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Boletín de la Abadía de Leyre Número 164/ FEBRERO 2016 L e YRE C omo es sabido de todos, el pasado 11 de abril de 2015, Vigilia del Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, el Papa Francisco hizo pública la Bula Misericordiae vultus con la que promulgaba y convocaba el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Dicho Jubileo se inauguraba en Roma el 8 de diciembre en San Pedro y en las diócesis de todo el mundo el Domingo III de Adviento, 13 de diciembre. Y el pasado 2 de febrero concluía el Año dedicado a la Vida Consagrada, que como ha dicho el Papa, ha confluido como un río en el mar del Jubileo de la Misericordia. Empalmando un año con otro podemos plasmarlo diciendo que la Vida Consagrada se manifiesta así como profecía de la Misericordia. De esta manera que no hay situación humana a la que el Señor deje de ofrecer una respuesta adecuada por medio de las personas consagradas. El símbolo de la Puerta Santa que se abre, propio del Jubileo, nos quiere indicar que Dios ofrece un acceso a su misericordia por el que experimentamos su amor que nos consuela, nos perdona y nos ofrece esperanza. El símbolo de la Puerta Santa quiere ser expresión del bálsamo de la misericordia divina que significa la presencia actual y presente entre nosotros del Reino de Dios. Dios abre la puerta de su corazón de Padre, que es paciente y misericordioso, lleno de ternura y compasión hacia los pecadores, «porque es eterna su misericordia». La revelación máxima y suprema de este MUÉSTRANOS TU ROSTRO DE MISERICORDIA El Papa Francisco abriendo la Puerta Santa de la basílica de San Pedro. El símbolo de la Puerta Santa quiere ser expresión del bálsamo de la misericordia divina.

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Boletín de la Abadía de Leyre Número 164/ FEBRERO 2016LeYRE

Como es sabido de todos, el pasado 11 de abril de 2015, Vigilia del

Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, el Papa Francisco hizo pública la Bula Misericordiae vultus con la que promulgaba y convocaba el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Dicho Jubileo se inauguraba en Roma el 8 de diciembre en San Pedro y en las diócesis de todo el mundo el Domingo III de Adviento, 13 de diciembre.

Y el pasado 2 de febrero concluía el Año dedicado a la Vida Consagrada, que como ha dicho el Papa, ha confluido como un río en el mar del Jubileo de la Misericordia. Empalmando un año con otro podemos plasmarlo diciendo que la Vida Consagrada se manifiesta así como profecía de la Misericordia. De esta manera que no hay situación humana a la que el Señor deje de ofrecer una respuesta adecuada por medio de las personas consagradas.

El símbolo de la Puerta Santa que se abre, propio del Jubileo, nos quiere indicar que Dios ofrece un acceso a su misericordia por el que experimentamos su amor que nos consuela, nos perdona y nos ofrece esperanza. El símbolo de la Puerta Santa quiere ser expresión del bálsamo de la misericordia divina que significa la presencia actual y presente entre nosotros del Reino de Dios. Dios abre la puerta de su corazón de Padre, que es paciente y misericordioso, lleno de ternura y compasión hacia los pecadores, «porque es eterna su misericordia». La revelación máxima y suprema de este

MUÉSTRANOS TU ROSTRO DE MISERICORDIA

El Papa Francisco abriendo la Puerta Santa de la basílica de San Pedro. El símbolo de la Puerta Santa quiere ser expresión del bálsamo de la misericordia divina.

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amor misericordioso es Jesucristo, que es «rostro de la Misericordia del Padre». Jesús lo ha hecho visible en su vida, en sus relaciones personales, en su palabra, en los signos que realiza sobre todo hacia los pecadores y los que sufren, pero sobre todo con el perdón. El perdón es el modo con el Dios se hace responsables de nosotros.

De igual modo la Iglesia hace suyo este estilo de Jesús, haciendo del amor de Cristo –su lenguaje y sus gestos– su primera verdad. Nos la comunica con los sacramentos y la acción pastoral y caritativa. ¿Y cada uno de nosotros?, ¿nuestras parroquias?, ¿nuestras comunidades?, ¿nuestras

familias?, ¿qué hacemos por dejarnos transformar también en Puertas de Misericordia para con los demás? Esta Puerta tiene dos hojas: «no juzguéis y no seréis juzgados, perdonad y seréis perdonados». Y en el dintel de esta Puerta está escrito: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia». Si acogemos el perdón de Dios debemos ofrecerlo nosotros también, si deseamos la misericordia del Señor sobre nosotros, debemos ser pródigos en darla a los demás. A continuación ofrecemos una catequesis del Santo Padre en el inicio de este Año Santo.

P. Fco. Javier Suárez, osb

El 13 de diciembre, III Domingo de Adviento, se iuguró el Año Santo de la Misericordia en todas las diócesis. En la foto nuestro arzobispo D. Francisco en la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Pamplona.

AÑO DE LA MISERICORDIA

Catequesis del Papaen la audiencia del miércoles 9 de diciembre

sobre el sentido del Jubileo de la Misericordia

Quisiera reflexionar con vosotros el significado de este Año Santo, respondiendo a la pregunta: ¿por qué un Jubileo de la Misericordia? ¿Qué significa esto?

La Iglesia necesita este momento extraordinario. En nuestra época de profundos cambios, la Iglesia está llamada a ofrecer su contribución peculiar, haciendo visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios.

Y el Jubileo es un tiempo favorable para todos nosotros, porque contemplando la Divina Misericordia, que supera todo límite humano y resplandece sobre la oscuridad del pecado, podemos convertirnos en testigos más convincentes y eficaces.

Dirigir la mirada a Dios, Padre misericordioso, y a los hermanos necesitados de misericordia, significa poner la atención en el contenido esencial del Evangelio: Jesús, la Misericordia hecha carne, que hace visible a nuestros ojos el gran misterio del Amor trinitario de Dios. Celebrar el Jubileo de la Misericordia equivale a poner de

nuevo en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades, lo específico de la fe cristiana. Es decir, Jesucristo, el Dios misericordioso.

Un Año Santo, por tanto, para vivir la misericordia. Sí, queridos hermanos y hermanas, este Año Santo se nos ha ofrecido para experimentar en nuestra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios, su presencia junto a nosotros y su cercanía sobre todo en los momentos de mayor necesidad.

Este Jubileo, de hecho, es un momento privilegiado para que la Iglesia aprenda a elegir únicamente «lo que a Dios le gusta más». Y, ¿qué es lo que «a Dios le gusta más»? Perdonar a sus hijos, tener misericordia de ellos, para que puedan a su vez perdonar a sus hermanos, resplandeciendo como antorchas de la misericordia de Dios en el mundo.

Esto es lo que más le gusta a Dios. San Ambrosio en un libro de teología que escribió sobre Adán, toma la historia de la creación del mundo y dice que Dios, cada día después de haber hecho una cosa, la luna, el sol, los animales, vio que era bueno. Pero cuando había hecho al hombre y a la mujer, la Biblia dice que «y vio que esto era muy bueno». Y san Ambrosio se pregunta «¿pero por qué

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AÑO DE LA MISERICORDIA

dice muy bueno? ¿Por qué está tan contento Dios después de la creación del hombre y la mujer?». Porque finalmente tenía a alguno para perdonar. Es bonito, ¿eh? La alegría de Dios es perdonar. El ser de Dios es misericordia. Por eso en este año debemos abrir el corazón para que este amor, esta alegría de Dios nos llene a todos de esta misericordia.

El Jubileo será un «tiempo favorable» para la Iglesia si aprendemos a elegir «lo que a Dios le gusta más», sin ceder a la tentación de pensar que hay otra cosa que es más importante o prioritario. Nada es más importante que elegir «lo que a Dios le gusta más», es decir, su misericordia, su amor, su ternura, su abrazo, sus caricias.

