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PRESENCIA DE IDEACIÓN SUICIDA EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA DEL

MUNICIPIO DE FLORIDABLANCA (SANTANDER)

CAROLINA GUZMÁN ORJUELA

OSMIRIDA CASTILLO PINILLA

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

BUCARAMANGA, SEPTIEMBRE DE 2015

PRESENCIA DE IDEACIÓN SUICIDA EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA DEL

MUNICIPIO DE FLORIDABLANCA (SANTANDER)

CAROLINA GUZMÁN ORJUELA

OSMIRIDA CASTILLO PINILLA

Asesora:

Ps. MARÍA CATALINA ARDILA PUYANA

Trabajo de grado para optar al título de

PSICÓLOGO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

BUCARAMANGA, SEPTIEMBRE DE 2015

IDEACIÓN SUICIDA EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA 1

Tabla de Contenido

Pág.

Resumen 5

Introducción 6

Planteamiento del Problema 7

Justificación 11

Objetivos 14

Objetivo General 14

Objetivos Específicos 14

Marco Conceptual 15

El Suicidio y la Ideación Suicida 15

Definición 15

Tipos de Ideación Suicida 15

Manifestaciones de la Ideación Suicida 16

Factores Predisponentes de la IS 18

Factores Protectores de la IS 21

La Conducta Suicida en el Adolescente 23

Antecedentes de Investigación 25

Metodología 28

Diseño 28

Participantes 29

Instrumentos 29

Procedimiento 31


Fase I 31

Fase II 31

Fase III 31

Fase IV 31

Fase V 31

Procedimiento para el Procesamiento de la Información 32

Variables 32

Consideraciones Éticas 32

Resultados 33

Variables Sociodemográficas 33

Confiabilidad de la Prueba 34

Niveles de Ideación Suicida en la Muestra 34

Correlación entre IS y Variables Sociodemográficas 35

Discusión 36

Referencias 41

Apéndices 47


Lista de Tablas

Pág.

Tabla 1. Distribución de la muestra por grado de escolaridad y género 33

Tabla 2. Distribución de la muestra por edad 34

Tabla 3. Presencia de Ideación suicida, género y grado escolar 35


Lista de Apéndices

Pág.

Apéndice A. Cuestionario de Ideación Suicida (Beck, Kovacs y Weissman, 1979) 47

Apéndice B. Consentimiento Informado 49

Apéndice C. Presupuesto 51

Apéndice D. Cronograma 52


Resumen

La presente investigación tiene como objeto de estudio la descripción de la presencia de ideación suicida (IS) en un grupo de estudiantes de décimo y undécimo grado del Colegio Isidro Caballero Delgado, del municipio de Floridablanca (Santander), así como la correlación de la variable IS con el género y el grado de escolaridad. Para tal efecto, se llevó a cabo la aplicación de la Escala de Ideación Suicida de Beck (Beck, Kovacs y Weissman, 1979), cuyos resultados fueron contrastados con las variables de género y grado escolar, a través de una prueba estadística no paramétrica, con el fin de determinar la relación entre las variables. Se hallaron niveles de IS superiores a los descritos en la literatura, de manera que se sugiere continuar trabajando en esta línea de investigación ante el riesgo potencial que supone una alta prevalencia de IS en los adolescentes. Palabras claves: Ideación suicida; Suicidio; Adolescencia.


Introducción

La Ideación Suicida (IS) ha sido definida por González y cols. (1998) como un conjunto

de pensamientos de autodestrucción, generalmente asociados con la adolescencia, que

predisponen al sujeto a ejercer conductas encaminadas a hacerse daño y, eventualmente, a

quitarse la vida. En otras palabras, se considera que ésta antecede, tanto al intento suicida, como

al suicidio mismo y, por consiguiente, su estudio se ha convertido en una forma tanto de

diagnóstico como de prevención de esta problemática que en algunas latitudes ha llegado a

convertirse en un asunto de salud pública.

Teniendo en cuenta que en los adolescentes el proceso de ejecución del suicidio es muy

corto (incluso podría ser de horas), la IS es un constructo cuyo estudio reviste una gran

importancia, ya que puede convertirse en un factor clave en la identificación de riesgo y

prevención del suicidio. Es por ello que se ha definido como objetivo de este estudio determinar

la prevalencia de IS en un grupo de estudiantes de secundaria del municipio de Floridablanca

(Santander), de manera que se logre dar inicio a una línea de investigación frente a esta

problemática.

Para tal efecto, se llevó a cabo un estudio descriptivo transversal, con el fin de determinar

la presencia o prevalencia de IS en 71 estudiantes de los grados décimo y undécimo del Colegio

Isidro Caballero Delgado del municipio de Floridablanca, para lo cual se empleó la Escala de

Ideación Suicida de Beck (Beck, Kovacs y Weissman, 1979), cumpliendo con todos los

principios de manejo ético de los datos y aplicación del consentimiento informado por parte de

los directivos y los docentes de la institución, así como de los participantes y sus tutores legales

cuando estos eran menores de edad.

En las siguientes páginas, se describen los elementos más relevantes del desarrollo de este


estudio, en términos de su diseño, implementación, recopilación y análisis de la información,

discusión teórica de las conclusiones y socialización del estudio. Se espera que este trabajo

constituya un producto significativo que sirva como punto de partida para la investigación de un

tema que puede representar el mejoramiento de la calidad de vida de muchos jóvenes e, incluso,

puede impedir muchas muertes prematuras.

Planteamiento del Problema

Según lo ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004), el suicidio

constituye un problema de salud pública muy importante en una gran cantidad de naciones. A

pesar de ser evitable, sea estimado que provoca casi la mitad de todas las muertes violentas

ocurridas en el mundo, traduciéndose en casi un millón de víctimas al año a nivel mundial, con

los correspondientes costos familiares, sociales, económicos, etc. La OMS también ha realizado

proyecciones en las que se estima que para 2020 las víctimas fatales podrían ascender a 1,5

millones, sin contar aquellas que quedan con serios padecimientos y discapacidades tras un

intento fallido de suicidio.

De acuerdo con Le Galés-Camus (2004), cada suicidio supone la devastación emocional,

social y económica de las familias y del grupo social de la víctima, con lo cual se puede afirmar

que los efectos van más allá de la muerte precipitada de una sola persona; esto es cierto al punto

que en muchos casos, el suicidio de una persona puede desencadenar en el corto o largo plazo el

suicidio de un miembro de sus familia o de una persona cercana. Además, los costos humanos y

económicos asociados al suicidio, ha hecho que las organizaciones nacionales y mundiales

dedicadas a la protección de la salud hayan adoptado medidas urgentes y coordinadas para

prevenir ese número innecesario de víctimas (OMS, 2004).

Otro factor de alerta relacionado con la IS y el suicidio como problema de salud pública,


es que en los últimos años se ha observado un incremento constante de la conducta suicida en los

adolescentes (Kaplan y Sadock, 2008); en los Estados Unidos, por ejemplo, el suicidio es la

tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años (Centers for Disease Control and

Prevention, 2004), con una mayor prevalencia para los varones (86%) y una elevada predilección

por las armas de fuego (54%). Para el caso colombiano, el Instituto Nacional de Medicina Legal

y Ciencias Forenses (2013) registró 1.810 casos de suicidio en el territorio nacional.

Adicionalmente, los archivos de esta entidad estatal muestran que entre 2004 y 2013 un total de

18.275 personas fallecieron por suicidio, con un promedio anual de entre 1.700 y 1.900 casos.

Es importante señalar que de 2004 a 2006 hubo una leve tendencia al descenso, pero que

a partir de 2007 y hasta el año 2012, se observa una tendencia al ascenso, siendo este último el

año donde mayor número de casos se dieron (1.901). En 2013, se registraron 91 casos menos que

en el año 2012 y una tasa de 3,84 suicidios por cada 100.000 habitantes, (OMS, 2004).

Estas cifras reflejan la gran necesidad de estudiar el fenómeno del suicidio y, en ese

contexto en de la IS, ya que la incidencia del suicidio en Colombia es casi igual a la de las

muertes por riñas, accidentes de tráfico o violencia social, lo cual nuevamente apunta a la

caracterización de problema de salud pública, máxime cuando tiene cada vez mayor incidencia

entre los adolescentes, (Instituto Nacional de Medicina legal y Ciencias Forenses 2013).

Por otra parte, está el aspecto de los intentos suicidas no consumados, los cuales se

presentan aproximadamente 70 veces más que los suicidios efectivos y constituyen un factor

predictor de la probabilidad de suicidio, toda vez que el haber intentado quitarse la vida

incrementa el riesgo de intentarlo nuevamente y con ello de lograr el objetivo (González y cols.,

2002).

Aun a pesar de ser un importante predictor de la posibilidad de suicidio, la literatura


muestra que la IS ha sido menos estudiada que el intento de suicidio o el suicidio consumado, y

solamente ha pasado a ser mencionada o relacionada con síntomas depresivos, conflictos

interpersonales, trastornos depresivos, trastornos mentales y dependencia de sustancias, entre

otros (Centers for Disease Control, 1993; citado por González y cols., 1998). Por este motivo, la

realización de un estudio como el presentado en estas páginas resulta relevante, ya que abre el

campo para el desarrollo posterior de trabajos más extensos y profundos sobre el tema.

