poeta rockstar

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La figura del poeta rockstar. “La muerte de la poesía no será apresurada por ningún lector melancólico, parece justo asumir que la poesía, en nuestra tradición, cuando muera, será por propia mano, asesinada por la fuerza de su propio pasado.” Harold Bloom, The Anxiety of influence. La revista Vice publicó recientemente un artículo acerca de las drogas y los poetas, se trata de una serie de entrevistas a poetas del país, poetas jóvenes (según la referencia de edad de las instituciones culturales los escritores son jóvenes hasta antes de los 35 años). Las preguntas giran acerca de los usos, preferencias, y anécdotas. El objetivo de las entrevistas era indagar acerca de “ la relación entre la droga y el mapa literario del que forman parte [los autores incluidos]”. 1 Las drogas son un tema central para este tiempo porque nunca se habían producido tantas drogas en la historia, y sobre todo porque nunca como ahora su mercado había absorbido transnacionales, gobiernos e individuos. En México es imposible no ver la brutal importancia del tema. El deseo de drogarse es algo bien curioso y es una buena idea interrogarse al respecto con poetas que son, en principio, quienes tienen algo que decir, algo distinto a lo que diría un abogado cocainómano, un albañil marihuano o un diputado con todo lo demás. Pero en estas entrevistas las respuestas en nada se distinguen de cualquier otro entusiasta consumidor de drogas. ¿Qué aprendemos con el artículo? Que todos los poetas se drogan, o por lo menos eso afirman los que fueron entrevistados con sobrada zalamería por Juventino Montelongo. Que a veces las drogas sirven para escribir y a veces no. Algunas anécdotas de vómito en los baños. Y 1 “La fiesta somos nosotros”, Juventino Montelongo. Revista Vice online, 29/01/2015. 1

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Sobre la poesía contemporánea en México

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La figura del poeta rockstar.

La muerte de la poesa no ser apresurada por ningn lector melanclico, parece justo asumir que la poesa, en nuestra tradicin, cuando muera, ser por propia mano, asesinada por la fuerza de su propio pasado. Harold Bloom, The Anxiety of influence.

La revista Vice public recientemente un artculo acerca de las drogas y los poetas, se trata de una serie de entrevistas a poetas del pas, poetas jvenes (segn la referencia de edad de las instituciones culturales los escritores son jvenes hasta antes de los 35 aos). Las preguntas giran acerca de los usos, preferencias, y ancdotas. El objetivo de las entrevistas era indagar acerca de la relacin entre la droga y el mapa literario del que forman parte [los autores incluidos].[footnoteRef:1] [1: La fiesta somos nosotros, Juventino Montelongo. Revista Vice online, 29/01/2015.]

Las drogas son un tema central para este tiempo porque nunca se haban producido tantas drogas en la historia, y sobre todo porque nunca como ahora su mercado haba absorbido transnacionales, gobiernos e individuos. En Mxico es imposible no ver la brutal importancia del tema. El deseo de drogarse es algo bien curioso y es una buena idea interrogarse al respecto con poetas que son, en principio, quienes tienen algo que decir, algo distinto a lo que dira un abogado cocainmano, un albail marihuano o un diputado con todo lo dems. Pero en estas entrevistas las respuestas en nada se distinguen de cualquier otro entusiasta consumidor de drogas. Qu aprendemos con el artculo? Que todos los poetas se drogan, o por lo menos eso afirman los que fueron entrevistados con sobrada zalamera por Juventino Montelongo. Que a veces las drogas sirven para escribir y a veces no. Algunas ancdotas de vmito en los baos. Y nada ms. Hubisemos obtenido la misma conclusin preguntndole a diseadores grficos o a cualquier otro? S. Esto se explica porque el acento del artculo no est puesto en la relacin con la poesa y las drogas sino, como su ttulo dice, en el poeta y la fiesta. El acento est puesto sobre la figura del rockstar.[footnoteRef:2] Y hay definitivamente una congruencia entre la mayora de los entrevistados -Elma Correa, Oscar David Lpez, Feli Dvalos-[footnoteRef:3], un uso deliberado de la imagen, un uso de la actitud, la mscara, para decir cosas. Un juego de provocacin y payasada. Esta actitud irnica viene acompaada de una irreverencia hacia la poesa misma. [2: No hay en el Diccionario de la lengua espaola una definicin de rockstar. El Merriam Webster, en el 2006, consider su inclusin bajo la definicin de alguien con carisma para atraer popularidad segn su editor, James Lowe. Katherine Martin, la editora del Oxford English Dictionary -en donde tampoco ha sido incluida la palabra- considera que rockstar se trata por completo de una imagen. Por eso se usa comnmente con una intencin satrica. New York Times, 26/03/2006. Segn el Urban Dictionary: Dcese de quien se engancha en fiestas intensas, incluyendo grandes cantidades de alcohol, drogas y sexo. La traduccin es ma. ] [3: Con la notable excepcin de Horacio Warpola, que es un caso aparte en el uso de metforas enrarecidas para expresar la subjetividad de la invasin en los cuerpos de lo virtual, el poder transnacional, el lxico de los laboratorios.]

