preview del quinto número de falcÓn total la revista. abril, 2013

Sumario

- Historias del río TocuyoEl cronista de la Costa Oriental nos pasea por las riberas del río Tocuyo para mostrarnos una historia rica y exótica.

Pag. 10 y 11

- Paraguaná crece en alojamientoLa oferta comercial y el turismo han hecho que Paraguaná invierta en el visitante, brindándole variadas opciones de descanso.

Pag. 16 y 17

- Patrimonio coriano en riesgoUna muestra del estado actual de la arquitectura colonial de la ciudad de Coro, cuya declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad se encuentra en peligro.

Pags. 20 a la 27

- Ruta gastronómica de CoroConoce los mejores lugares para disfrutar del mejor gourmet de Santa Ana de Coro.

Pags. 32 a la 34

- Vive el arte EntrelocosUno de los grupos de mayor proyección a nivel nacional nos habla de su trabajo y valoración del arte falconiano.

Pags. 36 y 376 FALCÓN TOTAL La Revista

7FALCÓN TOTAL La Revista

La foto

Iguana peninsular

Falcón cuenta con una gran variedad de flora y fauna, incluso contamos con la lagartija más pequeña del mundo. Aquí uno de los reptiles emblemáticos de nuestra árida tierra: la iguana. Esta foto, tomada en las inmediaciones del Parque Eólico Paraguaná en el municipio Los Taques, es una muestra más de la belleza de nuestra región que debemos preservar y mantener.

Foto: Jaime Garvett

14 FALCÓN TOTAL La Revista

El paraíso en casa

Turismo

Anaís Delmoral [email protected]

Si la rutina, el trabajo, los hijos, el cansancio, no dejan de ser causa de tu estrés diario, entonces déjate llevar por el relax que te brinda la amplia franja de costa que posee el estado Falcón. La ciudad siempre tiene el mismo sabor, así que no hay mejor manera de pasarla bien que escapando a un paraíso muy cerca de nuestro hogar, el Parque Nacional Morrocoy.

Entre las ventajas que tiene el venezolano es que este reservo-rio de fauna y flora queda muy cerca del occidente y el centro del país, desde el Zulia es muy fácil llegar y desde el Distrito Capital y Valencia solo hay unas pocas horas.

Organizar el paseo no es cosa del otro mundo. Pero hay que estar muy pilas de ordenar todo y dejar seguras nuestras casas to-mando todas las previsiones de seguridad recomendadas. En fa-milia todo resulta más fluido, y más si el destino que nos espera es una delicia. Es necesario que reservemos el hotel con días de anticipación, entre mis obligaciones estaba esa tarea, puesto que Morrocoy es un lugar muy visitado, cuya afluencia turística alcan-za los 122 mil 504 turistas nacionales y extranjeros al año, por lo que no queríamos llegar improvisando alojamiento. Por otro lado, acomodar el equipaje es un placer único, lleno de expectativas y esperanzas: los trajes de baño, el protector, el bronceador, los lentes de sol y sombreros, objetos que me encanta enumerar para este tipo de viajes; además son cosas que por nada del mundo se pueden olvidar al visitar estas costas tropicales.

El paisaje del Parque Nacional Morrocoy es uno de los más

Crónica de viaje

hermosos del mundo, por eso en las opciones de los visitantes extranjeros nunca falta; y yo no me quedé atrás, pues estos pa-rajes son míos como falconiana y disfrutarlos y quererlos es una tarea de todos los venezolanos.

Cayos para el almaMi destino forma parte del Parque Nacional Morrocoy, que se

encuentra en el litoral más oriental del estado Falcón, al noroeste del Golfo Triste. Según datos oficiales su población alcanza los 32.090 habitantes.

Desde Coro el viaje comprende unas tres horas. A pesar de la poca distancia, es necesario emprender la ida desde temprano para aprovechar al máximo la estadía y disfrutar de las instalacio-nes del hotel y las paradisíacas playas de este litoral.