Entre los pocos trabajos colombianos que se lograron documentar en la fase preparatoria

de este trabajo, se puede citar el estudio acerca de IS en adolescentes de la ciudad de Bogotá

llevado a cabo por Calvo, Sánchez y Tejada (2003), quienes encontraron una prevalencia de

3.8%, con una mayor incidencia en las mujeres que en los hombres. Este porcentaje, aunque

pareciera ser poco significativo, cuando se traduce a la población general de adolescentes arroja

cifras preocupantes, toda vez que podría ser que haya en el país miles de jóvenes con IS que

eventualmente podrían llevarlos a graves lesiones o a la muerte, mientras que no existen

iniciativas claras y de alto impacto destinadas al diagnóstico, la prevención y la intervención de

potenciales adolescentes suicidas.

Se destaca el primer estudio con población clínica que compara las características de

pacientes adolescentes con suicidabilidad en Colombia (Rueda, Rangel, Castro, y Camacho,

2010), aunque con la limitante de haber sido realizado de manera intrahospitalaria con pacientes

del régimen contributivo. Este grupo de investigadores encontró que, dentro de su muestra de

adolescentes, quienes mayor riesgo suicida presentaron fueron las mujeres, las cuales a su vez

tuvieron más intentos suicidas. Además, entre sus conclusiones los investigadores destacaron la

necesidad de diseñar nuevos estudios que precisen los factores de riesgo y protectores

específicos para población colombiana.


Desde el ámbito de la intervención institucional y gubernamental de la problemática del

suicidio, el Plan de Gobierno propuesto por Luis Francisco Bohórquez, actual Alcalde de

Bucaramanga (Bohórquez, 2011), señala que el suicidio es un indicador del “estado de bienestar

del ser humano con su entorno, y [quien] utiliza la muerte cuando no le es favorable”. Agrega el

burgomaestre que durante 2010 “en el área metropolitana se registraron 46 suicidios,

Bucaramanga reportó 30 casos; según el informe de Bucaramanga como vamos el grupo etario

más asequible a este flagelo está entre 27 y 39 años; etapa de la vida altamente productiva” (Pág.

Bohórquez, 2011; p. 20) y más adelante manifiesta que el suicidio es la cuarta causa de muerte

en la ciudad de Bucaramanga, razón por la cual es un problema prioritario para las autoridades

del Área Metropolitana, a la cual pertenece el municipio de Floridablanca. En otras palabras, las

autoridades han tomado muy seriamente el problema del suicidio, más aun cuando desde el

marco de la Ley 1616 de 2013 se ha reglamentado el deber constitucional de los entes de

gobierno en la promoción de la salud mental, así como en la prevención e intervención de los

problemas que la afectan, donde tienen capital importancia la IS y el suicidio, dada su importante

incidencia entre la población general.

Como información complementaria sobre la incidencia del suicidio y la IS en el Área

Metropolitana de Bucaramanga, un artículo publicado por el periódico Vanguardia Liberal

(2012) señala que cada año varían los mecanismos o métodos utilizados para cometer el suicidio

en la ciudad de Bucaramanga y Floridablanca. Así, de acuerdo con los informes del Instituto

Nacional de Medicina Legal (2013), en 2009 el mayor número de suicidios se produjo por

envenenamiento, mientras que en 2010 el método más utilizado fue el ahorcamiento y en 2011

fue la caída de altura. Igualmente, señalan que no existe un día o una hora en la que se presenten

más suicidios, tampoco se ha establecido un perfil para describir al suicida pues se presenta tanto


en jóvenes como en adultos mayores, solteros, casados, de estratos altos o bajos y hasta en

trabajadores como en desempleados. Enfatizan los “expertos en el tema” consultados por ese

periódico que, aunque todas las personas son mayor o menormente “proclives al suicidio”, la

motivación varía en cada persona y nunca es consecuencia de un sólo factor, (OMS 2004)

Con base en los anteriores elementos, se define como interés de la presente investigación

determinar la prevalencia o presencia de IS en un grupo de estudiantes décimo y undécimo grado

del Colegio Isidro Caballero Delgado en el municipio de Floridablanca (Santander), con el fin de

realizar una caracterización exploratoria en aspectos como presencia de IS, frecuencia,

prevalencia según el género, la edad y el grado, entre otros aspectos. Se espera que los datos y

análisis desarrollados en este estudio puedan servir como base para obtener un conocimiento más

preciso de este tipo de comportamiento, identificando los grupos más vulnerables o en riesgo

mediante la detección e intervención temprana.

Como punto de partida para la investigación, se plantearon como hipótesis de trabajo las

siguientes: a) H1: Existe presencia de ideación suicida en un grupo de estudiantes de décimo y

undécimo grado del Colegio Isidro Caballero Delgado del municipio de Floridablanca

(Santander); y b) H2: La presencia de ideación suicida es porcentualmente mayor en las mujeres

que en los hombres de la muestra.

Con base en lo anteriormente expuesto, las investigadoras operacionalizaron el problema

de la investigación por medio de las siguientes preguntas de investigación:

1. ¿Existen niveles muestralmente significativos de ideación suicida (IS) en los

estudiantes de décimo y undécimo grado del Colegio Isidro Caballero Delgado del municipio de

Floridablanca (Santander)?

2. ¿Existen diferencias porcentualmente significativas de los niveles de ideación suicida


(IS) entre los hombres y las mujeres de la muestra?

Justificación

La realización de este estudio es relevante por varios factores, el primero de los cuales es

el hecho de que entidades internacionales como la OMS (2004) y nacionales como el Instituto

Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2013) categorizan el suicidio como un

problema de salud pública, que afecta a millones de personas en el mundo y que suele tener un

impacto importante a edades tempranas, especialmente en la adolescencia (González y cols.,

2002). En este sentido, resulta importante caracterizar la prevalencia de IS y de conductas

relacionadas con el suicidio en adolescentes, de manera que se puedan perfilar los posibles

factores de riesgo, así como aquellos que resultan ser protectores (Mardomingo, 2002).

Desde el ámbito de la salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2005)

ha hecho proyecciones desde hace varios años según las cuales cada 40 segundos alguien se

suicida en el mundo; es decir que un poco más de dos mil personas se quitan la vida cada hora,

seis de las cuales lo hacen en Colombia.

Adicionalmente, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y

Ciencias Forenses (2013), “los casos reportados por la red pública de hospitales de la capital son

en su mayoría de jóvenes entre los 15 y 24 años”, lo cual genera la necesidad de estar atentos a

este tipo de población, ya que durante la adolescencia y la adultez temprana suelen producirse

conflictos que podrían desembocar en IS y en episodios suicidas. Dentro de un contexto más

cercano al del núcleo poblacional y la muestra elegida para el estudio, cifras de 2013 indican que

en los municipios de Bucaramanga y Floridablanca hubo 21 suicidios en ese año, lo que

representa una tasa de 3,99 por cada 100.000 habitantes, de los cuales 2 eran menores de 17 años

(Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses 2013).


Aunque podría parecer que la incidencia de suicidio en la población menor de edad en la

zona es reducida, lo cierto es que podría existir una elevada incidencia de IS, la cual es menos

fácil de determinar, toda vez que las cifras sobre suicidio son objetivas y dependen de los casos

reportados a Medicina Legal, mientras que la IS sólo es detectable mediante la verbalización del

sujeto (hecho que no es muy frecuente) o mediante la aplicación de instrumentos diseñados para

tal efecto. Por ello, las investigadoras hallaron relevante el desarrollo de este estudio, toda vez

que sus resultados pueden servir como punto de partida para establecimiento de una línea de

investigación que genere y ejecute propuestas de estudio del fenómeno que permitan profundizar

en su comprensión, así como en la determinación de su incidencia, causas, establecimiento de

modelos de prevención, estrategias de intervención, etc., tanto en Bucaramanga y su área

metropolitana, como en otras zonas del departamento. En este sentido, dentro del área de

investigación de la Facultad de Psicología de la Universidad Cooperativa de Colombia,

Seccional Bucaramanga, este vendría a ser un estudio exploratorio con una gran potencial social

en salud pública en el mediano y largo plazo.

Dentro de las fuentes de justificación, también vale la pena citar la vulnerabilidad de los

adolescentes, ya que la básica secundaria es, además de un ambiente importante de realización

personal, un espacio donde los jóvenes se ven enfrentados a factores que contribuyen a hacerlos

propensos a bajas en el estado de ánimo, tales como el nivel de exigencia de las evaluaciones, la

pérdida de materias o del año escolar, la adaptación al ambiente escolar, las pérdidas afectivas, el

acoso escolar, etc. En general, es una situación compleja para lo que no están preparados o no

reciben el acompañamiento adecuado, lo cual también está asociado al hecho que los

adolescentes ingresan cada vez más jóvenes al ambiente escolar y a veces ello permite que se

ignoren los cambios evolutivos y emocionales propios de la adolescencia (Amézquita, González


y Zuluaga, 2003).

