preescolar
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FACULTAD DE MEDICINAESCUELA DE ENFERMERÍA
ASIGNATURA
CUIDADOS AL NIÑO Y ADOLESCENTE SANO.
“EDAD PREESCOLAR”
INTEGRANTES
Barragan Cajusol Maria
Diaz Vergara Erlita
Olivos Sernaque Cinthia
Saavedra Olivos Violeta Paola
Llamo Vilcherez Veronica
PROFESORA:
Lorena Bautista Rosario
Chiclayo, 2013
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Introducción
Las personas cambiamos mucho a lo largo de la vida y en nuestro
desarrollo pasamos por varias etapas: la infancia, la juventud, la
madurez y la ancianidad. Definiéndose, la infancia como la etapa del
desarrollo de las personas que abarca desde el nacimiento hasta los
doce años, dentro esta encontramos subetapas como l: recién nacido,
lactante, preescolar y escolar.
Dentro de estas etapas el cuerpo crece y cambia muy deprisa y
aprendemos muchas cosas. Sobre todo en la etapa preescolar, que es
donde al niño tiene una máxima capacidad para captar y absorber todo
lo que su entorno le muestra, y a partir de este formar su aprendizaje.
Así mismo se define como crecimiento el proceso mediante el cual
los seres vivos aumentan su tamaño y se desarrollan hasta alcanzar la
forma y la fisiología propia de su estado de madurez, este se ve
expresado en los valores de las dimensiones corporales.
En el presente trabajo se hablara acerca de todos los cambios, teorías y
el entorno en la etapa del preescolar y como es que el niño va
desenvolviéndose en esa etapa.
Las autoras
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Índice
Introducción
2
Edad Escolar
3
Teorías Del Desarrollo
5
Teoría Del Desarrollo Psicosocial
5
Teoría Del Desarrollo Cognitivo
6
Teoría Del Desarrollo Psicosexual
12
Tria Del Desarrollo Moral Y Espiritual
13
Cambios Anatomofisiologicos
14
Desarrollo Neuromotor
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Desarrollo Social
29
Necesidades Del Preescolar
35
El Juego
39
Hábitos Higiénicos
40
La Disciplina
41
El Jardín Infantil
42
Situaciones Especiales
43
Referencias Bibliográficas
52
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Según Whaley la etapa preescolar, es
un periodo que abarca de los 3 a los 5
años, constituye el final de la primera
infancia. Es una edad de
descubrimientos, inventos, curiosidad y
de desarrollo de tipos de conducta
sociocultural. De alguna forma
constituye un momento más fácil y
cómodo para los padres, en especial
cuando el niño consigue dominar
algunas tareas del desarrollo, como la
independencia y el cuidado de sí mismo. Los años desde el nacimiento
hasta que el niño ingresa en la escuela se consideran los más críticos
para el desarrollo emocional y psicológico. Los logros biológicos,
psicosociales, cognitivos, morales, espirituales y sociales de los
preescolares les preparan para el cambio más importante de su estilo de
vida: la entrada en la escuela. Su control de los sistemas corporales, la
experiencia de periodos breves y prolongados de separación, la
capacidad de interactuar cooperativamente con otros niños y adultos, el
uso del lenguaje para simbolizaciones mentales y el aumento de la
atención y la memoria les preparan para el siguiente periodo
importante: los años escolares. La consecución satisfactoria de los
niveles previos de crecimiento y de desarrollo es esencial para que los
preescolares refinen muchas habilidades iniciadas en la primera
infancia.
Los niños de edad pre-escolar quieren tocar, gustar, oler, escuchar y
examinar todas las cosas por sí mismos. Están ansiosos por aprender.
Ellos aprenden experimentando y haciendo. Los pre-escolares aprenden
de sus juegos. Están muy ocupados desarrollando habilidades, usando el
lenguaje y luchando por ganar control interno (emociones.) Ellos son
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más independientes que los infantes. Pueden expresar sus necesidades
porque manejan mucho mejor el lenguaje.
Los temores se desarrollan durante los años pre-
escolares. Estos temores incluyen lugares nuevos,
experiencias nuevas, así como la separación de
sus padres u otras personas importantes. El niño
(a) puede usar palabras prohibidas y actuar sin
sentido. Los pre-escolares quizás tengan dificultad
llevándose bien con otros niños y compartir puede
todavía ser difícil.
Debido al desarrollo de su imaginación y una riqueza de fantasías, ellos
pueden tener dificultad distinguiendo entre fantasía y realidad. Los pre-
escolares también hablan de amigos imaginarios. Ellos necesitan reglas
simples y claras para saber los límites de comportamientos aceptables.
Teorías del desarrollo
a) Desarrollo Psicosocial “Iniciativa Vs. Culpa”
Durante este periodo de la vida del niño hay crecimiento intelectual,
social y emocional notable, en el curso del cual
busca consolidar el sentimiento de autonomía e
independencia, adquirir iniciativa y descubrir que
clase de persona llegara a ser.
Desde la infancia ha estado aprendiendo a hacer las
cosas que hacen sus padres: conducta, formas de
hablar y otros caracteres. En términos
psicológicos se ha identificado con ambos.
Cuando ha logrado la separación en cuando a
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la madre, y el sentido de él mismo como persona, el aumento del amor y
admiración hacia los progenitores fomentan el deseo de ser como ellos.
Sin embargo, en etapa incipiente de este periodo comienzan a aparecer
signos de identificación sexual; esto es: el niño se concentra en
parecerse al padre, y la niña dedica más energía a modelarse según la
imagen de la madre.
Según Erikson, el conflicto o crisis de
personalidad de los niños preescolares está entre
el sentido de la iniciativa que le permite plantear
y ejecutar sus acciones y la culpa generada por
dichas acciones. La iniciativa permite a los niños
ampliar su ambiente social, comprender
progresivamente en el mundo y su papel de niño
en la familia y la sociedad. La culpa puede inhibir
o cohibir a los niños en tal forma que se abstenga
de interactuar con su ambiente o con otros niños
o niñas y adultos, el complejo de Edipo y Electra,
que debe resolver el niño (a) aumenta el
sentimiento de culpa.
La Iniciativa vs culpa es la fase de iniciativa corresponde a la etapa
fálica de Freud y se caracteriza por una conducta
enérgica, inquisitiva, emprendedora, y por una
fuerte imaginación.los niños exploran el mundo
físico con todos sus sentidos y capacidades. a
veces, se marcan objetivos o emprenden
actividades que entran en conflicto con la de sus
padres o los demás, y empiezan a sentir que sus
acciones o fantasías son malas, lo que les
produce sensación de culpa. El desarrollo del
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superego (superyó) o conciencia empieza hacia el final de esta etapa en
que empieza a andar y constituye una tarea principal de los
preescolares. El aprendizaje de la diferencia entre lo correcto, lo bueno y
lo malo constituye el comienzo del sentido moral.
Desarrollan formas de conducta cuyas
implicaciones van más allá de su persona,
incursionan en las esferas de los otros y logran
que se vean involucrados en su propia conducta.
La culpa puede inhibir o cohibirlo en tal forma
que este se abstenga de interactuar con su medio ambiente, con otros
niños y adultos.
Por tanto, es esencial el sentimiento de culpa no sea más intenso que el
de iniciativa. Los niños deben aprender que si sus acciones les ocasiona
sentimiento de culpa y, esto no debe impedirle realizar otras acciones o
interactuar con otros seres humanos o con e ambiente en general.
La culpa se debe en parte al complejo de Edipo y en parte al superego
que se está desarrollando a partir del material o elementos aportados
por los padres y el ambiente sociocultural.
Aparece el afecto romántico hacia el progenitor del sexo opuesto se
presenta (complejo de Edipo y/o Electra), los niños tienen a expresar
desconfianza y rechazo frente a todos los que interfieren en esa nueva
relación. Se desarrolla entonces un sentimiento de rivalidad con el
progenitor del mismo sexo.
Así se concluye que durante este periodo como en todas las fases del
desarrollo, aquí hay también crisis o problemas básicos a que
enfrentarse, y que pueden resumirse como iniciativa contra culpabilidad.
Este problema se centra en las relaciones cambiantes del pequeño con
sus padres.
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b) Desarrollo Cognitivo “Preoperacional”
Con la capacidad creciente para aventurarse fuera del
hogar y comunicarse verbalmente, las facultades
mentales se desarrollan con rapidez en el periodo de
los tres a los seis años, pues al ocurrir acción mutua del
niño con el medio nace el conocimiento y se organiza.
La adquisición del lenguaje también ayuda al niño a
vencer la tracción de las percepciones visuales y por a adelantar en la
elaboración de la realidad. La teoría del desarrollo intelectual de Jean
Piaget, considera que los niños entre los 2 y 7 años de edad, se
encuentran el periodo preoperacional.
Según Whaley, esta etapa se característica dominante de este estadio
es el egocentrismo, que en este contexto no significa egoísmo ni
encerramiento en uno mismo, sino en capacidad para ponerse en el
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lugar del otro. Son incapaces de ver las cosas desde una perspectiva
diferente de la propia; no pueden comprender el punto de vista ajeno, ni
tampoco encuentran razones para hacerlo. Así como de razonar más allá
de lo observable y carecen de capacidad de hacer deducciones o
generalizaciones. El pensamiento está dominado por lo que ven, oyen o
experimentan; sin embargo crece su capacidad de usar el lenguaje y los
símbolos para representar los objetos de su entorno. Por medio del juego
imaginativo, las preguntas y otras interacciones, empiezan a elaborar
conceptos y hacer asociaciones simples de ideas. En la última fase de
este periodo su razonamiento es intuitivo y animista (por ejm: las
estrellas tienen que irse a la cama lo mismo que ellos) y empiezan a
manejar los conceptos de peso, longitud, tamaño y tiempo.
