ofensiva nº 4
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Cuarto número del boletín Ofensiva, del PCPE y los CJC Aragón, correspondiente al mes de enero de 2011.TRANSCRIPT
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Hemos de tener la con‐ciencia bien tranquila y señalar a los verdaderos culpables. Deben pagar esta crisis y la injusta miseria que ha creado.
Esto no es democracia Las elecciones se acercan y los partidos políticos calientan motores. De aquí a mayo, los ciudadanos y las ciudadanas asistiremos perplejos/as a una in‐sólita carrera en la mayoría de los partidos correrán por conseguir el mayor número de votos y escaños posibles. Y es que, como cada cuatro años, la ciuda‐danía gozaremos de democracia. En los próximos meses, los que nada han hecho durante estos últimos cuatro años, presumirán ser el cambio que la sociedad necesita y la solución a la actual crisis económica. Pero no seamos ingenuos, que no nos engañen. Una vez pase el día de votación y haya ganado algún candidato, volverán a olvi‐darse de todos nosotros y todas nosotras… hasta las próximas elec‐elecciones, las generales, que tendrán lugar en el 2012, cuando volverán con las mismas cantinelas a pedirnos otra vez nuestro voto. En este cómplice juego también participan los sindicatos CCOO y UGT, vendidos por sus directivas traidoras, llenas de liberados/as y personajes variopintos totalmente ajenos a la realidad de la clase trabajadora. De una cosa podemos estar prácticamente seguros: hasta después de las elecciones no convocarán una nueva huelga general aunque sea más que necesaria. Pro‐testar y convocar una nueva huelga general contra el gobierno del PSOE, partido que les da de comer y en el que depositan unas injustificadas esperanzas, repercutiría en el resultado electoral de este parti‐do para las próximas elecciones. No están dispues‐tos a ello. No vaya a ser que salga el PP… a pesar de ser exactamente lo mismo: un partido vendido a los intereses de los grandes empresarios y banqueros capitalistas. La única diferencia: que el PSOE se es‐conde tras la máscara socialdemócrata diciendo ser un partido obrero sin en verdad serlo, mientras que el PP es – directamente y sin tapujos – un partido
neoliberal dirigido por los propios empresarios y banqueros. Pero, a pesar de esas ínfimas diferen‐cias, uno y otro partido responden a los mismos intereses: los de los poderosos, los de la oligarquía. Y ambos son culpables de la actual crisis económica. Una crisis que, además, nos están haciendo cargar sobre nuestras espaldas sin ser en absoluto respon‐sables de su estallido. Por que, ¿qué hemos hecho los trabajadores y las trabajadoras más que trabajar? ¿Qué hemos hecho los estudiantes y las estudiantes más que preparar‐nos para trabajar en un futuro? Lo que desea el empresariado y la banca es que nos
creamos sus mentiras, lanzadas continuamente por los medios de comunicación habituales. No quie‐ren que luchemos porque sus inter‐eses son antagónicos a los nuestros: ellos solo pueden recuperar sus ganancias intensificando nuestra explotación, reduciendo nuestros derechos laborales y sociales. Noso‐
tros y nosotras no podemos quedarnos de brazos cruzados mirando cómo van quitándonos vida. Hemos de movilizarnos, organizarnos y dar una res‐puesta.
