancia. La educación personalista de Tomás Morales S.J., considera los siguientes aspectos: a. Identificación con Cristo. 1

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Espiritualidad

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Movimiento Apostlico

A la luz del Magisterio, el P. Toms Morales S.J. (1904-1994) impuls con prontitud la participacin activa y responsable del laico, segn las sugerencias de los pontfices. Desde Pio XII hasta Juan Pablo II, en sus principales libros de formacin de laicos, traduce en aspectos concretos extrados de la realidad, las enseanzas de los documentos pontificios. En sntesis, su mtodo educativo se centra en lo que l llama Cuatro puntos Cardinales. Los cuales constituyen una pedagoga realista y personalizada que pretende el desarrollo integral de hombre, avalada por la experiencia de actividades de formacin de jvenes, con la misin de formar una juventud nueva, capaz de descubrir su vocacin a la luz de Dios y pionera de las grandes empresas y desafos de la Iglesia y el mundo contemporneo.

La pedagoga educativa propuesta por el P. Toms Morales, parte de su propia experiencia. Al ver un mundo en que la persona ha perdido la verdad sobre s misma. Ante ello da un planteamiento humanista que busca el desarrollo integral del hombre.

Nos presenta un proceso donde el hombre se construye a s mismo aspirando a salir del anonimato y a hacerse ms hombre. Un modelo, donde el fin del proceso es contribuir a crear en cada uno una personalidad madura, en la medida en que se ha adquirido un sentimiento realista de su propio valor. Se trata de una dinmica en la que cada sujeto busca una razn y una unidad de vida y de conducta a travs de la consecucin de una escala de valores que le permita orientarse en cualquier circunstancia.

La educacin personalista de Toms Morales S.J., considera los siguientes aspectos:

a.Identificacin con Cristo.b. Compromiso: Tenemos que infundir en el joven el valor de ser uno mismo, de existir personalmente, de no ser simple emanacin del contorno[footnoteRef:1]. [1: MORALES, Toms. Hora de los Laicos. BAC. Madrid 1985 p. 448]

c. Fidelidad a la identidad.d. Bsqueda permanente de la verdad

Principios pedaggicos del p. Toms morales

Templar la voluntad para el esfuerzo y la entrega, que supone un gran ideal, eso es lo que se propone el P. Morales al darnos a conocer estos principios pedaggicos que l llama Puntos Cardinales: Mstica de Exigencia, Espritu Combativo, Cultivo de la Reflexin, Escuela de Constancia, en su libro Forja de Hombres, ilustrndolo con algunos ejemplos y experiencias. Tambin escribi Laicos en Marcha, seis artculos para un cdigo de formacin juvenil.Estos cuatro puntos que l llama cardinales son principios que guan la accin y caracterizan las distintas actividades formativas.

Primer Punto: Mstica de Exigencia

La Exigencia es planteada desde el interior del sujeto como una forma de hacer progresar al hombre en su proyecto como persona, desde lo ms rico, desde lo ms positivo que hay en l. Su pretensin no es otra que hacer sacar al joven aquellos valores profundos que lleva dentro, impulsndole siempre de acuerdo a su capacidad hacia lo mximo. En el corazn de la pedagoga del P. Morales se encuentra la exigencia y lo refleja en esta frase educar es exigir, pero exigir amando.

La forma como surge esta idea de la exigencia en l, fue a partir de una frase que encontr en la obra de Timon David, Patronatos de la Juventud. En ella ley: A los jvenes si se les pide poco no dan nada, si se les pide mucho dan ms. Confiesa que al principio le sorprendi la frase y no la crey del todo. Ms tarde, pudo comprobar la exactitud con que se cumpla entre los jvenes. Por los resultados de la experiencia se decidi a caminar, sin miedo, por el camino de la exigencia. El ambiente de exigencia cristaliz en todas las actividades.

A lo largo de varios aos pudo observar distintas reacciones ante la exigencia: unos, los mejores, se estimulaban ms con las dificultades que deban vencer. Con sencillez reconocan sus fallos y trataban de superarse. Otros, en cambio, traicionados por la dejadez o el orgullo, diciendo: esto no es para mi, retornaban a su vida mediocre. Por ltimo, estaban los que ni siquiera tenan el valor y decisin de marcharse del grupo y se quedaban dentro echando la culpa al sistema de sus propios fallos.

