paisajes de agua en chapinero
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Investigación sobre las Quebradas de la Localidad de Chapinero en Bogotá, realizada por Paula Viviana Cano Jaramillo para el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural IDPC.TRANSCRIPT
Paisajes de agua en Chapinero
Becas de Investigación en Patrimonio Cultural 2010
Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Joven Investigador: Paula Viviana Cano Jaramillo
Bogotá, junio de 2011
Quebrada Las Delicias
Javier de la Cuadra (2011)
2 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Agradecimientos
A mi familia y a Joaquín Pinto.
Al Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, especialmente a su director, Gabriel Pardo
García-Peña, a Ilona Murcia Ijjasz, a Ximena Bernal Castillo, Patricia Jiménez y a Astrid
Fajardo.
A todos quien apoyaron el desarrollo de este proyecto: Andrés Plazas, Adriana Rodríguez
Franco, Claudia Romero, Patricia Bejarano, Catalina Silva, Diana Aya, María Clara Cortés,
Pedro Crump, Edelmira, Maritza Pinzón, Paloma, Iván Borda, Javier de la Cuadra, Camilo
Zambrano, Rocío Delgado, Alejandro Martínez Uribe, Jorge Alexander Hernández Ávila,
Javier Esteban Larrota y Giovany Alfonso.
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
3 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Contenido
Agradecimientos .................................................................................................................... 2
Introducción ........................................................................................................................... 4
1. Xiegua “agua entre colinas”: el agua en la localidad de Chapinero ........................... 7
1.1 ¡Doce quebradas descienden de las montañas de Chapinero! ..................................... 11
2. Carta de navegación ..................................................................................................... 26
2.1 Desarrollo del Tejido Conceptual ........................................................................................ 27
2.1.1 Patrimonio ambiental ...................................................................................................................... 27
2.1.2 Paisajes del agua ............................................................................................................................. 27
2.2 Aspectos metodológicos: valoración social de paisajes ...................................................... 28
2.2.1 Textos, fotografías y relatos como fuentes de información ............................................................ 29
3. ¿Tienen historia los cuerpos de agua en Chapinero? ................................................ 31
3.1 Un pasado lejano ................................................................................................................... 33
3.1.1 Los cuerpos de agua como lugares sagrados .................................................................................. 33
3.2 Un pasado cercano ................................................................................................................ 37
3.2.1 1850-1930: el agua en la conformación territorial de Chapinero .................................................... 37
3.2.2 1930 – 1970: el agua en las nuevas formas de habitar Chapinero .................................................. 48
3.2.3 1970 - 2011: el renacer de las quebradas en Chapinero .................................................................. 52
3.2.3.1 Acciones de recuperación ecológica ........................................................................................ 53
A. Experiencias locales ................................................................................................................... 53
B. Procesos socioambientales a nivel distrital ................................................................................ 65
C. A nivel regional: la otra cara de los Cerros Orientales ............................................................... 67
4. Cualidades patrimoniales de los paisajes del agua en Chapinero ............................. 70
4.1 Valoración de los paisajes del agua en Chapinero ............................................................. 70
5. Habitar, restaurar, conservar y legar un patrimonio ambiental ................................ 84
5.1 Reactivación social del patrimonio ambiental en Chapinero ............................................ 86
6. Aprendizajes y proyecciones ........................................................................................ 89
6.1 Aprendizajes de la experiencia de investigación ................................................................ 89
6.2 Proyecciones ..................................................................................................................... 91
Bibliografía .......................................................................................................................... 95
4 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Introducción
Este documento contiene los resultados de uno de los proyectos ganadores de las becas de
investigación, otorgadas por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural en el año 2010; en
la línea de investigación sobre los usos y la función del patrimonio cultural, para la
categoría de jóvenes investigadores.
La investigación es un estudio de valoración social de los cauces de agua presentes en la
localidad de Chapinero. Recurrió a diversas fuentes de tipo documental, fotográfico y
narrativo para conocer los usos, la función y las transformaciones del paisaje donde existe
un interés colectivo hacia el agua. Por ello se ha denominado ―Paisajes de agua en
Chapinero‖.
Quebrada Los Olivos
Javier de la Cuadra (2011)
5 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
En los trabajos de investigación sobre patrimonio cultural en Bogotá, predominan los
estudios sobre patrimonio material e inmaterial, a diferencia de lo que ocurre con el
patrimonio natural en este contexto urbano. Por tal motivo, el foco de intervención delimitó
las microcuencas abastecedoras de la cuenca del río El Salitre como un espacio público
pertinente para consolidar un avance y fortalecimiento de la investigación socioambiental
sobre las dinámicas de apropiación y valoración del patrimonio ambiental de Bogotá.
La indagación se remite a un caso específico de la naturaleza en la ciudad vista desde la
perspectiva del patrimonio, es decir, las quebradas como lugares singulares en Bogotá. El
hilo conductor de esta indagación reconoció la interactividad entre patrimonio cultural y
natural optando por la denominación integradora de patrimonio ambiental de Bogotá.
Como lugares singulares, las quebradas de Chapinero permiten relatar historias particulares
que esperan ser contadas como parte de la memoria ambiental y colectiva de nuestra
ciudad. Desde los nacimientos hasta las desembocaduras, entregan agua, vivencias,
anécdotas y dibujan a su paso senderos que son posibles transitar.
El diseño y el desarrollo de la investigación estuvieron orientados hacia la identificación de
relaciones socioambientales y acciones concretas de restauración ecológica, que están
proponiendo alternativas culturales, al gestar e implementar proyectos socioambientales en
el contexto urbano. Estos proyectos permiten resignificar la función de la naturaleza en la
ciudad y en este caso, resignificar la función de las quebradas de la localidad de Chapinero
como patrimonio ambiental del territorio.
Este documento se estructura en seis capítulos y transita entre la contextualización, la
descripción y algunos elementos de análisis. Su recorrido, busca generar una serie de
reflexiones con diversas proyecciones para futuros trabajos de investigación socioambiental
y de gestión participativa del patrimonio ambiental de Bogotá.
En el primer capítulo se describe el área de estudio: Chapinero como una localidad
estratégica en la oferta y regulación hídrica de Bogotá al contener zonas de recarga
acuífera. Se presentan las quebradas de Chapinero como microcuencas abastecedoras del
sistema hídrico de la cuenca del río El Salitre. Esta descripción tiene la finalidad de
compartir con el lector, la importancia de la conectividad ecológica de un sistema hídrico,
6 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
avanzar en la comprensión del funcionamiento de una cuenca urbana y vincular las
quebradas con las formas de ocupación del territorio reflejado en el desarrollo urbano y
rural de Chapinero.
El segundo capítulo es la síntesis teórica y metodológica de la carta de navegación que
orientó la investigación, seguido del capítulo en donde se realiza un aporte a la narrativa
ambiental de las quebradas de la localidad de Chapinero. Para lograr este cometido, se
incorporó una periodización desde la historia ambiental de la sabana y en general en
Colombia para registrar eventos, acciones e iniciativas que coinciden en trabajar por la
restauración ecológica de las quebradas. Con esta narrativa ambiental se evocó un pasado
lejano, un pasado cercano y se describieron algunas transformaciones de los cuerpos de
agua.
Posteriormente, en el capítulo cuarto, se desarrollan las expresiones de valoración de los
paisajes del agua de Chapinero encontradas a lo largo de la investigación y que se
convierten en un insumo para reflexionar sobre el proceso de patrimonialización de éstas y
sobre su reactivación social como patrimonio ambiental, esta última reflexión en particular,
se presenta en el quinto capítulo del texto.
Por último, se propone dar continuidad a los aprendizajes y a las posibles proyecciones
frente al tema, ya que el trabajo permitió establecer un campo fértil para la investigación en
el contexto del patrimonio ambiental a escala local y distrital donde los senderos del agua
reaparecen en medio de una urbe.
7 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
1. Xiegua “agua entre colinas”1: el agua en la localidad
de Chapinero
El agua recorre Bogotá. Nace en zonas de páramos y bosques andinos en los Cerros
Orientales, desciende formando quebradas, lagunas, ríos y humedales; avanza entre los
barrios, urbanizaciones, centros industriales y largas avenidas hasta llegar al imponente río
Bogotá. Todos los cuerpos de agua interactúan con el tejido urbano, aun cuando no todos se
puedan divisar a simple vista pues algunos de ellos han sido canalizados.
Plano Sistema Hídrico de Bogotá
(Adaptación realizada para la presente investigación - abril 2011)
Chapinero es una localidad estratégica para la oferta y regulación hídrica de Bogotá y la
región conformada por los departamentos de Cundinamarca, Meta y Boyacá ya que en esta
localidad hay presencia de remanentes de bosques andinos, páramos y subpáramos
indispensables para la producción natural de agua2. En sentido sur-norte, las quebradas El
1 Xiegua es una denominación muisca que significa —agua entre colinas— y ha sido retomada por la
Corporación Parque Museo del Páramo para nombrar un sendero de interpretación en el ecosistema del
páramo La Cumbrera. 2 La información utilizada para esta caracterización es retomada de los siguientes documentos: ―Agenda
ambiental de Chapinero‖, disponible en: http://riosalitre.files.wordpress.com/2009/04/2_aa_chapinero2.pdf;
―Diagnóstico, zonificación y priorización de las quebradas de la Localidad de Chapinero pertenecientes a la
8 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Chulo, Pardo Rubio, Las Delicias, Los Olivos, La Vieja, Rosales, Chicó, Pozo Claro,
Puente Piedra, La Sureña, Morací y San Antonio, se encuentran ubicadas en el territorio de
esta localidad.
cuenca del río El Salitre‖, en el marco del proyecto ―Manejo y recuperación del sistema hídrico de Chapinero
– Recuperación integral de las quebradas‖, producto número l del convenio de asociación 090-90 entre el
Fondo de Desarrollo Local de Chapinero, la Secretaria Distrital de Ambiente y Conservación Internacional
(inédito) y ―Primera etapa de sensibilización, diagnóstico y formulación de proyectos desde la visión
comunitaria‖, producto final del convenio de cooperación N° 4600002865/2009, Cámara de Comercio de
Bogotá y Corposéptima (inédito).
9 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Estas quebradas a su vez, son ecosistemas acuáticos indispensables para el corredor
regional de conservación a gran escala denominado Chingaza - Cerros Orientales -
Sumapaz - páramo El Guerrero y, de oriente a occidente, se constituyen en afluentes de la
cuenca del río El Salitre3.
Frailejones, cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
La localidad de Chapinero cuenta con dos tipos de ocupación del territorio: rural y urbana4;
La zona urbana está organizada en Unidades de Planeación Zonal —UPZ— y la zona rural
se encuentra incluida como Unidad de Planeación Rural —UPR—, en los límites
territoriales con la zona de Reserva Forestal Protectora Cerros Orientales cuyo uso es
3 Existe un convenio interadministrativo formalizado en el año 2007 entre la Secretaría Distrital de Ambiente
y la Universidad Militar Nueva Granada para avanzar en la consolidación del Plan de Ordenación y Manejo
de la Cuenca del río El Salitre conocido como POMCA El Salitre, cumpliendo con el Decreto 1729 de 2002
sobre manejo de cuencas y la ―Guía técnico científica para la ordenación de cuencas hidrográficas para
Colombia‖, emitida por el IDEAM en el año 2004. 4 La localidad de Chapinero tiene una extensión aproximada de 3.898, 71 hectáreas; la extensión rural (2.664
ha.) es mayor que la zona urbana (1.234,71 ha.).
10 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
principalmente de protección. Esta organización responde a las dinámicas de ordenamiento
del territorio para ser administrado y regulado por parte del distrito mediante instrumentos
normativos como el Plan de Ordenamiento Territorial —POT— que indica los usos del
suelo en Bogotá.
Las quebradas ubicadas en la UPZ 88 El Refugio (de tipo residencial cualificado) son La
vieja, Rosales y Chicó; en la UPZ 89 San Isidro-Patios (de tipo residencial con
urbanización incompleta) se encuentran las quebradas Pozo Claro, Puente Piedra, La
Sureña, Morací y San Antonio y en la UPZ 90 Pardo Rubio (de tipo residencial
consolidado) existen las quebradas Pardo Rubio, El Chulo, Las Delicias y Los Olivos.
Teniendo en cuenta las delimitaciones territoriales organizadas en Unidades de Planeación
Zonal y Rural, las quebradas nacen en la zona de reserva forestal protectora y tienen
contacto con procesos de urbanización, lo que las caracteriza como quebradas urbanas con
diferentes potencialidades para su restauración ecológica.
Cuenca quebrada La Vieja
Patricia Bejarano (2010)
11 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
1.1 ¡Doce quebradas descienden de las montañas de Chapinero!
La quebrada El Chulo nace en el cerro El Cable y desemboca en el río Arzobispo; la cuenca
tiene una extensión aproximada de 42,238 hectáreas con caudal bajo pero permanente. Está
en contacto con el barrio El Paraíso, el Parque Nacional y el barrio Siberia.
Cuenca quebrada El Chulo
Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada El Chulo
Patricia Bejarano (2010)
12 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada Pardo Rubio nace en el barrio Pardo Rubio y vierte sus aguas al río Arzobispo;
tiene una extensión aproximada de 99,058 hectáreas. Los barrios cercanos son: Siberia
Central, Pardo Rubio, San Martín de Porres y Panorama, constituidos mediante procesos
espontáneos de ocupación del territorio.
Cuenca quebrada Pardo Rubio
Patricia Bejarano (2010)
Cuenca quebrada Pardo Rubio
Javier de la Cuadra (2011)
13 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada Las Delicias nace en un lugar denominado Las Juntas, donde se unen otros
cauces que vienen del río Teusacá. Esta quebrada vierte sus aguas al río Arzobispo y a lo
largo de su recorrido, se pueden apreciar cuatro pozos: La Chorrera, Los Ahogados, La
Nutria y La Cueva de la Virgen. La extensión de la cuenca es de 446,481 hectáreas, siendo
la quebrada más extensa y con un alto potencial de restauración ecológica. En la zona
urbanizada está en contacto con los barrios INGEMAR, Bosque Calderón Tejada, Las
Delicias, Vista Hermosa (El León) y La Portada.
Cuenca quebrada Las Delicias
Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada Las Delicias
Patricia Bejarano (2010)
14 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada Los Olivos tiene una extensión aproximada de 41,936 hectáreas, vierte sus
aguas a la quebrada Las Delicias y tiene un caudal temporal producto de las obras para la
construcción de la Avenida Circunvalar que han alterado el cauce natural. Los barrios de
influencia en la cuenca son: Urbanización Luis Alberto Vega, Bosque Calderón Tejada,
Carolina Oriental, Vista Hermosa (El León) y Barrio Nueva Granada.
Cuenca quebrada Los Olivos Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada Los Olivos Patricia Bejarano (2010)
15 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada La Vieja tiene una extensión de 242,751 hectáreas, vierte sus aguas al río
Arzobispo; es una de las mejores conservadas de la localidad gracias a la labor de los
habitantes cercanos (Aquavieja y Amigos de la Montaña) y a la Empresa de Agua y
Alcantarillado de Bogotá —EAAB—. La zona de influencia corresponde a los barrios
Tanque Quebrada La Vieja y Las Acacias. En otro sector se encuentran las urbanizaciones
El Cerro y Las Acacias.
Cuenca quebrada La Vieja
Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
16 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada Rosales tiene una extensión que abarca 218,272 hectáreas y vierte sus aguas al
río Arzobispo. Los barrios que conforman la zona urbanizada de la cuenca son: Bosques de
Bellavista, Conjunto Residencial Torres de Cádiz, Altos de Bellavista, Bellavista III Sector,
Urbanización El Castillo, Urbanización Gratamira y Urbanización Las Acacias.
Cuenca quebrada Rosales
Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada Rosales
Javier de la Cuadra (2011)
17 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La extensión de la cuenca de la quebrada Chicó es de 322,582 hectáreas. Nace en el Alto de
Cazadores en la finca ―El Tauro‖ y llega de forma natural hasta la Carrera Séptima en el
costado sur del Seminario Mayor de Bogotá. A partir de este lugar es canalizada hasta el
Museo Chicó y vierte sus aguas al río Negro. Los barrios Vereda Páramo I, Urbanización
Chico Oriental, Urbanización El Chico, Bosques De Karón y Seminario Mayor De Bogotá
están en el área de la cuenca y son predios de uso privado con acceso restringido.
Cuenca quebrada Chicó
Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada Chicó
Javier de la Cuadra (2011)
18 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada Pozo Claro tiene una extensión de 251,919 hectáreas, es el cauce más grande
de la UPZ 89. Nace en el barrio San Luis Altos del Cabo y su cauce se ve interceptado por
la vía a La Calera, sin embargo, continúa su rumbo y desemboca en la quebrada La
Chorrera ubicada en la jurisdicción de la localidad de Usaquén. Los barrios San Luis Altos
del Cabo y Sureña conforman el área urbanizada.
La quebrada La Sureña tiene una extensión de 24,944 hectáreas; nace en el barrio San Luis
y vierte sus aguas a la quebrada Puente Piedra en la zona de la reserva natural de la
localidad de Usaquén. Actualmente tiende a la extinción.
Cuenca quebrada La Sureña
Patricia Bejarano (2010)
Cuenca quebrada Pozo Claro
Diego González (2010)
19 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La extensión de la quebrada Puente Piedra es de 26,222 hectáreas; nace en una zona
denominada Las Moyas y vierte sus aguas a la quebrada La Chorrera en la localidad de
Usaquén. La ronda de la quebrada está ocupada por los barrios San Luis Altos del Cabo y
Barrio Sureña.
Cuenca quebrada Puente Piedra Javier de la Cuadra (2011)
Cuenca quebrada Puente Piedra
Javier de la Cuadra (2011)
20 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La extensión de la quebrada Morací es de 190,245 hectáreas. Nace en el Alto de Cazadores,
en el lugar conocido como Las Moyas muy cerca del barrio La Esperanza y vierte sus aguas
a la quebrada La Chorrera en la localidad de Usaquén. Los barrios San Isidro, Sureña, La
Esperanza Nororiental y San Luis Altos del Cabo, estructuran el proceso de urbanización de
gran parte del cauce.
Cuenca quebrada Morací
Javier de la cuadra (2011)
Cuenca quebrada Morací
Javier de la cuadra (2011)
21 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La quebrada San Antonio tiene una extensión de 124.32 hectáreas y vierte sus aguas a la
quebrada La Chorrera en la localidad de Usaquén. La zona urbanizada la conforman los
barrios Páramo y Páramo I.
Cuenca quebrada San Antonio
Javier de la Cuadra (2011)
Las quebradas en la localidad de Chapinero son un conjunto de cauces que funcionan bajo
la denominación de sistema hídrico. Un sistema hídrico está compuesto por páramos,
lagunas, quebradas, aguas subterráneas, ríos, humedales y los océanos. Para la comprensión
del funcionamiento de un sistema hídrico existe la delimitación por áreas de estudio, para
su manejo ambiental y ordenación territorial, llamadas Cuencas, ―Una cuenca u hoya
hidrográfica es el área de aguas superficiales o subterráneas, que vierten a una red natural
con uno o varios cauces naturales, de caudal continuo o intermitente, que confluyen en un
curso mayor que, a su vez, puede desembocar en un río principal, en un depósito natural de
aguas, en un pantano o directamente en el mar‖5.