También la necesaria obra de renovación de las instituciones y de las estructuras de la Iglesia es un medio que debe conducirnos a hacer la experiencia viva y vivificante de la misericordia de Dios que, sola, puede garantizar a la Iglesia ser esa ciudad puesta sobre un monte que no puede permanecer escondida (cfr. Mt 5,14). Solamente brilla una Iglesia misericordiosa. Si tuviéramos, aunque fuera solo por un momento, que olvidar que la misericordia es «lo que a Dios le gusta más», cualquier esfuerzo nuestro sería en vano, porque nos haríamos esclavos de nuestras instituciones y de nuestras estructuras, por muy renovadas que puedan ser. Pero siempre seremos esclavos.

«Sentir fuerte en nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que como Buen Pastor ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos»: este es el objetivo que la Iglesia se pone en este Año Santo.

Así reforzaremos en nosotros la certeza de que la misericordia puede contribuir realmente en la edificación de un mundo más humano. Especialmente en estos nuestros tiempos, en los que el perdón es un huésped raro en los ámbitos de la vida humana, el reclamo a la

misericordia se hace más urgente, y esto en cada lugar: en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia.

Ciertamente, alguno podría objetar: «Pero, padre, la Iglesia, en este Año, ¿no debería hacer algo más? Es justo contemplar la misericordia de Dios, ¡pero hay muchas

necesidades urgentes!». Es verdad, hay mucho que hacer, y yo soy el primero que no se cansa de recordarlo. Pero es necesario tener en cuenta, que en la raíz de la falta de la misericordia, está siempre el amor propio.

En el mundo, esto toma la forma de la búsqueda exclusiva de los propios intereses, de placeres y honores unidos al querer acumular riquezas, mientras que en la vida de los cristianos se disfraza a menudo de hipocresía y mundanidad. Todas estas cosas son contrarias a la misericordia. Los lemas del amor propio, que hacen extranjera a la misericordia en el mundo, son tantos que a menudo no somos ni siquiera capaces de

reconocerlos como límites y como pecado. Es por esto que es necesario reconocerse pecadores, para reforzar en nosotros la certeza de la misericordia divina. «Señor yo soy un pecador, Señor yo soy una pecadora, ven con tu misericordia». Y esta es una oración bellísima, es una oración fácil para decir todos los días. «Señor yo soy un pecador, Señor soy una pecadora, ven con tu misericordia».

Queridos hermanos y hermanas, deseo que este Año Santo, cada uno de nosotros experimente la misericordia de Dios, para ser testigos de «lo que a Él le gusta más». ¿Es de ingenuos creer que esto pueda cambiar el mundo? Sí, humanamente hablado es de locos, pero «la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres» (1 Cor 1, 25). Gracias.

«¿Qué es lo Que “a Dios le gusta más”? PerDonar a sus hijos, tener misericorDia De ellos, Para Que PueDan a su vez PerDonar a sus hermanos, resPlanDecienDo como antorchas De la misericorDia De Dios en el munDo.».

Francisco

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VIDA MONÁSTICA

VIDA MONÁSTICAEN LEYRE

A comienzos de este més de febrero finalizó el Año de la Vida Consagrada, Año con el Papa Francisco quería acercar la vida consagra al resto de los fieles cristianos. Secundando este deseo del Santo Padre, presentemos en este número del Boletín un reportaje y una entrevista, sobre distintos aspectos de la vida monástica para darla a conocer mejor a nuestros lectores. La vida monástica constituye la forma más antigua de la vida consagrada. En Leyre seguimos un estilo de vida monástica que se debe a la insigne figura del siglo VI, San Benito de Nursia, que según San Gregorio Magno, su biógrafo, fue «admirable por su doctrina», y escribió una Regla «notable por su discreción».

• Leyre hogar de DiosDespués de más de mil años de existencia, la vida monástica

continúa latiendo en Leyre al ritmo del ora et labora, según lo estableció San Benito (siglo VI) en su célebre Regla. La oración litúrgica y personal, la lectio divina, el trabajo intelectual y manual, y los tiempos dedicados a la vida fraterna en común, jalonan la jornada del monje benedictino también en nuestros días.

El monasterio de Leyre ha pasado por muchos avatares a lo largo de su milenaria historia. La desamortización del siglo XIX resultó una prueba especialmente difícil, pues obligó a los monjes a abandonar su monasterio en 1836. Tras más de un siglo de desolación y ruina, en 1954 una nueva comunidad de monjes benedictinos reanudó la vida regular en San Salvador de Leyre, recién restaurado por la Diputación Foral de Navarra.

¿Dónde viven actualmente los monjes?Leyre es un monumento histórico-artístico muy visitado.Sus espacios están distribuidos de modo que el flujo de vistas

no altere el ritmo de vida monacal, ni perturbe el clima de retiro, de silencio y paz que le son propios.

Los lugares de acogida de los visitantes se ubican al norte de la iglesia, abiertos a la sierra. En cambio, la zona sur, que mira al “mar de Pirineo”, está reservada para la comunidad.

Los monjes residen en el llamado monasterio nuevo. Es un edificio de recia sillería construido en el siglo XVII. Se yergue elegante y austero en plena naturaleza, asomado a las tranquilas aguas verde y azules del embalse de Yesa. Desde esta altura se avista un paisaje de prodigiosa belleza y dilatados horizontes, que serena el alma e invita a la contemplación y a la alabanza: ¡Qué magnífica son tus obras, Señor! (Sal. 91).

Todo contribuye a hacer de Leyre un gran hogar de vida benedictina. Su emplazamiento en uno de los más recios y hermosos paisajes de Navarra. Su venerable tradición milenaria. La sobria belleza de su románico de primera hora. Su situación apartada en lo alto de la sierra. La dureza austera de un clima a la vez mortificado y tonificante. Son circunstancias que encajan en lo más noble y limpio de la gran tradición fundadora de San Benito. Pero todo esto nada es y en último término nada vale, si estas piedras admirables no constituyen un gran hogar de vida espiritual.

Preguntas al P. Abad¿Qué es un monje benedictino?

Es un cristiano que se siente llamado a seguir más de cerca a Cristo y a vivir en una mayor intimidad con Dios.

Y para eso abraza una particular forma de vida en el ámbito de un monasterio, en hermandad con otros monjes, bajo la guía de un abad y de una regla de vida: la Regla de San Benito.

¿Y qué es la Regla de San Benito?San Benito (480-547) escribió un documento

para «regular» la vida de sus monjes, de ahí el nombre de Regla. Viene ser como una aplicación práctica del Evangelio.

Pretende organizar la vida del monasterio y hacer de él un lugar donde se busque a Dios, una casa de silencio y de paz, un taller para ejercitarse en la vida espiritual, donde la alabanza a Dios sea un trabajo y el trabajo se pueda realizar en clima de oración.

¿Cómo transcurre el día en Leyre?Al compás del ora et labora –«reza y trabaja»–

sin que tampoco falten momentos para cultivar la vida fraterna en comunidad ni el necesario tiempo libre.

A nivel comunitario, nos reunimos para orar siete veces al día, celebrando la Eucaristía y la Liturgia de las Horas, el Oficio Divino, que jalona la jornada desde la madrugada hasta la noche. En Leyre, tanto la Misa como los principales oficios del día son cantados en gregoriano.

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VIDA MONÁSTICA

• Jornada del monjeHay una pregunta que nunca falta entre nuestros visitantes:

¿Qué hacen los monjes a lo largo del día y en el transcurso de los años? ¿Cómo es la jornada del monje?

«Nada se anteponga a la “Obra de Dios”» (Regla de san Benito, 43, 3).

La «Obra de Dios» (es decir, la oración litúrgica), ocupa un lugar esencial en la vida de los monjes, jalonando su jornada. Los reúne siete veces al día en la iglesia del monasterio, interrumpiendo otras obligaciones. De esta manera se desea subrayar la primacía de la alabanza divina, realizando así el ideal evangélico: «Orad sin cesar» (Lc 18,1).

