pacarina del sur. revista de pensamiento crítico

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    Dossier 17 

    Movimientos juveniles enAmérica Latina: Batallase impugnaciones de lapolítica, la educacióny la cultura excluyentes

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    Pacarina del SurRevista de Pensamiento Crítico Latinoamericano

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    Directorio

    Editor

    Ricardo Melgar BaoInstituto Nacional de Antropología e Historia, México

    Director

    Alberto Villagómez PáucarUniversidad Nacional Mayor de San Marcos

    Domicilio: Calle Javier Heraud N° 470.Departamento N° 201.

    La Molina. Lima (12), PERÚ (51).

    Teléfono domicilio: 3480994

    Teléfono móvil: 994531351

    Subdirector

    Luis Sánchez García

    Coordinación de Redes

    Xóchitl Zambrano BernalInstituto Nacional de Antropología e Historia, México

    Traducción

    Inglés

    Elena Hernández JiménezPortugués

    Eliana Novoa Ramírez

    [email protected]

    Pacarina del Sur. año 7, núm. 25, octubre-diciembre 2015,es una publicación trimestral editada por Tirso Ricardo Mel-

    gar Bao. Camino Antiguo a Sn. Pedro Martir No. 221 edif. B-3

    depto. 204, col. Chimalcoyoc, deleg. Tlalpan, México, D.F.,

    C.P.14650, teléfono: 044-777-190-04-45, www.pacarinadel-

    sur.com Editor Responsable: Tirso Ricardo Melgar Bao. Reserva

    de derechos al uso exclusivo No. 04-2010-111814051800-203,

    ISSN: 2007 – 2309, ambos otorgados por el Instituto Nacional

    del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización

    de este número: Luis Sánchez García, 109-B, U.H. Cuitláhuac,deleg. Azcapotzalco, México, D.F., C.P. 02500, fecha de la últi-

    ma modificación: 20 de octubre de 2015

    Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente

    reflejan la postura del Comité Editorial de la publicación.

    [email protected]

    Pacarina del SurRevista de Pensamiento Crítico Latinoamericano

    2007–2309

    04-2010-111814051800-203

    21938

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    Consejo Consultivo

    Enrique Amayo (Perú)Universidade Estadual Paulista, Brasil

    Hugo Biagini (Argentina)Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y

    Universidad Nacional de Lanús, Argentina

    Barry Carr (Australia)La Trobe University, Australia

    Gustavo Fernández Colon (Venezuela)Universidad de Carabobo, Venezuela

    Diego Jaramillo Salgado (Colombia)Universidad del Cauca, Colombia

    Víctor Jeifets (Rusia)Universidad Estatal de San Petersburgo, Rusia

    Antonio Melis (Italia)Università di Siena, Italia

    Márgara Millán (México)Universidad Nacional Autónoma de México, México

    Salvador Morales Pérez † (México)Universidad de San Nicolás de Hidalgo, México

    Mario Oliva (Chile)Universidad Nacional de Costa Rica (Campus Heredia)

    Rodrigo Quesada (Costa Rica)Universidad Nacional de Costa Rica (Campus Heredia)

    Hugo Enrique Sáez Arreceygor (Argentina)Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco

    Arturo Taracena (Guatemala)Universidad Nacional Autónoma de México

    Claudia Wasserman (Brasil)Universidade Federal do Rio Grande do Sul

    Consejo de Redacción

    Viviana BravoUniversidad Nacional Autónoma de México

    Fanny Flora Campillo Illanes

    Escuela Nacional de Antropología e Historia

     José Miguel CandiaUniversidad Nacional Autónoma de México

    Martha E. Delfín GuillauminEscuela Nacional de Antropología e Historia, México

    Mario Pavel Díaz RománUniversidad Nacional Autónoma de México

     José Luis González MartínezEscuela Nacional de Antropología e Historia, México

    Paul HerschInstituto Nacional de Antropología e Historia, México

    Perla Jaimes NavarroInstituto Nacional de Antropología e Historia, México

    Daniel KersffeldInstituto de Altos Estudios Nacionales, Ecuador

    Dahil Melgar TísocCentro de Investigaciones y Estudios Superiores

    en Antropología Social, México

    Víctor Muñoz CortésUniversidad de Santiago de Chile

    Rafael OjedaUniversidad Nacional de San Marcos, Perú

    Rafael Pérez TaylorInstituto de Investigaciones Antropológicas - Universidad

    Nacional Autónoma de México

    Adriana SaldañaInstituto Nacional de Antropología e Historia, México

    Hernán TopassoUniversidad de Buenos Aires

    Guillermo Torres CarralUniversidad Autónoma Chapingo, México

    [email protected]

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    Movimientos juveniles en América Latina: Batallas e impugnaciones

    de la política, la educación y la cultura excluyentes

    Coordinador: José Miguel Candia

    Democratización de la violencia: la fase violenta

    de las democracias modernas

    Refugio Chávez Ramírez y Horacio De la Cueva Salcedo

    Peculiaridades del neoliberalismo en América Latina

    Claudio Katz

    Yo Soy 132: entre la red y las asambleas.

    Una rebelión contra el autoritarismo

     Joel Ortega Erreguerena

    Legado y espejo de la Reforma Universitaria latinoamericana

    en España: 1919-1926

    Ricardo Melgar Bao

    La juventud mexicana en tres momentos clave de su historia:

    1968, 1971 y 2014 Entrevista a Sergio Méndez Moissen

     José Miguel Candia

    De los orígenes del movimiento estudiantil en América Latina:

    documentos para la memoria

    Pacarina del Sur

    La RNMA y la lucha por la democratización

    de los medios en Argentina

    Mireille Campos Arzeta

    Manifiesto Liminar.

    La juventud Argentina de Córdoba

    a los hombres libres de Sudamérica

    Editorial

    Dossier 

    Abordajes y contiendas

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    El desastre de Puerto Rico. La alternativa

    Nils Castro

    El Ecosocialismo en el mundo contemporáneo:

    entre la Economía y la EcologíaGuillermo Torres Carral

    Teoría Queer latinoamericana desde la perspectiva

    crítica de Néstor Perlongher

    Daniel Alberto Sicerone Podesta

    La economía social solidaria. ¿Una alternativa económica?

    ¿Una opción para los trabajadores?

     Juan Huaylupo Alcázar

    Manuel Gamio Martínez: perfil de un administrador

    de la antropológica

    Sergio Ricco Monge

    Brasil: la política de la resistencia

    Tania Carranza

    Alma matinal

    Figuras e ideas

    478Cosecha de huesos: Una recreación de la dictadura

    de Rafael Leónidas Trujillo

    Rocío García Rey

    494

    522

    Pedro Zulen y Joaquín Capelo: Una Amistad Pro-Indígena

    Nadia Milushka López Soncco

    Mujeres latinoamericanas exiliadas en México.

    Militancias y activismo de izquierda en la posrevolución

    (1926-1936)

    Sebastián Rivera Mir

    Huellas y voces

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    Migración afromexicana a la zona fronteriza bajacaliforniana

    María del Socorro Guzmán Ornelas

    “Ser mujer es una gran responsabilidad”:

    Aprender a ser mujeres nahuas en Cuetzalan, Puebla, México

    Lourdes Raymundo Sabino

    Cartones

    Carlín y El Roto

    Variopintas rutas y un solo destino: investigaciones

    recientes acerca de la fotografía en México

    Leticia Núñez Hernández

    La Dictadura argentina, la operación Cóndor

    y las víctimas peruanas

     José Miguel Candia

    Grandezas y miserias de la inmigración europea.Alemania en la encrucijada

     Jul io Roldán

    Las artes de pesca del Caribe Maya en la Bahía de ChetumalEmiliano Melgar Tísoc

    Conquista y conflicto en el norte de México

    Rafael Pérez-Taylor

    Mar del sur 

    Máscaras e identidades

    Ostras y cangrejos

    Piélago de imágenes

    Indoamérica

    740

    800

    Negros en la “Caja boba”. La imagen de los

    afro argentinos en la TV criolla

    Daniel Omar De Lucia

    Arte y publicidad en El Perú Ilustrado (1887-1892)

    Emma Patricia Victorio Cánovas

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    Del insight publicitario de bebidas “nacionales” a la

    construcción comunicacional de mensajes nacionales

     José Ernesto Ventocilla Maestre

    Representaciones de Centro América en el trabajo de Rafael CuevasXóchitl Zambrano Bernal

    Los rengos de Perón. Crónica de un militante

    del Frente de Lisiados Peronistas

    Marcelo Summo

    Mujeres Comunistas en México en los años treinta

    Verónica Oikión Solano

    Saturnino Corimayhua. Testimonio de lucha de un campesino

    del siglo XX (entrevista), de José Luis Ayala

    Inventar el futuro. Construcción política y acción cultural.

    Memoria del V Encuentro de Investigación y Documentación

    La ruta republicana. Lima, la i lustre ciudad de los Libres,

    de Néstor Ledesma

    José Ingenieros y las escrituras de la vida. Del caso clínico

    a la biografía ejemplar, de Cristina Beatriz Fernández

    Alteritas , revista de estudios socioculturales andino-amazónicos,

    num.4 primer semestre de 2015

    Problemas del Desarrollo. Revista latinoamericana de economía,

    núm. 46

    Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda.

    Buenos Aires, Año IV, Número 7, septiembre de 2015

    Historias de los territorios de cuatro comunidades del Valle de Etla.

