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UN ARAGONES EN CHINA (1625) (Apuntes para la historia de la Etnografía española) por Carmelo Lisón Tolosana El Celeste Imperio ejercía hace cuatrocientos años en el Occidente una fascinación y deseo de conocerlo que en reali- dad todavía no se ha agotado. Entonces, como hoy, se quería penetrar el misterio chino y también abrir espaciosas fron- teras a algo más prosaico: al comercio. ¿Cómo eran los chi- nos? ¿Era realmente tan sorprendente su civilización? ¿Qué costumbres y creencias tenían? ¿Qué intercambio de productos se podría realizar con ellos? Ruy López de Villalobos, Miguel López de Legazpi y Guido de Labezares se repetían a si mis- mos estas preguntas desde la atalaya filipina hacia la mitad del siglo xvi. Legazpi, gobernador y capitán general de Fili- pinas desde 1569, ideó un vasto plan de organización comer- cial: Filipinas sería el nudo del tráfico de especias entre Japón, China y España. Detrás del gobernador e insistiendo por la necesidad de tener un conocimiento sobre China de pri- mera mano, estaba fray Martín de Rada O.E.S.A. La curio- sidad, el deseo de cristianizar el Imperio, trabajaban en aque- lía dirección. En 1572 muere Legazpi, después de haber fundado Ma- nila, y le sucede el vizcaíno Labezares. A los dos años de su

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UN ARAGONES EN CHINA (1625)(Apuntesparala historiade la Etnografíaespañola)

por Carmelo Lisón Tolosana

El Celeste Imperio ejercía hace cuatrocientosaños en elOccidenteuna fascinacióny deseode conocerloque en reali-dad todavía no se ha agotado.Entonces,como hoy, se queríapenetrar el misterio chino y también abrir espaciosasfron-terasa algo más prosaico: al comercio.¿Cómoeranlos chi-nos? ¿Era realmentetan sorprendentesu civilización? ¿Quécostumbresy creenciastenían?¿Quéintercambiode productossepodría realizarcon ellos?Ruy López de Villalobos, MiguelLópez de Legazpi y Guido de Labezaresse repetíana si mis-mos estaspreguntasdesdela atalayafilipina hacia la mitaddel siglo xvi. Legazpi, gobernadory capitángeneralde Fili-pinas desde1569, ideó un vasto plan de organizacióncomer-cial: Filipinas sería el nudo del tráfico de especiasentreJapón,China y España.Detrás del gobernadore insistiendopor la necesidadde tenerun conocimientosobreChina de pri-mera mano, estabafray Martín de RadaO.E.S.A. La curio-sidad,el deseode cristianizarel Imperio, trabajabanen aque-lía dirección.

En 1572 muereLegazpi, despuésde haberfundado Ma-nila, y le sucedeel vizcaíno Labezares.A los dos años de su

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mandoel conocidopirata chino Li-Ma-Hong o Lin-Feng atacóManila- Reforzó la guarnición Juande Salcedoy le obligó aretirarsea Panganisán,donde lo cercó. Unas semanasmástarde arribé un barco chino, capitaneadopor Wang-Wang-Kao, a quienhabíaenviadoHo-Moi.Kong, virrey de Fo-Kiang,en persecuciónde Li-Ma-Hong. Salcedoagasajóa Wang-Wang-Kao y lo envió a Labezaresquien,adivinandola contrapartidaquepodía obtener,recibió solemnementeal capitánchino. Elgobernadorprometióa Wang-Wang-Kaola personadel temidopirata chino a quien creía que ya tenía en sus manos;paracaptarsemás al capitány autoridadeschinas, le dio los pri-sionerosque los españoleshabíantomado del pirata. Wang-Wang-Kao creyó próximo el fin de la pesadilla de li-Ma-Hong y para correspondera las finuras de Labezaresofreciollevar a China algunosespañoles.Por fin se abría la puertadel Imperio. A Labezaresle faltó tiempo para aceptar laoferta. Los agustinosMartín Rada y JerónimoMarín y losmilitares Miguel de Loarca y PedroSarmiento,con criadosy servicio,compondríanla embajada.

La oportunidadera única y conveníaprepararlacon me-ticulosidad. Labezaresera prudentee inteligente.Escribecar-tas a las autoridadeschinas de Foochowy Ch’iianchou y lesenvía regalos; ademásredacta instrucciones«modelo» (1)pararegular el comportamientoen tierraschinasde la misiónespañola.Debían los enviados ser portadoresde la amistadespañolay suplicarpermisoparaque los misionerospudieranpredicarallí el evangelio.Otro punto importantea conseguirera unabasecomercialen Fukien. Y naturalmente,los espa-ñoles debían ser todo ojos para captar el carácter, hábitosy costumbres,modos de comerciary secretosde los chinos.Por otra parte, su comportamientoen China tenía que serabsolutamenteejemplar.Les prohibíamofarseo reírse de suscreencias,ídolos, templosy ceremoniasreligiosas; no debíanexpresarsorpresaante lo quevieran, ni criticar los diferentes

(1) Así están calificadas por C. R. Boxer, de autoridad sin rival, en losdescubrimientos y hazalias de portuguesesy españolesen el Lejano Orien-te. Véasesu obra, a la que sigo en este comentario: South China in ¡heSi.xteenth Century, London, 1953, pp. XLV-XLVI.

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modos de vida o comportamientos.Ningún españolhablarácon mujer china porque puede dar al traste con los finesperseguidosen la embajada;tampocosaldránpor las callesllegada la noche. Y desdeluego, pagaránjustamentelo querecibano comprende los chinos.

Fray Martín de Rada,«Las Casasde las Filipinas», elprimer europeoque se percató de que la Cathay de MarcoPolo era la China que él visitaba, escribió a su regresoenManila o Cebú su conocidaRelacionverdadera de las cosasdel Reynode Taibin, por otro nombreChina, y del viagequea el hizo el muy reverendopadre fray Martin de Rada,pro-vincial quefue del ordende St. Agustín,que lo vio y anduvoen la provinciade Hocquien,año de 1575,hechapor élmismo.Una copia del siglo xvi puedeverseen la Biblioteca Nacionalde Paris. Esta Relación fue publicadaen la RevistaAgusti-niana en los voís. VIII, PP. 51-3, 112-22,293-300,Valladolid,1884; y IX, PP. 231-237, 1885. TambiénMiguel de Loarcapasóa folios sus impresiones,quepuedenleerseen VerdaderaRelación de la grandezadel Reyno de China con las cososmás notablesde allá hecha por Miguel de Loarca, soldado,uno de los que fueron allá desdelas Islas Lu~on que aorallamanPhilipinas.Año de 1575.Hay copiaen la Academiadela Historia. Con estas Relaciones comienzan realmente lasdescripcionesetnográficasespañolassobreChina (2).

Pareceser que la de Loarcaes la Relaciónmás completae interesante,pero hastahoy ninguno de sus manuscritoshasido enteramentepublicado (3). Como no la he tenido alalcance,voy a referirme brevementea la de fray Martín.

Comienzadescribiendola situacióny extensióndel Impe-rio y las provinciasen queestádividido. Enumeralas ciudades

<2) Les preceden las portuguesas de Galeote Pereira: Alguas cousassabidas da China por portuguesesque estiverao íd cativos e tudo na ver-dade que se tirou dum tratado que tez Gallote Pereira homenz fidalgoque íd esteuealguns antros e vio tudo ¡sto passar na verdade o qual hede muito cred¡¡o. Escrita en 1561; y de fray Gaspar da Cruz OP.: Tractadocm que se cotani multo por estesoas cousas da China, Co SUaS particula-ridades, e assi do reyno dormuz, copostopor el R. padre frey Gasparda Cruz da orde de 5am Domingos.Euora 1569. Ambos citados por Boxer,o. c., p. 344.

