mosaico maquetación 1

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Museo Arqueológico Nacional Departamento de Difusión Serrano, 13. 28001 Madrid. Tel.: 915 777 912; Fax: 914 316 840 http://man.mcu.es MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL BIBLIOGRAFÍA: • BLANCO FREIJEIRO, A. (1950): “Mosaicos romanos con escenas de circo y anfiteatro en el MAN, Arch. Español de Arqueología 23, nº 79, pp. 127-142. • CEBALLOS HORNERO, A y CEBALLOS HORNERO, D. (2003): “Los espectáculos del anfiteatro en Hispania”, en Iberia: Revista de la Antigüedad, nº 6, pp. 57-70. • GUILLEN, J. (1978): Vrbs Roma, II. Salamanca. • NOGALES BASARRATE, T. (ed.) (2002): Ludi romani: espectáculos en Hispania romana. Catálogo de la Exposición. Museo Nacional de Arte Romano. Mérida. • VV.AA (2001): Sangue e arena: Roma. Catalogo de la exposición. Ed. Electa. • VILLE, G. (1981): La gladiature en Occident des origines à la mort de Domitien. Roma. Ecole française de Rome. Texto original: Mª Ángeles Sánchez, junio 2009 Revisión del texto: Ángela García Blanco y Dori Fernández (Dpto. de Difusión) NIPO: 551-09-006-X MOSAICO romano salario y algunos, tras numerosas victo- rias, lograban la rudis o espada de madera, símbolo de su retirada de la arena. Gran parte de ellos concluía prematuramente su carrera, aunque los que conseguían la ansiada libertad solían seguir vinculados al mundo de los juegos como árbitros, entrenadores o empresarios. Hispania romana Tesoro a tesoro: descúbrelos

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Page 1: Mosaico Maquetación 1

Museo Arqueológico NacionalDepartamento de DifusiónSerrano, 13. 28001 Madrid.

Tel.: 915 777 912; Fax: 914 316 840http://man.mcu.es

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL

BIBLIOGRAFÍA:• BLANCO FREIJEIRO, A. (1950): “Mosaicos romanos con escenas de circo y anfiteatro en el MAN, Arch.

Español de Arqueología 23, nº 79, pp. 127-142.

• CEBALLOS HORNERO, A y CEBALLOS HORNERO, D. (2003): “Los espectáculos del anfiteatro en

Hispania”, en Iberia: Revista de la Antigüedad, nº 6, pp. 57-70.

• GUILLEN, J. (1978): Vrbs Roma, II. Salamanca.

• NOGALES BASARRATE, T. (ed.) (2002): Ludi romani: espectáculos en Hispania romana. Catálogo de la

Exposición. Museo Nacional de Arte Romano. Mérida.

• VV.AA (2001): Sangue e arena: Roma. Catalogo de la exposición. Ed. Electa.

• VILLE, G. (1981): La gladiature en Occident des origines à la mort de Domitien. Roma. Ecole française de Rome.

Texto original: Mª Ángeles Sánchez, junio 2009 Revisión del texto: Ángela García Blanco y Dori Fernández (Dpto. de Difusión)

NIPO: 551-09-006-X

MOSAICOromano

salario y algunos, tras numerosas victo-rias, lograban la rudis o espada de madera,símbolo de su retirada de la arena. Granparte de ellos concluía prematuramente

su carrera, aunque los que conseguían laansiada libertad solían seguir vinculadosal mundo de los juegos como árbitros,entrenadores o empresarios.

Hispania romana

Tesoro a tesoro: descúbrelos

Page 2: Mosaico Maquetación 1

La importancia del Mosaico de los gladiado-res, del siglo III d. C., estriba en su granpoder narrativo. Representa, en dosescenas, la lucha de una pareja de gla-diadores romanos y el trágico final deuno de ellos.

Un cuadro de pequeñas teselasEste mosaico es un pequeño cuadro oemblema enmarcado por una orla dedentellones de teselas blancas y negras.Las pequeñas teselas de este emblema,características del opus vermicullatum, seelaboraron con mármoles de distintastonalidades, caliza y pasta vítrea, y con-fieren al conjunto un gran cromatismoque se aprecia sobre todo en los vistososescudos y el brillo de los cascos. Junto aotro mosaico similar, fue hallado enRoma en 1670. Perteneció a la colec-ción del cardenal Camilo Massimohasta que fue adquirido por Carlos IIIen el siglo XVIII. En 1867, pasó a for-mar parte de los fondos del Museo.

Un combate de gladiadores en imágenesLa escena, dividida en dos registrossuperpuestos, narra en imágenes unalucha entre los gladiadores Symmachus yMaternus y su resultado final, a manerade un comic de lectura inversa.

En el registro inferior, que debe serleído en primer lugar, vemos sobre laarena del anfiteatro a una pareja de gla-diadores enfrentados: por sus armas,pertenecen al grupo de los myrmillones,denominados así por el pez (myrmillo)que adornaba su casco. Van armadoscon espadas cortas de doble filo, gran-des escudos de vistosos colores, bandasde cuero para protegerse las piernas,cascos coronados con plumas de color yvisten túnica corta de amplias mangasque facilita los movimientos. A amboslados, permanecen de pie los lanistae ves-tidos con una túnica clavata, es decir,con dos franjas verticales rojas. Actúancomo árbitros y vigilan que se cumplan

las reglas del combate, de ahí que unode ellos porte una vara para ponerorden en la lucha, si fuera necesario.

