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    DOCUMENTOS

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 188

  • Resumen

    El filsofo Paul Ricur, considerado como uno de los ms importantes pensadores de lasegunda mitad del siglo XX, propone en este texto una mirada retrospectiva a sus fecundascontribuciones a la cy en la historia colectaportaciones en estehan devenido clsicde toda especie. Ent(1983-1985), Le con

    Abstract. Narrative,

    The philosopher Pauond half of the twentributions to the undin collective history. this field carried outreference point for athe following stand mthaphore vive (197

    Para dar una idea y de la tradicin acido que el mtodcin narrativa, lu

    * Este texto aparecde una obra coleHorizontes del relade Madrid, Cuadtura agradece al blicacin del art

    Anlisi 25, 2000 189-207

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica*

    Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 189omprensin del papel que la narratividad juega en la vida individualiva. Se trata, en efecto, de una autntica recapitulacin de sus cruciales campo, desarrolladas durante dcadas a travs de varias obras queas: un lugar de referencia inexcusable para tericos e investigadoresre sus numerosas obras pueden destacarse las siguientes: Temps et rcitflit des interprtations (1969) y La mthapore vive (1975).

    Phenomenology and Hermeneutics

    l Ricoeur, considered one of the most important thinkers of the sec-tieth century, offers in this text a retrospective look at his prolific con-erstanding of the role played by the narrative in individual lives and

    In fact, it is an authentic recapitulation of his crucial contributions in over decades in various works that have become classics: a necessaryll types of theoreticians and researchers. Among his numerous worksout: Temps et rcit (1983-85), Le conflit des interprtations (1969), La5).

    de los problemas a los que me dedico desde hace treinta aos la que pertenece mi tratamiento de los mismos, me ha pare-o ms apropiado era partir de mi trabajo actual sobre la fun-ego mostrar la afinidad de este trabajo con mis trabajos

    i por primera vez en castellano, con idntico ttulo, como captulo finalctiva en homenaje a Paul Ricoeur: Gabriel ARANZUEQUE (ed.) (1997),to. Lecturas y conversaciones con Paul Ricoeur, Madrid: Universidad Autnomaerno Gris, trad. de G. Aranzueque. Anlisi. Quaderns de comunicaci i cul-editor y traductor su buena disposicin ante nuestra propuesta de repu-culo.

  • anteriores sobre la metfora, sobre el psicoanlisis, sobre la simblica y sobreotros problemas afines, y, por ltimo, dirigirme de estas investigaciones par-ciales a los supuestos, tanto tericos como metodolgicos, en los que radica elconjunto de mi investigacin. Esta progresin a la inversa en mi propia obra mepermitir referirme, al final de mi exposicin, a los supuestos de la tradicinfenomenolgica y hermenutica a la que pertenezco, mostrando cmo misanlisis, a un tiempo, continan, corrigen y, en ocasiones, ponen en tela dejuicio esa tradicin.

    I. La funcin nar

    Dir, en primer luAqu aparecen

    acto de narrar resque expuse no hafilosofa: la de preusos del lenguaje.aquellos filsofosel cual las lenguade verdad de todo

    Una segundamera: la de reuniefecto, a lo largo acto de narrar noespecficos. Esta dada la importantajantemente, pocomparable a la pensemos en lautobiografa yel cuento y la nomedio distinto aly otras artes plstde que existe unativos. Mi hiptesexperiencia humatodas sus formas,tiempo, arraiga esarrolla en el tiemproceso temporal se de un modo o poralidad constiproblema, en comciales del lenguajproblemas que ha

    190 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 190rativa

    gar, algo sobre mis trabajos dedicados a la funcin narrativa. tres preocupaciones principales. Esta investigacin sobre elponde, en primer lugar, a una preocupacin muy general,ce mucho en el primer captulo de mi libro sobre Freud y laservar la amplitud, la diversidad y la irreductibilidad de los

    Desde un principio, puede constatarse, pues, que me uno a analticos que se resisten a aceptar el reduccionismo segns bien hechas habran de valorar la pretensin de sentido ys los usos no lgicos del lenguaje.

    preocupacin completa y, en cierto modo, modera la pri-r las formas y modalidades dispersas del juego de narrar. Endel desarrollo de las culturas de las que somos herederos, el ha dejado de ramificarse en gneros literarios cada vez msfragmentacin plantea a los filsofos un problema central,te dicotoma que divide el campo narrativo y que opone

    r una parte, los relatos que tienen una pretensin de verdadde los discursos descriptivos que se usan en las ciencias a historia y los gneros literarios afines a la biografa y a la, por otra, los relatos de ficcin, como la epopeya, el drama,vela, por no decir ya los modos narrativos que emplean un lenguaje: el cine, por ejemplo, y, eventualmente, la pinturaicas. Contra esta interminable divisin, planteo la hiptesis unidad funcional entre los mltiples modos y gneros narra-is bsica al respecto es la siguiente: el carcter comn de lana, sealado, articulado y aclarado por el acto de narrar en es su carcter temporal. Todo lo que se cuenta sucede en eln el mismo, se desarrolla temporalmente; y lo que se de-po puede narrarse. Incluso cabe la posibilidad de que todoslo se reconozca como tal en la medida en que pueda narrar-de otro. Esta supuesta reciprocidad entre narratividad y tem-tuye el tema de Tiempo y relato. Por limitado que sea elparacin con la gran amplitud de los usos reales y poten-

    e, resulta realmente inmenso. Rene, en un mismo rtulo,bitualmente se abordan con ttulos diferentes: epistemologa

    MarciaNota adhesivalo que divide al campo narrativo: los relatos que tienen pretensin de verdad (discursos descriptivos como la historia y otras ciencias) y los relatos de faccin (cuento, novela, epopeya...

    MarciaNota adhesivaplantea que exsten una uidad funcional entre los multiples modos narrativos. es el CARACTER TEMPORAL. TODO LO QUE SE CUENTA SUCEDE EN EL TIEMPO Y LOS QUE SUCEDE EN EL TIEMPO PUEDE NARRARSE

  • del conocimiento histrico, crtica literaria aplicada a las obras de ficcin, teo-ras del tiempo (dispersas, a su vez, entre la cosmologa, la fsica, la biologa, lapsicologa o la sociologa). Al tratar la cualidad temporal de la experienciacomo referente comn de la historia y de la ficcin, uno en un mismo pro-blema ficcin, historia y tiempo.

    En este punto, entra en juego una tercera preocupacin, que ofrece la posi-bilidad de hacer menos inabordable la problemtica de la temporalidad y dela narratividad: la de poner a prueba la capacidad de seleccin y de organiza-cin del lenguaje mismo, cuando ste se ordena en esas unidades de discursoms largas que la tividad ha de seamar los tres verblenguaje un patrordenacin y de etica buscada y quy el acto narrativounidad lingstica,dad de significadBenveniste. Por odel que se benefic

    Podemos llamade las leyes de la clugar a un texto, a

    Se plantea, enttante del acto de hde composicin vercomposicin verbfbula o por trotros contextos, stura, en el sentidonar una operacina saber, la estructtrama antes quemente, en la seleccnes narradas, que 25), que consta dguna accin es unque ninguna accinarrada un cambidente, una sucesininguna accin, cen la historia narcompensa la peripmediante un ltimel oyente, la ktha