(3) Consecuencia de una desidia imperdonable es también el que no

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queclasifica en hu o fu y chuy o chiu, siendo las primeraspresididaspor autoridadessuperiores.Sigueun capítuloen eíque detalla los soldados,armas y guarniciones,dando esta-dísticas militares para cada provincia. También nos ofreceen largas columnasestadísticaspor provincia, el número decabezasde familia y de los impuestoscontribuidos.Estaspá-ginas revelanla clasificaciónsocial china,su correspondientetributación, etiquetay vestido y también cómo el fraile seenterabade los modos chinos de burlar al fisco. El capítulosexto es un relato de las dinastíasmíticas y realeschinas; aéstesigue una descripciónde las costumbres,manerasy ves-tidos de hombresy mujeres,de alta y baja categoríay poder.Losmandarinesllaman,comono podíasermenos,su atencion.Fascinanlas páginasquededicaal solemney puntilloso pro-tocolo ceremonialque envuelve todo comportamientosocial.La larganarracióndel ritual de la comensalidad,de los ban-quetes en que fue soberbiamenteobsequiado,la necesariaarmoníaentreel rango, la etiquetay las mesaspuestasparauna persona,las representacionesteatralesy conciertos du-rantela comida,etc.,hacende estaobraunajoya parael etnó-grafo y el sinólogo.Siguen variaspáginasen las quepropor-cionala localizaciónde minas, de edificiosnotablesy pagodas,da noticia de animales,moneda,barcos,papel,libros y gradosuniversitarios. La organización político-judicial le llamó laatencióny la detalla ampliamente,lo mismo quelas sancionesy castigos.Interpretala jerarquíanativa y ademásde dar losnombres chinos —en la lengua de Amoy generalmente—,proporcionaequivalenciascastellanasparaquepuedanenten-derse,aunquesólo sea aproximadamente.Así communes vi-rrey; tontoc, capitángeneral; pauchia, tesoreroreal; viancay,alcalde mayor; tihu, alcalde; ansasi, corregidor, etc. Y asícontinúahastalas últimas autoridadesen la escalajerárquica.

Los magistrados,sus sesionesjudiciales, etiquetacorres-

pondiente, los azotes que ordenan con cañasde bambú, la

haya edición completa de su interesante obra sobre tribus filipinas. Ex-tractos de ella pueden leerseen J. Delgado S.J.: Historia General de lasislas del Ponientellamadas Filipinas, Manila, 1892, Pp. 371-92, citada porBoxer, o. c., p. XLV.

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forma de ejecutarloscon hombresy mujeres, los inspectoresque recorrenel Imperio para que la justicia llegue hastalosmás humildes, la competenciade jueces, los castigosa losfamiliaresde los reos, los niños incluidos, etc., tal como estánrelatados,presentanal lector una imagenvívida e inolvidablede la justicia chinaen el siglo XVI. Y tratándosede un fraile,no podía faltar un capítulo sobre los dioses, ídolos, templosy fiestas. La cosmogoníasinica se conjuga e interrelacionacon los dioses, masculinosy femeninos(Quanyin), con lossantos (jut y pousat),demonios,oraciones,perfumes,sacri-ficios, votos, promesasy ofrendas.Termina estecapítulo un-décimo con una relaciónde las fiestasanuales.Unos párrafosdedicadosa los «frailes», eremitasy «monjas»nativos con-cluyen la Relación.

Radatienealgomásen suhaber.No sólo trató de observardirectamentey enterarsede lo queocurría a su alrededor,sinoque ademásadquirió una colección de libros chinos, de losqueentresacótodo su material estadístico.El interésdel reli-gioso por conocer la Weltbild china viene demostradoporesta lista —abreviada—de obrasque coleccionódurantesuestancia:

a) Descripcionesdel Imperio; del palacio real, cargos dela casaimperial, rentasy manerade recaudarías.

b) Noticias sobrepuertos,calidad de los mismos,artesdenavegary construcciónde barcos.

c) Volúmenessobre la historia china,sucesióny formasdegobierno; leyes del reino, administración de justiciay sanciones.

d) Usos y costumbres;capassociales.e) Teologíasínica;concepcionessobreel cielo y el infierno,

sobreel alma y la inmortalidad, sobre los sacrificios,plegariasy ceremonias,funeralesy culto a los antepa-sados.

f) Libros sobrehierbas,medicinas,enfermedades,remedios,piedraspreciosas,metales,planetas,estrellasy astrología.

g) Obrasen las quese relatanlas ideasy conocimientosquelos chinos poseíansobreotrasnaciones.

it) Sobrejuegos,deportes,marionetas,música y canciones.

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i) Descripcionesde vidas de personascélebresy de santos.j) Tratadosde aritmética,matemáticasy arquitectura.k) Compendiossobre la fertilidad de las tierras, cuidado

de caballosy otros animalesdomésticos.1) Consideracionessobre la concepción,embarazoy naci-

miento.ni) Obrasen torno a la quiromancia,interpretaciónde sueños

y auguriosen general.n) Páginassuntuariassobrela casareal, insignias,escudos,

armaduras,instrumentosde guerra,etc.

No conozco ningún esfuerzosimilar, en aquel siglo, porconocera otra cultura. Visitó el religioso bibliotecaslocales,adquirió muestrasde las distintasesferasde la acción, com-portamientoy pensamientochinos, requirió a expertosparaque le aconsejarane interpretarany, cargadocon todas esasfuentes de conocimiento,regresóa Filipinas. El epilogo deesta magníficaempresacientífica es triste: todasestasobraso handesaparecidosin dejarhuella o, desconocidas,las cubreel polvo y el olvido (4).

También es posible quealgo de esa riqueza pasaraa laobra, publicada en Roma en 1585, de fray Juan Gonzálezde Mendoza O.E.S.A., nacido en Torrecilla de Camerosen1545.Se titula: Historia de las cosasmasnotables,ritos y cos-tumbresdel Gran Reyno de la China, sabidas assi por loslibros de los mesmosChinos, comopor relacionde Religiososy otras personasque an estadoen el dicho Reyno.El autor,como ya indicaen el título, conocíay se sirve de las relacionesprevias, principalmentedel Tractado de Gasparda Cruz, dela Relaciónde Martín de Rada,y tambiénde la del encomen-deroMiguel de Loarca.La aceptación,a nivel europeo,de estaHistoria fue realmenteextraordinaria.Fue algo así, y no esmía la expresión,como el best-seller de la época.En menosde quince añosse sucedierontreinta edicionesen todashablasimportanteseuropeas.Los intelectualeseuropeos, incluidosFrancisBacon y Walter Raleigh (5), conocierona China y a

<4) Boxer, o. c., p. LXXXTV-LXXXVI.<5) Boxer, o. e., p. XVII.

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los chinos, principalmentea través de esta obra. China sehizo accesiblea Europaa través de un autor quenunca pusosus pies en aquellamisteriosa tierra. La Historia fue reedi-tada en españolen 1944, Madrid, dentro de la colecciónEspañamisionera.

