política pública de cultura

POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA

MUNICIPIO DE GIRARDOTA

2009

Alcaldía de Girardota Secretaría de Educación para la Cultura Guillermo Ochoa Beltrán Alcalde Bibiana María Ospina Bedoya Secretaria de Educación para la Cultura Néstor Albeiro Cataño Córdoba Subsecretario de Educación para la Cultura Alejandra Ochoa Zapata Consultora Alejandra Ochoa Zapata Sergio Alejandro Henao Ramírez Equipo Consultor Apoyo para el análisis Germán Darío Gómez Erika Johana Cadavid Sierra Néstor Albeiro Cataño Córdoba Fred Danilo Palacio Villa Julián Camilo Ospina Saldarriaga Asesoría Metodológica Visión consultores

CONTENIDO

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA PARA GIRARDOTA…………………………………………………………. 1

PRIMERA PARTE

CONCEPTOS GENERALES………………………………………………………………………………………………………………………………………………… 3

1. ¿QUÉ ES UNA POLÍTICA PÚBLICA?........................................................................................................................ 4

2. ¿QUÉ ES UNA POLÍTICA CULTURAL?..................................................................................................................... 9

3. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR CULTURA?..................................................................................................................... 11

4. Y PARA LOS GIRARDOTANOS, ¿QUÉ ES LA CULTURA?......................................................................................... 16

4.1. Se define como……………………………………………………………………………………………………………………………………. 16

4.2. Sus características son………………………………………………………………………………………………………………………….… 18

4.3. Se manifiesta…………………………………………………………………………………………………………………………………….…… 20

4.4. Sirve para……………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 21

SEGUNDA PARTE

ANÁLISIS SITUACIONAL DE LA CULTURA DEL MUNICIPIO DE GIRARDOTA………………………………………………………………………. 25

5. LA METODOLOGÍA UTILIZADA…………………………………………………………………………………………………………………………. 26

6. LOS RESULTADOS OBTENIDOS………………………………………………………………………………………………………………………… 29

6.1. Planteamiento y análisis del problema central………………………………………………………………………………………… 31

6.1.1. Causas………………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 32

6.1.2. Efectos………………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 48

6.2. Fortalezas ……………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 58

TERCERA PARTE

LA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA DE GIRARDOTA………………………………………………………………………………………………………… 66

7. MARCOS DE REFERENCIA.…………………………………………………………………………………………………………………………….... 67

8. RESULTADOS ESPERADOS……………………………………………………………………………………………………………………………….. 71

9. OBJETIVO DE LA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA DE GIRARDOTA…………………………………………………………………… 73

10. EL DESARROLLO CULTURAL COMO ESTRATEGIA Y CONDICIÓN PARA EL DESARROLLO MUNICIPAL………………… 74

10.1. Cultura y Desarrollo Económico…………………………………………………………………………………………………………….. 79

10.2. Cultura y Desarrollo Social…………………………………………………………………………………………………………………….. 80

10.3. Cultura y Desarrollo Territorial………………………………………………………………………………………………………………. 80

10.4. Epilogo: Desarrollo Sostenible y Cultura en Girardota……………………………………………………………………………. 81

11. PRINCIPIOS ORIENTADORES………………………………………………………………………………………………………………………….… 82

12. LÍNEAS ESTRATÉGICAS……………………………………………………………………………………………………………………………………. 86

12.1. Investigación…………………………………………………………………………………………………………………………………………. 86

12.2. Capacitación y formación………………………………………………………………………………………………………………………. 86

12.3. Comunicación efectiva…………………………………………………………………………………………………………………………… 87

13. LÍNEAS DE ACCIÓN………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 89

13.1. Gestión Cultural y Participación, una relación indispensable…………………………………………………………………. 90

13.2. Las manifestaciones artísticas y culturales como camino para el desarrollo individual y colectivo…………. 95

13.3. La creación artística: un medio para la expresión individual y el afianzamiento de procesos identitarios. 97

13.4. Cultura de la Educación y Educación para la Cultura……………………………………………………………………………... 99

13.5. Tradiciones culturales y patrimonio como presencia de la memoria y fuente de la innovación……………… 103

14. EL SISTEMA MUNICIPAL DE CULTURA…………………………………………………………………………………………………………….. 105

15. SOSTENIBILIDAD DE LA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA…………………………………………………………………………………. 111

15.1. Sostenibilidad Política……………………………………………………………………………………………………………………………. 112

15.2. Sostenibilidad Económica………………………………………………………………..……………………………………………………. 113

15.3. Sostenibilidad Social………………………………………………………………………………………………………………………………. 114

15.4. Sostenibilidad Administrativa………………………………………………………………………………………………………………… 115

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………………………………………………………………………… 117

Política Pública de Cultura de Girardota 1

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA PARA GIRARDOTA

El Plan Nacional de Cultura 2001-2010: “Hacia una ciudadanía democrática y cultural”,

propone leer la cultura desde la complejidad de los procesos que están detrás de las mani-

festaciones colectivas e individuales, de las tradiciones culturales, de los procesos de

creación, y de la celebración de la vida.

Construir una Política Pública de Cultura para el municipio de Girardota (PPCG), implicó

renunciar al enfoque que restringe el campo de la cultura a lo artístico y reconocer la

dimensión social en la que se enmarca la cultura, la cual “…está en la base de todos los

proyectos sociales por lo que se hace necesario comprenderla como una dimensión

fundamental del desarrollo”,1 y debe agregarse, como una auténtica y poderosa

herramienta para la construcción de un nuevo tipo de sociedad y de ciudadanos.

Esta construcción es el resultado de un proceso participativo en el que han tenido voz y

voto diferentes actores y sectores, desde un enfoque poblacional (niños, jóvenes, adultos

y adultos mayores), sectorial (funcionarios públicos, concejales, ex secretarios de

educación, ex directores de la casa de la cultura, promotores culturales que trabajan para

la administración municipal, artistas, y gestores culturales independientes) y territorial

(urbano y rural). La interlocución se promovió a partir del diálogo de saberes y del

reconocimiento de los avances existentes en materia de cultura. Se utilizaron diversas

estrategias metodológicas, evaluadas y ajustadas permanentemente, de acuerdo con la

dinámica que fue generando el proceso de recolección y validación de la información.

1 UNESCO. Informe Mundial sobre Cultura y Desarrollo, “Nuestra Diversidad Creativa”. Paris, 1996.


La formulación pasó por diferentes etapas, utilizando de manera complementaria y

armónica herramientas que facilitaron la propuesta, entre todos, de lo que se considera

debe hacerse en el futuro para dinamizar los procesos culturales del municipio. Así, pues,

se trató de un proceso en el cual la comunidad y el Estado construyeron acuerdos con

base no sólo en la participación, sino también en el consenso, y en aras de respetar ambos

principios, los resultados de dichos acuerdos fueron recogidos de manera fidedigna,

garantizando así la imparcialidad del proceso y afirmando el carácter transaccional de esta

política, en virtud del cual ella es producto de la negociación entre diferentes sectores de

la sociedad y debe trascender los intereses específicos del proyecto político actual.

Es necesario aclarar que la política responde al Qué debe hacerse en el sector cultural del

Municipio; pero una política pública sin un plan de acción que la haga viable, queda como

un enunciado filosófico sin asiento en lo real y cotidiano. Es por ello que se requiere de

manera imprescindible la formulación de un plan de cultura que indique el Cómo

materializar ese Qué, es decir, que formule programas y proyectos, y determine en

general las acciones a implementar en el corto, el mediano y el largo plazo, para hacer

posible el escenario deseado que propone la PPCG. De igual modo, deberá comprenderse

que un plan sin política que oriente sus desarrollos constituye un divorcio que puede

limitar la coherencia y el impacto deseado en cualquier proceso planificador.

De esta forma, la presente política propone lineamientos que permiten pensar lo cultural

más allá de los espacios para el disfrute y el entretenimiento, y abarcar así concepciones

mucho más amplias desde las cuales la cultura es materia prima fundamental para

mejorar el capital humano, para el fortalecimiento del tejido ciudadano y para el

desarrollo integral de la localidad, toda vez que construir cultura es construir

municipalidad.


PRIMERA PARTE

CONCEPTOS GENERALES


1. ¿QUÉ ES UNA POLÍTICA PÚBLICA?

La política “Es un acto de gobierno, un criterio político que se traduce en la

materialización técnica de una acción, intervención o intención, en primera instancia del

ente estatal y que luego puede o no involucrar participativamente a otros actores

sociales”.2 Así, una política puede expresar un campo de actuación gubernamental, un

propósito general a realizar, una situación social deseada, una propuesta de acción

específica, las normas que existen para una determinada problemática o las líneas de

acción de un gobierno.

Indica José Miguel Abad, que las políticas pueden clasificarse de acuerdo con: i. el

objetivo de las mismas, ii. El territorio o ámbito espacial de su aplicación, iii. El enfoque,

que hace referencia a la relación entre los criterios y los resultados esperados con la

formulación e implementación de las políticas y, iv. El campo de intervención, es decir, el

sector o grupo poblacional al que están dirigidas.

El concepto de política pública, parte de comprender que la política consiste en la

organización y gestión de lo público, y que a su vez lo público es aquello que trasciende los

intereses privados o corporativos y se estructura en torno al interés común. Se entiende

entonces que una política es pública cuando “Es el resultado de una serie de decisiones

de los diversos actores participantes, gubernamentales y no gubernamentales que en

diversas interacciones han preparado, consensuado, concertado y condicionado las

2 GTZ – CORPORACIÓN PAISA JOVEN. Políticas de Juventud, Conceptos y Herramientas: Las Políticas Públicas

en el Contexto de la Población Juvenil. Colombia: Ladiprint Editorial Ltda., 2004. pág. 18.


decisiones centrales”.3 La política pública es una estrategia de acción colectiva y se define

como:

El conjunto coherente de principios, objetivos, estrategias y planes de acción, que identifican, comprenden y abordan las problemáticas de una sociedad (Económicas, políticas, culturales, sociales o ambientales) o condiciones de un grupo poblacional o comunidad, con el fin de darles solución o mejorar las condiciones de vida a partir de la acción colectiva, en el marco de un proyecto democrático de sociedad.4

El Plan Estratégico de Antioquia, PLANEA, indica que las políticas públicas son decisiones

adoptadas en el marco de las instituciones públicas –por eso obligan– pero que han sido

precedidas por un proceso de elaboración en el cual han participado una pluralidad de

actores oficiales y privados.

Es común que las políticas públicas sean confundidas con las políticas de gobierno o con

las políticas sociales. Una política de gobierno, consiste en un conjunto de criterios o

lineamientos que la Administración Pública traza para actuar sobre un determinado

asunto pero, en todo caso, es la sociedad en general la que va a compartir, padecer,

tolerar o resistir lo decidido. Por su parte, una política social es el conjunto de directrices,

orientaciones, criterios y lineamientos conducentes a la preservación y elevación del

bienestar social, procurando que los beneficios del desarrollo alcancen a todas las capas

de la sociedad con la mayor equidad.

La principal diferencia entre las políticas sociales y de gobierno, por un lado, y las políticas

públicas por el otro, consiste en que sólo las últimas obligan al diálogo, la discusión

abierta, la participación y el consenso, como dispositivos irrenunciables de su proceso de

3 Ibíd. pág. 22. 4 SARMIENTO ANZOLA, Libardo. Política Pública de Juventud en Colombia. Logros, dificultades y

perspectivas. En: Construcción de Políticas de Juventud. Análisis y perspectivas. Manizales: CINDE, 2004. pág. 117.


construcción; elementos no siempre presentes en las políticas de gobierno aún cuando su

carácter sea social.

Al recoger las definiciones de diversos autores, se encuentra que toda política pública

tiene las siguientes características:

• Es una herramienta jurídico- política.

• Representa un horizonte para la actuación.

• Permiten devolver a su lugar la discusión política sobre lo público (necesidades,

preocupaciones e intereses humanos).

• Es una de las formas en las que el Estado se relaciona con la sociedad.

• Es un conjunto de directrices para la toma de decisiones sobre el accionar estatal

en un espacio temporal amplio.

• No es un programa ni una política de gobierno.

• Cuentan con un respaldo de normas de cumplimiento obligatorio y, en

consecuencia, tienen repercusiones en la sociedad, afectando la vida de las

personas e influyendo en su interpretación de la realidad.

Se debe comprender que las políticas públicas no se diseñan sino que se construyen, ya

que son el resultado de un amplio proceso de consulta popular y consenso social. Proceso

que se desarrolla en diferentes etapas, a saber:

a. Identificación de los problemas públicos y agendación: No todos los problemas son

públicos, ni todos los problemas públicos se constituyen en demandas sociales, ni

todas las demandas sociales se elevan a problemas políticos para ser tratados por

el gobierno. La agendación consiste en lograr que un asunto logre ocupar un lugar

en la agenda del gobierno, la cual se entiende como el conjunto de problemas,


demandas y cuestiones que por su importancia y complejidad, los gobernantes han

seleccionado y ordenado como objetos de su acción, y más propiamente como

objetos sobre los que han decidido actuar.

b. La formulación: Es la etapa en la cual, a partir del diálogo y del debate, se logran

identificar las causas y efectos del problema central, y se formulan las alternativas

de solución que se implementaran para transformar las condiciones desfavorables

identificadas. Implica la participación de diferentes actores gubernamentales y no

gubernamentales. Se inicia con el proceso diagnóstico y finaliza con la aprobación

de la misma como Ley, Ordenanza o Acuerdo, según la territorialidad.

c. La implementación: “Llevar a cabo el trabajo”, es la etapa más compleja del

proceso de las políticas públicas ya que obliga a la transformación conceptual,

organizacional y presupuestal de las áreas responsables de su implementación.

Como su nombre lo indica, consiste en poner en la acción los postulados filosóficos

y líneas de actuación que se proponen desde la política.

d. Evaluación y seguimiento: es el proceso en el cual el gobierno y la sociedad civil

pueden medir la efectividad y juzgar los méritos y resultados reales de los planes

que materializan la política a través de programas y proyectos. El objetivo de la

evaluación es generar información que permita orientar las decisiones futuras de

la política pública.

En la siguiente gráfica se expone el ciclo de las políticas públicas5, donde se identifican las

etapas señaladas anteriormente.

5 SARMIENTO ANZOLA, Libardo. Las políticas Públicas en Colombia. El caso de las políticas de juventud.

Ponencia para el foro “Políticas de Juventud” organizado por el Banco Mundial y la corporación Paisajoven”. Junio de 2004.


2. ¿QUÉ ES UNA POLÍTICA CULTURAL?

Varias son las propuestas que pueden rastrearse al momento de definir lo que es una

política cultural. Así, por ejemplo, desde un contexto mundial, la conferencia de Mónaco

de la UNESCO, realizada en el 2007, la define como:

El conjunto de principios operacionales, prácticas sociales conscientes y deliberadas y procedimientos de gestión administrativa y presupuestaria, de intervención o no intervención que deben servir de base a la acción del Estado tendiente a la satisfacción de ciertas necesidades culturales mediante el empleo óptimo de recursos materiales y humanos de los que la sociedad dispone en un momento dado.6

Desde la mirada nacional el Ministerio de Cultura de Colombia se propone entender

dichas políticas como “[…] las grandes definiciones que asume el país, para orientar los procesos

y acciones en el campo cultural, a través de la concertación y la activa participación del Estado, las

entidades privadas, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos comunitarios, y de esta

manera, responder con creatividad a los requerimientos culturales de la sociedad.”7

En la misma línea, el Plan Departamental de Cultura: “Antioquia en sus diversas voces”,

entiende que estas políticas se concretan bajo la forma de enunciados que indican el

deber ser de las intervenciones culturales bajo un criterio permanente de concertación y

participación democrática en el desarrollo cultural de las colectividades.

De igual modo, distintos autores estudiosos del tema cultural han propuesto definiciones

de gran aceptación y utilidad para la orientación de la gestión cultural. Para la formulación

de esta política se recoge la definición aportada por Néstor García Canclini, quien señala

6 UNESCO. Conferencia de Mónaco, citado por, Rausell Köster, Pau. et al. Cultura. Estrategia para el

Desarrollo Local. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Madrid, 2007. pág. 49. 7 Ministerio de Cultura. “Un Ministerio de Puertas Abiertas”. Bogotá, 2008. Pág. 9. En:

http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=17495#


que las políticas culturales son “el conjunto de intervenciones, acciones y estrategias que

distintas instituciones gubernamentales, no gubernamentales, privadas, comunitarias, etc.

ponen en marcha con el propósito de satisfacer las necesidades y aspiraciones culturales,

simbólicas y expresivas, de la sociedad”.8

Puede observarse en los diferentes enunciados cómo estas políticas buscan de manera

explícita la movilización del Estado y de la comunidad para responder a demandas

culturales de la sociedad. Así mismo se reconoce que son el resultado de un proceso de

concertación y participación del sector público y privado; consenso que busca la

transformación sociocultural del espacio donde se implementará dicha política. En

palabras de Pau Rausell Köster: “Uno de los objetivos más relevantes de las política

culturales es transformar los comportamientos de los individuos en el marco de las

prácticas y consumos culturales”.9

Se entenderá a partir de las líneas anteriores que las políticas culturales no son rígidas, por

el contrario, deben estar atentas a los cambios de la sociedad, a la emergencia de las

nuevas prácticas y consumos10, a los nuevos actores culturales y a las interacciones que

tienen entre sí las diversas manifestaciones de la cultura, así como éstas con otros

ámbitos de la sociedad, por ejemplo, con la economía, la política y el medio ambiente.

8 GARCÍA CANCLINI, Néstor. Políticas Culturales y Crisis de Desarrollo: Un balance latinoamericano. En:

políticas culturales en América Lantina. Méjico, 1987. 9 RAUSELL KÖSTER, op. cit., pág.127.

10 Las prácticas culturales son aquellas acciones relacionadas con las experiencias culturales no desarrolladas en estructuras mediadas por el mercado, mientras que el consumo supondría, por el contrario, todas aquellas relaciones entre el individuo y manifestaciones culturales mediadas a través de mecanismos de mercado.


3. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR CULTURA?

El carácter polisémico y la heterogeneidad de las acepciones de cultura muestran que una

de sus mayores riquezas radica precisamente en su indeterminabilidad conceptual,

aspecto que a la vez dificulta un consenso definitivo entre los diferentes autores con

respecto a sus contenidos y fines últimos. Debe advertirse que este marco orientador no

pretende desplegar un debate sobre el amplio espectro de significaciones del concepto de

cultura, sino más bien comprender a partir de las diferentes concepciones la complejidad

que encierran los fenómenos culturales.

Al decir de la UNESCO, la cultura puede considerarse como:

El conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.11

La Constitución Política de 1991, señala que “la cultura en sus diversas manifestaciones es

fundamento de la nacionalidad”12 y esta idea se recoge y amplía en la Ley General de

Cultura, definiéndola como la “[…]actividad propia de la sociedad colombiana en su

conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos”.13

A partir del postulado constitucional, el Plan Nacional de Cultura 2001–2010 propone

algunas ideas para entender lo cultural:14

11 UNESCO, Declaración de México sobre Políticas Culturales. México, D.F, 1982. 12

Constitución Política de Colombia de 1991, Artículo 70. Bogotá, D.C. 13

Ley 397 de 1997, Ley General de Cultura. Título I. Artículo 1. 14

Ministerio de Cultura. Plan Nacional de Cultura 2001-2010. Hacia una Ciudadanía democrática y cultural. pág. 15. En: http://www.mincultura.gov.co/index.php?idcategoria=5307


• Situarse en lo cultural permite concebir la cultura desde una perspectiva dinámica

y en permanente configuración, la cultura como algo vivo que se crea y se recrea

permanentemente, dependiendo de las necesidades de su contexto.

• Situarse en lo cultural implica preguntarse por aquellas propuestas que siguen

siendo pertinentes para los sujetos y por aquellas que están surgiendo y no han

sido suficientemente reconocidas. Implica preguntarse por lo que se ha

modificado, por lo que debe ser reconocido, por lo que debe ser recordado.

• Situarse en lo cultural obliga a ocuparse de las manifestaciones culturales que

concurren en el escenario nacional y de aquellos procesos que las explican y les

dan vida.

Como se puede apreciar, las anteriores consideraciones normativas y de política en el

orden nacional, orientan a una lectura de la cultura desde ideas como complejidad, no

reducida a procesos artísticos, carácter indeterminado, interacción individuo-colectividad,

diversidad y permanente renovación.

En el ámbito regional, el Plan de Cultura de Antioquia 2006-2020.15Antioquia en sus

diversas voces, reconoce los elementos materiales e inmateriales de la cultura y las

particularidades de ésta según las condiciones territoriales, espaciales y temporales en las

que se generan las interacciones humanas. El mismo plan ofrece una definición de la

cultura que se recoge en los siguientes puntos:

• La cultura es síntesis de la creación y la memoria.

• Expresa las diversas manifestaciones simbólicas materiales e inmateriales con que

los seres humanos dejan su huella en el mundo.

• Señala senderos que enriquecen las vidas de las personas.

• Permite instaurar nuevas formas de vivir en el mundo y de imaginarlo.

15

Gobernación de Antioquia. Plan Departamental de Cultura. Antioquia en sus diversas voces. 2006–2020.

Medellín: Imprenta Universidad de Antioquia, 2006 pág. 27.


