MOVILIZADOS. La reactivación del movimiento estudiantil universitario en La Araucanía

El movimiento estudiantil en la Región de La Araucanía tiene uno de sus mayores auges con la revolución pingüino del año 2006. Miles de jóvenes de liceos y colegios municipales emblemáticos de la región, se movilizaron para unirse a las demandas nacionales, que por ese entonces exigían la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, el fin de la municipalización, la gratuidad de la PSU y el pase escolar. Algunos estudiantes de liceos municipales la capital regional, como el Liceo Pablo Neruda y Gabriela Mistral, decidieron hacer toma de sus espacios, en tanto que otros liceos particulares subvencionados como el Liceo Camilo Henríquez, decidieron irse a paro indefinido en apoyo a las demandas nacionales.

Si bien esta primera movilización logró hacer cambios en una de sus principales demandas; la derogación de la LOCE por la LGE, sus efectos no fueron trascendentales como se esperaba. Sin embargo, fue el motor impulsor para el despertar de un Chile que permanecía en la absoluta letargia. Los estudiantes secundarios fueron los primeros en levantar la voz contra la injusticia social del sistema educativo chileno, y esa voz en lo sucesivo se levantaría aún más fuerte, con el apoyo del descontento social del Chile actual.

Es así como esa misma generación, ahora universitaria, continuaría sus demandas el año 2011 con la consigna “Educación Gratuita y de Calidad”, a través de una fuerte organización por parte de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y un amplio apoyo de diversos sectores del país.

La región no quedó ajena a estas demandas, y las principales universidades de Temuco, UFRO y UCT, en asamblea general y por votación mayoritaria de los estudiantes, decidieron irse a toma. En el caso de la UFRO fueron alrededor de seis meses de movilización, la que estuvo enmarcada en las demandas que se solicitaban a nivel nacional, entre las que se encontraban: el aumento del Aporte Fiscal Directo (AFD), y el incremento de los recursos a la educación pública, el aumento en el monto y la cobertura de la Beca de Alimentación (BAES), la mejora y apertura de la beca entregada a los estudiantes damnificados por el terremoto del 2011, y la triestamentalidad, entre otros.

Los métodos de lucha durante las manifestaciones de aquel entonces fueron diversos. Una de las medidas más extremas que tomaron 13 estudiantes de la región, fue la huelga de hambre que en algunos casos duró más de un mes. En el caso de la UFRO, participaron 4 estudiantes de la facultad de Humanidades; de las carreras de sociología y trabajo social, y 4 estudiantes de la facultad de Medicina; de las carreras de odontología y kinesiología, quienes decidieron llegar a esta medida para ser escuchados por el gobierno de turno. En el caso de la UCT, se incorporaron 5 huelguistas, quienes exigían demandas tanto a nivel nacional, como a nivel interno.

Otra de las iniciativas que llevaron a cabo estudiantes de la Universidad de La Frontera en conjunto con estudiantes de la Universidad de Los Lagos, fue la “caminata por la Educación”, la cual consistió en caminar desde Puerto Montt, pasando por Osorno y Temuco donde se adhirieron más estudiantes, hasta llegar a Santiago, con el fin de socializar las demandas sobre la urgente necesidad de un mayor financiamiento de las universidades estatales. Desde la UFRO, participó el presidente de la Federación, Felipe Valdebenito.

Las universidades estatales de Temuco, fueron actores claves de las movilizaciones que se produjeron en aquel año, con la adhesión a los paros nacionales y a las marchas estudiantiles que repletaron una y otra vez, las céntricas calles de Temuco. A través de diversas iniciativas, como la manifestación pública que se realizó en el Portal Temuco, las muestras culturales que se ejecutaron en distintas marchas y las creativas pancartas que daban cuenta, en algunos casos del endeudamiento millonario de muchos, fueron parte de las manifestaciones que llevaron a cabo tanto estudiantes universitarios, secundarios y profesores.

Cabe señalar que durante el 2013 las demandas del movimiento estudiantil continuaron, con un porcentaje de adhesión mayor al año anterior, en este caso motivado principalmente por las elecciones presidenciales. Fue ese mismo año, que los rostros del movimiento, Camila Vallejos, Karol Cariola, Giorgo Jackson y Gabriel Boric, fueron electos diputados. En nuestra región, la UFRO y la UCT también fueron parte del clima que se vivía a nivel nacional, sin embargo, no con la misma participación que el 2011.

La UFRO. El pilar de los movilizados.

Históricamente, las universidades estatales han utilizado como método de lucha la toma de los espacios, y la UFRO no ha sido la excepción. Nuevamente, desde la primera semana de junio la Universidad de La Frontera decidió irse a toma, esta vez por una serie de demandas internas, algunas que se venían exigiendo desde el 2011, pero que no fueron cumplidas. Entre las principales demandas que están pidiendo los universitarios, se encuentra; el congelamiento de los arancel, que se eliminen los cobros de matrícula y titulación, que se realicen cambios a favor de los estudiantes con discapacidad, y la construcción de un casino para la facultad de Medicina, entre otros.

Como es sabido, la construcción de los petitorios y las decisiones de paros o tomas, se realizan de forma democrática a través de asambleas generales, donde todos los estudiantes de la universidad tienen la oportunidad de ejercer su derecho de participación, y de opinar en contra o a favor. La asamblea ha sido desde siempre, otro método utilizado por las universidades estatales y por el movimiento estudiantil para asegurar la representatividad de la mayoría. En este caso, la Federación ha cumplido un rol preponderante como constructora y canalizadora de procesos.

