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ESCRÍBEME A LA TIERRA Homenaje a las víctimas de la represión franquista

en Torrijo de la Cañada (1936-2011)

Nacho Moreno Medina

Page 3: Moreno, N.- Escribeme a la tierra -Torrijo de la Cañada

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser reaLizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por ley. Dirígase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Subvencionado por el Ministerio de Presidencia

GOBIERNO MINISTERIO ">E ESPAÑA DE LA PRESIDENCIA

© Fotografías de Miguel Ángel Capapé y Anais Cid

© Portada: fotografía de Gervasio Sánchez

extraída de su proyecto Desaparecidos, editado por Blume, 2011

© de los textos: Nacho Moreno

© de la presente edición: Agrupación de Familiares de Vecinos de Torrijo de la Cañada Asesinados durante la Guerra Civil Española

© EDITORIAL AOUA

C/ Río Duero, 45 - 50003 Zaragoza

Tlf. 976 437 209 - [email protected]

Primera edición: noviembre 2011

ISBN: 978-84-92903-13-9

Depósito legal: Z-4126-2011

Imprime: GRUPO ZARAGUA ESPAÑA

Page 4: Moreno, N.- Escribeme a la tierra -Torrijo de la Cañada

Aunque bajo La tierra

mi amante cuerpo esté

escríbeme a la tierra,

que yo te escribiré.

Miguel Hernández

A Las víctimas de Torrijo,

AAntonio, Izan yALicia,

que nunca conozcan años de furia y Llantos

A María,

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ÍNDICE

Prólogo 11

Introducción 15

Escríbeme a la tierra 19

Un camino de piedras (Torrijo, 1900 -1936) 21

La conspiración contra la República y el asalto al poder 27

Días de furia y llantos 31

Doble castigo al derrotado: La represión económica 34

Asesinados por la represión franquista en Torrijo de la Cañada 47

Félix Aguaron Gracia 49

Lucas Julián Calahorra Latorre 50

Jacinto Cambronero Martínez 53

Eusebio Cid Martínez 55

Antonio Cid Pacheco 57

Miguel Cid Polo 58

Gabriel Pedro Clerencia Muñoz 59

Constantino Felipe Gascón 61

Bruno Garcés Bacarizo 63

Manuel Herrero Martínez 65

Gerónimo Iglesias López 67

Demetrio Marcelino Lacarta Arcega 69

Daniel Lázaro Velilla 70

Tomás López Velilla 72

Pedro José Máñez Diez 74

Nicolás Máñez Martínez 76

Juan Dionisio Marco Sisamón 77

Evaristo Marco Tobajas 78

Daniel Elias Martínez Bas 80

Vicente Ombría Torrubia 82

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Page 6: Moreno, N.- Escribeme a la tierra -Torrijo de la Cañada

Ventura Polo Pe reta 83

Domingo Portero Cuenca 85

Andrés Portero Portero 87

Pedro Portero Portero 88

Gervasio Ruiz Cornago 90

Eugenio Benigno Sánchez Portero 91

Pedro Sebastián Martínez 92

Alejandro Tierra Ñuño 93

Dionisio Vela Torrubia 94

Listado de vecinos de Torrijo de la Cañada asesinados por la represión franquista 96

Expedientados por responsabilidades civiles y políticas

en Torrijo de la Cañada 97

Honorato Cid Gómez 99

Saturnino Cid Gómez 99

Aquilino Cid Portero 100

Alejandro Gerencia Royo 100

Isidro Garcés Ruiz 101

Pascual Gómez Gimeno 102

Luis Lázaro Melendo 102

León Ledesma Velilla 103

Máximo Lipe Morales 103

Julián López Velilla 105

Ignacio Marco Bueno 106

Macario Ombría Torrubia 106

Demetrio Polo Molinero 106

Inocencio Vela Torrubia 107

Listado de vecinos de Torrijo de la Cañada

biografiados en esta investigación 108

Cuaderno de un superviviente 111

Setenta y cinco años recordando 127

Historia de una petaca 129

Machacando unas judías para comer 131

A vosotros, los silenciados 133

¡Qué día el de ayer...! 134

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Carta a mi yayo Lucas 136

Carta a mi abueLo Lucas 137

Sentimientos 138

Recuerdo perenne 139

Una Lágrima próspera 140

EL perfume de Los Lirios (introducción) 141

EL perfume de Los Lirios (parte II) 143

Carta a mi abueLo desaparecido 145

GaLería de imágenes 147

Exhumación de La fosa de Cetina 149

Entierro provisional en eL cementerio de Cetina 151

Entierro y homenaje en Torrijo de La Cañada 152

Trabajos en eL Barranco de Las Minas 156

EL Barranco de La Bartolina (Calatayud) 157

Buscando a Los de Munebrega 158

Bibliografía y fuentes 159

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PRÓLOGO

PRÓLOGO

"Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena".

Mahatma Gandhi

Dice un proverbio africano que hasta que Los Leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacerías seguirán glorificando al cazador. Este libro no pretende sino recuperar una pequeña parte de La Historia de España,una parte de La Historia deTorrijo de la Cañada, y recuperar la memoria de aquellos que fueron proclamados perdedores, de aquellos hombres buenos que sin embargo obtuvieron la victoria moral.

Las historias que aquí se relatan son reflejo de lo que sucediera en miles de pueblos de toda España, en una década en La que el país vivió grandes convulsiones sociales y políticas. La proclamación de la II República abrió enormes expectativas de cambio para las clases populares, especialmente en el mundo rural y sus campesinos. Para esta parte de la población española, la República significó libertad, justicia, derechos para los trabajadores, derechos sociales para todos (las mujeres pudieron votar por primera vez), pero sobre todo el poder trabajar, el disponer de la tierra productiva, repartiendo el trabajo para que los hombres pudieran dar de comer a sus familias. Pero estos aires de cambio y transformación chocaron frontalmente con las élites sociales acomodadas, especialmente los grandes terratenientes y propietarios de tierras que contemplaban como la República suponía una amenaza a su status y privilegios cuando promulgaba derechos y legislación en favor de la mayoría de los ciudadanos.

Para estos grupos sociales la República representaba un claro enemigo que debían com­batir y aniquilar,y se promovió una gran alianza contra ella; desde Los grandes y peque­ños caciques del mundo rural, pasando por la nueva oligarquía industrial,apoyados des­de los pulpitos de una iglesia reaccionaria, y con el siempre dispuesto ejército golpista (bien entrenado en la desgraciada guerra africana del Rif). Durante varios años promo­vieron la desestabilización política y social mediante actos de violencia, extorsiones y sabotajes, siempre buscando deslegitimar el Estado de La República y las organizaciones que la sostenían.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

Es en este contexto político en el que se producen los desgraciados hechos de Torrijo de la Cañada que aquí se recogen, y que tienen Lugar entre Los meses de agosto y diciem­bre de 1936, donde 29 personas son asesinadas y desterradas, sin juicio ni explicación alguna.

En el Torrijo de 1936 estaban censados más de 1800 habitantes, existía un alto nivel de paro, los jornaleros no tenían peonadas, se trabajaba de sol a sol y cuando se cobraba (no siempre) eran 3 pesetas por día. Por aquel entonces la República ya había legislado la jornada de 8 horas y un salario de 4 pesetas por día. Se dan situaciones de hambre en muchos pueblos que provoca oleadas de gentes en busca de trabajo y comida. Existen documentos donde se cita que más de 300 personas de Torrijo, habían abandonado el pueblo por falta de trabajo.

De forma interesada, se ha venido argumentando que los enfrentamientos, las envidias, las rencillas personales, motivaban muchos actos delictivos como estos, que llevaron a la sinrazón de los asesinatos y que por tanto no se debe buscar lógica alguna en estos delitos. Discrepando de esta visión y teniendo en cuenta que por las tierras de Torrijo nunca llegó el frente de batalla, cabe considerar que se aplicó el criterio de los subleva­dos: eliminar riesgos definitivamente.

La instauración del nuevo orden de los sublevados en favor de los poderosos pasaba por aplicar un plan que asegurase su continuidad en el tiempo y para ello se hacia impres­cindible eliminar a quienes podían ponerlo en riesgo, esto es, personas que pudiesen transmitir ideas: maestros, médicos, abogados liberales, intelectuales o líderes sindica­les. Sus planes de exterminio alcanzaban a miembros de los sindicatos, los que no iban a misa, los sospechosos de votar al Frente Popular, las mujeres que habían obtenido el derecho al divorcio...

No podemos asegurar con certeza la causa común por las que sus asesinos decidieron que debían morir estos torrijanos, pero existe un denominador común en la mayoría de ellos: eran representativos. Representaban como sindicalistas a los jornaleros y habían apostado políticamente por el Frente Popular que en las elecciones de 1936 había ga­nado democráticamente el gobierno del Ayuntamiento de Torrijo.

Estos hijos de Torrijo, cuyas vidas aquí se reflejan, nacieron, vivieron, trabajaron y tuvie­ron descendencia en Torrijo. Eran gente sencilla. Muchos de ellos jornaleros, aunque también pequeños propietarios y profesionales. En general,gustaban de estar bien infor­mados, de compartir sus conocimientos, de leer cuanto caía en sus manos,y seguían con mucho interés las noticias que llegaban de las capitales, Zaragoza, Madrid o Barcelona. Y en su pequeño mundo de Torrijo habían interiorizado como propios los vientos de libertad y justicia que inspiraban el nuevo régimen de la República.

Tuvieron el coraje de significarse, de comprometerse, de dar un paso adelante y repre­sentar a los que no tenían nada.de ofrecer su voz a los que no eran escuchados, de poner su conocimiento al servicio de los más pobres. Porque ellos también eran pobres, o su sentido moral se inclinaba por Los que más lo necesitaban.

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PRÓLOGO

Fueron hombres con visión de futuro,que apostaron por una sociedad distinta, diferente, en La que imperase Los derechos y la justicia, y se promoviera el reparto de la riqueza y La igualdad de Los ciudadanos. Eran buenos hombres.

Quisieron acabar físicamente con ellos pensando que con ese criminal acto eliminaban para siempre lo que ellos representaban. Pero estaban en un completo error; sus sueños, sus ideales, su esperanza de justicia por La que lucharon en su vida.se han proyectado en el tiempo, y perdurado a través de sus descendientes, que junto con millones de ciudadanos de los pueblos de España, tras una Larga noche de dictadura, consiguieron hacerlos realidad.

En Las páginas de este libro se reflejan las víctimas directas de la represión y La ignomi­nia que supuso el golpe de estado en Torrijo, pero no todos sus efectos y consecuencias. Los vencedores del levantamiento instauraron un régimen de represión y de miedo que se proyectó durante años sobre los familiares y sobre quienes pudieran comulgar con los ideales de los vencidos. Estas personas vivieron durante años en el dolor, el silencio, La resignación y el temor. Sacrificadamente y con enorme esfuerzo sacaron adelante a sus descendientes, trabajaron duro para sobrevivir y consiguieron que este país evoluciona­ra para terminar homologándonos a Los pueblos de Europa. La historia de estas OTRAS VICTIMAS está por escribirse.

José Antonio Cid

Representante de la Agrupación de Familiares de Vecinos de Torrijo de la Cañada Asesinados durante La Guerra Civil Española

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INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

"Si me muero, que me muera con ta cabeza muy alta.

Muerto y veinte veces muerto, la boca contra la grama,

tendré apretados los dientes y decidida la barba".

Miguel Hernández

Gerardo Diego recordaba a sus amigos evocando las siguientes palabras: "A vosotros, Los vivos y los muertos; muertos, pero vivientes en mi abrazo, uno por uno nominados"1. Y de eso se trata, pero no en un sentido de enumeración sino, tal y como advierten Diego y Lázaro Carreter.en un sentido de mostrar sus nombres. Nombres que los asesinos qui­sieron borrar de la historia,arrebatándoles La vida,al igual que su memoria. Sin embargo, debemos de estar agradecidos de que esa memoria, su memoria, y por extensión, La de sus familiares,todavía persiste. Y gracias a esa memoria,y a esos recuerdos, se ha podido reconstruir esta historia. Una historia de más de cuarenta vecinos de Torrijo de la Cañada que se escribe hoy, setenta y cinco años después.

Cuando la Agrupación de Familiares de Vecinos de Torrijo de la Cañada Asesinados Du­rante La Guerra Civil Española me propuso colaborar con ella escribiendo una breve historia sobre las víctimas torrijanas me entusiasmó La idea. Y aunque siempre hay ad­versidades^ más en el oficio de historiador, creo que se lo debía a ellos,y por supuesto, a sus familiares. Aunque también en parte me lo debía a mí, porque consideraba que era cerrar un ciclo que había comenzado varios años atrás.

Todo comenzó en el foro de una conocida página web biLbilitana sobre el año 2007. En aquel momento, estaba escribiendo una investigación sobre La represión franquista en Calatayud y conocí a varias personas, nietas de víctimas de esa represión, como por ejemplo, Mariluz Abad y Ana Calahorra. Ellas me pusieron en la pista de que posiblemen-

1 Citado en Fernando Lázaro Carreter, El dardo en la palabra, Zaragoza, Heraldo de Aragón, 2010 (I a ed. Barcelona, Galaxia Gutenberg, 1997), p. 21.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

te existiese una fosa común en Cetina con varias personas de Torrijo de la Cañada. Sa­biendo esto.y junto a Miguel Ángel Capapé y Santiago Carcas, marchamos a Cetina para hablar con nuestro contacto, Antonio Cortés. ÉL nos aseguró que, efectivamente, existía una fosa en aquella localidad y junto al dueño del terreno, el recientemente fallecido, José Nieto, pudimos localizar fácilmente el terreno donde se ubicaba.

A partir de entonces, Miguel Ángel y Santiago, con la Asociación para la Recuperación e Investigación contra el Olvido (A.R.I.C.O.) se pusieron manos a La obra con el tema ad­ministrativo, jurídico y técnico; Ana Calahorra hizo de nexo de unión entre las familias y recopiló bastante información y mi cometido se basó en documentar históricamente las vidas de esas víctimas, sus fechas de defunción y sus lugares de muerte.

De repente, me encuentro en marzo de 2010,a pie de fosa, con la pala en la mano inten­tando encontrar ese trozo de hueso que documente un silencio de casi setenta y cuatro años. Un grupo de arqueólogos, antropólogos forenses, psicólogos, historiadores, fami­liares, amigos y curiosos recibimos la mejor de las noticias: habían aparecido. Recuerdo perfectamente ese instante. Yo me hallaba trabajando en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza y, en la sala de investigadores coincidí con José Antonio Cid. En ese momen­to me llamó Miguel Ángel y me dijo: ¡¡ya está!! y entré corriendo a La sala para decírselo a José Antonio.

Habíamos logrado la mejor de Las recompensas tras varios años de trabajo. Doce per­sonas habían sido recuperadas de un mundo de injusticia, traducido en setenta y tres años de silencio, terror e impotencia. Tras la exhumación se pretendió identificarlos genéticamente,y aunque sólo en dos personas se pudo conocer la identidad, estoy com­pletamente seguro que los otros diez han sido adoptados como el abuelo al que todos los parientes buscan, que un día fue arrancado de su familia y hecho desaparecer.

Tras un largo tiempo de espera, donde los restos mortales fueron inhumados provisio­nalmente en el cementerio de Cetina, hasta su entierro definitivo, por fin llegó el día. EL cuatro de septiembre de 2011, más de trescientas personas venidas de varios puntos de La geografía española, se dieron cita en el cementerio de Torrijo de la Cañada para ente­rrar esos doce restos, y homenajear a Los otros diecisiete torrijanos que desaparecieron durante el verano-otoño de 1936.

Aunque para algunos era un "adiós" y para otros un "hasta luego", Lo que estaba claro en aquella despedida, llena de dolor y alegría, Lágrimas y emoción, era que por fin iban a poder descansar en paz las víctimas, Las que sufrieron en 1936 y Las que seguían su­friendo en 2011.

En este trabajo se ha querido mostrar cuales eran los principales problemas que en eL primer tercio del siglo XX padecía la población de Torrijo de la Cañada. Seguidamente, se pretende mostrar cómo fue la toma del poder por parte de los militares insurrectos en 1936 y cómo se desarrolló la maquinaria represiva. Con la parte central del libro se ha querido mostrar las vidas, rostros y voces de aquellos que padecieron la represión física y económica o fueron víctimas de la propia guerra civil. Por último, y antes de terminar

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INTRODUCCIÓN

con un amplio reportaje fotográfico de La exhumación, consideré necesario dejar un es­pacio para que Los familiares pudieran reflexionar o dedicar unas palabras a las víctimas.

En definitiva, para obedecer a Miguel Hernández (como seguro hubieran querido los homenajeados) cuando escribió aquellos versos que decían: escríbeme a la tierra.

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Este trabajo que ahora ve la luz, no solamente es el producto del esfuerzo del autor sino que, principalmente, se basa en los testimonios recogidos y aportados por un gran número de personas así como las experiencias vividas por Las víctimas y sus familiares durante varios años.

En primer Lugar,esta investigación no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda que he recibido de Ana Calahorra, nieta de represaliado y pieza clave desde hace tiempo en todo lo relacionado con la represión en Torrijo de La Cañada. Los testimonios que ha ido recopilando durante varios años son básicos para que este Libro cobrase vida. Junto a ella, Las aportaciones de algunos familiares como Mariluz Abad, Fermina Iglesias, Gem­ina Calahorra, Dionisio Vela, Montse Marco, Máximo Martínez, Ángeles Morón o Maribel Portero, fueron imprescindibles para escribir lo que ahora tienes en tus manos.

En segundo Lugar, un agradecimiento muy sincero a Sagrario Fortea y José Antonio Cid, por toda La confianza y ayuda que me han brindado y por su eficaz gestión de la Agrupa­ción de Familiares. Por hacerme Las cosas tan fáciles, mil gracias.

A los miembros de La Asociación A.R.I.C.O., y en especial a su presidente Miguel Án­gel Capapé, por la amistad que nos une desde hace algunos años, siempre dispuesto a echarme un cable y a compartir información y fotografías cada vez que hace falta. A todo el equipo técnico y personal voluntario que participó en las tareas de exhumación e inhumación de los restos.

A los integrantes de La Agrupación de Familiares de Vecinos de Torrijo de La Cañada asesinados durante La Guerra Civil, por su colaboración y confianza en encargarme esta investigación. Las víctimas, vuestros antiguos, vuestros vecinos, se deben sentir orgullo­sos de todo lo que habéis hecho por ellos.

A la memoria de José Nieto, que delimitó La fosa al cabo de tanto tiempo. A personas como Dionisio Vela,Teresa Sánchez e Isaías Herrero, que por muy poco tiempo, no pudie­ron ver cómo aquello que iniciaron se convirtió en realidad.

A Anna Miñarro por compartir sus reflexiones conmigo. A Herminio Lafoz, por ayudarnos con la transcripción. A Antonio Cortés, por su empeño en encontrar la fosa. A Antonio Maestro por seguir de cerca la exhumación. A La Editorial Blume y sobre todo, a Gervasio Sánchez por cedernos amablemente sus fotografías para incluirlas en este trabajo.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

A Los Excelentísimo Ayuntamientos de Cetina y de Torrijo de La Cañada, en especial a sus alcaldes, José Miguel Velázquez y Domingo Pacheco, por ayudar y colaborar siempre que ha hecho falta. Y por supuesto, a los trabajadores municipales del Ayuntamiento de Torrijo, Roberto, Carmen y Florencio, que siempre me atendieron con una sonrisa.

A mis compañeras de proyecto de investigación, Irene Murillo y Estefanía Langarita, por sus ánimos y su complicidad.

A mi familia, por su constante apoyo en cualquiera de mis decisiones.

Y por último, pero no menos importante, a mi mujer María, porque es la que sufre mis días de archivo, mis noches de desvelo, mis horas de ordenador. Y sin embargo, está siempre ahí.

Nacho Moreno Zaragoza, septiembre de 2011

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ESCRÍBEME A LA TIERRA Nacho Moreno Medina

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

UN CAMINO DE PIEDRAS (TORRIJO, 1900 -1936)

Torrijo de La Cañada comenzaba eL sigLo XX con una población que superaba los dos millares de habitantes. Inserto en la vega de Los ríos Manubles y Caraván, era un lugar propicio para el cultivo de remolacha, patatas y judías, aunque también se cultivaba en terrenos de secano, viña y cereal. La mayoría de la población torrijana se dedicaba a las tareas del campo pero no todos estos labradores eran propietarios puesto que, como venía siendo habitual en la España de comienzos del siglo XX, casi todas las propieda­des se repartían entre unos pocos terratenientes, siendo la mayor parte de los vecinos del pueblo, simples jornaleros sin tierras o con explotaciones tan pequeñas que debían trabajar en otras propiedades para poder ganarse La vida 2.

A medida que avanzaban las primeras décadas del siglo pasado, se iba produciendo un crecimiento paulatino de las ciudades españolas debido a la industrialización. Los habitantes de Torrijo, se dieron cuenta de esa coyuntura y marcharon a ganarse la vida a municipios cercanos más grandes, como Calatayud,o a las grandes capitales como Za­ragoza, Madrid o Barcelona. Por este motivo, el pueblo de Torrijo vio cómo desde 1900 a 1930 había perdido más de 300 habitantes,es decir,cerca de un 16% de su población. En este descenso de habitantes, pudo haber influido el hecho de que en 1916 se produjese una gran riada que asoló las vegas de la zona,y por consiguiente, la ruina de familias en­teras. La fuerza del agua rompió las puertas de La iglesia de San Juan llegando a alcanzar un nivel que cubría Las barandillas del pulpito y produjo la muerte de cuatro vecinos y la desaparición de tres3.

El problema de la tierra llegó a su punto álgido en 1927 cuando, según ha podido ave­riguar Ana Calahorra, un grupo de torrijanos, mayoritariamente socialistas, solicitaron al Gobierno una dehesa boyal de 300 hectáreas, propiedad del Estado,y que sería dedicada para el laboreo a favor de los necesitados.

Desde las altas instancias se aprobó tal medida, aunque de la distribución debería encargarse el Ayuntamiento de Torrijo. Sin embargo, y según criticaba Eusebio Cid, "el Ayuntamiento, que se dejaba conducir por otros, hizo la distribución no solo para los necesitados, sino también para los más pudientes labradores; y estos con su peculiar astucia, inculcaban a los pobres que para ellos les serviría La tierra de perjuicio, puesto

2 José Ángel Urzay Barrios, Cultura popular de la Comunidad de Calatayud, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos y Comunidad de Calatayud, 2006,Vol. II, p. 199. 3 Ibídem, p. 199. La cifra de fallecidos y desaparecidos en La Vanguardia, 24.07.1916.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

que carecían de ganado para eL Laboreo. De esta manera, por cantidades muy reducidas, Lograron Los más pudientes hacerse dueños de La tres partes de dicha dehesa. Y todavía no es esto Lo peor, sino que varios labradores tienen las tierras yermas, criando yerba y cardos antes que dar a ganar una peseta a Los sufridos"4.

Como resultado de esto, Los caciques se hicieron dueños de Las tres cuartas partes de dicha dehesa y la gente más humilde, sólo pudo acceder a una cuarta parte de ella. A pesar de ello, algunos pequeños Labradores, por tener más recursos, pudieron comprar algún terreno y así compaginaron su trabajo como Labrador propietario y como bracero a jornal.

La vida en Torrijo transcurría de manera similar al resto de poblaciones rurales. Los jor­naleros que sólo contaban con la fuerza de sus brazos marchaban a la plaza a esperar que los grandes caciques, a lomos de sus caballos, Llegasen donde estaban éstos a ele­girles con el dedo para ir a trabajar a sus fincas.

Con La Llegada de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, se produjeron unos intentos de mo­dernización política, económica y social. Los sin­dicatos obreros cobraron más fuerza y supusie­ron una auténtica pesadilla para Los patronos5. En Torrijo de La Cañada, una de las primeras referen­cias del sindicato UGT data de octubre de 1932, cuan­do se anunciaba en la revista Vida Nuevo, la formación de una junta directiva en el pueblo6.

Para La reconstrucción de La vida cotidiana en Torrijo de La Cañada durante la Segunda República hubiera

sido perfecto el haber podido contar con Las actas municipales del Ayuntamiento, pero ha resultado imposible puesto que, precisamente Las que comprendían los años entre 1931 y 1935, han desaparecido. Ignoramos las causas que han podido derivar en esta situación, pero no es de extrañar que estos libros municipales hubiesen sido pasto de Las Llamas en aquellas piras purgadoras que las autoridades sublevadas organizaron en los pueblos durante eL verano de 1936.

Por este motivo, tampoco podemos saber a ciencia cierta qué es lo que ocurrió en el año 1933 en cuanto al tema del reparto de aquella dehesa boyal y debamos recurrir a La memoria de los torrijanos y torrijanas para reconstruir aquel pasado. Si se sigue el relato de Ana Calahorra, al cabo de los años de aquel reparto se logró saber que la distri­bución se había hecho de una manera fraudulenta. Gerónimo Iglesias, vocal de La junta

4 Vida Nueva, 25.04.1936. 5 El objetivo de este trabajo no es mostrar los aspectos más destacados de la Segunda República, y por ello, remito a otros estudios tales como el de Santos Julia (coord.), República y Guerra en España (1931-1939), Madrid, Espasa, 2006; Julio Gil Pecharromán, Segunda República Española (1931-1936), Madrid, Biblioteca Nueva, 2006 y el de Julián Casanova, República y guerra civil, Madrid, Crítica/Marcial Pons, 2007. 6 Vida Nueva, 01.10.1932.

Vida Nueva, 01.10.1932

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

directiva de UGT, se había propuesto revisar aquel reparto injusto y consiguió el apoyo popular para seguir adelante con la investigación,y se llega a contar el hecho de que en la plaza del pueblo, la gente decía: "¿Quién tiene ta razón, Gerónimo o eltos?"La respuesta, favorable hacia Gerónimo, permitió que se contratase a un abogado para reabrir el caso.

Finalmente, en 1933 se consiguió que se deshiciese la compra-venta y se volvió a ha­cer un nuevo reparto, esta vez, más equitativo. En el pueblo se dice que esa dehesa se dividió en seis Lotes iguales, y cada una de ellas, en 70 partes. En total, 420 partes para Las 420 familias del pueblo. Estos seis Lotes tenían los siguientes nombres: dehesa de La Peñuela del Mojón de VilLalengua,dehesa de La Peñuela de lo que llamaban El Kirie, Los Peralejos, Peñasalvas, El Estepal y La MatiLla.

Hubo algunas familias que no quisieron su parte y se Las cedieron a otras familias que, dedicadas aL pastoreo, necesitaban más terrenos. Muchos compraban esas partes de monte porque allí luego podían poner viñas, cultivos de cereales o dedicarlas a pastos. Sin embargo, a pesar del nuevo reparto, las cosas no parece que cambiaron mucho y las familias más opulentas del pueblo, consiguieron nuevamente grandes parcelas de tierra al comprarlas a las familias que no querían, o no podían, participar de ese reparto.

En esa nueva escritura,y representando a todas las familias del pueblo, se vieron impli­cadas varias personas con militancia dentro de las filas de UGT, como fueron Miguel Cid Polo,Tomás López Velilla o Lucas Calahorra Latorre. Personas que en el otoño de 1936 serían denunciadas ante las autoridades y posteriormente, asesinadas.

En octubre de 1932, el secretario de la UGT, Demetrio Polo Molinero, al que apodaban "el Tape", dejaba patente la dura situación laboral en que estaba inmerso el pueblo de To-rrijo cuando decía que "se nos quiere sitiar por hambre, no dando trabajo a los afiliados, como Lo vienen haciendo en este pueblo, donde yo nací"7.

Pasaban los años y la situación económica y social en Torrijo,y por extensión en España, no mejoraba. La crispación de La población iba en aumento y Los miembros del Ayun­tamiento de Torrijo eran los principales blancos de las críticas. La incapacidad de los políticos locales para solucionar algunos problemas tan importantes, como era el paro obrero, provocó que en septiembre de 1935, en una pared del arco del Puente aparecie­ran escritos injuriosos contra los miembros de la Corporación y de cuya fechoría, se dio parte a la Guardia Civil 8.

Un mes después, en una sesión plenaria del ayuntamiento torrijano se daba cuenta de una comunicación del Gobernador Civil por la que ordenaba a las autoridades locales a que vigilasen cuanto Les fuera posible acerca de cualquier movimiento que observasen sobre perturbación del orden9.

7 Vida Nueva, 29.10.1932. Según una reciente investigación, en el año 1932 había 179 afiliados a la UGT en Torrijo, mientras que un año después, esa cifra bajó considerablemente hasta los 22. Este dato en Antonio Peiró Royo, Anos de sangre. República, guerra y represión de UGT en el campo zaragozano, Zaragoza, Fundación Bernardo Aladren, 2011, p. 23. 8 Archivo Municipal de Torrijo de la Cañada (AMTC), Actas municipales de Torrijo del 21.09.1935. 9 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 05.10.1935.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

Nuevamente, para La víspera de Las elecciones del 16 de febrero de 1936, en una reunión de la corporación municipal, se hace referencia al deseo para que los vecinos de Torrijo guardasen la debida compostura a fin de que no hubiera que lamentar incidentes algu­nos 1 0. Por suerte, así sucedió y los resultados electorales dieron la victoria a los repre­sentantes del Frente Popular. El 19 de marzo, quedaba finalmente constituido el Ayunta­miento de La siguiente manera: Aquilino Cid Portero (Alcalde), Daniel Lázaro Velilla ( I o

Tte. Alcalde), Máximo Lipe Morales (2°Tte.Alcalde)Jul ián López Velilla (Regidor Síndico), Manuel Herrero Martínez, Domingo Portero Cuenca, Saturnino Cid Gómez, Tomás López Velilla y Antonio Cid Pacheco (Concejales)11.

Esta corporación se puso manos a la obra para luchar contra el mayor problema que padecía Torrijo, el endémico paro obrero. Cuatro días después de su investidura, en el pleno municipal se discutía la posibilidad de la construcción de unas nuevas escuelas y así solucionar dos problemas a la vez, el desempleo y la mala calidad de las antiguas escuelas. Sin embargo, el alcalde y los concejales se lamentaban de la penosa situación económica por la que pasaba el consistorio y acordaron, cómo única medida a poder to­mar, el hecho de ceder gratuitamente los solares al Estado y que fuera éste, el organismo que se encargase de financiar dicho proyecto1 2.

Ese mismo mes, el pueblo fue testigo de una gran manifestación organizada por el sin­dicato UGT con consignas tan claras como "trabajo para los parados","rescate inmediato de los bienes comunales", "justicia para todos", "abajo la guerra" o "desarme general de los enemigos de La República". Este acto socialista, el cual fue acompañado de banda de música incluida, terminó con la entrega a los poderes municipales por parte de los diri­gentes ugetistas de una serie de peticiones1 3. A finales de mes, llegaba al Ayuntamiento una instancia escrita por el presidente y por el secretario de UGT,Tomás López Velilla y Demetrio Polo Molinero, en la que, en nombre de los afiliados.se solicitaba que se ges­tionase por todos los medios La grave crisis de trabajo por la que atravesaban doscientos obreros que desde hacía mucho tiempo estaban en situación de paro forzoso y se rogaba al inicio de negociaciones con Los propietarios del pueblo para lograr que contratasen a más personas. En esta reunión, también se aprobó un cambio en la nomenclatura de algunas calles y así, La plaza de San Juan pasaba a Llamarse plaza de Pablo Iglesias, la conocida como Pontón sería avenida Manuel Azaña, La plaza del Frontón sería conocida como plaza de la República y La calle de La Virgen pasó a llamarse calle de Galán y García Hernández 1 4 .

En abril, el vocal de la UGT Eusebio Cid Martínez, en La revista Vida Nueva, publicaba un artículo en el cual se Lamentaba de las malas condiciones, coyunturales y estructurales, que el campesino torrijano había soportado y criticaba La falta de ayudas que estos tra-

10 AMTC,/4cfas municipales de Torrijo del 15.02.1936. 11 AMTC,Actas municipales de Torrijo del 19.03.1936. 12 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 23.03.1936. 13 Vida Nueva, 21.03.1936. 14 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 31.03.1936.

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bajadores habían recibido por parte de Las autoridades y por ello, se habían producido la emigración por hambre de 355 habitantes deTorrijo 1 5.