Una concepción comprensiva de la Cultura y lo cultural como la que se puede recoger de

las ideas precedentes, da cuenta efectivamente de la compleja profundidad de estos

conceptos, pero a la vez puede generar confusiones en cuanto al “hacer cultural”

propiamente dicho. Así, mientras que sectores como la salud, la agricultura y el deporte,

entre otros, tienen muy marcados y definidos sus contenidos, el límite de la cultura suele

ser elástico y difuso, razón por la cual

[…] se presta a la utilización para funciones que, muchas veces, terminan

desnaturalizándola. Es común que se piense que cultura debe concurrir a resolver desde el

entretenimiento hasta los problemas de identidad comunitaria y la creación de empleo

pasando por la anomia de ciertos colectivos y la integración social de las minorías y

marginales.16

Es por ello que aunque varios ordenamientos y políticas públicas (nuestra Ley General de

Cultura, por ejemplo) tomen como punto de partida la amplia definición de la Unesco

referenciada arriba, en la práctica las acciones que terminan regulando se reducen a las

artes y a los espectáculos. De la mano con esto puede decirse que aunque se cuente con

definiciones antropológicas para explicar la cultura, generalmente la gestión cultural deja

ver un enfoque que la circunscribe sólo a procesos de creación y a manifestaciones

artísticas.

Esta situación paradójica está atravesada muchas veces por consideraciones

administrativas, tal como bien lo muestra el diagnóstico del municipio de Medellín frente

a lo que debería ser la órbita de acción de la Secretaría de Cultura Ciudadana:

Es comúnmente conocido que la noción de cultura gira en torno a la tensión entre dos posiciones contradictorias, una que la vincula exclusivamente a las artes y otra que la

hace equivalente al comportamiento humano en su totalidad. […] La segunda posición llevaba a un callejón sin salida, pues es imposible registrar todo el comportamiento, además de que en términos administrativos era inviable que la

16

OLMOS, Héctor Ariel. Gestión Cultural y Desarrollo: Claves del desarrollo. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Madrid, 2008. pág. 156.


Secretaria de Cultura Ciudadana se ocupara de manifestaciones culturales como el deporte y la educación, a pesar de estar tan estrechamente vinculadas al ámbito

cultural […]17

La oposición existente entre estas posturas deja la tarea de conciliarlas no sólo en cuanto

a la definición de la cultura, sino también en el hacer cultural; de ahí que en el caso de

Medellín se optara por definir este concepto desde dos lugares: como sector y como

dimensión de la vida en sociedad.

Como sector la cultura se relaciona con aquellas organizaciones, agentes, eventos y equipamientos vinculados a las artes, a la investigación cultural, y a la docencia y gestión en estos campos. Como dimensión la cultura remite a aquellas prácticas, saberes y expresiones materiales que permiten diferenciar a un grupo humano de otro.18

Teniendo en cuenta las reflexiones precedentes esta Política asume que la cultura como

sector susceptible de ser gestionado desde una instancia de la Administración Municipal,

debe circunscribirse a dos ámbitos fundamentales, el de las manifestaciones artísticas y el

del legado histórico y patrimonial. En ese sentido comprende:

• Las tradiciones y las nuevas creaciones que se generan a partir de prácticas

artísticas.

• Los creadores y los intérpretes de dichas prácticas.

• Los equipamentos y medios tecnológicos que permiten su difusión.

• La población que oficia como receptora y participante.

• Los procesos investigativos por los cuales ellas se pueden y deben documentar.

• Los bienes, productos y servicios que a partir de ellas se generan.

17

Alcaldía de Medellín. Documentación y síntesis del diagnóstico cultural del municipio de Medellín. Archivo histórico de Medellín. Medellín: Secretaria de Cultura Ciudadana, Subsecretaria de Metrocultura, 2005. pág.6. En: http://www.reddebibliotecas.org.co/sites/Bibliotecas/Cultura/Documents/Digan%C3%B3stico%20Cultural%20Municipio%20de%20Medell%C3%ADn.pdf 18

Ibíd.


• Los procesos de formación en los saberes y lenguajes que a ellas les son propios.

• La gestión y la formación para la gestión de la cultura.

• El trabajo con los agentes, actores y organizaciones que hacen gestión cultural

local.

• La difusión, la investigación y la protección respecto de la memoria y del

patrimonio material e inmaterial local.

La delimitación anterior tiene sentido en aras de la operatividad administrativa de la

gestión cultural; sin embargo ha de tenerse presente que esta política asume como un

imperativo, que las acciones de gestión llevadas a cabo sobre el sector cultural delimitado

como acaba de presentarse, deben tener permanente vocación de incidir positivamente

en la dimensión cultural en sentido amplio, esto es, deben contribuir a propiciar el cambio

cultural municipal en busca de la permanente consolidación de valores ciudadanos y de

convivencia.


4. Y PARA LOS GIRARDOTANOS, ¿QUÉ ES LA CULTURA?

4.1. Se define como…

En la fase inicial del proceso de construcción de esta Política Pública, se indagó por lo que

la comunidad de Girardota entiende por cultura. Las expresiones alrededor del concepto

dentro de la comunidad son diversas, pues tal como lo señalaron los niños participantes,

“la cultura no significa una sola cosa, sino varias”, esto explica la pluralidad de elementos

enunciados por las personas participantes al momento de precisar el concepto, los cuales

se recogen en las siguientes líneas.

La mayoría de las definiciones propuestas, señalaron que la cultura es la tradición, es

decir, aquello que una generación hereda de las anteriores y que por su valor lega a las

siguientes. Dentro de esas tradiciones, los participantes hicieron énfasis en los valores, las

costumbres (prácticas sociales arraigadas) y las creencias (en particular las creencias

religiosas) que caracterizan a un grupo humano. Esta noción se recogió en ideas como

éstas:

• “La cultura son las costumbres, lo folclórico, que enmarca a una comunidad

teniendo como centro sus tradiciones y los valores en los cuales han vivido”.19

• “Son las costumbres y tradiciones de un pueblo, como la alimentación, los grupos

artísticos, las tradiciones, las fiestas religiosas y culturales”.20

• “El lenguaje, los dichos, las formas tradicionales de referirse a ciertos fenómenos, a

ciertas formas de enfrentar los procesos cotidianos”.21

19

Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de educación y ex Directores de la casa de la cultura participantes en el proceso. 20

Recogido de los aportes realizados por los participantes de la vereda Manga Arriba. 21

Recogido de los aportes realizados por los Vigías del Patrimonio participantes en el proceso.


• “Son costumbres, tradiciones, modos de vivir, comer, pensar que unas personas

tienen en una determinada región”.22

De otro lado, se encontraron alusiones a la cultura como el conjunto de formas, modelos

o patrones de comportamiento de una sociedad; bien como elemento característico o

preponderante. Esta idea fue señalada así:

• “La cultura incluye prácticas, códigos, maneras de ser, normas, vestimenta y

religión”.23

• “La cultura define el comportamiento social. Es lo que determina los

comportamientos de cada individuo, según el lugar en el que se encuentra”.24

• “Son los modos de comportamiento que nos distinguen de otras culturas”.25

• “Es saberse comportar”.26

• “Es saberse vestir, ser tolerantes y amorosos”.27

Se encuentran algunas definiciones que dan a la cultura un sentido más íntimo que social,

esto es, como una dimensión que expresa la espiritualidad de los seres humanos:

• “Es una dimensión espiritual del ser humano, pues en la medida que el hombre

hace cultura eleva su espiritualidad”.28

• “Son los hábitos edificantes de la mente y el espíritu”.29

Algunos participantes reconocieron la cultura como la síntesis de la creación y la

memoria, señalando que:

22

Recogido de los aportes realizados por los participantes de la vereda San Andrés. 23

Recogido de los aportes realizados por los promotores culturales participantes en el proceso. 24

Recogido de los aportes realizados por los integrantes de ASOCOMUNAL participantes en el proceso. 25

Recogido de los aportes realizados por los artistas participantes en el proceso. 26 Ibíd. 27

Recogido de los aportes realizados por los adultos mayores participantes en el proceso. 28

Recogido de los aportes realizados por los ex secretarios de educación y ex directores de la casa de la cultura participantes en el proceso. 29

Recogido de los aportes realizados por los promotores culturales participantes en el proceso.


• “Es el equilibrio entre lo contemporáneo y lo tradicional”.30

• “No solamente el valor [de la cultura] es determinado por lo tradicional, sino

también a las apropiaciones que la gente hace en la contemporaneidad de las

nuevas manifestaciones artísticas”.31

• “Es el tiempo y el pueblo o los integrantes de los grupos los que definen las

tradiciones y costumbres que hacen parte de cada una de estos, tales como:

Gastronomía, vestimenta, dialecto y creencias populares”.32

En ese sentido, y tratando de sintetizar un poco las diversos aportes, la cultura es, para los

habitantes de Girardota, un amplio concepto que comprende las tradiciones, la historia y

el patrimonio material e inmaterial de una determinada comunidad. Esto es, su escala de

valores, sus creencias populares, leyes y costumbres a nivel individual y social. En esa

medida es que se la considera también como la expresión o manifestación humana por

excelencia.

4.2. Sus características son…

Al interior de las acepciones propuestas se identificaron unas características propias de lo

cultural. Así los participantes reconocieron la diversidad como su principal rasgo,

expresando que ésta es diferente para cada grupo humano, desde allí advirtieron que

incluso al interior del municipio de Girardota existen varios modos de vida según la

ubicación espacial, como es el caso de las veredas, o al grupo poblacional al que se

pertenece:

30


Ibíd. 32

Recogido de los aportes realizados por los jóvenes participantes en el proceso.


• “La cultura varía según el lugar donde nos encontremos. Pues en cada país hay una

cultura y al interior de éste hay otras”.33

• “Al interior de la cultura hay costumbres de algunos grupos poblacionales, que no

son tradicionales pero que hacen parte de la cultura”.34

De igual modo, fue reconocido el carácter dinámico de la cultura como algo que está en

permanente renovación:

• “La cultura del pueblo varía a través de su historia y determina en cada periodo los

pensamientos de las comunidades, enseñándoles a formar su identidad”.35

• “La cultura va cambiando igual que la moda y la tecnología”.36

En cuanto a la permanencia y a la transmisión de la cultura advirtieron que éstas sólo son

posibles cuando la familia y el Estado intervienen en dicho procesos:

• “Su fomento requiere del apoyo del Estado (en este caso de la Administración) en

cuanto a espacios, formación y proyección”.37

• “Para cultivarla se debe formar desde el hogar y hacer un trabajo en común”.38

Finalmente se reconoce la influencia que en ella tienen los medios de comunicación, como

un factor a considerar en la búsqueda de la conservación de la memoria y de la identidad:

• “En ella inciden los medios de comunicación y el desarrollo técnico, los cuales,

modifican el comportamiento de la sociedad”.39

• “Es significativamente influenciada por los medios de comunicación, en algunos

momentos de manera positiva y otros negativa”.40

33


Ibíd. 35 Ibíd. 36

Recogido de los aportes realizados por los niños participantes en el proceso. 37

Recogido de los aportes realizados por los participantes de la vereda Manga Arriba. 38


Recogido de los aportes realizados por los integrantes de ASOCOMUNAL participantes en el proceso.


Haciendo apuntes sobre sus características, en resumen, los participantes consideraron

como rasgos distintivos de la cultura la diversidad y la transformación de la que

permanentemente es objeto, la cual incluye la asimilación que se hace de las modas y las

tecnologías, es decir, la apertura a un mundo en el que prácticamente las barreras de

información están disueltas. Así, la asimilación de lo nuevo conjugado con la preservación

de la memoria y lo heredado, y la incesante transformación, constituyen el nervio

característico de la cultura.

4.3. Se manifiesta…

A partir de los aportes de los participantes se pudo identificar no sólo las anteriores

definiciones y características de la cultura sino también sus modos de manifestación; allí

hubo una referencia primordial a las artes y a las religiones como los principales medios

de expresión de esas tradiciones, comportamientos, creaciones y modos de interacción

que, según concluyeron, definen a la cultura.

• “El hombre al pensar, al razonar, al pintar, al escribir, al danzar, manifiesta su hacer

cultural”.41

• “La cultura se manifiesta por muchos medios, entre ellos el arte, en sus diferentes

ramas (la danza, el teatro, la música, la literatura) además de manifestarse en su

nivel educativo y político”.42

• “La tradición cultural de una región se expresa a través de las manifestaciones

artísticas y de la religión”.43

• “Se expresa a través del baile, de la moda, los mitos y leyendas, los alimentos, la

religión”.44

40 Recogido de los aportes realizados por los jóvenes participantes en el proceso. 41



Recogido de los aportes realizados por los participantes de la vereda San Andrés.


4.4. Sirve para…

Los girardotanos reconocen que la dimensión social en la que se enmarca la cultura

posibilita a los seres humanos fines que van más allá de la creación y de la memoria. Así,

por ejemplo, anotaron que la cultura brinda Identidad, “Etimológicamente, identidad

remite a lo que no cambia, a lo invariable. Por eso se habla de lo esencial, lo que

caracteriza a una persona”45 Los participantes enfatizaron que el hombre es un ser social

por naturaleza, por lo cual sus características identitarias son siempre resultado de un

proceso relacional; entonces, al surgir de la interacción con los otros y en un determinado

contexto, la identidad siempre estará relacionada con la cultura. Esta idea es referida por

ellos en afirmaciones como las siguientes:

• “La cultura permite identificar los distintos rasgos entre una comunidad y otra”.46

• “La cultura da identidad al municipio para no perdernos en lo metropolitano; es

decir, resalta lo particular: el ser girardotano”.47

• “La cultura permite que nos diferenciemos unos de otros a la vez que nos

identifiquemos entre unos y otros”.48

Consideran también que la cultura alimenta proyectos de convivencia:

• “La tradición y la cultura mantienen ciertos valores vigentes, ya que equilibran la

mente y el espíritu humano”.49

• “Fortalece los valores y el crecimiento de la sociedad”.50

44


OLMOS, Héctor Ariel. Gestión cultural y desarrollo: Claves del desarrollo. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Madrid: 2008. pág. 36. 46


Recogido de los aportes realizados por los Vigías del Patrimonio participantes en el proceso. 48 Recogido de los aportes realizados por los participantes de la vereda San Andrés. 49


Recogido de los aportes realizados por los promotores culturales participantes en el proceso.


• “Para desarrollar estrategias de convivencia y disminuir los índices de violencia, pues

mejora la tolerancia y la solidaridad entre los habitantes”.51

En el mismo sentido, se las personas participantes reconocen la posibilidad que brinda la

cultura al municipio como medio para el diálogo intercultural, bien sea entre sus mismos

pobladores o con otras comunidades:

• “La cultura muestra y proyecta a Girardota positivamente en otros escenarios:

departamentales y nacionales”.52

• “Permite el intercambio de ideas y la interacción entre comunidades”.53

• “Le permite a un municipio darse a conocer ante el mundo con lo que posee”.54

• “Permite el intercambio entre países, incluso en lo económico”.55

• “Permite el encuentro intergeneracional”.56

Se encuentran algunas referencias de la cultura como materia prima para mejorar el

capital humano y como medio para el desarrollo de las sociedades:

• “Las artes ayudan a desarrollar la creatividad y la autonomía personal”.57

• “La cultura desarrolla la inteligencia y genera crecimiento personal en quienes se

interesan por ella”.58

• “La cultura genera salud y permite la recreación”.59

• “Genera desarrollo y progreso y puede dinamizar la economía”.60

51

Ibíd. 52


Recogido de los aportes realizados por los jóvenes participantes en el proceso. 54


Recogido de los aportes realizados por los adultos mayores participantes en el proceso. 56 Ibíd. 57


Recogido de los aportes realizados por los artistas participantes en el proceso. 59


Recogido de los aportes realizados por los integrantes de ASOCOMUNAL participantes en el proceso.


• “Posibilita el desarrollo económico del municipio”.61

A partir de las valoraciones que desde la comunidad se hacen de la cultura, puede

concluirse que ésta da voz y sentido a lo local en tiempos de globalización, llena de

contenido el concepto de municipalidad y contribuye a potenciar los espacios de

encuentro entre los ciudadanos, en tanto formadora de actitudes y valores como el res-

peto, la tolerancia y la solidaridad.

A modo de síntesis

Las diferentes ideas con relación a la cultura, en cuanto a su definición, características,

manifestaciones y fines, presentadas por los participantes, pueden recogerse en la

definición propuesta en el taller realizado con artistas municipales, donde se concluyó que

la cultura es:

El conjunto de comportamientos que identifican a los grupos sociales, las razas, las comunidades, las regiones. Se transmiten de generación en generación pero requieren unos procesos de educación, de formación, de aprendizaje, así como implica estar enamorado de esas tradiciones. La Cultura existe por sí misma pero se dinamiza mucho más si instituciones públicas y privadas la apoyan. Posee multiplicidad de representaciones que tienen que ver con el arte, es inclusiva y puede generar beneficios económicos.

Los diversos aportes realizados por los grupos poblaciones y sectoriales, proponen

entender la cultura como el compendio del quehacer social (que comprende lo

económico, político, religioso, histórico y artístico) que configura la experiencia y el diario

acontecer de un individuo o colectividad con su peculiar modo de vida. En otros términos,

es el devenir vital de los pueblos con sus climas, fiestas, lenguajes e intercambios. En ella

se considera tanto el legado histórico ya dado, como aquel que se construye para las

61

Recogido de los aportes realizados por los artistas y vigías del patrimonio participantes en el proceso.


generaciones venideras, no en vano es enmarcada en un “contexto de universalidad” y

definida como un “equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo”.

Siendo entonces así, la cultura se revela en la diversidad y la multiplicidad entre las que se

cuentan las religiones y las tribus urbanas, estas últimas con sus tendencias estéticas y sus

búsquedas de expresión e identidad,62 en el libre pensamiento y la autonomía de los

individuos que conforman el grupo, región o comunidad determinada y en las más

diversas manifestaciones artísticas: literatura, música, teatro, pintura, danza, etc., dado

que éstas son el vehículo más próximo para que los valores de una comunidad, su modo

de ser, pensar, sentir y crear salgan a la luz como expresiones auténticamente humanas.

Estas consideraciones permiten concebir a la cultura como tejido de relaciones sociales, y

al mismo tiempo, como producto de dichas relaciones, lo cual permite reconocer que son

los rasgos distintivos que caracterizan a un grupo humano los que posibilitan la unión

entre iguales y el diálogo entre diversos; de allí la importancia de la cultura a la hora de

construir ciudadanía, sin que esto implique que desde ella se deban manejar todos los

asuntos de la sociedad.

62

Los jóvenes participantes del proceso, manifestaron que “Las tribus urbanas son formas de expresión de las diferentes culturas, por eso en la cultura se acepta la diversidad.”


SEGUNDA PARTE

ANÁLISIS SITUACIONAL DE LA CULTURA DEL MUNICIPIO DE

GIRARDOTA


5. LA METODOLOGÍA UTILIZADA

El nivel nacional ha señalado la falta de investigación y de evaluación en los temas

culturales, entre las principales falencias de este sector, aspectos que limitan la

formulación de políticas y planes que recojan con certeza las necesidades, deseos,

prioridades y posibilidades de cada comunidad territorial. Por esta razón cuando en la

agenda pública del municipio de Girardota, se planteó la necesidad de construir una

Política Pública Cultural y a partir de ella un Plan Estratégico de Cultura, un primer e

imprescindible paso para el logro de ambos propósitos fue la elaboración de un

diagnóstico cultural.

Entendiendo por diagnóstico el proceso sistemático que sirve para reconocer una

determinada situación y el porqué de su existencia, el equipo facilitador de la construcción

de la Política Pública Cultural, eligió como método el Diagnóstico Rápido Participativo

(DRP), cuya metodología de trabajo consiste en recopilar y analizar la información

producida por diferentes grupos poblacionales y sectoriales, sobre un tema especifico (en

este caso la Cultura), en un tiempo comparativamente corto frente a otros métodos.

De esta manera la construcción del conocimiento sobre la realidad cultural del municipio

se realizó con la participación de las personas convocadas,63 quienes a través de los

instrumentos de análisis propuestos en cada encuentro construyeron sus propios puntos

de vista en relación al tema convocante; definieron las prioridades, desarrollaron

63

En este proceso participaron representantes de cada uno de los grupos poblacionales (Niños, Jóvenes, adultos y adultos mayores), territoriales (urbano y rural) y sectoriales (artistas, gestores culturales, presidentes de las juntas de acción comunal, promotores culturales, representantes del sector público, rectores, docentes, ex directores de la casa de la cultura, ex secretarios de educación y comunidad en general.)


alternativas factibles para la solución de los problemas y compartieron sus conocimientos

y experiencias. Durante esta fase diagnóstica, además del análisis de fuentes secundarias,

se utilizaron diferentes técnicas participativas tales como: Talleres reflexivos, entrevistas

directas, entrevistas escritas, conversatorios y se abrió un espacio virtual a través de un

blog para recoger los aportes de los ciudadanos que estuvieran interesados en participar.

La elección de este método trajo incalculables ventajas al proceso de consenso social,

entre ellas: i. Se valoró el conocimiento local partiendo del saber individual y colectivo de

los participantes, ii. Se logró democratizar el saber, así cada participante analizó de

manera individual o conjunta la realidad cultural municipal, siendo ellos los dueños de los

resultados encontrados, iii. Los facilitadores no se ubicaron en el lugar de amos del

conocimiento, lo que permitió un rol de catalizadores y no de docentes o de portadores de

la verdad. iv. La metodología posibilitó a los participantes una mayor comprensión de lo

que significa pensar y entender la Cultura, y v. Se lograron importantes niveles de

consenso social a partir de la lectura de tendencias y prioridades identificadas en los

hallazgos, sin que dicha síntesis constriñera la diversidad de opiniones.

