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BOLETÍN edición 4 – 2018

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BOLETÍN edición 4 – 2018

CONTENIDO

ARTÍCULOS TEMÁTICOS

El reto de unir el Oriente con el desorientePor Roberto Mauricio Díaz

Mi experiencia creando empresaPor Oscar Peña

Experiencias de estudio en Japón

“Japón me enseñó mucho más que ingeniería”

Por Liliana González Gaitán

Eventos y Actividades

BOLETÍN

Edición 4 – 2018Asociación Colombo-Japonesa de Ex becarios (ACOJE)

www.acojeweb.org

www.facebook.com/ACOJEweb

Foto de portada: ”Koganeishi”Por César Augusto DíazUna de las imágenes ganadoras del concurso de fotografía deex becarios de 2017

Diseño: Rosa Cárdenas

Celebrar 110 años delestablecimiento de relacionesbilaterales Colombia – Japón es unhito en el historial de nuestroslazos que no pasa desapercibido.

Como ex becarios, este año seconvierte en una coyuntura máspara dar visibilidad a nuestrosproyectos, y a lo que podemoshacer con la experiencia obtenidaen Japón en la Colombia que hoyhabitamos o en los espacios en losque estemos.

Esta edición está dedicada,principalmente, a conocer la vozde aquellos que tras suexperiencia de beca decidieroncrear empresa, y cultivar losvalores y conocimientosheredados de Japón en losproyectos que hoy lideran ennuestro país.

Los invito a conocer su caso y atomar nota de cómo a través delemprendimiento podemos crearun nuevo eco de Japón enColombia.

Rosa CárdenasEditora del Boletín

Artículos

Temáticos

Ex becarios emprendedores

“Descansando en Nara”Por Santiago Martínez

Por Roberto Mauricio Díaz*

El reto de unir el Oriente con el desoriente

Justo recién regresé a Colombia después de 3 años y medio enMorioka, ciudad donde obtuve mi maestría en ingeniería electrónica,me reuní con dos personas que al igual que yo regresaban de hacersus maestrías en electrónica e ingeniería industrial en los EstadosUnidos, y con las que compartía esencialmente 3 cosas: una amistad,un deseo de hacer algo en nuestro país y estar desempleados.

El internet llevaba apenas unos pocos años de estar al alcance dehogares privilegiados en Colombia, y la Voz sobre IP queconceptualmente funcionaba no estaba completamente inventada,con lo que intentar en este tema sería completamente disruptivo.Aún así, decidimos crear empresa, y con el tiempo logramos ser ungran portador de VoIP y más tarde, iniciando una operación de SMS,llegamos a convertirnos en uno de los más grandes “agregadores” demensajes de texto en Latinoamérica. Hoy, cuando las barreras deentrada a estas dos tecnologías son casi inexistentes, ofrecemosservicios de valor agregado en telecomunicaciones, sobreviviendopor 20 años en un mercado terriblemente cambiante como este.

El reto a través del tiempo no ha sido solo de carácter técnico.Existen profundas diferencias entre nosotros, particularmente en lacultura corporativa que se quería impregnar a la organización. Unaclara cultura apoyada en individualidades como la estadounidense,pero enfrentada a una profunda convicción de que el compromiso yesfuerzo de todos y las decisiones tomadas “en la mesa” eran laclave del éxito, como es el caso de la japonesa.4

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A esto se sumó el hecho de que el proyecto se implementó enColombia, donde muchos de los pilares que componen la culturacorporativa japonesa se diluyen dentro de un modelo social como elque vivimos en nuestro país. Aún no hemos logrado crear unacultura pacífica de metas consensuadas y esfuerzos conjuntos, nitampoco contamos con una trayectoria educativa fuerte como paraque tengamos el número suficiente de individualidades y liderazgosque logren cargar sobre sí un proceso de cambio.

