monográfico: superheroes (i)

“¡¡¡LA REVISTA MONOGRÁFICA!!!”HOMBRES CON HABILIDADES EXCEPCIONALES, PÓCIMAS PARA

VIAJAR A OTROS MUNDOS, SUPERHÉROES QUE INCUMPLEN LA LEY,

LA CAPACIDAD DE CAMBIAR EL TIEMPO O EL ASOMBROSO PODER

DE LA MENTE. NUEVE HISTORIAS SORPRENDENTES...

SUPERPODERES

editorialDirector

Juande PortilloDirectora de Arte

Belén Kayser

Redactores Rodrigo Cavalheiro, Sergio Cuadro, Gala

Díaz, Pablo León, Blanca López, Roberto Tamayo, Sarai Pérez, Diego Rubio

EL HOMBRE, INCONFORMISTA Y SOÑADOR, HA CREADO DESDE SUS ORÍGENES SERES MITOLÓGICOS QUE ENCAR-NAN SUS ASPIRACIONES Y MIEDOS. HUMANOS CON HA-BILIDADES SOBRENATURALES QUE LES HACEN ÚNICOS, CONCEDIÉNDOLES UN GRAN PODER PERO CARGÁNDOLES DE UNA MAYOR RESPONSABILIDAD. SEPARADOS POR MI-LES DE AÑOS, LOS RELATOS DE HÉRCULES Y SUPERMAN CUENTAN UNA MISMA HISTORIA. UN MISMO CUENTO DE HÉROES Y VILLANOS QUE SE PERPETUARÁ ADAPTÁNDOSE

A CADA GENERACIÓN Y CADA CIVILIZACIÓN. EN LAS CALLES DE NUESTRAS CIUDADES, SIN EMBAR-GO, ENCONTRAMOS PERSONAS FUERA DE LO COMÚN QUE GRACIAS AL INGENIO, LA TRADICIÓN, LA TECNOLOGÍA O EL CONOCIMIENTO SON CAPACES DE RAYAR LA FRONTERA QUE NOS SEPARA DE LA CIENCIA FICCIÓN. AQUÍ ENCON-TRAREIS ALGUNAS DE ESAS HISTORIAS. GENTES Y SUPER-PODERES DE LA VIDA DIARIA QUE SON, EN TODO CASO,

EXTRAORDINARIOS

DISFRÚTENLOS GRUPO D

Supersentidos

HUELEN, VEN Y OYEN MÁS QUE LOS DEMÁS, PERO SE LES CONSIDERA

DISCAPACITADOS. HAN DESARROLLADO UN TALENTO EXTRAORDINARIO DESPUÉS

DE QUE EL DESTINO LES QUITÓ UN SENTIDO.

texto y fotos: GALA DÍAZ Y RODRIGO CAVALHEIRO

E l chaval llega borracho y no quiere tragarse la bronca de sus padres. Abre y cierra las puertas

con sigilo. Se mueve en la oscuridad sin tropezar con los muebles. Una técnica depurada y casi perfecta. Sólo una persona puede detectarlo: su hermana. “Me despertaba el olor de la cerveza, no sus pasos”, cuenta entre carcajadas Marisol Serna, una mujer de 55 años que a los ocho des-veló a su familia un don extraordi-nario. Un olfato tan abrumador que compensaba su sordera.

Los científicos tratan de averi-guar actualmente por qué algunas discapacidades originan talentos sensoriales como el de Marisol. Álvaro Pascual-Leone, profesor de Neurología en el Colegio Médi-co de Harvard presentó en agosto de 2008 los resulta-dos de una investigación en la que participaron 48 per-sonas. Tras cegar durante cinco días a la mitad de sus conejillos, Leone comprobó que su corteza cerebral res-pondía mejor a los impul-sos táctiles. Eran capaces de recibir más información por el sistema Braille que las personas que mantenían su sentido de la vista intacto. Según Francisco José Rubia, catedrático de Neuro-logía de la Universidad Complu-tense de Madrid, el experimento demuestra que el cerebro es mucho más plástico de lo que se pensaba. “Hay células multisensoriales en la

corteza que, dada una determinada situación, pueden desempeñar funciones que antes no tenían. Por eso los ciegos desarrollan más el tacto que el resto de las personas y algo pa-recido ocurre con los demás sentidos”.

Marisol sabe que tiene un talento especial por lo que los otros comen-tan sobre sus pequeñas hazañas; a veces grandes, como detectar un escape de gas en el piso de abajo

antes que la propia dueña. “Creo que puede oír”, dicen unos. “No es humana”, bromean otros. Sorda de nacimiento, Marisol no ha notado la metamorfosis. Julio Pozo Arroyo, sí. Hace ocho años, despertó en la oscuridad. Perdió la visión progresi-vamente como consecuencia de una

enfermedad que le acompaña desde niño. Tuvo que educar el oído y el tacto. “Siempre me gustaron los tra-bajos manuales. Sigo arreglando los enchufes y paso el tiempo haciendo

cestas de papel”, dice. Lo más curioso es cómo usa sus de-dos para hacerle la manicura a sus nuevos ojos. Este jubi-lado de 52 años, que dedicó 30 de ellos a la venta de bo-letos de lotería, cuida las pe-zuñas de Ifo, su perro guía. “Toco sus patas y le corto las uñas. Si noto que hay algu-na infectada la curo”, cuenta mientras manipula con ex-

tremada agilidad unas tiras de papel escritas en Braille que utiliza-rá para hacer una cesta.

René Barnedo no necesita perro lazarillo. Con su bastón y su aguza-do oído recorre con paso firme los pasillos del metro de Madrid. Cada estación tiene para él un sonido. “Las ruedas del metro no hacen el mis-

SupersentidosI GRUPO D I PÁGINA 5 I EXTRAORDINARIOS I

MARISOL, SORDA DE NACIMIENTO, DISTINGUE A SUS HIJOS POR EL OLOR Y SABE SI HAN LLEVADO A SUS NOVIAS A CASA

EN LOS CIEGOS, LAS CÉLULAS DESTINADAS A LA VISIÓN TRABAJAN PARA

LOS DEMÁS SENTIDOS. ALGO SIMILAR OCURRE CON OTROS

TIPOS DE DISCAPACIDAD.

mo ruido en Callao que en Diego de León”, explica con naturalidad este hombre de 43 años que perdió la vista cuando tenía sólo uno. “La megafonía del metro no siempre funciona, así que me las tengo que ingeniar. En las estaciones antiguas no tengo problema pero en las nue-vas, que son enormes, los sonidos rebotan y me desoriento”. René es guitarrista y afinador. La música no le da de co-mer, para eso trabaja en un puesto de la ONCE, pero al menos le da “unas perrillas” y mucha feli-cidad. Su memoria está llena de canciones. Las partituras en Braille son para él un engorro, así que memoriza todo lo que toca. “En algún momento he almacenado 50 composiciones en mi cabeza. Los videntes me envidian”.