Los monjes se unen con la oración litúrgica a la intercesión y adoración de Cristo, Sumo Sacerdote de la Nueva y Eterna Alianza. De esta manera la Liturgia de la Horas no sólo marca el ritmo de la jornada monástica, sino que permite al monje participar espiritualmente en los Misterios de Señor y de sus santos, que celebra, canta y contempla durante toda su vida.

Sin embargo, la «Obra de Dios» no se agota en la oración litúrgica. El diálogo contemplativo del monje ha de ser continuo, existencial. El monje ha de dedicarse también a otras actividades: la lectio divina, el trabajo, el servicio a los hermanos, los encuentros fraternos, el apostolado monástico… «Por eso los monjes deben ocuparse a unas horas en el trabajo, y a otras, en la lectio divina» (Regla de san Benito, 48, 1). Todas estas actividades son, cada una a su modo, «Obra de Dios», servicio a Dios, existencia de cara a Dios.

Esta visión unitaria de la vida la tenía muy presente el monacato antiguo: «Si cantas con tu voz acabarás teniendo que callar; canta con tu vida para que nunca calles» (San Agustín). La tradición benedictina ha resumido este programa en una conocida máxima: Ora et labora.

Horario6.00 h – Oficio Vigilias (o Maitines)

Los monjes se levantan antes de la aurora para velar en oración. Este oficio expresa y estimula la actitud de espera al Señor que volverá, y por eso tiene el carácter de una alabanza nocturna. En este oficio se alternan el rezo de salmos y la proclamación de lecturas tomadas de la Sagrada Escritura y de los Padres de la Iglesia. Su duración aproximada es de 45 minutos; los domingos y días de fiesta se prolonga hasta una hora. Finalizadas las Vigilias los monjes disponen de unos tres cuartos de hora para la lectio divina o la oración personal.

7.30 h (días laborables) / 8.00 h (días festivos) – Oficio de Laudes

Este oficio se celebra en el momento del amanecer y nos recuerda la Resurrección del Señor, “Sol de Justicia que viene de lo alto”. Con esta alabanza matutina se nos invita con toda la creación a alabar a Dios y a santificar todo el día. Su duración es de 30 minutos. Después del desayuno, los monjes disponen libremente de media hora antes de la Misa Conventual.

También dedicamos otro espacio de tiempo importante a la lectio divina (lectura orante de la Palabra de Dios) y a la oración personal. Intercalándose con la oración, se distribuyen los tiempos de trabajo. Mediante el trabajo –intelectual o manual– el monje desarrolla sus capacidades humanas, las consagra a Dios y sirve a sus hermanos.

¿Es posible pasar unos días en el Monasterio de Leyre?

Si, claro. En Leyre existen dos hospederías: la exterior y la interior. La exterior, el Hotel-Hospedería, funciona como un pequeño y acogedor hotel. Sus huéspedes pueden beneficiarse de la belleza y serenidad que rodea el monasterio y participar de todos los actos litúrgicos que la comunidad celebra en la Iglesia. La hospedería interior, dentro de la clausura, está destinada solamente para varones que quieran pasar unos días de retiro espiritual compartiendo más cerca la vida de los monjes.

¿Qué se necesita para llegar a ser monje?Fundamentalmente hay que tener una actitud

interior: buscar sinceramente a Dios. Debe tener una edad, salud y formación

adecuadas. Lo normal es ponerse en contacto con el

P. Maestro de Novicios (por e-mail o carta) presentándose y exponiendo sus inquietudes.

También se puede comenzar con unos días de estancia en nuestra hospedería interna y plantear su posible vocación al P. Maestro de Novicios.

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VIDA MONÁSTICA

9.00 h (días laborables) / 11.30 h (días festivos) – Celebración de la Eucaristía

Constituye la cumbre de la jornada monástica, en la que se celebra el “memorial” de la Pascua de Cristo. La Misa Conventual diaria es concelebrada y cantada íntegramente en gregoriano. La Eucaristía finaliza con el canto de Tercia a modo de acción de gracias a Dios y ofrecimiento de los trabajos de la jornada.

10.15 h – TrabajoMediante el trabajo el monje halla el medio de

mantener un saludable equilibrio de espíritu y de cuerpo, y de desarrollar las distintas facultades que Dios le ha dado. Con el trabajo el monje se asocia a la obra de la creación y ayuda en las necesidades del monasterio y del prójimo, en la medida de sus posibilidades. Durante la mañana cada monje se dedica a aquellos trabajos de índole intelectual o manual que le han sido asignados para utilidad del bien común. Los monjes jóvenes o en etapa de formación siguen un ritmo específico marcado por sus estudios, alternados con trabajos al servicio de la comunidad.

13.20 h (días laborables) / 13.45 h (días festivos) – Oficio de Sexta

Este oficio nos reúne de nuevo a todos ante el Señor haciendo una pausa de descanso en nuestros trabajos. Es seguido del rezo del Ángelus y en los días festivos los monjes rezan a continuación el Oficio de Nona.

13.30 h (días laborables) / 14.00 h (días festivos) – Almuerzo

La comida se toma en silencio, mientras se escucha una lectura. La Regla establece también qué días son de ayuno y de abstinencia. Después de la comida queda un tiempo libre disponible para descansar, leer o pasear disfrutando de nuestro bello paisaje.

15.30 h – Oficio de NonaEl oficio de Nona se celebra en el transcurso del

comienzo de la tarde.

15.45 h – TrabajoEl tiempo que sigue está dedicado, como el tiempo

central de la mañana, al trabajo y al estudio.

18.00 h – Lectio DivinaLa hora que precede a las Vísperas está reservada

a la lectio divina. Esta consiste en una lectura reposada y orante de la Sagrada Escritura o de otras páginas significativas de la Tradición cristiana.

17.00 h – Oficio de VísperasLa alabanza vespertina santifica el final del día.

Damos gracias a Dios por todos los beneficios recibidos durante la jornada y nos unimos de modo especial al sacrificio vespertino de la Redención de Cristo. Su duración es de 30 minutos A continuación, en los días festivos, se celebra la Exposición.

20.00 h – CenaTranscurre, como la comida del mediodía, en silencio

y escuchando una lectura. Tras la cena tenemos un tiempo de esparcimiento todos juntos en familia.

21.00 – CompletasLa comunidad se reúne en la sala capitular para

escuchar brevemente una lectura espiritual o alguna instrucción del P. Abad. A continuación la comunidad se dirige a la iglesia para cantar en el coro el último oficio del día: las Completas, con dicho oficio la jornada monástica queda «completada», «cumplida». De esta manera antes de retirarnos al descanso nocturno ponemos confiadamente en las manos de Dios nuestras obras y nuestras vidas. Nuestra jornada se concluye con el canto solemne de una antífona en honor de la Virgen María. Y así, con el gran silencio nocturno los monjes inician el reposo necesario que les permitirá a la mañana siguiente reemprender de nuevo con alegría la alabanza de Dios.

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LEYRE MONUMENTAL

La iglesia abacial de Leyre ocupa una posición especial dentro del mundo románico, pues es una de las pocas que engloba las dos tendencias de este arte dentro de un mismo tejado.

El Segundo Arte Románico recibe también la designación de Románico Pleno. El primer

nombre indica un encadenamiento numérico al anterior, y el segundo ratifica la importancia de un arte que es precisamente en su segundo momento cuando alcanza la plenitud de sus formas, de sus edificios ejemplares. Su cronología se extendía desde el tercer tercio del siglo XI hasta el tercer tercio del siglo XII, ocupando sólo una centuria, si nos atenemos a las cronologías generales, pero haciendo hincapié en la variabilidad según la zona de recepción de esas influencias. Los primeros pasos del Segundo Arte Románico se dieron en el sur de Francia, en la región de Borgoña. Desde allí se habría de trasladar al resto de Europa con tal rapidez y fuerza que, pareciera un vendaval artístico que sacudió el continente entre esos dos siglos.