Nada más hermoso que disfrutar del recorrido, con sus esta-ciones de combustible, la música infaltable, la buena conversa y el comprar dulces en las poblaciones de la vía para comer durante el camino, necesaria parada para disfrutar de todo el sabor falconiano y una costumbre familiar desde hace muchos años. Estas estaciones son populares por brindar opciones para comer o comprar arte-sanía típica de la región. Pero también para adquirir salvavidas y accesorios playeros, que no pueden faltar en tu excursión.

“¿Cuánto falta?”, “¿por dónde vamos?”, “¿cómo se llama esto?”, preguntas frecuentes para tener una idea del tiempo res-tante y la distancia. Durante el viaje pudimos observar gran can-tidad de personas que se dirigían a las playas y a otros sitios turís-ticos del estado. Además, el control llevado a cabo por efectivos policiales y las alcabalas distribuidas por toda la vía son un punto a favor en esta visita, donde se puede apreciar la organización con la que trabajan para brindar a los conductores y acompañan-tes un buen servicio y la mejor seguridad vial.

Tiempo de disfruteLlegamos a nuestro destino, Tucacas, un pequeño pueblo de

apenas ocho sectores y urbanizaciones que vive del turismo. Jun-to con Chichiriviche, representa una de las principales opciones de los viajeros que van a los cayos gracias a su cercanía.

Al llegar nos dirigimos directamente al Caribbean Suites Ho-tel & Resort, mi elección de hospedaje. Una buena opción de-bido a sus comodidades: piscina con toboganes, laguna de agua salobre, playa privada y canchas deportivas para fútbol, balon-cesto, voleibol y bolas criollas.

En Morrocoy abundan los lugares de alojamiento. Poblacio-nes como Tucacas, Chichiriviche o en alguno de los pueblos cer-canos, tienen cantidad de hoteles y posadas para el descanso de los turistas como La Esmeralda, Paraíso Azul, Las Trinitarias, El Solar de la Luna, entre otras.

Al instalarnos bajé a la piscina a tomar un poco de sol y de-gustar del menú que brinda el hotel. El primer día estuvimos allí

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y en la noche una sabrosa parrilla cerró con broche de oro la velada mientras disfrutábamos en familia.

“¿A cuál cayo vamos?” Fue mi primera pregunta al despertar. Morrocoy posee una zona de manglares y gran cantidad de is-lotes o cayos, entre los cuales se encuentran Borracho, Muerto, Sombrero (el más popular), Sal, Las Ánimas y Peraza; y playas espectaculares de arenas blancas como playa Mero, Paiclás, Los Juanes, Playuela, Tucupido, Azul, Boca Seca y muchas más. Para disfrutar plenamente de ellos se requiere ir en lancha, puede ser una lancha privada o en peñero (usada por los pescadores) que se puede alquilar en la orilla. A veces no hace falta más que caminar unos metros en el pueblo para conocer las ofertas de transporte. La lancha puede ser compartida con otros pasajeros o contratada para trasladarse a la playa preferida en el horario indi-cado. Éstas pueden ser tomadas desde el mismo parque, cerca de Tucacas o también desde Chichiriviche, por lo que usted puede alojarse en cualquiera de las dos poblaciones.

Una variada gama de actividades ofrece el parque, turísticas y recreacionales, tanto en ambientes terrestres como marinos, paseos por senderos de montaña, visitas a cuevas, manantiales, arrecifes, buceo y deportes acuáticos.

Nos dirigimos bien temprano a uno de los muelles de Tucacas para tomar un peñero. Al llegar muchos pescadores se acercaron para ofrecer el paquete y costo del viaje. Varios brindaban una cantidad de pago relativamente accesible, oscilaban entre mil bolívares el viaje corto, y el largo mil setecientos, en unidades con capacidad para siete personas. El recorrido, como de una hora y media con vuelta por los cayos, se distribuyó entre Piedra de la Virgen, 20 minutos en la Piscina de Los Juanes y terminó con las personas que se quedaron en Playa Azul, Playuela, Boca Seca o Paiclás.

