pineau mafalda (2)

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    ProcesoS, Revista Ecuatoriana de Historia No. 222005 Corporacin dHora Nacional

    OTRA VEZ SOPA :IMGENES DE l INFANCIA Y ESCUElA EN M F LDPablo Pineau

    Universidad de Buenos Aires/Universidad de Lujn, Argentina

    A MODO DE INTItODUCCINEn toda enumeracin de conos culturales argentinos de la dcada de lossesenta, entre los tocadiscos Winco y la expansin del psicoanlisis, se encuentra Mafalda, la genial historieta escrita y dibujada por Quino. Nacida en1964 a pedido de una empresa de publicidad para promocionar la nueva l-

    nea de electrodomsticos Mansfield de la empresa Siam Di Tella, la tira fuecreciendo a lo largo de casi diez aos hasta convertirse en un reflejo de lasclases medias urbanas en expansin. A los elementos tpicos de la poca quese encuentran en este relato sobre su origen -publicidad, americanizacin dela cultura, industria nacional, consumo masivo-, su desarrollo sum las familias nucleares con roles fijos e ingresos estables gracias a empleos montonosdel sector terciario, ciertos personajes modernizadores como el ejecutivo, loshippies y los Beades, la omnipresencia de los medios de comunicacin, la lucha generacional, la Guerra Fra y un Estado fuerte y cuestionado en instituciones como la escuela, el poder ejecutivo o las fuerzas de seguridad.Mafalda es tambin un excelente fresco de la situacin educativa de lapoca, lo que tal vez explica que sea una presencia constante en la escuelaAclaracin preliminar: esta conferencia tuvo su origen en una ocurrencia en una clase que

    de a poco fue cobrando densidad y vida propia. Por eso se lo concibe como un texto inacabado e inacabable por no tener publicacin defmitiva. Dos motivos se suman a la decisin de mantenerlo como trabajo inconcluso: por un lado, privilegiar la exposicin como su mejor forma detransmisin, y, por otro lado, evitar fosilizarlo para que siga creciendo mediante nuevos aportes propios o ajenos.

    La versin que aqu se presenta -jams ltima- corresponde a la conferencia de clausuraque present al VII Congreso Iberoamericano de Historia de la Educacin Latinoamericana, CIHELA, celebrado en Quito entre el 13 y el 16 de septiembre de 2005. La conferenciaest dedicada a la memoria de mi querida maestra Cecilia Braslavsky.

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    154desde hace aproximadamente tres dcadas. Las ediciones se mantienen a lolargo de los aos, y nuevos lectores formados en las aulas se suman a sushuestes de fanticos. Sus imgenes se utilizan para ilustrar lminas, cuadernos y pizarrones, sus tiras se usan en cursos de capacitacin docente, en reuniones de padres y en textos escolares, y sus chistes y frases son recordadosen charlas de salas de profesores. En 1995, la ordenanza 48946/95 de la Intendencia de Buenos Aires, estableci que Mafalda es material de interseducativo , por lo que todas las escuelas deben tener al menos un ejemplaren su bibliotecas y los docentes estimular su lectura.En este trabajo queremos explotar su potencial para analizar cmo los distintos personajes desgranan diferentes formas de vivir la infancia de las clasesmedias urbanas de la poca en las que ya se inscriben sus devenires posteriores. Sus infancias se tejieron en la trama moderna que una al Estado, a la familia y al futuro con la escuela como punto de engarce. La vida de todos ellos,habitantes de un barrio tpico de Buenos Aires San Telmo-, circulaba entreespacios pblicos como la escuela, la plaza y la vereda, y privados como suhogar y la de los amigos, en su casi totalidad departamentos funcionales enlos que empezaba a reinar la televisin. La experiencia escolar -indudablemente estatal- era un importante motor articulador de su cotidianeidad, a laque dedicaban mucho tiempo, pasiones y energa. La mayora de ellos fueronal jardn de infantes que se expanda en aquellos aos, y si bien la historietaconcluye antes de que terminen la escuela primaria, es posible suponer quetambin fueron a la secundaria y que algunos intentaron los estudios superiores que ya proyectaban en un camino prefijado de ascenso social.