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Índice:
- Editorial ................................. Página 1 y 2 - XVII FMJE ................................ Páginas 2 y 3 - Juventud y población rural ..... Página 4 - Lo que nos une es la clase ...... Página 5 - Hoy como ayer, Revolución .... Página 6 - Del PCE al PCPE ...................... Página 7 - Qué ver ................................... Página 8
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La democracia no puede ejercerse solo cada cuatro años, la democracia debe ser diaria. Pero no espe‐remos que el PP, el PSOE, el PAR, la CHA o IU nos la concedan. ¡La democracia real hemos de construirla nosotros/as mismos/as desde abajo, formando co‐mités de trabajadores y trabajadoras en los barrios y centros de trabajo! Si así lo decide, ningún trabajador o trabajadora estará solo. Los comunistas y las comunistas del PCPE estaremos con él o ella apoyando su respues‐ta; le ayudaremos a coordinarse con el resto de trabajadores y trabajadoras dispuestos a llevar a cabo una acción popular sostenida que tenga por objetivo derribar la falsa democracia capitalista y construir una sociedad libre de toda explotación y opresión: una sociedad socialista. Este nuevo año 2011 debemos afrontarlo unidos/as y organizados/as. Por lo pronto, y sin haber transcu‐rrido ni diez días de año, el gobierno y la patronal, con la complicidad de las directivas de CCOO y UGT, están preparando el aumento de la edad de la jubi‐lación de los 65 a los 67 años y una reforma de las pensiones, que reducirá sustancialmente la cuantía de nuestras pensiones futuras. Además, también han aumentado un 9,8% el precio de la luz, lo que nos costará una media de 60 euros más por familia al año, según estudios realizados por FACUA‐
Consumidores en Acción. Sin olvidar la reforma la‐boral y los recortes sociales aprobados durante el año pasado, entre ellos la retirada de la ayuda de 426€ a los parados y las paradas de larga duración o el recorte de salarios a los y las trabajadores/as dependientes de la administración pública. Y la pregunta es: ¿Todo esto por qué y para qué? Las grandes multinacionales y los bancos, quienes realmente gobiernan España y el mundo, han obte‐nido unos beneficios desorbitados. Endesa obtuvo un beneficio neto de 2722 millones de euros duran‐te los nueve primeros meses de 2010, el Banco San‐tander obtuvo un beneficio de 4445 millones de euros únicamente durante el primer semestre de 2010, la General Motors alcanzó un beneficio neto de cerca de 3000 millones de euros en los primeros nueve meses de 2010, Inditex ganó 628 millones de euros en el primer semestre del año, etcétera, etcé‐tera. Cuando las cosas van mal bajo el sistema capitalista, se colectivizan las pérdidas. Por el contrario, cuan‐do las cosas van bien, jamás se colectivizan los be‐neficios. Pongamos fin al capitalismo y construyamos una democracia popular y socialista.
Adrian Jota
XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes El pasado diciembre se celebro en Sudáfrica una nueva edición del mayor encuentro de jóvenes anti‐imperialistas del mundo. El festival, está auspiciado por la Federación Mundial de Juventudes Democrá‐ticas. El movimiento de festivales mundiales de la juven‐tud, surgió después de la II Guerra Mundial, cuando miles de jóvenes y estudiantes se reunieron en Pra‐ga, capital de la antigua Checoslovaquia en 1948 para proclamar que la juventud no permitiría nunca más los horrores del fascismo que habían aterrori‐zado al mundo. Desde entonces, los festivales han ido sucediéndose como un símbolo de la unión de la juventud progresista de todo el mundo. En esta ocasión la delegación española estuvo com‐puesta por más de 60 personas de todo el estado, y con representación de diversos colectivos políticos entre los que nos encontramos los CJC. A lo largo del Festival nos reunimos más de 15.000 delegados de 126 países bajo la consigna “Por un mundo de paz, solidaridad y transformaciones sociales, derrotemos al imperialismo”.
El festival, aparte de para servir de punto de reu‐nión gran parte de los partidos y colectivos juve‐niles antiimperialistas, supone un importante punto de debate sobre la realidad de cada país y de cómo esta afronta los diferentes temas y retos que nos plantea la socie‐dad capitalista. A través de conferencias, semina‐rios y talleres los delegados pudimos comprobar de primera mano como el imperialismo se comporta de similar manera en todos los lugares del mundo, oprimiendo a la clase trabajadora y reduciendo sus derechos. A la espera de una crónica más completa que podr‐éis leer en la web central de los CJC, os dejamos unas cuantas fotos realizadas por un camarada que pudo acudir en representación de Aragón.