Antes, en 1575 y en Medina del Campo, se habíanpubli-cadodos volúmenescon el comprensivotitulo RepúblicasdelMundo, cuyo autor era fray JerónimoRomán. La obra pre-tendedar unavisión global y como es natural en estoscasos,se alimentael conjuntode tratadosparticulares,del de Gasparda Cruz concretamenteen el casode China. Tambiénse sirvedel mismo manantial Bernardino de Escalante,quien com-puso Discurso de la Navegacionque los Portugueseshazena los Reinosy Provinciasdel Oriente, y de la noticia que setiene de las grandezasdel Reino de la China. Vio la luz enSevilla en 1577. Quiero citar, por último, el poco conocidoLibro y Relacion de las grandezasdel Reuma de la China.Hechopor un Frayle descalcode la orden de SanctFrancisco,de seysque fueron pressosen el dicho Reyno en la isla deHaynamen el año de 1585(6).

En conjunto, y por razonesquepasopor alto, la temprana

(6) Boxer. o. c., p. 353. En cuanto a bibijografía sobre el ExtremoOriente con extremos etnográficos, pueden consultarse además del Epí-tome de la biblioteca oriental y occidental de Antonio de León Pinelo, lassiguientes obras: Catálogo de los documentos relativos a las Islas Fili-pinas, existentes en el Archivo de Indias de Sevilla, por Pedro Torresy Francisco Navas,que está precedido por la Historia general de Filipinasdesde los primeros descubrimientos., por Pablo PastelisS.J. Barcelona,1925, nueve vois. F. Colín y P. Murillo Velarde: Labor evangélica de losobreros de la Compañía de Jesús en las Islas Filipinas, obra reeditadaen parte por P. Pastelís,en tres vois. Barcelona, 1900-1902.A. R. RodríguezMoñino: Bibliograf la hispano-oriental. Apuntes para un catálogo de losdocumentosreferentesa las Indias Orientales <China, Japón, Cochinchina>etc.) de las coleccionesde la Academia publicados en el Boletin de laAcademiade la Historía, XCVIII, Pp. 417475. Madrid, 1931. W. E. Retana:Catálogo de la Biblioteca Filipina. Madrid, 1893. Descubrimientos, des-cripciones, poblacionesy gobierno de Filipinas. Años ¡537-1606. Archivo deIndias 1, 1, legs. 1/23,2/24, 3/25. Como el anterior, también en manuscrito:Informaciones de los servicios hechos por los primeros descubridores,conquistadoresy pobladores de las islas Filipinas, Años 1568-1634, Archivode Indias 1, 2, legs.1/19, 2/20. Fray Gregorio Santiago Vela O.E.S.A.: Ensa-yo de una Biblioteca Ibero-Americana de la Ordende San Agustín, Madrid,1913-1925,siete vols.

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misión aChina no cristalizó en los resultadosapetecidos.Losespañolesno consiguieronestablecersepara predicarel evan-gelio y comerciarcon los nativos.Ahora bien,aunqueperdidaesa primera oportunidad, no cejaron posteriormenteen suempeñode penetrarla imponentemuralla china. Creo que e]mismo objetivo económicoestabafijado para la nueva embajada enviada a Macao, años más tarde, y encomendadaalpadreAdriano de las Cortes,de la Compañiade Jesús.A estejesuitaaragonésy a su cautiverio y relación consecuente,voya dirigir mi atenciónen lo que restade esteensayo.

Adriano de las Cortesnació en Tauste,provincia de Zara-goza. En cuanto a la fecha de su nacimientohay una discor-danciade dos años;Sommervogel(7) escribeque tuvo lugaren 1578,mientrasqueH. de la Costa (8) da la fechade 1580.He intentadoobtener de Tauste una aclaraciónde la diver-gencianumérica,peromi gestión no ha tenido éxito. Además,el primero de estosautoresafirma queentró en la Compañíade Jesúsen 1595, mientras que el segundoda como fechaconcretael 3 de mayo de 1596. Llegó a Filipinas, segúnH.dela Costa,el 22 de junio de 1605.Tanto SommervogelcomoGuilhermy (9) dana entenderque la decisiónde su superiorde enviarlo a aquellaslejanas misiones teníamucho que vercon el esfuerzode su familia para sacarlode la Compañía;«ressentien extréme»,dice Guilhermy, refiriéndosea su pa-rentela, «n’hésita pas á faire appel aux pouvoirs ecclésias-tiques»; no obstante,el empeñofamiliar no logró la vueltaa casade Adriano, antesal contrario, provocó su viaje a tie-rras de antípodas.Profesóel 16 de mayo de 1613 y murióen Manila el 6 de mayo de 1629; los dos autoresmecionadosal principio estánconcordesen cuanto a la fecha de su pasoa otra vida. Guiíhermy, quepareceseguira Murillo Velarde(10), termina su nota sobreel padrelas Cortes diciendo que

(7) Biblioth&que de la Compagniede ¡¿sus,Nouvelle ¿dition par CarlosSommervogelS.J. Bibliographie T. II. Eruxeltes et Paris, MDCCCXCI, co-imnna 1487.

(8) H. de la CostaSS.: The Jesuits in the Phílippines, Harward Uni-versity Press,1961, p. 611.

(9) P. Élesbande GuiLhenny: M¿nologue de la Compagnie de ¡¿sus,DeuxiémePartie, Paris, 1902, p. 30.

(10) En su conocida Historia de la Provincia de Pilípinas, libro 1.

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tenía a su muerte51 años,y quehabíapasado34 en la Com-pañía; si estasfechas son correctas,vienen a corroborar lasque da Sommervogelparael nacimientoy entradadel padreAdriano en la Compañía.

Prácticamentetoda su vida apostólica discurrió en lasmisionesde las islas Bisayas.Fueel superiorde la residenciajesuíticade Tinagón. En 1618,cuandoerarectorde SanJosé,tuvo lugar este episodio (11) : las autoridadesdel Colegiode Santo Tomás, que acababade fundarse, eligieron comoparte del uniforme de sus escolaresun gorro escarlata;los«josefinos»o escolaresde San Josénotaronpronto la simila-ridad de aquel uniforme con el queellos vestían, lo que lesmolestó.Su rector, el padre de las Cortes,presentóun pleitoanteel gobernadorde la colonia alegandocopia o plagio y elderechoprimero que les asistíaen su demanda.Como resul-tado, las relacionesentreSan Joséy SantoTomás se entur-biaronsu poquillo.

Mucho más interesantees otro episodio de su vida. Lasautoridadesde Manila «ayant un affaire trés important atraiter avecles portugaisde Macao»,segúnSommervogel(12),consiguierona fuerza de ruegosdel superior de la Compañíaque fueraencargadode la negociaciónel padrede las Cortes.Y aquívuelve a aparecerla discordanciade fechas: el viajetuvo lugaren 1627,segúnGuilhermy; en 1621,segúnSommer-vogel, quien a su vez copia a Murillo Velarde. Por mi partecreo leer en el primer folio del manuscritosobreel viaje, quehe consultado,lo siguiente: «Esta [Manila] tuvo necesidadel año 1625 de enviar una personaa ella [Macao] a tratarcierto negociode consideración.- - Hicímonos a la vela en laplaya de Manila a 25 de enero del dicho año de 1625 en unagaleotallamadaN.~ S~ de Guía».Si leo correctamenteno haylugar a dudassobrela fecha del viaje.

cap. 12, fol. 47, núm. 115; se trata del segundovolumen de la o. c., quecomprendedesde 1616 a 1716. Madrid, 1663-1749y que se debeal padreMurillo Velarde.

(11) H. de la Costa, o. c., p. 360.(12) Obra y columnacitnda. Lo mismo repite Guilhermy, o. c., p. 30.