En esta etapa tienen la habilidad de representar,
manipular u actuar objetos, personas y sucesos que
están ausentes. Está habilidad es los que Piaget
denomina función simbiótica; es decir, la capacidad
de usar símbolos. La función simbólica se puede
observar en actividades de los niños por ejemplos, la
imitación diferida, el juego símbolos, el dibujo, el uso
de imágenes mentales del lengua.
El mayor crecimiento mental contribuye a la
formación del carácter y a la ampliación de
capacidades durante este periodo. La elaboración del
lenguaje mejora las comunicaciones de padres e hijo,
brinda a este último mejor dominio de sí mismo y de
sus impulsos, y torna más profundo su concepto de la
realidad .hasta los tres años de edad, dominaba al
niño la necesidad de satisfacción inmediata de sus
deseos e impulsos; en términos psicológicos, se gobernaba por el
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principio del placer. Sin embargo llegando a esta etapa, por virtud de los
antecedentes de satisfacción y del aumento de la capacidad mental,
disminuye la dependencia en cuanto a la satisfacción inmediata de las
necesidades corporales.
Así también gracias a la adquisición de la función simbiótica la habilidad
intelectual preoperacional es limitada, debido a que su pensamiento,
según Piaget, es egocéntrico, centrado, inrrevestible, transductivo y
atiende a estados finales no a transformaciones. Veamos en que
consiste cada uno de las características:
Egòcentrico.-el niño actúa como si sus percepciones y
pensamientos fueran idénticos a los de los demás. Parece que no
se diera cuenta de que los demás perciben las cosas y piensan en
forma diferente a la de él o ella. El mundo es como ellos lo ven y
nada más.
Centrado.- el niño fija su atención solamente en un rasgo
sobresaliente del objeto o suceso que está percibiendo y descuida
o ignora los demás aspectos.
Inrresvestible.- para Piaget, el pensamiento es revestible si el
niño puede seguir el curso de una idea o pensamiento y luego es
incapaz de regresar al estado inicial de una original.
Transductivo.- el niño razona de lo particular a lo particular, en
lugar de hacer de lo general a lo particular(en forma deductiva), o
de los particular a lo general (en forma inductiva).
Desde el año hasta los seis años de edad, el
pequeñito se encuentra en el subperiodo
preoperacional, según lo describió Piaget; al
comenzar el periodo preescolar sigue estando
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en la fase preconceptual (dos a cuatro años). Puede diferenciar entre el
símbolo o la etiqueta verbal de un objeto y el objeto en sí, capacidad
que es la base del pensamiento lógico. Dedica mucho tiempo a la
imitación y a juegos simbólicos, y al aumentar la memoria adquiere
capacidad de planear acciones futuras y de prever sus posibles
consecuencias.
Durante este periodo, el niño es inflexible e incapaz de ver una situación
desde el punto de vista de otras
personas; tiene gran dificultad para
desentrañar un objeto del fondo que lo
rodea, problema que se ha llamado
dependencia de campo y que contribuye
a la necesidad de igualdad y rutina. Se
necesitan tiempo y experiencia para que pueda eliminar estímulos
innecesarios y descartar cosas no indispensables del medio global.
Hasta los cuatro años de edad,
aproximadamente, el niño también está
íntimamente ligado a una percepción o a una
dimensión de un objeto. El niño no puede
tomar en cuenta más de un carácter en un
momento dado, imitación que lo conduce a
rechazar otros caracteres importantes y que
deforma el razonamiento. En esta edad, el pequeño también es incapaz
de modificar la forma en que percibe una situación, de manera que no
puede modificar su imagen una vez que se ha formado ni observar un
acontecimiento desde varios puntos de vista. La percepción se ha
“fijado”; elabora conceptos sobre un carácter único destacado del
medio. Las cosas son únicamente lo que parecen ser; lo que un niño de
esta edad ve es lo que acepta y toma literalmente.
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Desde los tres años de edad, incluso antes, comienzan a aparecer las
preguntas del niño de los “por qué”. Los niños en esta etapa se
desarrollan deseando conocer la causa ay la finalidad de toda acción,
pues para ellos nada ocurre fortuitamente o al azar. Todos los
acontecimientos y objetos han sido creados según un plan establecido.
El niño cree que debe haber un motivo para todo, y en consecuencia, se
preocupa por la finalidad de muchos acontecimientos. Su egocentrismo
se manifiesta porque todas las situaciones guardan relación con él
mismo.
De los cuatro a los seis años de edad, el niño se encuentra en un periodo
de desarrollo mental que Piaget ha llamado fase intuitiva. Ha progresado
en el punto en que utiliza muchos conceptos, aunque sigue siendo
incapaz de definirlo excepto por el uso. De esta manera la manipulación
y la acción siguen siendo importantes para que el niño comprenda el
mundo que lo rodea.
Al final de este periodo, la inflexibilidad característica del niño de uno a
seis años de edad comienza a disminuir y puede haber mayores cambios
en la rutina sin que se transforme el equilibrio. Al aumentar las
capacidades mentales, también se modifica la vida afectiva, pues ya
puede comparase con otros y de esta manera comienza a valorarse a si
mismo.
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c) Desarrollo Psicosexual “Anal Y Fálica”
Durante los años preescolares, los niños y niñas
desarrollan interés por los genitales de ambos
sexo. Erikson, igual que Freud, afirma que esto se
llama la etapa genital. Según la psicología, las
fantasías y los sentimientos eróticos tienen a
centrarse alrededor de los genitales que
constituyen la zona erógena fundamentalmente.
Son frecuentes las preguntas simple acerca del
sexo, al igual que las manipulación de los genitales
o la masturbación.
Fase anal (2 años) esta comienza a tener el control
de esfínteres, esta antecede a la Fase fálica (3 a
6), durante esta fase los genitales se convierten en
una zona interesante y sensible del cuerpo.los
niños reconocen las diferencias de los sexos y
muestran curiosidad por ellas.es el periodo en que
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se elaboran las controvertidas cuestiones de los complejos de Edipo y
Electra, la envidia del pene y la angustia de la castración.
La masturbación en los niños es aceptada como un fenómeno
esencialmente normal, ya que constituye una fase de desarrollo cuando
están explorando y conociendo su cuerpo.
d) Desarrollo Moral “Nivel
Preconvencional”
En esta etapa el desarrollo del juicio moral en los
niños pequeños esta en el nivel más básico.se
comportan según la libertad o restricción que se
conceda a sus acciones. En la orientación castigo
obediencia los niños (2 a 4 años) juzgan si su
acción es buena o mala, en función de que el resultado sea un premio o
un castigo.
Desde los 4 a los 7 años aproximadamente, los niños están en la etapa
de orientación instrumental inocente, en que las acciones se dirigen a la
satisfacción de sus necesidades y, con menos frecuencia, a las de los
demás. Existe un sentido de la justicia muy concreto, basado en la
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reciprocidad:”tú me rascas la espalda y yo te rascare a ti” sin que ello
implique sentimientos de lealtad o gratitud.
e) Desarrollo Espiritual “Intuitiva Proyectiva”
En esta etapa se mantiene la imitación de la conducta y las creencias
paternas forman parte de la vida diaria de los niños, pero sin entender
los conceptos básicos que las sustentan.
La edad en que se empieza a andar es sobre todo un tiempo de
imitación de la conducta de los demás.los niños imitan gestos y
conductas religiosas de los demás sin compr3ender su significado o
importancia. Durante los años preescolares, asimilan algunos valores y
creencias de sus padres.las actitudes paternas hacia los códigos morales
y creencias religiosas orientan a los niños sobre lo bueno y lo malo.
Conforme entra el pequeño en su segundo año de edad disminuye su
ritmo de crecimiento y se inclinan sus curvas de crecimiento en forma
semejante. Los cambios mas notables de su aspecto son las alteraciones
de las proporciones corporales, y el crecimiento rápido de sus piernas
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con relación al tronco, que lo hacen aproximarse a la forma de cuerpo
del niño mayor. La adopción de la postura erguida resalta este nuevo
aspecto y hace posible que los adultos que lo rodean empiecen a verlo
como niño, ya no como lactante.
Durante esta etapa el aumento de peso y talla son relativamente
constantes, aproximadamente de 2kg y de 6 a 8 cm/año. Un aumento
mensual de peso de 160 a 200 gr se considera normal. Como el
aumento de estatura es proporcionalmente mayor al aumento del peso,
los niños tienen aspecto de ser altos y adelgazados.
Estatura
El aumento de estatura sigue
siendo el más lento de los
cambios que se llevan a cabo.
Durante la edad preescolar
empieza a comprender y a
divertirse cuando lo miden. La altura promedio pasa de 75 a 118
centímetros durante estos cinco años. Menos de la tercera parte de
estos niños se desviaran de las estaturas medias para su edad más de
tres y medio a cuatro y medio centímetros. Es muy ligera la diferencia
entre ambos sexos.