Con realismo, el P. Morales llega a observar tres estadios en el educando que comienza el camino de la exigencia.

Un primer estadio en el que el joven acta por un mvil rastrero porque si no lo hago me fastidian- llegando, quiz a la hipocresa: lo hago si me ven, para eludir la correccin. Estas dos razones, la ruindad del mvil inicial y el peligro de la hipocresa, consideran que invitan al formador a ayudar a superar ese estadio previo indispensable para empezar a educar.

El segundo estadio en el que el joven acta por mviles ms puros que el temor al castigo o la esperanza del premio, acta por conviccin, por cumplir con su deber.

El tercer estadio es aqu donde el joven hace las cosas por amor a Dios, es decir; para cumplir su fin trascendente: alabar y servir a Dios. Un educador inteligente, explica, se da cuenta que no todos son susceptibles de ascender al plano superior, pero con aquellos que son capaces debe multiplicar razones al mismo tiempo humanas, patriticas, religiosas, para crear un clima adecuado en el educando que le permita actuar por mviles superiores. Esto le supone una paciencia invicta y es por aqu, por donde considera que falla la mayora. Un hecho alentador que pudo comprobar, es que el joven que lleva algo por dentro ante la exigencia crece en lugar de desalentarse.El educador para exigir, necesita dos cosas: Primero, tener la idea clara de que es necesario contradecir a los educandos, no por el gusto de hacerles sufrir sino, para que experimenten la alegra que brota en el corazn al triunfar de sus instintos, al entregarse generosamente a los dems. Pero como la idea clara no basta, Segundo, necesita poseer la firmeza de carcter necesaria para reducir esa idea a la prctica, por encima de los desalientos y contradicciones, de crticas y murmuraciones. Los propsitos que debe hacerse al actuar son: no dejarse llevar nunca de las primeras impresiones que sern siempre desalentadoras y exigirse siempre a s mismo. A veces tememos exigir porque carecemos de valor para exigirnos a nosotros mismos. El educador adems de exigir debe ensear al educando a exigir, descubrindole el valor de dar disgustos y llevrselos; pues el verdadero amigo es el que corrige aunque l mismo pase un mal rato.

Cmo lograr que en los jvenes brote el impulso de ser exigidos?, el P. Morales nos cuenta que lo logr metindoles un gran ideal en el corazn, hacindoles amar el sacrificio.

Una nota caracterstica que posee esta exigencia y es que est siempre en funcin del hombre. No se trata de exigir por exigir. Tiene siempre un por qu y, sobretodo, debe ser siempre amorosa. El educador se ha de persuadir de que la exigencia sin amor es insoportable, pero el amor sin exigencia es rechazable, porque no educa. El que ama pide herosmo a sus educandos y lo alcanza. Pero, porque ama nunca exige un herosmo por encima de las fuerzas del otro.

Por esto es importante que el formador no slo exija mucho, sino que sepa hacerlo, porque - como explica el P. Morales un alma, especialmente la moderna, no debe sentirse nunca asediada sino amada y respetada.

Si l impregna su pedagoga de exigencia es porque cree en la juventud, en sus posibilidades, en que est hecha para el herosmo y no para el placer. Cree que los jvenes estn esperando que se les eduque en la exigencia amorosa. Estn cansados de la cobarda y de la comodidad de la mayora de los adultos que se justifican diciendo que la juventud no tiene remedio, siente la necesidad de educadores que les exijan para dar todo lo que tienen.

Adems de lo anterior, tiene otra razn para exigir y sta es la experiencia constante de todo esfuerzo que engendra alegra, una alegra que impulsa a continuarlo. El joven se anima a vencerse, a sacrificarse por otros, porque sabe que el resultado final es la alegra ms ntima. Entonces, empieza a cumplir con su deber con una fuerza interna que le impulsa, que es la que durar siempre y le mantendr en lnea cuando avance slo por la vida.