•Cierto negocio de consideración»,dice el mismo padreAdriano en elprimer folio de su manuscrito.La reticencia parece implicar que se tratabade unamisión económicao comercial.

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Después de varias peripecias menores, una tempestadarrojó el barco sobre la costa China; los pasajerosfueronmaltratados,robados,muertos algunos y hechosprisioneroslos demáspor los chinos. Entre estos últimos tuvo la fortunade contarseel aragonés,quien padeció arrestode provinciaen provincia hastaquepudo regresara Manila, sin haberlle-vado a cabo, claro está,su cometido.De nuevo consagrasuvida a la actividad apostólicaentre los filipinos hastaqueagotado,regresóal Colegio de Manila, en el queexpiré.

Fruto de este cautiverio chino es el manuscritotituladoViaje de la China. Constade dospartes.El título de la primeraviene dado así por Murillo Velarde (13) : Primera parte dela Relación que escrive el P. Adriano de las Cortes de laCompaííia de Jesús, del viage, naufragio y captiverio, quecon otras personas padeció en Chanceo, Reino de la GranChina, con lo demásque vio en lo que della anduvo, 1621-1626. La intitulación de la segundaes todavía más prolija;dice así: Segundaparte de la Relación en la qual se ponenen pinturas y en plantas las cosas más notables que se andicho en la primera parte, citándosea los capitulos de ella,y añadiendo algunos nuevos puntos, y declaraciones sobrecada una de las pinturas. Y continúa: «van al fin trescapí-tulos de la luz del Santo Evangelioy Christiandadqueay enla China, y otro de algunosvarios sucesosque el alio de mily seiscientosy veintey cinco passaronentrelos Chinos y otross [ucesos] de los Reyesquea avido y tiempo quereynaronenla Gran China». El padreMurillo añadeademásestecomen-tario propio: «Notó muchascosasacercade la tierra; de losfrutos, de las gentes,de las costumbresy otras cosas,de quehizo unaexacta relaciónquedio mucha luz a los missionerosparael modode tratar aquellagente»(14).

El manuscritoque he leído se halla en la biblioteca delBritish Museum, en la seccióncorrespondientea manuscritosespañoles.El Catálogolo da como original; el título de laprimera partees idéntivo al que transcribeel padreMurillo,excepto la fecha del final, que no apareceen el manuscrito

<13) 0. c, libro 1, cap. 12> núm. 115-16.(14) La cita la he tomadode Sommervogel,o. c. y cohunnac.

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que yo conozco.Teniendoen cuentaque se lee en la primerapáginaqueel viaje tuvo lugar en 1625, se trata posiblementede una interpolación.En cuanto a la segundaparte, terminaabruptamenteen el folio 174. La relación se quiebra en elcapítuloprimero, encabezadocon este título: «De quan anti-gua a sido la predicaciondel 5. Evangelioen la GranChina»(fol. 172). Faltanpor consiguientelos capítulosrestantesqueindica el título-índice de esta segundaparte. El manuscrito,en tanto en cuanto yo conozco,es único y está sin publicar.Por estarazón quiero dar a conoceralgo de su contenidoet-nográfico.

El padre de las Cortes se hizo a la vela en la playa deManila a finales de enerode 1625 en la galeotaportuguesaNtra. Sra. de la Guía, con97 pasajeros,rumbo a Macao. Des-puésde variosdíasde marear,unaviolenta y persistentetem-pestadlos arrojó a una playachina, unas60 leguasal nortede Macao, cerca de la bahía de Amoy. Los que sobrevivie-ron al naufragioy a las mediaslunasy catanaschinasfueronhechosprisioneros. Aquí comienza el cautiverio del grupoque fue conducidoen odisea incierta ante varios mandarinesde diferentejerarquíapara serjuzgados.

Con manosatadas,sogaal cuello y casi desnudos,fueronpaseadospor diferente lugares,siendo objeto de curiosidadextrema.Los nativosno podíanresistirelplacerde ver y tocara aquelladesarrapadagenteextraña.Y el padrede las Cortesabríasus ojos atónitosy escrutabaaquellosmodosy manerasque unas veces le irritaban y otras le agradabany hacíanpensar.Resultadode la confrontaciónde dosculturas,la espa-ñola y la china de la dinastíaMing, es el Viaje de la China.Pero veamosmás de cerca este contacto intercultural parapoder apreciar los motivos generadoresde la relación etno-gráfica.

«A los caminossalíala gentea vernos»(fol. 21 y) repitecon frecuenciael narrador.Es deliciosa la descripciónde susprimerashorasen la casadel chino que lo teníaprisionero:«ibasellenandoel patio adondeyo estabade chinosy chinas»,escribe.Al llegar la hora de comer, las barrerasculturalesse hacen infranqueablesy no sólo por la lengua. El mismonos pinta la escena:despuésde comer «una tacilla de arroz

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muy malcocido...pedíaguapor señas,no me la daban,y des-puésde un largo rato tráenmelacaliente al fuego como ellosla beben[le traen té, desconocidopor los españoles];yo pe-recía de sed y como no la bebí, pensaronque no pedíaaguasino otra cosa; tráenmetabacoparatomar en humo, díle demanoy volví a pedir aguafría [que los chinosnuncabebíanpor considerarperjudicial a la salud] ; y así ellos como ellasunasvecesreían de ver las señasquehaciapor el agua,otrasmostrabancuriosidad y querer saber y dar lo que pedía;tornan a traermeaguacaliente» - - - etc. (fol. 10). El jesuitase aferra a su costumbrey quiere agua, simple y natural;ante las señasqueentiendepronto el chino le trae té, que eslo dictadopor sus costumbresy creencias,y como costumbres,creenciasy hábitosalimenticiosdifieren, no se entiendeny lasCortes sufre sed: «apretábamela sed, pero viendo que des-puésde tantasseñasno me entendíanme determinéde ofrecera Dios la que padecía»(fol. 10); es decir, para atenuarlased que una apreciacióncultural no le permitía satisfacer,recurrea otro segmentocultural: la creencia.

Un incidente le hace olvidarse de la sed: «seríanya lastres o las cuatro de la tarde cuando oi tocar una campanade las suyas,y a su sonido entró a prisa mi casero,desatóelramal de mi dogal de la columna,y llevóme al paso que mehabíatraído por la mañana,por variascalles.- - Salimos porunapuerta de los muroshacia el campo,y entremuchagentenos íbamoslos pacientespor este camino, encontrando,per-suadidosqueera ya llegada la hora de nuestramuerte,- - Lle-gadosa un llano o plazaen la cual estabaun palo muy alto..-

rodeadosu pie de gradasde piedra al modo de.- - lugar desuplicio, vimos que estabaya allí el mandaríana caballo».Carceleroy jesuita se arrodillan ante él y despuésde unbrevediálogo,deshacensu camino.Respiracreyendoqueporel momentosu vida ha sido perdonada,pero vuelven«a tocararrebato»y es llevado otra vez a presenciadel mandarín,pero estavez a su propia casa,quedescribecon puntualidad.Allí le tienen de rodillas frente al mandarín,y despuésdevarios sucesosque no entiende,le conducena la casa de laquehabíasalido.Estasidasy venidasle dejanperplejoy quie-re indagarla causa.Escribe: «Tuve curiosidaden procurar

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saber la causade habernosllevado - . - [al] - - - Mandarín -. -

puesno habíamosvisto ni podido colegir el paraqué. Halléque algunosde los nuestroshabíanvisto a las espaldasdelMandarínunaventanilla con celosía,y quepor ella nos estabamirando una mujer, y preguntadosdespuésalgunos chinosnos dieron despuésa entenderlo mismo, y que era la delMandarín.El señorle dé luz a ella para que le conozca,quesucuriosidadnos dio abebertan desabridoy amargotrago...».En otraspalabras:la curiosidadfemeninales había llevadoal mandarínpara quede esta manera,su mujer, pudieraverde cerca a esosextraños.Su rango no le permitía mezcíarsecon otrasmujerespara saborearde cerca la rarezade los ex-tranjeros.Detrásde unacelosíasatisfacíasu curiosidad(15).