El aumento de estatura también se mantiene constante con un
incremento anual de 6,75 a 7,5 cm y por lo general ocurre por
alargamiento de las piernas más que del tronco. La estatura media a los
3 años son 95 cm; a los 4 años, 103 cm, y a los 5 años, 110 cm.
El crecimiento rápido de las piernas se advierte al comparar al lactante,
en quien les corresponde 30% de la talla, con el niño de seis años de
edad, en quien explican 45% de la talla.
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La estatura alcanzada al segundo cumpleaños es una indicación
relativamente buena de la estatura final del niño. Las niñas crecen en
general un poco menos que el doble de su estatura a los 2 años, y los
niños un poco más.
Así mismo una formula general para ver la talla adecuada al niño
preescolar es:
Peso
Las madres se quejan con frecuencia de que
sus hijos no aumentan de peso durante su
segundo año de vida. Esto se debe en parte a
una franca declinación del ritmo normal de
aumento de peso. Los 200 g por semana que
se esperan en el recién nacido disminuye a la
misma cifra por mes en el niño que gatea. El
niño medio empieza su segundo año pesando
unos 9Kg, y lo termina en 13.6 Kg. En ciertas
partes del año puede ser verdad que el
pequeño no aumente, durante muchas
pausas momentáneas, en especial en los meses de invierno, para
recuperarse luego. Sus curvas de peso parecen más un avance en pasos
que uno uniforme.
Tales periodos de detención pueden prolongarse por factores de
enfermedad o psicológicos. Sin embargo, después del tercer año, el
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TALLA = E X 6.5+ 70
aumento por lo general es evidente, y las curvas de peso son paralelas a
los patrones.
El ritmo de crecimiento físico se vuelve más lento y se estabiliza durante
estos años. El aumento medio de peso se mantiene alrededor de 2,3 kg.
al año y el peso medio a los 3 años es 14,6 kg; a los 4 años de 16,7 kg.
y a los 5 años, de 18,7 kg. Los pesos medios oscilan entre 10 y 22 Kg
durante los años del niño que gateas y el preescolar. Más de dos
terceras partes de los niños pesaran 1.3 Kg de diferencia del promedio
de su edad, por arriba o por abajo. La variación entre los niños en edad
preescolar puede ser más amplia. Límites razonables serán de 2 a 3.5 Kg
a cada lado del promedio. A esta edad los niños empiezan a pesar un
poco más que las niñas.
Al igual que la talla, para hallar el peso ideal de un preescolar se
utilizara la formula:
Proporciones generales corporales generales
Las proporciones físicas ya no son las de un
niño rechoncho y barrigón. El preescolar es
esbelto pero fuerte, gracioso, ágil y
posturalmente erguido. Existe poca
diferencia en las características físicas
según el sexo, excepto en lo que dictan
factores externos como la ropa o el
peinado. La mayoría de los sistemas
corporales son ya maduros y estables y se pueden ajustar a un estrés
moderado y al cambio.
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PESO IDEAL = E X 2+
El crecimiento durante este periodo será más rápido en piernas que en
tronco, y durante el se enderezaran las curvas infantiles. Debido a
cambios en su mecanismo de almacenamiento de grasa y al
mejoramiento del tono muscular, el niño de uno a tres años se hace
menos regordete conforme sustituye su grasa de bebe por músculos
sólidos. Su barriga se ira metiendo gradualmente, de manera que a los
cuatro a cinco años será plana, y el tórax mas prominente y mejor
desarrollado.
Cabeza:
La cara tiene a crecer proporcionalmente más que la cavidad craneal. El
cerebro alcanza 85 y 90% del tamaño adulto a los 4 y a los 6 años,
respectivamente. El perímetro cefálico aumenta 1 cm/año y el perímetro
torácico alrededor de 2 cm/año. La mandíbula tiende a ensancharse
como preparación a la erupción de los dientes definitivos. Al inicio de la
edad preescolar, los niños tienen completos los dientes deciduales y al
final de la edad de los 6 años, estos dientes empiezan a caer para la
salida de los dientes definitivos.
El cerebro ya se aproxima a su tamaño final en
esta edad tan temprana. En consecuencia, el
crecimiento rápido de la cabeza se detiene de
súbito. En tanto el perímetro cefálico aumento
de 10 a 12 cm durante el primer año de vida,
crece menos de 2.5 cm durante el segundo año,
y menos de 1.5 cm el tercero. Así, el perímetro
medio aumenta de 46.5 a 51 cm del perímetro al
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sexto año. Las cabezas de algunos niños se desvían mas de centímetro
y medio de las medidas promedios. Al final del sexto año la cabeza ha
alcanzado aproximadamente 90% de su tamaño final.
Como no se necesita mayor expansión del cráneo, las suturas empiezan
a soldarse durante este periodo, y se cierran las fontanelas. El retraso
del cierre se observa en caso de raquitismo, hipotiroidismo y algunas
anomalías óseas congénitas.
La erupción de los diente de leche, que empieza en la segunda mitad del
primer año, termina bastante antes del tercero. El orden usual de
erupción empieza por los incisivos centrales y laterales durante el
primer año, los premolares a principios del segundo, los caninos, que
llenan el espacio entre los incisivos y los premolares, durante la segunda
mitad del segundo año, y finalmente los primeros molares que aparecen
durante la primera mitad del tercer año. El complemento final de los 20
dientes de leche no cambia hasta que empiezan a aparecer los dientes
permanentes, aproximadamente a los seis años de edad.
Los senos paranasales se desarrollan en la etapa preescolar. Los senos
esfenoides aparecen a los 3 años, los senos frontales a los 3 a 7 años y
lo senos maxilares alcanzan su máximo desarrollo a los 7 años.
Visión
Normalmente los ojos de los
preescolares son heterópicos
(la imagen de un objeto es
colocado detrás de la retina).
Sin embargo, esto no tiene
importancia porque los ojos se
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acomodan con facilidad, aumentando el poder del cristalino para
retractar las ondas de la luz. A medida que los ojos crecen en longitud y
cambian durante la niñez, la mayoría de los niños contraen emetropía
(la imagen de un objeto distante cae sobre la retina). El astigmatismo
(reflexión desigual a través de los diferentes meridianos de los ojos). La
visión ir mejorando hasta los 6 años, cuando casi todos los niños tienen
una visión de 20/20.
Es así que a los 3 años presenta una visión de 20/30, a los 4 años 20/25
y a los 5 años presenta una agudeza visual de 20/20, por lo anterior al
evaluar la agudeza visual se realiza a una distancia de 3 metros. Dentro
de los problemas más comunes presente en el preescolar son el
estrabismo, la emetropía y el astigmatismo.
Definiéndose el estrabismo como la desviación del alineamiento de
un ojo en relación al otro, impidiendo la fijación bifoveolar. Esto impide
fijar la mirada de ambos ojos al mismo punto del espacio, lo que
ocasiona una visión binocular incorrecta que puede afectar
adversamente a la percepción de la profundidad. Y astigmatismo como
una imperfección en la curvatura de la córnea (la cúpula transparente
que cubre el iris y la pupila del ojo), o en la estructura del lente
(cristalino) del ojo. Este último hace que el niño vea doble.
Entre los 4 y 5 años de edad, algunos niños presentan la llamada visión
“en espejo”, que los hace producir dibujos o letras invertidas o usar
juguetes en forma rara.
Esta visión es transitoria y desaparece a los 6 años. El control visomotor
sobre la dirección oblicua no se adquiere hasta los 6 años de edad, por
eso los dibujos de líneas oblicuas son imperfectos.
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Otros cambios:
El tórax aumenta en amplitud, en respuesta a las exigencias fisiológicas,
a medida que los niños crecen y se vuelven más activos; su diámetro
anteroposterior corresponde al 80 ò 76 % del diámetro trasverso. El
tejido muscular aumenta considerablemente durante el periodo
preescolar y entr los 5 y 6 años de edad, 60 y 75% del incremento del
peso mas rápido que en los adolescentes y adultos.
Durante la parte final del segundo año la piel del pequeño cambia de
cutis delicado con gran contenido de agua a epitelio más resistente. Esta
es la edad en la que se observa mejoría del eccema y disminuye la
frecuencia de las erupciones por contacto con irritantes.
El tejido linfático de tonsillas faríngeas, palatinas y ganglios linfático
sufre un crecimiento pronunciado durante los primeros años, debido a la
estimulación de las constantes infecciones a las que se exponen los
niños y en parte a que es un fenómeno de crecimiento. Frecuentemente
son palpables los ganglios linfáticos en condiciones normales, no deben
ser mayores de 1cm, ni dolorosos.
El tejido linfático de adenoides, amígdalas y
ganglios linfáticos, periféricos generalmente sufre
un crecimiento pronunciado durante este periodo.
Esto se debe en parte a la estimulación de
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infecciones a las que se expone el niño, y en parte parecer ser
fenómeno de crecimiento. Al final del tercer año el tejido adenoideo
alcanzan su tamaño máximo; a continuación va perdiendo importancia.
Las amígdalas siguen creciendo hasta alcanzar su tamaño máximo a los
siete años más o menos; después van disminuyendo con lentitud.