Adicionalmente, al realizar la revisión bibliográfica y documental preliminar para el

desarrollo del estudio, se logró evidenciar la realización de algunos estudios en Colombia sobre

el tema de IS y conductas suicidas (Amézquita, González y Zuluaga, 2003; Ceballos, 2003;

Amézquita, González y Zuluaga, 2008; Escobar, 2007; Rueda, Rangel, Castro y Camacho, 2010,

entre otros), en las que se utilizó la Escala de Ideación Suicida de Beck (Beck, Kovacs y

Weissman, 1979), lo cual permitió realizar el diseño con base en la preexistencia de un

instrumento cuyo diseño se ajusta de manera muy adecuada al modelo metodológico y a los

objetivos de investigación. Del mismo modo, el uso de un instrumento validado y aplicado con

anterioridad en población análoga a la de este trabajo se convierte en una oportunidad de

contraste entre los resultados obtenidos en otras regiones y aquellos que se recabaron a partir de

la muestra de esta investigación.

Objetivos

Objetivo General

Determinar la prevalencia de ideación suicida (IS) y la relación de ésta con el género y

grado de escolaridad, en un grupo de estudiantes de décimo y undécimo grado del Colegio Isidro

Caballero Delgado del municipio de Floridablanca (Santander).

Objetivos Específicos

Establecer si existe presencia estadísticamente significativa de IS entre los participantes

de la muestra seleccionada.

Identificar el nivel de IS en los integrantes de la muestra, en términos de frecuencias

absolutas y relativas.

Determinar si existen correlaciones estadísticamente significativas entre la IS y las


variables de género y grado escolar.

Comparar los resultados obtenidos con los reseñados por otros investigadores

colombianos en poblaciones análogas mediante la aplicación del mismo instrumento.

Marco Conceptual

El Suicidio y La Ideación Suicida

Definición

De acuerdo con Berger (2014), se entiende por suicidio a todo conducente a “quitarse

deliberadamente la propia vida”; por consiguiente, se trata de “es cualquier acción que pudiera

llevar a una persona a morir, como tomar una sobredosis de fármacos o estrellar un automóvil de

forma deliberada”. Para este autor, entre los principales factores determinantes en la aparición de

un episodio suicida, se pueden contar: a) trastorno bipolar; b) trastorno límite de la personalidad;

c) depresión; d) consumo de alcohol o drogas; e) trastorno de estrés postraumático; f)

esquizofrenia; y f) episodios de vida estresantes (problemas financieros, pérdidas afectivas,

estrés crónico, etc.).

Por otro lado, se define ideación suicida como la amplia gama de pensamientos,

imágenes e ideas, que pueden ser de carácter general (es decir, dificultad para conciliar el sueño,

tristeza, melancolía, sentimiento de culpabilidad y sin esperanza de vida) o bien de carácter

concreto, con planes de suicidio, así como amenazas formuladas verbalmente o por escrito. La

ideación suicida implica siempre un riesgo de suicidio que debe considerarse, ya que implica una

elaboración cognitiva previa de la situación por parte del sujeto, quien puede estar en vísperas de

tomar la determinación definitiva de quitarse la vida (Mardomingo, 2002).

Tipos de Ideación Suicida


De acuerdo con Pérez (2013), la idea o ideación suicida (IS), entendida como el

pensamiento claro, presente y reiterado de acabar con la propia vida, puede tipificarse de acuerdo

con la manera en que se manifiesta. Una clasificación de los diferentes tipos de ideación suicida,

a juicio del citado psiquiatra, sería la siguiente:

1. Idea suicida sin planeamiento de la acción: Donde el individuo expresa su deseo de

quitarse la vida, pero sin hacer ninguna manifestación acerca de cómo pensaría hacerlo.

2. Idea suicida con un método inespecífico o indeterminado: Se diferencia de la anterior,

en que además de la expresión de los deseos de matarse, el individuo ha contemplado diferentes

métodos, sin finalmente decidirse por alguno.

3. Idea suicida con un método específico pero no planificado: Además de la

manifestación del deseo de morir por propia mano, en esta tipología el sujeto ya ha elegido un

método específico, pero aún no definido otros elementos como el momento, el lugar y la

logística que debe organizar para la realización el suicidio.

4. Plan suicida: En este último caso, de acuerdo con Pérez (2013), además de la expresión

de su deseo de autoeliminación, el individuo ha definido el método, el lugar, el momento, la

logística, las precauciones para no ser descubierto y demás elementos claves para llevar a cabo el

plan de quitarse la vida. A juicio del autor citado, esta tipología es la más grave, ya que en ese

momento el sujeto tiene claro su deseo y está muy cerca de tomar la decisión de llevarlo a la

práctica.

Manifestaciones de la Ideación Suicida

Dentro de las tipologías descritas anteriormente, autores como De Zubiría (2007) y Pérez

(2013) han logrado identificar una serie de expresiones o manifestaciones autodestructivas que

deben ser exploradas cuando se presentan, ya que se convierten en serios indicadores de la


presencia de ideación suicida y, por ende, pueden ser predictores de la posibilidad de un evento

suicida. En este sentido, cuando el individuo no expresa verbalmente sus ideas de suicidio, ellas

pueden deducirse de la aparición de algunas de las siguientes manifestaciones:

1. Considerar las ideas suicidas como poco importantes, minimizarlas, y tratar de

tranquilizar a los demás con expresiones como “No me va a pasar nada.”

2. Una inusitada y repentina apariencia de paz y tranquilidad luego de un periodo de

intensa angustia, ya que podría representar que el conflicto interno entre los deseos de vivir y los

deseos de morir se ha resuelto en favor de los últimos.

3. Hay una identificación implícita o explícita con una persona que se ha suicidado

anteriormente, con expresiones como “Si yo estuviera pasando por esa situación, también lo

haría.”.

4. Buscar casos similares al suyo, donde las personas tomaron la última resolución de

quitarse la vida. Decir algo como “Tal señor se mató cuando quedó en la ruina”, cuando uno

mismo está pasando por graves dificultades económicas.

6. Cuando se les aborda de manera directa acerca de si han contemplado la posibilidad de

quitarse la vida, las personas no verbalizan una respuesta, sino que rompen en llanto, bajan la

cabeza, guardan un profundo silencio, fruncen el entrecejo, se levantan bruscamente y se van,

etc.

7. La persona está en posesión de elementos que podría utilizar para cometer suicidio

(acumular medicamentos de uso restringido, llevar consigo sustancias tóxicas sin justificación,

comprar un arma de fuego sin que sea necesaria, etc.).

8. Empezar a frecuentar lugares en los que se sabe las personas acuden a tratar de quitarse

la vida (puentes elevados, acantilados, vías de tren, azoteas desprotegidas, etc.).


9. Recurrir al consumo de bebidas alcohólicas o de otros psicoactivos, en altas cantidades

y con una mayor frecuencia que la habitual, lo cual suele asociarse con una necesidad de

“llenarse de valor” para llevar a cabo sus planes.

10. Las manifestaciones inmoderadas de angustia, miedo, intranquilidad, y zozobra, que

pueden hacer que el sujeto se torne impresionable y sugestionable, lo cual podría facilitar la

ocurrencia del fenómeno desencadenante de la conducta suicida.

Factores Predisponentes de la IS

Entre los factores básicos que pueden incrementar el riesgo de suicidio en niños y

adolescentes, Berger (2014) ha logrado caracterizar estadísticamente los siguientes: a) acceso a

armas de fuego; b) existencia de un miembro de la familia que cometió suicidio; c) antecedentes

de autoagresión deliberada; d) antecedentes de abandono o maltrato; e) vivir en comunidades en

donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes; y f) una ruptura sentimental

mal manejada. De acuerdo con este autor, en los hogares donde confluyen una o más de estas

condiciones, se debe estar muy atentos frente a los cambios de estado de ánimo de los niños y

adolescentes que podrían estar experimentando ideaciones suicidas.

Los factores predisponentes y la prevalencia del suicidio y de la IS son variables,

dependiendo de la cultura donde se estudie. Es así como se ha logrado establecer que en

adolescentes mexicanos oscila entre el 8.3% y el 9.5% (González y cols., 2002), mientras que en

estudiantes de Pakistán la prevalencia fue 31.4% (Khokher y Khan, 2005), y en Colombia de

3.8% (Calvo, Sánchez y Tejada, 2003). En cuanto al género, se ha encontrado que la ideación

suicida es mayor en mujeres que en los hombres (Calvo, Sánchez y Tejada, 2003; González y

cols.. 2002; Hirshfeld y Rusell, 1997). No obstante, en su investigación con adolescentes

pakistaníes, Khokher y Khan (2005) no hallaron diferencias con respecto al género.