El modelo japonés de consenso muchas veces se confunde conausencia de liderazgo, y más aún si confronta al estilo autoritarioestadounidense. El valor del reconocimiento personal se acerca mása un deseo por individualizar al responsable que a una forma deestímulo al trabajo en grupo. El cumplimiento de las normas decomportamiento se lee más como una afrenta a la autonomía quecomo una forma de respeto al que nos rodea. En nuestra vidarutinaria aún nos debatimos entre el “trabajo por mí” y el“trabajamos por nosotros”, y aún vemos en el vecino a nuestracompetencia sin notar que el verdadero enemigo de nuestrocrecimiento es nuestro propio concepto de calidad, nuestra propiadefinición de inteligencia, el alcance que le damos a la palabracompromiso.

Este es el verdadero reto que enfrentamos los que hemos tenido elprivilegio de vivir en una cultura como la japonesa: Tenemos laobligación de trabajar por una nueva definición de los valores querigen en nuestra sociedad a nivel general, y nuestra culturacorporativa a nivel particular. Debemos combatir el deseo de logrosrápidos y reemplazarlo por esfuerzos continuos y estructurados asícomo reconocer en las capacidades de nuestros pares la únicamanera sostenible de lograr los objetivos propios. Debemos serconscientes de que esos objetivos solo son viables si no sonincompatibles con los objetivos de los otros. Tenemos que medir eléxito de nuestra empresa con la percepción que los demás tienen delo que les aportamos. Este reto no es pequeño. En mi caso, aunquehoy contamos con cerca de 80 integrantes en países tan disímilescomo Colombia, Estados Unidos, Brasil, Alemania, Serbia, Rusia,Sudáfrica, 20 años no han sido suficientes para lograrlo.

*Gerente General del Grupo Telintel S.A. ESPMaestría en Ing. Electrónica, Universidad de IwateGEMBA, Duke University

Por Oscar Peña*

Mi experiencia creando empresa

Crear empresa ha sido una de las experiencias más difícilesy enriquecedoras que he tenido. Todos los días pasan cosas. Algunasbuenas, otras malas. En general es un estilo de vida intenso dondesiempre hay cosas para hacer, donde siempre hay nuevos retos,donde todos los días hay que tomar decisiones.

El empresario experimenta varias fases en donde va cambiando derol. Al principio el empresario está enfocado en construir unproducto o servicio. Después está creando equipos de trabajo. Ydespués creando una cultura y organización. Cada fase tiene susdificultades y satisfacciones.

Es común que muchas personas tengan el deseo de emprender perorealmente no son conscientes de si ese es el camino más adecuadopara ellos. Más allá de compartir anécdotas puntuales, me pareceque puede ser más útil dejar unos consejos para que otras personastengan una mejor experiencia a la hora de crear una empresa. Estosconsejos reflejan mi opinión personal:

1. Tener una visión clara de lo que se quiere construir. ¿Hay algúnproblema que es importante para uno resolver? Por ejemplo, la faltade calidad en la educación primaria, los desperdicios de comida, laeficiencia en los hospitales…

2. Entender cómo funciona el sector en el cuál el empresario quieretrabajar. ¿Hay alguna empresa que ya esté resolviendo eseproblema? ¿Por qué crear una empresa propia en vez de trabajarallá?

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3. Buscar unos buenos socios con los cuales se comparta la visión y quetengan habilidades complementarias. Por ejemplo, un socio puedetener excelentes habilidades comerciales y otro ser un excelentetécnico.

4. Enfocarse en crear un valor genuino para el cliente. Es decir, elproblema que uno quiere resolver debe ser un problema real queagrega valor a la sociedad.

5. Hacer las cosas bien (alta calidad, cumplir los tiempos etc.). Estosuena fácil pero la verdad es que va a haber muchos momentos dondese requiere disciplina para cumplir los objetivos en el tiempo deseado.

6. Formar un equipo que resuene con los valores de la empresa y quecomparta la visión de la misma.

7. Ser organizado. Es impresionante como un poco de organización yplaneación puede facilitar las cosas.

8. Usar la tecnología para apalancar el impacto del negocio.

9. Buscar mentores. Leer sobre otras personas y organizaciones queestán en el mismo campo o sector y que nos pueden enriquecer consus experiencias.