Segundo Punto: Espritu Combativo

Se trata de tener y cultivar una actitud interior que empuja al hombre a estar en continua y serena tensin de voluntad, librando constantemente una gran batalla consigo mismo. El P. Morales nos dice; que el hombre ha de vivir en tensin continua, perenne. Quin no ataca, retrocede. Por eso, si al joven no se le incita a luchar dentro y fuera de s contra sus pasiones y contra el ambiente que le rodea, ser derrotado, arrastrado.Las razones que presenta para imprimir en la juventud el espritu combativo son las siguientes:

Primera: para humanizarla; pues, esa lucha despierta energas latentes que existen en ella y en todo hombre, adems de que proporciona los gozos ms profundos que no se imaginan hasta que no se experimentan.

Segunda: la necesidad de inculcar en todo hombre ese amor a su patria, su tradicin, su pasado puesto que olvidar la propia historia es condena de repetirla.

Tercera: para hacer al hombre ms educador. Porque educador, considera; no es slo el profesional de la enseanza, sino todo hombre que transmite vida a los que le rodean, sobre los que influye y de quines saca lo mejor que tiene.

Cuarta: para hacerla cristiana consecuente, porque el catolicismo es una manera de vivir y el cristianismo una declaracin de guerra especialmente en el corazn de un mismo.

Para lograr injertar en el joven esta mstica combativa hay que clavarle en la mente y en el corazn dos ideas claras. PRIMERA, que vivimos en un mundo paganizado y el que no nada contra corriente es arrastrado. SEGUNDO, es que este mundo pagano puede convertirse si una minora de hombres se decide a vivir el Evangelio con todas sus consecuencias.

Pero como no bastan las ideas, es necesario impulsar al joven a actuar, ensearle a luchar, a vencer dificultades para que quede impreso en l este espritu combativo. Ahora bien, cmo se le ensear a luchar?, lanzndolos a la accin. A travs de actividades muy concretas los jvenes se disponen a luchar contra el ambiente pagano e inmoral comenzando por la lucha contra sus propias pasiones.

El P. Morales seala un engao sutil que se infiltra acobardndonos para actuar y ste es el perfeccionismo, pensamos que para actuar hay que estar preparados siendo as, que la mejor manera de entrenarse para actuar con eficacia es actuar equivocndonos.

La gran leccin que nos da el lanzarnos y lanzar a otros a la accin es saber fracasar, no apartarse ante el miedo, ni dejarse bloquear por nuestras limitaciones. El educador debe al mismo tiempo aprender y ensear a no extraarse ante el fracaso, pues, ste acompaa al emprendedor: el que nunca se equivoca es porque no hace nada. Debe tambin aprender y ensear a alegrarse; incluso, en los fracasos porque nos permiten descubrir, si reflexionamos, sus verdaderas razones y perfeccionar la accin. Adems el fracaso es, muchas veces, una oportunidad para crecer en valores humanos y en virtudes. Lo esencial no es la victoria, sino la lucha tenaz.

Tercer Punto: Cultivo de la Reflexin

Es el tercero de los puntos cardinales. Su necesidad parte de la idea, que la juventud est prdida, porque sus educadores no la obligan a reflexionar. La vida de hoy arrastra al joven desde nio a vivir fuera de s. Cine, radio, televisin, etc., al aminorar su reflexin le hacen superficial y al mismo tiempo dbil de carcter, blando de voluntad e inconstante.

El ambiente circundante, dice el P. Morales, nos despersonaliza. Vivimos sometidos a un autntico despotismo intelectual ms temible que las dictaduras polticas. Sistemtico e insinuante; nos asedia a todas horas. Nos tiraniza, hace jirones nuestra personalidad. Destroza lo ms noble y sagrado que existe en el mundo.

Este despotismo intelectual que se disfraza con caretas de libertad, democracia, progreso, reduce la persona a individuo. El cultivo de la reflexin anula esta accin despersonalizadora.

La tarea del educador consistir en inculcar al joven una fidelidad inquebrantable a sus propias convicciones, en insistir en el esfuerzo que debe hacer para adquirir una personalidad, para darle una espina dorsal que le permita moverse con facilidad.

Adquirir la propia personalidad es la condicin indispensable para llegar a ser capaz de un compromiso responsable, porque comprometerse, es exactamente lo contrario de la sumisin masiva a las manipulaciones.