La cita siguiente(fol. 15 y.) pone de relieveel contrastecultural, las reaccionesde los chinosy la perspicazobservacióndel aragonés:«Como la multitud y vulgo a dondeestábamosjamáshabíanvisto extranjerosni gentede otrasnaciones,nientradoéstos su tierra adentro,ni saliendo [ni salido] losmuchosde ellos de las suyasa otros Reinos, les era de unageneraladmiraciónen los más de las ciudadesy pueblospordondepasábamosel vernos,particularmenteteníanen quévermuchoen nuestrosnegros,y no acababande admirarsecómolavándoseno se volviesen más blancos. Generalmenteen lasmás poblacionesque estuvimos,las casasde nuestroscaserosparecíanmásestacionesde SemanaSanta, acudiendoa ellaschinosy chinassin darsevez a entrarunosy salir otros, sobreque solían reñir con ellos nuestroscaseros;cosa que no cre-yera yo de ellos por lo mucho y generalmentese cuentadeencerradosy recatados.Intentabanalgunosasí de ellos comode ellas, llegar a tocarnoslos cabellos de la cabeza,de lasbarbas,manosy piernasdescalzos,y hiciéranlo si para ellose les diera lugar; sólo el ver no parecíaque les satisfacía.Venían a vernoscomery tomar la comidacon los dedos,queellos lo hacentan diestramentecon dos palillos, con los cualesun solo grano dearrozcrudo o cocidofacilísimamentelo cogeny lo llevan a la bocasin tocarlo con las manos.En el lavarnosy enjuagarnosla boca y cosassemejantes,particularmenteen

(15) FoIs. 10 y,, 12 y. y 13 y.

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vernosbeber una escudilla de agua fría, se admiran mucho,tanto que llegabana quitárnoslade la boca y manoshacién-donos señasque si la bebiésemosnos habíade hacermuchodaño.Una cosareparamosenlas mujeresy eraque procurabanirnos a ver muchasjuntas y en ocasiónque no hubiesehom-bres,que parecíateníanespíasque las avisasencuandoacer-taban estos haberseido, y si acaso, entradasellas, sentíanalgún ruido aunquea las que parecíanser genteordinariay baja no se les dabamucho y estabanquedas,pero otrasqueparecíande más calidad, no veían por dónde huir, recono-ciendo que los que venían eran varones y a gran prisa seescondíany no volvían a aparecerhasta que eran idos. Alprincipio algunasvecesnos sucedióllevarnosnuestroscaserosy soldadosa algunascasasprincipales,y a las vecesde Man-darines, sin duda habiéndoselespedido para que algunasseñoraschinas nos viesen. Otras nos enviabana llamar depropósitoy claramentesabiendoquepasábamospor sus calles,y aunquees verdadque tales chinasno se dejanver de chinosvaronesni en sus casas,ni saliendo de ellas por las callespor las cualesvan en sillas totalmentetapadas,pero respectonuestro,eralo quedigo; y de las queson gentecomún,querríadecir que son másandariegasy cruzanmás y con menosde-cencialas calles,quelo hacensus igualesen España.De aquíse puedeecharde ver, que los que tanto dicen y cuentandelencerramientode las mujereschinas(si es quehablanen gene-ral) debíanhacerdistinción y hacerlosolamentelas de algunacalidad» (fols. 15 y.).

Muchoschinosse conformabancon verlos, como el prota-gonistade esterelato: «Mientrasellos [mandarin y capitanes]estabandandola dichaorden,por vernos,un pobre chino, des-quició algouna puerta;al punto le mandóazotarel Mandarínallí luego en su presencia»(fol. 45). Otros «no se hartaron»de admirarel alanoquellevabael grupo cautivo (fol. 20 y.);

pero lo quecautivabala atenciónde los eruditos erala grafíaespañola.Una vez invitan unos colegialesa comer a nuestroautor y con esta ocasión le hacen«escribir algunos papelespor la curiosidad de tenery guardar la forma y hechuradenuestrasletras» (fol. 59 y) - «Moríansepor vernos escribira nosotros.- - no acabamosen esto de satisfacerlespor muchos

[REAA: 7] Un aragonés en China 211

papelesque les escribiésemos- - - admirábansede ver cuancontrarioes nuestroescribiralsuyo»(fols. 67 v¿I. Con ocasióndel juicio a quesometena los náufragos,uno de éstos quieretomar juramento al intérprete «sobre la señal de la SantaCruz»de que traduciráfielmentesus palabras.Entonces«tu-víeron curiosidad los Mandarinesde saber qué señal eraaquella (fol. 32 y.) - Naturalmenteque al contraponerlasformasy modosculturalescadagrupoprefierelas suyas,comoindica estaapreciaciónestéticaquecopio del folio 97: «y pa-récenlesa ellos las [narices] nuestrastan feas.- - [que] parapintarun hombrefeo lo pintanconnaricescualeslas nuestras».

La curiosidades el motor quepone en marchalas inteli-genciasparaacortardistanciasculturalesy fabricar un puentede acercamientoa los otros. He indicado cómo espoleabaalos chinos; ahoravoy a subrayarel mismo procesooperandoenelpadreLasCortes.Estequieredarunadescripciónobjetivay no pierde ocasiónpara informarse,preguntary corroborarla veracidaddc los datos obtenidos.Frases como éstas sonfrecuentesen la Relación: «con cuidado reparé en que.- a>(fol. 50 y), «informemecon cuidadoy diligencia» (fol. 62),«informemepues del precio una y muchasveces»(fol. 88),«allí mismo preguntámoslesdespuésalgunas cosas acercade su modo de vida» (fol. 42), «lo cual yo mismo medí (fol.28 v) - Perono se conformasólo conrecibir informacionver-bal; trata de comprobarsi la realidad correspondea la pala-bra: «según ellos me informaron, y yo vi mucho de ello»(fol. 52 y.), «aunquese cuentay dicen.., pero segúnpudeinformarme..»(fol. 45 y.), es decir, ante la heterogeneidadde informacióny comportamiento,se quedacon éste.Es más,se da cuentade que un cierto grado de simpatíaes necesariopara observarobjetivamentey que la perspectivade un pri-sioneroque temepor su vida no es la mejor para observarydescribircon imparcialidad.Cuandoen las sesionesjudicialessucesivaslos cautivosparecenconvencidosde que sus vidasno corren peligro, escribe: «en estedía y audienciacomen-zamos a perder los miedos de aceleradamuerte y concebiralgunasesperanzasde vida por la humanidadquelos Manda-rínesnos mostraron,y tambiénnoscomenzarona parecerbienlas ciudadesde la China»(fol. 27 y.) -