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 191

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 191frase a las que podemos llamar textos. En efecto, si la narra-lar, articular y aclarar la experiencia temporal por reto-

    os usados anteriormente, hay que buscar en el uso deln de medida que satisfaga esa necesidad de delimitacin, dexplicitacin. El hecho de que el texto sea la unidad lings-e constituya el medio apropiado entre la vivencia temporal puede ser esbozado brevemente del siguiente modo. Como un texto es, por una parte, una expansin de la primera uni-o actual, de la frase o instancia discursiva en el sentido detra parte, aporta un principio de organizacin transfrsicaia el acto de narrar en todas sus formas.r potica siguiendo a Aristteles a la disciplina que trataomposicin que se aaden a la instancia discursiva para darl que se considera un relato, un poema o un ensayo.onces, el problema de identificar la caracterstica ms impor-acer-relato. Sigo tambin a Aristteles para designar la clasebal que convierte un texto en relato. Aristteles designa estaal con el trmino mythos, trmino que se ha traducido porama: llamo aqu mythos a la composicin (synthesis o, enystasis) de los hechos (1450 a 5 y 15). Ms que una estruc- esttico de la palabra, Aristteles usa este trmino para desig- (como indica la terminacin -sis de poesis, synthesis o systasis),uracin que requiere que hablemos de elaboracin de la de trama. La elaboracin de la trama consiste, principal-in y en la disposicin de los acontecimientos y de las accio-hacen de la fbula una historia completa y entera (1450 be principio, medio y fin. Con esto queremos decir que nin- principio ms que en una historia que ella misma inaugura;n es tampoco un medio ms que si provoca en la historiao de suerte, un nudo a deshacer, una peripecia sorpren-n de incidentes lamentables u horrorosos; por ltimo,

    onsiderada en s misma, es un fin, sino en la medida en que,rada, concluye el curso de una accin, deshace un nudo,ecia mediante el reconocimiento, sella el destino del hroeo acontecimiento que aclara toda la accin y produce, en

    rsis de la compasin y del terror.

    MarciaNota adhesivaLA POETICA

    MarciaNota adhesivaNINGUNA ES UN PRINCIPIO MAS QUE EN UNA HISTORIA QUE ELLA MISMA INAUGURA NI ES UN MEDIO EHASTA QUE NO DESATA UN NUDO, UNA PERIPECIANO ES UN FIN SI NO CONCLUYE EN UNA TRAMA EL CURSO DE LA ACCION

  • Tomo esta nocin como hilo conductor de la investigacin, tanto en elorden de la historia de los historiadores (o historiografa) como en el orden dela ficcin (desde la epopeya y el cuento popular a la novela moderna). Me limi-tar a insistir aqu en el rasgo que confiere, a mi modo de ver, una fecundidadas a la nocin de trama, a saber, su inteligibilidad. Podemos mostrar del siguien-te modo el carcter inteligible de la trama: la trama es el conjunto de combi-naciones mediante las cuales los acontecimientos se transforman en una historiao correlativamente una historia se extrae de acontecimientos. La tramaes la mediadora entre el acontecimiento y la historia. Lo que significa quenada es un acontetecimiento no esnarrativo. Ampliunidad inteligibleciativas y las conLouis Mink, es ede la accin humcordantes. De estpara seguir la his

    Dir ahora algaristotlica de tramero se refiere a len efecto, una cacarcter narrativohasta nuestros dla cual cuenta batuna que afectan

    Mi tesis es qusin que la historiaprimer lugar, queto se debe al descrelato, algo que Anua del relato, cosiempre en el trascrtica slo aprecconstituye la basecia que estableceexiste siempre unria se cuenta.

    En segundo ludel relato, impidcomprensin narr. El error de loequivoquen respede otras ciencias sociologa, etc.

    192 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 192cimiento si no contribuye al avance de una historia. Un acon- slo una incidencia, algo que sucede, sino un componenteando an ms el mbito de la trama, dir que la trama es la que compone las circunstancias, los fines y los medios, las ini-secuencias no queridas. Segn una expresin que tomo del acto de ensamblar de com-poner esos ingredientesana que, en la experiencia diaria, resultan heterogneos y dis-e carcter inteligible de la trama se deduce que la capacidadtoria constituye una forma muy elaborada de comprensin.o sobre los problemas que plantea la extensin de la nocin

    ma a la historiografa. Citar tres de estos problemas. El pri-a relacin que existe entre la historia erudita y el relato. Parece,usa perdida pretender que la historia moderna conserve el que encontramos en las crnicas antiguas y que ha llegadoas a travs de la historia poltica, diplomtica o eclesistica,tallas, tratados, particiones y, en general, los cambios de for-al ejercicio del poder por parte de individuos determinados.e el vnculo de la historia con el relato no puede romperse pierda su especificidad entre las ciencias humanas. Dir, en el error fundamental de aquellos que oponen historia y rela-onocimiento del carcter inteligible que la trama confiere alristteles haba sido el primero en subrayar. Una nocin inge-mo sucesin deshilvanada de acontecimientos, se encuentrafondo de la crtica al carcter narrativo de la historia. Dichaia el carcter episdico y olvida el carcter configurado, que de su inteligibilidad. Al mismo tiempo, se ignora la distan- el relato entre l y la experiencia viva. Entre vivir y narrara separacin, por pequea que sea. La vida se vive, la histo-

    gar, el desconocimiento de esta inteligibilidad fundamentale comprender cmo se inserta la explicacin histrica en larativa, de modo que cuanto ms se explique, mejor se narra-s defensores de los modelos nomolgicos no es tanto que secto a la naturaleza de las leyes que el historiador puede tomarsociales ms avanzadas demografa, economa, lingstica,, cuanto que se equivoquen respecto a su funcionamiento.

    MarciaNota adhesivaLA TRAMA: ES LA MEDIADORA ENTRE UN ACONTECIMIENTO Y UNA HISTORIA

    MarciaNota adhesivaTESIS: LA RELACION ENTRE HISTORIA Y RELATO NO PUEDE ROMPERSE SI NQUE LA HISTORIA PERDA SU ESPECIFIDAD ENTRE LAS CIENCIAS HUMANAS

    MarciaNota adhesivaTres problemas de aplicar el concepto de la trama a la historia

  • No aprecian que estas leyes revisten un significado histrico en la medida en quese insertan en una organizacin narrativa previa que ya ha calificado los acon-tecimientos como contribuciones al desarrollo de una trama.

    En tercer lugar, la historiografa, al alejarse de la historia de los aconteci-mientos, principalmente de la historia poltica, se ha alejado menos de la his-toria narrativa de lo que prenteden los historiadores. Para que la historia lleguea ser una historia de larga duracin, convirtindose en historia social, econ-mica o cultural, ha de estar vinculada al tiempo y dar cuenta de los cambiosque vinculan una situacin terminal a una situacin inicial. La rapidez delcambio no tiene nada que ver con el asunto. Al estar vinculada al tiempo yal cambio, est lihistoria en circunla historia es la hisvctimas del podelas que se insertacompleto del relates, fines, circunsdas. Ahora bien,ingredientes hete

    Una segunda en el anlisis de lhasta la novela mtas, aunque comp

    Dejar a un lrelato que sobrestdel relato. He dissuperficie a la quplano de la gramataque opuesto, a

    Al contrario qdel cuento populaevolucin de la nuna experimentacmas recibidos de novela del siglo Xmo de que parezcsu valor pertinen

    A esta objecicin entre paradimos paradigmassedimentacin dmeno fundameneste fenmeno es directamente impEsta alternancia d

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 193

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 193gada a la accin de los hombres que, segn Marx, hacen lastancias que ellos no han hecho. Directa o indirectamente,toria de los hombres, que son los portadores, los agentes y lasr, de las instituciones, de las funciones y de las estructuras enn. En ltima instancia, la historia no puede separarse porto, pues no puede separarse de la accin que implica agen-tancias, interacciones y consecuencias queridas y no queri- la trama es la unidad narrativa de base que integra estosrogneos en una totalidad inteligible.serie de problemas atae a la validez de la nocin de tramaos relatos de ficcin, desde el cuento popular y la epopeyaoderna. Esta validez sufre dos ataques de direcciones opues-lementarias.