No todos tienen la capacidad de René, alerta Roberto Gallego, presidente de la Sociedad Españo-la de Neurociencia. “Si la pérdida de capacidad sensorial se origina por una lesión en el oído o en el ojo, es posible que la corteza au-ditiva o visual reciba información de otros sentidos. Pero si la lesión

o tener una otitis. Perdemos la refe-rencia”, complementa.

Marisol se ve reflejada en las habiliadades de René, Andrés y Julio. “A veces me siento la Mu-jer Maravilla por cómo reacciona la gente”, cuenta con ayuda de una traductora. Se considera una ma-dre difícil de engañar. Más inclu-so que las oyentes. “Reconozco a

mis hijos por el olor. Si les pido que cierren la puerta del patio, sé sin mirar si lo han hecho porque el olor de mi pa-sillo es muy diferente al del perfume de la veci-na”, sostiene.

Marisol echa de me-nos a Asia, su perra. Mu-

chas veces percibían los olores al mismo tiempo. Y el animal pare-cía querer premiar el olfato de su dueña con un comportamiento casi humano. Según Marisol, Asia no le ladraba porque “sabía que era sor-da”. El olfato también le permite controlar a sus hijos, todos oyen-tes, cuando tiene que viajar. “Pue-do saber si han dado una fiesta por mucho que limpien el suelo. Y si han traído a sus novias entonces… ¡madre mía!”, bromea.

I GRUPO D I PÁGINA 6 I EXTRAORDINARIOS I

está en la corteza cerebral, no hay nada que hacer”, explica.

En La Rioja, saber si un vino tiene exceso de azufre, es demasia-do ácido o se va a avinagrar puede cambiar el futuro de una cosecha. Y para detectarlo nada mejor que una nariz entrenada. “La máquina de análisis fisicoquímico tarda 48 horas más que yo en valorar una

muestra y eso puede ser decisivo para salvar la cosecha”, cuenta el enólogo Andrés Martínez Sánchez, de 54 años, ciego desde los 36. “Te-nemos el olfato más educado por-que dependemos de ello. Los otros pueden distinguir un tinto de un blanco tan solo con mirarlo”, ex-plica Andrés que se presenta como un talentoso cocinero, capaz inclu-so de saber si se ha pasado con las especias por el olor. “Por eso es tan duro para un ciego estar acatarrado

RENÉ DETESTA LEER SUS PARTITURAS EN BRAILLE. POR ESO

HA LLEGADO A MEMORIZAR MÁS DE 50 COMPOSICIONES

JULIO ES CIEGO Y HA DESARROLLADO UNA HABILIADAD EXTRAORDINARIA PARA LA PAPIROFLEXIA

testimonios y b u s c a r secretos, lo que se

denomina informa-ción cla-s i fica -da. En

el centro de análisis uni-

versitario de Ma-drid se trabaja únicamente con fuentes abiertas, cualquie-ra puede consultarlas. “Formamos a la gente para que sepa mirar y ana-lizar; para que aprendan a transfor-mar la información en bruto, en co-nocimiento”, explica Rubén Arcos, secretario del máster en analista. El 85% de la información de los cen-tros de inteligencia la puede obtener cualquiera, los expertos simplemen-te la miran con otros ojos.

“Las actividades de espionaje no son tabú. Hay que cambiar de una cultura de lo invisible hacia una de la Inteligencia”, explica Diego Na-varro, director del Instituto Juan Ve-lázquez. Se trata de abrir los servi-cios secretos a la sociedad, a través de seminarios de tecnología, cripto-grafía o literatura gris. “El objetivo es que perciban la importancia de su trabajo y su implicación con la liber-tad y la seguridad”, aclara Navarro.

Tras el análisis y el contraste de fuentes, el veredicto es claro: el telegrama es falso. Es un mensaje para desinformar. Identificarlo es la labor del CNI pero a partir del año que viene, también los deberes de los alumnos universitarios. Los ana-listas, como los espías, son gente normal, profesionales con una obli-gación: la invisibilidad.

El mundo de

la inteligencia llega

a la Universidad. Los

profesores enseñan

a leer entre las líneas

del material clasificado


C uando este m e n s a j e a p a r e c i ó

entre sus apuntes, M no pudo evitar mirar a am-bos lados y cautelosamente diri-girse a un despacho de la Universi-dad Rey Juan Carlos. Un particular letrero confirma que está en el lugar adecuado: Servicios de Inteligen-cia. En la puerta de enfrente está el profesor Fernando Velasco, uno de los directores del primer Máster de Analista de Inteligencia de España. No coordina una academia de es-pías, pero la relación es inevitable.

En el posgrado se propone ana-lizar científicamente el contenido de los telegramas misteriosos o las pruebas amenazantes. Dos univer-sidades, la Rey Juan Carlos y la Carlos III, junto con el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) quieren darle rigor a los secretos clasifica-dos. En el año 2005 crearon la Cáte-dra de la URJC; en el 2006 se fundó el Instituto Juan Velázquez de Ve-lasco con la Carlos III y este año se ha hecho el primer Congreso de In-teligencia. “Hemos pasado de tener espías como Mortadelo y Filemón a organizar un master de analistas”, sentencia el profesor Velasco.

No es fácil encontrar un alto se-creto entre los apuntes. Un mensaje puede estar cifrado, encriptado y protegido. Para su obtención puede ser necesaria la intervención de un agente, es decir una fuente huma-na. Su trabajo consiste en recoger

Top Secret: Se ha filtrado un in

HIPNOSIS EL PODER DE LA SUGESTIÓN


Texto y Fotografía

BLANCA L. ARANGÜENA Y

JUANDE PORTILLO

“Te concentras en mi mirada. Te da mucha paz, mucha tranqui-

lidad. Nada te va a hacer daño. Estás más y más cansada. Ahora vas a entrar en un momento pla-centero. Relájate, suavemente, es maravilloso. ¡Ya!”

La cabeza de la chica cae. El mago la recoge sobre su hombro. Está hipnotizada. Cuando des-pierte será capaz de hacer girar una llave sobre su mano abierta. Sin tocarla. Sólo con la fuerza de la mente. Magia o engaño. Nadie del público lo sabe. Estamos en Houdini, la sala de magia más grande de España. Esta noche hay sesión de hipnotismo. Una treintena de personas se sien-tan alrededor de un demonio de cartón piedra verde que hace de escenario. En el centro, el mago y mentalista Pablo Segóbriga se mueve ágilmente sobre su bas-tón pese a la cojera que arrastra y sus canas. Lleva casi 30 años como hipnotizador y más de 14 dirigiendo el local. Cada martes realiza allí lo más sonado de su re-pertorio: una sesión de regresión en la que hace revivir la infancia a los voluntarios del público. De los 11 que suben al escenario, sólo dos, Sergi y Marta, logran entrar


Texto y Fotografía

BLANCA L. ARANGÜENA Y

JUANDE PORTILLO

UNA REALIDAD OSCURECIDA POR EL

MITO, ENTRE EL EFECTISMO Y LA CIENCIA MÉDICA.