El artculo de Vice me hizo eco cuando le pregunt a una amiga, joven poeta, que si le gustaba Wordsworth y su respuesta fue una carcajada. Esa carcajada no quera decir: No, no me gusta Wordsworth, es un poeta ridculo. Tampoco quera decir: Que pregunta tan boba, por supuesto que s. Esa carcajada quera decir que la propia pregunta era absurda porque estaba absolutamente fuera de la cuestin considerar uno de los poetas fundadores de la tradicin a la que ella pertenece, por lo menos en nomenclatura. Esta postura es parecida, por ejemplo y con sus respectivos matices, a la que adoptan Jos Eugenio Snchez,[footnoteRef:4] Hctor Villarreal[footnoteRef:5], o Fausto Alzati en sus poemas y entrevistas.[footnoteRef:6] [4: Y no poda cerrar su pantaln/ no poda caminar/ carajo/ era una vida realmente triste la del hombre de la verga grande/ sufra: no tena inspiracin. Jos Eugenio Snchez, Noche de Estreno.] [5: Somos una pelcula de Ripstein, pero sin Ripstein,/ somos un Amores Perros, pero sin perros y sin amores./ Somos un Y tu Mam tambin, pero sin Hipsters./ Somos retaguardia en la Ciudad de Vanguardia,/ una rima de Arjona, pero con Arjona./ Aydenos, Seorita Laura. Hctor Villarreal, Seorita Laura. Glorieta de Vaqueritos, Ed. Mono.] [6: "En este librito, que bien puedes guardar o tirar, o usar para prender el boiler, hay poemas y estas palabras que ahora lees procuran, sin querer queriendo, decirte lo siguiente: escribe la potica de tus das, as tal cual, al chile". Con respecto a su libro ''Poemas perrones pa' la raza''. El Informador, 05/02/2015.]

Esta actitud irnica parece ser la figura que est en vas de predominar la escena de la poesa joven mexicana, as como ya lo hace en el campo del arte contemporneo desde hace por lo menos veinte aos. Poetas que se llaman a s mismos poetas pero que dicen que no hacen poesa, artistas que se autodenominan tales pero que dicen que el arte ha muerto.

La poesa es un oficio proverbialmente difcil, el ms difcil de entre los diversos gneros literarios, por sus exigencias de precisin, por decir lo obvio. Adems, estoy convencido de que un poeta involucra una subjetividad de lo ms particular, seguramente ms extraordinaria que la que exige la narrativa, en la que habitamos con mayor naturalidad, y sin embargo en la poblacin de escritores jvenes las filas de la poesa son mucho ms nutridas que las de la narrativa y, huelga decir, el ensayo. Una de las razones para este dato demogrfico, que se puede comprobar con facilidad visitando el catlogo de autores jvenes de cualquier editorial nacional, es sin duda la reciente invencin del verso libre. Es la misma situacin en las artes desde la aparicin, tambin bastante reciente, del arte conceptual. No es entonces ningn accidente el paralelismo entre poetas y artistas contemporneos, se explica, bien que parcialmente, por el hecho de que ambas han devenido disciplinas que, en palabras de Eric Hobsbawm, estn de moda porque es fcil y porque es algo que las personas sin habilidades pueden hacer [], es decir, tener ideas, sobre todo cuando no es necesario que sean buenas ni brillantes.[footnoteRef:7] La gran, la abismal diferencia es que en el campo de la poesa no hay dinero de por medio y en el arte contemporneo se trata de carreras que pueden llegar a ser muy lucrativas. [7: A la zaga, Eric Hobsbawm. Crtica; Barcelona,1999.]