Cayo Azul fue el lugar elegido, luego del hermoso recorri-

do en el que pude deleitarme con un espectáculo indescriptible: playas con corales, estrellas de mar y peces que ofrecen todo su esplendor a los submarinistas.

Playa Azul, como también se conoce, es un sitio agradable, de aguas poco profundas, rica en peces y corales de muchos colores. En este cayo se puede respirar la naturaleza, cuenta con árboles y palmeras que dan sombra y una brisa suave que refres-ca mientras se lee un libro o se toma una pequeña siesta.

Y es que son muchas las cosas que puedes hacer mientras dis-frutas: escuchar música, conversar, tomar el sol, disfrutar el agua, la arena y una buena compañía. Es imposible dejar de nombrar el riquísimo y exquisito plato de mariscos que degustamos. ¡Sa-bía a gloria!: camarones, pulpo, calamares acompañados de li-món, aguacate y galleta de soda. Se me hace agua la boca de solo recordarlo.

Durante la estadía el cayo estuvo resguardado por guardacos-tas, quienes estuvieron brindando su servicio, pendientes de las personas que lo visitaban y de la limpieza, tarea importante no solo para los efectivos, sino de todos los visitantes.

De vuelta a la realidadDespués de haber gozado, descansar y deleitarnos en este

espectacular parque con mi familia, tocó regresar a la rutina. No obstante, nos llevamos una experiencia inigualable de uno de los tantos lugares que posee mi querida región falconiana. Tierra que no cambio por nada, puesto que cuenta con una variedad de cli-mas (montañas, playas, médanos) y lugares para regocijarse, no solo en temporada alta, sino durante todo el año. Es importante, durante la visita, actuar como ciudadanos con conciencia y res-ponsabilidad, cuidando las áreas, ya que esto acentúa el que nos visite un mayor número de turistas al parque y puedan disfrutar de un ambiente sano y único en nuestro país.


Anthony [email protected]

Cuando se habla de patrimonio salen a cola-ción variedad de preguntas, innumerables comen-tarios, duras denuncias, es un tema de nunca aca-bar para el coriano. Coro Patrimonio Mundial de la

Humanidad, parece ser el eslogan identificativo de nuestra región, nuestro más alto orgullo, que sue-na muy hermoso cuando sale de nuestras bocas o se plasma en una valla publicitaria o un artículo. ¿Pero realmente esta condición ha sido internali-zada por nuestro pueblo?, ¿se ha comprometido la gente a preservar el pasado?, ¿concede respeto

Casa del poeta Elías David Curiel, ubicada en la calle Garcés.

La casa del gran bardo coriano, autor de la letra del himno del estado Falcón, el más universal de nuestros poetas, perdió su umbría arboleda, así como el mobiliario que contenía. Hoy degradada a almacén de ferretería aguarda por un mejor destino. En esta casa el poeta escribió casi toda su obra y vivió su doliente vida.

Patrimonio coriano en riesgoFotos: Elio Jordán


Casa de los Laclé, ubicada en la calle Ampíes con Monzón

Fue edificada a comienzos del siglo XX en estilo historicista por el prominente político y militar gomecista general Gabriel Laclé, quien llegó a poseer en la ciudad 57 casas, siendo ésta la de su morada; inmueble de enorme extensión, con su característico almenado de inspiración veneciana. En el solar de la casa hubo hasta vacas que eran ordeñadas para el desayuno de la familia. Forma parte de un conjunto de arquitectura republicana de extraordinario valor. La casa se encuentra hoy en mal estado y deformada en fachada.