    ado el ataque estructuralista contra una interpretacin delima indebidamente, a su modo de ver, la cronologa aparentecutido en otro lugar la pretensin de sustituir la dinmica dee pertenece la trama por una lgica acrnica, vlida en eltica profunda del texto narrativo. Prefiero centrarme en ununque complementario.ue el estructuralismo, cuyos anlisis destacan en el dominior o del relato tradicional, varios crticos literarios apelan a la

    ovela contempornea para constatar que en la escritura se dain que echa por tierra todas las normas, todos los paradig-la tradicin y, entre ellos, los tipos de trama heredados de laIX. La oposicin mediante la escritura llega incluso al extre-a que desaparece toda nocin de trama, y de que sta pierdete en la descripcin de los hechos narrativos.n, puedo responder que interpreta incorrectamente la rela-gma cualquiera que sea y obra singular. Lo que llama- son tipos de elaboracin de una trama surgidos de lae la propia prctica narrativa. Encontramos aqu un fen-tal, el de la alternancia entre innovacin y sedimentacin;constitutivo de lo que llamamos una tradicin y se encuentralicado en el carcter histrico del esquematismo narrativo.e innovacin y de sedimentacin hace posible el fenmeno

    MarciaNota adhesivaIMPORTANTE

  • de desviacin al que se refiere la objecin. Pero hay que entender que la pro-pia desviacin slo es posible sobre la base de una cultura tradicional que creaen el lector expectativas que el artista se complace en despertar y defraudar.Ahora bien, esta relacin irnica no podra establecerse en un vaco paradig-mtico total. Confieso que los supuestos sobre los que me extender con todatranquilidad ms adelante no me permiten pensar en una anomia radical,sino nicamente en un juego con reglas. Slo es pensable una imaginacinreglada.

    El tercer problema que quisiera mencionar se refiere a la referencia comnde la historia y de

    El problema eria parece referirsepretender hablar dlista ignora la carga documentos y artrico y lo irreal d

    No se trata depara percibir el crcin y de la historeferencia a nada. do histrico en elren a la realidad p

    Decir que la ficin estrecha de lamente emocionacontribuyen a contamos nos ayudanme y, en ltima Agustn. Si nads. En la capacidcasi muda, reside lel vnculo entre mes la imitacin de

    La fbula imitrecursos de la ficciratorio de formaspara comprobar slos paradigmas deEn este estadio, lada es una accin sfingere es hacer. Emundo del texto,

    Pero la suspendio entre la compde la realidad coti

    194 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 194 la ficcin en la base temporal de la experiencia humana.s notablemente difcil. Por un lado, en efecto, slo la histo- a lo real, aunque esa realidad haya pasado. Slo ella parecee acontecimientos que se han producido realmente. El nove-a de la prueba material vinculada a la obligacin de recurrirchivos. Una asimetra irreductible parece oponer lo real his-e la ficcin. negar esta asimetra. Al contrario, hay que apoyarse en ellauce o el quiasmo entre los dos modos referenciales de la fic-ria. Por un lado, no es preciso decir que la ficcin no hagaPor otro, no es preciso decir que la historia se refiera al pasa- mismo sentido en que las descripciones empricas se refie-resente.ccin no carece de referencia supone desechar una concep- misma que relegara la ficcin a desempear un papel pura-l. De un modo u otro, todos los sistemas simblicosfigurar la realidad. Muy especialmente, las tramas que inven- a configurar nuestra experiencia temporal confusa, infor-instancia, muda. Qu es el tiempo? se preguntabaie me lo pregunta, lo s; si alguien me lo pregunta, ya no load de la ficcin para configurar esta experiencia temporala funcin referencial de la trama. Volvemos a encontrar aquythos y mmesis en la Potica de Aristteles: La fbula, dice l, la accin (Potica, 1450 a 2).a la accin en la medida en que construye con los nicosn esquemas inteligibles. El mundo de la ficcin es un labo- en el que ensayamos configuraciones posibles de la accinu coherencia y su verosimilitud. Esta experimentacin conpende de lo que antes llambamos la imaginacin creadora. referencia se mantiene como en suspenso: la accin imita-lo imitada, es decir, fingida, inventada. Ficcin es fingere yl mundo de la ficcin, en esta fase de suspensin, slo es eluna proyeccin del texto como mundo.sin de la referencia slo puede ser un momento interme-rensin previa del mundo de la accin y la transfiguracindiana que realiza la propia ficcin. El mundo del texto, pues

    MarciaNota adhesivaREALCION ENTRE FICCION E HISTORIA

  • es un mundo, entra necesariamente en conflicto con el mundo real, para re-hacerlo, ya lo confirme o lo niegue. Pero incluso la relacin ms irnica del arterespecto a la realidad sera incomprensible si el arte no des-ordenara y re-orde-nara nuestra relacin con lo real. Si el mundo del texto no tuviera asignadauna relacin con el mundo real, entonces el lenguaje no sera peligroso, en elsentido en que lo deca Hlderlin, antes de Nietzsche y Walter Benjamin.

    Un desarrollo paralelo se impone por parte de la historia. Al igual que laficcin narrativa no carece de referencia, la referencia propia de la historia nodeja de tener una afinidad con la referencia productora del relato de ficcin.No es que el pasadpio del trmino, invslo la aborda indicin. La reconstrugicamente, es obravnculos a los que aque los documentoEn este sentido, lacon los documentoria como interprettodos los cruces enmente indirectas ocomplejo entre la rficcin, la experiende ser refigurada.

    Me propongo marco ms amplio ricos y epistemollargo del tiempo.

    Las relaciones que abord en La mparece que el relafora parece pertendecir, de las figuravariedades un subtender ser una cienla metfora parece descriptivas resulta

    La investigacicampos, a pesar dezonte filosfico m

    Dividir mis obque acabo de esbosentido inmanencos. El segundo afepor ello mismo, a

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 195

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 195o sea irreal, sino que la realidad pasada es, en el sentido pro-erificable. En la medida en que ya no es, el discurso histrico

    rectamente. En este punto, se impone la afinidad con la fic-ccin del pasado, como ya haba dicho Collingwood enr- de la imaginacin. Tambin el historiador, en virtud de losntes aludamos entre la historia y el relato, configura tramass permiten o no, pero que en s mismos nunca contienen.

    historia combina la coherencia narrativa y la conformidads. Este vnculo complejo caracteriza el estatuto de la histo-

    acin. Se abre, as, una va a una investigacin positiva detre las modalidades referenciales asimtricas, aunque igual- mediatas, de la ficcin y de la historia. Gracias a este juegoeferencia indirecta al pasado y la referencia productora de lacia humana, en su dimensin temporal profunda, no deja

    ahora situar la investigacin de la funcin narrativa en elde mis trabajos anteriores, antes de exponer los supuestos te-gicos que no han dejado de confirmarse y precisarse a lo

    entre los problemas que plantea la funcin narrativa y losetfora viva no son evidentes a primera vista: 1) Mientras

    to ha de incluirse entre los gneros literarios, la met-enecer, en primer lugar, a la categora de los tropos, ess del discurso. 2) Mientras que el relato engloba entre susgnero tan considerable como la historia, que puede pre-cia o describir, al menos, acontecimientos reales del pasado,caracterizar nicamente a la poesa lrica, cuyas pretensionesn muy dbiles, por no decir nulas.n y el descubrimiento de los problemas comunes a ambos sus diferencias evidentes, van a conducirnos hacia el hori-s amplio de la ltima parte de este ensayo.servaciones en dos grupos, en funcin de las dos objecioneszar. El primero se refiere a la estructura o, mejor dicho, alte a los propios enunciados, ya sean narrativos o metafri-cta a la referencia extralingstica de estos enunciados y,

    la pretensin de verdad de unos y otros.