La postura de los niños preescolares se caracteriza por
cierta pronación de los pies (los talones hacia afuera), con
separación de ambos pies y acercamiento de las rodillas
(genu valgum), que aumenta a los 3 o 4 años y disminuye
de los 6 a 7 años. La lordosis fisiológicas y el abdomen
prominente tiende a desaparecer al llegar a los 4 años junto con las
almohadillas de grasa situadas debajo de los arcos plantares.
Hematologicamente, la edad preescolar se caracteriza en los primeros
años, el cual se va (6.000 a 12.000 por mm3), con predominio linfocitario
en los primeros años, el cual se va atenuando posteriormente. Las
células sanguíneas se acercan a las concentraciones normales del
adulto. Sin embargo, los eritrocitos se conservan por debajo de 4.5
millones, y la concentración de hemoglobina en unos 13 g en la mayor
parte de los niños de esta edad.
Los diferentes órganos del aparato digestivo a la
edad escolar de 4 a 6 años tienen un desarrollo
cercano al del adulto. Al finalizar la edad
preescolar, algunos órganos como el estomago, el
páncreas, el intestino delgado llegan a tener un
60% del tamaño del adulto.
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También las contracciones estomacales producidas por el hombre se
inician de cuatro a cinco horas después de ingerir las comidas. Las
actividades peristálticas es mucho más fuerte que la de los lactantes. El
paso de los alimentos a través del tubo gastrointestinal tiene una
maduración promedio 18 horas, con una variabilidad normal entre 8 y 28
horas (la del adulto es de 20 a 72 horas)
El desarrollo de la motricidad consiste sobretodo en una fuerza y
refinamientos mayores de las capacidades aprendidas previamente,
comandar, correr y saltar. Sin embargo, el desarrollo muscular y el
crecimiento óseo todavía están lejos de la maduración. La actividad y el
ejercicio excesivos pueden dañar los tejidos delicados. Las posturas
correctas y el ejercicio y descanso apropiados son esenciales para el
desarrollo óptimo del sistema musculo esquelético del niño.
El promedio de evacuaciones intestinales por día es de uno a dos. La
evacuación urinaria para niños de 3 a 6 años es de 60ª 80 ml/día; el
promedio de micciones es de 6 a 8
veces/día, con un período
aproximado entre cada micción de 3
a 4 horas. En cuanto a las gónadas,
en esta etapa ocurre un
estancamiento en su crecimiento.
Aparato genitourinario a los 2 años
de edad el niño o niña debe tener
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conciencia de que la vejiga está llena y puede ser capaz de comunicarlo.
Esto significa maduración del sistema parasimpático que el lleva al
cerebro los estímulos propios desde la vejiga.
Control de esfínteres
El control de esfínteres, es decir, que los
niños aprendan a orinar —micción— y
defecar en momentos y sitios aceptados
culturalmente y no en sus ropas y sus
camas, puede adquirir connotaciones de
un verdadero dolor de cabeza en la crianza
si no se tienen en cuenta algunas
consideraciones sobre este proceso, que
se insiste, es fundamentalmente cultural.
Entre los dieciocho y los veinticuatro
meses —no antes— se inicia la educación para el control de esfínteres.
La madurez neurológica, motriz y social que tienen los niños a esta
edad, los han preparado para este aprendizaje.
Cuando se empiece este proceso, es aconsejable quitarles el pañal
durante el día, para que los niños sientan la sensación de orinar y
defecar y aprendan a avisar que tienen esta necesidad. Cuando esto
suceda, los adultos deben actuar con tranquilidad y afecto, indicándole
el sitio de la casa destinado para orinar y defecar, el cual debe ser
siempre el cuarto de baño.
En este sitio de la casa se deben hacer los ajustes necesarios para la
comodidad de los niños en esta edad; por ejemplo, en lo relacionado con
el control del esfínter anal, la bacinilla debe ser cómoda, de tal manera
que puedan estar en la posición fisiológica para defecar, esto es, con las
plantas de los pies apoyadas en el suelo y las piernas contra el
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abdomen. La micción y la defecación deben ser siempre en el cuarto de
baño y no es recomendable trasladar la bacinilla a otro sitio de la casa
para que los niños orinen o defequen.
Una recomendación importante es que los adultos no se deben ofuscar,
ni mucho menos, regañar a los niños en proceso de aprendizaje de
control de los esfínteres, por los “fracasos", pues si bien, es cierto que
con rigidez se logran efectos inmediatos, quedan cicatrices que a veces
se manifiestan en ciertos modos de comportamiento en la edad adulta,
tales como la personalidad obsesiva en relación con el aseo personal. Lo
ideal, y valga la pena la insistencia, es que los niños aprendan a
controlar sus esfínteres por sensación y no a retener por temor y miedo.
A los tres años el niño o niña deberá ser capaz de retener
voluntariamente la orina por algún tiempo, aunque la vejiga este llena.
Esto hace gracias a un control voluntariamente del musculo elevador del
ano (bucoccìgeo); se espera entonces que el niño sea capaz de controlar
la orina en estado de vigilia.
A los cuatros años el niño debe tener la habilidad de iniciar
voluntariamente la micción (por acción de diafragma, musculatura
abdominal) y musculo elevador y del puboccìgeo se espera que haya
control durante la vigilia y durante el sueño.
Los signos vitales de los preescolares son:
Tensión arterial: sistólica 85 a 95, diastolica: 60.
Pulso: 90 a 95 por minuto.
Respiración: 20 a 30 por m
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El interés ininterrumpido en los factores subyacentes al desarrollo,
incluido el sistema neuromuscular, es importante en términos de la
conveniencia de técnicas de adiestramiento para apresurar la
adquisición de destrezas motoras. Así también es necesario enfatizar
que los niños en edad Preescolar requieren de actividades dinámicas,
que les den la posibilidad de descubrir sus habilidades y fortalezas por
medio del movimiento y la acción de su cuerpo, por lo que resulta
trascendental que tanto docentes como padres de familia implementen
juegos y actividades que le permitan a los niños y niñas desarrollar
habilidades y destrezas motrices, que les ayuden a adquirir mayor
seguridad en sus movimientos y un mejor control de su cuerpo,
mientras se divierten y aprenden, puesto que por medio del movimiento
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se puede también estimular el área socio afectiva, y cognitiva
lingüística.
El crecimiento del poder locomotor aumenta el contacto del niño con
mas personas, cosas y hechos. Esto estimula su imaginación, curiosidad
e impulso de comunicarse verbalmente. El crecimiento de su
imaginación es una nueva fuente de poder y placer, pero tiene el
inconveniente de que puede hacer aun más profundo el miedo. El
aumento de su curiosidad fomenta su impulso de aprender aun más de
sí mismo, su mundo y sus relaciones con papa y mama, hermanos y
hermanas (parientes) y compañeros de juego (amigos). El juego brinda a
niños y niñas oportunidades para entender el mundo, interactuar social
y culturalmente con otros, expresarse, controlar emociones, desarrollar
capacidades simbólica, practicar nuevas habilidades, asumir roles,
intentar tareas novedosas, resolver problemas complejos que de otra
forma no enfrentarían, explorar, descubrir, experimentar utilizando los
sentidos, su inteligencia y creatividad
Otro aspecto importante de tomar en cuenta dentro del desarrollo
psicomotriz es que el niño tiene que aprender a manejar su cuerpo,
controlar sus músculos gruesos antes de poder tomar un lápiz y escribir,
el fortalecer el área psicomotriz en la infancia trae múltiples beneficios
para un adecuado desarrollo, mejora la autoestima, al ver lo que él es
capaz de hacer con su cuerpo, y lo principal, es el medio más adecuado
para aprender mientras se divierten.
Por otro lado Gallahue plantea que “en la edad preescolar las
adquisiciones motrices no solo contribuyen al mejoramiento de la
estructura corporal, sino también al fortalecimiento de ella y de aspectos
cognoscitivos y afectivos”
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Si el desarrollo del sistema nervioso ha sido normal, se verá reflejada en
el perfectamente de la actividad psicomotoras, con la adquisición y
destrezas, habilidades del lenguaje verbal y del dominio cognitivos. El
desarrollo motor dependerá de la estimulación que haya tenido el niño y
de las oportunidades que tenga de diversas actividades motoras. La
habilidad de andar se hace más regular, coordinada y comienza a
mostrar interés por otras formas de locomoción.
El desarrollo motor sigue un patrón el cual
va paralelo al proceso de maduración
neurológica, dicho patrón corresponde al
Céfalo caudal, “que se refiere a la
progresión gradual en el control del
movimiento muscular de la cabeza a los
pies y que está presente en la fase prenatal, fetal, y más tarde en el
desarrollo postnatal” y al Próximo distal: “que se refiere a la progresión
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gradual en el control muscular del centro del cuerpo hacia las distintas
partes. O sea, el niño controla primero músculos del cuerpo y la espalda
y luego los de la muñeca, manos y dedo”
Con base a esta definición se puede afirmar que el niño requiere primero
tener control de los músculos grandes de su cuerpo para poder luego
desarrollar los músculos más finos. Es importante aclarar que dentro del
desarrollo motor existe una clasificación la cual es:
Desarrollo motor grueso y Desarrollo motor fino.