    Oaxaca, a través de las Memorias de Linderos, siglos XVI al XVIII,

    de Susana Gómez Serafín

    Señas y reseñas

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     juvenilesAmérica Latina:

    en

    Batallas e impugnaciones de la política,

    la educación y la cultura excluyentes

    Movimientos

    Coordinador: José Miguel Candia 

    Uno de los eslabones débiles de las po-

    líticas de modernización capitalista

    en América Latina ha sido el intento

    de cooptar a los movimientos juveni-

    les y estudiantiles con el propósito de

    transformarlos en receptores pasivos de las acciones

    gubernamentales en materia de educación y trabajo.

    El espíritu crítico y la capacidad contestataria

    de los jóvenes latinoamericanos fueron más consis-

    tentes que los artilugios y prebendas que ofrecieron

    las políticas neoliberales. En Perú, un movimiento

    de protesta hizo fracasar un proyecto de ley desti-

    nado a “desregular” el empleo juvenil y favorecer

    las contrataciones temporales y mal remuneradas,

    de quienes procuran incorporarse al mercado labo-

    ral o están en búsqueda de su primer trabajo. En

    Chile, estudiantes de nivel medio y profesional pu-

    sieron un alto a los programas privatizadores de la

    enseñanza y obligaron al Poder Legislativo a recon-

    siderar las iniciativas de reducción presupuestal,

    cuyo propósito solapado, era impulsar la cobertura

    de las instituciones educativas en manos de parti-

    culares y reducir el espacio de la escuela pública. La

    propia presidente Michelle Bachelet debió afrontar

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    el costo político que representaron para su gobierno

    las movilizaciones estudiantiles y los choques con

    la policía en las calles de Santiago, en Concepción y

    en otras importantes ciudades del país.

    México tuvo, en poco tiempo, dos ejemplos deinsurgencia juvenil que dieron por tierra con la su-

    puesta indiferencia de este sector de la población

    ante el desafío de los grandes problemas nacionales.

    En mayo de 2012 un brote inesperado de inconfor-

    midad y fastidio nacido en la Universidad Iberoame-

    ricana se extendió como mancha de aceite por varias

    instituciones educativas – públicas y privadas – y

    por las filas de diversas organizaciones sociales in-

    tegradas por jóvenes. Sin que nadie lo imaginara, fueel germen para la conformación del Movimiento “Yo

    soy 132” que puso imaginación y crítica en las cam-

    pañas electorales – bastante opacas hasta ese mo-

    mento - y multiplicó hasta el infinito el papel de las

    redes como ámbito de debate y comunicación social.

    El episodio que derramó el vaso fue la visita

    manipulada del entonces candidato del PRI a la

    presidencia de la República, Enrique Peña Nieto,

    a las instalaciones de la universidad menciona-

    da, como parte de sus giras proselitistas. La pues-

    ta en escena de un acto público convocado para

    exponer y confrontar ideas derivó en un evento

    desangelado con preguntas pre-establecidas y res-

    puestas intrascendentes. El auditorio explotó en

    críticas y cuestionamientos y el candidato priista

    debió refugiarse en los baños rodeado por sus cus-

    todios. Poco después, ese mismo público, recibió

    con aplausos al candidato de la coalición de cen-

    tro-izquierda Andrés Manuel López Obrador, una

    figura excluida y hostigada mediante el uso siste-

    mático de la denominada “mala prensa”, en parti-

    cular por parte de las dos principales cadenas de

    la televisión privada: Televisa y TV Azteca, ambas

    descaradamente comprometidas en la promoción

    de la campaña de Peña Nieto.

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    En septiembre de 2014 un episodio trágico volvió

    a movilizar a la juventud. Agrupaciones estudian-

    tiles de instituciones públicas o privadas, así como

    organizaciones de jóvenes que provienen de barrios

    humildes, muchos de ellos alumnos de escuelas téc-nicas de nivel medio, ocuparon nuevamente las ca-

    lles para repudiar el secuestro y asesinato de 43 es-

    tudiantes normalistas de Ayotzinapa, en el Estado

    de Guerrero. La bandera de los derechos humanos,

    en particular el reclamo de aparición con vida de los

    muchachos que fueron privados de manera ilegíti-

    ma de su libertad y la defensa de la escuela pública,

    constituyeron los ejes a parir de los cuales se organi-

    zaron las marchas y plantones que se multiplicaronpor todo México. La valiosa y oportuna participación

    de expertos internacionales en materia de derechos

    humanos, así como de peritos adscritos a los orga-

    nismos dependientes de la Organización de Estados

    Americanos y de las Naciones Unidas, ofreció nue-

    vas evidencias descartadas en la investigación ofi-

    cial. Con estos elementos se pudieron desbaratar los

    argumentos mediante los cuales se pretendía cerrar

    el caso e imponer la aceptación de la “verdad históri-

    ca”, de acuerdo a la definición, tan cínica como opor-

    tunista, acuñada y ofrecida a la opinión pública, por

    el entonces Procurador Jesús Murillo Karam.

    El reclamo adquirió fuerza y entidad propia. Mi-

    les de jóvenes hicieron suyas las consignas “nos faltan

    43” y “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, con

    ellas cubrieron las redes sociales del país y trascen-

    dieron las fronteras hasta alcanzar el apoyo de otros

    estudiantes y jóvenes de Europa y Latinoamérica.

    La situación de las universidades paraguayas se

    debate en una encrucijada que pone en riesgo la con-

    tinuidad de las actividades docentes y de investiga-

    ción en lo que resta de este año 2015. Las restric-

    ciones presupuestales y algunos casos sonoros de

    corrupción de los directores de importantes faculta-

    des como Veterinaria, Agronomía y Medicina gene-

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    1raron el levantamiento del movimiento estudiantil.En momentos de redactar estas notas las instalacio-

    nes y oficinas de varias dependencias de la Univer-

    sidad Nacional de Asunción se encuentran ocupadas

    por los estudiantes y el personal administrativo.

    El dossier que se presenta en este número de

    nuestra revista, tiene el propósito de recuperar en

    toda su dimensión, el papel protagónico de los jóve-

    nes como parte de la conciencia crítica que se agita

    en cada uno de los países de la región y, al mismo

    tiempo, hacer un balance acerca del presente y fu-

    turo de esos movimientos, ponderar sus virtudes y

    flaquezas, identificar sus potencialidades y contri-

    buciones a los procesos populares latinoamericanos.

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    132:entre la red y las asambleas.

    Una rebelión contra el autoritarismo

    Yo Soy

    Joel Ortega Erreguerena 1

    Resumen: En el artículo se analiza la formaen que el movimiento Yo Soy 132 se orga-nizó y las tensiones que se dieron entre la

    irrupción de las redes sociales, como nuevo espaciode articulación, y la tradición asamblearia presente enel movimiento estudiantil mexicano. Nos preguntam-os en qué medida el movimiento representó una in-novación en las formas organizativas del movimiento juvenil. Examinamos las principales etapas del movi-miento y cómo se manifestaron sus tensiones organi-zativas e identitarias.

    Palabras clave: movimiento estudiantil, redes sociales,organización, asambleas, movimiento juvenil.

    Yo Soy 132: entre a rede

    e as assembléias.

    A revolta contra o autoritarismo

    Resumo: Neste artigo analisa-se a forma comoo “Yo Soy 132” organizou-se e as tensões queocorreram entre o surgimento das redes so-ciais, como um novo espaço de articulação, ea tradição de assembléias presentes no movi-

    mento estudantil mexicano. Perguntarmo-nos até que ponto omovimento representou uma inovação da forma organizacion-al do movimento juvenil. Examinamos as principais etapas domovimento e como manifestaram-se suas tensões organizacio-nais e de identidade.Palabras-chave: Movimento estudiantil, rede social, organi-zação, assambleia, movimento juvenil.

    Yo Soy 132: between the network

    and the assemblies.

    A revolt against authoritarianism

    Abstract: This article analyze the way that themovement Yo Soy 132 (I am 132) has beenorganized and the tensions that became be-tween the irruption of social network, as anew space of articulation, and the assembly

    tradition in the Mexican student movement. We ask in whichmeasure the movement represented an innovation in the orga-nization forms of the youth movement. We examine the mainstages of the movement and how the organizative and identi-tarie tensions got manifest.Keywords:   student movement, social networks, organization,assembly, youth movement.

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    Introducción

    En 2012 el movimiento Yo Soy 132 irrum-pió en el escenario y cimbró al sistemapolítico mexicano. Después de muchos

    años de reflujo los jóvenes salieron a lascalles, se organizaron en asambleas ycuestionaron de fondo a la clase política. Durantevarios meses el movimiento estudiantil se convir-tió en un actor central de la vida política. En plenoproceso electoral el movimiento cuestionó a un sis-tema político en donde los partidos están cada vezmás alejados de la sociedad y subordinados a losgrandes poderes económicos. Expresó el malestar

    frente a la clase política y advirtió sobre el riesgo deuna restauración del autoritarismo con el regresodel PRI2 al gobierno.

    Con esto el movimiento se sumó a la ola de rebe-liones juveniles que han sacudido al mundo en losúltimos años, desde la Primavera Árabe en 2011 has-ta las movilizaciones en Brasil y Turquía de 2013. Setrata de movimientos en contextos muy diferentespero que tienen en común el despertar de una gene-ración que para organizarse cuenta con el internety las redes sociales. El investigador Manuel Castellslos ha caracterizado como los nuevos movimientossociales en red: movimientos juveniles basados enla horizontalidad, sin estructuras jerárquicas y or-ganizados fundamentalmente a través de las redessociales (Castells, 2012). Para Benjamin Arditi setrata de insurgencias  que no tienen un plan pre-de-finido, mediadores evanescentes que son portadoresde nuevas posibilidades, “pasadizos o conectoresentre mundos, entre el actual y otro posible, porlo que son modos de poner en acto una promesa dealgo diferente por venir”. (Arditi, 2013)

    1 Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Doctorante en elposgrado de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Licenciado en sociología y Mae-stro en Estudios Latinoamericanas. UNAM. Participante del movimiento Yo Soy 132.2 El Partido Revolucionario Institucional (PRI) que durante el siglo XX funcionó comopartido de Estado y gobernó al país entre 1929 y el año 2000.

