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Módulo II. Mesopotamia y Egipto en el III Milenio
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• Ver Test de Evaluación del Módulo II.
Objetivos del Módulo
• Conocer el escenario geográfico del Próximo Oriente a través del concepto “Creciente Fértil”. Explicar cómo se inició la Historia (Antigua) en Mesopotamia (desde las últimas fases del Neolítico mesopotámico a los orígenes de la civilización sumeria). Que el alumno/a conozca los criterios científicos que definen los conceptos “civilización”, “cultura”, “pueblo”, y “pre-‐historia”, “proto-‐historia”, “historia”.
• Conocer las etapas fundamentales del desarrollo cultural e histórico de Mesopotamia, a lo largo del III milenio, a través de dos fenómenos: las difíciles relaciones externas de las ciudades-‐estado sumerias y el surgimiento de los primeros imperios sumerios y semitas. Que el alumno/a se inicie en la tarea de analizar documentos antiguos, escritos y arqueológicos.
• Conocer la geografía histórica de Egipto, cómo se produjo la unificación política del país, y cuál fue el desarrollo histórico del Estado egipcio hasta el I Período Intermedio (Dinastías I a X). Que el alumno/a se familiarice con el análisis sincrónico de la Historia y reflexione sobre sus ventajas y problemas.
Temas a tratar
1. Los orígenes de la Historia y la geografía del Próximo Oriente.
2. Mesopotamia en el III milenio.
3. Egipto en el III milenio.
Módulo II. Mesopotamia y Egipto en el III Milenio
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1. La geografía del Próximo Oriente y los orígenes de la Historia
A. Rasgos peculiares de la Geografía Mesopotámica. Límites geográficos. La relevancia del Eúfrates y el Tigris para la región. Territorio y población en la Baja y Alta Mesopotamia; “las cuatro partes del Mundo”: Sumer, Akkad, Subaru y Amurru.
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B. Evidencias de un sistema pictográfico de escritura en la Baja Mesopotamia, a partir del último tercio del IV milenio, vinculado a las necesidades administrativas de las nacientes ciudades-‐estado sumerias.
• Comprensión del origen de la civilización sumeria, a partir de la evolución de las últimas fases del Neolítico mesopotámico: El Obeid – Uruk – Jemdet-Nasr.
• Comprensión del origen de la civilización sumeria, a partir de las evidencias documentales sobre una proceden-‐cia exterior de los sumerios: lengua propia – etnónimo “sag-gi” – “patria original” Melukhkha – Sumer = Kalam.
• Civilización sumeria plenamente formada en la fase de Yemdet-Nasr, y configurada a partir de una amalgama cultural de elementos autóctonos y foráneos. Caracterizada principalmente por: -‐ Modelo político de ciudad-‐estado, ciudades fortificadas y provistas de templos-‐palacio.
-‐ Erigidas sobre “plataformas” naturales y/o artificiales, al abrigo de los desbordamientos irregulares de los ríos Tigris y Eúfrates.
-‐ Gran desarrollo de la escritura. -‐ Notable expansión comercial.
2. Marco histórico/cronológico de las ciudades-estado sumerias
A. Dinástico Arcaico (Protodinástico): +/– 2900 a +/– 2340. Caracterizado por:
• Particularismo sumerio: ciudades-‐estado independientes, autónomas y soberanas, y en continuo conflicto, cuyas sucesivas dinastías de reyes buscan hegemonías locales (ver las guerras entre Uruk y Kish en el Poema de Gilgamesh: el modelo monárquico e institucional sumerio).
• Lo anterior es reflejo de una época de gran inestabilidad política en toda la región y que padecen a su vez otras regiones colindantes (el caso de las ciudades elamitas).
• “Era de las hegemonías”: +/– 2.550 a +/– 2.340. Última fase del Protodinástico mesopotámico, que trunca drásticamente la situación política anterior:
-‐ Caracterizada por conflictos fronterizos que buscan una hegemonía política de toda Súmer.
-‐ Prólogo: guerra entre Uruk y Ur.
-‐ Desenlace y factor determinante: guerra entre Lagash y Umma: · ca. 2500, victoria del rey Eannatum de Lagash sobre Umma, bien atestiguada por la documentación coetánea conservada (ver la “Estela de los Buitres”, iconografía y texto epigráfico). · ca. 2340, victoria de Lugalzagesi de Umma sobre Urukagina de Lagash.
• Consecuencias y situación final: -‐ La unificación política, administrativa y legislativa de Súmer se ha conseguido por la vía de una hegemonía militar.
-‐ En realidad, el rey Urukagina había intentado conseguir esa unidad sin conseguir antes la hegemonía militar (ver Decreto de Urukagina).
-‐ Paradoja histórica a tener en cuenta: una ciudad-‐estado sumeria puso fin al modelo de ciudad-‐estado sumerio por la fuerza imponiéndose todos sus rivales.
-‐ El modelo monárquico de ciudad-‐estado sumerio concluyó también un proceso de secularización que venía de lejos (+/– 2700) y que afectaba sobre todo a la figura del “rey”: de ser un En (monarca + sacerdote + jefe militar) se ha convertido definitivamente en un lugal (monarca + juez supremo + jefe militar) desprovisto de funciones institucionales religiosas (solo “administradores del Dios”).
-‐ La hegemonía de Lugalzagesi sobre Súmer durará solo 25 años.
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3. El Imperio Acadio de Sargón: +/– 2315 a +/– 2230
A. La figura histórica del rey –semita– Sargón de Kish, “Gran rey de Súmer y Acad”.
B. Proceso de conquista de Súmer y fundación de un Imperio que abarcará “las cuatro partes del Mundo” (ver texto Sargón). El modelo de ciudad-‐estado sumerio no sirve para gobernar; será sustituido por una monarquía muy centralizada y con un fuerte carácter imperialista.
C. Base ideológica de la monarquía sargónida: voluntad universalista e imperialista semita frente al viejo particularismo sumerio.
D. Primera unificación política de Mesopotamia (conseguida durante el reinado de texto Naram-‐Sin).
E. Quiebra del equilibrio étnico preexistente: decline rápido de la etnia y lengua sumerias; expansión rápida y notable de los semitas acadios.
F. Organización y administración del Imperio (esquema Imperio de Sargón).
G. Los “lullubi” (ver estela Naram-‐Sin) y “guti” (o “guteos”), pueblos “bárbaros” de los Montes Zagros: destrucción del Imperio y “deconstrucción” política de Mesopotamia.
4. Renacimiento sumerio (época Neosumeria): +/– 2110 a +/– 2006
A. La destrucción de las fronteras del Imperio y la anarquía política existente en su antiguo territorio, producida por las correrías y las razzias de los “bárbaros” montañeses, provocan la liberación de las tendencias independentistas y nacionalistas de las antiguas ciudades-‐estado sumerias.
• En Lagash, su rey Gudea impulsa y lidera una época de renacer cultural sumerio.
• La V dinastía de reyes de Uruk se encargará de derrotar a los Guti y restablecer la paz y seguridad en Mesopotamia.
• La III dinastía de reyes de Ur se aprovecharán y beneficiarán de esta situación cuando –al viejo estilo sumerio– conquisten Uruk e implanten una monarquía imperialista en Mesopotamia.
B. Base étnica sumeria de la clase dirigente del Imperio de la IIIª Dinastía de Ur, pero continúa vigente el modelo político universalista e imperialista semita.
C. El nuevo Imperio consigue así la segunda unificación política de Mesopotamia, que será refrendada, esta vez, por una vasta recopilación legislativa que abarcará gran parte de Mesopotamia (ver Código de Ur-‐Nammu).
D. Fuerte centralización y concentración del poder político en una casta dirigente muy burocratizada (“Estatismo” sumerio).
E. Administración del Imperio (esquema Imperio Ur).
F. Elamitas en el sur-‐este, casitas en el nor-‐este y, principalmente, semitas amorreos en el nor-‐oeste (Amurru, Siria), presionando en las fronteras desde mucho tiempo atrás, consiguen en torno al año 2006 penetrar violentamente en el Imperio, destruirlo y fragmentarlo en una miríada de ciudades-‐estado.
G. Etnia y lengua sumerias desaparecen de la Historia hacia el final del milenio y en beneficio de las semitas.
H. La lección histórica de la dinámica del III milenio es clara y la historia posterior seguirá sufriéndola: imperios mesopotámicos = “gigantes con pies de barro”.
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5. Arte y arquitectura al servicio de los reyes sumerios y semitas en el III milenio
• Bandejas de ofrenda (Lagash).
• Estandarte de Ur (“cara de la paz”).
• Estela de fundación de un templo.
• Friso de la lechería (Ur).
• Zigurats.
EGIPTO
1. Conceptos preliminares
1.1. Sincronías y contrastes entre Egipto y Mesopotamia en el III milenio
• Las civilizaciones surgidas en los dos ámbitos geográficos son llamadas a veces “civilizaciones hidráulicas”, esto es, asentadas a las orillas de grandes cursos fluviales en torno a los cuales, y tras un esfuerzo previo de aprovechamiento hidráulico, organizaron sus formas de vida y de subsistencia, sus asentamientos urbanos, su actividad y organización económica, sus calendarios agrícolas y religiosos, etc.