MOSTRAMOS LOS LÍMITES DE LA HIPNOSIS EN LAS

CONSULTAS Y LOS SALONES

Sesión de hipnosis regresiva en la sala Houdini


en trance. Los restantes regresan a sus asientos. Sergi despunta por su obediencia. Cuando Segóbriga le ordena volver al útero materno, él vuelve. Tumbado en el escenario, este madrileño de 33 años, corpu-lento y con alopecia, se encoge en posición fetal.

Entre el público, varios estu-diantes de psicología buscan una explicación. Pero no la tienen. En las facultades de España el hipno-tismo no se imparte, y hasta hace 15 años se veía con recelo. Pese a que la técnica se usa habitualmente y con éxito para tratar fobias, trau-mas y adicciones, para su aprendizaje es necesa-rio estudiar un curso de posgrado. La hipnosis es una técnica efectiva en el ámbito clínico cuya veracidad ha sido puesta en duda por las exhi-biciones esotéricas. El profesor de la Uni-versidad Complutense de Madrid Hector González Ordi opina que el ambiente del show, puede sugestionar más a la persona que la propia técnica. “La

mayoría de cosas que se hacen en un espectáculo son ridiculeces. Con la motivación adecuada cualquiera está dispuesto a hacerlas. La hipno-sis es un facilitador”. Las escenas de personas comiéndose cebollas pensando que son manzanas han ro-deado a este saber de un misticismo del que no se ha podido desprender. Pero todos los profesionales coin-ciden en lo mismo: el hipnotizado es el que decide hasta donde quiere llegar. “Una persona en trance no ladra porque se cree un perro, sino porque está dentro de un juego en el que acepta entrar”.

Hoy la sesión va de re-cuerdos. Marta, de 25

años, también está en trance. Ahora tiene 5. ¿Quién te lleva al colegio? Pregun-ta Segóbriga. “Mi abuela”. ¿A qué colegio vas? “A los

Maristas”. Su pareja no sale de su asom-

bro. No para de sacar-le fotos. Las dos frases

de su novia, ahora menor de edad, ya le sirven para creer en el poder de la hipnosis. Pero el show de esta noche es muy suave, nada

de cebollas ni de ladridos. Segóbri-ga es precavido. “La hipnosis es un desinhibidor. A un psicótico puede darle delirio, hay que estar estable mentalmente para practicarla” ase-gura. Por eso el mentalista pide a los voluntarios que se vuelvan a sus asientos si comienzan a sentirse mal o si no entran en trance. Y es que a principio de los años 90, los diarios europeos bombardearon con noti-cias de accidentes en espectáculos. El caso Christopher Gates fue uno de los más sonados. En diciembre de 1994 este joven británico fue hipnotizado por Paul Mckenna, el mago más famoso del Reino Uni-do. Después del show, Gates entró en tratamiento psiquiátrico por es-quizofrenia. Un año antes otro acci-dente con un show de hipnosis de por medio sacudió la isla. Sharon Tabarn, de 24 años y madre de dos niños, murió tras ser hipnotizada. Le habían ordenado despertar cuan-do sintiera una descarga de 10.000 voltios. Tabarn tenía pánico a la electricidad y comenzó a sentir po-tentes sacudidas. Murió cinco horas después. En ninguno de los dos jui-cios pudo demostrarse que la hip-nosis fuera el desencadenante de los hechos. Paul Mckenna fue absuelto

A la izquierda Pablo Segóbriga despertando a Sergui de su trance. Arriba parte de la decoración de la sala Houdini. A la derecha el escenario de la sala de magia e hipnotismo.


y sigue siendo el hipnotizador más famoso del Reino Unido.

Tras permanecer 20 minutos en trance, Sergi despierta un poco ma-reado. El tiempo medio para caer hipnotizado oscila entre 10 y 15 mi-nutos. Él lo ha conseguido en tres. “Para mí ha sido fácil”, confiesa. “Llevo 13 años practicando técni-cas de relajación, he ido a cursillos e incluso he vuelto varias veces a mi parto”, cuenta con los ojos desorbi-tados y respirando muy fuerte. Sergi corresponde a ese 25% de la pobla-ción que los psicólogos consideran “altamente sugestionable”. Según el profesor González Ordi otro 25 % no lo sería en absoluto y el 50% restan-te resultaría sugestionable en ciertos casos. Los shows de hipnotismo se alimentan de personas como Sergi. La clave reside en su capacidad de atención, su imaginación y la faci-lidad para dejarse llevar. “Por eso los niños entre nueve y 12 años y las mujeres son más receptivos”, apun-ta González Ordi.

Para Alejo Mejía, autor del la Guía práctica para hacer regre-siones, el hipnotizado entra en un estado de relajación mental en el que desconecta temporalmente los sentidos que les comunican con el

mundo exterior. “Es como dejar un solo canal de la mente encendido”, explica. Mediante esta técnica el profesio-nal busca bajar la resistencia de su interlocutor. Pero hay lími-tes. En marzo de este año, la prensa italiana publicó que un hombre se había va-lido de la hipnosis para atracar un banco y dos super-mercados, algo que los mentalistas niegan categóricamente. “No pue-des mandar a alguien a que haga co-sas a las que no esté dispuesto, que vayan contra su moral, porque el individuo nunca pierda la concien-cia. Otra cosa es qué estás dispuesto a hacer pero no lo sabes”, constata el psicólogo Juan Valencia.

Segóbriga tiene otra teoría: “La única forma es que les hipnotizara antes y que les diera la orden pos-thipnótica de que cada vez que vie-ran a un atracador le dieran dinero. Eso querría decir que están compin-chados”. Curiosamente, Segóbriga no consigue esta noche que sus órde-nes funcionen. Y es que nadie cono-

ce a ciencia cierta qué mecanismos operan para que una persona entre

en trance. Los profesionales admiten que pueden ser

engañados. “En el es-cenario hay perso-nas que están hip-notizadas y otras que se lo hacen. Es imposible saber-

lo”, asegura Gonzá-lez Ordi. En la sala Houdini,

Marta continúa, aparente-mente, a merced del hipnotizador.