Carlos Martinez
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˄ Compañeros sudafricanos con la bandera de los CJC
˄ Concierto en la jornada de despedida del festival
˅ Intervención de la delegación española en el tribunal Antiimperialista ˄ Stand de los CJC en el recinto del festival
˄ Marcha por la paz
˄ Delegación de los camaradas griegos
˄ Desfile en la jornada inaugural
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Juventud y población ruralEn general, se habla mucho de la juventud actual, pero casi siempre se habla de la juventud de la ciu‐dad. La juventud de los pueblos, a pesar de tener problemas similares, es diferente a la de las ciuda‐des. Lo que cuento a continuación es la realidad de mi pueblo. No tiene por qué coincidir con la reali‐dad de todos los pueblos, pero sí que mantiene muchas similitudes.
Uno de los principales problemas se encuentra en la escasez de ocio, diversión, algo en lo que entrete‐nerse. Hay bastantes cosas en las que la juventud puede participar, tales como el deporte, la lectura y demás, pero estas no son demasiado publicitadas.
Por el contrario, se estimula otra forma de ocio. Siempre se ven carteles de gran tamaño anuncian‐do las promociones del fin de semana: “Cubatas a 2x1”, “Chupitos gratis” y como no, el botellón se‐manal. Todo esto lleva también al consumo de ta‐baco y drogas incluso en gente muy joven. No es muy agradable entrar a un baño y ver una cola de 4 ó 5 personas esperando para utilizar la cisterna del váter como mesita de la cocaína; también se puede ver el corrillo de chicos/as, todos/as menores, en círculo, escondidos/as para pasarse un pitillo.
Existe poco interés en la educación y la cultura. Por supuesto, no para todos. Aunque, para muchos, lo más importante a los 14 es conseguir el permiso de ciclomotor, comprarse una moto con la que poder fardar y salir todos fines de semana a emborrachar‐se, en vez de preguntarse en qué mundo vivimos y lo que nos rodea. Cuando estás en el círculo de amigos y empiezas a hablar de política, siempre todos ponen el grito en alto contra el sistema: la alcaldía y actualidad política en el pueblo… pero no pasan de la crítica. Entonces tú intentas convencer‐los de que la realidad se puede cambiar, pero siempre hacen que les da la risa tonta o no se con‐vencen de lo que les dices, argumentando que no sirve de nada hacer algo.
Otro problema es la inmigración. Mi pueblo es ma‐yoritariamente agrícola, por lo que llegan inmigran‐tes a ocupar puestos de temporeros o jornaleros (hay que dejar claro que son puestos que la gente autóctona ya no quiere desempeñar) y muchos se quedan a vivir. Sobre esto, la gente comenta entre ella y tiene muchos prejuicios y recelo por ellos, lo
que provoca la división en zonas y problemas de integración.
El tradicionalismo y residuos del franquismo aún perviven y es un gran problema, porque se habla entre la población e incluso pueda calar en algunas personas, debido a la poca credibilidad de los políti‐cos actuales y porque creen que así desaparecerá la crisis. Incluso te encuentras a algún chaval haciendo el saludo romano o llevando la bandera franquista en el móvil, sin ni siquiera saber qué fue el fran‐quismo. Sin embargo cuesta entender lemas o fra‐ses como “Sí hay futuro para la juventud ¡y se cons‐truye luchando!” o “Que la crisis la paguen los ri‐cos”.
La juventud es un arma fuerte para el cambio y además somos el futuro, pero hay que crear una serie de condiciones para que esa juventud pueda comprender que con el capitalismo no hay futuro, que el socialismo es la única alternativa y quitar la venda de los ojos de estos para entender que con la lucha diaria se puede hacer mucho a pesar de vivir en una pequeña localidad. De una vez por todas, hemos de eliminar la alienación de los jóvenes de los pueblos, si no todos estaremos destinados a pagar su crisis, no encontrar trabajo y sufrir demás problemas ocasionados por el capitalismo y la so‐ciedad de clases.