Posterior a la sistematización de los resultados obtenidos, en cuanto a las debilidades y

fortalezas que los participantes identificaron para la cultura del municipio, los cuales se

presentan como anexo a este documento, se construyó el diseño metodológico del

problema a través del árbol de problemas propuesto por el enfoque de marco lógico. Fue

así como una vez analizados los hallazgos, se identificó, con la ayuda de un grupo

interdisciplinario, el problema central de la cultura del municipio, desde una exploración

minuciosa de sus manifestaciones y la determinación de las causas y sus efectos. Este

ejercicio, además de permitir una mayor profundización en el proceso de análisis de la

situación cultural del municipio, ofrece la posibilidad de identificar el objetivo de esta


Política Pública, el cual no será otro distinto a la transformación de dicho problema

central.

Es importante señalar que la propuesta metodológica posibilitó, además del diagnóstico,

la construcción de las líneas de acción y de las líneas estratégicas, que se proponen como

marco de orientación, entendiendo por las primeras las alternativas de solución a los

núcleos problemáticos identificados como causas del problema central, y las segundas

como aquellas herramientas que transversalizan y hacen posibles los horizontes de

actuación.


6. LOS RESULTADOS OBTENIDOS

Antes de presentar los resultados del proceso de análisis situacional deberá hacerse una

advertencia: los hallazgos dan cuenta de la situación cultural del municipio como proceso

histórico, esto es, las alusiones que se realizan al sector público no corresponden, de

manera exclusiva, a la Administración actual. Si bien la comunidad reconoce diferencias en

los procesos de gestión entre un mandato y otro, el problema central, sus causas y

consecuencias han permanecido en mayor o menor medida en el tiempo,

independientemente del gobierno de turno.

A continuación se presentarán los resultados obtenidos en el ejercicio de árbol de

problemas, a partir del cual se agruparon las debilidades halladas en grandes núcleos

problemáticos (causas), originarios de una gran problemática (problema central), la cual, a

su vez, genera importantes consecuencias (efectos) en la realidad cultural municipal.


6.1. Planteamiento y análisis del problema central

Una vez sintetizados y analizados los diferentes aspectos enunciados por las personas

participantes, se identificó como problema central el siguiente:

“El enfoque de desarrollo implementado en el Municipio no ha incorporado a la cultura

como área estratégica”

Si bien desde el Plan Educativo y Cultural de Girardota “Hacia una educación con

cobertura y calidad” 2003-2006, con vigencia al 2008, se advierte que “La cultura debe

estar orientada y comprometida con el desarrollo y accionar a fin de fortalecer los

procesos educativos y sociales que garanticen mejorar el nivel de vida de los ciudadanos”,

del análisis situacional realizado se desprende que en la historia del municipio de

Girardota los enfoques de desarrollo implementados no han incluido a la cultura como un

eje estratégico.

Esta no inclusión de lo cultural como una de las dimensiones sustantivas del desarrollo

surge como consecuencia de diversas causas que serán descritas más adelante. Sin

embargo, es importante advertir que en este ejercicio reflexivo las personas participantes

señalaron que el enfoque de desarrollo municipal ha privilegiado la dimensión

económica, bajo la creencia de que los demás aspectos de la vida social de la comunidad

girardotana estarían asociados o son subyacentes al proceso de cambio y de crecimiento

económico y que como consecuencia de esta mirada, aún no se entiende el desarrollo

como el resultado de la potenciación y aplicación de las capacidades de los habitantes.

Sumado a lo anterior se en evidencia el hecho de que desde la gestión cultural del

municipio se ha considerado a la cultura como un agregado de actividades y no como un

componente esencial que determina y describe el modo que tiene la población para


relacionarse con el mundo, y por ende como un medio para la transformación social. De

otro lado, se reconoció que tanto para la comunidad girardotana como para sus

gobernantes y planeadores, ha primado el interés por lograr la satisfacción de necesidades

básicas como la alimentación, la vivienda, el empleo y la salud, dejando de lado las

referidas a la cultura.

Así, pues, en Girardota se ha tenido una visión reduccionista de la cultura al relacionarla

de manera estricta como producto de las manifestaciones artísticas, olvidando que desde

la cultura se condiciona el modo en que cada persona o grupo de personas habita la

municipalidad, visión a la que alude críticamente el premio Nobel de Economía, Amartya

Sen, al señalar que “los especialistas del desarrollo, más preocupados por alimentar a los

hambrientos y por eliminar la pobreza, se irritan a menudo ante un interés por la cultura

que les parece prematuro en un mundo donde las privaciones materiales son todavía tan

numerosas”.64

6.1.1. Causas

Siguiendo el ejercicio de árbol de problemas, se identificaron siete causas65 principales

para el Problema central dilucidado anteriormente; la descripción de cada una de las

causas permite comprender la razón de la existencia del Problema, pero también posibilita

acercase a los modos de cómo se manifiestan.

Las causas encontradas fueron las siguientes:

64

SEN, Amartya. Cultura, libertad e independencia. En: UNESCO, Informe mundial sobre cultura. Madrid: Mundi – Prensa. 1999. pág. 317. 65 Es importante señalar que la identificación de las causas no antepone una sobre otra, es decir que se encuentran en un mismo rango de importancia, su relacionamientos es horizontal, puesto que son todas ellas originadoras del problema central descrito.


a. Débil plataforma organizativa, administrativa y tecnológica para la gestión cultural

del municipio

La comunidad reclama la urgencia de buscar una respuesta político–administrativa a las

polémicas que genera la relación entre educación y cultura, sin que salga perdiendo el

sector cultural, “Sector que, frecuentemente, queda como furgón de cola de la

locomotora educativa dotada de un presupuesto, inserción territorial, capital humano y

estructura burocrática exponencialmente superior”,66 postulado que puede recogerse en

algunas de las consideraciones de los girardotanos:

• “La unión educación y cultura en una misma secretaría, hace que en ésta se tenga

una visión pobre de lo que es la cultura, restándole importancia y prioridad”.67

• “No existe una secretaría de cultura autónoma y que rinda al máximo con la labor

que debe realizar”.68

• “La casa de la cultura no es autónoma en su presupuesto, los proyectos que se

ejecuten tienen que cumplir con la aprobación y consentimiento de la secretaría

de educación”.69

De esta manera, la comunidad hace un pedido específico a la Administración Municipal,

solicitándole que reflexione sobre el lugar que en la actualidad ocupa la cultura en el

organigrama del gobierno local, ya que al estar inserta en la Secretaría de Educación, los

encargados de ésta dan prioridad a los asuntos educativos, postergando de manera

recurrente la gestión cultural. Debe aclararse que en el discurso de los participantes no se

pretende separar de manera categórica al sector educativo y al cultural, pues en sus

consideraciones reconocen que existen muchos puntos de encuentro en ambos; lo que sí

66 OLMOS, op. cit., pág. 151. 67


Ibíd. 69

Recogido de los aportes realizados por los funcionarios públicos participantes en el proceso.


dejan claro, es que el hacer cultural obedece a lógicas muy diferentes a las empleadas en

el hacer educativo.

Unido a lo anterior, los participantes señalaron ineficiencias en el modelo institucional. En

primera instancia hubo claras críticas en cuanto a la forma de selección del personal

encargado de la gestión cultural. Además, fueron reiterativos en advertir la necesidad de

que la cultura del municipio sea dirigida por una persona con conocimientos en gestión

social y que a su vez, los promotores encargados de los cursos de formación artística, si

bien no tienen que ser profesionales, cuenten con las suficientes competencias

pedagógicas que se requieren para lograr dicho fin. Se propone diferenciar de manera

categórica entre un artista y un docente, pues no todo aquel que tenga habilidades

artísticas podrá impartir de manera eficaz y efectiva dicho conocimiento. Los siguientes

aportes hechos por los participantes del diagnóstico, evidencian lo anteriormente dicho:

• “No hay suficiente capacidad pedagógica de los monitores, razón determinante en

el momento de despertar interés a los alumnos, pues no se contratan maestros

sino aficionados”.70

• “Falta mayor conocimiento y capacitación para los promotores y para quienes

manejan la cultura”.71

• “Deficiente selección de los promotores culturales, eligen personas sin

experiencia”.72

En cuanto al modelo de contratación del personal encargado de la cultura, se señalaron

debilidades que inciden de manera directa en la sostenibilidad de los programas y en los

demás procesos de gestión cultural. Los aportes que enuncian dicho problema son:

70

Ibíd. 71

Recogido de los aportes realizados por los gestores culturales independientes participantes en el proceso. 72

Recogido de los aportes realizados por los jóvenes participantes en el proceso.


• “El modelo de contratación del recurso humano no es efectivo. No puede

continuarse bajo la modalidad de contratistas”.73

• “Se deben revisar los salarios, pues ante bajas remuneraciones habrá bajos

resultados”.74

• “Los docentes son contratados por muy pocas horas, lo que impide un trabajo con

seguimiento y de impacto”.75

En general, las apreciaciones a este respecto se centraron en la poca continuidad que se

da a la oferta formativa cultural desde los programas de enseñanza artística, ya que las

contrataciones del personal no responden a las necesidades reales de la población; lo que

demuestra un gran distanciamiento entre la oferta y la demanda.

Además de la escasa cobertura, los participantes advierten que la baja remuneración que

reciben los promotores culturales incide de manera directa sobre la calidad de los

programas y servicios, pues las personas contratadas o bien tienen pocas habilidades

pedagógicas o, de tenerlas, su motivación suele ser poca debido al corto tiempo por el

que están contratados y, por ende, a los escasos recursos que reciben como retribución.

La debilidad en la plataforma administrativa se deja ver, además, según el sentir de los

participantes, en el hecho de que no se realice de manera permanente y rigurosa una

evaluación del equipo encargado de la gestión cultural y en la carencia de autonomía del

responsable de la Casa de la Cultura.

En cuanto a los recursos económicos que se requieren para el desarrollo cultural, las

personas consultadas manifiestan que éstos son escasos debido al desinterés que los 73


Ibíd. 75

Recogido de los aportes realizados por promotores culturales participantes en el proceso.


mandatarios del municipio han demostrado sobre el sector cultural, lo cual se evidencia

en la baja destinación y en la poca gestión para su consecución. Esta idea conversa con la

reflexión que al respecto se propone desde el Ministerio de Cultura, donde se asegura que

“La distribución de los recursos para propiciar los procesos de diálogo e intercambio

cultural no se rigen por principios de equidad ni obedece a procesos de planeación

rigurosos”.76 Por su parte, los girardotanos presentan al respecto reflexiones como las

siguientes:

• “La inversión en cultura es mínima ya que el tema no ha sido de interés”.77

• “Hay poca gestión para la consecución de recursos económicos”.78

• “Desde la administración se excusan diciendo siempre que no hay plata”.79

• “Falta de recurso económico y logístico para desarrollo de proyectos culturales”.80

En este mismo sentido, se reclama la justa inversión de los recursos que por ley se

destinan para cultura, pues algunos participantes consideran que en ocasiones estos

dineros han sido invertidos eficientemente:

• “Los dineros destinados a cultura se usan en actividades que tienen poco

impacto”.81

• “Hay recurso económico pero no se sabe en que se invierte, o no se hace

adecuadamente”.82

• “Existen recursos económicos, pero no se evidencian en la gestión cultural”.83

76 Ministerio de Cultura, op. cit, pág. 59. 77


Ibíd. 79

Recogido de los aportes realizados por los representantes de la vereda San Andrés participantes en el proceso. 80

Recogido de los aportes realizados por los representantes de ASOCOMUNAL participantes en el proceso. 81 Recogido de los aportes realizados por los promotores de la casa de la cultura participantes en el proceso. 82

Recogido de los aportes realizados por los representantes de la vereda Manga Arriba participantes en el proceso. 83

Recogido de los aportes realizados por los representantes de la vereda San Andrés participantes en el proceso.


• “Los recursos propios asignados para la cultura son insuficientes”.84

Un elemento final para argumentar la débil plataforma organizativa, administrativa y

tecnológica para la gestión cultural del municipio, es definido por la comunidad como la

insuficiencia de espacios y recursos técnicos para las actividades de formación y de

eventos culturales.

En cuanto a los espacios físicos se reprocha el hecho de que los existentes no son

aprovechados como se debiera, a la vez que se considera que los existentes son

insuficientes:

• “No se da el uso apropiado a los espacios que existen (parques, espacio público,

espacios de la empresa privada y de las instituciones educativas)”.85

• “En la casa de la cultura, además de que son pocos los espacios, se encuentran

programas ajenos al área cultural”.86

• “Se han perdido los espacios públicos para la cultura. Existen pero están siendo

utilizados en otras cosas (la plaza de mercado en el parque, los conciertos en

lugares no aptos)”.87

• “Falta espacios físicos mínimos adecuados para el desarrollo de las actividades

programadas”.88

• “No hay lugares en el área rural para eventos culturales”.89

84


Ibíd. 86 Recogido de los aportes realizados por los promotores de la casa de la cultura participantes en el proceso. 87


Recogido de los aportes realizados por los funcionarios públicos participantes en el proceso. 89

Recogido de los aportes realizados por los participantes de las veredas San Andrés y Manga Arriba participantes en el proceso.


Con las anteriores limitaciones se describe la debilidad administrativa existente en el

municipio en cuanto al área cultural se refiere. Es importante aclarar que en las demandas

de la comunidad no proponen igualar al sector cultural y al educativo, sino conceder a la

cultura una estructura administrativa y unos recursos más acordes a la importancia que

ésta tiene en el desarrollo local de Girardota.

b. Desconocimiento de la comunidad y de la administración municipal sobre la

importancia de la cultura en el desarrollo de la sociedad

¿Qué lugar ha ocupado la cultura en la vida política de la municipalidad girardotana? El

escaso reconocimiento del valor que tiene la cultura en el desarrollo integral de la

municipalidad para los dirigentes políticos, fue un factor recurrente en el discurso de las

personas consultadas, quienes afirmaron que desde el gobierno local, históricamente, se

ha desconocido y, por ende, desvalorado el papel de la cultura como uno de los

fundamentos esenciales de la vida municipal; y que ésta es, como se afirma desde el nivel

departamental “…el punto de partida, el camino y el horizonte del desarrollo humano de

un pueblo”90. Ideas que son expresadas por los girardotanos así:

• “No hay un líder al que le interese la cultura, ya que no se ha visto en ésta un tema

primordial”.91

• “Interesa más el desarrollo económico que cultural, y como la cultura no genera

ingresos, por eso no les importa”.92

• “Falta de sensibilidad, compromiso y voluntad política de parte de mandatarios y

concejales para apoyar la cultura (se toma la cultura como un producto y no como

un componente del ser)”.93

90

Gobernación de Antioquia, op. cit. pág. 29. 91


Ibíd. 93



Esta desvaloración de la dimensión cultural municipal se ve reflejada, en palabras de los

habitantes, en los deficientes procesos de gestión existentes en el municipio para la

sostenibilidad misma de la cultura, de ahí que se considere que los resultados en esta

materia son escasos, lo cual se contradice sustancialmente con la gran riqueza cultural

material e inmaterial con la que se cuenta en la localidad, como se verá en el análisis de

las fortalezas.

Sin embargo, de este desconocimiento no se responsabiliza de manera exclusiva a la

administración pública. Los participantes manifestaron que el espacio otorgado a la

cultura desde el gobierno local y desde la comunidad se corresponde con el desinterés por

la misma, desinterés al cual, sin duda alguna, lo subyace la ignorancia, esa que opaca el

valor que en el desarrollo social y humano tiene la cultura. Esta idea es igualmente

expuesta por Alfons Martinell, cuando afirma que “La cultura no sólo no figura en las

prioridades de las agendas políticas, sino que tampoco se da en la conciencia de las

poblaciones que siguen considerando a la cultura como un elemento decorativo o gasto

superfluo”.94

c. Existe un divorcio entre la Educación y la Cultura – No se ha resaltado la importancia

de la cultura dentro de la educación y de la educación para la cultura

Este divorcio es evidenciado por la comunidad desde dos lugares: de un lado, la lejanía

existente entre los contenidos de la malla curricular y la vida cotidiana de la municipalidad

y de otro, el escaso enfoque educativo de las actividades culturales que se desarrollan en

el municipio, las cuales según algunas personas consultadas en la fase diagnóstica se

reducen al entretenimiento y a la formación artística. Esta problemática puede

evidenciarse en frases como:

94

Citado por OLMOS, op. cit., pág. 151.


• “La cultura es una opción que no está inserta en los Planes educativos

Institucionales, de manera que desde allí se motiven los alumnos a participar”.95

• “No hay espacios y planes educativos para dar a conocer a los niños la

importancia del arte y la cultura”.96

• “No enseñan a los niños las tradiciones culturales del municipio”.97

• “Los programas educativos reducen la formación cultural a la clase de artística”.98

• “El municipio no se puede basar en programas de entretenimiento, sino que

debe trascender a lo educativo”.99

A partir de estas dos consideraciones se muestra como desde las políticas y planes

educativos municipales e institucionales se ha desconocido la cotidianidad, lo tradicional,

la identidad; mientras que desde el sector cultural se ha olvidado que a través de las

manifestaciones artísticas pueden construirse mejores ciudadanos. Por lo cual, si así fuera

el propósito, los eventos culturales ofrecidos podrían llevar a los espectadores, de manera

explícita, algo más que diversión y entretenimiento.

d. La orientación de la gestión cultural no responde al criterio de diversidad que rige la

cultura

Resulta curioso que mientras en la definición de cultura presentada por la comunidad se

reconociera, como ya se expuso, la diversidad como su principal rasgo, en el análisis

situacional aparezca como núcleo problemático el que la gestión cultural desarrollada en

el municipio no responda a dicho criterio de diversidad. Al argumentar esta premisa los

95

Recogido de los aportes realizados por los funcionarios públicos participantes en el proceso. 96 Recogido de los aportes realizados por los gestores culturales independientes participantes en el proceso. 97


Ibíd. 99

Recogido de los aportes realizados por los ex secretarios de educación y ex directores de la casa de la cultura en el proceso.


participantes aseguraron que en el municipio el concepto de cultura es asumido en

algunas ocasiones como activismo cultural y con un enfoque orientado de manera

exclusiva a la formación en las artes y a los eventos de espectáculo; mientras que en otros

se reduce a lo tradicional, a lo folclórico, sin dar espacio a lo actual, a lo creado por las

nuevas generaciones.

En este tema fueron enfáticos los niños, quienes en su discurso relataban como ejemplo

de ambos extremos el enfoque de las fiestas tradicionales del municipio. Aseguran que

dicho evento tiene poco de tradicional, pues a ellos no se les explica, ni en ese ni en otros

momentos, qué es el sainete o cuáles son las danzas autóctonas del municipio;

manifestaban los niños, además, que estas fiestas se reducen al “espectáculo para

mayores con orquestas”.100

En otro momento del taller y como contradicción a lo anterior y muestra de dicha

polarización, señalaban los niños que las actividades de formación que se ofrecen y los

pocos espacios que para tal fin se generan en las instituciones educativas, desconocen sus

gustos, esto es, la enseñanza de bailes populares actuales y de espectáculos innovadores,

al respecto señalaban: “Siempre son las mismas danzas y los mismos soldados haciendo su

show en la fiesta de los niños”, “…queremos bailar tectónica, clases de grafiti, conciertos

de rock”.101

La población adulta consultada también consideró como el ejemplo más palpable de esta

problemática el direccionamiento de las fiestas tradicionales, al señalar que allí se

encuentra una asombrosa proliferación de espectáculos artísticos, en especial musicales,

pero que se carece de un enfoque claro y democrático para dichas festividades, toda vez

que no existe un equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo:

100

Retomado del relato de los niños participantes en el proceso. 101

Ibíd.


• “Las fiestas se volvieron una sumatoria de eventos de espectáculo”102.

• “Falta darle una connotación de sentido a las fiestas de la danza y el sainete que

identifiquen al municipio”.103

• “En las fiestas se ha perdido la valoración por lo autóctono”.104

• “Hay desequilibrio entre las actividades recreativas de las fiestas y el fomento de

las tradiciones”.105

Desde estas consideraciones debe aclararse que la demanda poblacional consiste en la

búsqueda del equilibrio de la producción de bienes culturales, la cual no puede

desconocer las características mismas de lo cultural (diversidad y dinamismo), por ende la

oferta debe incluir lo tradicional en el mismo nivel de lo actual. Sólo así se podrá lograr el

propósito del fomento de la cultura, lo cual implica la conservación de lo patrimonial y las

posibilidades para la creación y el disfrute.

e. Desde la Administración Municipal ha habido poca valoración del patrimonio

material e inmaterial, su importancia y necesidad de conocimiento, protección y

difusión

La no inclusión de la cultura como área estratégica del desarrollo municipal fue de igual

modo explicada por las personas participantes como un efecto de la no valoración del

patrimonio cultural material e inmaterial existente en el municipio, por parte de la

Administración Municipal. Desvaloración que explica el poco conocimiento que se tiene

102

Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de Educación y Ex Directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 103



Ibíd.


sobre dichos bienes, la carencia de mecanismos efectivos para su protección y las pocas

estrategias para su difusión.

Es importante señalar que la comunidad considera que esta desvaloración de lo

patrimonial es responsabilidad del Estado, en este caso particular de la Administración

Municipal, desde donde se deben establecer los instrumentos legales e implementar

acciones de protección del patrimonio cultural por medio de inventarios, registros,

catálogos y todo tipo de actividades de promoción y difusión; estrategias que permitirán

no sólo la protección en sí misma sino también la apropiación de la comunidad por sus

bienes culturales, elemento necesario para la conservación de los mismos. En la voz de los

participantes este problema fue descrito de la siguiente manera:

• “No hay acciones encaminadas a la conservación, protección y divulgación del

patrimonio”.106

• “No hay procesos de investigación sobre la historia de Girardota y las tradiciones

locales”.107

• “No se han realizado acciones para dar a conocer a las nuevas generaciones las

tradiciones”.108

• “Ni en la vereda de San Andrés y mucho menos en el resto del pueblo se fomenta

el sainete o las danzas tradicionales”.109

• “No existe un diagnóstico sobre patrimonio: se desconoce el inventario existente

que además no está actualizado y no se ha realizado un diagnóstico sobre el

patrimonio inmaterial”.110

106

Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de Educación y Ex Directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 107 Recogido de los aportes realizados por los gestores independientes participantes en el proceso. 108



Recogido de los aportes realizados por los Vigías del Patrimonio participantes en el proceso.