Una situación al límite donde la tierra estaba en manos de unos pocos y La que tenían en propiedad Los pequeños propietarios no producía lo suficiente para la subsistencia. Pero lo que castigó definitivamente aL agro torrijano fueron Las avenidas catastróficas de Los ríos Caraván y Manubles Los días 18 de mayo y 13 de junio de 1936. El nivel de agua que alcanzaron Los ríos, y Las fuertes lluvias, provocaron la ruina de Las cosechas del pueblo y por tanto, la miseria del vecindario1 6. Además de ello, cerca de 200 casas se vieron anegadas, algunas con peligro de ruina. Toda esta desgracia llevaría al párroco deTorrijo a realizar unas declaraciones para Heraldo de Aragón, donde indicaba que"ha-bitualmente hay en este pueblo mucho hambre y miseria a causa de La falta de trabajo, se da eL caso de que muchos vecinos no tienen otro alimento que un trozo de pan y una sardina de cubo, así es que con esta nueva desgracia calcule el porvenir que Le espera al vecindario"1 7.

EL día 19 de mayo, una comisión de Torrijo de la Cañada se personó ante eL Gobernador Civil y La Diputación Provincial de Zaragoza para informar de Las consecuencias de dicha catástrofe. Según recogía Heraldo de Aragón,:

"estos hombres, Labradores todos y curtidos en el dolor de ver cómo se malogra en el transcurso de unas horas lo que significa el esfuerzo de muchos días y La esperanza de mantener un humilde vivir, vinieron a este periódico llenos de amargura y desesperanza en demanda de ayuda.Allí no hay más que miseria y dolor.ysi el Gobierno no acude in­mediatamente a nuestro auxilio, tendremos que abandonar el pueblo para buscar la manera de vivir. He aquí un pueblo que ha gastado su capacidad de resistencia y que ha perdido la fe en su propia vitalidad"18.

EL mismo periódico zaragozano, con las inundaciones de junio, volvería a dedicar varias páginas a los desastres naturales padecidos en los valles del Jalón y del Manubles. En una de esas páginas se Llegó a señalar La posible causa de tan grande efecto cuando se decía que:

"con el transcurso de Los años los ingresos de los agricultores se ha­bían visto mermados tan considerablemente que muchas familias ha­bían visto privadas del fruto de la huerta y hubieron de verse obligadas a desmantelar los montes de los alrededores. La leña obtenida la tras­ladaban para venderla en otros puebLos limítrofes y con ello conseguir un medio de subsistencia. Como consecuencia del desarbolado, las

15 Vida Nueva, 25.04.1936. 16 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 23.05.1936 y del 15.06.1936. Por otra parte, también hay que recordar cómo en eL verano de 1932, los cultivos de Torrijo se vieron afectados por plagas de langosta lo que arruinó la cosecha. Esta información en Heraldo de Aragón, 16.03.1933. 17 Diario de Avisos, 18.05.1936 y Heraldo de Aragón, 19.05.1936,citado en J.Javier Alvaro, Segunda República y represión franquista en Ateca (Zaragoza). La historia oculta en una fosa común del Barranco de la Bartolina, Zaragoza, Fundación Ber­nardo Aladren, 2009, p.251. 18 Heraldo de Aragón, 20.05.1936, citado en J.Javier Alvaro, Segundo República y represión franquista en Ateca..., p. 254.

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tierras se vieron desprovistas de un medio natural de prevención de riesgos naturales frente a las inundaciones, ya que los suelos se vieron transportados por las inundaciones"19.

Entre tanta penuria, se firmaba un acuerdo a finales de mayo por el cual se procedía a la inmediata repoblación de los terrenos expropiados por 6a División Hidrográfica Fo­restal de Zaragoza con el consecuente aumento del empleo. Además, a finales de junio, y por parte del Consistorio, se había conseguido que el Estado otorgase dinero para que en la segunda quincena de julio se diese trabajo a obreros con trabajos de repoblación forestal 2 0. Sin embargo, todas esas expectativas se iban a ver truncadas por un golpe de estado, que una vez fracasado, dio inicio a una cruenta guerra civil.

19 Heraldo de Aragón, 20.06.1936, citado en J.Javier Alvaro, Segunda República y represión franquista en Ateca..., p. 257. 20 AMJC,Actas municipales de Torrijo del 15.06.1916 y del 30.06.1936.

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LA CONSPIRACIÓN CONTRA LA REPÚBLICA Y EL ASALTO AL PODER...

Los rumores de complot contra el régimen republicano que se escuchaban desde ha­cía tiempo se convirtieron en realidad. La derecha conspiradora, que incluía a políticos conservadores cada vez más radicalizados, a militares, terratenientes, propietarios y un gran sector católico, esperaba el momento del asalto al poder. Tras La victoria electoral del Frente Popular en los comicios de febrero de 1936, España se vio salpicada por un aumento espectacular de desórdenes de todo tipo como huelgas, manifestaciones, dis­turbios entre grupos ideológicos o asaltos a sedes políticas, sindicales e iglesias. En el campo ideológico de la izquierda, si por un lado existía un sector más radicalizado que pensaba que esos desórdenes públicos eran claro síntoma de que un nuevo orden social estaba llegando; por otra parte, también había un sector moderado que consideraba imprescindible el mantenimiento de la disciplina puesto que creían que ese ambiente sólo favorecería el auge del fascismo. Por el contrario, la derrota electoral de la derecha provocó que su discurso se radicalizara desdeñando la ruta democrática como vehículo para alcanzar el poder y eligiendo la vía insurreccional para conquistar el Estado2 1. A La trama conspiratoria de Las derechas monárquicas para acabar con el régimen republi­cano se le fueron sumando sectores militares que asumieron la dirección principal de ese golpe de Estado y precisamente, según Tusell,fue La participación de altos mandos militares con una "significación más amplia que la monarquía, lo que dio un carácter peculiar a La conspiración de 1936"2 2.

A pesar de haber contado con apoyos civiles en la conspiración, por expresa orden del director de la trama, el general Mola, sólo hubo militares en la línea de mando 2 3. El alzamiento no sería ni por La República, ni por La monarquía, sino por España y para res­tablecer el orden, pues al fin y al cabo en la mentalidad marcial, el Ejército era el único garante de los valores esenciales de la patria 2 4. Lo que sí se tenía claro era una serie

21 Alberto Reig Tapia, "La justificación ideológica del 'alzamiento' de 1936", en José Luis García Delgado (ed.), Lo // República España. Bienio rectificador y Frente Popular, 1934 -1936, Madrid, Siglo XXI, 1988, p. 222. 22 Javier Tusell, Historia de España en el siglo XX, vol. II. La crisis de los años treinta: República y Guerra Civil, Madrid, Taurus,1999, p.284. 23 Gabriel Cardona, El problema militar en España, Madrid, Alba, 2005, p. 167. 24 Puede ser esclarecedor el trabajo de Manuel Alvaro Dueñas,"Los militares en la represión política de la posguerra. La jurisdicción especial de Responsabilidades Políticas hasta la reforma de 1942", en Revista de Estudios Políticos, núm.69, julio-septiembre de 1990, en especial, pp. 141 -145.

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de objetivos tales como la disolución de las Cortes, la suspensión de la Constitución y neutralizar a los elementos políticos y sindicales más significados.

El 25 de mayo de 1936, el general Emilio Mola, en su Instrucción Reservada número 1, preparatoria del golpe de Estado, dejaba claro la importancia de que "la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organi­zado". La forma en que se produjo el levantamiento militar de julio de 1936 rompía con la línea descrita por Los anteriores pronunciamientos militares de la Historia de España donde el Ejército intervenía como mero instrumento de un cambio político sino que, como señala Ángela Cenarro, en 1936 se produjo con la firme intención de que fuese definitivo2 5.

La sublevación estalló en Marruecos el 17 de julio triunfando sin problemas. El 18 se habían sumado las guarniciones de Ceuta, Melilla y de varias provincias de Andalucía. Al día siguiente,se confirmaba la adhesión a la sublevación en puntos de Navarra yAragón. En Tetuán, el general Franco arengaba a los militares rebeldes de Marruecos y España con el objetivo de elevar los ánimos con discursos tales como:"Fe ciega, no dudar nunca, firme energía sin vacilaciones, porque la Patria lo exige. El Movimiento es arrollador y ya no hay fuerza humana para contenerlo"2 6. Franco tomó el mando del Ejército marroquí con más de 40.000 hombres2 7 habiéndose decantado por ellos por ser los soldados más eficaces y atroces de las fuerzas armadas españolas como ya lo habían demostrado en la represión de octubre de 1934. Ese mismo día, el general Mola, en sus declaraciones ya dejaba entrever que la violencia iba a ser el eje central de este levantamiento cuando decía aquello de "hay que sembrar el terror... hay que dejar la sensación de dominio elimi­nando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros".

El mismo 17 de julio llegaron a Zaragoza los primeros rumores de que unos generales se habían sublevado en armas contra la República. A medida que fue transcurriendo el día, la expectación tanto de civiles como de militares fue en aumento. Desde el Gobierno Civil se ordenó el mantenimiento del orden público en todo momento y La capital se convirtió en un ir y venir de militares que iban tomando posiciones. Por otro Lado, los partidos políticos y organizaciones sindicales de carácter izquierdista se organizaron en patrullas con el objetivo de controlar el movimiento de los militares en los cuarteles mientras se seguía a La espera de noticias.

Una comisión de dirigentes de izquierdas marchó al Gobierno Civil con La intención de buscar soluciones y de que el gobernador Ángel Vera Coronel concediera el permiso para la entrega de armas. Pero Vera Coronel se negó a tal hecho hasta que tuviera una confirmación oficial desde Madrid.

25 Ángela Cenarro Lagunas, Cruzados y camisas azules. Los orígenes del franquismo en Aragón, 1936 - 1945, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 1997, p. 41. 26 Paul Preston, Franco. Caudillo de España, Barcelona, RBA, 2004, p. 174. 27 Gabriel Cardona,"Las operaciones militares", en Manuel Tuñón de Lara, Julio Aróstegui,Ángel Viñas, Gabriel Cardona yJosep M. BricaLL, ¿o Guerra Civil Española. 50 años después, Barcelona, Labor, 1985, p. 202. La decisión de Franco en utilizar soldados regulares y de la Legión, en Paul Preston, Franco... p. 175.

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AL día siguiente, fuerzas del Ejército ocuparon eL despacho de Vera Coronel, comuni­cándole que el General de la V División, Miguel Cabanellas, estaba planteando decretar el estado de guerra. Tras esto, el gobernador fue detenido y trasladado a Capitanía Ge­neral, y posteriormente a la Prisión Provincial. Cesado en su puesto, el cargo de nuevo Gobernador Civil recayó en el comandante de la Guardia Civil,JuLián Lasierra Luis. En La madrugada del 19 de julio, el general Cabanellas decretó finalmente el estado de guerra con lo que Zaragoza quedaba adherida a La sublevación militar 2 8.

Calatayud, La localidad cercana a Torrijo más importante, fue ocupada por el ejército goLpista el día 20 de julio de 1936 2 9.A partir de entonces,fuerzas del 10° Regimiento de Artillería Ligera guarnecidas allí, efectivos de la Guardia Civil,y voluntarios presentados en el cuartel de Artillería, afiliados a Falange y Comunión Tradicionalista se hicieron cargo de La ciudad emprendiendo una dura tarea de control y represión de La población. Una vez pacificada Calatayud y sofocados Los pequeños conatos de resistencia, empe­zaron las persecuciones, detenciones y asesinatos de varias personas, muchas de ellas significadas políticamente con la izquierda, que habían huido por Los montes cercanos. La Guardia Civil, falangistas y requetés, acompañados de voluntarios civiles y delatores empezaron a recorrer los pueblos de alrededor realizando una auténtica labor de lim­pieza ideológica.

El día 24, las fuerzas sublevadas al mando del capitán de la Guardia Civil de Calatayud tomaban militarmente el Ayuntamiento de Torrijo destituyendo a la gestora municipal que venía ejerciendo desde el 19 de marzo y en su nombre, nombró a determinadas per­sonas afines al movimiento goLpista. De ese modo,fueron nombrados Paulino González Jodrá, Alejandro Velázquez González de Agüero, Eustaquio Sánchez Lipe, Juan Portero Portero, Isidro Pérez Velázquez, Pascual Molinero Perales y Juan Pío Melendo Ledesma.

El 2 de agosto, a las siete de la mañana, el capitán del Ejército, Antonio Díaz Muntadas, Delegado del Comandante Militar de la 5a Región, presidiendo una sesión extraordinaria del pleno municipal, confirmaba en su cargo a las nuevas autoridades locales 5 0. Paulino González Jodrá, jubilado del Ejército, fue nombrado Alcalde de Torrijo. En La primera y segunda tenencias de alcaldía,fueron nombrados Alejandro Velázquez y Pascual Moline­ro Perales; y finalmente, como concejales, Eustaquio Sánchez Lipe, Juan Portero Portero, Juan Pío Melendo Ledesma e Isidro Pérez Velázquez 3 1 . Esta gestora municipal se man­tendría íntegra hasta mayo de 1940, a excepción del caso de Pascual Molinero Perales, cesado por el Gobernador Civil y multado con 250 pesetas por realizar ventas de modo ilegal 3 2. Días después.y por orden de La autoridad militarse ordenaba crear una Guardia

28 Mita Cifuentes Chueca y Ma Pilar Maluenda Pons, El asalto a la República. Los orígenes del franquismo en Zaragoza (1936 -1939), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1995, p. 16. 29 Nacho Moreno Medina, Lo ciudad silenciada: Segunda República y represión fascista en Calatayud (1931-1939), Calata­yud, Ateneo 14 de Abril de Calatayud, 2009, pp. 91 - 98. 30 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 02.08.1936. 31 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 03.08.1936. 32 AMlC,Actas municipales de Torrijo del 15.11.1937. En la nueva gestora municipal,el Gobernador Civil nombró alcalde a Alejandro Velázquez González; a Eustaquio Sánchez Lipe y Jesús Máñez Martínez, primer y segundo teniente de alcalde;

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Cívica que, junto a las autoridades locales, hiciesen mantener el orden en Torrijo denun­ciando todos los hechos punibles que se pudiesen cometer contra las personas o cosas. En consecuencia, se ordenaba nombrar a veinte vecinos de reconocida probidad para que formasen dicha Guardia3 3.

Laureano Portero Perdices, regidor síndico, y como concejales a Felipe Pérez Velázquez, José Lázaro Esteras y Julián Royo Peña. La información del cambio de gestora en AMTC,Actas municipates de Torrijo del 24.05.1940. 33 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 05.08.1936.

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DÍAS DE FURIA Y LLANTOS

A diferencia de Lo que ocurrió en Los municipios cercanos, en donde la represión se dio desde el mismo comienzo en que Los militares sublevados ocuparon Los ayuntamientos, Lo cierto es que para el caso torrijano, la violencia física tardaría en Llegar. De hecho, el 28 de agosto Llegaron al pueblo un coche y un camión con guardias civiles preguntando por varios vecinos, entre ellos, Dionisio Vela, Tomás López, Julián López y Constantino Felipe. Los tres primeros pudieron escapar del pueblo tras un breve tiroteo, pero Cons­tantino Felipe Gascón no tuvo esa suerte. Las palabras que había dirigido en público hacía unos días arengando a los vecinos para que se negasen a mandar a sus hijos a las filas del ejército golpista habían supuesto su sentencia de muerte."El Chocas", como le apodaban a éste, fue detenido y posteriormente asesinado en el Barranco de las Minas. Era La primera muerte violenta ocurrida en Torrijo a consecuencia de la represión des­atada tras el golpe militar.

A pesar de ello, y mientras en otros municipios La violencia iba en aumento 3 4, en Torrijo no hubo que lamentar muertes. No obstante, sí se habían realizado detenciones de va­rias personas a consecuencia de denuncias particulares. El 14 de septiembre fue el mo­mento de la detención y posterior traslado al Mercado de Abastos de Calatayud de Pedro Clerencia, Lucas Calahorra, José Martínez y Pedro José Máñez. De estas cuatro personas, tres serían asesinadas al cabo de un mes y sólo una, José Martínez, y tras la intercesión de un guardia civil, pudo regresar al pueblo sano y salvo.

A comienzos de octubre, elementos de Acción Ciudadana recorrieron el pueblo en bus­ca de nuevos "elementos izquierdistas", pero gracias a la intervención del párroco Juan Belsué, algunos de esos vecinos pudieron conservar, por el momento, sus vidas. Sin em­bargo, Torrijo amanecía el día 27 de octubre rodeada de miembros de la Guardia Civil a La espera de órdenes. Éstas llegaron a media mañana y así fue como se presentaron elementos de la Benemérita en el domicilio del presidente de Izquierda Republicana, Ventura Polo, y se lo Llevaron detenido. En aquella redada, también fueron detenidos y desaparecidos, Manuel Herrerojacinto Cambronero, Pedro Portero, Demetrio Marcelino Lacarta, Eusebio Beningo Sánchez, Domingo Portero, Bruno Garcés, Tomás López, entre

34 La represión del verano de 1936 en los municipios de alrededor ha sido estudiada en Los trabajos ya citados de Nacho Moreno Medina, La ciudad silenciada..., y J. Javier Alvaro, Segunda República y represión franquista en Ateca... Ambos trabajos se enmarcan en La estela investigadora que inició hace años el ya clásico trabajo de Julián Casanova,Ángela Ce-narrojulita Cifuentes, Ma Pilar Maluenda y Ma Pilar Salomón, El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936 -1939), Zaragoza, Mira, 2001 (I a ed. 1991, en Siglo XXI).

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otros. Más tarde se supo que habían sido asesinados en Munébrega,en La conocida como "Finca de Los Muertos"3 5.

A finales del mes siguiente, la historia se volvía a repetir. Los rumores apuntaban a que se iba a producir una nueva oleada de detenciones en el pueblo. Los hombres apresura­ban a despedirse de sus familias y a esconderse como podían. Las mujeres, con lágrimas perennes, con el luto sacado de los baúles iban corriendo por las calles a refugiarse en sus casas gritando "¡que vienen, que vienen!" y así ocurrió, vinieron y el pueblo se estremeció por última vez cuando otros doce torrijanos fueron llevados a Cetina, a un paraje conocido como "La Torca" y hechos desaparecer, víctimas de fusiles y de Las temi­bles nueve milímetros.

La población torrijana se hallaba amedrentada. La imposición de las directrices de ese "Nuevo Estado" que se estaba construyendo, ejecutadas por los poderes fácticos locales, hacían que La vecindad padeciera una verdadera sensación de terror. Numerosas perso­nas fueron detenidas y encarceladas. Otras fueron perseguidas y obligadas a enrolarse en el ejército de un bando, el sublevado, que había asesinado a su padre o hermano. Cualquier tipo de disidencia o crítica sería castigada, como así lo fueron Las vecinas Car­men Moreno y Natividad Portero, multadas con cinco pesetas cada una por desobedien­cia a la autoridad militar 3 6. Al mismo tiempo,se procedía al embargo de Los bienes de las personas que se hubieran relacionado con el Frente Popular,estuvieran vivas o muertas, con lo que las situaciones económicas familiares se volvían insostenibles ya que a sus ya preocupantes economías había que añadir la privación de sus únicos recursos.

Algunas familias torrijanas, además de perder a familiares, perdieron todos sus bienes, los cuales, en algunos casos, fueron usurpados por otros vecinos a Los que sólo Les mo­vía la envidia y el afán por conseguir la fortuna del prójimo. Varios niños, huérfanos por La violencia franquista, tuvieron que soportar, durante una Larga posguerra, cómo otros niños de su edad se mofaban de ellos al mismo tiempo que los calificaban con denigran­tes palabras o con un simple rojo. Del mismo modo, decenas de mujeres se quedaron viudas, y solas, con una prole bastante numerosa a la que sacar adelante. Unas sopor­taron el dolor como pudieron residiendo en el pueblo, otras decidieron no aguantarlo y marcharon a otros municipios a emprender una nueva vida. Hay quien incluso se quitó la vida. Una vida que sin sus hijos y sin su marido,ya no tenía sentido.

La situación geográfica de Torrijo, alejada de Los frentes de guerra, hizo que desde el primer momento el Ayuntamiento se preocupase de otros menesteres en las sesiones pLenarias, tales como aprobar pequeñas partidas económicas con las que contribuir al

35 Según el testimonio del vecino de Munébrega, Manuel Mingóte Soler, recogido por Manuel Cambronero y Ana Ca­lahorra,"Manuel Mingóte Soler, enterrador del pueblo, hace 44 años ayudado por el alguacil del pueblo, sacaron los restos de catorce personas de Torrijo de la Cañada, las metieron en una urna, las bajaron en la urna en el coche viajeros en la vaca y la facturaron en el tren y los mandaron al Valle de los Caídos en el tren". De este modo, podemos concluir señalando que los vecinos de Torrijo, asesinados y enterrados en Munébrega, fueron exhumados durante el franquismo y trasladados, sin el permiso de sus familiares, a Cuelgamuros. A pesar de ello, la cifra que se da de 14 torrijanos podía ser erróneo y en esa fosa, podían estar incluidos personas de otros municipios asesinadas junto a los vecinos de Torrijo de la Cañada. 36 AMTC,Actas municipales de Torrijo del 15.12.1936.

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ejército franquista. En febrero de 1937, se constituyó La Junta Municipal Pro-Combatien­tes; en julio, se abrió una suscripción municipal para el nuevo Acorazado "España" donde el Ayuntamiento aportó 50 pesetas; y por último, en noviembre, se creó una suscripción para el Aguinaldo del Combatiente3 7.

El último día de 1939, en la sesión plenaria municipal, el alcalde Paulino González pre­sentó ante el resto de ediles Las conclusiones acerca de las investigaciones necesarias sobre la depuración de funcionarios. En ellas, González decía que Antolín Pérez García, secretario municipal desde 1932, era "persona de buena conducta y antecedentes, ha­biendo demostrado su adhesión al Glorioso Movimiento Nacional desde el primer ins­tante como lo demuestra su inmediato ingreso en la organización de FET de la cual es Jefe Local en este pueblo; siempre demostró ser persona de orden y muy contraria a la funesta República y principalmente del Frente Popular, estando continuamente al lado de la Guardia Civil y de todo persona de orden, por cuyas razones no ha Lugar a forma­ción de expediente de depuración". DeL mismo,y debido a su adhesión al régimen,tam­poco fueron sancionados el alguacil Francisco Lafuente Navarro ni el guardia municipal y falangista Segundo Lázaro Utrillas. Ambos calificados como "funcionarios virtuosos y patriotas", razones por la cual se felicitaba la Corporación 3 8.

37 AMJC,Actas municipales de Torrijo del 15.02.1937,15.07.1937y 30.11.1937. 38 AMTC, Actas municipales de Torrijo del 31.12.1939.

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DOBLE CASTIGO AL DERROTADO: LA REPRESIÓN ECONÓMICA

El Franquismo trajo consigo algo más que la represión física, aquella que amontonaba cadáveres en barrancos y cunetas. El Franquismo trajo además una época de terror, en todos los ámbitos, y uno de ellos, por suerte cada vez más estudiado, el ámbito de la represión económica. Esta violencia se ejerció a través de los pillajes ilegales, de los saqueos a los vencidos y de una pseudolegalidad impuesta desde el poder franquista. No sólo se trataba de La eliminación física del "rojo", sino que había que eliminar cualquier posibilidad de recuperación moral, cultural y económica 3 9 .

Sin tener en cuenta los saqueos cometidos por Las escuadras falangistas en Los primeros momentos de La sublevación militar en Las casas de aquellos "izquierdistas" a Los que iban a registrar o detener, hay que situar el origen "legal" respecto a La represión eco­nómica, en el 13 de septiembre de 1936. En esa fecha se dictaba el Decreto 108, verda­dero punto de partida para este tipo de represión pues decretaba fuera de la Ley a Los partidos políticos integrantes del Frente Popular y declaraba sus bienes embargados4 0. Sin embargo, el marco jurídico no Llegaría hasta La publicación del Decreto-Ley de 10 de enero de 1937 el cual, establecía las fórmulas necesarias para Llevar a cabo estas con­fiscaciones creándose una Comisión Central Administradora de Bienes Incautados por el Estado encargada de investigar, inventariar y administrar los bienes de Los contrarios al Movimiento Nacional 4 1. Para facilitar los trámites burocráticos, en cada provincia se creó una Comisión Provincial de Incautación de Bienes presidida por el Gobernador Civil,que para el caso zaragozano recaía en el comandante de la Guardia C iv i l ju l ián Lasierra Luis.

39 Lecturas estimulantes al respecto pueden ser los trabajos de Javier Rodrigo, Hasta la raíz. Violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, Madrid, Alianza Editorial, 2008; y el de Francisco Sevillano Calero, Rojos. La representación del enemigo en la Guerra Civil, Madrid, Alianza Editorial, 2007. Según este último autor,"la yuxtaposición de varias formas de violencia provocó el exterminio del enemigo, haciendo que la violencia extrema fuera no sólo un medio, sino un fin", cita en p. 14. 40 Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional, 16 de septiembre de 1936. A partir de este momento, alcaldes y comandantes de puesto de la Guardia Civil comenzaron a elaborar Listados de personas afectas al Frente Popular, que podían estar incluidas en el Decreto 108, y se realizaba una lista con todos los bienes que pudieran serles incautados. Para el caso torrijano, el alcalde Paulino González escribió una relación el 14 de noviembre de 1936, al Comandante Militar de la Plaza de Calatayud, donde figuraban 36 "individuos que formaron parte de las Directivas del Frente Popular, los que ya han sido detenidos por la Autoridad y aquellas otras personas que mostraron sus deseos de oponerse al triunfo del Movimiento Nacional". El 17 de diciembre de 1936, Paulino González vuelve a escribir otro Listado donde además del nombre de estas personas, aparecían también los bienes que poseían. Este documento en Archivo Histórico Provincial de Zaragoza (AHPZ), Responsabilidades Políticas, caja 5999, carpeta 1. 41 Boletín Oficial del Estado (BOE), 11 de enero de 1937.

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El Bando del general de la V División, Miguel Ponte y Manso de Zúñiga, de 9 de febrero de 1937, disponía a la Guardia Civil a "investigar en cada pueblo, quiénes [fueran] los individuos que, por su conducta u otras circunstancias equivalentes" debieran declararse comprendidos en el Decreto 108, es decir:

a. Cargos políticos o administrativos del Frente Popular.

b. Propagandistas del Frente Popular.

c. Directivos de Las asociaciones políticas u obreras del Frente Popular.

d. Huidos a la zona roja.

e. Otros casos no contemplados en los cuatro apartados anteriores.

En Los territorios de su jurisdicción donde La Comisión Provincial de Incautación de Bienes consideraba que hubiese responsables se acordaba que un Juez de Instrucción incoase el oportuno expediente para declarar La responsabilidad civil del inculpado.Así, con las denuncias de la Guardia Civil en la mayoría de los casos, se iniciaban los expe­dientes y el Juez Instructor tomaba declaración al imputado y mandaba recabar informes sobre su conducta a Las autoridades locales (Guardia Civil,ALcalde,Juez Municipal y Cura Párroco) y a tres testigos de reconocida solvencia moral 4 2. No obstante, estamos Lejos de poder asegurar si la negatividad en estas informaciones fueron motivadas por La coyun­tura de miedo imperante y por tanto, la necesidad innata de supervivencia que Llevaba a colaborar con el régimen o si por el contrario, eran realmente imputaciones fundadas. De todos modos, si algo nos puede Llamar La atención a la hora de calificar a Los expe­dientados son las descripciones imprecisas de autoridades y vecinos con calificativos tan vagos y someros como "izquierdista","extremista" o "propagandista". Y es que, a pesar de ser una constante en todos los expedientes, estos epítetos adjudicados sin rigor nin­guno, provocarían La ruina de familias enteras. A lo largo de estas aserciones se pueden observar datos reveladores puesto que en ellas se recogían informaciones cruciales para reconstruir la historia local, desde La problemática vecinal, los enfrentamientos sociales, económicos y políticos e incluso las rencillas personales.

Los testimonios aportados eran estudiados por el Juez Instructor que decidía si existían o no indicios racionales de culpabilidad en el imputado. Si Lo consideraba culpable, se ordenaba al alguacil y al secretario municipal proceder, previa tasación por unos peritos, a la diligencia de embargo provisional de sus bienes al mismo tiempo que elevaba un resumen de las actuaciones a la Comisión Provincial de Incautaciones. Una vez estudia-

42 A pesar de que Desiderio Senovilla.fue cabo de la Guardia Civil en Torrijo de la Cañada durante 1936, lo cierto es que los informes emitidos por esta institución para el año 1938 fueron escritos por Romualdo Ruiz Miguel, y fechados en Ateca. El párroco emisor de informes fue Juan Belsué, quien según el testimonio de Teresa Lacarta, gracias a él se evi­taron muchas muertes. Para finalizar con las autoridades locales implicadas en los informes requeridos por la Comisión Provincial de Incautaciones de Zaragoza, hay que señalar que el alcalde, Paulino González Jodrá, era un militar retirado de unos 40 años. Por otro lado, las tres personas de reconocida solvencia moral que son obligadas a informar sobre los expedientados fueron Pedro Gómez Foronda, un esquilador casado de 68 años; Emilio Huerta Velilla, de 48 años, casado, propietario y Jefe Local de Falange; y por último, se tomaba declaración nuevamente a Paulino González Jodrá.

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do el caso, esta Comisión, proponía la culpabilidad o no del expedientado e indicaba en qué apartado del artículo 3o del Bando de 9 de febrero de 1937, anteriormente mencio­nado, se hallaba comprendido y qué multa se Le imponía.

Sin embargo, sería el Auditor de Guerra el encargado de aceptar o no La propuesta de la Comisión Provincial y así, tras el enterado del General de la V División, la resolución era remitida a la Audiencia Territorial para su ejecución según la Ley de Enjuiciamiento Civil "debiéndose destinar el producto de las incautaciones a Los fines estatales de re­sarcimiento".

Tras la sanción no cabía recurso alguno y para recuperar los bienes,al pago de la sanción económica,ya de por sí desorbitadas para las propias economías familiares, habría que añadirle las costas judiciales, que por supuesto recaían en el inculpado y que en varias ocasiones fueron superiores a la propia multa. Una vez satisfechas sanción y costas.se publicaba un edicto liberatorio de bienes y se alzaban los embargos pudiendo el incul­pado recuperar la propiedad de los mismos. Si por el contrario,el expedientado no podía hacer frente a la pena se tramitaba la pieza de embargo correspondiente y los bienes eran sacados a la venta en pública subasta para así, con el producto de la puja, hacerse el pago. Si Las subastas se declaraban desiertas, Los bienes embargados pasaban a ser propiedad del Estado. En otros casos, los expedientados eran declarados insolventes y sus expedientes quedaban directamente sobreseídos.

A pesar de la dureza del Decreto-Ley de 10 de enero de 1937, el gobierno franquista antes de terminar la Guerra Civil publicó la Ley de Responsabilidades Políticas en 1939 que suponía un aumento del espacio de la represión económica y de la coacción moral. Dicha Ley vino a ampliar y sustituir Lo desarrollado por Las Comisiones Provinciales de Incautaciones creándose un Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas y una tu­pida red de Tribunales Regionales en aquellas provincias que contasen con Audiencia Territorial. El Tribunal Regional de Zaragoza, que incluía Las provincias de Huesca, Zara­goza y Teruel, fue presidido por el militar africanista Pascual García Santandreu.

Estos Tribunales eran Los encargados de ordenar a los Jueces Instructores Provinciales la formación de expedientes. Del mismo modo, a cada Tribunal Regional se Le asignó un Juzgado Civil Especial cuyo cometido era intentar, por todos Los medios, hacer cumplir Las sentencias. Además, estos Juzgados eran los encargados de realizar el inventario, la tasación, el embargo e incluso las subastas de Los bienes de Los expedientados.

Los expedientes de responsabilidades políticas siguieron un esquema muy parecido a los anteriormente descritos para La Comisión Provincial de Incautaciones aunque con La diferencia de que podían abrirse mediante tres vías: denuncia de un particulada inicia­tiva de la autoridad militar o civil y tras haber pasado por un tribunal militar. A estas tres vías, habría que añadir que los expedientes abiertos por la Comisión en 1937 y 1938 y que no se hubieran fallado en febrero de 1939, pasaban directamente a la Jurisdicción del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas siendo éste el encargado de dictar la sentencia y asegurarse de que se hiciera efectiva La sanción.

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Tan pronto como el Tribunal Regional recibía una denuncia remitía copia de la admisión al Juez Instructor Provincial para proceder a la instrucción del expediente. Después, se pedía la urgente remisión, en un plazo máximo de cinco días, de los informes del supues­to responsable por parte del Alcalde, Jefe Local de Falange (una novedad, ya que en los expedientes de responsabilidad civil no aparece), el Cura Párroco y el Comandante de la Guardia Civil. Dichos informes debían recoger Las actuaciones del expedientado antes y después del 18 de julio de 1936. A estos testimonios conductuales y patrimoniales se añadían también los de tres testigos de solvencia moral. Una vez conocido el resumen del Juez Instructor se invitaba al encartado a presentar un pliego de descargo donde poder defenderse de las imputaciones. En contadas ocasiones, el Tribunal permitía que el expe­dientado presentara unos testigos de descargo a fin de demostrar su inocencia, aunque por supuesto, Los testigos de cargos prevalecían en La sentencia frente a los de descargo.