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La descripciónde calles,edificios,puentesy ciudadesocu-pa varios folios de su manuscrito.Refiriéndosea la ciudadde Chanchiufu (Chang-chou-fu ?) escribe: «tiene muchosy muy buenos y grandesedificios así de Pagodascomo decasasreales.- - y de otras casasparticulares,en las mejoresde las cualesprocuréentrary ver su trazade propósito..- perolo más insigne.., es la calle mayor,muy anchay muy larga,y todaella a un lado y a otro llena de todo génerode tiendas,unas de mercaderescon mucha variedadde cosas,otras decosascomestibles,bodegones,pasteleríasy semejantes.- - hile-ras de gentevendiendofrutas,verduras,variedadde mariscosy pescadosfrescos,secos, salados,y mesasen las cuales elpuerco,la vaca,y los demásgénerosde carne.- - todo lo cualy su mucha variedad,ocupabamuchola vista y la entretenía,y hermoseabasobremanerala calle. Pero lo quemásla her-moscay le da lustre quedebetenercallealgunade Indiasy detodaEspañason 26 portadaso trechosquecogentodo el anchode la calle, sin dejaroscuridaden ella ni pasopeligrosoparade noche;todaslas grandesy lindísimaspiedrasy columnasde ella curiosamentelabradas,y todo con maravillosaarqui-tecturay trazo...»(fols. 29 y.) -

Aldeas, campos,produccionesy frutos llenan tambiénbuen númerode folios, los cuales, juntamentecon los quetratan de la población, carnes y pescados,animalesy caza,hortalizas,vino, aceite, aceitunasy cereales,riegos y técnicasde trabajo, mercaderíasy mercaderes,oro, plata y otros me-tales nos proporcionanuna base ecológico-demográficaquesirve de marcode referenciaparaubicar otros aspectosdc lasociedadchina (16). Correlacionala poliginia con la demo-grafía y la economia(fol. 24) y se esfuerzaen proporcionarindicadoresnuméricospara cualificar a los diferentesseg-mentosde la sociedad.En el capítuloXX nos dice lo quehaaveriguadosobrelas rentas,haberes,ingresos,ganancias,sa-larios de mujeresy hombres,soldadosy capitanes,oficiales,tenderos,sastres,pescadores,mercaderes,agricultores,«chinosricos y honrados»,mandarinesy «visorey». Excelenteintento

(16) FoIs. 43 v.-44, caps. XVI, XVII, XVIII y XIX.

[REAA: 7] Un aragonés en China 213

de medir el nivel de vida y las fuentesde riqueza(17). Tam-bién alcanzasu relaciónal rey, a las rentas,tributos, palaciosy casareal: «hechaslas cuentaspor menudoy sacadasenlimpio de los libros reales.- - llegarán sus rentascada año acientoy cincuentay aún a sesentamillones en oro, plata, al-mizcle, arroz,sedasy en otrasvariascosas»(fol. 94).

Uno de los temascentralesdel manuscritoes la descrip-ción de la jerarquíade mandarines,sus atributos y competen-cia, las salasde audienciasy los juicios quepresidían,san-ciones,prisionesy castigoscorporalesque imponían, etc. Laescalade los mandarinesva desde los que representanlaautoridaden los puebloshastael Tutan o gobernadorprovin-cial, con poder militar, el de dignidady oficio de Mocia ogran mandarín,el Samchuo segundodel reino en su calidadde maestrede campo o generalde la gente de guerra, y el«Rissoreyo gobernadordel Reino y Presidentede la Audien-cia» (18). Le fascina«el muy gran ordeny traza»en el troncoy segmentacióndel poder político en el país y su jerarquiza-ción «con innumerablesmandarinesdependientesunos deotros,y repartidaslas casasy el poder quetienensin quecadacual tenga tal poder y mano en cosasque pueda arrastrartrassí al puebloy levantaralgún alboroto, y puestala miracon gobernarconpaz, privando luego de su oficio al quego-biernasin ella. Lo que mucho admira.- - es también la suje-ción grandey obedienciaciega y puntual de los Mandarinesmenoresrespectode los mayores,comenzandode los ínfimoshastalos ...supremos,y éstosparacon suRey...»(fol. 96v.).

Las salasde audiencia,el protocolo judicial y la llegadade los mandarinesestáncoloreadasen varios folios con so-berbiaspinceladas.Doy un ejemplo: «antesqueel Mandarínllegase a su sala y audiencia..- nos tenían siemprea todoslos presosen dos hileras con nuestrosdogalesal cuello, ha-ciéndolepara pasarentrenosotrosuna calle; a nosotros nosrodeabanlos soldados.- - con sus picas plantadas...Entre los

(17) En unaocasiónllega a calcularlo quegastanlos chinosen encen-der los pebetesde las pagodas:«tuve curiosidaden saberel gasto quecadadía o semanaharían»(fol. 88).

(18) FoIs. 22, 31 y 34 y.

214 Carmelo Lisón Tolosana [REAA: 7]

piqueros [había] también - - .arcabucerosy otros soldadoscon otros génerosde armas(19); llegabapues el Mandaríno Mandarines,cada uno de por sí con su acompañamiento,precedíansus atavillos, campanasy. - - trompetasque elloshacensonar de diversos modos según varias ocasiones..- Aesta música respondíaotra semejanteque estabajunto a labandera.- - y de estepunto se disparabaun..- petardotraselcual abatíantodos los piquerossus picasy banderillasy jun-tamentedabanun gran grito. Seguiaseluego delantedel Man-darin dos hileras de soldados con sus armas, ministros dejusticia y criados...»,etc. (fols. 25 y.). Sobrelos modos deprocederen las causas,jueces,ministrosy cohechoshay inte-resantespárrafosen los folios 45 y., 46 y 47.

La puntillosa etiquetachinaaparecebien reflejada en elmanuscrito.Los prisionerostuvieron que aprenderlaprontoy practicarlaante los mandarines;el padreAdriano se muestraa vecesun tanto despectivo,pero anota los detallesescrupu-losamente.Escribe sobreuna invitación a comer: «una vezme convidó a mí y a un compañeroa cenarun Mandarínricoy grave queactualmentelo era y de la misma villa de Pan-chiusoy fuimos ocho o diez de mesa:capitanesy chinosprin-cipales.Su comidapuesen tales ocasionesy ordenen el comerera lo que ellos siempreacostumbran.Lo primero de todosirvenel vino, y estecaliente;bébenlopuro en unasescudillastan pequeñasqueapenascabráen ellas la cantidadde tresocuatro dedales;entretiénensehablandoy brindándoseen elbeberlohastaquecasi acabancon todo el vino. Dije casi por-que dejan poco para despuésentre los manjaresdar cualo cual sorbito,quelo son ya entoncespocosy raros,y si algunoaguardabase sirviese algo a la mesaparaprimero tomar unbocadoy con este fundamentobeber, como a mí me sucedía,reparábanlo,pero por huéspedy extranjeropasabanpor estegénerode descomedimiento.

Llenan luego toda la mesade diferentes escudillitasquelas más de ellas son del tamañode unasalseretade mostazay otrasalgo mayores,y tres o cuatroserándel tamañode las

(19) Sobre los soldados, sus clases,uniformes, ejercicios y disciplinamilitar escribe en el ca. XIV.