• “No hay continuidad ni impacto con el trabajo de cátedra municipal en la mayoría

de instituciones educativas”.111

• “Faltan recursos técnicos para investigaciones y sistematización de

información”.112

Se puede observar que en la comunidad hay una preocupación por los bienes culturales

materiales e inmateriales, pero también por la incidencia de la no conservación de los

mismos en la identidad municipal, asunto al que se hace referencia al señalar la necesidad

de mantener viva la memoria histórica del municipio y de fomentar en las nuevas

generaciones la práctica de las tradiciones culturales que han caracterizado a Girardota,

objetivos posibles sólo desde serios procesos de investigación, protección y difusión del

patrimonio cultural municipal.

f. Poco reconocimiento y valoración de las manifestaciones artísticas locales por parte

de la Administración Municipal y de la comunidad girardotana

Como muestra más del desinterés por el patrimonio cultural inmaterial del municipio, fue

reiterativa la queja de los participantes hacia el poco reconocimiento y valoración de las

manifestaciones artísticas locales por parte del sector público y de la comunidad

girardotana, aspecto que fue develado en expresiones como las siguientes:

• “Falta de apoyo para el talento local, pues no se le recompensa económicamente

como a los artistas de afuera””.113

111

Recogido de los aportes realizados por los integrantes del Centro de Historia participantes en el proceso. 112

Ibíd. 113

Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de Educación y Ex Directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso.


• “No se difunde ante la comunidad los talentos de quienes se han destacado

Culturalmente en el municipio”.114

• “El municipio ofrece pocas propuestas a sus artistas”.115

• “Hay mayor valoración de los artistas externos que de los locales”.116

• “No están escuchando los proyectos que se presentan desde los artistas”.117

La comunidad pide que, en adelante, la remuneración a los artistas locales por parte del

sector público sea justa, toda vez que ésta no ha respondido al principio de equidad

cuando al artista local se le convoca a participar de manera gratuita o por bajas

remuneraciones económicas, situación contraria cuando los artistas son foráneos. En este

mismo sentido, manifestaron que la Administración Municipal genera pocas estrategias

dirigidas al fomento de la creación artística, ya que no se ofrecen espacios para los

procesos creadores ni se cuenta con estímulos que motive a los artistas locales a crear

nuevos productos culturales o a ponerlos al servicio de la comunidad; así como tampoco

se reconocen y valoran los logros de aquellos artistas municipales que se destacan por sus

obras en el departamento, en la nación o en el ámbito internacional.

Se encuentra que esta desvaloración no es exclusiva de la Administración Municipal, pues

la comunidad girardotana tampoco ha hecho un justo reconocimiento de estas

manifestaciones, toda vez que dan al artista local un trato parecido al otorgado por el

sector público, ya que acuden con mayor motivación y frecuencia cuando la oferta cultural

trae la presentación de los artistas foráneos.

114

Recogido de los aportes realizados por los funcionarios públicos participantes en el proceso. 115 Recogido de los aportes realizados por los promotores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 116


117

Recogido de los aportes realizados por los artistas participantes en el proceso.


g. Poca importancia desde los sectores público, privado y comunitario de Girardota a

los procesos de gestión cultural local.

Unido a la deficiencia en la plataforma administrativa, se encuentra la poca importancia

que desde los diferentes sectores de la sociedad girardotana (público, privado y

comunitario) se da a los procesos relacionados con la gestión cultural local, sean éstos

desde la Administración Pública o desde las iniciativas de los gestores culturales

independientes.

Fueron enfáticos los participantes en señalar que esta poca importancia a la gestión

cultural desde los diferentes ámbitos de la comunidad girardotana se observa en la

cotidiana improvisación que rige la oferta cultural pública, la cual carece de estrictos

procesos de planeación y, lo que es peor aún, de enfoques y objetivos claros que

conduzcan a un propósito que vaya más allá del mantenimiento de las actividades

culturales. Los aportes relacionados con esta causa, se enuncian así:

• "Ausencia de planeación estratégica y de gestión eficiente en la organización de los

programas culturales”.118

• “Hay mucha cultura en el municipio, pero muy poco apoyo a la gestión de la

misma”.119

• “Falta apoyo y gestión de la administración Municipal para la proyección nacional e

internacional de los valores culturales”.120

De otro lado, se denuncia el poco compromiso del sector privado y en especial del sector

productivo a dichos procesos de gestión, “A las empresas se les han presentado varios

proyectos pero de nada han servido. Hace falta más diálogo y mayor participación de las

118 Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de Educación y Ex Directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 119




empresas para realizar actividades culturales”, lo cual deja ver el poco interés que estos

sectores tienen con el desarrollo de las potencialidades humanas de la población,

capacidades que estén más allá de la actividad productiva.

Además de advertir la ausencia de cursos de acción que clarifiquen el horizonte para la

gestión cultural, se reclama por el abandono y el poco apoyo que por parte de la

administración ha existido con respecto de las propuestas que se generan desde los

gestores independientes, así como también se nombra la ausencia de estrategias que

permitan potenciar dicha gestión al interior de las comunidades. Es así como recogiendo

las reflexiones de los participantes de la vereda Manga Arriba y de los representantes de

ASOCOMUNAL, se constató que es este ejercicio de reflexión sobre la cultura el primer

acercamiento que tienen con esta temática, ya que nunca antes se han abierto espacios

con tal propósito, de lo cual se explica el poco interés que han demostrado las

comunidades sobre el tema y el poco conocimiento que tienen sobre su importancia en la

vida individual y colectiva. De allí que primen siempre procesos de gestión dirigidos a otras

áreas como la salud, la educación, el saneamiento y la infraestructura, pero no a la

cultura.

• “Los gestores culturales no reciben apoyo de la alcaldía”.121

• “No se han formado a líderes para que sean gestores culturales al interior de las

comunidades”.122

121

Recogido de los aportes realizados por los jóvenes participantes en el proceso. 122

Recogido de los aportes realizados por los representantes de la vereda Manga Arriba participantes en el proceso.


6.1.2. Efectos

El hecho de que “El enfoque de desarrollo implementado en el municipio no ha

incorporado a la cultura como área estratégica” ha generado impactos negativos en la

gestión cultural del municipio, entre los que se encuentran:

a. Escasa preservación del patrimonio cultural material e inmaterial del municipio

Las personas participantes expresaron que si bien la cultura no es una dimensión humana

que se mantenga invariable en el tiempo, o que contenga sólo aquello que representa por

tradición a un colectivo de personas, tampoco puede desconocerse que cada individuo

recibe ese acervo cultural, es decir, el conjunto de conocimientos, creencias, prácticas y

objetos que definen lo propio de un grupo humano y lo diferencian de otro, y que luego

traslada a sus herederos. De esta manera, reconocieron que en la cultura se contiene

paralelamente la riqueza de las tradiciones y de las innovaciones, y que de estos dos

elementos surge la identidad municipal, expresada como aquellos rasgos y

manifestaciones materiales e inmateriales que le permiten a la comunidad y a las

personas, asumirse como pertenecientes a una colectividad y diferenciarse de otras.

A partir de esta noción de lo cultural, ya ampliada en el marco referencial, los

participantes señalaron que en el municipio de Girardota, como efecto de la desvaloración

de la importancia del patrimonio cultural, éste se está perdiendo paulatinamente, tanto

en lo referido al patrimonio material como al inmaterial. Así, por ejemplo, se han

desaprovechado las oportunidades de salvaguardar las edificaciones y estructuras que

pudieron ser consideradas patrimonio material, pero, con la intervención que algunas

personas les han dado, han perdido su estructura originaria y, con ello, su valor histórico y

cultural.


En este mismo sentido, la población reconoce que no se han diseñado estrategias para

recuperar y mantener las manifestaciones artísticas autóctonas del municipio, tal es el

caso de expresiones como la “Banda la Mangueña”, “La Chirimía”, “Los sainetes”, “Las

danzas”, etc. las cuales no han sido transmitidas a las nuevas generaciones, lo que

conlleva a que con el paso del tiempo se ignore el valor cultural de las mimas.

El desconocimiento de la memoria histórica del municipio, es otro aspecto que incide

significativamente en la pérdida de lo patrimonial, pues los bienes que de él se

desprenden son el resultado del diálogo permanente entre las memorias y del consenso

de lo que merece ser recordado o de aquello que debiera ser olvidado. Afirman las

personas participantes que pocas veces este diálogo se ha dado en el municipio de

manera equitativa y abierta, siendo pocas las voces que se ocupan de gestar y mantener

dichas narrativas históricas; de allí que no se hayan diseñado estrategias efectivas para la

apropiación creativa de la memoria municipal por parte de los distintos sectores sociales y

poblacionales.

A lo anterior se suma la carencia de planeación y de gestión estatal de las manifestaciones

artísticas y de los procesos de creación, aspecto que incide en el predominio de proyectos

culturales desarticulados o efímeros.

Todo esto puede resumirse en las siguientes ideas recogidas de los diferentes espacios de

reflexión:

• “Se invierten pocos esfuerzos y recursos en la conservación de la identidad

cultural”.123

123



• “Al desconocer la historia, se pierde en el municipio la posibilidad de sostener,

proyectar y conocer la identidad”.124

• “Desconocimiento de la historia y de las tradiciones del Municipio”.125

Las reflexiones de los participantes permitieron concluir que en la medida en que no se

faciliten los espacios para la creación, reconociendo las diversas manifestaciones que

desde lo tradicional existen en el municipio, e ignorando que dicha creación brinda rasgos

de identidad característicos y propios, las consecuencias serán, a corto plazo, la pérdida

definitiva de manifestaciones autóctonas, debido a las limitaciones con las que se valoran

los aportes de los artistas locales tradicionales. La planeación y una gestión amplia y

direccionada, pueden abrir posibilidades de sostenimiento, difusión y apertura de

espacios de participación, para lograr que en el tiempo no sucumban las riquezas artísticas

que han caracterizado, sino a todos, al menos si a gran parte de la comunidad de

Girardota.

b. Deficiente democratización de las oportunidades de goce y disfrute de las

expresiones y productos culturales, al interior de los diferentes grupos poblacionales

y sectoriales

De manera reiterativa, las personas consultadas manifestaron que en el municipio hay una

escasa democratización de las oportunidades de goce y disfrute de las distintas

manifestaciones culturales, esto es, no se cuenta con políticas que permitan crear

condiciones efectivas para que los diferentes sectores de la municipalidad participen en

condiciones de equidad de la oferta cultural. Así, reclaman de la administración municipal

un compromiso no sólo con la producción de bienes culturales sino también con su

distribución y consumo.

124

Recogido de los aportes realizados por los integrantes del Centro de Historia participantes en el proceso. 125

Recogido de los aportes realizados por los gestores independientes participantes en el proceso.


Como ejemplo de lo descrito, manifiestan que la oferta cultural ha permanecido

centralizada, privilegiando a la zona urbana, pero que incluso el impacto en los barrios es

poco, pues se reduce a las actividades realizadas en la Casa de la Cultura. En palabras de

los participantes lo anterior se expresa así:

• “La gestión cultural es centralizada, se reduce a las actividades realizadas en la

Casa de la Cultura”.126

• “Los programas de formación son centralizados y no llegan a los barrios y

veredas”.127

• “Falta descentralización de las acciones a las veredas”.128

• “Falta inclusión: No se incluyen ciertos sectores de la comunidad, ya que hacen

eventos para unos pocos, pero se deja mucha gente por fuera”.129

Aunado a lo anterior se advierte que en el municipio no se cuenta con una infraestructura

adecuada que permita llevar al área rural una oferta cultural innovadora y de calidad, así

como tampoco se cuenta con espacios para que al interior de las mismas comunidades

veredales se potencien las capacidades creadoras que poseen.

La inequidad que rige la oferta la cultural municipal hace que además de la centralización

de las acciones, se desconozcan las necesidades de los distintos grupos poblacionales y

sectoriales, aspectos evidenciados por los participantes al insinuar que no existe un

análisis de la demanda cultural, esto es, se desconocen las necesidades no cubiertas y las

características que dicha oferta debe contener a partir de las condiciones específicas de la

población objeto: variables sociodemográficas (edad, sexo, nivel educativo), variables

relacionadas con los intereses o gustos respecto a las expresiones culturales y por último,

126 Recogido de los aportes realizados por los gestores independientes participantes en el proceso. 127

Recogido de los aportes realizados por los promotores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 128

Recogido de los aportes realizados por los representantes de ASOCOMUNAL participantes en el proceso. 129



las relacionadas con el consumo efectivo de la oferta. El desconocimiento de las

necesidades e intereses culturales de la comunidad es referido por la comunidad así:

• “Hay poca cobertura en algunos sectores poblacionales”.130

• “No hay planes para la población con necesidades educativas especiales, para los

discapacitados o desplazados”.131

• “No se consideran las limitaciones económicas de la población rural para asistir a

los eventos y programas ofrecidos”.132

• “No hay diagnóstico: No se tienen en cuenta las necesidades, las diferencias

poblacionales y socioculturales de la comunidad”.133

• “No hay talleres específicos para los adultos mayores”.134

Las ideas expuestas obligan a una claridad: las políticas culturales municipales no pueden

resumirse en la ampliación de la cobertura, es decir, en la ampliación del consumo de

bienes culturales, aunque éste es un objetivo necesario, pero con la democratización de lo

que hay no alcanza, con producir más tampoco. Lo que se requiere es incluir un criterio

serio de equidad para que la oferta no sólo llegue a más, sino que sea oportuna y de

calidad.

c. Débiles procesos para la construcción y el desarrollo de políticas, programas y

proyectos con visión a largo plazo, primando el activismo cultural y las acciones a

corto plazo

El haber tenido un enfoque de desarrollo que deja de lado la cultura, ha incidido en las

políticas que, de manera implícita o explícita, determinan la gestión cultural municipal, y

130

Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de Educación y Ex Directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 131 Recogido de los aportes realizados por los funcionarios públicos participantes en el proceso. 132


Ibíd. 134

Recogido de los aportes realizados por los adultos mayores participantes en el proceso.


por ende los ejercicios de planeación, los cuales hasta el momento no responden a

criterios de sostenibilidad, organización y continuidad.

Las personas consultadas aducen que las políticas institucionales en materia cultural en el

municipio son dispersas y no permiten orientar y concertar planes, programas y proyectos

en beneficio de la comunidad. Es importante aclarar que si bien existe un plan Municipal

de Educación y Cultura construido en el año 2003 con vigencia hasta el año 2008, éste no

es conocido por la comunidad ni se ha constituido en un marco orientador del accionar

institucional.

En este mismo sentido, sugirieron que en el municipio no se evalúa el desarrollo de los

proyectos culturales, pues no existe un sistema de indicadores que permita comparar los

resultados obtenidos con los esperados, y desde allí tomar decisiones dirigidas a aumentar

la eficacia del accionar.

Estas ideas son expresadas por la comunidad con afirmaciones como las siguientes:

• “Las actividades culturales no van articuladas a un proceso cultural, sino que son

actividades aisladas, no hay una correlación con un proceso que permita un

seguimiento. Los logros y los resultados de esa manera quedan en el vacío”.135

• “Debido a la no planeación los procesos no son continuos, lo cual se refleja en las

convocatorias, pues la comunidad se desmotiva”.136

• “No existe un método para evaluar la efectividad de las actividades”.137

• “Falta de planeación de las actividades culturales que se desarrollan”.138

135 Recogido de los aportes realizados por los ex Secretarios de Educación y Ex Directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 136

Ibíd. 137

Recogido de los aportes realizados por los promotores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso.


Estas consideraciones muestran la necesidad de repensar el modo en que se asume la

gestión cultural municipal, desde los procesos de planeación hasta el desarrollo y eva-

luación de la acción, pues de permanecer estar problemática, se limitará la calidad de la

oferta, la democratización y la posibilidad de establecer vínculos de cooperación, dirigidos

al desarrollo cultural del municipio, entre el sector público y otros actores sociales, pues

como lo advierten muchas de las personas consultadas, el trabajo en red de lo cultural

sólo será posible cuando se tenga claridad en lo que se pretende y en los caminos que se

seguirán para conseguir los fines propuestos.

Como elemento adicional e imprescindible, es necesario comprender la calidad, que está

incluida en la planeación con la cual se establezcan las metodologías mediante las cuales

se llegará al público, teniendo como foco el objetivo, esto es, el para qué de lo que se

llevará a cabo. Pues la insistencia de la comunidad en que no existen mecanismos de

planeación que permitan direccionar la cultura, tiene como origen el que no haya

preguntas orientadoras en el momento de elaborar proyectos, planes y programas. El para

qué obliga entonces a tener un público objeto, programas específicos, eventos

sectorizados, en fin, una serie de procesos que concluyen en resultados de impacto y en

servicios oportunos.

La calidad, lejos de ser una mera norma para procesos administrativos, es transversal a

todos los momentos de la gestión cultural. Esto se colige del discurso de los participantes,

cuando al hablar de calidad, se observa que hay una imperiosa necesidad de que exista

una política de calidad que se adecué estrictamente a la gestión cultural, esto es, que se

construya con criterios que surjan necesariamente de dicha práctica y de ese ámbito y no

138

Recogido de los aportes realizados por los representantes de la vereda San Andrés participantes en el proceso.


de extrapolar procesos ajenos a una dependencia que responde a lógicas distintas en su

ejecución.

d. Escaso fortalecimiento de la creación y la producción de las diferentes formas de

expresión cultural

Se ha considerado, para efectos de esta política, la importancia de pensar con la

comunidad los espacios ofrecidos para la creación y la producción de las distintas formas

de expresión cultural. Si bien se reconoce que la cultura es en gran medida tomada como

sector, y para el caso el sector es el artístico, los participantes vislumbraron serios

problemas en la calidad, los recursos y la promoción de los productos culturales. Si por un

lado se cuentan con los talleres de formación, éstos no responden a las necesidades reales

del público girardotano, puesto que se restringen a unas manifestaciones especificas, en

el mayor de los casos las tradicionales. Por otro lado, el acceso, por la misma razón, se

reduce ya que no hay variedad que permita incluir a sectores de la comunidad que por

edad, gustos o cualquier otra característica, demanden productos diferentes. Lo cual se

manifiesta en las siguientes expresiones:

• “Falta más interdisciplinariedad, por lo tanto, se consideran sólo algunas artes y

no se abren espacios de formación en otras áreas”.139

• “A los niños y jóvenes no se les ofrece espacios suficientes de formación y

sensibilización cultural”.140

• “En los cursos de formación no se incluyen bailes populares y actuales”.141

Cuando la comunidad habló de una “Insuficiente diversificación de los programas y

eventos culturales”,142 se aproximaban al núcleo de varios problemas que se han 139


Recogido de los aportes realizados por los Gestores independientes participantes en el proceso. 141

Recogido de los aportes realizados por los niños participantes en el proceso.


mencionado, incluso, como causa, puesto que la democratización de la oferta y la gestión,

necesariamente deben orientarse a buscar formas de atraer y vincular más público en los

eventos y programas que se ofrecen. El fortalecimiento, pensado como búsqueda de la

mejora de espacios, con calidad y pertinencia, abarca la necesidad de ampliar el radio de

acción para cubrir favorablemente aquellos que se encuentran por fuera del sistema

cultural, dado que éste no tiene nada que ofrecer mientras no diversifique y abra lugares

para la variedad de expresiones, tanto contemporáneas como tradicionales. En el

numeral b del presente documento, en relación con la necesidad de democratización, se

recogen más elementos que ayudan a comprender este efecto.

Paralelo a lo anterior, se insistió en que no hay estrategias sólidas para promover la

participación cultural, lo que hace que muchos sectores, la mayoría de ellos, se

mantengan desinformados sobre los diversos espacios en los cuales pueden integrarse a

participar de la oferta. Lo que dicen los participantes al respecto se enuncia así:

• “Los medios de comunicación utilizados para difundir los programas no son los más

pertinentes”.143

• “La agenda cultural es desconocida por la mayor parte de la comunidad”.144

• “Falta que desde la administración se motive e informe a la comunidad sobre este

tema”.145

• “La cobertura y la convocatoria es pobre, ya que nadie lleva a las veredas

información sobre los proyectos que tienen”.146

142

Recogido de los aportes realizados por los Gestores independientes participantes en el proceso. 143 Recogido de los aportes realizados por los Jóvenes participantes en el proceso. 144



Ibíd.


• “Hay poca estrategia para la comunicación y convocatoria, lo que hace que los

eventos y programas de la casa de la cultura sean poco difundidos, pues el

mecanismo no es el más apropiado”.147

Sumando esto a la ya mencionada “poca continuidad de los programas” y a la

“improvisación de eventos”148 se tiene una amalgama de conflictos, sólo resolubles en la

medida en que los espacios de participación logren ofertarse a través de una estrategia de

comunicación, que tenga como objetivo llegar, sino a todas, sí a puntos estratégicos del

municipio, donde la comunidad pueda conocer oportunamente lo que se ofrece, y así

contribuir a consolidar un sistema cultural mediante la integración de actores que

demanden cada vez más el servicio, se apropien de él y aporten, siendo veedores y

desempeñándose activamente en el movimiento cultural que impulse la casa de la cultura.

Participación que incluye desde el ser públicos constantes de los eventos realizados, hasta

gestores y educandos de los diversos programas que se puedan consolidar en el área

formativa.

