música - revista de la universidad de méxico · se toma el parecer del violinista joach im...
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neecomo lo haría un doctor con su paciente .Un consejo importante que dio a mi madrey que mis padres siguieron puntualmentefue que nunca se me explotara como unniño precoz. y mucho insistió en que hastano alcanzar la madurez artística debía yosometerme a una educación completa ysólida ."
Los años de aprendizaje primero enVarsovia y después en Berlín transcurrenpesadamente. Si acaso las enseñanzascomplementarias de su preceptor. el Dr.Theodor Altmann. abren nuevos senderosen el aprendizaje . Altmann le reveló a losfilósofos clásicos y más tarde a Kant.Schopenhauer y Nietzsche:
" Cuando llegamos a la historia. Altmann decidió abandonar los libros de textopara llevarme de viaje por los siglos de lahumana experienc ia y mostrarme sus frágiles resultados sobre nuestro tiempo. laavaricia del poder y la vulnerabilidad de loshombres. Después me abrió los ojos a labelleza del vivir . a su variedad incesante. alas infin itas posibil idades de vida. al mismotiempo que impulsó mi voluntad de hacerle frente . Los libros que me dio a leer seconvirtieron para siempre en los mejores
sEto con Moscú. en el centro industrial másimportame del imperio ruso. En los días desu infancia - recuerda Rubinstein -. el lu
gar mostraba una atmósfera contaminadapor el humo y los gases de las fábricas. Du-
rante la noche. el recorrido de los depósitos jalados por caballos. donde a falta dedrenaje se recogían excrementos e inmundicias. dejaba un olor insoportable.
Muy pronto. el sexto y último hijo deesta familia de judíos fabricantes. muestradefinida aptitud para la música. Entonces.se toma el parecer del violinista Joach im(1831-1907). a la sazón director de laAcademia Real de Música de Berlín y recordado especialmente porque Brahms lededicó su Concierto de violín :
"El gran maestro tenía alrededor de 60años. alto. pesado . el rostro enmarcadopor una melena gris. barba redonda. finosbigotes. pobladas cejas y pestañas .. .. Alprincipio su voz cavernosa y profunda meintimidó. pero la bondad y la dulce expresión de sus ojos me tranquilizaron instan
táneamente. Suspicaz en todo lo referentea las prodigiosas aptitudes de los niños. noprestó atención al interminable recuentode mis proezas y comenzó a examinarme
LA PROVIDENCIAPROTEGE AL QUEAMA LA VIDA
Música
Si no bastara para recordar a través desus grabaciones al pianista que fue ArturRubinstein (1887·1982). los dos enormestomos de su autobiografía. My youngyears y My many years. lo vuelven insuperablemente presente. en contraste obviocon la serie de documentales televisivosque México volvió a ver no hace mucho yque a mi juicio merecían la tijera severísima de la edición a fin de no exhibir la irremediable decadencia física de sus últimosaños.
My many years exagera hasta la intrascendencia el chismorreo banal de la autobiografía. My young years en cambio es unlibro apasionante. Sin estilo ni refinamientos. su prosa posee la deliciosa fluidez yfrescura propias del raconteur. Porquequienes conocieron personalmente a Rubinstein testimonian sobre el gran músicoa la par que sobre el conversador miliunanochesco. gourmet y libertino que fue.Este hombre retirado del escenario a laedad senil. parcialmente ciego. leyendaentre los pianistas de su tiempo. nos dejaen sus memorias. dictadas a un amanuense. el test imonio de una vida personal. intensa. exuberante. al margen de convencionalismos. a la vez que un documento vívido sobre su época.
Hijo de padres judíos. Rubinstein nacióen Lodz. cerca de Varsovia. en 188i Suinfancia transcurrió en esa ciudad. la segunda más grande de Polonia. fundada pororden del zar Nicolás I a mediados del sigloXIX con el objeto de establecer en ella laindustria de lana y algodón bajo la enseñanza de artesanos alemanes. Habiendomostrado los polacos poco interés por esaactividad. judíos de todas partes invadieron el lugar atraídos por el incentivo de unafutura prosperidad. Ciudad extranjera en elcorazón de Polonia. Lodz se convierte. [un-
. Por Gloria Carmona
En un lugar del corazón da Robart Banton
Si bien la edición número 35 del fest ivalde Berlín se caracterizó por una programa
ción muy floja en su sección competitiva.las películas más sobresalientes -las rescatab les- permiten hacer una síntesis del
rumbo que han tomado algunas cinematografías.
Desde luego. Hollywood sigue en suposición de dominio de los mercados internacionales : año tras año. la Berlinale lehace la corte a los productores estaduni
denses para que una media docena de películas tenga su estreno europeo en el festival. Esta ocasión. el lado espectacular co
rrió a cargo de 2010. de Peter Hyams. tar-
LO MEJORDEL FESTIVALDE BERLÍNPor Leonardo García Tsao
montado a caballo con un atavío oriental y
la act itud de dominar el mundo musul mán ."