Esta definición permite contextualizar la zona de estudio para esta investigación de la
siguiente forma: las quebradas de Chapinero nacen en zonas de páramos y subpáramos que
aún existen en los cerros orientales; los páramos con más influencia en la localidad son La
Cumbrera y Cruz Verde. Las quebradas Pozo Claro, Puente Piedra, La Sureña, Morací y
San Antonio vierten sus aguas a la quebrada La Chorrera, esta quebrada alimenta el cauce
del río Molinos; la quebrada Chicó vierte sus aguas al río Negro (canal Virrey al norte de
5 ―Decreto 1729 de 2002 sobre cuencas hidrográficas‖, disponible en:
http://www.secretariadeambiente.gov.co/sda/libreria/pdf/Decreto_1729_de_2002.pdf. Consultado el 1.o de
diciembre de 2010.
22 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Chapinero) y los cauces Rosales, La Vieja, Los Olivos, Las Delicias, Pardo Rubio y El
Chulo vierten sus aguas al cauce del río Arzobispo (en el extremo sur de Chapinero). El río
Molinos, el río Negro y el río Arzobispo alimentan el río El Salitre. El agua continúa su
curso y pasa por los humedales Juan Amarillo, Santa María del Lago y Córdoba. Cierta
cantidad de agua alimenta el río Bogotá, que desemboca en el río Magdalena, llevando el
agua hasta el mar Caribe.
Río Arzobispo
Javier de la Cuadra (2011)
El funcionamiento vital de un sistema hídrico es posible gracias a la conexión que existe en
la cuenca conocida como conectividad ecológica. Esta incorpora: calidad de agua, flora y
fauna, es decir, la conexión ecológica que debe existir para crear hábitats. Si un elemento
del sistema se modifica, los impactos afectarán el conjunto del sistema; por ejemplo, en el
caso del agua de las quebradas de Chapinero que ha sido contaminada, existen zonas donde
la ronda hídrica está invadida por barrios y se presentan vertimientos de aguas residuales.
Esta mutación ha generado modificaciones en los ecosistemas locales, incluyendo la
biodiversidad de los cerros orientales y de los otros cauces de agua superficial y subterránea
que pertenecen a la cuenca mayor, en este caso el río El Salitre. Los agentes contaminantes
recorren el curso natural afectando el río El Salitre, los humedales, el río Bogotá, el río
Magdalena y el mar Caribe.
El sistema hídrico de la cuenca del río El Salitre ha sido fragmentado como producto de
diversas actividades urbanas de tipo espontáneo, durante procesos históricos de larga
duración. Existen numerosos trabajos de investigación, una amplia gama normativa en
23 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
asuntos ambientales, propuestas de saneamiento ambiental y planeación urbana, entre otros,
que han desarrollado diagnósticos del estado de contaminación del agua en Bogotá.
Referenciarlos sería objeto de otra investigación, por tal motivo, se tiene como prioridad
para este trabajo, las iniciativas ciudadanas e institucionales y la normatividad vigente a
escala local y distrital, que han gestado acciones concretas de restauración ecológica, con el
objetivo de registrar las iniciativas y experiencias renovadoras en la relación cuenca-ciudad.
Las iniciativas ciudadanas e institucionales, han contado con un marco normativo en el
tema ambiental, en el que la administración distrital de la ciudad está avanzando. La
aplicación de la normatividad ha contribuido al despertar de las quebradas de la localidad
de Chapinero y su reactivación como patrimonio ambiental. La renovación del ―Plan de
Ordenamiento Territorial del Distrito Capital‖6 establece la Estructura Ecológica Principal
de Bogotá, conformada por el Sistema distrital de áreas protegidas, parques urbanos y
corredores ecológicos la cual, tiene como objetivo, restablecer la conectividad ecológica
entre los dos límites naturales del Distrito Capital: los Cerros Orientales y el Río Bogotá, a
través del sistema hídrico que recorre el territorio en sentido oriente-occidente.
La renovación de la cuestión ambiental, incorporada en el contexto urbano, está
fortaleciendo las acciones positivas sobre el agua como el principal conector natural de la
ciudad. Las quebradas de la localidad de Chapinero cumplen una función ecológica vital:
6 Aprobado por el ―Decreto 190 de 2004‖, vigente en la actualidad.
Cuenca quebrada Morací
Alejandro Martínez Uribe (2011)
24 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
son receptoras del agua que se produce en los páramos, ecosistemas únicos en el mundo
(cerca del 50% están en Colombia) y afluentes del río El Salitre.
Al recuperar el potencial ambiental de las quebradas7, la calidad y cantidad de agua que
fluye por estos cauces, transformaría toda la cuenca hasta alcanzar el río Bogotá, uno de los
más contaminados en el mundo. Mejorando el recurso hídrico se renovarían las capacidades
ecológicas de los cerros orientales, creando unas condiciones ambientales óptimas para la
diversidad biológica en las áreas protegidas de Bogotá.
La conectividad ecológica entre los cerros orientales y el río Bogotá, es responsabilidad de
todas y todos los ciudadanos8; se trata de resignificar el sentido de la naturaleza en la
7 Para la consecución de este objetivo existe el ―Decreto 1729 de 2002 sobre ordenación y manejo de cuencas
hidrográficas‖, la Guía técnico científica para la ordenación y manejo de cuencas hidrográficas en el país
(Bogotá: Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales —IDEAM—, 2004) y El Protocolo
Distrital de Restauración Ecológica (Bogotá: Departamento Técnico Administrativo de Medio Ambiente —
DAMA—, 2010). Este protocolo cuenta con una guía técnica que corresponde a la restauración de rondas y
nacederos de agua, utilizada como orientación específica en procesos ambientales de Chapinero. 8 Sin embargo, existen instituciones ambientales que tienen a su cargo implementar la normatividad ambiental
y fortalecer los procesos participativos de las comunidades cercanas a los lugares que hacen parte del Sistema
Distrital de Áreas Protegidas. Algunas de estas instituciones de carácter oficial son: la Secretaria Distrital de
Ambiente —SDA—; la Corporación Autónoma Regional —CAR—; el Instituto de Hidrología, Meteorología
y Estudios Ambientales —IDEAM—. La Alcaldía Mayor de Bogotá y las alcaldías locales cuentan con una
serie de instrumentos para aplicar la normatividad ambiental a nivel distrital, como lo son el ―Plan de gestión
ambiental del Distrito Capital‖ y el ―Plan ambiental local‖, producto de la Agenda Ambiental de cada
localidad.
Cuenca quebrada Puente Piedra
Alejandro Martínez Uribe (2011)
25 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
ciudad y la función del sistema hídrico en el ordenamiento del territorio a través de
acciones de restauración ecológica y de conservación en contextos urbanos.
El objetivo del restablecimiento de la conectividad ecológica ha recibido fuertes críticas,
dado lo complejo del sistema normativo para asuntos ambientales en el Distrito Capital, sin
embargo, hay que reconocer la transformación en el énfasis de los proyectos ambientales.
Algunos años atrás, se consideraba como prioritaria la intervención técnica en la
restauración de un ecosistema, ahora, se propone un fortalecimiento en el componente
social y educativo a través de la apropiación de los recursos naturales presentes en el
territorio. De este tipo de procesos depende el cambio de mentalidad y la sostenibilidad de
las mejoras técnicas.
Se trata de un proceso de apropiación territorial para transformar la mentalidad de
ciudadanos, funcionarios, empresas públicas y privadas de diversos sectores sociales en la
ciudad y en la región. En este proceso, es importante resaltar el papel de las universidades
como entidades académicas con proyección socioambiental. Desde este ámbito se han
diseñado y desarrollado investigaciones interactivas entre las comunidades, la normatividad
y las instituciones ambientales, promoviendo el ejercicio de la reflexión y la pertinencia
social de los asuntos ambientales en el contexto urbano.
De esta forma se puede afirmar que se ha gestado una renovación en los procesos
socioambientales. A nivel local, existen procesos participativos que buscan la recuperación
integral de las quebradas de Chapinero, en donde se refleja la gestión conjunta entre la
comunidad, instituciones públicas, las organizaciones sociales de base y las universidades.
Para el desarrollo de esta investigación fueron incluidas y referenciadas algunas de las
experiencias y acciones concretas para la restauración ecológica de los cuerpos de agua en
esta localidad.
A continuación se sintetiza el marco conceptual y metodológico construido para la
implementación de la investigación.
26 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
2. Carta de navegación
El objetivo general de la investigación consistió en describir y analizar los usos, las
funciones y las transformaciones, físicas y simbólicas de las quebradas de la localidad de
Chapinero. Para alcanzar este objetivo, se contemplaron los siguientes aspectos:
• La búsqueda de información tomó como referente concreto algunas experiencias
locales de restauración ecológica de los cauces de agua en Chapinero.
• Se estableció una premisa: Las acciones de restauración ecológica de las quebradas
han incentivado la reactivación social del patrimonio ambiental de Chapinero.
• La descripción y el análisis de las fuentes (textos impresos, relatos y fotografías)
estuvo orientado por dos categorías: Patrimonio Ambiental y Paisajes del Agua.
• Se recurrió a un método de investigación de tipo cualitativo, denominado
Valoración Social de Paisajes.
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
27 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
2.1 Desarrollo del Tejido Conceptual
2.1.1 Patrimonio ambiental
Para esta investigación ―el patrimonio es todo recurso territorial que genera identidad‖.9 El
patrimonio además, es comprendido como una elaboración social, de carácter público,
donde interactúan elementos naturales y culturales y se compone de un conjunto de
cualidades o atributos significativos, que han sido construidos de forma colectiva, en torno
a un recurso territorial. Este proceso motiva la construcción de identidades, es decir, el
establecimiento de vínculos entre un grupo social y los cauces de agua en la localidad de
Chapinero.
Ahora bien, Patrimonio Ambiental es una denominación integradora; permite reconocer la
interacción entre los elementos naturales y culturales que se relacionan cuando un grupo
social desea restaurar, conservar, legar y difundir un recurso territorial, tal y como sucede
en el caso de las quebradas de la localidad de Chapinero.
El proceso de elaboración social del Patrimonio Ambiental se refleja en los paisajes que se
perciben en la actualidad, como una impronta cultural, que se puede leer al transitar por las
quebradas de la localidad de Chapinero. En este sentido, es importante desarrollar la
categoría: paisajes del agua.
2.1.2 Paisajes del agua
Se propone una definición inicial donde el paisaje:
(…) como construcción social refleja las dinámicas de los estilos de desarrollo
impuestos al territorio. La explotación primero, más tarde la protección, actualmente la
restauración y activación patrimonial jalonan la historia ecológica y de valoración
cultural de este bien, a la vez natural y cultural. El paisaje no es sólo una marca en el
territorio, es también la huella dejada en la memoria individual y colectiva de los
ciudadanos. Es, además, un indicador de calidad de vida, de identidad cultural y de
nivel de sostenibilidad, en la producción de la ciudad y en su relación con el
territorio10
.
9 Víctor Fernández Salinas y Carlos Romero Moragas, ―El patrimonio local y el proceso globalizador.
Amenazas y oportunidades. Tendencias futuras en la gestión local del patrimonio‖, La gestión del patrimonio
cultural: apuntes y casos en el contexto rural andaluz (Granada: Asociación para el Desarrollo Rural de
Andalucía —ARA—, 2008) 17. Disponible en:
http://www.cdar.org/mantenimiento/archivos/libro%20patrimonio.pdf. Consultado el 4 de junio de 2010. 10
Domingo Sánchez Flores, ―La deconstrucción del Paisaje Cultural en la ordenación del Espacio Turístico:
Continuidades, Discontinuidades y Rupturas‖, Noveno Congreso Nacional de Medio Ambiente, Madrid,
28 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La interacción entre los grupos sociales que han habitado el territorio de Chapinero y el
agua, ha recreado los paisajes de las quebradas en diferentes épocas, configurando unos
paisajes del agua11
con singularidades ambientales en un contexto urbano.
Una ruta para estudiar la singularidad de los paisajes del agua en un contexto urbano se
puede iniciar a partir de la pregunta ¿Qué papel tiene el agua en el paisaje? La presencia del
agua en el paisaje, invita a ubicar interrelaciones, mutaciones, intercambios, en diferentes
escalas espacio-temporales, donde los usos del agua, la percepción de las quebradas, los
conocimientos científicos y no científicos, locales y foráneos, tienen cabida en una
comprensión integral del proceso de configuración particular del mismo.
Resulta importante demostrar la función que tiene el recurso hídrico en la formación de
grupos sociales o comunidades que comparten elementos identitarios, ya que un paisaje es
conservado si se comprende su función social y ambiental.
En esta medida, la presente investigación se interesa por rastrear algunas particularidades
de las quebradas de Chapinero en su ámbito natural y cultural, pues se considera que este
aporte sirve de base para la identificación de cualidades patrimoniales de estos paisajes. A
continuación se comparten algunos elementos relevantes de la metodología utilizada para
identificar las cualidades ambientales de los cauces de agua y su valor patrimonial.
2.2 Aspectos metodológicos: valoración social de paisajes
Las representaciones de la naturaleza han cambiado de sentido en diversos contextos
históricos debido a que las personas en diferentes momentos, establecen percepciones,
valoraciones y definen el significado de un recurso natural (en este caso los cauces de agua
en la localidad de Chapinero). El estudio de valoración social de paisajes12
transita entre la
2008, 3. Disponible en: http://www.conama9.org/conama9/download/files/CTs/2728_DS%E1nchez.pd,
consultado el 7 de mayo de 2010. 11
Categoría retomada de las siguientes publicaciones: F. Zoido Naranjo, ―Los paisajes del agua en
Andalucía‖, El agua en la pintura andaluza (Sevilla: Agencia Andaluza del Agua en Junta de Andalucía,
2007). Disponible en:
http://www.google.com.co/search?hl=es&q=los+paisajes+del+agua+en+andalucia&aq=f&aqi=&aql=&oq=&
gs_rfai=, consultado el 11 de mayo de 2009. Marina Frolova, ―El estudio de los paisajes del agua en una
cuenca vertiente: propuesta metodológica‖, Revista de Estudios Regionales No. 83 (2007): 21-47. Disponible
en: http:// www.revistaestudiosregionales.com/pdfs/pdf1050.pdf, consulado el 12 de mayo del 2010. 12
María Dolores Muñoz et al., ―Los paisajes del agua en la cuenca del río Baker: Bases conceptuales para su
valoración integral‖, Revista de Geografía Norte Grande No. 36 (2006) 31-48. Disponible en:
http://www.geo.puc.cl/html/revista/PDF/RGNG_N36/art02.pdf, consultado en 10 de mayo de 2010.
29 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
descripción, un diálogo con la teoría y la práctica cotidiana, para construir un referente que
permite una aproximación comprensiva al patrimonio ambiental.
El método de valoración social de paisajes contempla la polisemia de significados,
reconoce diversos valores y se apoya en diferentes lugares del saber (un saber
institucionalizado, disciplinado y el saber social de la gente que habita, transita y trabaja en
el territorio) lo que permite identificar los vínculos, percepciones, motivaciones y
significaciones. Estas características integrales del método de valoración han sido posibles,
en gran medida porque:
Hoy se aprecia la tendencia a valorar el paisaje no solo a partir de la opinión de
expertos, del reconocimiento oficial y la protección legal porque se estima que su
valorización necesariamente debe considerar en forma prioritaria la opinión de la
comunidad. El valor social del paisaje debiera estar en sintonía con la dimensión
afectiva del hombre en cuanto ser individual y social; en este sentido, su valoración del
paisaje debe identificar y reconocer las visiones culturales compartidas por una
sociedad o un grupo que se identifica con el paisaje como entorno común y un
escenario de la vida que es esencial para el fortalecimiento de su identidad colectiva.13
Para realizar estudios de valoración de paisajes se pueden contemplar diversas variables o
descriptores. En este caso, se trabaja desde una valoración socioambiental, debido a su
pertinencia en la articulación de las cualidades culturales y naturales, lo que posibilita
rastrear las relaciones entre lo ambiental y lo patrimonial en los paisajes del agua
estudiados.
2.2.1 Textos, fotografías y relatos como fuentes de información
Las fuentes se constituyen en registros para la comprensión de procesos colectivos como la
configuración de paisajes del agua, las acciones de restauración ecológica de las quebradas
y la reactivación de éstas como patrimonio ambiental de Chapinero.
Los textos impresos indagados son de diferente naturaleza, estudios técnicos sobre las
quebradas de Chapinero y la cuenca del río El Salitre, investigaciones historiográficas del
agua en Bogotá y del agua en los Cerros Orientales, literatura relacionada con la historia de
Chapinero como localidad del Distrito Capital y prensa de circulación nacional.
13
Muñoz 6.
30 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La fotografía es un registro visual que funciona como soporte físico para conservar la
memoria de un suceso social. Las fotografías compiladas en este trabajo se convierten en
huellas referidas a los usos, la función y las transformaciones de las quebradas.
La fotografía como documento requiere de un análisis que reconozca su potencial expresivo
e informativo. Se trata de leer la imagen desde un contexto particular o teniendo en cuenta
una temática, para lograr interpretar el contenido de ésta y las intenciones que motivaron la
selección, reproducción y circulación de la fotografía. Las imágenes seleccionadas permiten
acceder a los significados construidos en torno a los cauces de agua en Chapinero e
incorporarlas como activadoras de memoria en los relatos.
La información sobre un suceso social reposa de forma significativa en los relatos de
personas que desempeñan un rol activo en el proceso de restauración ecológica de las
quebradas en Chapinero. La información recolectada a través de los relatos contribuye a la
caracterización de personajes, líderes comunitarios, instituciones que trabajan en la zona,
metáforas y significados recurrentes para referirse a los cauces de agua y describir
elementos recurrentes que han motivado la reactivación social del patrimonio ambiental de
Chapinero.
31 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
3. ¿Tienen historia los cuerpos de agua en Chapinero?
La configuración de los paisajes del agua que son percibidos actualmente en Chapinero, ha
sido un proceso socioambiental de larga duración. Incluye diversos actores, instituciones,
motivaciones, intereses, formas de apropiación y representaciones de la localidad, que es
habitada, visitada y transformada.
Este capítulo trata de evocar el pasado de los cauces de agua, registrar hitos, coyunturas,
describir acontecimientos, recurrir a las vivencias, percepciones, motivaciones, vínculos,
significados y algunas experiencias de participación de actores sociales e instituciones en la
transformación de los paisajes del agua, para lograr un aporte a la narrativa ambiental de las
quebradas de la localidad de Chapinero. La narrativa ambiental que se describe a
continuación es desarrollada en dos etapas denominadas: un pasado lejano y un pasado
cercano.
En la primera etapa se describen algunas relaciones establecidas en un pasado lejano entre
la cultura muisca y el agua; luego, se avanza en el tiempo para incluir otro tipo de vínculo
con los cauces de agua que bañaban la sabana naciendo en los cerros orientales, a la llegada
de los españoles.