Los condicionamientos históricos en nuestro país trataron de retrasar su asentamiento y expansión para no perder las artes nacionales existentes, herederas de los monarcas godos, asturianos y monjes mozárabes. Por otra parte, y por estar España enfrascada en la Reconquista, sólo se pudo instalar en la mitad norte de la península, pues cuando se penetra en la mitad sur es ya tiempo del arte gótico.

El cambio hacia el Románico Pleno vino precedido del cambio de ideas, que ya había iniciado Sancho III el Mayor de Navarra, y que lleva a la práctica su hijo Fernando I en los reinos de Castilla y León, conectando con los hombres que están forjando los nuevos destinos de Europa. Se aumentan esos contactos con su hijo Alfonso VI, que se casa varias veces con princesas francesas, y desposa a sus hijas con condes borgoñones. Colabora también la curia, aleccionada desde las estancias vaticanas, para imponer los cambios “per manu militari”. Lo que supuso en el orden hispano establecido sustituir la liturgia hispánica (visigótico-mozárabe) por el rito gregoriano, que estaba unificando Europa en esa única forma, abortando así las posibilidades de desarrollo de las formas litúrgicas nacionales, en nuestro caso de viejas tradiciones peninsulares.

LEYRE Y EL ROMÁNICO II

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y ricas decoraciones. El crucero de la iglesia se verá coronado con espléndidas torres y cimborrios, que proporcionarán a las iglesias estructuras más esbeltas. Las fachadas crecerán en importancia con respecto al estilo anterior. Ahora se verán recubiertas por una escultura significativa que añadirá programación teológica a la funcionalidad de su cometido. El interior mostrará una magnífica monumentalidad de amplias naves, altos pilares y columnas, presbiterios espaciosos. Todo con una decoración majestuosa de capiteles y relieves que ya se había advertido en las portadas exteriores.

En definitiva, poco que ver con el arte románico anterior donde la bisoñez no había dejado crecer a las ideas. Es este Segundo Arte Románico una realidad brillante y madura de conceptos que se habían gestado con mucha

mayor humildad y escasez de medios en el período precedente, como lo atestigua la presencia de esa cripta e iglesia superior de Leyre, que tan diferente resulta a este tipo de nueva construcción y decoración. Es en este edificio abacial donde concurren esas dos etapas, dos formas distintas de concebir el arte, pero dentro de un mismo estilo, el arte románico, que se mostró diferente en sus formulaciones en general, y en Leyre en particular.

Cuando se inicia la construcción de la nueva iglesia abacial

de Leyre, pues la anterior tenía pasado y estilo mozárabe, no se pensaba que la obra no se iba a acabar en la forma programada, sino que las rudas formas de la cripta y la cabecera iban a continuar hasta su finalización en una iglesia de tres naves, pero de características especiales, como son la gran desnudez de decoración, la fortaleza de la obra, la formulación de unos capiteles completamente novedosos. Si la obra se hubiera acabado con estos pormenores no podríamos clasificarla dentro del Primer Arte Románico, porque según las descripciones que de él hicimos en el artículo anterior, no guarda sus caracteres, por lo que habría que acudir su inclusión en otro prototipo, que no existe, y es el gran atractivo de su presencia, la de ser un unicum dentro del esas cronologías tan tempranas del estilo románico. Pero es una realidad presente que se levanta orgullosa de pertenecer a un estilo, donde no se le puede encuadrar, ni con ejemplos a los que se le pueda asimilar.

La singularidad de Leyre es que, aparte de esa iglesia primitiva a la que nos hemos referido, posee otra

Se afianza definitivamente el Segundo Arte Románico en España bajo el reinado de Alfonso VI (1072-1109) con una presencia especial en el Camino de Santiago. No se debe su entrada al propio Camino, sino al empuje del nuevo arte, por lo que no conviene hablar del Románico del Camino de Santiago sino del Románico en el Camino de Santiago, pues hubiera entrado igual, del mismo modo que los palacios barrocos se extendieron por la geografía europea sin un camino premeditado, como sucedió también con los castillos franceses del Loira. El Camino de Santiago no define, ni entroniza el fenómeno de este arte en España, aunque sí colabora a ello con la presencia de prelados, caballeros y pobladores francos, que introdujeron sus costumbres y asentaron hábitos culturales centroeuropeos. Lo importante del fenómeno de penetración es que funcionaba perfectamente el eje Roma-París-Borgoña en la diseminación de la cultura europea, sustentada por la tradición monástica que asentaba la religión, y sus necesidades funcionales allá donde se instalaba. Fueron los monjes eficaces colaboradores de los Papas, y los reyes, representantes del pietismo popular y nobiliario.

El monasterio era la única levadura de civilización y cultura del momento. A sus nuevas necesidades y efectivos crecientes era necesario responder con las pertinentes construcciones que acogiesen dignamente a los hombres, y a Dios. Todo propiciará la llegada de una pléyade de artistas y artesanos foráneos que van a cumplir con los encargos de poblar con iglesias y cenobios la yerma tierra hispánica de la Reconquista. Será el momento de grandes y pequeñas iglesias, colegiatas, catedrales, iglesias abaciales, pequeños templos parroquiales; pero con una fisonomía distinta cada una de ellas, acorde con sus necesidades y sus posibilidades económicas.

Las plantas ofrecerán los mismos prototipos que en el arte anterior, pero las cabeceras estarán más articuladas con uno, tres, y cinco ábsides. De variada decoración y volumen, con ventanas de arco de medio punto que llevan molduras, capiteles historiados, fustes monolíticos y basas áticas. Los muros tendrán una articulación más solemne, con puertas y portadas decoradas de hermosa escultura, a la vez que ventanas del mismo tipo que los ábsides, que harán de su extendida forma una continuidad dinámica con la presencia de numerosas

LEYRE MONUMENTAL

Magnífico “crismón de Leyre” en la puerta sur de la iglesia abacial.

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gran dimensión espacial en lo que respecta a su anchura. Esta sería la característica principal, la de gran vano que acogería a las tres naves iniciales, para rematar en una gran nave, pero de caracteres propios del momento.

La Porta Speciosa, a la que nos hemos referido, es la entrada principal a la iglesia, el final de esta segunda edificación, que no haría sino culminar la obra de arte que había comenzado en un primitivo estilo, que habría de culminar en su hermano mayor, que la habría de acoger en su espacio. Por lo que quedaría Leyre como una de las pocas obras que tiene la capacidad de englobar las dos tendencias dentro de un mismo tejado, y colocarla en una posición especial dentro del mundo románico.

Ahora sí que podemos enmarcar esta obra final románica de Leyre en la tradición, usos y decoraciones de ese Segundo Arte Románico, sin temor a dejar descolgada de nuevo la obra legerense del estilo que la vio nacer. Si las ventanas de los muros, la puerta sur y los canecillos exteriores no hablaran ese lenguaje, estaría la Porta Speciosa para dictaminar cronología y estilo, que no dejase desamparada a esta segunda obra, como nos había pasado con la primera. Todos son valores que enaltecen, y ponen en valor la iglesia abacial de San salvador de Leyre, que todavía hoy hay que comprender con un ejercicio de reflexión cuando se visita, para no empobrecer lo que en sí es una riqueza: su diversidad dentro de un propio estilo.

Francisco Javier Ocaña Eiroa

edificación, conjunta e incrustada en el espacio de lo que deberían ser las naves de la anterior, que se puede clasificar perfectamente dentro de los parámetros del Segundo Arte Románico, con excepcionalidades en las formas escultóricas, como es la presencia de grandes significaciones de imágenes de gran valor en puerta principal, la Porta Speciosa. cuyo valor no es posible poner en duda, sino equipararlo a las grandes fachadas del Camino de Santiago: la de San Miguel de Estella, Santa María la Real de Sangüesa, Santiago de Carrión de los Condes, San Isidoro de León, y la propia de las Platerías de la catedral de Santiago. Todas ellas en cronologías y decoraciones semejantes.