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     Pero ¿qué tanto podemos aplicar este modelo al132? ¿Se trató realmente de un movimiento de red?¿Qué papel jugaron las redes y cuál fue la organiza-ción del movimiento? ¿Quiénes eran sus integran-

    tes? ¿Representa un “pasadizo” a nuevas formas deorganización y de participación?En este artículo examinamos al 132 con una

    mirada crítica pero también con la experiencia dehaber formado parte del mismo. Sostenemos que elYo Soy 132 fue un movimiento juvenil en contradel autoritarismo que sintetizó varias experienciashistóricas del movimiento estudiantil mexicano yde las nuevas rebeliones juveniles. Las redes fue-

    ron importantes pero la organización se basó en lasasambleas y en la tradición histórica de las luchasestudiantiles en México. El movimiento se articu-ló siempre en una tensión entre las formas asam-blearias ligadas a la tradición estudiantil y las redessociales como un espacio más abierto y dinámicode comunicación y de organización. Estuvo en esesentido entre dos tiempos y tendencias, las redessociales y el movimiento estudiantil.

    Primero analizamos  sus orígenes estudiandoel contexto y la pluralidad que tuvo desde su naci-miento. Después su organización que es un aspectocentral pero que ha sido poco estudiado o ensom-brecido por la presencia de las redes sociales. Y fi-nalmente las etapas del movimiento y su desenlace.

    OrígenesA principios del 2012 en México todo parecía deci-dido en las elecciones presidenciales. El PRI estabalisto para regresar al poder e iniciar un proceso derestauración del autoritarismo, su candidato Enri-que Peña Nieto (EPN) aparecía con una ventaja de20 puntos en todas las encuestas. Los medios de co-municación y los aparatos corporativos y clientela-res se habían articulado en un bloque que no dejabamuchas esperanzas a las demás fuerzas políticas.

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    Entre los ciudadanos todo era desencanto. Des-pués de 12 años en el gobierno el PAN3 solamentehabía dejado desánimo y la promesa de democrati-zar al país se había ahogado en una absurda “guerra

    contra el narcotráfico” con miles de muertos. Por suparte el PRD4 y su candidato Andrés Manuel LópezObrador (AMLO) estaban desgastados y muchos jó-venes no se sentían identificados con su discurso ysus prácticas. En el panorama inmediato no se visi-bilizaban espacios que permitieran la participaciónde los sectores sociales que no deseaban el regresodel PRI pero tampoco se identificaban con los de-más partidos políticos.

    En ese escenario de manera dispersa y desarticu-lada empezaron a surgir dos grandes iniciativas paramanifestarse en contra del regreso del PRI. Por unaparte las  Marchas Anti Peña Nieto  que movilizarona miles en las calles y por la otra la protesta estu-diantil de la Universidad Iberoamericana que generósimpatías y le dio un núcleo de organización al mo-vimiento. Es importante diferenciar estas dos raícesdel movimiento porque representan dos formas deidentidad y de organización distintas, que siempreestuvieron presentes en el movimiento. Por un ladolas redes sociales, por otro la protesta estudiantil.

    El 11 de mayo, EPN se presentó en un acto en laUniversidad Iberoamericana y para su sorpresa losestudiantes lo increparon duramente. En especialse le cuestionó su papel en la represión de los cam-pesinos de San Salvador Atenco5  y todo el pasadoautoritario del PRI. En medio de gritos y consignasPeña Nieto tuvo que salir huyendo del auditorio.

    3 El Partido Acción Nacional (PAN) se fundó en 1939 como un partido de oposicióncon una ideología democrática y de derecha. En el año 2000 ganó la presidencia termi-nando con 71 años del PRI en el gobierno.4 El Partido de la Revolución Democrática (PRD) se fundó en 1989 en un proceso deunificación de fuerzas socialistas y una escisión nacionalista del PRI. Con el tiempo suideología se ha diluido y los sectores provenientes del PRI se han adueñado del partido.5 San Salvador Atenco es un pueblo cercano a la capital que en el año 2001 encabezóun movimiento contra la construcción de un aeropuerto. En 2006 el gobierno del Esta-do de México, encabez ado por Peña Nieto los reprimió brutalmente con un saldo de 2muertos, varios presos y mujeres violadas por la policía.

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    Sin embargo, fue la respuesta del PRI y la mani-pulación de los medios de comunicación lo que de-sató el malestar de la gente y potenció la formaciónde un movimiento. El equipo de campaña de Peña

    Nieto aseguró que la protesta de la Ibero estaba ma-nipulada y no se trataba de estudiantes sino de gen-te pagada para desprestigiarlo. En Televisa6 y en lamayoría de los medios de comunicación se reportóque la visita de EPN en la Ibero había sido todo unéxito y se cuestionó a los estudiantes.

    La respuesta de los estudiantes de la Ibero fue in-mediata y convirtió a lo que originalmente había sidouna simple protesta en el inicio de un movimiento

    social. En un video subido a YouTube 131 estudian-tes de la Ibero, mostran-do sus credenciales deestudiantes, reivindi-caron su derecho a pro-testar y cuestionaron lamanipulación de las te-levisoras. Desde enton-ces la democratizaciónde los medios de comu-nicación se convirtió enuna demanda central delas movilizaciones.7

    Con el video unagrieta se abrió y todo elmalestar acumulado en-contró un lugar para ex-presarse. En todo el paísy en muchas universida-

    6 Televisa es la empresa de televisiónmás grande del país y junto con Tv Az-teca controla el 80% de la audienciatelevisiva.7 El video se puede consultar en: “131alumnos de la Universidad Iberoamer-icana responden a políticos y medi-os de comunicación de dudosa neu-tralidad.” http://www.youtube.com/watch?v=P7XbocXsFkI

    Imagen 1. Convocatoriaal mitin del 23 de mayo,

    Más de 131.

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    des la gente empezó a solidarizarse. Para sumarse alos 131, en las redes sociales se popularizó la etique-ta #Yo Soy 1328 que le dio identidad a un movimien-to más amplio. Algunos estudiantes de la Ibero y de

    otras universidades, sobre todo privadas, organiza-ron una primera Coordinadora Interuniversitaria paraponerse de acuerdo y convocar a nuevas acciones.

    De manera paralela por las redes sociales se habíaconvocado a una  Marcha Anti Peña Nieto. En la con-vocatoria se especificaba que no había líderes y quela protesta era independiente de cualquier partidopolítico. El 19 de mayo sin una organización clara yrespondiendo a la convocatoria que se viralizó en las

    redes sociales cientos, y luego miles fueron llegandoal zócalo de la Ciudad de México. Además se realiza-ron Marchas Anti Peña en varias ciudades de todo elpaís. Solamente en la capital se movilizaron alrede-dor de 50 mil personas (Rosas, 2012)9. En su mayoríaeran jóvenes desorganizados, sin contingentes y queacudían por primera vez a una manifestación, todofue tan espontaneo que al finalizar la marcha ni si-quiera hubo un mitin o sonido central. La mayoríaeran estudiantes pero también había egresados delas universidades o jóvenes con empleos precarios.

    Así, para el 19 de mayo, en unos cuantos días yde manera independiente habían surgido dos movi-mientos con características especiales que cuestio-naban a Peña Nieto y a la manipulación de los me-dios de comunicación. La Marcha Anti Peña Nieto conuna gran convocatoria y organizada por redes socia-les y la Coordinadora Interuniversitaria que todavíano lograba grandes movilizaciones (Hamel, 2013)pero proponía un espacio de organización basado enasambleas estudiantiles. Muy pronto la fuerza de losacontecimientos fue articulándolos y unificando alas dos protestas en un solo movimiento.

    8 Según el estudio de Héctor de Mauleó n el hashtag Yo Soy 132 tuvo más de 2 millonesde tweets entre el 1 de mayo y el 1 de juli o. (DE MAULEÓN, 2012: p. 39)9 Reforma, México, 20 de mayo 2012.

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    18El 23 de mayo la Coordinadora convocó a un pe-

    queño mitin en la  Estela de Luz10  en donde se invi-taba a los estudiantes a intercambiar libros y exigirla democratización de los medios de comunicación.Para sorpresa de los propios organizadores, la pro-testa se salió de control (Pérez Monroy, 2013). A la Estela de Luz no llegaron cientos sino miles. El mo-vimiento de masas que ya se había manifestado enla  Marcha Anti Peña ahora acudía a la convocatoriade los estudiantes. Sobre todo se incorporaron a lamovilización los estudiantes de las universidadespúblicas, con toda su masividad y con la larga tradi-ción de lucha del movimiento estudiantil.

    10 La Estela de luz es un monumento en el centro de la Ciudad de México construidopor el gobierno de Felipe Calderón para conmemorar los 200 años de ind ependencia.Su construcción estuvo envuelta en escándalos de corrupción.