Segóbriga le pide que olvide el nú-mero nueve y la despierta. “ ¿Cuánto es siete más dos?” Ella tiene proble-mas para contestar. El efecto dura poco, pero lo suficiente para que público y mentalista se regocijen. Sin embargo es el poder de la men-te de Marta el que provoca el efecto. “Le seguí la corriente porque quería que me hiciera dejar de comerme las uñas”, confiesa cuando regresa junto a su novio. La autosugestión actúa sobre todos. También sobre el propio hipnotizador, que antes de marcharse comenta orgulloso: “No ha funcionado con muchos, pero con la chica ha ido muy bien. Ella sí que estaba hipnotizada”.

¿Para qué sirve?

La hipnosis ha sido utilizada con éxito en campos tan dispares como la cirugía y el derecho. Médicos como el cirujano Ángel Escudero llevan años realizando intervenciones quirúrgicas menores sin necesidad de anestesia, una práctica especialmente común

entre dentistas. La Guardia Civil, por su parte, la

ha utilizado en investigaciones para acceder a recuerdos de los testigos de algún crimen. Las declaraciones

bajo hipnosis incluso han sido admiti-das como prueba en juicios como el del caso Wanninkhof o el de una menor que fue violada por un sacerdote.

sHARON TABARN,

DE 24 AÑOS, MURIÓ TRAS SER HIPNOTIZADA

M aría sintió que se desdo-blaba. Que su cuerpo que-daba inmóvil contra la pa-

red mientras su espíritu se elevaba por encima del techo para recorrer su vida. Y voló a gran velocidad, por un cielo de nubes fluorescentes, hasta la casa en que nació. Vio a su madre planchando, a su padre el día que dijo adiós para nunca vol-ver y a su novio besando a otra chi-ca. Llorando, atravesó ríos y selvas hasta llegar a un salón en el que la esperaban sus miedos, en forma de seres luminosos, para reconciliarse con ella. “Fue un viaje de mucha paz y de mucho análisis”, comen-ta María, de 26 años, al recordar la primera vez que tomó ayahuasca. “En una noche aprendí más de mí que en el resto de mi vida”.

La ayahuasca, o yagé, es una be-bida hecha a base de una enredade-ra del mismo nombre que produce visiones, también llamadas pintas. La palabra proviene del quechua, lengua del imperio inca, y significa soga del alma. “Es la liana que nos conecta con el mundo de los dioses, la madre de todas las madres”, defi-ne Ronald Rivera, chamán peruano de 41 años. “Un néctar que nos permite acercarnos a nuestro inconsciente y descu-brir quiénes somos”. Rivera es el director de Ayahuasca-Sabiduría, un centro de estudios enclavado en el corazón de la Amazonía, en el que imparte talleres de cinco días

para “iniciar” a los aprendices en el mundo de la “medicina mágica”. La inscripción cuesta 500 dólares.

Diferentes etnias indíge-nas de Brasil, Colombia y Perú, los países con una mayor tradi-ción ayahuasquera, coinciden en que su viaje purga el cuerpo y el alma, cura enfermedades, ayuda a

encontrar objetos perdidos, atrae la lluvia y predice el futuro. Su rito es tan ancestral, que algunas tribus

creen que nació con los hombres para aferrarlos a la madre tierra, la pachamama. En estos grupos, los niños empiezan a beber la “medi-cina” desde que tienen siete u ocho años y siguen haciéndolo hasta que mueren.

Pese a que el ritual del yagé va-ría dependiendo de dónde se tome, y de la formación del chamán o taita que lo dirija, los más autócto-nos van acompañados de cantos y limpiezas con tabaco. Las cabañas destinadas a la toma suelen estar alejadas de las grandes ciudades y rodeadas de naturaleza virgen. Dado que la planta actúa como un purgante, tienen letrinas para que la gente defeque y vomite unos 30 minutos después de tomar la be-

“ES LA LIANA QUE NOS CONECTA CON EL MUNDO DE LOS DIOSES, LA MADRE DE

TODAS LAS MADRES”

DOS BEBEDORES DE AYAHUASCA RECIBEN AL CHAMÁN ANTONIO JACANAMIJOY PARA

EMPEZAR LA CEREMONIA

bida oscura y grumosa. Luego co-mienzan las pintas, que duran entre cuatro y 12 horas.

El taita Antonio Jacana-mijoy vive en un caserón viejo en Sibundoy, un pueblo perdido en las montañas del sur de Colombia. An-tonio recibe a los primerizos contán-doles la historia del yagé según la etnia Kamsa, que mezcla las tradi-ciones nativa y cristiana. “Dice que los cabellos de Jesús se enredaron en una mata cuando iba camino a la cruz y que de ahí creció la planta mística”, recuerda Christian, de 32 años. “Luego advierte de que hay que estar fuerte e invoca a los espí-ritus de la noche hasta que tu cuerpo se te sale por la cabeza y empiezas el mejor viaje de tu vida”.

Jimmy Weiskopf, periodista neoyorquino que se internó 10 años

en las selvas colombianas para pro-ducir el libro Yagé, el nuevo pur-gatorio (Villegas editores, 2002), asegura que los primeros escritos sobre la ayahuasca datan del siglo XIX, cuando algunos cronistas de indias la describieron como una sustancia demoniaca. Pero fue en los años 50 del siglo XX cuando su uso se divulgó, gracias al botá-

“EL `TAITA´ INVOCA LOS ESPÍRITUS DE LA NOCHE HASTA QUE TU CUERPO SE TE

SALE POR LA CABEZA”

nico estadounidense Richard Evan Schultes, investigador de Harvard que la definió como una mata “di-vina” y “curativa”.

El antropólogo Santiago López, autor del estudio Recepción de la ayahusaca en España (Universidad Complutense de Madrid, 2007), asegura que los primeros indicios de consumo en este país datan de 1983, cuando el periodista Francis-co de la Cal viajó a Río Bravo (Bra-sil) y probó la planta sagrada. “Re-viví pasajes de mi vida -escribiría después- y todo ello se me presentó como un recorrido lento hacia algo. Lo insensato cobró sentido, la sin-razón se vistió de lógica…”

Según López, fue en 1988 cuan-do un chamán visitó España por primera vez para compartir sus se-cretos. Fue el brasileño Dácio Min-gone, que impartió un taller en Al-

mería. Desde entonces, sus cursos se hicieron famosos y aumentó el consumo. Doce años después, em-pezaron los proble-mas legales. En abril

de 2000, la Unidad de Control de Estupefacientes detuvo en el aeropuerto madrileño de Ba-rajas a dos brasileños y a un espa-ñol por supuesto tráfico de yagé, una sustancia psicotrópica. El es-pañol duró encarcelado tres días y sus colegas, dos meses. Quedaron libres porque la juez consideró que no se perpetró ningún delito.

“Hay una especie de vacío le-

La kriptonita de los superatletas


USAIN BOLT

El arranque es su debilidad. El plusmarquista mundial de los

100 y 200 metros tarda más que

sus oponentes en mover su

cuerpo de 1,95m. Le falta también concentración.