A primera vista pareciera paradjico, y hasta de una contradiccin alentadora, el hecho de que los poetas se multipliquen en un pas en crisis, y que lo hagan en un estilo de festivo desembarazo de la tradicin que los hizo posibles, pero mi percepcin es que el fenmeno no es contradictorio en absoluto, que se trata de una sintomtica coherencia para con las relaciones sintcticas entre una poblacin y sus smbolos, su lengua, y como sntoma est muy lejos de ser alentador.

La postura irnica del artista se adopt, despus de dos mil aos desde la escuela del cinismo griego, por los poetas y filsofos del romanticismo alemn en el siglo XIX, pero la referencia actual es mucho ms reciente, es la lucidez frvola de Andy Warhol que marc indeleblemente el camino que un artista contemporneo habra de tomar si quiere sobrevivir en un mundo donde ya no hay salida. Warhol no es el signo triunfante de un artista que naveg salvo las leyes nuevas del mercado, es el signo de que la maquinara del sistema social econmico, que desde el neoliberalismo establecido en los 70 sofoc los sueos de libertad de los 60, sigue pujante.

David Foster Wallace tena muy explcitas reservas ante estas manifestaciones de la irona: Cualquiera con la suficiente bilis hertica para preguntarle a un ironista por sus verdaderas convicciones termina vindose como un histrico o un estirado. Ah yace la opresin de la irona institucionalizada, del rebelde exitoso: la habilidad para censurar la cuestin sin abordar el tema es un ejercicio de la tirana. Es el uso de la misma herramienta para exhibir al enemigo y para protegerse a s mismo.[footnoteRef:8] Protegerse de qu? Una respuesta posible puede ser protegerse de la vergenza. Una posicin de resguardo, un cinismo que se siente necesario para poder llamarse poeta sin morirse de la risa. Decir Soy poeta es tan extravagante como decir Soy filsofo porque no produce dinero, poder, ni nada til en una sociedad donde nada ms parece tener importancia. La irona sera una respuesta a la angustia, si no la angustia de trascender el canon como perjura Bloom,[footnoteRef:9] por lo menos s la angustia de parecer ingenuo, sentimental en una poca donde ser poeta es cursi, ridculo, donde la nica opcin aceptable como artista es tratar de escandalizar a la burguesa. [8: David Foster Wallace, citado por Matt Ashby y Brendan Carroll. Salon.com, 13/04/2014.] [9: Esencialmente, lo que Bloom dice en su teora de la influencia se puede resumir en una de las frmulas propias de la escuela francesa de la que tanto aborrece: si rechazas la influencia del canon (es decir, Shakespeare), no eres un revolucionario ni un rebelde cultural, sino un pasivo sufridor de la ansiedad, la angustia de haber nacido despus de William Shakespeare. Es decir, si rechazas inscribirte en la tradicin clsica, la confirmas en tu incompetencia. No hay de otra, debes confrontar el fantasma de tu padre literario (la influencia esencial de Bloom para el sentimiento de angustia es Sigmund Freud, para quien, dicho sea de paso, las drogas son una opcin para soportar el dolor, el dolor de la prdida y de no poder realizar los propios deseos). Helen Gardner respondi a la postura de Harold Bloom diciendo que su perspectiva hace del poeta un miembro de una familia y mundo puramente literarios, absorbido por completo en su autoconsciencia como poeta, haciendo poemas a partir de otros poemas, en lugar de tratarse de alguien en el asunto de estar vivo, comunicando su experiencia del mundo y los valores que en ste encontr a travs del arte en sus formas y leyes aprendidas por un amoroso estudio de los poetas del pasado. Dame Helen Louise Gardner, The Charles Eliot Norton lectures; 1979-80. Harvard, 1982.]

