LOS ACTUALES DESAFÍOS

DE LA VIDA CONSAGRADA

(Bruno Secondin)

La Vida Consagrada es una realidad compleja, multiforme, con una gran historia y recursos para el futuro. Son tiempos de esperanza y profecía, interioridad, ascesis, proximidad solidaridad... Aunque hay “crisis”; hay problemas y una secularización en expansión.

Hay declive (“ars moriendi”); falta sueños e inquietud; falta una vivencia innovadora sin “repetir pasados”, sin fantasear “soluciones milagrosas”, sin idolatrar modelos obsoletos o estériles. Hay que vivir los cambios con mayor rapidez y globalización. Pasar de obras y números a compasión solidaria e interioridad persuasiva.

La renovación posconciliar ha sido un período de intensa actividad; 50 años de creatividad en “nuevas formas de vida” en una situación cultural en rápida mutación global y continua: (Mayo 1968; caída del muro (1989); Torres Gemelas (2001); crisis económica (2008) y entre tanto los procesos de liberación... y las diferentes pastorales de distintos Papas.

Surgen nuevos desafíos y estrategias en un contexto de indiferencia globalizada.

Relanzados a periferias existenciales, Iglesia en salida, “despertad al mundo”; ser fraternidad solidaria y diaconía emprendedora en medio de todas las nuevas pobrezas en las periferias, “misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, curar, liberar... (EG273) Ofrecer bálsamo de solidaridad y de ternura, de la dignidad, de la esperanza a quien nunca conoció respeto y fraternidad... Hay que inventar nuevas respuestas a los nuevos desafíos. “Espero de vosotros gestos concretos de acogida a los refugiados, de proximidad a los pobres, de creatividad en la catequesis, en el anuncio del evangelio, en la iniciación a la vida de oración. Como consecuencia espero la simplificación de estructuras, reutilización de las grandes casas, adecuación de las obras a nuevas necesidades” (Papa Fr.Carta II,4)

36 FORMACIÓN

PERMANENTEPasionistas SCOR, noviembre

2016

REVISAR HC.16,1-40 Cómo se inició la evangelización: “salieron fuera”, en un

ambiente profano, críticas, cadenas, oscuridad; situaciones difíciles, arriesgadas pueden dar miedo; Pablo no se desanima por falta de estructuras organizadas; aprovecha los tenues signo/señales de la voluntad de Dios; siembra y surge la Primera Comunidad; y fue una experiencia familiar; iglesia doméstica; no una adhesión individual.

También nosotros estamos en el desafío de hablar de Dios “fuera de la puerta”, “en las orillas”; recuperar el estado de invención del carisma; vivir con audacia y concreción de disponibilidad; (siempre estamos evaluando, controlando, nuestros esquemas) dejemos que Él abra el corazón a la fe.

SOCIEDAD ACTUAL + Control de la circulación de personas (inmigraciones, emigraciones...) + Amenazas de terrorismo, violencia, maras, bandas... + Crisis de valores y conciencia... + Hegemonía usurera de la estabilidad económica... + Se cierran fronteras, se niega hospitalidad, solidaridad... Ante todo esto, la VR debería estar presente, emprendedora, solidaria, en sintonía, con audacia evangélica.

UN DESAFÍO Contribución eficaz, arriesgando con obras y

recursos que tenemos, como provocación audaz y profética. Denuncia valiente de egoísmos y miedos; propuestas de hospitalidad, de convivencia fecunda de las diferencias; contestar las “estructuras de pecado” vinculadas a un modelo de falso desarrollo fundado en la idolatría al dinero. Voz crítica y acción alternativa.

La memoria histórica del carisma debe inspirar nuevas exploraciones proféticas sin perder el tiempo en reanimación de situaciones exhaustas.

Nace una cultura no imaginable que tiene que ser evangelizada. La experiencia vivida del preconcilio y posconcilio nos enseña sobre la convulsión de la “renovatio” en vida, espiritualidad, teología, derecho... continuidad y discontinuidad. Vivir la contemporaneidad crítica de la fe. Se requiere una nueva docilidad al Espíritu. No podemos secuestrar el carisma y el seguimiento en “odres viejos”.

PALABRA DE DIOS

Necesitamos familiaridad con la Palabra (DV25). Recuperar la Lectio Divina compartida con los laicos, que purifique otras prácticas. Desde la Palabra llegar al discernimiento, individual y comunitario, a buscar en los signos de los tiempos los caminos del Señor. Evitar formas falsas de “pia exercitia”. Imponer una sana teología litúrgica. La verdadera profecía nace de Dios, de la amistad con Él, de la escucha atenta de su Palabra (VC84). De la Palabra escuchada se pasa a la Profecía.