Para describir un pasado cercano de las quebradas, se recurre a la periodización que
propone el profesor Germán Palacio14
con el ánimo de documentar las diferentes formas de
interacción entre los cauces de agua en Chapinero y los habitantes de este territorio desde el
año de 1850 hasta la actualidad. Los períodos15
que se proponen son:
• Primer período: desde 1850 hasta 1930 denominado naturaleza liberalizada16
. Este
periodo se caracteriza por la apropiación privada de la tierra, la disolución de
propiedades comunales y resguardos indígenas, la desamortización de bienes de
manos muertas y el fraccionamiento de grandes haciendas en fincas y lotes; es un
periodo de constantes tensiones entre la propiedad pública y privada. En este
14
Profesor titular, Universidad Nacional de Colombia, sede Amazonía. 15
Germán Palacio, ―La naturaleza en disputa: tierra, territorio y biodiversidad‖, La manzana de la discordia:
debate sobre la naturaleza en disputa (Bogotá: Ecofondo / Tercer Mundo Editores, 1998). 16
Palacio 17, 18 y 19.
32 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
contexto se van formando los centros urbano-industriales como Bogotá y los barrios
populares en Chapinero.
• Segundo período: comprende 1930 hasta 1970 llamado naturaleza modernizada17
.
Es un periodo de intensas transformaciones tecnológicas del paisaje, dividiendo el
territorio colombiano en naturaleza silvestre, rural y urbana dependiendo de los usos
de la tierra. En estas décadas se presenta una concentración masiva en las urbes, en
este caso Bogotá, haciendo énfasis en el crecimiento económico para subordinar lo
rural a lo urbano. Finalizando este periodo surge un pre-ambientalismo que procura
reglamentar la explotación de recursos y la regulación normativa del campo y zonas
periféricas relacionadas con el abastecimiento de agua, producción de alimentos y
comercialización de materias primas para las urbes.
• Tercer período: abarca 1970 hasta la actualidad bajo la denominación de naturaleza
ambientalizada18
. En este periodo emerge el discurso sobre desarrollo sostenible
difundido por instituciones de carácter global19
. Se puede afirmar que se intensifica
la preocupación ambiental e irrumpen acciones y experiencias de restauración y
conservación ecológica de ecosistemas estratégicos, como es el caso de los
ecosistemas relacionados con el agua. A nivel normativo, es la época de
formalización de instituciones ambientales como el Ministerio del Medio Ambiente
a nivel nacional y a nivel distrital la Secretaria Distrital de Ambiente. Nuevos
actores se manifiestan como las ONG´s, movimientos ambientales y las
universidades, convocados a participar en la búsqueda de alternativas a la
problemática ambiental.
Esta propuesta de periodización, contribuye a la organización de la información sobre las
quebradas de la localidad de Chapinero en un marco historiográfico comprensivo, donde es
posible articular factores naturales y factores culturales en la configuración de los paisajes
del agua a través del tiempo y percibidos en la actualidad.
17
Palacio 19 y 20. 18
Palacio 20, 21, 22 y 23. 19
La conferencia de Estocolmo de 1971, la Cumbre de Río y la publicación de ―Nuestro Futuro Común‖ son
acontecimientos globales que motivan la transformación de mentalidades colectivas a nivel regional y local en
torno a la relación con la naturaleza, con las formas de habitar un territorio y con la creación de modelos
alternativos para la subsistencia de las sociedades.
33 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Las quebradas en la localidad de Chapinero son consideradas quebradas urbanas, por tanto,
se hace necesario mantener un enfoque interactivo entre las personas que han habitado el
territorio y que se han relacionado con las quebradas. Éstas han sido transformadas y es este
proceso el que se requiere documentar y registrar para explorar las singularidades
ambientales del territorio.
3.1 Un pasado lejano
3.1.1 Los cuerpos de agua como lugares sagrados
El territorio que comprende actualmente la sabana de Bogotá estaba habitado por los
muiscas antes de la llegada de los españoles. La población se concentraba principalmente
en Bosa, Fontibón y Soacha en donde los cerros orientales eran considerados lugares
sagrados debido al valor identitario que tenía el agua en la cultura muisca. La diosa Sie o
Xie tenía santuarios para su adoración, lugares como páramos, lagunas, ríos, quebradas o
pequeños arroyos hacían parte del vínculo sagrado con el agua, siendo las lagunas de
Guatavita, Siecha, Neusa, Tota, Teusacá y Ubaque, entre otras, los principales centros de
adoración.
Represa de Neusa
Saúl Orduz (1953)
Colección Museo de Bogotá
34 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Los muiscas realizaban peregrinaciones, largos viajes para hacer ceremonias y rituales en
los cuerpos y cauces de agua que cruzaban el territorio. Los mitos del origen de la vida, la
fecundidad, el nacimiento de los hijos, la llegada a la pubertad, la sanación, la consagración
de un jeque, la muerte y la alimentación estaban relacionados con el líquido vital.
Laguna de Tota
Saúl Orduz (1953)
Colección Museo de Bogotá
En esta cultura prehispánica, el agua tenía un papel protagónico. Debido a que una de las
representaciones o símbolos de la deidad Sie fue la rana, numerosos relatos de cronistas
recurren a las figuras de ranas y sapos tallados en diversas rocas a lo largo y ancho del
territorio Muisca para reconstruir las creencias de esta nueva cultura con la que se
encontraban estos viajeros.
Laguna de Guatavita
Saúl Orduz (1963)
Colección Museo de Bogotá
35 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Juan Freyle Rodríguez en el escrito ―El Carnero‖ cuenta la ceremonia que tenían los
muiscas llamada ―Correr la Tierra‖:
―Tenían señalados cinco altares o puestos de devoción, muy distintos y apartados los
unos de los otros, los cuales son los siguientes: el primero era la laguna grande de
Guatavita (...); el segundo altar era la laguna de Guasca, que hoy llamamos Martos; el
tercer altar era la laguna de Siecha, el cuarto era la laguna de Teusacá20
, que también
tiene gran tesoro, según fama, porque se decía tenía dos caimanes de oro...; y el quinto
la laguna de Ubaque o de Carriega (...). Desde la laguna de Guatavita, que era la
primera y primer santuario, hasta la de Ubaque, eran los bienes comunes (...), había
como tengo dicho en este término de tierra que se corría, otros muchos santuarios y
enterramientos, pues era el caso que en descubriendo los corredores del cerro donde
había santuario, partían con gran velocidad a él21
.‖
El agua era un bien común, los páramos, quebradas, ríos, lagunas, humedales eran centros
ceremoniales, lo cual contribuyó a reducir el impacto ecológico en la cantidad y calidad del
agua presente en la sabana de Bogotá. Este sentido y vínculo se fue transformando con el
asentamiento español y su cultura.
Laguna de Fuquene
Saúl Orduz (1965)
Colección Museo de Bogotá
20
Se cree que la laguna de Teusacá es reconocida hoy en día como la laguna del Verjón, ubicada en la
localidad de Chapinero. 21
Juan Rodríguez Freyle, El Carnero (Bogotá: Editorial Imprenta Nacional, 1963) 72.
36 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Los españoles organizaron el espacio geográfico entre el río San Francisco y San Agustín
para fundar un resguardo militar y luego una ciudad siguiendo las Leyes de Indias.
Específicamente en el Libro IV, Título 7 ―De la población de las ciudades, villas y pueblos;
Ley V ―Que se procure fundar cerca de los ríos, y allí los oficios, que causan
inmundicias‖22
se decretaba:
Porque será de mucha conveniencia, que se funden los pueblos cerca de ríos
navegables, para que tengan mejor tragin y comercio, como los marítimos. Ordenamos,
que asi se funden, si el sitio lo permitiere y que los solares para carnicerias,
pescaderias, tenerias y otras oficinas que causan inmundicias y mal olor, se procuren
poner ázia el rio o mar, para que con más limpieza y sanidad se conserven las
poblaciones23
.
La cultura española rechazaba y condenaba la adoración a dioses, en este caso a la diosa
Sie. Pasó el tiempo y los indígenas adoptaron las costumbres cristianas hasta la
desaparición casi total de la cultura Muisca y su vínculo sagrado con el agua.
Laguna de Suesca
Saúl Orduz (1965)
Colección Museo de Bogotá
22
Compilación Leyes de los Reinos de las Indias. Disponible en:
http://www.congreso.gob.pe/ntley/LeyIndiaP.htm 23
Compilación Leyes de los Reinos.
37 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La población que continuó la reorganización del espacio de la sabana de Bogotá, fue
convirtiendo los ríos de Santafé en alcantarillas, caños y canales de aguas residuales y
aguas lluvias. Primero sucedió con el San Francisco y el San Agustín, luego, se intensificó
el consumo de agua en el río San Cristóbal hacia el sur y por último, con la expansión de la
ciudad hacia el norte, en medio de un colapso de salubridad pública, se recurrió al río
Arzobispo y sus afluentes durante el siglo XIX.
La Ley de Indias ha permanecido vigente en el crecimiento urbano de Bogotá; los residuos,
desechos, ―inmundicias‖, son arrojados a los cauces de agua. El crecimiento espontáneo de
la ciudad ha superado las acciones de planeación y ordenación del territorio para el manejo
de aguas residuales, lo que ha intensificado la fragilidad del agua como recurso limitado.
3.2 Un pasado cercano
3.2.1 1850-1930: el agua en la conformación territorial de Chapinero
En la pequeña Santafé se intensificaron los problemas de salubridad pública lo que impulsó
su expansión hacia el norte. En este tránsito se construyó en el año de 1808 un puente sobre
el río Arzobispo; momento en que el territorio que hoy comprende Chapinero, empezó a ser
contemplado por los bogotanos como un espacio geográfico con aire puro y agua cristalina.
Cuenca quebrada Rosales
Javier de la Cuadra (2011)
38 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La historia de poblamiento del territorio que hoy se denomina Chapinero tiene como
referente espacial el río Arzobispo al sur (Calle 39) y el río Negro al norte (en la actualidad
conforma el canal El Virrey). Estos límites naturales tienen como afluentes a las doce
quebradas que se encuentran actualmente en restauración ecológica.
Los procesos territoriales (aumento poblacional, cambios en los usos del suelo, crecimiento
de la ciudad hacia el norte, presencia de nuevos equipamientos para la oferta del servicio
del transporte, en el caso del tranvía, entre otros hitos históricos de la zona) activaron los
mecanismos institucionales de la creciente urbe, siendo formalizado el caserío de
Chapinero para la creación de un nuevo barrio mediante el acuerdo municipal del 17 de
diciembre de 1885. En esta época, algunos cauces de agua funcionaban como referentes
geográficos para la zonificación y el establecimiento de los límites barriales;
―Un año después (1885), cuando el desplazamiento de la población previsto ya se
había iniciado formalmente, el consejo de Bogotá acordó convertir este sector en un
nuevo barrio de la ciudad y, un poco más adelante, estipuló la jurisdicción de la Quinta
Inspección Municipal: por el norte, desde el nacimiento de la quebrada La Cabrera
aguas abajo hasta la unión con el río Negro, siguiendo aguas abajo hasta la confluencia
con el río Arzobispo; por el sur, el río Arzobispo aguas hasta arriba hasta su
nacimiento en la cordillera y, en este punto, hasta el cerro Pan de Azúcar; por el este, el
cerro Pan de Azúcar hacia el norte para encontrar el origen de la quebrada La cabrera;
por el oeste, río arzobispo aguas abajo hasta su confluencia con el río Negro, en el
potrero Las Velas, hacienda del Salitre‖24
.
El proceso de ocupación y apropiación del territorio de Chapinero tuvo como base sus
linderos naturales y el desarrollo de este espacio geográfico. A partir de 1886, estuvo
influenciado por su particularidad ecológica: ofrecer agua cristalina para el consumo
humano, el aseo corporal, la recreación y el descanso. En esta época existían nueve baños
centrales a los que acudían cada quince días los bogotanos, en su mayoría hombres, para el
baño corporal. Uno de ellos se llamaba la ―Compañía de Baños y Plaza de Recreos, de
Ismael José Romero, en Chapinero‖25
.
24
―Acuerdo número 12 de 1885‖, por el cual se divide en dos secciones los barrios Las Nieves y Santa
Bárbara. Citado en Josefina Castro de Ossa, comp. Quebrada La Vieja: testimonio de una recuperación
(Bogotá: Ediciones Pedro Lama, 2003). 25
Benjamín Villegas ed., El agua en la historia de Bogotá: 1538-1937, tomo I (Bogotá: Villegas Editores,
2003) 201.
39 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
El Acuerdo 22 de 1886 en el Artículo 3826
es una norma importante en el establecimiento
del acueducto de Chapinero. Mediante este acuerdo se establecieron para uso público y
propiedad del distrito las quebradas Las Delicias, -nombrada en esta época como quebrada
de Chapinero-, y la quebrada La Vieja con algunas precisiones:
Es, por tanto, un acuerdo de gran importancia. Como aspectos que no habían sido
tratados por anteriores disposiciones municipales, hay que mencionar que en este se
declararon de propiedad del distrito, y por y tanto de uso público (…) los arroyos de
Chapinero y de la vieja, (…) salvo la tercera cantidad de agua que lleven sobre la cual
podrán gravitar las servidumbres que estén legal y anteriormente constituidas (…), de
las dos terceras partes del caudal que contengan ambos arroyos, se podrá sacar la que
se juzgue suficiente y conducirla a una o varias pilas para el abasto de la población y
para el establecimiento de lavaderos públicos.
Una descripción de los usos de las quebradas, en esta época de ocupación incipiente del
territorio, fue publicada en el año de 1873 por el escritor bogotano Eugenio Díaz en su
novela costumbrista Los aguinaldos en Chapinero. Este escrito ofrece una serie de relatos
sobre este espacio geográfico. La obra inicia haciendo referencia a la ubicación de
Chapinero en relación con la sabana, con las siguientes palabras:
Al norte de la ciudad de Bogotá, como a una legua de distancia, en el punto mismo
donde la Sabana se deslinda con las lomas que sirven de base a los páramos de oriente,
está situada la pequeña aldea de Chapinero.
Una capilla, rodeada de algunas casas de paja, es lo que constituye la población. Más
lejos se encuentran algunas quintas o haciendas pequeñas sobre bellísimos prados que
mantienen ganados de todas las especies. Allí la vista de un horizonte infinito, la
grama, los arroyos, las flores y los arbustos convidan al bogotano a disfrutar de una
dicha que las ciudades nunca ofrecen; y sobre todo, del aire libre, del cual nunca
disfrutan las ciudades algún tanto populosas.
Al oriente se levanta una cordillera de escasa vegetación en su declive, y que en su
cumbre, enrizada de peñascos, muestra, como en relieve, figuras piramidales, con
apariencia de mamposterías arruinadas. Las grietas, los arroyos y matorrales, y a veces
las peñas de la hórrida y espantosa figura parece que posee sus encantos, reservados
para los hombres de negocios, para las matronas y los niños, para los naturalistas y
para la romántica joven, que busca la melancolía en las situaciones especiales de su
vida, pues que todos encuentran encantadora la posición de Chapinero27
.
Para esta época, Chapinero se constituía en un territorio con características rurales donde
predominaban elementos naturales en contraste con lo urbano, esta pequeña aldea se hacía
26
Villegas 202. 27
Eugenio Díaz Castro, Novelas y cuadros de costumbre, recopilación y notas de Elisa Mújica (Bogotá:
Procultura / Editorial Printer Colombiana, 1985) 41.
40 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
atractiva y se había incluido a las quebradas como elementos vitales de un nuevo territorio
para habitar. El siguiente fragmento de la novela citada, ilustra este atractivo;
Las casas estaban construidas como por una misma medida: una sala con dos puertas
fronterizas, un corredor con su cuartico, dos alcobas, uno o dos cuartos más y la
cocina. Pero en desquite los patios y los campos adjuntos eran más que suficiente; la
vista se podía extender a infinitas leguas, y la ventilación era libre, sana y pura; los
paseos eran a cual mejor, o bien por las lomas o por los prados horizontales y bien
ventilados; el baño exquisito, en especial en la quebrada la Vieja, cuyas aguas estaban
muy recomendadas entonces por los médicos de Bogotá para indigestiones y
reumatismos28
.
La aldea de Chapinero se transformaba en los diciembres de antaño: las familias bogotanas
de clase media y alta arrendaban las casas de campo para las fiestas navideñas a las que
llegaban el 16 de diciembre. Esa misma noche organizaban la programación de la estadía
para lo que cada familia se encargaba de los preparativos de una misa, una novena, una
cena y planeaban recorridos por los cerros y arroyos, tal y como lo explica Eugenio Díaz.
A las once emprendieron las familias confederadas su viaje con música para las lomas
y la quebrada de la Vieja, porque el programa tenía ofrecido un paseo por los cerros,
baño – según los ritos y costumbres de las modestas familias bogotanas- comida cívica
28
Díaz Castro 42.
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
41 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
y un baile que debía durar toda la noche. (…) En la orilla de la quebrada de la Vieja
fue la comida, al lado de los alisos, arrayanes y tunos29
.
Había un paseo muy reconocido al sitio llamado ―La Charca‖, una cascada en el cerro de
Chapinero. Este lugar generaba asombro en los visitantes por su belleza natural:
Cuando apareció la cascada, ejecutó la música de viento una marcha grave y pausada,
en cuyos sonidos había alguna cosa de extraño, producida por los ecos de las profundas
cañadas, por el sordo ruido del arroyo, o por la repulsión de las peñas; las trompas y el
trombón, especialmente, lanzaban cierta clase de vibraciones que arrancaban
emociones desconocidas para el corazón, fuera de que lo sombrío de las elevadas peñas
tenía sobrecogidos todos los ánimos. Ello es que la música había erizado los cabellos
en más de un espectador, arrancado lágrimas en otros y estremecimientos nerviosos en
los más; un profundo silencio reinaba ante aquel soberbio monumento, que sirve de
valla entre el desierto de los páramos y las alegres poblaciones de la sabana,
quedándose como petrificados, hasta tanto que fue pasando la primera sorpresa.
Los dos fragmentos de piedra arenisca, perpendiculares en algunas partes, por medio
de los cuales se hicieron su camino las aguas del arroyo que viene de los páramos,
conducen a la meditación de los siglos que habrán transcurrido para verificarse la obra,
de los cataclismos que habrán sacudido esta parte del globo, y del tiempo que habrá de
durar, todo envuelto en el misterio para los hombres, aún para los que más presumen
de sabios30
.
La descripción de la cascada se extiende en la novela, las palabras logran reflejar detalles
que emergen a la visita en este lugar único en el territorio de Chapinero. Es un relato del
pasado de un paisaje de agua único, formado por la acción del agua y percibido por unos
visitantes
(…) se ve de frente, a lo largo de una inmensa cañada, revestida de una rica
vegetación, y mostrando en otras partes los trechos de roca viva: allí hiere la vista la
corriente del agua, deslizándose sobre un plano oblicuo, tan rápido, que poco le falta
para ser perpendicular; este trayecto se halla dividido en secciones distintas, brillantes
todas, y animadas por la rápida acción de las aguas, como un camino cristalizado. Al
fin viene a practicarse una mudanza rápida, arrojándose las aguas por una pendiente de
diez y seis varas de profundidad, por en medio de unos grandes peñones, de superficie
plana, delineados como los sillares que constituyen una gruesa muralla31
.
29
Díaz Castro 57. 30
Díaz Castro 168. 31
Díaz Castro 169.
42 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Quebrada Las Delicias
Javier de la Cuadra (2011)
El proceso de poblamiento de Chapinero se intensificó y el acueducto ubicado en este
territorio hizo parte de los debates en torno a la adecuación de la tubería de hierro que
durante 1888 empezó a utilizarse para la salubridad del agua en Bogotá, conduciendo el
líquido desde los ríos y pilas hasta algunas casas. El sistema de alcantarillado empezó a
construirse hasta 1904 bajo técnicas muy rudimentarias que incidían en la contaminación de
las quebradas.