10. Buscar un balance entre lo profesional y lo personal. Si bien unaempresa necesita mucha atención, es muy importante mantenertiempo para la familia, los amigos, los pasatiempos.

Espero que estos consejos puedan ser útiles para quien esté pensandoen crear empresa. Sin embargo, pienso que ser empresario es sólo unode los tantos caminos que existen para generar un impacto positivo enla sociedad. Se puede ser también un excelente empleado, undistinguido profesor o un activo miembro en organizaciones sin ánimode lucro, por citar solo algunos ejemplos.

*Socio fundador de HogaruPregrado y maestría en Ingeniería EléctrónicaTohoku University

Si tiene preguntas o comentarios, el autor lo invita a contactarlo para un café al correo [email protected].

Experiencias

de estudio

en japón

“Kamakura”

Por Liliana González

Por Liliana González Gaitán*

Japón me enseñó mucho más que ingeniería

Es inevitable no enamorarse de Japón y de todo lo que puedes aprenderdel país y su cultura. Fui a Japón por primera vez en el año 2010 justocuando terminaba mi carrera universitaria en ingeniería mecánica ahacer una pasantía corta de dos meses; corta pero sustanciosa porqueliteralmente marcó mi vida y me dejó un inmenso deseo de volver. Sinconocer en absoluto el idioma y en la fría época invernal de Sendai, estabreve experiencia me permitió enfrentarme a una cultura totalmentedesconocida para mí en aquel entonces. A mi regreso a Colombia y conextraordinarias ganas de poder aprender más de Japón, concursé para labeca que otorga el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia yTecnología y tuve la fortuna de ser uno de esos 6 suertudos que se van aJapón a continuar con sus estudios de posgrado.

Sin saber exactamente a lo que me enfrentaba, llegué a Japón enoctubre de 2011, unos meses después de que el país había sufrido lasconsecuencias de un Tsunami colosal que lo hizo entrar en un periodo derecesión energética y otros problemas adicionales que evidentementetraen consigo cualquier desastre natural. A pesar de confiar plenamenteen que Japón, con su altísimo nivel de desarrollo, se recuperaría a unavelocidad inimaginable, mi familia y amigos no pensaban igual, apoyadosen el temor de que me fuera a aventurar a un país con tal actividadsísmica. Decidí aventurarme y tal como me lo imaginaba, la recuperacióndel país fue increíble y además de eso, estaban completamentepreparados para enfrentar un nuevo evento en caso de que ocurriera.Desde que llegué participé en varios simulacros en los que aprendí aactuar de manera adecuada ante este tipo de situaciones. Así que sinsaber que así sería, Japón empezó a enseñarme mucho más queingeniería.

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Dado mi total desconocimiento en el idioma, mi experiencia inició conun curso intensivo de japonés dictado por una sensei que amabaenseñar. Aprendí japonés como lo hacen los niños en las escuelas:repitiendo cada palabra como loro y haciendo planas de caracteresque con el tiempo me parecían más y más fáciles de leer. Fueextraordinario no solo aprender a escribir mi nombre sino ademáshacerlo con tal propiedad que ya no necesitaba ayuda para llenardocumentos básicos en los que me solicitaban esta información. Seríapretencioso decir que, al día de hoy, hablo japonés, pero sin dudaaprendí lo básico que se requiere para algo más que sobrevivir.Recuerdo que me causaba gran gracia que mis amigos y familiares,quienes tuvieron la fortuna de visitar Japón durante mi estancia,creyeran que mi aparente fluidez para pedir cosas básicas, eran laprueba de un dominio de un idioma totalmente incompresible antesus ojos, e incluso ante los míos, dadas las notables diferenciasestructurales de esta lengua en relación con las lenguas romances.Una vez más, Japón seguía enseñándome mucho más que ingeniería.