• Sufrieron un proceso político también muy similar: inicial fragmentación del territorio en minúsculos estados autónomos y consecución más o menos rápida de la total unificación política del mismo por un poder central fuerte.
• En Mesopotamia este proceso histórico lo protagonizaron sumerios y semitas, aparte de otras etnias menos relevantes -‐casitas, hurritas, elamitas, montañeses del Zagros, …-‐ que tuvieron un efecto distorsionador sobre la dinámica histórica de la región. Por el contrario, en el Valle del Nilo el proceso político de unidad lo protagonizó una única etnia (camita), y no hubo factores de distorsión étnicos.
• En Egipto esta unidad se fraguó antes que en Mesopotamia. Los motivos fueron diversos, principalmente la ausencia de presiones bélicas de envergadura en la vecindad del Valle del Nilo y sobre los poderes políticos locales emergentes, y también la ausencia de movimientos migratorios –pacíficos o violentos-‐ que perturbaran la dinámica histórica de las poblaciones y Estados asentados en el Valle del Nilo en época predinástica.
• La aparición de un sistema pictográfico en Egipto fue algo posterior al documentado en Mesopotamia, aunque se vislumbra en la bibliografía más especializada una tendencia a acortar ese lapso cronológico.
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1.2. Geografía física e histórica del Antiguo Egipto
A. Límites geográficos, fronteras naturales y “puertas” de contacto con el exterior (teoría de Diodoro Sículo sobre la “coraza defensiva” con la que la naturaleza dotó a Egipto).
B. Los nombres egipcios de Egipto.
C. Dualidades geográficas: desierto – tierra fértil; Alto (Valle del Nilo) – Bajo Egipto (Delta); orden – caos.
D. El Nilo y su crecida anual: • El fenómeno hidrológico de la crecida (Himno a Hapy; textos sobre las crecidas).
• Su importancia económica y social: -‐ Fuente básica y esencial de riqueza de Egipto, para su población, para bien y para mal: el río podía ser portador de los mayores beneficios económicos, pero también, por ello mismo, de los peores desastres.
-‐ Responsable de una sociedad eminentemente campesina y de una economía productiva agrícola y ganadera. -‐ Generadora y organizadora del ritmo de vida del país, gracias a su régimen fluvial estacional, que marcaba y regulaba a su vez el calendario agrícola, el institucional y el religioso.
• Su valoración en el mundo grecorromano.
E. El Nilo como curso de agua: • “Columna vertebral” de Egipto: vía de comunicación primordial y elemento vertebrador de un extenso territorio.
• Distribución del poblamiento y principales centros urbanos.
1.3. Periodización de la historia del Antiguo Egipto
A. La historia de Egipto y sus formas culturales esenciales, básicamente elaboradas a lo largo del III milenio, fueron, sin duda, las de mayor recorrido histórico del Mundo Antiguo: desde al menos un siglo antes del año 3000 a.C. hasta la conquista árabe del país en el año 643 d.C.
B. Tan extenso desarrollo histórico ha sido compartimentado por los historiadores modernos en una serie de períodos, de los que ya las propias crónicas y cronistas egipcios coetáneos fueron conscientes en cierta medida (caso del sacerdote greco-‐egipcio Manetón).
C. La Periodización cronológica del Egipto de época faraónica se basa en la sucesión de XXX dinastías reales, distribuidas en cinco grandes épocas, separadas por tres períodos de crisis y desfragmentación política del territorio egipcio (“Períodos Intermedios”).
D. Debe añadirse, además, un relevante período “predinástico” (que ocupó buena parte de la segunda mitad del IV milenio), prólogo de la historia egipcia, y también por una extensa época grecorromana marcada, primero, por una dinastía de reyes griegos –Ptolomeos– herederos políticos de la conquista de Alejandro Magno, y segundo, por una larga administración provincial romana que se inicia con la ocupación del país de Augusto en el año 30 a.C. –es exagerado hablar de conquista–, y termina con el propio final del Imperio romano en Egipto en el año 643 d.C. (conquista árabe).
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2. Del Predinástico a la época Tinita (Tabla cronológica 1)
2.1. El proceso de unificación política del Valle del Nilo
• Situación inicial de fragmentación territorial y política del país en minúsculos “principados” o pequeñas “confederaciones” autónomas (equivalencia con los futuros nomos).
• Fase de configuración de tres relevantes protoreinos en el Alto Egipto (Tinis/Abydos, Nubt/Naqada, Nehen/Hierakómpolis). Época de luchas incesantes.
• Fase de constitución del Reino del Sur (Alto Egipto) con capital en Hierakómpolis, y proceso de conquista del Norte (resto del Valle y Bajo Egipto) y del Sur hasta la Primera Catarata.
• Los reyes de la “dinastía 0”, artífices de la unificación.
• Del Predinástico al Dinástico: constitución de la Dinastía I.
2.2. Documentos arqueológicos del proceso de unificación
• Mural pintado de la “tumba 100” de Hierakómpolis.
• Mangos de cuchillo.
• Paletas de tocador.
• Evidencias materiales de contactos e influjos entre el Valle del Nilo y la Baja Mesopotamia en el IV milenio.
2.3. Época Tinita: Dinastías I y II (Tabla cronológica 2)
• Reyes relevantes de la Dinastía I: Âha – Dyet – Den.
• Algunos rasgos de la época:
-‐ Sociedad campesina, jurídicamente libre, pero muy dependiente del Estado.
-‐ Religión politeísta con rasgos muy peculiares: el zoomorfismo del panteón visto por los romanos. -‐ La ceremonia del “jubileo” real (Heb-‐Sed).
• Organización y estructura política del Estado Tinita: -‐ Encarnación “divina” de los reyes y poder omnímodo.
-‐ Consolidación de los símbolos monárquicos y del papel de la reina.
-‐ Administración del país simple y muy centralizada (esquema).
• Ausencia de una política exterior dirigida y organizada. Objetivos de las expediciones militares más allá del Valle del Nilo (Sinaí, Nubia).
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3. El Reino Antiguo: Dinastías III a VI
3.1. Reyes relevantes y necrópolis vinculadas: Saqqara (Dyoser; Pepi I), Dashur y Meidum (Snefru), Giza (Keops – Kefrén – Micerino), Abusir (Neuserra y Userkaf)
3.2. La Dinastía IV según Herodoto
3.3. Valoración general del período • Ausencia de amenazas externas serias.
• Ausencia de voluntad política imperialista; solo expediciones de aprovisionamiento de materias primas(Estelas del Sinaí, mapa de Turín y registros de expediciones mineras), y labores de “policía” o contención derapiñas en las fronteras occidental y meridional del país.
• Época de formación, aprendizaje y consolidación del Estado y de los propios rasgos de la civilización egipcia.• Comienzo y consolidación de una estructura compleja y muy jerarquizada de la administración central yprovincial (esquema).
4. Primer período Intermedio: Dinastías VII a X (+/– 2263 a 2065)
4.1. La dinastía VI y los síntomas del decline del Estado
4.2. La llegada de la crisis y sus causas
• Causa inicial aparente: invasión del Delta por “asiáticos”.
• Causas profundas:
-‐ Prolongada debilidad del poder central.-‐ Problemas económicos agudos (crecidas bajas del Nilo continuadas = carestía y hambre. Autobiografía delnomarca Hety).
-‐ Tendencias segregacionistas, a nivel de gobernadores provinciales y de distritos territoriales.
• Consecuencias:
-‐ Disgregación del país en pequeños reinos, que pasan a luchar entre sí (Tinis, Menfis, Tebas, Hierakómpolis).Pérdida de la unidad política.
-‐ Perturbación social.
Pirámide de Giza
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Fotografía: Ricardo Liberato. Licencia: CC BY-‐SA 2.0
Texto epigráfico de la «Estela de los Buitres»
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...Ningirsu (1) implantó la simiente de Eannatum en el seno de Ninurshaga. Ninurshaga lo parió, y, con Eannatum, Ninurshaga se regocija. Innana lo toma el brazo. Lo llama de este modo: “Digno de residir en el Eanna de Inana del Ebgal” (2). Ella lo sienta en las rodillas sagradas de Ninurshaga, y Ninurshaga lo alimentó con sus pechos sagrados... Él (Ningirsu) lo midió con su palmo: ¡cinco codos! Él lo midió con su codo: ¡cinco codos y un palmo! (3). Ningursu se regocija grandemente, le concede la realeza de Lagash.
El llamdo de Ningursu, Eannatum, el poderoso, habla con cólera al país enemigo. Inana ha llamado a Eannatum “Digno de residir en el Eana de Inana del Ebgal”, este nombre fue impuesto, su nombre sumerio fue impuesto. El príncipe de Umma, cada vez que con sus tropas... haya comido el Gu-‐edina (4), el dominio bien amado de Ningursu, que éste lo abata.
(Sueño de Eannatum): aquel que está acostado, aquel que está acostado, él está en su cabecera. Eannatum, acostado, su señor bienamado, Ningursi, está a su cabecera. A Eannatum, acostado, habla: A Umma, la propia Kish, puesta en cólera por estas bandas de pillade, no la sostendrá. A tu derecha, Utu se alzará para tí. En tu frente, estará la cinta real.