En el año de 1909 se conformó una comisión de tres concejales y el personero municipal
encargada de realizar todas las acciones pertinentes para la higienización del agua y compra
de terrenos estratégicos en el control de los nacimientos hídricos. Una acción de esta
43 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
comisión fue la construcción, en cemento, de una serie de tanques para el almacenamiento
de agua, dada la crisis prolongada de abastecimiento y calidad del líquido en Bogotá.
El primer tanque del acueducto de Chapinero lo inauguró la compañía en 1910. La
obra la entregó al Consejo el doctor Emiliano Restrepo en nombre de la compañía. El
personero municipal, doctor Francisco Girarlo, pronunció el discurso de recepción del
tanque, concluyendo sus palabras con estas frases: ―Señores, glorifiquemos el agua. El
Agua es sangre blanca. Es la leche que la madre tierra da en alimento a sus hijos.
Bendita sea una y mil veces el agua; bendito ese licor en que se engendra la vida, y
bendita la tierra que lo lleva en sus urbes, por los siglos. Señores, loemos los filtros de
la tierra‖32
.
Entre 1909 y 1930 la Empresa de Agua y Alcantarillado de Bogotá pasó a ser propiedad
municipal; con esta nueva figura administrativa, esta empresa intensificó la compra de
hoyas hidrográficas, incursionó en la cloración del agua, se inauguró una planta de
tratamiento en Vitelma y extendió la compra de terrenos en el Sisga, Teusacá, Neusa y Alto
Tunjuelo. Esta empresa encargada del agua en Bogotá proyectó un alcance municipal y
departamental, por lo que en tal maniobra las quebradas de Chapinero se convirtieron en
―hilos de agua‖, frente a la cantidad de cauces que encontraron en su apertura al otro lado
de los cerros orientales.
32
Villegas 314.
Tanque acueducto de
Chapinero
Fundación Cerros Orientales
44 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Túnel Revestido, Laguna de Sisga
Saúl Orduz (1951)
Colección Museo de Bogotá
Por esta época es canalizado y cubierto totalmente el río San Francisco, aquel río que
sostuvo el desarrollo de la ciudad durante casi cuatro siglos. Le siguió el San Agustín, el
Fucha y el Salitre. Cuatro ríos indispensables en la organización espacial y desarrollo
urbano de Bogotá terminaron como canales receptores de aguas residuales, aguas lluvias y
aguas negras.
Son años de industrialización y expansión urbana descontrolada. Durante este período, se
suma el proyecto Chingaza y más adelante el embalse San Rafael para continuar con el
crecimiento de la red de abastecimiento de agua en Bogotá. De forma simultánea son años
de formación de los barrios obreros, barrios ilegales y barrios populares producto de la
violencia política y la dinámica migratoria del campo a la ciudad y al interior de la urbe,
fenómeno intra-urbano de desplazamiento; este fenómeno ambiental (naturaleza y cultura
como variables en la ocupación del territorio) llega a Chapinero y se extiende hasta
nuestros días.
45 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Presa Chingaza
Saúl Orduz (1965)
Colección Museo de Bogotá
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en Bogotá se intensificó la
industrialización, específicamente en el sector dedicado a la construcción de equipamientos
urbanos. La concentración de población en esta ciudad para buscar oportunidades laborales
acordes a la idea de progreso, demandó la construcción de viviendas y la conformación de
lo que hoy se denomina barrios populares.
Represa Neusa
Saúl Orduz (1953)
Colección Museo de Bogotá
46 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
En Chapinero, lo barrios Bosques de Bella Vista, Los Olivos, Bosque Calderón, Pardo
Rubio, Paraíso, Mariscal Sucre y San Martín de Porres son considerados barrios populares
que nacieron de la ocupación del territorio por parte de los trabajadores de las canteras y
chircales que se explotaban para la época33
.
Por consiguiente, en los terrenos en donde se ubican los barrios Pardo Rubio y Paraíso,
se encontraban fincas que pertenecían a los páramos San Luís y San Cristóbal, que en
un principio eran anexos de la gran Hacienda Chapinero. A principios del siglo XX,
esta Hacienda se divide y da como resultado las fincas: Barro Colorado de la familia
Pardo Rubio (barrio Pardo Rubio), El Paraíso de la familia Ferré Amigo (barrio
Paraíso), la finca del señor Adolfo Muñoz (barrio Mariscal Sucre) y la del señor Julio
Calderón Tejada (barrio Bosque Calderón Tejada)34
.
Ante la demanda de materiales para la construcción de estructuras urbanas, arcilla, madera,
arena, las familias Ferré Amigo y Pardo Rubio comenzaron la explotación de canteras y
chircales ubicados en sus predios. Entre los años 1940 y 1950 estas familias solicitaron
créditos al Banco Central Hipotecario para renovar la maquinaria para el proceso de
elaboración de ladrillos y lograr una producción más eficiente, sin embargo el éxito no fue
total y las familias fueron embargadas, clausurando las canteras y chircales. A los
trabajadores se les pagó con terrenos de las fincas conformando el barrio Pardo Rubio y el
barrio El Paraíso.
El barrio Bosques de Bella Vista se conformó por los trabajadores de la cantera explotada
por el Ministerio de Defensa, muy cerca de la quebrada Chicó, en la parte alta de la cuenca.
Para esta época, el ejército convocó a personas campesinas para aumentar la mano de obra
en el proceso de extracción. Al cierre de esta cantera, los trabajadores permanecieron en los
predios y fueron construyendo sus viviendas abasteciéndose de agua de la quebrada Chicó.
Esta dinámica de ocupación del territorio alarmó a otros propietarios de los terrenos
aledaños a estas fincas, ya constituidas en predios para vivienda. Este fue el caso de don
Julio Calderón Tejada quien llegó con un grupo de personas para cuidar los terrenos de su
finca y cerca de la quebrada Los Olivos llegó otro asentamiento con estos mismos fines.
Tiempo después se conformaron los barrios Bosque Calderón Tejada y Los Olivos.
33
Para el desarrollo de la periodización, se toma como un referente el trabajo de Corposéptima, ―Primera
etapa de sensibilización…‖. 34
Corposéptima, ―Primera…‖ 50.
47 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
En este proceso, se incrementó la tala de vegetación nativa. La cobertura vegetal de esta
zona de los cerros orientales empezó a perder su apariencia natural como consecuencia de
la erosión. En este sentido, la fauna nativa buscó otros hábitats y los cauces fueron
utilizados para abastecimiento de agua en las zonas altas y receptos de aguas residuales en
las zonas medias y bajas. Estas dinámicas de ocupación del territorio, incorporaron al río
Arzobispo y a las quebradas El Chulo, Pardo Rubio, Las Delicias y Los Olivos.
Los habitantes del barrio El Paraíso tenían problemas para abastecerse de agua; si bien
tomaban el líquido de la quebrada El Chulo, no alcanzaba para abastecer todo el barrio, por
tal motivo recurrieron al río Arzobispo. La búsqueda del agua limpia condujo a los
habitantes hasta “La Cueva del Chulo”, abasteciéndose de forma satisfactoria. En este
lugar se construyó un acueducto comunitario en 1967 y se clausuró en 1988, ya que la
Empresa de Agua y Alcantarillado de Bogotá —EAAB— empezó a prestar el servicio
desde el año 1972.
Por su parte los habitantes del barrio Bosque Calderón Tejada se abastecían de agua del
cauce Las Delicias y los cuidanderos de los predios del barrio Los Olivos recurrían a la
quebrada que recibe este mismo nombre.
La descripción de este período corresponde a una reapropiación de la naturaleza, en donde
se pasó de grandes haciendas y fincas hasta llegar a la conformación de los primeros barrios
populares en los cerros de la localidad de Chapinero. El agua tuvo un papel decisivo en el
momento de ubicar las viviendas al preferirse la cercanía a las quebradas para el consumo
del líquido. A partir de 1950 y hasta la década de los 70´s el proceso de ocupación del
territorio tuvo grandes cambios, fue la época de las urbanizaciones piratas y el desarrollo
formal de barrios en Chapinero sobre la carrera séptima. En este período, las quebradas de
la UPZ 88 y la UPZ 89 entraron en la escena de las otras dinámicas de ocupación del
territorio.
48 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
3.2.2 1930 – 1970: El agua en las nuevas formas de habitar Chapinero
Durante la década de los cincuenta y sesenta sucedieron fenómenos de migración del
campo a la ciudad y desplazamientos internos en Bogotá (intra-urbanos) en busca de
terrenos de bajo costo. Los barrios San Luis, La Sureña y San Isidro fueron conformados
por personas que venían de otros barrios de Bogotá y de zonas rurales, accediendo a
terrenos en la parte alta de los cerros de Chapinero, por medio del mercado espontáneo, no
planificado, agenciado por las denominadas urbanizaciones piratas. Este tipo de
urbanización operó de la siguiente forma: Se compraban terrenos fuera del perímetro
urbano, sin servicios públicos, en especial agua y alcantarillado (estos servicios
representaban altos costos para la infraestructura), sin escrituras públicas, lo que reducía el
costo del suelo y aumentaba la asequibilidad de personas de bajos ingresos y campesinos
recién llegados.
Este proceso de ocupación del territorio trajo problemas de legalidad en los barrios
populares de Chapinero, avanzando año tras año hasta el presente. El no reconocimiento
Proyecto Chingaza
Saúl Orduz (1969)
Colección Museo de Bogotá
49 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
formal de los predios obstaculizó la inversión pública para obras de acueducto y
alcantarillado. En este período, los habitantes de los cerros de Chapinero se abastecían de
agua de las quebradas utilizando mangueras, recogían las aguas lluvias y ubicaban
nacimientos o aguas subterráneas, que para la época tenían un caudal abundante.
Los barrios San Luis y San Isidro se abastecían de las quebradas Morací, La Sureña, Pozo
Claro, Puente Piedra y San Antonio. Ante la demanda de agua, los caudales empezaron a
disminuir y el agua a ser contaminada por la ausencia de alcantarillado. Durante los años
setenta se inició la unión comunal de los habitantes en las llamadas Juntas de Acción
Comunal, las cuales han tenido un papel protagónico en el desarrollo urbano de los barrios
frente a la dotación de servicios públicos, vías, algunos colegios y salones comunales.
Avenida Circunvalar
Saúl Orduz (1952)
Colección Museo de Bogotá
En la parte baja de los cerros de Chapinero, el proceso de ocupación del territorio tuvo un
desarrollo formal, con un mercado institucional, legal y privado. Los barrios Chicó y
Rosales son el resultado de este tipo de uso del suelo, incorporando las quebradas Chicó,
Rosales y La Vieja. El uso del suelo cercano a estas quebradas fue de tipo residencial
cualificado, con servicios públicos y con una tendencia en la parte baja de los cerros, hacia
50 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
el comercio por la carrera séptima y la carrera trece, conformando un equipamiento urbano
atractivo para construir centros financieros, establecimientos educativos, centros religiosos,
embajadas y centros culturales.
Este proceso de expansión y cualificación del suelo generó la privatización de gran parte de
las quebradas Chicó, Rosales y algunos tramos de La Vieja. En este panorama, el agua de
las quebradas Chicó y Rosales que recorrían predios privados eran utilizadas en fuentes de
ornato. Esta tendencia actualmente se mantiene. La quebrada La Vieja estuvo expuesta a la
contaminación de vertimientos de aguas residuales domiciliarias de los predios ubicados en
el área de su ronda hídrica. Afortunadamente, la realidad de La vieja ha sido transformada,
como se relatará más adelante.
Panorámica de Bogotá:
Chapinero
Saúl Orduz (1971)
Colección Museo de Bogotá
Cuenca quebrada Rosales
Patricia Bejarano (2010)
51 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Las dinámicas informales y formales de conformación urbano – rural del territorio de
Chapinero entraron en tensión cuando fue establecida la Reserva Forestal Protectora Cerros
Orientales mediante el acuerdo 30 del 30 de septiembre de 1976 del Instituto de Recursos
Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena), y aprobado por la Resolución 076 de
1977 del Ministerio de Agricultura. Esta normatividad ambiental reglamentó como uso de
suelo exclusivo para protección, el área de los Cerros Orientales.
A pesar de la anterior reglamentación, en las montañas de Chapinero se vivió una segunda
oleada de migración, intensificando el uso de las quebradas para el abastecimiento de agua
en la parte alta de los cerros y en la parte media y baja como receptoras de aguas residuales.
A esta problemática de saneamiento básico ante el crecimiento espontaneo de Bogotá, se
sumó el manejo inadecuado de basuras, la pérdida de cobertura vegetal ocasionando
erosión, la presión urbana hacia zonas rurales como La Calera, procesos intensivos de
invasión de ronda hidráulica y la desviación de cauces naturales por construcciones de
grandes avenidas y caminos barriales. Estos procesos de contaminación del recurso hídrico
en la localidad están siendo transformados por los habitantes, visitantes e instituciones, en
general, actores sociales activos en la configuración de los paisajes del agua en Chapinero.
Cuenca quebrada Las Delicias
Patricia Bejarano (2010)
52 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Cuenca quebrada Morací
Jorge Alexander Hernández Ávila (2011)
3.2.3 1970 - 2011: El renacer de las quebradas en Chapinero
Para evocar y documentar un pasado cercano de las quebradas de Chapinero, se han
buscado registros que permitan describir la trayectoria de transformación positiva de las
quebradas como afluentes del sistema hídrico de la cuenca del río El Salitre, en el contexto
de las dinámicas urbanas y rurales. Se han incluido algunos procesos que pueden ser
considerados como acciones de restauración ecológica de los cauces de agua para contar
con factores que han gestado la reactivación social del patrimonio ambiental de estos
paisajes del agua.
La información que corresponde a este periodo denominado naturaleza ambientalizada,
recurre a experiencias concretas a escala local, distrital y regional, dada la conectividad
ecológica del sistema hídrico estudiado.
53 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
3.2.3.1 Acciones de recuperación ecológica
A. Experiencias locales
En la década de los 70´s se inició la segunda oleada de ocupación territorial, llegando más
habitantes a la parte alta de los cerros de Chapinero. Durante este tiempo se conformaron
dos etapas del barrio La Sureña, abasteciéndose de agua de la quebrada Morací, el río
Teusacá y en algunos puntos de la quebrada La Sureña.
El aumento de la densidad poblacional en el sector de la UPZ 89 de Chapinero incrementó
la necesidad de abastecimiento de agua potable. Ante esta situación se conformó La
Asociación de Usuarios de Acueducto y Alcantarillado Comunitario –ACUALCOS-. Esta
asociación nació gracias a la autogestión de los habitantes del sector en 1973, como una
opción para acceder al agua ante los conflictos de ilegalidad que presentan estos barrios,
abasteciéndose de las quebradas Puente Piedra, Pozo Claro35
y Morací. En el año de 1991
se formalizó como empresa comunitaria prestadora del servicio de agua, reconocida y
vigilada por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios de Bogotá con una
cobertura aproximada de suministro de agua potable para unas 12.500 personas.
Actualmente, Acualcos trabaja para crear una planta de reciclado de agua, ha realizado
jornadas de reforestación con vegetación nativa en la ronda hidráulica de la quebrada
Morací y participa en proyectos ambientales para mantener el sentido de pertenencia por el
territorio, con un sello cultural en las formas de relacionarse con el agua.
En el año de 1987 se dio inicio al proceso de conformación del acueducto comunitario
Acuabosques. Este proceso de creación se reconoce como una acción colectiva para la
prestación del servicio de agua; se abastece de la quebrada Chicó y es administrado por la
Junta de Acción Comunal del barrio Bosques de Bella Vista.
Estos acueductos comunitarios son experiencias de manejo social del agua. El vínculo
territorial con las microcuencas abastecedoras ha configurado un tejido social (vecinal,
barrial y comunitario) para la defensa del agua como bien público, bien común y derecho
humano fundamental. En este tejido social se pueden percibir unas prácticas culturales en
35
Información suministrada por ―Diagnóstico, zonificación…‖.
54 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
relación a la presencia física del agua y unos procesos organizativos de la comunidad para
la gestión del abastecimiento de agua.
Estos sistemas de abastecimiento comunitario de agua en la localidad de Chapinero,
reflejan la integración del área rural y de la zona de reserva forestal al proceso de expansión
de la frontera urbana con el crecimiento informal de Bogotá. Las microcuencas
abastecedoras se han convertido en columnas vertebrales para el poblamiento del territorio
periurbano de Chapinero.
El uso comunitario del agua ha configurado roles sociales para la gestión local del agua. De
esta manera, se encuentran liderazgos comunitarios que son indispensables para fortalecer
la legitimidad de los acueductos comunitarios y su proyección como empresas comunitarias
con pertinencia ambiental en el cuidado de la riqueza hídrica de los paisajes andinos de alta
montaña, ante tensiones que se presentan con proyectos de reorganización territorial,
planeación urbana y servicios públicos domiciliarios.
Como una manifestación sensibilizadora de este vínculo territorial con los cauces de agua
en la UPZ 89, nace El Festival del Agua en 1996 en el barrio San Luis:
Las fiestas en Bogotá tienen un referente tan interesante, como insólito y para algunos,
desconocido: en 1996 el barrio San Luis, en la localidad de Chapinero, estuvo más de 6
meses sin agua. Como protesta sus habitantes decidieron celebrar una fiesta en la que
se pusiera en escena el problema social que vivían y se expusiera la importancia del
agua. El resultado fue la Fiesta del Agua, la cual presenta un ―desfile ecológico‖, que
atraviesa la localidad. La celebración, como muchas otras, no tiene una fecha
definida36
.
El Festival del Agua ha tenido varias versiones y se convierte en una opción de difusión
sobre los usos comunitarios del agua en este sector de Chapinero; sin embargo, se hace
necesario el fortalecimiento de esta manifestación barrial en asuntos ambientales.
Durante el año 1998 se registra en la prensa el proceso de recuperación de la quebrada La
Vieja bajo el titular ―Hay una vieja rejuvenecida‖37
: “Bajar el verde de los cerros al
cemento de la capital y no permitir que el cemento se coma el verde. Así define, Josefina
36
Guillermo Restrepo, ―Fiestas locales en Bogotá‖, Plaza Capital (s.f.) Disponible en:
http://portal.urosario.edu.co/plazacapital/articulo.php?articulo=57, consultado el 27 de febrero de 2011. 37
El Tiempo [Bogotá] 26 sep. 1998. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-
755365, consultado el 22 de noviembre de 2010.
55 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Castro, presidenta de la Asociación Vecindario Amigos de la Quebrada La Vieja, el
objetivo que ha motivado el trabajo de la asociación‖38
.
La historia de la recuperación de esta quebrada inicia en el año de 1984 cuando 12 vecinos
se reunían cada sábado para limpiar la ronda de la quebrada, ―Salvar la ronda de la
quebrada era la consigna‖39
. Con el paso del tiempo se sumaron las entidades como el —
DAMA—, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte —IDRD—, la EAAB y el Jardín
Botánico José Celestino Mutis. La constancia y dedicación, en esta acción, permitió
―cambiar el mal olor, las basuras y los desechos que durante años recibió la quebrada, por
aguas transparentes, nuevos árboles y peces‖40
.