Tras el fallo de la sentencia, si el inculpado Lo solicitaba y el Tribunal lo estimaba con­veniente, se podían conceder unos plazos para el pago de la sanción, nunca superiores a cuatro años. Para ello, se entregaba una cantidad de dinero en efectivo y el resto pendiente quedaba garantizado por medio de las inscripciones de los inmuebles en el Registro de La Propiedad.

La congestión de algunos juzgados ante tal avalancha de expedientes provocó que la tramitación de algunos de ellos se demorasen varios años llegándose a fallar en fechas posteriores a 1942, año en que se reformó La Ley de Responsabilidades Políticas, con la consecuencia directa de que muchos acusados fuesen declarados insolventes al poseer bienes por un valor inferior a 25.000 pesetas y por tanto, los expedientes quedaron so­breseídos.

Finalmente, esta coyuntura desembocaría en el Decreto de 13 de abril de 1945 que derogaba la Ley de Responsabilidades Políticas y ordenaba suspender la incoación de nuevos expedientes y tramitación de denuncias, no así el fallo de los todavía abiertos y la ejecución de Las sentencias pendientes. Sin embargo, el profesor Manuel Alvaro ve esta medida como algo más que una mera satisfacción del Estado franquista por los resultados obtenidos y cree que el verdadero motivo habría que buscarlo en el contexto internacional y en un intento del régimen por un lavado de cara 4 3. Apenas dos meses más tarde, en junio de 1945 se suprimía el Tribunal Nacional de Responsabilidades Polí­ticas constituyéndose una Comisión Liquidadora. A partir de entonces se irían sucedien­do cada vez más Los sobreseimientos y desde 1947 serían concedidos algunos indultos de manera selectiva. No obstante,aún habría de esperar hasta noviembre 1966, para que los expedientados vieran cómo se promulgaba el decreto de indulto general para las sanciones pendientes de ejecución 4 4 .

43 Para Alvaro, «la derrota del Eje [fascista] abría muchas incógnitas sobre su supervivencia, y una Ley como la de Responsabilidades Políticas no ayudaría, precisamente, a mejorar su imagen frente a los vencedores», en Manuel Alvaro Dueñas, "Por ministerio de la ley y voluntad del Caudillo", La Jurisdicción Especial de Responsabilidades Políticas (1939 -1945), Madrid, Centro de Estudios Políticos e Institucionales, 2006, p. 170. 44 Decreto 2824/1966, de 10 de noviembre, de indulto para extinción definitiva de responsabilidades políticas. BOE, 12 de noviembre de 1966.

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Informe del alcalde de Torrijo al Comandante Militar de Calatayud informado sobre los directivos de las organizaciones pertenecientes al Frente Popular

(AHPZ, Responsabilidades Políticas, caja 5999, carpeta 4)

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Expediente de incautación de Tomás López Vetilla (Informe del Alcalde) (AHPZ, Responsabilidades Políticas, caja 5872, expediente 1)

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Expediente de Responsabilidades Políticas de Máximo Lipe Morales (Sentencia) (AHPZ, Responsabilidades Políticas, caja 5871, expediente 9)

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA

EN TORRIJO DE LA CAÑADA

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

I Félix Aguaron Gracia

Hijo de Venancio y Juliana. Su padre era mudo y así fue como heredó el apodo de "el Mudo". De familia humilde y trabajadora, ayudaba a sus padres en cualquier tipo de fae­nas relacionadas con el medio rural. Era el mayor de cinco hermanos y con sus apenas 19 años tenía un complexión muy fuerte, que le hacía aparentar aún más edad.

Félix Aguaron fue el encargado de Llevar una nota secreta desde Torrijo hasta Ateca donde se anunciaba a las autoridades atecanas que ya podía subir el camión a Torrijo porque estaban los hombres "preparados". En mitad del trayecto, Félix, que era analfabe­to, se encontró con una persona que Leyó dicha nota y paralizado por el terror, regresó a Torrijo sin entregarla. Según los testimonios encontrados, existen dos versiones acerca de quién era su compañero en la entrega de dicha carta. Por un lado, está La de quienes defienden que Félix Aguaron marchó junto a Nicolás Máñez Martínez y por otro, los que defienden que fue Andrés Portero el que acompañó a Félix en aquella entrega.

Detenido en su casa del barrio de Los Gitanos, fue apresado en los calabozos de Torri­jo. Al día siguiente, La Guardia Civil Lo sacó del calabozo y se lo llevaron en un camión con dirección a Calatayud, supuestamente al Barranco de la Bartolina. Allí se intentó escapar y según se recuerda en el pueblo, Félix Aguaron soltó una patada fortísima en los testículos a uno de Los guardias civiles que le custodiaban que llegó a producirle La muerte,extremo no corroborado.Portal motivo,se dice que a la hora de fusilarlo,se en­sañaron con él y antes de asesinarlo, le propinaron una tremenda paliza. Malherido, sus asesinos tardaron bastantes minutos en darle el tiro de gracia para que se mantuviese con vida y sufriese al ver el macabro espectáculo a su alrededor.

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I Lucas Julián Calahorra Latorre

Nació el 18 de octubre de 1903 en Torrijo de La Cañada en el seno de una familia humil­de. Su padre, Bernabé, era jornalero y su madre, Lorenza, regentaba una pequeña tienda en el patio de su casa donde vendía desde vajillas de porcelana o telas hasta chucherías.

AL pequeño "LuquilLas",como se le apodaba,a pesar de su gusto por La escritura y la lectura, Las necesidades familiares Le obligaron a dedicarse a las faenas agrí­colas. Desde aquel momento, Lucas fue consciente de las desigualdades económicas y sociales de la época y siempre tuvo como objetivo erradicar esa injusticia.

Siendo mozo, Lucas se había fijado en Higinia, La hija de unos Labradores acomodados del pueblo y aprove­chó su trabajo de jornalero para entrar a trabajar en casa de esa familia y así poder pasar más tiempo al Lado de Higinia. A pesar de que el padre de Higinia, Félix, pretendiera un mejor partido para su hija, lo cierto es que, madre e hija lograron que accediera al enlace que tuvo lugar en la Colegiata del Santo Se­pulcro de Calatayud el primero de octubre de 1927.

Lucas e Higinia se trasladaron a vivir al número 23 de La calle del Olmo de Torrijo y de ese matrimonio

nacieron dos hijos, Eulogio y Félix. Con el paso del tiempo, y fruto del trabajo y de la ayuda de su suegro, la joven familia pudo comprar algunos terrenos y así no tener que depender de Los trabajos ofrecidos por los caciques del pueblo.

Siendo consciente de La dura realidad que asolaba Torrijo de la Cañada, Lucas Calahorra entró a formar parte de la Casa del Pueblo, un centro socialista donde se reunían per­sonas de izquierdas para intentar buscar soluciones a esa crítica situación. Su acerca­miento a la política hizo que tanto su esposa como sus padres y suegros le Llamasen la atención y le advirtieran que "la político es para los políticos", que no se metiera allí "que no se le había perdido nada".

La buena caligrafía y sus dotes para La lectura hicieron que sus compañeros de la UGT Le nombraran en 1936 vicesecretario de La organización sindical. Este nombramiento sería su sentencia de muerte tras la represión seguida a la sublevación militar.

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

En septiembre de ese año, una noche, aL pie de un olmo, se hallaban conversando tran­quilamente Lucas Calahorra, su primo José Martínez y sus amigos Pedro Gerencia y Pedro José Máñez. Lo que menos podían imaginar es que desde una ventana alguien los estaba escuchando y que dicha persona no tardaría en ir a contar lo que había oído a las nuevas autoridades locales. Cuando en el Ayuntamiento se enteraron de la conversación gracias al chivatazo, las autoridades dijeron, según Ana Calahorra, "¡Eso hablaban, los pobrecillos, no harán gala de comer con los jornales que nosotros les demos!".

La Guardia Civil se presentó en su casa avisándole de que se presentasejunto a sus ami­gos denunciados,en el Ayuntamiento. Su esposa Higinia le recomendaba, entre lágrimas, que se escondiese o se escapase del pueblo, temiendo que Le ocurriese lo mismo que al vecino Constantino Felipe Gascón, que lo habían asesinado en las afueras del pueblo.

De camino al Ayuntamiento se encontró con Pedro y José a Los que Les intentó convencer para huir por temor a que Los matasen a ellos también pero le convencieron de que no Les iba a pasar nada porque ellos no habían hecho daño a nadie. Una vez en el Ayunta­miento, fueron detenidos y trasladados en una furgoneta negra, al Mercado de Abastos de Calatayud,que desde el comienzo de la guerra servía como prisión provisional donde se hacinaban los primeros detenidos y en donde coincidirían con sus convecinos Daniel Martínez Bas y Dionisio Vela Torrubia.

El primo de Lucas, el también detenido José Martínez, pudo escaparse de la cárcel por­que su cuñado conocía a un guardia civil. Desde entoncesjosé Martínez,fue apodado en el pueblo como "el Libradillo".

Hacinados en aquel fatídico Lugar, dormían en el suelo en catres de paja entre parási­tos, estaban mal alimentados e incluso llegaron a ser maltratados físicamente, como el propio Lucas, que en el momento de ser recluido en prisión,fue duramente golpeado en medio de la espalda por un guardia con La culata de su fusil. De este dolor en La espalda se quejó durante todo su cautiverio.

La única noticia que tenemos del paso de Lucas por el Mercado de Abastos de Calatayud es la publicación de su nombre como donante a la causa nacional y que aparecería en el Heraldo Bilbilitano de 24 de septiembre de 1936. En ese periódico, se afirma que su aportación a la Suscripción Nacional para el ejército fue de 25 céntimos.

Lucas Calahorra cumpliría Los 33 años en prisión. Ese cumpleaños, tildado en sus cartas desde La cárcel, como "el más triste de mi vida", sería el último. Ese mismo día, el 18 de oc­tubre de 1936,fue cuando su familia recibió La última postal desde el Mercado de Abastos.

Sin poder precisar ni el día ni el lugar exacto, Lucas Calahorra, sería asesinado. Las balas que acabaron con su vida también silenciarían la de su viuda y la de sus dos hijos, quie­nes tras el triste suceso, marcharon a vivir a casa de los padres de Higinia en el mismo Torrijo de La Cañada.

Como a tantos otros vecinos, La Comisión Provincial de Incautación de Bienes Le incoó, post-mortem, expediente de Responsabilidad Civil eL 24 de junio de 1938. En él, fue

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calificado por las autoridades locales como "propagandista del marxismo, laborando de modo inconcuso a provocar disturbios y situaciones críticas. Era muy refractario a La ideología religiosa". El 22 de agosto, el juez municipal, el alcalde y el alguacil se pre­sentaron en el domicilio familiar y estando presente La viuda, se procedió al embargo de todos sus bienes valorados en 3.165 pesetas. Le fueron incautados desde el trigo a recolectar, los bisaltos recogidos, la mesa de comedor, la de cocina, un armario, un espejo, hasta sus cinco campos de Labor.

Finalmente, el 30 de diciembre de 1938 se Le creyó incurso en Los apartados b) y c) del artículo 3o del Bando de 9 de febrero de 1937 y se le impuso una sanción económica por responsabilidad civil de 300 pesetas que pagó Manuel Magdalena, primo hermano de la viuda, en abril de 1939. Además de la sanción, debió hacer frente a las costas judiciales que ascendían a 116,95 pesetas y que suponía un lastre más tanto para la economía de La familia como para su moral.

En 1950, Higinia Portero solicitó la devolución de la sanción y la Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas, en auto de 28 de febrero de 1952, acordaba devolver a los herederos de Lucas Calahorra Las 300 pesetas que fueron satisfechas en pago de la responsabilidad civil declarada contra el mismo.

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I Jacinto Cambronero Martínez

Hijo de Lucas y Jerónima, nació el 10 de febrero de 1900 en Torrijo de La Cañada. Estuvo casado con Tomasa López Torrubia y fueron padres de cuatros hijos HermenegiLdo,ÁngeL, ManueL y Nati.

Aunque en su expediente de quintas de 1921 se indicaba que no sabía Leer ni escribir, Lo cuaL no era nada extraño para aquelLa épo­ca, esto no Le impidió que sus preocupaciones sociaLes Le acercasen a Los ideaLes sociaListas y en 1933 obtuvo eL cargo de vocaL dentro deL sindicato UGT.

Un día de aqueL Loco verano de 1936, fue denunciado por uno de Los caciques Loca¬Les. Dos jóvenes deL puebLo fueron a su casa para detenerLo pero Jacinto no estaba en casa porque había ido a visitar a su madre. Su es­posa Tomasa, marchó corriendo a casa de su suegra para advertir a su marido deL peLigro que corría si se quedaba en eL puebLo. Pero Jacinto hizo caso omiso pues estaba tranquiLo ya que no había cometido ningún delito. Así pues, marchó a La plaza donde los jóvenes le estaban esperando y fue detenido y subido a un camión.

Según su hijo Manuel, fueron a Munébrega con La esperanza de verlo todavía con vida pero cuando llegó,ya Le habían asesinado junto a varios convecinos.

Hay testigos que afirman que al subir Jacinto al camión donde se Lo llevaban le dije­ron que le dejarían escapar. Esta actitud parecía ser un guiño a la buena relación que siempre había mantenido Jacinto Cambronero con La Guardia Civil,y por supuesto, era Lo único que Le podía mantener con vida.

Cuando fueron trasladados a Munébrega, los detenidos bajaron del camión y fueron dis­parados a pie de una zanja no muy profunda de manera que tras el impacto de la bala cayeron directamente en ella. La crueldad de los asesinos hizo que no se molestaran

Tomasa con sus hijos Hermenegildo, Ángel y Manuel, en 1934.

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en tapar La zanja deL todo y fue gracias a La intervención de una persona de Torrijo que residía en Munébrega por Lo que pudieron ser enterrados en La tierra tras decir que "no voy a consentir que la gente de mi pueblo sea pasto de los buitres y de las alimañas". Según La fecha registrada en eL Registro Civil, su muerte se produjo el 28 de octubre de 1936.

La Comisión Provincial de Incautación de Bienes le abrió expediente de Responsabilidad Civil el 24 de junio de 1938.Apenas un mes después,el 30 de julio,se dictaba diligencia de embargo y ante la mirada impotente de su viuda, le fueron incautados todo el trigo, cebada y avena a recolectar, tres medidas de lentejas, un macho mular viejo y cojo; una cabra vieja, una cómoda usada, seis sillas de anea, una mesa camilla con hule usada, una mesa de cocina, un arado de hierro, cuatro campos, dos parcelas de monte, dos viñas, su casa en La calle Despeñaderos y una habitación en la calle de Las Losas. De todos los bienes quedó nombrado administrador el vecino Mariano Portero Laguna.

Si bien en un primer momento, fue multado con 300 pesetas por la Comisión Provincial de Incautaciones con fecha 23 de enero de 1939,el hecho de que La sentencia definitiva no llegase a aprobarse antes de la creación de La Ley de Responsabilidades Políticas hizo que se dictase una nueva sentencia el 9 de junio de 1941 donde se Le calificaba como "afiliado a La UGT, propagandista del Frente Popular, figura como desaparecido" siendo multado a 5 años de inhabilitación absoluta y aL pago de 150 pesetas que pagó su viuda Tomasa, quien también hizo frente al pago de Las costas judiciales que subían 70,35 pesetas. Tras el pago de sanción y costas, eL 5 de noviembre de 1941 fueron alzados Los embargados trabados sobre Los bienes.

Como en tantos otros casos de viudas, La labor ejercida por Tomasa para sacar adelante a sus cuatro hijos fue encomiable. Tomasa, tras la muerte de Jacinto, padeció una enfer­medad con la que su cuerpo se Llenaba de salpullidos cuyos picores le impedían trabajar pero aun así, su coraje sobrepasaba su doble dolor. Trabajando, y haciendo frente a Los pagos de Las sanciones, en 1950 solicitó que La Comisión Liquidadora de Responsabili­dades Políticas le devolviera la sanción, lo que consiguió en enero de 1952.

En 1964, según le habían contado a su hijo Manuel Cambronero hace unos años, llega­ron a Munébrega varias personas con la intención de exhumar Los restos de "La finca de Los muertos" (como era conocido eL lugar donde se produjo el asesinato de Jacinto), y llevarlos a "Tierra Sagrada". Por ello, tanto el alguacil como el enterrador de Munébrega, desenterraron Los restos de catorce personas y Los metieron en varias urnas siendo pos­teriormente trasladados aL Valle de los Caídos.

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I Eusebio Cid Martínez

EL 30 de noviembre de 1936 se apagaba La vida de Eusebio Cid Martínez. Las balas de calibre 9mm. disparadas por las autoridades rebeldes contra el cuerpo de este jornalero hicieron que su esposa María Martínez Miguel se convirtiera en viuda y que sus cinco hijos se quedaran huérfanos de padre.

En el momento de su muerte,según su inscripción mortuoria,tenía 53 años. Había naci­do en Torrijo, donde residían sus padres Manuel y María. Su familia estaba formada, ade­más de por su mujer María, por sus hijos Constantinojosefa, Francisca, Nieves y Sotera; y residían en una casa de la calle del Temple, propiedad de Los suegros de Eusebio, razón por La cual, no Le pudieron embargar a la viuda.

En la primavera de 1936, Eusebio había entrado a formar parte de La directiva de La UGT, ocupando el cargo de vocal. En La revista socialista Vido Nuevo, en su número del 4 de abril publicaba un artículo sobre la victoria electoral del Frente Popular donde decía:

Las manos del campesino. Con regocijo y gran entusiasmo recibimos la República, como correspondía a todo ciudadano, porque con ella se hablaba de justicia. Los ricos prometieron desprenderse de sus tie­rras para el hombre que las trabajara; también ofrecieron ropas para librarnos del frío y alimentos para que ninguno tuviera que mendigar por pueblos y ciudades. Todo esto ha sido falso, mentira. Todo han sido promesas. Los derechistas, que en los años 1934 y 1935 han gobernado, no se han dado cuenta o no han querido dársela, que las piedras angu­lares que sostienen Los cimientos del magnífico edificio de España son Las toscas y encallecidas manos del labrador, que es el que sufre y con­tinuamente lucha con el trabajo para todos y nadie hace nada por él.

Y siendo el campesino quien cultiva el trigo, fruto sagrado y principaL para la sociedad, Las derechas le oprimían con impuestos elevados que no puede pagar. Puesto que nada hay más sagrado que el trabajo, la hipocresía de las derechas de Gil Robles no le han beneficiado, desli­zando las enormes leyes que Lo escLavizan y por esta razón vemos eL magnífico edificio que sostiene al mundo entero convertido en La más mísera ruina. Aquí sóLo han apoyado al poderoso, a los grandes fabri­cantes de industria y han dejado morir de hambre en la calle al pobre que por un reducido jornaL, con el sudor de su frente regaba la tierra para hacer crecer las haciendas de Los ricachones, y el pobre, cansado de trabajar, fué correspondido con La mendicidad y La cárcel. ¿Y todavía

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vienen esos gilrroblistas, que tanto alardean de caridad y de justicia, a mendigar nuestros votos, cuando no han tenido entrañas para socorrer al pueblo con una gota de agua?

En el año 1935 hemos visto escenas muy tristes, que rasgan el corazón; como rebaños de ganados que suelta el pastor del corral o paridera, hemos visto infinidad de obreros por los caminos, que abandonaron sus hogares y se dirigían de un pueblo a otro implorando la caridad y mendigando el trabajo, pero éste no lo encuentran. Las derechas po­dían haber evitado esto y no Lo hicieron. Ese pequeñito Gobierno de poco pelo, el que quiso matar nuestra España para enterrarla en Astu­rias, el que encarceló treinta mil inocentes hermanos haciéndoles su­frir el terrible dolor de calabozo, sin otra mancha, sin más pecado que el de querer volver de volea la corrompida semilla que las derechas o, mejor dicho, la banda de feroces y carnívoras hienas, sembraba. Ese Gobierno Logramos despedirlo a fuerza de saLivazos el 16 de febrero para que jamás vuelva.

Nuevamente, el 25 de abril, Eusebio Cid escribía otro artículo titulado "Emigran 355 vecinos por hambre" y donde explicaba cómo varios centenares de vecinos de Torrijo habían tenido que marchar del pueblo para buscar trabajo en otros lugares y criticaba la injusta distribución de La tierra. Una tierra que, en muchos casos, se encontraba yerma mientras cientos de familias se morían de hambre.

Aquel triste día de noviembre, se llevaron a Cetina a Eusebio y a varios convecinos más. Ese día fue la última vez que detuvieron a gente en el pueblo. Ese día comenzó el silen­cio. Y el miedo. Y Los embargos.

Eusebio Cid fue expedientado por Responsabilidades Civiles y multado con 250 pesetas y 114,40 pesetas más de costas, que tuvo que hacer frente su viuda. De su casa de la calle del Temple, y hasta que pagase la sanción, las autoridades se incautaron de todo el trigo, avena, cebada, patatas y judías a recolectar, un macho mular, un tocino, una mesa con cajonera, tres campos de secano, dos de regadío y una huerta.

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IAntonio Cid Pacheco

Nació una mañana del 6 de agosto de 1906 en Torrijo de La Cañada. Hijo de Gregorio y Cecilia,trabajadores deL campo.y cuyo oficio siguió desempeñando.

Apodado como "eL Tamboritero", vivía en el Barrio de San Roque y estaba casado con Mauricia Royo. A pesar de que a Antonio Le gustaban Los niños, como Lo demuestra el hecho de estar siempre bromeando y jugueteando con ellos en La calle, no tuvieron des­cendencia. Era un hombre bastante fuerte y amante de la música.

Durante varios años ocupó el cargo de vocal de la UGT, al que accedió en octubre de 1932. A este compromiso sindical, añadió un nuevo compromiso político y público cuan­do, en marzo de 1936,fue elegido concejal por el bloque frentepopulista.

Avisado de que estaba incluido en la Lista negra confeccionada por las autoridades re­beldes de Torrijo, escapó junto a su compañero Demetrio Polo por los montes cercanos con La intención de pasarse a zona roja. Sin embargo, tras un periplo de varios días, decidieron regresar y a Los pocos días, el 30 de noviembre de 1936, fue detenido en su domicilio por efectivos de La Guardia Civil que lo subieron en un camión y Lo llevaron a Cetina donde sería asesinado.

Como era de esperar con un cargo político deL Frente Popularse le abrió un expediente de Responsabilidad Civil. En la sentenciare le tachó de "ideas extremistas, afiliado a la UGT, desempeñó el cargo de concejal deL Ayuntamiento de Torrijo al servicio del Frente Popular; realizando además propaganda a favor de tal organización; en la actualidad fi­gura como desaparecido". Se le impuso una sanción de 400 pesetas,aunque constatando la insolvencia deL inculpado, se archivó eL expediente provisionalmente. Sin embargo, el indulto económico definitivo Llegaría el 23 de julio de 1959, es decir, veinte años des­pués de haberle sido impuesto La sanción.

En marzo de 2010, La asociación A.R.I.C.O. exhumó los restos de doce torrijanos asesina­dos en Cetina. Entre ellos, se ha podido constatar gracias a Las pruebas de ADN, que el cadáver número 2 corresponde a Antonio Cid Pacheco, cuya vida sesgaron con 30 años.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

I Miguel Cid Polo

Labrador nacido el 3 de julio de 1884. Miembro de una familia duramente reprimida por la represión franquista que asoló el pueblo de Torrijo durante aquel otoño de 1936. Mi­guel fue asesinado, como le ocurrió a su sobrino Antonio Cid Pacheco. Su hijo Honorato, fue detenido tras la guerra y condenado en consejo de guerra a una pena de seis años de prisión por el delito de auxilio a la rebelión. Su otro hijo, Saturnino, consiguió huir de Torrijo pero al poco tiempo fue detenido y encarcelado en Sevilla. Para completar el drama familiar, a otro pariente llamado Eusebio Cid Martínez, también se le aplicó la máxima pena.

Casado con Leonor Gómez Martínez,tuvo cinco hijos: Saturnino, Matilde, Honorato, Félix y Tomás.

Vinculado al ideario socialista, ocupó cargos directivos en el sindicato UGT, donde fue presidente entre 1932 y 1933-1935. Precisamente estos años fueron unos de los de más agitación política y social puesto que se consiguió hacer efectivo un reparto de tierras entre los vecinos del pueblo, aunque para ello fuese necesario denunciar una práctica ilegal de los caciques del pueblo y deshacer un acuerdo anterior por el que estos ca­ciques habían conseguido la mayor parte del terreno cedido por el Gobierno. Quizá el desgaste político y personal que le acarreó todo este trámite.y puede que la creación de enemigos en el pueblo, hicieron que Miguel Cid se apartase de la vida política y sindical cesando en la presidencia ugetista.

Su participación en ese reparto de La dehesa y su postura contraria a Los caciques del pueblo pudie­ron ser los motivos de esa violencia ejercida contra la familia Cid, y el nombre de Miguel fue escrito en la temible lista negra cuyos figurantes estaban sentenciados a muerte.

Después de muerto, fue multado con 300 pesetas por Responsabilidades Civiles. Hasta hacer efectivo el pago, como era costumbre, se embargaron sus bienes: una casa en "La Losa", tres viñas, un yermo

y una parcela de monte. De bienes muebles no pudieron incautarse gracias a que su esposa Leonor pudo llevárselos antes del saqueo.

Torurujo oe la c a ñ a d a Pm&ate. M«pxÍ Cié Pela, VìccpteÀ&xtW, Af?*»»n L'tpc Mwak*. Stentano, Dcwino Polo Meline*». Vk*M<Mt*fi*, ConüuAUiO F d * * Gatean. X<*oprro, Jkan P<Ao Moiiocn», Canuda*» Suumirtó Cid GMKX, Vocales: Lázaro Gd Peía. ¡«tinta Cwa-

brooero Martí»**, Lutt Polo Nioiim», Jvaa Clctf» y Antool» Ci4 Pacheco.

Directiva de la UGT {Vida Nueva, 18.02.1933)

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

I Gabriel Pedro Clerencia Muñoz

Labrador nacido el 18 de marzo de 1890 en Torrijo de la Cañada, hijo de Juan Clerencia y de Margarita Muñoz. Tenía varios hermanos que se dedicaban al pastoreo: Andrés re­sidía en Bijuesca y Juan José, Cándido y Mauricio, junto a su madre Margarita, lo hacían en Villarroya de la Sierra.

El 1 de mayo de 1916, cuando contaba con 26 años, contrajo nupcias con Concepción Royo Peña, cinco años menor que él, y de cuyo matrimonio nacieron tres hijos: Carmelo (1917-1993), Alejandro (1920¬1944) y Martina (1922-1997).

En 1929, Concepción cayó gravemente enferma debido a una infección intestinal aguda, y para su curación, necesitaba un medicamento que había sido descubierto un año antes, por lo que no era fácil conseguirlo: la penicilina. A pesar de todos los esfuerzos que realizó Pedro Clerencia porque no le faltase el medicamento, llegando casi a arruinarse, su esposa falleció.

En mayo de 1931, fue nombrado Juez Municipal suplente y años después, se afiliaría al partido de Izquierda Republicana aunque no llegó a ejercer ningún cargo político.

Una noche de septiembre de 1936, Pedro Clerencia se encontraba conversando con sus amigos José Martínez, Pedro José Máñez y Lucas Calahorra. Alguien escuchó dicha conver­sación marchando a denunciarlos ante las autoridades locales. Al día siguiente eran dete­nidos y trasladados al Mercado de Abastos de Calatayud. El periódico Heraldo Bilbilitano,en su ya mencionada edición del 24 de septiembre de 1936,publicaba junto al de otros presos, el nombre de Pedro Clerencia Muñoz como donante de 25 céntimos a la Causa Nacional.

Tras su detención,sus hijos,de 19,16 y 14 años,se quedaron en casa de unos tíos.Al poco tiempo, Carmelo fue internado en un seminario de jesuítas, Martina fue Llevada junto a su abuela Margarita a Villarroya de La Sierra; y Alejandro se quedó con su tío Francisco y más tarde ingresó voluntario en el Requeté Aragonés. Según cuenta Mariluz Abad, nieta de Pedro Clerencia,"esta separación de los hermanos fue terrible y muy traumática".

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

Desde su cautiverio, Pedro escribió a su familia varias cartas entre las que se conservan cuatro, con fechas de 27 de septiembre, y 2, 8 y 15 de octubre. A partir de esta fecha se cortó la comunicación entre Pedro y su familia y se temía Lo peor. La hipótesis que cobra más fuerza es que Pedro Gerencia Royo fuese asesinado en el Barranco de la Bartolina, en una de las "sacas" que tuvieron lugar en Calatayud en fechas cercanas al 20 de octu­bre.

Tras su muerte, le fue abierto un expediente de Responsabilidad Civil donde se le san­cionó con 300 pesetas y 119,25 pesetas más por costas judiciales. En Los informes emi­tidos por las autoridades locales se indicaba que Pedro Gerencia "debido a su cultura y afinidad con los elementos del Frente Popular, propagó las ideas marxistas, gozando de gran influencia en sus centros directivos" y además, según escribía el guardia civil Romualdo Ruiz, Pedro había dicho que "si ganaban ellos cortarían La cabeza a la Guardia Cívica".

Como era de esperar, su patrimonio, formado una cómoda, dos mesas de cocina, una co­llera, seis sillas de anea, una casa en la calle del Olmo, un campo de secano, un corral en la calle del Olmo y dos yermos, fueron embargados y administrador por el vecino Benig­no Serrano Lacarta. En vista de que La sanción no se hacía efectiva, el Juez Civil Especial de Responsabilidades Políticas ordenó la venta en pública subasta de todos los bienes. La primera de ellas tuvo lugar el 21 de diciembre de 1939 y la segunda, el 11 de abril de 1940. Ambas terminaron sin pujadores por lo que el Estado se adjudicó Los bienes y or­denó a Benigno Serrano que nuevamente Los administrase.Afinales de 1940,la cantidad que se había conseguido por rentar tanto la casa como Las fincas, no cubrió la sanción.

Finalmente, en vista de que el pago de La multa no iba a poder efectuarse, y debido en parte a la Ley de Reforma de la de Responsabilidades Políticas de 19 de febrero de 1942, el Juzgado de Instrucción de Ateca dictó un auto de sobreseimiento del expediente con fecha de 11 de mayo de 1944.

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

I Constantino Felipe Gascón

Nacido el 11 de marzo de 1905 e hijo de Paulino y Leónides. De profesión, peón camine­ro. En 1926 fue llamado a quintas y formó parte del 10° Regimiento de Artillería Ligera de guarnición en Calatayud, donde obtuvo el grado de cabo.

Era una persona muy reivindicativa. Uno de los temas que Le suscitó preocupación fue La necesidad de re­poblar La Sierra lo que permitiría que hubiese jorna­les para los parados que no tenían trabajo. Otro tema que reivindicó con bastante interés fue la colocación del buzón de correos en un lugar público a la vista de todo el mundo, con el único acceso del funcionario de correos Lo que supuso un aumento de la confidencia­lidad puesto que hasta entonces el correo se dejaba en un local del Ayuntamiento pudiendo ser husmeado por todo el mundo hasta el momento en que se re­cogiese La correspondencia. Quizá este interés por la confidencialidad de las cartas era debido a su afición por escribirlas. Sus hermanas Lo recordaban por sus trasnochadas escribiendo cartas a La luz de un candiL y dirigiéndoselas, entre otros a un tal "Largo Caballero".

En la ejecutiva de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra de UGT, que se constituyó en febrero de 1933 en Torrijo.fue nombrado vicesecretario. Era conocido por "el Caminero" apodo derivado de su profesión, como su padre y también por "el Chocas" mote de la familia. Según algunos testimonios parece que realizó algunos pronuncia­mientos públicos exponiendo sus ideas y eL más documentado hace referencia a una intervención el 5 de agosto de 1936. En la carretera, junto a la fuente y frente al Local de Acción Ciudadana se alzó sobre un montón de piedras y se dirigió a los vecinos allí congregados hablando en contra de Los ricos y pidiendo a los vecinos que no dejasen marchar a sus hijos al frente al servicio de los insurrectos contrarios a la República. Con ello alcanzó otro nuevo apelativo "el Orador improvisado".

Constantino fue consciente desde el mismo momento en que pronunció el discurso de lo que este acto podía suponerle. Así pues,tras su proclama marchó hacia la casa de su novia para despedirse y le dijo "sé que me van a matar, pero no me importa ¡es por decir ta verdad!".