a esas casonas y las ve como propias?, ¿o acaso solo representan para el coriano un símbolo de re-presión y humillación? (como nos comentaba una ciudadana en relación al tema); ¿hay que demoler todas las casas de barro de la ciudad? (como pien-san muchos ciudadanos). Entonces cabe pregun-tarse si ha llegado a todos la educación histórica, si las jornadas de concientización han cumplido sus objetivos, si las escuelas ahondan en la histo-ria de Coro y la importancia de su arquitectura; ¿quién debe pagar por los daños ocasionados por

los inmuebles en completo abandono, incluso por la muerte de un estudiante hace algunos años, al cual le cayó una parte de la cornisa de una anti-gua casona? Es necesario preguntarse también so-bre la adquisición de viejas edificaciones de valor patrimonial por parte de comerciantes extranjeros, quienes después de un tiempo las dejan en aban-dono para luego levantar un cajón para activida-des comerciales, nada más. ¿Se puede creer que un personaje foráneo puede sentir amor por esos monumentos? Si los mismos corianos pasan indi-

Patrimonio coriano en riesgo


Casa de don Juan de Osorio, ubicada en la calle Federación con Garcés.

La casa, de generosas proporciones, de la cual solo se conserva la mitad por la crónica falta de mantenimiento, perteneció en el siglo XVIII al Dr. don Juan de Osorio, vicario de la ciudad de Coro. Tras su muerte en 1760 pasó a manos de don Miguel de Araujo, dueño de varias casas en la ciudad y de la posesión de Aguaviva en el camino a Casicure. Originalmente la parte caída formó parte de la casa contigua, aún en pie.

ferentes ante ellos, y lo que solo les importa es que haya más locales para compensar su afán de consumo de ropa, zapatos o alimentos…

¿Adónde va a parar el ejemplo dado en dedicación y entre-ga por Coro mostrado por Ana María Reyes, Carlos González Batista, Tito Guerra O Álida Navarro de González?, quienes desde la escritura, la denuncia, talleres e incluso desde la mis-ma acción, han querido hacer entender y dar al falconiano conciencia de sus valores y herramientas para conservar las casonas.

El área declarada patrimonio por la Unesco abarca más


de cien hectáreas y circunscribe cinco manzanas completas y dos medias manzanas entre las calles Falcón, Federación, Zamora, Hernández, Urda-neta, Hospital y callejón del Hospital; además se cuenta con un área de resguardo que sirve de col-chón de la poligonal. Desde esta perspectiva consi-deramos que la ciudad es un todo orgánico, donde el casco histórico debe dialogar con el resto de la urbe, no ser una zona apartada, segregada por los ciudadanos. Coro es un conjunto, y como tal debe mantener una unidad estética con su entorno ar-

quitectónico. Aunque se aprecia el esfuerzo de ini-ciativas particulares de modernizar la ciudad, esta pretendida idea de progreso no ha dejado hitos ur-banísticos de relevancia para nuestros descendien-tes, en Coro la arquitectura moderna no existe, la construcción se deja llevar por la funcionalidad sin ningún sentido estético, creemos que son pocos los esfuerzos hechos por llevar a la ciudad a un punto equilibrado entre las nuevas propuestas y la heren-cia dejada por nuestros ancestros.

Según el artículo 2º de la Ley de Protección y

Balcón de los Saher, ubicada en la calle Bolívar.

Fue erigido en el último tercio del siglo XIX para el Sr. Quiterio Henríquez, importante comerciante, dueño también de las casas contiguas. Su constructor fue el curazoleño, establecido en Coro, Thomas Chapman, quien había realizado años atrás el edificio de la Secretaría de Gobierno en el Fuerte Ámsterdam de Curazao. Es una de las más importantes edificaciones civiles de nuestra ciudad.



Defensa del Patrimonio Cultural “La defensa del Patrimonio Cultural de la República es obligación prioritaria del Estado y de la ciudadanía”. Es decir que todos estamos en la obligación de defender lo que nos ha hecho como nación, lo que nos cons-tituye como venezolanos, y en este caso como co-rianos, porque no podemos seguir considerando el pasado como algo fastidioso o un lastre del que hay que deshacerse, sino que de él dependemos porque de allí venimos.