En el año de 1995 se conformó legalmente la Asociación Vecindario Amigos de la
Quebrada La Vieja —Aquavieja— para tramitar convenios y diseñar nuevos proyectos
como la construcción de pasos peatonales, iluminación y limpieza de la ronda. ―La
enseñanza que nos deja todo el trabajo que hasta ahora hemos realizado y el que aún nos
falta, es que no podemos dejar solas a las autoridades o entidades encargadas‖41
. La
compilación de este proceso de restauración ecológica se encuentra publicado el libro,
―Quebrada La vieja: Testimonio de una Recuperación‖42
.
De forma simultánea, en el micro-territorio de La Vieja, se gestó hacia el año 2003 otro
proceso colectivo para habitar, transitar, interpretar, cuidar, conocer y simplemente caminar
la montaña de la cual desciende la quebrada La Vieja. Se trata del grupo de caminantes
―Amigos de la montaña‖, vecinos que empezaron a recorrer diariamente el cauce de La
Vieja hasta sentirse como una comunidad.
El caminar se vuelve una necesidad maravillosa. Empiezo a subir todos los días,
empiezo a descubrir la montaña y habían unas quince personas muy agradables que
también subían; se formó un grupo muy agradable, se organizaba un desayuno para
celebrar los cumpleaños de alguno de nosotros; ese grupito fue creciendo, hoy tenemos
un blog que es el punto de encuentro en internet, yo manejo una lista de 700 correos y
38
El Tiempo [Bogotá] 26 sep. 1998. 39
El Tiempo [Bogotá] 26 sep. 1998. 40
El Tiempo [Bogotá] 26 sep. 1998. 41
El Tiempo [Bogotá] 26 sep. 1998. 42
Castro de Ossa.
56 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
hoy hablamos de recorridos a la laguna del Verjón, a Monserrate, del Sendero
Perimetral, de la Recuperación de las Quebradas43
.
Ahora, programan recorridos a diferentes puntos de los cerros orientales, apoyan a una
biblioteca comunitaria de Ciudad Bolívar, ―Semillas creativas‖; los niños que hacen parte
de la biblioteca y sus profesores asisten cada diciembre a un recorrido por la quebrada La
Vieja. La filosofía de los caminantes es ―Ayudar de montaña a montaña‖.
Como comunidad somos un grupo de caminantes y tratamos de ser un puente entre la
gente y la montaña, tratar de ser puente con el acueducto, con las entidades distritales,
pero no yo, realmente cada vez hay más gente participando en los procesos; todos los
martes nos reunimos, es el martes de la montaña, nos sentamos a soñar hacia el futuro
(…), estamos en proceso de formalización, parece que vamos a ser una asociación, ya
con esto haremos más cosas para cuidar la montaña y a otras montañas44
.
Una relación con otras montañas es la participación en el proyecto de recuperación de las
quebradas;
La ciudad en general desconoce las quebradas, ahora ese es el proceso, al entrar
proyectos como el de recuperación de quebradas estamos en un momento para mirar
hacia afuera y conocer nuestros vecinos, a San Luis llegaremos caminando; hoy por lo
menos, sabemos que existen otras comunidades y en su momento construiremos
43
Relato de Andrés Plazas, Bogotá, enero de 2011. 44
Relato de Andrés Plazas, Bogotá, enero de 2011.
Cuenca quebrada La vieja
Andrés Plazas (2006)
57 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
confianza porque compartimos el territorio, estamos aprendiendo a vivir y recorrer los
cerros45
.
Este proceso de apropiación del territorio y de valoración social del paisaje de la montaña,
que incluye el paisaje del agua de la quebrada La Vieja, ha sido posible en gran medida por
el contacto y la interacción cotidiana con este espacio;
Caminando este espacio, ese contacto puede llegar a que uno pueda querer algo, a
apropiar la montaña, nuestra montaña, yo me siento como comunidad porque hay una
base, una emoción, unos sentimientos: queremos ese espacio, nos queremos como
comunidad, lo sentimos como nuestro, significa salud, significa calidad de vida,
significa bienestar físico y emocional, significa amores, significa vida, nos está re-
naturalizando46
.
El sentido de comunidad se está ampliando, poco a poco se comprende la conectividad
ecológica de los cerros orientales; conectividad a la que se suma la interacción con los
habitantes del territorio, caminantes en este caso y se avanza en expresiones como esta:
Comunidad de la que también forman parte los inquietos colibríes volando a gran
velocidad cuando ha llovido en la noche, y que toman el néctar de las flores cercanas,
sin espantarse como si los caminantes fuéramos parte del paisaje; o las bromelias
pidiéndole permiso a los eucaliptos para apoyarse en ellos y alegrar el camino; o los
verdes y frágiles musgos cubriendo los troncos caídos que se pudren al borde del
sendero; o las cascadas de agua fresca de esa quebrada La Vieja que con su música nos
hace olvidar por un momento de los problemas cotidianos47
.
45
Relato de Andrés Plazas, Bogotá, enero de 2011. 46
Relato de Andrés Plazas, Bogotá, enero de 2011. 47
Andrés Plazas, Los amigos de La Vieja, Crónica, Bogotá, 2010, inédito.
Cuenca quebrada La vieja
Andrés Plazas (2006)
58 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Otra descripción del paisaje percibido en las caminatas que se pueden emprender por el
cauce de la quebrada La vieja se registra con el título ―A 5 minutos de la séptima está el
paraíso‖48
. Este es un registro alentador ante la situación ambiental de los cauces de agua y
de la Reserva Forestal de los Cerros Orientales; el texto informa sobre una serie de
caminatas ecológicas que la empresa Caminantes y Armonía realiza desde hace diez años
para mostrar y descubrir la belleza de los cerros capitalinos. Han diseñado 20 rutas, entre
las más frecuentes se encuentra ―El bosque Claro de Luna‖ que combina especies nativas y
foráneas;
El corto ascenso inicial comienza a revelar los milagros de la naturaleza capitalina, y
los ruidos de los vehículos que circulan por la Avenida Circunvalar se desvanecen
dándoles paso a los cantos de azulejos que les dan la bienvenida a los caminantes. En
este punto, sin duda alguna, la atmósfera cambia radicalmente, pues el aire que se
respira es totalmente puro49
.
48
El Tiempo [Bogotá] 8 jul. 2006. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-
2094761, consultado el 22 de noviembre de 2010. 49
El Tiempo [Bogotá] 8 jul. 2006.
Cuenca quebrada La vieja
Andrés Plazas (2006)
59 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
El ascenso continúa y se llega a la compuerta de una de las tuberías de la planta Wiesner, la
cual suministra agua al 70 por ciento de la ciudad abasteciéndose del embalse San Rafael
ubicado en el municipio de La Calera. Este sitio está vigilado por la Empresa de Agua y
Alcantarillado de Bogotá y cuenta con el apoyo constante de dos guardabosques,
(…) aparece un sendero ecológico por el que a diario también transitan decenas de
deportistas del sector. Allí se encuentran los primeros campos de cipreses, eucaliptos,
trompetos y cauchos sabaneros de la montaña, entre otros árboles, de más de cien años
de antigüedad. También hay matas de dragonera y mano de oso (exclusivas de la
Sabana), entre otras especies, que no han parado de nacer, crecer y morir desde
tiempos inmemorables. El primer sorbo de agua; Y a pesar de que aún se está a pocos
metros de la Avenida Circunvalar, es posible refrescarse con las frías aguas de la
quebrada La Vieja, que bajan puras desde lo alto de la montaña50
.
El paisaje contrasta con la urbe. Se llega al Alto de la Virgen y se puede retomar el camino
hacia el Alto Piedra Ballenas; estas montañas aún están en el territorio de la localidad de
Chapinero y forman los picos más altos de la cadena montañosa de los cerros orientales,
Y como se trata del cerro más alto del norte de Bogotá, desde allí se pueden observar
dos paisajes. En un lado está el de la ciudad en su máximo esplendor, y en el otro el de
50
El Tiempo [Bogotá] 8 jul. 2006.
Cuenca quebrada La vieja
Andrés Plazas (2006)
60 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
la naturaleza del área rural de Chapinero, que es opacado por algunas viviendas
suntuosas –algunas aún en construcción– que cortan abruptamente con el verde intenso
del lugar. Lo que más llama la atención, además del frío, son los campos con cientos de
frailejones bogotanos, típicos en un clima de páramo como el que se experimenta a esta
altura51
.
Las salidas ecológicas se han convertido en una forma responsable y alternativa de habitar
el territorio, se trata de recorrerlo y conocer sobre la oferta ambiental que aún subsiste en la
reserva forestal, patrimonio ambiental de Bogotá.
A.1 Procesos Interactivos entre la comunidad local y las instituciones
A nivel Institucional, las acciones ciudadanas en la localidad de Chapinero se empezaron a
fortalecer durante el año 2008 con la participación en los Encuentros Ciudadanos que
convocó la Alcaldía Local de Chapinero. Para esta época Corposéptima logró la inclusión
de la problemática de los cauces de agua en esta localidad en el Plan de Desarrollo Local
2009-2012. Este hecho se registra así: “20 quebradas de Chapinero serán recuperadas
siguiendo el modelo de La Vieja”52
. Los objetivos para convocar a la comunidad a
participar en asuntos ambientales de la localidad se describen de la siguiente forma:
(…) todo lo que se haga en este territorio impactará positiva o negativamente la región
ya que hace parte de Chingaza, el Sumapaz y la cuenca del río Bogotá. Por eso tiene
varios objetivos: restaurar ecológica y ambientalmente las quebradas, sus rondas y
áreas urbanas generando procesos de participación en las comunidades vecinas;
rehabilitar las áreas deterioradas mediante la siembra de árboles nativos; crear espacio
público a través de senderos urbanos y ecológicos; aumentar los metros cuadrados de
áreas verdes por habitante; brindar una mayor accesibilidad a los cerros orientales -
articulando el proyecto de ―camino de los cerros‖ y permitir su disfrute53
.
En este contexto, se formuló y publicó el ―Plan de desarrollo económico y de obras
públicas‖ de esta localidad, proyectado para el periodo 2009-201254
. En este documento
oficial se caracterizó la localidad de Chapinero desde una vocación ecológica y turística; en
lo relacionado con acciones ambientales concretas, se incluyó el programa ―Ambiente
Vital‖ con dos proyectos de intervención: ―Manejo y recuperación del sistema hídrico‖ y
―Ordenar y manejar para conservar‖.
51
El Tiempo [Bogotá] 8 jul. 2006. 52
El Tiempo [Bogotá] 5 sep. 2008. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-
4502888, consultado el 22 de noviembre de 2010. 53
El Tiempo [Bogotá] 5 sep. 2008. 54
―Plan de desarrollo económico, social y de obras públicas de la Localidad de Chapinero 2009-2012‖.
Disponible en: http://www.sdp.gov.co/www/resources/2_pdl_chapinero.pdf.pdf, consultado el 23 de marzo de
2010.
61 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
En este marco institucional, durante el año 2009, se publicó el documento ―Agenda
Ambiental Localidad 2: Chapinero‖55
. La construcción de este texto orientador, contó con
el apoyo del Instituto de Estudios Ambientales —IDEA— de la Universidad Nacional de
Colombia, la Secretaría Distrital de Ambiente, representantes de la comunidad y gestores
ambientales de la localidad, con el fin de consolidar un proceso participativo de planeación
local en asuntos ambientales y ofrecer unas directrices plausibles para la formulación del
―Plan ambiental local‖, el cual contiene los proyectos, acciones y costos de inversión
específicos en esta área de desarrollo territorial a nivel local.
La caracterización ambiental de la localidad en el ―Plan ambiental local‖, incluyó tres
grupos de variables socioambientales:
• La riqueza paisajística, cultural y ecosistémica.
• Los movimientos socioculturales e institucionales interesados en el medio ambiente.
• La forma heterogénea de ocupar el territorio por parte de la población rural y los
pobladores urbanos.
Esta caracterización consolidó el perfil ambiental de la localidad como un territorio
potencial para la conservación estratégica del agua a nivel local, distrital y regional. Los
aportes de este proceso institucional son indispensables por:
• Recurrir a la oferta ambiental del territorio, traducida en el papel que tiene el agua
como un eje articulador e integrador de la población diversa, rural y urbana.
• Resaltar la importancia de la narrativa ambiental de la población rural; este aporte
trata de incluir la memoria de ocupación del espacio geográfico por parte de los
campesinos que aún habitan en Chapinero, para incorporar formas sostenibles de
aprovechamiento de los recursos naturales existentes en la zona de recarga acuífera
y de reserva forestal.
55
―Agenda Ambiental…‖.
62 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
• Fortalecer la participación ciudadana en asuntos públicos referidos al tema
ambiental apoyando iniciativas locales de restauración ecológica a través de La
Comisión Ambiental Local —CAL—56
.
Como materialización de este proceso de renovación y fortalecimiento del tema ambiental
en la localidad de Chapinero, se diseñó el proyecto ―Recuperación Integral de las
Quebradas de la Localidad de Chapinero‖, incluido en el Plan de Desarrollo Local 2009-
1012 y en la ―Agenda ambiental local‖; actualmente existen dos productos específicos de
este proyecto, titulados:
• ―Primera etapa de sensibilización, diagnóstico y formulación de proyectos desde la
visión comunitaria‖, producto final del convenio de cooperación N°
4600002865/2009, Cámara de Comercio de Bogotá y Corposéptima; y,
• ―Diagnóstico, zonificación y priorización de las quebradas de la Localidad de
Chapinero pertenecientes a la cuenca del río El Salitre‖, producto número l del
convenio de asociación 090-90 entre el Fondo de Desarrollo Local de Chapinero, la
Secretaria Distrital de Ambiente y Conservación Internacional57
.
Corposéptima compartió, durante el mes de septiembre de 2010, el informe final sobre su
trabajo. En los antecedentes del proyecto se expresa: ―Las quebradas de la localidad
representan hoy un patrimonio ambiental, patrimonio que es necesario recuperar y
consolidar para poner en valor presente y futuro su riqueza hidrológica, de biodiversidad y
como espacio vital ambiental para la localidad y la ciudad‖58
.
La orientación socioambiental de este trabajo se manifiesta al reconocer la combinación e
interacción entre factores naturales y factores culturales en la restauración ecológica de las
quebradas de Chapinero; para conservar un ecosistema no se requiere de la ausencia del ser
humano:
56
Las Comisiones Ambientales Locales fueron creadas mediante el ―Decreto Distrital 697 de 1993‖,
modificado por el ―Decreto Distrital 625 de 2007‖. En estos decretos se especifican las funciones y los
integrantes de cada comisión. 57
Ver nota 2. Este informe estará próximamente a disposición del público. Si se requiere su consulta se puede
solicitar en la Alcaldía Local de Chapinero. 58
―Primera etapa de sensibilización…‖.
63 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Se considera importante mantener posiciones que reconozcan tanto lo natural como lo
humano, como los elementos que combinados adecuadamente le darán sentido a
cualquier pretensión para recuperar y poner a disposición de la ciudad el patrimonio
colectivo que representan los cerros y las quebradas para la localidad y la ciudad59
.
Esta orientación socioambiental permitió el diseño de un proyecto que buscó promover el
fortalecimiento y formación de comunidades, en el contexto de la participación para la
restauración ecológica de las quebradas. El informe final de este proceso es un diagnóstico
participativo que contó con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal y otros
habitantes interesados en el recurso hídrico de Chapinero.
Como resultados de la implementación, se identificaron con los participantes, cuatro
elementos que constituyen el potencial ambiental de la localidad: conectividad regional,
producción de agua, biodiversidad y patrimonio ambiental paisajístico y cultural.
El potencial ambiental identificado fue la base para la construcción de proyectos
específicos para algunas de las quebradas desde la visión comunitaria. Con este proceso se
diseñaron propuestas60
con actividades a corto, mediano y largo plazo, para intervenir sobre
alguna problemática de los cuerpos de agua.
Se recurrió al diseño de senderos ecológicos para mejorar la accesibilidad a los cauces
como espacio público y se bosquejaron proyectos de reciclaje, adecuación de la red de
alcantarillado y la sostenibilidad de un vivero comunitario de especies nativas para
reforestación de rondas hídricas.
Empezar a resolver el problema desde la visión de sus propios actores, desde la visión
de las comunidades que habitan, conocen y sueñan en este espacio vital, logrará la
debida pertenencia y apropiación necesarias para darle la sostenibilidad en el tiempo y
para que la recuperación de nuestras quebradas sea un hecho real y tangible construido
desde lo colectivo61
.
En cuanto al trabajo implementado por Conservación Internacional ―Diagnóstico,
zonificación y priorización de las quebradas de la Localidad de Chapinero pertenecientes a
59
―Primera etapa de sensibilización…‖ 7. 60
Quebrada El Chulo: proyecto ―Sendero ambiental de vida, camino al Paraíso‖; quebrada Las Delicias:
proyecto ―Quebrada fuente de vida‖; quebrada Los Olivos: proyecto ―Sendero camino al Olivo‖; quebrada
Chicó: proyecto: ―Vivero comunitario y recuperación del entorno natural‖; quebradas Puente Piedra y Pozo
Claro: proyecto ―Construcción y ampliación de la red de alcantarillado‖; quebrada Morací: proyecto ―En
nuestras manos está nuestra vida‖ quebrada La Sureña: proyecto: ―Sendero La Sureña‖. 61
―Primera etapa de sensibilización…‖ 17.
64 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
la cuenca del río El Salitre‖, entregado a la Alcaldía Local de Chapinero durante el mes de
noviembre de 2010, se puede afirmar que se constituye en el documento más reciente sobre
las quebradas de la localidad y su proceso de restauración ecológica cuyo objetivo principal
consistió en: ―Aunar esfuerzos para fortalecer la gestión e investigación para la
conservación, restauración participativa y manejo ecosistémico sostenible del sistema
hídrico del Distrito Capital‖62
.
Contó con el apoyo de otros actores sociales, diferentes a los que participaron en el proceso
de Corposéptima. En este aspecto, se recurrió a la población constituida por niñas, niños y
jóvenes, organizaciones de base, los administradores de los acueductos comunitarios, con el
fin de diversificar la información, registrar percepciones del paisaje, procesos de
apropiación del territorio asociados a la construcción de identidades en el marco de lo
patrimonial.
En cuanto al diagnóstico se logró identificar las acciones positivas que se están realizando
para la mejora de la oferta ambiental de las quebradas lideradas por organizaciones de base
y el proceso de zonificación generó el establecimiento de zonas específicas en cada uno de
los cauces de agua para realizar tres tipos de intervención técnica: áreas de conservación,
áreas con potencial de recuperación y áreas para usos sostenible del recurso hídrico.
Las quebradas que cuentan con mayor área para conservación son Las Delicias, La Vieja,
Chicó y Rosales.
En las quebradas El Chulo, Los Olivos, Pardo Rubio, Pozo Claro, Puente Piedra, Morací,
La Sureña y San Antonio, se identificaron zonas de las respectivas cuencas con potencial
para recuperación integral y zonas para manejo sostenible del recurso hídrico. Estas
quebradas son las más urbanizadas y presentan disminución en la oferta ambiental. Sin
embargo, se pueden realizar adecuaciones ecológicas como reforestación con vegetación
nativa, desconectar la red de alcantarillado, diseño de senderos ecológicos, procesos de
agricultura urbana, en general, acciones que promuevan un uso sostenible del recurso
hídrico para restablecer la conectividad ecológica y la percepción del paisaje con otras
relaciones socioambientales entre la población y los cuerpos de agua.