    Los PRIMEROS PERSON JES

    El ncleo original de la historieta, publicada en el semanario PrimeraPlana de 1964 y en el diario l Mundo entre 1965 y 1967, estaba compuesto por Mafalda una nia de aproximadamente cuatro aos que en 1966 festej sus seis aos (558,3),1 aunque luego declar haber nacido en 1962-, sumadre y su padre, al que pronto se sumaron Felipe un ao mayor que Ma-falda-, Manolito, y finalmente Susanita. En esta primera etapa, los personajesun tanto estereotipados fueron poco a poco complejizndose y sumando ri-

    1 Todas las referencias que se hagan a la historieta en este trabajo provienen de Quino,Toda Mafa/da Buenos Aires, Ediciones de a Flor, 1993. Usaremos el siguiente sistema de citado: en un parntesis pondremos, en primer lugar, el nmero de pgina, y en segundo lugar ala tira. As, la notacin (100,2) se refiere a la segunda tira presente en la pgina 100 de la publicacin referida.

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    El 1S de marzo da 1968 Quino festeja el pr i . . - 8I versa

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    56Las preguntas y acotaciones de Mafalda descolocan a su receptor, y dan

    cuenta de una adultez que, si bien no comprende a las nuevas generaciones,empieza a reconocer sus inquietudes como vlidas y serias (57,4), (67,5),(271,5). Los recuerdos sobre sus propias infancias no parecen ser muy gratos (325,5), y buscan ayudar a sus hijos a habitar la propia de forma ms feliz. Muchas veces, incmodos en esa situacin, dbiles e inseguros, los mayores ven su autoridad fuertemente cuestionada por la nueva generacin ytratan de construir una nueva respuesta acorde con los tiempos. Dudan sobre la educacin de sus hijos y leen material sobre el tema (67,5). Es casi po-sible imaginarlos consultando la Escuela para padres de Eva Gibert. Casino apelan al castigo fsico, al que probablemente consideran perimido, y enciertas ocasiones solo el Nervocalm parece venir en su ayuda (57,3), (292,1).Con la escuela, Mafalda mantiene una relacin ambigua. Antes de ingresar se muestra ansiosa, y luego pareciera alcanzar un buen rendimiento(165,1). Pero a lo largo del tiempo comienza a presentrsele como una propuesta aburrida y obsoleta. En diversas tiras cuestiona sus rituales perimidosy sus contenidos des actualizados (375,5), y le exige modernizacin. Pide hablar de Johnson y Fidel Castro (131,5), cantar canciones de los Beatles(335,5), y terminar con ciertas prcticas y temas anquilosados (219,1). Quiere que le enseen cosas realmente interesantes (128,4). Desde su mirada,Mafalda quiere y confa en la escuela, pero cree que debe ser modificada deacuerdo con las nuevas pocas.

    Los primeros compaeros de andanzas de Mafalda muestran ciertas caractersticas de infancias ms tradicionales, tal vez para remarcar el carctermoderno de la protagonista. El primero en aparecer es Felipe. unque inspirado en Jorge Timossi, un periodista amigo de Quino, y con ciertos tintesexistencialistas, ese nio de dientes de conejo representa al autor a su infancia tpica de los sectores medios de los cuarenta. Para Felipe, la escuelaes una mquina disciplinadora terrible y enormemente poderosa contra laque es imposible rebelarse. Es un espacio de sufrimiento (124,4), (127,5),(212,2), (213,1), (268,3), (352,4) que llega incluso a semejarse a un campo deconcentracin (389,4). Muy a su pesar, Felipe es un buen alumno que cum-

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    157pIe exitosamente con las tareas, obtiene felicitaciones de sus docentes, y padece enormemente sus consecuencias: recibe de la escuela las peores alegras que le dieron jams (344,4).