La obra arquitectónica de este segundo período todavía está presente en los muros perimetrales actuales. Allí se encuentran las ventanas del lado sur, con el característico estilo de arcos de medio punto con molduraciones, capiteles historiados, columnas monolíticas y basas áticas. En el muro externo, que hoy está solapado por dependencias del claustro actual, se pueden ver canecillos que pertenecieron a la iglesia. Por si eso fuera poco, todavía está en su sitio la entrada sur de la iglesia, con una puerta que pertenece perfectamente a este Segundo Arte Románico, con un magnífico crismón en el tímpano de la puerta. Hay que contemplar que esta iglesia ya no se extendía en tres naves, como se había proyectado la primera, sino que se constituía en una sola, con una

LEYRE MONUMENTAL

La Porta Speciosa , entrada principal de la iglesia abacial de Leyre, cuyo valor no es posible poner en duda, sino equipararlo a las grandes fachadas del Camino de Santiago.

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contaron con la colaboración de la Coral Barañáin, dirigida por Pello Ruiz Huici, junto con el organista de Leyre, José Luis Echechipía. En esta ocasión, el Requiem de Maurice Duruflé, compuesto tomando como base la Misa de Difuntos gregoriana, sirvió para dotar al acto de la solemnidad necesaria; primero durante la misa (en la que se alternó con los cantos gregorianos originales) y después en el concierto posterior. En este día, la faceta sinfónica del órgano quedó claramente puesta de manifiesto, así como su envolvente y cálida sonoridad, muy adecuada para este tipo de música, que busca un clima sereno amparada en la modalidad y en un colorido tímbrico sustentado en lo sugerido y lo sutil. Fue un día de grandes emociones, tanto entre los cantores como entre el público.

Otra de las fechas «intensas» había sido anteriormente el 26 de Septiembre, día en el que la Agrupación coral de

cámara de Pamplona actuó en Leyre, dirigida por Simon Carrington y con José Luis Echechipía al órgano. Simon Carrington es uno de los directores corales más prestigiosos a nivel mundial, y un reconocido especialista en la música de Benjamin Britten. El programa contó con la interpretación de la cantata «Rejoice in the lamb», el motete «A Hymn to the Virgin» y el «Prelude and fugue on a theme of Vittoria», todas ellas obras de Britten; además, integraron el programa «Chichester Psalms», de Leonard Bernstein, en su versión para coro, órgano, solistas, arpa y

percusión, y dos obras de Fernando Remacha: «Cantantibus organis» y el Magnificat de la «Vísperas de San Fermín». Esta última en una versión para coro y órgano transcrita por José Luis Echechipía de la partitura original para orquesta sinfónica. En este día, nuevamente el órgano de Leyre fue un elemento decisivo en la calidad del concierto y en la grata sensación con la que el público salió del acto.

Tras el silencio del Adviento, en el que el canto gregoriano queda como único testimonio musical en Leyre (salvo en las festividades especiales de esta época y el domingo de «Gaudete»), sonaron nuevamente piezas navideñas ya tradicionales en Leyre desde la época de José Tuesta como organista. También tuvimos ocasión de disfrutar, casi a final de año, de un concierto de la coral Nora de Sangüesa, junto con Antonio Guerrero al órgano. Aquí se volvió a poner en práctica la fórmula de la intervención del coro en la misa del día, antes de su concierto; una práctica que presta gran solidez y coherencia al conjunto de las actividades y a la filosofía del proyecto.

José Luis Echechipía París

Crónica musical (agosto-diciembre). Los meses comprendidos entre Agosto y Diciembre de 2015

han deparado interesantes novedades y momentos de gran intensidad y emoción en el marco del programa «Leyre, espacio musical». Puede decirse que el año que acaba de concluir se ha cumplido con éxito el objetivo de ofrecer al visitante una propuesta musical que ha estado a la altura de la riqueza de Leyre como centro artístico, cultural y espiritual.

Las actividades musicales han resultado variadas en cuanto a los formatos presentados. Por un lado, el órgano ha intervenido en cada una de las eucaristías tal como viene haciéndolo desde hace décadas en Leyre, es decir, como acompañante del canto gregoriano de cada festividad y como solista en algunos de los momentos de las celebraciones. Por otra parte, se ha ofrecido también el formato de concierto a la manera tradicional. En este aspecto, Leyre ha contado en los últimos meses con la colaboración de organistas como Thomas Ospital, titular de la iglesia de Saint Gervais, en París, Miriam Cepeda, titular de la Basílica de Begoña de Bilbao, Gonzalo Caballero, profesor del Conservatorio Profesional «Pablo Sarasate» o Aarón Ribas, 1er. Premio en el Concurso de Juventudes musicales de España del año 2014. Estos conciertos han sido excelentes oportunidades para profundizar en el conocimiento de las posibilidades del órgano en repertorios de gran calado y también en asociación con otros instrumentos. Han sido celebrados en colaboración con prestigiosos festivales como la Quincena musical de San Sebastián o el ciclo «Música para Órgano en Navarra», del Gobierno de Navarra.

En esta segunda mitad de 2015 ha sido muy interesante la introducción de nuevas fórmulas en la colaboración de los grupos corales. Estas nuevas fórmulas han profundizado en uno de los objetivos de este proyecto musical, consistente en «personalizarlo» según la idiosincrasia de Leyre. En este sentido destacan dos colaboraciones concretas.

Por un lado, el coro «Spes in alium», dirigido por Jesús Arrastia, introdujo la polifonía renacentista y barroca en algunos momentos de la misa del día 1 de noviembre. De esta manera, se combinaron dos extraordinarias riquezas: la melódica del canto gregoriano y la contrapuntística de la polifonía, dando lugar a una riqueza que fue especialmente gratificante por la acertada elección de los motetes interpretados.

Por otra parte, el día de los Amigos de Leyre se celebró la clausura del I Centenario del traslado definitivo de los restos de los Reyes de Navarra a Leyre, consistente en una misa de oración y en un acto de recuerdo y homenaje. Ambos actos

LEYRE CULTURAL

«LEYRE, ESPACIO MUSICAL»Otro gran motivo para visitar el monasterio

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LEYRE CULTURAL

ENCUENTRO ANUAL DE LOS AMIGOS DE LEYREClausura del I Centenario del retorno definitivo de los Restos de los Reyes de Navarra,Encuentro de los Amigos de Leyre 2015 y «Requiem de Duruflé» por la Coral Barañáin

completó su actuación con un concierto posterior de gran éxito en el que interpretó la famosa Misa de Réquiem de Maurice Duruflé, que resonó vibrante y llena de significación. Los bancos de la iglesia no fueron suficientes para acoger a todo el público asistente. La Consejera de Cultura, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra, Ana Herrera (en visita privada) nos honró con su presencia en los actos conmemorativos.

La reunión habitual de los «Amigos» y comida en la hospedería fue adelantada a las 13,45 horas para poder regresar con mejor iluminación natural, dadas las fechas. Contó con la acostumbrada presencia del padre Abad, que agradeció la compra de un facsímil de la primera recopilación de los Fueros de Navarra, de la editorial Mintxoa. Fray Javier Suárez, bibliotecario del monasterio, hizo una amplia exposición del valor histórico de la obra y resaltó la importancia que tiene para Leyre, cuna espiritual del Reino de Navarra.

Fue comentada la redacción realizada de los estatutos, comprometida en la reunión anterior, y las dificultades encontradas de cara a ponerlos en práctica por las exigencias normativas actuales. Se adelantó la idea de la campaña «Cada amigo un amigo», que será explicada en la próxima convocatoria del «Día de las Leyres», para poder ampliar el grupo de «Amigos», y la solicitud de las direcciones para envío de e/mails. Una vez presentadas las cuentas anuales por parte de la tesorera, Rosa Gabeiras, solicitó su relevo en esa función, que de forma reiterada había comentado en anteriores reuniones anuales. Javier del Castillo Bandrés ha aceptado el ofrecimiento para hacerse cargo de sus responsabilidades y ha ofrecido su apoyo personal para esta y otras funciones que le permitan colaborar con los «Amigos de Leyre». Gracias, Rosa, gracias, Javier.