Eannatum... hirió (a Umma); en seguida enumeró 3.600 cadáveres...
Ningursu puso sobre el príncipe de Umma su augusta mano y su augusto pie; a la población de la ciudad sublevó contra él, en Umma le mató; destruyó el bario sagrado.
...¡Yo, Eannatu, como a un mal viento de tormenta encadené a la tempestad!
Eannatum, cuya palabra es justa, delimitó la frontera de Umma, la dejó en el poder de Umma y en el mismo sitio rigió una estela. El hombre de Umma...
Eannatum, sobre el que Sulutula (6) vertió dulces lágrimas. Eannatum venció. Eannatum aniquiló a todos los países enemigos. Eannatum restituyó a Ningirsu su dominio bienamado, el Guedina...
(Juramento por Enlil): Yo, Eannatum, sobre el hombre de Umma he lanzado la red arrojadiza de Enlili, y por esta red le he prestado juramento. Y el hombre de Umma a Eannatum ha prestado juramento.
¡Por la vida de Enlil, rey del cielo y de la tierra! Un diluvio devoró el campo de Ningirsu: yo decreté un talu de presa. ¡Qué nunca franquee la frontera de Ningirsu! ¡Qué no altere nunca el talud y la fosa! ¡Qué no desplace nunca la estela! ¡Si franqueas la frontera, que la gran red arrojadiza de Enlil, rey del cielo y de la tierra, por la que él prestara juramento, sobre Umma se abata!
¡Yo, Eannatum, soy, en verdad, muy sabio! Dos palomas: sobre sus ojos puso alcohol, en su cabeza apliqué resina del cedro, para Enlil, rey del cielo y de la tierra, hacia el Ekur (7) de Nippur las solté.
¿Ante Enlil, mi señor, por orden de quién, a instancias de quién, el hombre de Umma se volverá de su palabra? ¡Cuanto duran los días, durará esta palabra! ¡Si él transgrede el juramento, que la gran red de Enlil, por la que ha prestado el juramento se abata sobre Umma!
(Siguen juramentos por Ninurshaga, Enki, Suen, Utu y Ninki (8), con un epílogo final en el que se relata que Eannatum actuó para la gloria de Ningirsu).
Sollberger, E. & Kupper, J.R. (1971): «Inscriptions royales sumériennes et akkadiennes». Pp. 47-‐58. París.
Las leyes de Ur-Nammu
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• Texto completo del Código de Ur-‐Nammu.
Comentario del Código
Al período de la III Dinastía de Ur pertenece el primer texto conocido que responde a las características de los clásicos 'códigos de leyes' mesopotámicos: las Leyes de Ur-‐Nammu.
El documento, como después diremos, presenta numerosas dificultades, siendo la primera de ellas la controversia sobre su autoría. En efecto, si bien es cierto que durante años no se discutió que Ur-‐Nammu, el primer rey de la III Dinastía de Ur, había sido el responsable de la redacción de este texto, recientemente se ha abierto camino la posibilidad de considerar a Sulgi, hijo y sucesor de Ur-‐Nammu en el trono, como el verdadero autor de las leyes. Se esgrimen para ello razones de tipo gramatical, y se aduce que parte del texto estaba escrito, en realidad, en primera persona, y que, al menos en el caso de la mención de Ur-‐Nammu en la línea 36, alguien (¿Sulgi?) se refería a él en tercera persona. En este supuesto, Sulgi estaría escribiendo las actividades reformadoras de su padre, mientras que sólo a partir de la línea 169 hablaría de las suyas propias. Por otro lado se sabe que, efectivamente, fue Sulgi el único rey de la III Dinastía de Ur que emprendió reformas en el sistema de pesos y medidas (a las que se hace referencia en el Prólogo del código). Sin embargo, otros autores siguen argumentando a favor de la autoría de Ur-‐Nammu, haciendo observar para ello la ausencia del nombre de Sulgi en el Prólogo.
Las Leyes de Ur-‐Nammu se han conservado en tres tablillas de arcilla que probablemente eran copias escolares de un original grabado en piedra. Estas tres tablillas proceden de las ciudades de Nippur, Ur y Sippar (o quizá Nippur). Ninguno de estos tres textos contenía la totalidad del código original (hecho que sirve para apoyar su carácter escolar), y su actual estado de conservación es en general bastante lamentable. Por esta razón es muy complicado fijar el texto base, el original, y es casi imposible hoy por hoy determinar la longitud del texto y el número de leyes que originalmente contenía.
En resumen, disponemos actualmente de una buena parte del Prólogo del código y la totalidad (o parte de) treinta y cinco leyes, a las que habría que sumar aproximadamente otras seis que se han perdido en las lagunas internas de los ejemplares conservados.
El Prólogo, mal conservado en sus primeras líneas, quizás comenzaba (Pr. 1-‐30) con una dedicatoria a la divinidad y también con la mención de algunas construcciones realizadas por Ur-‐Nammu, a lo que se habría añadido el recuerdo de las ofrendas presentadas por el rey a su dios. A continuación, en un pasaje también mal conservado (Pr. 31-‐74), y en un estilo similar al de los textos de las 'Reformas' de UruKAgina y las Leyes de Lipit-‐Istar, se introduce, mediante una oración temporal, la elección de Nanna, por parte de An y Enlil, como dios de Ur y, probablemente, la elección de Ur-‐Nammu como rey de su país. Siguen después una serie de secciones (Pr. 75-‐180) -‐que recuerdan también al mencionado texto de las Reformas de UruKAgina, y en parte al de Lipit-‐Istar-‐, en las que el rey, ahora en primera persona, da cuenta de sus buenas acciones corrigiendo irregularidades de todo tipo, reformando el sistema de pesos y medidas, protegiendo a los más débiles e instaurando el orden y la justicia en el país. Todas estas secciones se hallan introducidas por la locución adverbial 'en ese tiempo', al igual que las leyes que se exponen a continuación del Prólogo.
Todas las Leyes del código, a su vez, presentan idéntica estructura: una prótasis introducida por 'si', y una apódosis. El contenido de estas leyes se relaciona con actos de tipo criminal (§ 1-‐3), la situación jurídica de los esclavos (§ 4-‐5), delitos sexuales (§ 6-‐8), cuestiones de tipo matrimonial (§ 9-‐11, 16), casos de falsas acusaciones (§ 14-‐15), la evasión de esclavos (§ 18), daños u ofensas a las personas (§ 19-‐27), falsos testimonios (§ 29-‐30) y asuntos relacionados con el cultivo de los campos (§ 31-‐33). Nada sabemos de las leyes que irían a continuación. Y tampoco sabemos nada del Epílogo, del que no se ha conservado una sola línea.
No obstante, lo conservado es suficiente para darnos cuenta de que este código supuso sobre todo un intento de asentar el orden social del Imperio y un gran esfuerzo estatal para regularizar la actividad comercial en un territorio tan extenso como el alcanzado por los reyes de la III Dinastía de Ur.
Las leyes de Ur-Nammu
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Otras peculiaridades y características de este código
• Fue escrito en origen en lengua sumeria.
• Adoptó la forma de los “Edictos de Equidad”.
• No rige en él la “ley del Talión” como criterio para castigar los delitos, infracciones y faltas cometidas.
• Introduce algunas medidas y reformas de carácter humanitario a favor de los grupos sociales más desfavorecidos.
• Refleja bien algunos aspectos sociales de la época (y por ello sirve como fuente relevante de información histórica): 1. Va dirigido a una población esencialmente urbana que vive y trabaja en el entorno de las actividades de los
almacenes y depósitos públicos, de los templos y los palacios.
2. El código distingue tres grupos étnicos: sumerios (mayoritarios en el grupo dirigente del Estado, entre la nobleza y el alto funcionariado), semitas acadios (mayoritarios entre la población campesina y artesana, la que sirve y trabaja para los palacios, templos, depósitos y almacenes públicos), y semitas amorreos (el nuevo grupo étnico que estaba entrando en Mesopotamia a finales del III milenio y que estaba integrándose rápidamente en la sociedad y en la vida del Imperio).
3. Desde un punto de vista jurídico, y según la condición jurídica de cada individuo, el código contemplaba dos clases de personas en la sociedad del Imperio: -‐ Las personas libres. Tienen derechos y deberes en el código, el cual las protege porque tienen un estatuto jurídico reconocido en él. Las leyes diferencian a los damgar (miembros más altos y cualificados de la burocracia imperial, del aparato político y administrativo, mayoritariamente de etnia sumeria) y a los mushkenum (sinónimo en lengua semita de “campesino”), los cuales forman un grupo social muy heterogéneo desde el punto de vista de su ocupación y de su condición económica, pero que sin embargo posee derechos sensiblemente inferiores a los del grupo de los damgar; están sujetos a la tierra que trabajan, es decir, que se venden o son traspasados con ella; o bien el Estado los emplea en sus talleres, almacenes y depósitos, palacios, templos, obras y trabajos estatales…; pueden contraer matrimonio libremente, y sus hijos nacen con el estatuto de personas libres; pueden tener propiedades que las leyes del código regulan y protegen.