Para Ricardo Luer, presidente de la FEUFRO, la movilización actual se ve fortalecida en comparación con años anteriores, la cual se refleja en la masividad en las asambleas, la creatividad y participación de los estudiantes, que fue acompañada del proceso previo a la toma.

“Estábamos bien preparados a la hora de enfrentar este proceso, yo creo que eso se vio y reflejo en que no haya mociones de revalidación de la toma, se entiende el porqué de la movilización y se entiende que en fondo, hasta que no hayan respuestas concretas no habrá paso atrás. Vemos que está firme, que hay harta participación de carreras, que incluso pensábamos que no iban a estar presente pero que sorprendentemente y gratamente también han estado bien firmes” señaló.

Otra de las fortalezas que ha tenido este movimiento, es el apoyo de funcionarios (AFUF) y académicos (AGA) al petitorio. A pesar de que en el ámbito académico las opiniones han sido

diferidas, por el apoyo público que ha prestado el AGA a la movilización, esto ha permitido generar una discusión crítica en torno al rol de la Universidad Pública.

Por otro lado, la movilización ha tenido una fuerte campaña comunicacional, donde estudiantes, familias, organizaciones sociales y personajes públicos han manifestado su apoyo a las demandas universitarias. A través del #muéveteporlaufro, han sido cientos los que han decidido unirse a estas demandas.

En palabras del Luer, esta movilización “Ha sido una punta de lanza a nivel nacional, entendiendo que fuimos la universidad que desde un principio nos fuimos a paro y toma de todos los campus”, puntualizó.

El caso de la UCT

La Universidad Católica de Temuco, es otra de las universidades de la región que ha tenido un papel fundamental en las movilizaciones, tanto locales como nacionales. A pesar de ser una universidad tradicional privada, pertenece al Consejo de Rectores de las Universidades de Chile, lo que le permitió ser partícipe de las demandas de la Confech.

La UCT, al igual que la UFRO, decidió hacer toma de los espacios debido a demandas internas y necesidades de los estudiantes. A pesar de que en ocasiones anteriores, se habían llevado a cabo tomas perimetrales en el campus San Francisco, lo histórico de esta movilización, es la toma del Campus San Juan Pablo II, más conocido como Campus Norte, donde actualmente se encuentran las facultades de Recursos Naturales, Ingeniería y Educación, además de las carreras de diseño gráfico e Industrial.

Las demandas de los estudiantes de esta casa de estudios están contenidas en un petitorio que abarca desde problemas de infraestructura, demandas académicas, malla intercultural y la democratización, que es el eje principal. Como afirmaron los dirigentes de la FEUCT, Álvaro Bustamante y Marcelo Medina, la construcción del petitorio se realizó con un mes de anticipación y se hizo una entrega al Consejo Superior de la UCT.

“Ha sido una toma y un paro histórico, hay 35 de 54 carreras que votaron que sí al paro indefinido, 15 carreras dijeron que no. Ha sido una votación histórica que no se había dado nunca y la toma la validaron todas las facultades, esto primero para garantizar que tengamos nuestro espacio y nuestro tiempo para dar estas discusiones, porque con la presión académica no tenemos horarios protegidos, no se nos garantiza la organización estudiantil. Tuvimos que tomarnos los espacios entrecomillas a la mala, y claramente rectoría desde un primer momento nos tildó de violentos, y de que no habría diálogo”, puntualizó Bustamante.

La represión en la UCT se ha dado fuertemente por parte de rectoría, quienes han tomado medidas drásticas, como no permitir que la Federación pueda enviar correos masivos a los estudiantes con el fin de cortar las comunicaciones. Por otro lado, se les ha amenazado con realizar sumarios internos, y responsabilizar a quienes resulten responsables de destrozos o daños al interior de la universidad. Además, durante la semana recién pasada se hizo desalojo por parte de FF.EE. de Carabineros de estudiantes del Campus San Francisco y Campus Norte.

Durante el transcurso de estas movilizaciones, se ha destacado la unión entre ambas universidades, a pesar de ser petitorios internos acordes a las necesidades de cada casa de estudios, los estudiantes han unido fuerzas con el fin de fortalecer ambas movilizaciones. “El nivel de intensidad en el cual se ha dado en la última movilización es sorprendente y nos da fuerza a nosotros para seguir adelante, valoramos y agradecemos enormemente el apoyo de los compañeros de comunicaciones de la UFRO, ellos han aportado desde el primer momento en generar material de propaganda y ha estado ahí en todo momento y eso ha repercutido también en que los estudiantes tengan conciencia y estén informados, aparte del trabajo que hemos realizado nosotros con la de ellos, ha redundado en que ahora el estudiantado en general se sienta en condiciones de poder defender el petitorio, de poder pararse y opinar y valoramos eso”, señaló Medina.

El motivo de lucha que mueve a ambas universidades, es la mejora en el sistema educacional universitario actual, un sistema inserto en una lógica de mercado que dista mucho de la noción de universidad pública de los años 60. Para el presidente de la FEUFRO, la universidad “debe ser pública, servir al pueblo y a la comunidad, debe ser integral. La educación gratuita no basta por sí sola, la democracia no basta por sí sola, y la estabilidad laboral no basta por sí sola, tiene que ser en conjunto porque así es donde realmente se elimina el lucro, se elimina el hecho de que se vea como el valor de cambio de la educación como bien de consumo, para verla realmente como un derecho tiene que estar todos esos elementos si o si, y eso es la lucha que estamos levantando y no vamos a tranzar” afirmó.