    Imagen 2. Marcha AntiPeña Nieto, 19 de mayo

    2012. (Foto Joel Ortega)

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    El choque fue complicado pero de él emergióun nuevo movimiento con sus rasgos generales. Elmovimiento de masas le imprimió a la convoca-toria un carácter más radical y festivo. Las con-

    signas de la gente se dirigieron contra el PRI y lastelevisoras. De manera espontánea una parte de lamarcha se dirigió a Televisa y otra hasta el zócalode la Ciudad de México. Para todos quedó claroque ya no se trataba de protestas aisladas sino delinicio de un movimiento. El ambiente fue descritopor Óscar Rodríguez:

    “Se dio un fenómeno como de auto orga-nización. Nadie dijo, tenemos que hacer

    esto, sino que fue como decir, a la suavi-crema (Estela de Luz), y allí vamos a mos-trar la indignación, pero de una maneramás feliz, atractiva. Y vamos al Ángel, yahora a Televisa, y ahí fue lo más impre-sionante, porque yo dije, seremos como200 pelados que no tenemos nada que ha-cer una tarde, y cuando vamos llegandoa Televisa, era un mar de gente, éramos20 mil o algo así, y ahí fue cuando mecayó el veinte y dije, de aquí va a saliralgo, esto es síntoma de que algo se vie-ne” (Muñoz, 2012: 121)

    Sin embargo, la inmensa mayoría de los ma-nifestantes había acudido de manera individual odesorganizada. La Coordinadora tenía unos días deexistencia y solamente agrupaba a un sector muypequeño de quienes se estaban movilizando. Unmovimiento de masas se había gestado en las re-des sociales y había encontrado un núcleo organi-zativo en las universidades. Estaba por definirse laestructura del movimiento y sus principales orien-taciones. Los estudiantes lo sabían y de manera es-pontánea iniciaron reuniones y asambleas, habíacomenzado una nueva etapa: la organizativa.

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    Organización: proceso asamblearioy redes socialesEl 23 de mayo, al encontrarse en la  Estela de Luzmiles de jóvenes desorganizados, existían muchas

    posibilidades para el futuro del movimiento. Noestaba claro cómo organizarse o ni siquiera si eranecesario. Todo había surgido muy rápido, directa-mente en las redes sociales y en las calles. Así, demanera espontánea y colectiva mientras se realiza-ba la manifestación comenzó a plantearse una pre-gunta ¿cómo organizarse?

    Para organizarse las posibilidades y los referen-tes eran muchos. En España los  Indignados se orga-

    nizaron en asambleas abiertas en las plazas públi-cas, lo mismo hizo Occupy Wall Street en EU y los jóvenes egipcios en la plaza Tahrir. En estos movi-mientos las redes y la ocupación de espacios públi-cos fueron la manera que los jóvenes encontraronpara organizarse, en base a la autonomía, sin líderesy sin una estructura organizativa rígida y centra-lizada. Para Castells todos estos movimientos tu-vieron algunas características organizativas en co-mún: “en todos los casos los movimientos juvenilesignoraron a los partidos políticos, desconfiaron delos medios de comunicación, no reconocieron nin-gún liderazgo y rechazaron cualquier organizaciónformal, dependiendo de Internet y de las asambleaslocales para el debate colectivo y la toma de deci-siones” (Castells, 2012: 21)

    Por otra parte, a nivel latinoamericano estabael ejemplo del movimiento estudiantil chileno conuna federación estudiantil muy consolidada y un li-derazgo definido en la figura de Camila Vallejo.

    El movimiento tenía estos modelos, podía optarpor las asambleas abiertas en las plazas públicas oregresar a las escuelas y organizarse en sus comu-nidades. La decisión se dio de manera inmediata yespontanea; al terminar la marcha del 23 se reali-zaron reuniones masivas y se convocó a organizar

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    asambleas en las escuelas. Las asambleas estudian-tiles comenzaron a realizarse de manera indepen-diente hasta concluir en la primer Asamblea Gene-ral Interuniversitaria (AGI) el 30 de mayo.

    Aquí, hay que preguntarnos por qué se optó poreste modelo. En nuestra opinión la tradición histó-rica del movimiento estudiantil mexicano y su pre-sencia en la cultura política de los estudiantes fuedeterminante.

    Aunque habían pasado muchos años sin un mo-vimiento estudiantil importante y la influencia delas organizaciones estudiantiles era muy reducidael referente de los movimientos estudiantiles en

    la historia de México es muy fuerte. En especial elmovimiento de 1968 y en menor medida la huelgaen la UNAM de 1999-2000. Sus formas de organiza-ción forman parte de una acumulación histórica delas luchas estudiantiles y por eso fueron retomadasde manera inmediata por el nuevo movimiento.

    En 1968 el movimiento estudiantil abarcó uni-versidades de todo el país y logró cuestionar lalegitimidad del Estado priista autoritario. En eseentonces las organizaciones sociales estaban con-troladas y subordinadas al gobierno en un sistemacorporativo. En algunas universidades este esque-ma se había reproducido en federaciones estudian-tiles que en lugar de representar a los estudiantesservían como aparatos para controlarlos. Por eso elmovimiento de 1968 rebasó a esas federaciones y seorganizó en un modelo asambleario. Las asambleasde las escuelas eran el espacio de dirección del mo-vimiento y sus representantes tenían que acatar susacuerdos en todo momento para evitar que los lí-deres fueran cooptados por el gobierno. Con estosrepresentantes se organizó un Consejo Nacional deHuelga (CNH) que fungió como espacio de direc-ción y demostró en los hechos que había otra formade participación más allá de los espacios corporati-vos del PRI (Ramírez, 1969).

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    Por su parte en la huelga de la UNAM de 1999se retomaron estas prácticas asamblearias pero sele añadieron algunos elementos. Con la influenciadel zapatismo se asumieron formas más “horizonta-

    les”. Los representantes fueron rotativos para evitarque un liderazgo fuerte pudiera negociar a espaldasdel movimiento y para fomentar la participación detodos, así funcionó el Consejo General de Huelga(CGH) (Moreno, 1999; Rosas, 2001). Sin embargo, alfinal de la huelga se presentaron fenómenos de into-lerancia y sectarismo que debilitaron y desprestigia-ron al movimiento. Incluso se dieron expulsiones delos sectores más “moderados” y al final la comuni-

    dad estudiantil quedó dividida y polarizada.Aunque esta historia no estaba clara para la ma-yoría de los participantes en el 132 era transmitidade diferentes formas y rondaba en el imaginario so-cial de los estudiantes. El modelo organizativo re-produjo estas experiencias.

    Así, se organizaron asambleas en decenas deuniversidades y se nombraron voceros para acudir aun espacio de articulación. Ese espacio fue la Asam-blea General Interuniversitaria (AGI) que en su mo-mento tuvo representantes de 180 asambleas11  queen conjunto agrupaban a miles de estudiantes. Deigual forma se asumió que los voceros no eran repre-sentantes con libertad de decisión sino que teníanque respetar el mandato de sus asambleas12. Ademásen la mayoría de las asambleas locales se determinóque los voceros fueran rotativos aunque esto depen-dió mucho de la composición política y la tradiciónde cada escuela. Finalmente un elemento nuevo fueel de la autonomía para tomar decisiones y reali-

    11 La mayoría de las asambleas eran de universidades. Al principio existió cierta ten-sión entre las universidades públicas y las privadas, después surgieron asambleas entodo el país y participaban en la AGI con representaciones estatales, finalmente sur-gieron “asambleas populares” que se realizaban en plazas públicas pero que en gen -eral agrupaban a estudiantes o jóvenes que intentaban acercarse a sus comunidadeso barrios de origen.12 Esto no siempre sucedió así, en varias ocasiones se votaron temas que no se habíandiscutido previamente en las asambleas locales por lo que se generaron tensiones alinterior del movimiento.

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    zar acciones por partede cada asamblea local.Con esto se pretendíatener un movimiento

    menos centralizado ycon mayor flexibilidadque en el pasado.

    Este modelo le per-mitió al movimientoconsolidar una base or-ganizativa y tomar susdecisiones más impor-tantes. Las definiciones

    políticas y las principa-les acciones se discutie-ron en un proceso muyparticipativo, pero tam-bién lento y desgastan-te, primero en las asam-bleas locales y despuésen la AGI. Las asambleaslocales fueron espaciosde politización para unageneración que teníaaños de no movilizarse.

    Así, el movimien-to practicó un modeloasambleario muy parti-

    cipativo que contrastaba con las formas autoritariasy corporativas de la clase política mexicana. En símismo, esta forma de organizarse fue una manerade cuestionar al sistema de partidos y experimen-tar una alternativa de participación. Mariana Fave-la, participante del movimiento, lo expresó de lasiguiente manera:

    La crítica más peligrosa que un movi-miento social puede hacer a las estructu-ras tradicionales del poder es organizarsede forma descentralizada, democrática,

    Imagen 3. Cartel 132.Tomado de: http://cartel132.tumblr.com/(consultado el 17-09-15)

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    horizontal y efectiva. Es peligrosa porqueexhibe el autoritarismo de las estructu-ras de los partidos políticos, los sindica-tos charros y los medios de comunica-

    ción, pero además es estratégica porquees el mecanismo más efectivo contra lainfiltración y la cooptación. Con formasorganizativas no centralizadas, se pue-den cooptar individuos pero no al movi-miento (Favela, 2012).

    Sin embargo, este modelo también tuvo com-plicaciones. Habían pasado muchos años desde el

    último gran movimiento estudiantil y la nueva ge-neración no tenía experiencia de lucha. Se tratabade una generación muy despolitizada, con organiza-ciones estudiantiles debilitadas y sin capacidad realde influencia en el conjunto del movimiento.