Hasta aquí, la vida en Japón me había planteado ya varios retos… perojamás me imaginaría que comer se convertiría en uno de ellos. Lacomida es deliciosa, aunque muy diferente a lo que tenemos enColombia y otros países de occidente; la variedad gastronómica que sepuede disfrutar difiere dependiendo de la región y eso hacia aún másinteresante la experiencia, pues siempre habría algo nuevo que probar.Se estarán preguntando qué retador podría llegar a ser degustar platosexquisitos, por lo que les debo decir que el reto no radicaba en ladegustación, pero si en los utensilios utilizados para comer. Utilizar lospalitos fue, al principio, un verdadero obstáculo para mi supervivencia;sin embargo ¡lo logré! Pasé de nunca haber empleado estos utensilios,a usarlos diariamente, incluso para cocinar. Mis habilidades culinariaseran muy reducidas, pero en Japón aprendí no solo lo necesario parami alimentación mínima, sino también a probar y aceptar otrossabores provenientes de toda Asia; sabores completamente nuevospara mí. Es así como Japón seguía enseñándome mucho más queingeniería.

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“La recuperación del país fue increíble y además de eso, estaban completamente preparados para enfrentar un nuevo evento en caso de que ocurriera”. En referencia al terremoto y tsunami de 2011

Durante mi estadía, tuve la oportunidad de visitar muchos sitios y deconocer personas maravillosas que me mostraron el lado más humanode Japón. Participé en varios programas de Home Stay donde no soloconocí más de cerca la cultura japonesa en todo su esplendor, alexperimentar la vida diaria de un japonés, sino también pudetransmitirles a esas y muchas otras personas lo bonito que esColombia. En Japón me sentí una embajadora más de mi país e icéorgullosamente la bandera en cualquier evento donde tuviera laoportunidad y ante cualquier público. Tenía la firme convicción de queyo podía cambiar un poco la visión, a veces, sesgada que se tiene denuestro país en el extranjero. Gracias a estas experiencias hubo unatransformación bilateral de las percepciones: ellos con respecto aColombia como un país con una biodiversidad envidiable, gentetrabajadora y llena de ganas de progresar y yo con respecto a Japón (yconmigo quienes me conocen) como un país multifacético donde nosolo hay robots y alta tecnología, sino un país que aún conserva partede su historia y por ende sus milenarias costumbres. No había pasadotanto tiempo desde mi llegada cuando comencé a sentir que mi mentehabía cambiado y una vez más me reafirmada que Japón me enseñabamucho más que ingeniería.

11Fotografía por Liliana González

Ahora bien, aunque muchos lo estén dudando: ¡Sí! Sí fui a estudiar yde hecho tuve una excelente experiencia académica en Japón endonde me gradué de la Universidad de Tokio después de dosmaravillosos años de trabajar en una investigación de la que hoy mesiento orgullosa. No fue nada fácil debido al enfoque investigativo queprima en la educación japonesa al que no estaba acostumbrada. Peroel resultado realmente me sorprendió; con mi Sensei analizamos lasituación de las flotas vehiculares en las principales ciudades deLatinoamérica y pudimos determinar de qué manera podríamosmejorar el desempeño ambiental de dichas urbes, mediante laadecuada selección de tecnologías de transporte y la importancia de lanormatividad en el éxito de estas medidas. Japón, y en especial sucapital Tokio, son un ejemplo latente de cómo las mega ciudades y sussistemas de transporte deben funcionar; limitando el uso del vehículoprivado y estimulando el transporte público mediante una red queconecte eficientemente los lugares más concurridos de la ciudadincluso en horas pico. Ver la forma en la que Tokio funciona, memostró que sí es posible lograr un balance correcto entre lainfraestructura y una altísima densidad poblacional. Así pues, con miinvestigación seguí aprendiendo de la vida, y con Japón seguíaaprendiendo más que ingeniería.