Queremos señalar en este trabajo lo que vamos perdiendo de nuestra identidad, lo que de a poco se va desmigajando en medio de la indiferencia y el desprecio por lo que somos. Las antiguas ca-sonas de valor tradicional en ruinas dicen mucho de nuestro sentir como hijos de Coro, en ellas se va apagando el fuego de lo que fuimos. Este tra-bajo pretende mostrar lo mucho que nos falta por rescatar de nuestra ciudad, y por lo cual hacemos votos porque nuestras autoridades y comunidades

Casa de los Beaujón, ubicada en la calle Falcón.Esta gran casa se mantuvo en buenas condiciones hasta hace pocos años. La construyó hacia 1750 el escribano público de la ciudad D. José Bernardo de la Peña. En el siglo XIX perteneció a la madre del Mariscal Falcón, Josefa Zavarce. A fines del siglo XIX sirvió de morada a la destacada escritora falconiana Virginia Gil de Hermoso. Ya en el siglo XX fue residencia de la familia Beaujón. Misteriosamente la casa, poco después de pasar a un comerciante de origen extranjero, comenzó a deteriorarse de forma alarmante, las lluvias también contribuyeron a ello.



Casona de la calle Falcón,

entre Ciencias y Hernández.

Esta casa, construida en torno a 1740, es una de las edificaciones más antiguas de la Zona Histórica de Coro. Fue en sus orígenes de la familia Gutiérrez de Vega y hacia 1770 pertenecía a don Gregorio de Nava y Ávila.

se planteen de manera comprometida un buen proyecto de rescate por el patrimonio. Sabemos que hay gente que tiene las ganas y el cono-cimiento para aportar a estas restauraciones tan necesarias, para que no nos quedemos sin memoria. Admiramos el compromiso de gente como Álida Navarro de González, quien des-de hace 16 años ha logrado que la comunidad de Pantano Abajo se concientice y se haga par-tícipe de las refacciones a las edificaciones,

además de los talleres con niños y adultos en favor de multiplicar su amor por estas casas.

En este dossier encontraremos una mues-tra muy reducida de casas que necesitan de la atención urgente, son muchas más, y cada una tiene su propia historia, su legado a las nuevas generaciones.

Agradecemos profundamente la generosidad del historiador Carlos González Batista al facili-tarnos datos de interés en nuestra investigación.


El arte de estar entre locos“Entrelocos ha difundido y llevado a cabo una labor encomiable, cargada

de alto espíritu solidario, de apoyo entre sus miembros y a otros creadores; además de engrandecer las bases de la cultura falconiana con diversos even-tos donde el arte juega un papel muy importante para afianzar los valores de nuestra región.”

Melquiades Monet

Anthony [email protected]

Sería imprudente, y hasta mezquino, decir que en Falcón no pasa nada en ma-teria cultural. Que se pierde el tiempo, que no hay nada que hacer, que en Coro o La Vela no hay iniciativas, en fin, solo es un grupo de personajes que no saben de lo que se pierden, que quizás no se han enterado de lo que sucede en su en-torno y viven solo admirando su ombligo. Acaso no saben que en la región diversos colectivos fraguan planes desestabiliza-dores de la cultura en casas particulares, talleres, callejones, bares, o incluso bajo una enramada fresca. Tal es el caso de Musaraña con sus ediciones Madrigue-ra y sus detonantes recitales, el grupo Bariquía y sus coloridas y respetuosas exposiciones, la Casa del Artesano en Coro que mantiene un actividad diaria, La Tinta Púrpura con sus expresiones li-

terarias, el Incudef y sus tomas culturales en los municipios falconianos, el Cendaf bajo la coordinación de Alirio Sánchez y Adelis González, la Cátedra Libre de Literatura Agustín García de la Universi-dad Francisco de Miranda, el espacio del edificio Santa Rosa devenido en galería y donde han expuesto gran cantidad de creadores falconianos, la Asociación de Artistas Plásticos del municipio Miranda, la Red de Arte en el CC Costa Azul pro-moviendo valores de nuestro estado, el grupo Colombeia desde el teatro y otras artes, y además iniciativas individuales que generan propuestas colectivas como las de Camilo Morón y sus foros de dis-cusión sobre diversos aspectos, tanto cul-turales como científicos; entre muchos otros proyectos que reivindican el valor de nuestra falconianidad.