En términos del intento suicida, que constituye el paso siguiente a la ideación suicida, se

ha logrado documentar que éste es más frecuente en las personas solteras, solitarias, sin

compañía, con reducción del círculo de amistades, poco relacionadas y agobiadas por problemas

complejos y difíciles de solucionar; el adolescente o joven suicida se siente desesperanzado,

inseguro, apático y rechazado, por lo que se aísla. Estos factores han sido observados de manera

consistente por investigadores en diferentes países y durante más de 25 años (Blumental 1988;

Mardomingo y Zamora, 1992; Centers for Disease Control 1993; Hirshfeld y Rusell, 1997;

González y cols. 1998; González y cols., 2002; Sánchez 2002; Berger, 2014).

Diversas investigaciones revisadas para el desarrollo de esta investigación han logrado

documentar correlaciones de la IS con:

1. Trastorno depresivo (Gibb, Andover y Beach, 2006; Nutting y cols., 2005).

2. Pertenecer a minorías étnicas (Bertolote y cols., 2005; Tortolero y Roberts, 2001).

3. Problemas dermatológicos (Kimata, 2006; Picardi, Mazzotti, y Pasquini, 2006).

4. Orientación sexual homosexual o bisexual, historia de violación o abuso sexual

(Balsam y cols. 2005; Calvo, Sánchez y Tejada. 2003; Corcoran y cols., 2006; Fergusson,

Horwood y Beautrais, 1999).

5. Consumo de alcohol, de drogas ilícitas y consumo de cigarrillo (Conner y cols. 2006;

Havens y cols., 2006; Light y cols., 2003; Tomori y cols., 2001).

6. Enfermedades terminales (Chochinov y cols., 1998; Kelly y cols., 1998).

7. Problemas socioeconómicos y sociales (Norlev y cols., 2006; Ovuga, Boardman y

Wassermann, 2005; Yoder y Hoyr, 2005)

8. Víctimas sobrevivientes de terremotos (Vehid, Alyanak y Eksi, 2006).

9. Estar solo durante ocho (8) horas o más (Calvo, Sánchez y Tejada. 2003), entre otros.


Adicionalmente, entre las características que pueden aumentar el riesgo de que se

presente la ideación suicida específicamente entre los estudiantes se encuentra la interrupción de

los estudios por más de seis meses y considerar que su desempeño escolar es malo, lo cual es un

indicador tanto de un trastorno mental como un trastorno depresivo. También se ha documentado

que pasar por una situación vital límite por un gran estrés o sufrimiento, puede constituir un en

factor de riesgo en el núcleo familiar, donde se relaciona el componente genético y la dinámica

familiar (Coie y cols., 1993).

Para Calvo, Sánchez y Tejada (2003), los trastornos de la infancia también son un factor

determinante, en la medida que los adultos y adolescentes que eran niños cuando sus padres se

divorciaron son más propensos a pensar seriamente en el suicidio a diferencia de los adultos que

crecieron en familias intactas.

El Centro Infantil del Instituto Médico Johns Hopkins en Baltimore (Wilcox y cols.,

2010) ha analizado cómo el suicidio de alguno de los padres afecta de forma más profunda a los

niños y adolescentes que a los hijos adultos más jóvenes, por lo que es probable que intervengan

factores ambientales y del desarrollo, así como genético, en los riesgos de la siguiente

generación. Aquellos que perdieron a un padre por suicidio de niños o adolescentes eran tres

veces más propensos al suicidio que los niños y adolescentes de padres que seguían vivos. Los

niños de menos de 13 años cuyos padres murieron de forma repentina en un accidente eran dos

veces más propensos a morir por suicidio que aquellos con padres vivos pero la diferencia

desaparecía en los grupos de más edad.

Los niños de menos de 13 años que perdían a un progenitor por enfermedad no mostraron

un mayor riesgo de suicidio al compararse con los niños de la misma edad y con ambos padres

vivos. Según explica Wilcox y cols. (2010), perder un progenitor por suicidio a temprana edad


puede ser un catalizador para cometer suicidio o intentar el mismo y presentar trastornos

psiquiátricos, pero no se debe olvidar que posiblemente los factores del desarrollo ambiental y

genéticos de este joven aumenten el riesgo de cometer el suicidio, presentar ideación del mismo

o hasta efectuar intento del mismo.

Desde otra perspectiva, Baca (2005) ha explicado que los intentos de suicidio pueden

estar motivados por una mezcla de factores genéticos y ambientales y, de hecho, los problemas

con la pareja hacen que estas personas presenten un riesgo de suicidio 30 veces mayor que el

resto de la ciudadanía. Este tipo de conductas pueden estar provocadas por un componente

hereditario, influido por el hecho de que tras el 90% de los intentos de suicidio hay algún

trastorno mental subyacente. No obstante, más allá de estos factores genéticos hay un patrón

conductual afectado por factores estresantes o de personalidad.

En este sentido, dice Baca, se ha comprobado que los problemas de pareja hacen que el

riesgo de suicidio sea 30 veces mayor, los conflictos interpersonales que el riesgo sea 10 veces

mayor, y otras cuestiones de personalidad como la impulsividad o la agresividad hacen que

aumente unas ocho veces el riesgo de optar por el suicidio.

Factores Protectores de la IS

Para Berger (2014), algunos de los factores protectores que se pueden implementar en los

hogares con niños y adolescentes, de manera que puedan reducir la incidencia de ideaciones

suicidas y los intentos de suicidio son:

1. Evitar el consumo de alcohol y drogas no recetadas en presencia de los niños o

adolescentes.

2. Almacenar todos los medicamentos recetados en un lugar alto y bajo llave.

3. No guardar alcohol en la casa o, de hacerlo, mantenerlo bajo llave.


4. No guardar armas de fuego en la casa. Si se tienen, deben estar bajo llave y con las

municiones guardadas aparte.

Pero estas precauciones se relacionan con las tentativas ocasionales de suicidio, donde la

presencia de los objetos peligrosos a la vista o con fácil acceso solamente facilita la realización

de una decisión que ya ha sido tomada, por cuanto los factores protectores deben ir más allá. En

este sentido, es importante reconocer que muchas personas que tratan de suicidarse hablan de

ello antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a quien le importe

y que no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de suicidio (Berger, 2014).

No obstante, se debe tratar de buscar la ayuda idónea de manera inmediata y no tratar el

problema solamente como amigo, miembro de la familia o conocido, ya que se trata de una

problemática compleja que debe ser abordada por un profesional calificado. En este sentido,

según lo menciona Berger (2014), nunca se debe ignorar una amenaza o intento de suicidio y, de

ser posible, se debe informar de ello a las autoridades de salud y de policía.

En una población como la de los adolescentes, donde la IS puede aparecer entre el 27% y

el 30%, se ha logrado identificar como variable protectora el tener un nivel elevado de

autoestima, mientras que un nivel elevado de estrés social puede ser considerado como variable

predictiva (González y cols., 2002); en otras palabras, en un momento de la vida en que los

jóvenes son tan susceptibles frente a la crítica y la presión social, estos dos factores podrían ser

determinantes para la aparición de IS o conductas suicidas.

Por otra parte, Wilcox y cols. (2010) indican que los problemas económicos pueden

impactar en la manera como la gente se siente acerca de sí misma y su futuro, así como sus

relaciones con la familia y los amigos. Ello, combinado con otros factores personales, genéticos,

y sociales concurrentes, puede ser determinante para la aparición de IS o intentos de suicidio. Es


necesario tener en cuenta lo anterior, de manera que las estrategias de prevención puedan ser

diseñadas para atender a individuos, familias, barrios o comunidades enteras, con el fin de tener

un impacto significativo en la reducción de los factores de riesgo. Algunos ejemplos de este tipo

de estrategias pueden ser proporcionar orientación psicológica a quienes han perdido su trabajo o

su casa, hacer más accesibles los servicios comunitarios de ayuda en caso de crisis, y promover

el aumento de las conexiones dentro de cada comunidad, entre otros.

La Conducta Suicida en el Adolescente

En los adolescentes la ideación de suicidio, intentos de suicidio y el suicidio mismo no es

algo que pueda considerarse como un problema aislado, subjetivo, individual o simplemente

patológico. Detrás de la mayoría de los jóvenes que presentan una conducta de este tipo y de los

adolescentes suicidas hay factores que van desde crisis de identidad, sentimientos de rechazo o

de culpa, soledad, problemas de adaptación e integración, baja autoestima, temor a diferenciarse

del grupo y vulnerabilidad emocional, hasta conflictos familiares, pérdida afectiva, consumo de

drogas o alcohol, abuso, presiones académicas y sociales, depresión y algo realmente

desgarrador: desesperanza (De Zubiría, 2007).

Para Pérez (2013), puede realizarse una caracterización de los adolescentes proclives a la

IS o a comportamientos suicidas, a partir de la confluencia de dos o más de los siguientes

factores:

1. Pertenecer a medios familiares en desventaja social, educativo o económico.

2. Estar expuestos a situaciones familiares adversas (niñez infeliz).

3. Presencia de trastornos psicopatológicos (depresión, abuso de sustancias, conducta

antisocial, baja autoestima, etc.).