Una jornada aderezada con retazos históricos entrañables, religiosidad envuelta en una musicalidad de altura y encuentros personales agradables.

Arturo Navallas Rebolé

El día 8 de julio de 1915 tuvo lugar una solemne ceremonia en la iglesia abacial de Leyre para celebrar

el regreso de los restos de los antiguos monarcas de Navarra al monasterio. Paredes y muros vacíos delataban el estado ruinoso de los edificios, como testigos de cargo.

La desamortización decretada por el ministro Mendizábal en 1836 obligó a los monjes a abandonar el monasterio. Con fechas 19 de febrero y 8 de marzo se firmaron sendos decretos para tratar de extinguir las órdenes religiosas e incautarles los bienes. Muchos de los enseres de Leyre se distribuyeron entre las iglesias cercanas, las reliquias de San Virila fueron trasladas a la Catedral de Pamplona y las de las Santas Nunilo y Alodia y su arqueta de marfil fueron depositadas en la iglesia de Santiago de Sangüesa. Los restos de los reyes fueron trasladados a la parroquia de Yesa.

No era la primera vez que la abadía quedaría sin monjes, ya que Napoleón había decretado la exclaustración de todos los religiosos y la incautación de sus bienes en diciembre de 1809. Los monjes volvieron a Leyre en junio de 1814, una vez finalizada la Guerra de la Independencia, pero Fernando VII volvió a decretar una nueva exclaustración el 25 de octubre de 1820. Retornaron en 1823 y volvieron a salir en 1836. Como ya sabemos, la Comunidad benedictina actual se hizo cargo del monasterio en 1954 y restableció la vida monástica en unos edificios que han recuperado el esplendor robado.

El pasado año de 2015 se cumplía el centenario del retorno de los restos reales y su conmemoración fue trasladada al día 25 de octubre por ser la fecha que los antiguos monjes celebraban el funeral anual por los monarcas difuntos, tradicionalmente. Una buena fecha elegida para la reunión anual de los «Amigos de Leyre».

La conmemoración de la efeméride se hizo de manera íntima entre la Comunidad, los Amigos y la Coral Barañáin. La Coral intervino solemnizando la ceremonia religiosa y

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LEYRE CULTURAL

Uno de los libros en restauración. Firma del acuerdo para la restauración del fondo antiguo.

Dos señalados acontecimientos ha vivido nuestra biblioteca en estos últimos meses: un acuerdo

para restaurar nuestro fondo antiguo y la donación de un precioso obsequio bibliográfico que nos ha hecho la Universidad de Navarra.

El 28 de octubre nuestro P. Abad y el Director General del Grupo Viscofan, D. José Antonio Canales firmaron un acuerdo de colaboración mediante el cual esta Multinacional Navarra va a contribuir económicamente en la restauración de varios volúmenes del fondo antiguo de nuestra biblioteca. La ayuda, que se prolongará durante tres años, es de 45 000 euros. Los libros en restauración datan, en su mayoría, de los siglos XVI y XVII y se encuentran bastante deteriorados. Este delicado trabajo lo esta llevando a cabo la restauradora

Ana Jessen que se centra tanto en las encuadernaciones, como en las páginas interiores, ya sean sus textos o sus grabados. Entre estos volúmenes destaca una Historia de la música, de 1650 obra del jesuita alemán Athanius Kircher, del cual en toda Europa sólo se conservan dos ejemplares.

Y el 15 de noviembre nos visitaron Don Manuel Carrido, Coordinador del recién creado Museo de Universidad de Navarra, y el historiador Don Jesús Tanco. Vinieron para traernos un precioso obsequio en nombre del Rector Magnífico de la UNAV. Se trata de la bella edición facsímil de la obra Lapidario de Alfonso X El Sabio. Ambos pasaron parte del día entre nosotros participando en nuestra liturgia y compartiendo nuestra mesa.

BIBLIOTECAViscofán patrocina una importante restauración de nuestro fondo antiguo.

La UNAV nos dona un facsímil del Lapidario de Alfonso X El Sabio.

AcontecimientosDesde hace unos años, los vecinos de nuestro

pueblo de Yesa han recuperado la antigua tradición de subir en romería hasta Leyre, aunque con un formato renovado. El sábado 2 de septiembre, al término de sus fiestas patronales, un numeroso grupo de vecinos, presididos por su párroco y su alcalde, trajeron consigo la imagen de la Virgen de Yesa, que por su expreso deseo custodiamos los monjes durante el resto del año. El P. Abad presidió la misa de pontifical y al ofertorio ofrecieron simbólicamente hogazas de pan y frutos de sus propios huertos. Posteriormente tuvieron una comida de hermandad.

El 3 de octubre, fiesta de San Virila, se presentó en comunidad el folleto titulado San

Virila de Leyre, contemplador de la eternidad, que forma parte de la «Colección Santos y Santas» de la editorial «Centro de Pastoral Litúrgica» y cuyo autor es el P. José Antonio.

El domingo, 4 de octubre, los antiguos vecinos de Tiermas celebraron su romería anual en recuerdo de San Virila. Como es costumbre, se expusieron para ellos en la iglesia la imagen y la reliquia del Santo que nos entregaron a los monjes antes de dispersarse por diversas localidades de Navarra y Aragón, tras de la construcción del pantano de Yesa y quedar despoblado el pueblo. Participaron en la misa, veneraron la imagen y la reliquia y pasaron el día en Leyre. Según la tradición, San Virila era natural de Tiermas.

El día 15 del mismo mes clausuramos en Leyre el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa con una misa de pontifical, presidida por el P. Luis Mª, el cual, además, pronunció una emotiva homilía.

CRÓNICA DE LEYRE SEPTIEMBRE 2015 – FEBRERO 2016

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El 25 de octubre tuvo lugar el encuentro anual de los amigos de Leyre. El acostumbrado acto cultural que sigue a la celebración de la misa consistió este año en un concierto a cargo de la coral Barañáin, que interpretó la Misa de Requiem de Duruflé en homenaje a los antiguos Reyes de Navarra enterrados en la iglesia del monasterio, clausurando así el I Centenario del traslado definitivo de sus restos a Leyre, que se cumplía este año (más información en pág. 11).

El 28 de octubre el P. Abad y el Director General del Grupo Viscofan, José Antonio Canales, firmaron un acuerdo de co­laboración mediante el cual la Multinacional Navarra de Envol-turas Artificiales contribuirá económicamente en la restaura ción de varios ejemplares de la biblioteca de Leyre (más información en pág.12).

Antes de las solemnes vísperas del 17 de diciembre, celebramos de modo privado una liturgia de apertura del Año de la Misericordia en Leyre. Fue una concesión expresa del Sr. Arzobispo para nuestra comunidad monástica, a petición del P. Abad. Mutatis mutandis,

se siguió el ritual establecido para los templos j u b i l a r e s . Congregada toda la comunidad en la sala capitular, se leyó el inicio de la Bula de c o n v o c a c i ó n del Jubileo extraordinario, al término de la cual iniciamos una procesión por el claustro bajo hasta la iglesia. Al llegar a la puerta de San Bernardo, adornada con guirnaldas y flores, el P. Abad realizó la oración prescrita y, ya en el coro, renovamos las promesas bautismales, al

que siguió el canto de las vísperas. Para esta celebración jubilar, el P. Javier Suárez preparó un precioso folleto ad hoc.

El P. Abad y un grupo de monjes se desplazaron el 28 de diciembre por la tarde hasta Alzuza para felicitar la Navidad y el Nuevo Año a nuestras hermanas benedictinas. Días después se hizo lo propio con nuestras hermanas de Estella.