    En la práctica el modelo organizativo tuvo mu-chas deficiencias13. En muchos casos las asambleaseran caóticas y los acuerdos no quedaban claros.Por otra parte la “autonomía” permitió que algu-nos grupos impulsaran sus propias iniciativas ydefiniciones políticas hablando por el conjunto delmovimiento cuando en realidad no habían sido le-gitimados por las asambleas14. Siempre existió unadesorganización crónica, una incapacidad paraentablar discusiones profundas y tomar acuerdos.Como explica Enrique Pineda el 132 se encontrabaentre “el abismo de babel y una nueva forma dehacer política”:

    13 Aunque la gran mayoría de los manifestantes eran estudiantes en las movilizacionestambién habían participado jóvenes egresados o sin vínculo con las universidades. A lolargo del movimiento fue complicado incluir a este sector en la toma de decisiones, encierto sentido la dirección del movimiento eran las asambleas estudiantiles pero en lasmovilizaciones participaba más gente.14 Eso sucedió con la Comisión de Vigilancia Electoral, que en varias ocasiones dioconferencias de prensa y posicionamientos que no habían sido consensados en elmovimiento y que mandaban un mensaje mucho más ligado a lo electoral y cercanoa AMLO de lo que realmente se discutía en las asambleas. También con la AcampadaRevolución y otros grupos que impulsaban acciones aisladas como toma de edificios olevantamiento de plumas (permitir que los coches circulen gratis en las carreteras decobro) que no contaban con el apoyo general.

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    Se manifiesta,-dice Pineda- esencialmente,el problema de la “multitud”: su incapacidadpara lograr la síntesis de lo múltiple y lo di-verso, su irrepresentatividad, las dificulta-

    des de lo central y lo común, enfrentadasa las autonomías y lo plural o de síntesis desingularidades. Este núcleo problemáticoha provocado numerosos desencuentrosy malos entendidos, en buena medida, porfalta de discusión y hasta de teorización.Las autonomías asamblearias defiendensus iniciativas con radicalidad frente a laque ha sido considerada una burocrática

    estructura central. Sin embargo, existenvarios problemas en la descoordinada po-lifonía de la pluralidad de asambleas. Laprimera y más obvia, es que muchas asam-bleas, cansadas de esperar a que sus pro-puestas sean discutidas y aprobadas por laAsamblea General, con su facultad autóno-ma, inician la acción por su cuenta…….., mientras unos levantan plumas encapu-chados, otros acuden (a veces, incluso a lamisma hora, el mismo día) a un diálogo consectores que impulsan una posible reformasobre la legislación en los medios de comuni-cación. El resultado, más que una guerra deguerrillas de acciones pacíficas, es la pulve-rización del mensaje público, el cual, a todasluces, es contradictorio, tanto en sus reivin-dicaciones como en su táctica y en su formade acción colectiva. En todos los casos, sea latáctica que sea, se muestra debilidad y, másque polifonía, cacofonía. (Pineda, 2012)

    Por otra parte la estructura organizativa de lasasambleas se veía complementada con las redes so-ciales. En las redes se difundían las acciones del mo-vimiento y de manera inmediata se informaba sobre

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    los acontecimientos. Incluso la mayoría de las asam-bleas tenía grupos de Facebook y en Twitter que sevolvían espacios de interacción y discusión constan-te. Es indudable que un grupo mucho más amplio

    que el que participaba en las asambleas estaba co-nectado a través de las redes sociales, se enteraba delas discusiones, compartía información y en su mo-mento se sumaba a las movilizaciones. La forma dearticulación era distinta y a veces se contraponía conla estructura formal y asamblearia del movimiento.En algunas ocasiones, como en las marchas anti-Pe-ña Nieto, la convocatoria emergió directamente, deforma anónima, desde las redes sociales. En otras las

    decisiones tomadas por las asambleas no lograrontener mucho eco en las mismas redes sociales. Sinembargo, la mayoría de las veces las redes eran unaherramienta complementaria para el movimiento, labase organizativa se encontraba en las asambleas ya partir de ellas en las redes se difundían los acuer-dos y las convocatorias. Las asambleas estudiantilescontinuaron siendo el centro de las decisiones y sola-mente de manera incipiente comenzaron a utilizarselos nuevos mecanismos interactivos y dialógicos quepermiten las redes sociales.

    Así, el 132 fue un movimiento que en su organi-zación respondió a numerosas influencias y en granmedida las sintetizó en algo nuevo. Fue expresiónde la tradición histórica del movimiento estudiantilmexicano y se organizó en un proceso asamblea-rio en las universidades. También formó parte de lanueva oleada de movimientos juveniles en el mun-do en donde las redes sociales han jugado un papelfundamental y por eso estas herramientas fueronun elemento clave en el desarrollo del movimiento. 

    En el proceso de síntesis surgió algo nuevo y fueel 132. El modelo fue democrático y participativoidealmente pero en la práctica tuvo muchos proble-mas para desarrollarse. Aun así fue este modelo or-ganizativo el que le permitió con sus límites y con-

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    tradicciones desarrollar sus movilizaciones. Esteproceso organizativo ha sido poco analizado por-que en muchas crónicas se ha exaltado a las redessociales y su enorme capacidad de movilización.

    Aquí pensamos que para entender las movilizacio-nes era necesario analizar el proceso organizativoque tenían detrás. Ahora es tiempo de examinarcómo se desarrolló el movimiento.

    Movimiento, acciones,propuestas y debatesDurante varios meses el movimiento fue un actorcentral en la vida política y logró convocar a miles

    de jóvenes y estudiantes en sus movilizaciones. Eneste texto es imposible dar cuenta detallada de todoel movimiento, por eso presentamos una mirada pa-norámica sobre sus principales etapas y su dinámicageneral. Ubicamos las siguientes grandes etapas:

    1) 11-30 de mayo: Surgimiento y organización.

    a) 11-23 Surgimiento y ascenso, b) 23-30: Or-ganización.

    Como examinamos antes, en esta etapa de maneracompletamente inesperada se inician las protestasen contra de Peña Nieto y la manipulación de losmedios de comunicación. El ascenso es vertigino-so en unos cuantos días una pequeña protesta enla Ibero se transforma en un movimiento de masascon asambleas en buena parte de las universidadesy capacidad de convocatoria en varias ciudades delpaís. Entre el 23 y el 30 de mayo se da un procesode construcción de la organización.

    2) 1 de junio- 27 de julio: Auge, grandes accio-nes y definiciones.

    Una vez definido el modelo organizativo el movi-miento entra en su etapa de auge. Durante los me-ses de junio y julio se realizan las manifestacionesmás numerosas y la participación en las asambleasvive sus mejores momentos sin importar que las

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    universidades se encuentren en periodo vacacional.Las elecciones presidenciales del 1 de julio marcantodo el período y señalan un hito en el movimiento.

    a) 1-30 de junio: ascenso, consolidación organiza-

    tiva y grandes acciones. En el mes de junio el movimiento está en plenoauge, la organización todavía es muy precaria perola participación aumenta todos los días. Es necesa-rio definir el rumbo del movimiento y sus princi-pales posicionamientos pero hay mucha prisa; sola-mente falta un mes para las elecciones.

    En ese contexto, mientras la urgencia llamabaa las movilizaciones, se dan las discusiones más

    importantes. En primer lugar el movimiento se de-clara en contra de la manipulación mediática quepretende imponer a Peña Nieto pero aclarando queel problema no es la persona, sino todo lo que re-presenta, es decir: la restauración de “el viejo régi-men político, un régimen que práctica la violenciade Estado, la represión, el autoritarismo, la corrup-ción generalizada, el encubrimiento, la opacidad enla toma de decisiones públicas, coacción del voto ydemás prácticas antidemocráticas” (Relatoría de laprimera AGI, 30 de mayo 2012)

    Por otra parte se insiste en definir el carácterindependiente del movimiento respecto a todos lospartidos políticos. La oposición en contra de PeñaNieto y el PRI no implica el apoyo a los demás can-didatos que tampoco representan una verdaderaopción democrática. Además, el movimiento se de-clara en contra del neoliberalismo por considerarloun modelo que genera desigualdad y afecta los in-tereses de las grandes mayorías. Por último, el mo-vimiento reafirma el carácter pacífico como la víapara lograr la transformación del país. Así, quedandefinidos los grandes lineamientos del movimiento,como una lucha en contra de Peña Nieto y el viejorégimen que representa, en un movimiento aparti-dista, pacífico y anti neoliberal.

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    Sin embargo, las elecciones se acercaban y habíaque definir la postura del movimiento. Al interiorexistían dos grandes posiciones, los que pensabanque era necesario promover un “voto útil” para im-

    pedir que ganara Peña Nieto (de manera implícita seentendía que el voto sería por López Obrador, candi-dato de la izquierda y segundo lugar en las encuestas)y los que planteaban que ninguno de los candidatosrepresentaba una opción para detener la restaura-ción por lo que el movimiento tenía que “trascen-der” la coyuntura electoral y enfocar sus esfuerzos aorganizarse y a promover la lucha social. Después deuna discusión intensa y en una votación cerrada se

    acordó el siguiente posicionamiento:Respetamos el voto libre crítico e informa-do para quien ha decidido dar la lucha po-lítica electoral; pero también respetamoslas diferentes formas de lucha política quevan más allá de las elecciones (como Che-rán, Ostula, y el ejemplo que brindan lascomunidades autónomas) y llamamos a laconjunción de las fuerzas a unirnos y orga-nizarnos en nuestro punto de acuerdo: latransformación del estado actual mexica-no (Minuta de la AGI, 5 de junio 2012).