Arturo Montesinos
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Lo que nos une es la clase (Ceea ce ne uneşte este clasa) Es noticia que el Partido Ibérico de los Rumanos (PIRUM) concurrirá a las elecciones locales del próximo mayo. Este partido, creado en 2008 y con sede en Barcelona, presentará listas integradas por personas de origen rumano en las localidades con una fuerte presencia de este colectivo. Una de estas localidades es Cariñena, donde los rumanos repre‐sentan el 22 % de la población total, y en la que Florian Ioan Bojor, presidente estatal de PIRUM, ya ha confirmado su asistencia a los comicios. Las opi‐niones en la calle no se han hecho esperar, y desde el PCPE Aragón queremos aportar nuestro análisis desde una perspectiva obrera y comunista.
Lo primero que se deduce de la formación de este partido es que existe un conflicto sin resolver en lo referente a la integración y a la renuncia a todo tipo de xenofobia y racismo. Queda patente que, por parte de la sociedad y alimentado por el actual sis‐tema capitalista, hay en España un rechazo a lo que viene de fuera. Así pues, comprendemos la forma‐ción de este partido como una respuesta de la po‐blación rumana a la marginación social que sufre en España. Pero no por ello hemos de dejar de ser críticos.
Como Partido Comunista que pretende organizar a toda la clase trabajadora, sin distinción nacional o cultural alguna, no podemos apoyar la formación de un partido cuyo único nexo de unión es la perte‐nencia a un mismo país. De la misma manera que rechazamos a los partidos nacionalistas, por su exaltación de valores e ideas que no se basan en la realidad de la clase obrera, debemos rechazar toda formación de idénticas características, sea el PIRUM o sea el PNV. Rechazamos a estos partidos porque recurren al transversalismo, esto es, a aglutinar
personas de diferentes clases sociales, llamando a la defensa de la nación y de la pervivencia de sus rasgos identitarios.
No se detienen ante la evidencia de que existen unas contradicciones de clase que hacen que esos sentimientos patrióticos acaben cayendo por su propio peso. El PCPE, como Partido, sostiene que la lucha de clases hace imposible la convivencia pacífi‐ca entre empresarios y trabajadores. La clase traba‐jadora debe aglutinarse en torno a un partido de vanguardia, que defienda los intereses de clase. De poco le va a servir a un trabajador la idea de que su lengua se imparta en los colegios si no llega a fin de mes.
La cuestión aquí es que este fenómeno puede dar alas a las formaciones neonazis como el MSR o De‐mocracia Nacional para extender su discurso. Un discurso en el que el extranjero es la oveja negra a la que darle la patada y mandarlo fuera, y que en tiempos de crisis funciona especialmente bien, co‐mo se pudo ver con la elección de Hitler en 1931. La demagogia que emplean los fascistas está alimen‐tada directamente por la burguesía: es bueno tener a tus trabajadores con la mirada puesta en que aquel inmigrante es malo, para que no se fijen en que sus propias condiciones de trabajo son pési‐mas. Como comunistas no podemos permitir que el nacionalismo extienda un velo sobre las contradic‐ciones de clase.
En relación a lo anterior invitamos a todos los tra‐bajadores, sean de donde sean, a militar en el PCPE. Parece que la integración debe ser caridad, simples migajas, cuando en realidad toda la clase obrera debe estar unida frente a los ataques del capital.
Claudia Lorente
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Hoy como ayer, Revolución Historia Popular
El triunfo de la Revolución cubana El 25 de noviembre de 1956, un grupo de revoluciona‐rios encabezado por Fidel Castro, y entre cuyos miem‐bros se encontraba Ernesto “Che” Guevara, se embarcó en México a bordo de un desvencijado yate rumbo a Cuba. Su propósito: derrocar la dictadura de Fulgencio Batista.
Descubiertos y acosados por el ejército, los supervivien‐tes del desembarco tuvieron que refugiarse en Sierra Maestra. Lentamente, la guerrilla de Castro fue ganando adeptos. Tres años después, el 1 de enero de 1959, las fuerzas revolucionarias entraban victoriosas en La Haba‐na y Batista huía de la isla.