La motora gruesa hace referencia a las habilidades que el niño va
adquiriendo para mover armoniosamente los músculos del cuerpo de
modo que puede, poco a poco, mantener el equilibrio de la cabeza, del
tronco y extremidades para sentarse, gatear, ponerse de pie, y
desplazarse con facilidad caminando y corriendo
Por su parte la Motora fina corresponde al control de los movimientos
finos (pequeños, precisos), como por ejemplo señalar de manera precisa
un objeto pequeño con un dedo en lugar de mover un brazo hacia el
área en general.”Abarca las destrezas que el niño va adquiriendo
progresivamente en el uso de sus manos, para tomar objetos,
sostenerlos, y manipularlos en forma cada vez más precisa”
El desarrollo de la motricidad fina es como se menciono anteriormente
el proceso de refinamiento del control de la motricidad gruesa, y se
desarrolla después de ésta, es una destreza que resulta de la
maduración del sistema neurológico. Las destrezas de la motricidad fina
se desarrollan a través del tiempo, de la experiencia y del
conocimiento, recordando que las habilidades y destrezas no se dan de
la noche a la mañana, si no que requieren de tiempo y de una gran
riqueza de actividades que les permitan adquirirlas.
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Es así que durante los 36 meses de
edad, anda, corre, trepa y salta bien. El
perfeccionamiento de la coordinación
viso manual y de la muscular resulta
evidente en varias áreas. A los 3 años,
un preescolar puede montar un triciclo,
andar de puntillas, mantener el
equilibrio sobre un pie durante unos
segundos y saltar ampliamente. A los 4 años puede saltar a la pata coja
y coger una pelota lanzada. A los 5 años puede saltar a la comba,
alternando los pies, y empezar a patinar. En cuanto al desarrollo de la
motricidad fina se evidencia en la manipulación cada vez más
habilidosa, por ejemplo, al dibujar o al vestirse. Estas habilidades
facilitan el aprendizaje y su independencia para ingresar en la escuela.
Cuando los niños llegan a los 3 años, la habilidad de andar se hace más
regular, comienza a mostrar interés en otras formas de locomoción
como saltar con un pie, trepar, etc.
A los 3 años.- monta en triciclo usando los pedales, cambia hacia
atrás, desciende las escales solo, las asciende alerando los pies,
puede brincar un escalón bajo y comienza a usar las tijeras
construye torres de 9 o10 cubos, imita una cruz o un circulo sin
mucha perfección, etc.
A los 4 años puede tratar y brincar bien , sube y baja escaleras
alterando los pies sin agacharse lanza la pelota por lo alto , usa
bien las tijeras , copia un cuadro y puede anudarse los cordones
de los zapatos.
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A los 5 años.- corre con destreza y juega al mismo tiempo, se
equilibra en un pie durante 8 o 10 segundos, puede usar martillo y
clavo, puede hacer algunas letras humanas màs o menos
reconocibles y se viste solo.
Por todo lo anterior es importante retomar como lo menciona Hurlock
(1988) que el desarrollo motor beneficia a los infantes de edad
preescolar, en los siguientes aspectos:
Salud: una buena salud es vital para el desarrollo y la felicidad, por
ello la importancia de que el niño realice ejercicio durante su vida.
Independencia: produce en el niño auto confianza y felicidad por
efectuar las cosas por sí mismo, y desenvolverse con soltura.
Auto entretenimiento: el control motor le permite realizar
actividades significativas por sí solo, sin necesitar un compañero.
Socialización: le es posible desenvolverse en el medio sociocultural
en el que se desarrolla
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El cambio social es muy relevante durante los años preescolares,
consiente en una creciente interés por los compañeros de edad y de
juego.
Muchos niños entran en contacto con compañeros de su edad en la
escuela preescolar o en el jardín infantil. Para algunos (as) constituye la
ocupación universal de los niños y que contribuye a su socialización.
Según Freud, el juego del preescolar de 3 años, proviene de intentos de
resolver los conflictos de Edipo y Electra. Durante este periodo se
interactúan bromas, acertijos, juegos de palabras y el juego que
incluyen otras personas.
Para Freud, el juego se relaciona con las emociones, y se creía que los
niños escogen juguetes que pueden comprender y el juego es un medio
para aprender acerca de objetos y acontecimientos nuevos o completos.
El juego de los preescolares es altamente imaginativo, pero el niño
siempre sabe lo que es real y lo que es imaginario.
Así también, el jugar es el método del niño para investigar el mundo,
poner a prueba nuevas ideas y conceptos, aventurarse a lo desconocido
y poner a la prueba la realidad y sus propios poderes. El juego permite al
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niño responder a los desafíos, modificar el medio, comenzar una acción
y observar sus resultados. Por este medio, adquiere destreza motora y
manual, percepción sensorial y espacial y comienza a adquirir la
sensación de dominio, comienza en sus propias capacidades y
realizaciones y una imagen positiva del yo.
Desarrollo De La Comunicación
Los progresos en la destreza para hablar varían de un niño a otro como
resultado de caracteres individuales, intensidad de participación en
otras fases del desarrollo o exigencias para hablar que se impongan al
niño; sin embargo, si no se adquiere el habla durante el tercer año
deberán emprenderse valoraciones para estimar la capacidad auditiva o
la intelectual. La falta de adquisición del habla también puede resultar
de relación inadecuada con la madre, en la cual el pequeño puede sufrir
de carencia emocional y de estímulos insuficientes.
Para los dos años de edad el niño promedio ha adquirido un vocabulario
de 100 palabras, o más, y durante los años preescolares el niño
adecuadamente adaptado aumenta, en promedio, 600 palabras al año.
A los tres años de edad, con facilidad identifica objetos conocidos en
figuras y puede recordar y repetir aproximadamente tres números.
A los cuatro años de edad, el habla se ha convertido en arma formidable
de la cual alardea, con la cual exagera, amenaza y difunde los secretos
familiares en el vecindario. Puede adquirir un amigo imaginario de
juegos con quien conversa: el niño conoce su edad, puede nombrar un
color y contar hasta cuatro, o más. Cumple las ordenes de manera más
apta. Para los cinco años de edad es probable que hable
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ininterrumpidamente y la comprensión ha aumentando de manera
ulterior, de modo que conoce cuatro colores, cuenta hasta 10, repite
frases bastante largas y describe cuadros con detalle. También muestra
ser inquisitivo acerca del significado de las palabras y hace preguntas
sobre la estructura del mundo que lo rodea.
En esta edad, existen fundamentalmente dos tipos de habla, según
criterios de clasificación dados por L. A. Venguer (1987, atendiendo
al desarrollo incipiente del lenguaje alcanzado por el niño en
esta etapa de su vida:
a) Habla ambiental: comunicación motivada por una situación concreta a
causa de uno u otros objetos y acciones.
b) Habla contextual: describe con bastante exactitud una situación de su
percepción directa para ser comprendida; el niño dominará este tipo de
lenguaje bajo la influencia de una enseñanza sistemática.
El juego ejerce influencia sobre el desarrollo del habla; la situación
lúdica exige de cada niño incluido en ella determinada capacidad de
comunicación. Si este no es capaz de emitir claramente sus deseos con
respecto a la marcha del juego, sus coetáneos estarán molestos con él.
El infortunio emocional, en este caso, estimula el desarrollo del habla.
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El perfeccionamiento de todos los tipos de acciones cognoscitivas se
apoya en el desarrollo del lenguaje del niño. Este desarrollo dirige el
trabajo de la imaginación, la atención y la memoria. A través del
lenguaje se trasmite al niño la experiencia acumulada por la humanidad,
en particular la experiencia de la misma actividad psíquica.
En esta edad, su vocabulario se enriquece y se produce el ulterior
perfeccionamiento del sistema gramatical; se incrementa bruscamente
la función reguladora del habla en la conducta y realización de todos los
tipos de acciones psíquicas; se forma el habla interior, que se convierte
en base de razonamiento hablado. En el proceso docente-educativo los
niños empiezan a tener conciencia de la estructura verbal del habla y de
la composición sonora de la palabra; comienzan a ver los fenómenos
hablados como un tipo especial de fenómeno de la realidad.
La atención del niño preescolar refleja sus intereses en relación con los
objetos circundantes, con las acciones realizadas con ellos. Él se
concentra sólo mientras no decaiga su interés. El surgimiento de un
nuevo objeto implica el traslado instantáneo de la atención hacia él; es
por eso que no logran ocuparse de una misma cosa por tiempo
prolongado.
Las fuentes de atención voluntaria se encuentran fuera de la atención
del niño, lo que quiere decir que el propio desarrollo de la atención
involuntaria no implica
el surgimiento de la
atención voluntaria;
esta se forma gracias a
que el adulto incorpora
al niño a nuevos tipos
de actividades, y
mediante determinados
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medios organiza y dirige su atención. La atención voluntaria se forma en
la edad preescolar, en relación con el aumento general del papel del
habla en la regulación de la conducta del niño; aunque en esta edad
comienzan a dominar la atención voluntaria, en el transcurso de la
infancia predomina permanentemente la atención involuntaria. A los
niños les resulta difícil concentrarse dentro de una actividad monótona y
poco atractiva, mientras que en el proceso del juego, al resolver algunas
tareas productivas atrayentes, pueden permanecer largo tiempo en
atención. Esta característica de la atención en los preescolares
constituye uno de los fundamentos por el que la educación preescolar
no se puede estructurar mediante la organización de actividades que
requieran la constante atención voluntaria.