Tiene problemas con los golpes más

largos y el `swing´. Conserva el puesto de mejor del mundo porque demuestra su fortaleza física y mental en los momentos decisivos.

TIGER WOODS

Falla todavía en los giros y en el estilo mariposa.

El ganador de ocho medallas de oro en

Pekín compensa estas deficiencias con una

envergadura 10cm mayor que la normal en

un hombre de 1,93m.

MIC

HAEL

PHELP

S

FUENTES:Francisco Gil, presidente de la Escuela Nacio-nal de Entrenadores de Atletismo de EspañaJuan Carlos Ferrero, tenistaJavier Pinedo, comentarista de golf de Canal+Bob Bowman, entrenador de Michael PhelpsNacho Ruiz-Jarabo, entrenador de baloncesto


La kriptonita de los superatletas

PAU GASOL

El mejor jugador de baloncesto español pierde

el balón en momentos decisivos y todavía falla en defensa. Su rendimiento

baja al final de los partidos.

El golpe de revés (contrario a la mano

que empuña la raqueta) y la subida a la red son las debilidades del número uno.

RAFA

NADAL

Debe acelerar más y endurecer el brazo izquierdo al tocar el suelo con la pértiga. Si lo logra superará su récord mundial, de 5,05m. En el aire es una acróbata.

YELENA ISINBAYEVA

POR RODRIGO CAVALHEIROP

CONVOCAR RAYOS, EVITAR RELÁMPAGOS Y ROGAR POR LA LLUVIA. EL HOMBRE SIEMPRE HA TEMIDO A LAS TORMENTAS. AHORA PUEDE

PREDECIRLAS Y CONTROLARLAS

M arzo de 1967, un avión estadounidense sobrevuela el camino de Ho Chi Minh, en

Vietnam. Los misiles de yoduro de plata están cargados. El piloto sabe que el triunfo de esta misión es im-portante. A lo lejos aparece el ob-jetivo del escuadrón 54: una nube. La Operación Popeye fue un éxito y Estados Unidos consiguió alargar la temporada del monzón. Los viet-namitas sufrieron 15 días más de inundaciones y cortes de carreteras. El control del clima era una reali-dad, se podía provocar la lluvia.

Cuatro décadas después de las primeras pruebas, no se controla el poder de convocar a las tormentas. Depende de tantos elementos que aunque se reproduzcan las condi-ciones ideales, pue-de que no llueva. China ha invertido este año 50 millo-nes de dólares en su proyecto de modifi-cación del tiempo. La razón, los Jue-gos Olímpicos. En Asia el verano es la estación húme-da y según las previsiones, el 8 de agosto de 2008 era muy probable que lloviera en Pekín. El Gobierno

no quería arriesgarse, tenía una cita con la Historia y por eso no dudo en sembrar las nubes.

Días antes de la ceremonia de inauguración, cielos oscuros, ame-nazaban Pekín. La tormenta se es-taba formando pero el agua de las nubes no pesaba lo suficiente para

sufrir el efecto de la gravedad. Las autoridades chinas decidieron abonar los cielos con un misil de yoduro de

plata. Este compuesto es muy simi-lar a las bolas de hielo y cuando el cohete impacta contra la nube, miles de núcleos se distribuyen en su inte-

rior. Las gotas de agua se adhieren a ellos favoreciendo la condensación que provoca las precipitaciones. La tormenta se produjo y nada eclipsó la ceremonia de los JJ.OO.

El final de la guerra de Vietnam, el ecologismo y el amor libre ocu-paron Nueva York durante tres días

en el verano de 1969. Woodstock se convirtió en una protesta masiva contra el Gobierno y ni siquiera el aguacero que cayó disuadió a los manifestantes. Varios asistentes ase-guraron que el agua provenía de una siembra. Una afirmación demasiado arriesgada porque la lluvia artificial no está plenamente admitida por la comunidad científica. “No está de-


LLuvia a la carta

UN COMPUESTO QUÍMICO, UN AVIÓN Y UNA NUBE. CON ESTOS ELEMENTOS EL HOMBRE

PUEDE PROVOCAR TORMENTAS Y MANEJAR EL AGUA A SU ANTOJO

texto: PABLO LEÓNfotos cedidas por just clouds


¿Dónde está mi agua?

Elegir donde llueve es una capacidad extraordinaria que puede generar

problemas. El agua artificial tiene implicaciones legales porque provocar la precipitación en una zona podría evitar la lluvia en otro lugar. De este modo una huerta o una explotación que se beneficia del agua artificial obtendría mejores rendimientos que otra que está en una zona árida.

Al caer el agua, la humedad del aire desaparece pero ningún juez podría determinar que el destino natural

de una nube era la segunda granja, si esos cirros iban a provocar la

tormenta del siglo o si al contrario iban a disiparse en calma.

MOSCÚ EVITÓ UN TEMPORAL TÓXICO PROVOCANDO UN

CHAPARRÓN

En la página anterior. Cheyenne II: Un avión que abona los cielos. Detalle de un ala cargada con

misiles de yoduro. En esta página, un radar

meteorológico que busca nubes llenas de humedad

mostrado que al bombardear las nu-bes, aumente la lluvia”, asegura el catedrático en climatología Antonio Ruíz de Elvira. La Academia Nacio-nal de Ciencias de Estados Unidos coincide con él. Sin embargo la Aso-ciación Profesional de Modificado-res del Tiempo de Estados Unidos asegura que hay pruebas de que la siembra hace aumentar entre un 10 y un 15 por ciento la precipitación.

“La nube que tratábamos crecía y hacía llover; dos horas después de que la sembráramos llegaba el agua”, recuerda el piloto José Orte-ga que trabajo durante 6 meses en un proyecto de lluvia artificial en las Islas Canarias. España, como más de 43 países a lo largo de la histo-ria, se planteó solucionar su sequía

crónica con la creación de tormen-tas. Los primeros experimentos que no dieron resultado, llegaron en los años 60 de la mano de Estados Uni-dos. El ejército americano recupe-ró el proyecto en las islas pero “en 1986 se acabó el presupuesto y se abandonó”, comenta Ortega. Hace algunos años la idea lle-gó a Madrid. En un viaje a Israel, la presidenta de la región, Esperan-za Aguirre quedó sorprendida por la gestión de la sequía que hacía Tel Aviv y aseguró que iba a bombar-dear los cielos madrileños para ex-primirles el agua. La poca fiabilidad del método disipó la idea. La hora de vuelo para sembrar nubes oscila entre los 75 y los 2000 dólares. “El coste de una siembra es el del avión, el del radar, las predicciones y el compuesto. La lluvia artificial es cara pero no tener agua cuesta más”, asegura Gary Walker que lleva diez años sembrando nubes en Texas.Los países herederos del comunis-