Los guerrilleros de Fidel Castro lograron en tres años (1956‐1959) la implantación de un nuevo régimen de base popular, que se convirtió en modelo a seguir.
Cuba fue la última colonia española en conquistar la independencia (junto con Puerto Rico y Filipinas) pero no la gozó: pasó de las manos de de España a las de los Estados Unidos. Según una enmienda de adición a la Constitución Cubana de aquella época, la llamada en‐mienda Platt, Estados Unidos quedó autorizado a inter‐venir militarmente para defender sus intereses en la isla cuando lo considerara necesario y a establecer una base militar en Guantánamo. Los gobiernos títeres se suce‐dieron unos a otros hasta llegar a la dictadura de Batista.
Fidel Castro intentó el asalto al cuartel de Moncada el 26 de julio de 1953. En esta acción, en la que también par‐ticipó su hermano Raúl, murieron la mitad de los asal‐tantes. Sometido a juicio por esta acción, Fidel asumió su propia defensa ante el tribunal y pronunció su célebre alegato contra la dictadura de Batista (“la historia me absolverá”), que resumía su ideario político. Condenado a 15 años de prisión, se benefició de un indulto.
Fue en México donde Castro fundó el movimiento 26 de julio con su hermano Raúl y un joven argentino cuya vida iba a tener una enorme influencia en América Latina, Ernesto Che Guevara (el “Che”).
El 25 de noviembre de 1956, una expedición de 82 jóve‐nes con Fidel Castro al frente embarcó en el yate “Granma” con destino a la isla de Cuba, donde llegaron el 2 de diciembre. El desembarco fue un desastre. De‐tectados por las fuerzas de Batista, solo doce personas pudieron escapar a la matanza y refugiarse en Sierra Maestra. Castro había comentado anteriormente: “lo importante es desembarcar”. A pesar del golpe recibido (muy duro), Castro no cedió ni un momento. Nunca creyó que hubiese fracasado. Quizás sea este un rasgo definitorio de su carácter.
Empezaba una epopeya que iba a durar dos años. Una guerra de guerrillas. Una conquista lenta y penosa de territorio y adhesiones. Todo lo contrario de lo que se había calculado.
Años después, el “Che” Guevara comentaba que cuando iniciaron la expedición estaban seguros de que la isla entera se iba a sublevar contra Batista: “Nos bastaría con algunos gritos, algunas acciones espectaculares, algunos muertos, algunas arengas por radio, para tomar el poder y expulsar a Batista. La historia nos enseñó que destruir un gobierno apoyado en la fuerza de su ejército y sostenido por la mayor potencia del mundo era algo mucho más difícil”.
El Partido Comunista, escéptico al principio, envió un representante a la guerrilla: Carlos Rafael Rodríguez, un intelectual, un teórico, que parecía especialmente dota‐do para dialogar con Castro. Los comunistas debían estar presentes en el movimiento revolucionario.
Carlos Rafael Rodríguez y Luis Mas Martín, su camarada de partido, se incorporaron a la guerrilla en unas condi‐ciones bastantes singulares. Eran sobre todo observado‐res pero también interlocutores de Fidel Castro El papel de Rodríguez fue enormemente importante en la Revo‐lución Cubana.
La descomposición del régimen de Batista se hizo cada vez más notoria. Los partidos y movimientos de oposi‐ción multiplicaban sus acciones. Hasta el propio gobier‐no de Washington llegó imponer un embargo de armas contra Batista (el suministro se suspendió a mediados de marzo de 1958). El propósito de estas acciones era pre‐sionar para hacer viable una cierta situación de de‐mocrática y que evitase la propagación revolucionaria.
La guerra de guerrillas se había convertido en abierta guerra civil. El 10 de diciembre de 1958, el embajador de Estados Unidos, Earl Smith, comunicó a Batista que su gobierno no le apoyaría más y que estaba seguro de que podría mantenerse en el poder.
Tres columnas mandadas esencialmente por Ernesto “Che” Guevara, Camilo Cienfuegos, y el propio Fidel Castro, avanzaban incesantemente hacia los principales núcleos urbanos de la isla.