El período de la edad preescolar es de desarrollo sensorial intenso, y
de perfeccionamiento de su orientación en las propiedades y relaciones
externas de los fenómenos y objetos en el espacio y en el tiempo;
percibiendo estos, comienza a apreciar cada vez más su color, su forma,
su peso, su temperatura, las propiedades de su superficie, etc.
El desarrollo sensorial del preescolar incluye dos aspectos
interrelacionados: la asimilación de representaciones acerca de diversas
propiedades y relaciones, y el dominio de nuevas acciones de
percepción que permitan percibir el mundo circundante en forma más
completa y discriminada.
La asimilación de los patrones sensoriales tiene lugar no solo con
respecto al color, la forma y el tamaño de los objetos, sino también en
relación con todas las demás propiedades, aunque los patrones en sí y el
principio de su significación dentro de un sistema sean distintos para
cada tipo de propiedad. El perfeccionamiento de las acciones de
percepción en el niño preescolar tiene como fundamento una ley ya
conocida: la transformación de las acciones de orientación externa en
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acciones de percepción. Dichas acciones que el niño va dominando en la
edad preescolar sirven para resolver, por medio de pruebas, las tareas
que aún no puede resolver mediante la percepción.
En cuanto al desarrollo de la memoria, la edad preescolar se
caracteriza por el desarrollo intenso de la capacidad de retención mental
y reproducción. La calidad de la retención mental involuntaria de
objetos, cuadros o palabras, depende de cuán activamente el niño actúe
en relación con ellos; de la medida en que tenga lugar su percepción
detallada en el proceso de la acción.
La retención mental involuntaria es un resultado indirecto,
complementario, de las acciones de percepción y de pensamiento
realizadas por el niño. En los preescolares la retención mental
involuntaria y la reproducción (recordación), constituyen las únicas
formas de trabajo de la memoria.
La imaginación del niño se va formando dentro del juego. En los
primeros tiempos está indisolublemente ligada a la percepción de los
objetos y a la ejecución de acciones lúdicas con ellos. Se produce la
interiorización, el tránsito hacia una acción lúdica con objetos, que no
existen en la realidad, y a la transformación lúdica del objeto,
atribuyéndole a este un nuevo sentido, y representándose mentalmente
las acciones con él, sin realizar acciones reales.
La imaginación se presenta ulteriormente en otros tipos de actividades
del preescolar. Se manifiesta de forma más evidente en el dibujo y al
recitar poemas o hacer cuentos. Aquí, al igual que en el juego, los niños
al principio se apoyan en los objetos percibidos, o en los trazos que van
surgiendo de sus manos, sobre el papel. Esta imaginación es
mayormente involuntaria.
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El desarrollo de la imaginación voluntaria, al igual que el de las formas
voluntarias de la atención y de la memoria, constituyen una de las
facetas del proceso general de formación de la regulación de la
conducta en el niño.
A medida que se desarrolla el afán de conocimiento y los intereses
cognoscitivos de los niños, el pensamiento se va utilizando cada vez
más ampliamente para adquirir un conocimiento del mundo circundante
que se sale fuera del marco de las tareas planteadas por la propia
actividad práctica. La diferencia entre el pensamiento visual por
imágenes y el pensamiento lógico consiste en que se usan ante
situaciones completamente distintas, y sirven para hallar soluciones
correctas en tareas de distintas naturaleza. En el desarrollo intelectual
del niño preescolar tiene lugar un importante avance de gran
significación para el dominio ulterior de formas más complejas de
pensamiento y de nuevos tipos de actividades; comienza a formarse la
función simbólica de la conciencia.
La misma consiste en la posibilidad de establecer una relación de
sustitución; utilizar un objeto como sustituto de otro y realizar acciones
con los sustitutos, en lugar de los objetos.
La conciencia se desarrolla, primeramente, en relación con la actividad
práctica y sólo después se traslada al uso de las palabras, y le da al niño
la posibilidad de pensar por medio de ella. La premisa para el
surgimiento de la función simbólica es el dominio de las acciones con
objetos y la separación posterior de la acción del objeto. Cuando la
acción comienza a realizarse sin el objeto, o con un objeto que no
corresponde a la acción, pierde su significación práctica y se transforma
de hecho en una imagen, una representación de la acción real.
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Necesidades Psicológicas:
Todo niño o niña necesita:
1. Ser amado, tal como es y sentir que pertenece a un grupo familiar,
por derecho propio y no por su forma de comportarse.
2. Poseer unos padres con quienes puedan identificarse. La imitación
formará una imagen inconsciente de la madre y del padre que
más adelante se trasformara en propia identidad de persona.
3. Tener oportunidades para encontrar satisfacciones en el niño
social que lo rodea.
4. Sentirse necesario (a) como parte del grupo familiar.
5. Encontrar oportunidades para adaptarse al grupo al que
pertenece. Es decir por medio de las experiencias, valorar por sí
mismo las ventajas y desventajas del individuo o del
cooperativismo.
6. Contar con plena seguridad de su persona frente a todas las
circunstancias que lo rodean.
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Actividad Y Descanzo:
La actividad básica de los preescolares es el
juego, generalmente están interesados en lo
que están haciendo que no saben cuando
necesitan dormir o descansar. El descanso lo
pueden obtener cambiando el tipo de juego;
de uno muy activo a un juego más tranquilo
que requiere menos energía y también por medio del sueño.
La necesidad de sueño de la preescolares es menor que la de los
lactantes. De 2 a 4 años duermen una hora y media en el día y más o
menos de 12 horas en la noche; de 5 a 6 años desaparece la siesta y en
la noche duermen más de 11 horas, aproximadamente.
Necesidad De Nutrición
En esta etapa de la vida se establecen las
preferencias alimentarias individuales,
que tradicionalmente estaban
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determinadas casi exclusivamente por los hábitos familiares. Éstos
dependen de muchos factores, como la accesibilidad a los alimentos
dependiendo del costo de los mismos y de los ingresos de las familias,
las tradiciones culturales, el grupo socioeconómico del niño, etcétera,
observándose muchas diferencias entre diversos países,
Culturas o religiones dentro del mismo país, así como entre las familias
de diverso poder adquisitivo o socioeconómico
La cantidad y variedad de alimentos que necesita el niño de uno a tres
años para recibir una nutrición óptima varía poco de las del lactante. La
disminución de su ritmo de crecimiento se compensa con aumento de la
actividad física, de manera que la necesidad total se conserva en unas
100 calorías por kilogramo y por día. Así el niño de uno a tres años de
tamaño medio a aumentando sus necesidades energéticas lentamente
durante el segundo año, de unas 1000 a 1500 calorías al día.
El niño en edad preescolar necesitara de 1400 a 1800 calorías al día.
Con ellas deben ir por lo menos 3 g de proteínas por kilogramo al día
(unos 30 a 50 g en total). La necesidad de agua disminuye
perceptiblemente, de manera que solo se necesitan de 100 a 125 ml por
kilogramo al día, a menos que haya enfermedad o el tiempo sea
caluroso. Las necesidades totales de minerales y vitaminas no cambian.
Los requerimientos nutricionales diarios de
los preescolares son:
200 a1.600calorias;80 a 90calorias
/kg/día
20 a 40g proteínas ;3 a 4g7kg/día
Agua 100ml/kg
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Es importante recordar que la alimentación de un niño es tal vez de los
hechos mas trascendentales en los primeros años de vida, no solo es
satisfacer las necesidades fisiológicas.
Recomendaciones generales dentro de una dieta son:
1. Utilización de aceites vegetales en lugar de grasa de origen animal.
2. Consumo diario de frutas y verduras.
3. Consumo de lácteos o derivados: 500 a 750 ml diarios, dependiendo
de la edad.
4. Fomentar el consumo de carne magra, con menor contenido de grasa:
carne roja magra, pollo sin piel y pescado.
5. Aumentar la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono
complejos: arroz, cereales, harina de maíz, etcétera. Reducir el consumo
de azúcares refinados.
6. Disminuir el consumo de sal.
7. Promover una comida variada a lo largo del día, incluyendo alimentos
de todos los grupos.
8. Utilizar agua y no jugos o bebidas cola en las comidas.
9. Limitar el uso de té, café y mate, que sustituyen otros alimentos más
nutritivos.
10. Realizar cuatro comidas diarias y no más de dos colaciones.
11. Evitar las ingestas entre horas.
12. Estimular que el niño coma por sí solo y con normas de higiene
adecuadas.
13. Estimular la actividad física.
14. Mantener un peso saludable, estableciendo un equilibrio entre el
aporte y el gasto energético.
15. Adecuarse a la realidad económica y cultural de cada niño,
manteniendo las costumbres alimentarias de cada familia, tratando de
realizar en conjunto recetas que promuevan la ingesta de nutrientes y
micronutrientes adecuados para la etapa de crecimiento de los niños.
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16. Disminuir el consumo de bebidas gaseosas y snacks. No utilizarlos
como recompensa o entretenimiento, siendo una buena estrategia su
disminución escalonada y no la prohibición absoluta, ya que su fácil
acceso, la publicidad y su buen sabor serían la causa de nuestro fracaso
total.