Esta tarea es difcil y a veces desalentadora, porque muchas veces le parece al educador que est perdiendo el tiempo, pues se da cuenta de que el ambiente se encarga de borrar, enseguida, las ideas que con tanto trabajo trata de introducir. Otra tentacin que puede asaltar al educador que intenta cultivar la reflexin, es creer que tiene que estar diciendo siempre cosas nuevas, para que el inters no decaiga. El P. Morales piensa que esta idea equivocada es la causa de que muchos movimientos sean estriles y de que algunos procedimientos educativos carezcan de vigor.

La forma como se ensea a reflexionar a los jvenes tiene tres fases. PRIMERO: se hace pensar a todos los asistentes mediante la observacin directa del ambiente: familia, empresa, barrio, ciudad, etc. SEGUNDO: se les lleva a enjuiciar la forma de pensar y vivir de cuantos los rodean a la luz de la razn, de la historia, y del evangelio. POR LTIMO: se les hace descubrir los procedimientos para transformar la realidad entre sus compaeros o familiares y se les lanza a la accin.

La reflexin se cultiva en asambleas, grupos de estudio, jornadas, charlas de formacin; todos estos vienen a ser una especie de cooperativa de ideas para la accin. El ambiente en ellos les obliga suavemente a pensar. Desde un primer momento se les convence de que la asamblea soy yo. Por lo tanto: todos deben colaborar para convertir la asamblea o crculo en lo que debe ser; una reunin de jvenes enamorados, de un ideal que hablan de l con ardor, con calor, con celo de que se extienda a otros. Una reunin en la que mi aportacin enriquezca siempre.

El que dirige estas reuniones se ve beneficiado porque se coloca ante la realidad de la vida y la conoce de primera mano pues, son los mismos que la viven quines se la cuentan. Tambin se beneficia porque le ensea a descubrir un material humano hasta entonces indito. Se da cuenta de las cualidades de sus muchachos: buen juicio, equilibrio, iniciativas.... y lo mejor, descubre aquellos que tienen carcter recio y heroico y que son capaces de vivir lo que piensan.

Las asambleas y reuniones, siempre han de ser pistas de despegue para la accin. La reflexin lleva no slo a constatar sin ilusiones la realidad, sino a transformarla con valenta y decisin. Por eso, el joven ha de dedicarse a fondo a formarse mediante el estudio y la lectura, para adquirir convicciones, pero sobretodo deber propagar y defender esas ideas con la vida.

Cuarto Punto: Escuela de Constancia

No es suficiente desarrollar en el joven su poder de reflexin e ilustrar su entendimiento con las ms nobles ideas. Es necesario que cambie su voluntad endurecindola con el sacrificio para que aquellas ideas no queden sepultadas. Si el educador descuida la formacin de una voluntad constante, toda su paciente labor caer por tierra.

Si los jvenes son inconstantes, dice el P. Morales, es porque sus educadores son los primeros inconstantes, por eso la primera cualidad del educador ha de ser la paciencia. La experiencia de largos aos le revel una verdad: ante el poder arrollador de una voluntad constante, nada se resiste. Ese joven tmido indeciso acabar siendo decidido y audaz, el aptico acabar convirtindose en activo.

Para educar en la constancia el P. Morales nos descubre ciertos medios:

PRIMER MEDIO: acostumbrar a los jvenes a la accin continua en el medio ambiente en que trabajan, estudian, inclusive en la calle y medios de transporte. El tener que dar ejemplo en medio de ambientes adversos y soportando incomprensiones, templa su carcter, desarrolla su tenacidad y le capacita para grandes empresas.

SEGUNDO MEDIO: la realizacin de centros culturales o de estudios donde los jvenes a travs del autogobierno, la austeridad y el orden de vida y la formacin que en ellos reciben forjen su constancia.

TERCER MEDIO: las caminatas y los campamentos juveniles en medio de la naturaleza obligan al joven a ejercitar la constancia vencindose a s mismo.

La educacin de la constancia se consigue lentamente utilizando lo siguiente:

Exigir sistemticamente al joven una serie de actividades que le saquen de su egosmo, ponindole al servicio de los dems. Hacerle capaz de guardar silencio en tiempos determinados de una actividad. Aficionarse a tener detalles como: puntualidad, orden, disciplina. Ensearle a estar y aceptar.

Ensearle a estar en todos los momentos, es decir; a entregarse de lleno a cada actividad. Y ensearle a aceptar todas las adversidades que se le puedan presentar.