“SEQUELA CHRISTI”

Seguir a Cristo no es un criterio más sino el principio y fundamento de los otros criterios. “La radicalidad evangélica se solicita a todos. Pero los religiosos siguen al Señor de manera especial, de modo profético”. Hay que insistir en un regreso al radicalismo auténtico. Convertirse significa dejar que el Señor viva y obre en nosotros. La Profecía del Reino no es negociable. El acento debe recaer sobre ser profetas, no “jugando a serlo”. La misericordia, la ternura, la proximidad, el servicio... son experiencias de la “Sequela Christi” como los votos y desafían más claramente las idolatrías actuales y tienen un impacto evangélico más provocativo en la sensibilidad cultural actual, una cultura digital y un mundo virtual.

CARISMA Poseemos un articulado con aplicaciones al Carisma del Fundador, del Instituto, de la

familia. Ha ayudado a formar dinámicas, interpretar momentos vividos, responder a desafíos y urgencias, poner en marcha fuerzas, discernimiento y planificación. La fidelidad al mismo purifica fases culturales. “El carisma se debe hacer fructificar con valentía”. El Proyecto carismático no es la suma de hechos y obras o unos textos. Es un impulso que se necesita continuar y encarnar e inculturar. Es una presencia creíble del Espíritu. para una dedicación radical a Cristo y al Evangelio en la Iglesia y en la Historia. Unir antiguo y nuevo y su fecundidad en distintas culturas. Es la “chispa” inspiradora. Es el Espíritu quien hace a los laicos corresponsables con la fecundidad del carisma, no es una concesión del Instituto. Un carisma “congelado” es un pecado. Tiene que promover “ministerialidad” y no monopolizar. Carismas son perfume de Evangelio.

REESTRUCTURACIÓN

Hay situaciones y soluciones a veces improvisadas y sin gradualidad. Desconfianzas sin discernimiento. Tapar agujeros y debilidades. Operaciones sin criterio misionero son “inseminaciones artificiales”. La fusión es para crear cosas nuevas y vivir la aventura de la fecundidad evangélica. ¿Podemos dejar a la deriva tristezas evidentes, soledades en agonía? Evitar remodelación sin sentido.

OBRAS APOSTÓLICAS

¿Cuáles tienen sentido todavía? Reconocer que no responden a necesidades sino a costumbres; estructuras complejas y pesadas que crean problemas. Hay obras mastodónticas donde es difícil ver el barniz del evangelio, la transparencia de Dios. Salir a las periferias pide refundación, iniciativas audaces de servicio apostólico y acompañar a los pobres. El Espíritu cierra y abre caminos “misionando donde nadie quiere ir”, “en otra parte”.

FRATERNIDAD

Pueblo de Dios en camino con espiritualidad de comunión. La Iglesia “fraternidad”, de diálogo, de cercanía, de servicio y corresponsabilidad, orante. Ha habido intentos y logros... Un modelo alternativo, auténtico, fiel, centrado en relaciones sinceras y abierto a la diferencia de culturas. Comunidad pluralista y misionera. No basta estar juntos para superar las dificultades de la interculturalidad, necesita conversión y nuevos modos. No se puede esconder la diversidad por miedo a romper la unidad; ni fragmentar desde la diversidad por el miedo a herir a alguien.

EL LÍDER

Propio del líder es motivar la diversidad en la corresponsabilidad. El clásico superior que canaliza la observancia ya pasó. Ahora debe ser comprometido en la diversidad reconciliada. Converger en proyectos, metas, iniciativas en la oración y en la solidaridad. Gestionar dinámicas internas propias. No confundir la “coinonía” con la indiferencia recíproca por amor a la paz. A veces el líder se parece más al Hotelero que al Samaritano. Y el cambio necesario no lo produce el nombramiento canónico.

UNA IGLESIA POBRE PARA LOS POBRES

“En el corazón de Dios hay un lugar preferente para los pobres (EG197) ¡Dios nos libre de una Iglesia mundana con cortinas espirituales o pastorales! “Servir a los pobres es un acto de evangelización e impulso de conversión permanente para la VC (VC82). Iniciar “nuevas obras” como respuesta a las urgencias. Una vida pobre, honesta, gratuita, sin derroches y una gestión sin acumulación. Es necesario “tomar la iniciativa... llegar a los alejados... para invitar a los excluidos. (EG24)

QUIEN NO ANTICIPA EL FUTURO, NO ENCONTRARÁ LUGAR EN EL FUTURO.

NECESITAMOS CIERTA GENIALIDAD DE EXPLORACIÓN Y DE INVENCIÓN.

“HE AQUÍ QUE HAGO NUEVAS LAS COSAS: ¿NO LO NOTÁIS? (IS.43,19) [ ]