    Su nica defensa es la imaginacin -que se despierta antes que l(449,1)-, y la fantasa, con las cuales soporta un presente insoportable(239,5). Sus otros yos , como un astronauta (221,5) o el Llanero Solitario(321,4), (254,1), le abren una puerta para huir en clave individual y annimade un mundo opresor en el que la escuela ocupa un sitial de privilegio(260,5). No busca socializar ni compartir su personalidad, porque su angustia no es un conventillo (365,3), sino solo refugiarse y protegerse un tantoautsticamente en sus mundos propios.

    El personaje de Manolito ejemplifica otra infancia estereotipada remanente de la poca de Quino. De hecho, est inspirado en un mayor, el padre delamigo de Quino Julin Delgado, que tena una panadera en San Telmo. Esel nico de los nios que asume ciertas actividades tpicamente adultas como trabajar u obtener dinero, y no comparte gustos tpicos de su edad como los Beatles 049,3 . Representante del menor inmigrante, siempre al borde de la exclusin social, debe todos los das ganarse su lugar en la sociedad ya que no lo ocupa por derecho como el resto de los miembros de lapandilla. No fue al jardn de infantes 002,4 , no tiene vacaciones 021,1 ,024,2 , (371,4), y muchas veces es castigado fsicamente (94,2), (110,1),030,4 , (229,4), hasta premiado con un round de cario por su padre(405,3). Su futuro no le depara dudas: sabe que se mover siempre dentrodel mundo del comercio y del dinero (242,1), en el que demuestra formas deinteligencia impensables para sus amigos (355,1).En la escuela, Manolito es un ejemplo tpico del determinismo biolgicohegemnico en la pedagoga argentina de comienzos de siglo, que estableca desde el comienzo quines triunfaran en el terreno educativo y quinesno tenan esperanzas. Su fenotipo y su genotipo gallegos lo vuelven un sujeto imposibilitado para aprender independientemente de las prcticas de enseanza que se le propongan (125,5), (141,1), 042,4 , (249,2). Salvo por lasmatemticas (331,3), el resto de la cultura escolar le parece incomprensiblee intil. Calca los mapas al revs (424,4), cree que el Everest es navegable(477,3), que la Tierra es plana (178,4) y que Juan de los Palotes fue un personaje histrico (233,3).Finalmente, del grupo original solo nos resta referirnos a Susanita. Estepersonaje surge en clara oposicin a Mafalda, buscando hacerse cargo de losrasgos femeninos clsicos ausentes en la protagonista de la tira. Tambincon cierto estereotipo, encarna un modelo de mujer en franco retroceso para la dcada del sesenta. Algunos chistes de peleas entre Susanita y Mafaldapueden leerse como la oposicin de gnero del siglo XIX y el XX respectoa las ventajas de tener vestidos o cultura (92,1), y sobre qu es ms impor-

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    158tante: cuntos hijos tener o si el mundo est lleno de los (439,5). Competidora, chismosa, envidiosa, sumida en lo domstico, ante todo madre , Premio Nobel de la Clase Media (al decir de Mafalda), Susanita es la ridiculizacin de la figura de la mujer que combata el feminismo de la poca.De acuerdo a esto, el sistema educativo se le presenta a Susanita comoun lugar de paso, que pareciera no estar destinado a dejar una huella profunda en su vida (125,3) porque no se puede congeniar prceres con ravioles (212,3). Su nica ventaja para nada despreciable- sera conseguir all lascredenciales que le permitan aspirar a un buen marido o a formar a su hijocomo doctor, para honra propia y admiracin ajena. De hecho, es quien protagoniza menos tiras de situaciones escolares.Como ya hemos sostenido, estos primeros personajes responden a modelos de infancia que, si bien estaban an presentes en los sesenta, no representan la novedad de entonces. En realidad, Quino parece estar hablando muchas veces ms de su escolaridad en los cuarenta, que la de Mafalda.Por ejemplo, los personajes siguen haciendo pginas de palotes (558,2), prctica que ya estaba casi erradicada por las nuevas teoras pedaggicas. Peroavanzada la tira, aos ms tarde, aparecen personajes ms tpicos del momento, as como los viejos mutan y fortalecen sus aristas ms modernas, enel contexto de una escuela que empieza a mostrarse en jaque. Veamos estospuntos en el prximo apartado.