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El día de su muerte, el 28 de agosto de 1936, se presentaron en la plaza del pueblo unos guardias civiles en un taxi y un camión y tras conversar con algunos vecinos que les esperaban partieron en busca de Constantino. Este se hallaba trabajando en un corro en el paraje del Barranco de las Minas, y hasta allí corriendo campo a través llego un joven que le avisó "vienen los guardias Civiles para matarlo". Constantino tranquilizó al joven y le dijo que no quería escapar, pues prefería sufrir las consecuencias antes de que tomaran represalias sobre su familia, y "mientras los esperamos nos echamos un cigarro". Cuando a lo lejos divisaron a la comitiva Constantino se despidió del joven y le dijo "quédate con la petaca, que a mí ya no me hará falta".

Cuando llegaron los que le buscaban se adelantó un vecino del pueblo "el Forestal" y llamó a Constantino para que cruzara el río y cuando se encontraron con la Guardia Civil, éstos lo condujeron por el Barranco de las Minas a unos 200 metros de la carretera, has­ta un recodo. Allí les dijo "Motadme cuando queráis, sólo lo siento por mi madre". Delante de él cavaron la fosa y ofrecieron vendarle los ojos pero prefirió ver la cara de sus ver­dugos, mirar directamente a la muerte. Le dispararon un tiro en cada pierna y finalmente lo remataron con otros tres disparos.

La vileza humana puede alcanzar límites insospechados y una vez que el cadáver de Constantino estaba ya en la fosa aún se mofaron y para mayor escarnio, el enterrador, antes de echarle la tierra encima, cogió una pesada piedra y se la lanzó a la cabeza apun­ta ndoquee ra "para que no se escapase".

Rápidamente la noticia corrió por el pueblo, pero nadie se atrevía a comunicárselo a la familia. Finalmente, cuando se enteraron sus hermanas, salieron corriendo hacia el Lugar del asesinato, pero unos vecinos Las detuvieron en la cuesta del tío Romero y les impidieron salir del pueblo.

Constantino Felipe Gascón tuvo el triste honor de ser el primer vecino de Torrijo ase­sinado por la represión franquista y el único en ser enterrado dentro del mismo. En el registro civil de Torrijo consta "muerto a disparos de la Guardia Civil".

Varios testimonios han señalado el lugar donde está ubicada la fosa y tras diversos in­tentos, por parte de la familia, de localizar sus restos no ha podido ser encontrado. Entre estos testigos se hallaba Isaías, quien relataba que siendo mozalbete y durante varios años ayudaba en el laboreo de una viña del enterrador de Constantino y que éste, cada vez que pasaban por delante de la fosa no podía reprimirse y exclamaba "ahí está enterrado El Chocas".

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I Bruno Garcés Bacarizo

Nació en Torrijo de La Cañada. Con apenas 21 años se casó con Antonia Ruiz Martínez, de cuyo matrimonio nacieron Isidro, RéguLa, Segundo, Felisa, Teresa y Ana. Se dedicaba a Las faenas agrícolas trabajando en sus pequeñas propiedades y en Las de Los grandes terratenientes LocaLes para así poder compLetar un jornaL digno que LLevar a su famiLia. Pero además de eLLo, después deL trabajo daba cLases a personas mayores que no sabían Leer ni escribir. Tenía dos grupos a Los que Le daba dase de diez a doce de La noche. Lo hacía sin cobrar nada por eLLo y La gente Le correspondía LLevándoLe comida, gaLLinas o alfalfa, es decir, Lo que tenían en cada momento.

Según recuerda su nieta Antonia de Las conversaciones con su padre, "tenían en la casa una habitación muy grande Llena de libros con una mesa grande en el centro y unos bancos y allí daba las clases". De todos esos libros, Antonia guarda solamente uno que Le dio su padre: Historia de la Humanidad. Es un Libro muy viejo que ella guarda como un tesoro que La une a su abuelo.

Como La mayoría de Los habitantes de Torrijo, estuvo afiliado aL centro de La UGT Lo que Le sirvió para ser incluido en esa temible lista negra de izquierdistas a Los que la represión franquista se Llevó por delante. El día 27 de octubre, Bruno se encontraba en La cama debido a un fuerte catarro. Le avisaron de que bajara a La puerta siendo detenido junto a varias personas y Llevado en un camión a Munébrega donde fue asesinado.Tenía 53 años.

La violencia sobre La familia no se terminó con el asesinato de Bruno Garcés, sino que en los años posteriores fue su viuda quien tuvo que hacer frente a otro tipo de violencia, como por ejemplo, eL embargo de sus bienes mientras sacaba adelante a sus hijos o ver cómo su hijo Isidro era encarcelado en eL Penal del Dueso y en el Campo de Concentra­ción de Santoña.

A Bruno le incoaron expediente de Responsabilidad Civil por el cual le incautaron todos sus bienes: un asno viejo, una mesa camilla con hule, una mesa con cajón, un casa en la calle José Antonio, una viña, una parcela de monte y un caño de bodega. La administra­ción de éstos recayó en el vecino Benigno Serrano Lacarta, quien pudo ser amonestado por haber permitido que Antonia Ruiz, viuda de Bruno, siguiera residiendo en su casa a pesar de que su condición de pobre de solemnidad no Le permitiese pagar La mensuali­dad. Además de este hecho, fue nuevamente advertido por haber vendido sin autoriza­ción judicial eL asno embargado para hacer frente al pago de una parte de La sanción, la cual ascendió a 250 pesetas más casi 100 pesetas de costas judiciales.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

La tardanza en pagar La sanción y costas hicieron que eL Juzgado Civil EspeciaL de Res­ponsabilidades Políticas de Zaragoza ordenase la venta en pública subasta de los bienes incautados. Sin embargo, tras dos subastas en diciembre de 1939 y en abril de 1940, no hubo postores y por tanto, los bienes pasaron a ser propiedad del Estado.

El dinero obtenido por la venta del asno, lo poco que se había podido obtener por el alquiler de la viña y el pago de 162 pesetas por parte de Leoncio Muniesa Lozano,yerno del asesinado, hicieron que el 26 de agosto de 1941 fueran alzados los embargos. Años después, Antonia Ruiz, cuando contaba con 75 años, falleció ahogada en la Balsa del Molino, en una finca particular de Torrijo.

Lo último que la familia supo de Bruno fue que lo habían enterrado en Munébrega. Bas­tantes años después, un hijo del fallecido bajó a Calatayud y un guardia civil que escu­chó que era de Torrijo, se le acercó y le contó que habían abierto La fosa de Munébrega para Llevar Los restos al Valle de Los Caídos. Según transmite su nieta Antonia, uno de los cuerpos tenía el traje de pana intacto. En un bolsillo de la chaqueta salió un frasco con medicación para inyectar y un papel en eL que estaba escrito el nombre de Bruno. En otro bolsillo, una navaja con Las iniciales B.G.B.

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IManuel Herrero Martínez

Hijo de Pedro y Silvestra, Leonardo Manuel Herrero Martínez nació el 18 de agos­to de 1893. Apodado cariñosamente como "Manolico" o "Tío Manolico", este labrador casó con Cristina Muñoz Lipe con quien tuvo cinco hijos: Eusebia, Florentino, Fabiana, Isaías y Francisco. A estos cinco había que sumar dos más, que fallecieron a temprana edad.

Manuel Herrero, quien ya ejercía como edil en 1935; tras las elecciones de febrero de 1936 que dieron la victoria a la conjunción frentepopulista,fue nuevamente elegido conce­jal de Torrijo de la Cañada. A este cargo político, habría que añadir su cargo como vocal de Izquierda Republicana y su afiliación a la UGT.

Su detención por la Guardia Civil tuvo lugar entre el 27 y el 28 de octubre de 1936, instantes después de que fuera de­tenido su compañero de partido, Ventura Polo. Algunos tes­timonios cuentan cómo se Lo llevaron detenido atado junto a Eugenio Benigno Sánchez Portero.

Manuel estaba sentado en la puerta de su casa cuando vio llegar a la Guardia Civil con más gente del pueblo que se dirigían hacia la casa de sus padres y se acercó allí para ver qué pasaba cuando le dijeron: "vente con nosotros que tú también estás en la Lista". Seguramente, la Guardia Civil preguntaba por Máximo Lipe, cuñado de Manuel y que de­bía encontrarse huido ya que Manuel había sido llamado días antes al Ayuntamiento donde le interrogaron sobre el paradero de Máximo.

Cuando se lo llevaron, Cristina salió corriendo tras él con un hijo en brazos y otro de la mano. Una vecina, Marciala.se Los cogió y los metió a su casa para que no vieran el horror y el dolor de la escena.

Martín, un hermano de Manuel,fue a Ateca con alguien de la familia de "Los Perales" que poseían una de las pocas furgonetas que había en Torrijo por aquel entonces y fueron al cuartel de La Guardia Civil de Ateca donde Les informaron que Manuel y varios hombres más de Torrijo, ya habían sido fusilados en Munébrega.

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Después de haber muerto, también Le fue incoado un expediente de Responsabilidad CiviL en 1938 y por eL cuaL, se incautaron de su casa en La caLLe de Los Gitanos, de una parceLa de monte, de un campo yermo y de una viña, además de tres mesas, cuatro siLLas, un espejo y una cabaLLería muLar. La sentencia, dictada eL 9 de junio de 1941, califica­ba a Manuel Herrero como "de ideas extremistas, afiliado a la UGT y afecto al Frente Popular con el que fue Concejal del Ayuntamiento de Torrijo y propagandista de dicha agrupación. Figura como desaparecido". Como sanción, el pago de 50 pesetas y 5 años de inhabilitación absoluta.

Para más escarnio, el párroco de Torrijo, Juan Belsué, y actuando como albacea ejecutor testamentario de José Aguaron Torrubia, vecino que fue de Torrijo y acreedor por la suma de 500 pesetas de Manuel Herrero y su esposa Cristina Muñoz, reclamaba en 1938 a la Comisión Provincial de Incautaciones que se tuviese en cuenta que de los bienes embargados al fallecido se pudiesen extraer esas 500 pesetas para entregarlas al Asilo de Ancianos Desamparados de Calatayud, como era voluntad del prestamista.

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IGerónimo Iglesias López

Gerónimo Iglesias tenía 61 años cuando lo asesinaron. Su familia sostiene la tesis de que se Lo llevaron en La última saca que hubo en Torrijo, por lo que se baraja la posibi­lidad de que fuese uno de Los doce torrijanos asesinados en Cetina el 30 de noviembre de 1936.

Sus padres eran Braulio Iglesias y Juana López, y se dedicaba a las faenas agrícolas. Nacido el 30 de septiembre de 1875, se casó con Simona Gascón el 7 de febrero de 1906. Simona, que se casaba en segundas nupcias,aportó al matrimo­nio dos hijos. Además de ello, fruto de Geróni­mo y Simona nacerían cuatro hijos más: Teófilo, Santiago, Feliciano y Paula.

Concienciado con el problema de la tierra y La crisis de trabajo que venía azotando varios pue­blos de la región, Gerónimo Iglesias se afilió a la UGT Llegando a formar parte de su junta directi­va en octubre de 1932, donde ocupaba el cargo de vocal. AL año siguiente, se retiró de la vida política municipal.

En noviembre de 1936, Gerónimo se hallaba en­fermo en su casa cuando escuchó un ruido en la calle y rumores de que Le iban a detener, por lo que Le dijo a su mujer que le dejase La bota que "ése iba o ser el último trago de vino que se

echase". Tras ello, dos guardias civiles y un vecino, quién sabe si el delator, irrumpieron en el domicilio para capturarle. Cuando Simona les intentó suplicar que no se lo llevaran porque se hallaba enfermo, éstos le contestaron: "¡pues que se levante, que pronto se le irá el mal!".

A Gerónimo se Lo llevaron descalzo de su casa. Su mujer intentó colocarle una chaqueta para resguardarle del frío de noviembre, pero los secuestradores Le respondieron fría­mente que "donde iba no le haría falta". Gerónimo desapareció ante Los atentos ojos de su mujer e hijos.

La viuda de Gerónimo Iglesias, Simona Gascón, con sus nietos Petra Millán Iglesias

y Juan Millán Iglesias

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

No se Libró de ser sometido a expediente de Responsabilidad CiviL,y se Le multó con 250 pesetas y 170,36 pesetas de costas. Esto, claro está, ocurrió una vez ya había sido hecho desaparecer por lo que La sanción recayó en su viuda. Simona, enlutada por segunda vez, y con seis hijos a Los que sacar adelante y los cuales fueron su principal apoyo, pagó la multa. Una vez realizado Los pagos.se alzarían Los embargos de sus bienes: cinco ascales de trigo, Las patatas y judías sembradas en "EL Cerrado", un asno viejo con sus aparejos, un tocino de cebo, una cómoda, seis sillas de anea, una mesilla de noche, un espejo, silletas con sogas, un caño de bodega sin vasijas, un campo, un yermo y un campo de regadío. A pesar de esta violencia, la destrozada familia aún pudo mantener en propiedad su casa de La calle del Fonda porque La propietaria era Simona.

En dicho expediente, parece que Las autoridades Locales se pusieron de acuerdo en vi­lipendiar al difunto cuando escribían que "era algo propagandista, pero nadie Le hacía caso porque estaba algo trastornado". Estas palabras escritas por eL párroco Juan Belsué, se asemejaban a las dedicadas por el Alcalde cuando decía sobre Gerónimo Iglesias que "perteneció al centro socialista y era un sujeto que constantemente estaba pendencian­do con todo el que discutía. En cuanto a sus propagandas, nadie Le hacía caso porque daba La sensación continua de estar trastornado. Su obsesión era siempre la de La riña y la pendencia, Lo mismo con Autoridades que con particulares".

Estas graves descalificaciones trataban de conseguir una doble finalidad: por un lado, que la Comisión Provincial de Incautaciones, guiándose por esos informes, impusiera una severa sanción económica al expedientado; y por otra parte, seguir denigrando el alma del ejecutado y ejercer una dura violencia moral contra la familia a través de la difamación. De otro modo no se entiende estas calificaciones para una persona valiente, comprometida con sus convecinos,y que debía de estar demasiado bien en sus cabales, como para enfrentarse a los caciques del pueblo por una cuestión de reparto de tierras y ofrecerse él mismo, junto a seis vecinos más, para aparecer en La escritura de compra­venta de La Dehesa Boyal y a través de la cual, esa tierra se repartía en más de cuatro­cientos vecinos de Torrijo. Aunque eso, quizá, le costó La vida.

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IDemetrio Marcelino Lacarta Arcega

Torrijano nacido el 8 de octubre de 1905, hijo de Manuel y Marta. Ya de muy joven, tras el fallecimiento de su padre, tuvo que dedicarse a trabajar en el campo como jornalero, y gracias a su esfuerzo, pudo sostener a su madre. Este fue uno de los motivos que ale­gó para conseguir la prórroga del servicio militar cuando fue llamado su reemplazo en 1926.

Residía junto a su mujer Regula Palacín Larriba en la calle del MoraL. Los planes de fu­turo en el que se podía vislumbrar el nacimiento de un hijo se vieron truncados de raíz en octubre de 1936.

Según el testimonio recogido a Teresa Lacarta, "cuando regresaba de coger aliagas para asar un tocino, le pegaron una paliza, le multaron con diez duros y le hicieron quemar los pa­peles del Ayuntamiento de Torrijo y a gritar, en medio de la plaza, "mueran los traidores". Por otro lado.su sobrina Cristina, sostiene que ella vio cómo lo sacaron de La cama medio desnudo para detenerlo y que esa imagen diciéndole adiós con la mano, la tiene todavía muy viva. Tenía 31 años.

Según la fecha de desaparición, coincide con las personas que se Llevaron a asesinar a Munébrega el 28 de octubre de 1936.

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IDaniel Lázaro Velilla

Hijo de Francisco Lázaro y Manuela Velilla, nació en Olvés en 1886. Años más tarde se trasladaría a Torrijo de la Cañada donde contrajo matrimonio con Josefa Portero López el 16 de abril de 1910. Daniel tenía por entonces 25 años y Josefa era una jovencísima muchacha de 17 años y aunque el matrimonio no Llegó a tener hijos naturales sí que adoptaron a Julián, un joven del pueblo al que su padre había echado de casa y que este matrimonio acogió como propio.

Daniel Lázaro era un próspero agricultor que llegó a poseer un patrimonio bastante no­table con varias viñas y otros tantos campos, tanto de secano como de regadío. Además de ello, también poseía una casa en la calle San Roque y tres corrales en esa misma calle. Quizá por algún tipo de temor, o por el hecho de no tener descendencia directa, decidió escribir su testamento en junio de 1932 donde declaraba como heredera univer­sal de todos sus bienes a su esposa Josefa.

Según dejó constancia en su testamento, era católico y deseaba ser enterrado en "ecle­siástica sepultura". Sin embargo, cuando el alcalde Paulino González Jodrá informase so­bre su conducta a la Comisión Provincial de Incautaciones, le tacharía de "no compartir la idea religiosa".

En el año 1924, había formado parte de La Unión Patriótica, ejerciendo el cargo de vocal. Desaparecido de la política durante varios años, reapareció tras las elecciones del Frente Popular, cuando fue nombrado primer teniente de alcalde de Torrijo de la Cañada, de cuyo cargo haría posesión el 19 de marzo de 1936. Además de este cargo, Lázaro ejercía también La secretaría del partido de Izquierda Republicana.

El 30 de noviembre de ese año, a La edad de 50 años, sería asesinado en Cetina junto a once vecinos y compañeros de Ayuntamiento y partido político. Sin embargo, su inscrip­ción en el registro civil de defunciones de Torrijo sería dos años más tarde, y en él, se indicaba que falleció en "Lugar desconocido" y por "circunstancias derivadas del Glorioso Movimiento Nacional".

Como era de esperaren junio de 1938 se le incoó expediente de Responsabilidad Civil por el que se Le imponía una sanción postmortem de 600 pesetas más las 125,45 pesetas por costas judiciales. La Comisión Provincial de Incautaciones, para asegurarse el cobro de La sanción, embargaría en agosto de ese año todos Los bienes que habían sido propie­dad del difunto. Estos bienes eran todo eL trigo a recolectar, las judías sembradas, una có­moda, un espejo, una mecedora, dos mesillas de noche, nueve sillas de anea, doce sillas

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

de madera, una mesa de cocina con hule, una máquina de coser, un sofá, un espejo con marco dorado, una mesa cuadrada, un Lavabo, una mesa camiLLa con hule, seis sillas de madera, un armario comedor con vajilla, dos sillones, dos campos y una viña de regadío, y otros tres campos y otra viña de secano. La casa familiar situada en la calle San Roque, así como los tres corrales que poseía el matrimonio, fue Lo poco que pudo mantener en propiedad La viuda dado que estaban a su nombre.

La administración de Los bienes embargados provisionalmente recayó en eL alcalde Pau­lino González, quien a su vez, había remitido un informe de conducta a la Comisión Provincial de Incautaciones donde indicaba que el malogrado Daniel Lázaro celebraba las reuniones de su organización en su propia casa. AL mismo tiempo, rompía una lanza a favor del Teniente de Alcalde asesinado cuando hablaba de que era "contrario a La violencia".

La sanción impuesta a Daniel Lázaro fue finalmente pagada por su ahijado Julián Millán Tobajas, quien aparecía como su representante. Alzados pues todos los embargos, en junio de 1939 se procedió al archivo definitivo del expediente.

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ITomás López Velilla

Concejal del Frente Popular nacido en Torrijo el 7 de marzo de 1906. Hijo de Pedro y de Feliciana, pertenecía a una familia a la que apodaban "Rosindos". Desde muy joven se dedicó a las tareas del campo, de las que realizó un paréntesis cuando fue llamado para realizar el servicio militar en 1927.

Cuando regresó al pueblo, este torrijano de pelo negro y ojos azules, se enamoró de una joven muchacha de Bijuesca con la que estuvo a punto de contraer matrimonio. En marzo de 1936, fue elegido, junto con su hermano Julián, concejales del municipio en representación del Frente Popular. A su cargo de edil, un mes después hubo de añadir el de presidente de la UGT. Por tanto, su participación en la política del municipio aumentó durante la primavera de aquel año convirtiéndose en una persona bastante significada.

Tomás López fue una de las personas que en el verano de 1936 figuraría en la lista de "elementos izquierdistas" que habían confeccionado las nuevas autoridades locales y que según ellos, había que eliminar. El 28 de agosto, guardias civiles montados en un camión y en un coche, llegaron a Torrijo con la intención de sembrar el terror. A Cons­tantino Felipe Gascón Lo detuvieron y lo asesinaron en un barranco cercano. Más suerte tuvo Tomás López, que junto a su hermano Julián, se había Logrado escapar corriendo por Las eras y escondiéndose en una cueva conocida como "La Cueva del Tonto". Al poco tiem­po, regresarían al pueblo ocultándose nuevamente en un pajar, pasando desapercibidos.

A pesar de ello, la sombra de la desgracia acechó el 28 de octubre de 1936, cuando nuevamente subió un camión cargado de guardias civiles para em­prender una acción violenta contra torrijanos de izquierdas. Esta vez el destino quiso que la Guar­dia Civil derribase la puerta de su casa. Aunque su madre, Feliciana, negaba que sus hijos estuviesen all í ,fue obligada a entrar en el pajar e ir clavando la horca en la paja. Tomás López fue detenido y trasladado junto a varios de sus convecinos a Mu-nébrega donde posteriormente,fue fusilado.

La Comisión Provincial de Incautaciones le abrió expediente de Responsabilidad Civil en junio de 1938. Las informaciones que emitieron las auto-

Nuevas Directivas TORRIJO DE JLA CAK ADA

Prrókotc, Tottsás López Veíala; vTceprcwJcatc, Dunángo Portero Cuen­ca ; secretarK>, Demetrio Polo Moline­ro ; Yke«4cmario, Lucas Calahorra La* torre; leüortro, Luis Láxaro 3Aekndo; contador, Pascual Gún*z Gimeoo; vu-tak«: Saturnino Cid Carnet, J>»mef Martínez Has, Inocencio Vela Torrub«a y Lu*ctt»s Gd Manóte*. •

Directiva de UGT (Vida Nueva, 04.04.1936)

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ridades Locales condenaron aún más si cabe a La memoria de Tomás López cuando el alcalde Paulino González decía que era:

"destacadísimo en sus propagandas extremistas, muy contrario a La ideología religiosa; en su cargo de Concejal siempre pretendía ir con­tra todo y contra todos Los que representaban el orden, sosteniendo vivas discusiones con eL que era AlcaLde, porque éste no Le consentía LLevar a ejecución sus malvados propósitos. Hacía La gala de presidir La organización de La UGT, proclamado púbLicamente, sus malísimas in­tenciones contra La Guardia Civil y demás personas de soLvencia moraL y orden".

La sanción impuesta fue de 4.000 pesetas, más 211,85 pesetas de costas judiciales. Para asegurarse del pago de la sanción, la Comisión se incautó de su casa en la calle del Olmo, de un campo de regadío en Val de Bijuesca y de otro en Valdechopo.

Debido a que la multa no era satisfecha por ningún familiar de Tomás López, el Juzgado Civil Especial de Responsabilidades Políticas acordó sacar a La venta pública los bienes del expedientado fijándose la realización de dicha subasta para el 26 de marzo de 1940. No obstante, días antes de finalizar el año de 1939, La madre del expedientado hizo efectiva la sanción y Las costas judiciales, alzándose así los embargos trabados sobre Los bienes.

Su hermano Mariano solicitó la devolución de La sanción a La Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas en julio de 1950. Sin embargo, el 27 de marzo de 1952, La Comisión Liquidadora dictaba un auto judicial por el cual se denegaba la devolución de las 4.000 pesetas a los herederos de Tomás López.

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Í Pedro José Máñez Diez

Nacido el 23 de octubre de 1908, hijo de Cecilio y Catalina. Vecino del barrio del Olmo, estaba casado con Carmen Solanas y de cuya unión nacieron dos hijas llamadas Gloria yJosefina.

Dedicado a su trabajo como jornalero, no formó'parte de ninguna organización política o sindical que se había creado en Torrijo.

La historia de su detención está relacionada con la de sus amigos Lucas Calahorra, Pedro Clerencia y José Martínez. Una noche de septiembre, regresaba junto a su mujer de casa de unos familiares cuando al llegar a su barrio se encontró con sus amigos, Los cuales insistieron para que se quedara un rato con ellos a fumar un cigarrillo y a hablar unos minutos.

AL amparo de la noche, esa conversación fue escu­chada por un vecino que al día siguiente ¡ría a de­nunciarles antes las autoridades. El día 14 de sep­tiembre de 1936, Pedro José Máñez, se encontraba durmiendo en casa cuando un ruido le despertó. Elementos de la Guardia Civil golpearon la puer­ta hasta que Carmen, su esposa, Les abrió y ante las preguntas de las fuerzas del orden, les indicó inocentemente que su marido se encontraba en el piso de arriba. Pedro José fue detenido delante de su mujer, embarazada de Josefina, y de La pequeña Gloria de sólo dos años. No le dejaron ni despedir­se de ellas con un abrazo o un beso.

Junto a sus amigos, también detenidos, fue llevado al Ayuntamiento para prestar decla­ración y a la madrugada siguiente, subido a una furgoneta negra y trasladado al Mercado de Abastos de Calatayud. AlLí, Pedro y sus amigos, permanecieron cerca de un mes hasta que, presumiblemente, el 20 de octubre de 1936 fueron sacados de La prisión para ase­sinarlos en el Barranco de la Bartolina. En las cartas que Lucas Calahorra escribía desde La prisión a su familia, recogía las palabras de Pedro José Máñez, que mandaba recuerdos para su mujer Carmen y su hija Gloria.

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En el Listado de presos que habían donado a La suscripción patriótica, publicado en He­raldo Bilbilitano el 24 de septiembre de 1936, aparecía su nombre como donante de 50 céntimos.

Por último, hemos de señalar cómo la oleada de violencia puede cegarse con una familia. Y en este caso Lo hizo con la de Pedro José Máñez Diez, pues también fueron asesinados su cuñado Dionisio Vela, su primo Nicolás Máñez y un cuñado de su primojuan Marco.

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Í Nicolás Máñez Martínez

Nicolás Máñez, más conocido como "Fidel", nació el 6 de diciembre de 1910 fruto del matrimonio entre Manuel y Juliana.

En 1931 fue Llamada su quinta siendo destinado al Batallón de la Caja de Reclutas de Calatayud núm. 67 y al Regimiento de Infantería núm. 20. Cuando se licenció se asentó en el pueblo trabajando como labrador y contrajo matrimonio con Pascuala Marco Sisa-món, con quien tuvo un hijo llamado Elíseo. Pascuala era hermana del también asesina­do Juan Marco Sisamón.

Según la versión de Ana Calahorra, Nicolás Máñez fue, junto a Félix Aguaron, el encarga­do de ir a Ateca a entregar una nota dirigida por Las autoridades torrijanas a las atecanas. Según parece, cuando marchaban hacia allí, no pudieron evitar la curiosidad de ver qué ponía en aquella misteriosa nota y pidieron a un paisano a que les ayudase a leerla. Decía algo parecido a "ya puede subir el camión a Torrijo que ya tenemos a Los hombres preparados". Paralizados por el miedo, decidieron regresar a Torrijo sin realizar lo que les habían encomendado.

Cuando al cabo de los días, ese temible camión subió a Torrijo para Llevarse a una serie de vecinos que figuraban en La lista negra, los nombres de Nicolás Máñez y de Félix Aguaron también fueron incluidos. Un precio demasiado caro por no haber entregado un papel.

Nicolás había caído enfermo tras regresar de Ateca y precisamente, fue sacado de su cama a la hora de ser detenido. En aquel momento, su cuñado Juan Marco Sisamón tam­bién se hallaba en la casa y fueron capturados Los dos juntos. Nicolás fue asesinado en Cetina el 30 de noviembre de 1936.

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I Juan Dionisio Marco Sisamón

Fruto del matrimonio formado por Dionisio Marco y Eugenia Sisamón, nació una mañana del 8 de febrero de 1908. De profesión jornalero, sabía leer y escribir y según su cartilla militar, poseía "aire marcial". Fue llamado a quintas en 1929 en La Caja de Reclutamiento de Calatayud núm. 67 y fue destinado al Regimiento de Infantería Galicia núm. 19.

Se casó con Evarista Ibáñez y se trasladaron a una casa en la calle del Temple. No se le conoce afiliación política y quizá la causa de la muerte tuvo que ver por rencillas perso­nales acerca de una discusión que tuvo lugar en Torrijo de la Cañada a consecuencia de una supuesta mala praxis del médico del pueblo.

Según su familia, fue detenido junto a su cuñado Nicolás Máñez Martínez y los hicieron subir a un camión para, supuestamente, fusilarlos en Cetina junto a varios vecinos de Torrijo. Era el 30 de noviembre de 1936, tal y como quedó registrado en el Registro Civil, aunque el lugar de muerte indique que tuvo Lugar en el Barranco de Valdecelada.

Hay quien afirma que a su mujer Evarista, después de que asesinaran a su marido, la obli­garon a montar en un camión para dar vueltas por el pueblo con el pelo rapado como muestra de lo que les podía ocurrir a las demás mujeres de las víctimas si Las oían llorar. La viuda quedó a vivir con la familia de su marido.

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I Evaristo Marco Tobajas

Nacido el 14 de octubre de 1903, era hijo de Manuel e Isabel. Dedicado desde muy joven a Las labores del campo, fue Llamado a quintas en 1924 por La Caja de Reclutas núm. 67 de Calatayud. En 1925 ingresó en el Grupo de Tropas de Intendencia de MeliLla siendo destinado al Zoco de TeLata,Tafersit,Afrau,Sidi Amar y Tarquist. Cuando regresó a Torrijo de La Cañada se casó con Manuela Diez Palacín de cuya unión nacerían Isabel y Pedro. Manuela, no obstante, había perdido tres niños más que fallecieron al poco de nacer.

Evaristo Marco no aparece encuadrado en ninguna organización política ni sindical por Lo que quizá, el motivo de su muerte, habría que buscarlo más allá de Los meros conflictos ideológicos y se debería conjeturar en buscar su causa en rencillas personales,tan comunes en aquella época en los pueblos.

Lo cierto es que, a pesar de La tormenta de represión que azotó Torrijo durante Los meses siguientes al verano de 1936, a Evaristo Marco no le molestaron hasta noviembre cuando un vecino del pueblo Le avisó de que figuraba en una Lista de personas a las que había que "lle­varse". Evaristo se mostró tranquilo y esperó que pasase la tormenta pero no fue así y se Lo Llevaron de su casa detenido una noche cuan­do estaba sentado tranquilamente en el poyo de su hogar. Según su familia, se Lo llevaron a fusilar a Cetina con La última saca que hubo en el pueblo el 30 de noviembre de 1936.

EL Comandante de Guardia Civil de Ateca Le calificaba en eL expediente de Responsabi­lidad Civil como "muy brabucón y muy contrario a la Guardia Civil y demás instituciones de orden". Este testimonio negativo junto a los nada favorables del alcalde y párroco de Torrijo, dieron como resultado que el Auditor de Guerra, en fecha de 13 de diciembre de 1938, confirmase La multa de 250 pesetas por Responsabilidad Civil. A esto habría que añadir, las 81 pesetas de costas judiciales.

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Su viuda Manuela y sus hijos Isabel y Pedro, de 5 años y 18 meses respectivamente, después del dolor por La muerte de Evaristo, tuvieron que ver cómo le embargaban sus únicos bienes: una cómoda, cuatro sillas, una parcela de monte y una viña vieja. Además de padecer La violencia económica a través de estas incautaciones, también tuvieron que soportar una violencia moral, es decir, eran víctimas de un tipo de acoso durante su vida cotidiana. Para ilustrar uno de estos episodios, su nieta Montse, recuerda cómo su abuela contaba que estando un día lavando la vajilla en la orilla del río, apareció uno de los caciques del pueblo que habían apoyado a Los sublevados, montado en su caballo,y en lugar de cruzar el río por otro sitio, prefirió pasar por encima de donde Manuela tenía secando la vajilla, pisando y destrozando Los platos.

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I Daniel Elias Martínez Bas

Nacido el 3 de enero de 1889, hijo de Andrés y Simona. Estuvo casado con Julia Cid Martínez, hermana de Eusebio Cid, víctima también de la represión franquista que azotó el pueblo de Torrijo. Del matrimonio nacieron dos hijas, Francisca y Julia, que fueron testigos de cómo le arrebataron a su padre con apenas 12 años.

Estañador de profesión,también se dedicaba a las labores del campo. Estuvo comprome­tido durante varios años con el ideario socialista participando en los cuadros dirigentes de la UGT local, siendo vocal del sindicato desde octubre de 1932 y apareciendo nue­vamente con ese cargo en abril de 1936. Sin embargo, la Guardia Civil de Ateca, cuando informaba sobre su conducta en el expediente de incautaciones Le achacó el haber sido presidente de la UGT desde 1932 a 1936.

