Sonidos visuales: acerca de las partituras grficas

Todas las artes aspiran continuamente a la condicin de la msica, escribi el especialista britnico en esttica Walter Pater en 1888. La proposicin de Pater capturaba el espritu de la esttica del siglo

XIX, que glorificaba a la msica como la ms etrea y trascendente de las artes. Sin embargo, a

menos de un siglo de la declaracin de Pater, esta concepcin parece haberse invertido, dado que los

compositores de vanguardia comenzaron a imaginar una msica que aspirara a la condicin de la

pintura. Morton Feldman, John Cage, Cornelius Cardew, Anthony Braxton y otros dedicaron sus obras

a pintores y comenzaron a concebir el aspecto visual de la composicin musical -la escritura de una

partitura- ya no como un mero medio sino como un fin en s mismo. La partitura para December

1952 (1952) de Earle Brown -una pgina en blanco con barras horizontales y verticales diseminadas-

detenta un sorprendente parecido a las primeras telas abstractas de Piet Mondrian. Las lneas, ngulos

y crculos del enorme Treatise(1963-67) de Cardew convocan las pinturas constructivistas de Kasimir

Malevich y estn diseadas para producir...en el lector, sin ningn sonido, algo anlogo a la

experiencia de la msica. Braxton escribi acerca de la notacin visual de su Composition 10 -todos

asteriscos, flechas y garabatos-: Una ejecucin determinada...debera revelar la materia visual real...lo

que es como decir que uno debera poder ver en realidad (la pieza) tanto como escucharla.

La proliferacin de partituras grficas en los 50, 60 y 70 no se debe slo a la fascinacin por las artes

visuales. Tambin cumplieron un papel las consideraciones prcticas y musicales. El surgimiento de la

msica electrnica y de cinta en los 50 demand nuevas tcnicas de notacin. Cmo anotar los

ruidos de la fbrica, el recorrido y ataque de las ondas sinusoidales? Con frecuencia los compositores

optaron por una traduccin visual directa del material snico. De ah que las partituras

delKontakte (1968) de Stockhausen o de las Violostries (1964) de Bernard Parmegiani exhiban esa

clase de notacin sismogrfica profetizada dcadas antes por Edgar Varse.

Cuestiones ms estrictamente filosficas y polticas contribuyeron tambin al alejamiento de la

notacin convencional. Compositores politizados como Cardew rechazaron la partitura tradicional

porque implicaba una divisin jerrquica del trabajo que requera que los ejecutantes se sometieran a

la voluntad del compositor.

Por el contrario, la indeterminacin de la notacin grfica ayud a disolver esta jerarqua, promoviendo

en cambio una colaboracin activa entre las dos partes. Cage lleg a conclusiones similares, juzgando

que su chance composition de antao, Music of Changes (1951) era inhumana debido a la regulacin

estricta de su ejecucin. Como respuesta, se dedic a trabajar en una serie de partituras grficas que

culminaron en el asombroso Concert for Piano and Orchestra (1957-58), un compendio de elementos

grficos, instrucciones y variables que indican slo los parmetros ms generales de su realizacin.

Este inters en difuminar los lmites entre composicin e improvisacin revela la influencia del jazz. De

hecho, la generacin de los 50 y 60 creci en la era dorada del jazz; y las partituras grficas sealan

un punto de encuentro entre las tradiciones musicales europea y afro-americana. Brown fue educado

como un msico de jazz, y las sensibilidades democrticas de Cardew lo llevaron a abandonar el

mundo de la msica clsica para unirse al grupo de improvisacin AMM. Del otro lado, inspirado en

Cage, Brown y Feldman, Anthony Braxton se pas a la notacin grfica como modo de estructurar el

caos snico del free jazz y de proveer un punto focal de meditacin para la improvisacin colectiva.

Entonces, a qu suena la msica grfica? Es difcil decirlo, puesto que el amplio espacio cedido a los

ejecutantes significa que dos ejecuciones diferentes de la misma pieza nunca suenen igual. An ms,

esas obras con frecuencia son anotadas para instrumentos que no se especifican y pocas dan

alguna indicacin de cunto tiempo debera llevar tocarlas. No obstante, las ejecuciones de las

composiciones grficas tienden a ser espaciosas y misteriosas, plenas de sonidos extraos que

sobrevuelan como los golpes de pincel de un pintor accionista o como las lneas y las marcas de un

maestro calgrafo.

Reproducido de Christoph Cox, Visual Sounds: On Graphic Scores, en Christoph Cox and Daniel

Warner (Eds) Audio Culture: Readings in Modern Music. New York, Continuum. 2004. p. 187-188

Traduccin del ingls: Norberto Cambiasso

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