[REAA: 7] Un aragonés en China 215

escudillas nuestrasordinarias. En estas mayores ponen enuna o dos unos bocadillos de puercoy en otra de ellas boca-dillos de gallina(aunqueéstaen ningunode los convitessobre-dichosla pusieron)y otra del mejor pescado.En las medianasponen yerbas cocidas,algunospescadillospequeños,naran-jillas dulces hechascuartos, hechosbocadillos algunos chi-cuayessecos,en todascuartosde huevosdurosconsuscáscarasdebajo (es uso de la tierra). Tras ser las escudillitastan pe-queñas,en las que tienen algo bueno,para esto,siendo poco,parezcamás y abulte, ponen algo debajo, como debajo decuatro o seis bocadillos de gallina, pescado,o puerco,unashojas de mostazacocidaso en salmuerao unosbocadillos dela misma suertede rábanosy debajo de los huevosduros lascáscaras;en otras poníanalgún remedode turroncillo hechocon chanaicade granosde arroz a modo de tamales; otrosde estos con algunos ajos verdes y otras yervas, otras convarios génerosde mariscocrudo y salado,otras con cocido,y frío en otras; unos bocadillos de pescadoseco; en otrasalgunasfrutillas ácidasy silvestresquesuplenpor aceitunas.Corrientementetodo lo sobredichoque es cocido a medio fan-cochar,sin especiesni recondoy todo de ordinario lo sirvenfrío. En estaspuesy otraszarandajassemejantes,van picandoconlos palillos lo quellevaráun pájarode una vez en el pico,no digo cuervoo sus semejantes,y de cuandoen cuandodancomodije un sorbitoal vino y hablany conversany se detienenbuen rato. Acabado esto, sin quitar cosa alguna de la mesa,sirven a cada uno una escudillita de las medianascon arrozcaliente,que es el pan que generalmentese come por todasestasnaciones;trasuna comen luego otra y tras la segunda,la tercera y la cuarta hasta que no quierenmas; ponen laescudillitajunto a los labiostomándolaconla mano izquierda,y con los dos palillos en la derechaembasanaprisaen el estó-mago el arroz, como si crudo la echaronen algún costal so-plando primero y luego llevandopara dentro el arroz y res-peracióna una. Si alguna sobraquedaen las escudillitasdelas otras viandascual o cual vez mientras comen el arroz,tomande ella uno u otro bocadillo. Estearroz es el principalsustentode todasu comida, todo lo de las demásescudillitassobredichascupierasi lo echaranen un plato de los quenoso-

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tros llamamosmediano; no parece que lo comen sino porapetito. Parapostresirvenuna escudillita de canja,que es elarroz muy cocido y raro, y comida ésta,en ella misma sinlavarla, una vez de aguacocida,con la yerbadicha o simpleéstamuy calientesorbiendoy soplando.Ni en comidani fuerade ella bebenaguafría, y si algunavez es cosarara,yo jamásme acuerdoquela bebanen la mesamásquela vez y el tiempodicho. Lo sobredichoes convitey ostentaciónquede ordinario,aunquesea genteprincipal, no comen tantos potajes y ape-titos,aunquesíalgunosde elloscosamoderada»(20).

Sobrela enseñanza,escuelas,estudiosy exámenesse mues-tra el jesuita interesantementeprolijo- Copio lo siguienteco-mo muestra:«las escuelasen número son muchísimas,nohabráaldehuelade veinte o cuarentacasasque no tengasuescuela,ni de poblacióncalle queen ella no se hallen algunasescuelas.Casiacadapasolas topábamosy oíamosel aprenderen tono de los niños;es fuerzaseanmuchasennúmero,supues-ta la multiplicidad de muchachosy el no tener a cargo unmaestromás de 12 o 15 muchachosen su escuela,con losquales y sobreellos solos, está todo el día. Cada muchachotiene su mesilla apaney ésta con cajoncillo, y llave y bancoen que se asienta.Apenashabía amanecido,ni aún apenashabíaluz para poder ver, cuandooíamosel ruido en el leerde las escuelasy esto infaliblemente,yéndolo yo a ver depropósitopara máscertificarme.Dábanlesun rato entresietey ocho para almorzar y tras esto sin cesarleían o escribíanhastael medio día, a la cual hora volvían a sus casasparacomery a la una y media o antesotra vez a la escuela.Sindarles tiempo para merendar,proseguíanhastael anochecery venir a faltar la luz, cosaquemuchome admiraba.

Sabiendoleer y escribir moderadamentecon lo cual secontentanlos muchos,los hábiles y de ingenio, los hijos dechinos principales y Mandarinespasan a otrasciencias ma-yores,las cualesestudiany aprendeno en sus casascon par-ticulares maestroso hechoscolegialesen colegios, para porletrassubir a oficios y dignidadesy llegar a Mandarines.Loquepude entenderde sus ciencias,lo primero es: el estudio

(20) FoIs. 59 y ss.

[REAA: 7] Un aragonés en China 217

de su lengua Mandarina que es dificilísima y muy amplia,la cual estudiancomonosotrosla griega o la latina y lo queen ella tienen escrito,que son sus historias,leyesciviles, sec-tas, fábulasy cosassemejantes,en la cual lengua para cadacosatienensu letraparticular quot res tot litera, y para algu-nasmuchasletrasy entiendoquecadaletra sirve de un gero-glífico, y así su estudioes saber leer y escribirsobretodo loqueocurre,adquiriendoen entrambascosasciencia de muchasletras. Lo segundo:letrashumanasy arte retórico y un bienhablarcon buenestilo y elegancia,y discurrir sobreuna ma-tenay cosaparticular larga,seguiday inmediatamente;tam-bién componensu génerode versoy poesía;estudiantambiénphilosophíamoral, de quemuchos los doctos se precianimi-tando en dichos y sentenciasa nuestrosPlatonesy Sénecasy a otros de los nuestros;dánsetambién algo a Matemáticas,y por la experienciade los movimientosde los cielos y estre-llas también se dan algo a Astrologíay sacansus repertoriosy dicen de antemanocuándohan de ser los eclipsesdel Soly Luna, y para todo tienensu númerode libros impresos...»(21). Todo lo quesigue sobreexámenes,colegiosy colegialeses digno de figuraren cualquierhistoriade laeducaciónchina.

No es de extrañarque la atencióndel misionero aragonesse centraradesdemuy pronto en algo inherentea su condiciónreligiosa.Entra en contactoconbonzosy estudiasuscreencias,ideas religiosas, ritos, pagodas,oratorios, imágenes,cemen-terios, género de vida de bonzos y «monjas»,procesiones,fiestas, santos, funerales, culto a los antepasados,luto, etc.En variosmomentosde superegrinarprisionero se le acercanbonzos,porque sabíande su condición sacerdotal,para inte-resarsepor él y ayudarle.«Llegó a mí uno de los Padres—escribeen el capítulo VIII— o ministros de las Pagodasy quitándosesus mediasme dio las de lienzo quedebajolle-vaba, diciéndomeque ya sabíaque yo era Padre».Y en elsiguienterefiere: «antesque nos partiésemosparalos pueblosadondenos enviabany repartían,nos convidaron a comer alos tressacerdoteslos Bonzos de un Pagode».

Narra (fol. 18 y.) las procesionesnocturnaspor las calles,

(21) FoIs. 68 y y.

218 Carmelo Lisón Tolosana [REAA: 7]

cómo «los que no van en la procesiónarrodíllansey dansegolpesen los pechos»,las campanase instrumentosque tañenen ellas,«las variase ingeniosastrazasde linternasquellevancon luces», cómo en ninguna casa o embarcaciónfalta suoratorio y cómo delantede las imágenes«todas las más delas nochesenciendensu lámpara y algunospebetes,y que-mandoperfumesse acercany apartande sus altarcillos conalgunasreverenciasy humillaciones».Una noche sus caserosle llevaron a un templo: «estaballeno de genteque parecíaandabalas estacionesy se ocupabanen hacerdelantede lospagodes [imágenes] - - - muchashumillacionesy reverencias,y en el echaren los braserosperfumes,encendery dejar enlos altarespebetes;había muchaslámparasencendidas;lospagodesen númeromuchos,que llenaban por todas parteslas paredes.Estoserande bulto, unos enterosy otros medioscuerpos,de buen tamaño, bien dorado y pintado el ropajey vestiduras»(fol. 19).