Poco se sabe del momento de su detención pero nos consta que a finales de septiembre de 1936 aparecía recluido en el Mercado de Abastos de Calatayud junto a otros veci­nos y amigos de Torrijo como Lucas Calahorra, José Martínez, Pedro José Máñez y Pedro Gerencia. En el repetido periódico Heraldo Bilbilitano del 24 de ese mes, figura como dador de 35 céntimos a la Suscripción Nacional. A partir de entonces se pierde su pista. Su inscripción en el registro civil de defunciones de Torrijo, indica que falleció en "lugar desconocido" el 30 de noviembre de 1936. Por tanto, si se diese por buena esta fecha existe una gran posibilidad que fuese asesinado en Cetina. Sin embargo, a los torrijanos asesinados en Cetina se les llevó directamente desde Torrijo por lo que si Daniel Martí­nez ya estaba preso en septiembre en Calatayud, cabe pensar también dos hipótesis: o fue asesinado en otra fecha, o fue Llevado desde Calatayud a Cetina el 30 de noviembre, lo cual es una conjetura bastante inestable.

En junio de 1938 se le abrió expediente de Responsabilidad Civil mediante el cual se le impuso una multa de 400 pesetas. Dicha sanción sería pagada gracias a las rentas conseguidas por la administración de los bienes embargados,esto es,su casa en la calle del Enado, dos viñas y un campo de secano. El embargo de los bienes del expedientado dejó en la más absoluta miseria a su viuda e hijas, teniendo que trasladarse la familia Martínez-Cid a residir a Bilbao.

A pesar de que la orden de levantar el embargo de bienes se dio en octubre de 1941, Lo cierto es que la viuda, Julia, tuvo que enfrentarse varias veces con La Justicia para conseguir Lo que era suyo, y es que, el que había sido nombrado administrador de Los bienes, Mariano Portero Laguna, parecía estar sacando negocio de esa administración a

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través de seguir alquilando las propiedades del fallecido a otros dos vecinos del pueblo. Finalmente, La reclamación de Julia ante la Justicia dio resultado y el Juzgado Civil Espe­cial ordenó a finales de octubre de 1941, que Mariano Portero se abstuviese de seguir ejerciendo de administrador de esos bienes.

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IVicente Ombría Torrubia

Fue acusado de ser una persona de "ideas extremistas, afecto al Frente Popular y propa­gandista del socialismo, habiendo contribuido con su actuación y conducta a ocasionar la situación que provocó el Alzamiento Nacional; en la actualidad figura como desapa­recido". Esta fue la sentencia dictada por La Comisión Provincial de Incautaciones para imponerle una multa económica de 250 pesetas el 20 de diciembre de 1938. Como se puede apreciaren ella no se indica su pertenencia a ningún sindicato ni partido político, pero en cambio sí se refleja una influencia de los testigos de reconocida solvencia mo­ral y económica, como en el caso de Emilio Huerta VeLilla, cuando indicaba que Vicente Ombría "formaba parte del centro socialista, habiéndole oído en una manifestación dar gritos subversivos y vivas al comunismo".

Nacido el 19 de julio de 1908 en Torrijo de la Cañada, hijo de Germán y Atilana. Jornalero de profesión, contrajo matrimonio con Urbana Sánchez Carramiñana con quien tuvo un hijo. En el momento de su detención, el 30 de noviembre de 1936, fuerzas de Falange y de la Guardia Civil aprovecharon que su esposa se había ¡do a dar de comer a los tocinos para entrar en el domicilio y detener a Vicente, siendo además capaces de dejar aL bebé de menos de cuatro meses sólo en La cocina. Cuando Urbana regresó a su casa tras en­terarse de lo ocurrido, vio a su hijo llorando en el suelo.

Vicente Ombría fue asesinado en Cetina.

En junio de 1938, tras incoársele expediente de Responsabilidad Civil Le fueron embar­gados los siguientes bienes: una cómoda, seis sillas de madera, una casa en la calle del Olmo, un pajar en Los Casares, la mitad de una bodega sita en Santa María, una era de trillar en Los Casares, un campo de secano en El Carril (Villarroya), un campo de secano en El Espinar, un campo de secano en El Pomelo y una viña en Las Lomas. Para recupe­rar sus bienes, que habían quedado administrados por el vecino Antolín Pérez García, fue preciso que Germán, hermano de la víctima, pagase Las 250 pesetas de multa y Las 140,65 pesetas de costas judiciales.

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IVentura Polo Pereta

Ventura Polo fue una persona con ¡deas progresistas y trabajaba como agente judicial. Nacido en torno a 1869, participó en la Guerra de Cuba, y tras su regreso a España, se casó con Isidra Jiménez, bastante más joven que él, con quien tuvo cinco hijos: Sofía, Rosa, Martina, que murió a Los dos años, Paco y Julio. Residieron en Cervera de la Cañada desde donde se trasladaron durante un tiempo a Valladolid. En este ciudad, Isidra cayó gravemente enferma regresando a Cervera con sus hijos y al poco tiempo falleció en Zaragoza. Ventura, que seguía trabajando en Valladolid, tuvo que soportar el dolor de no poder llegar al sepelio de su mujer4 5.

Al año siguiente de enviudar, Ventura contrajo se¬- v gundas nupcias con Magdalena Melendo García

f, ^ ^ M ^ t o ^ y se trasladaron a residir a Calatayud. Cuando se jubiló en julio de 1935 como agente judicial, se mudaría nuevamente a Torrijo de la Cañada donde comenzó a regentar el estanco del pueblo. Com­prometido con su ideología liberal, ingresó en el partido de Izquierda Republicana,donde ejerció el cargo de presidente. Su buena posición económica y su posicionamiento político bastaron para situar a Ventura en el epicentro de la represión.

EL verano-otoño de 1936 fue trágico para La fa­milia Polo. Sofía Polo, hija de Ventura, había sido detenida en Palencia y asesinada el 30 de agosto junto a su marido Arturo Sanmartín. Por otra parte, Ventura, a sus 67 años, sería detenido en Torrijo

de la Cañada en el mes de octubre, subido a un camión y asesinado en el término de Munébrega junto a otros torrijanos.

Ya fallecido, y tras La denuncia de la Guardia Civil, le fue incoado expediente de Res­ponsabilidad Civil el 27 de junio de 1938. En Los informes que de él se enviaban a La Comisión Provincial de Incautaciones, el guardia civil de Ateca, Romualdo Ruiz Miguel describía a Ventura Polo como "Presidente de Izquierda Republicana" desde la cual"di-

45 Los datos biográficos de Ventura Polo han sido en gran medida extraídos de Natalia Sanmartín Polo y Carmen Gar­cía Colmenares, La enseñanza, una ilusión compartida: Sofía Polo y Arturo Sanmartín, Zaragoza, Edición de Natalia Sanmartín Polo, 2008.

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rigía y aleccionaba a Los demás directivos para provocar conflictos". Además de estas acusaciones, seguía denunciando que eL expedientado "coaccionaba a Los vecinos para que ingresaran en Las organizaciones, muy contrario a La Guardia Civil, antirreligioso".

Por otra parte, el alcalde Paulino González, le tributaba Las siguientes palabras en su informe: "hacía continuamente propaganda rastrera y siempre aconsejando a Los suyos tan villanamente, que llegó al extremo de, después de iniciado el Glorioso alzamiento, intentó imponerse a los Reclutas para que no acudiesen a filas, Lo que evitó mi Autoridad, reduciéndole. Se encuentra desaparecido".

El párroco de Torrijo fue la última autoridad en informar y lo hizo siguiendo La tónica se­guida por Guardia Civil y alcalde. Además, las declaraciones de los testigos de solvencia moral, entre los que volvía a aparecer Paulino González, no ayudaron a la absolución del expediente,y la sentencia emitida por la Comisión el 11 de enero de 1939 Le condenaba al pago de una multa de 750 pesetas.

Previamente, sus bienes habían sido embargados. Las patatas y judías sembradas y el resto de frutos que se hallaban en las fincas, un tocino, una mesa de comedor, un arma­rio de comedor, dos sillones de mimbres, seis sillas de madera, una mesilla de noche, un cuerpo de armario de cocina, un espejo, un aparato de luz, una casa en la calle Cambra, una viña, una bodega y viña, y tres campos de secano. Todos estos bienes fueron admi­nistrados, paradójicamente, por el alcalde y jefe de milicias, Paulino González.

Su viuda, además de hacer frente a la sanción, tuvo que pagar Las 134,35 pesetas de Las costas judiciales del proceso para que fueran alzados los embargos.

Pasaron los años, y Magdalena solicitó la devolución de La sanción a la Comisión Liqui­dadora de Responsabilidades Políticas, que finalmente fue aprobada en abril de 1951, cuando Magdalena tenía 70 años.

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I Domingo Portero Cuenca

Natural de Torrijo de la Cañada, nacido el 27 de marzo de 1904. Hijo de Julián Portero y Antonia Cuenca,fue Llamado a quintas en diciembre de 1925 y destinado a Ceuta, con el Regimiento de Cazadores Vitoria 28° de Caballería.

Contrajo matrimonio con Pascuala Millán Tobajas, naciendo tres hijos de esa unión: Fla¬via, Domingo y Demetrio.

La conciencia política e ideológica de Domingo Portero Cuenca hizo que se afiliara al sindicato UGT Pasado un tiempo.se presentó como candidato en las elecciones de febrero de 1936 re­sultando elegido concejal por el Frente Popular. Su cargo como edil lo debió compaginar, semanas más tarde con el de vicepresidente de la UGT local.

Según recuerdan algunos vecinos, Do­mingo Portero huyó de su casa antes de que le pudieran detener. Escapó del pueblo, por la conocida Piedra de los Es¬

tudiantes, marchando a esconderse en Las orillas del río Caraván donde sobrevivió gracias a la comida que le llevaba un familiar conocido como el "Tío Pedro". Sin embargo, no tar­daría en salir de su escondite al saber que las autoridades Locales habían encarcelado a su esposa, embarazada de su hijo Demetrio,y que gracias a un hermano de Pascuala pudo ser liberada junto a la esposa de Daniel Martínez Bas,Julia, que también se hallaba detenida.

A pesar de los consejos del "tío Pedro", Domingo, que "no podía más, que se estaba vol­viendo loco, y quería ir a casa para ver a su mujer y sus hijos", decidió emprender el camino de regreso hacia su casa. Pero no pudo llegar porque a escasos metros de eLla, le estaba esperando la Guardia Civil que lo esposó y se lo llevó detenido por la calle de los Hiladores. Durante su traslado se encontró con su hermano Pío y pudieron abrazarse. Poco después, sería trasladado y asesinado en Munébrega. Aunque en el Registro Civil de Torrijo se inscribió la fecha de 1 de noviembre de 1936 como la de su muerte, todo parece indicar que se trata de un error y fuera asesinado realmente el 28 de octubre, puesto que su hija Flavia, aseguraba que se lo llevaron junto a Manuel Herrero.

Domingo Portero Cuenca con su esposa Pascuala Millán Tobajas

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Como persona inserta en el Bando del General de la V División de 9 de febrero de 1937, le fue incoado expediente de Responsabilidad Civil en el que se le impuso una sanción de 500 pesetas y unas costas judiciales de 132. A pesar de decretarse el embargo provi­sional de sus bienes (una casa, un corral, dos bodegas, dos viñas, tres campos de secano, una mesa camilla, una cómoda, seis sillas de madera y un espejo) en agosto de 1938, lo cierto es que la viuda Los recuperaría antes de que fueran subastados, al pagar La san­ción a finales de 1939.

La Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas dictó un auto con fecha de 10 de mayo de 1951 donde se concedía la devolución de las 500 pesetas a los herederos de Domingo Portero Cuenca.

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IAndrés Portero Portero

EL 10 de noviembre de 1911 vino aL mundo Adriano Andrés Portero Portero. Hijo de Ale­jandro y Cristina,y hermano menor de Pedro Portero.

Fue asesinado cuando contaba con apenas 25 años. No se conocen Los datos exactos de su desaparición aunque La versión de su sobrina Cristina es que fue LLamado a fiLas y que una vez que estaba haciendo La instrucción, Lo sacaron de La fila y nada más se supo de éL. Por otro Lado,y siguiendo eL testimonio de ÁngeLes Morón, habría sido Andrés Portero eL encargado, junto a Félix Aguaron, de haber llevado aquella famosa nota a las autoridades atecanas anunciado que ya podían venir a detener a los vecinos de Torrijo.

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IPedro Portero Portero

Perteneciente a una familia apodada "los Tejes", nació el 19 de octubre de 1905 fruto del matrimonio entre Alejandro Portero y Cristina Portero. Pedro se dedicaba a sus obliga­ciones como trabajador del campo, y como la mayoría de sus convecinos, formaba parte del centro socialista de la UGT.

Estaba casado con Gervasia Palacín Larriba con la que tuvo una hija a la que llamó Cristi­na, como su madre. Gervasia, meses antes del inicio de la sublevación militar, había caído enferma y se hallaba ingresada en el Hospital de Provincial de Zaragoza. Pedro dejó a la pequeña Cristina enTorrijo.en casa de los abuelos.y se quedó con su esposa en la capital.

Cuando Calatayud fue tomado el 20 de julio de 1936, y viendo el cariz que estaban to­mando los acontecimientos y el inicio de la represión contra las personas de izquierdas, su familia le recomendó encarecidamente que se quedase en Zaragoza y que no marcha­se a Torrijo, porque en el pueblo las cosas andaban un tanto revueltas y aquí estaría más seguro. No obstante, Pedro no hizo caso. Pensando en Las ganas de reencontrarse con su hija, y con La tranquilidad en su conciencia de no haber hecho nada malo en contra de nadie, marchó para Torrijo.

Allí, al cabo de unas semanas, la relativa calma se interrumpió debido a un gran revuelo de coches ocupados por militares y falangistas. Aquel día, los niños y niñas de Torrijo, entre los que se encontraba La pequeña Cristina, y que estaban a punto de salir de La escuela, presenciaron un espectáculo demasiado violento para sus inocentes ojos de seis años. El alumnado vio cómo detenían a varios hombres y Los metían en la cárcel del Ayuntamiento del pueblo a la espera de que subiese a buscarlos el temible camión, sinónimo de que no regresarían.

Según Cristina Portero, hija de Pedro, cuando ésta última salía del colegio vio a su padre en el camión y se acercó hasta él, pero a ella le apartaron de malas maneras y a él le dieron un culatazo.

En el registro de defunciones de Torrijo aparece inscrita su "desaparición" el día 28 de octubre. Se lo llevaron junto a su cuñado Demetrio M. Lacarta y a Manuel Herrero, por lo que debería pensarse que el fatal destino de Pedro Portero fuese Munébrega.

Además de serle aplicada la máxima pena, a Pedro Portero se le abrió un expediente de Responsabilidad Civil mediante el cual se le condenó al pago de una multa de 250 pesetas, más las 112,40 de costas de judiciales. A la pérdida del marido, Gervasia tuvo

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que soportar el embargo de Los bienes: una cómoda usada, cinco sillas de anea, una viña y una parcela de monte.

Pedro Portero tenía un hermano más joven que él, llamado Andrés, y que tras haberse incorporado a filas en el ejército franquista, desapareció.

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IGervasio Ruiz Cornago

Nacido el 18 de junio de 1886, hijo de Marcelo y de Andresa.

Albañil de profesión, contrajo matrimonio con Teresa Ruiz con quien tuvo cinco hijos y a los que dejó huérfanos con edades comprendidas entre Los 19 y los 3 años, y aunque no se había significado políticamente, sí estaba afiLiado a la UGT.

En noviembre de 1936 sería detenido por la Guardia Civil y varios civiles,subido a un ca­mión y trasladado a Cetina donde el día 30 sería asesinado junto a otros once torrijanos.

Tras su ejecución, se le incoó expediente de Responsabilidad Civil el 27 de junio de 1938. EL alcalde de Torrijo,en su informe de julio de ese año respondiendo a Lo solicita­do por la Comisión Provincial de Incautaciones, calificaba a Gervasio como "destacado propagandista del marxismo y demás extremos; muy decidido en sus actuaciones socia­listas y destacado contra la Religión y el orden". En La declaración de Juan Belsué, párroco del pueblo, se ampliaba la declaración realizada por el alcalde indicando que "formaba parte del centro de la UGT". Estas calificaciones junto a las de la Guardia Civil y varios vecinos de reconocida solvencia moral, ayudaron a que la Comisión le impusiera una san­ción de 250 pesetas y el pago de las costas judiciales, que ascendían a 110,50 pesetas.

Como garantía de pago, se embargaron los bienes familiares que estaban formados por un armario,seis sillas, una parcela de monte y una viña vieja. Al cargo de ellos,se nombró administrador al vecino Vicente Coveta Velil la 4 6 .

Como pasaba el tiempo y Teresa, La viuda de Gervasio, no podía hacer frente a la sanción, el Juzgado Civil Especial de Responsabilidades Políticas ordenó la venta en pública su­basta de los bienes del difunto. Los bienes fueron sacados en dos ocasiones a subasta pero resultaron desiertas por La falta de pujadores. Finalmente, los bienes pasaron a ser administrados por el Estado y de Los que sólo pudo conseguir 65 pesetas. En 1944, se dictó el auto de sobreseimiento del expediente de responsabilidades.

Gracias a La iniciativa conjunta de A.R.I.C.O. y de La Agrupación de Familiares se pudo exhumar los restos de los doce torrijanos asesinados en el campo de Cetina. Aunque Las pruebas de ADN no han sido Las esperadas, sí que se ha podido identificar a Gervasio Ruiz Cornago como el individuo exhumado número 3.

46 Vicente Coveta había sido primer teniente alcalde de Torrijo en 1935. Esta información en AMJC,Actas municipales de Torrijo del 25.05.1935.

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

I Eugenio Benigno Sánchez Portero

Hijo de Ignacio y Petra, Eugenio Benigno Sánchez Portero, nació en 1896.

Casó con Bernarda Royo, con quien tuvo dos hijos Llamados Luciano y Francisco, y a los que tuvo que sacar adelante él sólo una vez que Bernarda falleciese de muerte natural.

Su afiliación a la UGT pudo ser la causa de su detención el día 27 de octubre de 1936 aun­que también consta un incidente por no ha­ber hecho una reverencia a la nueva bandera nacional, La roja y gualda, izada a La entrada del pueblo, bien por cansancio ya que venía de trabajar, por despiste o en señal de pro­testa.

Aquel día fue detenido en la cocina de su casa delante de sus dos hijos adolescentes y nunca más se supo de él. Desde la plaza del pueblo, se lo llevaron detenido atado de las muñecas con el también malogrado Manuel Herrero Martínez, y con mucha probabilidad fue asesinado en Munébrega junto a varios

í convecinos.

Cuando fusilaron a Eugenio Benigno, sus dos hijos fueron acogidos en casa de sus tíos hasta que fueron llamados a quintas por el ejército franquista y se vieron en la obliga­ción de luchar en la Guerra Civil en el bando de los verdugos de su padre.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

I Pedro Sebastián Martínez

Nacido en Villarroya de La Sierra, cuando fue mozo se tras¬Ladó a Torrijo de La Cañada, de donde era su mujer, Carmen. Fruto de ese matrimonio nacieron seis hijos. Pedro se dedi­caba a las tareas de pastoreo, pero como asalariado ya que éL no poseía cabezas de ganado y por Lo tanto, La familia se trasladaba allí donde se encontraba el trabajo.

Simpatizante socialista,acudió en mayo de 1936 a un mul­titudinario mitin en la Plaza de Toros de Zaragoza donde intervinieron Largo Caballero y Carrillo. En aquella prima­vera, y mientras Pedro cuidaba de todo el rebaño, su hijo Florencio se hizo cargo del cuidado de unos tocinos du­rante unos meses. El dueño del ganado no quiso pagarles nada por La labor de Florencio ya que decía que ese trabajo formaba parte del cuidado del ganado. Por este hecho, Pe­

dro se enfadó con el patrón y dejó el ganado, poniéndose a trabajar de picapedrero en la carretera de Paniza a Aladren pudiendo ser esta rencilla personal, según la familia, el motivo por el cual fue desaparecido.

Su pista se pierde en ese verano cuando, según testimonio de su hijo Florencio,fue ase­sinado con 29 años. Tras la muerte de Pedro, su viuda regresó a su Torrijo natal donde siguió residiendo con sus hijos.

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

IAlejandro Tierra Ñuño

Hijo de Pedro y Eugenia, nació en Torrijo el 26 de febrero de 1905. Al cabo de los años.y por diversos motivos, La familia Tierra-Nuño se trasladó a Barcelona y allí, el joven Ale­jandro aprendió el oficio de herrero en el negocio de su tío Alejandro.

En la ciudad condal se casó con Concepción Ges Mata y de cuyo matrimonio nacieron Alejandro y José María.

Según la versión que siempre dio Concepción,cuando comenzó la Guerra Civil,Alejandro fue reclutado para luchar contra el ejército sublevado y murió en La Batalla del Ebro. Por otra parte, los vecinos de la calle Pau Alsina de Barcelona, según transmite su nieta Conxita, explican que un día se oyeron disparos que provenían de la parte de arriba de esa misma calle, que vieron a unos hombres que, huyendo de una redada perpetrada por agentes falangistas, corrían calle abajo, que entre ellos estaba Alejandro Tierra, el vecino del número 8,y que al doblar La esquina se oyó el ruido del motor de un camión que se alejaba. Después de esto no se supo nada más de Los hombres sorprendidos por la redada.

A pesar de ello, a la familia lo único que se le dijo fue "desaparecido en el frente del Ebro".

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

I Dionisio Vela Torrubia

Dionisio Vela nació el 9 de febrero de 1901, hijo de Miguel y Martina.

Llamado a quintas en su reemplazo de 1922 fue destinado al Regimiento de Infantería Valladolid, para posteriormente ser trasladado a Huesca y Calatayud.

Dedicado a Las labores agrícolas, pronto conoció a Regula Máñez Diez con quien se casó y tuvo dos hi­jos, Dionisio y Angelines. Sin embargo, La felicidad de la pareja se vio truncada cuando Regula falleció. Apenas tenía 26 años. La causa de la muerte, según la versión de la familia, se debió a las malas praxis del médico del pueblo.Junto a la muerte de su espo­sa, Dionisio Vela, también vio cómo su cuñada y una prima hermana,fallecían tras pasar por las manos de ese médico. Tras este cúmulo de desgracias familia­res, Dionisio no dudaría en abrir una lista de firmas entre los vecinos de Torrijo para conseguir apoyos y así conseguir el cese del médico.

Esta suscripción popular fue Lo que,según siempre La versión familiar,sentenció a Dioni­sio Vela Torrubia,ya que no parecía tener enemistades personales ni ejercía ningún car­go político ni estaba afiliado a ninguna organización, como sí que Lo estaba su hermano Inocencio, vocal de UGT,y que sobrevivió a La feroz represión padecida en el pueblo.

EL día 28 de agosto,fecha de la muerte de Constantino Felipe Gascón,fueron a buscarle a su casa unos guardias civiles con la intención de llevárselo detenido. Junto a su nom­bre se hallaba el de los hermanos López VeliLla, Julián y Tomás. Sin embargo, la fortuna hizo que los tres pudieran escaparse del pueblo y esconderse en unas cuevas de las afueras. Dionisio estuvo oculto durante unos días y cuando creyó que La oleada violenta había abandonado Torrijo se acercó al pueblo pero comprobó que no era así y que cinco vecinos del pueblo ya habían sido detenidos y trasladados a la cárcel de Calatayud, por lo que decidió volver a huir.

Oculto en el río Caraván, pasaba los días gracias a La ayuda de dos personas del pueblo, que le llevaban comida durante el día y que Dionisio salía a recoger durante La noche.

La búsqueda incansable de la Guardia Civil se completó con duras amenazas a su fami­lia. Mientras recorrían Los bosques y las orillas del río, Las fuerzas represoras iban gri-

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ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN TORRIJO DE LA CAÑADA

tando que de no saür, matarían a su hijo. Además, algunos familiares de Dionisio fueron obligados a participar en aquella captura y eran forzados a dirigir proclamas engañosas para convencerá Dionisio.

Temiendo lo que pudiera ocurrirle a su familia, Dionisio salió de su escondite y fue sor­prendido por un guardia forestal que, en lugar de dispararle, dio un tiro al aire dándole a entender que se escapase y así pudo llegar hasta Embid de La Ribera. ALLÍ existía un me­són Llamado Casa de La Vega,y a cuyos dueños conocía y lo mantuvieron oculto durante unos días pero el hecho de que Las fuerzas falangistas y de La Guardia Civil estrechaban más el cerco y queriendo evitar peligro a sus colaboradores, volvió a marchar con la in­tención de alcanzar el frente de Sigüenza y así pasarse a zona republicana.

Cuando estaba en Alhama de Aragón se encontró con un conocido suyo que era Guardia Civil. Éste Le convenció para que marchara tranquilo a Torrijo y que él mismo prestaría declaración a su favor. Dionisio accedió, pero cuando marchaban con el coche en di­rección a Torrijo, el coche cambió de dirección y siguió hacia Calatayud, al Mercado de Abastos.

En una de las cartas escritas por Lucas Calahorra desde la cárcel dejaba constancia de su ingreso en prisión con las palabras "ahora llega Dionisio". En aquella cárcel provisional se encontraría con cinco convecinos, Lucas Calahorra, Pedro Clerencia, Pedro José Máñez, José Martínez y Daniel Martínez.

María, una hermana de Dionisio que residía en Calatayud, les visitaba con frecuencia y les llevaba algún trozo de pan que llevarse a la boca y algo de ropa limpia. Según recor­daba, a este grupo torrijano lo intentaron sacar por dos veces de la cárcel y LLevarLos a los frentes enrolados en el Tercio Sanjurjo, pero las dos veces regresaron a prisión. A la tercera vez que lo fueron a sacar, pidió a María que les llevase unas zapatillas de esparto pero cuando se Las Llevó, el carcelero le dijo que a los de Torrijo se los habían Llevado a fusilar a Cetina.

Según el testimonio de un testigo presencial del fusilamiento colectivo a los vecinos de Torrijo en Cetina, entre el grupo de víctimas se encontraba Dionisio, quien antes de ser asesinado gritó "¡Viva Rusia!".

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LISTADO DE VECINOS DE TORRIJO DE LA CAÑADA ASESINADOS POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA

NOMBRE EDAD 1

AGUARON GRACIA, Félix 19 Labrador ¿? ¿? CALAHORRE LATORRE, Lucas 33 Labrador ¿? ¿? CAMBRONERO MARTÍNEZJacinto 36 Labrador 28.10.1936 Munébrega

CID MARTÍNEZ, Eusebio 53 Labrador 30.11.1936 Cetina

CID PACHECO,Antonio 30 Labrador 30.11.1936 Cetina

CID POLO, Miguel 52 Labrador ¿? ¿?

CLERENCIA MUÑOZ, Pedro 46 Labrador ¿? ¿? FELIPE GASCÓN,Constantino 31 Peón caminero 28.08.1936 Torrijo de la Cañada

GARCÉS BACARIZO, Bruno 53 Labrador 28.10.1936 Munébrega

HERRERO MARTÍNEZ, Manuel 43 Labrador 28.10.1936 Munébrega

IGLESIAS LÓPEZ, Gerónimo 61 Labrador ¿? ¿? LACARTAARCEGA, Demetrio M. 31 Labrador 28.10.1936 Munébrega

LÁZARO VELILLA, Daniel 50 Labrador 30.11.1936 Cetina

LÓPEZ VELILLA, Tomás 30 Labrador 28.10.1936 Munébrega

MÁÑEZDÍEZ, Pedro José 28 Labrador ¿? ¿? MÁÑEZ MARTÍNEZ, Nicolás 26 Labrador 30.11.1936 Cetina

MARCO SISAMÓNJuan Dionisio 28 Labrador 30.11.1936 Cetina

MARCO TOBAJAS, Evaristo 33 Labrador 30.11.1936 Cetina

MARTÍNEZ BAS, Daniel 47 Estañador 30.11.1936 Cetina

OMBRÍA TORRUBIA, Vicente 28 Labrador 30.11.1936 Cetina

POLO PERETA,Ventura 67 Ex agente judicial

Estanquero 28.10.1936 Munébrega

PORTERO CUENCA, Domingo 32 Labrador 28.10.1936 Munébrega

PORTERO PORTERO,Andrés 25 Labrador ¿? ¿?

PORTERO PORTERO, Pedro 31 Labrador 28.10.1936 Munébrega

RUIZCORNAGO, Gervasio 50 Albañil 30.11.1936 Cetina

SÁNCHEZ PORTERO, Eugenio Benigno 42 Labrador 28.10.1936 Munébrega

SEBASTIÁN MARTÍNEZ, Pedro 29 Pastor ¿? Paniza

TIERRA NUÑO,Alejandro 31 Herrero ¿? ¿? VELA TORRUBIA, Dionisio 35 Labrador ¿? ¿?

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EXPEDIENTADOS POR RESPONSABILIDADES

CIVILES Y POLÍTICAS EN TORRIJO DE LA CAÑADA

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EXPEDIENTADOS POR RESPONSABILIDADES CIVILES Y POLÍTICAS EN TORRIJO DE LA CAÑADA

Honorato Cid Gómez Hijo del ugetista asesinado, Miguel Cid Polo. Honorato se dedicaba a las faenas agrícolas, estaba soltero y tenía menos de 20 años cuando comenzó la Guerra Civil. A diferencia de su padre y de su hermano Saturnino, Honorato no se había distinguido con ninguna afiliación política ni sindical, pero sin embargo, su apellido pesaba como una gran Losa.

En julio de 1937, huyó con su hermano Saturnino a zona republicana e ingresó en un Batallón de Fortificación donde prestaría sus servicios hasta que fue Llamada su quinta y pasó a una Brigada de Infantería permaneciendo hasta el final de La guerra. Tras ella, fue detenido y se le instruyó un procedimiento sumarísimo ordinario que se celebró en Calatayud, el 20 de febrero de 1941. En él, se condenó a Honorato Cid Gómez a 6 años de prisión menor por un delito de auxilio a la rebelión.

Aunque se iniciaron los trámites para la incoación directa de un expediente de res­ponsabilidades políticas, el fiscal entendió que, atendiendo a la reforma de la Ley de Responsabilidades Políticas, no procedía instruir expediente contra él, y por tanto, el 9 de julio de 1943, se sobreseyó la causa según el párrafo 2o del artículo 2o de la Ley de Reforma de Responsabilidades Políticas de 19 de febrero de 1942.

Saturnino Cid Gómez Nacido el 29 de noviembre de 1911 en Torrijo de la Cañada. Su padre, Miguel Cid, fue presidente de la UGT y asesinado en el verano de 1936. Su hermano, Honorato, sometido a un consejo de guerra.

Saturnino había sido concejal durante el Frente Popular en representación de La UGT y además, vocal de dicho sindicato en su junta directiva. Cuando comenzó la represión en Torrijo, el nombre de Saturnino sonaba como una de las personas a las que había de detener. Por ello,y paralizado por el miedo,estuvo escondido en su casa hasta que final­mente logró huir junto con su hermano pequeño, Honorato.

Según algunos testimonios recogidos, Saturnino sería posteriormente detenido y encar­celado en una prisión de Sevilla. En 1938, se le abrió un expediente de Responsabilidad Civil por el cual se Le impuso una multa de 1.500 pesetas. Sin embargo, al carecer de bienes,fue declarado insolvente de forma provisional.

Veinte años después de finalizada la Guerra Civil, en julio de 1959, Saturnino Cid era indultado por La Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas. Cuando se Lo fueron a notificar, Saturnino residía en Zaragoza, estaba casado y trabajaba como obrero en La empresa constructora Minguelt.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

Aquilino Cid Portero Jornalero nacido en 1898. Casado con Buenaventura González Carramiñana y cuyos hijos fueron Encarnación, Felipe y Macario.

Vicepresidente de Izquierda Republicana y alcalde de Torrijo desde 1934 hasta el golpe militar de julio de 1936,fue calificado por la Guardia Civil, en un informe de 1938, como una persona que "mostró adhesión al Movimiento. Desde su cargo amparó siempre a las personas de orden evitando atropellos y desmanes (...) disuadió en varias ocasiones a sus compañeros de corporación ya los extremistas para que no cometieran actos delictivos".

Sin embargo,y a pesar de Los informes favorables del Alcalde, Párroco y Guardia Civil,y de los de tres vecinos de reconocida solvencia moral,su participación política durante el Frente Popular le costó un expediente de Responsabilidad Civil. Se le embargaron un asno, una mesa, un baúl y cuatro sillas. Todo ello estaba valorado en 66 pesetas, Las cuales distaban mucho de las 250 pesetas de multa económica. Aunque fueron sacados los bienes a pública subasta en dos ocasiones, no hubo postores y La multa siguió sin pagarse hasta que finalmente, se dictó auto de sobreseimiento el 11 de mayo de 1944.