    En ese marco el movimiento realiza moviliza-ciones en varias ciudades15 a lo largo de todo el mesde junio. En especial hay que mencionar la marchadel 10 de junio, que fue una de las más grandes y ladel 30 un día antes de las elecciones, en donde seven los contingentes más organizados y se portanantorchas para “iluminar la democracia”.

    Por otra parte, el movimiento tiene tanta fuerzaque logra sentar a la clase política y organiza untercer debate presidencial. Por primera vez en lahistoria de México los ciudadanos discuten con los

    15 En ciudades como Guadalajara, Puebla, Xalapa, se realizaron movilizaciones históri-cas con miles y miles de jóvenes.

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    candidatos y les plantean preguntas. El debate fuetransmitido por internet y acudieron todos los can-didatos presidenciales con la excepción de EPN.

    Un día antes de las elecciones el posicionamien-

    to del movimiento fue claro. Se trataba de impedirla restauración del viejo régimen pero la lucha nose limitaba al terreno electoral. Sin importar quienganara las elecciones el movimiento se mantendría“organizado, como contrapeso a cualquier decisióny política que vulnere los derechos e intereses delpueblo mexicano”. (Muñoz, 2012: 316)

    Como el movimiento entiende que su lucha es porla transformación del país y no se limita al proceso

    electoral decide elaborar un  Programa de Lucha quese discute ampliamente en las asambleas y le planteaal movimiento un horizonte de largo plazo. El  Pro-grama se constituyó por 6 grandes ejes: 1) Democra-tización de los medios de comunicación; 2) Cambioen el modelo educativo, científico y tecnológico; 3)Cambio en el modelo económico; 4) Cambio en elmodelo de seguridad nacional y justicia; 5) Transfor-mación política y vinculación con movimientos so-ciales y 6) Cambio en el modelo de salud ( Programade Lucha elaborado por la AGI del 132).

    Sin embargo, es un hecho que las elecciones pre-sidenciales definirían el rumbo del país, todas lasencuestas anunciaban un triunfo holgado de EPN,estaba por verse qué influencia había tenido el mo-vimiento. Conviene analizar brevemente los resul-tados electorales.

     Las elecciones del 1 de julio: la mayoría priista sereduce.

    Poco antes de que surgiera el 132 las encuestasle daban al PRI una ventaja de 20 puntos16  pare-cía impensable que AMLO logrará derrotarlo. Sinembargo el 1 de julio los resultados fueron mucho

    16 La encuesta del periódico Excélsior levantada a principios de mayo le daba a PeñaNieto 45%, a Josefina Vázquez Mota 26% y a AMLO 26%; El Universal 49.6% a EPN,24.8% a AMLO y 23 .1% a JVM. http://www.proceso.com.mx/?p=307432

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    más parejos de lo que todos esperaban. En las elec-ciones presidenciales EPN obtuvo 38.21% y AMLO31.59%17. Es decir, en unas cuantas semanas, desdeel origen del 132, la distancia se redujo en 14%. Es

    claro que muchos factores intervinieron en este re-sultado pero la influencia del 132 fue determinante.Influir de esa manera en las preferencias del

    conjunto de la población fue un gran éxito para unmovimiento social. Sin embargo no fue suficiente,la hegemonía construida durante muchos años porel PRI, con sus aparatos corporativos y clientelares,en alianza con los medios de comunicación, logróimponerse. El país entraba en una nueva etapa, fal-

    taba por ver cuál sería la reacción de la oposición ydel movimiento.b) 1-27 de julio: Indignación, alianzas y maxi-

    malismo.El 1 de julio al conocer los resultados electorales

    el movimiento entra en una nueva etapa, la situa-ción había cambiado y era necesario posicionarsefrente a los acontecimientos.

    De nuevo en el horizonte del movimiento seplanteó la necesidad de organizarse e impulsar el Programa de Lucha en un proceso de largo plazo poruna “democracia auténtica”, consolidándose como“contrapeso” al autoritarismo del gobierno y porotra parte la lucha ligada al triunfo de EPN y su “im-posición”.

    El problema fue que la propia inercia de losacontecimientos fue arrastrando al movimiento yno se generó un espacio para analizar la correlaciónde fuerzas en el nuevo escenario. La indignacióncrecía y se realizaban movilizaciones muy grandes.

    En ese marco el 132 llamó a una ConvenciónNacional para agrupar la solidaridad de otras or-ganizaciones y del pueblo en general. Sin ningunadiscusión en las asambleas locales y sin dotar de

    17 Resultados del IFE http://www.ife.org.mx/docs/IFE-v2/CNCS/CNCS-IFE-Respon-de/2012/Julio/Le010712/Le010712.pdf (consultado e l 15- 09-2015)

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    contenido a la convocatoria se empezó a organi-zar la Convención que en una pequeña comisióndecidió llamarse “Convención Nacional Contra laImposición” (CNCI). Así, en medio de la desor-

    ganización y a unos días de las elecciones la lu-cha contra la “imposición” se convirtió en el ejecentral del movimiento. Con esto el discurso delmovimiento se reducía a l conflicto postelectoral,dejando de lado la lucha más amplia por una de-mocracia auténtica y por los 6 ejes del Programade Lucha (Ortega; 2012). La CNCI se realizó el 14y 15 de julio en una dinámica de poca discusióny con todo enfocado a elaborar un Plan de Acción

    sin realizar un balance.La primera gran acción acordada fue una “tomade Televisa” para el 22 de julio, el día en que inicia-ban las Olimpiadas. La acción se votó sin ningunadiscusión ni análisis previo. De inmediato la alertacomenzó a generalizarse, ¿qué implicaba “tomar” latelevisora más importante del país? ¿Se tomaría porla fuerza? ¿El movimiento tenía la capacidad? ¿Noera absurdo anunciar con varios días de anticipa-ción una acción de este tipo? A todas luces se trata-ba de una propuesta irreal sin posibilidades efecti-vas de llevarse a la práctica.

    Por eso, una vez acordada la acción, el movimien-to comenzó a desplegar toda su capacidad organiza-tiva. Se realizaron asambleas locales y de maneraextraordinaria se convocó a una AGI en muy pocosdías. Ahí, el carácter de la “toma” se modificó porcompleto. Se trataría de un “cerco pacífico y sim-bólico” de 24 horas para protestar por la manipula-ción de los medios de comunicación.

    Al final la acción fue un éxito. De manera pa-cífica y sin ningún incidente miles de jóvenes rea-lizaron el cerco humano por 24 horas mientras serealizaban mítines y diversas actividades artísticas.

    Sin embargo, el movimiento comenzaba a de-caer, a la “toma” ya no llegaron los miles de otras

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    manifestaciones. El desánimo por el triunfo deEPN comenzaba a extenderse, cada vez era másclaro que impedir la “imposición” estaba fueradel horizonte real del movimiento. El régimen co-

    menzaba a mostrar sus fortalezas. Después de laselecciones la unidad de las elites fue importante,el PAN, los medios de comunicación y los gran-des poderes se unieron para legitimar al resulta-do electoral. Incluso el propio López Obrador tuvouna actitud relativamente pasiva; aunque denun-ció la “imposición” se negó a movilizarse y se li-mitó a seguir el camino de la impugnación legal.Finalmente, muy pocos sectores se habían unido al

    llamado del 132, los sindicatos permanecieron pa-sivos y controlados por los aparatos corporativos ya la CNCI solamente acudieron algunas pequeñasorganizaciones.

    Así, después de la “toma de televisa” había con-cluido otra etapa del movimiento, el contexto ha-bía cambiado y el régimen mostraba sus fortalezasmientras las movilizaciones se reducían cada vezmás.

    3) Epilogo: 28 julio- 1 de diciembre: Declive,

    pérdida de rumbo, descomposición y re-

    presión.

    Después del cerco a Televisa el movimientoconcluye su etapa de auge y participación masivaen las marchas y en las asambleas. Inicia un lar-go periodo de declive en el que las movilizacionesson cada vez menores y el rumbo político del mo-vimiento es más difuso. En cierto sentido el perío-do del 132 como movimiento de masas ha termi-nado, sin embargo la estructura subsiste y todavíase realizan varias acciones.

    En este período se toman algunas iniciativasintentando salir de la coyuntura pero el discursode la imposición continúa en el horizonte, comocada vez es más irreal la desesperación comienzaa presentarse en algunos sectores del movimiento.

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    Así, en un intento por salir de la coyuntura segeneran varias iniciativas. Primero, se organiza unContrainforme de Gobierno para el 1 de septiembre una propuesta muy novedosa en la que integrantes

    del movimiento escribieron un extenso diagnósti-co, con la participación de decenas de estudiantesde diferentes asambleas, sobre la situación del paísen contraste con el informe presentado por el go-bierno de Felipe Calderón (Tamayo, 2013). Por otraparte el movimiento se sumó a la lucha en contrade la reforma laboral18 y organizó un paro nacionalestudiantil el 2 de octubre, el primero en muchosaños para el movimiento estudiantil mexicano.

    Además, un sector del movimiento enfocó sus es-fuerzos a promover una reforma para democratizarlos medios de comunicación.

    Sin embargo, todos esos esfuerzos no alcanzanpara darle un nuevo rumbo al movimiento. El 31de agosto el TRIFE valida las elecciones con lo quese cierra cualquier posibilidad legal de evitar el re-greso del PRI. Sin embargo un pequeño sector seencontraba desesperado y con la idea de “impedirla toma de posesión de EPN”. En su lectura el mo-vimiento no había logrado triunfar por falta de de-cisión y por no impulsar “acciones contundentes”.Es una lectura que no contemplaba la correlaciónde fuerzas ni el reflujo en el que ya se encontraba elmovimiento pero en el marco de la desesperacióncobraba cierta importancia.