El 1 de enero de 1959, Batista huyó de la isla. Aquel mismo día, “Che” Guevara y Cienfuegos entraban en La Habana y formaban un gobierno en el que formaban parte todas las fuerzas opositoras. Castro no llegaría a La Habana hasta el 8 de enero.
Estados Unidos tomó represalias por las nacionalizacio‐nes y ordenó un bloqueo económico, amenazando con aislar a Cuba. En cambio, la URSS ofreció su ayuda. Por su parte, el Partido Comunista Cubano ocupó puestos en el gobierno y en las Fuerzas Armadas.
El 1 de diciembre de 1961, Fidel Castro pronuncia una frase fundamental: “Yo soy marxista‐leninista”.
Miguel Larraga
Del PCE al PCPE Capítulo IV El eurocomunismo ganó por veinte votos
Los Pactos de la Moncloa supusieron, de manera descarada y servil, la legalización del franquismo y, por consiguiente, la derrota política, social y moral de la clase obrera y de los sectores sociales más conscientes y combativos. Significó así pues el triun‐fo de la reafirmación del poder omnímodo del blo‐que oligárquico‐burgués, de la Iglesia católica y de los círculos reaccionarios fuertemente favorecidos durante la dictadura franquista,
La celebración, con carácter apremiante, del IX Congreso del PCE en el verano de 1979, por imposi‐ción de la clase dominante, en virtud de los sinies‐tros pactos citados, supuso la liquidación ideológi‐ca, política y orgánica del Partido Comunista de España. Al abandonar el marxismo‐leninismo, como ideología científica, obrera y revolucionaria, el PCE quedaba a merced del democratismo burgués, de la alternancia política entre liberales y socialdemócra‐tas. A partir de entonces su función sería la de un instrumento anticomunista, antisoviético, como un títere socialreformista y garante de la “reconcilia‐ción nacional”.
Antes y durante la celebración de dicho Congreso, la camarilla carrillista, en connivencia con la direc‐ción eurocomunista del PSUC, se emplearon a fon‐do para organizar un Congreso multitudinario (unos 1500 delegados). Durante este Congreso fuimos sistemáticamente manipulados, con el fin de que no se pudieran formar grupos o tendencias contra‐puestas, en torno a las derivas eurocomunistas, antisoviéticas y antileninistas. De este modo, la propuesta de prescindir del leninismo se presentó al pleno final como sobrevenida y de tal manera que la Dirección saliente designaba a un defensor del “marxismo‐revolucionario”, como versión del fracasado eurocomunismo, y otro defensor del marxismo‐leninismo, como ideología del PCE.
La defensa del mal llamado “marxismo‐revolucionario” corrió a cargo de Vicente Cazcarra, quien, siguiendo las instrucciones de Carrillo, pre‐sentó una exposición rebuscada y anodina. Resaltó las virtudes del marxismo como doctrina económica y científica para el análisis y enriquecimiento de la economía política, y como guía para la organización y la lucha obrera. Al mismo tiempo abundó, con argumentos falaces e impertinentes, en el sentido
de considerar al leninismo y toda su ola revolucio‐naria como un fenómeno típicamente ruso y extra europeo, todo ello ante el estupor y el desaire de la mayor parte de los delegados.
La defensa del marxismo‐leninismo, como teoría y práctica revolucionaria tradicional del PCE, estuvo a cargo de Francisco Frutos, quien hizo una exposi‐ción timorata y pusilánime, sin atreverse a refutar las falacias y tergiversaciones vertidas por Vicente Cazcarra. Daba la impresión de estar fuertemente presionado por quienes le habían designado, y pa‐recía no ser capaz de detectar el eurocomunismo, la reconciliación nacional y el antisovietismo que re‐zumaba la dirección del Partido.
Una exposición ramplona que decepcionó a propios y extraños. No se permitió que hubiera intervencio‐nes en pro o en contra de las dos exposiciones con‐trapuestas. Tras ellas se procedió a la votación, que acabó con veinte votos más a favor del marxismo‐revolucionario, con lo que los partidarios de man‐tener el marxismo‐leninismo quedaron en minoría.