    MarciaNota adhesivaEL PASADO HISTORICO ES INVERIFICABLE EN LA MEDIDA QUE YA NO ES

    MarciaNota adhesivala metfora y el relato. el relato como genero literario y la metfora como "tropos", figuras del discurso

  • 1) Situmonos primero en el nivel del sentido.

    a) El vnculo ms elemental entre el gnero narrativo y el tropo metafri-co, en el plano del sentido, est constituido por su pertenencia comn al dis-curso, es decir, a unos usos del lenguaje de igual o mayor dimensin que la frase.

    Me parece que uno de los primeros logros de la investigacin contemporneade la metfora es, en efecto, haber desplazado el mbito del anlisis de la esfe-ra de la palabra a la de la frase. Segn las definiciones de la retrica clsica, queproceden de la Potica de Aristteles, la metfora es la transferencia del nom-bre usual de una cosa a otra en virtud de su semejanza. Para entender la ope-racin que genera al plano de la fraseParece, entonces,lenguaje, consistenpatibles con los prque se desva de labucin que destruyde la frase, del molizados, de los trmla metfora es, en te, comprendemosciado metafrico.preservar la pertinpercibimos, a travdebajo de ella, guiente, tambin sla frase. Esta oposcia literal caracteriguaje en el nivel d

    b) Este anlisis de tamente, en trmidesva de la normy la teora de la mnos de innovacinen el nivel del discla operacin metamiento bsico de las frases metafrteja las metforas.cada metfora es ufora se restablece,tambin en el del

    En el marco detud el fenmeno d

    196 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 196esta extensin, hay que salir del marco de la palabra, elevarse y hablar de enunciado metafrico y no de metfora-palabra. que la metfora es una accin que se lleva a cabo sobre elte en atribuir a unos sujetos lgicos unos predicados incom-

    imeros. Esto quiere decir que, ms que de una denominacin norma, la metfora es una predicacin arbitraria, una atri-e la consistencia o, como se ha dicho, la pertinencia semnticado que determinan los significados usuales, es decir, lexica-inos en juego. Si consideramos como hiptesis, pues, que

    primer lugar y principalmente, una atribucin impertinen- el motivo de la distorsin que sufren las palabras en el enun- Dicha distorsin es el efecto de sentido requerido paraencia semntica de la frase. Hay metfora, entonces, porques de la nueva pertinencia semntica y de algn modo porla resistencia de las palabras en su uso habitual y, por consi-u incompatibilidad en el nivel de la interpretacin literal deicin entre la nueva pertinencia metafrica y la impertinen-za a los enunciados metafricos entre todos los usos del len-e la frase.

    la metfora en trminos de frase y no de palabra o, ms exac-nos de predicacin arbitraria y no de denominacin que sea, abre la va para una comparacin entre la teora del relatoetfora. Ambas tienen que ver, en efecto, con los fenme- semntica. Bien es cierto que el relato se sita, fcilmente,urso, entendido como una secuencia de frases, mientras quefrica slo requiere, estrictamente hablando, el funciona-la frase, a saber, la predicacin. Pero realmente, en su uso,icas requieren el contexto de un poema entero que entre- En este sentido, podra decirse, con un crtico literario, quen poema en miniatura. El paralelismo entre relato y met- de este modo, no slo en el nivel del discurso-frase, sinodiscurso-secuencia. este paralelismo es donde puede apreciarse en toda su ampli-e la innovacin semntica. Este fenmeno constituye el pro-

    MarciaNota adhesivadefinicin de metfora segn ARISTTELES

  • blema ms fundamental que tienen en comn la metfora y el relato en elplano del sentido. En ambos casos, lo nuevo lo no dicho todava, lo indi-to surge en el lenguaje: en un caso, la metfora viva, es decir, una nueva per-tinencia en la predicacin, en el otro, una trama ficticia, es decir, una nuevacongruencia en la elaboracin de la trama. Pero, por ambas partes, la creativi-dad humana se deja distinguir y delimitar en unos perfiles que la hacen acce-sible al anlisis. La metfora viva y la elaboracin de la trama son como dosventanas abiertas al enigma de la creatividad.

    c) Si nos preguntay de la elaboracinla imaginacin creble. En ambos casco y pone de mansometindose a rede tramas, mediagulares y la constitduccin de nuevconformidad y la tipologa narrativa

    Ahora bien, enencia semntica metforas es percibcibir lo semejantelleva que el enuncen la aproximacidos, aparecen repen un cambio de gimiento de una n

    Aqu es dondezacin de esta opcompetencia, esta predicativa y para minos que se resis

    Ahora bien, lamilacin predicattamente, que inconjuntamente, facon sus proyectoslidad, ayuda o imforma de sntesis

    d) Si ponemos ahcin semntica, sula metfora. Hem

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 197

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 197mos ahora por los motivos de este privilegio de la metfora de la trama, habremos de dirigirnos al funcionamiento de

    adora y del esquematismo, que constituye su matriz inteligi-os, en efecto, la innovacin se realiza en el medio lingsti-ifiesto en qu puede consistir una imaginacin que crea

    glas. Esta produccin regulada se expresa, en la construccinnte un trnsito incesante entre la invencin de tramas sin-ucin por sedimentacin de una tipologa narrativa. En la pro-as tramas singulares, se genera una dialctica entre ladesviacin respecto a las normas que son inherentes a toda.

    sta dialctica es paralela al nacimiento de una nueva perti-en las metforas nuevas. Aristteles deca que hacer buenasir lo semejante (Potica, 1459a 4-8). Ahora bien, qu es per-

    ? Si la instauracin de una nueva pertinencia semntica con-iado tenga sentido como un todo, la semejanza consisten creada entre unos trminos que, estando primero aleja-entinamente como prximos. La semejanza consiste, pues,distancia en el espacio lgico. No es otra cosa que este sur-ueva afinidad genrica entre ideas heterogneas. entra en juego la imaginacin creadora, como esquemati-eracin sinttica de aproximacin. La imaginacin es estacapacidad de producir nuevas especies lgicas por asimilacinproducirlas a pesar de y gracias a la diferencia inicial entre tr-ten a ser asimilados. trama nos ha revelado tambin algo comparable a esta asi-iva: tambin se nos ha presentado como un tomar conjun-tegra acontecimientos en una historia, y que compone,ctores tan heterogneos como las circunstancias, los personajes y motivos, interacciones que implican cooperacin u hosti-pedimento y, por ltimo, casualidades. Toda trama es estade lo heterogneo.

    ora el acento en el carcter inteligible vinculado a la innova-rge un nuevo paralelismo entre el mbito del relato y el deos insistido antes en el modo tan peculiar de comprensin

  • puesto en juego por la actividad de seguir una historia y hemos hablado, enese caso, de inteleccin narrativa. Hemos defendido la tesis de que la explica-cin histrica mediante leyes, causas regulares, funciones y estructuras se incor-pora a esta comprensin narrativa. De este modo, hemos podido decir queexplicar ms es comprender mejor. Hemos defendido la misma tesis a prop-sito de las explicaciones estructurales de los relatos de ficcin: la aclaracin delos cdigos narrativos subyacentes al cuento popular, por ejemplo, se nos hapresentado, as, como un trabajo de racionalizacin de segundo grado aplica-do a la comprensin de primer grado que tenemos de la gramtica de superfi-cie de los relatos.