    En esta dinámica se llegó al 1 de diciembre,el día en que Peña Nieto asumiría la presidencia.Todo se conjugó para que el movimiento recibieraun duro golpe. El 132 convocó a una movilizaciónafuera del Congreso pero los acuerdos no estabanclaros y la organización fue muy mala. El Estadoorganizó un operativo excesivo con cercos y dife-

    18 La Reforma Laboral promovida por el gobierno iba enfocada a “flexibilizar” las rel-aciones laborales, facilitando el despido y estableciendo figuras como las del “primerempleo”.

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    rentes fuerzas policiacas. Un sector muy pequeñode los manifestantes iba dispuesto a confrontarsecon la policía y al final la situación se sal ió de con-trol. Aunque la mayoría de los manifestantes acu-

    dieron de manera pacífica la represión por partede la policía, fue pareja. Se realizaron detencionesarbitrarias y en los enfrentamientos un joven per-dió el ojo y otro manifestante fue herido de grave-dad. Por su parte en los medios de comunicaciónse desataba una campaña para criminalizar al mo-vimiento presentando a los manifestantes comodelincuentes.

    El golpe fue muy duro. En las siguientes sema-

    nas la lucha se orientó fundamentalmente a liberara los presos políticos. Además el 1 de diciembre nose habían respetado los acuerdos y la polarizacióninterna se hizo muy grande. Aun así el movimientologró movilizarse e impulsar una campaña demo-crática por la libertad de los presos que a finales dediciembre fueron liberados.

    Con esto el 132 y el movimiento estudiantil fi-nalizaron toda una etapa. La irrupción masiva delos estudiantes en el escenario político iniciada enmayo había concluido.

    ConclusionesEl movimiento Yo Soy 132 forma parte de la nue-va ola de movimientos juveniles desatada en losúltimos años. Igual que los  Indignados españoleso los ocupas de Wall Street el 132 cuestionó a unsistema político subordinado a los grandes pode-res económicos y en donde los partidos políticoscon sus formas autoritarias no son una opción parauna buena parte del movimiento juvenil. Tambiénfue un movimiento que utilizó las redes socialescomo una herramienta para organizarse y difun-dir su mensaje.

    Sin embargo, las redes sociales solamente fueronun complemento a la organización. No podemos ca-

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    talogar al 132 como un “movimiento de red” porquela estructura organizativa se basó en las asambleasuniversitarias, recuperando la amplia tradición delucha del movimiento estudiantil mexicano. Las

    asambleas fueron la base de la organización y unespacio de discusión y politización para miles de jó-venes que por primera vez en muchos años se orga-nizaron e irrumpieron en la vida política nacional.Las redes sociales, y sus mecanismos interactivos,comenzaron a utilizarse pero de forma complemen-taria a la organización que se daba en las asambleas.Se delinearon nuevas formas de participación que aveces chocaron con el modelo asambleario y a ve-

    ces lo enriquecieron. En esta tensión no terminópor consolidarse un nuevo modelo de participaciónen el movimiento estudiantil.

    El movimiento surgió en el marco de un procesode regresión autoritaria que se vería culminado conel triunfo del PRI en las elecciones. El 132 modificóel escenario político porque fue el único actor quelogró cuestionar a Peña Nieto y visibilizar lo quesignificaría su gobierno. El impacto fue muy gran-de y se reflejó en las elecciones con una reducciónmuy importante en la ventaja del priismo. Aunqueel PRI ganó las elecciones no lo hizo en las mismascondiciones que se preveían antes del movimiento,su mayoría se redujo y su legitimidad se vio afecta-da por los cuestionamientos del movimiento.

    El movimiento terminó su ciclo pero señaló uncamino para la participación. Toda una generaciónse politizó en las asambleas, en la discusión y en lasmovilizaciones. La utilización de las redes sociales,las asambleas estudiantiles y la movilización inde-pendiente a nivel nacional son elementos que el YoSoy 132 inició pero que han sido recuperados pormovimientos posteriores, en especial por la movi-lización en apoyo a los normalistas de Ayotzinapaen 2014. Entre las redes sociales y las asambleas sevislumbró otra forma de hacer política.

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    espejoReforma Universitaria

    latinoamericanaEspaña: 1919-1926

    de la

    en

    yLegado

    Ricardo  Melgar Bao 

    Resumen: Las redes, viajes, diálo-gos e intercambios de experien-cias y acciones solidarias entre los

     jóvenes universitarios latinoamericanos y suspares españoles configuraron en su tiempouna trama ideológica y cultural relevante, lacual merece ser rescatada del olvido histo-riográfico. Esta primera aproximación pre-senta algunas aristas y señas acerca de dichoproceso, tomando en cuenta la activa presen-cia de estudiantes de nuestro continente, conespecial referencia al espacio madrileño, al-gunos de ellos, diferenciados y marcados por:sus respectivos exilios, su condición de becar-ios o dependientes de las desiguales remesasfamiliares o de trabajos eventuales y precari-os. Se dibujan tenuemente los perfiles y señasde algunos de los jóvenes protagonistas lati-noamericanos y españoles de este emergentecorredor de hermandades y preocupaciones.En dicho proceso sobresalieron las relacioneshispano-argentinas e hispano-mexicanas.

    Palabras clave:  Juventud, movimiento estudi-antil universitario, Reforma Universitaria, fed-

    eraciones.

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    3Legado e espelho daReforma Universitária Latino-Americana

    em Espanha: 1919-1926

    Resumo: Redes, viagens, diálogos e intercâm-bios de experiências e de solidariedade açõesentre estudantes universitários latino-ameri-canos e seus colegas espanhóis configuradosem seu tempo um tecido ideológica e cultural

    relevante, o que merece ser resgatada do esquecimento his-

    toriografia. Esta primeira abordagem tem algumas arestas esinais sobre o processo, tendo em conta a presença ativa deestudantes de nosso continente, com especial referência paraa área de Madrid, alguns deles diferenciada e marcada por: seuexílio, sua condição de bolsistas ou dependentes de remessas ouempregos ocasionais e precários irregulares. Perfis e detalhesde contato de alguns dos jovens latino-americanos e espanhóisdestas irmandades corredores emergentes e preocupações sãofinamente desenhado personagens. Eles se destacaram nesteprocesso e as relações hispano-mexicana hispano-argentina.Palavras-chave : Juventude, movimento est udantil, reforma uni-versitária, federações.

    Legacy and mirror of

    Latin American University Reformation

    in Spain: 1919-1926

    Abstract: Networks, trips, dialogues and ex-changes of experience and solidarity actionsamong Latin American university studentsand their Spanish peers configured at thetime a relevant ideological and cultural fabr ic,

    which deserves to be rescued from oblivion historiographi-

    cal. This first approach has some edges and signs about theprocess, taking into account the active presence of studentsfrom our continent, with special reference the Madrid area,some of them differentiated and marked by: their exile, hisstatus of fellows or dependent on family uneven remittancesor casual and precarious jobs. Profiles and contact details ofsome of the young Latin American and Spanish protagoniststhis emerging corridor dimly sororities and concerns draw. Inthis process excelled Hispanic-Argentinian and Mexican-His-panic relations.Keywords: Youth, student movement, university reform, feder-ations.

     Contexto y emergencia juvenil

    Coincidiendo con la culminación de laPrimera Guerra Mundial, el reordena-miento neocolonial, la crisis económi-ca y la obsolescencia de los cánonespolíticos, estéticos y culturales, se fue

    gestando en muchas ciudades letradas una fase deagitación, deseo y voluntad de cambio y redefini-

    ción de los órdenes por parte de la juventud traba- jadora y universitaria en países latinoamericanos,pero también en España y en China.

    A diferencia del contexto fabril en el cual la ju-ventud engrosaba de manera importante las filasobreras desde finales del siglo XIX, el de carácteruniversitario cobró nueva fisonomía a principios delsiglo XX. Fue durante la primera posguerra que sevivió un proceso de incremento y de recomposición

     A Hugo Biagini, memoria viva de los

     movimientos juvenilistas de Nuestra América 

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    social del estudiantado universitario y en menor me-dida, del profesorado. Lo anterior, favoreció las ex-pectativas de educación de la heterogénea pequeñaburguesía urbana, alimentando sus necesidades de

    recibir y apropiarse de las nuevas coordenadas de re-novación internacional de los saberes humanísticosy científicos, pero también de aquellas novedadesde índole política e ideológica que incidían a pesaro gracias a su heterogeneidad y contradicción, en lamodelación de su sensibilidad social y su participa-ción dentro y fuera de los claustros universitarios.Un sector representativo de las identidades juveni-les letradas se fueron inclinando a contracorriente

    de los órdenes establecidos, de cara a las cuestionesregionales, nacionales, continentales e internaciona-les. Tejieron puentes, en mayor o menor grado, conlas clases subalternas o con las organizaciones de re-sistencia emergidas de su seno. A los universitariosde ese tiempo — tanto latinoamericanos como espa-ñoles—, no les faltaron publicaciones periódicas oefímeras (revistas, periódicos y boletines) así comoespacios y oportunidades de viajes y encuentros consus pares de otros países, en especial, con los hablan-tes del idioma castellano, ensanchando sus miradas,alternativas y prácticas solidarias.