mo la sufrieron como arma climato-lógica, pero luego han recurrido va-rias veces a la lluvia artificial. El 26 de abril de 1986 la central nuclear de Chernobil reventaba en Ucrania. Una nube radiactiva se aproximaba

al corazón de la anti-gua Unión Soviéti-ca. Moscú evitó la llegada del tempo-ral provocando un chaparrón en Bela-rus. Contaminó la

región por salvar la Plaza Roja. El Kremlin aseguró que nunca había usado la técnica pero en el 20 aniversario del accidente nu-clear no pudo evitar conmemorar a Alexsei Grushin por su labor en la limpieza de Chernobil. Era piloto en la sección de siembra de nubes. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. “La atmósfera es un sistema complejo, actuar sobre ella genera efectos imprevistos”, asegura Ruiz de Elvira. Una vez desencadenado el proceso, se suce-den una misteriosa serie de reaccio-nes atmosféricas que sólo desde las nubes se pueden responder.

L as cabañuelas son el método tradicional de predicción del tiempo a largo plazo. Tiene en cuenta indicadores como la forma de las

nubes, la dirección del viento, el rocío, el arco iris o el granizo, pero también el orejeo de los burros, el olor del desagüe, que los gatos se laven la cara, o el crujido de los muebles. Los seguidores de estos métodos señalan que ya se practicaba en la antigua India o en las sociedades precolombinas, desde hace 13.000 años.

Basta con observar los primeros 12 días agosto para poder predecir el tiempo del año siguiente, explican desde la Asociación de Cabañuelistas. Cada uno de esos días equivale a uno de los me-ses del año por venir; así, observando los datos meteorológicos esa jornada, se puede predecir el tiempo que hará en el mes correspondiente.

Aunque nadie parece saber el por qué de esa correspondencia. “Esa es la pregunta del millón”, bromea el cabañuelista Pablo Guerra. “Nosotros acallamos las críticas de los científicos con resul-tados. No te puedo decir por qué es así, pero fun-ciona”. Aunque dan algunas vagas explicaciones astronómicas: “El día 1 de agosto la estrella Sirio está en el cénit. Es como el día del Juicio Final meteorológico”. ¿Eh?

La Asociación de Cabañuelistas alerta, sin em-bargo, del intrusismo en la actividad. “Para ser ca-bañuelista hay que tener años de formación y ser de la tierra. A veces hacen falta más de 15 años de experiencia para hacer buenas predicciones. Y aquí todos quieren ser aprendices de brujo”. Creen que las malas prácticas de algunos perjudican a todo el colectivo.

“Lo que pretendemos, sobre todo, es conservar las costumbres ancestrales”, dice Guerra. Sí, pero todo esto, ¿funciona de verdad? “Pues mira, las predicciones que hice para septiembre de 2008 las clavé. Y con un año de antelación. Y hoy está em-pezando a llover, tal y como predije”.


Dos formas de mirar el cielo

E l método científico ha logrado alta precisión en la predicción del tiempo a corto plazo, dentro de sus límites. La meteorología com-

bina la matemática, la física y la computación para saber si en los próximos días lloverá, saldrá el sol o caerá granizo, utilizando potentes ordenadores para resolver complejos sistemas de ecuaciones. Una red de satélites y estaciones meteorológicas registran en todo el planeta datos como la velocidad del viento, la temperatura o la presión para hacer posibles los cálculos.

A pesar de la alta aceptación por parte del pú-blico de los pronósticos científicos emitidos por los medios de comunicación, los meteorólogos todavía tienen que batallar contra los seguidores de los méto-dos tradicionales como las cabañuelas o las témporas, a los que consideran pseudociencia o, simplemente superstición. Es el caso de Jon Saenz, profesor de la Universidad del País Vasco, que inició una lucha con-tra la difusión de éstos pronósticos. “En la ETB (la televisión autonómica vasca) se llegaron a emitir las predicciones de las témporas junto con las de la Agen-cia Nacional de Meteorología”, explica. “Yo entiendo que estos métodos tienen alto interés cultural, etno-gráfico, pero no se pueden hacer pasar por un método serio”, continúa. “Es muy interesante, por ejemplo, que se explique en los medios cómo se fabricaba el lino antiguamente, pero ya no es útil fabricar el lino de esa manera. Este es el mismo caso”.

Fidel Gonzalez, de la Universidad Complutense, coincide. “Son métodos interesantes como curio-sidad cultural, pero están basados en la creencia y la superstición, no tienen ningún fundamento. Si a veces aciertan es por puro azar”. Y culpa a los me-dios de equiparar ambas cosas. “Los periodistas no pueden presentar al mismo nivel las dos actividades. Haciendo eso ya se está transmitiendo el mensaje de que las cabañuelas son una cosa seria que puede contraponerse a la ciencia. Que puede existir un de-bate. Cuando no debe ser así”.

POR SERGIO CUADRO Y BELÉN KAYSER

LA PREDICCIÓN METEOROLÓGICA CIENTÍFICA HA LLEGADO A ALTOS GRADOS DE PRECISIÓN EN LOS ÚLTIMOS

AÑOS. SIN EMBARGO, ALGUNOS SIGUEN AGARRADOS A DUDOSOS MÉTODOS TRADICIONALES

Tradición Ciencia

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GUARDIANES DEL AZAR

GRUPO I PÁGINA DEL MONOGRÁFICO I TÍTULO I

NuNCA RÍEN. SUS MANOS SE MUEVEN A LA VELOCIDAD DEL RAYO. ALMACENAN EN SUS RETINAS CADA MOVIMIENTO DEL JUGADOR. CALCULAN EL VALOR DEL PREMIO EN DÉCIMAS DE

SEGUNDO. Y LA PRESIÓN POR TENER ANTE SUS OJOS DESCOMUNALES CIFRAS DE DINERO NO LES HACE TITUBEAR..

GUARDIANES DEL AZARO cho billetes de 100 euros asoman

en el borde de madera del table-ro. El crupier llega pausado. Viste

de negro y una pajarita raquítica adorna el cuello de su camisa. No lleva bolsillos. Mira a los ojos a los cinco jugadores y se frota las manos lentamente justo debajo

de la cámara que apunta desde el techo. “Caballeros, buenas noches”.

Su dedo corazón acaricia de derecha a izquierda el tapiz verde de la mesa. Y en-tre el humo de dos cigarros cada jugador amontona sus fichas en la casilla conve-niente. Los billetes de 100 euros son ahora


Cerca de medio millón de personas pasan cada año por las mesas de jue-go del casino Gran Madrid. Muchos de ellos se las ingenian para tener al azar de su parte.