-‐ Los esclavos. El código no contempla en su caso derechos ni deberes; la única consideración jurídica que tienen en el código es la de ser una propiedad pública -‐del Estado o de los Templos-‐ o bien privada, cuya tenencia y uso es preciso regular y en su caso proteger. Las leyes sugieren que los había de dos categorías: los denominados ir (o bien geme), y los namra. Los primeros son esclavos domésticos, propiedad de particulares, que han sido condenados a la esclavitud por el impago de deudas. En general parecen haber sufrido un trato benigno. Los segundos, sin embargo, son prisioneros de guerra, extranjeros, que son empleados en los talleres estatales y en trabajos penosos relacionados con los monopolios y actividades del Estado (minas y canteras, construcción de murallas y calzadas, diques, tala de bosques en las montañas circundantes de Armenia, Líbano y Zagros, etc.).
Texto del Código de Ur-Nammu
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Traducción
Prólogo 1-‐30 [...] (9 líneas perdidas), [Ur]-‐Namma (?), [guerrero pode]roso (?), [rey de (?) U]r, [rey de (?)] Sú[mer (?) y de Acad (?)] [...] (11 líneas perdidas) cada mes 90 gur (= 22734 l.) de cebada, 30 ovejas (y) 30 sila (= 24 l.) de mantequilla estableció para él como ofrenda periódica.
Pr. 31-‐74. Cuando los dioses An y Enlil otorgaron al Dios Nanna la realeza de Ur, en esos días, a Ur-‐Namma, el hijo na-‐cido de Ninsun, su amado servidor, por su justicia (y) su ecuanimidad [...] (32 líneas perdidas o muy fragmentarias).
Pr. 75-‐86. A Namhani yo (= Ur-‐Namma) lo ascendí al cargo de gobernador de Lagash. Con la fuerza el Dios Nanna, mi señor, hice que “el barco de Magan” del Dios Nanna regresara al kisar (y) en Ur hice que resplandeciese.
Pr. 87-‐103. En ese tiempo, los campos estaban ocupados por los niskum, el comercio a larga distancia se hallaba en manos de los grandes banqueros; el pastor se hallaba en manos de los que se apropiaban de los bueyes, de los que se apropiaban de las ovejas (y) de los que se apropiaban de los asnos; [...] (7 líneas perdidas).
Pr. 104-‐113. En ese tiempo (yo), Ur-‐Namma, guerrero poderosos, rey de Ur, rey de Súmer y Acaad, con la fuerza de Dios Nanna, mi señor, por medio de la [orden jus]ta (?) del [Dios Utu (?)] establecí [la justi] cia (?) [en el país(?)]:
Pr. 114-‐124. [...] (2 líneas perdidas)... hice regresar; el comercio a larga distancia (que se hallaba en manos de) los grandes barqueros, al pastor (que se hallaba en manos de) los que se apropiaban de los bueyes, de los que se apropiaban de las ovejas (y) de los que se apropiaban de los asnos, a los acadios, a los extranjeros de Sumer [y Acad], los liberé.
Pr. 125-‐149. En ese tiempo, con la fuerza del Dios Nanna, mi señor, establecí la libertad de Aksak(!), Marad, Girkal, Kazallu y sus asentamientos (y) Uzarum, todos (los territorios) que Ansan había sometido a la esclavitud. Hice el medidor-‐bariga de cobre y lo fijé en una capacidad de 60 sila (= 48 l.); hice el medidor-‐ban de cobre y lo fijé en una capacidad de 10 sila (= 8 l.); hice el medidor-‐ban “normal” del rey y lo fijé en una capacidad de 5 sila (= 4 l.); hice el medidor de bronce de 1 sila (= 0,8 l.) y lo fijé en 1 mana (= 500 gr.); el peso de piedra “puro” de 1 gin (= 8,3 gr.) lo fijé como equivalente a 1/60 de 1 mana.
Pr. 150-‐161. En ese tiempo, regulé el tráfico de barcas en las orillas del Tigris, en las orillas del Éufrates (y) en las orillas de todos los ríos; [hice que los caminos fueran seguros (?)] (para) los mensajeros (?); construí casas (junto a los caminos); planté huertos (e) hice que el rey tuviera un jardinero (para ellos).
Pr. 162-‐168c. El huérfano no se lo entregué al rico; la viuda no se la entregué al poderoso; el hombre (que sólo posee) 1 gin (= 8,3 gr.) no se lo entregué al hombre (que posee) 1 mana (= 500 gr.); el hombre (que sólo posee) 1 oveja no se lo entregué al hombre (que posee) 1 buey.
Pr. 169-‐174. Establecí a mis gobernadores, a mis madres, a mis hermanos (y) a sus familiares; sus órdenes (/ deseos) no obedecí.
Pr. 175-‐180. No impuse trabajos (obligatorios); hice desaparecer la enemistad, la violencia (y) los gritos de dolor (dirigidos al) Dios Utu; establecí la justicia en el país.
Texto del Código de Ur-Nammu
2
En ese tiempo:
• 1. Si un hombre cometía un homicidio, a ese hombre se le daba muerte.
• 2. Si un hombre cometía un atraco, se le daba muerte.
• 3. Si un hombre privaba (a otro hombre) de libertad (sin que hubiese razón para ello), ese hombre era hecho prisionero (y) pagaba 15 gin (= 124,5 gr.) de plata.
• 4. Si a un esclavo que había desposado a la esclava que deseaba se le concedía la libertad, (ese esclavo) no abandonaba la casa (de su amo).
• 5. Si un esclavo desposaba a una mujer libre, ese esclavo ponía a su hijo al servicio de su señor; e hijo que había sido puesto al servicio de su señor, el... de las propiedades de la casa de su padre en el interior de los muros de la casa [de su padre ...]; el hijo de la mujer libre no era propiedad del señor y no se veía reducido a la esclavitud.
• 6. Si un hombre hacía uso de la fuerza (y) violaba a la mujer de un gurus que aún no había sido desvirgada, a ese hombre se le daba muerte.
• 7. Si un hombre seguía a la esposa de un gurus por iniciativa de ella (y) yacía en su regazo, a esa mujer se le daba muerte (y) al hombre se le ponía en libertad.
• 8. Si un hombre hacía uso de su fuerza (y) violaba a la esclava de otro hombre que aún no había sido desvirgada, ese hombre pagaba 5 gin (= 41,5 gr.) de plata.
• 9. Si un hombre repudiaba a su primera esposa, pagaba mana (= 500 gr.) de plata.
• 10. Si un hombre repudiaba a una viuda, pagaba 1/2 mana (= 250 gr.) de plata.
• 11. Si un hombre, sin (mediar) contrato de matrimonio, yacía sobre el regazo de una viuda, no pagaba ninguna cantidad de plata.
• 12. Si [...]
(10 líneas perdidas = parte de 12 y 13).
• 13. ...([x]+3 líneas ilegibles)
Texto del Código de Ur-Nammu
3
• 14. Si un hombre a otro hombre lo causaba de... (y al acusado) al divino río de la ordalía lo llevaban, (y) el divino río de la ordalía lo purificaba (= el hombre se salvaba), el hombre que allí lo había levado (= el acusador) pagaba 3 gin (= 24,9 gr.) de plata (?).
• 15. Si un hombre acusaba a la esposa de un gurus de que otro hombre había yacido en su regazo, (y) después el río la purificaba (= la mujer se salvaba), el hombre que había hecho la acusación pagaba 1/3 de mana (= 166,6 gr.) de plata.
• 16. Si un yerno entraba en la casa de su (futuro) suegro (y), después de que esto hubiese ocurrido, el suegro daba la esposa a su amigo (del yerno), lo que (el yerno) había llevado (a la casa del suegro) el suegro se lo pagaba por duplicado.
• 17. Si... (8 líneas ilegibles) le pagaba 2 gin (= 16,6 gr.) de plata.
• 18. [Si ...] (c. 2 líneas perdidas), (o) una esclava... sobrepasaba los límites de su ciudad (y) un hombre la/lo hacía regresar, el dueño del esclavo/a pagaba [x] gin de plata a aquel que lo/la había hecho regresar.
• 19a. Si [un hombre a otro hombre ...] (3 líneas perdidas) le cortaba su pie, pagaba 10 gin (= 83 gr.) de plata.
• 19b. Si un hueso ... (2 líneas ilegibles) le rompía, pagaba [x] gin de plata.
• 20. Si un hombre a otro hombre con una maza un hueso... (le) destrozaba, pagaba 1 mana (= 500 gr.) de plata.
• 21. Si un hombre a otro hombre (le) cortaba su nariz con... pagaba 2/3 de mana (= 333,3 gr.) de plata.
• 22. Si [un hombre] a [otro hombre] (?) el/la [...] con[n] (le) cortaba, [...] (1 línea perdida), [pagab]a [x gin de plata].
• 23. Si co[n...] su die[nte] [...], pa[gaba] 2 gin (= 16,6 gr.) de plata.
• 24. S[i ...]
(c. 29 líneas perdidas = parte de 24 y 25 y c. dos nuevas leyes).
• 25. [...] traía [una esclava]; si no tenía esclava, le pagaba 10 gin (= 83 gr.) de plata; si no tenía plata, le tenía que dar algo de su propiedad.
• 26. Si alguien injuriaba a la esclava de un hombre que había alcanzado la categoría de su señor (al injuriador) le restregaban su boca con 1 sila (= 0,8 l) de sal.