4. Exposición a “situaciones de riesgo suicida” (relaciones humanas conflictivas, amores


imposibles, problemas con las autoridades, etc.).

Para Pérez (2013), el factor más prominente en la dinámica que conduce al adolescente a

experimentar IS o conductas suicidas es la situación familiar, ya que de la calidad de esta

depende que el joven cuente con un espacio adecuado de acompañamiento y apoyo dentro de su

ya por sí traumático proceso de crecimiento. Dentro de los aspectos que hacen del ámbito

familiar un espacio de riesgo, Pérez menciona:

1. Padres con trastornos mentales.

2. Consumo excesivo de alcohol y sustancias psicoactivas, así como “otras conductas

disociales” en el entorno familiar.

3. Antecedentes familiares de suicidio; aceptación de esta conducta como forma válida de

afrontamiento.

4. Violencia intrafamiliar, incluyendo el abuso físico y sexual.

5. Mala comunicación intrafamiliar.

6. Abandono y pautas inadecuadas de cuidado.

7. Riñas y otras manifestaciones de agresividad.

8. Disolución de la pareja parental por muerte, separación o divorcio.

9. Frecuentes cambios de domicilio a diferentes áreas.

10. Rigidez exagerada en las relaciones familiares y autoridad familiar. Autoritarismo.

11. Hacinamiento, falta de intimidad y necesidades insatisfechas.

12. Pobreza en las expresiones de afecto.

13. Pérdida de la autoridad entre los progenitores. Falta de consecuencia y acuerdo entre

los padres.

14. Llamados de atención de carácter humillante.


Estos elementos son muy comunes en las familias de adolescentes con alto riesgo suicida,

pero no son los únicos.

Se debe resaltar que la adolescencia es considerada una etapa del desarrollo caracterizada

por continuos cambios, que pueden ocasionar estrés. Las exigencias psicosociales derivadas de

este proceso evolutivo pueden repercutir en el desarrollo psicológico, influyendo en la confianza

en sí mismo, la timidez, la ansiedad, el sentimiento de autoeficacia, la autoestima o el desarrollo

de estrategias de afrontamiento. Todo esto implica que la población adolescente presenta un alto

riesgo hacia la conducta suicida. Existen términos como depresión o ideación suicida que

parecen muy alejados de esta franja de edad. Sin embargo, hoy en día existen pocas dudas acerca

de la presencia de estas variables (depresión e ideación suicida) en los adolescentes que

experimentan circunstancias personales difíciles de superar.

Antecedentes de Investigación

A pesar de que la población adolescente es un grupo de alto riesgo para conductas

suicidas (Calvo, Sánchez y Tejada, 2003), en Colombia se han efectuado pocos estudios para

analizar el problema en la población de menores de edad.

Es por ello que la mayoría de los estudios colombianos han utilizado como antecedente

en el ámbito latinoamericano a González y cols. (2000), quienes hallaron una prevalencia total de

intentos de suicidio de alrededor del 11% en estudiantes de secundaria de la ciudad de México,

con una proporción de tres mujeres por cada varón. En relación con la ideación suicida, la

prevalencia se encontraba entre el 9 y el 21%, pero no se hallaron diferencias significativas en

cuanto al género.

En una muestra de la Universidad de Caldas se halló una prevalencia de 41% en ideación

suicida, donde los mayores porcentajes de ideación suicida se situaron en jóvenes entre los 15 a


19 años (Amézquita, González y Zuluaga, 2003). Este estudio, llevado a cabo en 2000, cuyos

resultados fueron publicados 3 años después, despertó el interés por este fenómeno, dado el nivel

de significancia de los porcentajes de jóvenes potencialmente en riesgo de ejercer

comportamientos suicidas.

Al otro lado del país, en el único estudio efectuado en la ciudad de Santa Marta sobre

suicidio consumado (no hay registros sobre IS), se logró documentar un total de 14 casos de

suicidio (3,3 suicidios por cada 100.000 habitantes), donde se estableció un rango de edad entre

los 14 a 44 años, con un promedio de 24,2 años. Nueve de estos casos eran hombres,

representados en un 64,2%, y cinco mujeres, con un 38,2%. La escolaridad mostró que siete

casos habían culminado el bachillerato descrito en un 50%, cinco tenían bachillerato incompleto,

expresados en un 35.7% y dos cursaron básica primaria con un 14.3%. Doce personas de estas

eran solteros con un 85.7% y dos vivían en unión libre con un 14.3% y diez de estos casos eran

estrato socioeconómico bajo representados en un 71.4% y 4 de estrato medio bajo con un 28.6%

(Ceballos y Cols. 2002).

Según el Observatorio del Delito en el Municipio de San Juan de Pasto (2009, citado por

Villalobos, 2009), el 70% de los casos de violencia autoinflingida e intento de suicidio

correspondían a personas con edades entre los 15 y 29 años. De igual manera, los mayores

porcentajes de casos de suicidios consumados se presentan en el grupo etario de 20 a 24 años

representados en un 27%, seguido por las edades de 15 a 19 años con un 20%. Estos datos

muestran que el intento de suicidio y el suicidio consumado son problemáticas que afectan

principalmente al periodo de adolescencia y adultez joven en el municipio de San Juan de Pasto.

En el estudio realizado por Villalobos (2009), de la Universidad San Juan de Pasto, para

conocer la presencia de conductas suicidas en estudiantes de colegios y universidades, los


resultados mostraron que cerca de un 30% de los estudiantes encuestados ha tenido alguna

conducta suicida durante su vida. Además, se encontró que 18% presentaron ideas suicidas y el

8% llevaron a cabo intentos de suicidio. Los análisis de contingencia demostraron que la

conducta suicida se presenta de manera distinta dependiendo del género y del nivel educativo.

Así mismo, el rango de edad en el cual más conductas suicidas se reportaron fueron las de 17 a

20 años expresadas con un 38.5%. En cuanto al intento de suicidio, los grupos con mayor

frecuencia fueron de 25 a 30 años y de 13 a 20 años, mientras que la ideación suicida se reportó

más entre las edades de 17 y 24 años.

En general, la conducta de ideación suicida estuvo presente mayoritariamente en las

mujeres con un 40.3% en relación con los hombres con un 20%, tendencia que se mantiene en

cada una de las conductas suicidas y que es más preocupante en los intentos, en donde supera en

casi tres veces el porcentaje de hombres (Villalobos, 2009).

Por otro lado, en Bogotá se llevó a cabo un estudio en la Universidad Nacional sobre

Prevalencia y Factores Asociados a IS en estudiantes universitarios (Calvo, Sánchez y Tejada,

2003). Se trabajó con una población de 110 individuos en quienes se observó un 4,5 % de

prevalencia de IS actual, mientras que un 20% la tuvieron por más de una semana durante el

último año. Ningún estudiante de la muestra realizó un intento de suicidio durante el último año.

Entre otros datos importantes, se estableció que el 14,5 % fue víctima de maltrato físico

persistente durante la infancia, mientras que el 6,3 % reportaron uno o más diagnósticos

psiquiátricos en el eje I, de acuerdo al sistema DSM-IV (Trastorno Ansioso no especificado,

Trastorno Obsesivo Compulsivo, Trastorno de Pánico, Trastorno por Abuso o Dependencia a

Sustancias, Trastorno Distímico, Trastorno Depresivo Mayor, Trastorno Psicótico inducido por

sustancias, Trastorno Afectivo Bipolar tipo II y Trastornos del Sueño). Con base en los


resultados obtenidos, el grupo de investigadores estimó que para la población total de estudiantes

de la Universidad Nacional es posible proyectar unas 5.067 personas con ideación suicida por

año y por lo menos un episodio de más de una semana con ideación suicida persistente.

Finalmente, en este estudio se determinó que la ideación suicida en el último año fue más

frecuente en el género femenino con un 22,2%.

Al conocer la presencia de ideación suicida y los factores asociados en estudiantes de

secundaria de la ciudad de Bucaramanga, se pueden desarrollar estrategias que permitan la

prevención y el manejo temprano del fenómeno del suicidio consumado, se debe recordar que la

IS es el primer eslabón de esta problemática de salud pública. Igualmente, se considera que al

trabajar en la identificación del primer eslabón del suicidio, como lo es la ideación suicida, se

está aportando al campo de su prevención o al menos crear la inquietud, acorde con los

resultados obtenidos de la importancia de hacer de esta línea de investigación algo de mucha

importancia a nivel local, nacional e internacional, tan es así que existen Asociaciones y

sociedades nacionales para la prevención del suicidio.

Metodología

Diseño

Para la presente investigación se utilizó el diseño descriptivo transversal, el cual describe

la situación tal como se presenta en un momento dado entre dos o más variables, sin tratar de

atribuir a una variable el efecto observado en otra. El interés es describir o caracterizar las

variables; en otras palabras, únicamente pretenden medir o recoger información de manera

independiente o conjunta sobre los conceptos o las variables de la investigación (Hernández,

Fernández y Baptista 2010).