En cuanto a representacionesde sus deidades,anota lassiguientes: «adorabanlos chinos una figura de un Pagodeque en su rostro tenía tres juntos y en el tamaño, faccionesy todo lo demástotalmentesemejantes,que todo me era unretrato [?] del misterio de la SantísimaTrinidad y en lo quede entrambascosasdecían;... También vi colocada en losaltares,y queadoraban,a una figura de mujer llamadaJua-níma a la cual entre otros varios modosde pintría, la vi unavez pintada con un niño en los brazos, y el bracillo de ésteestendidoy en su manecilla un rosario colgadocomo quienlo estabadando,y en alto de ella una paloma como asistién-dole en lo que hacía.Parecíaun retrato de NuestraSeñoracon el niño en los brazos. Otro Pagodede bulto vi cual otroun 5. Miguel nuestro; de éste me dijeron unos Bonzos queera el quemovía a los chinos a que ellos les diesenlimosna,y a él parapedirlase encomendabanprimero. Otros vi cualesfeisimos demoniosrespirandofuego como nosotroslos figu-ramos, a los cualesadoranporque no les hagan daño. Otroqueparecíaser tambiénuno de ellos con un terceroojo en lafrente y otrasmuchasfiguras de Bonzosa las cualestambiénhacíansu adoración.Unos estabanentresí conversando,otrosmuy profundosy pensativos,la barbasobreel puño.Uno esta-

[REAA: 7] Un aragonés en China 219

ha levantandola mano para a puñetazosmatar a un león otigre quea sus piestenía.Otro teníaen la manounaculebra;otroconun palillo se estabalimpiando los dientescomo quienacabade comer.Otro se hurgavalas orejascomoquien se laslimpiaba, y teníagran comezónen ellas»(22>.

Aprovecha la visita a un templo para inquirir sobre elmodo de vida de los bonzos o fusion y obtiene, entre otras,estasrespuestas:«preguntéletambién por su modo de viday en sumame dijo queél era casado,quevivía aúnsu mujer,pero que hacía 20 años que la habíadejado y hecho Bonzo(estabapersuadidoque era lícito repudiarlos casadosa susmujerespor el celibato), que hacíanpenitencia los Bonzosen aquelestado,y así queninguno de ellos comía carne,nihuevos ni pescado;ni bebía vino, en lo cual sólo consistíasu ayuno;quevivían en comunidady conventoscon superior,y los quesin él y fuera de ellos eran Bonzos fugitivos; queacudíantodosal coro y asistíanen él y sus oficios mientrasse gastabatoda una candelaencendidaen el altar delantede suPagode,y segundavez volvían y asistíanen el coro desdelas cuatro de la mañanahastasalir el sol, y otra terceraveza la tardey a todo, y al refectorioacudíanllamadoscon sugénerode campana;queantesde comer dabanjuntos la ben-dición y despuésla acciónde gracias,y que por no acudir alas obedienciasdichas,o por comercarneo lo demásprohi-bido, les mandabaazotarsu Superior con la caña, aunquepor la modestia,sobresus calzonesde lienzo; pero queparasalir del conventoo quedarsefuera de él a dormir, o para ira otros pueblosque no usabanpedir licencia; que se vestíany sustentaban4e las limosnasquepor las puertaspedían,y lasque así recogíanlas entregabanpara el sustento de todos,aunquetambién cada particular tenía su bolsa y platillapropia; preguntélesi podíandejarde serBonzos: respondióque los que retrocedíandejandode serlo morían luego; y desus estudiosme dijo que solamenteeran de cosastocantesasectasy ritos de sus Pagodes.Decíaqueerabuenohacerpeni-tencia, quehabíapremio en el cielo paralos buenosy penasen el infierno para los malos. Pero luego lo confundíatodo

(22) FoIs. 42 y. y 43.

220 Carmelo Lisón Tolosana [REAA: 7]

con mil yerros, concediendotransmigraciónde las almas aotros cuerpos,y el renaceren ellos tras algunosaños, y enotros mundos, y que con sus oracionesy rezos, sacabanlosBonzos,dándoleslimosna,de la penadel infierno a aquellospor quienesrezaban»(23).

A la descripción de ritos funerarios, concretamentelosqueél presencióen honor de un soldadomuerto,dedicapartedel capítuloXI. Sobrelas monjas o nico, modo de vida, ayu-nos, obediencia,regla, estudios,etc, escribeen los folios 41v-42-

Al llegar a la segundaparte del manuscritoel lector seencuentracon una agradablesorpresa:consiguióde un chinode Manila que lo ilustrara con docenasde dibujos referentesal texto. Las figuras vienen ademáscomentadasparaque nohayalugar a dudasobreel significado(24). Voy a listar, enresumen,los dibujos del manuscrito.Comienzacon el ropónde los mandarines,cintos y botas; sigue el vestuariode lasochograndesfamilias chinas,el de «mandarinesmuy graves»,lo que visten el día aniversariodel nacimientodel rey; laindumentariade estudiantes,licenciadosy letrados;los gorros,bonetesy ropasde mandarines,capitanes,chinos y «chinasbajas»; muestras de armas, verdugos y suplicios o instru-mentosde tortura; tocados, lutos, báculos, cofias, faldillas,abanillos,medias,pañuelos,zapatos,etc., distinguiendosiem-pre los quecorrespondena las distintascalidadesde personas,hombresy mujeres.El rey y la reina, sus atavios, tocados,cintos, sayas, los mandarinesllevados a hombros, tirasolesy caballosensillados,etc, terminanla secciónextraordinaria-mente rica, del atuendo.

Otra colecciónde dibujos es la formadapor aquellosquepintan cómo los chinoscargano llevan las cosas, la fabrica-ción o trabajode las mantas,las representacionesde banderas,campanas,trompetase insigniasde mandarines,y por último

(23) FoIs. 35 y. y 36 y.(24) cEscogí pintor chino.., el qual en la puntualidad de facciones

y otras cosaspropias de la China y Chinos las sacómuy conformesa loque representan, y fuera muy dif 1cii con pintor europeo de primera ins-tancia sacarlastan al vivo y propiamente como van» (fol. 142 y.).

[REAA: 7] fin aragonés en China 221

sepulturas,santeros,imágenesde los templos y secretaríosde los mismos.

He intentadodar a conocer los aspectosdel manuscritoque me parecenmás interesantes.Ciertamenteque el padrede las Cortes se muestraa vecesagrio y un tanto displicentede los chinos y su modo de vida al compararlo al europeo,pero hay que tener en cuenta las privaciones,humillacionesy trato duro a que, con sus compañeros,fue sometidopor losnativos,quienesse aprovecharonde la impotenciade los náu-fragos.En conjuntopredomina,no obstante,la nota objetiva,moderada,de apreciacióny agradecimientoa las atencionesquerecibió. Y desdeluegoquesusobservacionesy notassobrela economía,la jerarquía política, la educacióny el ritualhacen del manuscritouna fuente etnográficade excepcionalimportanciae imprescindiblepara el conocimientode Chinaen la primera mitad del siglo xvii. Y en cuantoa los dibujos,no tiene paralelo alguno la excelenteimpresión visual de laGran China con la que nos regala.Lástimaqueel manuscritoestésin publicar.

Departamentode Antropologíay Etnología de América.Universidad Complutensede Madrid.