    Esta misma relnio potico. El accapacidad de segsemntico en virtnencia semnticarece en una lecturoperacin discursicomprensin medpone una explicacitinto al dinamismdiscursivas con replantear como ungsticos, del fonesemitica general este punto, como eun carcter primacin, entendida cuna semitica, se ccansa en el discurlas estructuras narprensin del actoextradas mediantturacin del discufiesto la metfora

    En la tercera prrollo contemporcin entre explicar coopera con la del

    2) En la discusinciado metafrico,es decir, de su premente, de su pret

    Ahora bien, efrente al problem

    198 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 198acin entre comprensin y explicacin se observa en el domi-to de comprensin que correspondera en este mbito a lauir una historia consiste en volver a captar el dinamismoud del cual, en un enunciado metafrico, una nueva perti- surge de las ruinas de la impertinencia semntica que apa-a literal de la frase. Comprender es, pues, hacer o rehacer lava que comporta la innovacin semntica. Ahora bien, a estaiante la cual el autor o el lector hacen la metfora, se super-n erudita que toma un punto de partida completamente dis-o de la frase y rechaza la irreductibilidad de las unidades

    specto a los signos que pertenecen al sistema de la lengua. Al principio la homologa estructural de todos los niveles lin-ma al texto, la explicacin de la metfora se inscribe en unaque considera el signo como unidad de medida. Mi tesis, enn el caso de la funcin narrativa, es que la explicacin no tienerio sino secundario respecto a la comprensin. La explica-omo una combinatoria de signos y, por consiguiente, comoonstruye en base a una comprensin de primer grado que des-so como acto indivisible y capaz de innovacin. As comorativas extradas mediante la explicacin presuponen la com- de estructuracin que construye la trama, las estructurase la semitica estructural se construyen en base a la estruc-rso, cuyo dinamismo y poder de innovacin pone de mani-.arte de este ensayo, diremos de qu modo contribuye al desa-neo de la hermenutica esta doble aproximacin de la rela-y comprender. Antes explicaremos cmo la teora de la metfora relato en la aclaracin del problema de la referencia.

    precedente, nuestro nico objetivo era el sentido del enun- es decir, la estructura predicativa interna de su referencia,tensin de alcanzar lo real extralingstico y, consiguiente-ensin de decir la verdad.l estudio de la funcin narrativa nos puso, primeramente,a de la referencia potica con motivo de la relacin entre

  • mythos y mmesis en la Potica de Aristteles. La ficcin narrativa, como hemosdicho, imita la accin humana en la medida en que contribuye a remodelaresas estructuras y esas dimensiones segn la configuracin imaginaria de latrama. La ficcin tiene esa capacidad de rehacer la realidad y, de modo mspreciso en el marco de la ficcin narrativa, la realidad prxica, en la medidaen que el texto tiende a abrir intencionadamente el horizonte de una realidadnueva, a la que hemos podido llamar mundo. Este mundo del texto intervie-ne en el mundo de la accin para configurarlo o, me atrevera a decir, paratransfigurarlo.

    El estudio de lanismo de esta operducciones imaginametfora permite vos de la referenci

    El primero decumple una funcihacia el mensaje mpotica acenta elque, por el contrarun movimiento cecentrfugo de la fjuego del sonido ycia potica es, puesconstituido y descje cientfico.

    Pero la suspensmensaje for its owncin referencial dete la suspensin ddiscurso potico adad que no tienenden decirse gracitransgresin regul

    Esta capacidadparalela a la funciva. sta se ejerce temporales, mientlos valores sensoriael mundo resulte h

    Las implicacioconsiderables comincorporarlas de inde modo provisioncemos en la ficcilidad emprica o,

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 199

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 199 metfora nos permiti profundizar ms adelante en el meca-acin de transfiguracin y extenderla al conjunto de las pro-tivas que designamos con el trmino general de ficcin. Lapercibir la conjuncin entre los dos momentos constituti-a potica. estos momentos es el ms fcil de identificar. El lenguajen potica siempre que desplaza la atencin de la referencia

    ismo. En el vocabulario de Roman Jakobson, la funcin mensaje for its own sake a expensas de la funcin referencialio, predomina en el lenguaje descriptivo. Podra decirse quentrpeto del lenguaje hacia s mismo sustituye al movimientouncin referencial. El lenguaje se celebra a s mismo en el del sentido. El primer momento constitutivo de la referen-, esta suspensin de la relacin directa del discurso con lo real,rito ya con los recursos del lenguaje ordinario o del lengua-

    in de la funcin referencial implicada por la acentuacin del sake slo es el reverso, o la condicin negativa, de una fun-l discurso ms oculta, que se libera de algn modo median-el valor descriptivo de los enunciados. De esta manera, elporta al lenguaje aspectos, cualidades y valores de la reali- acceso al lenguaje directamente descriptivo y que slo pue-as al juego complejo del enunciado metafrico y de laada de los significados usuales de nuestras palabras. de redescripcin metafrica de la realidad es completamenten mimtica que antes hemos asignado a la ficcin narrati-preferentemente en el campo de la accin y de sus valoresras que la redescripcin metafrica rige, ms bien, en el deles, estticos, axiolgicos y relativos al pthos que hacen queabitable.

    nes filosficas de esta teora de la referencia indirecta son tano las de la dialctica entre explicar y comprender. Vamos amediato al campo de la hermenutica filosfica. Digamos,al, que la funcin de transfiguracin de lo real que recono-

    n potica implica que dejemos de identificar realidad y rea- lo que viene a ser lo mismo, que dejemos de identificar

  • experiencia y experiencia emprica. El lenguaje potico debe su prestigio a sucapacidad de llevar al lenguaje aspectos de lo que Husserl llamaba Lebenswelty Heidegger In-der-Welt-Sein. Por ello, exige incluso que reconsideremos tam-bin nuestro concepto convencional de verdad, es decir, que dejemos de limi-tarla a la coherencia lgica y a la verificacin emprica, de modo que tengamosen cuenta la pretensin de verdad vinculada a la accin transfiguradora de la fic-cin. No es posible seguir hablando de lo real y de la verdad y sin duda algu-na tampoco sobre el ser sin haber intentado hacer explcitos previamentelos supuestos filosficos de toda la empresa.

    II. Una filosofa h

    Quisiera tratar deno habrn dejadofica distinta a la mque reconozco petradicin?

    1) Por lo que respcin filosfica a lafilosofa reflexiva;pretende ser una v

    Por filosofa reprocedente del Cona francesa, poco sido para m Jeanva considera ms uno mismo como vas, etc. La reflexsujeto vuelve a capprincipio unificadsujeto. El yo piensentaciones. En ecmo se conoce omenologa y my una transformacefecto, se vincula de una coincidenccia de s un saberlos saberes positivloga, en primer lhorizonte cada vezmientas conceptu

    Por ejemplo, Hque recuerda el de

    200 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 200ermenutica

    responder ahora a dos preguntas que los anlisis anteriores de plantear a los lectores formados en una tradicin filos-a. Cules son los supuestos de la tradicin filosfica a la

    rtenecer? Cmo se inscriben los anlisis anteriores en esa

    ecta a la primera pregunta, me gustara caracterizar la tradi- que pertenezco mediante tres rasgos: est en la lnea de unase encuentra en la esfera de influencia de la fenomenologa;ariante hermenutica de dicha fenomenologa.