Al analizar la oferta, y con ella la causa de la debilidad de ésta (recordando que varias de

las causas a la vez pueden ser efectos y viceversa), los participantes encontraron, además

de la difusión, que hay espacios y recursos insuficientes para llevar a cabo las actividades

propias de la función de la casa de la cultura. Esto se evidencia en el hecho de que más del

56% de los espacios que tiene hoy, se utilizan para programas diferentes, como se señaló

en el numeral A de las “causas” cuando se habló de la débil plataforma organizativa.

Es inevitable, pues, desembocar con la comunidad en una conclusión obligada: Todo este

panorama de la oferta nos direcciona a un efecto que se nombró como “Baja calidad de la

oferta cultural” entendiendo como componente de ésta los procesos de formación, los

147


Recogido de los aportes realizados por los promotores de la casa de la cultura participantes en el proceso cuando enuncia que los “Eventos son improvisados, y por ende de poca calidad”.


eventos de entretenimiento y la formación de públicos. Efecto que queda más que

evidenciado con los aportes que a lo largo del documento se recogen de los participantes.

En este sentido, se debe tener claro que la comunidad entiende por calidad todas aquellas

estrategias que lleven a generar en el público credibilidad, constancia, participación y

disfrute. Componentes sólo alcanzables en la medida que se diversifique, se incluya, se

forme y se informe.

6.2. Fortalezas

El análisis situacional realizado como soporte de la Política Pública de Cultura, partió del

principio de “comprender para resolver”, pues pretende ser más que un informe

descriptivo con respecto a la situación de la cultura de Girardota. Es por ello que no sólo

se centró en los problemas y las necesidades, sino que también se orientó a identificar los

recursos con los cuales se cuenta para enfrentarlos.

Las fortalezas identificadas para el sector cultural se compendian en dos líneas generales

que abarcan, como en las debilidades, una serie de manifestaciones que dan cuenta de

aquellos aciertos que posibilitan la dinamización de lo cultural. Es así como se recogen

alusiones referidas a la gestión que se ha realizado desde el gobierno local, a la vez que se

reconocen las potencialidades mismas de la comunidad y su actitud, por momentos,

proactiva con relación al desarrollo cultural.

a. Fortalezas en la gestión cultural

Hay que advertir que en el discurso de las personas participantes se encuentran

referencias a una misma categoría de análisis desde sus debilidades y sus fortalezas; tal es

el caso de la gestión cultural, pues en el análisis se encontró que así como manifiesta unos


síntomas que hablan de la precariedad de su estado, también tiene unas posibilidades que

permiten ser potenciadas hacia un estado más óptimo.

Los participantes partieron de reconocer que una de esas fortalezas, es la “existencia de

un consejo de cultura”149, al considerar que mediante ese espacio se da participación a la

comunidad y a los diversos sectores culturales que desempeñan un papel activo en la

dinamización de lo cultural, quedando las decisiones de su curso no sólo en manos de la

Administración Municipal, sino también de aquellos que a través de este espacio tienen

voz y voto par proponer ideas, canalizar proyectos y analizar temas referido a lo cultural.

También se manifiesta que hay “voluntad por parte de la administración municipal”150

para encaminar acciones que permitan el desarrollo cultural. Muestra de ello es la

“iniciativa de construir una política pública”,151 lo cual evidencia que se están

emprendiendo acciones de planeación a partir del consenso social y del reconocimiento

de las necesidades reales y diferenciadas de la comunidad; todo esto a través de un

proceso participativo que es el inicio de las muchas estrategias que se tendrán que

implementar para transformar las dificultades ya reconocidas en las debilidades.

Resaltan también como un aspecto positivo que exista una “Secretaría de educación para

la cultura”152 que tenga dentro de sus funciones el llevar a cabo acciones tendientes a

dinamizar la cultura del municipio. Consideran que esta Secretaría tiene la gran

responsabilidad de promover la permanencia y recreación de las manifestaciones

autóctonas del municipio, así como de fortalecer las expresiones contemporáneas que

149


Ibíd. 151




permiten a los sectores poblacionales disfrutar de las oportunidades de goce que se

ofrecen desde la acción creadora.

Un aspecto que se rescata de manera insistente por los diferentes participantes, es la

oferta cultural desde los cursos de formación, en cuanto a la permanencia, la variedad y la

calidad de los mismos. Al respecto señalan:

• “Hay oportunidades de formación mediante los grupos de proyección de la casa de

la cultura, que sostiene semilleros en música, danza, teatro y artes plásticas”.153

• “Se brindan oportunidades de formación a toda la comunidad”.154

• “La casa de la cultura abre el espacio para que niños, jóvenes y adultos aprendan

diferentes artes”.155

De igual modo se resaltó que esta oferta formativa llega algunas veces a las instituciones

educativas, especialmente en el área rural con los cursos de danza y música.

Partiendo de que la gestión abarca también todos aquellos recursos orientados a la

diversificación, calidad y sostenimiento de los espacios para la formación y el disfrute de

los productos culturales, los participantes indicaron que una de las fortalezas en el hacer

cultural se encuentra en el personal encargado de dicho hacer, el cual, en algunos casos

está “técnicamente calificado”156 para su labor, a lo que se suma el “interés, las ganas y la

preocupación”157 de muchos de ellos, que los lleva a asumir con responsabilidad y alto

grado de compromiso las distintas tareas.

153


Recogido de los aportes realizados por los Promotores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 155 Recogido de los aportes realizados por los participantes de la vereda San Andrés. 156


Recogido de los aportes realizados por los artistas y los promotores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso.


Otro aspecto que fue señalado como fortaleza, son los espacios existentes en el municipio

aptos para la realización de actividades culturales, las personas reconocieron entre estos

espacios, a las instalaciones de la Casa de la Cultura, junto con la Biblioteca Municipal, el

parque principal y los parques barriales.158 Expresaron que estos lugares propician la

integración comunitaria, y facilitan la descentralización de la oferta para garantizar una

mayor inclusión social.

Aparte de esos espacios propios del municipio, se señalaron otros como Comfama y la

Casa del abuelo, que también prestan servicios con fines culturales, y en varios casos

permiten el acceso al público en general mediante programas abiertos, además de que la

Administración Municipal puede disponer de ellos.

Se reconocieron, pues, variedad de fortalezas en el aspecto técnico y administrativo, que

permiten indicar que aunque el sector cultural presenta en muchos niveles factores de

riesgo que pueden llevarlo a un deterioro progresivo, en la base existen oportunidades de

acción, con las cuales es posible iniciar procesos que bajo una adecuada planificación,

potencien las fortalezas señaladas y contribuyan al mejor estar de la comunidad de

manera equitativa.

En lo referido a eventos culturales, las personas consultadas reconocieron que existe una

oferta periódica y en ocasiones variada. Comentaron que esta oferta se despliega con

mayor intensidad en la zona urbana y que la programación mensual ha permitido la

sostenibilidad de distintos escenarios,159 que responden al gusto de un público específico.

158 Tal fortaleza fue reiterativa en los diferentes grupos participantes, quienes mencionaron varios espacios aptos para actividades culturales dentro del Municipio Cf. Con Matriz “Fortalezas en los recursos para la cultura”. 159

Recogido de los aportes realizados por los Jóvenes y los representantes de la vereda San Andrés participantes en el proceso.


Otra fortaleza reconocida por la comunidad es la continuidad en celebraciones

tradicionales como lo son “la fiesta del campesino, las de la Danza y el Sainete”160 que

permiten a muchas personas acceder a una gama variada de productos culturales, sobre

todo en lo referido al espectáculo. También se mencionaron las fiestas religiosas y las

distintas actividades que se llevan a cabo en las veredas de trayectoria cultural

tradicionalmente reconocidas, como es el caso de San Andrés y Manga Arriba.

Se observó, además, que varias instituciones educativas mantienen despierto el interés

por lo cultural, en parte gracias a que algunos programas de formación de la Casa de la

Cultura llegan a través de los promotores,161 y en otras porque se ofrecen cursos que la

misma Institución impulsa o porque promueven activamente en los alumnos actividades

con fines culturales.

Quienes participaron reconocen entonces, que en los pocos espacios que se identifican

para la integración cultural, hay variedad en programas, eventos y actividades, no sólo las

realizadas por la Alcaldía, sino también las que son impulsadas directamente por la

comunidad y otras instituciones ajenas a la Casa de la Cultura.

b. Fortalezas en la valoración de lo cultural

La segunda línea de las fortalezas, está desarrollada con relación a la actitud y disposición

de aquellas personas, colectivos o instituciones que participan e impulsan una dinámica

cultural desde sus diversos intereses. Esto fue enunciado cuando se hizo referencia a que

hay “comunidades que tienen ganas de trabajar y de manifestarse culturalmente”162

160


Recogido de los aportes realizados por los niños, los representantes de la vereda San Andrés y los Ex secretarios de educación y Ex directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 162

Recogido de los aportes realizados por los Ex secretarios de educación y Ex directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso.


porque les importa el tema y están interesados en gestionarlo. Este interés se manifiesta

en la actitud creativa y propositiva de muchos actores sociales, en especial de una

juventud que “es innovadora”,163 y que busca impulsar lo cultural.

Otra de las fortalezas identificadas, es que Girardota cuenta con un amplio inventario

cultural164 de artistas y gestores que protegen y difunden lo autóctono, a la vez que

generan nuevas expresividades. Al respecto los participantes dicen:

• “Hay grandes creadores y gestores, en particular en lo tradicional”.165

• “Existe mucho potencial artístico en la población”.166

• “Se cuenta con grupos musicales bien constituidos”.167

Se reconoce, de igual modo, que muchos de los artistas han logrado sobresalir fuera del

municipio, aunque la comunidad poco conoce de su existencia y de sus obras. En este

mismo sentido, se valora el interés que tienen muchas personas del municipio por

formarse profesionalmente en las diferentes áreas artísticas.168

Esta riqueza artística se acrecienta cuando se suma al inventario el legado cultural de las

expresiones autóctonas que han permanecido y se han cualificado, proyectando a

Girardota en otros niveles y suscitando el interés de foráneos,169 dado que la cultura

folclórica es una oferta atractiva para dinamizar sectores como el turismo y el comercio.

163


Ver anexo: “Inventario de artistas de Girardota” 165

Recogido de los aportes realizados por los Ex secretarios de educación y Ex directores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 166

Recogido de los aportes realizados por los Funcionarios Públicos participantes en el proceso. 167 Recogido de los aportes realizados por los Promotores de la Casa de la Cultura participantes en el proceso. 168

Los participantes de los distintos grupos coincidieron en esta apreciación. Cf. Con Matriz de “Fortalezas en el área de patrimonio cultural”. 169

Los jóvenes participantes señalaron que “la cultura folclórica del Municipio atrae a pueblos aledaños”


El Municipio cuenta con grupos interesados manifiestamente en el patrimonio cultural, y

comprometidos con conservar la memoria histórica de Girardota. Vigías del patrimonio y

el Centro de Historia, son reconocidos por los participantes como una gran fortaleza a la

hora de pensar en la conservación de los valores culturales que no sólo se manifiestan en

lo artístico, sino también en lo arquitectónico y en los saberes que la comunidad a lo largo

de la historia ha alcanzado. Los integrantes de Vigías del patrimonio y del Centro de

Historia son jóvenes y adultos aficionados y profesionalizados en la materia o en temas

afines, quienes se congregan voluntariamente a promover acciones tendientes a

posicionar la historia y el patrimonio dentro de las preocupaciones sociales, para así

conservarlos, difundirlos y apropiarlos. Al respecto, algunos participantes señalaron que el

hecho de que el Plan Básico de Ordenamiento Territorial170 y los Planes de Desarrollo

hayan incluido una línea para la conservación del patrimonio histórico y cultural, brinda

unas primeras herramientas para avanzar hacia estrategias que permitan dicha

conservación, valoración y reconocimiento.

Sin duda las variables para pensar las riquezas culturales del municipio, incluye los grupos,

las personas, los valores y las estrategias para promoverlas y conservarlas. Pero, como lo

dijeron los participantes de ASOCOMUNAL, las riquezas abarcan, de igual modo, el paisaje

que ofrece características ambientales particulares en el área metropolitana, así como

también “las creencias y las prácticas religiosas”171 que han permitido mantener lazos de

transmisión de las tradiciones a las nuevas generaciones.

Todas las fortalezas ya descritas fueron sintetizadas por los participantes reconociendo

que en el municipio existe un gran potencial en cuanto a la expresiones culturales se

refiere, que se manifiesta a través del capital humano y de los espacios que se tienen a

170

Acuerdo 092 de noviembre 30 de 2007. Revisión y ajuste del Plan Básico de Ordenamiento Territorial. Municipio de Girardota. Pág. 45, Sección 7, Articulo 56. 171



disposición para llevar a cabo acciones encaminadas al desarrollo cultural. Agregaron que

este potencial es susceptible de ser gestionado, siempre que se cuente con planes y

estrategias construidos desde, con y para la comunidad, que determinen la orientación

que debe darse a la dinamización de los procesos culturales locales.


TERCERA PARTE

LA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA DE GIRARDOTA


7. MARCOS DE REFERENCIA

La construcción de esta Política Pública de Cultura está orientada por los lineamientos que

desde el nivele regional, nacional y mundial, se han propuesto para dar respuesta a las

necesidades culturales que se suscitan en cada contexto específico. De esta manera se

busca la interrelación y articulación de la política cultural local con los distintos niveles,

para garantizar así coherencia en el fortalecimiento de lo público; principio propuesto en el

Plan Nacional de Cultura 2001-2010.

La lectura de diferentes documentos, leyes y planes, permitió identificar los conceptos,

objetivos, líneas de acción y estrategias que desde cada uno de ellos se plantean, y así,

conocer el marco normativo que en la actualidad se propone para la acción pública en el

ámbito de lo cultural.

Dichos documentos orientadores fueron:

• Constitución Política de Colombia, 1991.

• Ley 397 de 1997, Ley General de Cultura.

• Plan Nacional de Cultura 2001-2010: Hacia una ciudadanía democrática cultural.

• Plan Departamental de Cultura 2006–2020. Antioquia en sus diversas voces.

• Planes Estratégicos Norte y Sur del Valle de Aburrá.

• Plan de desarrollo del Municipio de Girardota 2008–2011.

• Plan de Educativo y cultural del municipio de Girardota 2003–2006. Hacia una

educación con cobertura y calidad” (Con vigencia hasta el 2008).

• Plan Básico de Ordenamiento Territorial para el Municipio de Girardota. Acuerdo,

092 de noviembre 30 de 2007.


Conviene señalar, además, dos documentos del orden internacional e intergubernamental

que sirvieron también de marco de referencia para esta política. Ellos son:

Agenda 21 de Cultura

La Agenda 21 de la Cultura es el primer documento, con vocación mundial, que apuesta

por establecer las bases de un compromiso de las ciudades y los gobiernos locales para el

desarrollo cultural. Su aprobación tuvo lugar el 8 de mayo de 2004 en Barcelona, por el IV

Foro de Autoridades Locales para la Inclusión Social de Porto Alegre, en el marco del

primer Foro Universal de las Culturas. Un creciente número de ciudades y gobiernos locales

del mundo entero han aprobado la Agenda 21 de la Cultura y han asumido los

compromisos que desde allí se plantean.

Carta Iberoamericana de Cultura

Se trata de un documento aprobado en la X Conferencia Iberoamericana de Ministros de

Cultura en 2007 y adoptado por la Cumbre Iberoamericana de Chile en el mismo año. La

Carta refuerza y actualiza regionalmente la aplicación de otros documentos jurídicos de

carácter mundial como son la Declaración sobre la Diversidad Cultural del año 2001 y la

Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales

del año 2005. Su objetivo es conseguir que la Cultura y los Derechos Culturales de los

pueblos sean un espacio de encuentro, de reconocimiento, de valoración y pertenencia;

una fuerza capaz de romper las diferencias y las desigualdades y de integración de todos

los actores sociales.

Cada uno de los documentos consultados, señalan de manera explícita o implícita unos

objetivos específicos, en cuanto al desarrollo cultural, los cuales pueden recogerse de la

siguiente manera:


• Afirmar el valor de la cultura como eje central del desarrollo integral del ser

humano.

• Proteger y promover la diversidad cultural.

• Apoyar y promover, mediante diferentes medios e instrumentos, el

mantenimiento y ampliación de los bienes y servicios culturales, buscando la

universalización del acceso a éstos y la ampliación de la capacidad creativa de

todos los ciudadanos.

• Implementar los instrumentos apropiados, para garantizar la participación

democrática de los ciudadanos en la formulación, el ejercicio y la evaluación de las

políticas públicas de cultura.

• Fomentar el conocimiento, la protección y difusión del patrimonio cultural material

e inmaterial.

• Reconocer y estimular la creación, producción, investigación y el mercado cultural.

• Lograr la integración entre el sector cultural y el educativo.

• Empoderar a los diferentes gestores locales frente al tema del desarrollo cultural.

De igual modo, desde el ámbito internacional, nacional y departamental se proponen unas

líneas de acción como los ejes hacia los cuales se deben direccionar los esfuerzos y

recursos, y lograr así de la dinamización de lo cultural.

Así, por ejemplo, la Carta Cultural Iberoamericana define diez ámbitos de aplicación, los

cuales se enmarcan en el reconocimiento de la cultura en la promoción y consolidación de

los derechos humanos. Dichos ámbitos son:

• Culturas tradicionales y de afro–descendientes.

• Creación artística y literaria.

• Industrias Culturales y creativas.

• Patrimonio Cultural.


• Cultura y educación.

• Cultura y ambiente.

• Cultura y Tecnología.

• Cultura y Comunicación.

• Cultura y economía solidaria.

• Cultura y Turismo.

La Ley 397, de 1997, Ley General de Cultura, determina tres grandes ejes de actuación:

• Patrimonio cultural de la Nación

• Fomento y estímulos a la creación, a la investigación y a la actividad artística y

cultural

• Gestión cultural

Por su parte el Plan Nacional de Cultura 2001–2010: Hacia una ciudadanía democrática y

cultural, definió tres campos de políticas, a saber:

• Participación

• Creación y memoria

• Diálogo cultural

Estos campos de políticas propuestos desde el ámbito nacional fueron retomados en el

Plan Departamental de Cultura 2006–2020. Antioquia en sus diversas voces, en el cual

incluyeron la Sostenibilidad como un cuarto campo orientador.

La lectura y análisis de cada uno de los textos permitió evidenciar la ruta que se viene

proponiendo para dar respuesta a los nuevos retos que las políticas públicas culturales

han de afrontar en el siglo XXI, y así dar cuerpo a la presente política pública, validando los

campos propuestos o incluyendo aquellos que la realidad municipal obliga.


8. RESULTADOS ESPERADOS

La realización del árbol de problemas, ya expuesto en líneas anteriores, permitió no sólo

reconocer las causas y los efectos de la problemática central en cuanto al tema cultural, a

saber: “El enfoque de desarrollo implementado en el municipio no ha incorporado a la

cultura como área estratégica”; se logró además identificar los cambios requeridos para

resolver dicha problemática; pues entendiendo su origen a partir de la identificación de

los núcleos problemáticos, queda claro que son éstos los que habrán de transformarse

para lograr así el cambio de las condiciones actuales y de sus efectos.

La Política Pública de Cultura de Girardota, buscará a través de sus orientaciones

posibilitar dicha transformación, para que entonces “El enfoque de desarrollo

implementado en el municipio incorpore a la cultura como área estratégica”.

A continuación se presenta el escenario al que habrá de apostarse, que se deriva del

análisis situacional y consiste en plantear de manera positiva todas aquellas situaciones

que hoy son expresadas como problemas.172 Este ejercicio contribuye para la construcción

de los lineamientos que en adelante se seguirán en aras de la dinamización de los

procesos culturales del municipio.

172

El árbol de resultados esperados es la transformación en positivo del árbol de problemas presentado en el análisis situacional.


9. OBJETIVO DE LA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA DE GIRARDOTA

Situar el desarrollo cultural como uno de los campos estratégicos dentro del enfoque

de desarrollo implementado en el Municipio de Girardota, afirmando el valor central

de la cultura como base indispensable para el desarrollo integral y sostenible del

individuo y de la comunidad.


10. EL DESARROLLO CULTURAL COMO ESTRATEGIA Y CONDICIÓN PARA EL DESARROLLO

MUNICIPAL

“El desarrollo de la gente, por la

gente y para la gente”

Tal como ha quedado planteado, el objetivo de esta política pública obliga a que todos los

actores e instancias encargadas del desarrollo local, desde la administración municipal

hasta la comunidad, pasando por los sectores productivo y educativo, abandonen la

concepción, hasta ahora usual, de la cultura como una simple suma de actividades, para

empezar a entenderla como un sector cuya planificación y gestión hacia fines

establecidos, incide directa y poderosamente en el modo de estar en el mundo de las

personas y de los colectivos sociales. Es en este sentido que una adecuada gestión de la

cultura fortalece procesos colectivos y genera cambios de mentalidad, que impulsan

desde lo más humano e interior de las personas, transformaciones sociales que

complementan a la vez que favorecen las relaciones con el entorno (medio ambiente), y

dan sentido a las obras infraestructurales que modifican el territorio. Lo que subyace pues

a la idea de vincular estratégicamente el desarrollo cultural al enfoque de desarrollo

municipal, es la profunda convicción de que el desarrollo sólo es sostenible en la medida

en que se sustente sobre las dimensiones cultural, social, medio ambiental y de territorio.

