plenitud interiosmayo 20
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PLENITUD INTERIOR
porque solo siendo así, integro, podrás dar para poder completar la vida. Autoafírmate para que completes el universo Nos renovamos a cada instante.
ACÉPTATE, AFÍRMATE, ÁMATE, PERDÓNATE,
Tomar conciencia de que somos seres únicos en la creación, somos
una obra de arte.
ADAPTATE.El ser humano es un ser relacional, cuando el YO consciente, afirmado, aceptado se encuentra con el TÚ surge la maravilla del NOSOTROS. De ese nosotros, de esa relación se descubre la CONFIANZA.
Si te resistes a lo externo, sea lo que sea, si no aceptas lo que la vida te da en todo momento, acabas desgastado.
Lo que la vida te ofrece es para vivirlo, no para negarlo.
LA VIDA ES CAMBIO - NO TE RESISTAS
La vida cambia, de una manera constante, no te resistas al cambio, el cambio permite al espíritu que se trasmute y ascienda hacia tu conciencia.
Los señaladores de los cambios son los periodos de crisis.
Vivir es un proceso de cambio permanente. El Ser es una identidad
fluida, no es nunca el mismo, siempre cambia.
No temas el caos, el mal y la sombra, son la matriz del cambio. Solo cuando no nos resistimos a cambiar podemos dar nuestro fruto.
La sencillez y la humildad surgen ya al final del camino. Lo bello es sencillo, lo bueno es sencillo, lo verdadero es sencillo. Solo lo sencillo es integro y nos conduce a la unidad.
Sencillez, humildad, honestidad, se común y corriente. No ser el
gigante de la gente.
SER UNO CON TODOS: Humildad y sencillez. Entrar en contacto con la Vida y observar que todo (una flor, tu hijo…) es un milagro del Amor.
La humanidad es el tejido del creador, somos co-creadores, estamos aquí para conectarnos a la gran cadena de la vida.
"Cada uno de nosotros", afirma, "necesita
paz en su vida. La paz que buscamos está
dentro. Está en el corazón esperando a
que la sintamos, y yo puedo ayudar a las
personas a descubrirla.
Prem Rawat (Maharaji)
No es el mundo el que necesita paz, sino la
gente. Cuando las personas de este mundo
estén en paz en su interior, el mundo estará
en paz".
Mientras no se conciencie de las propias
posibilidades, el individuo se aturde en conflictos de
naturaleza destructiva, o huye espectacularmente en
estados depresivos, sumergiéndose en psicosis de
variado orden, que lo dominan e inviabilizan su
evolución, por lo menos momentáneamente.
El autoconocimiento es una necesidad
para quien busca el equilibrio íntimo.
Reflejamos inconscientemente
un sin número de emociones,
pensamientos, atracciones,
repulsas, simpatías, antipatías y
represiones. Somos un complejo
indefinido de sentimiento e ideas
que, la mayoría de las veces,
brotan dentro de nosotros sin
saber cómo y por qué.
Vemos constantemente los errores y defectos de los que nos rodean y somos incapaces de percibir nuestros propios errores, tan acentuados o más que los de los extraños. (…)
La Paz Interior. Vivir conociendo esta cualidad profunda,
aunque sutil, es estar tan bien sintonizado con el poder
espiritual de la compasión y del amor que seamos
contados entre los más próximos a vivir la plenitud de
sus posibilidades Divinas. Pero ¿qué es esta paz personal
e interior? Y ¿cómo podemos encontrarla?
La paz personal es ese sentido interior,
etéreo, de bienestar emocional y
espiritual, esa tranquilidad profunda que
nos llega cuando somos capaces de
desconectarnos de los pensamientos
inquietantes, inútiles o amenazantes, y
alcanzar a comprender la realidad de “lo
que es”.
La paz personal es ese sentido interior,
etéreo, de bienestar emocional y
espiritual, esa tranquilidad profunda que
nos llega cuando somos capaces de
desconectarnos de los pensamientos
inquietantes, inútiles o amenazantes, y
alcanzar a comprender la realidad de “lo
que es”.
La paz personal subjetiva,
pero muy real, es el
sentimiento bien fundado y
de unión que tenemos
cuando nos liberamos de
las preocupaciones, el
sufrimiento, el dolor, el
estrés y el miedo y somos
conscientes de las
incontables maravillas que
nos ofrece la vida.
La paz interior es el conocimiento
de que todo está bien, la
compresión de que el Ser
Universal lo tiene todo bajo
control, aun cuando nuestro
mundo parezca a punto de
explotar. Nos llega cuando nos
apartamos mental, emocional y
espiritualmente, y a veces
físicamente, de los embrollos
mundanos, de los conflictos o de
nuestras responsabilidades mal
comprendidas.
La meditación y la meditación en oración nos ayudan a trasladar nuestra atención al momento presente y al control de nuestra mente y de nuestro espíritu. Nos vuelve a traer a casa.
Podemos soltar nuestras preocupaciones y estar abiertos y conscientes de la presencia divina. No conocemos otro medio más eficaz para conseguir la paz interior. Destinar un rato cada día a esta actividad será el mejor de los remedios para todos los males que acechan al hombre actual.
Nuestra energía emocional y espiritual se dispara entonces hasta las nubes. Y estamos preparados, recargados, renovados para prestar servicio a nuestro mundo.
Cuando avanzamos por el camino de
la paz interior ésta nos ayuda a
convertirnos en verdaderos
pacificadores; pero no en el sentido
habitual de resolver las contiendas de
otras personas o de otros pueblos.
Por el contrario, nos convertimos en pacificadores cuando
producimos la serenidad en nuestras almas. Entonces nos
llenamos de un poder positivo, de un espíritu que nos carga
de energía. Y cuando esa energía se utiliza para el bien,
aumenta. Satisfará todas nuestras necesidades, y fluirá para
ayudar a otros.
Por el contrario, nos
convertimos en pacificadores
cuando producimos la
serenidad en nuestras almas.
Entonces nos llenamos de un
poder positivo, de un espíritu
que nos carga de energía. Y
cuando esa energía se utiliza
para el bien, aumenta.
Satisfará todas nuestras
necesidades, y fluirá para
ayudar a otros.
En realidad, los actos sencillos son las cosas
que cambian nuestras vidas y nuestro mundo.
La búsqueda consciente de la paz es uno de
ellos. Si nos tomamos en serio la búsqueda de
la paz interior nos convertiremos en
libertadores.
Pregunta de Kardec: “Si hay personas a quienes la
suerte es contraria, hay otras a quienes parece
favorecerles, pues todo les sale bien. ¿De qué depende
esto?” Respuesta de sus instructores espirituales: “Con
frecuencia es porque estas últimas saben hacer mejor
las cosas.” Ahí está. La aparente “buena suerte” sólo es
el resultado de una conducta inteligente frente a las
vicisitudes terrenas.
http://www.cristianruiz.es/la-verdadera-felicidad-la-plenitud-del-ser/
FRANCO, Divaldo Pereira. Autodescubrimiento. Autodescubrimiento (una búsqueda interior). Por el Espíritu Juana de Ángelis. Salvador (BA): LEAL, 1995, p.
PERES, Ney Prieto. El conocimiento de sí mismo. Manuel Práctico del Espírita. ed. San Pablo, SP: p. 21.
GRACIAS