Alejandro Clerencia Royo Nació el 10 de febrero de 1920, hijo de Pedro y Concepción. A La pérdida de su madre tras varios años de enfermedad, tuvo que soportar el terrible dolor por la detención y ase­sinato de su padre. Además de ello, el hecho de ser separa­do de sus hermanos abrió una nueva herida, muy difícil de cerrar. Mientras su hermano y hermana eran acogidos por varios familiares.Alejandro se quedó con su tío Carmelo.

A comienzos de 1937, con apenas 17 años,Alejandro decidió que ya no tenía mucho sentido seguir en el pueblo e ingre­só voluntario en el Tercio Almogávares del Requeté Arago­nés. Fue destinado con su compañía al frente de Belchite

desde donde desertó a Las filas republicanas por el sector de Almonacid de La Cuba. Más tarde, ingresaría en el ejército republicano donde permaneció hasta el final de la guerra siendo hecho prisionero.

Durante su estancia en prisión, escribió muchas cartas a su hermana Martina y a su abuela Margarita, que vivían en Villarroya de La Sierra. La mayoría del tiempo de re­clusión La pasó en la enfermería y pedía a sus familiares que le mandasen alimentos y medicinas para que pudiese sanar cuanto antes. Su hermana Martina,con 18 años recién cumplidos, tomó la decisión de marchar a Zaragoza como sirvienta de un adicto al régi­men y de este modo, poder estar cerca de su hermano. Éste, tras enterarse de la decisión

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de su hermana, Le escribió una carta muy emotiva donde Le avisaba de Los peligros que suponía La capital para una joven recién Llegada del pueblo, en La cual se reproduce lo siguiente:

"Te voy a hacer unas advertencias sobre La marcha que has de seguir desde ahora, ya que está lleno de peligro este mundo miserable; esto te lo hago saber porque soy hermano y tengo un deber de ponerte sobre aviso de los peligros hoy. No te dejes engañar por palabras zala­meras (...). El que vaya con buena fe te digo, ese te dará consejos, te Lle­vará por buenos caminos, nunca deseará tu perdición porque el amor no permite eso; y sobretodo ten voluntad propia, ten un espíritu fuerte para guiarte por ti misma de lo que te conviene y de lo que repudias, si tienes esos dones vencerás. Sobre todo no eches al olvido estas pobres Líneas que salen del corazón de un hermano que te quiere sinceramen­te, esto que te digo son recogidas de La experiencia que he adquirido durante estos años de sufrimiento de rodar por casi toda España, de ver criaturas sin juicio despreciadas hasta por los más repugnante del mundo (...) Por último te digo que si me haces caso andarás por Línea recta y si por el contrario te ríes, quizá algún día llores"

Sometido a un consejo de guerra,celebrado en Zaragoza el 22 de abril de 1942,se le con­denó por el delito de adhesión a la rebelión a la pena de doce años y un día de reclusión temporal, y a la inhabilitación absoluta mientras durase la condena, añadiéndose una pena militar al ser expulsado de Las filas del ejército con pérdida de todos los haberes.

Como consecuencia de su consejo de guerra,se le incoó directamente un expediente de Responsabilidades Políticas aunque debido a que carecía totalmente de bienes,sería so­breseído el 15 de febrero de 1944. Sin embargo, la tuberculosis pulmonar que arrastraba de su paso por la cárcel le arrebató la vida el día de antes, impidiendo que pudiese llegar a conocer dicho sobreseimiento.

Isidro Garcés Ruiz Hijo de Bruno Garcés, socialista asesinado en Munébrega. Isidro, como su padre, había pertenecido desde muy joven a la UGT e incluso Llegó a ocupar la secretaría local du­rante dos semanas en la primavera de 1936. Esta razón, añadida a la de ser hijo de un destacado socialista, pudo provocar que el nombre de Isidro figurase en las listas de las autoridades locales.

AL ser llamado a filas, se incorporó al ejército nacional y en 1938 estuvo preso en el Pe­nal del Dueso y trasladado posteriormente al Campo de Concentración de Santoña y de ahí, al Batallón de Reserva núm. 52,2 a compañía, de Zaragoza.

En junio de 1938, también se le abrió expediente de incautaciones por el que se le embargaron dos mesas, una cómoda, seis sillas, un espejo, un lavabo y un campo yermo. Finalmente, la sentencia dictada el 28 de junio de 1941, condenaba a Isidro a pagar una

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

multa de 50 pesetas por Responsabilidades Políticas y una inhabilitación absoluta de cuatro años. Cuando se le incoó el expediente, estaba casado con Constantina Gil Felipe con la que tenía un hijo, Antonio, de tres años.

Pascual Gómez Gimeno Pascual Gómez tenía 26 años cuando le sorprendió la sublevación militar en su pueblo. Este joven labrador y soltero, estaba afiliado a la UGT donde desempeñaba el cargo de contador. Poco después sería movilizado por el ejército franquista quedando encuadra­do en el Regimiento de Infantería Valladolid núm. 20, de guarnición en Huesca. Según declaró en su expediente de incautación de bienes,el 20 de diciembre de 1936,estando en la posición de las Lomas de Cillas,fue hecho prisionero "por los rojos" permaneciendo en zona republicana hasta La Liberación de Murcia y que tras esto, al presentarse en el Cuartel de dicho Regimiento se decretó su detención pasando a prisiones militares.

Sin embargo, según la autoridad militar, fue Pascual Gómez quien desertó a territorio republicano por propia voluntad. Por ello, en septiembre de 1939 figura como detenido en la prisión militar del Cuartel de San Juan, en Huesca.

Totalmente insolvente, el Tribunal de Responsabilidades Políticas de Zaragoza, dictaba auto de sobreseimiento con fecha 21 de abril de 1942 y su expediente quedaba archiva­do. En aquel año residía en Barcelona.

Luis Lázaro Melendo Labrador torrijano nacido en 1908. Durante el Frente Popular, fue nombrado tesorero de la junta directiva de La UGT aunque, según una declaración suya en 1938 para La Co­misión Provincial de Incautaciones, él no ejerció como tesorero puesto que realmente, quien tenía los fondos económicos del sindicato era Pascual Gómez.

Los primeros días de la sublevación militar, ante el temor de La situación, estuvo ence­rrado en su casa. AL poco tiempo, cuando fue movilizada su quinta.se incorporó en el Batallón 325,4 a Compañía, con guarnición en Calatayud.y desde donde sería destinado a MeliLLa en 1938. Por aquel entonces tenía 38 años, estaba casado con Luisa Cantería y tenía cuatro hijos: Consuelo, Bernarda,Teófilo y Pedro.

En junio de ese año, y debido a su pasado socialista, se le incoó expediente de incau­taciones por el cual se Le embargaron sus bienes (La cebada a recolectar, una mesa, un armario, una cómoda, doce sillas, un espejo, un lavabo y nueve campos). Debido a La tar­danza en pagar las 400 pesetas de sanción económica, sus bienes iban a ser subastados pero Luis Lázaro consiguió el dinero necesario, y se Libró de que los sacasen a La venta pública.

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EXPEDIENTADOS POR RESPONSABILIDADES CIVILES Y POLÍTICAS EN TORRIJO DE LA CAÑADA

León Ledesma Velilla Un billete del Banco de España de 50 pesetas, un cahíz de trigo, 18 ascales de trigo, 16 ascales de cebada, 3 ascales y medio de centeno, 30 fajos de bisaltos, patatas y judías sembradas, dos muías, una cabra, un tocino, dos mesas de cocina, una cómoda, seis si­llas de anea, un espejo, una vertedera, un arado de hierro, un yugo de muías, aparejos completos de las dos caballerías, un trillo de piedra y sierra, un campo de regadío con árboles frutales y algunas cepas de vida, seis campos de secano, una parcela de monte, tres viñas, una casa en La calle de Los Gitanos, mitad de otra casa en la calle de los Hila­dores, un corral, una bodega y un pajar. Estos fueron Los bienes que embargaron a León Ledesma cuando le abrieron expediente por Responsabilidad civil. La sentencia, que llegaría con el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas el 26 de marzo de 1940, le impuso una sanción económica de 100 pesetas y La inhabilitación absoluta durante seis meses y un día.

León Ledesma tenía 52 años cuando comenzó la Guerra Civil. Estaba casado con Isabel Lázaro Martínez y tenía tres hijos: Cristobalina, Carmen y Basilio. Era una persona que se dedicaba a la agricultura, con grandes sentimientos religiosos y que había militado en partidos de derechas. Sin embargo, en 1936 se afilió al partido de Izquierda Repu­blicana aceptando el cargo de vocal en su junta directiva. La razón para este cambio de militancia política, y por tanto, para que en 1938 se le abriera expediente por la Comi­sión Provincial de Incautaciones, se debió a que la esposa de León se hallaba enferma y necesitaba una gran cantidad de recursos médicos, como varios fármacos y su reclusión en un manicomio. Manuel Marco Pérez, propietario acomodado y político de Izquierda Republicana en Villalengua, y Ventura Polo Pereta, presidente de Izquierda Republicana en Torrijo, convencieron a León Ledesma de que si se afiliaba a Izquierda Republicana y votaba La candidatura del Frente Popular, iban a lograr que su esposa internase en el sanatorio.

León Ledesma, se doblegó y contra su conciencia perteneció a dicho partido. Por dicho motivo, Le fueron incautados sus bienes.

Máximo Lipe Morales Fue nombrado concejal en abril de 1931,y en marzo de 1936 llegó a ocupar la segunda tenencia de alcaldía del Ayuntamiento de Torrijo. Su situación económica debía ser algo desahogada si se tiene en cuenta que Máximo Lipe era el propietario de más de una decena de campos de cultivo.

Residía en una pequeña casa de la calle de los Gitanos junto a su mujer Ángela Herrero Martínez y su hijo Gabriel. Éste último, una vez iniciada la guerra civil, y con apenas 18 años recién cumplidos, entró a formar parte del ejército franquista y destinado en Ma­rruecos.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

En noviembre de 1936 fue detenido por las autoridades militares y recluido en La cárcel de Calatayud donde permanecería hasta julio de 1937, momento en que se le concedió la libertad provisional 4 7. AL cabo de un año, se le abrió un expediente por La Comisión Provincial de Incautaciones mediante el cual se le embargaron todos sus bienes (todas Las cosechas, varios campos, su casa y sus muebles) que pasaron a ser administrados por el vecino Crispín Martínez. Con eL dinero ganado con la administra­ción de los bienes embargados se pudo pagar La sanción, que finalmente ascendió a 1.500 pesetas y que fue dictada por el Tribunal de Responsabilidades Políticas el 28 de diciembre de 1940.

Además de la multa económica, a Máximo Lipe le condenaron a cinco años de inhabi­litación absoluta. El hecho de que el Tribunal aplicara gran severidad en su sentencia puede deberse a los negativos informes emitidos, entre otros, por el alcalde de Torrijo, Paulino González, cuando se refería a Máximo Lipe en estos términos:

"muy extremista, pues hacía manifestaciones de que no quería ingresar en la UGT ni en Izquierda Republicana, porque él pretendía bastante más que el socialismo, añadiendo que era poco para él el comunismo. Aprovechándose del cargo de Concejal hacía objeto de amenazas a las personas de orden, incluso al que suscribe, amenazándole con meterle en la cárcel por el sólo hecho de haber sido militar".

Y precisamente, es en este tipo de informes, y en los pliegos de descargos de los acu­sados, cuando se nos permite adentrar en la otra realidad de los enfrentamientos de la época. Esa realidad que iba más allá de Las ideologías y que se basaba en Las antiguas rencillas personales que se solucionaron gracias al estallido de La violencia y de la sinra­zón. Esto queda ejemplificado cuando el expedientado, en su pliego de defensa, negase La acusación procedente del alcalde cuando diga:

"la afirmación que hace el alcalde D. Paulino González, de que lo per­seguía por ser de derechas, es completamente falaz, ya que lo sucedi­do con tal informante es lo siguiente: tal Sr., era cobrador de ¡gualas de un médico de la localidad, y sin ningún motivo especial, cargaba tal cobrador en los recibos una cuota de 0,15 pesetas, sin duda como premio de cobranza, más como ello no había sucedido nunca, le llamé La atención sobre el particular, y coincidente con mi advertencia, se rebajó tal suma a todos los vecinos del pueblo, sin tener para nada en cuenta su ideología política".

Pasados los años de posguerra, y por tanto, de penurias y de miedo, la Comisión Liqui­dadora de Responsabilidades Políticas acordaba devolver la sanción de 1.500 pesetas a Máximo Lipe Morales. Era el 29 de noviembre de 1951.

47 Su hermano Agustín también sería encarcelado en varias prisiones de Navarra y Galicia.

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EXPEDIENTADOS POR RESPONSABILIDADES CIVILES Y POLÍTICAS EN TORRIJO DE LA CAÑADA

Julián López Velilla Junto a su hermano, el malogrado Tomás López,fue nom­brado concejal por el Frente Popular en marzo de 1936. Además de su cargo como edil, ocupaba la vicepresiden-cia de Izquierda Republicana en Torrijo. Estaba casado con Francisca Giménez Santander y era padre de dos h¡-jos José y Juliana. Julián era maestro de música y también trabajaba en el campo.

Cuando vinieron a detenerle, hubo un tiroteo en el pue­blo y le dispararon en el camino que va entre el Cora­zón de Jesús hasta la calleja de San Juan. A pesar de ello, logró huir de Torrijo y cruzar la frontera francesa. Allí estuvo durante un tiempo trabajando como labrador en una casa, aunque más tarde se enroló en el maquis.

Según el testimonio recogido por Ana Calahorra de Carmen Ramos, la hija de Félix Ramos, alcalde de Deza

Julián López (izquierda) junto a su exiliado en Francia, amigo de Julián y que coincidió con amigo Félix Ramos, alcalde de Deza.

el en la guerrilla, a Julián López Lo mataron sus propios compañeros en una trampa que Le tendieron en Bagneres de Bigorre. Julián tenía algún enfrenta miento con sus propios camaradas. Su amigo Félix, se había enterado de algo y Le dijo que no se durmiera dentro de esa cabana y "que durmiera con un ojo abierto"pero Julián Le dijo "cómo me van a traicionar mis compañeros". Julián se durmió en la cabana y durante la noche fue asesinado. En junio de 1938, se le abrió un expediente de Responsabilidad Civil. En él, la Guardia Civil indicaba que "contribuyó con su propaganda a favor del marxismo, fue vicepresi­dente de Izquierda Republicana; huyó enseguida deL pueblo creyéndose se encuentra en zona roja. Desde su cargo de concejal censuraba a La Guardia Civil pretendiendo cometer algunos atropellos contra la fuerza y contras las personas de orden, odiaba la religión". Con tales calificativos, la Comisión Provincial de Incautaciones le impuso una sanción de 750 pesetas que pagó su suegra, Luisa Santander.

Le habían embargado provisionalmente todo el trigo a recolectar, un tocino, un espejo, una cómoda, una mesa de comedor, seis sillas de madera, un Lavabo, dos campos en To­rrijo y otros dos en Bijuesca. Cuando estaban a punto de sacarse Los bienes a la venta en pública subasta, se pagó La sanción.

Francisca Giménez, autodenominada como viuda, solicitó La devolución de la sanción a La Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas. Sin embargo, un auto de dicha Comisión fechado en febrero de 1954 decía que no había lugar a tal devolución puesto que no se había acreditado el fallecimiento de Julián López, y por tanto, su condición de viuda y heredera.

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Ignacio Marco Bueno Ignacio Marco estaba casado con Constantina Tejedor, tenía un hijo y trabajaba en eL campo. En eL verano de 1936, aL ser LLamada su quinta, se hubo de incorporar aL ejército franquista y prestó sus servicios en ViLLafranca deL Penedés y Rosas, encuadrado en el Batallón núm. 324, Ia Cía. No obstante, en 1938, cuando apenas contaba con 31 años, se le incoó expediente de Responsabilidad Civil en 1938 donde se le acusaba de haber pertenecido al partido de Izquierda Republicana y de haber desempeñado el cargo de vocal en su junta directiva. Sin embargo,tuvo la suerte de que su sentencia se demorase y finalmente, el expediente fue sobreseído.

Una vez terminada la guerra civil, marcharía a vivir a Manresa.

Macario Ombría Torrubia Hijo de Germán y de Atilana, nacido en 1915 en Torrijo. Se dedicaba a Las faenas del campo y había formado parte de la UGT. Su hermano Vicente fue asesinado el 30 de noviembre de 1936 en Cetina.

En agosto de 1936, fue movilizada su quinta incorporándose al Regimiento de Artillería núm. 9 de guarnición en Zaragoza siendo destinado a la 6a Batería con la que estuvo en varios frentes hasta que el 19 de abril de 1937, con motivo del ataque del ejército republicano al pueblo de Celadas, se pasó a zona republicana quedando encuadrado en la 143 Brigada y actuando en distintos frentes.

Poco antes de terminar la Guerra Civil, fue detenido y se le instruyó un procedimiento sumarísimo ordinario. En el consejo de guerra, celebrado en Zaragoza el 12 de febrero de 1943, fue condenado a 30 años de reclusión mayor por un delito de adhesión a la rebelión; aunque se le conmutó La pena por la de 12 años de prisión mayor.

Cuando en febrero de 1944, el comandante de La Guardia Civil de Torrijo informaba sobre el encausado para el Tribunal de Responsabilidades Políticas, indicaba que había sido un gran propagandista de la UGT y que se encontraba en Libertad vigilada en eL pueblo. AL no poseer bienes por cuantía superior a las 25.000 pesetas.su expediente fue sobreseído el 7 de febrero de 1945. En ese año, vivía en Torrijo junto a su esposa y una hija.

Demetrio Polo Molinero Nacido en Torrijo el 22 de diciembre de 1898, fue uno de los fundadores de La UGT local y uno de los dirigentes sindicalistas más destacados del pueblo ocupando el cargo de secretario de esta organización desde 1932 a 1936. Durante este tiempo,fue autor de nu­merosos artículos en el semanario socialista Vida Nueva. En el publicado el 29 de octubre de 1932, Demetrio Polo ya denunciaba cómo en el propio Torrijo se negaba el trabajo a los

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afiliados a la UGT.Años más tarde, en marzo de 1936, seguiría luchando contra las injus­ticias sociales cuando entregaba, junto al presidente de la UGT, un escrito al alcalde para que solucionase la crisis de trabajo que existía en el pueblo, con más de 200 parados. AL mismo tiempo, emitía, desde esa publicación socialista, máximas tales como "Trabajo para todos los parados","Rescate inmediato de los bienes comunales" y "Justicia para todos".

Contrajo matrimonio con Felisa Gallego Cabrera con quien tuvo cinco hijos: María, Félix, Valentín, Inocencio y Antonio. Cuando la tormenta de La represión acechó el municipio torrijano, su hijo pequeño Antonio apenas tendría un año y ante el temor de ser apresado, Demetrio Polo huyó del pueblo junto a Antonio Cid Pacheco a esperar a que se calmase el ambiente de Torrijo. No obstante, cuando regresó en noviembre de 1936, fue detenido e ingresó en la cárcel de Calatayud hasta que fue puesto en l i­bertad en julio de 1937, tras haberse librado varias veces de ser incluido en "sacas".

Se Le siguió un proceso de Responsabilidad Civil por el que se Le embargó una cómoda, un espejo y cuatro siLLas,y se Le impuso una sanción de 1.000 pesetas. Debido a su deli­cada situación económica, Demetrio Polo no pudo hacer frente a La sanción y Los bienes fueron sacados a pública subasta,pero no hubo quien pujase por ellos. Finalmente.el 11 de mayo de 1944 su expediente fue sobreseído.

En dicho expediente, el informe emitido por la Guardia Civil,calificaba a Demetrio como "el principal promotor del desorden, con sus íntimos provocaba la exaltación de las ma­sas contra vidas y haciendas, siempre el principal directivo, propagandista dentro y fuera de la Localidad, muy peligroso y odiaba La religión". En eL mismo documento, el alcalde Paulino González, decía de Polo que "con su propaganda daba motivo a los más incultos a creerse dueños de vidas y haciendas de Los demás". No obstante.y a pesar del historial tan negativo que le achacaban Las autoridades locales, este jornalero tuvo la suerte de sobrevivir al frío de las balas.

Inocencio Vela Torrubia Natural de Bijuesca, pero domiciliado en Torrijo, Inocencio era hermano de Dionisio Vela, asesinado por la represión franquista.

Inocencio pudo escapar de las balas pero no de la represión económica y se Le abrió un expediente de Responsabilidad Civil en 1938. En aquel momento, estaba casado y tenía 41 años. Se Le acusaba de haber formado parte de la directiva de UGT con el cargo de vocal y de realizar propaganda a favor del Frente Popular, razón por La cual se Le impuso una sanción de 300 pesetas que no pagaría aL declararse insolvente. Finalmente, fue indultado el 6 de mayo de 1959.

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LISTADO DE VECINOS DE TORRIJO DE LA CAÑADA BIOGRAFIADOS EN ESTA INVESTIGACIÓN

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I

CUADERNO DE UN SUPERVIVIENTE

Manuscrito de Demetrio Polo Molinero Transcripción de Herminio Lafoz Rabaza

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C U A D E R N O DE UN SUPERVIVIENTE

Este manuscrito consta de doce páginas de cuaderno cuadriculado manchadas de hu­medades por el paso del tiempo, en Las que Demetrio Polo Molinero va relatando sus vivencias y sus recuerdos desde julio de 1936 a julio de 1937.

Este documento es sin duda el testimonio más directo del que disponemos sobre los hechos acaecidos en Torrijo de la Cañada durante aquéllos meses, puesto que además de relatar en primera persona lo que a él mismo le sucedió, nos da claves para com­prender mejor el desarrollo de lo sucedido, el ambiente en el que se desarrollaron los acontecimientos y las fechas en las que la brutal represión llevada a cabo segó la vida de 27 personas de Torrijo de la Cañada

Gracias a La familia de Demetrio por dejarnos compartir esta experiencia y a Herminio Lafoz por facilitarnos su Lectura.

Observaciones del transcriptor (Herminio Lafoz):

• Entre paréntesis he puesto Las palabras que he creído entender y que me arriesgo a transcribir.

• Puntos suspensivos entre paréntesis (...), es La norma paleográfica para indicar que hay una o más palabras que no se pueden leer, en este caso por humedades.

• Entre corchetes, se indican las palabras que, sin estar en el escrito, se ponen, o se suprimen, para faciLitar la lectura.

• He utilizado algunas notas para aclarar palabras que el autor no escribe, casi siempre por error, pero dejándoLas para que se sepa que están así en el original.

• He corregido La puntuación para dar sentido y legibilidad al texto

[JULIO 1936]

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t>ía 25. Enterramos a mi hermano, que t>ios goce;y [en] en buena hora, por­

que así es en buena hora. No porque mi hermano fuese malo, y mucho menos

para la familia, solo tenía un genio algo raro no conociéndolo, pero mal a nadie,

creo, no hizo, y menos a sabiendas. Su lengua era algo fatal, y creo eso sobró

para ganarse algún enemigo en elpueblo. Según tengo entendido, no lo puedo

asegurar, cuando llegaron los camiones, un teniente de la Guardia Civil, no

sé su nombre ni puedo decir síes cierto, llegó al cuartelpreguntando por uno

apodado "el Tapón", no sé si por mí o por mi hermano; si sé que el cabo de la

Guardia Civil, E>on Desiderio Senovilla, contestó diciendo: "Esa persona que

usted dice no es tan malo como le han dicho, pues él tiene sus ideas pero dentro

de lo legal y de la justicia", üespués, al señor cura párroco, creo le fue con las

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mismas, que un tal apodado "el Tapón", no "el Tape", como me dicen, que era el peor delpueblo, y el cura les contestó con un hecho mío que es demostrado que no es tan malo como decían. "Miren ustedes, en una ocasión, por cierto hace muy poco tiempo, bajaba yo por la nogueras del tío Romero, que siempre serán,

y unos cuantos chicos pequeños, me comenzaron a insultar con eso de "guao, guao". Y en esto, el mencionado "Tape", les reprendió a los chicos, y a uno de él, o sea hijo suyo, lo cogió de las orejas y le dio unos cuantos azotes, y a los demás los ahuyentó, que tenían actitudes de empezar a darme de pedradas, cosa que estoy seguro que él lo evito. Los muchachos, solo pude conocer entre ellos dos de Vicente Cobeta, dos de Rafael Lázaro y uno del mismo cabo Senovilla. Es cuanto puedo decir a ustedes de él y, además, que él ni contra la Iglesia ni contra persona ninguna se haya metido, sino defenderse de las cosas injustas

y contra personas ilegales, y siempre dentro de la ley, solo dentro de la ley".

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Así transcurrieron hasta el día 27 sin que nada ni nadie se metiese conmi­go. Solo después de todo eso, a los poco días, me dijeron que a quien venían buscando era a mi hermano, el que el día de los camiones estaba difunto, y dicen que dijo un sargento que si no hubiese estado muerto y está enfermo en la cama, que se lo hubieran llevado. Y yo sí que digo que en ese caso se me hubiesen llevado a mí, pero muerto, pues nunca hubiese consentido llevasen a mi hermano, enfermo como estaba, que no hay poder que lo hubiese arranca­do de mis brazos más que la muerte, que es lo único que más puede contra el hombre, después de t>ios.

Como digo, el día 27 me marché de siega para Oiría con mi primo hermano Valentín t>íez Polo y (Lucas) Vetilla, a. "Catulán". Sobre el kilómetro 10 de la carretera de Bijuesca, nos adelantaron un auto y tres camiones; en el auto reconocí que iba el cabo de la Guardia Civil Don Desiderio Senovilla quien, alpasar a mi altura y (...) tiró un periódico editado en El Noticiero (...) en el cual invitaba a todos a la rebelión (...) en esta provincia elgeneral Cabanellas. Pasaron de largo sobre nosotros no sin darnos el correspondiente susto pues

ya se contaban muchas atrocidades en la provincia, y sus pueblos.

Llegamos a Bijuesca y nos dijeron que se llevaban al médico, Sr. Soriano,y al caminero, como resultó ser verdadpues, a pesar de desviarnos de la carretera para no tropezar con ellos, en el estrecho de Torrelapaja nos tropezamos otra vez y nos pasaron sin que nada nos dijeran, pero sí nos dimos cuenta que llevaban a los dos detenidos. Llegamos a Ciriay nos enganchamos a segar. Y

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llevábamos é días cuando nos dicen que iban a dar una batida los requetés de Navarra por aquellos montes. Y fue cierto que la dieron, pero con nosotros nadie se metió. Después nos contaron un caso que era horripilante: que en un pueblo habían matado a un hombre, según estaba segando, por la espalda, y que en Aranday (...) habían cogido a muchos,y todo resultó ser verdad. Bien, terminamos la siega el día 5 de agosto y por la mañana salimos de Oiría con mucho temor por lo que se decía. Llegamos alpueblo a las dos de la tarde y para partirnos las ganancias fuimos al hospital donde mi primo Valentín vivía. Lle­gamos a casa, y no estaba ni mi mujer ni la hija de mi primo en casa, y allá al rato se presentaron y mi mujer, toda asustada, me dice: "¡Ay!, qué susto me he llevado; he pasado por la fuente y he visto un hombre que decía que no dejaran sus hijos para la guerra, que querían llevárselos los insurrectos". Yo entonces dije que quién era y mi mujer no lo conoció, pues estaba rodeado de hombres que decían que a detenerlo pero que ella, con el susto, creyendo que era yo, aunque no estaba en elpueblo, por la voz en lo que nos parecíamos, le parecí yo. Y al cabo de un rato se presentó en elpatio del hospital, donde vivía mi primo, el orador improvisado como le sacaron, porque festejaba con la hija de mi primo Valentín. El orador, o sea el desgraciado Constantino Felipe Gascón, este era el orador improvisado, que legalmente tenía razón pero en las guerras civiles la razón la tiene el que tiene la fuerza. Así que, alpresentarse a su novia, le dijo: "Dorotea, vengo a despedirme. Yo sé que a mí me fusilan pero no me importa, es por decir la verdad". El contó todo lo ocurrido y, estando en la conversación, me acerqué yo y, al enterarme de todo, le dije que lo había hecho muy malpues no sólo se comprometía él sino que comprometía a los demás, pues aquello sería una excusa que no tenían hasta aquella fecha. Así sucedió. El día aquel nada sucedió y transcurrió hasta el día 18 de agosto.

Ese día fue cuando, a las 10 de la mañana, se presentó aquí un camión y un auto con guardias civiles y preguntaron por Dionisio Vela y por Tomas López

yJulián López y alguien más. Seguro es que ambos corrieron por las eras de los casares y de las bodegas y se libraron de (...). Sobre las 11 estaba yo en mi fnca de Val de Bijuesca regando y se presento mi mujer, sin fuerzas ni color en los labios, y me dice: "¡Ay maño!, veste, no sé qué pasa en elpueblo hoy. Al Rana y los Rosindos los corrían por la eras de los casares y no sé qué pasará en elpueblo. No dejan salir a nadie, pero yo me he podido escapar aquí para avisarte. Sobre todo, veste, no bajes alpueblo". Estando en éstas, por la carre­tera un taxi en el que reconocí a ta Guardia Civil delpuesto de aquí, al cabo Senovillay a Egidoy con ellos elcjuarda forestal. Mi mujer se tragó la muerte,

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y yo también, pero vi que no pararon en mi-fincay tiraron por arriba. Enton­ces, abrazándonos mi mujer y yo, aunque teníamos cinco hijos bien pequeños, me dijo: "Sobre todo huye, no vengas alpueblo". Allí concertamos de que ella se bajara por la carretera y yo por los cerros adelante, a entrar por la Cubilla. Así lo hicimos, cuando, al despedirnos, bajaba el auto que había subido anterior­mente, y vimos que bajaba elforestal sin color. Tiraron adelante y entonces yo me subí al cerro y mi mujer carretera adelante a casa con nuestros 5hijitos. Al instante veo que sube el mismo taxi otra vez y yo lo veía desde un cerro; me di cuenta de que en mifnca no hicieron mención ninguna y con mi mujer tampoco se detuvieron. Entonces me reanimé un poco y opté por bajar cerros adelante para entrar por la Cubilla a mi casa.

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El día ese trascurrió y después nos cercioramos que las subidas y bajadas del taxi fueron, la primera, para fusilar alpobre Constantino en el Barranco llamado de las Minas,y la segunda para enterrarlo donde mismo había sido fusilado. Mientras tales hechos sucedían, el teniente de la Guardia Civil es­taba dando un mitin y entre los oyentes estaban las hermanas y madre del fusilado, aplaudiendo lo que decía. Yo sí aplaudo las palabras buenas, pero no los malos hechos; así diceJesucristo: "Creer en una fe pero no según sus obras ". Aquellas fueron obras malas que nunca faltará mi censura para ellas aunque por ellas tuviese que morir

[SEPTIEMBRE]

Así transcurrió otro mes sin que en elpueblo nada ocurriera, aunque se con­taban horrores de todos los sitios. El día 28 de septiembre amanecimos con que se habían llevado a cuatro más del pueblo, de ellos solo vive uno que es

José Martínez Portero; los demás son de los que llaman desaparecidos. Así se pasaba las horas constantemente con fatigas y zozobras.

Un día, a primeros de octubre, yo venía de por una carga de aliagas, que es el

f cio peor que existe en el mundo, pero por más de dar pan a los hijos qué no ría un padre; bien, yo con el temor, y siempre con precaución, mandé a mi

hijo con un borrico y su carga al horno de Pascualpara que nos dieran pan y yo me (...) el camino de la Cubilla con dos (gavillas) al hombro para quemaren casa, y resulta que estaba elpueblo sitiado por los guardias de Acción Ciuda­dana, como les llamaban, aunque mejor les hubiera estado otro nombre que yo me sé, resultado que, al rato de estar yo en casa, la guardia se retiró. Y resulta

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que aquel día, según supe después, habían venido a por mí y Antonio el Tam­boritero, que decían, y el alcalde Aquilino Cid. Pero el señor cura y quien fuese, lo pudieron evitar no sé si por mí o por otra persona de los tres que vinieron que les interesaba más que yo y otro.