    Durante la primera posguerra florecieron variasorganizaciones estudiantiles internacionales: LaFederación Internacional de Estudiantes Pro Ligade las Naciones,1 «Pax Romana» dependiente de laSecretaría internacional de Asociaciones católicasde estudiantes fundada en 1921 en Friburgo.2 A lasanteriores se sumó una entidad de carácter político:la Internacional Juvenil Comunista. Los estudian-tes españoles no fueron ajenos al influjo de las másimportantes corrientes de orientación juvenilis-ta internacional, algunas de las cuales auspiciaron

    1 La Agrupación Universitaria pro Sociedad de las Naciones se constituyó en Madrid elaño de 1925. Azcarate, 1925:2 Weck, 1946.

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    el cultivo de algunos puentesde entendimiento entre lostrabajadores y estudiantes: elanarquismo, el catolicismo y

    el socialismo –incluidas susvariantes comunistas. La ver-tiente juvenilista que destaca-remos por su recepción en elmovimiento estudiantil hispa-no americano es que la que es-tuvo vinculada a la brújula dela Reforma universitaria. 3

    Tuvieron noticias de la

    efervescencia estudiantil quese había hecho visible en Fran-cia imprimiéndole un tonointernacionalista a sus con-

    gresos, así como el protagonismo estudiantil en elmovimiento de Nueva Cultura en Beijing y Shanghaide 1919. Sin embargo, para el ala vanguardista de la juventud universitaria madrileña, fue mucho másimportante su recepción del movimiento estudian-til latinoamericano. Compartían un mismo halo re-novador que abrevaba en las narrativas juvenilistasprevias, como la de los argentinos Manuel Ugarte(1875-1951), Alberto Ghiraldo (1875-1946) y Al-fredo Palacios (1878-1965), del mexicano José Vas-concelos (1882-1959), y de los españoles Cristóbalde Castro y Miguel de Unamuno (1864-1936),4 entreotrosManuel Ugarte, Alberto Ghiraldo y Alfredo Pa-lacios, del mexicano José Vasconcelos, y de los es-pañoles Cristóbal de Castro y Miguel de Unamuno,5 

    3 Suscribimos la siguiente caracterización: «Una idea subyacente general en la trayec-toria reformista se vincula con el juvenilismo, es decir, con la creencia de que les cor-responde a los jóvenes asumirse como avanzada histórica, como redentores socialesy portadores de utopía, al reunir en sí la mayor dosis de inconformismo, desinterés,creatividad y compromiso; lo cual se traduce en un accionar renuente a la injusticia einclinado hacia los desposeídos.» Biagini, 2000: 75.4 Conmocionó los espacios intelectuales y políticos españoles la provocadora y ególa-tra frase de Unamuno: «El único joven de España soy yo». Sin embargo, dio pie a unainterpretación estudiantil amable y solidaria como la de Balbontin, 1925.5 Conmocionó los espacios intelectuales y políticos españoles la provocadora y ególa-

    Imagen 1. Antonio MaríaSbert ca. 1928. http://www.agronoms.cat/

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    entre otros. Todos ellos, con desiguales énfasis re-flexionaron o brindaron palabras de aliento al movi-miento de Reforma Universitaria que venía de Amé-rica del Sur, varios de los cuales fueron honrados por

    las vanguardias estudiantiles como «Maestros de laJuventud». Fue el ideal juvenilista que no obstantesu heterogeneidad ideológica, el que aproximó a es-tos maestros a los universitarios hispanoamericanosinsumisos. De otro lado, algunos mensajes, cartas,conferencias y declaraciones de Miguel de Unamu-no6, Manuel Ugarte, José Vasconcelos7 y Alfredo Pa-lacios8 muestran huellas de la existencia de un inter-cambio de doble vía, entre ellos, pero también con

    los jóvenes estudiantes durante el periodo estudia-do. Destacaremos el hecho de que cuatro obras deUgarte fueron publicados por editoriales españolasen el breve lapso de 1919 y 1923. 9

    Ghiraldo, a diferencia de sus coetáneos anclósus preferencias juvenilistas en los trabajadoresgráficos en lugar de los estudiantes universitarios.En 1920 formó parte del «Comité de la Casa de laPrensa no Diaria» en Madrid, el cual auspiciaba larealización de un proyecto ideológicamente plural afavor del desarrollo de la juventud obrera tipográfi-

    tra frase de Unamuno: «El único joven de España soy yo». Sin embargo, dio pie a unainterpretación estudiantil amable y solidaria como la de Balbontin, 1925.6 La juventud chilena y argentina en sus escritos de 1921: «Carta de Unamuno a losestudiantes chilenos», El Maestro (México), núm.2, noviembre de 1921, pp. 128-131;Unamuno, 1977: 30.7 Vasconcelos fue saludado como «uno de los hombres más preclaros del espíritu dela América española, guía esforzado de la nueva generación intelectual y creador dela Universidad nueva de México» desde las páginas de la revista El Estudiante, núm. 8,

     junio de 1925, s/p. La respuesta del pens ador mexicano fue reproduc ida en e l mismonúmero de la revista . Uno de sus párrafos decía: «Yo no podría deciros que en la Améri -ca nuestra se han logrado conquistas definitivas, pero sí puedo afirmaros que allí se ha

    luchado y se sigue luchando por la justicia. En esa cruzada fecunda hace falta vuestroconcurso. Cada vez que las libertades se ahogan en una región, la libertad peligra en elmundo. Cada acto de tiranía es un bofetón dado en el rostro de cada uno de los hom-bres. Estudiantes de España: La América de vuestra sangre está atenta, os acompañaen vuestro dolor y en vuestra esperanza y confía en vosotros. No entonará el canto detriunfo mientras vosotros no hayáis triunfado.»«Vasconcelos a los estudiantes españoles» El Estudiante, núm.8, junio de 1925.8 Palacios, Alfredo L. «A los estudiantes españoles» El Estudiante, núm.1 segunda épo-ca, diciembre de 1925.9 La verdad sobre Méjico, Bilbao: Ugalde, 1919; Mi campaña hispanoamericana, Bar-celona: Editorial Cervantes, 1922; La Patria Grande, Barcelona: Editorial Internacional,1922; El Destino de un Continente, Madrid: Editorial Mundo Latino, 1923.

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    ca. 10 Se ubicó en su ala izquierda al lado de AntonioHoyos de Vinet y Pedro de Répide. Un año más tar-de fue detenido y amenazado de expulsión por susquehaceres propagandísticos anarquistas.11Por su

    lado, Castro fue el mentor de una entidad que llevópor nombre Juventud Hispanoamericana.El inicio de la posguerra coincidió con un clima

    de agitación y crisis política. Antonio Maura fue me-diador, árbitro y figura de poder relativo, la crisis loorilló a infructuosos movimientos políticos pendu-lares. A la muerte de Eduardo Dato en manos anar-quistas, le sucedió el brevísimo y alicaído mandatoconservador de Manuel Allendesalazar. Le siguió el

    régimen precario de concertación conservadora yliberal de Antonio Maura. La Guerra del Rif generó

    10 «F i g u r a s d e l C o m i t é de la “CASA DE LA PRENSA NO DIARIA” »Mundo gráfico(Madrid) núm. 428, 14 de Enero de 1920. s/p.11 «La expulsión del escritor Sr. Ghiraldo» en: Soldevilla, 1922: 294.

    Imagen 2. AntonioMaría Sbert vuelve aBarcelona después dehaberse exiliado durantela Dictadura de Primo de

    Rivera el 7 de febrero de1930 - foto AF-AHC.http://www.fideus.com/antoni_maria_sbert%20UH.htm

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    impactantes reveses militares y políticos. La obso-lescencia monárquica, conservadora y liberal se fueacentuando. Entre 1922 y 1923, cayeron dos presi-dentes más. La crisis de poder fue paliada abrupta-

    mente a través del golpe militar de Miguel Primode Rivera, sin que llegase a desactivar los ánimosciudadanos de las nuevas generaciones de buscarnuevas alternativas, entre ellas, la vía republicana.

    No eran solo tiempos difíciles para la vida políti-ca española, lo eran también para sus universidadesy espacios culturales. Eran tiempos en que se vivíaen las Universidades españolas el tránsito de un ré-gimen centralista a un régimen autonómico con re-

    conocimiento de las sociedades de estudiantes, pro-ceso inicialmente controlado ideológicamente tantopor el gobierno como por la monarquía de AlfonsoXIII. No faltaba la injerencia católica en las universi-dades, un ejemplo de ello fueron las conferencias delpadre Nevares en la Universidad de Sevilla acerca dela necesidad de expandir los sindicatos obreros cató-licos.12 Tampoco fue casual que el rey inaugurase, el10 de octubre de 1921, el nuevo año académico de laUniversidad de Madrid. Sin embargo, el discurso delrector Rodríguez Carracido reconoció la existenciade una crisis de transición cuyo curso era de difícilpronóstico.13 No se equivocaba la máxima autoridaduniversitaria en su apretado diagnóstico, si conside-ramos que a las turbulencias estudiantiles previas,pronto le seguiría una saga de movilizaciones que sefue revistiendo de radicalidad antiautoritaria y deorientación renovadora de la vida universitaria y depreocupación por la realidad y el futuro de España.Frente a la arcaizada Universidad y su carácter ideo-lógico conservador emergieron voces y acciones es-tudiantiles a favor de su transformación. Una revistaestudiantil expresó en 1925:

    12 «Conferencia s del P. Nevares» El Día (Madrid) 14 de abril de 1919, p, 3.13 [Nota informativa] en: «Panorama Univers