El juego es una necesidad para los niños,
que los pone en contacto en la realidad y
les libera tensiones; con él adquieren
habilidades y aprenden a afrontar
situaciones nuevas, imitan a los demás,
conocen los diferentes roles y dan rienda
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suelta a su imaginación y creatividad. Además, el juego les da la
posibilidad de entrar en un mundo con reglas, necesarias para poder
vivir en sociedad.
La forma de jugar varía con la edad; de los dos a los tres años les gusta
jugar solos, no son capaces de compartir sus juguetes ni sus juegos. De
los tres años en adelante van adquiriendo la capacidad de compartir y
juegan con otros niños, utilizan la imaginación, la fantasía y la imitación.
Hacia los cinco años pueden acoplar su juego con la realidad que los
rodea. A los seis años toleran ciertas reglas en los juegos, son más
creativos y los pueden organizar.
Para que los niños desarrollen su principal actividad, que es el juego, el
adulto debe proporcionarles los juguetes adecuados a su edad,
respetarles el juego y el tiempo para jugar, vestirlos adecuadamente
para que los hagan con libertad y comodidad, no entrometerse en sus
juegos ni tratar de organizarlos con sus reglas; los niños necesitan tener
acceso constante a sus juguetes y la posibilidad de decidir cuando
termina el juego para cambiar de actividad.
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La adquisición de hábitos higiénicos le permite a los niños hacer
actividades que redundan en beneficio de su propia salud. Su
aprendizaje se hace por la enseñanza y, principalmente, por imitación,
por lo cual se debe insistir en que los adultos son el modelo de los niños
y en que mientras más cercano y eficaz sea ese modelo, mayor es la
fuerza de ejemplo que tiene. El baño diario les proporciona satisfacción;
se debe dejar que lo hagan solos y ayudarles para limpiar algunas
zonas como orejas, cuello, codos y rodillas.
El lavado de manos antes de cada comida y después de usar el sanitario
les previene infecciones y parasitismo intestinal.
El cepillado de dientes, inmediatamente después de cada comida, es el
requisito para mantener una buena salud oral; a esta edad hay que
colaborarles y enseñarles a usar el cepillo, la seda dental y el revelador
de placa bacteriana.
Es necesario insistir en que si los niños observan que sus adultos
significativos no tienen un ritual de cumplimiento estricto en relación
con sus hábitos higiénicos, les quedará más difícil el aprendizaje de
tales hábitos.
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En la edad preescolar se empiezan a hacer propias las normas que
permiten la convivencia. Son los adultos cercanos al niño, especialmente
los padres, los que tienen la responsabilidad ineludible de enseñar estas
normas. La edad preescolar es la época en la que los niños suelen
reaccionar violentamente con pataletas, cuando sus deseos no son
satisfechos de inmediato. No es aconsejable que los padres,
generalmente por miedo a la rabieta, les proporcionen lo que piden con
violencia, ni que reaccionen agresivamente ante la pataleta, porque
ambos mensajes son perjudiciales; el primero les enseña que con
violencia se obtienen cosas, y el segundo, que ante la agresividad se
debe responder violentamente.
Ante las pataletas el adulto debe decirles a los niños —con seriedad y
firmeza en la voz, sin gritarles ni agredirlos— que de esa manera no los
atenderán; poco a poco, con una conducta consistente por parte del
adulto, los niños aprenden que así no se obtiene la atención de los
padres o de los adultos significativos.
En el proceso de construcción de normas, es necesario que los padres
sean consistentes en su posición y que los actos que deben ser
reprobados lo sean siempre, así como darle la aprobación a aquellos que
requieren.
Los padres deben ponerse de acuerdo para no desautorizarse delante de
los niños, pues esto perjudica notablemente la relación y le impide
aprender la norma que se pretende inculcar.
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El ingreso al jardín infantil debe hacerse preferentemente alrededor de
los tres años; en esta época, los niños son capaces de permanecer más
tiempo separados de sus padres, sin temor a perderlos y de compartir
con otros niños de su misma edad.
Además, tienen cierta capacidad de controlar esfínteres y un buen
lenguaje para expresar sus deseos y necesidades, lo que contribuye a
que el tiempo que pasan en el jardín sea placentero y estimulante de su
desarrollo social, motor, emocional y cognoscitivo.
Al elegir el jardín infantil se debe obrar con la suficiente responsabilidad,
de tal modo que sea el mejor en lo relacionado con su ubicación, sus
instalaciones, sus programas y el personal que los lleva a cabo. Es un
análisis que no se debe obviar por ningún motivo.
La llegada al jardín infantil debe ser una tarea mancomunada entre la
institución y los padres, de tal modo que a los niños se les garantice una
adaptación placentera y gradual, con el fin de que se pueda lograr la
finalidad fundamental de este proceso, cual es la de acompañarlos en
esta importante etapa de su socialización.
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En la edad preescolar, la alegría de vivir es más intensa que en la etapa
anterior (lactante), pues los niños han aumentado sus objetivos, se han
activado a sí mismo y sus capacidades para amar se ha hecho mas
independientes, poseen seguridad suficiente a actuar, no solo dentro de
su círculo familiar sino también fuera de casa, a través de sus
relaciones con niños y adultos. En resumen, en esta etapa se desarrollan
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aun más la imaginación, las habilidades perceptivas, motoras y la
memoria.
Las situaciones especiales que se presentan en esta edad, más comunes
y de manejo ambulatorio, tenemos la enuresis y los problemas del
sueño.
Enuresis
Definición.- es la descarga involuntaria y resentida de orina, después de
haber cumplido la edad la cual se espera que los niños logren el control
del esfínter vesical. La micción ocurre en lugar inapropiado, en la cama
donde duerme o en la que usa durante el día. Los factores que
intervienen para que un niño o niña
sufra enuresis son:
1. Ritmo de desarrollo del niño o
niña.
2. Personalidad del niño o niña.
3. Clima que reina en el hogar.
4. Enseñanzas y estímulos que el
niño o niña recibe para lograr el control de la orina.
La edad para determinar la enuresis es muy variable, pero es
aconsejable tener una edad para actuar y empezar a orientar a los
padres, esa edad es la de los cinco años de edad en la cual se debe
inician tratamiento profesional en el niño o niña.
El control vesical suele obtenerse como resultado de la interacción entre
la maduración neuromotor y la capacidad
psicológica para posponer la necesidad entre la
maduración neuromuscular y la capacidad
psicológica para frenar el impulso es, a su vez
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parte del los factores que contribuyen en las funciones del yo, como
relaciones objetivan, motivación y capacidad para afrontar conflictos.
La etiología de la enuresis es variable, pero se puede agrupar en dos:
a. Origen psíquico : Entre las causas de origen psíquico, que son más
frecuentes, están.
1. Deficiente entrenamiento de los esfínteres: muy temprana o
tardíamente. Los fracasos más comunes en crear hábitos
correctos de micción se relacionan con la edad en que se
emprende el adiestramiento y la atmósfera emocional que rodea a
la situación de este .
2. Perdida del amor de los padres, por lo general se manifiesta en
acciones regresivas.
3. Padres dominantes
4. Trastornos emocionales: tensión nerviosa, temores, trastornos en
la ingestión de alimentos y del sueño.
5. Falta de responsabilidad de los niños que se traduce en una
conducta desordenada. Se describe a los niños enureticos como
“infantiles” que encuentran el crecimiento y la adquisición de
responsabilidad demasiado difíciles. Los niños son débiles, tímidos,
apagados o bien todo lo contrario: excitables e inquietos que gran
parte de los padres lo describen como nerviosos.
6. La llegada de nuevo hermanito: en un niño y tiene control sobre el
provocar regresión, pues de pronto se ve relajado (a) a un
segundo y quiere llamar la atención, fijada ahora el nuevo
hermanito.
b) Origen orgánico: que son produciendo constricción de la uretra,
estenosis y obstrucción de las uretrales:
Causas orgánicas más comunes:
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1. Infección urinaria. Esta muy asociad con le enuresis,
especialmente en los niño.
2. Control motor defectuoso de la vejiga.
3. Sensaciones defectuosas que parten de la vejiga.
4. Hipervagotonìa.
5. Desarrollo inadecuado de los reflejos condicionales.
6. Fatiga y engrosamiento de la musculatura vesical.
7. Síntomas de diabetes mellitus.
8. La enuresis puede estar asociada con un síntoma nocturno en la
osificación, y sacralización, como defectos de función son comunes
en niños normales y no tienen relación con la enuresis.
9. Alergias. Podrían ser la causa, ya que la incidencia de la enuresis
es más alta en niños alérgicos que en lo son, debido a que el
epitelio de revestimiento de la vejiga es similar al de tracto
respiratorio y, por lo tanto, puede ser sensible a los alérgenos.
10. También está la disfunción mental, aunque en los grados
moderados no guarda relación con la enuresis, pues estos niños
son fáciles de educar más o menos a la misma edad que los niños
con un coeficiente intelectual normal.
Frecuencia: En los niños la enuresis ha sufrido una intensificación,
debido a:
1. Condiciones sociales.
2. Dificultad de la vida.
3. El trabajo frecuente de la madre fuera de la casa.
4. La carencia cada vez mayor de personal domestico que cuide a los
niños.
5. Familias en las que hay mal ajuste conyugal.
6. Madres y padres que tienen mala imagen de sus hijos.
La enuresis puede clasificarse como diurna y nocturna, pero el que más
común es la enuresis nocturna.