Un postulado de este orden para Girardota, acoge y responde a las propuestas

contemporáneas sobre la estrecha y obligada relación entre cultura y desarrollo. Dichas

propuestas parten no sólo de posturas intelectuales como las del economista y premio

Nobel, Amartya Sen, sino que adquieren carácter vinculante desde instancias

multinacionales a partir de informes y declaraciones, y en los ámbitos nacional y

departamental a partir de disposiciones normativas y de política pública. Todas estas

instancias coinciden y se orientan en general, a que como un imperativo ético las

naciones, los pueblos y las comunidades definan su futuro de una manera integral, esto


es, buscando mejores condiciones materiales para la vida cotidiana, pero también mejores

condiciones para una realización afectiva, intelectual y espiritual, donde se asienten

valores, creencias y costumbres. Para efectos de claridad y concreción, a continuación se

citan algunos de los documentos generados por diferentes instancias, que han servido de

referente y sustento al concepto de desarrollo desplegado en el objetivo de esta política

pública de cultura.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su Informe sobre el

Desarrollo Humano de 2004, titulado “La libertad cultural en el mundo diverso de hoy”173

,

señala la necesidad de avanzar hacia una cultura abierta como elemento esencial en toda

estrategia de desarrollo. La UNESCO, por su parte, a partir de la Conferencia Mundial

sobre Políticas Culturales (MONDIACULT, México, 1982), ha abogado por la

indisociabilidad entre cultura y desarrollo.

También en el ámbito internacional la Agenda 21 de la Cultura insta a las ciudades y a las

localidades a reconocer la importancia de la cultura en el desarrollo, y la Carta Cultural

Iberoamericana incluye como uno de sus principios el reconocimiento de la contribución

de la cultura al desarrollo, señalando a este respecto que “Los procesos de desarrollo

económico y social sustentables, así como la cohesión e inclusión social, sólo son posibles

cuando son acompañados de políticas públicas que toman plenamente en cuenta la

dimensión cultural y representan la diversidad.”174

En Colombia, el Plan Nacional de Cultura señala la necesidad de hacer de la cultura un

componente central en los planes de desarrollo municipales, toda vez que reconoce que la

integralidad del desarrollo humano implica una preocupación simultánea y

173

PNUD. Informe Mundial sobre el Desarrollo Humano. “La libertad cultural en el mundo diverso de hoy”. 2004. En: http://hdr.undp.org/en/media/hdr04_sp_overview.pdf 174

OIE Organización de Estados Americanos para la Educación, la Ciencia y la cultura. Carta Cultural Iberoamericana. 2007. pág. 15.


complementaria por la dimensión material y simbólica o espiritual de los ciudadanos.

Igualmente, el Plan Departamental de Cultura 2006–2020 Antioquia en sus diversas voces,

asegura que:

La cultura no es ajena al proceso de desarrollo, por el contrario, es una dimensión fundamental y contribuye a fortalecer la independencia, la soberanía y la identidad. El crecimiento es concebido, la mayoría de las veces, en términos cuantitativos, sin tener en cuenta la dimensión cualitativa, es decir, la satisfacción de las aspiraciones espirituales y culturales del hombre.175

En el municipio de Girardota, el Plan Educativo y Cultural “Hacia una educación con

cobertura y calidad” 2003-2006 con vigencia al 2008, establece que “Debe entonces la

cultura estar orientada y comprometida con el desarrollo y accionar a fin de fortalecer los

procesos educativos y sociales que garanticen mejorar el nivel de vida de los

ciudadanos”.176

Situar el sector cultural como área estratégica dentro del enfoque de desarrollo del

Municipio, implica no sólo comprender conceptualmente de qué se trata, sino asumir la

decisión política de implementar este cambio, y estar abiertos a entender e implementar

el nuevo modelo que se desprende a partir de esta decisión.

Cultura y desarrollo son dos términos que, a lo largo de los años, han adquirido diferentes

significaciones. El desarrollo fue considerado inicialmente como riqueza material, luego la

revolución industrial le dio connotaciones tecnológicas, estableciendo que eran los

procesos económicos industrializados determinaban el progreso político, cultural y social,

a la vez que marcaban una ruta cierta hacia la erradicación de la pobreza y el aumento de

la calidad de vida. En ambas concepciones de desarrollo el papel de la cultura fue

175

Gobernación de Antioquia, op. cit. pág. 89. 176

Municipio de Girardota. Plan Educativo y Cultural del Municipio de Girardota 2003 – 2006. “Hacia una educación con cobertura y calidad”. pág. 111.


prescindible; llegándose incluso a considerar en algunos casos como un obstáculo que

podía desacelerar los ritmos del progreso.

Es en la década de los 70 cuando surge la necesidad de cambiar de óptica en cuanto a la

concepción de progreso. En este marco la cultura empezó a ser comprendida como una

variable de los procesos de desarrollo, entendiendo que al margen de condiciones más o

menos objetivas de riqueza material y de industrialización de una sociedad, existen unos

sujetos históricos que son “producto y reproductores de un marco de sentido en el cual

las instituciones, conductas, creencias y acciones adquieren significado propio”.177 Así

pues, comenzaron a cobrar fuerza las dimensiones relacionales de los hombres como

determinantes necesarias de las condiciones del desarrollo. Los hombres se relacionan

con otros hombres, forman comunidad, individual y colectivamente generan

significaciones, se relacionan además con su ambiente (territorio, naturaleza, entorno), y

todos los procesos simbólicos que se generan en cada nivel de esas relaciones, deben ser

tenidos en cuenta en cualquier concepto que pretenda comprender el avance de las

sociedades, dígase progreso, evolución, desarrollo, etc.

En 1990 el PNUD en su Informe Anual de Desarrollo, propuso el denominado "desarrollo

humano", el cual “se centra en ampliar las opciones que tienen las personas para llevar la

vida que valoran, es decir, en aumentar el conjunto de cosas que las personas pueden ser

y hacer en sus vidas”178; se agrega desde el PNUD que Para ampliar estas opciones es

fundamental construir capacidades humanas, entre las cuales, las más importantes son

“…llevar una vida larga y saludable, tener acceso a los recursos que permitan a las

personas vivir dignamente y tener la posibilidad de participar en las decisiones que

afectan a su comunidad”.

177

OLMOS, Ana Lucía. “Tejiendo desarrollo” en Gestión Cultural y Desarrollo: claves del desarrollo, OLMOS Héctor Ariel. Agencia Española de Cooperación. Madrid, 2008. pág. 83. 178

PNUD. Informe Mundial de Desarrollo Humano: ¿Qué es el Desarrollo Humano?, 1990. En: http://www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=aCa020081--&m=a&e=A


Esta visión se enmarca en la propuesta de Amartya K. Sen, quien define el desarrollo como

el proceso de expansión de las capacidades humanas; entendiendo por estas tanto

aquello que la persona puede ser o hacer (opciones) y lo que llega efectivamente a hacer

o ser (logros). En ese sentido los bienes materiales dejan de ser el indicador primero del

desarrollo y por lo tanto, variables como el disfrute de la vida, el acceso al conocimiento, y

la dignidad, son elementos que permiten ampliar la gama de opciones disponibles para las

personas. El suministro de bienes es una condición necesaria pero no suficiente para

generar esas opciones. Queda claro entonces que el desarrollo involucra la consecución

de recursos económicos pero no se reduce a tal fin, pues éste contemplado en una

dimensión más equilibrada implica la formación de las capacidades humanas y el ejercicio

de las mismas en los diferentes ámbitos de la vida: económica, social, cultural o política.

Un aporte más frente al concepto de desarrollo humano, es el de Max-Neef, quien sugiere

que:

Tal desarrollo se conecta y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de autodepencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la Sociedad Civil con el Estado.179

Ingresando ya a la relación que dentro de esta Política Pública interesa precisar, debe

decirse que cultura y desarrollo tienen hoy una implicación recíproca que se deduce de la

evolución de ambos conceptos. El desarrollo ha dejado de restringirse a lo estrictamente

económico y ahora debe abarcar todos los aspectos de la vida social; y a su vez la cultura

trasciende la tradicional asociación con las artes y las tradiciones, para abarcar todo un

sistema de relaciones. Esta mutua determinación de los dos conceptos, implica una

ampliación de los pilares del desarrollo, que hacia mediados de los años 80 se habían

estructurado a la manera de un trípode en el que un soporte correspondía a los aspectos

179

MAX-NEEF, Manfred, et alt. Desarrollo a Escala Humana: una opción para el futuro. Motala, Suecia: 1986. pág. 14.


económicos, otro a los sociales y el tercero al medio ambiente. A partir del 2001, se

propuso entonces incluir a la cultura como un cimiento más de ese desarrollo sostenible,

“así, con la cultura dentro del debate de la sostenibilidad y el desarrollo, para construir un

cuarto pilar sólido, las políticas culturales y la “gobernanza” de la cultura deberían

convertirse en prioridades de los gobiernos locales”.180

La cultura y su relación con los otros pilares del desarrollo

10.1. Cultura y Desarrollo Económico

En los últimos años ha venido consolidándose un área de estudios llamada “economía de

la cultura”, que tiene como objeto estudiar precisamente los movimientos económicos

que se generan a partir del mercado de bienes y servicios culturales. Sin embargo ha sido

la situación de crisis mundial del mercado durante los años 2008 y 2009, la que ha puesto

en evidencia a nivel global el alto potencial económico de la cultura, al mostrar que

mientras muchos sectores de la economía mundial caían vertiginosamente, las llamadas

industrias culturales se mantuvieron estables o en algunos casos sufrían un leve declive.

Actualmente los sectores culturales a través de la creación, la producción, la distribución y

el consumo de los bienes y servicios, generan ocupación y renta, generan empleo de

forma directa, y producen más y mejores oportunidades para incrementar el capital social,

180 FEMP. Federación Española de Municipios y Provincias. Guía para la evaluación de las políticas culturales

locales. Madrid, 2009. pág. 45.

El desarrollo sostenible y el auge de la cultura dependen mutuamente entre sí, y uno de los

fines principales del desarrollo humano es la prosperidad social y cultural del ser humano. La

creatividad cultural es la fuente del progreso humano y la diversidad cultural y la política

cultural, siendo uno de los principales componentes de una política de desarrollo endógena y

duradera, debe ser implementada en coordinación con otras áreas de la sociedad en un

enfoque integrado, puesto que toda política para el desarrollo debe ser profundamente

sensible a la cultural misma.1


fortalecen sectores económicos relacionados tales como el turismo, y en general ofrecen

nuevas y mejores opciones para generar riqueza con más y mejores posibilidades de

incrementar la calidad de vida.

10.2. Cultura y Desarrollo social

Los beneficios sociales atribuidos a la participación en la cultura son innegables, y aunque

se reconocen intuitivamente, pocas veces son explicitados. En primera medida habrá de

admitirse que la actividad cultural es una ruta hacia el desarrollo personal,

independientemente de factores como la edad, el sexo o la posición económica. A partir

de ella se potencian distintas habilidades personales tales como la creatividad la

autoconfianza, la adquisición de capacidades con aplicabilidad profesional y de

habilidades para establecer vínculos sociales más duraderos y armoniosos. De otro lado,

favorece la capacidad de organización de una comunidad y fortalece una ciudadanía activa

y comprometida con la construcción participativa del territorio. Así mismo, la cultura

posibilita la cohesión social toda vez que une a las personas en la celebración, en el

trabajo en grupo y en el sentido de pertenencia. Otro resultado es la identidad, “el poeta

R. Watson dice que la identidad crece de las historias que nos contamos sobre nosotros

mismos: la cultura es esencial para alimentar una identidad con confianza en sí misma,

cohesiva y a la vez crítica”.181

10.3. Cultura y Desarrollo Territorial

“El desarrollo urbano de los territorios, mediante políticas de ordenación y planificación,

es un eje importante del desarrollo local y está íntimamente ligado a factores de índole

181 FEMP. Federación Española de Municipios y Provincias. Op.cit. pág. 50.


social y cultural”.182 Las políticas culturales generan y reciben impacto sobre la forma en

que un territorio se configura, lo cual puede verse en la regulación de los usos, la

concentración o la dispersión, las posibilidades para el flujo de circulación, la normatividad

para la conservación del patrimonio material y la utilización del espacio público como

plataforma de actividad cultural. La forma en que operan estos elementos en cada

territorio, permiten hacer lectura del mismo desde una perspectiva cultural y posibilitan u

obstaculizan el acceso a bienes culturales en el espacio público y las relaciones de

convivencia.

10.4. Epilogo: Desarrollo sostenible y Cultura en Girardota

Retomando todo lo ya expuesto, y muy específicamente el concepto actual del desarrollo

sostenible, desde la presente Política Pública Cultural del Municipio de Girardota se define

la necesidad de dimensionar el desarrollo municipal a escala humana y no sólo a partir de

la satisfacción exclusiva de las necesidades básicas de la comunidad. En ese sentido se

insta a valorar la gestión cultural como un campo estratégico para que el propósito del

desarrollo municipal centre su discusión en la persona y en sus capacidades; en las

posibilidades de relacionamiento, de identificación y de diferenciación con otras personas;

en la capacidad de valorar e influir positivamente en su entorno; y no

preponderantemente en los bienes materiales a los que ha de acceder.

182

Ibíd. pág.54.

Las personas y los pueblos se hacen crecientes dueños de su futuro, porque amplían el espacio de sus opciones posibles, o por decirlo al modo de Sen, el desarrollo se nos representa como un proceso continuado de conquista de libertad. De este modo se abre paso a una consideración más compleja e integral del proceso, en la que se contemplan aspectos que van más allá del progreso material, como la libertad y dignidad de las personas, la cobertura de sus necesidades básicas, la sostenibilidad ambiental, las fórmulas

democráticas de gobierno o la equidad y la cohesión social.1


11. PRINCIPIOS ORIENTADORES

Los principios rectores de la política pública de cultura de Girardota se construyeron a

partir de tres pilares: i. Las orientaciones internacionales recogidas en la Agenda 21 de la

Cultura y en la Carta cultural Iberoamericana, ii. Las disposiciones establecidas en los

planes nacional y departamental de cultura y iii. Los que en un ejercicio inductivo

emergieron a partir de los intereses expresados por los participantes en la construcción de

esta política.

Estos criterios ofician como fundamentos filosóficos que orientan la política pública de

cultura del Municipio, y en ese sentido a ellos deben atender de manera irrenunciable

todos los procesos de gestión cultural local. Dichos principios son:

• Reconocimiento y Protección de los derechos culturales: En el municipio de

Girardota se reconocerá que los derechos culturales son parte indisociable de los

derechos humanos; por ende, se promoverá el ejercicio de los mismos, para

permitir y facilitar a todos los habitantes la realización y potencialización de sus

capacidades creativas, así como el acceso, la participación y el disfrute de las

diferentes actividades culturales. De esta manera se atiende a lo señalado por la

Organización de Estados Americanos cuando advierte que “Los derechos culturales

deben ser entendidos como derechos de carácter fundamental según los principios

de universalidad, indivisibilidad e interdependencia”183, y a su vez, a la

Constitución Política de Colombia cuando establece entre los fines esenciales del

183

OIE Organización de Estados Americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, op. cit. pág. 13.


Estado “el facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en

la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación”.184

• Libertad de creación: El Plan Departamental de cultura de Antioquia, entiende que

“…todos los ciudadanos son libres de crear y manifestar sus propias expresiones, y

que el Estado no intervendrá en ello”,185 aceptando tal principio, la Administración

Municipal de Girardota, fomentará, enriquecerá y estimulará la creación de

diversas expresiones, buscando así la ampliación de la capacidad creativa de todos

los ciudadanos.

• Respeto por la diversidad cultural: La diversidad es una condición inherente a la

cultura y es un elemento fundamental para la existencia humana; en consecuencia

será aceptada, adoptada y difundida en forma permanente desde la gestión

cultural municipal. La diversidad se reconoce como fuente de la libertad de los

individuos y de las comunidades, y por lo tanto es condición esencial de la

democracia. En este sentido, la UNESCO afirma que “la diversidad cultural es tan

necesaria para el género humano como la biodiversidad para los seres vivos”.186

El reconocimiento de la diversidad cultural como principio orientador obliga a la

identificación de las particularidades derivadas de las condiciones geográficas,

socioculturales y poblacionales que caracterizan a la comunidad girardotana, a la

vez que s insta a reconocer el surgimiento de las nuevas narrativas y estéticas,

resultantes de las dinámicas urbanas y del desarrollo tecnológico, las cuales tienen

como vocación necesaria el refuerzo de dicha diversidad y la estimulación del

184

Constitución política de Colombia de 1991, Titulo 1, De los Principios fundamentales, Art. 2. 185

Gobernación de Antioquia, op. cit., pág.23. 186

Declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural, artículo 1. París, 2001. pág. 20. En: http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001271/127160m.pdf


diálogo intercultural. “Sólo mediante el reconocimiento de la pluralidad cultural y

la presencia efectiva en el espacio público de las manifestaciones culturales

diversas se puede gestar la participación política plural y la construcción de una

ciudadanía cultural, como base de un proyecto democrático colectivo de

Nación”.187

• Transversalidad de lo cultural: Todas las actuaciones públicas municipales deberán

tomar en cuenta la dimensión cultural como eje estratégico para el desarrollo

municipal. Es así como se deberá aportar una perspectiva cultural al conjunto de

proyectos de la municipalidad, con objetivos y acciones que muestren cómo la

cultura tiene un impacto en –y recibe la influencia de– intervenciones en áreas

como la educación, la infraestructura o la economía. Así, los programas y acciones

que se adelanten reflejarán la complementariedad existente entre lo económico,

lo social y lo cultural.

• Cultura y participación ciudadana: Se reconocerá a la participación ciudadana

como elemento esencial para el desarrollo de la cultura del municipio de

Girardota. Este principio cobrará sentido en la labor permanente para vincular a un

número cada vez mayor de habitantes a la vida cultural local, incrementando así,

el uso y el disfrute de espacios, bienes y servicios culturales en cada girardotano.

De igual manera este principio debe inspirar los esfuerzos que permitan trascender

la simple asistencia a las actividades, para lograr la paulatina inclusión de los

ciudadanos en la formulación, ejercicio y evaluación de las políticas y planes

culturales, así como de los procesos de gestión local de la cultura. La Agenda 21

alude claramente a la cultura y la participación ciudadana cuando dice:

187

Ministerio de Cultura, op.cit., pág. 34.


El desarrollo cultural se apoya en la multiplicidad de los agentes sociales, y los principios de un buen gobierno incluyen la transparencia informativa y la participación ciudadana en la concepción de las políticas culturales, en los procesos de toma de decisiones y en la evaluación de programas y proyectos.188

• Democratización de la creación, circulación y disfrute cultural: La Constitución

Política de Colombia en su artículo 70 señala que “El Estado tiene el deber de

promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de

oportunidades”; por lo tanto desde la Administración Municipal de Girardota, se

garantizará a la población una oferta cultural equitativa, plural y de calidad, a la cual

tengan acceso los distintos barrios y veredas que conforman el Municipio. Esta

democratización obligará a la gestión cultural a incluir un enfoque poblacional y un

enfoque de género, para así, dar un efectivo reconocimiento a las distintas

necesidades y demandas de tipo cultural, de los diferentes grupos poblacionales

(niños, jóvenes, adultos y adultos mayores) y de las particularidades de las mujeres y

de los hombres del municipio. De igual modo, se realizará una atención específica y

diferenciada para la población urbana y la rural; los desplazados y las personas con

discapacidades o con necesidades educativas especiales. Se trata, pues, de

democratizar en el sentido que todos los ciudadanos tengan la opción, si lo desean, de

acceder al disfrute y a las prácticas de bienes y servicios culturales.

188

CGLU- Comisión de cultura. Agenda 21 de la Cultura. Barcelona, 2006. pág. 8. En: www.agenda21culture.net.


12. LÍNEAS ESTRATÉGICAS

Las siguientes son estrategias transversales, que optimizan el desarrollo de los planes y

programas en cada una de las líneas de acción, toda vez que se constituyen en

mecanismos por medio de los cuales se pueden lograr los objetivos propuestos de esta

política.

12.1. Investigación

• Investigar para la acción: Fomentar una cultura investigativa sobre la realidad

cultural del municipio que fundamente los procesos de planeación y posibilite el

conocimiento, la reflexión y la construcción de alternativas para la conservación

del patrimonio cultural municipal.

• Investigar para la interculturalidad: El reconocimiento y comprensión de las

diferentes manifestaciones culturales, tradicionales y contemporáneas, permitirá

fortalecer y proteger la diversidad, el diálogo intercultural, la valoración de la

memoria y las nuevas expresiones en el municipio.

12.2. Capacitación y formación

• Formación de públicos y ciudadanos: Esta formación asegura la dinamización de la

cultura, toda vez que permite promover procesos de participación ciudadana

desde la expresión cultural, aumentar la disposición de los espectadores hacia la

oferta cultural, y cualificar el lugar del receptor desde un consumo activo y

reflexivo, hechos que incidirán de manera directa en la demanda y en la calidad de

los productos y servicios culturales. Se fomentará pues en todos los grupos


poblacionales la formación de su sensibilidad y capacidad perceptiva frente a la

exploración y la apreciación de lenguajes artísticos, a fin de que se asuman como

sujetos de creación y disfrute.

• Formación de agentes culturales: Se requiere capacitar de manera constante a los

actores de la gestión cultural municipal, en las competencias necesarias para

actuar en este campo, pues de ninguna manera se podrán lograr objetivos válidos

sin operadores formados. Esta necesidad es reseñada por Olmos cuando señala:

El espacio cultural contemporáneo, heterogéneo, complejo y cambiante exige agentes cada vez más capacitados para conocer la comunidad en que se insertan y actuar en ella. Agentes que, además de los conocimientos técnicos, se formen en un modelo abierto, reconozcan las pautas culturales en sus propias cotidianidades, y recurran a su creatividad y lo que es fundamental a la creatividad de la comunidad en la que intervienen189.