CUARTO MEDIO: es el troquel del trabajo y estudio. ste es el mejor medio de todos, asegura, para infundir el sentido de la constancia.

Qu es educar y cmo educar?

Podemos ver que el P. Morales fundamenta este proceso educativo teniendo como base el planteamiento hecho por Santo Toms, quin plantea que la educacin es la consecucin del perfeccionamiento integral del hombre de manera que ste, a travs de la educacin, pueda adquirir la virtud. Para el P. Morales, el educar estar dentro de un planteamiento humanista, que busca el desarrollo integral del hombre. Por ello, nos deja algunas definiciones.

Educar es ensear a pensar

Es la primera tarea de la educacin integral, no es limitarse a transmitir conocimientos, sino a estimular al alumno a descubrir la verdad por s mismo. Para lograr esto propone al educador:

1. Cargarse de paciencia y buen humor, renunciando a la prisa hasta conseguirlo;2. Ensear al educando con el ejemplo;3. Ensearle a controlar su imaginacin y su sensibilidad a travs del silencio y la serenidad;4. Cultivar el humanismo pedaggico;5. Ensear al educando filosofa para que aprenda a pensar, distinguiendo la verdad del error, jerarquizando las ideas, relacionndolas entre s, integrndolas en una sntesis.

Todo lo anterior, tiene como fin ltimo: capacitar al joven para que pueda, fuera de la escuela y a lo largo de la vida, seguir enriquecindose con nuevos conocimientos adquiridos por cuenta propia. En alcanzar esto cimienta la eficacia y responsabilidad del educador.

Ensear a querer es la segunda tarea de la educacin integral

Es decir, formar la voluntad para que el hombre valore su trabajo y lo realice con eficacia, as comprender lo que aprende con el entendimiento pues, el P. Morales aconsejaba Las ideas slo se comprenden si se viven. Si se viven ms se comprenden mejor, s menos peor. Si dejan de vivirse se vuelven a ignorar[footnoteRef:2]. [2: MORALES, Toms. Laicos en Marcha. Madrid 1984]

La clave para tener una voluntad reflexiva, decidida, enrgica y constante y por lo tanto, para transmitirla, est en poner los ojos en un gran ideal.

El P. Morales - dice que la educacin del corazn a menudo es olvidada con facilidad por la pedagoga moderna. Se cultiva intensamente la inteligencia y se abandona el sentimiento. Por ello seala tambin tres ventajas a la educacin que apunta hacia la educacin del corazn:

a. El corazn si se le educa, ayuda a pensar mejor.b. Ayuda eficazmente a desarrollar la voluntad.c. Salva al educando de la mediocridad, pues ataca a su doble componente: debilidad de carcter y disgregacin de nuestros deseos. Al educar el corazn se unifican los deseos y se vigoriza la voluntad.

El P. Morales, insiste mucho que educar, consiste en sufrir y ensear a sufrir... de lo contrario no educamos... nos hacemos personas libres, sino dependientes... Una vez que ha expuesto el P. Morales los distintos aspectos que abarca el fenmeno educativo, lo corona destacando que el fin de la educacin es ensear al hombre a educarse a s mismo cuando los dems hayan acabado de educarlo. El objetivo del cultivo de todos los aspectos mencionados anteriormente es que el educando llegue a la autoeducacin.

Educar para la libertad

En la actualidad la educacin integral abordando todas las dimensiones del sujeto ha sido uno de los temas principales en el trabajo educativo. Es cierto que una educacin sesgada en un mbito desarrolla un hombre incompleto, pero es an ms cierto que solamente puede evitarse esto cuando se educa al sujeto en la LIBERTAD, para que pueda llegar con autenticidad al fin de la educacin.

Ha percibido la importancia de esta educacin para la libertad en los jvenes, porque hace posible que aparezca la responsabilidad como punto clave en la propuesta formativa. El P. Morales lanza esta pregunta: cul es la mejor enseanza? La que nos ensea a gobernarnos a nosotros mismos, es decir; no la educacin que le dan a la persona, sino la que se da l mismo. Piensa que educar a un hombre as es evitarle el ser nio a perpetuidad capacitndole para tomar decisiones por cuenta propia.