    flexiva entiendo, en lneas generales, el modo de pensamientogito cartesiano, a travs de Kant y de la filosofa postkantia-conocida en el extranjero y cuyo pensador ms destacado ha Nabert. Los problemas filosficos que una filosofa reflexi-importantes se refieren a la posibilidad de la comprensin desujeto de las operaciones cognoscitivas, volitivas, estimati-in es el acto de retorno a uno mismo mediante el que untar, en la claridad intelectual y la responsabilidad moral, el

    or de las operaciones en las que se dispersa y se olvida comoso dice Kant ha de poder acompaar todas mis repre-sta frmula se reconocen todas las filosofas reflexivas. Pero, se reconoce a s mismo el yo pienso? En este punto, la feno-s an la hermenutica representa, a la vez, una realizacinin radical del propio programa de la filosofa reflexiva. En

    a la idea de reflexin el deseo de una transparencia absoluta,ia perfecta de uno consigo mismo, que hara de la concien-

    indudable y, por este motivo, ms fundamental que todosos. Esta reivindicacin fundamental es la que la fenomeno-ugar, y despus la hermenutica no cesan de situar en un ms alejado, a medida que la filosofa ha logrado las herra-

    ales capaces de satisfacerla.usserl, en sus textos tericos ms influidos por un idealismo Fichte, concibe la fenomenologa, no slo como un mto-

  • do de descripcin esencial de las articulaciones fundamentales de la experien-cia (perceptiva, imaginativa, intelectiva, volitiva, axiolgica, etc.), sino comouna autofundamentacin radical en la ms completa claridad intelectual. Veentonces en la reduccin o epoch aplicada a la actitud natural la con-quista de un mbito de sentido donde toda pregunta relativa a las cosas en squeda excluida al ponerse entre parntesis. Este mbito de sentido, liberado, as,de toda cuestin fctica, constituye el campo privilegiado de la experienciafenomenolgica, el lugar por excelencia de la intuitividad. Volviendo a Descartes,ms all de Kant, sostiene que toda aprehensin de una trascendencia es dudo-sa, pero que la inmfenomenologa sig

    Y, sin embargorizacin que aplicmiento ms que lbasada en la transbrimiento de la fenolgica, sigue sienla primaca de la code la intencionalidsignifica que el acdad identificable yel noema o correeste noema se depsintticas que Hustitucin del espaciode la fenomenologcin de la cosafundamentales donvas cada vez ms rmiento infinito dede autofundamenmundo de la vida nunca se alcanza. paraso perdido dsubvertido su prodeza trgica de la

    Teniendo en chermenutica pudella la misma relactesiano y fichteanmente, convertirfenomenolgico. Ltiempos de Schleiclsica y la jurisprse merced a un gi

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 201

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 201anencia del yo es indudable. Debido a esta afirmacin, laue siendo una filosofa reflexiva., la fenomenologa, en su ejercicio efectivo y no en la teo-

    a a s misma y a sus pretensiones ltimas, seala ya el aleja-a realizacin del sueo de dicha fundamentacin radicalparencia del sujeto con respecto a s mismo. El gran descu-nomenologa sometida al requisito de la reduccin fenome-do la intencionalidad, es decir, en su sentido menos tcnico,nciencia de algo sobre la conciencia de s. Pero esta definicinad es an trivial. En su sentido riguroso, la intencionalidad

    to de hacer referencia a algo slo se logra a travs de la uni- reidentificable del sentido referido lo que Husserl llamalato intencional de la referencia notica. Adems, sobreosita en estratos superpuestos el resultado de las actividadesserl denomina constitucin (constitucin de la cosa, cons-, constitucin del tiempo, etc.). Ahora bien, la tarea concretaa especialmente en los estudios dedicados a la constitu- pone de manifiesto, de modo regresivo, estratos cada vez msde las sntesis activas remiten continuamente a sntesis pasi-

    adicales. La fenomenologa queda, as, atrapada en un movi- interrogacin hacia atrs en el que se desvanece su proyectotacin radical. Incluso los ltimos trabajos dedicados aldesignan con este trmino un horizonte de inmediatez queLa Lebenswelt no se da nunca y siempre se presupone. Es ele la fenomenologa. En este sentido, la fenomenologa hapia idea directriz al intentar realizarla. Aqu reside la gran-obra de Husserl.uenta este resultado paradjico, cabe comprender cmo lao incorporarse a la fenomenologa y mantener respecto ain doble que mantiene la fenomenologa con su ideal car-o. Los antecedentes de la hermenutica parecen, primera-la en algo ajeno a la tradicin reflexiva y al proyectoa hermenutica, en efecto, nace o ms bien resurge enermacher de la fusin entre la exgesis bblica, la filologaudencia. Esta fusin entre varias disciplinas pudo producir-ro copernicano que dio primaca a la pregunta qu es com-

  • prender? sobre la pregunta por el sentido de tal o cual texto o de tal o cual tipode textos (sagrados o profanos, poticos o jurdicos). Esta investigacin sobreel Verstehen acabara desembocando, un siglo ms tarde, en el problema feno-menolgico por excelencia, a saber, en la investigacin sobre el sentido inten-cional de los actos noticos. Bien es cierto que la hermenutica continuabateniendo preocupaciones diferentes a las de la fenomenologa concreta. Mientrasque sta planteaba preferentemente el problema del sentido en el plano cog-nitivo y perceptivo, la hermenutica lo planteaba, desde Dilthey, en el plano dela historia y de las ciencias humanas. Sin embargo, en ambos casos, se tratabadel mismo problementre la inteligibil

    El famoso crccomprensin precomo un caso pacorrelacin notic

    El arraigo fenomuy general entruna conciencia coque la fenomenolca postheideggerivia. Dado que, pruna pertenencia ptarnos a los objetoEl Verstehen, parade un ser arrojadodes ms propias. Llos textos, slo es siempre solidarioto-objeto, de la qcin de un vnccognoscitiva.

    Esta subversiapela a otra: la contido del fondo exmente inmersa, yadquiere un signifsistente en el distamario del comprcaractersticas tanfico. Pero este distte la cual estamos para juzgarlos y sola hermenutica hevidente de la fenoen la medida en q

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    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 202a fundamental: el de la relacin entre el sentido y el s mismo,idad del primero y la reflexividad del segundo.ulo hermenutico entre el sentido objetivo de un texto y suvia por parte de un lector singular se presentaba entoncesrticular de la conexin que Husserl llamaba, por otro lado,o-noemtica.menolgico de la hermenutica no se limita a esta afinidad

    e la comprensin de los textos y la relacin intencional den un sentido que tiene delante. El tema de la Lebenswelt, aloga se enfrenta a su pesar, es asumido por la hermenuti-ana, no ya como un residuo, sino como una condicin pre-imeramente, estamos en un mundo y pertenecemos a l conarticipativa irrecusable, podemos, en segundo lugar, enfren-s que pretendemos constituir y dominar intelectualmente.

    Heidegger, tiene un significado ontolgico. Es la respuesta al mundo que se orienta en l proyectando sus posibilida-a interpretacin, en el sentido tcnico de interpretacin de

    el desarrollo, la explicitacin, de este comprender ontolgico, de un previo ser arrojado. De este modo, la relacin suje-ue sigue dependiendo Husserl, se subordina a la constata-ulo ontolgico ms primitivo que cualquier relacin

    n de la fenomenologa llevada a cabo por la hermenuticaocida reduccin, mediante la que Husserl escinde el sen-istencial donde la conciencia natural se encuentra primera-a no puede ser un gesto filosfico primario. En adelanteicado epistemolgico derivado: es un gesto secundario, con-nciamiento y, en este sentido, en el olvido del arraigo pri-ender que requieren todas las operaciones objetivadorasto del conocimiento vulgar como del conocimiento cient-anciamiento presupone la pertenencia participativa median-en el mundo antes de ser sujetos que se sitan frente a objetosmeterlos a su dominio intelectual y tcnico. De este modo,eideggeriana y postheideggeriana, aunque sea la herederamenologa husserliana, es, en ltima instancia, su inversin,ue es su realizacin.