12.3. Comunicación efectiva

• Sensibilización: Tendiente a transformar el reconocimiento y la valoración de la

sociedad girardotana con respecto a la cultura como eje estratégico del desarrollo,

se diseñarán y desarrollarán instrumentos comunicativos que permitan generar

cambios significativos en la mentalidad de los distintos sectores sociales (público,

privado y comunitario) con respecto al lugar que se da a la cultura.

• Difusión: A través de diferentes instrumentos de comunicación se difundirá a la

comunidad el conocimiento recogido sobre el patrimonio cultural y las

manifestaciones artísticas de la municipalidad; esto es, su memoria histórica, su

189

OLMOS, Héctor Ariel. Gestión cultural y desarrollo: Claves del desarrollo. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. 2008. Pág. 154.


legado, sus artistas, las nuevas creaciones, y todo aquello que involucre la vida

cultural del territorio.

• Convocatoria: Se buscarán canales efectivos para llevar a los diferentes grupos

poblacionales la oferta cultural en cuanto a programas y servicios culturales,

garantizando así que la información sea de conocimiento general en el municipio.


13. LÍNEAS DE ACCIÓN

Las “Líneas de Acción” implican un punto de llegada en la construcción de una política

pública. Como la expresión lo indica, se trata de lineamientos a partir de los cuales se

pueden materializar con sentido práctico (de acción), las soluciones y respuestas frente a

aquellas situaciones problemáticas que fueron identificadas en el proceso de

construcción.

En el caso concreto de la Política Pública de Cultura del municipio de Girardota, las líneas

que a continuación se presentan son el resultado de varios procesos. De un lado está el

diagnóstico (llamado aquí técnicamente “análisis situacional”) realizado con la comunidad,

en el que se recogieron sus apreciaciones, deseos, necesidades, e incluso aportes para las

soluciones. Por otra parte se cuenta el análisis que el equipo consultor realizó a partir de

dicho diagnóstico, recogiendo los núcleos problemáticos, es decir, aquellas situaciones de

fondo que se constituyen en causas de esas dificultades y carencias que la comunidad

manifestó. Por último, estas líneas de acción recogen también los aportes recibidos de la

administración municipal, el sector privado y algunos gestores culturales, con quienes se

socializó el análisis de los mencionados núcleos problemáticos y se propusieron soluciones

posibles a los mismos.

Así pues estas líneas, en tanto síntesis práctica del proceso participativo y de análisis que

ha sido la construcción de la Política Pública de Cultura, serán los ejes temáticos

orientadores del accionar cultural municipal. Ellas establecen un marco concreto a partir

del cual deberán orientarse los recursos y los esfuerzos de la gestión cultural, y sobre

todo, son el punto de partida obligado del Plan Estratégico de Cultura, que deberá


operativizarlas con objetivos específicos, programas, proyectos e indicadores de

seguimiento y evaluación.

13.1. Gestión cultural y participación, una relación indispensable

Dinamizar y promover el espacio cultural como espacio de participación es uno de los

retos de esta política cultural. Sólo cuando se logra un mínimo equilibrio entre la gestión

de la cultura y la participación comunitaria, es posible avanzar en reconocimiento frente a

la diversidad y los derechos culturales.

Existen dos perspectivas fundamentales a considerar cuando se plantea como línea de

acción la relación indispensable entre gestión cultural y participación, y ambas

perspectivas son igualmente vinculantes y de obligatorio desarrollo.

Un primer enfoque habla del espacio cultural como espacio de participación en sentido

amplio, que debe ser promovido con carácter incluyente. Se trata de que todas las

personas en Girardota, los diferentes grupos y sectores poblacionales, tengan la opción de

acceder a espacios culturales (formativos, de esparcimiento, de práctica social) a través de

los cuales se contribuya a tejer, afirmar y potenciar las relaciones de comunidad. En este

sentido se deberá no sólo buscar, sino hacer visible y enfatizar en cada programa,

proyecto o actividad de gestión cultural, su aporte a la generación de experiencias

culturales que permitan a los girardotanos el reconocimiento en tanto individuos, en tanto

subgrupos, y en tanto Municipio, generando así marcos de tolerancia y respeto. Este

primer enfoque de la línea de acción, encuentra perfecta correspondencia con lo que

desde el ámbito departamental se promueve acerca de la “Afirmación y reconocimiento


de las territorialidades como escenarios de prácticas sociales y culturales en la

pluralidad”.190

Es fácil desprender de esta primera perspectiva de la relación gestión cultural–

participación, que la comunidad no es sólo la gran receptora, sino que además es

dinamizadora de los procesos culturales. Se debe entender que la diferencia entre un

proyecto de infraestructura y un proyecto cultural es que el primero se ejecuta “para” la

comunidad, pero el segundo se lleva a cabo “con” y “gracias a” la comunidad. Son las

personas las que llenan de sentido los espacios culturales, por lo tanto tienen derecho a

decidir e intervenir en la gestión de los mismos. Es por esta vía que se llega a la segunda

perspectiva de necesaria observancia en esta línea de acción, se tata de la gestión

cultural como espacio de participación política.

Orientar la gestión cultural como espacio de participación política es precisamente

reconocer y otorgar a las comunidades la posibilidad de decidir, a partir de su propia

diversidad, sobre aquello gracias a lo cual son diversas, es decir, sobre los procesos

culturales. Si bien por el primer enfoque de esta línea se estableció la necesidad de

potenciar y promover el carácter cohesionador y comunitario de los espacios culturales, y

de hacer que dichos espacios contribuyeran de manera consciente con el auto-

reconocimiento y la afirmación de la pluralidad; en este segundo enfoque debe tenerse en

cuenta que las comunidades tienen el derecho de decidir e interferir sobre qué, cómo y

cuáles espacios culturales prefieren.

Hasta aquí, la línea Gestión cultural y participación, una relación indispensable, ha sido

expuesta de manera general intentando que pueda alimentar conceptualmente todos los

programas, proyectos y actividades llamados a desarrollarla y ponerla en práctica. Sin

190

Gobernación de Antioquia. Plan Departamental de Cultura. Antioquia en sus diversas voces. 2006 – 2020.

Imprenta Universidad de Antioquia: Medellín, 2006. pág. 52.


embargo es posible concretar aún más varias de las implicaciones que genera la presente

línea, y esta concreción se propone a partir de las siguientes ideas claves:

• La comunidad es la gran receptora y dinamizadora: No puede desconocerse que

los “usuarios” de la oferta cultural son también los “actores” de la cultura, y en ese

sentido son generadores de los diferentes significados dados al territorio, a las

relaciones sociales y a los acontecimientos cotidianos. En su doble condición de

usuaria y dinamizadora de los procesos culturales, la comunidad de Girardota

precisa una oferta cultural diversa e inclusiva, a la que tengan acceso todos los

sectores geográficos y poblacionales, y a través de la cual se puedan generar

dinámicas de expresión y comunicación entre las personas y entre los colectivos

sub grupos, comunidades, tribus urbanas al interior del Municipio de tal manera

que se contribuya por esta vía al fortalecimiento de la cohesión social y la calidad

de vida de los habitantes de la localidad.

• La comunidad prioriza: La oferta cultural no será el resultado caprichoso de los

oferentes ni de los decisores de lo público, sino que por el contrario deberá ser

fruto de un proceso democrático de participación ciudadana. Se trata de que en la

destinación de los recursos para la gestión de la cultura la comunidad tenga un

amplio espacio de participación que le permita priorizar la utilización de los

mismos de acuerdo con sus necesidades, intereses y gustos. Deberán articularse

así estrategias de provisión de bienes y servicios culturales a partir de las

especificidades diferenciadas de los territorios y las comunidades al interior del

Municipio; de tal manera que el impacto económico y social resulte más

provechoso.

Debe recordarse además que la concepción misma de lo cultural, y

particularmente el panorama actual de Girardota, ponen en evidencia que los


procesos culturales son cambiantes y dinámicos, y que cada día emergen nuevas

generaciones y por ende nuevas formas de expresión de lo cultural. Es así

imperativo e irrenunciable que el accionar de la gestión cultural esté siempre

orientado a dar respuesta de forma singular a los distintos tipos de demandas y

propuestas que se planteen desde los espacios de participación social.

• La comunidad ejecuta sus propios proyectos: Por las dos ideas anteriores se

establece que es la comunidad la gran receptora y dinamizadora de los procesos

culturales, y que en ese sentido tiene derecho a priorizar los procesos que le

interesan. De ambos postulados se desprende un tercero, que consiste en la

necesidad de incentivar, promover y potenciar en la misma comunidad

capacidades y conocimientos que le permitan hacer la gestión de sus propios

proyectos con innovación y creatividad. Se trata de reconocer que la población no

sólo recibe, dinamiza y prioriza los procesos de gestión cultural, sino que ella

misma puede desarrollarlos con eficacia. Deberán, pues, diseñarse estrategias

dirigidas a la formación en la gestión de lo cultural, y a la entrega de estímulos por

parte del gobierno local para aquellos agentes y organizaciones que participen

activamente en el desarrollo cultural municipal.

• La comunidad hace parte de la planeación, la evaluación y el seguimiento:

Entendiendo la cultura como un derecho humano y a las personas y los colectivos

como el motor de la cultura, la participación de la comunidad en los procesos de

planeación, evaluación y seguimiento no es una opción más, sino una característica

irrenunciable de la democracia. El desarrollo cultural municipal se apoyará en la

multiplicidad de los agentes sociales y en la vinculación de los mismos para la

concepción de las políticas y planes, para el diseño y la ejecución de programas y

proyectos, así como también para el ejercicio reflexivo sobre el impacto y los


alcances de las acciones adelantadas. De igual modo, se promoverá la participación

de la comunidad en los procesos de veeduría al gasto de los recursos asignados

para la cultura. Es por esto que se convocará a los ciudadanos en torno a procesos

concertados de planeación cultural, reconociendo así el saber individual y colectivo

de los habitantes y fortaleciendo la experiencia de participación ciudadana que ha

conducido a la definición de esta Política Pública. Se estimulará la participación de

la población urbana y rural y de los distintos grupos poblacionales y sectoriales en

la planeación cultural.

En síntesis, una línea de acción que plantea la relación indispensable entre gestión cultural

y participación parte de reconocer dos ideas: La primera, que los procesos culturales

ofrecen la posibilidad de comunión y relacionamiento entre individuos y grupos, mas sin

embargo ese relacionamiento no es necesariamente bueno ni deseable en sí mismo. Es la

gestión cultural la encargada de dar sentido y direccionar el potencial que ofrecen las

prácticas culturales como factores de relacionamiento, de comunicación y de comunión,

hacia una efectiva promoción de la cohesión social, la tolerancia y la construcción de

ciudadanía en Girardota. No se trata pues de generar espacios de oferta cultural con el

simple objetivo de que la gente se encuentre y participe, sino de que esa participación

haga posible paulatinamente un cambio cultural del Municipio hacia mejores prácticas de

convivencia. La segunda idea tiene que ver con la gestión cultural como escenario de

participación que permite a la gente no sólo ejercer su derecho político con voz y voto

reclamando la atención a sus necesidades, sino que además posibilita a las personas

generar con sus aportes nuevas opciones al desarrollo cultural. Se trata aquí de sujetos de

derechos que cumplen el deber de impulsar la cultura.


13.2. Las manifestaciones artísticas y culturales como un camino para el desarrollo

individual y colectivo

Las manifestaciones artísticas –todas en principio– implican un ejercicio con el cuerpo y

con la sensibilidad, tanto de quienes las practican como de quienes las aprecian y

participan de ellas. Desarrollar la sensibilidad es potenciar las capacidades de percepción a

través de los sentidos y del cuerpo, es entender que los movimientos, los sonidos, las

imágenes, los olores y hasta los sabores encierran la posibilidad de comunicar, expresar y

transmitir ideas y maneras de ser. Es en virtud de ese potencial comunicante que dichas

prácticas trascienden el mero hacer individual y generan dinámicas colectivas. El legado

de esas dinámicas grupales entre las distintas generaciones a través del tiempo es lo que

podemos llamar tradiciones y patrimonio cultural, que a la postre determinan las llamadas

“maneras de ser” de las comunidades.

Promover las prácticas artísticas en los ciudadanos debe llevar explícita y decididamente la

intención de consolidar a través de ellas un cambio cultural que permita la progresiva

consolidación de valores de convivencia. En este sentido, las estrategias, programas y

proyectos de formación, promoción y difusión de las manifestaciones artísticas y

culturales orientadas como un camino hacia el desarrollo individual y colectivo, deberán

siempre propender por que a través de ellas los girardotanos:

• Reconozcan la importancia de su expresión individual y la legitimidad de la

expresión de los otros. Se trata de entender las múltiples sensibilidades y las

diversas expresiones como un escenario en el cual es posible dialogar, concertar,

convivir y enriquecerse culturalmente.

• Accedan a la valoración, el respeto y el cuidado del cuerpo y de los sentidos,

explorando en él las posibilidades de crear y comunicar, de potenciar habilidades y

destrezas, de relacionarse con los otros de manera sana, y en ese sentido, de


celebrar la propia vida y la de los otros. La valoración del cuerpo a través de la

potenciación de los sentidos conlleva a la disminución de conductas agresivas y

nocivas para las prácticas de convivencia. Aprender a escuchar implica, por

ejemplo, rechazar el ruido y valorar la voz propia y la de los otros; sensibilizar la

visión significa querer reducir la contaminación visual y desear un municipio más

armónico es su aspecto exterior, respetar el cuerpo propio y el de los otros puede

estimular la adopción de hábitos saludables y el respeto del espacio público como

el lugar en el que todos debemos tener cabida de manera agradable.

• Valoren y retomen las tradiciones locales como la herencia histórica del

municipio, para recibir y conocer a través de ellas la memoria, retomándola y

recreándola en nuevas manifestaciones. Se trata de incentivar en los habitantes

del Municipio el sentido de pertenencia, no a partir del orgullo de un pasado rico

en tradiciones, sino desde la convicción de que todos somos los actores actuales

de la historia y la vida de la localidad.

• Reconozcan y apropien el carácter público y colectivo de la cultura en tanto

cuenten con una oferta de bienes y servicios culturales que les permitan el

contacto ciudadano y el tejido de relaciones sociales. Ofrecer diversos programas y

actividades culturales estimula y promueve en los individuos la potestad de elegir

entre una u otra opción, desplegando en la elección un ejercicio de libertad

individual que consiste en distinguir y determinar aquellas manifestaciones que

por su significación le atraen y con las cuales se identifica. Lo que se genera a la

postre es un proceso de relación con los otros individuos que también comulgan

con dichas significaciones. Entender estos procesos que propician las

manifestaciones culturales, es comprender que a base de ellas se generan una

serie de decisiones individuales y se enaltece la libertad como principio ciudadano

y democrático. El gran objetivo debe ser, sin embargo, el equilibrio necesario entre

elegir individualmente una opción, respetando siempre la validez y legitimidad de


las otras. En eso consiste el carácter público y colectivo de la cultura, no en ser

aquello con lo cual todos deben identificarse, sino en ser un campo de acción que

ofrece a cada uno la posibilidad de desarrollar una propia identidad en el marco de

unos principios de convivencia y práctica social.

Entender pues las manifestaciones artísticas y culturales como un camino para el

desarrollo individual y colectivo, implica de manera general situarse en la órbita de la

ciudadanía y la convivencia, tal como se promueve desde el ámbito internacional:

El acceso al universo cultural y simbólico en todos los momentos de la vida, desde la infancia hasta la vejez, constituye un elemento fundamental de formación de la sensibilidad, la expresividad, la convivencia y la construcción de ciudadanía. La identidad cultural de todo individuo es dinámica.191

13.3. La creación artística: un medio para la expresión individual y afianzamiento

de procesos identitarios

Son los procesos creativos los impulsadores y renovadores de la cultura, pero estos

procesos no son posibles sin creadores, y los creadores no son genios de la naturaleza que

aparecen y sobresalen por sí mismos, sino que requieren de un contexto favorable que les

genere condiciones y oportunidades formativas, de divulgación y de estímulo a su labor.

La creación permite la expresión individual a la vez que un proceso de identificación

colectiva con esa creación, ese es el círculo virtuoso de la dinamización de la cultura a

través de la creación. El creador siempre está determinado en su creación por su contexto

grupal, y no hay grupo que permanezca intacto e inafectado una vez emerge una creación.

A través de la creación dialogan lo tradicional y lo nuevo, lo propio y lo foráneo, lo local y

lo global, generándose así condiciones para reconocerse como sujetos de un territorio e

individuos de un grupo, pero en permanente diálogo cultural con otros contextos.

191

Agenda pá. 9 principio 13.


Si bien las manifestaciones artísticas generadas de las tradicionales “bellas artes” son un

referente obligado y determinante cuando se habla de creación en el ámbito cultural, es

necesario aclarar que contemporáneamente la calidad de creador abarca por extensión un

grupo importante de manifestaciones que no necesariamente se clasifican como artísticas.

Así, se entienden como creativas muchas de las manifestaciones culturales en los

formatos multimediales (web, radio, video, televisión, fotografía) y una multiplicidad de

prácticas estéticas y artesanales -rurales y urbanas, manuales e industrializadas- que

generan procesos de significación colectiva.

Garantizar, pues, un marco propicio para la creación y para la renovación e impulso de

procesos identitarios, implica necesariamente:

• Generar estrategias de estímulos a artistas y creadores, que permitan no sólo el

proceso mismo de creación, sino de difusión y distribución de las obras, los bienes

o los servicios creativos.

• Posibilitar espacios de creación para diferentes grupos poblacionales según sus

características. Las personas de todas las edades y de cualquier sector del

Municipio deben estar en posibilidad de acceder a lugares, procesos e instancias

en los cuales desplegar su capacidad creativa.

• Generar espacios de acceso de la comunidad a las nuevas expresiones de sus

creadores.

• Promover un concepto amplio y actual de creación cultural, incentivando la

utilización de nuevos soportes tecnológicos y garantizando desde la oferta cultural,

el acceso a diversas expresiones que puedan alimentar los procesos de creación

local.

• Garantizar que en las estrategias de estímulo a los creadores, se conserve siempre

una línea especial para la creación a partir de tradiciones y realidades locales.


Significa esto una estrategia de recreación y otorgamiento de vitalidad a lo propio,

sin excluir ni rechazar las manifestaciones creativas actuales y foráneas.

13.4. Cultura de la educación y educación para la cultura

La propuesta de esta línea parte de entender y hacer consciente para Girardota la relación

indisoluble entre cultura y educación, siendo aquella el gran marco en el cual es posible

esta otra, pero reconociendo también que es en el campo de la segunda en el que se

posibilitan los procesos de apropiación y transformación de la primera. Aunque se acepte

de entrada la imposible disgregación de esta dupla, es necesario aclarar los dos sentidos

que encierra la línea propuesta.

Promover en Girardota una Cultura de la educación significa en términos amplios

propender por que el municipio entienda y apropie que a través de la educación se

vehiculan los cambios estructurales en las sociedades. Es a través de procesos educativos

que se instauran los valores que un colectivo ha determinado como necesarios para su

vida comunitaria. La capacidad de ejercer y respetar los derechos fundamentales en tanto

ciudadanos es algo que se adquiere mediante la educación, y esta capacidad es requisito

indispensable para la viabilidad de cualquier proyecto de vida social.

No debe confundirse en esta primera acepción de la línea, la educación reducida al

sistema educativo formal e institucionalizado. Generar una cultura de la educación implica

la participación de todas las instancias de la vida municipal, teniendo como punto de

partida la familia. Así las cosas, corresponde a la institucionalidad pública municipal liderar

y articular estrategias a través de todas las instancias (el sector privado, las instituciones

educativas, las distintas dependencias públicas tanto del orden municipal como


departamental y nacional que funcionan en el municipio, los medios de comunicación

locales, los grupos cívicos, la policía nacional, entre otros) para promover y fortalecer

procesos educativos en los diferentes aspectos susceptibles de mejorar en cuanto a

“comportamientos culturales” nocivos para la convivencia y el desarrollo integral del

municipio. Instaurar una Cultura de la educación significa entender que antes que la

coercibilidad y las prohibiciones, el cumplimiento de las normas de convivencia y el

cambio cultural parten de una convicción individual que se adquiere en un proceso

educativo; cambio cultural significa en este caso, el logro paulatino de personas más

pacíficas, sensibles con el medio ambiente, con sentido de participación política,

respetuosos de los demás, en resumen, conscientes de sus derechos y deberes. En este

sentido, concebir a Girardota como un municipio con una cultura de la educación, se

resume simplemente diciendo que a futuro, en los ámbitos regional, nacional e

internacional se reconocerá que una característica cultural de esta localidad es

precisamente la integralidad de sus procesos educativos en aras del desarrollo sostenible

y la convivencia.

Concebir la Educación para la cultura es sin duda una manera de complementar y

concretar lo expuesto hasta ahora en términos de cultura de la educación. El gran marco

normativo de esta línea lo establece precisamente la Ley General de la Educación (115 de

1994) que implícitamente define en su artículo 5º la educación como un medio para el

conocimiento y apropiación de la cultura, al consagrar entre sus fines:

• El estudio y la comprensión crítica de la cultura nacional, y de la diversidad étnica y

cultural del país, como fundamento de la unidad nacional y de su identidad.

• El acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y demás bienes y valores de la

cultura, el fomento de la investigación y el estímulo a la creación artística en sus

diferentes manifestaciones.


• La adquisición de una conciencia[…] para la conservación, protección y

mejoramiento y de la defensa del patrimonio cultural de la nación.

Por su parte la Ley General de Cultura (397 de 1997) señala que: “Los establecimientos

que ofrezcan los servicios de educación por niveles y grados contarán con infraestructura

para el desarrollo de actividades artísticas y culturales […]” (Articulo 22, Parágrafo 2º).