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Tratamiento de la enuresis:
Esta medida se debe tomar tempranamente, es decir después de los
años, si una madre no consulta porque su hijo(a) todavía se orina en la
cama, no se debe esperar hasta los 7 u 8 años, cuando ya es más difícil
el entrenamiento y la mejoría tardía. Lo primero debe hacer es:
a) Investigar la causa de la enuresis, con examen médicos, para
descartar un problema orgánico. Conjuntamente, se debe
investigar un problema psicológico, para esto se habrá entrevistas
a los padres para investigar las relaciones que existen entre ellos y
sus hijos. Así se inicia a fase más importante del tratamiento que
habrá de tener a mejorar las relaciones emocionales del niño o
niño.
b) Otra parte del tratamiento es hacer entrevistas con el niño o niña
para saber cuál es el origen de su problema y tener
conversaciones encaminadas a aumentar la confianza en sí mismo
(a) y librarlo (a) de sentimientos de desesperanza, vergüenza y
culpa.
c) Hacer que el niño deba cantidades amplias de líquido durante la
primera mitad del día, para aumentar la capacidad de la vejiga y
luego restringir la cantidad de líquido durante la tarde y la noche.
d) Dos horas antes de acostar el niño niña no darle nada de líquidos.
e) Hacer orinar al niño o niña a medianoche para que orine. Es
conveniente que se despierte bien, de lo contrario orinara como un
acto reflejo, y no estará consciente de lo que está haciendo. A
medida que se acostumbre a orinar a la
medianoche, ir aumentado una hora
progresivamente, así luego hará a la 1
am. Y después de algunos días a las 2
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am. Y así nuevamente hasta que revista toda la noche y sólo se
despierte a las 6 am.
f) Animar y dar confianza al niño o niña de que lo va a lograr,
evitando toda táctica de coacción o avergonzamiento.
Acciones de enfermería
La enfermera debe:
1. Educar y orientar al niño o niña a la familia afrontar la situación,
de manera que sea satisfactoria para ambos. Se debe contar
con la participación activa de los niños para tener un buen éxito
en el tratamiento.
2. Escuchar las preocupaciones de los padres de una manera
comprensiva y orientarlos de acuerdo con las necesidades
identificadas, para mejorarlas relaciones de estos con el niño o
niña. Cuando la enfermera capta alteraciones familiares deberá
remitir a los niños o buscar ayuda psicológica.
Encopresis
Es otra situación que se puede presentar
en los preescolares es la enconpresis; es
la defecación involuntaria, cuando se ha
pasado la edad cronológica mental del
control fecal y este problema no se debe
a una enfermedad neuromuscular. A
diferencia de la eneuresis que
generalmente se produce por las noches,
la encopresis ocurre durante el día y es más rara porque el control fecal
es más fácil de adquirir, pues regularmente el niño mayor hace una o
dos deposiciones diarias, esto se puede asociar con algún hecho al día
pues después de alguna de las tres comidas, antes de ellas, etc.
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La encopresis a menudo acompaña a la enuresis diurna. Las heces son
blandas y la deposición se produce varias veces al día. Por lo general, se
inicia de los 4 a 5 años de edad, es decir, después de un período de
varios años de control fecal, o si haber controlando nunca el esfínter
anal o vesical.
Se puede clasificar en:
Primaria .-cuando el niño nunca ha controlando el esfínter y su
comportamiento general es altamente inmaduro.
Secundaria .- cuando el niño es maduro, inteligente y solo falla en
este comportamiento. las casos de la encopresis puede ser
orgánica y psicológica, estas últimos son las más frecuentes.
Factores orgánicos.
Constipación.- puede ocurrir por problemas de dieta o porque el niño o
niña inhibe la defecación por ser dolorosa, por problemas en el esfínter
anal, por ejemplo fisuras.
Trastornos genéticos- herencia.- los padres de estos niños, la mayoría de
las veces también las sufrieron.
Factores psicológicos.
Falta de afecto de los padres.
Separación de los padres.
Presencia de unos padres dominantes y regañones.
Padres excesivamente ambiciosos.
Adopción o niños trasferidos.
Reacción agresiva por el nacimiento de un nuevo hermanito.
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El resultado de una enseñanza torpemente precoz, insistente y
agresiva.
Estas causas son mismas que provocan la enuresis y actúan igual
sobre el niño.
Tratamiento
Entrevistar a los padres para aliviar su tensión, oírles los motivos
que ellos creen han influido en su hijo para esta situación, y
observando muy de cerca para ver su actitud y la del niño, y así
tratar de analizar y aclarar el motivo d la encopresis.
Conversando con el niño para aclarar los motivos que tiene para
observar una conducta regresiva, tratando que no se sienta
avergonzado y que comprenda su situación y tratar de colaborar.
Restringir el uso de enemas y supositorios que empeoran el
cuadro.
Desviar el interés de los padres del tubo digestivo, así también se
desvía el interés del niño gradualmente.
A veces separar al niño de su medio ambiente por uno días da
resultados maravillosos.
Los placebos, igual que en la enuresis , a veces da resultado
positivos.
Acciones De Enfermera:
Orientar a los padres a no hacer críticas o someter al niño a
castigos humillantes, pues solo servirá para estimular la
persistencia del problema.
Mediante charlas sucesivas con los padres del niño ayudarlos a
encontrar la causa de la encopresis y así poder orientarlos en una
posible solución.
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Observar el ambiente familiar del niño para identificar posibles
problemas que incidan en su comportamiento, y así tratar de dar
un cambio a esta solución.
Remitirlo al especialista en caso necesario.
Problemas del sueño
Entre las solución más comunes
en la etapa preescolar, están
los problemas del sueño. Estos
síntomas jamás se presentan
aisladas y por lo general
acompañan a otras dificultades,
particularmente a la
inapetencia. Cualquier error en
la crianza provoca incomodidad
emocional que se manifestar en
este modo. A veces, el problema es únicamente de disciplina y sólo
secundariamente de sueño.
La etiología es:
1. Situaciones de tensión familiar, debido a dificultades e
incomprensiones de los padres hacia el niño o niña durante el día,
este puede permanecer despierto pensando en estos problemas.
2. Cuando se le acuesta por el castigo, el niño puede no dormir,
pensando en como se vengara por las injusticias supuestas o
reales.
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3. Los niños que tienen una estimulación excesiva por tener
demasiada actividad extracelular tiene dificultad para conciliar el
sueño y cuando lo logra es un sueño inquieto.
4. La ansiedad y la preocupación, por rechazo entre los padres,
preferencias por uno de los hermanos, dificultades económicas y
malas notas escolares.
5. A los niños excesivamente protegidos, el temor no les deja
concebir el sueño, puede ser temor a estar solos y cualquier ruido
los molesta y piensan que son fantasmas, como el sonar las
ventanas.
6. Algunos niños permanecen despiertos adrede por las noches , para
poner en practicar algo que no es permitido durante el día
chuparse el dedo, comerse la uñas, etc,
7. La ansiedad por miedo a separarse de sus padres.
8. Problemas de salud: otitis, dolor de muela, de estomago,
picaduras de animales, hipertrofia de adenoides.
9. Fármacos: algunas drogas como broncodilatadores pueden
producir problemas del sueño.
Las pesadillas:
Son reacciones de miedo durante el
sueño. En las pesadillas el niño se
despierta atemorizado, levantado las
manos y señalándolo que
supuestamente vio durante el sueño.
Las pesadillas generalmente se
producen de una a dos horas después de haberse dormido y pide
describir su mal sueño está bien orientado puede reconocerlas personas
que lo rodean y puede ser clamado fácilmente.
Las pesadillas son a veces tan vividas, que el recuerdo de ellas,
acompañadas por sentimiento de temor, ocurre nuevamente al día
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siguiente cuando el niño esta despierto, las pesadillas se asocian
generalmente a los recuerdos terroríficos.
Tratamiento:
Corrección de mecanismo que provoca, así es por programas
inadecuados no dejarlos ver, por discusión con los padres, hacer
estos mejoren su relaciones o al menos no discutan delante de sus
hijos.
Una entrevista con las padres sobre la actitud adecuada hacia el
sueño. Es importante tener en cuenta que el tiempo necesario de
sueño. Es importante tener con los padres sobre la actitud adecuada
hacia el varia ampliamente, según el individuo, por lo tanto, no es
correcto esperar que todo los niños duerman exactamente las
mismas horas.
El sonambulismo
Es bastante común y raramente necesita
atención médica, a diferencia de las pesadillas,
se presentan en las primeras horas del sueño.
Los niños son consientes del medio ambiente,
pero indiferentes al él.
Los ojos están abiertos, la expresión es dulce y los movimientos rígidos.
Es producido por ruido, preocupación, esfuerzo y algunas veces es
atribuido a casusas emocionales, como falta del amor de los padres,
llegada de un hermanito, fracaso en la escuela o muerte de alguno de
los padres.
Frecuencia.
1. Los periodos de sonambulismo varían de un sueño. Unos pueden
tener episodios cada semana y otras tres veces al año.
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2. El sonambulismo disminuye a medida que el niño aumenta de edad. Y
muy pocas personas continúan siendo sonámbulas en la edad adulta.
3. El sonambulismo es familiar en el 40% de los casos están afectadas
dos o más miembros de una familia.
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interamericana. México, 1971
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