Educar es ayudar a completar y a completarse

El humanismo cristiano va ms all, construye al hombre desde la trascendencia: no olvidemos que el objetivo de la educacin cristiana es: forjar al hombre que piensa, juzga y acta en todo momento segn la recta razn[footnoteRef:3] El P. Morales completa esta frase es completar hombres hacindoles guas y dueos de s mismos. Por tanto, un objetivo que debe perseguir la educacin es desplegar todas las energas latentes en el hombre. La batalla por el perfeccionamiento propio, por la adquisicin de un carcter, de una personalidad, es la principal de sus tareas.[footnoteRef:4] [3: Pio XII Evangeli Nuntiandi 1975.] [4: GAZAPO, Bienvenido. Toms Morales, Forjador de Hombres - Aproximacin a su estilo educativo. Madrid. 1997.]

Educar nunca es suplantar

Estar en y sobre el trabajo de cada uno, olvidndose de s mismo durante las veinticuatro horas del da. Pero controlar no significa ahogar, sino estimular, canalizar. Controlar no es sustituir (...) no es sofocar y extinguir, sino vivificar y expansionar.

Un Mtodo Educativo Avalado por la Experiencia

El P. Morales al plantear un mtodo educativo basado en los denominados cuatro puntos cardinales, trat de hacerlos realidad en diversas actividades apostlicas caractersticas de la Milicia de Santa Mara. Tanto en Espaa como en Amrica Latina donde est presente, se ha comprobado su eficacia en la formacin de minoras lderes para la sociedad.

Entre nuestras principales actividades encontramos las siguientes:

a. Tandas de Ejercicios Espirituales Ignacianos. La Milicia de Santa Mara cuya espiritualidad tiene sus races en la escuela ignaciana de los Ejercicios Espirituales, propone como apostolado especfico, que las jvenes lo vivan. Con ellos, siguiendo el objetivo de San Ignacio, se pretende que la joven encuentre las afecciones desordenadas, para que una vez quitadas conozca el plan de Dios para ella. Se proponen de una duracin de dos das, de cuatro o de una semana.

b. Campamentos. En palabras del P. Morales Los campamentos son una especie de Ejercicios Espirituales a la intemperie, una escuela de amor al aire libre. Entre sus objetivos destaca el desarrollo de la reflexin. En esto das se renen las condiciones necesarias para que se asimilen ideas, pues se conjuga en ellos la austeridad, la disciplina, la amistad y la soledad. Es decir se genera un ambiente propicio donde se ensea a pensar con profundidad, de manera que el educando sea capaz de descubrir la verdad por s mismo.

c. Clulas. Son reuniones de formacin que continuamente tienen que estar creciendo y multiplicndose- y el crculo de experiencias apostlicas, que siembra inquietudes, da ideas claras sobre la realidad que nos rodea, lanza a la accin y la revisa continuamente.

d. El cultivo de la amistad: el alma a alma. Sabiendo que la amistad es ms eficaz para transformar el mundo que todos los cambios de estructuras imaginables, la Milicia de Santa Mara encuentra en ella el secreto en lo humano de su potencial apostlico, el marco indispensable para ejercer el apostolado personal.

e. Misa de la Virgen. Se realizan todos los sbados a las 7:00 de la maana, con un sentido reparador, por tantos pecados que se comenten y sobre todo por la juventud. A travs de ella la Virgen Madre, ha impulsado a muchas almas a mantenerse en gracia y a otras tantas a entregarse por completo a Cristo.

f. Las campaas de la Virgen.- son perodos de especial intensidad, en las que en torno a una fiesta de la Virgen, se pretende mantener el espritu combativo, con nuevos matices e impulsados por una caracterstica particular de la fiesta de la Virgen. Entre ellas la Campaa de la Visitacin, en la que se propone imitar a la Virgen en su papel de servicio. Dura 3 meses y se propone imitar a Mara en su afn de servicio y de olvido propio. Luego, tambin est la Campaa de la Inmaculada, la cual se vive cuatro semanas antes de la Fiesta de la Inmaculada. Ella tiene una consigna para cada semana y sirve de preparacin a la Fiesta.

g. Grupos Misioneros.- Tienen como finalidad evangelizar zonas de misin de las dicesis en donde nos encontramos. Inicialmente se realizaron con jvenes de Espaa que venan a Amrica Latina. Ahora, se forman equipos con universitarios europeos y peruanos para evangelizar en conjunto. Logrndose un intercambio fecundo. Esta misin est marcada por un itinerario espiritual intenso y a la vez una actividad caritativa social que complementa la evangelizacin.