62
―Diagnóstico, zonificación y priorización…‖ 4.
65 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
El resultado de la priorización propone a la quebrada Las Delicias como el primer cauce de
agua para implementar la restauración ecológica. Se proyecta el diseño de un plan de
acción en sintonía con el proceso de zonificación de cada subcuenca para atender las
particularidades ambientales de cada cauce.
La implementación de este proyecto se ha convertido en una intervención piloto que busca
generar un modelo de restauración ecológica para aplicar en otros cuerpos de agua a lo
largo del territorio de los cerros orientales. En este modelo se busca incluir la relación entre
la población y la capacidad de renovación ecológica que pueden tener las quebradas
estando inmersas en procesos de urbanización.
B. Procesos socioambientales a nivel distrital
En el año 2007, las acciones de restauración del recurso hídrico se amplían a escala distrital
para fomentar la conectividad ecológica de las quebradas de la localidad de Chapinero
como afluentes del río El Salitre. Se trata de la formulación del ―Plan de ordenación y
manejo de la cuenca del río El Salitre —POMCA— Salitre‖. Es un proceso planificador que
lidera la Secretaria Distrital de Ambiente y la Universidad Militar Nueva Granada. Se firmó
el convenio interadministrativo # 080 de 2007 con el objetivo de formular dicho plan en el
contexto urbano. Este convenio, aún vigente, tiene como sustento normativo el decreto
1729 de 2002 sobre ordenación de cuencas hidrográficas del país y se caracteriza por ser un
proceso que integra el componente paisajístico y participativo, lo que permite
interrelacionar la intervención técnica para la restauración ecosistémica con los procesos
sociales.
La finalidad de la ordenación es ―Planificar el uso sostenible de la cuenca y la ejecución de
programas y proyectos específicos dirigidos a conservar, preservar, proteger o prevenir el
deterioro y/o restaurar la cuenca hidrográfica‖63
.
Este proceso planificador se ha extendido a todas las localidades de Bogotá que tienen
cercanía a la cuenca del río El Salitre. Chapinero es una de estas localidades que ha
participado en el proceso asistiendo a la ―Mesa Interlocal de la cuenca del río El Salitre‖.
63
―Decreto 1729 de 2002‖. Disponible en: http:
//www.secretariadeambiente.gov.co/sda/libreria/pdf/Decreto_1729_de_2002.pdf, consultado el 1.o de
diciembre de 2010.
66 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Este espacio de encuentro ha convocado a líderes ambientales de las localidades de
Usaquén, Chapinero, Santa Fe, Teusaquillo, Barrios Unidos, Engativá y Suba que
conforman el territorio de la cuenca.
La Mesa Interlocal de la cuenca del río El Salitre se proyecta como una organización
ciudadana y está utilizado algunas estrategias de comunicación como la página web de la
cuenca del río El Salitre y otras plataformas virtuales, lo que ha permitido la circulación
masiva de la información sobre este proceso de restauración ecológica en contextos urbanos
y periurbanos64
.
El proceso planificador del POMCA-Salitre y la experiencia de participación ciudadana en
la Mesa Interlocal son eventos significativos en la narrativa ambiental de las quebradas de
Chapinero, ya que materializan el ideal de conectividad ecológica que se pretende
restablecer en un contexto urbano. Son acciones y estrategias que contribuyen a la
caracterización de la naturaleza capitalina, a renovar el vínculo que se tiene entre lo urbano
y el agua.
Sumado a la anterior experiencia, la Empresa de Agua y Alcantarillado de Bogotá está
implementando un proyecto a escala distrital llamado “Paseo Río Salitre. El corredor
ambiental más largo de Latinoamérica: siguiendo el camino del agua en la ciudad‖65
.
El diseño de este proyecto incorpora las quebradas de la localidad de Chapinero, en
conjunto, como cauces que permiten la conectividad ecológica de la Estructura Ecológica
Principal de Bogotá comprendida entre los Cerros Orientales y el río Bogotá.
Para lograr este objetivo, se ha seleccionado el agua como principal conector ecosistémico.
El diseño de los corredores ambientales tiene como base, el recorrido natural de la cuenca
del río El Salitre: inicia en las quebradas de Chapinero, continúa por el río Arzobispo,
incorpora los humedales Juan Amarillo, Santa María del Lago, Córdoba y el río Bogotá. La
proyección de este proyecto está dirigida hacia la creación de espacios para la recreación
pasiva y la educación ambiental.
64
Blog: http://riosalitre.wordpress.com y la web: www.riosalitre.co.cc 65
―Paseo Río Salitre. El Corredor Ambiental Más Largo de Latinoamérica: Siguiendo el Camino del Agua en
la Ciudad‖. Disponible en: http://www.itdp.org/documents/Seminar/Atrid%20Alvarez.pdf
67 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
El corredor ambiental más grande de Latinoamérica busca generar mejoras en los hábitats
naturales de la cuenca, renovar la concepción de espacio público e incluir el sistema hídrico
como referente de movilidad ciudadana a través de senderos y ciclo rutas; se considera una
acción de gran impacto a nivel distrital y regional para la transformación de los usos del
agua en la urbe.
C. A nivel regional: la otra cara de los Cerros Orientales
Las acciones que pueden ser consideradas como experiencias de restauración ecológica y
de conservación se extienden a la escala regional, ya que, en este caso, el sistema hídrico
del cual hacen parte las quebradas de la localidad de Chapinero está interactuando con otros
ecosistemas que funcionan para la regulación y producción de agua.
La acción de caminar y transitar por el territorio de la reserva forestal de Chapinero ha
llevado a la implementación de actividades ecológicas que buscan la conexión entre el
ecosistema de páramo y su importancia con el ciclo del agua.
La oferta hídrica es un factor determinante en el desarrollo del territorio de los cerros. En su
delimitación geográfica se encuentran los páramos El Verjón, La Cumbrera, Cruz Verde,
Chipaque. Estos páramos hacen parte de un sistema más amplio que conecta los páramos
Chingaza - Sumapaz – El Guerrero. Los ecosistemas de páramo son singulares en la
Cordillera de los Andes y el territorio de Colombia es privilegiado en contar con estos
ecosistemas al considerarse que cerca del 49% de ecosistemas de páramo existen en este
país.
El páramo La Cumbrera colinda directamente con la zona de reserva delimitada para la
localidad de Chapinero, por este motivo se referencia en este trabajo, la experiencia de la
Corporación Parque Museo del Páramo cuyo objetivo es ―promover el estudio y
reivindicación del paisaje del páramo como fuente de identidad y patrimonio cultural e
integrar al ser humano con la naturaleza por medio del arte‖66
.
La Corporación Parque Museo del Páramo realiza actividades como el senderismo y
caminatas ecológicas por el páramo La Cumbrera. Ha organizado esta parte de la reserva en
66
David Rivera y Claudia Córdoba, Guía ecológica del páramo La Cumbrera: Localidad de Chapinero
(Bogotá: Jardín Botánico de Bogotá, 1997) 8.
68 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
senderos temáticos y convoca a numerosos artistas para crear obras de arte inspiradas en el
agua y en el ecosistema de páramo. Es de vital importancia registrar este tipo de acciones
ambientales, ya que de la conservación de los ecosistemas de páramo depende el agua que
desciende por las quebradas de Chapinero.
Con la información compilada en este apartado, se ha logrado acceder a información
precisa, a un número de datos, hechos, acontecimientos y relatos que han caracterizado la
trayectoria y diversos matices de los paisajes del agua. El papel del agua en la
configuración del paisaje que se percibe en la actualidad ha tenido mutaciones, ha pasado
de ser un líquido sagrado en la época prehispánica para convertirse en recurso estratégico
en la organización del espacio geográfico y en la conformación de territorios locales como
Chapinero y regionales como la sabana de Bogotá.
En este trayecto, el agua, ha sido utilizada para el consumo vital de los pobladores de
Bogotá; en las quebradas los bogotanos de antaño se bañaban y se divertían recorriendo los
cauces de Chapinero, las familias organizaban paseos para contemplar el paisaje, respirar
aire puro y comer a la orilla de los cauces cristalinos. Las quebradas ocuparon un lugar
central durante el siglo XIX y parte del siglo XX al caracterizarse como cuencas
abastecedoras de agua a cargo de la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.
La segunda mitad del siglo XX es una época de intensificación de uso del recurso hídrico y
de altos niveles de contaminación. Pero se yuxtaponen procesos socioambientales que
operan para la transformación de esta situación; en la actualidad se intenta revivir el pasado
de los paisajes del agua como espacios públicos con cualidades ambientales.
Las experiencias citadas en este capítulo, reflejan la autogestión y uso comunitario del agua
en el caso de los acueductos comunitarios, diferentes formas de habitar el territorio a través
de las caminatas ecológicas, acciones innovadoras de sensibilización ambiental a través del
arte y eventos que buscan la planificación de la cuenca del río El Salitre para promover la
participación ciudadana en la restauración y conservación de este sistema hídrico.
Los habitantes del territorio de Chapinero interesados en la restauración ecológica de las
quebradas y las instituciones con responsabilidad directa en asuntos ambientales, están
interactuando en procesos socioambientales;
69 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Tratando de conocer el nacimiento de la quebrada Morací, participando en el proyecto
con la alcaldía y otros talleres y actividades, siento que me estoy quitando una venda
que tenía en mis ojos durante treinta años que llevo viviendo aquí en San Luis. Ahora
me doy cuenta de la belleza de las quebradas y le doy gracias a Dios por permitirme
construir mi casa en este paraíso, por haberme traído aquí.67
Las formas de apropiar el territorio se dirigen con fuerza hacia los asuntos ambientales,
caracterizándose por reconocer la diversidad de la población rural y urbana, la singularidad
ambiental del territorio en cuanto a la conectividad ecológica que posibilita el sistema
hídrico y se exploran las posibilidades de participación ciudadana y las responsabilidades
que tienen las instituciones públicas y privadas en la rehabilitación ecológica para un
ambiente mejor.
La trayectoria de las quebradas de la localidad de Chapinero ha permitido concretar una
posible narrativa ambiental donde sobresalen valoraciones de los paisajes del agua,
consideradas como cualidades patrimoniales. En el siguiente apartado se exponen y
desarrollan las cualidades encontradas.
67
Relato de Edelmira, Bogotá, febrero de 2011.
70 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
4. Cualidades patrimoniales de los paisajes del agua en
Chapinero
Los paisajes del agua en Chapinero han sido construidos, transformados con el transcurrir
del tiempo, visitados con diversas intensiones, habitados y valorados. Las quebradas como
lugares representativos y simbólicos en el desarrollo territorial de Chapinero, son
redescubiertas gracias a la valoración socioambiental que se ha ido gestando entre los
ciudadanos y las instituciones, para ser apropiadas en la actualidad y legadas a otras
generaciones.
En este capítulo se presenta un conjunto de elementos valorados de las quebradas, puntos
en común y atributos compartidos, que manifiestan las particularidades ambientales del
territorio, expresadas y registradas en las fuentes utilizadas para esta investigación.
Las valoraciones son expresiones de las cualidades patrimoniales, varían según la forma de
interacción entre las personas y el recurso territorial; son producto de un pasado evocado,
de anécdotas, algunas vivencias significativas que dejan una impronta en el paisaje. Este
conjunto de valoraciones permite relacionar los usos de las quebradas con las motivaciones
para la restauración ecológica y las proyecciones de gestión participativa para conservarlas.
4.1 Valoración de los paisajes del agua en Chapinero
La disponibilidad física del agua es una cualidad presente en el territorio de Chapinero,
reconocida por los habitantes y visitantes. Las montañas de la localidad se caracterizan por
ser una zona de recarga acuífera producida por los ecosistemas de páramo, subpáramo y
vegetación nativa de bosque andino. En una zona de recarga acuífera se forman los
nacimientos de agua, se recargan las aguas subterránea y se alimentan las quebradas que
descienden recreando microcuencas abastecedoras de los ríos que atraviesan la ciudad hasta
llegar al río Bogotá. El territorio de Chapinero es un ―Cultivador de agua‖ y la vegetación
nativa se suma a las formaciones geológicas para permitir que fluya el preciado líquido.
La presencia del agua en territorios estratégicos para la producción y regulación hídrica,
como en el caso de la localidad de Chapinero, adquiere un valor ecológico y social. El agua
está siendo revalorada en las formas cotidianas de vivir en la ciudad como producto de una
nueva mentalidad respecto al saber ambiental que circula. De forma progresiva, las
71 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
personas que habitan en la ciudad se preguntan: ¿De dónde viene el agua que consumimos
todos los días? ¿Dónde se encuentran localizados los nacimientos de agua que nos
abastecen? ¿Cómo eran los ríos de nuestra ciudad, antes de ser canalizados? Y se
manifiestan expresiones de asombro al saber que aún brota agua, de forma natural, en
nuestros cerros capitalinos.
El asombro ante la presencia física del agua en las montañas de Chapinero y el
conocimiento de su ciclo natural de producción y regulación, ha llevado al reconocimiento
de la conectividad ecológica del agua que se produce en los cerros orientales en conexión
natural con otros cauces. Las quebradas de la localidad de Chapinero al ser microcuencas
abastecedoras del sistema hídrico del río El Salitre las convierte en ―puntos vivos‖ , donde
el agua es un eje articulador de vida, que dota el territorio de factores favorables para la
biodiversidad de flora y fauna en los Cerros Orientales.
Uno de los principales eventos registrados en el territorio de Chapinero es el
(…) redescubrimiento del capitancito ―Trichomycterus bogotensis‖ en la quebrada
Rosales el 3 de noviembre de 2006 por parte del biólogo David Rivera (información
suministrada por el biólogo a Conservación Internacional). Esta especie, fue descrita
por Eigenmann en 1912, con el holotipo FM NH 56030 referenciando que fue
descubierta en un lugar denominado ―Chapinero, near Bogotá‖, probablemente se trate
de este sector. No se tenía noticias de este pez endémico desde 1912. Quizás sea el
único registro que tenemos en las quebradas de los cerros orientales68
.
Algunos nombres comunes de la vegetación nativa y foránea en las cuencas en Chapinero
son: Frailejón, Orquídea, Papayuelo, Manzano Colorado, Gaque, Ojo de Poeta, Encenillo,
Helecho, Helecho Arbóreo, Helecho Marranero, Raque, Pegamosco, Reventadera,
Sangregao, Retamo Liso, Retamo Espinoso, Roble, Duraznillo, Lenguevaca, Caminadera,
Abutilón Rojo, Tuno, Mano de Osos, Acacia, Angelito, Laurel de Páramo, Cucharo,
Eucalipto, Arrayán, Urapan, Fucsia Arbustiva, Guadija, Trébol, Trompeto, Guaba, Pino,
Cordoncillo, Jazmín del Cabo, Chusque, Kikuyo, Cereza, Holly, Moron, Huesito,
Castilleja, Digital, Borrachero Blanco, Borrachero Rojo, Uchuva, Cucubo, Cicuta, Cardon,
Ortiga, Ají de Páramo, entre otras.
68
Información suministrada por: ―Diagnóstico, zonificación y priorización…‖.
72 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Helecho Arbóreo
Cuenca quebrada Morací
Alejandro Martínez Uribe (2011)
Orquídea
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
73 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
En cuanto a fauna, algunos ejemplares son: chulo, gavilán lomiblanco, pava andina,
carpintero pardo, paloma sabanera, colibrí (es la especie mejor representada), rastrojero,
colaespina cundiboyacense, comprapan, mosquerito gorgiblanco, mosquero vientrizufrado,
mosquerito lomileinado, mosquerito acanalado, pitajo pechirufo, elenia montañera, tyrano
paramuno, golondrina, golondrina azul y blanca, golondrina tijereta, soterrey cucarachero,
soterrey de montaña, cucarachero, paraulata tropical, mirla, mirlo ojiblanco, copetón,
matorralero nuquipalido, pinchaflor negro, pinchaflor enmascarado, pinchaflor de costado
blanco, pinchaflor azulado, tangara, hemispingo supeciliado, reinita coroninegra, candelita
frentidorada, reinita trepadora, reinita gorginaranja, bolsero dorsiamarillo, cacique
piquiamarillo, collareja, subepalo perlado, canario, entre otras especies migratorias. Es
posible encontrar algunos reptiles como la anadia bogotensis.
Esta conectividad ecológica genera unos servicios ambientales en el territorio local,
distrital y regional. Los servicios ambientales reconocidos en la localidad de Chapinero
están relacionados con la biodiversidad en un contexto urbano, la calidad del aire, el
potencial de recarga acuífera, la singularidad de los páramos y bosques andinos y la belleza
paisajística o escénica de la naturaleza capitalina.
Estos servicios ambientales son percibidos por las personas de diversas formas al recurrir a
los sentidos. La belleza paisajística es un goce estético que se construye en interacción con
los lugares; estos niveles de percepción se han ampliado, pues además de ser visuales se ha
iniciado la experimentación con los otros sentidos, por ejemplo, el oído. Las montañas de
Chapinero generan ambientes sonoros que no son posibles encontrar en la ciudad.
Uno puede hacer el trayecto de la quebrada de muchas maneras: uno puede ser
totalmente receptivo y percibir visualmente, auditivamente y el agua está todo el
tiempo; auditivamente es muy interesante porque vas encontrando muchas sutilezas en
el sonido; en diferentes partes de la quebrada hay diferentes texturas en el sonido, la
quebrada está cambiando, los ritmos de la quebrada son diferentes: en verano está seca
y en el invierno es exuberante69
.
Es recurrente encontrar como valor del paisaje, el interés por revivir la identidad muisca y
su relación con el agua. La creación de mecanismos para reactivar la memoria
69
Relato Pedro Crump Bogotá, marzo de 2011.
74 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
prehispánica, donde el agua es un elemento identitario en la cultura muisca70
, se convierte
en un incentivo para la reactivación del patrimonio ambiental. En este sentido el pasado
indígena puede ser un fundamento de una posible identidad territorial de Chapinero y de
Bogotá.
Recurrir al pasado en busca de nuevos referentes culturales que motiven unos vínculos
diferentes con el recurso territorial se está fortaleciendo en la dimensión ambiental y
patrimonial. La memoria prehispánica está cargada de numerosos simbolismos que se
caracterizan por el reconocimiento de la conectividad de la naturaleza. Los usos de estos
símbolos pueden expresar significados y configurar nuevos roles sociales en función del
cuidado del agua como recurso natural limitado. Se trata de reconstruir una narrativa
ambiental que dimensione nuevas prácticas urbanas con el agua, su disponibilidad física y
su significado cultural.
Una ruta posible para reconstruir una narrativa ambiental es volver a transitar los caminos
precolombinos y su relación con la construcción de los caminos reales. Los caminos
precolombinos eran senderos que conectaban lugares sagrados para la cultura Muisca como
las lagunas, ríos, quebradas, nacimientos de agua, montañas y de forma simultánea eran
rutas para el trueque de productos, especialmente la sal. Estos caminos manifiestan algunas
características de ocupación del territorio ligado a los cauces de agua, elementos de la vida
cultural de los muiscas.