Hablar entonces de educación para la cultura implica entender que es la cultura el

sustrato de la educación, que ésta debe ser integral y en ese sentido debe abordar no sólo

los conocimientos de la razón sino considerar también el adiestramiento y estímulo de la

sensibilidad, y que de hecho las labores en el aula trascienden la mera transmisión de

conocimientos e influyen en el horizonte simbólico de la comunidad educativa. El sistema

escolar entonces debe posibilitar entre los campos de la cultura y de la ciencia un diálogo

libre, creativo y permanente, posibilitando que el conocimiento de lo cultural aporte a los

otros saberes para enriquecer en los aprendices las maneras de pensar y relacionarse con

lo real.

A partir de las anteriores consideraciones, la Política Pública de Cultura determina que el

Sistema de Educación Municipal vinculará de manera visible y efectiva procesos creativos

y artísticos192, de conocimiento cultural del municipio y en general de valoración de la

cultura como fundamento actual del desarrollo humano y sostenible. De esta manera se

buscará:

192

El Ministerio de Cultura, a través de la Política para el Fomento de la Educación Artística señala que la educación artística potencia la sensibilidad, la experiencia estética y el pensamiento de naturaleza artística a partir de la apropiación y movilización de facultades —perceptivas, emocionales, imaginativas, racionales— de lenguajes, prácticas y oficios relacionados con lo sonoro, lo visual, lo corporal y lo literario. La educación artística permite la construcción y creación de realidades y la manifestación de singularidades e identidades tanto personales como colectivas.


• Promover el encuentro del conocimiento con la creación y con el goce de los

bienes y servicios culturales a los que tiene derecho la comunidad estudiantil.

• Proponer un modo de encuentro entre el entorno local y la adquisición de

conocimientos universales. Es necesario dinamizar y otorgar sentido lúdico y

vivencial a los conocimientos sobre las tradiciones y la cultura del municipio, de tal

manera que la comunidad educativa pueda sentir la realidad cultural como algo

vivo que permite la recreación y apropiación por las nuevas generaciones.

• Implementar estrategias que estimulen la creación y permitan el desarrollo de la

sensibilidad y las habilidades perceptivas a través de los sentidos y el cuerpo, tanto

dentro como fuera del ámbito de las aulas.

• Generar programas que estimulen y potencien la labor de los docentes como

actores estratégicos dentro del sistema educativo para fomentar en niños y

jóvenes la sensibilidad y la creatividad, el conocimiento y la valoración del

patrimonio cultural del municipio, la actitud crítica como agentes receptores de

múltiples influjos culturales en aras de ponderar lo propio frente a lo foráneo, y la

autoconsciencia en tanto actores y constructores del entorno cultural.

• Articular esfuerzos y vincular las instituciones educativas y sus procesos artísticos,

culturales y creativos, con aquellos otros desarrollados desde la dependencia del

Municipio encargada de la gestión cultural. Se buscará sobre todo calidad,

continuidad y cobertura dentro de los procesos artísticos, culturales y creativos

implementados desde y con el ámbito escolar.


13.5. Tradiciones culturales y patrimonio como presencia de la memoria y fuente de la

innovación

Proponer y, sobre todo, implementar de manera coherente una línea de acción que

posiciona a las tradiciones culturales y al patrimonio como presencia de la memoria y

fuente de la innovación, sólo es posible si se asume de entrada que ambas dimensiones, la

tradicional y la patrimonial:

• Deben ser entendidas no como algo del pasado, inmutable, que representa una

esencia inmodificable de la cultura, sino como algo dinámico, modificable y

susceptible de apropiación y recreación.

• Constituyen el testimonio vital de lo que ha sido y es una comunidad, y en ese

sentido requieren su estudio y valoración en aras de tender puentes entre las

épocas. El conocimiento de las particularidades culturales e históricas de un

colectivo es condición indispensable para garantizar pertinencia y eficacia en las

acciones que se toman en el presente con proyección de futuro.

• Son fuente inspiradora y materia prima para los nuevos creadores, y sobre todo

imprimen a las creaciones del presente un rasgo de localidad y de vinculación con

lo propio, que hace posible a los nuevos bienes y servicios culturales diferenciarse

y ser únicos en el contexto de lo global.

• Pueden generar sentido de pertenencia, cohesión e identidad de los individuos

frente a su colectivo, si y sólo si las tradiciones y el patrimonio están integrados de

manera vital con lo cotidiano, de lo contrario hacen presencia puramente

anecdótica y ajena a las significaciones actuales de la comunidad.

• Tienen importancia no sólo cultural e histórica, sino que pueden representar

oportunidades económicas relacionadas con el turismo y la proyección externa del

Municipio.


La Política Pública de Cultura de Girardota, establece a partir de las consideraciones

anteriores, que es necesario:

• Promover y estimular desde la administración municipal, procesos de investigación

e inventario de las manifestaciones tradicionales y los bienes patrimoniales del

municipio, teniendo como condición imperativa que los productos y resultados de

dichas investigaciones sean devueltos a las comunidades implicadas, y que además

sean difundidos y su enseñanza articulada dentro del sistema educativo municipal.

• Generar estrategias que permitan la dinamización y reapropiación de saberes

tradicionales contenidos en las manifestaciones culturales del municipio, de tal

manera que los artistas actuales y futuros puedan acceder a los lenguajes y códigos

sobre los que se estructuran dichos saberes. Se trata de que los procesos artísticos

y culturales promovidos desde la institucionalidad municipal, tengan como una

línea de estudio, proyección y apropiación, las diferentes expresividades

contenidas en las manifestaciones dancísticas, musicales, orales, teatrales y

visuales que hacen parte del haber patrimonial local.

• Generar espacios de proyección y promoción tanto dentro como fuera del

Municipio para los artistas y portadores de tradicionales locales.

• Brindar a las comunidades y a los portadores de tradiciones locales, oportunidades,

espacios y recursos a través de los cuales se posibilite la formación de nuevas

generaciones y se garantice la renovación y la continuidad de sus manifestaciones.

• Implementar estrategias efectivas desde las instancias encargadas de la planeación

y la infraestructura municipal para la protección del patrimonio cultural material,

como condición para el desarrollo urbanístico armónico y en concordancia con las

realidades culturales municipales.


14. EL SISTEMA MUNICIPAL DE CULTURA

Para la puesta en marcha de la Política Pública de Cultura, es fundamental la consolidación

del Sistema Municipal de Cultura, entendiendo por sistema a un conjunto de elementos

dinámicamente relacionados que forman una unidad a fin de alcanzar objetivos comunes

y que se encuentran alrededor de un eje que sustenta la existencia de dicho sistema. Es

pues, un todo organizado y complejo; un conjunto de elementos unidos por alguna forma

de interacción o interdependencia.

Según lo ordenado por el Plan Departamental de Cultura, “Se deberán Fortalecer los

sistemas locales de cultura como escenarios de confluencia, concertación y expresión de

la pluralidad cultural de cada comunidad”193. La legislación nacional define el Sistema

Cultural como:

El conjunto de instancias, espacios de participación y procesos de desarrollo institucional, planificación, financiación, formación, e información articulados entre sí, que posibilitan el desarrollo cultural y el acceso de la comunidad a los bienes y servicios culturales.194

En el caso del Sistema Cultural Municipal, se hace referencia a las relaciones que deben

reconocerse, tejerse y potenciarse para contribuir al desarrollo cultural de Girardota. El

eje de este Sistema, lo constituyen la Política Pública de Cultura y el Plan Estratégico de

Cultura que la materializará. Es decir, el Sistema Cultural se entiende como un engranaje

cuya lógica y fines están determinados por las disposiciones de esta Política, elemento

inspirador y subyacente de este dispositivo relacional.

193


Imprenta Universidad de Antioquia: Medellín, 2006 pág. 53, política 7. 194

Decreto 1589 de 1998. Por el cual se reglamenta el Sistema Nacional de Cultura y se dictan otras

disposiciones. Capítulo I, Articulo 1.


Este sistema tendrá como principios la descentralización, la diversidad y la participación, a

la vez que será abierto, conversará con otros sistemas municipales195, departamentales,

nacionales e internacionales; se adaptará a las transformaciones sociales que sustentan la

dimensión cultural y permitirá la inclusión de nuevos vínculos cuando así se requiera.

• El Núcleo

En el centro del sistema se encuentran los procesos culturales de la sociedad girardotana,

elemento generador de las demás unidades, de las cuales a la vez se alimenta. Así, todos

los elementos constituyentes se originan en los procesos culturales mismos (en la

sociedad) y regresan a éstos para nutrirlos y fortalecerlos. Es por ello que un cambio en

una de las unidades del sistema con probabilidad producirá efectos en las demás y, por

ende, en el núcleo.

• Las instancias

El Sistema Municipal de Cultura estará conformado por:

a. Administración Municipal

El sistema Municipal de Cultura será coordinado por la Administración Municipal, en

cabeza del Alcalde o Alcaldesa. Adicional a las instancias encargadas de la gestión cultural,

las demás Secretarías y Dependencias municipales participarán en este sistema,

reconociendo así el principio de transversalidad de lo cultural que se incluye en esta

Política.

195

Se buscará asegurar la presencia del sector cultural en el Consejo territorial de Planeación, en el Consejo de Turismo y demás consejos sectoriales.


b. Secretaría de Educación para la Cultura

Esta entidad, además de ser la encargada de diseñar y ejecutar las políticas y planes

culturales del municipio, trazará las estrategias y metodologías para operativizar, hacer

seguimiento y evaluación a la consolidación del sistema. Del mismo modo, y según lo

estipulado por la ley, deberá “Ejercer la Secretaría Técnica del Consejo de Cultura de su

jurisdicción” así como también “Articular, coordinar y ejecutar las políticas y programas de

fortalecimiento institucional y promover procesos y espacios de concertación”.196

c. Casa de la Cultura Pedrito Ruíz y Biblioteca Municipal Jacinto Benavente

Encargadas de facilitar distintos procesos culturales en el municipio y de implementar los

programas y proyectos acordes con la Política Pública de Cultura.

d. Consejo Municipal de Cultura

Cuyos objetivos, según lo dispone la Ley General de Cultura son:197 I. Estimular el

desarrollo cultural del municipio, II. Articular las actividades relacionadas con el fomento,

la promoción y difusión del patrimonio cultural municipal, III. Asesorar la formulación de

las políticas y planes de desarrollo cultural y acompañar su ejecución y IV. Vigilar la

ejecución del gasto público asignado para la cultura. Para lograr tales fines se acatará lo

dispuesto en el Acuerdo 015 de 1998, por el cual se crea el Consejo Municipal de Cultura

de Girardota a partir de las disposiciones de la Ley 397 de 1997, en cuanto a la

conformación de dicho Consejo, a saber: El alcalde o su delegado, un representante de la

Dirección de Fomento a la Cultura de Antioquia, el jefe de núcleo, un representante de

cada uno de los sectores artístico y cultural existentes en el municipio, un representante

de las ONGS culturales, un representante de las organizaciones cívicas o comunitarias, un

representante de los sectores de producción, bienes y servicios, un representante de la 196

Decreto 1589 de 1998. Por el cual se reglamenta el Sistema Nacional de Cultura y se dictan otras

disposiciones. Capítulo I. Artículo 10 numeral 3 y 4. 197 LEY 397 DE 1997, Ley General de Cultura. Diario Oficial No. 43102, de 7 de agosto de 1997 En:

http://www.mincultura.gov.co/index.php?idcategoria=6546


Junta Municipal de Educación, un representante de las organizaciones juveniles, un

representante de las organizaciones culturales de discapacitados (físicos, psíquicos o

sensoriales), un representante de los artesanos, un representante de los personeros

estudiantiles, un representante de ASOCOMUNAL, un representante de la Veeduría

Ciudadana, un representante de las agremiaciones o asociaciones de los comunicadores.

e. El sector no gubernamental y/o privado

Entiéndase por éste a las entidades privadas, civiles o comerciales, asentadas en el

municipio, las cuales de manera directa o indirecta inciden en el desarrollo cultural

municipal, aunque no sea lo cultural su principio misional. Se encuentran entre ellas las

Cajas de Compensación Familiar, las Empresas, los Comerciantes, las Instituciones

Educativas y las Iglesias. Además de participar en los procesos de planeación e

implementación de lo cultural, también serán llamadas a cooperar con dichos procesos y a

realizar seguimiento a los mismos.

f. Actores artísticos y culturales

Todos aquellos que desde la sociedad civil sean creadores, protejan o fomenten procesos

culturales tales como las bibliotecas, el Centro de Historia, los Vigías del Patrimonio, las

asociaciones y agrupaciones de artistas, los gestores y líderes culturales independientes.

El Sistema Municipal de Cultura, buscará la interacción de las instancias anteriormente

mencionadas y tendrá por objetivo principal, según lo dispone la Ley, “Contribuir a

garantizar el acceso a las manifestaciones, bienes y servicios culturales y a promover la

creatividad de los colombianos”;198 para tal propósito, creará estrategias y mecanismos

para la coordinación, concertación y actualización de la Política Pública de Cultura. De

198

Ibíd. Articulo 2.


igual modo, será una instancia encargada de la evaluación, el seguimiento y la veeduría de

esta Política Pública y del Plan cultural municipal.


15. SOSTENIBILIDAD DE LA POLÍTICA PÚBLICA DE CULTURA

Asegurar la implementación de esta política de manera permanente y dinámica a través

de los programas y proyectos que se diseñen para tal fin, implica asumir el reto propuesto

por el Plan Departamental de Cultura cuando insta a “Garantizar las condiciones

necesarias de orden técnico, administrativo, jurídico, económico y de infraestructura, para

el desarrollo de la formación, la creación, la preservación, la producción, la distribución y

el consumo de los bienes y servicios culturales, en todas sus formas de expresión”.199

Pero el aseguramiento de dichas condiciones no es el único elemento necesario para

lograr la sostenibilidad de los procesos culturales municipales que pretende alentar y

direccionar esta política, su permanencia en el tiempo tiene como sustento el ser el

resultado del consenso entre distintos grupos poblaciones y sectoriales de la

municipalidad, condición señalada por el Plan Nacional de Cultura cuando en él se indica

que la sostenibilidad en los ejercicios de planeación se logra cuando “representan los

intereses públicos y colectivos (…) y por tanto, su existencia es respaldada y defendida por

diferentes actores ciudadanos”.200

Además de ser un proceso legítimo, la Política Pública de Cultura de Girardota, se

circunscribe dentro de los mandatos nacionales y departamentales; así, de acuerdo con

Planeación Nacional, la Administración Municipal asume su responsabilidad de “Formular,

orientar y ejecutar las políticas, los planes, programas y proyectos culturales locales, con

base en el Plan Nacional de Desarrollo y en los planes departamentales, municipales del

199


Imprenta Universidad de Antioquia: Medellín, 2006 pág. 57. 200

Ministerio de Cultura. Plan Nacional de Cultura 2001-2010. Hacia una Ciudadanía democrática y cultural. pág. 70. En: http://www.mincultura.gov.co/index.php?idcategoria=5307


sector”.201 Por su parte, dentro de las estrategias departamentales para la gestión cultural,

se encuentra la dirigida a “Potenciar el papel de las secretarías, direcciones o

coordinaciones de cultura municipales en la formulación y puesta en marcha de las

políticas públicas culturales, así como de los planes, programas y proyectos culturales

locales”.202

A fin de garantizar la sostenibilidad de la política pública de cultura del municipio de

Girardota se diseñaran acciones y estrategias en distintos niveles, a saber:

15.1. Sostenibilidad Política

a. Proyecto de Acuerdo de la Política Pública de Cultura: Se presentará ante el

Honorable Concejo Municipal de Girardota un proyecto de acuerdo a partir del

cual se adopte la presente Política y se respalde la estructura necesaria para su

implementación y desarrollo.

b. Inclusión en los Planes de Desarrollo: La Política Pública de Cultura de Girardota,

estará incluida en todos los Planes de Desarrollo que se construyan, con el fin de

garantizar su permanencia dentro de las estrategias implementadas por los

gobernantes, reconociendo en la cultura un factor determinante e imprescindible

para el curso del desarrollo municipal.

c. Plan Estratégico de Cultura: Con el fin de desarrollar la Política Pública de Cultura

es necesario que una vez promulgada la aprobación de la misma por el Concejo

Municipal, se diseñe de manera participativa y concertada, un Plan Estratégico

Municipal de Cultura con visión a seis años, (tiempo en el que se formulará un

plan con un nueva vigencia, a partir de las necesidades existentes para tal época y

201

201

Gobernación de Antioquia. Op. cit., pág. 73. 202

Ibíd. pág. 54, estrategia 11.


así en adelante). El Plan deberá estar en concordancia con los planes Nacional y

Departamental de cultura y se construirá alrededor de los horizontes de

actuación definidos y adoptados en esta Política. Además de los programas y

proyectos, este plan incluirá indicadores de seguimiento y evaluación de cada uno

de ellos y será incluido en los Planes de Desarrollo y de Educación municipales.

Así pues, el Plan se constituye en la herramienta fundamental para la

implementación de la Política, toda vez que señalará la manera en que ésta será

puesta en marcha, pues si bien la Política marca los horizontes de actuación, el

Plan marcará los derroteros operativos.

15.2. Sostenibilidad Económica

a. Recursos de Inversión Nacional: Para la implementación de la presente Política

desde la Administración Municipal se garantizará la justa disposición e

inversión de los recursos asignados para cultura, por la ley 715 de 2001, la cual

ordena que: “Del total de los recursos de Propósito General destinase el 10%

para el deporte, la recreación y la cultura: 7% para el deporte y la recreación y

3% a la cultura”203.

b. Recursos propios: La Administración Municipal asegurará que todo lo

recaudado a través de la estampilla Procultura, vaya al fondo disponible para

gastos y fortalecimiento estrictamente del área cultural, según lo contemplado

en la Ley 397 de 1997, modificada por la Ley 666 de 2001, al indicar:

Autorizase a las asambleas departamentales, a los concejos distritales y a los concejos municipales para que ordenen la emisión de una estampilla "Procultura" cuyos recursos serán administrados por el respectivo ente territorial, al que le

203

Ley 715 de 2001. Capítulo 3, articulo 78, parágrafo 3. En: http://menweb.mineducacion.gov.co/normas/concordadas/Decreto715.htm


corresponda el fomento y el estímulo de la cultura, con destino a proyectos acordes con los planes nacionales y locales de cultura.204

De otro lado, la Administración Municipal garantizará una partida presupuestal

anual proveniente de los recursos propios, para el desarrollo específico de

actividades relacionadas con la cultura, de acuerdo con las necesidades de

implementación del Plan Estratégico. En este mismo sentido, se gestionará desde

el gobierno local la consecución de recursos provenientes del aporte del sector

empresarial y de la cooperación de entidades públicas y privadas del orden

departamental, nacional e internacional dirigidos al desarrollo cultural.

15.3. Sostenibilidad social

Apropiación Comunitaria: El sostenimiento de la Política Pública de Cultura va más

allá del componente político (legitimación normativa) y del financiero (recursos

económicos), pues se requiere generar dispositivos culturales para lograr la

apropiación de la comunidad de este mandato social. De este modo, queda claro

que la sostenibilidad no es responsabilidad exclusiva del Gobierno Municipal, y por

ende, debe fundamentarse en una gestión colectiva que garantice la continuidad y

el impacto transformador que se espera lograr. Se buscará, pues, la apropiación de

todos los actores institucionales y sociales (Empresa privada, comunidad,

Administración Municipal, juntas de acción comunal, grupos Culturales, etc.) de

esta Política, a fin de fortalecer la permanencia de los procesos culturales que se

desarrollen. No en vano, el Plan Departamental propone la apropiación de las

Políticas Públicas Culturales por el colectivo social cuando invita a “Incentivar la

204

Ley 666 de 2001, Articulo 38. En: http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2001/ley_0666_2001.html


participación ciudadana en los procesos de evaluación, seguimiento y veeduría de

las políticas y de los planes de desarrollo culturales, tanto territoriales como

sectoriales”.205

15.4. Sostenibilidad administrativa

a. Gerencia de la Política: Es necesario garantizar una instancia de la

Administración Municipal que gerencie la presente política y coordine la

implementación del Plan Estratégico que esta misma política ha definido. Se

trata de una dependencia a través de la cual se garantice la autonomía

presupuestal y de gestión y se establezcan perfiles idóneos para los diferentes

responsables en las áreas de la cultura.

b. Fortalecimiento de la Casa de la Cultura: La Casa de la Cultura Pedrito Ruíz

será fortalecida en cuanto a sus recursos humanos, de infraestructura, técnicos

y tecnológicos; con el fin de que la oferta cultural que desde allí se genera sea

más cualificada.

c. Información y Comunicación: Se implementaran estrategias suficientes que

permitan informar y comunicar efectivamente a la comunidad urbana y rural

sobre los acuerdos y demás disposiciones necesarias para hacer efectiva esta

política y sobre los programas culturales que se oferten en el municipio.

d. Evaluación y Seguimiento: Medir el impacto y la efectividad de la política es

vital para su éxito, su mejora y su sostenibilidad; es por ello que se creará un

sistema que permita hacer el seguimiento a la implementación de la política;

esto es, que posibilite revisar si se han alcanzado o no los objetivos planteados.

De igual modo, se evaluarán, de manera constante, los efectos o impactos

205


Imprenta Universidad de Antioquia: Medellín, 2006 pág. 53.


reales que se generen a partir de las acciones orientadas por este mandato. El

Consejo Municipal de Cultura presentará anualmente los resultados de dicha

evaluación ante el Honorable Concejo Municipal, a partir de los informes que

periódicamente recibirá de la instancia encargada de la gerencia de la Política y

por ende del Plan Estratégico de Cultura.


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