Agenda del P. AbadDel 11 al 16 de septiembre estuvo en el monasterio de la

Santísima Trinidad (Gran Canaria) para asistir, juntamente con otros abades y priores de los monasterios de la Península, al acto oficial de la incorporación del dicho monasterio a la

Congregación benedictina Sublacense-Casinense. Este monasterio fue fundado en 1976 por el sacerdote secular D. Santiago Díaz Peñate y un grupo de jóvenes, deseosos de que en Canarias existiera también un monasterio benedictino (más información en pág. 16).

Durante los días 5-7 de octubre se celebraron, un año más, en el Seminario de Pamplona, las «Jornadas Pastorales del Pueblo de Dios» bajo el lema «La Iglesia Diocesana abre sus puertas a la misericordia de Dios», a las que acudió nuestro P. Abad en compañía de algunos monjes.

El día de la solemnidad de San Francisco Javier (3 de diciembre), acompañado del P. José Antonio, se desplazó a Javier para concelebrar con el Sr. Arzobispo de Pamplona en la misa de entrega de los crucifijos a los misioneros.

El día 13 del mismo mes por la tarde en la catedral de Pamplona participó en la celebración de inauguración del Año de la Misericordia en nuestra diócesis, con la apertura de la Puerta Santa, la puerta principal de la catedral, uno de los cuatro santuarios de Navarra donde los fieles podrán ganar la indulgencia plenaria de este Año Santo. Y el 30 de enero se hizo igualmente presente en la catedral de Pamplona para participar en la celebración de clausura del Año de la Vida Consagrada, celebración en la que además los religiosos y religiosas de Navarra pudieron ganar el Jubileo del Año de la Misericordia. Ambas celebraciones fueron presididas por el Sr. Arzobispo.

Durante los días 22 al 27 de enero, como consejero del P. Abad Presidente y en compañía del P. Abad de Silos, nuestro P. Abad hace una Visita fraterna a la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Ambos PP. Abades son muy bien acogidos en esta Comunidad y la Visita se convierte en una extraordinaria ocasión de reforzar los lazos fraternos que unen a las tres abadías españolas de la Congregación de Solesmes. Como es sabido tanto la fundación de la Abadía de la Santa Cruz (1958) como la restauración monástica de Leyre (1954) fueron realizadas por la Abadía de Santo Domingo de Silos.

Con ocasión de la preparación de una nueva edición del Homenaje a los antiguos Reyes de Navarra y de otros asuntos relativos a nuestro monasterio, el P. Abad mantiene frecuente contacto con las Sras. Consejeras de Cultura, Dª Ana Herrera, y de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Dª Ana Ollo. Ambas Sras. Consejeras visitan nuestro monasterio mostrando una actitud de cercanía e interés por lo que a Leyre se refiere que nos ha dejado gratamente sorprendidos y con buenas esperanzas.

LEYRE HOY

La puerta de San Bernardo adornada con guirnaldas y flores.

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Visitantes destacadosEl 27 de septiembre se llegan al monasterio

un grupo de más de cien personas que participaron en la «Javierada del Emigrante». Fueron recibidos por el P. Abad y el P. Subprior. Les hablaron sobre la historia del monasterio y sobre nuestra vida monástica.

Con ocasión de la celebración de la fiesta de Santa Teresa del Niño Jesús, copatrona de las misiones junto con San Francisco Javier, el 1 de octubre tuvimos en Leyre un grupo de fieles de la Delegación de Misiones de Navarra, encabezado por su Delegado, D. José Mª Aizcua. Fueron atendidos por el P. Abad y el P. Subprior.

El 3 del mismo mes atendimos a una peregrinación de la villa de Adahuesca que vino para honrar a sus Santas paisanas Nunilo y Alodia. Hicieron una ofrenda floral ante sus imágenes, veneradas en la iglesia.

El 10 de octubre visitaron nuestro monasterio un grupo de oblatos y oblatas benedictinos seglares del monasterio de Santo Domingo de Silos. Les acompañaban el P. Norberto Núñez, Fr. Joaquín Medrano, Fr. Antonio Vidal y Fr. Ramón Lucini. Participaron en la misa conventual, después visitaron la parte monumental del monasterio y, finalmente, en el salón verde, se les obsequió con un sencillo refrigerio, mientras les cumplimentaban algunos de los miembros de nuestra comunidad.

Del 17 al 23 de octubre tuvimos la alegría de recibir a nuestro P. Abad Presidente, Dom Philippe Dupont, que invitado por nuestro P. Abad, pasó con nosotros siete días en visita familiar. Para obsequiarle hicimos el día 21 una peregrinación al monasterio-santuario de Valvanera. Esta visita del P. Dupont ha supuesto una buena ocasión para reforzar nuestros lazos con Solesmes, cabeza y madre de nuestra Congregación benedictina (más información en pág.15).

Ministerios extraordinariosEl 14 de septiembre, el P. Ramón Luis Mª.

y Fr. Ernesto representaron a la comunidad en la fiesta titular del monasterio de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

El P. Ramón Luis Mª. dirigió una tanda de ejercicios espirituales a las monjas brígidas de Azcoitia (Guipúzcoa) durante los días 30 de septiembre-7 de octubre.

Del 11-22 de noviembre el P. José Antonio, como asistente espiritual de la Federación Galaico-Leonesa de las monjas benedictinas, viajó al monasterio de Alba de Tormes para presidir la elección de la nueva Presidenta Federal. Resultó electa la M. Blanca, Abadesa de

monasterio de San Pelayo de Antealtares, de Santiago Compostela. Luego giró visita a algunos otros monasterios de dicha Federación.

El día 22 diciembre el P. Francisco Javier Suárez impartió, como en años anteriores, una clase sobre «Canto Gregoriano: Liturgia y práxis» a un grupo de estudiantes del Conservatorio Superior de Música «Pablo Sarasate» de Pamplona. Acto seguido todos los asistentes participaron en el oficio de Vísperas.

Donacionesel día 17 de septiembre D. José Mª Iglesias, de Madrid,

nos hace entrega del segundo lote de reliquias de Santos, aún

más numeroso que el que nos donó hace algún tiempo. Se lo agradecemos de todo corazón y que los Santos le recompensen su generosidad.

A comienzos de octubre, recibimos una bellísima imagen de la Virgen de los Desamparados, realizada artesanalmente en porcelana, regalo de nuestro buen amigo el sacerdote D. Fidel Campos, párroco de San José Artesano en la Ciudad del Fallero de Valencia.

EL 15 de noviembre nos visitan Don Manuel Carrido, Coordinador del recién creado Museo de Universidad de Navarra, y el historiador Don Jesús Tanco. En nombre del Rector Magnífico de la UNAV, nos obsequian con la preciosa edición facsímil de la obra Lapidario de Alfonso X El Sabio (más información en pág 12).

El 5 de diciembre don José Luis Ruiz Abad nos regala una talla de Cristo crucificado efectuada en bronc, que ha sido realizada por el artista Manuel Rodríguez Vázquez mediante la técnica a la «cera perdida». Ejemplar único encargada expresamente para Leyre. Se ubicará en el testero de la sala principal de la biblioteca.

Año litúrgico y santoraleste año la festividad de las Santas Nunilo y Alodia, «las Santas

de Leyre» (las celebramos el 22 de octubre), revistió especial solemnidad porque nuestro Padre Abad Presidente presidió la misa de pontifical. Las Vísperas las presidió, también de pontifical, nuestro P. Abad, al término de las cuales hicimos la statio tradicional hasta el altar de las Santas para venerar ante ellas sus reliquias.

Para prepararnos mejor a la solemnidad del misterio de la Navidad, tuvimos una Celebración Penitencial Comunitaria que

LEYRE HOY

Visita de un grupo de oblatos seculares de Silos.

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Visita del P. Abad Presidente y Peregrinación a Valvanera

celebramos el 18 de diciembre, presidida por los PP. Jesuitas de Javier, quienes oyeron nuestras confesiones individuales.

