“no es lo mismo no saber, que no querer saber”
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Noviembre 2014
"No es lo mismo no saber,
que no querer saber" Por
Sandra Alvarado Violaciones a los derechos humanos, muertes inocentes víctimas del narcotráfico y
de la delincuencia organizada son algunas de las consecuencias de una ola de
violencia que viene amenazado a todo México desde el sexenio presidencial
pasado.
Los periódicos de mi país diariamente aparecen llenos de letras ensangrentadas y
digo ensangrentadas porque ya me cansé de que las personas fallecidas y
desaparecidas sean cifras y noticias. No se observan grandes esfuerzos por parte
del gobierno por asegurar la seguridad y por reconstruir el tejido social.
Hace unas semanas el municipio de Ayotzinapa en el estado de Guerrero se quedó
sin 43 integrantes de la Escuela Normal Rural llamada Raúl Isidro Burgos. Según
Proceso (2014) el 26 de Septiembre del presente año agentes de la Policía
Municipal accionaron sus armas contra estudiantes de la Normal de Ayotzinapa
luego de que éstos tomaron tres autobuses en la central camionera de Iguala.
Hasta el día de hoy siguen en calidad de desaparecidos, el gobierno ha
dicho que ha sido el crimen organizado, pero a la par se han descubierto
intereses políticos y abusos de poder que evidencia un presunto crimen
de estado. Ante dichos acontecimientos, miles de mexicanos hemos salido a
manifestarnos en las calles de varios estados de la república en un grito de
solidaridad con nuestros hermanos desaparecidos y a exigir el descontento por la
violencia que vive el país.
Universidades públicas y privadas han realizado paros activos con mesas de diálogo
y presentación de documentales para sensibilizar al estudiantado frente al caso
Ayotzinapa. Asimismo colectivos y universidades alrededor del mundo a través del
Foro global titulado "México y la herida del mundo" han dado testimonio del
crimen.
Mi universidad (ITESO) se sumó al paro activo el pasado 5 de Noviembre,
estuvieron presentes dos normalistas de Ayotzinapa a lo largo de las jornadas.
Cuando estábamos en el cierre del día, uno de los dos normalistas que nos
acompañaron dijo lo siguiente: "Nunca pensamos que en una universidad como la
de ustedes tuvieran esa solidaridad con nosotros”, también citaron a Emiliano
Zapata con la frase de "Prefiero morir de pie que vivir arrodillado". Sus palabras
fueron muy conmovedoras y remiten a hacer valer nuestros derechos como
ciudadanos en un sistema de gobierno democrático.
Foto Revista Magis, 2014.
Durante el Paro Activo estuvimos presentes alumnos y maestros que no
representan ni la cuarta parte de la universidad, me causa ruido la poca
participación estudiantil dentro de mi universidad y en México. Actualmente el
Sistema Educativo Mexicano que atiende a los niveles obligatorios de Educación
(preescolar, primaria, secundaria y bachillerato) tiene la misión de formar personas
comprometidas y participativas con la sociedad. Sin embargo seguimos teniendo
generaciones de estudiantes apáticos y poco o nada comprometidos con el
quehacer ciudadano.
Existen diversos factores que influyen en la educación, como el sistema económico
capitalista y las intenciones ocultas en el currículo de la educación pública liderada
por el propio gobierno. Octavi Fullat (2011) dice que "la práctica educadora carece
de sentido sin referencia a lo antropológico. Educar es engendrar a lo humano. La
pedagogía cuenta sólo con un tema central: ¿Qué es el hombre? Toda meditación
en torno a lo educativo supone una elucidación de la imagen del hombre".
El proceso educativo obliga desde la antropología a revisar el para qué se educa a
las personas porque es parte fundamental para la formación, la escuela debería
replantarse ¿Qué clase de persona quiere para la sociedad? y ¿Cómo puede
aportar la escuela a reconstrucción del tejido social?
Un plan de estudios desconectado a la vida familiar y del contexto social actual en
el que vive el niño, adolescente y joven mexicano no traerá verdaderos
aprendizajes significativos ni mucho menos formará para la participación y
transformación social.
Por otra parte, me da esperanza la forma en que muchos hemos podido sumarnos
a la causa utilizando las bondades que nos brindan las redes sociales para viralizar
la información. El caso de los 43 desaparecidos evidencia como el yo puede ir
sumándose a un nosotros y formar un colectivo en red, gracias a las campañas en
twitter, firmas electrónicas, videos y otras iniciativas hemos logrado poner los ojos
del mundo en México.
Por último quiero hacer la invitación a cuestionarnos sobre nuestro quehacer en la
vida diaria para contribuir a una cultura de no violencia, a estar enterados y a dar
testimonio de los hechos, es muy diferente no saber qué esta pasando en el país a
no querer saber.
Referencias Octavi Fullat (2011) Homo Educandus, Antropología filosófica de la educación. México: Lupus Magister. Ornelas Roberto y Ponciano Luis. 2014.Revista Magis. Recuperado el 27 de Noviembre 2014 de: http://www.magis.iteso.mx/redaccion/iteso-con-ayotzinapa-no-la desesperaci%C3%B3n-s%C3%AD-la-esperanza