    MUD NZ S y MODERNIZ CIONESHacia 1966, todava en el diario ElMundo hace su aparicin un nuevopersonaje: Miguelito, un ao menor que Mafalda, y con el reingresan a la tira los aos sesenta. Si bien sus padres en especial su madre obsesiva de la

    limpieza (157,5), (163,2)- responden a pautas clsicas, el nuevo personaje representa las nuevas formas de crianza presentes en esa dcada. Ingenuo, tierno y egosta, Miguelito parece haber sido criado por vidos lectores de Wi-nicott y Escard. s un personaje que ejemplifica las nuevas concepciones deinfancia de su poca: est freudianamente sexuado (483,4) contra los enamoramientos eternos y platnicos de Felipe (213,5), (406,3) (412,1) y Susanita (231,1)-, y responde a lo que Piaget denominaba egocentrismo epistmico cuando cree que su dedo es ms grande que una torre solo por el hecho de ser suyo (295,5). Realiza asociaciones inslitas como querer escuchar su huella digital en un tocadisco (269,1)-, y desconoce elementos tpicos del mundo adulto llama al dinero papelitos que sirven para comprarcosas (202,5)- porque habita el propio con independencia y autosuficiencia.l futuro le preocupa bien poco, y opta por concentrarse en el presente. So-

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    lo espera lo que le d la vida 069 4 y 5), ya que existe una sociedad enexpansin representada por el Estado benefactor que vela por satisfacer lasnecesidades y derechos de los menores integrados.Se propone habitar la escuela desde el juego y la ingenuidad. l es quien

    pone las reglas de funcionamiento (340,3), (347,3), (445,3) (528,1). Responde a sus docentes con ternura y cierta insolencia sin visos de miedo o faltade respeto, como cuando intenta justificar no haber hecho los deberes porque le sucedieron una serie de catstrofes terribles (218,3).

    Mudados nuevamente al Semanario Siete Das desde 1968, en 1970 haceall su aparicin Libertad, quien desde su nombre -que desata conclusionesestpidas cuando la conocen (373,3)- hace referencia a sus posiciones, ytrae con ella a la dcada de los setenta. Se define como simple , aunque encarna una de las personalidades ms enroscadas de toda la tira. El nuevo personaje representa la radicalizacin poltica que tom la modernizacin cultural despus del Cordobazo (456,2). De hecho, .es la nica que mantiene conMafalda c o ~ v e r s c i o n e s sobre poltica.

    Sus padres tambin coinciden con esa caracterizacin, y desentonan consus pares. Son exponentes del Mayo francs, amantes de la revolucin y delsocialismo (424,5), (432,1), y conocedores del existencialismo (383,2). De todas maneras, su hija considera que muchas veces, sin darse cuenta, se ponen papafritas como el resto de la gente grande (373,5). Su madre pareceser la nica del grupo que ha terminado estudios superiores -es traductorade francs-, con lo que aporta ingresos para el sostenimiento del hogar.Libertad mantiene con la escuela un vnculo de total impugnacin, alpunto tal de desconocerle todo tipo de autoridad. Descree absolutamente desus rituales como la leccin, a la que sus compaeros se someten con unabuena cuota de miedo y temor. Cuando es llamada al frente, le responde asu maestra con desparpajo desde un vnculo simtrico (420,3), (429,4),(433,5), (474,1) (523,2). Para ella, el futuro se construye en las calles y no enlas aulas.