Por vez primera, ad experimentum, el rito de la Calenda, en vez proclamarse el día 24 de diciembre inmediatamente después de Laudes en el capítulo, se cantó en la iglesia desde el ambón, antes de la celebración de las Primeras Vísperas de Navidad.

El último día del año celebramos con el Santísimo expuesto en la custodia, las Vigilias del primer día del año, en honor de Santa María, Madre de Dios. Las concluimos cantando el Te Deum laudamus en acción de gracias por todos los beneficios que recibimos durante el año, la bendición con el Santísimo y cantando a la Virgen el Sub tuum presidium.

Del 18 al 25 de enero nos hemos unido a la Iglesia en el Octavario por la Unión de los Cristianos. El primer día cantamos la misa por la unidad. Los días restantes recitamos las preces correspondientes durante la celebración de la misa. Antes de Completas escuchamos las lecturas y recitamos la oración conclusiva, tomadas del folleto que prepara el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unión de los Cristianos.

Nuestros difuntosEl día 14 de noviembre nos comunican el fallecimiento de

Dña. Prudencia Cañas, sobrina de Fr. Eliseo.En las primeras horas de la tarde del 5 de diciembre falleció

en el Pirineo Oscense, de un fatal accidente D. Luis Jesús

Echegoyen Maeztu, cuñado del P. José Antonio.Fue una muerte especialmente sentida en nuestra comunidad.

Ese mismo día, nuestro amigo de Sangüesa Juan Miguéliz Andueza, sufrió otro accidente de parecidas características, falleciendo días después.

Igualmente el 5 de diciembre fallecía Dña. Josefa Carreño, viuda de D. José Ángel Zubiaur.

El 13 de diciembre ofrecimos la misa conventual por Dña Ana María Arita, viuda de D. Idilio Ibáñez, fallecida recientemente. Matrimonio allegado a nuestra comunidad..

El día 7 de enero falleció Dña. Blanca Huarte, esposa de D. Eduardo Sánchez. Ambos muy allegados a nuestra comunidad.

Fr. Justo Díaz Gallo, monje de Silos, fallecido el 17 de enero.

Dña María Urroz, esposa de D. Ángel Latienda, ambos muy cercanos a Leyre murió el 21 de enero.

Dña. Sabina Merino, cuñada de Fr. Eliseo, fallecida el 30 de enero.

Fr. Ramón Molina Piñedo

LEYRE HOY

Del 17 al 23 de octubre tuvimos la alegría de recibir en Leyre al P. Abad Presidente de nuestra

Congregación y Abad de Solesmes, Dom Philippe Dupont, que vino a pasar esos días con nosotros, respondiendo a la invitación que nuestro P. Abad le hizo en el último Capítulo General celebrado en Solesmes. Se trató, pues, de una visita de carácter estrictamente familiar, que agradecimos mucho ya que fue expresión del afecto y cercanía del P. Philippe hacia nuestra comunidad.

Aprovechando la presencia del P. Abad Presidente, el día 21 de octubre realizamos una peregrinación

al monasterio benedictino y santuario de Nuestra Señora de Valvanera, Patrona de La Rioja, donde fuimos muy bien acogidos por su comunidad.

Salimos de Leyre al poco del canto de Laudes y durante el trayecto rezamos el Rosario. A nuestra llegada nos recibieron el Prior, P. Jesús, y el P. José María que días después le sustituiría en el cargo. Con ellos pasamos a la iglesia para ofrecer a la Virgen nuestro filial saludo. Ambas comunidades celebramos la Eucaristía, que fue presidida por el P. Jesús. Veneramos a la Virgen

en su camarín. Y posteriormente pasamos a visitar la fábrica de licor, la biblioteca, y otras dependencias del monasterio, visita que proseguimos por la tarde, tras el fraterno almuerzo, que nos ofrecieron, acompañado de una recreación festiva.

Finalizamos la jornada visitando el monasterio cisterciense de Cañas, donde tuvimos la oportunidad de admirar sus magníficas obras de arte y de departir con las monjas de la comunidad.

¡Muchas gracias al P. Abad presidente por su visita y a las comunidades de Valvanera y Cañas por su fraternal acogida!

Nuestro P. Abad Presidente con las comunidades de Leyre y Valvanera.

BOLETÍN DE LEYRE. Publicación de la Abadía de San Salvador de Leyre.www.monasteriodeleyre.com

Para suscripciones al Boletín y contactar: [email protected]

ORDEN BENEDICTINA

Para nuestra comunidad, esta incorporación ha supuesto un entrañable acontecimiento dada la cercana relación que ha existido entre ambas comunidades desde los comienzos de la fundación por el recordado P. Santiago. A lo largo de todo este tiempo han sido varios los monjes de Leyre que se han hecho presentes en Canarias para prestar algún servicio, predicar Ejercicios o dar charlas de formación a estos queridos hermanos nuestros, a quienes felicitamos de corazón.

de Roma (encomendado a la Orden Benedictina), siendo bendecido archimandrita (superior en las Iglesias orientales) en 1999. Ha sido también profesor en el Pontificio Ateneo San Anselmo, consultor de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, miembro de la Comisión Litúrgica de la Congregación para las Iglesias Orientales y primer asistente del Abad Presidente de la Congregación Sublacense-Casinese.

El Exarcado Apostólico de Atenas fue erigido en 1932 y depende directamente de la Santa Sede. Dom Manel Nin, que va a ser su quinto prelado, tendrá también bajo su cuidado pastoral a cristianos iraquíes y sirios, refugiados a causa de la guerra en Oriente Próximo.

Encomendamos en nuestra oración al nuevo obispo, a la vez que le hacemos llegar a él y su comunidad de Montserrat nuestra más fraterna y cordial felicitación.

El día 14 de septiembre de 2015, fiesta de la

Exaltación de la Santa Cruz, tuvo lugar la incorporación jurídica a la Orden Benedictina del monasterio de la Santísima Trinidad, sito en el término de Santa Brígida (Gran Canaria). Este primer monasterio benedictino canario, fundado en 1976 por el sacerdote secular P. Santiago Díaz Peñate, ha pasado ha formar parte de la provincia hispánica de la Congregación Sublacense-Casinense.

El acto de incorporación tuvo lugar en el marco de una solemne Eucaristía presidida por D. Francisco Cases, Obispo de Canarias. La homilía corrió a cargo del P. Visitador de la provincia hispánica –y abad de Montserrat– Dom Josep Maria Soler, quien además leyó, el decreto de erección canónica del cenobio, como monasterio sui iuris de su Congregación y finalmente recibió la renovación de los votos de los monjes profesos. Entre el numeroso grupo de concelebrantes, cabe destacar a los PP. Abades de Silos y de Leyre, y al P. Prior de El Paular. Se hallaba igualmente presente la M. Abadesa del monasterio cisterciense de Teror, en la misma isla de Gran Canaria.

El pasado 2 de febrero el Papa Francisco nombró al

P. Manel Nin Güell, monje de Montserrat, Exarca (obispo) de los católicos griegos de rito bizantino, con sede en Atenas.

El P. Nin, nacido en 1956, ingresó en la Abadía de Montserrat en 1975, donde profesó el año 1977. En Roma obtuvo la licenciatura en Teología con la especialización en

Patrología –hoy es uno de los grandes expertos en patrología siríaca y en liturgias orientales–. Ordenado sacerdote en 1998, se ha dedicado sobre todo a la enseñanza y ha sido director espiritual y Rector del Pontificio Colegio Griego

EL MONASTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDADPLENAMENTE BENEDICTINO

El P. MANEL NIN (monje benedictino de Montserrat),OBISPO DE LOS CATÓLICOS GRIEGOS DE RITO BIZANTINO

El Sr. Obispo de Canarias con los PP. Abades de Montserrat, Silos y Leyre, el P. José María, prior de la comunidad anfitriona, la M. Abadesa de Teror y algunos otros monjes.

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