La primera parte de la presentación de los resultados se realizará por medio de la


estadística descriptiva, tanto para la descripción de las variables sociodemográficas, como para la

presencia de la ideación suicida. Adicionalmente, se estableció el objetivo de obtener

correlaciones estadísticas entre el nivel de IS y las variables género y grado escolar, para lo cual

se utilizará la técnica de tabla de contingencias, como se explica en el apartado de

Procedimiento.

Participantes

La muestra seleccionada para el estudio fue de tipo intencional, que como bien describen

Hernández, Fernández y Baptista (2010), no se calcula de manera estadística, sino que se define

de acuerdo con unos criterios establecidos por los investigadores, según el alcance que se hayan

propuesto para su estudio.

En este orden de ideas, se seleccionó una muestra intencional de 71 estudiantes de ambos

géneros, pertenecientes a los grados décimo y undécimo del Colegio Isidro Caballero Delgado

del municipio de Floridablanca (Santander), que corresponden a la totalidad de los estudiantes

matriculados en dichos cursos, por lo cual la población al ser tan reducida es tomada en su

totalidad como muestra. También se debe indicar que la población objeto de estudio pertenece al

estrato socioeconómico bajo.

Instrumentos

Para el desarrollo de esta investigación se utilizó la Escala de Ideación Suicida (Scale for

Suicide Ideation, SSI), que fue elaborada por Beck, Kovacs y Weissman (1979) para cuantificar

y evaluar la intencionalidad suicida, o grado de seriedad e intensidad con el que alguien pensó o

está pensando suicidarse. Las adaptaciones al castellano la presentan dividida en varias

secciones que recogen una serie de características, de las cuales para el presente estudio se

utilizaron las que permiten identificar la ideación suicida:


1. Actitud hacia la vida / muerte

2. Pensamientos o deseos suicidas

Para cada ítem hay tres alternativas de respuesta que indican un grado creciente de

ideación suicida (0, 1 y 2).

Para su interpretación, el investigador selecciona para cada ítem el nivel de intensidad /

seriedad que mejor refleje las características de la ideación suicida. En los casos de que las

puntuaciones de los ítems 4 y 5 sean de 0 para ambos, es indicativo de la inexistencia de

intencionalidad suicida, y no procede continuar aplicando la escala.

Cada ítem se puntúa de 0-2, y la puntuación total de la escala es la suma de los valores

asignados a los 11 primeros ítems para ideación suicida.

El rango de la puntuación total para ideación suicida es de 0-22. Se considera que una

puntuación igual o mayor que 1 es indicativa de riesgo de suicidio, indicando una mayor

puntuación un más elevado riesgo de suicidio.

En otros estudios realizados en Colombia (Villalobos, 2009; Rueda, Rangel y Camacho,

2010), el instrumento presenta una fiabilidad Alfa de Cronbach (α) entre .83 y .89, que se puede

interpretar como un coeficiente significativo de confiabilidad de que las medidas realizadas son

apropiadas. En otras palabras, que el instrumento mide adecuadamente lo que se pretende medir.

Para el presente estudio solo se tuvo en cuenta del instrumento las respuestas dadas a lo

pertinente de la IS, es decir las secciones actitud hacia la vida / muerte y pensamientos o deseos

suicidas (11 primeros ítems). Cada ítem se puntuó de 0-2. El rango de la puntuación total es de

0-22. Se considera que una puntuación igual o mayor que 1 es indicativa de ideación suicida,

indicando una mayor puntuación un más elevado riesgo de suicidio.

Este instrumento fue seleccionado para el presente estudio porque mide la ideación


suicida, que es el objetivo del estudio, y se prefirió a otras escalas por haber sido muy utilizado

en otros países y en Colombia, y su entendible uso para los sujetos y tabulación de resultados

cuantitativos.

Procedimiento

Fase I

Se seleccionó la muestra de estudiantes de los grados décimo y undécimo del Colegio

Isidro Caballero Delgado de Floridablanca, a quienes se contactó y se les explicó el objetivo del

estudio. Cuando se determinó que los estudiantes aceptaron participar de manera voluntaria, se

firmó el consentimiento informado por parte de estos (o sus tutores legales en el caso de los

menores de edad), asegurando anonimato y confidencialidad. Se tuvo en cuenta la normatividad

existente en materia de ética de la investigación.

Fase II

La prueba se aplicó a los estudiantes de décimo y undécimo grado, para lo cual se solicitó

permiso al colegio para que permitiese realizar la prueba en horario de clases.

Fase III

Una vez reunidos los estudiantes se procedió a explicarles que la prueba consta de 11

ítems para evaluar la ideación suicida, que cada ítem tiene tres opciones de respuesta, 0, 1 y 2,

acorde como ellos lo consideran en intensidad.

Fase IV

Para garantizar el anonimato del estudiante una vez terminó de diligenciar la prueba la

introdujo en el interior de una caja colocada encima de la mesa.

Fase V

Los datos obtenidos solo fueron utilizados por las investigadoras, sin ser facilitados a


ninguna otra entidad, ni utilizados para el envío de ningún otro tipo de información ajena a lo

pertinente a los resultados globales y de esta forma garantizar la confidencialidad.

Procedimiento para el Procesamiento Estadístico de la Información

Para la organización de la información se empleó el programa de hoja de cálculo

Microsoft Excel, con el cual también se realizaron los análisis de estadística descriptiva, y para

los análisis estadísticos no paramétricos de correlación se utilizó el software IBM-SPSS 20.

Variables

Ideación suicida. Se define ideación suicida como la amplia gama de pensamientos,

imágenes e ideas, que pueden ser de carácter general (es decir, dificultad para conciliar el sueño,

tristeza, melancolía, sentimiento de culpabilidad y sin esperanza de vida) o bien de carácter

concreto, con planes de suicidio y amenazas formuladas verbalmente o por escrito. La ideación

suicida implica siempre un riesgo de suicidio que debe considerarse (Mardomingo, 2002).

Variables sociodemográficas. Se tuvo en cuenta el género y el grado de escolaridad de

cada uno de los estudiantes que conformaron el estudio, que en este caso fueron los 71

estudiantes de los grados décimo y undécimo del Colegio Isidro Caballero Delgado de

Floridablanca. En términos de edad, se establecen las categorías Masculino y Femenino,

mientras que en cuanto al grado las categorías definidas son Grado 10° y Grado 11°.

Consideraciones Éticas

A pesar de ser la presente una investigación carente de riesgos para la salud, se tuvo en

cuenta lo contemplado en la Resolución 8430 por la cual se establecen las normas científicas,

técnicas y administrativas para la investigación en salud, e igualmente, se tendrá en cuenta la Ley

1090 del 2006, la cual reglamenta la profesión del psicólogo, y en especial lo que respecta a la

ética en las investigaciones con los seres humanos. Este es un estudio con bajo o nulo nivel de


riesgo para la salud de los participantes.

Sin embargo, por tratarse de estudiantes menores de edad, para el consentimiento

informado (Apéndice B) se tuvo en cuenta a los padres de familia o tutores legales de los

participantes, así como a los directivos y docentes de la institución educativa.

Resultados

Los resultados obtenidos en el desarrollo de esta investigación se dividieron para su

análisis en cuatro partes: variables sociodemográficas, confiabilidad de la prueba aplicada para la

muestra, niveles de ideación suicida y correlación entre ideación suicida y las variables

sociodemográficas.

Variables Sociodemográficas

Inicialmente, como se describió en la metodología, se seleccionó una muestra cuyo

criterio de inclusión era pertenecer a los grados décimo y undécimo del Colegio Isidro Caballero

Delgado del Municipio de Floridablanca. No obstante, luego de procesar los resultados

obtenidos, hubo que eliminar 6 participantes debido a que no diligenciaron de manera adecuada

el instrumento, por tanto, la muestra final fue de 65 estudiantes.

Con respecto al género, la muestra final estuvo conformada por 36 mujeres (55,38%) y 29

hombres (44,62%). De las mujeres 22 (33,84%) cursaban undécimo grado y 14 (21,54%) décimo

grado, mientras que de los varones 17 (26,16%) estaban en undécimo grado y 12 (18,46%) en

décimo grado (ver Tabla 1).

Tabla 1. Distribución de la muestra por grado de escolaridad y género

GÉNERO DÉCIMO GRADO UNDÉCIMO GRADO FEMENINO 36 (55,38%) 14 (21,54%) 22 (33,84%)

MASCULINO 29 (44,62%) 12 (18,46%) 17 (26,16%)

TOTAL 65 (100%) 26 (40) 39 (60%) Fuente: Elaboración propia


Con respecto a las edades de los participantes (Tabla 2), se estableció que éstas oscilaron

entre los 14 y los 18 años, con una media de 15,78 años y una moda de 16 años. En cuanto a las

frecuencias para las diferentes edades, se aprecia que el porcentaje mayoritario fue para la

categoría “16 años” con 36,9% (f=24), seguida de “17 años” con 26,2% (f=17), “15 años” con

20% (f=13), “14 años” con 15,4% (f=10), y “18 años” con 1,5% (f=1).