Texto del Código de Ur-Nammu
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• 27. Si alguien golpeaba a la esclava de un hombre que había alcanzado la categoría de su señora, [...].
(c. 32 líneas perdidas = parte de 27 y 28 y c. dos nuevas leyes).
• 28. (Se conserva sólo una línea ilegible).
• 29. Si un hombre comparecía en calidad de testigo y se comprobaba que era delincuente, pagaba 15 gin (= 124,5 gr.) de plata.
• 30. Si un comparecía en calidad de testigo, (pero) se negaba a prestar juramento, indemnizaba con los mismo que estaba en litigio en el proceso judicial.
• 31. Si un hombre araba por la fuerza el campo de (otro) hombre (y el propietario) emprendía una causa judicial, (pero el propietario) actuaba con negligencia (descuidando el campo), ese hombre (= el propietario) perdía (incluso) su derecho al cobro del alquiler (del campo).
• 32. Si un hombre inundaba el campo de (otro) hombre pagaba 3 gur (= 757,8 l.) de cebada (por) cada iku (= 0,36 ha.) de campo (inundado).
• 33. Si un hombre le daba a (otro) hombre un campo para labrar, pero (éste) no lo labraba, (sino que) lo dejaba improductivo, pagaba 3 gur (= 757,8 l.) de cebada (por) cada iku (= 0,36 ha.) (de campo).
• 34. Si un hombre a (otro) hombre...
(c. 35 líneas perdidas = parte de 34 y 35 y c. dos nuevas leyes).
• 35. [...] le pagaba.
El resto del texto de las Leyes de Ur-‐Namma (un número indeterminado de leyes y el Epílogo) no se ha conservado en ningún manuscrito.
Textos sobre el Nilo y su crecida
1
Texto A
“Han llegado los hermosos días, un señor ha aparecido en todo el país, y la oposición ha vuelto a ocupar su lugar; el rey del Alto y el Bajo Egipto, señor de los millones de años, tan grande en la realeza como Horus, ha inundado Egipto de fiestas… ¡Qué todo hombre de bien venga y lo vea! La justicia ha derrotado a la mentira; el pecado ha caído de bruces; la avidez de las personas ha sido amansada. El Nilo se eleva muy alto, los días son largos, las noches tienen sus horas, la luna llega con exactitud, los Dioses están satisfechos y felices. Vivimos llenos de admiración y en la alegría”. (Papiro Sallier, I.8.7-‐10).
Texto B
“El hortelano tiene que llevar el yugo; sus dos hombros se doblan bajo el corvejón y lleva en la nuca una callosidad que se infecta. Se pasa la mañana regando legumbres, la tarde regando pepinos, y al mediodía el palmeral. A veces se derrumba y muere en la tarea, más que en cualquier otro oficio… El campesino grita más que los grajos; pasa todo el día lamentándose; su voz es más fuerte que la de los cuervos. Sus dedos están llagados por la (tierra) que apesta, y sus brazos supuran y hieden en exceso. Está agotado de estar en el fango, andrajos y harapos son sus ropas, enfermo se ha de tumbar sobre el pantanoso suelo. Cuando abandona el campo está completamente exhausto”. (Sátira de los oficios, obra anónima del Imperio Medio).
Texto C
“Son los banquetes y ofrendas en honor del Dios (Nilo) los que inducen al río a desbordarse en los labrantíos. Si aquéllos no se hacen conforme a los ritos ancestrales, en la estación adecuada y por quienes es preciso, el Dios tampoco accedería a ello. Conscientes de este hecho, no han suprimido estas prácticas quienes con agrado las hubieran prohibido (es decir, los gobernantes del Imperio Romano)”. (Libanio, Oratio XXX.35-‐36).
La coraza defensiva de Egipto según Diodoro Sículo
1
La tierra de Egipto se extiende en general de Norte a Sur, y tiene fama de exceder en no pequeña medida por sus recursos naturales y belleza de paisaje a todas las otras regiones que se han constituido en reinos. Pues al Oeste está fortificada por el desierto de Libia, lleno de bestias salvajes, que se extiende por gran distancia a lo largo de sus fronteras, y que en razón de su escasez de lluvia y carestía de cualquier tipo de alimento hace el paso por él no sólo penoso, sino incluso altamente peligroso. Además, por el Sur, la misma protección es proporcionada por las cataratas del Nilo y las montañas que las flanquean, pues desde el país de los Trogloditas y las más alejadas partes de Etiopía, a través de una distancia de cinco mil quinientos estadios, no es fácil navegar por el río ni viajar por tierra, a no ser que la persona esté equipada como un rey, o al menos a un muy alto nivel. Y con respecto a las partes del país que miran al Este, unas están fortificadas por el río y otras están rodeadas por un desierto y por una llanura pantanosa llamada Barathra. Y entre Coele-‐Siria y Egipto hay un lago, bastante estrecho, pero sorprendentemente profundo y de unos doscientos estadios, que es llamado Serbonis, y ofrece peligros para aquellos que se aproximan ignorantes de su naturaleza. El cuarto lado, bañado todo él por un mar casi sin puertos, está defendido por el piélago egipcio, que tiene un cabotaje muy largo y un desembarco muy difícil, pues su único puerto seguro es Faro. Aparte de eso, se extiende a lo largo de casi toda la costa egipcia un banco invisible de arena para los navegantes desprevenidos; por tanto, los que creen haber escapado al peligro del piélago y navegan contentos hacia tierra en su ignorancia, naufragan inesperadamente, al encallar sus barcos de repente; y algunos, al no poder ver la tierra por la poca elevación del territorio, no se dan cuenta de que se precipitan, los unos, a lugares pantanosos y estancados y, los otros, a un territorio desértico.
DIODORO SÍCULO, «Biblioteca Histórica». I.30. 1-‐4.
Inscripción de Sargón (copia paleobabilónica, de Nippur)
1
• Sargón, rey de Akkad – comisario de Inanna.
Rey de Kish – ungido (sacerdote) de Anu.
Rey del país – gobernador de Enlil:
La ciudad de Uruk tomó y sus murallas destruyó, en la batalla de Uruk venció, a Lugalzaggesi rey de Uruk capturó en la batalla y llevo en cepos a la puerta de Enlil.
• Sargón rey de Akkad:
En la batalla de Ur venció, la ciudad tomó y sus murallas destruyó. Eninmar tomó y sus murallas destruyó, su territorio desde Lagash hasta el mar tomó, en el mar lavó sus armas. Umma en batalla venció, la ciudad tomó y sus murallas destruyó.
• Sargón rey del país:
Enlil no le dio rival; le dio el mar superior y el mar inferior; desde el mar inferior los hijos de Akkad detentaron la posición de los gobernadores; Mari y Elam estuvieron frente a Sargón rey del país.
• Sargón rey del país:
Kish en su puesto restableció, les hizo (a los habitantes) habitar la ciudad.
• [Maldición] Aquel que dañe esta inscripción: que Shamash su raíz arranque, su semilla desperdigue.
• [Rúbrica:] Inscripción en el basamento.
• [Leyendas:] Sargón rey del país. Lugalzaggesi rey de Uruk. Mee gobernador de Umma.
Poema de Gilgamesh
1
Los enviados de Agga, hijo de Enmebaragesi, partieron de Kish para presentarse ante Gilgamesh, en Uruk. El señor Gilgamesh, ante los ancianos de su ciudad llevó el asunto y les pidió consejo: “No nos sometamos a la casa de Kish, ataquémosles con nuestras armas”.
La asamblea reunida de los ancianos de su ciudad respondió a Gilgamesh: “Sometámonos a la casa de Kish, no la ataquemos con nuestras armas”. Gilgamesh, señor de Kullab, que realizó heroicas hazañas por la Diosa Inanna, no aceptó en su corazón las palabras de los ancianos de su ciudad.
Por segunda vez Gilgamesh, el señor de Kullab, ante los combatientes de su ciudad, llevó el asunto y les pidió consejo: “¡No os sometáis a la casa de Kish! ¡Ataquémosla con nuestras armas!”.
La asamblea reunida de los combatientes de su ciudad respondió a Gilgamesh: “¡No os sometáis a la casa de Kish! ¡Ataquémosla con nuestras armas!”. Entonces, Gilgamesh, el señor de Kullab, ante este consejo de los combatientes de su ciudad, sintió alegrarse su corazón, esclarecerse su alma.
Esquema de la Cara B de la «Estela de los Buitres»
1
Pinchar en el rectángulo rojo para ver en detalle.
Esquema de la Cara A de la «Estela de los Buitres»
1
Pinchar en el rectángulo rojo para ver en detalle.
Pirámide de Meidum
1
Fotografía: Peter Koelbl. Licencia: CC BY-‐SA 2.5
El «Gran Himno a Hapy» (Imperio Medio)
1
Adoración a Hapy
¡Salve, Hapy, (tú) que has surgido de la tierra, que has venido para dar la vida a Egipto!
Oculto de naturaleza, oscuro en (pleno) día
leche del Alto Egipto que irriga los campos
creación de Re para vivificar a todo el que padece sed
que sacia al desierto (cuando) desciende el rocío (del cielo)
bienamado de Geb, que gobierna a Nepri
que hace prosperar las artes de Ptah.