    Antes de la llegada de Libertad, el 2 de marzo de 1968, en los seis meses que distan entre el cierre de El undo y la mudanza a Siete Das naci

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    160Guille, el hermano de Mafalda. Para su creacin Quino se inspir en uno desus sobrinos. Rpidamente adopt un lugar importante en la tira, tal vez porque anticipaba rasgos de la generacin siguiente. A diferencia del resto delos personajes, Guille se perfila como un joven de los ochenta. No coincidecon Mafalda en la lucha generacional -le gusta la sopa, hecho que su hermana vive como una traicin (345,4), (375,3)-, pero tampoco respeta a losmayores, a quienes parece no necesitar y considera un tanto molestos(337,2), (343,5), (387,1 y 5), (417,3), (506,5). En algunas ocasiones, incluyeentre ellos a la protagonista de la historieta (414,1), cuya cultura le es a veces extraa y aburrida, al punto de quedarse dormido escuchando a los Beades (412,3), ya que escuchar a Sex Pistols y The Clash. Mantiene un vnculo con su cuerpo distinto al resto de los personajes: altamente sexuado(430,3), se pasea desnudo por su casa sin pudor ni exhibicionismo 050 1 Y2), (462,4), a la vez que tiene la teora de que "peinarse pincha las ideas"(512:3). Desfachatado, independiente y hedonista, se emparenta en algunosrasgos con Miguelito y en otros con Mafalda y Libertad. a tira no nos permite conocer su vnculo con la institucin escolar, pero podemos suponerque fue un alumno al que la escuela no le preocup mucho, y la transit mscomo un espacio de encuentro con sus pares, que de realizacin de aprendizajes tiles para la construccin del futuro.En algunas ocasiones, estos nios de clase media se enfrentan con las"infancias pobres" y presentan diferentes respuestas. Al ver un acto de limosna en la puerta de una iglesia, Mafalda demuestra su conciencia social queriendo ponerse un apsito en el alma (301,2). Susanita opta por la beneficencia al darle a un nio pobre un pedazo de pioln de su globo (402,1), y Mi-guelito, tpico exponente del chico criado en el Estado benefactor, proponerefugiarse callado en su casa, al enfrentarse con un menor que trabaja de lustrabotas (466,4). En estos gestos ya se estaban escribiendo sus futuros.

    Fl JTUROS PREDEcmLES y NO TANTOFinalmente, en medio del turbulento junio de 1973, Mafalda dej de salir por decisin de su autor. Si bien hubo posteriores apariciones espordicas, se cerr all el ciclo abierto nueve aos antes, en la que la historieta haba reflejado buena parte de los cambios ocurridos en la sociedad argentina.a ltima de las tiras tiene un notable carcter premonitorio (529,5). Enella, compuesta por un solo cuadro, se ve a Mafalda y a Susanita soando elmismo sueo: un mundo lleno de gente con pancartas. Y mientras Mafaldasonre, su amiga le dice: "Tarada Tens pasadillas y encima te res? . Solotres aos ms tarde, el 24 de marzo de 1976, esa pesadilla anticipatoria se

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    volvera realidad. Quino ha sostenido en diversas ocasiones que en la actua-lidad Mafalda sera una desaparecida. Segn su autor, esa nia que le pedaa la escuela que le enseara cosas importantes y escriba canciones de pro-testa llamadas Los buenos empezamos a cansarnos (281 ,1) termin sus dasarrojada viva desde un avin al Ro de la Plata.