Así transcurrió, y llegó el 27 de octubre y amanecimos con elpueblo sitiado y rodeado de hogueras, señal que usan los moros para lanzarse al combate al día siguiente. Así el mencionado día amaneció, y yo estaba en la ventana de mi casa cuando veo que, por elpuente, la Guardia Civil llegó a casa delpresidente de Izquierda Republicana y aún con todos sus setenta años, poco más o menos, se lo llevaron y además no le dejaron coger la capa que usaba como abrigo; y creo fque] aún se le mofaban diciendo le que no le hacía falta abrigo, que luego le sobraría todo. Seguidamente vi desde mi ventana que bajaban a dos más; a uno de ellos lo reconocí: era Manuel Herrero, y yo esperando lo mismo por­que, aunque motivos no había entonces, no hacían falta más motivos de que uno cualquiera de los llamados derechistas te quisiera mal. Así que hay que considerar la mañana que pasaría yo, y mi esposa lo mismo, sabiendo ya lo que sucedía con todos los que se llevaban. En aquellos momentos pasó por mis puerta elpobreJacinto Cambronero que me dijo: "¡Ay, Demetrio!, que vienen. Yo voy a casa de mi hermano Anselmo, que se va al servicio, a despedirme de él"j Qué despedida tan larga! El, un hermano al servicio y con dos hijos, y el otro a un barranco teniendo cuatro hijos bien pequeños. Aún no hacía dos minutos que había pasado, a lo que viene su mujer, Tomasa López,y dice: "¡Ay, Felisa!, que vienen, que vienen". Y sin decir más, marchó a llamara su marido que se llevaron y no lo hemos visto más. Qué momentos aquellos tan amargos. Mucho serían para los que se llevaron pero también para los que quedamos.

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Aquel día después de muchos sufrimientos y sin que llegase la ropa al cuerpo de temor, sin dormir, sin comer y sin nada, pues en mi casa en aquellas fechas mal andábamos de comer, pero aún teníamos peor gana. Así pasó el día 27, y los siguientes,ya sabiendo donde los habían dejado a 11 que se llevaron ese día.

El 21 me marché a los réntales a sembrar lentejas con una pareja de burros. Sobre las 11 se presentó uno y me dijo: "¡Ay, Demetrio!, me ha dicho mi primo que vamos tú y yo en lista, de los primeros, y debemos de irnos. Asilo hicimos, dejé los burros en casa y salimos de casa a las 4 de la tarde e hicimos una noche en lo de Villarroya, en una cabana. El día 2?, día siguiente, de sierra de Villarroya adelante nos metimos en Viver de la Sierra, y por la noche nos

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(internamos) en término de Morata deJalón y, sobre las 4 de la mañana, oía­mos grande tiroteo y nosotros, con nuestro miedo encima y pasmados de frío. Pasamos la noche, y apenas clareaba reanudamos nuestra marcha. Hacía la Sierra de Herrera, a lo que clareaba el día, en la misma carretera general y en la casilla de los camineros que hay entre termino del Frasnoy de Morata, nos tropezamos con una carrera de muertos, que contamos 14; entre ellos yo reconocí a uno de Calatayud. Nosotros, con nuestro miedo, corrimos y corri­mos por viñas y por monte y sin saber ya dónde tirar ni qué hacer, pues, como no llevábamos salvoconducto, no podíamos darnos a ver. Pero cuando uno se ve en peligro hace frente a todo, y con un salvoconducto que llevaba el otro compañero, que hacía 5 días se lo habían hecho en Almonacid de la Sierra dónde había estado vendimiando, en el cualponía: "Salvoconducto a favor de Antonio y su compañero". Pasamos por la guardia de Santa Cruz de Tobed, pueblo donde nos dijeron que aquel día habían fusilado a tres y el cura, cuatro; así que hasta el cura, por ser republicano, lo habían fusilado, y en uno que nos tropezamos, que por cierto debía ir huido también, nos dijo dónde había sido

y donde los enterraron. Llegamos a Tobed y el alcalde era amigo mío, aunque derechista. Allí nos dieron pan, vino y chorizo y no nos cobraron nada pues yo dije que veníamos de vendimiar y nos íbamos a llegara t>aroca, que de allí me conocía el Alcalde por haber estado muchas vecesjuntos, siendo yo guarda en baroca.

Seguimos nuestro camino y llegamos a Codos y por cierto que, aunque íbamos de la manera que íbamos, nos reímos mucho pues llegamos a la Guardia, a la entrada delpueblo, y nos pidieron el salvoconducto, que enseñamos, y re­sulta que el que lo cogió no sabía leer y dijo: "Sí, está bien ". Salimos de Codos carretera adelante y nos tropezamos con un caminero, que era pariente de mi suegra, y el hombre, muy cariñoso, nos dio vino y merienda y nos dijo que no nos marcháramos que estaba muy mal el asunto y nos podía pasar algo, pues aquella mañana había estado él enterrando a tres de t>arocay una mujer que

yo conocía que llamaban "la Polla", por cierto soltera. Nosotros insistimos que a ver si llegábamos a óarocay nos fuimos hasta el término de Mainar dónde

ya veíamos elfrente vigilado en esta parte con soldados de caballería y los otros mas lejos con ametralladoras que casi no dejaban de tirar.

Así pasamos la noche en un monte muy espeso y sin saber quehacer, si tirar adelante o volver para atrás. Por fin, decidimos lo último y nos volvimos para atrás pensando en que, si por casualidad era mentira lo que le habían dicho

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al compañero, pues además yo tema cinco hijos él no tenia ninguno y siempre dice que estaría con remordimiento si por élperdía yo la vida. Me convenció y me hizo volver atrás diciéndome que prefería que lo fusilaran a él en elpueblo antes que pasase conmigo y siempre por su culpa. Así, determinamos regresar a casa y si llegábamos con salud y no habían preguntado por nosotros, no salir de allí aunque tuviésemos que morir.

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[NOVIEMBRE]

Día 1 de octubre, día de todos los Santos. Caminábamos de regreso para nues­tra casa (...) de Villarreal a Daroca a monte a través y sin (...) camino hasta llegar a la ciudad de Daroca en las (..)ya, nos tropezamos con una pareja de Acción Ciudadana que yo conocía, y ellos a mí también; bajaron con nosotros en compañía hasta donde se encontraba el control, y pasamos sin ninguna intervención y sin molestarnos para nada. Fuimos a casa de una cuñada del hermano mayor de mi mujer llamado Mariano, y su esposa Martina. Allí estuvimos un rato y contamos lo que sucedió en elpueblo a mi cuñada, que mi cuñado no estaba. Ella que se enteró, nos dijo que de ninguna manera nos quedáramos. Yo que vi semejante desengaño, cogimos nuestra ropicay sin de¬cirnos nada de si llevábamos para comer ni nada, más que deseando que nos marcháramos, nos fuimos y en la Puerta Baja estaba la hermana de mí mu­

jer fregando. Y ella que me vio, tanto a mí como al otro, que no nos fuéramos [a] aquella hora, pues yo no quise decir la verdad de nuestro viaje por no darle pesares y, porsiacaso, por no comprometerla, ya que había visto lo que la otra me había hecho, aunque de la una a la otra va como de lo blanco a lo negro. Si sabe ella cómo íbamos, de ninguna manera nos hubiera dejado salir aquella tarde de allí, aunque le hubiese costado a ella la vida, pero nos marchamos con una excusa mía de que íbamos a Manchones, pueblo situado en la misma ribera a una hora de camino, donde yo tengo grandes relaciones y algo de mi historia, que acaso en otro lado mencione. Llegamos a Manchones, pueblo que cruzamos por la mitad, y de los primeros que tropezamos fue al alcalde, cono­cido mío, y ni preguntar por la documentación siquiera, nos dio de beber y nos invitó a quedarnos, cosa que yo rehusé con excusa de llegar a Murero, pueblo a un cuarto de hora de aquí. Por allí sucedió lo mismo, los de la guardia, que también había, estaba un herrero que me conocía de jefe de la guardia, y lo primero que hizo fue darnos de beber sin preguntarnos el viaje que llevába­mos ni nada; luego que le dije que nos marchábamos a Villafeliche, él nos dijo:

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"No, que vais a llegar tarde y ya sabes cómo está esto, no vayáis a tener algún compromiso". Mas nos despedimos con otro trago y seguimos nuestro camino

y por el estrecho de Villafeliche se nos hizo de noche, donde acampamos en una cabana e hicimos lumbre, pues era un punto que casi era imposible de que por allí pasase nadie por aquel sitio, y menos en aquella noche, noche de todos los Santos, y yo creo que de los demonios también, pues hacia un frío tremendo, con una noche de viento, de esos vientos que suelen andar por esta región de Aragón, que en mi pueblo le llaman cierzo de ombrías y (cholla) cabras. Allí pasamos la cuarta noche de nuestro viaje y, aunque fue mala, aún nos conso­lábamos en uno al otro comiendo higos bien buenos que había abundantes en una higuera donde mismo estábamos. Amaneció el día 2 de noviembre, mes de muchos recuerdos y fatigas por aquellos tiempos y por todos los lugares de (...) de Calatayudy su comarca. Emprendimos nuestro regreso hacia abajo, a pasar por la estación de Villafelichey coger (...) izquierdo de la ribera deljiloca. Sin atravesar ningún pueblo, pasamos por las inmediaciones de Morata a cruzar cerca de Terrerypor la viña (...) de Moros, nos cruzamos a los Carriles, que llamamos, a entrar en Torrijopor la Cubilla. E>e nochey lloviendo llegamos a nuestro hogar donde mis cinco hijos con mi desconsolada esposa estaban tan tristes. Al llamar yo a la puerta y conocer mi voz entró la alegría en mi casa aunque fue por poco tiempo. Lo primero que hice fue preguntar a mi esposa si alguien había preguntado por mí y me contestó que ni por mi ni por el otro, que nadie se había dado cuenta de nuestra ausencia más que los familiares, que lo sabían. Así trascurrimos unos días sin hacer otra cosa que traer algo de leña para el horno y por las tardes hacer algún cesto, cosa que trabajo por afción sin enseñarme nadie y creo que es el ofcio a que debo la vida después de óios. Si no hubiese sido por él no existiría en el mundo.

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El día 23, por el medio día, me asomé a mi ventana de casa desde donde se di­visa todo o casi todo elpueblo, pero caí al frente de casa de mi mayor enemigo, elprimer alcalde republicano de este pueblo, y veo en una ventana de su casa a su mujer que, con otra que se llama Vicenta y vive frente a frente, estaba conversando. Y oigo que le dice: "Chica, si tienes algún enemigo que te estorbe, ahora puedes quitártelo, que estos días va a venir el camión a por más;ya sabes, no tienes más que decirlo, que yo soy la jefa de Acción Ciudadana y daré la lista". Así que esa conversación me puso en guardia y yo no dormía, y pensé de ir a sacar salvoconducto y, si no me lo daban, marcharme otra vez por donde había recorrido anteriormente. Esto fue el día 24. Me presenté en

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CUADERNO DE UN SUPERVIVIENTE

el ayuntamiento con elfin de ver si me daban el salvoconducto; di las buenas tardes y, sin contestarme ni nada, la educación del alcalde de entonces, se me dirige a mi y me dice: "Oye, tú, mañana con éste a San Juan a quitar barro en la carretera', con el caminero que estaba allí presente en el ayuntamien­to. Bajé mis orejas y callando ya me marchaba para mi casa, y entonces me pregunta el alcalde que a qué había ido al ayuntamiento, que no me habían preguntado ni yo había dicho nada; entonces le dije que a por un salvoconduc­to, con elfin de irme hasta Ciria a vender unos canastos para sacar para pan para mis hijos que no tenía, cosa que era cierta. Entonces me dijo: "Puesya voy a dártelo y que vaya otro, y tuya irás otro día". Ya pesar de que a lo que me mandaban ellos era faena que no nos pagaban ni nada, yo accedí a ir el día 25, y el 2é marcharme de viaje. Así lo hicimos, y me dio el salvoconducto para marcharme el día 2é, cosa que realicé bien a disgusto de mi esposa por­que estaba lloviendo. Yo, a mi esposa no le dije nada de mi intención ni de la conversación que oía esas fulanas, pero que aquello me decidió a marcharme. Avisé al otro2,y me dijo: "Chico, si vienen que vengan; yo no me voy", así que el día 2é me presenté yo en Ciria, provincia de Soria, en casa de mi amigo Paco (...), como le llaman allí. Estuve haciendo canastos ya que, hasta día 1o

de diciembre, según los hacía los vendía, y tenía yo unos doce duros recogidos y el día Iopor la tarde terminaba la faena para bajarme a casa el día 2. Pero [la] situación para yo proponía pero otro disponía. Estaba terminando mi último cesto, cuando sobre las 5de la tarde, según estaba yo agachado, se me presentan 4 hombres, pistola en mano, a detenerme. Yo, indefenso, no hice oposición, pero sí que me tragúela muerte, así como 8 ó 10 chicos y tres mujeres que había viéndome, una de ellas embarazada que mal parió del susto. Me cogieron y me quitaron el dinero, reloj y elqañivete de trabajo, y me bajaron al ayuntamiento, y allí había dos de mi pueblo que habían subido con caballos y todo a por mí. Me dijeron que nada me pasaría, que sólo era para que decla­rara, cosa que no era cierto, aún no me han tomado declaración en la hora presente. Me condujeron a la cárcel de Ciria, donde pasé la noche casi peor de mi vida, aunque las he pasado malas. Allí recordaba al ladrón afamado, que también lo tuvieron en aquella cárcel y se les escapó, pero yo no podía escapar porque toda la noche tuve centinelas vigilando, además de estar bien cerrado, y aunque hacía mucho frío. Amaneció el día 2, y alas 8 de aquel día me sa­caron y me ataron las manos como al ladrón o al criminal más empedernido,

y salieron de acompañarme cinco personas de Ciria, con los dos de mi pueblo, hasta la carretera de Torrelapaja, con mi burrico dejándolo en casa de mi

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amigo. Yo a pie hasta Torrijo, é horas atado, y los de los caballos montados como si hubieran llevado a Pernales, engrandeciéndose de lo que hacían. Ya entablamos conversación y me dijeron que el día 30 de noviembre se habían llevado a 12 delpueblo; engañándome, me dijeron que algunos ya habían vuel­to a casa, y fue mentira, porque después supimos que los habían fusilado en el término de Cetina. £>e los 12, el uno era mi compañero de viaje anterior, así que hablamos mucho bajando, y yo, a pesar de cómo iba, les dije muchas cosas que creo no olvidarán aunque vivan mucho años, ni yo tampoco. Me prome­tieron que harían lo que pudieran por mi familia ya que por mí no pudiesen; también me prometieron que ellos me presentarían en Calatayudpara que en el camino no me sucediera nada, cosa que, aunque creo que les costó mucho, lo lograron, lo consiguieron con mucha oposición, pues en elpueblo había dos que querían bajarme ellos desde elpueblo, y matarme en un barranco, para que no me escapara, pues ellos dirían que me había querido escapar,y con eso pagarían. Así querían obrar dos valientes; el uno de ellos ha muerto mientras esto escribo, el otro sigue siendo el enemigo número uno mío, y yo debo seguir siendo su pesadilla perpetua.

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[DICIEMBRE]

Llegamos a Calatayud en un taxi, me presentaron en el cuartel y lo primero que dice un guardia civil: "Este es el que se ha escapado". Y dije que no, que era el que estaba en Ciria trabajando. Allí se quedaron todos e informaron lo que fuese de mi, y ellos se fueron a casa y yo al hotel, como decíamos todos, el hotel Blasco, creyendo sería para poco, porque sólo contaba uno entonces con morir ametrallado por los fusiles de los esbirros. Llegué a la cárcel y, al llegar, creí que no había nadie conocido, y menos de mi pueblo, pero, qué sorpresa, allí estaba mi buen Máximo Lipe, el "Cánovas",y, al vernos, nos hicimos este saludo: "Ya somos dos para morirjuntos". Se cerró la noche y con ella los cerrojos de las celdas. En la que me destinaron, que también estaba el otro, éramos unos 14. Nos acostamos vestidos y calzados para no enredar mucho si nos llamaban aquella noche alpaseo, como decían. Pero no fue así.

Pasamos la primera noche larga; pasamos el día y la segunda noche igual. El segundo día ya pedí una tarjeta, que me dieron, y escribí a casa, la que recibieron cuando ya estaban poniendo luto a mis hijos, pues mi mujer ya lo llevaba. Se había muerto su madre hacía poco, y mi hermano también, así que ni se lo puso ni se lo quitó.

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C U A D E R N O DE UN SUPERVIVIENTE

Trascurrieron unos días y unas noches sin fin de largas, y el día 8 de diciem­bre, por radio, las naciones extranjeras anunciaron que se pusiera fin a las injusticias cometidas en España, lo mismo en un campo que en otro, cosa que, aunque no seguro, se comenzó a respetar hasta cierto punto. Así trascurrimos hasta navidades, que siempre ha sido precedido degenerosidad, y ya teníamos cierta confianza en la vida, aunque, bien mirado, valiera más no vivir para seguir sufriendo por tanto tiempo. Pero los hijos llaman mucho al corazón y dan aliento para la vida, aunque sea ésta mísera y mala. Llegó navidades y unos días antes nos llenaron el hotel con toda la (...) de Calatayud que, como dice el otro, como tenían dinero, comían abundante y bien, pues de los que no teníamos nada éramos pocos, y ellos repartían algo de lo suyo, y siempre ha sucedido así, los hay buenos y caritativos como los hay ásperos y absolutistas. La cuestión es que a mí no me faltaba comida y nunca olvidaré que dos per­sonas, DonJusto y el boticario de Molina de Aragón, se quitaban el qué comer para dármelo a mí, pues caí enfermo entre los disgustos y uno y otro, pero pronto recuperé la salud, así como la esperanza de poder abrazar a los seres queridos. Llego año nuevo, vida nueva, como dice elproverbio. Así sucedió; el mes de diciembre nos daban de comer por administración del oficial Don Fé­lix. El día 30, nos llamó alpatio el jefe, Don Bernabé Blasco Vague, y nos dijo: "Muchachos, el día 1o de mes y de año 1137 me encargo yo de la jefatura de este establecimiento y quisiera que en igual3 de llevar el suministro por admi­nistración, os lo administraseis vosotros mismos, nombrando entre vosotros, rancheros y personalpara la administración". Así sucedió, nombramos entre todos dos para la administración y dos para la cocina, y entre ellos me tocó a mi entrar para la cocina, que ocupé elsegundo lugar, 15 días, pues elprimero lo ocupó un chico de Cervera de la Cañada que, a los pocos días, marcho al Tercio

y, alpoco tiempo, le mataron, todo por Dios y por España. Así, quedé yo en su lugar y pude poner a Máximo Lipe en mi lugar, el amo de los calderos y de las hachas. Yo entonces ya iba pillando ánimos y marchaba muy bien e incluso les podía mandar pan a mis hijos, más que el que se podían comer. Así que la situación había mejorado. Pero dio la coincidencia de que nos presentamos en febrero de dicho año 1137y bombardearon en Calatayud el día 8y aquel día, las señoras del requeté local de Calatayud, pusieron toda su gracia en pedir la cabeza de los presos como represalias al bombardeo. Pero tuvimos la suerte de (hache) de que dos días antes habían cambiado el turno los oficiales, por haber estado uno de ellos de viaje. El día 8por la noche, a las 12 de la noche, se presentó el capitán de la Guardia Civil, Don Luís Parra, en la prisión con

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dos camiones a por todos los presos políticos. Y estaba Don Bernabé Blasco Yagüey al verlo y decirle qué a qué venían, le dijo que de quién traía orden;y no sé de quién diría, pero el jefe le dijo: "Es poca orden esa, y si no es de parte del Comandante Militar, no sale nadie, que así tengo la orden". Mientras, el capitán se retiró con malos humos, el otro llamó a la Comandancia Militar y le contestaron felicitándolo por su energía y que no diese un preso sino era con la orden expresa en escrito del Comandante Militar. Así se salvó el compromiso de nuestra vida en aquella noche memorable de 8 de febrero de 1137

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A mediados de febrero vino en el Boletín Oficial, una orden de recompensa para el ofcial de prisiones, que era el actualjefe nuestro, y una gratifcación en metálico por sus buenos servicios prestados en sus años anteriores. Todos entonces le felicitaron a dichojefe dándole la mano y yo, como era ranchero, no quise manchársela y lo felicité por escrito y en verso. Le escribí unos versos que los titulé Al Sol de la Humanidad, cosa que me pareció acerté en todo, pues Don Bernabé se merece eso y mucho más. Aún tengo que guardar sus gratos recuerdos para otra vez, aunque ya son muchos los que tendré de la primera. A fin de febrero se personó el brigada de la Guardia Civil, Parra, en la prisión

y nos formó a todos, y a uno le decía: "Hombre, aún estas tú aquí, yo creía que estabas fusilado"; al otro hombre: "Con lo malo que eres, tú aquí". Y así se divertía diciendo a todos los mil improperios;y por último dice: "A ver, todos que tengan menos de 45 años, al Tercio o al Barranco, esa es la solución, y los viejos que se mueran aquí". Así nos fueron llamando a la oficina y, cuando me tocó el turno a mi, me presenté y me dice: "Tú eres el de Torrijo, Polo". Dije: "Sí, señor". Y se quedó mirando aljefey entonces me dijo: "Vete, tú no vas al Tercio". Y al rato que me retiraba, me dice: "Tú irás a casa pronto, según me ha dicho el capitán, por los versos que le has hecho; en gratitud, quiere mandarte a casa pronto para trabajar para que coman tus hijos". Me dio un rayo de alegría después de los disgustos ya dados. El capitán era sobrino del brigada

y, por iniciativa del jefe, le escribí otros versos al capitán, que me libertaron de ir al Tercio y, por lo tanto, la vida, porque todos que fueron volvieron los ojos en blanco. Yo creí que lo que se me decía sería pronto, pero un día viene el capitán

y me dice: "¡Ay, Polo!, dos veces he tenido su libertadfirmada y tropiezo con los de su pueblo que me rechazan mis intenciones, así que no sé a qué atenerme. Podía ustedhacer una instancia al Capitán General o Comandante Militar de esta plaza ". Así lo hicepor varias veces y se pasó tiempo y tiempo. Ya llegamos al

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C U A D E R N O DE UN SUPERVIVIENTE

mes de abril y, por tanto a la Cuaresma, y nos invitaron a tomar la comunión a todos y, e! que no lo hiciera, ya sabía lo que le quedaba, nos lo decían por claro. Tomamos todos la comunión por fuerza y, como dice el refrán, "cristiano a fuerza nunca es bueno". Pero en aquel día sí, es cierto, todos nos portamos como buenos cristianos y recibimos elpan de Cristo y, en presencia de todas las autoridades locales de Calatayud, el señor vicario de Calatayud echó una práctica^- alpie del altar al modo de sermón, dirigiéndose a las autoridades comenzando por el Comandante Militar, jefe de la Guardia Civil, y de Falange

y Requête, y demás milicias, diciendo les que ya era hora de la clemencia y que nos dieran la libertad a todos los desgraciados que nos encontrábamos allí presentes. Además, el día anterior habíamos hecho una instancia y firmamos todos filos]presos de esa prisión, para pedir la libertad, cosa que así creíamos que iba a suceder. Pero no fue así; aquel día 11 de abril nos dieron un gran banquete, y recuerdo, y recordare toda mi vida, que el capitán Parra nos dijo: "Tenedcuidado, no se os vaya a indigestar; no comáis mucho". Aquello se me clavó en el corazón, que después, entre acordarme de mis hijos y aquello y ver tanta comida, casi no comí. Resulta que aquel día lo pasamos de juerga todo el día con buena comida y con bebidas en abundancia, llegó el día 12y, a las ? de la mañana, se presentó el capitán Parra, y nos llamó a todos a las oficinas,

y creídos en que nos traía la libertadporque nos había dicho: "Hala, que os traigo una buena noticia, por lo de ayer". Nos reúne a todos y nos lee 33 nom­bres, y después nos echa a leer que el Generalísimo Franco, y en su nombre el Comandante Militar, por haber celebrado con tanto fervor y devoción el día 11 de abril la comunión, que tenía a bien perdonarnos la vida que estaba senten­ciada para su ejecución el día 14 de abril, conmemoración de la República. Nos salimos de allí, con la boca abierta, viendo visiones, y yo fui uno de los que con más calma lo tomé, y dije que aquello era para conformarnos y no darnos la libertadporque les parecía pronto. Hubo aquel día quien lloro, y como ejemplo pondré a Antonio Beltrán y Salustiano Gimeno, los dos de Ateca, que se tira­ron todo el día llorando, yo creo que de alegría, según decían ellos, donde los restantes pensábamos de diferente forma, y lo tomamos como una ardid. Así quedamos, y otra vez, sin esperanzas de nada, seguimos pasando el tiempo y, para el 20 de mayo, eché una instancia al Comandante Militar, que no hizo efecto, y el jefe que había venido hacía unos días, ùon Marcelino Matamata, y a quien me habían recomendado una personas de Ateca, que ignoro quien fue, me dijo: "Polo, siento mucho que usted se rompa la cabeza haciendo instancias tan claras y tan buenas como estay que no hagan efecto, pero, en fin, de aquí

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a unos días tengo que visitar yo al Comandante Militar, guarde usted copia para yo entonces, siesta no hace efecto, llevársela personalmente en la mano". Así lo hice y, esto era el día 30. me llama y me dice: "Haga usted una instancia como dejamos dicho hace unos días para a la tarde llevársela yo en mano al Comandante Militar, que tengo que visitarle". Así lo hicimos y resulta que, cuando el jefe llegó ante el Comandante Militar, le dijo: "Vuelva usted maña­na, que tengo otra visita; pero, a propósito, dígame usted qué informes me da de estos chicos de Torrijo, Demetrio Polo y Máximo Lipe". El jefe entonces le dijo que, dentro de la prisión, inmejorables y, delante del¡efe, había 4 de Torrijo

y de los cuatro, uno y el cabo, informaron medio bien, pero tres de ellos mal, pidiendo que, sobre todo, no nos mandasen alpueblo, a lo que el Comandante Militar, entonces, les dijo: "Estos irán alpueblo, pese a quien pese". El jefe se retiró para volver al otro día, pero ya le había dejado la copia de instancia en la cual aclaraba todos mis asuntos, sin mencionar a nadie, y haciéndome yo responsable de todos los males de las izquierdas hasta el día 18 dejulio de 113é

y, de allí en adelante, cada cual respondiera de lo suyo. Al otro día volvió el jefe a la Comandancia Militar y, por la tarde, ya nos dijo: "Parece que la instancia va [aj hacer efecto y yo creo que pronto". Así quedamos, y el día 7 de junio, a tas 11 de la noche nos llama Don Marcelino y dice: "Demetrio Polo, Máximo Lipe, la libertad". Cuánto extraño a aquellas horas, pero así fue, entramos en la oficina y nos dice un teniente: "De parte del Comandante Militar, la libertad porque no halla causa parajuzgarles". Y entonces les dije: "Ve usted, señor jefe, yo siendo el malo, el cabecilla como dicen en mi pueblo, no tengo causa para ser juzgado, así que los demás qué tendrían". Y me dijo eljuez, pues él era y no otro: "Qué le vamos hacer, Polo, hay que remediar lo que se pueda, que lo pa­sado ya no tiene remedio, solo lo que queda". Preguntábamos si teníamos que hacer alguna presentación y nos dijo que no, que ya se le había comunicado al alcalde para que nadie se metiera con nosotros. Nosotros, que trabajáramos y no nos metiéramos con nadie y ya estaba todo bien. Aquella noche no podíamos subir a casa y el jefe nos preguntó si tenía (...)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO...

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SETENTA Y CINCO AÑOS R E C O R D A N D O -

HISTORIA DE UNA PETACA

Era una tarde calurosa del mes de agosto cuando el joven Aureliano no pudo más que correr para tratar de evitar lo inevitable.

Aureliano vio Llegar al grupo de guardias civiles por La plaza mayor del pueblo. Pregun­taban por Constantino, buscándole con los ojos y el corazón ávidos de sangre en unos casos, llenos de miedo y resignación en otros. Por eso cuando oyó aquel nombre, Aure­liano no pudo más que correr para tratar de avisarle y evitar lo que no se podía evitar.

Corrió Aureliano como nunca antes lo ha­bía hecho, todo lo que sus cortas piernas nunca antes Le habían permitido, saltan­do zanjas y salvando obstáculos que, si se hubiera parado a pensarlo, a él mismo le hubieran sorprendido. De esta manera consiguió llegar antes que la fúnebre co­mitiva hasta el Lugar donde él trabajaba el campo. Casi sin resuello y con el cuer­po tembloroso le dio la funesta noticia.

Ante el asombro de Aureliano, Constantino no se inmutó. De su boca no salió ni un sus­piro de dolor, ni una palabra de miedo, ni un quejido tembloroso. Ante el asombro de Aureliano se sentó en la primera roca que vio,tiró de la petaca y se puso a liar un cigarro para llevarlo a la boca, que ni por un momento había mostrado señal alguna de alarma ni angustia. Y encendiendo un cigarrillo Le ofreció otro a Aureliano, que continuaba de pie mirándole y con eL aliento aún por recuperar.

"No tiene ningún sentido que corro, Aureliano. Me encontrarán. Tarde o temprano me han de encontrar. Y si no me encuentran a mí encontrarán a mi padre, a mi hermano, a mi familia... Siéntate, Aureliano, fuma conmigo mientras los esperamos. Y quédate con esto... yo ya no lo voy a necesitar".

Aureliano cogió aqueLla petaca de piel sin decir una palabra. Fumó de aquel tabaco que el hombre al que sólo conocía de haberle ayudado alguna vez en eL campo le ofrecía, del hombre que le ayudó un día a trasladar la carga de leña que Llevaba para el invierno, del hombre al que le unía una vaga amistad basada simplemente en el respeto a un hombre mayor y trabajador, solidario e idealista, que siempre estuvo dispuesto a echar una mano a cualquier vecino del pueblo.

Apenas Le dio tiempo a apurar el cigarro cuando la guardia civil aparecía por La última curva del camino. Aureliano contempló la imagen que le hubo de acompañar durante el resto de su vida, en las noches oscuras, en las pesadillas más terribles que nunca antes

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había podido imaginaren Los días daros propios de cuidar eL campo...Yaunque a Cons-tantito se Le ofreció vendarte Los ojos, éL prefirió mirar La muerte de frente. Cinco tiros y nada más. Ni una paLabra. Ni un grito. Ni por supuesto una expLicación.

EL motivo de su muerte nunca Lo tuvo muy claro AureLiano y aunque poco importa ahora, cuentan que antes de aqueLLo aquel hombre Le dijo a su novia: "Vengo a despedirme; yo sé que o mí me fusilan, pero no me importa, es por decir la verc/acf. Verdad que días antes de su muerte había proclamado, osadamente, ante el pueblo entero, pidiendo a sus vecinos que no dejaran sus hijos para la guerra. Cuenta, eL que lo cuenta, que aquel discurso im­provisado fue la excusa que necesitaban Los verdugos. Cuenta que,"aunque legalmente tenía razón, en las guerras civiles la razón la tiene el que tiene La fuerza".

Era otra tarde calurosa del mes de agosto, unos cuantos años más tarde, cuando en el pueblo aparecía una mujer. Llegó hasta La plaza donde tantos años atrás AureLiano oyó la fatídica noticia que Le llevaría a repetir todas las noches la misma imagen, eL mismo sonido del cañón disparando,y preguntó por la familia del hombre que se había queda­do esperando la muerte fumándose un cigarro con su padre.

Cuando dio con la hermana de aquel hombre que había muerto sin apenas luchar para que ella misma pudiera estar ahora mirándola a Los ojos, lloró de emoción. No porque le conociera. No porque conociera al hombre que había sido vilmente asesinado por cinco balas malditas. Sino porque estaba a punto de cumplir la última voluntad de su querido padre, un hombre de piernas cortas y un gran corazón.

Envuelta en una bolsa de tela, atada con un cordón dorado, le entregó la petaca de piel que su padre había guardado durante más de 60 años. La que en Los últimos años había sujetado tantas veces entre sus manos, buscando una explicación donde no La había, preguntándose tantas cosas mientras en su cabeza retumbaba una y otra vez eL sonido del cañón disparando al hombre que había muerto mirando de cara a sus asesinos.

La anciana que miraba a La mujer con los ojos húmedos y temblorosos apenas alcanzó a darle las gracias. Recogió La petaca, testigo mudo de tanta violencia y dolor, y hasta hoy la guarda en su mesilla de noche. De vez en cuando recurre a ella para descargar todo el dolor y agradecimiento por un hermano que murió sin apenas conocerla y al que le debe más de lo que puede imaginar. Y está ahí y recurre a ella porque aún hoy no puede ir a Llorar a ningún lugar, a una tumba, a una placa que Le recuerde que su hermano murió. Todavía no ha podido despedir a aquel que murió apenas un mes después de estallar una guerra que nunca llegó a entender.

Aquel objeto inanimado guarda hoy el dolor y La impotencia de tres personas distintas, unidas por una tarde calurosa de agosto, en la que la Lógica y la razón abandonaron aquel pueblo a merced de unos hombres ávidos de sangre en unos casos, llenos de mie­do y resignación en otros.