Unos optan por retener en su memoria la sucesión de cartas. Otros anotan en un cartón los nú-meros que salen en la ruleta. Ho-llywood ha estereotipado el juego

con películas que premian las malas artes como método para noquear al casino. Pero, ¿es posible engañar al crupier?

Los aspirantes a esta profesión se someten a un intenso proceso de aprendizaje en las entrañas del ca-

sino. Más de 250 horas en las que “nos enseñan a pensar en décimas de segundo, agudizar la atención, no mostrar las emociones y cortar el aire con las manos”, según el crupier Carlos Maroto. Todos los empleados

del departamento de juego del casino han pasado por su escuela: crupie-res, jefes de mesa, ins-pectores, fisonomistas -responsables de asegu-rarse de la identidad de las personas- y directo-res de sala. La avaricia por ganar

dinero agudiza el ingenio del ser humano para hacer trampas. El ca-sino Gran Madrid mueve cantidades astronómicas: unos 100 millones de euros al año. Miles de fichas bailan cada día sobre el tapete de las me-sas. Un monto muy sugerente. Sin

“A NOSOTROS NOS BENEFICIA QUE LOS CLIENTES GANEN. ASÍ NOS DAN MÁS PROPINAS”, ASEGURA UN

CRUPIER

Un jugador de póker echa

un ojo a sus cartas delante sus fichas. A la derecha una ruleta

americana con montones de fichas de diferentes

valores.


discos de plástico. El ruido del bara-jador automático desvía la atención de los que apuestan y, en menos de un minuto, tres cartas boca arriba muestran la suerte de cada jugador. Ninguno alcanza el ansiado 21. Dos están fuera del juego. Es el turno del crupier. Sus dedos delgados arras-tran el último naipe hasta su posi-ción. Súbitamente el as rompe el silencio de los cinco. El crupier abre la boca: “¡Blackjack!”.

Apenas 50 centímetros separan al crupier de un jugador. Él es el interme-diario entre el azar y el cliente. Se enfrenta duran-te 60 minutos a rostros de expectación y suculentas cantidades de dinero. Rea-lizan montones de operacio-nes en un suspiro. Y eso, cuánto me-nos, abruma. “Un crupier excelente es aquel que tiene don de gentes, saber estar, habilidad con las manos y rapidez”, describe Yolanda Fron-tiñán, licenciada en Filosofía y jefe de mesa del casino de Torrelodones.

embargo, trampear al guardián del azar se antoja como una tarea harto complicada.

Decenas de cámaras vigilan cada mueca de trabajadores y clien-tes del recinto. Inspectores de sala camuflados y los llamados fisono-mistas velan para que el azar sea la única vía para sacar tajada. De hecho el casino es el único espacio que tiene integrada una comisaría en sus instalaciones. Allí, la Brigada del Juego garantiza la transparencia. Las garras del casino llegan incluso hasta el parking. “Una vez me avi-saron los chicos de seguridad por-que habían visto desde una cámara que me había dejado las llaves del coche puestas”, cuenta Beatriz Mal-donado, una de las camareras.

La frustración de la derrota re-vuelve, en muchos casos, el carácter de los clientes. Por ello focalizan su

mala suerte en el crupier y encuen-tran en él al causante de sus pérdi-das. “No somos responsables de las cartas que sacamos. Es imposible saber qué naipe vamos a repartir porque hay un barajador automáti-co“, asegura Eduardo Fernández, de 34 años, uno de los 400 crupieres del casino de Torrelodones. El tó-pico de “esto tiene truco” impregna el discurso de la mayoría de clientes que salen del recinto con los bolsi-llos vacíos. “A mi me beneficia que el cliente gane. Cuanto más dinero se lleve, más propina deja”, cuenta Fernández.

Los llamados “picos” alimentan el sueldo base de los trabajadores de juego y representan una parte im-portante del salario. Por eso hay que cuidar a los visitantes. “Si el cliente pide la luna, hay que traérsela”, dice Maroto. El montante que se genera sólo en propinas escapa a la imagi-nación. “Con lo que se recauda en un mes uno se puede comprar un chalet”, cuenta Fernández.

Entre moquetas estampadas y luces de colores, el azar se convierte en una diversión imprevisible que provoca cosquillas en el estómago y una sonrisa nerviosa. Pero también puede atrapar. Aquel lugar por don-de antaño se paseaban el glamour y la señoría, convertido ahora en her-videro de horteras, dispone de una lista de personas que se han prohibi-do el paso a sí mismas por desarro-llar en demasía su afición al juego. La etiqueta ha quedado relegada al colorín, y la jet set poco frecuenta ya las salas doradas de la suerte.

Una hora después, no queda un sitio libre en la mesa de black-jack. Una mano colega se apoya en el hombro del crupier. Es hora del cambio, toca descanso. Sus dedos ligeros racionan los premios gana-dos en forma de fichas. Devuelve los naipes al barajador. Como al inicio, vuelve a frotarse las manos de forma sutil. Levanta la cabeza y se despide: “Buenas noches y buena suerte”.

CON LAS PROPINAS QUE GENERA EL CASINO

DE TORRELODONES (madrid) EN UN MES

SE PODRÍA COMPRAR UN CHALET

A la izquierda, tres crupieres simulan una partida de ruleta francesa. Abajo, la sala de seguridad desde donde se controlan las cámaras del casino.



¡Superhéroes vs. Profesores!

A unque muchas veces los superhéroes con-sagran su vida a la de-fensa de la Ley y el Or-

den, existen otras leyes que suelen infringir sistemáticamente. Se trata de los principios de la física: los su-perpoderes consisten, casi siempre, precisamente en su incumplimiento. Escapar volando de la atracción de la gravedad, como hace Superman, permitir el paso de la luz a través del cuerpo hacién-dose transparente, como la Chica Invisible, o manipu-lar las leyes del magnetis-mo, como el malvado Mag-neto, son algunas de las científicamente dudosas ac-tividades de los superhéroes. En las universidades españolas algunos profesores comienzan a impartir asignaturas sobre las contradiccio-nes, y también las coincidencias, entre física y ciencia ficción.

Uno de ellos es Sergio Luis Palacios, profesor de Física de la Universidad de Oviedo, que desde hace cinco años imparte la asignatu-ra de Física y Ciencia Ficción. “Yo soy aficcionado a la ciencia ficción desde la infancia. Cuando me hice mayor me doctoré en Física y deci-dí juntar mi trabajo con mi afición”, dice Palacios. La asignatura se im-parte, además de en Oviedo, en la Universidad Politécnica de Catalu-

ña -donde fueron pioneros- y en al-gunos institutos de bachillerato.