    Hipoteticemos cmo reaccionaron los distintos personajes al enterarse deesa noticia. u hizo Libertad, qu pens Miguelito? Es probable que Susa-nita haya justificado el hecho con frases como Por algo ser , En algo an-dara , o Siempre tuvo ideas raras . Hoy casi nunca se refiere o piensa eneso. Casada de apuro, no fue feliz en su matrimonio y tampoco logr queninguno de sus tres hijos llegara a mdico aunque los mand a una escuelaprivada.Felipe y Miguelito negaron la desaparicin. Dijeron No puede ser, Yava a aparecer , o Eso en este pas no pasa , hasta que la fuerza de los he-chos los llev tardamente a aceptarlos. Hoy, Felipe es un ingeniero con bue-na posicin y una lcera incipiente, y figur en la lista de reservistas no con-vocados en la Guerra de Malvinas. Miguelito es un comerciante simpticoque ya va por su tercer matrimonio. Cada vez que se encuentran de casuali-dad no nombran a la amiga perdida, pero se mueren de ganas de hacerlo.

    Manolito flucta entre esas dos posiciones. Ya de adulto se dedic a lasfinanzas y hace unos aos se radic en Miami, donde vive con su secretariacubana veinte aos ms joven. Por las dudas, obtuvo la nacionalidad euro-pea. El almacn de su padre quebr por no poder competir contra los super-mercados de capitales internacionales. El local es hoy un cybercaf.Libertad se exili. Hoy sufre el continuo ir y venir de Mxico o Barcelo-na sin lograr estar cmoda en ningn lado, con un hijo que se qued all yotro que volvi con ella. Si hubiera tenido una nena le habra puesto el nom-bre de su compaera de plaza.

    Raquel , la madre de Mafalda, record que ella nunca le haba perdona-do haber abandonado los estudios, decidi que era momento de recuperaresa energa, se puso un pauelo blanco en la cabeza, y sali a la Plaza a exi-gir que le dijeran adnde se haban llevado a su hija . Hoy est pasando su

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    162vejez como nunca lo hubiera credo. Como tantas otras, fue catapultada deltedio y la seguridad de su cocina a enfrentar al monstruo ms terrible que pi-s esta tierra. Sigue usando el mismo marco de anteojos de entonces.

    El padre de Mafalda, uno rubio, gordito (412,3), muri de un acciden-te cardiovascular en los primeros aos de la recuperacin democrtica. De-be decirse que nunca logr dejar de fumar, y que haba empez do a tomara escondidas.Guille estudi diseo grfico y toca en un bandita de rock. Fue p dremuy joven. Concurre a los Escraches, y se acuerda todos los das de su her-mana porque nunca pudo llenar ese agujerito que siente adentro cu ndo noest (421,5). Por eso, cu ndo alguien intenta explicarle algo al respecto, sa-namente lo insulta de arriba a abajo.Para finalizar este relato, nos falta nombrar a un personaje tan importan-te como terrible: el torturador. Quin picane a Mafalda? Quin la golpehasta desmayarla? Ni la genialidad de Quino pudo anticipar semejante horror,pero sin dud ese ser siniestro tambin comparti los mismos espacios p-blicos que venimos presentando. En alguna de las tiras sobre la escuela enlas que no se distinguen caras, perdido en el montn, puede que un de esascabezas sea la suya (127,3). quiz, como nos dijo un vez un alumna,aos ms tarde se cas con Susanita.

    Al terminar la tira, en 1973, era todava difcil pronosticar futuros tan di-versos. Tal vez fueron distintos a los que aqu imaginamos, pero lo que s esseguro es que estos personajes, de nios, haban compartido experienciasque claramente les impactaron de forma distinta. En la escuela pblica de ladcada de los sesenta, Mafalda aprendi a desaparecer, Libertad a exiliarse,Susanita a decir Por algo ser , y Felipe a no ver. No fue un espacio inocen-te y preservado como muchas veces quiere presentarse, sino un lugar don-de se fraguaron parte de los destinos de quienes la habitaban. En algn re-gistro de todos los que produjo la escuela se fueron inscribiendo las marcassobre las que se construyeron las experiencias adultas. La adhesin a mxi-mas como Liberacin o dependencia , Los argentinos somos derechos y hu-manos o Con la democracia se come, se cura y se educa se fueron larvan-do, no en forma exclusiva pero tampoco en forma desdeable, en aquellasvidas infantiles atravesadas por la impronta escolar.