Los caminos precolombinos fueron reutilizados por los españoles para el abastecimiento de
la ciudad y los senderos fueron modificados en su función física y ceremonial;
Los caminos precolombinos existieron por siglos o milenios antes del quiebre histórico
representado por la invasión española, y ya para aquella época muchas redes viales
habían experimentado su auge o clímax, para luego ser abandonados, destruidos
parcialmente o incorporados al sistema vial de un pueblo invasor. El ciclo continuó y la
penetración española en muchas regiones se facilitó por la existencia de vías de acceso,
pero estas sufrieron por el tránsito de caballos y mulas. Tramos de éstas fueron
incorporadas al trazado de los caminos reales, luego al de las vías republicanas y los
rieles del ferrocarril y recientemente al de las carreteras asfaltadas. Pero aquí y allá el
70
Existen dos trabajos destacados, incluidos en este apartado: El agua en la historia de Bogotá (ver nota 25).
Es una investigación dirigida por Juan Camilo Rodríguez Gómez, proyecto auspiciado por la empresa de
Agua y Alcantarillado de Bogotá e implementado por la Universidad Externado de Colombia. El segundo
texto se titula: Germán Palacio Castañeda, Historia Ambiental de Bogotá y la Sabana: 1850-2005 (Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia / Instituto Amazónico de Investigación —IMANI—, 2008).
75 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
paisaje conserva restos de todos estos momentos. En otros casos los trazados de rutas
antiquísimas persisten como tradiciones orales, conformando una geografía simbólica
rica y compleja, que se transforma con la experiencia de nuevos caminantes71
.
Las rutas precolombinas y reales están siendo incorporadas al diseño de una red de caminos
ambientales, con la finalidad de generar la interpretación histórica de la conexión entre lo
urbano, lo rural y lo natural. En la etapa de diseño de las rutas se contemplan el camino de
la quebrada La vieja, el sendero del río Arzobispo y la conexión natural y vial entre los
barrios de la UPZ 89 San Isidro- Patios con Las Moyas y el municipio de la Calera.72
La red de rutas con potencial eco turístico en los cerros orientales y su extensión a las zonas
rurales de Bogotá como la vereda Verjón Bajo de la localidad de Chapinero y los
municipios de Choachí y La Calera, rescatan el valor del agua y su relación ecológica con
la vegetación nativa, la cual regula la producción hídrica desde tiempos inmemoriales.
71
Leonor Herrera y Marianne Cardale de Schrimpff, eds., Caminos precolombinos: las vías, los ingenieros y
los viajeros (Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2000) 11. 72
Para mayor información se sugiere consultar el proyecto ―Estudio, diseño y evaluación de un parque eco
turístico que promueva la belleza escénica, paisajística y rescate la identidad cultural del sector rural de la
Localidad de Chapinero‖. Disponible en:
http://www.cerrosdebogota.org/joomla/images/stories/Biblioteca/EstudioDisenoEvaluacion.pdf, consultado el
23 de abril de 2011.
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
76 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Los recorridos ofrecen la visita a lugares naturales y construidos, significativos para el
conocimiento de la biodiversidad, la vida campesina, procesos de transformación del
paisaje urbano y rural, reconocimiento de saberes diversos como la etnobotánica, muestras
gastronómicas, miradores y cuencas abastecedoras del embalse San Rafael; en definitiva, se
despliega una experiencia de apropiación territorial del patrimonio ambiental de Bogotá y
la región.
El agua como recurso territorial gestor de identidad ha sido un eje natural que ha logrado
integrar a las comunidades cercanas a las quebradas de la localidad de Chapinero. ―Este
barrio tiene una característica y es que el agua lo liga mucho, tiene un acueducto
comunitario que lo fundó la misma gente del barrio, habían siete quebradas, hoy son cinco,
y hay un censo que registró 90 nacederos‖73.
Los usos y vínculos entre los habitantes de Chapinero y las quebradas se ha manifestado en
expresiones de valoración que hacen parte de una ―cultura del agua‖ en el territorio;
Nosotros con el agua tenemos unas relaciones bien simpáticas, porque el hecho de
tener un acueducto comunitario ha hecho que aprendamos a relacionarnos de otra
manera con el agua. Nosotros somos de los que tenemos canales en la casa para
recoger el agua lluvia; uno se baña y recoge el agua para echarla a otra cosa. Siempre,
todo el tiempo se está ahorrando agua y eso ya es una cultura; la gente que llega nueva
al barrio, se estrella porque no tiene ni una caneca, allá nosotros tenemos la torre de
canecas, el tanque y la pileta súper grande, porque toda la gente ha aprendido a ahorrar
el agua, y como a apreciarla74
.
Esta cultura del agua que se ha ido construyendo de generación en generación, produjo una
manifestación barrial, El Festival del Agua:
El festival del agua nace en el marco de hacerle un homenaje al agua como elemento
vital de la vida; nace con una organización de gente - ―jóvenes mayores‖-, y se piensa
desde lo cultural. El festival era un proceso, se trabajaba un tiempo antes, se hacían
unos talleres y esos talleres tenían unos productos que eran los que se presentaban
como tal en el festival, en los eventos que se hacían. Fue una cosa bonita, un homenaje
al agua y al territorio, porque el territorio donde vivimos básicamente bota agua por
todas partes, todo el tiempo estás rodeado de agua75
.
En la actualidad, algunas organizaciones sociales en el sector de la UPZ 89 San Isidro –
Patios trabajan para la reactivación del Festival del Agua. Esta manifestación barrial se
73
Relato de Iván Borda, Bogotá, marzo de 2011. 74
Relato de Diana Aya, Bogotá, marzo de 2011. 75
Relato de Diana Aya, Bogotá, marzo de 2011.
77 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
convierte en una oportunidad en el presente, para fortalecer la apropiación de las
singularidades ambientales del territorio de Chapinero como ―cultivador de Agua‖.
Las formas de relacionarse con el agua han transformado el paisaje cultural de la localidad,
a pesar de presentar fenómenos de contaminación por aguas domiciliarias, canalización de
cauces y extinción de quebradas, es necesario fortalecer las pautas e iniciativas ciudadanas
que transmiten a otras generaciones de habitantes y visitantes, un mensaje alternativo del
uso del agua en la cotidianidad; ―la nueva vivencia en este territorio es a través de mis
hijos, los niños que ya crecieron, es una generación de relevo que sigue trabajando por el
medio ambiente y por la cultura, es una impronta en el territorio76.
La responsabilidad de concretar prácticas culturales en relación a los usos del agua y en
general del medio ambiente, es compartida entre ciudadanos e instituciones ambientales y
es el tejido social el soporte del cambio cultural.
El tejido social de una comunidad que habita un territorio tiene diferentes manifestaciones.
Cuando el territorio es habitado, es frecuentado y nombrado, haciendo referencias a lugares
significativos que son compartidos por un colectivo social, se construyen elementos
culturales que fortalecen la identidad territorial;
Los funcionarios rotan pero la comunidad permanece y habita el territorio, lo visita, lo
nombra. En los nombres de los lugares encontramos de todo: La Virgen es La Virgen
allá arriba, se lo pusimos nosotros porque hay una virgen grandota, La Virgencita es la
Virgencita de Guadalupe que esta incrustada en una piedra. El Claro de Luna, lo
llamábamos el clarito - nos vemos en el clarito-, hasta que un día Jacobo dijo:
pongámosle nombre a esto, Claro de Luna y se quedó así; el Pozo de las Arrugas, todo
el mundo se hecha agua ahí para quitarse las arrugas, el Peñasco se lo puso Germán, la
Pinada para el acueducto o el Bosque del Silencio para nosotros, el Punto de Encuentro
por que colocaron una valla en la entrada a la reserva, el Túnel es porque hay una
puerta verde que es un túnel para entrar a la tubería que tiene un tuvo madre para el
agua de Bogotá, la Piedra de las Orquídeas, el Portón Caído, el Jardín de Gloria donde
están las cenizas de Gloria una amiga que murió. Alto de las Ballenas porque en agosto
el amanecer es rosado y el viento hace que los árboles rocen unos con otros y suena
como ballenas77
.
76
Relato de Maritza Pinzón, Bogotá, marzo de 2011. 77
Relato de Andrés Plazas, Bogotá, enero de 2011.
78 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
79 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Los colectivos sociales u organizaciones de base que se han conformado al compartir
proyectos de vida, motivaciones, intensiones y acciones en pro de conocer y valorar el
territorio habitado para ser restaurado, conservado y legado a otras generaciones está
produciendo una dinámica social en Chapinero, que tiende a fortalecer los procesos
socioambientales relacionados con el arte como vía legitima de expresión socioambiental;
Hace cuatro años y medio entré a hacer parte de un colectivo que se llama Barrios del
Mundo y Barrios del Mundo ha estado muy ligado a la conciencia ambiental; (…) y en
la generación de la que yo hago parte, hemos enfocado el trabajo más hacia lo artístico.
En ―Barrios‖ nace la escuela de circo Mano de Oso, que mano de oso es una especie
nativa de los Cerros Orientales, tiene cuatro especies y la hoja parece la huella de un
oso. Desde allí, yo siento que se empieza a hacer una referencia, desde los chicos y las
chicas, hacia el territorio propio, es una apropiación del territorio.
Más adelante nos juntamos alrededor de un cine foro, allí participó JOCUIMO -
Jóvenes Cuidadores de la Montaña-y ellos trabajaron cine para niños, pero cine
ambiental en torno a la relación entre el hombre y la naturaleza. Todo esto nos llevó a
lugares simbólicos para nosotros; esta el ―Salto del Halcón‖, allí hay frailejones que te
dan al hombro y es un lugar de referencia de los chicos y chicas de acá. Hay otro lugar
que es ―Lajas‖, allí hay una caída de agua que sale de entre las rocas y le llaman el
―Salto del Hippie‖ y está también el ―Puente Natural‖ que es un puente de piedra por
donde baja el agua. Son lugares de referencia y de cuidado por parte de la gente de acá.
Actualmente, ahora nosotros tenemos la escuela de formación artística GUASCAQUE
–la fuerza de la montaña, la fuerza del arte- también se llama Guascaque porque es el
nombre que le daban los Muiscas a este territorio: un territorio de paso, un territorio
sagrado al que le llamaban boquerón de Guascaque. Nosotros retomamos el nombre,
buscando esa relación y esa identificación; ahora es muy bonito que los chicos y chicas
se denominan ―Gente de la Montaña‖ y como a través del arte los chicos hacen
conciencia del espacio en el que están78
.
El arte se sintoniza con la sensibilidad ambiental y crea lenguajes para expresar las
singularidades ambientales de Chapinero;
Para un artista es muy importante encontrar los lugares y los temas de inspiración, de
motivación; definitivamente la naturaleza es una fuente enorme de inspiración para mí.
En el disco ―El Silencio del Agua‖ fue una especie de coproducción, porque una parte
era mi aporte y otra parte era el sonido universal, ese sonido del agua. Traté de
sintonizarme con ese sonido, que lo lleva a uno a encontrar un silencio, una paz y sobre
todo en un entorno natural como en la quebrada. Además uno va encontrando
arquetipos, simbolismos del agua, el agua como limpieza, el agua como fuente de vida,
que le permiten a uno entrar en una zona creativa e involucrar los simbolismos en la
obra79
.
78
Relato anónimo, Bogotá, marzo de 2011. 79
Relato de Pedro Crump, Bogotá, marzo de 2011.
80 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
El acceso al agua de las quebradas como hito fundacional de barrios populares es un
elemento valorado que se fundamenta en el acceso al agua como factor de desarrollo barrial
en Chapinero, ―la quebrada Morací es como la columna vertebral del barrio, sobre ella se
encuentran cinco barrios: La esperanza, San isidro 1 y 2, La sureña y San Luis, es la
quebrada que atraviesa a todo el sector‖80
.
La historia de conformación de los barrios populares ha tenido como hilo conductor la
autogestión y organización barrial para el abastecimiento de agua;
Hay algo muy bonito en este sector y es que es un sector que tiene una historia muy
fuerte de trabajo comunitario, es realmente una historia de ―lo comunitario‖. Lo
primero comunitario que existe en esta zona se da a partir de la necesidad del agua,
casi que uno podría decir que esto no es solamente de aquí sino de todos los barrios
populares periféricos en Bogotá: la historia de los barrios, es la historia del agua en el
barrio. Como aquí no había manera de tener acueducto desde Bogotá, lo que había eran
las quebradas, y en esa época las quebradas eran limpias y se necesitaba agua
domiciliaria entonces todo el tejido comunitario comenzó a darse alrededor de la
construcción del acueducto. Pero uno sabe que el agua que uno se está tomando, no es
la empresa de Bogotá, sino que también es como de uno, es una sensación muy bonita,
saber que el agua que uno se toma, se la puede tomar, porque gente que te antecedió, se
luchó la construcción de ese acueducto81
.
La experiencia de autogestión de los acueductos comunitarios establece una serie de
eventos sociales para la gestión del agua en Bogotá. En Chapinero existen tres acueductos
comunitarios Acualcos, Las Moyas y Acuabosques; la historia de conformación de estos
acueductos refleja los vínculos territoriales con las microcuencas abastecedoras
configurando roles comunitarios en el contexto de los territorios populares. En la
cotidianidad de estos territorios populares, a pesar de las tensiones con la formalización
como barrios urbanos y las múltiples necesidades que se presentan ante la ausencia del
Estado, cada vez son más las personas que desarrollan un arraigo y apropiación del
territorio al compartir una historia de conformación barrial.
En ciudades como Bogotá, el crecimiento urbano de tipo informal tiende a darse en zonas
donde es posible el abastecimiento de agua. La localización geográfica de los acueductos
comunitarios permite dimensionar la riqueza de microcuencas abastecedoras que aún
existen en los cerros orientales.
80
Relato de Diana Aya, Bogotá, marzo de 2011. 81
Relato de Maritza Pinzón, Bogotá, marzo de 2011.
81 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Estas microcuencas abastecedoras están siendo valoradas como espacios públicos donde el
agua es un bien común y de forma simultánea, se puede apreciar que las quebradas son
lugares de encuentro barrial y de reconocimiento de comunidades que se han gestado al
transitar e interactuar con los cauces; como se describió en el capítulo anterior con los
procesos e iniciativas que se han dado en la quebrada Morací y La Vieja.
Cuando se recurre a narrativas del pasado de las quebradas ―la gente tradicional del barrio
recuerda que se podían bañar en la quebrada, que podían acercarse a ese espacio, eran como
lugares de encuentro, la gente iba el domingo de paseo, iba y lavaba, sus relaciones de
barrio estaban entorno a la quebrada Morací (…). Ahora la gente espera tener a la
quebrada, ojalá corriendo limpia82.
El habitar y frecuentar un territorio, potencializa las valoraciones que se hacen; por su
parte, la ubicación espacial es estratégica en el momento de establecer un vínculo
identitario con un recurso territorial. En algunos casos, las quebradas son límites físicos
entre barrios, en otros, son centros que convocan a la comunidad y a los visitantes.
En estos espacios públicos hay procesos simultáneos y a veces contradictorios, conviven
iniciativas ambientales con fenómenos de contaminación, así como procesos de
privatización de rondas hidráulicas con caminatas públicas para el reconocimiento de las
quebradas. Es una fortuna que la balanza se esté inclinando hacia la transformación
interactiva, entre naturaleza y cultura. En los paisajes del agua, desde el nacimiento en
zonas de reserva hasta su contacto con dinámicas urbanas, las quebradas son espacios
públicos mixtos entre lo natural y lo artificial.
82
Relato de Diana Aya, Bogotá, marzo de 2011.
Cuenca quebrada La Sureña
Javier Larrota (2011)
82 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
Cuenca quebrada Pozo Claro
Alejandro Martínez Uribe (2011)
83 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Estas características están siendo incluidas en los diseños de restauración ecológica. Para
restaurar no es necesario optar por un desalojo masivo de los barrios ubicados en las zonas
de ronda hidráulica, sino decidir y crear alternativas con las personas que habitan el
territorio para dar un mejor manejo socioambiental a los cauces. En este panorama, el
sentido patrimonial es una opción para el fortalecimiento de las acciones de restauración
ecológica.
El sentido patrimonial de las quebradas las redimensiona como elementos naturales
emblemáticos del paisaje. Son lugares de referencia colectiva en la localidad, lo cual ha
motivado experiencias de gestión y recuperación ecológica en contextos urbanos.
El registro actual de la experiencia de restauración ecológica que se está implementado en
el convenio entre el fondo de desarrollo de la Alcaldía Local de Chapinero, la Secretaría
Distrital de Ambiente, Conservación Internacional y la participación de la comunidad
interesada es:
(…) un proyecto piloto en la recuperación ecológica y paisajística de una quebrada
urbana en una ciudad como Bogotá, en este caso la quebrada Las Delicias. Es una
apuesta para generar un modelo de gestión y recuperación en la ciudad. Un valor
patrimonial que reconocer es eso, como se está adelantando todo este proceso para
generar un modelo de gestión y recuperación ecológica en una quebrada urbana83
.
La restauración ecológica de una quebrada urbana, en este caso específico, la quebrada Las
Delicias, se convierte en una experiencia para generar acuerdos entre habitar el territorio y
conservar la oferta ambiental. En la ordenación y manejo de cuencas hídricas en contextos
urbanos se puede explorar el papel del patrimonio ambiental de un territorio en los planes
de desarrollo territorial del distrito capital.
Este conjunto de valoraciones de las quebradas contribuye a la identificación de espacios
geográficos significativos, que pueden ser denominados lugares-patrimonio84
; lugares que
se habitan, se restauran y se conservan para ser legados. Un espacio se convierte en lugar
cuando es apropiado por un grupo social que lo incluye como referente identitario.
83
Relato de Claudia Romero, Bogotá, marzo de 2011. 84
Esta denominación se encuentra desarrollada en: Adriana Párias Durán; Cristina Palacio y Dolly Tamayo,
eds., Construcción de lugares-patrimonio: el centro histórico y el humedal de Córdoba (Bogotá: Instituto
Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia —Colciencias— / Universidad Externado de Colombia, 2006).
84 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
5. Habitar, restaurar, conservar y legar un patrimonio
ambiental
De forma recurrente, la ciudad ha sido entendida como una construcción social y artificial
opuesta a la naturaleza; sin embargo, esta recurrencia se está fragmentando con nuevas
propuestas culturales donde se reconoce que la ciudad y sus habitantes interactúan con la
naturaleza y sus procesos ecológicos como es el caso del ciclo del agua. De este ciclo
ecológico depende el abastecimiento de agua potable, el proceso de producción de especies
comestibles y la producción de energía eléctrica utilizada en un alto porcentaje para los
estilos de vida urbana y el funcionamiento estructural de una ciudad.
Las percepciones de la naturaleza en el tejido urbano, se pueden observar en las dinámicas
de desarrollo territorial en una ciudad y en las formas de manejo de las cuencas
hidrográficas. Con frecuencia, el desarrollo territorial tiende a priorizar la infraestructura
urbana generando impactos ambientales en los ecosistemas acuáticos. En estas dinámicas el
patrimonio ambiental puede ser destruido, o recuperado y conservado para ser incluido en
la construcción de territorios urbanos socioambientales.
Las directrices conceptuales y metodológicas para la ordenación territorial y el manejo de
cuencas urbanas se están modificando frente al tema del agua, el abastecimiento, los usos y
las funciones ecológicas de este recurso natural limitado. En las ciudades se hace cada vez
Cuenca quebrada La Vieja
Andrés Plazas (2006)
85 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
más necesaria una zonificación del territorio en función de las características ecosistémicas
y las particularidades paisajísticas de las cuencas hidrográficas presentes en la ciudad.