“Todos los superhéroes violan las leyes de la física”, explica Pala-cios. “Superman incumple constan-temente las leyes de Newton cuan-do levanta enormes pesos o cuando cambia de dirección repentinamente mientras vuela; Flash no empieza a arder a pesar de moverse a velo-cidades increíbles; Cíclope no sale

despedido hacia atrás cuando emite poderosos haces de energía con sus ojos; la Mujer Invisible no es cie-ga, aunque la luz atraviesa sus ojos transparentes”.

Pero no todas la obras de cien-cia ficción son incoherentes con la ciencia. “Existe una ciencia ficción denominada hard o dura en la que se respetan las leyes de la física.” continúa Palacios. “En cambio, la ciencia ficción soft o blanda es más ficción que ciencia. Por lo general, las novelas suelen ser más coheren-tes con el conocimiento científico que las películas. Algunos ejemplos de obras más o menos respetuosas

con la ciencia pueden ser 2001 Odi-sea en el espacio, Contact o Primer. Pero eso no quiere decir que la cien-cia ficción soft sea mala.”

Para lo que sí sirve la ciencia ficción, en cualquier caso, es para enseñar la física de forma sencilla y divertida, como bien sabe el pro-fesor Palacios, cuyas clases son un éxito entre los alumnos de una gran variedad de facultades (no solamen-

te de ciencias), y como tam-bién demuestra el profesor James Kakalios, de la Uni-versidad de Minnesota, en su libro La Física de los Su-perhéroes (Robinbook).

En el libro se explica, entre otras cosas, cómo cal-

cular la gravedad del planeta Krypton midiendo los saltos de Su-perman. O que el Hombre Gigante moriría aplastado por su propio peso si su altura superase los 18 metros. También por qué los pantalones de Bruce Banner no se rompen cuan-do se convierte en Hulk. Mediante sencillos ejemplos sacados de los cómics, Kakalios consigue incluso explicar teorías de vanguardia cien-tífica como la física cuántica o la re-latividad de Einstein.

Así que en esta singular lucha entre los superhéroes y los cientí-ficos nadie tiene por qué salir ne-cesariamente derrotado. Sino todos beneficiados.

¡Superhéroes vs. Profesores!

EXISTE UNA CIENCIA FICCIÓN “DURA” QUE RESPETA LAS LEYES DE LA FÍSICA. EN CAMBIO, HAY OTRA “BLANDA” QUE ES MÁS

FICCIÓN QUE CIENCIA

NO SÓLO LOS SUPERVILLANOS ESTÁN EMPEÑADOS EN INFRINGIR LA LEY. ¡NO! TAMBIÉN LOS SUPERHÉROES MÁS VIRTUOSOS Y

SUPERPODEROSOS INCUMPLEN OTRAS LEYES...¡LAS LEYES DE LA FÍSICA! ALGUNOS PROFESORES RASTREAN LOS DELITOS CIENTÍFICOS QUE

COMETEN LOS SUPERHÉROES. ¡¡POR SERGIO CUADRO!!


miento. “Dos partículas están entrelazadas si están comunicadas de forma instantánea, de tal forma que si a una le ocurre algo, a la otra, aunque esté a distancias astrónomicas, le ocurre lo mismo”, dice Francisco Carri-llo Gil, catedrático de insituto y divulgador científico. Este extraño efecto sólo existe en el mundo microscópico y permite el teletrans-porte. En cierta manera es como si, teniendo a dos hermanos gemelos en los dos extremos de la galaxia, dando una bofetada a uno, también le doliera al otro, a muchos años luz de distancia.

Por el momento, “este fenómeno tendrá utilidad en la transmisión de información efi-ciente y secreta (los repetidores cuánticos)”, dice Cirac, y también para la construcción del muy esperado y potentísimo ordenador cuántico, que podrá solucionar en una frac-ción de segundo problemas tan complejos que los ordenadores actuales tardarían cien-tos de años en resolver.

“Para teletransportar un cuerpo humano tendríamos que conocer las propiedades de todas las partículas que lo forman, que son un montón. Haría falta una capacidad de computación enorme que aún no tenemos”, explica Cirac. Así que de momento, no nos servirá para teletransportarnos a la playa. Pero sólo de momento.

LOS CIENTÍFICOS YA PUEDEN TELETRANSPORTAR LAS PROPIEDADES

DE PARTÍCULAS CUÁNTICAS

¡La ciencia del teletransporte!

lunes, 8 de la mañana. Después de una ducha y un breve desayuno es el mo-mento de embutirse en un vagón de me-tro en hora punta, abarrotado de gente.

Y luego, cuarenta minutos de estrecheces e incomodidad hasta llegar al lugar de trabajo. ¿No sería genial poder, con un chasquido de dedos, aparecer automáticamente en el desti-no? ¿Desmaterializarse en un lugar y aparecer instantáneamente en otro, tal y como hacen los personajes de Star Trek? El teletransporte a escala humana es todavía una quimera muy lejana, pero la ciencia ya empieza a hacer pi-nitos teletransportando pequeñas partículas subatómicas, como los fotones.

Científicos del Instituto Niels Bohr de Co-penhague en colaboración con el español Ig-nacio Cirac, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica, lograron, en 2006, teletransportar las propiedades de un con-junto de fotones a un objeto macroscópico remoto. “En realidad, lo que se teletranspor-ta no es el objeto en sí, sino un cualidad del mismo, como sería, por ejemplo, ser de co-lor blanco” explica Cirac. Así, teniendo una pelota de color blanco, podríamos conseguir que otra pelota a kilómetros de distancia se volviera blanca instantáneamente.

Para entender el teletransporte cuántico es fundamental el concepto de entrelaza-

TEXTO: SERGIO CUADRO


vestidos para...

¡salvar el mundo!

NO VALE CON PONERSE UNAS MALLAS DE LYCRA, UN

CINTURÓN HORTERA Y UN ANTIFAZ. LOS SUPERHÉROES

TIENEN QUE CUIDAR SU IMAGEN SI QUIEREN ALCANZAR LA

FAMA. AHORA POR FIN TIENEN SU TIENDA DE REFERENCIA.

UN PEQUEÑO PARAÍSO EN EL CENTRO DE BROOKLYN QUE

ESCONDE MÁS DE LO QUE PARECE...

POR

Gala

Díaz


DirectorJuande Portillo

Diego Rubio

Dire

cción

de

Arte

Belé

n K

ays

er

extraordinarios Rodrigo Cavalheiro

Sergio Cuadro

Gala Díaz

Pablo León

Blanca López

Roberto Tamayo

Sarai PérezGRUPO D

NOVI

EMBR

E 20

08

DirectorJuande Portillo

Diego Rubio

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Rodrigo Cavalheiro

Sergio Cuadro

Gala Díaz

Pablo León

Blanca López

Roberto Tamayo

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Ilustra: Diego Varela

monográfico: superheroes (i)

Design