  • Las consecuencias filosficas de esta inversin son considerables. No se per-ciben si nos limitamos a subrayar la finitud que convierte en algo caduco elideal de transparencia respecto a s mismo de un sujeto fundamental. La ideade finitud, en s misma, sigue siendo banal, incluso trivial. En el mejor de loscasos, slo expresa en trminos negativos la renuncia de la reflexin a todahybris, a toda pretensin del sujeto de fundarmentarse en s mismo. El descu-brimiento de la precedencia del ser-en-el-mundo respecto a todo proyecto defundamentacin y a todo intento de justificacin ltima, recupera toda sufuerza cuando extraemos de l las consecuencias positivas que tiene para laepistemologa desecuencias episteteada al inicio dconsecuencia epis que no est mecoincide, en ltimmediadores. Al pte del idealismo cSigamos, pues, la

    Mediacin a riamente lingsdeseo se dice. HeFreud dedujo de cional, por oculta la luz del lengudel deseo a la esfeotra hiptesis qupalabra se entienyo mismo es la psignos.

    Mediacin a nes con doble senminacin de los sus dimensionesblas, etc.). Estas versales, en los qucreados por un pmo caso, el smbhay quizs creaciacervo simblicoc una Simblicatas expresiones cola reflexin sobrehermenutica a ldel segundo sentsentido.

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 203

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 203 la nueva ontologa de la comprensin. Al extraer estas con-molgicas, llevar mi respuesta de la primera pregunta plan-e la tercera parte de este ensayo a la segunda. Resumo estastemolgica en la siguiente frmula: no hay comprensin dediatizada por signos, smbolos y textos; la comprensin de s

    a instancia, con la interpretacin aplicada a estos trminosasar de una a otra, la hermenutica se libera progresivamen-on el que Husserl haba intentado identificar la fenomenologa.s fases de esta emancipacin.travs de los signos: con ello se afirma la condicin origina-tica de toda experiencia humana. La percepcin se dice, elgel lo haba demostrado ya en la Fenomenologa del espritu.ello otra consecuencia, a saber, que no hay experiencia emo-a, disimulada o retorcida que sea, que no pueda ser expuestaaje para que revele su sentido propio, favoreciendo el accesora del lenguaje. El psicoanlisis, como talkcure, no se basa ene en esta proximidad entre el deseo y la palabra. Y como lade antes de ser pronunciada, el camino ms corto entre m yalabra del otro, que me hace recorrer el espacio abierto de los

    travs de los smbolos: por este trmino entiendo las expresio-tido que las culturas tradicionales han incorporado a la deno-elementos del cosmos (fuego, agua, viento, tierra, etc.), de (altura y profundidad, etc.) o de sus aspectos (luz y tinie-expresiones con doble sentido se escalonan en smbolos uni-e son propios de una cultura y, por ltimo. en los que han sidoensador particular, incluso por una obra singular. En este lti-olo se confunde con la metfora viva. Pero, a la inversa, non simblica que no est arraigada, en ltima instancia, en el comn a toda la humanidad. Hace tiempo, yo mismo esbo- del mal, basada enteramente en este papel mediador de cier-n doble sentido, como la mancha, la cada, la desviacin, en

    la voluntad malvada. En esa poca, haba reducido incluso laa interpretacin de los smbolos, es decir, a la explicitacinido a menudo escondido de estas expresiones con doble

  • Esta definicin de la hermenutica como interpretacin simblica me pare-ce hoy en da demasiado estrecha, por dos razones que nos conducirn de lamediacin a travs del smbolo a la mediacin a travs de los textos. En pri-mer lugar, no parece que un simbolismo tradicional o privado desarrolle susrecursos de multivocidad solamente en contextos apropiados y, por consiguiente,en el nivel de un texto completo, por ejemplo, un poema. Adems, el mismosimbolismo da lugar a interpretaciones rivales, incluso polarmente opuestas,dependiendo de que la interpretacin pretenda reducir el simbolismo a su baseliteral, a sus fuentes inconscientes o a sus motivaciones sociales, o ampliarloen virtud de su pola hermenutica fuerzas no declartende recoger el seeste conflicto de texto.

    De todo ello rcomo la interpretanicin como una gstico de la expeinterpretacin texciencia intuitiva da travs del acervhemos accedido,

    Por ltimo, mcin parece ms llos smbolos, quemediacin a travla escritura y a la to. Pero lo que laescritura, en efectdefinido en las prdolo con la frase zndolo mediantpoema o de ensaynoma semntica:torio primitivo y produccin. En ecara y se conviertea la hermenuticala tarea interpreta

    La consecuenctesiano, fichteanodel sujeto respectose ampla y alteraque se alejan de la

    204 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 204tencialidad mxima de tener sentidos mltiples. En un caso,pretende desmitificar el simbolismo, desenmascarando lasadas que se ocultan en l. En el otro, la hermenutica pre-ntido ms rico, el ms elevado, el ms espiritual. Ahora bien,interpretaciones se produce, igualmente, en el nivel de un

    esulta que la hermenutica no puede definirse simplementecin de smbolos. Sin embargo, debemos mantener esta defi-etapa entre el reconocimiento generalsimo del carcter lin-riencia y la definicin ms tcnica de la hermenutica comotual. Adems, contribuye a disipar la ilusin de una con-

    e uno mismo al imponer a la comprensin de s el gran rodeoo de smbolos transmitidos por las culturas en cuyo senoal mismo tiempo, a la existencia y a la palabra.ediacin a travs de los textos. A primera vista, esta media-imitada que la mediacin a travs de los signos y a travs de pueden ser simplemente orales e incluso no verbales. Las de los textos parece reducir la esfera de la interpretacin aliteratura en detrimento de las culturas orales. Esto es cier- definicin pierde en extensin, lo gana en intensidad. Lao, otorga recursos originales al discurso, tal como lo hemosimeras pginas de este ensayo. En primer lugar, identificn-(alguien dice algo sobre algo a alguien), despus, caracteri-e la composicin de series de frases en forma de relato, deo. Gracias a la escritura, el discurso adquiere una triple auto- respecto a la intencin del locutor, a la recepcin del audi-a las circunstancias econmicas, sociales y culturales de suste sentido, lo escrito se aleja de los lmites del dilogo cara a en la condicin del devenir-texto del discurso. Corresponde explorar las implicaciones que tiene este devenir-texto parativa.ia es que se pone definitivamente punto y final al ideal car- y, en cierta medida, tambin husserliano de la transparencia a s mismo. El rodeo a travs de los signos y de los smbolos a la vez, en virtud de esta mediacin a travs de los textos condicin intersubjetiva del dilogo. La intencin del autor

  • ya no se da inmediatamente, como pretende darse la del locutor al hablar sin-cera y directamente. Ha de ser reconstruida a la vez que el significado del pro-pio texto, como el nombre propio que se da al estilo singular de la obra. Porconsiguiente, no se trata ya de definir la hermenutica mediante la coinci-dencia entre el talento del lector y el talento del autor. La intencin del autor,ausente de su texto, se ha convertido en s misma en un problema hermenu-tico. En cuanto a la otra subjetividad, la del lector, es tanto el fruto de la lecturay el don del texto como la portadora de las expectativas con las que ese lectoraborda y recibe el texto. Por consiguiente, no se trata tampoco de definir lahermenutica mey, por tanto, medtuir una intentioprenderse ante el tyo que se pone a llector, tiene, pueante s mismo.