Tabla 2. Distribución de la muestra por edad

Edad Frecuencia Porcentaje

14 10 15,4

15 13 20,0

16 24 36,9

17 17 26,2

18 1 1,5

Total 65 100,0

Fuente: Elaboración propia

Confiabilidad de la Prueba

Para establecer el nivel de confiabilidad del instrumento aplicado en la recolección de la

información de la muestra, se utilizó el procedimiento estadístico denominado Alfa de Cronbach

(α), para el cual se obtuvo un valor para la escala de .869, el cual según los criterios de

interpretación de Hernández, Fernández y Baptista (2010) se considera como de una “fiabilidad

significativa”. Esto en términos estadísticos permite indicar que los resultados descritos a

continuación tienen una alta validez y confiabilidad.

Niveles de Ideación Suicida en la Muestra

Los resultados obtenidos en la presente investigación, señalan que 7 (10,8%) estudiantes

no presentan IS, mientras que 58 (89,2%) sí la presentan en algún grado. De los estudiantes con

presencia de IS, 35 (60,3%) son mujeres, 25 de las cuales (43,1%) cursan undécimo grado y 10

(17,2%) hacen parte del décimo grado. Los varones que presentaron IS fueron 23 (39,7%), de los

cuales 15 (25,8%) están cursando undécimo grado y 8 (13,9%) décimo grado.


Como puede notarse, la presencia de IS se presenta en mayor porcentaje en el personal

femenino que en el masculino, así como también entre los participantes del grado undécimo. Sin

embargo, por no tratarse de una muestra estadística, puede influir el hecho de que las

proporciones de hombres y mujeres de la muestra son arbitrarias (Ver tabla 3).

Tabla 3. Presencia de Ideación suicida, género y grado escolar

GÉNERO IDEACIÓN SUICIDA DÉCIMO GRADO UNDÉCIMO GRADO

MASCULINO 23 (39,7%) 8 (13,9%) 15 (25,8%)

FEMENINO 35 (60,3%) 10 (17,2%) 25 (43,1%)

TOTAL 58 (100%) 24 (45%) 29 (55%)

Fuente: Elaboración propia

Igualmente, se halló que 38 estudiantes tuvieron puntajes de IS superiores a 5, y de estos

22 (57,9%) son mujeres y 16 (42,1%) de género masculino.

Correlación entre IS y Variables Sociodemográficas

Como el presente estudio es de corte descriptivo y no se definió el establecer relaciones

de causa y efecto, pero sí existe interés en conocer cómo se relaciona la IS con aspectos

sociodemográficos como el grado de escolaridad y el género, se utilizó el procedimiento no

paramétrico denominado Chi Cuadrado (x2), que permite establecer si existe o no una correlación

entre dos variables categóricas, sin identificar relaciones de causalidad.

Para el caso de las variables Grado de Escolaridad y Nivel de IS, el software estadístico

calculó un coeficiente de 9,615 para un (1) grado de libertad, con un nivel de significancia de

,05. Al comparar esta cifra con el valor de referencia que aparece en la tabla X2 publicada por

Hernández, Fernández y Baptista (2010), el cual es de 3,841 para un grado de libertad, se aprecia

que el coeficiente obtenido es mayor, por lo cual se puede afirmar que las variables de grado

escolar y nivel de IS sí son interdependientes.

En lo relacionado con las variables Género y Nivel de IS, al aplicar el mismo


procedimiento estadístico se obtuvo un valor de X2 de 0,754 para un (1) grado de libertad, con un

nivel de significancia de ,05. Hecha la misma comparación realizada con las variables anteriores,

se aprecia que el valor obtenido es inferior al valor de referencia, lo que permite concluir que las

variables de género y nivel de IS no son interdependientes.

Discusión

La finalidad de la presente investigación fue determinar la presencia o prevalencia de

ideación suicida (IS) y la relación de ésta con el género y grado de escolaridad, en un grupo de

estudiantes de décimo y undécimo grado del Colegio Isidro Caballero Delgado del municipio de

Floridablanca (Santander), debido a que este es un fenómeno que ha sido ampliamente

documentado en otras regiones del país y del mundo, pero que ha sido poco explorado en la zona

de Bucaramanga y su área de influencia, de la que hace parte Floridablanca. Partiendo de esa

finalidad, se diseñó un estudio descriptivo transversal cuantitativo, que permitiera una primera

aproximación al fenómeno dentro del ámbito escolar, ya que en la región solamente se había

trabajado en este campo desde una perspectiva intrahospitalaria (Rueda, Rangel, Castro y

Camacho (2010).

Una vez lograda la aproximación a los directivos, docentes y estudiantes del colegio, se

procedió a realizar una aproximación documental que permitiera recopilar los elementos teóricos

que permitiesen llevar a cabo un análisis válido, el cual se consigna en la presente discusión,

donde además de comentar los aspectos más relevantes hallados en los datos recabados, se

contrastan las fuentes documentales consultadas para la contextualización y conceptualización de

este trabajo.

Como primera medida, vale la pena reseñar que se logró demostrar la hipótesis de trabjo

principal, en la medida que se encontró una presencia de IS en estudiantes de décimo y undécimo


grado del 89,2%, la cual resulta muy significativa y resulta bastante mayor que la reportada por

Calvo, Sánchez y Tejada (2003) en la ciudad de Bogotá con estudiantes universitarios, cuyo

rango estaba ubicado entre 4,5% y 20%; los datos también fueron significativamente mayores a

los obtenidos por Amézquita, González y Zuluaga (2003) en la universidad de Caldas, donde la

prevalencia fue del 31.28%. Las cifras obtenidas en este estudio también han superado las

logradas en San Juan de Pasto (18%) por Villalobos (2009).

Estos resultados, respecto a la presencia de IS, en comparación con estudios de otras

latitudes lo muestran también mayor a lo hallado en estudiantes adolescentes de educación media

superior de la República Mexicana, donde el 47% reportó al menos un síntoma de ideación

suicida (Pérez y cols., 2010); asimismo, en otros estudios efectuados en México se reportan

prevalencias que oscilan entre 25% (Chávez y cols., 2004) y el 18% (González y cols., 2000).

Igualmente, la presencia de IS hallada en este trabajo supera a la reportada en Pakistán, cuya

prevalencia fue del 31,4% (Khokher y Khan, 2005). Con base en lo anterior, se puede colegir que

existe un gran riesgo entre los participantes, de tal manera que se podría prever posibles brotes

de IS y, con el tiempo, un incremento en la probabilidad de que ocurra un evento suicida.

En lo que tiene que ver con el género, en el presente estudio se halló que la IS es mayor

en mujeres (60,3%) que en los varones (39,7%), lo cual corrobora lo hallado en estudios

nacionales, como el efectuado por Rueda, Rangel, Castro y Camacho (2010) y Calvo, Sánchez y

Tejada (2003), así como internacionales, como es el caso de González y cols. (2002), Hirshfeld y

Rusell (1997).

No obstante, a nivel internacional, el estudio realizado por por Khokher y Khan (2005),

no encontró diferencia alguna respecto al género, lo cual podría apoyar las conclusiones

extraídas con base en la prueba de X2 aplicada a las variables de género y nivel de IS, donde se


describen estas variables como independientes una de la otra. Así las cosas, la alta incidencia de

mujeres con niveles significativos de IS en la muestra de estudio parece deberse más a factores

específicos de la muestra (que no fue seleccionada de manera estadística), que a una

característica que pudiese generalizarse.

En lo que respecta al grado de escolaridad en relación con la presencia de IS, también se

halló que en los estudiantes de undécimo grado fue más frecuente, comparados con los de

décimo. En apoyo de esta relación, se puede afirmar que la prueba de X2 permite establecer una

relación de dependencia entre el grado y el nivel de IS, que al menos para la muestra empleada

en este estudio resultó altamente significativa.

En cuanto a la caracterización de la muestra que se empleó para esta investigación, es

importante tener en cuenta que se trata de adolescentes pertenecientes a una población escolar de

estrato socioeconómico bajo, y aunque este no fue uno de los factores sometidos a análisis, no es

posible pasar por alto que los problemas económicos y las necesidades insatisfechas pueden

tener una relación directa con la aparición de IS, así como de conductas autodestructivas que

eventualmente podrían conducir a intentos suicidas. Sin el ánimo de generalizar, ni de extraer

conclusiones espurias, podría colegirse que los elevados niveles de ideación suicida hallados en

esta muestra podrían depender, al menos en parte, de las condiciones desfavorables que estos

jóvenes experimentan en su ámbito social, como ya ha sido documentado en estudios realizados

en otros países (Centers for Disease Control and Prevention, 2003).