Una segunda respuesta es la muy compleja razn de que la poesa es desde el siglo XIXcon la lnea que empieza a trazarse en el romanticismo ingls, pasando por la invencin del verso libre con Whitman y Mallarm y que culmina verosmilmente con Allen Ginsberg- un oficio que debiera llamar a un muy singular ejercicio de escucha. Una escucha que se opone en trminos lingsticos a la obediencia. Lo opuesto a la obediencia no es la desobediencia que no es sino, las ms de las veces, la confirmacin de la autoridad. Lo opuesto a la obediencia es la crtica, que en este caso significa llanamente no tomar las palabras tal cual se nos fueron dadas. La obediencia se parece mucho a la pureza. La desobediencia en el sentido de crtica se parece mucho a la investigacin. La actitud irreverente de Wordsworth y Coleridge ante la poesa al utilizar vocabulario e imgenes populares en lugar de las referencias clsicas transfigur el ejercicio de la poesa y sus valores, el deliberado rechazo de la mtrica y la dislocacin de la grafa en la pgina por Mallarm como un gesto esttico y poltico result en un nuevo lenguaje, y Ginsberg absorbi la brutalidad ordinaria de una sexualidad explcita para hacer visiones que hablan coherentes de la nueva metafsica de la ciudad moderna. En todos estos casos la irreverencia y la irona no son ejercicios para ocultar la persona y el trabajo del poeta bajo un espectculo vaco, todo lo contrario, son honestas y comprometidas posiciones para con su realidad. No se trata de esperar a otro Mallarm, de aspirar a ser el nuevo Walt Whitman ni nada por el estilo, simplemente estoy diciendo que esta irona juguetona que se presenta como subversin desfachatada entre los poetas jvenes no es ninguna subversin, es muy por el contrario el signo de una sumisin que amenaza con englobar el grueso de las manifestaciones artsticas contemporneas. Sumisin a qu, obediencia a qu? A lo que muy expresamente se instituy como una poltica cultural en Europa desde que el imperio britnico primero y el sistema econmico poltico desprendido de ste despus pretenden con toda claridad, lo que ahora conocemos como neoliberalismo en su expresin ms manifiesta, una estrategia del poder que se opone franca a la diferencia subjetiva que proponen las artes desde el nacimiento del mismo imperio. No es una coincidencia que este acto de resistencia vital que la poesa ha devenido que el mismo Freud equiparaba a las drogas en el poder para soportar el dolor que las decepciones del vivir conlleva- haya nacido a la par del imperialismo britnico y la revolucin industrial, as como tampoco ha sido coincidencia que esta resistencia se haya vuelto ms rabiosa con el fracaso de la primavera europea -notablemente con Baudelaire, Rimbaud y Matthew Arnold- hasta alcanzar grados de exasperacin esttica y poltica que no tenan nada de radicales si se considera que se sucedieron al mismo tiempo que el nacimiento de los totalitarismos y las dictaduras de principios del siglo XX.

Lo inapelable de las manifestaciones de poesa joven, con sus sarcasmos, sus gestos deliberadamente antipoticos, su puritana comedia alejada de lo sentimental, radica en que, como advierte Foster Wallace, llevan consigo la defensa de su postura por insostenible que pueda llegar a ser pues responden de antemano a cualquier crtica diciendo: El problema es tuyo, por anticuado, porque te tomas demasiado en serio; o bien, justo como en el arte contemporneo: Si te irrita es porque el poema te ha reflejado en tu vacuidad, y ha cumplido su funcin hacindote sentir algo, aunque sea rechazo, o sencillamente: No lo has entendido, y si slo te hizo rer, pues qu mejor, necesitamos un descanso de este mundo cruel. Qu duda cabe. Pero si de comedia irnica se trata es preferible recurrir a Louis C.K., que hace rer justamente porque desnuda el absurdo de un sistema social donde cada vez es ms difcil amar y sobrevivir la soledad, aceptarse en el ridculo de la propia miseria, sin evasivas, sin autocompasin.

Erick Vzquez

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