Ahora que hago un balance de la maravillosa experiencia que viví enJapón, me doy cuenta lo difícil que es listar los innumerablesbeneficios que me trajo esta oportunidad a nivel personal yprofesional. Volví a Colombia con enormes ganas de aportar a mi paíscon todo aquello que me traje conmigo: una nueva persona con unavisión igualmente renovada. Gracias Japón por enseñarme mucho másque ingeniería.

12*Maestría en Ingeniería Ambiental

Universidad de Tokio

“Ver la forma en la que Tokio funciona, me mostró que sí es posible lograr un balance correcto entre la infraestructura y una altísima densidad poblacional”.

EVENTOS Y

ACTIVIDADES

“Desde la cima del puente Hakkucho en Muroran”Por Carolina Blanco

CONFERENCIA SOBRE MEDIOS EN JAPÓN

Continuando con el dinamismo de2017 y con la generación de espaciosen donde se haga difusión de temáticasespecializadas y basadas en laexperiencia particular de los exbecarios, el 16 de mayo tuvo lugar laconferencia “Periodismo y Medios enJapón”.

Este encuentro, que contó con laparticipación y saludo inicial del SeñorEmbajador Keiichiro Morishita, fueorganizado de manera conjunta porACOJE y la Facultad de Comunicación yLenguaje de la Pontificia UniversidadJaveriana. El evento recibió el apoyoadicional de la Cámara ColomboJaponesa de Industria y Comercio. Laponente fue la periodista RosaCárdenas, quien cuenta con unamaestría de la Universidad Sophia deTokio gracias a una beca del gobiernode Japón.

En 2017 ACOJE realizó 4 conferencias.La primera de ellas se basó en revisar laexperiencia de negociación delAcuerdo de Asociación Económicaentre México y Japón como referenciapara Colombia. La segunda dio aconocer detalles sobre el sistemafinanciero y la banca en Japón. El tercergran encuentro fue una conferenciasobre hábitos de vida saludablesinspirados en la experiencia nipona. Elúltimo fue la primera versión enColombia del foro World Assembly forWomen (WAW). En los próximos añosse espera que iniciativas como estassigan teniendo lugar.

CONCURSO DE FOTOGRAFÍA 2017

En 2017, ACOJE realizó el primerconcurso de fotografía de ex becariosque buscaba recopilar las mejoresimágenes que capturaron durante suestancia de estudios en Japón.

La iniciativa fue convocada por laFederación Centroamericana y delCaribe de Asociaciones de Exbecariosdel Japón (Feccebeja) y las fotografíasseleccionadas de diversos paíseshicieron parte del calendario 2018 dedicha Federación.

ACOJE contó con tres jurados deprimera línea. El primero de ellos fue elSeñor Naoki Yokobayashi, Consejero dela Embajada de Japón en Colombia. Suselección fue la fotografía titulada “UnaParada en Ouchijuku: La nieve”, del exbecario Virgilio Aguilar.

El segundo jurado fue Ricardo Gaitán,Director de la plataforma deintercambio “Artistas Colombianos enTokio”, ARCOT. La fotografía del exbecario César Augusto Díaz titulada“Koganeishi”, nuestra portada en esteboletín, fue su escogida.

El tercer jurado fue el reconocidofotógrafo profesional Camilo Gutier. Sibien coincidió con Ricardo Gaitán enelegir la imagen urbana de“Koganeishi”, seleccionó finalmenteuna tercera fotografía cargada de calmay tonos tenues tomada por la becariaYekaterina Hernández. En esta edicióndel boletín, les compartimos esasinspiradoras imágenes.

”Koganeishi”Por César Augusto Díaz(Imagen de portada)

FOTOGRAFÍA GANADORA 2017

”Una Parada en Ouchijuku: La nieve”.Por Virgilio Aguilar

FOTOGRAFÍA GANADORA 2017

”Todo lo que llega a tu vida lo atraes”.Por Yekaterina Hernández

BOLETÍN edición 4 – 2018

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