En la parte superior, Maternus, vencidopor Simmachus, yace ensangrentado ymuerto en el suelo, al lado del vence-dor, que se agacha hacia él, y de uno delos lanistae. La inscripción que acompa-ña la escena denomina Homo Felix alganador y, junto al nombre del desafor-tunado Maternus, aparece la theta nigrum(Ø), abreviatura de obiit y símbolo de sutrágico final: SIMMACHI // NE COHAECVIDEMUS HOMO FELIX(hedera) // HABILIS MATERNUS(theta nigrum) // QUI BVSPUG NAN-TIBVS SIMMACHIVS FERRVM //MATERNVS Ø (theta nigrum) HABILISMISIT.

Los gladiadores, héroes del anfiteatro Los gladiadores, que probablementedeben su nombre a la espada que utili-zaban, el gladius, fueron organizados porel emperador Augusto en diversas cate-gorías, según las armas utilizadas y laforma de lucha. El thraex, uno de los máspopulares, llevaba un pequeño escudo,espada corta y curva, casco adornadocon plumas, protector en el brazo dere-cho y espinilleras metálicas en las pier-nas. El hoplomachus y el secutor utilizabanuna armadura más pesada, un casco yprotecciones en las extremidades, ade-más, el primero llevaba lanza y unpequeño escudo redondo y el segundo,gladius y escudo rectangular. El retiariusera mucho más ligero y se servía princi-palmente de la red y el tridente.Luchaban en parejas y normalmente seenfrentaban el myrmillo contra el thraex oel hoplomachus y el secutor contra el retiarius.

Los gladiadores solían ser esclavos, pri-sioneros de guerra o condenados amuerte, pero también hombres libresque buscaban fama y fortuna, inclusoexistieron gladiadoras. Estos profesio-

nales de la lucha se formaban en escue-las especiales, privadas o estatales,repartidas por todo el Imperio y orga-nizadas en corporaciones o familiae gla-diatoriae que funcionaban como autenti-cas empresas, generalmente dirigidaspor un lanista o administrador que seocupaba del adiestramiento, la manu-tención, las armas y la organización y eldesarrollo de los combates. Estos com-bates se realizaban en un edificio pro-pio, el anfiteatro, presente en todo elImperio.

De ritual religioso... a espectáculopúblicoEn sus orígenes, las luchas de gladiado-res tuvieron un carácter religioso, yaque se celebraban durante las ceremo-nias fúnebres de destacados personajespara honrarles. La tradición se remon-ta al siglo IV a. C. y su origen se sitúa enla Campania, al sur de Italia, desdedonde pasará a Etruria y finalmente aRoma. A partir del siglo I a. C., estasluchas rituales se convierten en unespectáculo público que no tardó endifundirse por todo el Imperio y cuyafunción pasó a ser social y política. Losjuegos gladiatorios o munera gladiatoria (demunus, don, regalo) servían para distraery contentar a las masas desocupadas,que por unas horas se olvidaban de susproblemas. Eran ofrecidos al pueblopor magistrados o cargos públicos, quegastaban grandes fortunas para conse-guir el voto de la plebe, y por los empe-radores, que se servían de estos espectá-culos para granjearse el favor del puebloe incrementar su popularidad, era elpanem et circenses mencionado porJuvenal. Algunos emperadores fueronmuy aficionados a ellos, pero tambiéntuvieron detractores entre filósofos eintelectuales, como Seneca o Tácito,escritores cristianos e incluso empera-dores, como Tiberio o Marco Aurelio.A partir del siglo III d. C., al difundir-se el cristianismo, estos combates

comienzan a decaer y, a principios delsiglo V, acaban desapareciendo al serprohibidos.

Sangre y arena: desarrollo del combate Los juegos de gladiadores duraban todoel día y tenían un desarrollo definido:la mañana se dedicaba a las venationes,que incluían cacerías y luchas entre ani-males, entre gladiadores y fieras, y elajusticiamiento de condenados ad bestias.Por la tarde, se celebraban los muneragladiatorios, el plato fuerte del progra-ma. El espectáculo comenzaba con eldesfile de gladiadores, y tras el saludo alemperador u organizador, se formabanmediante sorteo las parejas que debíanenfrentarse. El editor muneris o patrocina-dor decidía el destino del vencido aten-diendo a la opinión del público, sihabía sido valiente, los espectadoresgritaban mitte (sálvalo), pero si su com-portamiento no les había gustado locondenaban a muerte gritando iúgula(degüéllalo), en cuyo caso el vencedorhundía su arma en dirección al corazónpara darle una muerte rápida. Fue tal eléxito y la popularidad de estas luchasque a menudo aparecen representadasen mosaicos romanos, como éste, y enobjetos domésticos, como lucernas,vasos, etc., a veces incluso con el nom-bre de los gladiadores más admiradospor el público.

La superstición de los gladiadoresLos gladiadores, como otros participan-tes en los juegos, solían ser supersticiososy antes del combate se encomendaban aNémesis, su divinidad protectora. Lalucha no siempre terminaba con lamuerte del vencido, ya que la formaciónde un gladiador era muy costosa, además,si moría, el patrocinador debía pagarmás al lanista. Los resultados de estoscombates eran publicados mediante tressiglas: V (vencedor), M missum (libre) y latheta nigrum Ø (muerto). El vencedor,además de la palma triunfal, recibía un