Dentro de esta propuesta organizativa y promotora del arte falconiano, llevada a cabo de manera colectiva (según dizque dos cabezas piensan más que una…), se une el Colectivo de Arte Entrelocos, que surgió hace ya siete años en La Vela de Coro, estado Falcón. Desde su fundación se planteó agrupar una serie de artistas, literatos, poetas, diseñadores, titiriteros, artesanos y actores en un trabajo de valo-ración y expresión creativa que inundara los espacios callejeros y museísticos de

la región falconiana, para de esta manera llegar a las comunidades y acercarlas al arte.

Diversas exposiciones dan fe de la labor llevada a cabo por sus integrantes, quienes no solo exponen sus obras para ser admiradas, sino que en sus montajes tratan de compartir sus conocimientos a los más pequeños y al público en ge-neral, a través de talleres, foros, conver-satorios, recitales de poesía, performan-ces, festivales de Arte Corporal, música y otras actividades de valor formativo.

Un 16 de diciembre de 2005 nació este sueño, como un homenaje a la tra-dición de los Locos de La Vela, quienes cada año celebran la festividad de Los Santos Inocentes. En primera instancia el colectivo reunió artistas de Colina, en una exposición donde tomaron los es-pacios de la alcaldía de este municipio. Luego de un tiempo se fueron sumando otros pintores del estado y surgieron las Exposiciones Colectivas de Arte Entrelo-cos en diversos espacios de Falcón. Lue-go en el año 2011 surge el proyecto de realizar una muestra itinerante, a raíz de un encuentro con el artista plástico Ben-jamín Arenas (perteneciente al Colectivo Juntos y Revueltos de Portuguesa), que sirvió para conformar una muestra que agruparía a los estados Barinas, Cojedes,

Arte

Portuguesa, Zulia y Falcón. Debido al éxi-to se sumaron más creadores de estados como Mérida, Yaracuy y Lara, dando al movimiento una mayor fuerza y empuje en el arte del occidente del país, y convirtién-dose en referencia a nivel nacional.

El objetivo de estas giras en el occi-dente es promover y difundir el trabajo creador de artistas plásticos, fotógrafos y diseñadores, además, que se aprecie tam-bién el talento falconiano en otras regiones de Venezuela y crear vínculos de trabajo compartido y nuevas experiencias e inter-cambio entre los estados venezolanos, in-centivando el diálogo fraterno en aras de comprendernos mejor como venezolanos y como habitantes de una región en cons-tante actividad comercial.

Ahora no queda más que apoyar a nuestra gente, a nuestros creadores para que sigan poniendo en alto el nombre de Falcón, como tierra que engendra talento por doquier, que siembra imaginación y sueños en cada rin-cón del estado. Y es que el arte tie-ne su lugar privilegiado en Falcón, mejor dicho, tiene muchos lugares, pues el occidente del país ha reci-bido con beneplácito la propuesta creativa de estos locos y los ha asu-mido como propios también.

-Exposición 3D Agosto. 2008.

-III Colectiva de Arte Entre-locos. Diciembre 2009.

-Exposición Entrelocos. Galería Santa Rosa, Incudef. Marzo 2010.

-I Festival de Arte Corpo-ral Sueños en la Piel. Octubre 2010.

-Exposición Entrelocos. Museo Alberto Henríquez. Di-ciembre 2010.

-Exposición 60 Aniversario de la Fundación Locos de La Vela. Diciembre 2010.

-I Festival Muralista de En-trelocos, La Vela. Marzo 2010.

-Explosión Cultural Bicen-tenaria en Borojó. Muestra de Arte Corporal. Septiembre 2010.

-Exposición Colectiva En-trelocos, Mérida. Octubre 2010.

-I Festival “Llevamos la Es-tancia en la Piel”. Julio 2011.

-Entrelocos de Portuguesa. Febrero 2012.

-Exposición Colectiva En-trelocos Edición Barinas. Abril 2012.

-Entrelocos edición Para-guaná. Enero 2013.

Colectivas e itinerantes

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