Cabe resaltar la torpeza que cometimos los partida‐rios del marxismo‐leninismo, pues nuestro tan nu‐meroso sector, de acuerdo con Lenin en tales cir‐cunstancias, teníamos que haber reaccionado in situ con la escisión salvando así de la deriva oportu‐nista y reformista a buena parte de la militancia comunista. Los setecientos delegados leninistas nos teníamos que haber constituido en dirección con‐gresual del nuevo Partido. No fue así, y nuestra in‐consecuencia supuso la desbandada y la consi‐guiente confusión y dispersión militante de muchos miles de comunistas. Estamos pagando a un precio político demasiado alto las fatales consecuencias de este error.
Miguel Galindo
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¿Qué ver? Películas para hacerte pensar y reflexionar
La segunda vía Das zweite Gleis 1962, Joachim Kunert, DEFA Studios, RDA
Por tercer mes consecutivo seguiré con películas imprescindibles de la factoría alemana socialista de cine DEFA. Esta vez hablaremos de una temática que fue fantásticamente tocada en esta película: los «nazis conversos» que aún incluso en la RDA consi‐guieron mutar sus personalidades y esconder su pasado para tener una vida aparentemente normal cuando de hecho eran criminales que debían haber sido presos de la justicia.
La película en cuestión es Das Zweite Gleis (La Se‐gunda Vía) que se desarrolla en un intercambiador de trenes, donde hay un robo. El supervisor, llama‐do Brock (al que da vida el actor Albert Hetterie) consigue identificar al ladrón, pero este niega cono‐cerlo ya que le vienen viejos fantasmas de un pa‐sado oscuro, donde su comportamiento fue de ab‐soluta pasividad. Su comportamiento hace que su hija y su yerno se pongan a investigar dicho pasado, volviéndose la película en dos investigaciones: una la del robo propiamente dicho y la otra una pers‐pectiva real de antiguos nazis que se ocultaron bajo falsas máscaras y que aún en los años 60 habían sabido esconderse. Esto también puso en descu‐bierto que aun siendo la RDA el país donde la des‐nazificación había sido más intensa y real, todavía había, asesinos y criminales entre la población. Quizá por ello la película no fue jamás un título ma‐yor pero ha sido objeto de estudio una vez que ha podido.
Pero la realización es sobresaliente. Grabada en blanco y negro, juega mucho con la vanguardia, tanto a nivel de imagen, como de música. Los pla‐nos son poco usuales en muchas de las escenas y el uso de la imagen aporta mucho dramatismo, muy basado en el expresionismo alemán. La música es también otra cosa a tener en cuenta. En su mayoría tocada a piano, está totalmente influenciada por las vanguardias de la época, jugando muchas veces con la atonalidad, lo cual además de ser muy moderno, aporta también una parte imprescindible a la pelí‐cula. El drama y el suspense se mezclan por igual para tener al espectador en ascuas hasta el fin de la película donde todo parece resolverse. Como las dos anteriores películas, para conseguirla... o DVD con subtítulos en inglés o redes sociales, donde hasta lo que he podido ver sólo hay también sub‐títulos en inglés.
Salva Perugorría
Ya a la venta “Reflexiones de un comunista” el libro de memorias de Miguel Galindo. Un relato reflexivo, crítico y autocrítico, resultado de toda una vida de lucha. Más información: 976 29 91 67
OFENSIVA Maquetación: Carlos Martínez
Edita: PCPE en Aragón y CJC de Aragón Redacción:Miguel Galindo, Gonzalo Peña, Adrián Jota, Claudia Lorente, Salva Perugorría, Arturo Montesinos, Carlos Martinez, Miguel Larraga.
Contacto: [email protected] [email protected] Web: www.comunistasdearagon.org
Fe de erratas: En el anterior número de Ofensiva (nº 3), aparece por error que el año de la película Jakob, el menti‐roso es 1969, cuando en realidad fue filmada en 1976