Mtodo Educativo de la Milicia de Santa Mara

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LOS PRINCIPIOS PEDAGOGICOS DE TOMAS MORALES

MISTICA DE EXIGENCIAESPIRITU COMBATIVOCULTIVO DE LA REFLEXINESCUELA DE CONSTANCIA

Al joven si se le pide poco no da nada, si se le pide mucho, da ms

La exigencia debe ser: - Razonada - Flexible - AmorosaSi no avanzo retrocedo

Despierta: Energas latentes Un lucha constanteEnsear a pensar

Busca:Ensearnos a pensar con profundidad, orden y nitidez.No cansarse nunca de estar empezando siempre

Conclusin:Si no soy constante, no me he desarrollado como persona.

Presenta tres niveles: Acto porque me ven Acto por conviccin (deber) Acto por amor a DiosNos ensea: A no tener miedo al fracaso A no desesperarse A luchar y esforzarse constantementePresenta Tres fases: Ver Juzgar ActuarMedios: Mirando hacia fuera: la accin Mirando hacia dentro: tener voluntad

Es necesario: - Tener la idea clara - Firmeza de carcterEs necesario: Fuerza de voluntad Estar convencido de que es un bien personal

Es necesario: Tomar tiempo para decidir Ser objetivo.Consejos: Querer pocas cosas Ser realista Paciencia Ir poco a poco Confianza

Objetivo: Imprimir un gran Ideal

Es importante: Despierta al gigante que habita dentro de nosotrosEs importante: - Desarrollar el sentido crticoEs importante: Si me falta este principio no se habr logrado una pedagoga eficaz

Se desarrolla: Teniendo claros ideales Objetivos reales Cosas concretasSe desarrolla: Mediante un plan de vida. Con la ayuda de un gua.

Se desarrolla: Con un sentido crtico Sin prisaSe desarrolla: Poniendo en prctica lo aprendido anteriormente

Pedagoga de la Milicia de Santa Mara Aplicada a Nuestras Actividades

MISTICA DE EXIGENCIAESPIRITU COMBATIVOCULTIVO DE LA REFLEXINESCUELA DE CONSTANCIA

Tandas de Ejercicios Espirituales Ignacianos- Se imprime en el formando en el dilogo personalizado y a travs de las meditaciones propias de los Ejercicios Espirituales- Ensear las normas de discernimiento de espritus propuestas por S. Ignacio.- A travs del silencio y la oracin que plantean los Ejercicios Espirituales.- Al repetir las normas y adiciones propias de Ejercicios Espirituales se va llegando a una asimilacin personal.

Campamentos- El horario riguroso con orden y disciplina, forja la voluntad.

- Al proponer consignas, actividades deportivas, caminatas y ofrecimientos cada da, se logra un conocimiento propio y la formacin del carcter.- Silencio y oracin en los tiempos reservados para ello contemplando la naturaleza.- Asambleas y reuniones por grupo.- Exmenes grupales al final del da, donde se evala cmo se han vivido las normas.

Clulas (crculos de formacin)- A travs de una autoevaluacin personal del propsito de la reunin.

- Se pide una participacin activa.- Cada uno debe juzgar y evaluar el tema propuesto logrando as adquirir criterios claros.- Participacin semanal.- Se propone un compromiso al final de la clula.

El cultivo de la amistad: el alma a alma Dar cuenta sincera de cmo se va viviendo. Por parte del gua actuar con firmeza y suavidad.

Ensear a luchar contra el desnimo. Ensear a superar fracasos. Ayudar al guiado a descubrir sus errores y sus potencialidades. Descubrir al gigante que lleva dentro.- Se pide se asiduo en la direccin espiritual.

Misa de la VirgenPropuesta a primera hora del sbado para combatir la pereza y con un fin reparador.- Superar el desnimo y la pereza para llegar a la hora adecuada.- Encontrando sentido al sacrificio.- Acudir cada sbado con puntualidad.