Señor de los peces, que permite que vayan hacia el sur las aves migratorias
sin que ningún ave llegue a destiempo;
que hace la cebada, que produce la espelta
que pone los templos en fiesta.
(Cuando) falta, se obstruyen las narices
todo el mundo se empobrece
se reducen las ofrendas a los Dioses
y perecen millones de hombres.
Se roba hasta en los confines de la Tierra
yendo errantes grandes y pequeños;
(sin embargo) la gente se mezcla (gozosa)
cuando él llega, (después de que) Khnum lo ha creado
(cuando) él se desborda, la tierra se llena de júbilo
y todos los seres se alegran
todas las mandíbulas ríen
quedando todos los dientes al descubierto.
Que provee de alimentos, grande de provisiones
que produce todos los bienes, señor de la crecida
de dulce olor, (cuando) el incensario ha venido
que produce el pasto para el ganado
El «Gran Himno a Hapy» (Imperio Medio)
2
que permite los sacrificios para cada Dios.
Residiendo en el más allá, controla el cielo y la tierra
conquistador del Doble País, que llena los almacenes
que agranda los graneros, que da bienes a los indigentes.
Que hace florecer los árboles de cada remanso
sin que por ello se debilite,
que hace que existan barcos en la marisma.
Sin estar labrado en piedra, se apodera de las montañas en su inundación
sin que se le (pueda) apercibir, trabaja sin ser controlado.
Que es exaltado en secreto, sin que (pueda) conocerse el lugar en el que está
sin que se encuentre su caverna en escrito (alguno).
Agua que cruza las colinas
sin que su presa (pueda) ser atravesada, sin que su deseo (pueda) ser guiado
le acompaña un gran cortejo de magistrados;
se le saluda como a un rey, fijo en su tiempo
(cuando) ha venido en su estación para colmar el Alto y Bajo Egipto;
es esperado con todos los ojos fijos en él
que proporciona abundancia de bien.
El que estaba en la necesidad sale en la alegría
habiendo respirado todos los corazones.
El que quedó encinta de Sobek, que dio a luz a las aguas
(mientras que) la Enéada de Dioses que está con él se mantenía apartada.
(Cuando) escupe, atraviesa la marisma e irriga la tierra entera;
a uno fortalece, a otro empobrece
sin que ninguno pueda disputar con él
creador de paz, no se le puede resistir, no hay quien lo limite.
El «Gran Himno a Hapy» (Imperio Medio)
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Creador de luz que ha salido de la oscuridad, engordando al ganado
cuya fama es todo lo que ha sido creado.
Ninguna región puede vivir sin él
los hombres se visten con el lino que él ha originado.
Que ha hecho que el Dios-‐Tejedor se aplique a su trabajo
(tras que) el Dios-‐Prensador haya hecho su aceite
de cuya saliva se apodera Ptah.
A través de él se producen todos los trabajos
todos los escritos de la palabra del Dios
(ya que) es él quien provee de papiros.
Que entra en el más allá, que sale del cielo
revelándose (cuando) sale de su secreto;
poca gente se aflige (cuando) han matado al aguacero del año (?)
(despues de que) haya sido vista Tebas como una marisma
todos los hombres sacan sus armas
no hay cuerdas para las amarras, no hay ropas para vestir(se)
los hijos de los nobles no (pueden) engalanarse
no hay pintura de ojos, ni aceites
nadie puede ser ungido.
Que fija la verdad en los corazones de los hombres
(cuando quieren) decir mentiras a los pobres;
que contrae nupcias con el mar
sobre cuyas aguas nadie tiene control.
Todos los Dioses te adoran
como el que hace que bajen las aves desde el desierto;
nadie (puede) golpear su mano con oro
nadie (puede) quedar ebrio de plata
no (se puede) comer el auténtico lapislázuli
el cereal es quién está al frente de la prosperidad.
El «Gran Himno a Hapy» (Imperio Medio)
4
Se empieza a tocar para ti el arpa
siendo tocada con las manos para ti.
Se regocija ante ti el Consejo de Magistrados del Sur...
(después de que) hayas sido provisto de una muchedumbre
que ha venido trayendo riquezas, adornada con finos ungüentos
(tú) que haces florecer el color de los cuerpos de los hombres
que vivificas el corazón de la mujer encinta
que deseas multitud de todo tipo de ganado.
(Cuando) apareces sobre la ciudad del hambre
se sacian entonces ellos con los buenos productos del campo
la jarra en la boca y la flor de loto en la nariz
habiéndose derramado todas las cosas sobre la tierra
habiendo todo tipo de plantas en las tierras bajas;
el hambriento se ha olvidado de sí
(pues) la buena fortuna se ha establecido en las casas
la Tierra entera se pone a brincar.
Cuando te desbordas, Hapy, se te hacen ofrendas, se te sacrifican bueyes
para ti es la gran ofrenda, para ti se ceban aves
para ti se preparan los leones del desierto
para ti se provee el fuego del sacrificio
se hacen ofrendas a cada dios de acuerdo con lo que Hapy ha hecho
a saber: incienso, aceite fino, bueyes de cuernos largos y bueyes de cuernos cortos, y aves
como holocausto para Hapy en su caverna del sur.
Cuyo nombre no (puede) ser conocido en el más allá
y bajo cuya forma no (puede) aparecer ningún Dios.
Vosotros, gente (toda) que alabáis a los Dioses
respetad el temor que su hijo ha creado
el señor del Todo que sostiene las orillas.
El «Gran Himno a Hapy» (Imperio Medio)
5
¡Oh, gozo cuando tú vienes!
¡Oh, gozo cuando vienes, Hapy!
¡Oh, gozo cuando tú vienes!
Tú que alimentas a los hombres y rebaños
con el regalo de tus praderas.
¡Oh, gozo cuando tú vienes!
¡Oh, gozo cuando vienes, Hapy!
¡Oh, gozo cuando tú vienes!
_________________________________________
BIBLIOGRAFÍA: Ediciones y traducciones: G. Maspero (1912): «Hymne au Nil»; E. Bacchi (1942): «L'Inno al Nilo», Turín; E. Bresciani (1969): «Letteratura e poesía dell’Antico Egitto», Pp. 194-‐197, Turín; J. L. Foster (1975): «Thought couplets in Khety's 'Hymn to the Inundation», JNES XXXIV, Pp. 1-‐29; A. Barucq & F. Daumas (1980): «Hymnes et Prières de l'Égypte Ancienne», Pp. 493-‐501, París; J. Baines (1985): «Fecundity Figures» (para Hapy como divinidad).
COMENTARIO: Los egipcios tuvieron siempre una extraordinaria conciencia de lo que el Nilo significaba para el mantenimiento de su sistema de vida y de su sociedad. De hecho, la visión egipcia del universo está presidida por la imagen de un curso de agua central y ordenador sin el cual no se concibe ni la civilización ni la vida. Al igual que existe un Nilo terrestre, existe otro celestial por donde navega la barca de Re en su cotidiano proceso de muerte y renacimiento; y en el mundo subterráneo, dominio de los difuntos y habitado por criaturas de pesadilla, discurre otro Nilo que el sol atravesará en su viaje nocturno. Y sin embargo, el gran río de Egipto nunca fue identificado con un Dios, o al menos con ninguno de los que ocuparon puestos importantes en su panteón. Hapy no es propiamente la personificación divinizada del Nilo; más bien se asocia con el origen de sus aguas y concretamente con el fenómeno de la crecida. Por ello se le asimila a la fertilidad de la tierra, a la prosperidad del país y a la reproducción animal y humana. Es, por así decirlo, un genio de la fecundidad, que suele ser representado muy convenientemente como un personaje andrógino, que tiene su habitáculo en una caverna de rocas de la que mana el agua, o como portador universal de ofrendas de alimentos en las paredes de los templos. Curiosamente, Hapy no tuvo templos a él dedicados, aunque era ciertamente objeto de importantes y suntuosos festivales. Quizás, el egipcio considerara que ninguna edificación humana podía suplir la grandiosa y omnipresente imagen del río. Buen testimonio de la piedad y veneración que despertaba es el Gran Himno a Hapy, que, a juzgar por la cantidad de ejemplares que de él se han conservado, debió de ser considerado un texto literario clásico. Por desgracia, se trata casi siempre de fragmentos, usados como ejercicios en las escuelas de escribas, llenos de errores que dificultan la reconstitución íntegra del poema y su adecuada comprensión. Con un fuerte sentimiento de la naturaleza, Hapy es alabado en tonos poéticos y con una calidez inusual en la hímnica egipcia. Aunque las copias son todas de la Dinastía XVIII en adelante, se trata de una composición del Imperio Medio; algunos incluso proponen relacionarlo con fines del Imperio Antiguo y Primer Período Intermedio, cuando los problemas causados por la sequía y la escasez de la crecida contribuyeron a llevar al país al colapso.
J.M. Serrano Delgado (1993): «Textos para la Historia Antigua de Egipto». Pp. 51-‐53. Madrid.
