notas ecce homo

1
NOTAS ECCE HOMO. Friedrich Nietzsche Todavía en este instante miro hacia mi futuro -¡un vasto futuro!- como hacia un mar liso: ningún deseo se encrespa en él. No tengo el menor deseo de que algo se vuelva distinto de lo que es; yo mismo no quiero volverme distinto. Pero así he vivido siempre. No he tenido ningún deseo. ¡Soy alguien que, habiendo cumplido ya los 45 años, puede decir que no se ha esforzado jamás por poseer honores, mujeres, dinero! No es que me hayan faltado. Así, por ejemplo, un día fui catedrático de Universidad –nunca había pensado ni de lejos en cosa semejante, pues entonces apeñas tenía yo 24 años. Y así un día fui, dos años antes, filólogo: en el sentido de que mi primer trabajo filológico, mi comienzo en todos los aspectos, me fue solicitado por mi maestro Ritschl” para publicarlo en sus Rheinisches Museum (Ritschl –lo digo con veneración-, el único docto genial que me ha sido dado conocer hasta hoy. El poseía aquella agradable corrupción que nos distingue a los de Turingia, con la que incluso un alemán se vuelve simpático: nosotros, para llegar a la verad, continuamos prefiriendo los caminos tortusosos. Con estas palabras no quisiera en absoluto haber infravalorado a mi cercano paisano, el inteligente Leopold von Ranke. En este punto hace falta una gran reflexión. Se me preguntará cuál es la auténtica razón de que yo haya contado todas estas cosas pequeñas y, según el juicio tradicional, indiferentes; al hacerlo me perjudico a mí mismo, tanto más si estoy destinado a representar grandes tareas.

Upload: pedro-jose-mariblanca-corrales

Post on 17-Dec-2015

224 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

NOTAS ECCE HOMO. Friedrich Nietzsche

Todava en este instante miro hacia mi futuro -un vasto futuro!- como hacia un mar liso: ningn deseo se encrespa en l. No tengo el menor deseo de que algo se vuelva distinto de lo que es; yo mismo no quiero volverme distinto. Pero as he vivido siempre. No he tenido ningn deseo. Soy alguien que, habiendo cumplido ya los 45 aos, puede decir que no se ha esforzado jams por poseer honores, mujeres, dinero! No es que me hayan faltado. As, por ejemplo, un da fui catedrtico de Universidad nunca haba pensado ni de lejos en cosa semejante, pues entonces apeas tena yo 24 aos. Y as un da fui, dos aos antes, fillogo: en el sentido de que mi primer trabajo filolgico, mi comienzo en todos los aspectos, me fue solicitado por mi maestro Ritschl para publicarlo en sus Rheinisches Museum (Ritschl lo digo con veneracin-, el nico docto genial que me ha sido dado conocer hasta hoy. El posea aquella agradable corrupcin que nos distingue a los de Turingia, con la que incluso un alemn se vuelve simptico: nosotros, para llegar a la verad, continuamos prefiriendo los caminos tortusosos. Con estas palabras no quisiera en absoluto haber infravalorado a mi cercano paisano, el inteligente Leopold von Ranke.

En este punto hace falta una gran reflexin. Se me preguntar cul es la autntica razn de que yo haya contado todas estas cosas pequeas y, segn el juicio tradicional, indiferentes; al hacerlo me perjudico a m mismo, tanto ms si estoy destinado a representar grandes tareas.