Las campaas de la Virgen- Al proponer la evangelizacin, la persona sale de s misma

- Superar las incomprensiones con alegra y entusiasmo.- Se proponen durante las campaas lecturas espirituales marianas.- Se logra la constancia manteniendo el entusiasmo hasta el final de la Campaa.

Grupos Misioneros- Al prescindir de comodidades habituales se forja la exigencia.- Mostrar disponibilidad alegre y constante ante los desafos de la misin.- Silencio y oracin- Puesta en comn- Charlas formativas- Reuniones peridicas.

Informacin Complementaria

El Fundador: Movilizador del Laicado a la luz del Magisterio

La Milicia de Santa Mara, fue fundada en Madrid en 1961, por el P. Toms Morales S.J. Teniendo presencia en Amrica Latina desde 1989, en Per y posteriormente en Mxico, Colombia y Chile.

Nuestro fundador impulsado por un grupo de jvenes, quienes tomaron conciencia de su compromiso bautismal, despus de unos Ejercicios Espirituales, quiso ayudar a otros a dar sentido a sus vidas y encontrar la felicidad en Cristo. Aunque era consciente que viva tres retos:

1. La incredulidad del mundo contemporneo2. La impotencia absoluta del apstol para la magnitud de la misin 3. Eficacia de una minora enquistada en la masa alejada de Dios.[footnoteRef:5] [5: Tomas Morales, Laicos en marcha, pp. 96 y ss.]

Para ello el mejor remedio: La Virgen Madre, insustituible para la formacin de estas minoras y para la conquista de la masa alejada.[footnoteRef:6] [6: Op. Cit.]

A la luz del Magisterio, el P. Morales impuls con prontitud la participacin activa y responsable del laico, segn las sugerencias de los pontfices. Desde Pio XII hasta Juan Pablo II, en sus principales libros de formacin de laicos, traduce en aspectos concretos extrados de la realidad, las enseanzas de los documentos pontificios.

Concluye junto con Juan Pablo II que la raz del mal, se debe fundamentalmente a la defeccin de los bautizados[footnoteRef:7]. En sus propias palabras dice: El desinters, la apata, la indiferencia ante una Iglesia incapaz de vivificar los estratos sociales ms alejados si los laicos no responden a la llamada del Evangelio[footnoteRef:8]. [7: Juan Pablo II en Santiago de Compostela 1982.] [8: T. Morales. Hora de los Laicos, p. 36.]

La solucin es hacer que el laico descubra la riqueza, la fuerza y el compromiso al que lleva su consagracin bautismal. El bautismo vivido con coherencia impele al bautizado a repartir entre sus hermanos el tesoro recibido, arrastra a ayudar a otros.

El Carisma

El elemento distintivo de nuestro carisma, a la luz de este misterio, es la bsqueda de la santidad apostlica en medio del mundo, viviendo la espiritualidad contemplativa en la accin de Nazaret[footnoteRef:9] al servicio de los jvenes y de las familias. [9: T. Morales. Reglamento para consagrados, p. 9.]

Santidad a travs de la vida familiar, dando un testimonio coherente en la vida profesional, en la accin social, con el estilo de la familia de Nazaret: una vida sencilla y alegre al alcance de todos. En unin con Mara. Vivir en Nazaret es realizar el apostolado ms fecundo y universal[footnoteRef:10]. As imitando la tarea de Mara como educadora de Jess, la Milicia de Santa Mara trabaja de todos los modos posibles por la educacin de la juventud, y al servicio de la familia. [10: T. Morales. Reglamento para consagrados, p.111.]

Espiritualidad

La Milicia de Santa Mara hunde sus races en la escuela ignaciana de los Ejercicios Espirituales. Cuyas finalidades son:

Conocerse a s mismo y ordenar la vida Conocer a Cristo Enamorarse de Cristo para cumplir su voluntad

El P. Morales comprende que la Evangelizacin del mundo empieza con la conversin del hombre. De los Ejercicios Espirituales, recibimos un arte de gobernarse a s mismo e influir en los dems, un modo de ordenar la vida, un camino de ascesis: profunda vida interior, una vida al servicio de la Iglesia y un estilo de apostolado personal uno a uno.

Utiliza imgenes evanglicas, para simbolizar la accin del laico en medio del mundo: Fermento en la masa (Mt. 13,33) Sal de la tierra (Mt. 5, 13) Luz del mundo (Mt. 5, 14)

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