Pirámide de Saqqara
1
Fotografía: Marperi. Licencia: CC BY-‐SA 3.0
Pirámide de Dashur
1
Fotografía: Gérard Ducher. Licencia: CC BY-‐SA 2.5
Los Reyes de la Dinastía IV según Heródoto
1
Por cierto, hasta el reinado de Rapsinito, dijeron los sacerdotes, había un orden perfecto en Egipto y el país era muy próspero; pero Quéope, que reinó después de él sobre los egipcios, los redujo a una total desventura. Primero cerró todos los templos y les impidió hacer sacrificios; y después, ordenó que todos los egipcios trabajasen para él. A unos les fue asignado arrastrar piedras desde las canteras que hay en los montes de Arabia hasta el Nilo; y a otros les ordenó recibir estas piedras, transportadas al otro lado del Nilo en embarcaciones, y arrastrarlas hasta el monte llamado Líbico. Trabajaban siempre cien mil hombres que se renovaban cada tres meses... En la construcción de sólo la pirámide, el tiempo empleado fueron veinte años. Cada una de sus caras mide ocho pletros de longitud, y otro tanto su altura; y es de piedra pulida y perfectamente ajustada; ninguno de los bloques tiene menos de treinta pies.
Y Quéope llegó a tal grado de maldad que, falto de dinero, colocó a su propia hija en un burdel y le ordenó que se procurase una determinada cantidad, que yo no sé, pues los sacerdotes no me la dijeron. Y ella cumplió las órdenes de su padre, y además por propia iniciativa decidió también dejar un monumento, y a cada uno de los que la visitaban les pedía que le hicieran donación de una piedra; y con estas piedras, dijeron los sacerdotes, fue construida la pirámide que se levanta en medio de las tres, delante de la Gran Pirámide, y cuyos lados miden cada uno pletro y medio.
Ese Quéope, decían los egipcios, reinó cincuenta años, y a su muerte, heredó el trono su hermano Quefrén. Y éste se comportó en todo como su antecesor, y también hizo construir una pirámide, que no alcanza las dimensiones de la de Quéope...
Quefrén, decían los sacerdotes, reinó cincuenta y seis años. Así computan ciento seis años durante los cuales hubo en Egipto una completa miseria, y durante este tiempo los templos, que habían sido cerrados, no fueron abiertos...
Y después de Quefrén, dijeron los sacerdotes, reinó en Egipto Micerino, hijo de Quéope. Y como no le agradaron los actos de su padre, abrió los templos y dejó que la población, oprimida hasta la extrema miseria, volviese a sus trabajos y sacrificios a los dioses; y de todos los reyes fue para el pueblo el que dictó más justas sentencias...
Inscripción de Naram-Sin (copia paleobabilónica, de Nippur)
1
«Desde siempre, desde la fundación de la humanidad, ninguno de los reyes había destruido Aramanum y Ebla. Nergal abrió el camino de Naram-‐Sin el fuerte: Aramnum y Ebla le dio, la Amanus montaña de cedro y el mar superior le donó.
Con el arma de Dagan, acrecentador de su realeza, Naram-‐SIn el fuerte tomó Armanum y Ebla, desde la orilla del Éufrates hasta el Ullisum, los hombres de Dagan con su mano le regaló, él los sometió; la cesta de Abi su dios llevaron; el Amanus montaña de cedros conquistó.
Cuando Dagan el juicio de Naram-‐Sin el fuerte juzgó, a Rish-‐Adad rey de Armanum en su mano dio, y él le ató al marco de su puerta:
(Entonces) una estatua de diorita hizo, a Enlil la dedicó así: “Naram-‐Sin el fuerte, rey de las cuatro partes del mundo”, Dagan le dio Armanum y Ebla, a Rish-‐Adad con su mano capturó. Entonces una imagen de piedra dediqué a Sin».
3 testimonios de egiptofobia o rechazo a la zoolatría aparente del panteón religioso egipcio
en la Antigüedad romana (s. II) 1
1
En Luciano (1990: 205): «Deorum concilium», en «Obras completas III», Madrid. Ed. Gredos
-‐ Momo2 Pero tú, cara de perro, egipcio vestido de lino, ¿quién eres, buen hombre, o cómo pretendes ser un Dios con tus ladridos? ¿O, con qué pretensión es adorado este toro moteado de Menfis, da oráculo y tiene profetas (sacerdotes)? Porque me da vergüenza hablar de los ibis, monos, machos cabríos y otras criaturas mucho más ridículas, que se nos han metido, no sé cómo, en el cielo procedentes de Egipto. ¿Cómo podéis aguantar, Dioses, el ver que se les rinde culto tanto o más que a vosotros? O tú, Zeus, ¿cómo lo llevas cuando te ponen cuernos de carnero?
-‐ Zeus Todo lo que estás diciendo de los egipcios es verdaderamente vergonzoso. Sin embargo, Momo, la mayor parte de estas cosas son simbólicas y no debe burlarse demasiado de ellas uno que no está iniciado en los misterios.
-‐ Momo ¡Pues sí que necesitamos nosotros muchos misterios, Zeus, para saber que los dioses son dioses, y las cabezas de perro, cabezas de perro!
En Plutarco, «De Iside et Osiride, 71». Editor y traductor: F. Gutiérrez (2007: 85): «Plutarco. Isis y Osiris». Barcelona
Pero la gran mayoría de los egipcios, al venerar a los animales y al tratarlos como si fuesen Dioses, no sólo han llenado sus ceremonias de prácticas ridiculizables y risibles –eso es lo de menos–, sino que han engendrado una peligrosa creencia que sume a las mentes simples y débiles en una completa superstición, mientras que a las mentes más agresivas y audaces las hace caer en el descreimiento (sigue una larga disertación sobre las causas que provocaron que los dioses egipcios se transformaran en animales y sean venerados bajo esa forma).
En Suetonio, «Aug.», 93.2
En el contexto de su relato sobre las supersticiones atribuidas a Octavio Augusto, y sus fobias hacia determinados cultos y religiones extranjeras, asegura que estando el emperador en Egipto rechazó desviarse de su camino para rendir visita al toro Apis: “At contra non modo in peragranda Aegypto paulo deflectere ad visendum Apin supersedit”. Recordando este mismo episodio, Dion Casio (51.16.5) le atribuye además un sarcástico e insultante comentario a modo de excusa que venía a decir que “su costumbre era adorar Dioses, no ganado”.
Notas
1. E. Hornung (1999): «El Uno y los Múltiples. Concepciones egipcias de la divinidad». Edición original: Darmstadt, 1971. Madrid. Hace observar que solo se puede hablar de zoolatría cuando existe una adoración de todos los animales de una especie, pero no por la veneración de un ejemplar concreto, como era el caso del culto a los toros sagrados de Heliópolis, Menfis y Hermonthis.
2. Momo es la figura que en el diálogo (escrito en el siglo II d.C.) hace de portavoz del rechazo del hombre antiguo hacia los dioses-‐animales egipcios.
Decreto de Urukagina
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Sección de las “Reformas De Urukagina”
Desde tiempo inmemorial, desde cuando se inició la vida, el jefe de los barqueros se apropiaba de las barcas, el funcionario encargado del ganado se apropiaba de los asnos, otro de las ovejas, y el funcionario encargado de la pesca se apropiaba de los [...]. Los pastores de las ovejas de lana pagaban (un tributo) en plata por las ovejas blancas y el vigilante, el jefe de los cantores del culto, el controlador de los campos, el cervecero y el superintendente pagan (un tributo) en plata por los jóvenes corderos.
Los bueyes de los Dioses araban los cultivos de ajos del rey y los mejores campos de los Dioses se convertían en los lotes de ajos y pepinos del rey. Grupos de asnos y fogosos bueyes eran uncidos para los administradores del templo, pero el grano de los administradores del templo era repartido por el personal del rey. Los funcionarios del “prefecto” se repartían entre ellos el grano. El sacerdote encargado del suministro arrancaba los árboles del huerto de la madre pobre y se llevaba la fruta.
El (enterrador) que llevaba a alguien al cementerio se quedaba con 7 cántaros de cerveza y 420 panes; (su ayudante), con 120 litros de grano, una túnica, un cabrito y una cama; el “plañidero” con 60 litros de grano.
El artesano no comía si no mendigaba; los aprendices se quedaban con los desperdicios de la puerta grande. Las casas del “prefecto”, y los campos del “prefecto”, las casas del harén y los campos del harén (...) se juntaban las unas con las otras. Desde los límites de (las propiedades del Dios) Ningirsu hasta el mar, todo eran inspectores de hacienda.
¡Estas eran las costumbres de antaño!
Cuando Ningirsu, guerrero de Enlil, dio la realeza a Lagash eligiendo entre infinidad de personas, éste reformó las costumbres de los tiempos anteriores, aplicando las instrucciones que Ningirsu, su señor, le había dado. Privó al jefe barquero del (control de) las barcas, privó al funcionario encargado del ganado del (control de) los asnos y las ovejas, privó al inspector de la pesca del (control de) del tributo de lo pescado, privó al supervisor del almacén de cereales del (control de) los tributos en grano de los sacerdotes-‐guda, privó al funcionario (responsable) del pago (de los tributos) en plata por las ovejas blancas y los corderos jóvenes lechales y destituyó al funcionario (responsable) de la entrega de los tributos (eligiéndole) entre los funcionarios de palacio y no entre los funcionarios del templo.