La vida cultural y artística en el Berlínde 1900 era de primer orden . Subvencio
nados por el kaiser. los teatros dedicadosal drama clásico contaban con actores ycantantes notables. El Teatro Alemán pre
sentaba las obras de Gerhart Hauptmann.el más grande dramaturgo de su tiempo.amén de excelentes funciones con piezas
de lbsen. Totsto i, Bjorson . De oscuro actor .Max Reinhardt surgiría como genial revolucionario del teatro. En música . la Orques
ta de la Opera dir igida por Weingartnerofrecía en sus temporadas de conciertos
por suscripción lo más selecto. y la capitalde Alemania se convertía en el centromundialmente más importante para todomúsico que deseara calificarse. Gracias alempresario Hermann Wolff. los más céle
bres artistas visitaban Berlín. y a él sinduda se debió que la Filarmónica tuviera'
como director a Arthur Nikisch."[Oué maravilloso e inolvidable panora
ma surgió ante mí! -recuerda Rubinstein.
La extraordinaria batuta de Nikisch me introdujo a todas las sinfonías de Mozart yBeethoven . pero Chaikovski. RimskiKorsakot. César Franck y el joven RichardStrauss -a la sazón vanguardista - fueron
revelaciones para el niño sensitivo que erayo entonces. Nunca volví a oír interpretaciones semejantes. Nikisch era un hombrepequeño. de figura proporcionada y delicada cabeza. Siempre vestido elegantemen
te. dirigía erguido y sin moverse casi.mientras su batuta dominaba la orquestacon movimientos cortos. rítmicos y precisos. De vez en cuando alzaba el brazo izquierdo para dar énfasis a la frase y apun
taba a éste o aquel músico con el meñiqueen el que brillaba un diamante. Ese anilloen su mano blanca y hermosa era la delicia
de sus admiradores. Tal fuerza y encanto
emanaban de este hombrecillo irresistiblea las mujeres que debo confesar que yo
mismo vivía dominado por su hechizo .
"IY qué solistas en sus conciertosl Oi aEugen D'Albert tocar el IV Concierto de
Beethoven con una nobleza y tersura tales
que se ha quedado en mi mente como mo
delo de interpretación de esta obra . Fe
rruccio Busoni con su bello rostro pálido
como un Cristo y sus proezas técnicas era
entonces el pianista más interesante.
Cuando tocaba Bach producía sonoridades
a veces como órgano. a veces como clave
cín. Su temperamento y su maestría eran
insuperables en las obra de Liszt. (. .. ) Su
Beethoven y su Chopin en cambio me de
jaban completamente frío." O
oe.Ií tre
My young years es rica en instantáneas so
bre la fisonomía de Berlín y París a princi
pios de siglo .Berlín se convertía . de capital de un pe
queño reino . en la metrópoli del mundo:
nuevas casas. nuevas calles aparecían pordoquier. Charlottenburg. un modesto su
burbio . se transformaba en un importante
centro artístico y comercial con teatros y
cafés espléndidos y la Kurfürstendamm
adquiría el rango de los Campos Elíseos
parisinos . El Kaiser mantenía una políticade constante expectación sobre los berli
neses. Cada uno de sus movimientos era
calculado por su efecto sensacionalista.
una técnica que más tarde perfecc iona
rían. sobre su ejemplo. Stalin y Hitler. " Re
cuerdo sobre todo su tan publicitada visita
a Turquía. dice Rubinstein. a donde entró
Berlín era una fiesta
amigos . Gracias a él me familiaricé con
Goethe. Heine. Kleist. Balzac. Maupas
sant, Dostoievski . Goqol . Tolsto i, que a los
11 años me agitaron profundamente. Metrató como se trata a un adulto : me escuchó con indulgencia. con aparente interésoyó mis opiniones y apasionados puntos
de vista . y con igual tolerancia aceptó mi
crítica demoledora."En cuanto a la música . fuera de la rutina
reglamentaria fue especialmente enrique cedor el creciente interés de Emma Engelmann. Discípula predilecta de Clara Schumann. Emma era " una mujer en los cin
cuentas . pequeña y regordeta. y aunqueaparentemente pareciera estrangularse enuno de esos corsés pasados de moda. eraenormemente activa . ¡Qué pianista mara
villosa! Tocaba con una simplicidad com
pleta y una intensidad natural. Ni asomode la sensiblería que generalmente carac teriza a las pianistas. Acostumbrábamostocar uno al otro Brahms y Schumann sobre todo. y como había tenido contactopersonal con ambos. solía compartir cosassobre estos músicos que casi nadie sabe.Sus anécdotas sobre la brusquedad y agudeza de Brahms me divertían particularmente . Por ejemplo. me encanta aquellaen que un fino conocedor de vinos invitó a
comer al compositor. - Este vino es elBrahms de mi bodega- dijo a sus huéspedes descorchando una botella polvosa y sir viendo un poco en la copa del maestro.Brahms vio primero el color del vino. aspiró el bouquet y finalmente después de beber un sorbo dejó la copa sin decir nada.- ¿No le gustó?- preguntó el anfitrión.'Mm ... -musitó Brahms- mejor traiga suBeethoven."
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