En otro aspecto del fenómeno estudiado, es importante recordar que en el fenómeno de la

IS la dinámica de la agrupación familiar tiene una influencia preponderante. Los antecedentes

familiares de suicidio deben considerarse al evaluar riesgo de suicidio en todos los contextos,

sean estos clínicos, educativos, comunitarios, entre otros que permitan diseñar y administrar las


intervenciones preventivas que se logren elaborar (Le Gales-Camus, 2004; Berger, 2014). En

este sentido, valdría la pena que una futura investigación dentro de la misma línea abordara los

elementos de la historia de vida de personas con elevados niveles de IS, con el fin de reconocer

patrones comunes de la vida familiar y social que hayan tenido incidencia en la aparición y

recurrencia de las IS.

Por otro lado, los resultados de este estudio deben servir como voz de alerta en la

comunidad educativa del Colegio Isidro Caballero Delgado, pues como lo señala Mardomingo

(2002), la ideación suicida implica siempre un riesgo de suicidio que debe considerarse, y en los

adolescentes el proceso suicida es muy corto, incluso podría ser de horas; motivo suficiente para

tener en cuenta la ideación suicida como factor clave en la prevención del suicidio, más si se

tiene en cuenta que es el primer eslabón del suicidio consumado (Pérez, 2013). Teniendo en

cuenta que en los últimos años, se ha observado un incremento constante de la conducta suicida

en los adolescentes (Pérez, 2013), se hace necesario adoptar con urgencia medidas coordinadas,

encaminadas hacia el estudio, prevención e intervención de la IS y de las conductas suicidas,

aspecto en el cual el rol de la universidad es fundamental, en la medida que se creen líneas de

investigación que le puedan dar continuidad a las observaciones realizadas por estudios

exploratorios, como es el caso del presente trabajo.

En esta medida, la presente investigación se presenta como un aporte preliminar al

estudio de la IS en adolescentes escolarizados de la ciudad de Bucaramanga y su área de

influencia (que incluye a Floridablanca). Vale la pena señalar que, por el carácter limitado de sus

alcances y el tamaño reducido de la muestra empleada, no se puede lograr hacer generalizaciones

a partir de los resultados de este trabajo; sin embargo, los datos obtenidos para una muestra tan

específica como la descrita en estas páginas, pueden ser utilizados como referente y punto de


comparación para la realización de estudios análogos o, de ser posible, con grupos poblacionales

más grandes y muestras seleccionadas según criterios estadísticos en lugar de intencionales.

Como recomendación para el desarrollo de futuras investigaciones, se sugeriría trabajar

con grupos mayores y seleccionados estadísticamente de manera aleatoria, el desarrollo de

estudios donde se trate de establecer causalidad estadística, la utilización de otras escalas

psicométricas para otros constructos (autoestima, ansiedad, depresión, entre otras), la

planificación de diseños longitudinales que estudien los el fenómeno en su evolución temporal,

etc.


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Apéndice A. Cuestionario de Ideación Suicida (Beck, Kovacs y Weissman, 1979)

NOMBRE _______________________________________________ FECHA ____________________________________ I. Características de la actitud hacia la vida/muerte 1. Deseo de vivir ( ) 0. Moderado a intenso 1. Débil 2. Ninguno 2. Deseo de morir ( ) 0. Ninguno 1. Débil 2. Moderado o intenso 3. Razones para vivir/morir ( ) 0. Las razones para vivir son superiores a las de morir 1. Iguales 2. Las razones para morir son superiores a las de vivir 4. Deseo de realizar un intento activo de suicidio ( ) 0. Ninguno 1. Débil 2. Moderado a intenso 5. Intento pasivo de suicidio ( ) 0. Tomaría precauciones para salvar su vida 1. Dejaría su vida/muerte en manos del azar (por Ej. cruzar descuidadamente una Calle muy transitada). 2. Evitaría los pasos necesarios para salvar o mantener su vida (por Ej. un diabético que deja de tomar la insulina) II. Características de los pensamientos/deseos suicidas 6. Dimensión temporal: duración ( ) 0. Breve, períodos pasajeros 1. Períodos más largos 2. Continuo (crónico), o casi continuo


7. Dimensión temporal: frecuencia ( ) 0. Rara, ocasional 1. Intermitente 2. Persistente o continuo 8. Actitud hacia el pensamiento/deseo ( ) 0. Rechazo 1. Ambivalencia, indiferencia 2. Aceptación 9. Control sobre la acción del suicidio o el deseo de llevarlo a cabo ( ) 0. Tiene sensación de control 1. No tiene seguridad de control 2. No tiene sensación de control 10. Factores disuasorios del intento activo. El terapeuta debe anotar cuáles son (Ej. familia, religión, posibilidad de quedar seriamente lesionado si fracasa el intento, irreversibilidad) ( ) 0. No intentaría el suicidio debido a algún factor disuasorio 1. Los factores disuasivos tienen cierta influencia 2. Influencia mínima o nula de los factores disuasorios (si existen factores disuasorios, indicarlos) 11. Razones del proyecto de intento ( ) 0. Manipular el medio, atraer la atención, venganza 1. Combinación de 0 y 2 2. Escapar, acabar, resolver problemas


Apéndice B. Consentimiento Informado

Las estudiantes de psicología de la Universidad Cooperativa de Colombia, seccional

Bucaramanga están realizando una investigación con el objetivo de conocer la presencia de

ideación suicida y su relación con el género y grado de escolaridad en un grupo de estudiantes de

décimo y undécimo grado del colegio Isidro Caballero Delgado, del municipio de Floridablanca

Santander. Este colegio ha sido seleccionado intencionalmente para ser invitado a participar en

esta investigación por ser esta una institución educativa del departamento de Santander.

La investigación consiste en completar un cuestionario. El manejo de la información será

enteramente confidencial, en ningún informe al interior de la Universidad Cooperativa de

Colombia, seccional Bucaramanga o al público se dará a conocer el nombre de la institución,

como tampoco se entregará información sobre las respuestas del cuestionario, únicamente se le

entregarán los resultados globales obtenidos a la institución al final de la investigación; que

sirva para proponer futuros proyectos que contribuya a minimizar esta problemática.

Este tipo de investigación no representa riesgo para la salud física o la integridad emocional de

usted y de ninguno los participantes. La participación es enteramente voluntaria con el único

incentivo es ayudar a construir conocimiento de la ciencia en esta ciudad.

Yo, he sido informado que la Universidad

Cooperativa de Colombia, seccional Bucaramanga está realizando una investigación de para

determinar la presencia de ideación suicida y su relación con el género y grado de escolaridad en

un grupo de estudiantes de décimo y undécimo grado del colegio Isidro Caballero Delgado, del

municipio de Floridablanca Santander.

Comprendo que se me ha solicitado participar en el estudio y se me informó que no se realizarían

exámenes paraclínicos ni otros procedimientos aparte de llenar esta escala.

Entiendo que la participación en esta investigación es completamente voluntaria y sé que los

participantes se pueden negar a contestar cualquier pregunta. Igualmente, sé que pueden

retirarse voluntariamente en cualquier momento de la investigación sin que esto me ocasione

sanción alguna por el Colegio.


Comprendo que la participación en este estudio no me significa riesgo alguno, que no obtendré

beneficio directo adicional y que se espera que los beneficios obtenidos por el conocimiento

adquirido a partir de esta investigación sirvan al colegio y a la comunidad científica.

Entiendo que los datos serán manejados en forma confidencial y bajo ninguna circunstancia mi

nombre o los resultados será hechos públicos o se presentará en los resultados, como tampoco se

comentarán las respuestas a la escala, a menos que lo autorice o corra riesgo mi vida.

Se me ha preguntado si tengo alguna duda o inquietud acerca de la investigación a realizar.

_________________________________

Firma y cédula de ciudadanía del investigador

Fecha:

_________________________________

Firma y cédula de ciudadanía del representante tutor del estudiante menor de 18 años.

Dirección:___________________________________

Nombre de la institución: _______________________________________

Fecha:______________________________________


Apéndice C. Presupuesto

INSUMOS UNIDADES PRECIOS

Trasporte 45 45.000

Llamadas Telefónicas 25 5.000

Alquiler de Computador- Internet

30 HORAS 30.000

Fotocopias de Material Bibliográfico

30 2.100

Impresiones 280 42.000

Carpetas 11 6.600

Asesor 1 1.800.000

Jurados 2 900.000

TOTAL 2.830.700

*Recursos propios


Apéndice D. Cronograma Tiempo

Actividad

Mes 1 Mes 2 Mes 3 Mes 4 Mes 5 Mes 6

S1

S2

S3

S4

S1

S2

S3

S4

S1

S2

S3

S4

S1

S2

S3

S4

S1

S2

S3

S4

S1

S2

S3

S4

Planificación de las actividades de la investigación (se contactará a la directora del colegio para explicar el proyecto y obtener el permiso para la aplicación del instrumento).

Recolección de la información a través de las encuestas.

Procesamiento y análisis de la información obtenida.

Elaboración del informe final.

Revisión y ajustes del informe final.

Entrega de informe final.

Sustentación

presencia de ideaciÓn suicida en …repository.ucc.edu.co/bitstream/ucc/101/1/31-(067-15)presencia...

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