El Sistema Distrital de Áreas Protegidas es un gran avance en la estructuración de
corredores ambientales en la ciudad. ―La inclusión del patrimonio natural dentro de los
debates sobre desarrollo urbano es muy reciente, cuando se incluye el concepto de
Estructura Ecológica Principal en los ejercicios de planeación de la ciudad y se reconocen
espacios importantes de valor ecológico para incluirlos como espacios de conservación‖.85
La patrimonialización de la naturaleza es un proceso de construcción de significados en
torno a un recurso territorial, en este caso, el agua y las quebradas de la localidad de
Chapinero. Este proceso se da gracias a la interacción entre lo natural y lo cultural en un
espacio vivido-habitado, frecuentado- visitado, en donde el recurso territorial adquiere un
valor simbólico generando las iniciativas para restaurarlo, consérvalo y legarlo. En este
contexto, ―el patrimonio como una valoración simbólica del lugar‖86
modifica el paisaje a
través de valoraciones compartidas, producto de un mayor grado de arraigo y apropiación
simbólica del territorio.
El manejo del paisaje es un reto para los procesos participativos de renovación urbana.
Aunque predominan los análisis técnicos, se están fortaleciendo los elementos identitarios y
la inclusión de los nuevos roles sociales que se gestan en los contextos de apropiación del
patrimonio ambiental, con una perspectiva socioambiental del paisaje. Esto permite
armonizar la función ambiental con la función residencial y comercial del territorio de
Chapinero para recrear nuevos centros de interés como la recreación pasiva, la educación
ambiental, el eco turismo y experiencias de agricultura urbana, entre otros.
Las iniciativas y experiencias de restauración ecológica de las quebradas de la localidad de
Chapinero se convierten en una fortaleza en este proceso de resignificación de la naturaleza
en la ciudad y del papel del agua en el paisaje de la localidad. En este sentido se puede
afirmar que estas acciones socioambientales están gestando la reactivación social del
patrimonio ambiental.
85
Párias Durán; Palacio y Tamayo 127. 86
Párias Durán; Palacio y Tamayo 129.
86 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
5.1 Reactivación social del patrimonio ambiental en Chapinero
La reactivación social del patrimonio ambiental en la localidad de Chapinero se puede
entender como un proceso de transformación cultural del significado de la naturaleza en
interacción con el tejido social. Es un proceso que se enfoca en las relaciones entre lo
natural y lo artificial y es una acción mediática donde convergen saberes científicos
referidos al ciclo ecológico (físico, químico y biológico) del agua y los saberes sociales
(usos sociales y funciones culturales) en cuanto a los vínculos culturales con el agua.
Las acciones socioambientales para habitar, restaurar, conservar y legar un patrimonio
ambiental, se gestan en territorios locales que dimensionan consecuencias positivas a escala
regional y global como producto de la dinámica ecológica y cultural en torno a un
ecosistema apropiado en su función patrimonial. La función patrimonial se entiende como
un sentido construido y compartido colectivamente que expresa la apropiación de la
dimensión ecológica y cultural de un recurso territorial.
Las quebradas son un recurso territorial con cualidades patrimoniales y estas cualidades son
tanto ecológicas como culturales. Para su cualificación se requiere del conocimiento de sus
cualidades físicas, químicas, biológicas y culturales. Esta función puede ser
institucionalizada por medio de una declaración como un bien patrimonial incluido en
inventarios especializados, diseñados con objetivos para su catalogación y divulgación
como patrimonio declarado. De forma simultánea, un recurso territorial puede ser
apropiado en su función patrimonial por una comunidad que lo desea conservar y legar
como un patrimonio vivido87
.
Actualmente, no se registra a nivel institucional algún tipo de fuente oficial que identifique
a los cauces de agua de Chapinero como patrimonio declarado; sin embargo en este trabajo
se operó sobre el patrimonio vivido por los diversos grupos sociales e instituciones que han
apropiado y valorado el territorio de Chapinero al establecer vínculos con este recurso
territorial para su restauración ecológica.
El patrimonio ambiental (vivido y declarado) es un campo fértil para la coexistencia
armónica entre los usos sociales del agua y su valoración como bien público y patrimonial. 87
Esta reflexión en torno al patrimonio declarado y patrimonio vivido se encuentra desarrollada en Párias
Durán; Palacio y Tamayo.
87 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
La reactivación de la función patrimonial está ligado de forma explícita con el papel del
agua como elemento esencial en la ordenación del territorio, en la construcción-
transformación de paisajes, en la apropiación de los espacios y en la creación de
representaciones y prácticas culturales en diversas escalas espacio-temporales.
En este contexto de reactivación patrimonial, las quebradas de la localidad de Chapinero
son geosímbolos: ―un geosímbolo puede definirse como un sitio, un itinerario o un espacio
que, por razones religiosas, políticas o culturales, reviste a los ojos de ciertos pueblos y
grupos étnicos una dimensión simbólica que los fortalece en su identidad‖88
. Las quebradas
consideradas como geosímbolos responden a procesos identitarios que pueden ser incluidos
en diferentes campos de la esfera social: normativo (Plan de Ordenamiento Territorial, Plan
de Ordenación y Manejo de Cuencas, Sistema Distrital de Áreas Protegidas), educación,
investigación y recreación.
Con la identificación de estos geosímbolos, se potencializa una difusión preventiva89
del
patrimonio ambiental. La difusión preventiva del patrimonio propone fortalecer los
proyectos que permitan a una comunidad habitar y conservar los lugares singulares, se trata
de convivir;
―(…) mientras a principios de siglo la naturaleza jardín, en forma de parques, era
pensada como una forma de mejorar nuestras condiciones de vida, hoy no solamente
pensamos en el bienestar de la comunidad sino en el bienestar de ambos, es decir una
naturaleza sana (léase ambiente sano), y un hábitat sano (léase comunidad sana). Por
esto se piensa en espacios funcionales, diversos y bien adaptados para la convivencia
humano-naturaleza. Quizás hoy día somos un poco menos arrogantes y conocemos
mejor los alcances, positivos y negativos de la comunidad humana sobre el espacio que
esta habita‖.90
La difusión preventiva del patrimonio ambiental recurre a los geosímbolos para visibilizar
una nueva concepción de naturaleza, una visión integral y ecosistémica, aún posible en
contextos urbanos. La difusión es una comunicación y como tal, transmite y reproduce
88
El concepto de geosímbolo lo desarrolla Joel Bonnemaison, citado por Gilberto Giménez y Catherine Héau
Lambert, ―El desierto como territorio, paisaje y referente de identidad‖, Culturales Vol. 3 No. 5 (ene.-jun.,
2007): 17. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=69430502 89
Santos Mateos Rusillo, coord., La comunicación global del patrimonio cultural (Gijón: Ediciones Trea,
2008). 90
Susana Barrera Lobatón, ―Manejo de cuencas hidrográficas durante el siglo XX. Un análisis desde la
geografía‖, Lecturas en teoría de la geografía, ed. Jhon Williams Montoya (Bogotá: Universidad Nacional de
Colombia, 2009) 248.
88 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
mensajes; la difusión o divulgación del patrimonio ambiental requiere de unas estrategias
que garanticen la accesibilidad es decir la interacción más que su contemplación.
Los mensajes de esta comunicación patrimonial deben incluir los saberes históricos en el
caso de los vínculos sagrados de nuestros antepasados muiscas con el agua, los usos
sociales del agua en el desarrollo urbano de Chapinero, las representaciones y sentidos
colectivos que se han tejido con este recurso territorial en la localidad, reflejadas en las
historias barriales, los acueductos comunitarios y en las acciones ciudadanas e
institucionales de restauración ecológica de las quebradas.
La prevención en la difusión del patrimonio, no es una fórmula, es un ejercicio
interpretativo, complejo pero enriquecedor, ya que pone en juego estrategias de carácter
normativo, técnico, criterios pedagógicos y herramientas didácticas para que la circulación
de estos mensajes fortalezcan el cambio cultural. Es necesario articular la información que
circula en torno al manejo de cuencas hidrográficas en contextos urbanos con el valor
patrimonial del agua. Un camino puede ser la educación patrimonial, la cual recurre al
diseño de rutas para interactuar con el patrimonio y en esta acción se procura una
interpretación ambiental de lugar visitado e incluso habitado.
Por lo anterior, este trabajo de investigación no concluye sino retoma aprendizajes y
comparte proyecciones que se convierten en invitaciones a recorrer los caminos del agua en
nuestra ciudad, caminos que incluyen sus nacimientos en los cerros orientales, su conexión
con el río Bogotá y sus vínculos regionales. El agua nos puede llevar a lugares
inimaginables en la ciudad y participar en este proceso de reactivación social del
patrimonio ambiental.
89 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
6. Aprendizajes y proyecciones
6.1 Aprendizajes de la experiencia de investigación
La crisis ambiental y la búsqueda de soluciones efectivas han motivado la creación de un
renovado cuerpo conceptual y metodológico que busca integrar lo natural y lo cultural
desde una visión cualitativa. El estudio de las cuencas hidrográficas urbanas estuvo
marcado a finales de siglo XIX e inicios del XX por el diseño de acueductos,
alcantarillados y plantas hidroeléctricas para responder al crecimiento urbano y a las
condiciones de salubridad de Bogotá, fortaleciendo un conocimiento técnico para el
abastecimiento de agua con un incremento en su demanda.
A esta tendencia técnica se le ha sumado un saber socioambiental, que irrumpió en la
escena mundial a mediados del siglo XX con la globalización de la problemática ambiental.
En este contexto, las ciudades empezaron a ser repensadas, interconectadas con la
naturaleza. De forma gradual se avanza en un conocimiento integral de la conexión entre
territorios locales, regionales y globales, a través de la función del agua como recurso
limitado.
Una manifestación de esta transformación de mentalidad son las acciones, iniciativas y
experiencias de restauración ecológica, o mejor aún, una restauración ambiental de las
cuencas hidrográficas, en este caso, la cuenca del río El Salitre. El sendero o ruta que se
presenta en este horizonte, es el fortalecimiento de estas experiencias ciudadanas en donde,
a pesar de mantenerse algunas situaciones de contaminación hídrica, se requiere que la
balanza se incline hacia lo positivo, hacia la convivencia con la naturaleza. Además de
promover ciertos ejercicios de concienciación es pertinente motivar la creación de nuevos
usos sociales del agua: se requiere de transformaciones técnicas, cotidianas y culturales de
los hábitats.
El contexto global y el contexto local de la problemática ambiental y de la crisis del agua
tienen un referente en los derechos culturales de tercera generación, (derecho a un ambiente
sano específicamente). Como marco de referencia, este enfoque de derechos remite el
manejo y restauración de las cuencas urbanas al campo político, de las decisiones. ¿Quién
decide? o ¿Quiénes deciden? Son cuestiones que reflejan las lógicas de poder en el ámbito
90 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
ambiental. En la experiencia de la restauración de las quebradas de la localidad de
Chapinero son los ciudadanos quienes deciden restaurar las quebradas y se apoyan en la
institucionalidad pública y privada para avanzar en sus objetivos. A medida que avanza el
proyecto, éste resulta incorporado en el Plan de Desarrollo Local y se llega a la dimensión
política de la participación ciudadana en asuntos ambientales.
Ahora, si se relacionan los marcos hasta aquí expresados, un marco histórico de crisis
ambiental, un marco de participación ciudadana con un enfoque de derechos y un marco
normativo desde lo público, se puede afirmar que la oferta ambiental limitada es un insumo
para la reconstrucción de la memoria de los procesos territoriales urbanos y rurales en
relación al agua. Es en definitiva, un proceso de transformación de larga duración.
Este proceso territorial está motivando la creación de una nueva ética y estética del paisaje.
Ética en el sentido de decidir qué tipo de vínculos pueden motivar la restauración ecológica
de los paisajes de agua en Chapinero y estética, entendida no como un canon de belleza,
sino como un prolongación del sentido sensible de un paisaje armonioso entre lo natural y
lo cultural: ¿Cómo nos imaginamos las quebradas, ríos, humedales que fluyen por nuestra
ciudad?. De la imagen que se tenga y se construya de los paisajes del agua, depende el
motivo y la acción de restauración ecológica. Se trata de un proceso cognitivo y emocional,
técnico y sensible.
Chapinero es una localidad de contrastes territoriales, zonas de protección ambiental, zonas
rurales, zonas urbanas, zonas comerciales, zonas residenciales, zonas de oferta para la
diversidad cultural, zonas con valores patrimoniales. El patrimonio ambiental en particular,
es un patrimonio inclusivo, convoca a habitantes y visitantes porque es un bien público que
debe ser legado a generaciones futuras. Algunas proyecciones que emergen de esta
investigación, para avanzar en este camino se comparten a continuación.
91 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Cuenca quebrada La Vieja Andrés Plazas (2006)
6.2 Proyecciones
La información sobre las quebradas de la localidad de Chapinero compilada y
seleccionada para esta investigación estuvo delimitada por unos objetivos que se
enmarcaron en el campo del patrimonio. Sin embargo es necesario emprender la
tarea específica de reconstruir una historia ambiental del agua en los Cerros
Orientales y la historia ambiental de cada quebrada en la localidad de Chapinero. En
estos relatos es necesario incluir los casos de las quebradas extintas: aquellos cauces
que ya no nos acompañan en su forma física pero que siguen presentes en su forma
simbólica. Esta tarea puede convocar a un diálogo de saberes entre la comunidad, la
academia y las instituciones administradoras de las localidades con influencia en la
zona de reserva forestal de los Cerros Orientales.
Actualmente existe una variedad de denominaciones: patrimonio paisajístico,
patrimonio territorial, patrimonio ecológico, patrimonio natural, patrimonio socio
ecológico lo que permite proyectar la denominación de patrimonio ambiental como
integradora. Ahora el reto es desarrollar esta concepción de patrimonio. Este trabajo
se interesó por generar un aporte en este desarrollo conceptual, pero el ejercicio de
92 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
contextualización a escalas es aún más complejo, se trata de profundizar en el
sentido y gestión del patrimonio ambiental a escala local, distrital, regional y global.
Un aporte estratégico es la construcción de un estado del arte que permita describir
las tendencias conceptuales y los logros investigativos referidos al tema puntal de
patrimonio ambiental en contextos periurbanos, o como mínimo presentar los
documentos que sirvan de apoyo para esbozar unos primeros acercamientos
metodológicos, conceptuales y operativos.
Con más detenimiento, se requiere de la sistematización de experiencias locales con
interés ambiental. En Chapinero, existe un gran número de organizaciones sociales
y barriales que incluyen en sus proyectos la dimensión ambiental, resaltando las
cualidades ambientales y paisajísticas de este territorio con el fin de consolidar una
línea base de lo que se ha realizado, los aprendizajes producto de las experiencias y
de los planes de acción que lidera la comunidad.
Resignificar la función patrimonial de las quebradas se proyecta en las acciones que
busquen fortalecer los mecanismos de trasmisión-difusión del patrimonio
ambiental: algunas propuestas pueden ser desarrolladas desde el campo de la
interpretación patrimonial, el diseño didáctico de senderos con una señalización
patrimonial y la reactivación del Festival de Agua.
Diseñar estrategias pedagógicas que incluyan herramientas para la reconstrucción de
memorias visuales y narrativas ligadas a procesos de recuperación ambiental de
paisajes. En este punto es necesario consolidar información sobre entidades,
instituciones y organizaciones que estén dedicadas a la fotonaturaleza, o también
conocida fotografía medioambiental, para conocer las didácticas y las reflexiones
que surgen en estos contextos formativos en torno a la importancia y potencial del
lenguaje visual en acciones de restauración ecológica y de divulgación del
patrimonio ambiental.
Seguimiento y apoyo a la recuperación integral de la quebrada Las Delicias ya que
esta cuenca ha sido priorizada en el proyecto piloto en el que participan la
comunidad, la Alcaldía de Chapinero, Conservación Internacional y la Secretaría
93 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Distrital de Ambiente. De este proyecto pueden emerger aprendizajes para ser
incluidos y aplicados en las otras quebradas de Chapinero.
A lo largo del texto han sido expresadas una serie de preguntas; sin embargo,
estimado lector: ¿Qué significado tiene el agua para usted?
Salto del Tequendama
Saúl Orduz (1950)
Colección Museo de Bogotá
94 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Río Bogotá
Saúl Orduz (1951)
Colección Museo de Bogotá
Quebrada Morací
Javier de la Cuadra (2011)
95 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Bibliografía
Fuentes primarias
Documentos institucionales
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http://riosalitre.files.wordpress.com/2009/04/2_aa_chapinero2.pdf
―Decreto 1729 de 2002 sobre cuencas hidrográficas‖. Disponible en:
http://www.secretariadeambiente.gov.co/sda/libreria/pdf/Decreto_1729_de_2002.pdf.
―Diagnóstico, zonificación y priorización de las quebradas de la Localidad de Chapinero
pertenecientes a la cuenca del río El Salitre‖, en el marco del proyecto ―Manejo y
recuperación del sistema hídrico de Chapinero – Recuperación integral de las
quebradas‖. Producto número l del convenio de asociación 090-90 entre el Fondo de
Desarrollo Local de Chapinero, la Secretaria Distrital de Ambiente y Conservación
Internacional (inédito).
El Protocolo Distrital de Restauración Ecológica. Bogotá: Departamento Técnico
Administrativo de Medio Ambiente —DAMA—, 2010.
―Estudio, diseño y evaluación de un parque eco turístico que promueva la belleza escénica,
paisajística y rescate la identidad cultural del sector rural de la Localidad de
Chapinero‖. Disponible en:
http://www.cerrosdebogota.org/joomla/images/stories/Biblioteca/EstudioDisenoEvalu
acion.pdf
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Bogotá: Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales —IDEAM—,
2004.
―Paseo Río Salitre. El Corredor Ambiental Más Largo de Latinoamérica: Siguiendo el
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http://www.itdp.org/documents/Seminar/Atrid%20Alvarez.pdf
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http://www.sdp.gov.co/www/resources/2_pdl_chapinero.pdf.pdf
―Primera etapa de sensibilización, diagnóstico y formulación de proyectos desde la visión
comunitaria‖. Producto final del convenio de cooperación N° 4600002865/2009,
Cámara de Comercio de Bogotá y Corposéptima (inédito).
Prensa
El Tiempo [Bogotá] 1998, 2006, 2008 y 2010.
Relatos
Relato anónimo, Bogotá, febrero de 2011.
Relato de Andrés Plazas, Bogotá, enero de 2011.
Relato de Claudia Romero, Bogotá, marzo de 2011.
Relato de Diana Aya, Bogotá, marzo de 2011.
96 PAISAJES DE AGUA EN CHAPINERO
Relato de Edelmira, Bogotá, febrero de 2011.
Relato de Iván Borda, Bogotá, marzo de 2011.
Relato de Maritza Pinzón, Bogotá, marzo de 2011.
Relato Pedro Crump Bogotá, marzo de 2011.
Fuentes secundarias
Barrera Lobatón, Susana. ―Manejo de cuencas hidrográficas durante el siglo XX. Un
análisis desde la geografía‖. Lecturas en teoría de la geografía. Ed. Jhon Williams
Montoya. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2009.
Benjamín Villegas ed. El agua en la historia de Bogotá: 1538-1937. Tomo I. Bogotá:
Villegas Editores, 2003.
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