Instaló a Ningirsu como propietario sobre los bienes y los campos del rey, instaló a Ba'u como propietario de los bienes y los campos de la “casa de las mujeres”; e instaló a Sulsagana como propietario de los bienes de los hijos del rey. Desde los confines de Ningirsu hasta el mar la burocracia suspendió toda operación.
Él (: Urukagina) amnistió a los habitantes de Lagash presos por deudas, o por cantidades reclamadas (por el palacio), o por el grano (que faltaba) en los almacenes, o por robo, o asesinato, y los puso en libertad. Él juró ante Ningirsu que el poderoso ya no trataría injustamente al huérfano ni a la viuda.
Autobiografía De Hety I, Nomarca de Asiut (1) (Primer Período Intermedio)
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«El Noble Hereditario, el Príncipe, Canciller del Rey del Bajo Egipto, Compañero Único, Superior de los Sacerdotes de Up-‐Uaut2.
El Príncipe, Superior de los Sacerdotes de Anubis3, señor de Er-‐Kereret, que perdura sobre la tierra, Hety4.
El Superior de los Sacerdotes de Osiris5, señor del Occidente6, [querido por su ciudad toda entera, alabado por su nomo todo entero, señor de ganado (?)], Compañero de Sekhat-‐Hor7, un [alto] Nilo, rico en grano del norte, un vástago [provechoso para sus ciudadanos], Hety.
[El Noble Hereditario], Príncipe, Superior de los Sacerdotes de Up-‐Uaut, el reverenciado Hety: [Vosotros que entráis en] esta tumba, rogad a Dios por Hety; haced para él una “ofrenda-‐que-‐el-‐rey-‐da” 8. Él era [hábil] en su labor, alabado por su ciudad, su apoyo que aseguraba su divina ofrenda, uno más sabio que los nobles, cuyos corazones son temerarios, querido por El-‐Que-‐Serpentea, que Ptah9 creó para mandar, uno (digno) de ser recordado sobre la tierra, Hety.
El Noble Hereditario, Príncipe, Canciller del rey del Bajo Egipto, Compañero [Único], Superior de los Sacerdotes de [Up-‐Uaut] , señor de Asiut, Hety. Él dice:
“Aquello de lo que se ufana cualquier hombre es una falsedad, [algo que no ha hecho (verdaderamente)]. En cambio todo lo que yo hice está a la vista [de las gentes de Asiut]... Yo he ofrecido un regalo a esta ciudad, sin (recabar) de ella la corvea del Bajo Egipto, ni la contribución de trabajo del Alto Egipto. Hice (mi) monumento... Reacondicioné un curso de agua de diez codos, para el que excavé en tierras de labor, y establecí una compuerta... una cosa de uso prolongado, en una única construcción, sin arruinar (ningún) hogar. Poseo un amplio monumento, un muelle recto... He dado vida a la ciudad; hice que el trabajador comiera cebada del Norte y se repartió agua en mitad de la jornada, para permitir que el débil se recobrara... Hice un canal para esta ciudad, mientras que el Alto Egipto pasaba apuros, y el agua no se veía. He sellado la frontera... por el sello (?). He creado tierras [de cultivo] (?) en las marismas. Hice que las aguas de la inundación cubrieran las viejas colinas. Hice que las tierras de cultivo [quedaran irrigadas], en tanto que todos los vecinos padecían sed. [Cada uno] tuvo agua de la inundación a placer. Di agua a sus vecinos para que estuvieran en paz con ellos.
Yo soy uno rico en cereal del norte, mientras que la tierra padece sequía. He dado vida a la ciudad, proporcionando medidas-‐madjat10. He permitido que el plebeyo se lleve cereal del Norte, así como su mujer, la viuda, y sus hijos. Declaré la exención de todos los impuestos relativos a la tierra que yo había encontrado establecidos por mis padres. He llenado los pastos con vacas moteadas. Todo hombre posee múltiples naturalezas (?). Las vacas han dado a luz a pares. Los establos (?) se llenaron... de becerros. Fui favorito de Sekhat-‐Hor, (de forma que) se dice: “¡Espléndido!”. Yo soy uno rico de bueyes... cuyos toros... él viva en felicidad. Soy uno de monumentos grandes para el templo...[uno que incrementó] lo que había encontrado, que aseguró la continuidad de las ofrendas del Dios. Fui favorecido...
Soy uno fuerte con el arco, poderoso con su (propio) brazo, grande en el temor de sus vecinos. Formé un ejército... [y arqueros], el millar (de hombres) más escogidos del Alto Egipto. Tenía una hermosa flota... (Fui hombre de) confianza del soberano (cuando) él viajó hacia el sur. Estuve atento respecto a lo que se decía, con el corazón tranquilo en tiempos de] dificultades.
Tengo una alta tumba, un ancho pozo, una mansión de embalsamamiento de primera clase. Soy uno a quien [el soberano] ama, cuyos funcionarios conocen su (alta) posición, el principal del Alto Egipto, a quien se le dio la soberanía como hombre de un codo (?), a quien se promovió entre los jóvenes, a quien dieron instrucción de natación junto con los Hijos Reales. Soy recto de carácter, libre de hostilidad con relación a su señor, que lo crió como un niño. Asiut está satisfecho bajo (mi) gobierno. Heracleópolis da gracias a Dios por mí, y el Alto y Bajo Egipto exclaman: “¡Es un pupilo (del rey)!”».
En Serrano, Textos…
Autobiografía De Hety I, Nomarca de Asiut (1) (Primer Período Intermedio)
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Comentario
Hety I aparece como un enérgico nomarca que actúa adecuadamente: lleva a cabo toda una serie de obras de canalización y acondicionamiento que contribuyeron a incrementar los cultivos (no olvidemos que la figura institucional del nomarca tiene su origen en el adj-mer o “excavador de canales” de época Tinita); organizó la distribución de recursos, repartió grano, proclamó una exención de impuestos y, en fin, aseguró la defensa preparando una tropa y su flota correspondiente, lo que quizás no dejara de tener relación con la preparación de la apertura de hostilidades con los príncipes Tebanos.
Notas
1. Asiut era uno de los puntos más estratégicos del Egipto Medio. Situado en una zona en la que el valle se estrecha, era el punto de partida y de cruce de rutas caravaneras hacia los oasis occidentales y de los contactos entre el Delta y el Alto Egipto. Durante el Primer Período Intermedio, Asiut adquirió un notable protagonismo en las luchas entre los reyes de Heracleópolis y los príncipes tebanos al Sur. Fiel aliado de Heracleópolis, se convirtió en base de operaciones y bastión desde el que atacar a los nomos meridionales, con una estrategia en la que el papel de la flota parece haber sido decisivo.
2. Literalmente “El Abridor de Caminos”; era el Dios patrono de Asiut, tenía forma de un chacal erguido en actitud de marcha, que parece tener relación con el ciclo osiriano y que, en cualquier caso, está ligado desde muy antiguo a la realeza faraónica.
3. Anubis, con forma de chacal y cabeza humana, fue uno de los primeros Dioses del Más Allá. Esta condición pudo estar fijada por la propia observación de la naturaleza y de los hábitos de sus animales rondando las necrópolis. Estaba conectado con el lugar donde se practicaba el embalsamamiento y se llevaba a cabo la ceremonia de “Apertura de los Ojos y la Boca”. Él, practicó sobre Osiris la primera momificación de la que se tiene noticia en los textos. Era el guardián de las necrópolis que acogía a los difuntos en la puerta de su tumba y les guiaba al otro mundo, asistido, en ocasiones, por otro Dios cánido con el que puede ser confundido: Up-‐Uaut “El Abridor de Caminos” (ver nota 2 anterior).
4. La biografía de Hety I es uno de los mejores testimonios de los problemas por los que Egipto pasaba en este momento, a causa de las bajas crecidas del Nilo y la sequía que azotaba al país: escasa disponibilidad de recursos hídricos, pérdida de tierras de cultivos, bajos rendimientos agropecuarios y, en consecuencia, hambre, empobrecimiento económico, inseguridad e inestabilidad social.
5. La influencia funeraria de Osiris se incrementó durante el Primer Período Intermedio.
6. Éste era uno de los títulos o apelativos que recibía Osiris. El “Occidente” era una de las denominaciones que a su vez recibía “la Tierra de los Difuntos”, o de “los Occidentales”, los que moran en el reino del Más Allá.
7. Uno de los títulos del rey cuando todavía era adolescente y no había sido entronizado aún.
8. Esta exhortación indica que toda la autobiografía procede de la propia tumba del protagonista del texto.
9. Es uno de los Dioses más importantes del panteón egipcio, aunque no sea de los más famosos. Su nombre podría significar “El Creador”, soberano de todos los Dioses al haber creado el mundo a través de la palabra. Pero se le conocen otros títulos como “Señor de la Magia”, “Señor de la Oscuridad” y “Señor de la Verdad”. También se le conoce como “el del hermoso rostro”. Y “Señor de las Serpientes y de los Peces”. Es originario de Menfis. Ptah creó a los Dioses locales, edificó ciudades y puso a cada Dios en el lugar donde debía ser adorado. Una de sus funciones más importantes es la de patrono de los artesanos.
10. Una medida de capacidad de áridos o líquidos equivalente a un hectolitro.