    Una vez liberatarea de la hermela dinmica intercidad de la obra psera ciertamenteconstituyen lo quen reconstruir est

    Podemos ver fa como reflexinhasta el tercero, esmbolos y, por

    Una filosofa de este largo rodela cual la reflexitransparencia de

    2) Puedo ahora trSi stos son los smis trabajos, cu

    Para respondeacabo de dar de lbamos al final de

    La tarea de la la dinmica intertarse al exterior m

    Creo que a laarticular entre s do el sentido dla metfora, lucho

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 205

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 205diante la primaca de la subjetividad del que lee sobre el textoiante una esttica de la recepcin. No servira de nada susti-nal fallacy por una affective fallacy. Comprenderse es com-exto y recibir de l las condiciones de un s mismo distinto aleer. Ninguna de las dos subjetividades, ni la del autor ni la dels, prioridad en el sentido de una presencia originaria de uno

    da de la primaca de la subjetividad, cul puede ser la primeranutica? A mi juicio, buscar en el propio texto, por una parte,na que preside la estructuracin de la obra; por otra, la capa-ara proyectarse fuera de s misma y dar lugar a un mundo, que la cosa del texto. Dinmica interna y proyeccin externae llamo la labor del texto. La tarea de la hermenutica consistea doble labor del texto.el camino recorrido desde el primer supuesto, el de la filoso-, a lo largo del segundo, el de la filosofa como fenomenologa,l de la mediacin a travs de los signos, despus a travs de losltimo, a travs de los textos.hermenutica es una filosofa que asume todas las exigenciaso y que renuncia al sueo de una mediacin total, al final den equivaldra, de nuevo, a la intuicin intelectual en la auto-un sujeto absoluto.

    atar de responder a la segunda pregunta que antes planteaba.upuestos caractersticos de la tradicin a la que pertenecenl es, a mi juicio, su lugar en el desarrollo de esta tradicin?r a esta pregunta, me basta con aplicar la ltima definicin quea tarea de la hermenutica a las conclusiones a las que lleg- la segunda parte.hermenutica, como acabamos de decir, es doble: reconstruirna del texto y restituir la capacidad de la obra para proyec-ediante la representacin de un mundo habitable.

    primera tarea corresponden todos los anlisis orientados acomprensin y explicacin, en el plano de lo que he llama-e la obra. Tanto en mis anlisis del relato como en los de en dos frentes: por una parte, rechazo el irracionalismo de la

  • comprensin inmediata, concebida como una extensin al terreno de los tex-tos de la intropata mediante la cual un sujeto se introduce en una concienciaextraa en la situacin del cara a cara ntimo. Esta extensin indebida alimentala ilusin romntica de un vnculo inmediato de congenialidad entre las dossubjetividades implicadas por la obra, la del autor y la del lector. Pero rechazocon idntica fuerza un racionalismo de la explicacin que extendera al texto elanlisis estructural de los sistemas de signos caractersticos no del discurso,sino de la lengua. Esta extensin igualmente indebida da lugar a la ilusin posi-tiva de una objetividad textual cerrada en s misma e independiente de la sub-jetividad del autorla dialctica de la sin la capacidadtexto, y por explien esta comprensicentes a esta labordos frentes, contrreduccin de la exinterpretacin medcacin en el planoresponder a la primcio, de preservar eque rompen, cadasin y de la explicfilosofa hermenu

    En las lneas pdo de los enunciael ltimo plano den la tradicin dereferencia, aplicme, provisionalmece, en modo algunesta filosofa con Hde la teora epistemdar la fase epistemcon las ciencias huca hermenutica, la pertenencia parobjeto que tiene d

    En este ltimosituar mis anlisis tramas narrativas.continuamente la csu propia gloria, siriencia, un mododicho. Esta convic

    206 Anlisi 25, 2000 Paul Ricur

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 206 o del lector. A estas dos actitudes unilaterales, he opuestocomprensin y de la explicacin. Entiendo por compren- de continuar en uno mismo la labor de estructuracin delcacin, la operacin de segundo grado que se halla insertan y que consiste en la actualizacin de los cdigos subya- de estructuracin que el lector acompaa. Este combate ena una reduccin de la comprensin a la intropata y unaplicacin a una combinatoria abstracta, me lleva a definir laiante esta misma dialctica de la comprensin y de la expli-

    del sentido inmanente al texto. Este modo especfico deera tarea de la hermenutica tiene la gran ventaja, a mi jui-

    l dilogo entre la filosofa y las ciencias humanas; dilogo uno a su manera, los dos modos contrarios de la compren-acin que rechazo. sta sera mi primera contribucin a latica de la que procedo.

    recedentes, me he ocupado de situar mis anlisis del senti-dos metafricos y del sentido de las tramas narrativas en

    e la teora del Verstehen, limitada a su uso epistemolgico, Dilthey y de Max Weber. La distincin entre sentido yada a estos enunciados y a estas tramas, me permite atener-nte, a este logro de la filosofa hermenutica que no me pare-o, que haya quedado abolido por el desarrollo ulterior deeidegger y Gadamer, en el sentido de una subordinacinolgica a la teora ontolgica del Verstehen. No quiero olvi-

    olgica, cuya apuesta sigue siendo el dilogo de la filosofamanas, ni descuidar este desplazamiento de la problemti-

    que desde ahora pone el acento en el ser-en-el-mundo y enticipativa que precede a toda relacin de un sujeto con elelante. plano de la nueva ontologa hermenutica, me gustarasobre la referencia de los enunciados metafricos y de las Confieso muy gustosamente que estos anlisis presuponenonviccin de que el discurso no es nunca for its own sake, parano que quiere, en todos sus usos, llevar al lenguaje una expe- de vivir y de estar-en-el-mundo que le precede y pide sercin de la precedencia de un ser que pide ser dicho respec-

  • to a nuestro decir explica mi obstinacin por descubrir, en los usos poticosdel lenguaje, el modo referencial apropiado a estos usos, a travs del cual eldiscurso contina tratando de decir el ser, incluso cuando parece haberse reti-rado en s mismo, para celebrarse a s mismo. Este empeo por romper la clau-sura del lenguaje en s mismo lo hered de Sein und Zeit de Heidegger y deWahrheit und Method de Gadamer. Aunque me atrevo a pensar que la des-cripcin que propongo de la referencia de los enunciados metafricos y de losenunciados narrativos aade a ese empeo ontolgico la precisin analticaque le falta.

    Por una parte, en efecto, me ocupo en dar un alcance ontolgico a la pre-tensin referencial de los enunciados metafricos por influencia de lo que acabode llamar el empeo ontolgico de la teora del lenguaje: de este modo, meatrevo a decir que ver algo como... es poner de manifiesto el ser-como de lacosa. Pongo el como en posicin de exponente del verbo ser y hago del ser-como el referente ltimo del enunciado metafrico. Esta tesis tiene indiscu-tiblemente el sello de la ontologa postheideggeriana. Pero, por otra parte, laconstatacin del ser-como... no podra, a mi juicio, separarse de un estudiodetallado de los modos referenciales del discurso y requiere un tratamientopropiamente analtico de la referencia indirecta, en base al concepto de splitreference que he recibido de Roman Jakobson. Mi tesis sobre la mmesis de laobra narrativa y mi distincin de los tres estadios de la mmesis prefigura-cin, configuracin y transfiguracin del mundo de la accin por el poemaexpresan el mismo deseo de aadir la precisin del anlisis a la atestacin onto-lgica.

    Este inters qcionada anteriormdinmica inmaneestas dos inquietula filosofa hermeinters por esta fi

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica Anlisi 25, 2000 207

    Anlisi 25 187-207 4/11/2000 19:16 Pgina 207ue acabo de expresar se une a mi otra preocupacin, men-ente, de no oponer comprender y explicar en el plano de lante de los enunciados poticos. Tomadas conjuntamente,des muestran mi deseo de que, al trabajar por el progreso denutica, haya contribuido, por poco que sea, a suscitar unlosofa entre los filsofos analticos.

    Narratividad, fenomenologa y hermenutica *I. La funcin narrativaII. Una filosofa hermenutica