Anais Cid Fortea (Sobrina-nieta de Constantino Felipe Gascón y biznieta de Manuel Herrero Martínez)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

MACHACANDO UNAS JUDÍAS PARA COMER...

"Machacando unas judías para comer", estas fueron Las primeras palabras que mi suegro nos empezó a reLatar a mi mujer y a mí un día deL mes de enero de 2008, sobre La des­aparición de su padre en el año 1936.

Nos comentó que estando machacando unas judías para comer, allí en La puerta de su casa, donde vivían entonces, en el llamado barrio de los gitanos, de Torrijo de la Cañada (Zaragoza), su único hermano Francisco de 16 años, él con 14 años y su padre, Eugenio Benigno Sánchez Portero, viudo desde hacía 7 años y el único, según nos dijo mi suegro, su padre era el único al que tenían para sacar la casa adelante y cuidar de ellos.

En un momento que su padre paró para liarse un cigarrillo, vio como aparecían unos Guardias Civiles acompañados por personas de la Llamada "Acción Ciudadana"y dos per­sonas del pueblo que dirigiéndose al padre uno de los Guardia Civiles le dijo que por orden del Sr. Alcalde les acompañara al Ayuntamiento.

Nos comentó también que su padre era afiliado a U.G.T. y que por miedo a represalias había permanecido durante unos días fuera del domicilio, escondido en el monte. Poco le duro La estancia en la casa pues en eL momento que se enteraron de que ya estaba en casa, Los afines al régimen fueron a por su padre.

Nos comentó que se quedaron Los dos hermanos solos, llorando en casa, hasta que su­bieron unos tíos paternos, que vivían en el mismo pueblo y los recogieron en su hogar hasta que fueron a la mili. Sí que recuerda que le dijeron que a su padre se Lo llevaron atado junto a un paisano suyo llamado el tío Manólico que era en concreto D. Manuel Herrero y que junto a varios paisanos del mismo pueblo Los montaron en un camión que hasta allí se había desplazado para el transporte de los detenidos.

Desde entonces mi suegro siempre ha querido saber dónde estaba su padre y que es lo que le habían hecho. Ha vivido todos estos años entre el recuerdo de un buen padre que un día le arrancaron de su vida y el odio y al mismo tiempo el miedo al régimen franquista.

Hoy hace 14 meses que mi mujer Teresa, su única hija, murió y yo, recogiendo su senti­miento, ya que unos meses antes de morir estuvimos en Cetina viendo cómo se reali­zaban los trabajos de exhumación de los cadáveres que allí aparecieron y dejando las muestras necesarias para hacer el estudio comparativo de ADN, por si podían encontrar­se entre estos restos Los de su abuelo, doy fe de Lo que mi suegro nos contó sobre algo que nunca debió ocurrir y que ojala nunca vuelva a ocurrir.

Comentar también que solicitamos al Ministerio de Justicia de España La declaración de reparación y reconocimiento personal, recogida en la Ley de La Memoria Histórica, y

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

ésta nos vino concedida el diecisiete de mayo de 2010, concretamente 11 días antes de que mi esposa falleciera, con lo cual ella, Ma Teresa Sánchez, aún tuvo tiempo de ver tal documento.

José Flores (Nieto político de Eugenio Benigno Sánchez Portero)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

A VOSOTROS, LOS SILENCIADOS

Todos deberíamos saber que La materia, Lo que tocamos y creemos ver, sóLo forma parte de nosotros y de Los nuestros como un envoLtorio, en muchas ocasiones armadura que, agradable o no, siempre esconde un "más aLLá"que nos da unidad con La naturaleza, que nos funde en La armonía anárquica de lo bello y perdurable.

El ser humano, siempre prepotente y abanderado de la injusticia más feroz en aras de su egoísmo, nunca ha querido saber que nada, en absoluto, se puede destruir por completo. Nada que pertenezca a lo más inherente o sutil de la vida. Un monte Lo calcina y, meses después, aparecen nuevas especies que antes no existían junto a sierpes y retoños de los quemados, que suben con vigor hacia La luz.

Y, cómo no podía ser de otra manera, aquí estamos nosotros, vastagos de vuestras invi­sibles y más profundas raíces, a las que jamás llega el fuego y que mantienen el germen y la vitalidad de Lo inmortal por oculto. Si vivierais hoy, cierto que no os robaría La vida, aunque muchos quedan queman tienen en su cerebro "el pelo de La dehesa" de la Espa­ña más fundamentalista y sanguinaria como reserva espiritual de yugo y flechas. Sí os daríais cuenta de que vuestros afanes y pérdidas se mantienen. Los barros que frenaban vuestro avance los han convertido en Lodos que envenenan el futuro. Podemos hablar y reunimos, como ahora estamos haciendo, pero no tenemos voz y nuestra unión, por española, está empañada de oscuros recuerdos e íntima emotividad.

En estos años ya lo habéis ido viendo vosotros. Este invertebrado país sigue siendo un reino de taifas, donde el caldo de cultivo de los intereses particulares continúa fomen­tando la desunión. Como dijo el maestro Machado: la otra España sigue helándonos el corazón. No obstante, tenemos La certeza de que vuestra más firme esencia, sin necesi­dad de intermediarios, descansa en paz hace Largo tiempo.

Además muchos han trabajado para que eL armazón de vuestras buenas acciones y an­helos reposen en este vuestro pueblo de orgullosos y nobles aragoneses.

Más que nunca seguimos juntos en la eternidad y la memoria.

Tomás Gerencia Villarreal (Nieto de Pedro Clerencia Muñoz)

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

¡QUÉ DÍA EL DE AYER...!

Cuando uno empieza a crecer empieza a entender muchas cosas. Empieza a ver que el silencio de su padre no es rechazo, que no es ausencia. Cuando se tienen más años de los que tenía mi padre cuando se llevaron al suyo para matarlo, por la noche, descalzo e indefenso. Cuando no le dieron la oportunidad de hablar, de seguir cuidando de su familia. Cuando le negaron la posibilidad de morir cuando le llegara su hora.

Cuando se empieza a tener esa edad, la que tiene ahora mi hijo, se empieza a entender la vida que ha tenido que llevar su padre, la abuela que nunca conoció. La condición nómada del ser humano, lo peor del semejante, la humillación y la vergüenza. El miedo al que la piel se hace permeable y que se convierte en coraza, para que no hereden los propios hijos la amenaza y su servidumbre.

Cuando hace tres años me explicaron los que, próximos a su propia muerte, todo lo que pasó, sin sentido y sin remedio y por qué se había abierto la veda que hacia posible la muerte del otro y el saqueo de su hacienda,el exterminio de su estirpe... la barbarie.

Hasta hoy, hasta ayer, que enterramos a los nuestros.Tras los muros del cementerio que hasta ayer les fue ajeno. En un féretro que abarcaba lo que una cuna. Todo el absurdo de 75 años de historia estaba ahí, en un abuelo-bebé al que lejos de poder cuidar, le acompañé en su última morada. Pero no en su derrota. La dignidad no la pueden negar ni a tiros los que nunca la conocieron, eso también se transmite de generación en gene­ración y si mi padre hubiera estado allí, hubiera sido el que hubiera estado en silencio, otra vez, por respeto, por rabia. Por dignidad.

Ayer, en el entierro de mi abuelo sé que sí que estaba también mi padre, ya muerto, levantándome la frente que no podía dejar de mover para contener el llanto. Detrás de mí para, como siempre hizo, empujarme hacia delante, sin rencores y sin miedo, hacia la vida por la que siempre luchó. Detrás de mi hermano, que no se ha separado de mí y que ha compartido el infortunio de los nuestros, la voz de los silenciados a traición.

Sin embargo, también he heredado la capacidad de hablar.de denunciar las injusti­cias y la impunidad de quien sea.de no callarme como mi abuelo, ante la atrocidad. Probablemente nunca pensó que por ello fueran a matarle, a dejar a toda su prole sin sustento,sin rescate. He aprendido a dar la cara aunque me la partan. La dignidad me mueve a ello, el nunca más. Ninguno de ellos quisieron ser héroes, nosotros tampo­co. Pero creían en un mundo mejor, y ese mundo les fue negado aún en sus anhelos.

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

Nunca más, abuelo, nunca más papá. Nosotros, los que quedamos, vamos a hacer lo imposible para que nunca más tengamos que avergonzarnos de nuestro vecino. El miedo ya se ha acabado.

Fermina Iglesias Ortega (Nieta de Gerónimo Iglesias López) (Hija de Feliciano Iglesias Gascón)

(Hermana de Feliciano Iglesias Ortega) (Madre de Alonso Saldaña Iglesias)

"Rogamos a Dios Nuestro Señor que perdone a los que despreciando nuestra libertad e ideas nos arrebataron la vida y crearon el sufrimiento de nuestras familias"

Juan Millán Iglesias (Nieto de Gerónimo Iglesias López)

"...Y a los sin culpa asesinados, por la fuerza de la verdad, sus nombres serán recupera­dos..." (La madre, Gorki)

Arturo Sanmartín Polo (Nieto de Ventura Polo Pereta)

"vosotros caísteis en lucha fatal,disteis todo cuanto podíais...por ella...por la LIBERTAD"

Arturo Sanmartín Polo (Nieto de Ventura Polo Pereta)

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

CARTA A MI YAYO LUCAS

Tu nombre, Lucas, estaba siempre unido al misterio y al Llanto de La yaya. Mi padre y ella hablaban en susurros intentando que no les oyera nadie, pero el Llanto, aunque quedo, se oye y se entiende. No hacen falta paLabras.es llanto. Algo no iba bien.

Desde nuestras mentes infantiles surgían preguntas: ¿Dónde está el yayo Lucas?, ¿Cómo se murió el yayo Lucas? Y nos contestaban con evasivas o con respuestas rápidas que nos generaban más dudas y más curiosidad.

En casa del tío Eulogio, en la pared de la habitación donde dormía La yaya, estaba La foto de vuestra boda, donde pude ver vuestras caras de veinteañeros, con una seriedad propia del momento solemne en que unisteis Los caminos. Te miraba y te adivinaba bueno.

Y seguí preguntando, y creciendo y ya, merecedora de más confianza, mi padre, tu hijo Félix me dio las respuestas que yo esperaba. Antes no habría sido conveniente, porque según decía él, nuestra familia estaba fichada. Nunca olvidaré la cara de mi padre di­ciendo Lo duro que le resultaba no haberte conocido. Mi padre no fue el único que me habló de ti. Mi abuelo Gabino decía que eras un buen hombre, honrado, generoso y gran trabajador. Siempre se Le alteraba el ánimo cuando recordaba tu trágico final. Dejaste una profunda huella en la memoria de mucha gente.

Ya no solamente te quería, te admiraba. Eras para mí un referente de integridad y com­promiso con tus semejantes. Tu inteligencia, tu percepción de La realidad más allá del día a día, tu fuerza, tu intrepidez, te convirtieron a mis ojos en una fuente de inspiración con La que conducir mi vida.

Ahora tengo una edad en La que no es fácil coexistir con Los abuelos. En otras circunstan­cias seguramente ya te habría despedido y mi padre, tu Félix y el tío, tu Eulogio habrían estado conmigo. Hubiera sido Lo natural. Pero aunque ellos no han podido estar en este homenaje hemos estado la siguiente generación, su esencia, nosotros con sus valores, con los tuyos.y nuestros cónyuges que tanto se han implicado en tu recuperación.Tengo dos hijos, yayo, tus biznietos, y te conocen porque les he hablado de ti, con orgullo. Como ves, la vida que es lo más preciado, se ha transmitido. Sigues vivo, sigues con nosotros.

Un beso yayo, allí donde te encuentres.

Gemma Calahorra Gil (Nieta de Lucas Calahorra Latorre)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

CARTA A MI ABUELO LUCAS

¿Te acuerdas de nuestras conversaciones cuando era pequeña que miraba La Luna y hablaba contigo? Te decía cuanto te echaba de menos y Lo que me hubiera encantado haberte tenido conmigo y me reconfortaba contarte cosas ya que sentía que me escu­chabas.

Sé que fuiste muy buena persona, así me Lo han transmitido todas Las personas que te conocían. También te quiero decir que he visto LLorar mucho a mi abueLa Higinia por tu ausencia, sé que ahora será feliz contigo y con sus hijos, porque no tuvisteis tiempo de estar juntos.

Quiero que sepas que estoy muy orguLLosa de ti, soñabas con transformar el mundo, que La vida fuera justa para todos, pero el mundo Lo transformó, la maldad, el egoísmo, el terror y la intolerancia, no te dejaron, ni a ti ni a otros tantos como tú.

Tras la muerte nadie se Lleva sus riquezas materiales, si en su vida ha habido ambición y engaño para conseguirlo, Los sucesores heredan esa ambición y no el cariño, como Las personas que os quitaron del medio y se quedaron vuestros bienes materiales por pocos que fueran. Muchos pretendían que quitándoos de en medio y borrando cualquier indicio que tuviese que ver con el pasado, Lograrían sus propósitos, pero se olvidaron de que los valores espirituales no son materiales y estos los Llevamos nosotros, pasa de padres a hijos.

El día 4 de septiembre de 2011, nos reunimos todas Las personas que pudimos en Torri-jo, para que descanséis en vuestro pueblo. Os demostramos que no os hemos olvidado, quiero decirte que se respiraba amor y ninguna clase de miedo, seguro que Lo viste.

Fue un honor para mí, trasladar con mi hermana el pequeño ataúd con el cuerpo de un héroe y su historia, era el de un abuelo que no pudimos conocer pero que nos ha ense­ñado mucho, no sé si era el tuyo, no se pudo saber, pero dentro estaban tus valores.

Yayo Lucas. Sé que ese día me estabas mirando como si fueses la luna,y la luna ese día era creciente, como creciente era el número de personas que nos reunimos allí, que no hubiésemos existido sin vosotros. Y desde ahora, brillará y alumbrará vuestros nombres en Torrijo.

No te olvidaré nunca.

Elisenda Calahorra Gil (Nieta de Lucas Calahorra Latorre)

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

SENTIMIENTOS

Os arrebataron Las ¡Lusiones, La familia, La juventud, La vida os LLevaron a un destino cercano, no hacía falta ir más lejos. Sentisteis el dolor del abandono, el de la soledad de la madrugada, sentisteis el frío sudor de la muerte. Una muerte prematura, una muerte sin merecerlo una muerte sin sentido. Hoy por fin podemos recogeros en vuestra tierra con vuestra gente. Descansad en paz.

Manuela Fortea Herrero (En recuerdo de mi abuelo Manolico, de mi madre y de mis tios)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

RECUERDO PERENNE

Recuerdo perenne grabado en el alma recuerdo de nuestros seres queridos que un día sus espíritus al cielo volaban. Sus restos hoy vuelven al pueblo para reposar en su tierra sagrada junto a sus antepasados que en ella descansan. Cuando venga Cristo por segunda vez todos oirán su llamada venir hijos de Dios padre en vuestras manos lleváis una palma. Es la palma del martirio cual al cielo eleva vuestra alma venir hijos del Dios Padre para todos he preparado morada. Todos resucitarán a la voz de Cristo como dice Dios en su santa palabra rindámosles merecido homenaje como victoria ganada, con la esperanza sagrada.

Simona Portero Clerencia (Sobrina de Domingo Portero Cuenca y de Pedro Clerencia Muñoz)

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

UNA LÁGRIMA PRÓSPERA

EL último esfuerzo acaecido en tierras aragonesas, tuvo un punto de partida sobre un final violento del año 1936. La mirada triste y emocional al mismo modo, sacudió a unos seres vivos, Los familiares de Los asesinados en el pueblo de Cetina. Doce restos humanos buscábamos y doce restos mortales encontramos, todos en fila, boca arriba, con expresión de sufrimiento en sus cráneos. Los sacamos de La tierra envenenada por sus cuerpos yacentes, setenta y cuatro años muertos y sepultados por el fascismo y colaboradores. La tierra extraída de La fosa común, volvió a su origen, pero esta vez sin restos humanos, sin sangre y sin venganza. A todas aquellas personas que Les fueron arrebatadas sus vidas innecesariamente, sin excusa alguna deben ser recompuestas a pesar del tiempo pasado y dignificadas como Les corresponde. Que nadie quede sin tierra Que nadie quede sin nombre.

Santiago Carcas Cuartero (Asociación por La Recuperación de Los Desaparecidos por el Franquismo)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

EL PERFUME DE LOS LIRIOS (introducción)

Podemos estar orgullosos de haber hecho entre todos algo muy grande como es el rescatar a estos seres humanos del lugar dónde Los asesinaron y Los dejaron tirados y Lo hemos hecho sintiendo eL maltrato de tener que ser nosotros mismos quienes nos organicemos para desenterrar a nuestros propios muertos. Debemos también sentirnos orgullosos de haber podido traerlos a su pueblo entre el cariño de sus familiares y ami­gos, que aun viviendo en una sociedad que da la espalda al pasado, no han olvidado a Los suyos ni un solo minuto.

Estamos honrando La memoria de unos héroes que en su gran mayoría padecieron in­justamente persecución y violencia por razones políticas e ideológicas y que dieron su vida por defender Los valores democráticos y nuestra Libertad, La de todos, frente a La intolerancia.

Que sirva también este acto, para homenajear a todos aquellos familiares que no han podido Llegar a ver este momento que ahora nosotros estamos viviendo y que tuvieron que seguir adelante en sus vidas, arrastrando eL hueco en sus corazones de ese ser que­rido que Les arrancaron.

Todas esas personas y esos vacíos se representan aquí en esa silla sin ocupar colocada entre nosotros. Los fa­miliares hemos tenido que Llorar en silencio mientras intentábamos alejar eL miedo que no nos dejaba ha­blar. Hemos estado dando ejemplo de paz al evitar la venganza y el rencor aún sin haber visto en nosotros La realización de palabras como La verdad, justicia, re­paración o reconocimiento. Realidades a las que tene­mos derecho como cualquier otra víctima de cualquier otro tipo de violencia y con más motivo por ser esta La mayor que ha sufrido nuestro país. Por eso nos pregun­tamos muchas veces hasta cuando, hasta cuando La in-visibiLidad, hasta cuando eL silencio, hasta cuando

La cruz (Eulogio Calahorra) HASTA CUANDO.

Como dice Gervasio Sánchez aquí presente entre nosotros:"La desaparición forzosa solo termina si se encuentran los restos del ser querido, hasta ese momento es como si se viviese una pesadilla que no se termina nunca". Estamos contentos de que esa pesadilla haya acabado de momento para dos de nuestras familias. Las demás tendremos que seguir buscando o continuar aprendiendo a vivir con ella y aliviaremos nuestra herida viendo a nuestros abuelos o a nuestro familiar desaparecido en los huesos de cada ser humano que salga de las cunetas. Que todo esto nos sirva para ratificar el cumplimiento

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

de todos los derechos humanos que se vieron vulnerados en estos hombres que esta­mos homenajeando. Pero sobretodo hemos de hacer que la vida y la muerte de estos se­res humanos tenga un sentido conservando su legado, caminando sobre sus pasos y sus valores y entendiendo que lo que les ocurrió no debe repetirse nunca más, nunca más. Que esas dos palabras se queden resonando siempre en nuestro pueblo, en el mundo, en nuestro corazón y en nuestras mentes ¡NUNCA MAS!

Ana Calahorra (Nieta de Lucas Calahorra Latorre)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

EL PERFUME DE LOS LIRIOS (parte II)

Doce flores, doce hombres. Doce Lirios perfumados de grandeza y dignidad, de entereza y de verdad. Volvéis de vuestras fosas con el brillo del diamante, con el espíritu de Las flores, para Llenar huecos y vacíos, para cerrar grandes heridas. Volvéis Llevando con vosotros eL perfume de otras flores, de otros Lirios profanados, buscados y no hallados, desparramados y ocultos por La maldad y La intolerancia. Volvéis a vuestro pueblo, a vuestras queridas raíces de Las que os arrancaron. Retornáis a Los brazos abiertos de vuestros familiares, que tanto os amaron, que tanto os extrañaron. Que tanto os Lloraron con Lágrimas de rocío. Rocío sobre La desmemoria, rocío sobre La incomprensión, rocío sobre La impunidad. Fuisteis maestros en Las cunetas, fosilizando con vuestros huesos La dignidad bajo La tierra. Una dignidad que fuera de ella os negaban Los inhumanos, a vosotros y a vuestras familias. Fuisteis maestros para enseñar a Las generaciones futuras, que existen valores y caminos. Que nunca más Lirios perseguidos.

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Que nunca más Lirios torturados. Que nunca más Lirios entre rejas. Que nunca más Lirios asesinados. Que nunca más Lirios regados con tantas Lágrimas de doLor de sus maltratadas familias. Torrrijo tiene doce lirios Los doce lirios de Cetina. Torrijo tiene otras ñores dispersas por los valles y los barrancos. Torrijo tiene un gran ramo de ñores, con la fragancia de Los héroes, con todos sus desaparecidos. Recordadlos todos, uno a uno, contad sus silenciadas vidas. Escribid sus dignos nombres en el espacio y en el tiempo. Recordadlos eternamente como unos grandes héroes de la justicia y de La paz, de la esperanza y de la libertad. Recordadlos por siempre, con el brillo del diamante, con el espíritu de Las ñores, con el perfume de los Lirios.

Ana Calahorra (Nieta de Lucas Calahorra Latorre)

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SETENTA Y CINCO AÑOS RECORDANDO.

CARTA A MI ABUELO DESAPARECIDO

Querido abuelo Pedro: para mí, tú eres el abuelo deseado, buscado, visualizado desde muy pequeña.Tu ausencia física (mi madre,tu hija pequeña), la paliaba con la colocación de La única foto tuya y de La abuela que tenemos, La de vuestra boda, en La mejor pared de su dormitorio.

Esa foto tan importante para mi madre, desde siempre, Lo fue para mí también. La con­templación sosegada de la misma, me calmaba,te veía, os veía a Los dos tan jóvenes,tan guapos.

Recuerdo que mamá el día de todos los Santos ponía unas velitas de aceite, durante toda la noche junto a esa foto y otra de su hermano Alejandro que murió de tuberculosis cogida en el frente.

Recuerdo verlo desde muy pequeña y me daba miedo y curiosidad aL tiempo. Mamá efec­tuaba el ritual con un recogimiento tan grande que yo sin entender, entendía.

Quiero que sepas que siempre pregunté por ti, quería saber, necesitaba saber.

Tu hija, mi madre, repetía constantemente: "no, no quiero que vosotros mis hijos seáis unos niños tristes como lo he sido yo, toda la vida."

Pero mamá no te dabas cuenta que para mí, tu hija pequeña, verte toda mi infancia ves­tida de negro riguroso era terrible y necesitaba una explicación.

Hoy 40 años más tarde aún sigo pidiendo una explicación, tú nos dejaste sin apenas explicar nada.

Aquí estoy con un grupo de familiares que como yo buscamos a nuestros abuelos des­aparecidos junto a tu padre.

Y pienso dar a tu padre y al resto, esa visibilidad y esa palabra que se os negó durante 73 años.

Por ello pedimos a Nacho Moreno que escriba sobre vosotros.

Por eso ahora si pongo tu nombre y apellidos en Google tienes muchas entradas. Y tam­bién, porque dándote visibilidad a ti, me la doy a mí misma.

Siendo la heredera de tu enorme entereza, coraje y dignidad hasta el último suspiro.

Y aunque no Llegue a identificarte por ADN yo pondré tus huesos o los de un amigo o compañero tuyo en la tierra de tu amado Torrijo, de esa tierra de La que nunca debisteis salir.

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

Os forzaron y fue muy injusto, pero nosotros, yo, tu familia te honramos y reconocemos como un agricultor, un padre viudo con tres hijos, un hombre bueno, con conciencia so­cial, que en definitiva no hizo nada para merecer una muerte tan indigna.

Así pues,desde mi indignación sin violencia,te digo Bienvenido, abuelo Pedro Clerencia Muñoz.

Tu querida nieta,

María Luz

María Luz Abad Clerencia (Nieta de Pedro Clerencia Muñoz)

Brecha (Pintura de Mariluz Abad) Desdoblamiento (Mariluz Abad)

Sangre de un agricultor (Pintura de Mariluz Abad)

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GALERÍA DE IMÁGENES

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GALERIA DE IMÁGENES

EXHUMACIÓN DE LA FOSA DE CETINA

En La fosa LocaLizada en Cetina se haLLaron Los restos de 12 personas enterradas. La fecha de su muerte y entierro se puede datar eL 30 de noviembre de 1936. EL Lugar era conoci­do por Los vecinos de Cetina ya que aLgunos habían tenido que participar en su entierro por exigencia de La Guardia CiviL que Los mató.

Los trabajos de recuperación de estos restos, se reaLiza entre Los días 18 y 21 de marzo de 2010

(Fotografía: Miguel Ángel Capapé) Primer día de excavación, por voluntarios y de la Asociación ARICO

Localizada la fosa es delimitada y señalados los distintos restos de recuperación de las distintas piezas de los que aparecen restos

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

Aparece la hilera con los restos de los 12 cuerpos encontrados

Pilar Ruiz aportando muestras genéticas para realizar las identificaciones de ADN

Clasificación de las diversas partes de los restos.

Aspecto de la fosa, una vez extraídos los restos

Reunión del grupo de familiares que siguieron la exhumación en Cetina

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GALERÍA DE IMÁGENES

ENTIERRO PROVISIONAL EN EL CEMENTERIO DE CETINA

Tras la exhumación de la fosa, en la que se recuperaron los 12 cuerpos, fue necesario trasladarlos al laboratorio. En él se les realizó el correspondiente estudio antropológico (características de los cuerpos: peso, altura, facciones, lesiones, etc.) y se tomaron las muestras óseas para realizar el estudio de los ADNs.

Estos trabajos duraron varios meses, tras los cuales se nos devolvieron los restos que por obligación legal era necesario mantenerlos en Cetina hasta obtener la correspon­diente autorización para enterrarlos definitivamente en Torrijo.

Para ello contamos con la absoluta colaboración del Ayuntamiento de Cetina, que en todo momento apoyo los trabajos realizados y nos presto un nicho en su Cementerio. (10 de octubre de 2010)

Tras su paso por el laboratorio, se reciben los restos en el Cementerio de Cetina

Un reducido grupo de familiares reciben los restos y les rinden un pequeño homenaje

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

ENTIERRO Y HOMENAJE EN TORRIJO DE LA CAÑADA

Tarjeta de invitación al Acto

Nacho Moreno trazando el perfil de los homenajeados

José A. Cid presentando el Acto de Homenaje

Familiares trasladando los féretros

Familiares trasladando los féretros Juan Gracia, vicepresidente

de La asociación ARICO

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GALERÍA DE IMÁGENES

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GALERÍA DE IMÁGENES

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TRABAJOS EN EL BARRANCO DE LAS MINAS

Es conocido de forma generalizada por los vecinos del pueblo, que en el Barranco de Las Minas del propio término municipal de Torrijo de la Cañada, murió por disparos de la Guardia Civil Constantino Felipe, siendo enterrado por vecinos del pueblo en el mismo Lugar. (28-8-1936)

Son varios los vecinos que indican el lugar aproximado de su enterramiento.

Realizados los trabajos, no son localizados los restos.

Algunas razones podrían explicar las causas de la no localización:

1. Tras más de 70 años, el barranco ha sufrido transformaciones importantes y los res­tos pudieran estar muy por debajo de los 2 mts.

2. Los cambios durante estos años han modificado la base del barranco y en algunas de las crecidas arrastró el enterramiento.

3. Al ser un suelo con humedad habitual se ha podido producir una cierta desintegra­ción.

Estado en el que se encontraba el Barranco de las Minas en Agosto de 2009

Preparación del terreno para realizar los trabajos por medio del Georradar. Septiembre de 2009

Espacio de búsqueda en el que se intento localizar el enterramiento según indicación

de quienes conocían el emplazamiento. Se trazan zanjas cruzadas, (N-S y E-O)

a una profundidad de 2 mts. Julio de 2010

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GALERÍA DE IMÁGENES

El BARRANCO DE LA BARTOLINA (Calatayud)

EL Mercado de Abastos de CaLatayud fue el Lugar de destino de muchos de Los represa-Liados tanto de CaLatayud como de Los pueblos de La Comarca. Existe constancia que por Lo menos media docena de personas de Torrijo de La Cañada fueron prisioneros en este mercado.

Es igualmente conocido,que La mayoría de los que allí estuvieron presos, durante varios meses eran sacados en camiones para ser asesinados y enterrados en el Barranco de La Bartolina. EL número de enterrados en el mencionado Barranco supera el centenar. No tenemos constancia cierta de cuantos prisioneros de Torrijo sufrieron este destino.

Se han realizado diversas gestiones para poder intervenir en el mencionado Barranco, pero hasta la fecha no se ha obtenido resultado positivo, esperamos que en el futuro se pueda aclarar con certeza el destino de los restos allí arrojados.

Diversas asociaciones de Menoría Histórica están trabajando en elLoyse han promovido en diferentes fechas actos de homenaje, donde siempre hemos asistido Las gentes de Torrijo.

Imagen de uno de los diversos homenajes en La Bartolina homenajes

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

BUSCANDO A LOS DE MUNEBREGA

Se tiene La certeza que desde Torrijo de La Cañada salió un camión con 11 personas que fueron asesina­das y enterradas en el Municipio de Munebrega. Está datado que esto ocurrió el 28 de octubre de 1936.

También es conocido, que años más tarde la fosa en que son enterrados se abre y almacenan en diversas cajas los restos extraídos para trasladarlos al Valle de los Caídos (probablemente sobre el año 1959).

En el Valle de los Caídos y en un columbario que almacena otras cajas de pueblos del entorno y de la Comarca de Calatayud,existe una caja con la inscrip­ción de Munega, pensamos que se refiere a Munebre­

ga, puesto que no existe ningún pueblo con el nombre de Munega.

Se han realizado diversas gestiones para poder recuperar estos restos y trasladarlos a Torrijo de la Cañada, pero dadas las complejas circunstancias que se dan en el Valle de los Caídos ,esto no ha sido posible hasta la fecha. Esperamos y deseamos que en el futuro sea posible.

Columbarios en el Valle de los Caídos

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BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

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BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

ARCHIVOS:

• Archivo Municipal de Torrijo de La Cañada (AMTC) • Actas municipales de Torrijo de 1935,1936,1937,1938,1939 y 1940. • Registro Civil de Defunciones (1936 - 1960).

• Archivo Histórico Provincial de Zaragoza (AHPZ) • Sección Responsabilidades Políticas, cajas 5870, 5871, 5872, 5999, 7028.

• Archivo Histórico de La Diputación Provincial de Zaragoza (ADPZ) • Libros de Quintas

• Archivo General Militar de Guadalajara (AGMG) • Expedientes de Quintas

• Heraldo de Aragón (1931 - 1936) • Heraldo Bilbilitano (1936) • El Periódico de Aragón (2011)

FUENTES DIGITALES:

• Vida Nueva (1931 - 1936) • Hemeroteca La Vanguardia • Estudio antropológico forense de La fosa común de Cetina (Zaragoza),

realizado por Grupo PaLeolab.

FUENTES HEMEROGRÁFICAS:

TESTIMONIOS ORALES:

• Ana Calahorra • Dionisio Vela • Fermina Iglesias • Florencio Sebastián • José Antonio Cid • Máximo Martínez • Ángeles Morón • Maribel Portero • José Nieto

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ESCRÍBEME A LA TIERRA

BIBLIOGRAFÍA:

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• ALVARO DUEÑAS, Manuel, "Por ministerio de la ley y voluntad del Caudillo", La Jurisdic­ción Especial de Responsabilidades Políticas (1939-1945), Madrid, Centro de Estudios Políticos e Institucionales, 2006.

• ALVARO, J. Javier, Segunda República y represión franquista en Ateca (Zaragoza). La his­toria oculta en una fosa común del Barranco de la Bartolina, Zaragoza, Fundación Ber­nardo Aladren, 2009.

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• CARDONA, Gabriel, El problema militar en España, Madrid, Alba, 2005.

• CASANOVA,JuLián,CENARRO,Ángela,CIFUENTES,Julita,MALUENDA,M a Pilar y SALO­MÓN, Ma Pilar, El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936-1939), Zaragoza, Mira, 2001 ( I a ed. 1991, en Siglo XXI).

• CASANOVA, Julián, República y guerra civil, Madrid, Crítica/Marcial Pons, 2007.

• CE NARRO LAGUNAS, Ángela, Cruzados y camisas azules. Los orígenes del franquismo en Aragón, 1936 - 1945, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 1997.

• CIFUENTES CHUECA, Julita y MALUENDA PONS, Ma Pilar, El asalto a la República. Los orígenes del franquismo en Zaragoza (1936 - 1939), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1995.

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